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Rafael Pombo (Bogotá, 1833-1912)

Rafael Pombo (Bogotá, 1833-1912)

“Júbilo del canto” en Santa Fe de la Vera Cruz.

Pastorcita.

Desde Seattle a Santa Fe de la Vera Cruz.

Acerca de su trayectoria.

De noche.

Rafael Pombo (Bogotá, 1833-1912)

Acerca del destacado poeta colombiano Rafael Pombo, sabido es que nació en Bogotá en 1912.

Suele ser reconocido como “emblema del romanticismo hispanoamericano”.

En su obra se refleja la influencia de su prolongada permanencia en Estados Unidos, donde pudo leer diversas publicaciones de autores ingleses y norteamericanos. Abarcó generalmente temas relacionados con el amor y en esa dirección, se aproximó a los estados de soledad y de desazón, evidencia de sus frecuentes reflexiones sobre los misterios del vivir y del vibrar, del sobrevivir o morir. En consecuencia, oportunamente fue reconocido por su saber filosófico y fue designado secretario perpetuo de la Academia Colombiana de la Lengua.  En el teatro Colón de Bogotá, en 1905 fue “solemnemente coronado Poeta”…

Rafael Pombo falleció en 1912.

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“Júbilo del canto” en Santa Fe de la Vera Cruz…

Durante el verano de 1953, la profesora Delia A. Travadelo -nacida el 2 de junio de 1918 en Santa Fe de la Vera Cruz (República Argentina) elaboró el prólogo de su libro Júbilo del canto destacando que “a los niños y adolescentes ofrecemos esta recolección espigada en la obra de poetas de España y América, seguros del buen destino que damos a tantos claros mensajes de belleza.  [1]

Creemos en la profunda virtud docente de las artes, que acuden a orear muchos anchos espacios, alma adentro, y hienden los escondidos hontanares de donde surgen los limpios entusiasmos del corazón y las fuerzas del vivir henchido.

La poesía entre ellas, -y de todas la más cercana a la infancia-, posee, además de sus muchas otras egregias cualidades, una generosa capacidad de abono nutricio, de humus sustancial, que actúa dichosamente sobre las mejores instancias del alma.” [2]

Entre el conjunto de poemas seleccionados, hay uno del colombiano Rafael Pombo:

Pastorcita

Pastorcita perdió sus ovejas,

¡y quién sabe por dónde andarán!

-No te enfades, que oyeron tus quejas

y ellas mismas bien pronto vendrán.

Y no vendrán solas, que traerán sus colas,

y orejas y colas gran fiesta darán.

Pastorcita se queda dormida

y soñando las oye balar;

se despierta y las llama enseguida,

y engañada se tiende a llorar.

-No llores Pastora, que niña que llora

bien pronto la oímos reír y cantar.

Levantóse contenta, esperando

que ha de verlas bien presto quizás;

y las vio; más dio un grito observando

que dejaron las colas detrás.

-¡Ay, mis ovejitas!  ¡Pobres raboncitas!

¿Dónde están mis colas?  ¿No las veré más?

Pero andando con todo el rebaño,

otro grito una tarde soltó;

cuando un gajo de un viejo castaño

cargadito de colas halló.

¡Secándose al viento, dos, tres, hasta ciento,

allí una tras otra colgadas las vio!

Dio un suspiro y un golpe en la frente,

y ensayó cuanto pudo inventar,

miel, costura, variado ingrediente

para tanto rabón remendar;

buscó la colita de cada ovejita,

y al verlas como antes se puso a bailar.

                                                    Rafael Pombo

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Desde Seattle a Santa Fe de la Vera Cruz…

En una de las tantas aproximaciones a los comercios de venta de libros usados, en el ocaso del siglo veinte, encontré la Antología de Líricos Colombianos elaborada por Carlos García Prada, Ph. D. (Catedrático de la Universidad de Washington, miembro de Número de la Academia Colombiana de Ciencias de la Educación y Miembro Correspondiente de las de Lengua y Bellas Artes, entre otras destacadas participaciones en institutos oficiales y privados) y ahora, aquí, siento el impulso de reiterar la dedicatoria manuscrita en la primera página:

“Al Dr. Domingo Buonocore. /  Rev. “Universidad”.

Muy cordialmente. / Rdo. Gómez Prada. Univ. of Wash.

Seattle – Wash.

(El distinguido Dr. Domingo José Buonocore fue profesor en los niveles secundario y universitario en Santa Fe de la Vera Cruz…) [3]

Acerca de su trayectoria…

Acerca de “Don Rafael Pombo (Bogotá, 1833-1912)”, en el primer tomo de la Antología de Líricos Colombianos, destacaron:  [4]

“Vasta y variadísima fue la obra de don Rafael Pombo, el más alto y caracterizado de los poetas románticos de la América Española.  Espíritu eminentemente original, Pombo fue, según Max Grillo, ‘un derrochador de ingenio, magno en el producir y de indómitos vuelos,’ que abarcó ‘todos los géneros líricos desde el más sublime hasta el más delicado.  Cantor entusiasta de la Patria, de sus héroes, de sus paisajes y de sus costumbres, insigne poeta del amor y de la niñez, genio apasionado e independiente, Pombo unió al dominio perfecto del idioma una fantasía viva y brillante de español y un sentimiento profundo de la naturaleza, digno de los más notables poetas ingleses.  Desaliñado, colérico, satánico en su juventud, Pombo, después de luchar a brazo abierto con el misterio, llegó en su vejez a las más altas cimas de la serenidad, y pudo dejarnos obras llenas de flexibilidad, de concisión y de solidez magistrales.” /…/

“…conquistó muchos corazones y dilató su fama por todo el Continente, hasta el punto de que muchos de sus versos son ya parte del folklore popular.

Vate de inspiración poderosa y multiforme, certero crítico de arte y diplomático de raras prendas, Pombo vivió intensamente para el amor, para la belleza y para la cultura, y mereció ser coronado de laureles como poeta nacional.”

De noche

                                         “La vieillesse est un voyageuse de nuit.

                                                                            Chateaubriand.  [5]

No ya mi corazón desasosiegan

Las mágicas visiones de otros días.

¡Oh Patria!  ¡oh casa!  ¡oh sacras musas mías!…

…¡Silencio!  Unas no son, otras me niegan.

Los gajos del pomar ya no doblegan  [6]

Para mí sus purpúreas ambrosías;

Y del rumor de ajenas alegrías

Sólo ecos melancólicos me llegan.

Dios lo hizo así.  Las quejas, el reproche

Son ceguedad.  ¡Feliz el que consulta

Oráculos más altos que su duelo!

Es la Vejez viajera de la noche;

Y al paso que la tierra se le oculta,

Ábrese amigo a su mirada el Cielo.

 

                 Lecturas y síntesis: Nidia Orbea Álvarez de Fontanini.

 

[1] Travadelo, Delia A. Júbilo del Canto – Antología poética para niños y adolescentes (Selección y ordenación).  Santa Fe de la Vera Cruz, Librería y Editorial Castellví, S.A., p.3.   Terminó la impresión de ese libro, el 15 de febrero de 1954, en la legendaria empresa… -otra desaparecida más entre los argentinos-,  situada en el sector oeste del edificio de calle San Martín esquina Falucho, construcciones transformadas en una sucesión de locales y una galería que comunica con la calle San Jerónimo.  Al evocarla, en la memoria pulsan algunas señales porque sabido es que Raúl Castellví, fue un entusiasta promotor del libro y de la lectura… en una de la vidriera anunciaban las ofertas y era el momento de entrar, seleccionar y comprar para después, leer y releer…

[2] Es oportuno destacar que Delia Travadelo de Cassanello, en 1939 profesora de Letras egresada del Instituto Nacional del Profesorado Secundario de Paraná (Entre Ríos), estudió inglés, francés e italiano. Mariano Puente en Quién es ella en Santa Fe – Tomo I (recopilación de Gloria de Bertero), ha destacado que “entre 1945 y 1946, ejerció como directora de curso y profesora de Castellano cargos a los que accede por concurso, en la Escuela Normal Superior “Dr. Agustín Garzón Agulla” -codirige, con el Dr. Antonio Sobral y la profesora Luz Vieira Méndez una experiencia pedagógica de singular importancia en cuanto a la formación de adolescentes y maestros.  Separada de sus cargos por razones políticas y tras una década de inactividad, se reincorpora a la docencia en 1956” ingresando por concurso en la Escuela Industrial Superior anexa a la Facultad de Ingeniería Química dependiente de la Universidad Nacional del Litoral y en el bienio 1957-58 fue Vocal en el Consejo General de la Provincia y participó activamente en comisiones para la elaboración de nuevos de planes de estudios, en la Facultad donde estudió, en la Escuela Normal Provincial “Almirante Guillermo Brown” y en el Instituto del Profesorado Básico de Santa Fe.   En el bienio 1966-1967, dirigió el “Teatro Infantil” del Liceo Municipal de Santa Fe.

En la Escuela Industrial Superior se destacó desde su ingreso en 1956, fue Jefa del Departamento de Lengua y Literatura y en 1974 logró la  jubilación.   En aquel tiempo, había desarrollado experiencias renovadoras en la educación en el nivel medio y en 1971 recibió el Premio IPCLAR otorgado por el Instituto para las Ciencias, las Letras y las Realizaciones,   / Profesora de Castellano en el Colegio Nacional “Simón de Iriondo”, de Cultura General en la  (p. 559).  Asistió en 1964 al Centro Internacional de Estudios Pedagógicos de Sevres (Francia) para perfeccionamiento docente y al año siguiente, participó en cursos de  Lengua y Literatura en la Universidad Internacional “Menéndez y Pelayo” de Santander, España.

[3] Conocí al Prof. Domingo Buonocore en 1948, cuando reemplazó a la profesora de Castellano y Literatura en la Escuela Nacional de Comercio de Mujeres de Santa Fe. Falleció el “8/2/91” y el miércoles 6 de marzo de 1991, amigos publicaron dos participaciones en el diario santafesino El Matutino – Sucesos, p. 16.  // A mediados de la década del ’90, en la librería Inmaculada Concepción atendida por el joven Prendes en la esquina de Nueve de Julio e Irigoyen Freyre (Ex Vera, 2797) observé que habían ingresado otro lote de libros usados, obras literarias de autores de distintas nacionalidades.  Logré la reserva de las Antologías de autores colombianos y venezolanos que integran nuestra biblioteca familia. (Antología de la Moderna Poesía Venezolana Tomo I y Tomo II – Selección y compilación de Otto D’Sera. Caracas, Editorial Impresores Unidos, Colección “Antologías” de la Biblioteca Venezolana de Cultura,  1940 y Antología de líricos colombianos – Tomo I y II, García Prada, Carlos Ph. D. Suplemento de la “Revista de las Indias” Nº 5, Imprenta Nacional, 1937.  Al leer una dedicatoria del autor al Dr. Domingo Buonocore, comprobé una vez más que tras el Último Vuelo de perseverantes lectores, suele generarse el último desprendimiento de sus bibliotecas… y la reubicación de algunos libros en espacios casi desconocidos…

[4] García Prada, Carlos Ph. D.  Antología de Líricos Colombianos – Tomo I  (El párrafo corresponde a las páginas 191-192. Libro editado en Bogotá por el Ministerio de Educación, Sección Publicaciones, Imprenta Nacional, 1936 (datos en portada y última página). En la tapa, parte inferior: “Imprenta Nacional 1937” / Suplemento de la ‘Revista de las Indias’ Número 5.”

[5] Ibídem, p. 234. Lo impreso en cursiva en francés: La vejez es una viajera de la noche es reiteración de lo escrito por François de Chateaubriand.  François René, nació en 1768 en Saint- Malo (Francia). Vizconde de Chateaubriand, durante la infancia estuvo vagando en Bretaña, luego en América y vivió en la pobreza en Londres.  Luego, conocida su labor literaria fue embajador y ministro, hasta su retiro tras la Revolución de 1830. En 1802 había publicado El Genio del Cristianismo, de acuerdo al crítico R. Fernández Sotero, intentó “hacer un llamamiento a todos los hechizos de la imaginación y a todos los intereses del corazón en socorro de aquella misma religión contra la cual se les  había armado”, es decir, pretendió despertar mediante descripciones pintorescas y patéticas la religiosidad adormecida en el fondo de las almas.” (Parnaso – Diccionario Sopena de Literatura – Tomo II, Barcelona, 1972, p. 317.)  Luego publicó Atala – René; en 1809 Los Mártires y entre los 43 y 73 años redactó Memorias de ultratumba.     

[6] “Pomar” = manzano.

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