1894–2006 SEDE DE LA LEGISLATURA DE SANTA FE.
1894: la Legislatura en su nueva sede.
1898 – Cambio de sede legislativa, sin biblioteca.
Mayo de 1906: informe del Departamento de Ingenieros.
Gratificación al personal: un mes de sueldo.
1907: minuta de comunicación acerca del edificio.
1908 – Declaración de utilidad pública.
Deudas y dificultades financieras.
Posesión desde antes de la Confederación Argentina.
Adhesión del Intendente Edmundo Rosas.
Imaginada avenida de treinta metros de ancho.
Dictamen de la Comisión de Hacienda.
1910 – Déficit creciente, empréstito y fondos para el edificio.
1911: transferencia del terreno.
1912: necesidad de traslado a la nueva sede
1913: construcción demorada y dificultades en la Legislatura.
Etapa final de la construcción.
Instalación de ambas Cámaras en la nueva sede.
Deudas por el edificio de la Legislatura.
1914: aprobación de gastos para la instalación.
Sesiones Extraordinarias en la nueva sede.
Entre la emoción y los recuerdos.
Insistencia por el imaginado monumento.
Aproximación a la trayectoria del General Paz.
21-06-1918: Jardines de la Legislatura.
Once meses de atraso en el pago de sueldos en la Administración Pública.
1952: el legendario “Foro Presidente Perón” en la Plaza Italia.
Instalación de la imprenta de la Legislatura.
1952: Período legislativo “Eva Perón”.
Vaivenes en la historia de los argentinos.
Entre lo casi tradicional y lo mágico: ¡la historia!.
10-12-2003: Vicegobernadora Arquitecta María Eugenia Bielsa.
“Breve Reseña Histórica” acerca del Poder Legislativo.
Primera Junta de Representantes.
1894: la Legislatura en su nueva sede
En la tercera página del libro de Actas de la Cámara de Diputados –1894-, consta que durante la sesión del 3 de julio se trató la iniciativa del Dip. Florentino Loza a los fines del nombramiento de un “Comisario de Cámara” y en aquel momento, el legislador expresó:
“Una vez trasladada la legislatura a un edificio propio como el que ocupa, este edificio queda abierto fuera de las horas de sesiones”.
“Se propuso que: ‘el comisario prestaría servicios para ambas Cámaras’.” [1]
“Manifestó luego el Legislador: ‘Es muy pequeño nuestro local y sobre eso no suele verse muy concurrido’…” [2]
Gastos de traslación…
Después de aprobar el aumento de las dietas triplicando el monto del año anterior, “en ese mismo acto, se consideró la partida de $ 14.000.- para ‘gastos de traslación’, que fue observada por los Senadores Eugenio Alemán (Departamento Vera), Mariano Comas (Departamento Garay) y Dr. José Ignacio Peiteado (Dto. Castellanos), proponiendo la reducción a $ 8.000.- Finalmente se aprobó la “partida 6. Eventuales, muebles y alquileres $ 14.000.- al año.” [3]
Mientras se estaba tratando el presupuesto, “se resolvió que el cargo de Comisario se convirtiera en Intendencia, encomendándose a ambas Presidencias de las Cámaras, el nombramiento pertinente. Hubo una breve discusión porque el sueldo que se había propuesto superaba al del prosecretario”. [4]
1898 – Cambio de sede legislativa, sin biblioteca…
Es oportuno transcribir lo anotado después de la lectura de los diarios de sesiones disponibles en el Archivo de la Legislatura de Santa Fe:
“En la sesión permanente de 8 de marzo de 1898, con la presidencia del Dr. Jonás Larguía, se trató el presupuesto y no constaba el cargo de Bibliotecario. Antes de terminar la sesión, el presidente informó que ‘la H. Cámara de Senadores ha propuesto cambiar la Legislatura a otro local’. El Dip. Juan Arzeno preguntó: ¿adónde? Y el presidente respondió: ‘Al edificio que iba a destinarse a la Escuela Normal’.
A partir de abril, la Legislatura funcionó en esa sede. [5]
Mayo de 1906: informe del Departamento de Ingenieros
Durante la sesión del 15 de mayo de 1906, se había analizado el informe del Departamento de Ingenieros sobre el estado de seguridad del edificio de la Legislatura” y el senador Juan Cepeda insistió en que era necesario acordar con el presidente de la Cámara de Diputados “el temperamento necesario para garantir la vida no solamente de los señores Legisladores sino también del personal de la Legislatura”, adoptándose “las todas las medidas que crea oportunas tendientes a evitar cualquier peligro”.
No es necesario un esfuerzo de imaginación para advertir en qué condiciones habrán estado trabajando.
Gratificación al personal: un mes de sueldo…
En la sesión del 28 de junio de 1906 por iniciativa del senador Pascual Quiroga se había resuelto que “siguiendo una costumbre podría decirse tradicional en estas H. Legislatura”, se otorgara “gratificación de un mes de sueldo al personal de servicio de que dispone la H. Cámara. Esos oficiales de sala con motivo de la activa tarea legislativa de los últimos meses tienen un recargo de trabajo, y merecen un aguinaldo…” [6]
1907: minuta de comunicación acerca del edificio…
El 16 de abril de 1907, el Dip. Manuel López Zamora -Rosario-, presentó una minuta de comunicación que fue aprobada en la sesión del 29 de mayo de ese año, informándole al Poder Ejecutivo sobre la necesidad de construir el edificio destinado al Poder Legislativo.
1908 – Declaración de utilidad pública…
Sin respuestas, en la sesión del 5 de mayo de 1908 el Dip. López Zamora presentó un proyecto de ley declarando de utilidad pública y con destino al edificio de la Legislatura de Santa Fe, “las propiedades y terrenos ubicados en la esquina sudeste de las calles General López y San Martín hasta completar un área de setenta metros a la primera por igual extensión a la segunda o el total de cuatro mil novecientos metros cuadrados”, autorizando al P.E. a la correspondiente expropiación.
En esa oportunidad, el Dip. Manuel López Zamora insistió en sus “anhelos… dotar al Poder Legislativo de un edificio decente y cómodo, desde que tal como lo ven mis honorables colegas, el que ocupa actualmente no está en armonía con las altas funciones inherentes a dicho orden público ni mucho menos con los crecientes adelantos edilicios de esta progresista ciudad. Es tiempo entonces de que se dote a nuestra capital del edificio destinado a asiento de su Poder Legislativo, que además se halle en relación con los grandes palacios que en la actualidad hermosean esta ciudad y no sea, en fin, motivo de retraimiento cuando haya de ser exhibido a los visitantes. La provincia tiene recursos con que construir la obra…” (El proyecto pasó a la Comisión de Hacienda.)
1909 – Cambio de ubicación…
En la sesión del 11 de mayo de 1909, en la Cámara de Diputados se consideró el despacho de la comisión de Hacienda aconsejando que se dejara sin efecto el proyecto “declarando de utilidad pública y con destino a edificio para las honorables Cámaras Legislativas la expropiación de las propiedades y terrenos ubicados en la esquina sudeste de las calles General López y San Martín”, sustituyéndolo por el proyecto de ley que en el art. 1º determinaba la construcción del “palacio destinado a la Legislatura de la Provincia en el centro de la plaza Coronel Pringles de esta ciudad capital”.
Deudas y dificultades financieras…
El Dip. Arguimbau -Departamento Castellanos- explicó los motivos del rechazo del proyecto del Dip. López Zamora, “principio fundamental: porque ese proyecto involucraba un crecido gasto que no está el erario público en condiciones de efectuar, y que tampoco debe ni puede descontarse el porvenir echándose sobre las espaldas del que venga este compromiso, porque indudablemente son muchas las deudas contraídas ya que afectan al tesoro público y que se aumentarán en muchos millones al terminar el presente período legislativo. Para expropiar el terreno indicado por el señor López Zamora en su proyecto se necesitaría invertir una crecida cantidad, superior al costo mismo del palacio que hubiera de levantarse…”
Con optimismo, el diputado Arguimbau manifestó: “… con el mínimo de dinero, creo que el año que viene tendré el honor de sentarme con mis distinguidos colegas en el nuevo palacio de la Legislatura si es que se aprueba este proyecto”.
El Dip. López Zamora insistió en su iniciativa argumentando que al “edificio para la Legislatura en el centro de la plaza Pringles, habría indiscutiblemente que darle cuatro frentes, porque no es de suponer que los que levanten los planos hagan un edificio de un solo frente y ¿cuánto costo demandaría la construcción y ornamentación de esos cuatro frentes?” Continuó el debate.
Posesión desde antes de la Confederación Argentina…
El diputado Arguimbau recordó que sobre ese terreno, “el gobierno de la provincia ha tenido posesión desde antes que estuviera constituida la Confederación Argentina, y que desde ahí vino el nombre que tenía de Aduana Vieja, porque era ahí donde se pagaban los derechos de aduana de los que venían desde Tucumán, llevando productos para Buenos Aires”. Mencionó que “posteriormente fue destinado a cuartel, y en la última época de su existencia fue cárcel, destruida por vieja, encargándose a la municipalidad que recogiera los escombros y que ornamentara aquello que quedaba como un terreno baldío”.
En la memoria del diputado López Zamora aparecieron otros recuerdos: “tengo entendido que la mitad de ese local estaba ocupado por una plazoleta y la otra mitad por la aduana”, confirmando el diputado Arguimbau que “la Aduana quedaba al frente; la parte de la plazoleta era la que estaba al otro lado de la calle 4 de Enero”.
Memoria de la niñez…
Inmediatamente el diputado López Zamora rememoró sus vivencias:
“Recuerdo que iba a jugar allí con el señor Demetrio Iturraspe, cuando niño”.
Le contestó el diputado Arguimbau: “Yo también lo recuerdo porque casi soy contemporáneo del señor Iturraspe; ¡por ahí no más andamos!… ¡sus recuerdos infantiles!”
Rieron los legisladores y el diputado Arguimbau continuó su informe, reiterando:
“Así que estoy habilitado para dar datos La plazoleta en cuestión, quedaba de este lado de la calle 4 de enero”, refiriéndose al este.
Era de propiedad particular, y hoy está edificada. Así es que desaparecen los temores que pudiera haber con respecto a los derechos a la propiedad”.
(Terminado el debate, el proyecto sancionado pasó a consideración de los senadores.)
Adhesión del Intendente Edmundo Rosas
En la sesión del 13 de mayo de 1909, se leyó en la Cámara de Senadores la nota del Intendente de la Municipalidad de Santa Fe Edmundo J. Rosas -y el secretario D. D. Álvarez-, expresando su satisfacción por ese proyecto de ley destacando que “la construcción de un edificio público, de proyecciones artísticas monumentales exige como marco indispensable las perspectivas que los destaquen”.
Imaginada avenida de treinta metros de ancho…
Propuso que se habilitara “una avenida de 30 metros de ancho” en las manzanas que separan la Plaza de Mayo de la Plaza Pringles, considerando que “la expropiación de todas las propiedades que supone este proyecto, no son todavía de excesivo monto por tratarse de terrenos baldíos y fondos de edificios cuyo pago podría involucrarse en la suma total para la construcción del palacio”.
Destacaba el intendente Rosas que si se concretaba esa iniciativa, la ciudad podría festejar “el centenario de nuestra emancipación, incorporando a sus adelantos la apertura de esta nueva avenida que bien convendría bautizar con el nombre de tan fausto acontecimiento”.
Dictamen de la Comisión de Hacienda
En la sesión del 15 de junio de 1909, se leyó el dictamen de la Comisión de Hacienda -senadores Martínez, Constanzo e Ignacio Crespo-; aconsejando la aprobación del proyecto venido en remisión de la Cámara de Diputados, disponiéndose la construcción de la sede de la Legislatura “en el centro de la Plaza Coronel Pringles de esta Ciudad Capital” y autorizando al P.E, “para que mande confeccionar los planos respectivos por el Departamento de Ingenieros”.
Refiriéndose a la nota remitida por el intendente Rosas, el senador Constanzo advirtió que si se tenían en cuenta sus sugerencias para construir el edificio “no en la misma plaza pero frente a la misma manzana”, por ser terrenos pertenecientes a particulares, “cuando sepan que el Gobierno va a expropiar, pedirán precios exorbitantes”, aún cuando el P. E. podría defender sus derechos e intereses.
Preservación de la arboleda…
El senador José María Pérez destacó que el terreno de la plaza Pringles “pertenece al Gobierno de la Provincia y hasta hace pocos años lo ocupaba la aduana vieja o el cuartel de la guardia de cárcel Las arboledas que en ese terreno existen, fueron plantadas por las tropas que ocuparon el edificio. Cuando se demolió la aduana vieja, no se creyó conveniente cortar la arboleda, y entonces se dejó como paseo; ahora si la Municipalidad se apoderó del terreno y lo denominó ‘Plaza Pringles’ no consta que haya sido plaza, sino una propiedad del Gobierno de la Provincia”, por lo cual propuso que así se expresara en el proyecto en discusión, “para que no se crea que se hace uso de una plaza para construir el palacio de la Legislatura”.
El senador Quiroga informó que había consultado al Canónigo Viñas, “uno de los hombres más estudiosos que tiene Santa Fe, y que se preocupa con verdadero ahínco de todo cuanto interesa a esta Provincia, hojeando archivos, perdiendo mucho tiempo y dedicándole asiduo trabajo”, y le había “manifestado que el terreno de que se trata”, que ha pasado al dominio de la Municipalidad es indiscutible, porque hace cerca de quince años que esa plaza fue arbolada por la Municipalidad, lo que quiere decir que tácitamente ha salido del dominio del Gobierno de la Provincia”.
Varios legisladores insistieron en que no existía “decreto o escritura al respecto”.
El senador Constanzo insistió en que si se construía allí la Legislatura, “se va a mejorar esa plaza, porque está poco menos que abandonada”.
Continuó el debate y el senador José María Pérez destacó que “por el Norte la ciudad de Santa Fe tiene el Boulevard Gálvez, él continúa, puede decirse, por el Oeste con el nombre de Boulevard Zavalla, teniendo por el Este los terrenos que ganan el río otra gran plaza y paseo, y por el Sud, dada la topografía del terreno, tiene inmensos bajos que difícilmente serán poblados, de modo que aire libre para los habitantes de Santa Fe tendrán de sobra, lo que nos hace falta son edificios públicos que a más del embellecimiento para esta ciudad y el confort y comodidad para las oficinas, importaría una economía para el Estado, pues no habrá que pagar alquileres”.
(Finalmente el proyecto fue sancionado, es la Ley Nº 1548/1909.
Es oportuno reiterar que el 15 de junio de 1909 pasó a la Comisión de Legislación el proyecto “autorizando al jefe del Cuerpo de Taquígrafos del Senado señor Francisco Gimelli para dictar adhonorem un curso de taquigrafía en el local de la Legislatura”.
Luego, se advierten innovaciones en el diario de sesiones de la Cámaras de Senadores: incluye la nómina de Senadores con indicación del Departamento que representan; los nombres de las autoridades de la Cámara y la integración de las cuatro comisiones: Hacienda, Legislación, Poderes, Presupuesto y Cuentas; en el índice se identificada a los legisladores y la página que refleja su labor parlamentaria. Ese año se reorganizó el Cuerpo de Taquígrafos, siendo jefe interino don José M. Santa Cruz; taquígrafos de 1ª: Gregorio A. Beterreche y Antonio Bujan; Taquígrafo de 2ª Ángel R. Parolín (h), cuya remuneración era de doscientos pesos, la mitad de lo que percibían en el Congreso Nacional y en la Legislatura de Buenos Aires.)
1910 – Déficit creciente, empréstito y fondos para el edificio.
Durante la sesión del 14 de junio de 1910, en la Cámara de Senadores ejerció la Presidencia ad hoc el senador Juan Cepeda y se consideró el mensaje del P.E. que acompañó al “proyecto de ley autorizando la emisión de un empréstito externo por la cantidad de 1.900.000 libras esterlinas” destinado al retiro de empréstitos anteriores destinados al pago de la deuda flotante. Después de diversos análisis, el gobernador Ignacio Crespo y su ministro Alberto J. Paz destacaron que “la causa inmediata del desequilibrio en el presupuesto provincial” como ya se había expresado en varios estudios, “ha sido un déficit crónico que poco sensible en los primeros años, como sucede siempre, ha ido acrecentándose anualmente”.
El ministro de Hacienda informó que parte de ese empréstito se destinaría “a la construcción de edificios comenzados” -Casa de Gobierno, Penitenciaría de Rosario, Escuelas de Esperanza y de Coronda-; construcciones escolares en los Departamentos Castellanos, San Martín, Reconquista, San Justo, Vera, San Cristóbal, Garay, San Javier y Nueve de Julio; construcción del edificio de la Policía (90.000), del “Palacio para la Legislatura 130.000.” Subrayado aquí.
1911: transferencia del terreno…
Sabido es que tras la sanción de la Ley Nº 1548 que dispuso la construcción del edificio de la Legislatura de Santa Fe, continuaron diversos trámites administrativos y en septiembre de 1910 mediante una resolución del Ministerio de Hacienda y Obras Públicas fue aprobado el convenio firmado por el arquitecto Roberto Tiphaine y el presidente del Departamento de Ingenieros.
Calculada una inversión máxima de trescientos mil pesos moneda nacional se difundió el llamado a licitación y recibidas tres propuestas fue aprobado el presupuesto menor. El 31 de agosto de 1911, el gobierno provincial y el constructor Juan Beltrame firmaron el contrato pertinente.
1912: necesidad de traslado a la nueva sede…
En 1912, don Clodomiro Marín Cardozo era Bibliotecario Archivero dependiente de la Cámara de Diputados… [7]
El 9 de mayo asumieron las nuevas autoridades. En la sesión del 1º de julio de 1912, en la Cámara de Diputados presidida por e Diputado Rafael Fougere, “se planteó la necesidad de disponer de la nueva sede. Expresó el Dip. Alcides Greca:
“Estamos sesionando en un lugar incómodo e impropio y sería de desear que el año entrante pueda inaugurarse el período legislativo en el nuevo edificio.
Solicitó que una Comisión de tres Diputados, gestionaran lo pertinente ante el Poder Ejecutivo y de inmediato el Dip. José Chiozza –Rosario-, manifestó: ‘El P.E. al tratar con el constructor Sr. Francisco Beltrame la edificación del Palacio, habrá a su vez nombrado a uno de los ingenieros del Departamento Topográfico de la provincia para que fiscalice esos trabajos a fin de que se lleven a cabo en debida forma’ y en consecuencia, propuso que se enviara una minuta de comunicación a fin de que ‘se acelere la obra por cuanto estamos sesionando en un lugar bastante incómodo’. El Dip. Greca retiró su moción y se despachó la minuta.” [8]
1913: construcción demorada y dificultades en la Legislatura…
En la sesión del 23 de abril de 1913, en la Cámara de Senadores, después de la consideración del proyecto de ley sobre constitución de las Comisiones de Fomento -sancionado con modificaciones en la Cámara de Diputados-, el senador Barreto hizo moción para que se “nombre una comisión que trate de intervenir en la pronta terminación del palacio legislativo”.
Manifestó: “Estamos reunidos aquí en una casa incómoda, sin tener salas donde puedan reunirse las comisiones, las cuales tienen la mayor parte de las veces que reunirse al mismo tiempo”. Consideró que “con la intervención del Senado podría acelerarse la terminación del palacio legislativo, para que en el próximo período de sesiones tengamos la comodidad necesaria para trabajar”.
El presidente del Senado Dr. Ricardo Caballero, recordó que ya se había nombrado una comisión cuando “se trató de buscar local” y que era factible designar otra para que cumpliera ese propósito. El senador Oliveros manifestó haber visitado “el edificio en construcción y al notar la lentitud de los trabajos” consultó sobre “cuál era la causa de la demora”, enterándose de que “están haciendo por licitación las puertas del edificio, los ornamentos, etc.” y “se necesitan ocho meses por lo menos para la terminación, pues el constructor no tiene nada que hacer hasta tanto no se hayan concluido estos trabajos”.
Después de breves opiniones, se constituyó la comisión integrada por los senadores Moisés Leiva -San Cristóbal- y Reynaldo Cullen de La Capital.
Mudanza frustrada
En la sesión del 14 de junio de 1913 se consideró el proyecto de aumento del presupuesto de las Cámaras y en esa oportunidad el presidente del Senado Dr. Ricardo Caballero informó que “la Cámara de Diputados ha resuelto no cambiar de local”.
Manifestó el senador Thedy: “Yo creo que la otra Cámara hasta podría suprimir el local”, provocando risas de acuerdo al registro de los taquígrafos en el diario de sesiones.
Insistió el presidente: “La Cámara debe resolver si se muda sola o no”.
El senador Saurit expresó: “Yo creo que podríamos quedarnos aquí; solo faltan unos dos meses, contando con la prórroga, si la hay, para que terminen las sesiones y por tan poco tiempo y teniendo en cuenta lo que falta para terminar el nuevo edificio de la Legislatura, no valdría la pena cambiar de local”.
El senador Leiva había “hablado con el contratista” e inmediatamente informó: “me ha manifestado que por falta de recursos no tenía el personal suficiente”. Habló luego “con el señor Gobernador” y “no existiendo fondos se ha dirigido a la Legislatura pidiéndolos, y he averiguado también que existe en la Cámara de Diputados el mensaje del Ejecutivo pidiendo esos fondos y que hasta la fecha no se ha resuelto nada. Así que según dice el constructor hasta fines del año que viene no estará terminado el edificio”.
El senador Barreto dijo: “Es intolerable, hace tres años que se empezaron las obras”.
Continuó el senador Leiva explicando su trámite ante “el señor Gobernador… Le he pedido la casa que ocupaba el Gobierno en la plaza San Martín a la cual está por trasladar sus oficinas el Consejo de Educación y he hablado con el señor Presidente del Consejo quien galantemente cede el local”.
Hubo un breve diálogo y se confirmó que aunque se le entregaran los recursos, la terminación de la obra estaba prevista para “abril del año próximo”, por cuyo motivo se insistió en que “la Cámara se pronuncie sobre si se muda o no de local”.
El senador Oliveros planteó que “si los señores Diputados se creen cómodos en este local, ellos podrían quedarse; pero nosotros que no tenemos ni las piezas necesarias para oficinas; que estamos todos confundidos, que no hay una pieza para conversar, ni para reunirse las comisiones, desde que tenemos la oportunidad de disponer de un local que pertenece al fisco, nada más justo que lo utilicemos y nos mudemos allí”.
Muebles imprescindibles
El senador Werly advirtió: “Hay el inconveniente de que no tenemos los muebles necesarios” y considerando que existían aproximadamente cinco mil en Secretaría, el senador Oliveros propuso “comprar cincuenta sillas para la barra, no vamos a buscar el lujo”. Completó esa sugerencia el senador Barreto, proponiendo una inversión máxima de tres mil pesos, en “muebles que sirvan para el edificio en construcción”.
El senador Thedy consideró excesivo ese gasto, porque “el diario de Sesiones del año pasado no se ha publicado y demandará una inversión de fondos de Secretaría”.
El senador Oliveros insistía en que si se compraban “muebles baratos… no servirán para el edificio que va a necesitar otra clase de muebles”.
Luego el senador Wernly insistió en que era “inoportuno el cambio de local”, porque según su criterio, “hay que estar cerca de la otra Cámara para el caso de asamblea, por ejemplo”.
En consecuencia, resolvieron que la comisión encargada de gestionar el local realizara gestiones ante la Cámara de Diputados para que “despache pronto el pedido del Ejecutivo” y para que “se entreviste con el constructor a fin de que apure los trabajos”.
El senador Boero planteó sus dudas: “No podemos tener esperanza puesto que no se ha reunido anoche con veinte y cuatro (sic) señores Diputados”. El presidente de la Cámara expresó: “Hay asentimiento por que la Cámara se traslade de local y se autorice a la presidente (sic) a gastar hasta 2.500 pesos en la compra de muebles”, sin que conste la votación afirmativa; si había “asentimiento”…
Etapa final de la construcción…
El gobierno de la provincia aceptó oficialmente el edificio de la Legislatura el 14 de junio de 1914 y a partir de ese momento, comenzaron las licitaciones para la provisión de diversos elementos básicos para el funcionamiento de las Cámaras.
Instalación de ambas Cámaras en la nueva sede
El 26 de julio de 1914, fueron habilitadas todas las dependencias en ambas alas: sector este la Cámara de Senadores y en el oeste la Cámara de Diputados, amplios recintos con balcones para quienes se acercaran para escuchar las deliberaciones; hacia el sur las oficinas de las presidencias de las cámaras, una salida con guardia de seguridad. En el sector de los senadores, una alta escalera de mármol que conducía a dependencias de archivo; otra hacia el subsuelo…
En el amplio espacio de la entrada, abiertas las altas puertas de roble eran visibles las anchas columnas con leves sombras proyectadas por la luz que se expandía debajo del artístico vitral que permitía disponer de adecuada iluminación durante la mañana y la tarde.
Deudas por el edificio de la Legislatura
En la sesión del 31 de diciembre de 1914 –período extraordinario-, en la Cámara de Senadores se aprobó la última partida por $ 23.443,52, para cancelar los gastos de la construcción del edificio.
1914: aprobación de gastos para la instalación…
“El 6 de junio, pasó a la Comisión de Hacienda un proyecto de Ley, para otorgar $ 100.000.- nacionales, con destino a la instalación de la Legislatura en su nuevo local. El 19 de junio, se aprobó el proyecto, con la Presidencia del Sen. Fernando Centeno, representante del Dto. Constitución.” [9]
Sesiones Extraordinarias en la nueva sede
El 17 de julio de 1914, desde el diario “Nueva Época” informaron que las sesiones extraordinarias convocadas por el gobierno provincial, se desarrollarían en la nueva sede.
Entre la emoción y los recuerdos…
“Durante la sesión del 25 de julio, presidió la Cámara de Senadores el Vicegobernador Dr. Ricardo Caballero. El Sen. Bartolomé L. Barreto -Belgrano- presentó una minuta de comunicación al Poder Ejecutivo solicitando la asignación de una partida de $ 10.000.- para el monumento al General José María Paz, ‘que se colocará en el Hall de la Legislatura’ (art.2º), de cuerdo con lo previsto y aprobado al tratar el proyecto del edificio. Al fundamentar su propuesta, reconoció que la concretaba ‘en la primera sesión y la elevó, a objeto de que no haya espera de tiempo ni solución de continuidad entre la ocupación de este edificio y nuestra labor legislativa; y la solemnidad y grandeza de nuestra tarea indica además honrar a una eminencia, indica homenajear a una de las más grandes figuras de nuestra emancipación.’
El Sen. Bartolomé L. Barreto necesitó expresar una de sus emociones, evocando durante esa sesión: ‘Al visitar la construcción de este edificio, me trasladé a este lugar a contemplarlo rodeado de sus añosos aguaribays, y se reprodujeron en mi espíritu las palabras del cívico francés cuando decía: ‘Hay lugares cuajados de recuerdos, cuyos recuerdos invaden el alma’.
Inmediatamente dijo:
‘…y vienen a mi memoria, como si se desplegara una larga tela de un amplio telón, etapas de aquella vida fecunda y gloriosa del prisionero del año 31… Paz entró de inmediato como Ayudante de Belgrano… Participó en Salta, Vilcapugio y Ayohuma’.” [10]
Insistencia por el imaginado monumento…
Dos meses después, en la sesión del 25 de septiembre de 1914, el senador Bartolomé L. Barreto presentó una minuta de comunicación al Poder Ejecutivo, solicitándole que “incluyera en las actuales sesiones extraordinarias los proyectos de ley que disponen la erección de monumentos en esta capital y en Rosario a los generales don José María Paz y Estanislao López.
En el proyecto de ley se establecía una partida de diez mil pesos para el “monumento a la memoria del General don José María Paz que se colocará en el Hall de la Legislatura.
Reiteró lo que había expresado en su anterior discurso:
“…el año pasado, al visitar la construcción de este edificio, me trasladé a este lugar a contemplarlo rodeado de sus añosos aguaribay y se reprodujeron en mi espíritu las palabras del lírico francés cuando decía: ‘Hay lugares cuajados de recuerdos, cuyos recuerdos invaden el alma’. Impresionado la evoco al visitar las espaciosas salas de este edificio y vienen a mi memoria, como si desplegase una larga tela de un amplio telón, etapas de aquella vida fecunda y gloriosa del prisionero del año 31 y parto del punto de arranque de esa existencia nobilísima que para encontrar un símil, para encontrar un ejemplo parecido, tiene la memoria que remontarse dos mil años atrás”.
Aproximación a la trayectoria del General Paz…
Expresó que “para abreviar esta historia tan larga en pocos minutos… Belgrano llegaba a Córdoba para pasar a Tucumán y hacerse cargo del ejército patriota, y una viuda, a ejemplo de aquella célebre romana, se presentaba para ofrecerle su hijo, el joven Paz, que acababa de cursar sus estudios para culminar su carrera de doctor en derecho en la histórica universidad de San Carlos. Paz entró de inmediato como ayudante del general Belgrano, que descubría los hombres de estudio, y descubrió en él al futuro artillero, al futuro grande hombre para emplearlo y difundir su pensamiento. Participó en la jornada de la Ciudadela… en la batalla de Salta, tomó parte en veintidós batallas campales, en Vilcapugio y Ayohuma, en las cuales y como un alto honor para este oficial distinguidísimo, el estado mayor delegó en él las facultades de depositario de la bandera que acababa de jurarse en el río Pasaje; en Venta y Media donde defendió las reliquias de su gran ejército, perdiendo su brazo al escalar las fronteras del Alto Perú; en Arequito, -cuyo lugar lleva el mismo nombre del departamento Caseros-… El general Paz rompía la unidad de nuestro país haciendo que los batallones de Santa Fe viniesen a la capital de su provincia y que los batallones de Buenos Aires fuesen a la gran capital, para realizar el acto que más tarde debía ser el más alto exponente militar en el país”.
Recordó el senador Barreto que Paz, llegó al gobierno de Córdoba y que “esa historia” era un “ejemplo civil que mezclaba también con los éxitos militares, los éxitos de la administración y del gobierno. En el gobierno de Córdoba llegó a ser más que caudillo, el director de ideas del partido unitario en la provincia y en uno de los zares de la guerra, después de organizar los combates de La Tablada y Oncativo -monumentos de estrategia militar según Garibaldi y Sarmiento-… Después de obtener esos grandes laureles de su corona, Paz… cayó prisionero de los ejércitos de Córdoba y Santa Fe.”
En su discurso, el senador Barreto recordó que el “coronel Pascual Echagüe, después general de la nación, no pudo menos que descubrirse ante esa gloria…” y nombró a “un modesto soldado de Sauce Viejo, punto inmediato a la ciudad de Santa Fe, don Domingo Pajón, que al contemplar a Paz prisionero de las avanzadas del ejército de López, no pudo menos de emocionarse y sacó de su bolsillo las únicas monedas que tenía para dárselas a Paz como homenaje de admiración y de respeto.”
Destacó el senador Barreto que “Paz fue conducido prisionero a este lugar en el vetusto edificio que después fue la aduana vieja, después cuartel y por último, y por decisión del gobierno, viene a ser el recinto de nuestras deliberaciones”.
Insistió en que “las crónicas de Córdoba recuerdan que fue tomado prisionero en una expedición exploradora, con un pantalón de brin, en mangas de camisa y con un raído poncho y fue traído a esta ciudad en esa forma el general de artillería más aventajado de nuestro país y tal vez de América, pasando aquí largos años de cautiverio en los que continuó sus memorias, uno de los monumentos de la crítica militar y de la historia…”
Rememoró el senador Barreto: “Aquí unió su corazón a una dama abnegada que se ofreció para sacrificarse; aquí, en este lugar han nacido sus hijos. Y el tirano, creo yo, más que por admiración, por cálculo -no quiero inferir una ofensa a su memoria,- el tirano… que velaba constantemente por la conservación de esa preciosa vida, esperó recién el aniversario del 25 de mayo para dictar un decreto reintegrándolo en el grado de general de artillería, mandando liquidar los sueldos que ascendían a miles de onzas oro y que le correspondían como militar desde la campaña de Arequito hasta las proximidades del año cuarenta.”
Describió algunas referencias de “habitantes de Buenos Aires”, quienes recordaban “que al día siguiente, cuando el general Rosas daba audiencia, el general reincorporado le agradecía los laureles de general y se horrorizaba cuando veía en una caja los montones de onzas de oro que el gobernador le daba como importe de sus sueldos atrasados. Y aquel general, aquel espíritu superior que no tuvo inconveniente en alargar su mano para tomar la limosna de Domingo Pajón, tuvo vergüenza, sintió indignación, al ver que el general Rosas quería conquistar su silencio como pretendía hacerlo, dándole el importe de sus sueldos devengados como militar y aquel que aceptaba un puñado de monedas de Pajón tuvo que huir esa noche a Montevideo rehusando las pilas de monedas de oro del general Rosas”.
El senador Barreto consideró que “ese acto de civismo, ese acto de amor patrio, ese acto de honradez cívica, es tal vez uno de los hechos más culminantes de nuestra historia” y en consecuencia esperaba que “la provincia erija un monumento de mármol en armonía con el pensamiento que sustento al proyectarlo.”
El entusiasmo y la admiración hacia el general Paz que demostraba en ese momento, culminaron en los párrafos finales de su discurso:
“Ese monumento, proyecto yo que se haga en la misma materia y tomando como modelo la estatua de Minerva, diosa de la inteligencia y del saber, quiero yo en la Legislatura de la Provincia un monumento al sabio, al patriota, al gran ciudadano, sin que por eso desconozcamos los grandes méritos militares del general Paz.
Ha sido también Paz un gran matemático, ha sido un gran Senador de la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires, compañero de Vélez, los dos ilustres cordobeses que acompañaban al partido unitario en Buenos Aires”.
Hubo aplausos y luego se consideró el otro proyecto del senador Barreto, referido a “la erección de una estatua ecuestre del general Estanislao López” en la plaza del mismo nombre de la ciudad de Rosario, “solemnizando el centenario de la declaración de la independencia nacional”.
Al explicar los motivos de ese proyecto, manifestó que “Paz y López en su acción posterior son antagónicos… y por su acción el general Paz viene a ser un prólogo de la actuación de López. Al desatar los lazos que unían la disciplina del ejército de la Independencia que mantenía la unidad del país, volvieron las fuerzas de línea de cada provincia, que debían mantener tanto tiempo, veinte años, la vida de autonomía en el país.
López posteriormente viene a ser, puede decirse, la fuerza decisiva que dio forma a nuestras deliberaciones.
Es sabido que Rosas sin un punto de apoyo, sin López, no hubiera podido establecer el federalismo. Paz, que ya tenía vencido a Quiroga, venía a pasar su ejército por Córdoba para batir a López en Santa Fe y después a Rosas y así dar muerte al federalismo.
Los azares de la campaña le fueron adversos; Paz que era, puede decirse el unitarismo, quedó prisionero de López. López, con su actuación fecunda, decidida, viene a ser el factor de la formación o del establecimiento del partido federal en el país”.
Destacó que aún no se había levantado un monumento a López y que sería un justo homenaje de la Legislatura santafesina, porque aunque “López no haya tenido la ilustración de Paz, no es óbice para su gloria” ya que “es frecuente que los pueblos más cultos de la tierra, rindan homenaje fervoroso a sus predecesores, por modesta que sea su condición si se han sacrificado en beneficio de su país…” (Ambos proyectos fueron sancionados.)
Es oportuno destacar que en aquel tiempo, frente al edificio habían colocado una verja de hierro forjado que servía como contención, en un tiempo en que era bastante frecuente que algunos caballos y no pocos perros flacos, se acercaran hasta ese lugar…
Ochenta años después de aquel emocionado discurso del senador Barreto –representante del departamento Belgrano-, necesité escribir:
“Una vez más, la intención resultó insuficiente porque no ha habido tal monumento en el may de la Legislatura’.” [11]
21-06-1918: Jardines de la Legislatura…
El 21 de junio de 1918 en la Cámara de Senadores por indicación del senador Thedy se suspendió hasta el día siguiente el tratamiento del despacho de la Comisión de Hacienda “autorizando fondos destinados a ornato en los jardines del palacio de la Legislatura” y al “no estar presente ninguno de los miembros de esa comisión”, el senador insistió en otra postergación aunque la mayoría resolvió que se tratara en ese momento.
Fue leída la comunicación del 12 de junio de 1917 firmada por el presidente del Concejo Deliberante Ángel E. Argenti y el secretario general T. Martínez..
…acompañando el presupuesto formulado por la dirección de plazas y paseos… cuyo monto total es de quince mil novecientos quince pesos moneda nacional” y un “catálogo de la casa Motteau, de Buenos Aires” para “apreciar la magnitud y las modalidades de la ornamentación proyectada”, entre ellas el “ensanche de las veredas cuyo costo asciende a siete mil novecientos cincuenta pesos”.
La descripción indica que se harían dos jardines, con una estatua y con césped -calculándose $ 3.215 en obras de arte); se ampliaría la instalación eléctrica subterránea, con diez columnas de ornato completas y se construirían 1.590 metros cuadrados de vereda de mosaico. El senador Thedy consideró que no eran “indispensables y que, sobre todo, debiera cargar con ellas la municipalidad desde el momento que son obras realizadas por ella y que embellecen el municipio”.
Once meses de atraso en el pago de sueldos en la Administración Pública
Insistió el senador Thedy en que “la provincia no se encuentra en condiciones de hacer desembolsos de tal naturaleza e importancia, cuando se encuentran atrasados los sueldos de muchos funcionarios públicos en diez u once meses, cuando no es posible realizar servicios premiosos de la administración…”
Pidió autorización para retirarse el senador Román J. Argenti (Vera) por su parentesco con el presidente del Concejo, pero resolvió quedarse cuando le indicaron que no habría quórum. El senador Pedro Virasoro propuso levantar la sesión y considerarlo al día siguiente. En esa sesión el presidente ordenó la lectura del despacho firmado por los senadores Héctor S. López, J. Beaupuy y Dalmiro L. Videla autorizando al gobierno provincial a entregar a la municipalidad la suma doce mil pesos y el proyecto fue sancionado.
1952: el legendario “Foro Presidente Perón” en la Plaza Italia
En la Cámara de Diputados de la Legislatura de Santa Fe, el 2 de julio de 1946 ingresó el proyecto de ley sancionado en el Senado, aprobando el decreto Nº 6.195 dictado por el delegado Intendente Municipal de la ciudad, con fecha 22 de marzo de 1952.
El proyecto pasó a la comisión de Asuntos Municipales y el 17 de julio los diputados Elvira Muñoz de Pautasso, Ramón Ricardo Puch y Blas Oscar Olmedo firmaron el despacho por el que se aprobaba el citado decreto y se designaba “Foro Presidente Perón” a la explanada de la Plaza Italia, frente norte de la sede legislativa.
Instalación de la imprenta de la Legislatura
En la sesión del 24 de julio de 1952, sobre tablas se trató el proyecto de instalación de la Imprenta de la Legislatura. El diputado Blas Olmedo recordó que estaba vigente la ley 3.391 sancionada “en 1948 que contempla la creación de la misma”, teniéndose en cuenta las dificultades existentes “para utilizar la imprenta oficial para la impresión del Diario de Sesiones, dado que ella había revelado la imposibilidad de imprimirlo con regularidad”.
Destacó el legislador el alto costo de las impresiones en los últimos años y las ventajas de disponer de recursos propios para futuras ediciones. El proyecto fue aprobado.
(Al día siguiente, el diputado Julio F. Díaz presentó un proyecto a fin de que no se transcribieran los presupuestos anuales porque desde 1948 a esa fecha habían perdido actualidad y además las cifras se habían incluido en distintos folletos distribuidos por diferentes áreas del gobierno. En consecuencia, una dificultad más para los historiadores que necesitaran esa información.)
El 14 de agosto de 1952 el secretario de la Cámara Juan Pedro Palenque informó en el recinto, que la Presidencia había designado a los diputados Blas O. Olmedo -La Capital-, José I. Cicchiti -San Cristóbal- y Ricardo Zamboni -Rosario-, para integrar la “Comisión Bicameral que tendrá a su cargo la tarea inherente a la instalación de la imprenta de la Legislatura”.
1952: Homenajes a Eva Perón
En la Legislatura de Santa Fe, ante la noticia del fallecimiento de Eva Perón, el presidente de la Cámara de Diputados Julio F. Díaz, firmó el decreto que establecía diversos actos para honrar “la memoria de tan ilustre y singular figura desaparecida”.
Se suspendieron las actividades administrativas los días 28 y 29 de julio y se estableció que debía permanecer “entornada la puerta de acceso de la Legislatura, por el término de un mes”.
Reanudada la actividad parlamentaria, el 31 de julio, dispusieron que el presidente de la Cámara izara la bandera nacional a media asta, en el mástil del recinto.
Fue leído el decreto de esa presidencia con motivo del fallecimiento de “la Abanderada de los Trabajadores de la Patria” y “Jefa Espiritual de la Nación”.
1952: Período legislativo “Eva Perón”
El Bloque de Diputados Peronistas presentó un proyecto que fue aprobado.
Se denominó “Eva Perón” al período legislativo 1952.
“Un crespón de luto” sería la señal de duelo en el izamiento de la bandera a media asta.
En los artículos 3º y 4º se disponía que los diputados “concurran a las sesiones vistiendo corbata negra”; las diputadas “llevando sobre el pecho una cinta de igual color” y “que al iniciarse las sesiones, se guarde un minuto de profundo recogimiento por el tiempo de los tiempos.”
En el art. 7º se resolvió “que el hall principal de la Legislatura sea transformado en una gran sala que se denominará ‘Sala Eva Perón’.”
En esa sala, conforme el art. 6 sería colocado un busto, “con la siguiente inscripción: [12]
“En la historia de nuestra Patria, hubo una mujer excelsa, Eva Perón, a quien el pueblo llamaba cariñosamente ‘Evita’, que lo dio todo, hasta su propia vida, sin pedir nunca nada, para que su pueblo sea un poco más feliz.”
Vaivenes en la historia de los argentinos…
Sabido es que como sucedió después del derrocamiento del presidente Hipólito Yrigoyen, a mediados de septiembre de 1955 diversos grupos de demócratas celebraron la interrupción del gobierno del general Juan Domingo Perón, electo por amplia mayoría de los ciudadanos argentinos. Así fue como el 6 de septiembre de 1930 y el 16 de septiembre de 1955, también varios entusiastas demócratas colocaron banderas argentinas en los frentes de sus viviendas y otros destruyeron o arrastraron por las calles los bustos de Juan Perón y de Eva Perón. Algunos leales servidores públicos, ocultaron esculturas y cuadros, libros y documentos que meses después hubieran sido arrasados por el autoritarismo, ya que quienes detentaron el poder a partir de aquella tenebrosa jornada, firmaron el decreto Nº 4.161 del 5 de marzo de 1956 prohibiendo hasta el uso de determinadas palabras…
Como otra paradoja en la historia de los argentinos, a ese período de censura y proscripción, que incluyó asesinatos durante los días 9 y 12 de junio de 1956, lo autodenominaron “Revolución Libertadora”…
Desapareció también de la Legislatura santafesina la escultura y las leyendas que eran el homenaje visible a Eva Perón. Después, cambió la orientación del huracán de las pasiones políticas y otra vez, en otro acto, cantaron loas a la joven mujer que conmovió a hombres y mujeres de distintos continentes, con su último desprendimiento, el 26 de julio de 1952, a las 20:25…
Ocaso del siglo veinte…
Sabido es por un relato del escritor Clementino Paredes, que en la década del ‘80 del siglo diecinueve, en la capital santafesina celebraban el carnaval y pasado el mediodía, comenzaba el juego con agua que era anunciado con un cañonazo disparado desde la Aduana -plazoleta luego denominada Pringles y actualmente Plaza Italia, frente a la Legislatura provincial. Relató Clementino Paredes que después, esa misión fue encomendada a la Policía de la Capital y el viejo cañón fue reemplazado por “bombas que se encendían en la jefatura a las 14 y a las 18”, horario de finalización de esos juegos. [13]
Contrastes…
Después de mediados del siglo veinte, desapareció el jardín casi rectangular que con un declive de aproximadamente un metro y medio fue el lugar donde crecía el césped y florecían los rosales. Tras nivelar esa parte del terreno frente a las puertas principales de la Legislatura, cubrieron toda la superficie para que sirviera para el tránsito y estacionamiento de automotores. No era casual que cerca de los automóviles de los legisladores estuvieran los precarios carros conducidos por personas que vivían en el oeste de la ciudad, casi sobre los bañados del río Salado, y que recorrían las calles retirando cartones, botellas… para venderlas y así poder sobrevivir.
A principios de la última década, en el sector sureste de esa manzana, quedó inconcluso el proyecto de construcción de un anexo, impulsado por el vicegobernador Antonio Andrés Vanrell, cuando también se interrumpieron sus funciones como presidente del Honorable Senado de la Provincia de Santa Fe, tras el comienzo del “juicio político” que fue un prolongado proceso con resonancia en distintos medios de comunicación e incluso, un hecho motivador para el entonces senador Hipólito Elías -representante del Departamento San Jerónimo-, coautor de un libro editado por la Universidad de Rosario. [14]
Concentraciones, carpas…
En las últimas décadas de ese siglo caracterizado por el uso de sofisticadas armas en sucesivas guerras, en ese espacio resonaban no sólo bombas de estruendo, también las consignas de los manifestantes que protestaban miércoles y jueves, semana tras semana, exigiendo aumentos en los salarios y expresando la adhesión o el rechazo a determinados proyectos en discusión en ambas Cámaras.
Resonaban también en aquel tiempo, los disparos de las armas de disuasión de la policía -con balas de goma- y eran casi una leyenda aquellos cuerpos de caballería que intervenían para desalojar a quienes protestaban.
Sabido es que en 1990, tras la destitución de Antonio Andrés Vanrell asumió la presidencia del Senado el Dr. Augusto Fischer, siendo uno de los diecinueve legisladores de esa Cámara, el representante del Departamento Constitución, Miguel Ángel Robles, elegido por Carlos Reutemann para integrar la fórmula en los comicios del año siguiente. Así fue como asumieron el 10 de diciembre de 1991 y a principios de febrero del año siguiente -una semana antes de los meses de gestión, Robles expresó ante un periodista del diario matutino santafesino: “Yo siempre he valorizado la amistad”… [15]
Después, en otra circunstancia hirieron a personas y se agravaron los conflictos.
No era por casualidad que en los días de sesiones, llegaran colectivos con personas dispuestas a apoyar alguna iniciativa y era entonces cuando desplegaban banderas y exhibiendo pancartas con diferentes siglas y nombres, empezaban a cantar los estribillos tantas veces ensayados mientras con algún bombo o tambor marcaban el ritmo y las pausas…
Tampoco fue por casualidad que los maestros -y otros sectores gremiales- instalaran sus carpas y permanecieran semana tras semana viviendo allí, sobre los canteros y apoyando en las estatuas lo que fuera necesario en tales circunstancias…
No fue casual que construyeran angostos y extensos canteros centrales dividiendo simétricamente la playa de estacionamiento -con frecuencia convertida en lavadero de autos utilizando el agua disponible en las canillas para riego-; tampoco fue una improvisación el trasplante de altas palmeras ubicadas en hileras, semejantes a las que siguieron creciendo tiempo después frente a la Casa de Gobierno, donde suelen apoyar vallas de contención para evitar que avancen los manifestantes… [16]
Más allá y más acá del edificio, la historia de los santafesinos que día a día se sigue escribiendo entre lágrimas y risas, entre pobreza, malversación y despilfarro; entre trabajo honesto de sol a sol… entre discursos, pausas y silencios.
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Entre lo casi tradicional y lo mágico: ¡la historia!
(Ahora aquí, para el recreo de los trabajadores, este breve cuento-historia que es casi una leyenda poco difundida, acerca de más “lamentos de la Tacuarita”.
“Han comentado en el húmedo espacio limitado por los ríos Paraná y Salado, entre palmeras e ibirá-pitaes, revoloteaban más gorriones, descendientes de los pájaros europeos que trajeron en jaulas, quienes se embarcaron hacia el río de la Plata, en el extremo sur de América, en los tiempos de Domingo Faustino Sarmiento…
Prendida en una espina de palo borrado, en la Plaza que otrora fue reconocida como “Pringles” y luego nombrada “Italia”, había quedado una página de las tantas que llegaron volando hasta la cuna de la Constitución Nacional, en el invierno de 1952, un año antes del centenario… cuando ya estaba vigente la Constitución JUSTICIAlista de 1949. Han dicho mientras sorbían mates, que la escritura ya estaba casi borrada por las caricias del rocío y de la llovizna.
Han comentado que la encontró un anciano inmigrante que no sabía leer y se la entregó a uno de los niños que estaban ahí, hamacándose.
Dijeron también que leyó lo escrito un inquieto e inquietante limpiador de autos, casi deletreando:
“Yo sería muy feliz si al dejar el gobierno de la Nación, el pueblo dijera: No hizo gran cosa pero dejó una administración magnífica para el país, bien organizada, bien capacitada moral y técnicamente. Me sentiría muy feliz porque eso me estaría indicando que había trabajado no sólo para el presente sino también para el porvenir de la Nación”. PERÓN.
Un compañero de su edad, otro aparente desertor escolar que estaba a su lado-casi azulado por el frío-, le dijo:
¡Ah, Perón!… ¡Perón, Perón, que grande sos!…
Mi general, cuánto valés…
Rieron, rieron casi a carcajadas, mientras el niño que había leído, hizo un bollito con la página voladora, la arrojó cerca de la original construcción revestida con azulejos azul, blanco y rojo -con los colores de la bandera de la provincia invencible-; ahí donde habían realizado un acto, en el extremo norte de la hilera de palmeras mientras el viento generaba el movimiento de las pesadas hojas…
Pasaban por ese lugar dos curiosos adolescentes que habían estado observándolos mientras ellos reían y reían. Uno se acercó hasta el hueco donde se acumulaban envoltorios de caramelos y colillas de cigarritos, retiró el papel, lo desplegó e intentó alisarlo creyendo que era un panfleto más de los tantos que suelen arrojar los anónimos en las primeras horas de los miércoles y jueves.
Se detuvieron cerca de la escultura y de la placa de bronce con alusiones a Italia. El más joven leyó y su compañera dijo:
-¡Ah, el Viejo… Si resucitara, se volvería a morir al ver todo lo que ha pasado y lo que pasa…
Cruzó lejos de la senda peatonal un obeso cenador y saludó rápidamente a una jovencita, diciéndole que estaba apurado porque ya era tarde.
La jovencita también estaba acompañada y mientras se acercó a los otros adolescentes que ya estaban en la parada, comentó que ese señor, había estado cerca de mexicanos, colombianos, ecuatorianos y nicaragüenses y por experiencia sabía que era la hora de la almorzada, la hora de otro “almuerzo copioso y agradable”.
Otros han relatado que el cenador siguió caminando con la cabeza gacha, mirando al piso como quien espera encontrar algún tesoro perdido y mientras tanto, la goma de mascar tan difundida desde los estados unidos del norte, le servía para ejercitar las mandíbulas que necesitaba fortalecer para sus mordidas.
Llegó el colectivo a la esquina de la calle del Pacto y la del perpetuo homenaje al gobernador que declaró la autonomía de la provincia de Santa Fe, el federal que supo defender el territorio de los avances de las fuerzas militares enviadas por gobiernos bonaerenses y de los invasores franceses e ingleses. [17]
Subieron los adolescentes y quedaron los niños dando vueltas entre los automóviles, moviendo los baldes con agua, esponjas y escurridores, trapos deshilachados… esperando la dádiva por haber dejado desempolvado los parabrisas de los autos, la mayoría últimos modelos…
La página voladora, siguió viajando en la mochila de los herederos… y no sería sorprendente que después de sucesivas lecturas en otros lugares, discutieran algo más sobre la historia de la Historia de los argentinos… a partir de aquella casi mágica confluencia, frente a la sede de la Legislatura santafesina.
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(Hasta aquí, lecturas y síntesis elaboradas por la autora a principios de la década del ’90, incluida en noviembre de 2004 en la primera parte del Portal del Servicio de Educación por el Arte, ¡un lugar para el sosiego y el asombro!)
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Primera mujer Vicegobernadora de Santa Fe – Presidenta del Senado…
Se vislumbran cambios en Santa Fe de la Vera Cruz, en el Poder Legislativo de la Provincia de Santa Fe…
10-12-2003: Vicegobernadora Arquitecta María Eugenia Bielsa.
El 10 de diciembre de 2003 asumió la vicegobernador Arquitecta María Eugenia Bielsa -primera ciudadana santafesina electa para tales funciones- y desde la presidencia de la Cámara de Senadores comenzó a impulsar necesarias y continuas renovaciones.
Durante el acto cultural realizado en la sede de la Legislatura el miércoles 16 de agosto de 2006 a las 19, entregaron una cartilla de la División Visita Guiada. En la novena y décima páginas incluyeron esta información acerca de la “Restauración del Recinto” de la Cámara de Senadores:
“Durante el 123º período legislativo se tomó la decisión -por primera vez desde su inauguración en 1914-, de realizar la restauración del Recinto de la Cámara de Senadores.
Para ello se invitó a cuatro profesionales de reconocida trayectoria a la ciudad de Santa Fe para que intercambiaran opiniones sobre su especialidad en relación con la tarea encomendada.
Para la realización de la obra se realizó una compulsa de precios por invitación, a la cual sólo uno de los invitados a la reunión presentó oferta y fue quien realizó la obra. El señor Carlos Sánchez es Técnico Nacional Superior en Restauración y cuenta entre sus antecedentes el haber restaurado el Teatro ‘El Círculo’ de la ciudad de Rosario y, más recientemente, el Teatro Municipal “1ero de Mayo’ de nuestra ciudad.
El equipo de trabajo a cargo del mismo se formó con el personal de voluntarios que ya había trabajado en la restauración del Teatro Municipal, en su mayoría estudiantes de carreras afines a la especialidad.
Se invitó para participar en el seguimiento de la obra a la Municipalidad de Santa Fe, a través de la Subsecretaría de Patrimonio a cargo del Arq. Carlos María Reinante, quien ofreció el asesoramiento y seguimiento de la obra que fue realizado por los profesionales de la Comisión Municipal de Defensa del Patrimonio Cultural.
Los trabajos debían realizarse en un período en que no fuera utilizado el Recinto, por ello se debió planificar adecuadamente el trabajo a los tiempos parlamentarios, dividiéndose en dos etapas.
Las técnicas a utilizar par todos los trabajos debían ser específicas de restauración, para lo cual se identifican los colores y materiales utilizados originariamente mediante cateos que deben realizarse eliminando las distintas capas de pintura hasta llegar al sustrato primario, para que, a través de la construcción de una paleta cromática respetando los tonos como fueron concebidos, se puedan recuperar los colores y tonalidades históricas del conjunto. De este modo se trabajó sobre la ornamentación correspondiente a paredes planas, plenos, volutas, columnas, fustes y capiteles. En las molduras se recuperaron ornatas, laureles verdes, vides rosadas, escudos, medallones con perfiles que evocan fisonomías griegas. También se recuperaron las barras en las cuales hubo que reemplazar adornos faltantes mediante la confección de los mismos. Tomando uno existente de molde, se realizaron las piezas nuevas.
En la segunda etapa, se recuperó el almohadillado del basamento, zócalo y piezas de mármol, también se restauraron todas las carpinterías de acceso al recinto, hojas, marcos, herrajes, luminarias, rejillas y la obra ‘Fundación de Santa Fe’ de Juan Arancio.
Durante las obras se realizó documentación fotográfica y técnica, registrando las intervenciones realizadas cateos y paletas de color, materiales utilizados, estado anterior, resultados y conclusiones. Dicho documento será utilizado para el futuro resguardo y conservación de las condiciones edilicias del recinto intervenido.
También se descubrió debajo de la alfombra que revestía el piso del recinto-, parquet de roble de Eslavonia (según datos técnicos de la obra), que se decidió restaurar y dejar a la vista.
La restauración del vitreaux fue una tarea muy delicada que se llevó a cabo en dos pasos, el primero fue el desmonte completo del mismo, limpieza, reproducción de paneles faltantes acorde a las técnicas y condiciones originales del conjunto y acondicionamiento de la estructura metálica. El segundo fue el reemplazo de la cubierta del lucernario, por chapas de policarbonato opalinas que permiten el paso de la luz natural para la correcta iluminación del recinto y el lucimiento del vitral.
Finalmente se equipó el recinto de un sistema de audio digital de última tecnología.”
“Breve Reseña Histórica” acerca del Poder Legislativo.
La cartilla informativa entregada en la Legislatura de Santa Fe en agosto de 2006 por la División “Visita Guiada”, incluye una breve reseña histórica elaborada por la subsecretaria de Cultura de la provincia Lic. Ana María Cecchini de Dallo, cuyo texto es oportuno reiterar literalmente:
Desde mediados del siglo XVII, al calor de las corrientes ilustradas, estaba instalada la necesidad de que el poder -concentrado en el Rey durante el antiguo régimen- se dividiera en tres instituciones independientes las que ejercerían a su vez el Poder de ejecutar, el Poder de legislar, y el Poder de juzgar.
El Poder de legislar será realmente el poder representativo de la soberanía del pueblo. Todo ello conformaba la base mínima del sistema republicano cuya creación y diseño se le debe a Montesquieu y a su obra ‘El Espíritu de las Leyes’.
Un antecedente en el Río de la Plata lo constituye la Junta Conservadora integrada por los Diputados representantes de las ciudades del interior, y en lo normativo el Reglamento Orgánico de 1811 y los Proyectos Constitucionales de 1813.
En Santa Fe: durante la Colonia, los Cabildos Abiertos fueron la forma de deliberación de los “vecinos”, lo que limitaba la participación a quienes tenían casa en la ciudad.
Desde 1811, existió la Junta Subalterna integrada por dos vecinos que asesoraban al Teniente Gobernador.
La Provincia de Santa Fe durante los siglos XIX y XX, ejerció su derecho a la auto normatividad, lo que se plasmó en sucesivas reformas constitucionales.
Luego del alzamiento de 1815 producido con el apoyo de Artigas se designó a Francisco A. Candioti como Primer Gobernador autónomo, el 2 de abril de 1815, fecha en la que se enarbola la bandera de Artigas.
El 25 de abril -según el cronista Manuel Diez de Andino- se hizo Congreso en “la Casa de la Aduana”, eligiéndose a Candioti Gobernador y se creó una Junta Representativa o Soberana compuesta por tres religiosos, tres vecinos y un Secretario; éste es el antecedente más remoto del Poder Legislativo Provincial.
Fue una representación de actuación compleja ya que mantuvo conflictos con el Cabildo y con grupos autonomistas pues ante la enfermedad de Candioti la Junta se arrogó derechos a suplirlo.
Luego de la muerte de Candioti interviene en la designación de su reemplazante hasta que la provincia es invadida por tropas de Buenos Aires.
La invasión desata un grave conflicto entre los sectores de la sociedad, los diputados y el Cabildo. De resultas de estos conflictos la Junta obró por su cuenta y acordó la subordinación de Santa Fe al gobierno de Buenos Aires.
Fin de la Soberanía “…la Soberanía -dice Andino- se convocó a los que eran de su parcialidad, desatendiendo a los vecinos beneméritos, llamándolos hasta tenderos y pulperos…”
“El 2 de septiembre -relata Iriondo- se reunieron los Diputados y sancionaron la subordinación al Supremo Director de Buenos Aires, nombraron a Juan Francisco Tarragona Teniente Gobernador y acordaron que este pueblo se restituya a la protección y dependencia de su Capital”. [18]
Una nueva etapa se dio con la confirmación de Estanislao López como Gobernador y el dictado del Estatuto de 1819.
Primera Junta de Representantes
Elevado Estanislao López a la primera magistratura de la Provincia por el voto unánime de sus ciudadanos -siempre limitada a los vecinos-, la Junta Electoral, aún cuando en su convocatoria no se determinaba su función constituyente, elabora un proyecto de Constitución cumpliendo así con el pensamiento que, debido a la inspiración de Seguí, se había hecho carne en el nuevo Gobernante. Este cuerpo electoral está integrado, entre otros, por Fray Ramón Barco, don Francisco de la Quintana, don José Vicente Roldán y don Gregorio Antonio de Aguiar.
Desgraciadamente el texto del Estatuto que redactaran se desconoce. Sólo se conserva el documento donde López acusa recibo del proyecto constitucional, en su primera parte, expresa: “Lo arduo del negocio hizo mi primer deseo de verme conducido en mi manejo público por una norma o Reglamento que afianzase mis medidas con seguridad; con este objeto comprometí mi honor en la solemnidad del juramento con que en manos del Presidente de esa Junta ofrecí adaptar esa guía de la común felicidad”. Seguidamente agrega: “Más cuál ha sido mi sorpresa al observar el Estatuto con que han llenado V.S.S, sus tareas. El Gobierno le ha visto con seria detención y no encuentra en él sino la ruina de una Patria tan cara, el origen de convulsiones intestinas, el germen de los partidos y la disposición más favorable a la anarquía”. Acto seguido declara “El Estatuto queda repelido” y la Junta Electoral disuelta.
Al fin de sustituir este proyecto, López encomienda la redacción de otro Estatuto. Si bien los investigadores están hasta la fecha en desacuerdo sobre quien fue el verdadero autor del mismo hay quienes sostienen a Juan Francisco Seguí, Urtubey o Amenábar- [19] es innegable, que sea quien haya sido el redactor de la primera Constitución Santafesina, en ésta se halla presente la impronta, el estilo del caudillo, que tenía en su mente el esquema de una república, donde el pueblo eligiera libremente a sus gobernantes, donde se dividieran los poderes, aún con un ejecutivo fuerte que garantizara la autonomía y el sistema federal.
El Estatuto de 1819
En su artículo 6º expresa: “Residiendo originariamente la soberanía en el Pueblo, éste expedirá su voz por el órgano de su representación”. En este artículo nació de una manera expresa el primer Poder Legislativo de la Provincia.
Soberanía popular y régimen representativo son los dos sólidos pilares sobre los que descansará el nuevo Poder en la Provincia.
Bibliografía:
Dr. López Rosas, José Rafael “El Poder Legislativo en Santa Fe Comisión Redactora de la Historia de las Instituciones en al Provincia de Santa Fe Tomo II Año 1972.
Licenciada Ana M. Cecchini de Dallo
Subsecretaria de Cultura
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(Lecturas y síntesis: Nidia Orbea de Fontanini. Agosto 2006.)
[1] No hay otro dato que indique la calle y lugar donde estaban reunidos.
[2] Orbea de Fontanini. Obra citada, p. 18. Siguió diciendo el diputado Loza: “…no suele verse muy concurrido’, por lo cual planteaba la necesidad de dar a conocer la labor parlamentaria, por medio de los diarios” tal como lo expresó en la sesión del 18 de julio, página 14 del libro de Actas disponible en el Archivo de la Legislatura. En el folio 20 de la C.S., otro dato: “el aumento en las retribuciones a los Senadores y Diputados, de $ 300.- que percibían en el año anterior, a $ 900.- que se proponía; el Sen Eugenio Alemán (Dto. Vera), se opuso. Adhirieron los Senadores Ramón J. Lassaga (Dto. Belgrano) y Javier Silva (Dto. San Javier). // En el libro de actas de ese año, en la Cámara de Diputados, folio 29, consta que “fue incluida en el presupuesto una nueva partida: $ 400.—destinados a ‘gastos de etiqueta del Vicegobernador’.” Al ser tratado el presupuesto de 1895, “el Dip. Bosch expresó: ‘Se ha hablado de suprimir la partida de Bibliotecario por no prestar a su cargo la atención debida: no le he visto aparecer por aquí una sola vez’. Respondió el Presidente Juan Arzeno, ‘el bibliotecario ha pedido permiso a la Presidencia para faltar esta semana’.” En la sesión del 16 de octubre, el diputado Bosch “pidió una reconsideración para que se suprimiera el puesto de Bibliotecario de la Legislatura, considerando que ‘el Secretario puede encargarse de la Biblioteca, puesto que el trabajo no se reduce más que a tener las llaves. Insistió: es un gasto inútil, cuya supresión importaría una economía” (Registro de sesiones 1894, p. 226). “En el mes de abril de 1894 comenzaron su labor los taquígrafos. Les fue comunicado el nombramiento en julio, en la sesión del 28 de agosto les reconocieron sus retribuciones, retroactivas a abril. En 1897, “en el plan de economías en la Legislatura, se resolvió suprimir dos cargos de taquígrafos y uno de escribiente. (Archivo, p. 107-172). En 1898, en el diario de sesiones consta que se desempeñaban en tales funciones los Sres. Francisco Gimelli y Alejo Olavarrieta. (Ds.Ss., p. 184). En 1899 es reconocido el Director del Servicio de Taquígrafos y “en las actas consta que: ejercía el cargo el Sr. Francisco Gimelli. “Al ser considerado el presupuesto para el año 1900, se incluyeron dos cargos de taquígrafos, en la Cámara de Diputados, cuya supresión se había concretado en 1898”. (Ds.Ss. p.145)
[3] Orbea de Fontanini… Ob. cit. p. 19.
[4] Ibídem, p. 20. Entre comillas, reiteración de lo escrito en Archivo CS, fº. 33)
[5] Ídem, p. 25. (Los datos en Archivo 1897/1898, p. 152). El 2 de agosto de ese año, ingresó un proyecto de ley autorizando al P.E. a invertir hasta $ 30.000.- en la “adquisición de la propiedad situada en las calles Amenábar y San Jerónimo”, de acuerdo con los herederos de Carmen Diez de Andino. El Dip. Gómez aconsejó el ‘rechazo’ por ‘la situación difícil que atraviesa el erario’ y por ser un edificio ruinoso, que tendrá unas veinte varas de frente, situada en la parte sud de la ciudad, en donde tienen muy poco valor las propiedades’.”
[6] Otro dato que es oportuno tener en cuenta: Primera década del siglo XX: Prácticamente cobraban “aguinaldo” quienes trabajaban en el agrupamiento de “Servicios” de la Legislatura. Dos años después, durante la sesión del 11 de julio de 1908 se acordó el pago de aguinaldo “al personal subalterno” de la Legislatura, “oficiales de sala y porteros”. Ante una propuesta para que “se ampliara la retribución a todo el personal de la Cámara”, el senador José María Bruno advirtió que “ya sería mucho…” y sólo se agregó al intendente.
[7] Leída “La Gaceta Rosarina” editada en 1926 y después de ver varios documentos en poder de sus sobrinos Dr. Rubén Marín y Susana Marín de Eguiazu, fue posible realizar un homenaje en el Centromultimedios “Biblioteca de la Legislatura” y colocar una fotografía en la oficina de la Comisión Bicameral, considerando que había trabajado dieciocho años en la Cámara de Diputados hasta que en 1930, pasó a cumplir servicios en a Cámara de Senadores y desde ese cargo, promovió que la Biblioteca de la Legislatura fuera administrada por una Comisión Bicameral. También había impulsado la aprobación “de la estabilidad y el escalafón de los empleados de la Cámara de Diputados de la Provincia.” Su firma es reconocible en el pergamino firmado el 15 de noviembre de 1923, día de la inauguración oficial cuando se impuso el nombre de “Nicasio Oroño” a la entonces biblioteca dependiente de la Cámara de Diputados (Ley Nº 2014/21, luego derogada por la Ley Nº 2388/34, indicando que se denominará “Biblioteca de la Legislatura de Santa Fe”, sin aditamento y ejercería la superintendencia una Comisión Bicameral.) Aquel acto en adhesión al 350º aniversario de la “Fundación de la Histórica Capital Santafesina”, “en uso de las atribuciones que le confiere e Reglamento, el Presidente de la H. Cámara de Diputados de la Provincia” Rodolfo Freyre, “decreta. Art. 1º Declárase inaugurada oficialmente la Biblioteca de la H. Cámara de Diputados, a la cual tendrán libre acceso todas aquellas personas que lo deseen. Art. 2º. Esta biblioteca se denominará ‘Nicasio Oroño’ como homenaje a la labor de difusión cultural de aquel Legislador y Gobernante”. Firmó también ese decreto: J. A. Fernández, Secretario. Entre las firmas de fácil lectura: Edmundo Lamothe, Valentín Olaechea, Julio Busaniche, Néstor de Iriondo, Ignacio Sacian, E. Pizarro, F. Mántaras; J. Pedro Palenque, Norberto Fernández, Oscar Cullen Aldao, Julio Fayó, Horacio Caillet Bois, Pastor Rosas, Manuel Fernández, O. B. Ballarini, Agustín Guala, Edisto J. Romero, Ignacio Iturraspe, Adolfo Sovrano, Manuel Irigoyen, José Suárez, Carlos Gudiño, Julio Bustos, Fernando Birri, jefe de Taquígrafos, padre de Fernando Quique Birri, poeta, pionero, titiritero, peregrino, cineasta… destacado en Hispanoamérica y en Europa.
[8] Orbea de Fontanini, Nidia A. G. Obra citada, p. 32; entre comillas texto en Diario de Sesiones CD 1912, p.45.
[9] Ibídem, p. 34.
[10] Ídem, p. 35. Reiteración de lo escrito en el Diario de Sesiones 1914, CS, p. 12.
[11] Íd., p. 36. En esa misma página, consta lo expresado en la sesión extraordinaria del 9 de enero, cuando “se trataba el presupuesto prorrogado, y al analizar lo pertinente al Consejo General de Educación, el Dip. Ferrarotti, manifestó: ‘La provincia de Santa Fe es una de las más ricas de la república, tiene una cantidad de analfabetos que, según creo, en ninguna parte de la república asume un porcentaje tan grande…’ y refiriéndose a la iniciativa de construir nuevos edificios, expresó: ‘antes de dotar de edificios propios, debemos multiplicar el número de escuelas’.” (1915, Ds.Ss., p. 367)
[12] Santa Fe. Legislatura de la Provincia de Santa Fe. Cámara de Diputados. Diario de Sesiones, 1952, t. II, p. 395-414.
[13] Paredes, Clementino. Los carnavales de la vieja Santa Fe, citado por José Pérez Martín.
[14] Elías Hipólito y Graciela Fernández de Ríos. Juicio Político a Vanrell. Rosario (provincia de Santa Fe), UNR Editora – Urquiza 2050-, Colección Historia y Sociedad Nº 2, primera quincena de diciembre de 1991. El ejemplar en venta en librerías durante ese fin de año, con publicidad en distintas localidades, tenía una faja de papel blanco con letras negras: “Estando este libro en proceso de impresión apareció Antonio A. Vanrell”. El jueves 7 de mayo de 1992, el diario Matutino de la capital santafesina, publicó una nota con recuadro, titulada “Vanrell y San Pedro”. Algunos párrafos: “…Vanrell discurrió con fruición sobre su situación de presidiario y se deshizo en explicaciones justificatorias del ‘calvario’ personal. El ex vicegobernador circunscribe su argumentación a la ingratitud del internismo justicialista para con ‘un mesías’. Tan convencido está que no hesita en comparar a sus detractores con el pescador de Galilea. Si el depositario de la piedra fundacional eclesiástico negó tres veces a su Señor qué no harían Baltuzzi, Aranda y otros ex colaboradores, según Vanrell. (sic) /…/ Apelando al conocido truco de ‘prender el ventilador’, chantajea a sus cofrades desde la celda más concurrida de la región. Superando el anecdotario grotesco, las expresiones de quien ostentó la segunda jerarquía provincial sirven para ilustrar un tipo de entendimiento y relaciones políticas patriarcales, porque es cierto que varios ‘amigos’ de Vanrell siguen en cargos empinados. /…/ Vanrell se siente ‘hacedor de líderes’, padrino de políticos y artífice de la victoria menemista en Santa Fe. Fue tan poderoso que hasta logró modificar la fórmula de otro partido para mejorar cosecha peronista. Naturalmente previene que será desmentido, toma y daca de un juego rufianesco. Aún así sería procedente que la justicia actuara sobre tamañas imputaciones y que los implicados despejaran, si pueden, la justificada sospecha social. Los ciudadanos tienen la oportunidad de verificar el desatino que significó elevarlo a mandatario.” / Durante la campaña electoral de Carlos Menem -en 1995-, Antonio Andrés Vanrell estuvo cerca de la militancia rosarina… por televisión proyectaron las imágenes de un fugaz saludo al riojano que ejerció la presidencia desde el 9 de julio de 1989 hasta el 10 de diciembre de 1995 –sancionado el nuevo texto de la Constitución Nacional a mediados de 1994-, fue reelecto y terminó esa misión en diciembre de 1999. Le sucedió el radical Dr. Fernando de la Rúa, tras una alianza entre distintos sectores políticos. Renunció de la Rúa el 20 de diciembre de 2001, como consecuencia de sucesivas y violentas manifestaciones de desocupados y opositores -incluyendo cacerolazos, saqueos, cortes de puentes y de acceso a rutas en la capital federal-; hechos que fueron reprimidos por las fuerzas de seguridad registrándose muertos y heridos. ¡Todo es historia de la Historia de los argentinos! ¡Historia de la Humanidad!…
[15] “Robles dijo que aún quedan “obsecuentes” y “ladrones”, es el título de una nota con recuadro, publicada en el diario Matutino (Santa Fe, miércoles 5 de febrero de 1992, página 10 En la provincia.) Expresó el periodista: “…Robles reveló además que aún ‘quedan obsecuentes’ en el gobierno, y al preguntársele si también quedaban ladrones respondió escuetamente: ‘Desgraciadamente sí. Pero la justicia poco a poco va haciendo sentir su peso. Yo tengo fe en que en muy poco tiempo la justicia va a lograr que muchos estén entre rejas”. Dijo el periodista: “Si queda ladrones, es porque queda algo para robar” y el católico militante contestó: “Ojalá que haya algo para robar porque entonces sigue quedando algo. Lo que pasa es que aparentemente en esta provincia no queda nada y esto lo deduzco por lo que he podido ver cuando el gobernador estuvo en Buenos Aires la semana pasada. Lejos de traer una solución trajo un problema más”. Preguntó el periodista: “¿Hasta cuándo se seguirá ajustando el cinturón de la provincia?” Contestó Robles: -No sé hasta cuándo. Hemos mantenido una reunión con el ministro de Gobierno Jaime Belfer y con el presidente de la Cámara de Diputados, Carlos Bermúdez, en la que se estudió la cuestión de la política salarial para la que se va a formar una comisión; allí se va a ver lo que se puede hacer. El achicamiento no se ha producido en la medida en que nosotros y la ciudadanía esperaba. Pero estamos trabajando con seriedad para no cometer injusticias, aunque seguramente habrá más despidos”. # En esa página del diario Matutino, cerca de la fotografía de Miguel Ángel Robles está la de los gobernadores Carlos Reutemann, Mario Moine (Entre Ríos) y Carlos Menem –presidente desde julio de 1989-, con esta información: “Los gobernadores recibieron un regalo: un habano y una corbata”. Debajo: “Deudas: “Se viene un sacudón fenomenal’.” Escribió el periodista: “El gobernador Carlos Reutemann confirmó anoche, en una improvisada conferencia de prensa que ofreció tras retornar a esta capital, su apoyo a la reforma constitucional y una eventual reelección del presidente Carlos Menem; a la vez que anticipó que las deudas dejadas por su antecesor, Víctor Reviglio ‘nos van a producir un sacudón fenomenal”. Meses después, comenzó “la emergencia” y en la legislatura sancionaron la ley pertinente a los fines de impedir aumentos de sueldos y gastos en la administración provincial. En los párrafos finales de esa nota, el periodista escribió: “Reutemann también se refirió al sorpresivo saldo deudor de la provincia con la Nación con que se encontró, expresando que ‘en estos 50 días que llevo como gobernador, me estoy dando cuenta de que alguien tiene que ser responsable de las deudas atrasadas. El funcionario nacional que me recibe en Buenos Aires toma como responsable a la provincia de Santa Fe, Debe existir un responsable de la herencia dejada al actual gobierno –insistió- porque las deudas atrasadas nos van a producir un sacudón fenomenal”. En ese tiempo estaba previsto “el traspaso de las escuelas nacionales a la provincia” y el gobernador aunque no había hablado sobre ese tema con el presidente Menem durante la audiencia en la capital federal, dijo: “Santa Fe en este momento no está en condiciones de recibir esos establecimientos, porque producirán un serio desfasaje salarial”. El doctor Danilo Kilibarda, destacado legislador santafesino -integrante de comisiones bicamerales administradoras de la Biblioteca de la Legislatura creada en 1882-, perseverante lector con equilibrado sentido del humor, fue el primer ministro de Educación durante la gestión del gobernador Reutemann y en ese tiempo, se había reunido con el director de Transporte Alfredo Favali y Amelia Vigil de Rodríguez, funcionaria del ministerio de Hacienda, a los fines de “evaluar la posibilidad de conceder franquicias tarifarias a los docentes provinciales durante el próximo ciclo escolar.” El doctor Kilibarda -que no había mirado de soslayo el proceso judicial generado al comenzar el juicio político a Antonio Vanrell, persona de reconocida aptitud y actitud ética-, en sólo tres meses y veinte días comprendió que el quinto piso del paralelepípedo del centro gubernamental no era es espacio propicio para desarrollar los cambios imaginados ya que –como lo ha expresado Jorge Campana en el libro editado en 1993 por la Secretaría de Cultura de la Provincia-, “en Cultura y otras áreas se venían retribuyendo distintas funciones encomendadas con el pago de hora cátedra, sistema que no en todos los casos concordaba con las normativas vigentes, y la facilidad con que se podían concretar estas designaciones posibilitó un uso tal vez fuera de lo común a pesar de que estos nombramientos se realizaban con carácter interino o transitorio”. El 30 de abril renunció el Doctor Kilibarda, interinamente asumió el ministro de Salud Dr. Lorenzo Domínguez y después, el abogado, escritor y ex diputado provincial Dr. Ricardo Kaufmann, quien también estuvo 4 meses y medio, ya que el 24 de junio de 1992 asumió el tercer ministro de educación, el Ingenio Fernando Bondesío hasta entonces interventor en la Caja de Jubilaciones y Pensiones de la provincia, después del desempeño del presidente Edgar Lucca, luego procesado, finalmente sobreseído… Las escuelas fueron transferidas, las denuncias porque diverso personal percibía haberes sin desempeñar funciones continuaron, “la emergencia” dejó de ser tal porque se constituyó en “la vigencia” de un desequilibrio económico-financiero de compleja solución. # Hay que tener en cuenta otro dato significativo: Semanas después de asumir, el presidente de la Cámara de Diputados Carlos Bermúdez y el secretario administrativo Contador José Papini, convocaron a los directores generales pidiendo que presentaran la nómina de personal titular, interino, contratado y afectado a diversos sectores. Desde 1987 estaba aprobada por C. B. la planta orgánica del Centromultimedios y en 1990 habían trasladado a personal de las categorías 19 a 23 –de ambas cámaras-; también ingresaron algunos… No fue por casualidad que en los primeros meses de 1992, el vicegobernador Robles ordenara que parte del mobiliario del centromultimedios “Biblioteca de la Legislatura de Santa Fe” que funcionaba en 25 de Mayo 1908 -después de un traslado desde la sede en la Cámara de Senadores hasta un inmueble inadecuado y en consecuencia, nuevamente “trasplantada”-, fuera retirado de ese servicio que desarrollaba desde 1987 planes culturales anuales con participación de artistas, docentes, asociaciones intermedias… Amplias mesas ovales con cristales; sillones giratorios, sillones con y sin posabrazos, sillas tapizadas en pana color “amarillo dorado”… sirvieron para uso en las oficinas del vicegobernador Robles, presidente del Senado. La biblioteca meses después soportó otra mudanza, al subsuelo del edificio de calle Saavedra 1609, imaginado como una clínica en la década del ‘60 por el doctor Alberto Pérez -el médico que conocí en el Sanatorio Español el 27 de febrero de 1960, cuando me asistió tras las quemaduras de tercer grado provocadas en mi cuerpo mientras estábamos en nuestro refugio de Los Amores, en Las Delicias de Sauce Viejo. Así fue como después de estar tres décadas abandonada la construcción, sirviendo el subsuelo como cueva de sapos y ranas acostumbrados a vivir a los saltos y de otras sabandijas, rápidamente se ejecutaron los trabajos necesarios para que en todos los pisos se instalaran las Comisiones. Allí, en la centenaria Biblioteca, comenzó la etapa de registros computarizados de Inventario, registros de socios, de préstamos; elaboración de un “Banco de datos culturales”… incluyendo programas con servicios a distancia, en distintos Departamentos de la provincia. ¡Tarea cumplida hasta principios de la primavera de 1995! Renuncié a la dirección y secretaría de la Comisión Bicameral Administradora de ese servicio, el 30 de diciembre de 1995. Jubilación parcial… digo sonriendo, porque sigo trabajando en el admirable camino hacia la “educación por el arte de vivir y convivir”.
[16] Cuando observo crecer las palmeras en esos espacios, en la memoria pulsan otras anécdotas. El doctor Camilo José Berdat -también médico personal…-, fue intendente durante el lapso 1983-1987 y en ese tiempo, se impulsaron diferentes trasplantes: en distintos lugares de espacios verdes siguieron creciendo otras palmeras que evidentemente, no serían aquellas que pudieran ser imaginadas para sorprender en otras quintas o en alguna estancia… En el silencio nocturno, se percibe el susurro de un duende: ¡Oh, Miguel Ángel!… notable artista del “renacimiento”… Otra voz misteriosa: -”¡Ver sano, quiero!… no ver enfermo” y parecía el murmullo del anciano inmigrante que solía acercarse a ese lugar para el sosiego y el asombro. La misma voz expresaba: -”Vi… Vii…” y parecía que quien hablaba estaba tiritando o temblando. En el mismo tono, expresó: -”Vidi, Bi…” y se quedó callado. En la Cofradía de los Duendes, era frecuente escuchar misteriosos diálogos sobre “aparecidos” y “desaparecidos”. Cerca de esos extraños personajes, algunas mañanas, sonreía otro cofrade, el tocayo del humilde escultor Miguel Ángel Buonarroti, protegido por Lorenzo de Médicis; el pintor de El Juicio Final, “el genio” que vivió en la península itálica, entre 1475 y 1564… Acerca del perseverante Miguel Ángel del litoral, podrá discutirse si es otro genio –o ¡qué genio tiene!-, pero lo evidente es que no es ingenuo… ¡ha vivido y vibrado!… No es cándido y crédulo, tampoco astuto: es sagaz, sutil, prudente. Sin ser militar, es un hábil estratega que sigue caminando sobre la llanura luminosa, sin prisa y sin pausa.
[17] El Brigadier Estanislao López, aunque han aprobado el nombre de “General López” para reconocer a la imaginada avenida de treinta metros de ancho –evidentemente más angosta- que se extiende entre el 2300 y el 4499 en orientación este oeste, en la ciudad de Santa Fe de la Vera Cruz. (Esa calle antes era reconocida como “23 de diciembre” # 22-11-1786: Nacimiento de Estanislao López y de su hermana melliza Catalina, hijos de Juan Manuel Roldán y de doña Antonia López (viuda de Don Agustín Piedrabuena con dos hijos). Los mellizos fueron bautizados el 30 de noviembre en la Iglesia Matriz, él con el nombre de su padrino Estanislao Ojeda (tío político, esposo de una hermana de Doña. Antonia). Estanislao López fue gobernador de la provincia de Santa Fe desde el 23 de julio de 1818; reelecto, desempeñó esas funciones hasta su fallecimiento el 15 de junio de 1834. El Brigadier General Estanislao López fue “…figura prócer en nuestra patria historia. Santa Fe, plena de su espíritu aclama a don Estanislao López, como a Padre de la Provincia y de su pueblo por su valor, por su gobierno y por su virtud.” (Valoraciones expresadas el 15 de junio de 1938 por el Obispo de Santa Fe Mons. Dr. Nicolás Fasolino durante el acto conmemorativo del centenario del fallecimiento, ceremonia realizada en el templo de San Francisco de la capital santafesina donde reposan los restos del perseverante defensor de la autonomía provincial, lugar que conserva la lápida de mármol blanca que donara el Brigadier D. Juan Manuel de Rosas.) # Es oportuno recordar que en 1833, al producirse la invasión de los ingleses en las Islas Malvinas argentinas -tal como lo ha relatado el destacado historiador Dr. Leo Hillar Puxeddú-, “estaba a cargo del gobierno de la provincia de Buenos Aires el Gral. Balcarce, el cual a través del ministro de Relaciones Exteriores, Dr. Maza …presentó una reclamación al representante británico”. Reitera el historiador santafesino lo expresado por “Fermín Chávez, en su obra ‘Historia del País de los Argentinos’, que los gobernadores provinciales que protestaron por tan indignante ataque fueron Estanislao López, de Santa Fe, Juan Felipe Ibarra, de Santiago del Estero y Pedro Ferré de Corrientes”. Alude luego el Dr. Hillar Puxeddú a las notas del 25 de febrero de 1833, que “revelan la preocupación del gobernador López por la usurpación de las Malvinas de Santa Fe, ante el gobierno de la de Buenos Aires, don Pedro Vidal, acusa conocimiento de las normas que deben reglar las relaciones internacionales y pone de manifiesto, además, la organización federal de la nación; de la que hasta entonces, y en defensa de sus intereses locales, los gobiernos porteños eran sagaces enemigos”. /…/ “La segunda, dirigida al entonces gobernador de Buenos Aires, don Juan Ramón Balcarce, es de fino estilo, que demuestra conocimiento de política internacional, digna de un estadista contemporáneo” /…/ Finalmente, el distinguido historiador santafesino, expresó: “Estos documentos echan por el suelo las falsas afirmaciones de la historia tergiversada donde se presenta a nuestro gran caudillo como gaucho bárbaro y elemento desintegrante de la nacionalidad. Todo esto da a López legítima causa para figurar en primer plano en la historia nacional.” En pie de página, informa: “Ambas notas originales en el Archivo General de la Nación. Buenos Aires. La copia oficial de las mismas en el archivo Gral. de la Provincia de Sta. Fe. Libro Copiador de Notas Oficiales, año 1833, Santa Fe.” (Folleto titulado Estanislao López – Su pensamiento y acción – Trascendencia Nacional y Americana– En el año del bicentenario de su natalicio: 1786-1986. Edición del Ministerio de Educación y Cultura, Subsecretaría de Cultura, Museo Histórico Provincial de Santa Fe ‘Brig. Gral. don Estanislao López” Santa Fe, 1986, p. 41-43. En ese tiempo, el Dr. Leo W. Hillar Puxeddú era el director del citado Museo.
[18] Agrego: Urbano de Iriondo (1798-1873), escribió Apuntes para la historia de la provincia de Santa Fe , anotaciones que abarcan desde la fundación de la ciudad de Santa Fe, el 15 de noviembre de 1573 hasta 1854, año siguiente a la sanción de la Constitución Nacional en Santa Fe de al Vera Cruz, el 1º de mayo de 1853. “El trabajo, acometido a edad madura, enhebra documentaciones y memorias vivas en textos que se fueron publicando en el periódico El Eco del Pueblo para convertirse en libro impreso en 1876, después de su muerte”. Más información acerca de aquel tiempo ha recopilado la licenciada Ana María Cecchini de Dallo y en su libro Los grupos políticos en Santa Fe (1852-1862), aporta interesante datos en torno a la influencia de determinadas familias argentinas, cuando todavía no se habían constituido los partidos. Destaca que “evidentemente las fuerzas políticas que se mueven en Santa Fe desde Caseros hasta Pavón, no habían esclarecido aún sus ideas en relación con la realidad provincial, carecían de programa, objetivos y fines destinados al mantenimiento o modificación de la realidad provincia.” El comerciante don Domingo Crespo, logró integrar la Junta de Representantes durante el gobierno del general Pascual Echagüe, quien teniendo en cuenta posibles enfrentamientos armados, optó por delegar el gobierno en el Dr. Urbano de Iriondo, Juez de Primera Instancia y Presidente de la Junta de Representantes. Domingo Crespo y su hermano Antonio -gobernador delegado en la provincia de Entre Ríos-, “pusieron en ejecución una serie de medidas tendientes a volcar la situación de Santa Fe a favor de la campaña emprendida por Urquiza” y lo lograron. Don Domingo Crespo fue electo por una minoría, porque “un tercio de la población, que estuvo en Monte Caseros exponiendo su pecho a las balas, no asistió a la elección de representantes y no comprendía la necesidad de elegir gobernador con tanta prisa”. Gobernó entre 1852 y 1854… // En el ensayo inédito titulado Santa Fe, ayer… (2), escribí: “…mediante la ley del 17 de octubre de 1862, en el artículo 3º se estableció que ‘el Poder Ejecutivo de la Nación pediría a los gobiernos provinciales los conocimientos necesarios sobre los límites de sus respectivas provincias.’ En consecuencia, al año siguiente el gobierno de la provincia de Santa Fe designó a los integrantes de una Comisión Especial: Don Domingo Crespo -encargado de estudiar los límites originarios-, Dr. Aureliano Argento, Don Urbano de Iriondo, Dr. Pedro Rueda y D. Pedro Ferré.”
Terminados estos estudios, todos firmaron el dictamen.
[19] Ana Cecchini de Dallo menciona así al doctor Juan Francisco Seguí (padre), al sacerdote José de Amenábar –Cura de la Catedral- y a don Agustín Urtubey.