El 8 de noviembre de 1985 fue promulgada la Ley Nº 23.302 de creación del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas, descentralizada y con dependencia directa del Ministerio de Salud y Acción Social (art. 5º).  Posteriormente el Decr. 1.667/91 del Poder Ejecutivo aprobó la estructura del mencionado Instituto como unidad descentralizada, con dependencia de la Dirección de Desarrollo de Grupos Sociales y ésta dependiente de la Subsecretaría de Desarrollo de la Persona.  Esta situación es irregular por cuanto en el art. 4º se determina que el presidente y vice del INAI serán designados por el P.E.N. con la jerarquía de secretario y subsecretario, respectivamente.   En consecuencia en 1992,  en la Cámara de Diputados ingresó un proyecto de declaración a fin de lograr el cumplimiento estricto de la Ley 23.302  “sobre política indígena y apoyo a las comunidades aborígenes.  [1]

En la Convención reformadora reunida en Santa Fe de la Vera Cruz en 1994, se estudiaron esos problemas en la Comisión de Nuevos Derechos y Garantías, continuando la discusión en el seno de la Comisión Redactora que sesionó en el recinto de la Cámara de Senadores de la Legislatura Provincial, presidida por el Dr. Alberto Corach.

El caduco art. 67º inc. 15 de la sancionada en 1853, vigente disponía que el Parlamento argentino debía  “proveer a la seguridad de las fronteras, conservar el trato pacífico con los indios y promover la conversión de ellos al catolicismo”.

El 12 de agosto se aprobó la incorporación del art. 75º en la Constitución y así se reconoce la  “preexistencia étnica y cultural de los  pueblos indígenas argentinos “, garantizando la educación bilingüe, la propiedad comunitaria de las tierras que ocupan, las que no podrán ser enajenadas ni susceptibles de gravámenes o embargos “.  Delegaciones de distintas provincias asistieron a la sesión plenaria, pertinentes a las etnias: Calchaquíes, Chorone, Guaraní, Guinchu, Huarte, Koya, Mapuche, Mocoví, Pilagá, Tehuelche y Toba.  Hubo abrazos, lágrimas y aplausos; se renovaron las esperanzas de los descendientes de los primeros dueños de la tierra.

Lecturas y síntesis: Nidia Orbea Álvarez de Fontanini.

[1] Congreso Nacional, Cámara de Diputados. Trámite Parlamentario, 1992, t. VI, p. 5830-5832.