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Itinerario por Santa Fe (Historia – Literatura…)

ITINERARIO  POR  SANTA  FE

La provincia de Santa Fe

Casi prólogo

1872: la presión del empréstito

Conclusiones de patriotas.

1874: vastos territorios nacionales despoblados.

Departamento Castellanos.

Angélica.

Ataliva.

Ataliva Roca.

Ecos del terruño.

Mi pueblo.

Ana María Giraudo.

Bauer y Sigel

Clucellas.

Colonia Aldao.

Colonia Bigand.

Colonia Margarita.

Egusquiza.

Galisteo.

Humberto Primo.

Josefina.

Lehmann.

Nueva Lehmann.

Rafaela

Documentos de “Maipú” en el Archivo Histórico Municipal

Felisa de Galarza (Colchonera de antaño).

Datos significativos.

Ramona.

“Un orgullo nacional”.

Santa Clara de Saguier.

San Vicente.

Cosechadoras Bernardín.

Doctor Alfredo Grassi

Sunchales.

Ocaso del siglo XX.

Susana.

“El Conde” reposa en Susana.

Vila.

El canal

Departamento Garay.

Saladero Cabal

Departamento General López.

Rufino.

Departamento General Obligado.

El ejemplo de “La Forestal”.

¿Fue para “colonizar”?.

Consecuencias de un empréstito del exterior.

Tanino y cueros: elementos para estrategias de guerra.

Consecuencias de la guerra.

Bosques talados y pueblos vencidos.

Una esperanza.

Avellaneda.

Malabrigo.

Legado para el año 2047

Nicanor Molinas.

Reconquista.

Barrios y el eco de una campana.

Barrio Chapero.

Iniciativas y  tesón de una mujer.

“Campana”

Departamento Iriondo.

Cabecera del Departamento.

Población en el siglo XVIII

Núcleos creados por el ferrocarril

Organización obrera y huelgas ferroviarias.

El río Carcarañá.

Educación.

Explotaciones agropecuarias.

Ganadería y tambos.

Cañada de Gómez.

Tacuarendí

Departamento La Capital

Laguna Paiva.

Héctor Carnero: hijo de aborígenes, escultor en Marbella.

Retorno a Laguna Paiva, el pueblo natal.

Nelson.

Recreo.

Sauce Viejo.

Altos del Sauce.

San Pedro.

Campo Andino.

Departamento Las Colonias.

Cululú.

Restos fósiles en Cululú.

Elisa.

Esperanza.

Situación.

Amadeo Aufranc, “el bienhechor”.

Humboldt

Casi un mito… ¡Merceditas!.

La Pelada.

Pilar.

Progreso.

Escudo.

Más que anécdota… ¡Historia!.

Amable Pedro Rudolf: misión de Paz en Yugoeslavia.

“Recuerdos de la guerra”.

1999 – “Un pueblo festeja su crecimiento”

San Carlos.

“Los Sigel” en San Carlos Sud  – Antecedentes familiares (Siglo XVII).

Federico Sigel y su descendencia.

Sigel entre “Ella” y Romang.

Departamento Nueve de Julio.

Gato Colorado.

Proyecto de recomposición ganadera.

Gregoria Pérez de Denis.

Departamento San Cristóbal

Trama de negocios por enajenación de tierras.

Segundo gobierno de Simón de Iriondo.

1884 – Compañía de Tierras de Santa Fe con administración en Londres.

1885-Doctor Lucas González: intermediario para empresas extranjeras.

1896-Sigue el trámite de “don José Bazán” por sus tierras de Santiago.

1908: demanda de la Cía de Tierras ante la Suprema Corte.

Convenio y pago con título de la Ley 1.505.

Otra indemnización: a la Sucesión de Larrechea.

Ambrosetti

Tomás Ambrosetti: arqueólogo y entomólogo americanista.

Francisco Ambrosetti: hermano y socio tesonero.

Arrufó.

Revista del “Centenario de Arrufó”.

“Deudas, recursos y empréstitos…”.

Capivara.

Ceres.

Selva (luego, de Santiago del Estero).

Curupaity.

Moisés Ville.

Monigotes.

Monte Oscuridad.

Ñanducita.

A la india.

Palacios.

Portugalete.

San Cristóbal

Ocaso del siglo XX y “la memoria colectiva”.

Santurce.

El español Cristóbal de Murrieta y Melo.

Soledad.

Villa Trinidad.

Departamento San Javier.

San Javier.

Misión evangelizadora.

Romang.

Departamento San Jerónimo.

Barrancas.

Maradona: tres personalidades.

Escuela de Artes y Oficios de Barrancas.

Sin edificio… no hubo instalación.

Sede: casa edificada en 1909

Coronda.

“El templo de San Jerónimo”.

Gálvez.

Matilde.

Calles de Matilde.

Porción de naturaleza (A la plaza).

Monje.

Sa Pereyra.

Espacio de “La divina sed”.

“Mi pueblo”.

San Genaro.

Departamento San Justo.

Gobernador Crespo.

1999 – “Tras las huellas de un gigante”.

La Criolla.

Laguna La Blanca.

San Guillermo.

San Justo.

San Martín Norte.

Departamento San Martín.

San Jorge.

“San Jorge en el tiempo”.

Aurelio J. Genovese y “San Jorge en el tiempo”.

Argentina.

20-05-1926: llegó Santiago Casimiro Benassi, periodista y escritor.

1993: el joven Istvan Schritter representante argentino en Brastislava.

Silencio.

San Martín de las Escobas.

Sastre.

Rodolfo Doval Fermi – Aprendizaje en la chacra.

Cuando la anécdota es Historia.

¡Sastre!.

Carnavales…

Gestión del Diputado Doctor Danilo Kilibarda.

Andrea M. Oitana – Sastre… cien años de historia.

Sastre: 100 años de historia institucional

“Un avance concreto…”.

Organización de fiestas.

“Comisiones Pro-Fiestas…”.

“Una corrida de toros…”.

“Carnavales y corsos…”.

Departamento Vera.

Garabato.

La Gallareta.

 

ITINERARIO  POR  SANTA  FE…

Santa Fe,   mi cuna

                  mi sendero,

                  mi cielo.

                  ¡La Cruz del Sur!

Santa Fe,   mi familia,

                  mis amigos,

                  los que se fueron.

                  ¡La Cruz del Sur!

Santa Fe… su música,

                  sus letras,

                  su pintura,

                  su historia.

                  ¡La Cruz del Sur!

Santa Fe,   sus hombres

                  y sus credos.

                  ¡La Cruz del Sur!

Siempre alta, en mi CIELO:

SANTA  FE…

                          Y  LA  CRUZ  DEL  SUR.

Nidia A. G. Orbea Álvarez de Fontanini

“Poemas para Tioco” – Ediciones E.RI.M.A.G., p. 83.

Presentado el 24 de octubre de 1980 en la Sala “Leopoldo Marechal”

del Teatro Municipal “1º de Mayo” de Santa Fe de la Vera Cruz,

por el poeta y escritor Gastón Gori (1915-17 de noviembre-2004)

 

 

La provincia de Santa Fe…

Su territorio (132.373 km2.) podría contener varios países europeos en conjunto como Suiza, Holanda, Bélgica y Albania, equivalente a un tercio de Japón, aproximadamente la mitad de Italia y una carta parte de Francia…”

“Se estima que la población santafesina alcanzó los 2.847.000 habitantes en 1990 (20 habitantes por km2.”.   Representa “el 19% de la población total del país.”

 

Casi prólogo

En Santa Fe, el 1º de diciembre de 1854 la Asamblea Legislativa eligió gobernador a don José María Cullen, hijo de Domingo y de Joaquina Rodríguez y Sarmiento del Fresno (viuda de Pedro Aldao).  José María Cullen era considerado el líder del cullismo -entre algunos santafesinos cuyismo- apoyado por su hermano Patricio, su hermanastro Camilo Aldao, su cuñado José Nicasio Oroño y su primo, el médico Marcelino Freyre.

El 20 de diciembre de 1854 se firmó un acuerdo entre el gobierno de la Confederación y el de Buenos Aires, interviniendo en esa misión el santafesino José María Cullen y Daniel Gouland y por el gobierno porteño Irineo Portela, comprometiéndose ambas partes a mantenerse en la situación anterior a la invasión y comprometiéndose a deponer las armas durante dos años, tregua indispensable para que los respectivos gobiernos pudieran establecer el orden en sus territorios.  Se ha destacado que “luego de esta gestión los comisionados recibieron, en agradecimiento por los servicios prestados a la Confederación, la donación de un terreno de tres leguas de frente por cuatro de fondo, a cada uno, en territorio de Cayastá en la provincia de Santa Fe”.  [1]

Así se entregaban las tierras en pago de favores o de servicios y generalmente eran las mejor ubicadas, cerca del Paraná y con innegable fertilidad.

Durante el año 1854 se logró concretar otro sueño de algunos argentinos: se constituyó la primera Empresa Nacional de Ferrocarriles denominada “La Camino de hierro de Buenos Aires al Oeste” y de inmediato se inauguró la etapa de la colocación de durmientes para apoyar las vías de hierro en un abanico cuyo eje era el puerto de Buenos Aires.  Al mismo tiempo se gestionó la importación de una locomotora “que había servido ya en la India” para inaugurar el primer tramo de esa compleja red que todavía estaba sólo en los planos.

Ese mismo año, el General Urquiza ordenó “al Ingeniero Allan Campbell que al estudiar el trazado ferroviario Córdoba-Rosario, haga lo propio respecto de una ampliación o ramal al Puerto de Las Piedras” –Villa Constitución-; “lo cual se hizo. Bajo estas promisorias perspectivas de gran futuro, es que vecinos del Puerto de Las Piedras solicitan al Jefe de Policía de Rosario, autorización para formar un pueblo.  ‘Se venían realizando desde esa fecha, frecuentes visitas al Rincón de las Piedras de gente influyente, de algunas autoridades jerárquicas de Rosario, como también de personalidades vinculadas a importantes empresas extranjeras, entre las que se contaban el entusiasta empresario Cayetano Carbonell; los políticos Nicasio Oroño y Dr. Marcelino Freyre” -quienes tenían vínculos familiares-, “José María Echagüe y Federico Woodgate, fundador y primer presidente de la Bolsa de Comercio de Rosario, figura influyente ante los capitales británicos (ferrocarriles) de los que era asesor respecto del sitio estratégico circundante al Peñón (Las Piedras), de la profundidad del río para un buen puerto ultramarino y de las irregularidades del Paraná.  El General Urquiza, que a la sazón era Presidente de la Confederación Argentina con asiento en Paraná -desde el 5 de marzo de 1854- apoyaba ampliamente todas estas tramitaciones”.  [2]

Es interesante una pausa para reconocer algunas relaciones: el influyente Federico Woodgate viajó a Londres treinta años después junto al inolvidable Lucas González -el que fue ministro del presidente Julio Argentino Roca-; siendo representantes del gobierno para resolver el empréstito de la compañía financiera C. Murrieta y Cía. que significó la entrega del quebracho colorado santafesino a La Forestal que constituyó prácticamente un país dentro de otro país, porque en sus territorios tenían policía y moneda propias y los obreros sólo podían comprar en su casa de ramos generales y si se les prestaba alguna atención médica también era un servicio de la voraz compañía.

Don Cayetano Carbonell, oriundo de Santiago del Estero se trasladó a Rosario dedicándose al comercio; contrajo matrimonio con Hermancia Silva de Carbonell.  Es evidente que don Cayetano estaba vinculado a los grupos políticos de esos tiempos, porque fue electo Diputado en 1857 y no habiéndose presentado para asumir ese mandato, el 12 de diciembre de ese año la asamblea legislativa lo declaró cesante (firman esa disposición el gobernador Juan Pablo López y el ministro de Gobierno Juan Francisco Seguí). El 13 de abril de 1859 nació un hijo que fue bautizado con el mismo nombre del padre y no se disponen de otras referencias familiares, salvo algunos nombres de damas que cinco años antes habían fundado la Sociedad de Beneficencia de Rosario. En el año 1860, el gobernador Pascual Rosas lo nombró Secretario de la Jefatura Política de Rosario y al año siguiente asumió la Jefatura por breve tiempo, porque renunció en agosto.  Aunque no se dispone de datos personales posteriores, en una escritura consta que en el año 1877 ya había fallecido.

Don Cayetano Carbonell conocía bien la zona del Rincón de Las Piedras, donde existía una “barranca gredosa”.  Allí desagüaba el arroyo Pavón y había “unas moles que motivaron el apelativo de Puerto de Las Piedras; lugar nombrado con frecuencia Rincón de Pavón o Rincón de Teves por haber sido los primeros pobladores: Francisco Teves y sus hermanos Isidoro, Toribia y Constancia; sus respectivas familias con sus numerosos descendientes.

Es interesante la referencia que aporta el historiador Santiago Lischetti con respecto al posible origen del nombre Pavón. En el año 1534 partió hacia el Río de la Plata la expedición del Adelantado don Pedro de Mendoza e integraba la tripulación un militar español de sesenta y cuatro años, nacido en Badajoz.  El Adelantado lo nombró Alcalde de Buenos Aires y algunas referencias históricas indican que ese militar fue Juan Pavón, designado Alcalde Mayor en Asunción del Paraguay donde falleció a los ochenta y siete años.  Si se tiene en cuenta que en aquella época estas provincias del litoral pertenecían a la jurisdicción colonial de Asunción, podría ser que haya cumplido algunas misiones navegando el Paraná y que por tradición se haya nombrado Rincón de Pavón a este pago santafesino, zona que “estaba ya poblada por numerosas familias en 1827”.   [3]

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Sabido es lo expresado por el doctor Esteban Laureano Maradona Villalba: Sinforoso Cáceres fue el primer obrajero de maderas duras que se instaló al norte de la provincia de Santa Fe aproximadamente entre 1860 y 1862… [4]

Diez años después de las primeras explotaciones de quebracho colorado en el norte santafesino, el 22 de junio de 1872, durante el primero gobierno del doctor Simón de Iriondo (1871-1874), el P.E. contrató un empréstito con la firma Murrieta y Cía. de Londres y el apoderado de esa empresa en nuestro país, era el doctor Lucas González.  [5]

Gastón Gori destaca que Murrieta y Cía., con casa central en Londres,  prestó a la provincia un millón de pesos y recibió en pago “la privatización de 1.800.000 Has”.  Sabido es que quince o veinte años después, al venderlas “obtuvo por ellas $ 28.000.000”.

 

Reitera el historiador José María Rosa que al iniciar Simón de Iriondo su segundo gobierno (1878-1882), entregó “a los hermanos Portalis la explotación de 10 leguas cuadradas de bosques en la desembocadura del arroyo del Rey, límite entonces con el Chaco, por haber sido intermediado con la Casa Murrieta y Cía. de Londres para colocar un empréstito en 1872.

Sabido es que “el pago del empréstito de 1872 tuvo dificultades y los servicios no pudieron ser cubiertos como estaba previsto”. En consecuencia, el gobernador envió en septiembre de 1880 un proyecto a la legislatura a los fines de la autorización del pago de la tercera parte con bonos del Tesoro y que “se deslindarían tierras suficientes como para pagar las otras dos terceras partes de la deuda, y aclara el artículo 2º, que las tierras deslindadas se ‘venderán a Inglaterra u otras partes de Europa para destinar el producido al pago del empréstito’, con lo que daba a entender que los posibles compradores serían buscados fuera de la órbita de los intereses de Murrieta y Cía, aunque no la excluía ni estaba en el pensamiento del P.E. excluirla.”  [6]

1872: la presión del empréstito…

Al describir la tragedia del chaco santafesino, Gastón reflejó la complicidad de empresarios y políticos en los tiempos en que era imposible cancelar el empréstito contratado por el gobierno provincial con la empresa Cristóbal Murrieta y Cía. de Londres, conforme la autorización por ley de 1872.  El Dr. Lucas González -cuyo nombre ostenta una localidad entrerriana-, era apoderado de esa compañía y al mismo tiempo representante del gobierno de Santa Fe para acordar en Londres las condiciones finales del negocio -negociado- de la entrega del forestado latifundio santafesino en pago  de los servicios financieros adeudados.  El hábil negociador elaboró el proyecto de ley pertinente y lo envío a las Cámaras para su aprobación y sin obstáculos, avanzó en la redacción del contrato complementario de venta que no incluyó la obligación de inmigración y colonización porque en los quebrachales encontrarían abundante mano de obra con bajísimo costo.

Destacó Gastón que el constitucionalista Juan Bautista Alberdi, conocía todos esos antecedentes y también debía firmar la escritura de venta, aunque por casualidad no lo hizo debido a que estaba enfermo en Burdeos.  Fue reemplazado por el inglés Federico Woodgate.[7]

Conclusiones de patriotas

La pluma incesante del talentoso y perseverante Gastón Gori  -seudónimo del doctor Pedro Raúl Marangoni-, en su destacado estudio acerca de La Forestal, dejó señales insoslayables acerca de cómo se pobló y se despobló el territorio nacional:

“La vasta zona del que se llamara el Chaco Santafesino, no era desconocida.  Quince años antes de que se enajenara, Nicasio Oroño había obtenido de la legislatura la sanción de una ley destinada a proveer de recursos para poblarla con colonias, luego de pacificarla, considerando ese programa ‘entre las grandes ideas que forman la más noble expresión del pueblo’. El empréstito que necesitaba se cubrió inmediatamente con capitales argentinos.  Posteriormente, el general Manuel Belgrano realizó la campaña contra los indios y una serie de poblados y fortines quedaban en las rutas de llanuras y bosques que siguieran sus fuerzas.  El Estado invirtió sumas crecidas -para esa época- en preparar el ambiente pacífico sobre un territorio que entregaría después al capital extranjero.  Si se sumaran esas inversiones y las que les siguieron, difícilmente el precio pagado por las tierras cubriría el esfuerzo financiero del estado provincial y nacional, sin computar las vidas de los argentinos que se perdieron al servicio de las armas que expulsaron a los salvajes o redujeron sus tribus.  En virtud de esa ley de Oroño se fundó definitivamente Reconquista -que había sido una de las primitivas poblaciones de la provincia-, nueve años antes de perfeccionarse la venta a Murrieta y Cía., destinándose cuarenta leguas para la ‘fundación de un pueblo y colonia agrícola’, dividiéndoselas en suertes de quintas y chacras que se donaban, otorgándose el título de propiedad si dentro de seis meses de dada la posesión el colono edificaba y labraba.  /…/  Hasta allí habían llegado ya inmigrantes italianos, franceses, alemanes, sin que faltaran especialistas en explotación de maderas, herreros, suizos conocedores del Chaco, antiguos pobladores de otras colonias como Alejandra, ubicada al este de las tierras vendidas en Londres, ‘caballeros ilustrados’ que conocían varios idiomas, molineros que introdujeron máquinas industriales y una masa de labradores friulanos que vivían en los ranchos de sus chacras…

De modo que no era ese un desierto desconocido y totalmente deshabitado por el hombre de labor”…  [8]

En torno a ese asunto, el historiador doctor José María Rosa expresó que mediante tal decisión del gobernador Simón de Iriondo, origen de la “ley provincial de octubre de 1880, se autorizó a rescatar el saldo del empréstito con 668 leguas cuadradas a 1500 pesos fuertes la legua, lo que se verificó en mayo de 1882.  Murrieta y Cía. vendió las tierras en Londres: servirían de base a la futura Forestal.

Sin embargo se cometió una gaffe: la provincia había vendido tierras de la nación, en 1886 se corrigió el error llevándose el límite de Santa Fe hasta los 28º”.  [9]

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1874: vastos territorios nacionales despoblados…

En aquel tiempo, para avanzar en la organización del vasto territorio nacional, era imprescindible poner en marcha una política de poblamiento cívicomilitar, básicamente en el noreste y en la casi desierta patagonia.

En octubre de 1874, sancionada la ley 686 por el Congreso Nacional, por el “art. 10 se ordenaba al ejecutivo establecer ‘cantones militares sobre la margen derecha del Paraná’, en cuatro sitios eligiéndose el lugar ‘más adecuado para la traza del pueblo que mandará delinear, dividiendo los terrenos en solares y lotes de quintas y chacras…”

Así nacieron: en el territorio del Chaco Resistencia entre 1875-1876, “núcleos de la expansión algodonera: sus pobladores fueron italianos del Friul”, sobre una superficie de 400 has. para chacras… Villa Formosa (1879); Puerto Bermejo, Puerto Expedición y Presidencia Roca y otras ubicadas al norte del arroyo del Rey.

 

Sancionada la ley 817 durante la presidencia de Nicolás Avellaneda, se creó la Oficina de Tierras y Colonias dependiente del ministerio del Interior y comenzó el proceso de “colonización de tierras públicas” que reemplazó la anterior de “poblamiento cívico militar”. Explorados los Territorios Nacionales según las pertinentes mensuras, se subdividieron las tierras aptas para la agricultura en secciones de 16 leguas cuadradas (40.000 hectáreas) “destinadas a ser pobladas por familias enviadas por el estado, se dejaban en reserva zonas para las empresas de colonización”.   [10]

Hay que tener en cuenta que los bosques de quebracho en la región chaqueña por su alto porcentaje de tanino era una tentación para los inversores porque después lo exportaban para satisfacer la creciente demanda para la curtiembre de cueros, que aquí se exportaban solamente disecados y luego se importaban curtidos… como sucedía también con las fibras que después de ser elaboradas en las hilanderías inglesas, con distintas tramas regresaban al país y servían para cubrir o abrigar a diversos sectores de la población argentina…

Las tierras entregadas en 1878 por el gobernador santafesino Simón de Iriondo a los hermanos Portalis (diez leguas cuadradas con bosques en la desembocadura del arroyo del Rey; por la intermediación para colocar un empréstito en 1872 con la casa de Cristóbal Murrieta y Cía. de Londres fueron cambiando de dueños.”

Es oportuno completar la información acerca de esas empresas porque los hermanos Francisco y Luis Portalis, se asociaron con los hermanos Alberto y Carlos Harteneck “que producían tanino en Calchaquí desde 1898” y cuatro años después, constituyeron La Forestal del Chaco. Luego, con otros banqueros formaron la Forestal Land, Timber and Railways, Ld.”  [11]

Tales fueron algunos criterios de los renombrados políticos cercanos a la generación del ’80, en torno a los esenciales valores que sustentan la  soberanía nacional

Es necesario comprender que ha sido persistente la penetración británica en las tierras pertenecientes al Virreinato del Río de la Plata y que desde mayo de 1810, siguió siendo contundente su influencia.  [12]

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Departamento Castellanos

Angélica

José Bernardo Iturraspe dedicado a negocios de venta de tierras, fundó en 1886 Colonia Angélica con aprobación del gobierno provincial mediante decreto del 28 de agosto de ese año. Impuso ese nombre como homenaje a su hija.  Tres años después, Rodolfo Brühl fundó el pueblo.

Rodolfo Brühl nació en Berlín, el 27 de marzo de 1858  en el seno de una familia distinguida y aproximadamente a los veinticinco años decidió viajar hacia el río de la Plata en un barco. En ese tiempo en la provincia de Santa Fe avanzaban con la extensión de las vías férreas para comunicar a los pueblos y facilitar la comercialización de los productos trasladándolos incluso para la exportación desde los puertos del Paraná y Buenos Aires.

Por Angélica pasó el ramal Pilar-San Francisco, que vinculaba con la provincia de Córdoba.  La Comuna fue creada el 26 de enero de 1893 y su jurisdicción abarca 323 kilómetros cuadrados. Sabido es que Benito Freyre tenía una estancia en esa localidad.

Celebran las fiestas patronales el 31 de Mayo.

Ataliva

El 21 de febrero de 1884, la sociedad integrada por Ataliva Roca, José María Muñiz y Gregorio Torres compró al doctor Manuel Zavalla las tierras que se extendían desde Sunchales hasta Los Corrales, con el propósito de establecer familias de colonos. Dos tercios de esas tierras fueron adquiridas el 13 de julio de 1891 por la señora de Lehmann.

Ataliva Roca

El tucumano Ataliva Roca era hijo de José Segundo Roca y lo bautizaron con ese nombre como homenaje al cacique que había auxiliado al padre durante una expedición al Alto Perú; se dedicaba al comercio desde  joven y había participado en las batallas de Cepeda y de Pavón, en las campañas al Paraguay fue comandante y en Junín, reprimió los avances de los aborígenes.   Durante catorce años fue legislador en las Cámaras de Diputados y Senadores de la provincia; luego Inspector de Armas, director del Banco Provincia de Santa Fe. En ese tiempo también se dedicó a la venta de tierras a inmigrantes. Electo diputado nacional, asumió esas funciones.

El electo presidente Manuel Quintana (1904-1906), en 1876, siendo “abogado del Banco de Londres, por un entredicho entre la sucursal Rosario y el gobierno provincial… había llegado a amenazar al gobierno nacional con movilizar la fuerza naval inglesa estacionada en el Río de la Plata”. Siete años después, el Dr. Manuel Quintana se asoció con Ataliva Roca –“burgués nacional revolucionario”-, familiar de Julio Argentino Roca encargado de los negocios de la familia, para fundar Rafaela en la provincia de Santa Fe. El historiador Carlos Tur ha destacado que en homenaje a ese socio de Quintana, el irónico Domingo Faustino “Sarmiento propuso reemplazar el verbo ‘coimear’ por ‘atalivar’.”  [13]

 

La señora de Lehmann inició el trámite para la aprobación de los planos y el 27 de abril de 1901 fue firmado el decreto correspondiente.  La historiadora rafaelina María Inés Vincenti, refiriéndose a los pueblos donde se desarrollaban servicios de herrería, talabartería y arreglos o construcción de arados, dijo: “Un caso típico es Ataliva, porque no tiene industrias, y sin embargo es un pueblo que subsiste y tiene un cierto crecimiento como centro abastecedor de bienes y servicios de una actividad que hoy ya no es agrícola pero que es tambera”. (Diario “El Litoral”, suplemento “La Región”, sábado 15 de mayo de 1999.)

En Ataliva, celebran la festividad patronal el 16 de agosto. Desde 1986, es la sede de la Fiesta Provincial del Chorizo.

Ecos del terruño…

En “La Región” del diario “El Litoral” de la capital santafesina, en la edición del sábado 22 de mayo de 1999, con el título “Ataliva, el cacique de la colonización” -título que podría generar confusiones-, publicaron una crónica y el poema escritos por Domingo Abel Bongianino.

Mi pueblo

Ataliva… mi pueblo

buenos días mi cuna

hoy saludo a mi suelo

sean eternas tus horas.

Centenaria Ataliva

recordemos la historia

y vivamos la gloria

de la celebración.

Tierra virgen y fértil

que mil surcos se abrió

recibiendo semillas

de esperanza y amor.

Nuestros gauchos y gringos

unidos trabajando

al infortunio cantando

lucharon con decisión.

Nuestra generación pasada

que legó con sus ansias

blandió en el aire las lanzas

y se amarró del arado.

Fue un combate glorioso

en esta pampa dormida

con visión de poderosos

abrieron cauces a la vida.

El fruto de lo logrado

fue generando el progreso

continuándose el proceso

de paz… amor y ambición.

Hoy vamos camino al futuro

con la fuerza ascendente

que impulsa la sangre nueva

de todos los descendientes.

Ana María Giraudo…

La sicopedagoga y escritora Ana María Giraudo en su libro El matiz del arco iris, desde la página catorce, contó: [14]

“Y fue así que llegué un once de enero a las seis de la mañana con una tormenta fenomenal, cuando la segunda guerra mundial estaba por concluir, pero aún no se perfilaban las tragedias de Hiroshima y Nagasaki.   Arribé al hogar de un pueblo -eminentemente agrícola ganadero- del oeste de la provincia de Santa Fe, llamado Ataliva. Ese era el nombre de su fundador: Ataliva Roca”… Pág. 14

 

Bauer y Sigel

Han reiterado que en 1882, “N. Sigel” fundó el pueblo y la comuna fue constituida el 18 de noviembre de 1898, abarca 135 kilómetros cuadrados.  Tal inicial no identifica con precisión al fundador.

Sabido es que en las últimas décadas del siglo XIX, Bauer y Sigel seguían estrechamente vinculados en negocios inmobiliarios porque Johann Sigel en sucesivos documentos Juan Sigel era un alemán, nacido el 23-11-1841 y era cuñado de Guillermo Bauer, así reconocido en los documentos suscritos en la Argentina, también un alemán nacido el 17-02-1844 y casado con María Elisa Sigel, alemana, nacida el 18-12-1851.

 

Es oportuno rememorar parte de la trayectoria de los Bauer y los Sigel en esta reiteración de lo que escribí en “San Carlos, llanura luminosa…”:

En 1814, en Weilhem -Wutemburgo-, el 27 de enero nació Johann Sigel, luego marido de Ana María Ihafelido Munnilisny Knton Solothurn, nacieron cinco hijos, en Nidam” y en el “1863, emigraron a la Argentina.”

En 1841, el 23 de noviembre y en la misma localidad, había nacido uno de esos hijos: Johann Sigel, otro de los inmigrantes europeos que llegaron a la llanura luminosa a fines de la década del ’50, en el siglo XIX.

El 1º de abril de 1864 se casó con Rosa Suter de Avan, nacida el 11 de junio de 1844 y tuvieron dieciocho hijos.  En la provincia de Santa Fe, Johann estaba estrechamente vinculado a Guillermo Bauer, nacido en “Berg, Stuttgardt, Alemania, el 17 de febrero de 1844, siendo anotado su nombre como George Philip Wilhelm Bauer”, hijo de “Philipp Bauer y Catharina Uhlman”. Se ha reiterado que “radicado desde muy joven en nuestra provincia, inició sus tareas agrícolas en San Carlos Sud, donde contrajo matrimonio con María Elisa Sigel, también alemana, nacida el 18 de diciembre de 1851, en Wilheim Kirchheim (Wurtemberg) y estuvo relacionado con el colonizador Alejo Peyret, quien en su libro titulado Una visita a las colonias de la República Argentina, editado en Buenos Aires en 1889, destaca “la pujanza industrial de don Guillermo Bauer, importador del primero molino harinero del país ‘con sistema de cilindros de porcelana’ para la molienda de harina.  Por esos tiempos, de los 7 molinos a vapor existentes en San Carlos, dos pertenecían a Bauer; uno, de 15 caballos de fuerza, y el otro, de 40 HP.  Al visitar San Carlos Sud, anota Peyret: ‘Hoy he visitado otro molino a vapor de Bauer y Sigel, con una fuerza de sesenta caballos, siendo el primer molino de cilindros y con luz eléctrica’.  El informe de Wilhelm hace también referencia estadística de la actividad molinera en San Carlos (en 1872)”, donde Guillermo Bauer surge como un destacado pionero.  Guillermo y su cuñado Juan Sigel, se interesaron por las colonizaciones y la extensión de las vías ferroviarias.  Descendientes de los colonizadores destacan que en 1885 fueron rematados en la ciudad de Buenos Aires los campos pertenecientes al señor Domingo Martínez, que abarcaban “extensión cercana a las 18.000 hectáreas”. Bauer y Sigel decidieron adquirirlo  al valor de “9.600 pesos, la legua cuadrada” porque tenían el propósito de fundar colonias. Reunidas las familias colonizadoras -como sucedió en las anteriores poblaciones-, con los recursos disponibles sólo era posible que los inmigrantes construyeran sus viviendas con “tepes (bloques de tierra, de alrededor de 40 cm. De lado, pegados con barro)”, que para algunos eran adobes y colocaban “techos de paja”, de modo que eran los tradicionales ranchos que se encontraban en las postas y en los fortines, en los lugares destinados a la peonada en algunas estancias pampeanas.  Allí también, como antes fue en Esperanza, San Jerónimo y San Carlos-, tenían que desmalezar y roturar la tierra virgen con arados arrastrados por bueyes; sembraban al boleo, cosechaban el trigo cortando con la hoz, juntaban con horquillas y “la trilla, la hacían en corrales donde los yeguarizos pisaban el cereal”, como también lo comentaba Sarmiento.  En 1888, habían firmado “contrato para el tendido de las vías férreas Rafaela Vila, y el 20 de febrero de 1889, el convenio para la extensión del ramal hasta Josefina, de manera que el tranway a vapor pasaba por Bauer y Sigel.  Los terrenos para establecer este ramal fueron donados por don Guillermo Bauer.”

Johann Sigel -Juan-, falleció el 6 de abril de 1894, a los cincuenta y tres años,

Clucellas

En 1882, los hermanos Francisco y José Clucellas fundaron la Plaza Clucellas y mediante decreto del 6 de septiembre de 1886 crearon la Comuna sin que estuvieran aprobados los planos de tal jurisdicción, trámite que concluyó el 29 de enero de 1889 reconociéndose que abarca 101 kilómetros cuadrados.

Esos hermanos, en 1885 también fundaron Estación Clucellas porque por allí estaba previsto que continuaría el ramal Pilar-San Francisco, habilitado en 1888.  Varias décadas después, el 10 de enero de 1931 constituyeron la comuna con jurisdicción en aproximadamente 158 kilómetros cuadrados.

Colonia Aldao

Aproximadamente a 148 kilómetros al oeste de la capital santafesina, en 1885, Camilo Aldao fundó una Colonia y el gobierno aprobó los planos el 1º de julio de ese año.

Colonia Aldao abarca aproximadamente 101 kilómetros cuadrados y corresponde a ese distrito: Casablanca, estación ferroviaria distante dos kilómetros de la Colonia, habilitada transitoriamente el 1º de diciembre de 1911 y oficialmente el 25 de junio de 1917.

Colonia Bigand

Honorio Bigand fundó el 29 de junio de 1884 la Colonia Bigand y el plano fue aprobado el 14 de diciembre de ese año.  Casi tres décadas después fue creada la Comuna, el 4 de septiembre de 1912 y abarca una superficie de 85 kilómetros cuadrados.

Es oportuno tener en cuenta que en el departamento Caseros hay una localidad nombrada Bigand, fundada en 1909 por Víctor Bigand, cuyos planos fueron aprobados el 15 de junio de ese año.

Colonia Margarita

Juan Bernardo Iturraspe fundó en 1884 la Colonia Margarita en tierras que hasta entonces eran reconocidas como Colonia Gálvez. Han reiterado que ese nombre se impuso en honor de la esposa del rey Umberto Primo de Italia y los planos fueron aprobados el 25 de marzo de ese año. La comuna se constituyó siete años después, el 2 de noviembre de 1891 y su jurisdicción abarca 144 kilómetros cuadrados, incluye el distrito Mangoré, pueblo conocido anteriormente con el nombre de “Argentina”, fue fu fundado en 1878 por el gobierno provincial según decreto del 18 de mayo de ese año. Por ese lugar pasó al ferrocarril en la línea Saavedra-Garibaldi.

Egusquiza

En tierras que pertenecían a Félix Egusquiza, su socio y amigo Guillermo Lehmann fundó en 1884 el Pueblo Egusquiza, a 126 kilómetros de la capital provincial.

El plano pertinente fue aprobado casi dos décadas después, mediante decreto del 9 de junio de 1903 y abarca 128 kilómetros cuadrados.

Corresponde a ese distrito, la localidad de Capilla Fassi, también nombrada Colonia Fassi, distante 118 kilómetros de la capital santafesina.

Galisteo

En 1896, Demetrio Iturraspe fundó el Pueblo Galisteo cuyos planos fueron aprobados el 9 de octubre de ese año.  Por ese lugar pasó el ramal Laguna Paiva, en la línea Rafaela-San Cristóbal. Abarca un área de 161 kilómetros cuadrados.

La historiadora Ana María Cecchini de Dallo, en su estudio acerca de Los grupos políticos de Santa Fe (1852-1862) editado por el Ediciones Culturales Santafesinas en 1992, incluyó un cuadro donde destaca que Demetrio Iturraspe estaba casado con Mercedes Freyre de Andrade (hija de José y de Manuela Rodríguez del Fresno).

 

La historiadora María Inés Vincent -de Rafaela, miembro de la Junta Provincial de Estudios Históricos- refiriéndose al departamento Castellanos ha destacado que “en la década del 90 el precio de la tierra había aumentado en forma sustancial, se trazaron algunas colonias, pero ya no se vendían, se arrendaban.  Por ejemplo, Coronel Rodríguez que fue descendiente de los Iturraspe que tuvieron una estancia, todavía la conservan parte de los herederos en la zona sur de Galisteo.”  (Diario “El Litoral”, suplemento “La Región”, sábado 15 de mayo de 1999.)

Humberto Primo

El inquieto e inquietante alemán Guillermo Lehmann fue el fundador de la Colonia Reina Margarita en 1884 y la comuna fue creada el 31 de enero de 1885.  Sabido es que ese pueblo generado por la colonia, desde 1884 hasta 1935 también era reconocido como Nueva Roma mientras el colonizador Lehmann lo había nombrado Humberto 1º como homenaje a Umberto Primo, hijo del rey Víctor Manuel II de Italia (1878). En ese caso, también crearon la comuna antes de estar aprobados los planos, porque la constituyeron el 31 de enero de 1885 y el gobierno mediante decreto reconoció su trazado tres lustros después, el 27 de abril de 1901.  Celebran las fiestas patronales el 10 de junio.

Josefina

En octubre de 1886, Néstor de Iriondo fundó un pueblo nombrado Josefina en reconocimiento a su esposa Josefina Rodríguez.  En ese lugar, en 1888 inauguraron el servicio ferroviario en el ramal Santa Fe-Pilar-San Francisco y el 20 de diciembre de 1890 habilitaron un apeadero en la línea ferroviaria Rafaela-San Francisco.

Crearon la Comuna el 31 de agosto de 1895 sin aprobación de los planos, trámite concretado cuarenta años después, en 1939.

Lehmann

En Signmaringendor -Alemania-, en 1840 nació Guillermo Lehmann y cuando comenzó el movimiento inmigratorio hacia la Argentina se embarcó hacia el río de la Plata. Estuvo en Esperanza en 1864. Durante la presidencia de Bartolomé Mitre fue proveedor de ganado y de armas para el ejército.  Han destacado que se desempeñó como “escribano público”.  En 1878 publicó el periódico El Colono del Oeste y así logró promover sus negocios inmobiliarios, estimulando a los agricultores y a pobladores de la zona donde había comenzado a fundar otras colonias.

En 1882 don Guillermo Lehmann impuso su apellido a la que dista 113 kilómetros de la capital santafesina y por ello, algunos historiadores indican que habría sido como homenaje a su padre. Allí instaló la Estancia “El Potrero”, una de las pocas de esa zona.

Lehmann el 10 de octubre de 1886 estaba en Buenos Aires, tenía cuarenta y seis años y se suicidó.   Cinco días después, el gobierno santafesino aprobó los planos de ese pueblo y de otros fundados por él, mediante decreto del 15 de octubre de 1886. El 27 de ese mes constituyeron la Comuna.

La historiadora Adelina B. de Terragni, en su obra Historia de Rafaela (1971), destacó que “En una crónica del diario alemán ‘Argertinisches Taglebatt – Wooochenblatt’, del 16 de octubre de 1886, se juzga con severidad y cáusticamente a ‘uno de los hombres más extraños que hemos conocido en la República Argentina: Guillermo Lehman’. Agrega que tenía condiciones excepcionales y la tónica de contradicción la da una sentencia inicial: ‘Deformado su carácter por el odio y el cariño de los partidos políticos, entre en la historia Guillermo Lehmann… este hombre tuvo tantos detractores pero tantos amigos también’.  Se pregunta el cronista alemán: ‘¿qué habrá sucedido en la cabeza de Lehmann para llegar a una decisión tan terrible?’…”

Se animó a escribir la docente, historiadora y poeta Adelina de Terragni: “Nosotros nos imaginamos las cosas de la siguiente manera: él fue un materialista toda su vida, con arraigado sentido del egoísmo personal.  En Esperanza dominaba a todos y a cada uno.  El que no lo seguía al compás de su música sufría al poco tiempo serios trastornos. Él necesitaba personas obsecuentes o de carácter fácilmente dominable. Era muy bien aplicable a Lehmann el dicho: ‘El que no está a favor mío, lo está en contra’.”

 

En Lehmann, celebran las fiestas patronales el 25 de junio, día de honor a San Guillermo.

Nueva Lehmann

El 15 de junio de 1887 inauguraron la estación del Ferrocarril en la línea Rosario a Tucumán, a 115 kilómetros de la capital provincial. Esa localidad pertenece al distrito de Lehmann.

Rafaela

La historiadora María Inés Vincenti, profesora de Historia egresada de la Universidad Católica de Santa Fe, regente del Instituto Superior del Profesorado de Rafaela y profesora de la Universidad Tecnológica Nacional en esa localidad, ingresó en la Junta Provincial de Estudios Históricos cuando eran treinta miembros y fue primera no residente en la capital santafesina o en Rosario, un dato significativo porque como ella expresó desde el diario El Litoral, en el suplemento La Región del sábado 15 de mayo de 1999, “abrió camino para que hoy investiguen, en el seno del organismo, cuarenta historiadores de distintos puntos de la provincia”.  En esas circunstancias, dijo que “lo que actualmente es el departamento Castellanos… las tierras eran fiscales, y aproximadamente entre 1865 y 1868 pasaron casi su totalidad a manos de particulares. Pero el proceso de ocupación del espacio vino en la década del ’80, unos quince años después, y de la mano de estos inmigrantes”.

Sabido es que Guillermo Lehmann con sus socios Manuel Quintana (casado con Susana Rodríguez); Félix de Egusquiza -casado con Rafaela Rodríguez, hermana de Susana-, José María Muñiz Saguier, Gregorio Torres, Marcelino Mezquita, Carlos Saguier Viana y Ataliva Roca, en 1880 proyectaron la instalación de colonias y entre ellas, en octubre de 1881 fundaron la Colonia de Rafaela, a ciento veinte kilómetros al noroeste de la capital santafesina, con aproximadamente setenta personas incluidos inmigrantes.

 

Es oportuno tener en cuenta que en 1876, Manuel Quintana siendo “abogado del Banco de Londres, por un entredicho entre la sucursal Rosario y el gobierno provincial… había llegado a amenazar al gobierno nacional con movilizar la fuerza naval inglesa estacionada en el Río de la Plata”. Siete años después, en 1883 el doctor Quintana se asoció con Ataliva Roca -entre otros- prácticamente como empresarios inmobiliarios más que como colonizadores. Quintana fue electo presidente doctor Manuel Quintana y se desempeñó en el lapso 1904-1906.

Ataliva era hijo de José Segundo Roca, dedicado al comercio desde joven y a la política, reconocido como “burgués nacional revolucionario”, familiar de Julio Argentino Roca y encargado de los negocios de la familia, a quien como homenaje, el irónico Domingo Faustino “Sarmiento propuso reemplazar el verbo ‘coimear’ por ‘atalivar’.”  [15]

 

Andrea Bauducco en su recopilación referida a los nombres de los pueblos, destaca que Rafaela Rodríguez nació, al igual que Guillermo Lehmann, en el año 1840. Era hija de José de la Paz Rodríguez y de Francisca Viana y Mora.  Su madre se había casado en primeras nupcias con Pedro Saguier, con quien tuvo cuatro hijos y luego contrajo matrimonio con Rodríguez, de cuya unión nacieron en Asunción del Paraguay dos hijas: Rafaela y Susana”; se presume que nacidas en ese orden…

Es evidente que en tales empresas colonizadoras estaban vinculados tanto por los intereses económicos como por lazos familiares.

Destacó Andrea Bauducco: “Carlos Saguier Viana, integrante de la Sociedad Colonizadora de Lehmann, era medio hermano de Rafaela y Susana Rodríguez”.

 

El 21 de marzo de 1882, don Pedro Pfeifer fue nombrado juez de paz y el 14 de julio de 1885 se constituyó la primera Comisión de Fomento.  Los planos fueron aprobados por el gobierno provincial el 15 de octubre de 1886, cuando Rafaela ya era reconocido como pueblo habitado en mayoría por italianos acosados por la guerra y el hambre.

En 1886, ya estaba terminado el servicio ferroviario en Rafaela,  en “la línea Santa Fe – Pilar -Lehmann a 98 km. de la capital provincial” como lo ha reiterado Susana Beatriz Grassino en su Análisis Integral de la provincia de Santa Fe (Edición Vicegobernador y Cámara de Senadores, 1986).

El 11 de junio de 1887 fue designado el Juez de Paz Luis Dardatti. La primera Comisión de Fomento asumió el 26 de noviembre de 1892, integrada por Nadal Martinotti, José Toselli y Andrés Fiori.

La única línea ferroviaria de trocha angosta comenzó a instalarse en 1906: “era el Tranvía a Vapor de Rafaela, empresa dirigida por Dn. Ángel Marini.  El primer tramo uniría Rafaela con Vila;  luego bifurcándose en Coronel Fraga, se extendería a Pueblo Marini por el Norte y a Josefina por el Sur, empalmando en esta última con el Ferrocarril Central Córdoba a San Francisco.”

Rafaela fue reconocida como ciudad, durante el gobierno del Dr. Manuel Menchaca mediante decreto del 26 de enero de 1913.

Documentos de “Maipú” en el Archivo Histórico Municipal

Mediante el decreto Nº 16.367/1998, las autoridades de Rafaela aceptaron la donación de “una copia litográfica de dos partes de guerra fechados el 5/5/1818 y una copia litográfica del plano estratégico de la batalla de Maipú” que fueron halladas por el joven Juan Francisco Torres, “entre toneladas de papel destinados a ser reciclados”. Tiempo antes, la docente Gladys Martina se había sorprendido cuando Torres llegó a la Escuela Nº  2521 “Libertador General San Martín” con esos escritos “a la usanza de la época, en cuanto a las estructuras lingüísticas”… de compleja lectura y fechados “en el campo de Maypú, abril 5 de 1818”.  Parte del texto fue reproducido en “La Región” del diario “El Litoral”, el sábado 5 de diciembre de 1998:

“Nada existe en el exército enemigo.  El (sigue una abreviatura ininteligible) ha sido nuestro, es prisionero. Artillería, ciento sesenta oficiales.  Todos sus Generales, excepto Osorio están en nuestro poder: yo espero (abreviatura ininteligible) este último me lo traigan hoy: la acción del 19, ha sido reemplasada con (palabra ininteligible): en una palabra, ya no hay enemigos en Chile”.

A fines del siglo XX, en la ciudad de Rafaela, “allí donde casi concluye la avenida Mitre, tiene su inicio la avenida Italia, llamada así en reconocimiento y recuerdo hacia la patria de tantos  inmigrantes que vinieron a poblar estas desoladas pampas… La avenida es parte de los barrios Sarmiento e Italia y su pasado está lleno de hechos que por su multiplicidad no se pueden enumerar todos”.

En ese espacio, colocaron pantallas transluminadas y una cerámica de Valeria Gesser: es el homenaje a Felisa de Galarza, la primera colchonera de la colonia que vivía al final de la avenida Italia, sencilla mujer que con su oficio contribuyó al placentero sueño de los lugareños. Y allí, el poema que fluyó de la sensibilidad de Sirley Húbeli Bertone, insoslayable:

Felisa de Galarza (Colchonera de antaño)

Manos de fina escardadora,

feliz en tu oficio

de construir con destreza

el colchón encargado,

en tu patio soleado

o donde fueras requerida.

Admirable luchadora

Asumiendo abnegada los destinos del hogar

Después de la prematura viudez.

Cómo te observarían tus os hijos

en la humilde casa de ladrillo

y barro, sin revoque,

avenida Italia al norte,

cuando tu figura alta, delgada,

de lacia melena entrecana,

se encorvaba para acomodar la lana

con rudimentarios elementos

en medio rectángulo.

Ganabas tu pan

sin saber que la historia

guardaría tu recuerdo.

En “El Litoral”, suplemento “La Región”.

Sábado 21 de diciembre de 1996.

Santa Fe de la Vera Cruz.

Datos significativos…

El 24 de abril de 1918 nació Arturo Navone, en Colonia Iturraspe (fundada en 1883 por Juan Bernardo Iturraspe), distante pocos kilómetros de Rafaela también en el departamento Las Colonias.

El 7 de agosto de ese año don Salvador Caputto editó el primer ejemplar del diario “El Litoral”, incorporándose meses después Pedro Víttori como socio.

En la década siguiente, Arturo Navone llegó a Rafaela para estudiar en la escuela Primaria “Domingo Faustino Sarmiento” y quedó definitivamente en ese lugar.

Tenía veintinueve años cuando comenzó a vender el diario “El Litoral”.

Casado, tuvieron tres hijos: Elsa que en 1999 tenía 60 años; Miguel Ángel de 57 y José Enrique de 54; siete nietos: Marcelo, Favio, Gerardo María Sol, Javier, Claudio y Paola) y cuatro bisnietos. Ya en el ocaso del siglo veinte, octogenario, sigue vendiendo el vespertino diario santafesino. No fue por casualidad que en la edición de La Región del sábado 15 de mayo de 1999, le dedicaran una página donde reprodujeron una fotografía de don Arturo frente al afiche impreso al celebrarse los “80 Años” de El Litoral. Expresó que “nunca pudo dejar de ser canillita. ‘Ya es una pasión para mí, sé que lo voy a hacer hasta que me muera”.

Desde otro plano, en aquella edición del diario santafesino, la historiadora rafaelina María Inés Vincenti interrogada por un periodista acerca “cómo se decidió por la historia como materia de estudio”, contestó:

“-Ceo que podía haber elegido otra especialidad.  Siempre me gustó estudiar y tengo curiosidad por las cosas.  Pero mi vocación por la historia tuvo su primera definición en la escuela secundaria; la segunda gran definición vino cuando empecé a estudiar historia y sobre todo en los últimos años de la carrera.

Fue una vocación que fue creciendo y citando a Santiago Cobalió, digo que ‘es el oficio de la pasión’.  La historia es un oficio que tiene mucho de artesanal.  Cuando uno siente el ‘llamado’ -para nombrarlo de alguna manera-, de una determinada actividad es un privilegio, y al mismo tiempo, es un esclavo, porque el que no tiene una vocación puede elegir, sin embargo, cuando uno tiene pasión siente que no puede salir de esa situación.”

Ramona

En 1891, Ernesto Tornquist fundó la Colonia Ramona cuyo plano fue aprobado mediante decreto del 29 de enero de 1894; crearon la Comuna del Pueblo Ramona el 3 de junio de 1898, abarcando una superficie de aproximadamente 101 kilómetros cuadrados.

Festejan las fiestas patronales el 31 de agosto.

“Un orgullo nacional”…

Con ese título, desde el suplemento “La Región” del diario “El Litoral” de la capital santafesina, el sábado 1º de septiembre de 2001 destacaron la dedicación de los alumnos de la Escuela “San José de Calasanz” de Ramona, quienes en 1995 comenzaron un trabajo de investigación sobre la calidad del agua que consumía la población y luego enviaron las conclusiones al Certamen Mundial del Agua organizado en Estocolmo (Suecia).

En 1999, fueron finalistas entre participantes de veintitrés países: Australia, Canadá, Chile, Dinamarca, España, Estados Unidos, Israel, Italia, México, Nigeria, Polonia, Sudáfrica, Suecia, entre otros.

El trabajo enviado por los jóvenes romanenses, titulado Conciencia y agua sintetizaba sucesivas etapas de análisis de agua realizados por la comuna y los alumnos, “en los que se detectó altos índices de arsénico, que superaban el nivel normal”, algo que no es orgullo nacional sino un grave riesgo que lamentablemente afecta a distintas poblaciones como lo han reiterado diversos medios de comunicación tras protestas de vecinos.

El 10 de agosto partieron hacia aquel país del norte europeo y es oportuno reiterar sus nombres, todos jóvenes de 17 años: Claudia Ferrero, Diego Menardi, Mario Moreyra, Vanina Pautasso y Gerardo Peiretti.

Ese concurso es impulsado por la empresa norteamericana ITT Industries Inc. de Tecnología e Ingeniería con el propósito de fomentar la participación de los jóvenes en la observación y debate de temas relacionados con la ecología, principalmente con el cuidado del agua.

Santa Clara de Saguier

Sabido es que el general Julio Argentino Roca estuvo vinculado a grupos políticos dedicados también a la colonización en la provincia de Santa Fe. En 1883, Rafael Escriña fundó una colonia  y la nombró Santa Clara como reconocimiento a la Virgen y a la esposa del general.  Ocho años después, en 1891, en ese lugar fundó el Pueblo el tucumano Ataliva Roca -hijo de José Segundo Roca, bautizado con ese nombre como homenaje al cacique que había auxiliado al padre durante una expedición al Alto Perú-; desde joven dedicado al comercio y durante catorce años legislador en las Cámaras de Diputados y Senadores de la provincia; luego Inspector de Armas, director del Banco Provincia de Santa Fe; hábil vendedor de tierras a los inmigrantes y también diputado nacional…

Es oportuno tener en cuenta que Manuel Quintana, presidente de la Nación en el período 1904-1906, siendo “abogado del Banco de Londres en 1876, por un entredicho entre la sucursal Rosario y el gobierno provincial… había llegado a amenazar al gobierno nacional con movilizar la fuerza naval inglesa estacionada en el Río de la Plata”.

En 1883 se había asociado con Ataliva Roca conocido como un “burgués nacional revolucionario”, pariente del general Roca y encargado de los negocios de la familia, para fundar Rafaela en la provincia de Santa Fe.

Es oportuno reiterar que el historiador Carlos Tur ha destacado que en homenaje a ese socio de Quintana, el irónico Domingo Faustino “Sarmiento propuso reemplazar el verbo ‘coimear’ por ‘atalivar’.”  [16]

 

Para distinguir esa localidad de otras homónimas, la nombraron Santa Clara de Saguier, apellido de socios en aquellas oportunas empresas colonizadoras. Allí también primero constituyeron la Comuna, el 8 de enero de 1887 y el trazado del pueblo fue aprobado cuatro años después, cuando firmaron el decreto del 4 de septiembre de 1891

Festejan las fiestas patronales el 12 de agosto.

San Vicente

José Bernardo Iturraspe en 1883 fundó una colonia con  inmigrantes italianos, en mayoría friulanos, lombardos y piamonteses que se dedicaron a cultivo de cereales y oleaginosas, a explotaciones apícolas y tamberas.

No hay datos precisos sobre tal fundación y suelen reiterar que el nombre habría sido elegido para honrar a San Vicente de Paul.

Sabido es que Vicente de Paul, nació en 1581 en  Pouy (Gazcuña, Francia). Fue un pastor que estudió en una escuela de los frailes franciscanos cercana a su hogar. Estudió en las universidades de Tolosa y Zaragoza. Ordenado sacerdote en 1600, enseñó Teología. Cinco años después, navegaba por el Mediterráneo cuando la embarcación fue asaltada y en Túnez lo vendieron como esclavo a un médico interesado por hallar la piedra filosofal que convertiría todos los metales en oro.  Muerto el alquimista pasó a servir a un “renegado” y logró convencerlo para que volviera a la Fe, juntos huyeron en 1607 a Francia y luego a Roma. Luego volvió a París y estuvo al servicio de los enfermos y de los condenados a las galeras, fundó una Casa Misión.  En 1617 organizó las Cofradías de las Damas de la Caridad y en 1625, la Congregación de la Misión.  Apoyado por Luisa de Marillac -luego reconocida Santa-, fundó la Congregación de las Hijas de la Caridad y siervas de los enfermos pobres o Hermanas Vicentinas.  Vicente murió el 27 de septiembre de 1660.

La Comuna fue creada el 17 de mayo de 1918 y esa jurisdicción abarca 137 kilómetros cuadrados.

Instalaron en esa localidad un taller de herrería donde Juan y Emilio Senor fabricaron la primera máquina cortatrilla en Sudamérica y por tales logros, San Vicente es reconocida como Cuna de la Cosechadora Argentina, y sede de la Fiesta Nacional de la Cosechadora.  Está situada a cien kilómetros al oeste de la capital santafesina, a cincuenta de Rafaela, cabecera del departamento Castellanos.

Cosechadoras Bernardín

En el seno de una familia de inmigrantes italianos, quince días después de la llegada a San Vicente, el 22 de febrero de 1892 nació Andrés Bernardín.  Desde la adolescencia interesado por la mecánica, trabajó en la herrería de Senor y en 1922, con su esposa diseñaron una máquina de arrastre obteniendo tres años después la patente de la primera cosechadora de arrastre Bernardín. Constituyó una sociedad con Vicente Boffelli y Ángel Rébola, denominada “Bernardín y Cía” y en 1938 presentaron la primera cosechadora automotriz.  Al año siguiente comenzó la guerra en Europa y en 1943 disolvieron la sociedad, quedando Andrés Bernardín con inmuebles y herramientas para dedicarse exclusivamente a la reforma de cosechadoras de arrastre en automotrices y en consecuencia, cientos de obreros quedaron cesantes.

En 1947 durante el apogeo de la post-guerra, formaron una nueva empresa “Cosechadoras Bernardín Soc. Resp. Lda.” integrada por Savoré Hnos., Alfredo Grassi, Juan Cappelli, Alfredo Callón, Vicente y Rogelio Boffelli, Agustín Bertone y Nicolás Ghirardi.

En 1950, murió don Andrés Bernardín y desde el diario “El Litoral” de la capital santafesina, el sábado 28 de agosto de 1998 al recordar su trayectoria destacaron que “fallece a los 58 años de edad, dejando un vacío muy grande en la historia de la industria y del campo lugareños.”

  Doctor Alfredo Grassi

Alfredo Grassi, descendiente de inmigrantes italianos tenia diecinueve años cuando estudiaba Medicina y al declararse la primera guerra mundial decidió viajar a Italia para colaborar en la resistencia. Desde el diario “El Litoral”, en el suplemento del sábado 28 de marzo de 1998 destacaron esa decisión e informaron que estuvo “acorralado por la muerte en muchas oportunidades hasta que en 1918 es llevado al campo de concentración austríaco. Allí descubre la verdadera crueldad de la guerra.

Al finalizar la contiende mundial vuelve a Roma, donde recibe su título de médico cirujano.  En 1922 regresó a la Argentina” y al año siguiente se radicó en San Vicente dedicándose a su profesión y a la política. En 1963 asumió la vicepresidencia del Banco de Buenos Aires y tres años después, se radicó en Carlos Paz (provincia de Córdoba).

“El 13 de agosto de 1982, a los 87 años, fallece lejos de su pueblo, lejos de los sanvicentinos y alejado de sus afectos”.

Sunchales

En continuas campañas para controlar a la población aborigen fueron construyendo fortines y fuertes que servían como base estratégica para el asentamiento de algunas familias.  En tierras del noroeste santafesino donde estaba instalado el Fortín “La Virreina” para proteger la frontera en el camino hacia Santiago del Estero, en 1776 había aproximadamente veinticuatro viviendas y la falta de recursos demoró la construcción del Fuerte que era necesario para custodiar también las fronteras con Córdoba.  El Teniente de Gobernador Prudencio de Gastañaduy ordenó en 1796 la construcción de un “Fuerte de Primer Orden” que según la Real Cédula debía tener un mangrullo y vivienda para alojar a sesenta guardias.  Lo nombraron Fuerte de Los Sunchales por la abundancia de los juncos o sunchos que crecían en ese lugar. Por su categoría, en los alrededores instalaron pulperías, comercios, herrerías y un puesto para relevo de carretas para seguir avanzando hacia el norte o el suroeste. A fines de ese siglo el teniente de gobernador Gastañaduy ordenó la construcción del templo, y hay información acerca de que en ese tiempo vivían en Los Sunchales aproximadamente 1.113 personas de acuerdo al censo de población que habían realizado.

Los sucesos del 25 de mayo de 1810 y la asunción de nuevas autoridades no dependientes de la Corona española, repercutió en ese territorio porque prácticamente el fuerte fue desmantelado y abandonado soportando luego más destrucción por acciones de los aborígenes.  En 1886, el gobernador doctor José Gálvez impulsó la refundación de colonias y el asentamiento en nuevos pueblos. Ese año, don Carlos Christiani sobre aquellas ruinas fundó el Pueblo Sunchales y meses después, el 15 de junio de 1887 inauguraron la “Estación Sunchales” del Ferrocarril Central Argentina, en la línea Buenos Aires-Tucumán.

Dos años después, el 30 de marzo de 1890 se constituyó la Comisión de Fomento, instalaron el Juzgado de Paz, la Receptoría de renta y varias oficinas públicas. Ese año, el gobierno provincial aprobó la fundación de Pueblo Sunchales mediante decreto del 18 de agosto.   Desde entonces, se ha destacado como cabecera de un distrito de óptima producción tambera.  Funcionaron las Cooperativas Sunchales, Sunchales Norte, La Valiente, El Fortín y La Manuelita -entre otras- y el 17 de septiembre de 1938 firmaron los acuerdos para poner en marcha la Fábrica de Manteca SanCor Cooperativas Unidas Ltda., que incluyó a dieciséis unidades primarias de las provincias de Santa Fe y Córdoba.  Esas actividades fueron generando sucesivos proyectos, en noviembre de 1944 constituyeron la Cooperativa Limitada de Carne y meses después, el 21 de diciembre de 1945 en dependencias de SanCor inauguraron los servicios de la Cooperativa de Seguros Ltda. que luego funcionó como entidad autónoma extendiendo la primera póliza en 1947, como lo ha destacado Susana Beatriz Grassino en su Análisis Integral de la Provincia de Santa Fe, editado en 1986.

En esta localidad, el movimiento Cooperativista abarcó también áreas de Consumo y Producción (1953), servicios de Electricidad en 1957…

Sunchales abarca una extensión de 373 kilómetros cuadrados y fue declarada ciudad mediante decreto del 16 de octubre de 1967. Limita al norte con Raquel y Tacural, al sur con Colonia Aldao, Egusquiza y Lehmann; al este con Humberto Primero y Ataliva y al oeste con Tacurales y Hugentobler.

Desde el 7 de octubre de 1974 fue declarada “Capital Provincial del Cooperativismo.”

 

(Memoria insoslayable:  El 17 de septiembre de 1938 se fundó la cooperativa de cooperativas SanCor –uniones de Santa Fe y Córdoba- y dos años después, inauguraron la primera fábrica de manteca en Sunchales, sede de la actual administración. Continuó el crecimiento durante esa década, en 1949 pusieron en marcha la fábrica de manteca de Cnel. Charlone en la provincia de Buenos Aires; en 1953 instalaron una oficina en Nueva York (EEUU) para el comercio internacional, y abrieron sucursales de venta en la capital federal y en distintas provincias. En 1962 empezaron a elaborar leche pasteurizada en Sunchales y al año siguiente inauguraron la primera fábrica de leche en polvo y comenzaron a  elaborar dulce de leche y quesos. En 1970 incorporaron al mercado yogures, postres y flanes.  Con sede en San Pablo, instalaron SanCor do Brasil.  En 1994 fue la primera cooperativa que en la Argentina emitió obligaciones negociables y a fines de ese siglo, constituyeron SanCor Daily Corporation, empresa receptora de licencias de importación de Argentina y Estados Unidos. En el 2005, refinanciaron los pasivos financieros y el 11 de noviembre de 2006 distintos medios informaron que Adecoagro proponía asociarse a SanCor a cambio del 62,5% de  la empresa. Desde Venezuela opinó el presidente Hugo Chávez cuando ya estaban convocadas las elecciones en ese país y anticipó que podrían dar un crédito para que continuara como Cooperativa… Aquí se impone una pausa y los hechos irán revelando cómo continúa esa historia de la Historia.)

 

Ocaso del siglo XX…

El intendente Doctor Oscar Abel Trinchieri -abogado, nombrado Pancho desde la niñez-, durante un acto público presentó los primeros proyectos del Plan Estratégico de Sunchales.  Asistieron el senador provincial C.P.N. Omar Ángel Perotti; Juan Delbino presidente del Consejo General del PES e intendentes y presidentes comunales de la región.

En esas circunstancias el doctor Trinchieri describió sucintamente los siete programas previstos en el citado Plan, datos publicados en “La Región” del diario “El Litoral” de Santa Fe de la Vera Cruz, en la edición del sábado 15 de enero de 2000 y que aquí son reiterados:

  • Programa de renovación del espacio público: Revitalización del área central, integración barrial e integración del área urbana y suburbana.
  • Programa de Gestión Urbana Ambiental Participativa: Nuevo pacto ambiental, concientización” (concienciación) “y sensibilización en el cuidado del medio ambiente, centro de servicios para el transporte de pasajeros y cargas, consolidación y ampliación del área de promoción industrial y gestión del proyecto de protección contra inundaciones.
  • Programa de Educación Innovadora. Red de servicios para la atención de la diversidad, sistema local de ofertas y servicios educativos, instituto tecnológico para el desarrollo de la lechería, educación superior a distancia de la Universidad Nacional del Litoral y red de educación no formal.
  • Programa de Promoción de la Cultura y la Identidad Local: recuperación de la memoria de la ciudad, promoción de actividades culturales y deportivas, promoción de fiestas populares y promoción de actividades productivas.
  • Programa de Fortalecimiento del Sector Productivo.: Desarrollo y fortalecimiento de la pequeña y mediana empresa, incubadora de empresas, microemprendimientos productivos de carácter social, capacitación y asesoramiento a Pymes, apoyo al desarrollo productivo, sistema de información y oficina de empleo.
  • Programa de Fortalecimiento Institucional: sistema local de salud integrado, desarrollo habitacional, centro de cuidado infantil, fortalecimiento de líderes comunitarios y microplanificación barrial.
  • Programa de Fortalecimiento del Sector Rural y Gestión de Proyectos Regionales.

Susana

Don Guillermo Lehmann fundó varios pueblos, entre ellos en 1881 el nombrado Susana cuya comuna se integró el 2 de diciembre de 1886 y el plano fue aprobado mediante decreto del 27 de abril de 1901.

Andrea Bauducco desde La Región del diario “El Litoral” de Santa Fe, el viernes 30 de abril de 1999 destacó que Susana Rodríguez -hermana de Rafaela también nombre de otra localidad santafesina-, “fue esposa del presidente la Nación Manuel Quintana, quien murió en el ejercicio del poder”.

Es oportuno destacar una vez más que el electo presidente Manuel Quintana (1904-1906), siendo “abogado del Banco de Londres en 1876, por un entredicho entre la sucursal Rosario y el gobierno provincial… había llegado a amenazar al gobierno nacional con movilizar la fuerza naval inglesa estacionada en el Río de la Plata”.

“El Conde” reposa en Susana…

Es oportuno rememorar un relato del historiador Omar F. Luchini, siendo a fines de 1996, presidente de la vecinal del Barrio “San Martín” de Rafaela.

El 28 de abril de 1928, falleció el “nostalgioso inmigrante que, gracias a su esfuerzo, amasó una sólida fortuna por la que se ganó el mote de El Conde.

Domingo Mainero, hijo de Chiafredo Mainero y de Catalina Racca, había nacido en Pinerolo (Piamonte, Italia) fue bautizado en 1842 “en la pila bautismal de una rústica iglesia”.  Desde el puerto de Génova (región de Liguria), partió con su esposa y llegó al río de la Plata como tantos, con el propósito de “hacer la América”.  Se radicó en Colonia San Miguel, pequeño pueblo fundado por Martín Irigoyen en 1893, planos aprobados el 10 de junio de ese año, actualmente perteneciente al departamento Castellanos. Allí compró tierras y dedicado al cultivo de cereales, sucesivas cosechas le permitieron “formar fortuna, la que se tornó inmensa, permitiéndole una vida verdaderamente desahogada”.

En Rafaela había comprado “media manzana” en el Barrio San Martín (calles Falucho, Viamonte y 12 de octubre” donde  lo nombraban Parín por “su bonhomía y solidaridad”, mientras crecieron sus cinco hijos: “Domingo, Bartolomé, Chiafredo, Ana y Ludovica”.  Celebraba el cumpleaños con animadas fiestas invitando a vecinos, parientes y amigos quienes disfrutaban escuchando “la primera banda de música” de Rafaela.  Usaba “costosos trajes” y compró el primer automóvil cero kilómetro que llegó a esa localidad, retirado de la agencia Picasso y Cía, ya desaparecida.  Viudo a los sesenta y seis años, su nieta Ana casada con Antonio Chiosso convivió en aquella casa hasta que el joven matrimonio construyó su vivienda en otra media manzana regalada por el abuelo. Nacieron los bisnietos, Rosa -luego casada con Francisco Rosetti, conocido comerciante”; luego Dora, Nélida, Antonia, Amelio y Jacinto, a fines del 1996 residente en San Francisco, provincia de Córdoba. El Conde murió el 28 de abril de 1928 y “sus restos fueron transportados en un carruaje arrastrado por briosos corceles hasta la localidad vecina de Susana, donde también se reconoció su esfuerzo, tesón, enjundia y amor a esta tierra de paz y promisión”.

Vila

Pueblo fundado en 1888 por Nicasio Vila y al año siguiente, el gobierno provincial aprobó los planos mediante el decreto del 5 de junio de 1889.

El 27 de julio de 1891 constituyeron la comuna.  Durante medio siglo, esa localidad estuvo comunicada por el Tranvía a Vapor que vinculaba Rafaela con Coronel Fraga y San Francisco.  El pueblo celebra sus fiestas patronales el 24 de abril.

A fines del siglo XX, el poeta rafaelino Fidel Montruccio, dejó este poético testimonio:

El canal

Las zanjas borrosas, encastradas eternamente

en el mundo y en mi memoria.

El arte de la pesca mañosa, rústica, de mi pueblito,

que es un saber único en el Universo de universos de universos.

La certeza de que ese arte morirá en nosotros, sus últimos practicantes.

El camalote, el junto, el amorseco, el cadillo,

la chica y el maicillo y las ideas

que nos sirvieron

para usarlos o evitarlos,

reconocerlos y nombrarlos.

La creencia de que nuestros descendientes

recibirán esas ignorancias sabias

de nuestras bocas

y gustarán de ellas.

La secuencia de sequías e inundaciones

puteada a los cuatro vientos.

Una anguila en el anzuelo

y ese anzuelo en la tripa

de otra anguila y en la lengua clara y dura

de un dientudo que jamás comí.

El nido del cascarudo, la baba de la lombriz, el escape

del sábado fugaz, la explotación del recurso mojarra,

el ataque

invisible y ponzoñoso del moncholo; y tú

descubriendo la poesía de las cosas.

Y tú riéndome, retándome, hace años, recién y después.

Todo eso se encontró en una gota

de un rocío viejo en Vila, el simple sol

lo reflejó por un instante en mis ojos,

y me

cegó.

“La Región” del diario “El Litoral”

Sábado 7 de octubre de 2000.

Santa Fe de al Vera Cruz.

Departamento Garay

Hernando Arias de Saavedra, más conocido como Hernandarias, casado con una hija del fundador de Santa Fe, en 1516 logró reunir a familias de “calchines” encomendándole a un franciscano esa Reducción de San Miguel que luego desapareció. En tiempos del gobernador Estanislao López, la ciudad de Santa Fe de la Vera Cruz fue invadida en diversas circunstancias por algunas tribus del norte y en consecuencia, en 1834 ordenó la instalación de la Reducción de San Javier con “calchines” y “mocovíes” que estaban desorganizados en esa zona tras la expulsión de los jesuitas en 1767 por el virrey Bucarelli cumpliendo las órdenes del rey Carlos III de España.

Como suele suceder, gobiernos posteriores dieron órdenes y contraórdenes: Juan Pablo López en 1856 ordenó que retornaran a San Javier; cuatro años después Rosendo María Fraga dispuso que volvieran a los pagos de “los calchines” y en 1861 el gobernador Pascual Rosas dispuso el retorno de la misión a San Javier sin tener en cuenta que esas familias ya no toleraban tantos traslados y a las órdenes del cacique José Rojas se asentaron en el lugar de la primitiva reducción de San Miguel.  El gobernador Rosas mediante un decreto fundó allí el Pueblo de Santa Rosa y nombró al fraile Antonio Rossi como párroco, lógicamente con la responsabilidad de lograr la construcción del templo.  Era un italiano nacido en Novegigola y en 1808 estuvo en el Colegio de Santa Rosa de Ocoppa, en Perú.  Luego pasó al Convento de San Carlos en el sur santafesino y desde allí fue trasladado a Santa Rosa logrando la terminación de la iglesia con sus dos torres frontales y celebrando la bendición el 15 de agosto de 1863.  Sabido es que este perseverante fraile murió en 1886 en el Convento de San Carlos y que el 28 de agosto de 1999 sus restos fueron recibidos en Santa Rosa de Calchines por una comunidad que se había movilizado para que los depositaran en el mausoleo construido con ese fin.  En esas circunstancias, el templo fue declarado Monumento Histórico Provincial.

En la edición del semanario del diario “El Litoral”, el sábado 11 de septiembre de 1999, la crónica elaborada por Fernando Marchi, titulada La presencia del pasado, terminó así: “…Las generaciones aquí paridas o renacidas tienen un don: la memoria infinita de su terruño hundido como una estaca en el pecho.  Bien decía el padre Nazario Mendoza:

“¡Ah…! quién te podrá olvidar

sólo aquella alma perdida

que ha equivocado su vida

y le duele al regresar

porque teme allí encontrar

aquellos límpidos ojos

que miran, ¡ay… sin enojos!

Mas si su esperanza alienta

volverá ¡lo juro!, un treinta

y ante sus plantas de hinojos”.

Saladero Cabal

En 1871, Mariano Cabal y Patricio Cullen lograron que diez familias suizas, francesas y alemanas se instalaran a orillas del río San Javier, en la Colonia Estancia Grande, con la intención de que luego se incorporaran otras ocho también constituidas por inmigrantes.

Ambos en 1882 junto a Eugenio Alemán y Eduardo Legarreta, decidieron establecer en ese lugar un saladero. Ha reiterado Carlos Medera en una crónica publicada en “La Región” del diario “El Litoral” de la capital santafesina, que el 15 de noviembre de 1885 comenzó la matanza en el establecimiento “Compañía Internacional de Carne Conservada de la provincia de Santa Fe Saladero San Javier” y tres años después, “faenaron 30 mil bovinos y 4 mil yeguarizos, realizando las transformaciones necesarias, lo que hace que en 1905 se convierta en una industria floreciente, pero ese año se produce la más devastadora creciente que se recuerda y la producción queda paralizada”.  Al año siguiente, ese saladero es adquirido por la Compañía Brovil, empresa con capitales de origen inglés -la misma que compró el saladero de Santa Elena en la provincia de Entre Ríos- y continuaron con la faena hasta 1909, en los siguientes desmantelaron esas instalaciones y con el cierre definitivo quedaron aproximadamente 33 mil hectáreas para cría de ganado que trasladaban para la faena a la planta entrerriana.  Sin posibilidades de trabajo se generó el éxodo hasta que en 1960, la empresa Bovril vendió parte de esas tierras a una inmobiliaria que vendió los edificios y lotes, adquiridos por familias provenientes de San Justo, luego llegaron desde Rafaela, Esperanza, Laguna Paiva y Helvecia.  Hasta 1993, ese distrito dependía de la comuna de Helvecia y por iniciativa del senador Duilio Pignata, representante del departamento Garay, el 30 de noviembre de 1993 mediante la ley Nº 1108 se creó la Comuna de Saladero Mariano Cabal.

Esa localidad que había soportado los efectos de las nefastas crecientes de 1929, 1966, 1983, en 1990 ante los enormes riesgos para la población generó la necesidad de actuar solidariamente y así se generó la Asociación Vecinal Mariano Cabal, fundada el 14 de mayo de ese año.  Al año siguiente con equipos propios lograron comunicarse a la red nacional de telecomunicaciones y ya disponen de una red eléctrica mejorada con iluminación a gas de mercurio.   También soportaron los efectos de la creciente de 1992…

 

Departamento General López

Rufino

Tierras que habían pertenecido a la provincia de Córdoba, mediante un fallo de la Corte Suprema de Justicia pasaron a la jurisdicción de Santa Fe.  En 1886, Gerónimo Segundo y Francisco Mercedes Rufino elaboraron un plano y lo presentaron al gobierno con el propósito de fundar un pueblo. En ese tiempo habían inaugurado el ferrocarril “Buenos Aires al Pacífico” (luego “San Martín”) y en la línea Buenos Aires-Mendoza habilitaron la Estación Rufino el 8 de octubre de 1886.  Ese mismo año lo aprobó el gobernador Dr. José Gálvez y dos años después, los hermanos concretaron la fundación de Pueblo Rufino con aprobación del gobierno mediante decreto del 29 de marzo de 1889.

El 1º de octubre de 1890 crearon la Comisión de Fomento. El gobernador doctor Pedro Gómez Cello firmó el decreto del 25 de octubre de 1929 declarándola ciudad y convocaron a la población para la inscripción en el registro electoral. Abarca una superficie de aproximadamente 1.045 kilómetros cuadrados, limita al norte con el distrito de Sancti Spiritu, al este con los distritos Aarón Castellanos y Lazzarino; al oeste con la provincia de Córdoba y al sur con la provincia de Buenos Aires.

 

Departamento General Obligado

El estudioso Gastón Gori -seudónimo del doctor Pedro Raúl Marangoni, nacido en Esperanza, provincia de Santa Fe, Argentina, el 17 de noviembre de 1915- celebró su octogésimo octavo cumpleaños con igual cantidad de libros editados, varios de poesía y narrativa, interesantes ensayos sobre Colonización en la Argentina; una aproximación al tema Hernandiano refiriéndose a la ley sobre vagos y mal entretenidos que autorizaba a detener a quien transitara sin llevar la papeleta, incorporándolos a servicios gratuitos en estancias o a las guardias de seguridad… Gastón Gori inició su Último Vuelo a las 10:15 del miércoles 17 de noviembre de 2004, día del 89º aniversario de su nacimiento.

 

El ejemplo de “La Forestal”…

Entre sus obras más consultadas hay que mencionar “La Forestal – Tragedia del quebracho colorado”. Gastón se refirió a la “ley del 9 de agosto de 1871” e  insiste en que aquel negocio pudo ser también un negociado… acordado con Murrieta y Cía.

Destaca cómo esa ley “sobre exención de impuestos a las colonias agrícolas” fue relacionada “con las tierras que se vendían” y que pasarían a ser de la compañía dueña de La Forestal.  El art. 1º de esa ley establece:

“Todas las colonias agrícolas establecidas o que se establecieran en lo sucesivo en la provincia, sea en terreno de propiedad fiscal o de particulares, quedarán exentas de todo impuesto directo por el término de tres años desde su fundación (luego establece como límite norte la colonia de Helvecia).  En el artículo 2º se establecía que las colonias  las establecidas o a establecerse fuera de ese límite y aclara Gastón: (“era el caso de las tierras escrituradas) gozarán de la misma exención y de la de todo otro impuesto sobre sus productos por el término de cinco años.  Art. 3º Estas concesiones son sin perjuicio de los impuestos municipales que ellas mismas propongan para beneficio común.  Art. 4º: Esta ley no perjudica los derechos adquiridos por contratos o leyes preexistentes”.

¿Fue para “colonizar”?…

Plantea luego Gastón: “Lo que no podremos saber, porque no quedó documentación, es si el apoderado de la provincia o por la intervención de Juan Bautista Alberdi, trató de incluir en las cláusulas del contrato la obligación de colonizar”.

En esas páginas -reiteración de la edición de 1965-, el gigante de las letras advierte:

“Todavía, transcurrido casi un siglo, subsisten serios problemas sociales y económicos derivados de aquellos desaciertos.

Allí pueden aprender los legisladores la lección de la Historia y aplicar férreamente en el presente los resultados de su enseñanza.

La vieja maestra de la vida -como se llama a la Historia- debe ser, por sobre todo, la maestra que oriente a los que gobiernan.  Ella forma a los grandes estadistas cuando saben aprovechar de su magisterio el movimiento progresivo de los pueblos; y cuando logran llevarlos, con manos seguras, a su porvenir, sin mirar hacia atrás lo antiguo que desmoronan para construir, en beneficio de la nación, los tiempos nuevos.”  [17]

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Consecuencias de un empréstito del exterior…

En La Forestal, Gastón describe las consecuencias de un crédito del exterior que derivó en un próspero negocio para los ingleses integrantes de la sociedad Murrieta y Cía. y también alude a ese vergonzante trámite en su libro sobre la agonía, donde destaca que “Hasta el año 1906 tenemos el dato bastante aproximado a los 5.032.000 quebrachos talados en un período de cuarenta años que abarcan los primeros años de funcionamiento de la Compañía de tierras, maderas y ferrocarriles La Forestal.  También es imposible saber cuál fue la intensidad de la explotación del quebracho en la fábrica ‘ubicada al norte de San Justo’ de que era propietario Benito Pinasco o Kemmerich del que la historia perdió sus rastros para investigar los datos necesarios, porque al tratarse de una empresa privada no quedó documentación en el archivo provincial.”   [18]

Tras continuas investigaciones, Gastón comprobó que en 1904 se formó la “Argentine Quebracho Company”, en las tierras que había recorrido el agrimensor Ricardo Fuster (que intervino en las mensuras de los primeros lotes destinados a inmigrante colonizadores en la segunda década del siglo diecinueve) y que según informó: “…son inmensos bosques de quebracho colorado, alternando con aberturas ricas en pastos tiernos”.

Precisamente lo que necesitaba esa Compañía, al decir de Gastón: “una extensión de 278.247 hectáreas ubicadas al norte del latifundio que fuera de los herederos de José Gálvez y de E. Gálvez de Llambi Campbell”…  [19]

Tanino y cueros: elementos para estrategias de guerra…

Comenzó en 1914 la primera guerra mundial y refiriéndose a las cuatro fábricas de la Forestal instaladas en la provincia de Santa Fe, Gori ha reiterado que “en 1916 la empresa revelara al periodismo, los resultados de un balance de ganancia ‘estupendo’. Detrás de sus cifras millonarias en libras esterlinas, podría pensarse en el tronar de los cañones de la primera guerra mundial 1914-1918, y en el ruido mortal de los hachazos derrumbando quebrachos que curtiendo cueros con su tanino, serían material estratégico participando con él la Argentina en la fabricación europea de millones de botas para los soldados de todos los países en guerra, y arreos, y monturas para otras decenas de miles de animales de las novedosas formaciones bélicas de la caballería uniformada.

No es extraño que desde los años en que se conociera en Alemania y Francia; (hipotéticas enemigas de entonces) la riqueza en tanino de nuestro quebracho colorado, se lo haya tenido en cuenta para equipar mejor a sus soldados y para aumentar la capacidad de la caballería, utilizando también la información de la abundancia del cuero vacuno.”

Consecuencias de la guerra…

“Mientras tanto nuestros políticos seguían gobernando con mentalidad de estancieros nuevos ricos, ignorando las enormes posibilidades de las industrias que ya existían levantadas con capitales autóctonos y brazos de trashumantes aborígenes.  Y el pueblo ignoró que esa riqueza del quebracho colorado fue sacrificada, convertida en material estratégico durante la guerra de 1914/1918, cuyo desarrollo y cuyo final también nos incumbió cuando al pagar Alemania parte de la indemnización por la guerra donde fuera vencida, con acciones de La Forestal, entonces mayoritarias en manos de ese país, pasaron a otras manos en Londres, cambió la bandera y el idioma en las fábricas de tanino y en los montes de quebrachos, que, no obstante ese cambio, continuaron resonando los hachazos y el ruidoso derrumbe de los árboles gigantes esplendorosos siempre derrotados por los gigantes del dinero…”   [20]

Destacó Gastón Gori: “Vivir en nuestros montes, era cumplir el principio de derrumbar para construir… extinguir la vida vegetal de los quebrachos colorados, para fundar la energía de la vida industrial.  Por un lado la paciente y hermosa labor de la naturaleza y por el otro la aptitud científica y técnica del hombre para destruirla movido por su destino de gran parásito aprovechador de la flora y la fauna…”

Bosques talados y pueblos vencidos…

La Forestal también se fue transformando y cuando cesó en 1965, era La Forestal Argentina… en la “Cuña boscosa” santafesina concluía aquella explotación ya que sólo quedaban “100.000 hectáreas que, con cierta cantidad aún de bosque, fue adquirida por el gobierno de Santa Fe.

Si ajustamos como posible el talamiento de 5.030.000 que desde 1895 a 1965, toda la explotación subsiguiente se efectúa bajo destinos del quebracho ajenos a la Industria del tanino hasta entonces ininterrumpida desde 1895. ”  [21]

Una esperanza…

Concluye Gastón su conmovedor relato acerca de la agonía del quebracho, expresando:

“Levantan el pensamiento los ejemplos de trabajo que enaltecen la condición humana.  Sabemos que no todo está bien.  No todo es bello y justo.

Los males que padecemos aún en nuestra sociedad son los ideales incumplidos que nos faltan”.

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Avellaneda

En tierras donde estuvo instalada la Reducción de San Jerónimo, en 1869 un grupo de inmigrantes fundaron la colonia Agrícola Ausonia y comenzaron sus explotaciones forestales, fabricaron carbón hasta que dos años después fueron acosados por los aborígenes que defendiendo sus tierras los obligaron a abandonar ese lugar.

El impulso generado por el presidente Nicolás Avellaneda (1874-1880) al ser promulgada la ley referida a la inmigración y fundación de colonias agrícolas, estimuló a las compañías europeas que se dedicaban a esos negocios y el 28 de diciembre de 1878 llegó al puerto de Buenos Aires un contingente de friulanos a fin de instalarse en el norte santafesino, en la legendaria Ausonia.  Para navegar por el río Paraná necesitaban embarcaciones de menor tamaño y en el vapor “Río Paraná” llegaron hasta Goya, cruzaron en balsas hasta el puerto Reconquista y después fueron trasladados en precarias carretas hasta aquellas ruinas que los conmovieron el 18 de enero de 1879. Tres años después aprobaron los planos y la Comisión de Fomento fue constituida el 22 de diciembre de 1890, año de la organización de la Compañía de Aceites Vegetales que contribuyó al desarrollo industrial y comercial de esa zona.  Decidida la ampliación de las vías del ferrocarril Santa Fe en el ramal Reconquista a Lanteri, en 1912 habilitaron la Estación Ewald, nombre que recuerda de Luis Ewald, presidente del Consejo de Administración de esa empresa ferroviaria, con sede en París, Francia en el decenio 1899 y 1909.

El 31 de diciembre de 1870 fue declarada ciudad.  Abarca una extensión de 1.098 kilómetros cuadrados.

Malabrigo

El antropólogo y cronista Martín Dobrizhoffer, destacó que los abipones nombraban Neboquelatél al arroyo luego reconocido como Mal Abrigo o Malabrigo probablemente por el conquistador español Juan Gregorio Bazán que pasó por ese lugar en 1568, en viaje desde Santiago del Estero a Asunción del Paraguay dejando ahí “un frasquito y una cruz de algarrobo” que fue hallada por el vizcaíno Juan de Garay al llegar a ese sitio en 1574, año siguiente a la fundación de la ciudad de Santa Fe (domingo 15 de noviembre de 1573).

En 1895, la Compañía Ferroviaria Fives Lille inauguró la Estación Malabrigo y dos años después, Federico Sigel fundó en ese lugar la Colonia Ella.

Entre 1898 y 1912, Malabrigo y Berna tuvieron compartida la “jurisdicción comunal” y ese año, se logró que en Malabrigo asumiera Juan O’Connor, primer jefe comunal autónomo.

Entre tantas historias, mitos y leyendas difundidos en torno al origen de los pueblos se reitera lo expresado por Martín Dobrizhoffer acerca del nombre primitivo del arroyo: Neboquelatél que en el lenguaje abipón era una alusión a “agua madre de las palmas” porque aportaba humedad a las palmeras que crecían en las orillas.

En consecuencia, en el siglo veinte que se ha caracterizado por sus contrastes e incoherencias, se escribió esa doble denominación en los carteles que se colocaron sobre las rutas mientras las aguas del arroyo seguían su natural curso.  Esa decisión impulsó a una persona muy imaginativa y se intentó rebautizar a esa localidad con el nombre abipón pero como suele suceder, sólo quedó en un proyecto. Es oportuno tener en cuenta que mediante la ley Nº 5.700 promulgada el 24 de octubre de 1964 por el gobernador Dr. Aldo Tessio, se estableció que “para los casos de localidades de doble denominación se debía optar por el topónimo más antiguo y de uso cotidiano entre sus habitantes, como en el caso de Colonia Ella y Malabrigo”.  [22]

El 18 de junio de 1987 se sancionó la ley Nº 9927 reconociendo a Malabrigo la jerarquía de ciudad y allí celebran anualmente la “Fiesta Provincial del Citrus”.

Legado para el año 2047…

Al celebrar el centenario de la fundación de Malabrigo, el 18 de junio de 1997, los vecinos de esa localidad se reunieron alrededor del monolito y la cripta que hicieron construir en la intersección de la Ruta Nacional Nº 1 y la avenida Sylvestre Begnis con el propósito de colocar al año siguiente con la necesaria protección, fotografías, notas periodísticas, filmaciones y objetos representativos de la historia lugareña.

El 30 de abril de 1998, se reunieron para acordar qué elementos dejarían como testimonio para quienes celebraran el sesquicentenario.

Nicanor Molinas

Pueblo fundado en 1892 por el Banco de Crédito Territorial y Agrícola, trámite aprobado mediante decreto del 9 de agosto de ese año.

En esta localidad del departamento General Obligado, algunos vecinos denunciaron en 1994 el hallazgo de restos óseos humanos prácticamente “descubiertos” por la erosión generada por escurrimiento de las aguas. Estudios posteriores realizados por especialistas de la Universidad Nacional de Rosario, indican que los cadáveres eran enterrados “en posición decúbito dorsal y dirección noreste-suroeste”.

Reconquista

El general Manuel Obligado en 1871 logró desalojar a la mayoría de las tribus que se rebelaban defendiendo sus tierras.  El 27 de abril de 1872 llegó hasta la antigua reducción de San Jerónimo del Rey -floreciente en 1748-, y fundó un pueblo y colonia agrícola.

Eligió un nombre simbólico para ese lugar: Reconquista.

Desde entonces, inmigrantes austriacos e italianos -entre otros-, siguieron poblando esa zona y se dedicaron a la agricultura, ganadería o explotaciones forestales.

Al departamento Reconquista, en el año 1907 le cambiaron el nombre como homenaje, nombrándolo Departamento General Obligado.

Reconquista fue declarada ciudad en 1921.

Barrios y el eco de una campana…

(En esta aproximación a la historia de Reconquista, necesito expresar que Amalia Torossi es nacida en Reconquista y casada con Oscar Virginio Leonhardt, fueron padres de María, Graciela, Beatriz y Alberto; son abuelos de ocho nietos, entre ellos Graciela María Marta, Patricia María Eugenia y Ricardo Carlos  Eduardo Fontanini Leonhardt.  A ellos dedico estas transcripciones de testimonio acerca del Barrio Chapero, fundado en 1928…)

 

Barrio Chapero

“Sabás Chapero y Jesusa Traviesas, españoles ambos, se conocieron y contrajeron matrimonio en tierras reconquistenses.  Dedicado a la fabricación de ladrillos y a la construcción, Sabás construyó lo que fuera el altillo de Picech, en la esquina de 9 de Julio y Pueyrredón”… En 1915 se trasladaron a “El Sombrerito” dedicándose al comercio y luego compró campos en Las Garzas, crió ganado, cultivó y taló montes hasta al año siguiente debiendo sus cinco hijos asistir a la escuela volvieron a Reconquista y vivieron en una casa de calle General López esquina Urquiza.

Los sucesores de Mosset Iturraspe en 1922 decidieron vender los terrenos ubicados al sur de la estación y Sabás Chapero que anteriormente había ocupado algunos en concesión, optó por vender sus propiedades en Las Garzas para instalarse otra vez con ladrillería y una fábrica de escobas.  Falleció en 1926 y Jesusa prefirió trasladarse al otro sector de la ciudad.

Iniciativas y  tesón de una mujer…

Jesusa Traviesas de Chapero, asesorada por el agrimensor Arturo Kaenel, junto a sus hijos Alejandro y Emilio -tenedores de libros-, Abel, Consuelo y Esther dedicados al magisterio, impulsó el establecimiento de un barrio y subdivididas las tierras logró la autorización del gobierno provincial para la venta de los lotes en 1928 y así se generó el Barrio Chapero. Doña Jesusa de acuerdo al testimonio de la vecina Leonarda Benítez de Saucedo, “pagó su terreno con dinero obtenido en humildes trabajos realizados: cosechera, lavandera, planchadora y más tarde, como costurera de Casa Azulay… tuvo dos máquinas de coser: una Singer y otra Neome” y destaca luego:

“Doña Jesusa me decía: ‘No te preocupes, pagame como podés. Uno de mis chicos iba a vender diarios y doña Jesusa los esperaba siempre con la taza de café con leche.  Era una señora muy buena.”

 

Jesusa Traviesas de Chapero, donó terrenos para la capilla y la escuela, actitud recordada a fines del siglo veinte por el vecino Ricardo Verón, comprador de un terreno “a dos pesos el metro cuadrado”, quien durante un diálogo expresó:

“-Me dijo que iba a dar un lote para hacer la escuela y que deseaba que en el barrio se instalaran pequeñas industrias.”

 

Su hija Consuelo Chapero fue la primera directora de la Escuela Nº 348 y Alejandro fue un entusiasta colaborador en la capilla, en la vecinal y el club deportivo.

En la elaboración de esta historia colaboraron a fines del siglo veinte cuatro destacados escritores de esa ciudad: Pablo Alcides Pila, Florentino Hernández, Carlos Verrastro y Julio M. Luis.

Entre los primeros pobladores han mencionado a Tozzi, empleado en la ladrillería; José del Zotto -“al oeste de la calle Olessio y en terrenos que entonces figuraban como pertenecientes a Colonia Reconquista” actual Barrio San José-. Siendo empleados del ferrocarril, llegaron Barán Szimansky -luego comerciante-, Acquaoli, Villa, Quintana, Piekars, Saniga y Jesús Benítez. Otras familias: Argüelles, Marti, Viganotti, Correa, Sandoval, Czubarko Coccioli, Muchut, Gutiérrez, Bais, Moreira, Albrecht, Flores, Gregoret, Rivero y Maidana.  Por testimonios de sus hijos, sabido es que Héctor Viganotti pagó el terreno con lo que ganaba trabajando en la ladrillería de Chapero.

 

El testimonio de Lyla Correa de Piris alude a su padre Fabio Correa, vendedor de chacinados y comprador de un lote de 20 x 50 quien al enfermarse no podía seguir pagando y se hizo cargo su hija Lyla que trabajaba en un taller de costura. Fue entonces cuando doña Jesusa le dijo que sería justo que una parte del terreno estuviera a su nombre y por ello, destacó que “era una precursora en la defensa de los derechos de la mujer”.

 

Del Libro “Una historia. Un Barrio”. Ed. 1998.

Asociación Vecinal  “Barrio Chapero”

en el Cincuentenario de su fundación.

Textos publicados en “La Región”,

suplemento del diario “El Litoral”

de la capital santafesina.

Sábado 2 de octubre de 1999.

“Campana”

(Por Pablo Alcides Pila)

 

Si caminamos hacia el sur por la calle 9 de Julio, habremos de toparnos con las vías de antiguos trenes que ya no corren, pero cuyo resoplido, entre humaredas y chirridos, se albergan en nuestras memorias, con el saludo de brazo levantado del maquinista respondiendo a los niños que le hacíamos guardia en su paso.

Pasando esa vía, entramos a uno de los barios más antiguos de Reconquistas, avanzando por la arteria que recuerda a una de las matronas del lugar: doña Jesusa Traviesas de Chapero.  Es el camino que lleva a la capilla San Roque.  Ésa que, en aquel viejo edificio que ocupaba o en esa construcción moderna que ahora se levanta, reconoceremos siempre “la capilla del barrio Chapero”.  Así no más.

Y allí está, colgada en el atrio, añejo y metálico perfil de la historia de los reconquistenses.  El objeto público de más trascendencia que nos dejó el tiempo: la primera campana evangélica de aquella aldea que luego fuera “la perla del norte santafesino”.

Uno de los tantos abnegados franciscanos que tuvimos por aquí en la primera hora del poblado, fray Antonio Duró, fue quien maduró y concretó la idea de alzar una campana en el templo de una sola torre que levantara con innúmeros sacrificios el padre Antonio Rossi y que se inaugurara el Día de los Santos Inocentes -28 de diciembre- de 1883, bendecido al año siguiente, en marzo, por la autoridad de la Prefectura Franciscana del Convento de San Lorenzo (alguna vez mencionaremos a aquellos frailes de San Francisco, tan ligados a nacimientos, muertes, bautizos, confirmaciones, casamientos y enfermos de esta comarca recién poblada por colonos: Irineo Ceci, Bernardo Trippini,  Ermete Constanzi, Manuel Eirín, etc.)

Aquel fraile Antonio Duró fue cura confesor por aquí, entre 1891 y 1898.  Todavía hay partidas de nacimientos y bautismo por él firmadas, circulando entre las familias más antiguas.  Dicen que fue maestro de escuela también. Pero en estos pagos no se conservan antecedentes de esa actividad suya, por lo que conjeturalmente su trabajo educacional se habría desarrollado en San Antonio de Obligado, donde fue trasladado allá, por julio de 1898.

Ese Antonio Duró convocó a las primeras familias reconquistenses que donaran a la iglesia parroquial de los metales que tuvieran, para que su sonido pudiera volar por los aires.  Así lo hicieron los abuelos. Reunieron lo suyo y lo dispusieron para todos. Y, bajo la mirada vigilante de Duró, los metales se fundieron, hasta tomar forma de esa campana que está colgada en el atrio de la capilla del barrio Chapero.  La levantaron hasta la torre y la hicieron repicar por primera vez el 12 de junio de 1894. 

¿Me permite una digresión?  ¿Me concede un retorno imaginario al pasado?

La campana -nuestra primera campana- pasando su vibración a la brisa de aquellos años y transportándose casa por casa hasta tocar los aledaños y llegar levemente a la colonia.

Anunciando no solamente la liturgia, sino también la convocatoria ciudadana, la comunicación de los acontecimientos más conmovedores.  Todo en un tan-tan-tan cuyo significado bien comprendían los que tenían nuestra sangre a finales del siglo pasado, por estos lugares donde hoy vivimos nosotros. 

Allá por 1910, se trajeron de Alemania las campanas que ahora están.  Aquella, la primera, fue retirada y, misteriosamente desapareció.  En 1939, sin preguntar nada, se la halló en Calchaquí.  Cumpliendo su misión de reunir a la gente. Por gestiones inteligentes, fue repatriada.  De vuelta a la patria chica.

Un inolvidable 22 de agosto de 1943 -hace ahora más de 45 años- la vieja campana volvió a repicar en la tierra donde nació.  Ese día se inauguró la capilla del barrio Chapero y el tan-tan-tan de los antepasados estuvo repartiendo recuerdos, desde lo más alto.

Si alguna vez usted quiere que su hijo o su nieto pequeño conozca cómo sonada Reconquista en los finales del siglo pasado, vaya por ese camino que le indicamos al principio, llegue hasta la capilla, pídale permiso al cura y haga que el niño de hoy repita el tan-tan-tan de ayer.

 

Pablo A. Pila evidentemente escribió ese relato a fines de la década del ’80 y fue publicado en una crónica de octubre de 1999. Es oportuno destacar que Pablo Alcides Pila nació en Reconquista en 1930. Ejerció la docencia durante treinta y cinco años. Poeta y narrador.  Destacado investigador del folklore.  Historiador.  Desde 1973, del continuo impulso de Pablo Alcides Pila como educador por el arte -de vivir y convivir-Hay insoslayables trabajos referidos a investigaciones realizadas por sus alumnos y algunos editados en revistas y cuadernos de cultura. Conduce programas de radio y televisión dedicados a la difusión folklórica y han sido declarados de interés municipal por el Concejo Deliberante y el Ejecutivo de la Municipalidad de Reconquista. Publicó en 1954 su primer poemario: “Cuerdas de medianoche”  y veinte años después, “La sistematización del conocimiento sensible del área de trabajo” (Texto profesional). Fue reconocido Ciudadano Ilustre por la Municipalidad de Reconquista. El gobierno de la provincia destacó su trayectoria en el decreto de  mayo de 2004 por ser uno de los propuestos  para el Premio “Juan de Garay” 2003, otorgado ese año al académico Gastón Gori. El 10 de mayo de 2006 fue distinguido en el acto organizado por SEPA – “Servicio de Educación por el Arte” y la escritora Nidia Orbea de Fontanini, incluyó parte de su obra en el portal www.sepaargentina.com.ar y en  CD Del vivir y vibrar, donado a escuelas de diversos departamentos.

 

Departamento Iriondo

El 26 de octubre de 1883 se subdividió el departamento San Jerónimo, originándose el departamento Iriondo, que en ese tiempo abarcaba el territorio del departamento Belgrano, creado por ley del 31 de diciembre de 1890.

El departamento limita al norte con el San Jerónimo, al este y al sur con los departamentos Caseros y San Lorenzo -curso del río Carcarañá- y a al oeste con el departamento Belgrano.

Superficie: 3.184 km2. (decimoquinto lugar por su extensión, antes que San Lorenzo, Rosario, Belgrano y La Capital.

Población:  En 1890, de acuerdo al Censo de Población y Vivienda, el Departamento Iriondo tenía una población de 59.853 habitantes, y aplicándose la tasa de crecimiento de esa última década, la proyección en 1990, indica 63.667 habitantes, con una distribución del 79,38% en zona urbana.

Se ha calculado la densidad de población en aproximadamente 18,8 hab./km2.

En 1980 había 19.496 viviendas particulares, resultando un promedio de 3 habitantes por vivienda.

Cabecera del Departamento

Cañada de Gómez es el principal municipio en el departamento y es su cabecera.  Hay once comunas, que “por orden de importancia son: Totoras, Correas, Oliveros, Villa Eloísa, Serodino, Salto Grande, Bustinza, Andino, Clason, Carrizales y Lucio V. López” y existen algunos pueblos sin organización comunal.

Población en el siglo XVIII

En la compleja etapa de instalación de nuevos pueblos en el vasto territorio ocupado hasta entonces por los indígenas, algunas familias decidían vivir en las reducciones, otras aceptaban la nueva presencia sólo por algunos intereses, y numerosos grupos luchaban por todos los medios para seguir viviendo con su libertad y sus costumbres, sin condicionamientos ni esclavitudes.

Fray Juan de Anguita, había logrado reducir a algunos indígenas en las orillas del Salado -próximo a Santa Fe de la Vera Cruz-, y “habiendo los indios de la nación abipona, mocoví y otros infieles enemigos, hecho invasión y despoblado el dicho paraje, se fueron internando a otros pagos de la misma ciudad hasta ponerse sobre el río Carcarañá, jurisdicción de ella como de veinte leguas, donde se mantuvieron algunos sujetos al español, como siempre lo habían estado, pero sin cristiandad y enseñanza; defecto, que ocasionó la continua invasión de las referidas naciones infieles, hasta el año 1740, en sede vacante, se estableció la reducción”, siendo visitador general de esta provincia el Padre Fray Alonso Meléndez”.  “Residen en esta doctrina los P. P. Fran Francisco Morillas y Fray Pedro Barbarrey”.  [23]

“Vera y Mujica en 1719, redujo en pueblo, en Carcarañá, a calchaquíes no reducidos y otros reducidos en las cercanías del Rincón”.

En el Memorial de los P. P. Guevara y Camaño Bazán -citado por Cervera-, se dice: “El pueblo de los calchaquíes tuvo como dos mil… son residuos, los sesenta que están sobre el Cacaraña”.

En acta del Cabildo de Buenos Aires, el 30 de enero de 1723 consta que “los vecinos han dado continuos servicios” para apoyar “la guardia del Carcarañá y jurisdicción de Santa Fe”, cooperando con carne y caballos.

Este testimonio permite comprender las dificultades que habrán soportado los primeros pobladores de la zona.  “Varias veces, hubo de haberse edificado esta reducción o capilla del Carcarañá, según las necesidades de la población”, adonde “vuelven los indios reducidos… en 1725… con una imagen de la virgen de la Concepción”, ha afirmado el historiador Tuells.

Se dice que en 1740 se levanta la capilla con los vecinos, que según el Padre Parras, en 1753 formaba un pueblo”. [24]

“Después, en el 1786, al remitirse a Coronda los ornamentos de esta capilla del Carcarañá, se la denomina de la Concepción de los Toldos, y se dice que desde el año 1772 hallábase abandonada.  Es la que el P. Lozanocita, capilla de los Toldos en el Carcarañá, y con una virgen de la Concepción.”  [25]

Núcleos creados por el ferrocarril

En el contrato de concesión de tierras para la construcción del Ferrocarril Central Argentino, se dispuso “la entrega de una legua de tierra a cada lado de las futuras vías férreas.  La colonización de estas tierras posibilitó desde 1870, la existencia de diversos grupos que originarían luego ciudades como Cañada de Gómez.” [26]

Muchos pueblos nacieron en las paradas obligadas del ferrocarril; algunos espontáneamente, y otros, sostenidos por las colonias que el propio ferrocarril fundaba.”

“Se van formando siempre dos núcleos claramente diferenciados, a uno y otro lado de la vía.  Social y físicamente, en estos pueblos existe la división de los que viven ‘de este lado’ o ‘del otro lado’ de la vía.”

Organización obrera y huelgas ferroviarias

A principios del siglo XX, se organizaron algunos grupos anarquistas en defensa de las condiciones de trabajo.

“Los sectores políticos de la provincia, por su parte, comenzaron una virulenta campaña contra los ferroviarios, siendo el blanco principal de las críticas la labor desarrollada por al Federación Obrera Santafesina.  La revolución de 1905 “sirvió de pretexto al gobierno provincial para intensificar la represión contra las organizaciones obreras, a las que acusaban de formar parte de los grupos conspiradores.  La clase obrera, en realidad, bregaba por mejoras salariales y sociales impostergables, y también por la derogación de la tristemente famosa Ley de Residencia, dictada en 1902, que ya se había aplicado en el ámbito provincial.”

“El conflicto de 1912 se cerró exitosamente para los obreros ferroviarios, que habían centralizado la resistencia en San Cristóbal y Cañada de Gómez. Como las empresas extranjeras se negaban a reconocer las conquistas obtenidas, el gobierno dictó un decreto conminando al Ferrocarril Central Argentino para que ‘en un lazo no mayor de 24 horas, reincorpore a los trabajadores cesanteados por cuestiones relacionadas con el conflicto.” [27]

La huelga de los obreros metalúrgicos del establecimiento Vasena, en Buenos Aires, iniciada el 17 de enero de 1919, movilizó durante esa semana trágica, a los trabajadores en distintas localidades, entre ellas Cañada de Gómez.  La importancia de la organización existente en esa población, hizo posible que una delegación participara en el IX Congreso de la F.O.R.A., realizado en Buenos Aires en 1921.  [28]

El río Carcarañá

Los ríos Tercero y Cuarto que nacen en las Sierras Grandes y Comechingones de Córdoba, confluyen y forman el río Carcarañá, que cruza la provincia de Santa Fe de oeste a este, hasta desembocar en el Paraná.

El arroyo Cañada de Gómez -que recibe las aguas del Bajo Perrone-, incrementa el caudal del Carcarañá, que con frecuencia produce inundaciones.

 

En el departamento Iriondo, el clima es templado, pampeano, con grandes variaciones de temperatura en pocas horas.  Las lluvias oscilan entre los 800 y 1000 mm. anuales y son abundantes durante el verano.

En la provincia, a pesar dela existencia de importantes depósitos de agua subterránea, la excesiva salinidad impide su uso en la alimentación o e en riegos.  En la parte oeste del Departamento, hay escasa permeabilidad de los suelos y en consecuencia el agua de las lluvias no se filtra, escurriéndose en dirección a las cascadas.

En la zona orienta, hay buena calidad en las capas freáticas o acuíferas, favoreciendo el desarrollo socioeconómico.

Existe una distribución similar en el suelo: al oeste suelos de pradera rojos y al este suelos de pradera negros, con alto contenido orgánico y en consecuencia, muy fértiles.

En el mapa fitogeográfico de la provincia pampeana, el Departamento Iriondo corresponde al Distrito Pampeano Oriental.

En 1984 atendían la salud de la población en el Departamento: 82 médicos – 2 odontólogos – 15 bioquímicos – 4 obstetras.   En el departamento Iriondo de acuerdo con datos de 1985 -últimos oficiales insertos en una publicación no oficial de la Subsecretaría de Planeamiento, existen 26 –veintiséis- “establecimientos asistenciales según dependencia administrativa”, de acuerdo al siguiente esquema:

Subsector Oficial: 13. Obra Socia: 01 Privado: 012.

Camas de internación:  1.170                122

Educación

El porcentaje de analfabetos en la población de diez años y más -de acuerdo al Censo de 1980-, era del 15,6%

Datos estadísticos del Ministerio de Educación y Cultura, indicaban en 1981 el funcionamiento de escuelas en todos los niveles: 19 iniciales (incluyendo 4 privados); 65 primarios (con 4 privados); 18 secundarios oficiales y un instituto superior.

Explotaciones agropecuarias

Al 30 de junio de 1987, sobre el total de 217.538 hectáreas destinadas a

explotaciones, en 2.325 establecimientos, correspondían 69.999 a la ganadería; 142.553 a agricultura; 628 a montes forestales y frutales y 76 a granjas, floricultura, horticultura y otras.[29]

Datos disponibles en el Ministerio de Agricultura, Ganadería e Industria, en setiembre de ese año, confirman la existencia de 2.627 explotaciones agropecuarias en un total de 258.713 hectáreas.  Destinadas 12.062 hectáreas a forrajeras anuales; 21.584 hectáreas a pastoreo natural, y 167.860 hectáreas a agricultura.

Superficie de desperdicio: 4.734 hectáreas.

Tenencia de la tierra: 228.957 hectáreas corresponden a propietarios; 29.476 son arrendatarios; 216 aparceros y 61, otros.

Personal ocupado: Asalariado -Permanente 536     -Transitorio 128   -Total 664

No asalariado  -Permanente 1.638  -Transitorio 142  -Total 1.779

Ganadería y tambos

Al 30 de junio de 1987, la existencia ganadera en el Departamento era de 97.309 cabezas, correspondientes a:

Ganado vacuno: 97.309 – Yeguarizos: 2.027 – Lanar: 1.674 – Porcino: 31.621.

En 266 tambos se destinaron 21.335 hectáreas a pastoreo y se obtuvieron 161.580 litros en el período 01-07-86 al 30-06-1987.

Al 30 de abril de 1985, funcionaban en el Departamento 556 establecimientos ocupando 3.549 trabajadores, de acuerdo con datos del Censo Nacional Económico de ese año.

Cañada de Gómez

Han reiterado que el capitán Juan Gómez Recio era propietario de tierras donde había una cañada, en aquel tiempo hacia el límite sur de la provincia de Santa Fe y que por ello nombraban a ese lugar como cañada de Gómez.  En junio de 1963, Mario Macro publicó copias mimeográficas indicando que “el sector de tierras comprendidas entre el río Carcarañá, el arroyo de las Tortugas y la cañada de los Leones, pertenecieron al capitán don Miguel Gómez, el que fundó en el año 1750 una de las primeras estancias del sur de Santa Fe” / “Miguel Gómez estaba emparentado con el capitán Domingo Gómez Recio, quien recibió en pago por los servicios prestados, como una real merced varias leguas de tierra en el lugar denominado Rosario de los Arroyos. Del matrimonio de Miguel Gómez con Gervasia Guardia, nació un hijo: José Ciriaco Gómez y Guardia, que se casó con Josefa Pereda. De esta unión nacieron seis hijos; Josefa, Marcelina, Inés, José, Ramón y Manuel”.

“En pocos años don Miguel Gómez construyó veinte ranchos para sus puesteros.  En 1819 los hijos y los nietos de don Miguel Lucharon en la guerra civil y se unieron al partido unitario. Luego de la derrota fueron despojados de sus haciendas y  los malones y las requisas los dejaron en la mayor miseria.  Los anchos fueron quemados.  La familia en precipitada fuga se internó en la provincia de Buenos Aires, quedando del que fuera su primer propietario el nombre de sus campos, denominándose a  esta región en que hoy se levanta la ciudad , la cañada de los Gómez”.

Tras el encuentro de los generales Justo José de Urquiza y Bartolomé Mitre en Pavón, el 22 de noviembre de 1861 el general Venancio Flores avanzó sobre territorio santafesino con sus fuerzas y en Cañada de Gómez enfrentaron cruelmente a un débil grupo de federales, acción luego reconocida como masacre de Cañada de Gómez.

Cuando la Compañía de Tierras del ferrocarril Central Argentino había comenzado los trabajos del ramal que se extendía desde Rosario, en la línea hacia Córdoba, comenzó a poblarse ese lugar e inaugurada la estación en 1866 enseguida comenzó el crecimiento.

En representación de aquella compañía, don Guillermo Perkins fundó la colonia Cañada de Gómez en 1869, con inmigrantes ingleses. El gobierno aprobó los planos mediante decreto del 5 de abril de 1873 y la inmigración prevista fue muy lenta ya que una década después de la fundación, sólo registraban un centenar de habitantes.

Cañada de Gómez abarca una extensión de 524 kilómetros cuadrados.

El 10 de marzo de 1885 constituyeron la primera Comisión de Fomento y la primera asociación mutual fue fundada en 1889: “Sociedad Española de Socorros Mutuos” con fines de asistencia sanitaria y educativa.

El continuo crecimiento determinó que el 7 de octubre de 192 fuera declarada ciudad.

Tacuarendí

El nombre Tacuarendí es derivado del vocablo guaraní tacuara-ndé que equivale a “cañaveral dulce”.

Hasta fines del siglo diecinueve la zona de los montes del norte santafesino estaban pobladas por aborígenes y eran escasos los medios de comunicación.

Han reiterado que Duncan Warner integrante de la Compañía Azucarera del Gran Chaco -que contrataba a indígenas de la zona y otros provenientes de la Colonia El Progreso, de Bella Vista, en la provincia de Corrientes-, considerando que allí era posible cultivar la caña de azúcar, el 22 de septiembre de 1884 instaló un trapiche y desde entonces aumentó la población en ese lugar.

En una edición de 1984 al celebrarse el “Centenario de Tacuarendí”, destacaron que los primeros pobladores fueron: Carlos Bengler, Nicolás Décker, Juan Feck, Luis Geronetta, Justino Romero, José Somen, Luciano Sosa,  Adriano van Huele y Carlos Wirth.  El pueblo abarca 36,6 kilómetros cuadrados.

Aquel ingenio azucarero funcionó hasta el 30 de septiembre de 1967 y concluida la liquidación de la sociedad, fue desmantelado totalmente. Comenzaron entonces los trámites para la reactivación sin lograr ese objetivo.

El Ingeniero José Juan Yapur, en enero de 1972 adquirió ese predio e instaló en ese lugar una “planta procesadora de espina corona para la obtención de goma gelificante” y al año siguiente comenzó a funcionar la fábrica de dulce de batata.  A mediados de 1979 empezó a funcionar la fábrica de papel higiénico dirigida por Higinio Costa y cuatro años después, la planta fue reestructurada para obtener mayores rendimientos.

 

Departamento La Capital

Laguna Paiva

Han reiterado que en 1641, Catalina Martínez vendió tierras al estanciero don Jerónimo de Payba en una zona donde había una laguna, territorio poblado también por aborígenes.

En los primeros años del siglo XX se extendían las vías del ferrocarril y hasta ese lugar llegaron los obreros encargados de esas obras con sus familias.  Comenzó así otra etapa con población estable.  El 20 de enero de 1908 inauguraron la estación Laguna Paiva distante 38 km. de la capital santafesina, perteneciente al Ferrocarril Central Norte Argentino. Por iniciativa del Ingeniero Enrique Boasi comenzaron los trabajos para comunicar esa localidad con Altos de Chipión, en la provincia de Córdoba, como lo ha destacado Susana Beatriz Grassino en su Análisis Integral de la Provincia de Santa Fe. [30]

El 28 de enero de 1911, los vecinos organizaron la primera Comisión de Fomento y mediante decreto del Poder Ejecutivo, “se nombraba a sus integrantes: los Sres. José Cassanello Juan Panicali y Antonio Scherrer, quienes de inmediato planearon la ejecución de las primeras obras, como ser remodelación y apertura de calles y construcción de oficinas públicas.

Reynaldo Cullen -nacido el 22 de febrero de 1861 en la capital de la provincia, segundo hijo del matrimonio Domingo Tomás Cullen-Francisca Crespo, nieto de ex gobernador Domingo Cullen, en tales circunstancias advirtió las posibilidades económicas que se generaban con tal organización y como poseía terrenos lindantes a esa estación decidió vender lotes para fundar otro pueblo.

Oscar Rubén Paúl, en su trabajo referido a El proceso fundación de Laguna Paiva, reiteró párrafos de la nota entregada por Reynaldo Cullen al Poder Ejecutivo santafesino: “…en vista de la gran importancia que está llamado a tener por su situación y los cuantiosos intereses comerciales e industriales de la zona a que serviría la Estación Laguna Paiva del Ferro Carril Central Norte, sita en este departamento de La Capital, distrito Ascochingas, asiento además de los talleres de los Ferro Carriles de la Nación, factores todos de gran afluencia de población y en el deseo de llenar una sentida necesidad pública, resolví la fundación de un pueblo inmediato a dicha estación en un terreno de mi propiedad que allí poseía, procediendo a tal efecto a dividir en manzanas y lotes una extensión de cuarenta y seis hectáreas más o menos” 

Como correspondía al fundar colonias o pueblos, en los planos había espacios destinados a cementerio, escuela, plaza, policía y juzgado.

Los planos fueron aprobados por el gobernador doctor Manuel Menchaca el 5 de junio de 1913 nombrando al Pueblo Reynaldo Cullen.

 

(Es oportuno reiterar que en la genealogía de los Cullen, se destaca que Domingo Cullen y Ferraz de la Guardia era hijo de Guillermo Cullen y de Ángela Isidra Ferraz de la Guardia  (tercer nieto de Thomas Cullen, nacido en Irlanda circa 1650). Sabido es que Domingo Cullen “nació en la isla de Tenerife, en las Canarias, y pasó al Río de la Plata a principios del siglo XIX, radicándose en Montevideo hasta 1820, en que pasó a la provincia de Santa Fe, donde fue Consejero de Estado, Ministro de Gobierno, Convencional en 1830, Gobernador Delegado, y Titular en 1838. Al haberse pronunciado contra el Gobernador Rosas, fue fusilado por orden de éste en Arroyo del Medio el 22.6.1839.” Casado con Joaquina Rodríguez del Fresno -viuda de Pedro Aldao y Candioti-, fueron padres de siete hijos: José María, Patricio, Joaquina, Josefa, Guillermo, Tomás y Domingo Cullen y Rodríguez del Fresno…; varones que integraron “el cuyismo”, grupo político antirrosista integrado también por Santiago y Nicasio Oroño, casado con Joaquina López Rodríguez del Fresno, hija del Brigadier -entre otros-, como lo ha destacado la historiadora Ana Cecchini de Dallo. [31]

Hay que tener en cuenta que el 13 de febrero de 1855 asumió el gobierno provincial el doctor José María Cullen y ejerció notable influencia en la instalación de colonias en distintas localidades santafesinas.)

 

Reynaldo Cullen donó el terreno y mil ladrillos para la construcción de la parroquia y se constituyó la Comisión Pro-templo reconociéndolo presidente honorario; eligieron presidente a Mariano Puig, vice Vicente Cevallos López, Secretario Ramón Alonso y tesorero José Cassanello; vocales Juan M. Cabrera, Manuel Rivera, José Godoy, Enrique Godio y Antonio Séttola pero las obras comenzaron a fines de la década siguiente.

Reynaldo Cullen tenía 53 años cuando en su estancia “Santo Domingo” sintió una descompostura e inmediatamente el capataz montó en su caballo para avisar a dos médicos amigos residentes en la capital santafesina, quienes enseguida viajaron en un coche tirado por caballos y al advertir su gravedad, pidieron que un tren expreso lo trasladara a la ciudad, atendiéndolo continuamente hasta que a la tarde del 3 de febrero de 1914 anunciaron el fallecimiento. [32]

Ha destacado el periodista Oscar Rubén Pauli que la piedra fundamental fue colocada en la década siguiente, siendo presidentes de la Comisión pro Templo don Francisco Bournissent y Antonia Gil de Miranda, por las ramas masculina y femenina. La construcción comenzó con el aporte de siete mil pesos donados por la señora Funes de Cullen y por vecinos.  El templo consagrado al Sagrado Corazón de Jesús, fue bendecido el 17 de abril de 1932 y reconocido como parroquia, asumió esas funciones el cura Párroco Antonio Rodríguez, luego dedicado generosamente a “Obra de Barrios” en la capital santafesina.

“A Rodríguez le sucedieron Gelasio Rossi (1937-1941); Olivio Tacca (1941-1946); Emilio Macro (1946-1958); Alcides Frencia (1958-1870); Miguel Capelletti (1970-1973); Nicolás Mihalejevich (1973-1976), Francisco Riedel (1976); Agustín Saalmann (1976-1978), Agustín Naab (1978); Atilio Rosso (1979, luego en la capital de la provincia generador del Movimiento Los Sin Techo, con perseverante obra); German Yossen (1979-1989)”; Miguel Scalzotto… (datos recopilados por Daniel Furlano y Arq. Horacio Ayala.

 

Al extenderse la línea algunas familias emigraron y en ese lugar quedaron los talleres para depósito y reparación de vagones.  El 21 de septiembre de 1967, “el gobierno provincial declaró ciudad al otrora pueblo Reynaldo Cullen y así la ciudad de Laguna Paiva, es la cabecera del municipio que abarca una extensión de 134 kilómetros cuadrados.

Héctor Carnero: hijo de aborígenes, escultor en Marbella…

El sábado 1º de julio de 2006, en la tercera página de la revista semanal “Nosotros” del diario “El Litoral” de la capital santafesina, destacaron parte de la trayectoria de Héctor Carnero, nacido el 21 de febrero de 1943 en el pueblo Reynaldo Cullen, actual Laguna Paiva.

Es el “tercero de los 5 hijos que tuvieron Justo José Carnero y Rosa Florinda Napolitano, ambos aborígenes.  Desde casi niño y siguiendo el oficio paterno, se dedicó a la carpintería.  Al regresar del Servicio Militar se traslada junto con su familia a Córdoba, donde conoce a María de los Ángeles Menéndez, con quien se casa y tiene 3 hijos: Matías, Santiago e Ignacio. / Estudió teatro y es actor. Con el maestro D. Tello aprendió a tallar en madera y la restauración de mueble antiguos.  Con él descubre su inclinación por el arte escultórico.”

Durante la entrevista, Héctor Carnero comentó:

“En 1980, ante la difícil situación por la que atravesaba nuestro país, decidimos con mi esposa -que es asistente social-, viajar a España y nos radicamos en Marbella.  Allí instalé mi taller de restauraciones y en 1982 conocí a Ricardo Dávila, quien se convertiría en mi maestro y en el hacedor del sueño más insospechado de mi vida: ingresar al mundo de la escultura.

En 1993, después de muchos años de aprendizaje, expuse por primera vez en el Centro Integral de Cultura Salomón, de Málaga”.  Luego por invitación participó en otras exposiciones y en la “Feria Internacional de Naturaleza, Medio Ambiente y Terapias”, donde reconoce que nació su “vocación conservacionista y ecologista”.  En 1995 fue contratado como Profesor de Escultura en el Taller de Artes organizado por “una empresaria muy conocida”. Luego su amigo el pintor Mario Finalison -de Gibraltar- logró que se animara a presentar una escultura en madera de olivo y sin título, en la “25º Gibraltar Open Art Exhibition, certamen anual con participación de aproximadamente ciento sesenta artistas de distintos países y un conjunto de 300 obras y obtuvo el Primer Premio de Escultura “Leni Mifsud”.  En 1998 logró su primer premio en Fotografía en un concurso sobre Historia y Cultura de Marbella y dos años después, por su obra “Mediterránea” que es un homenaje a la mujer universal, le otorgaron el Primer Premio en el concurso organizado por el Ministerio de Cultura. Cuatro años después, una obra presentada sin título fue reconocida por los periodistas como “La silla que mueve al mundo” y obtuvo el primer premio del Ministerio de Cultura, junto a una placa de plata que el gobierno del lugar le entrega a sus visitas ilustres. Integraron ese jurado un profesor de Arte de Gibraltar, un catedrático español y el director de la Real Academia de Bellas Artes de Londres.

Retorno a Laguna Paiva, el pueblo natal…

Es significativo lo expresado al comenzar julio de 2006:

“En mayo de este año visité mi pueblo natal y volví a nacer.  Fue como regresar al pasado, en el que encontré, otra vez, el punto de partida que me enfrentó a la conciencia de mi anterior vida.  Ello representó un retorno ancestral al vientre del universo que, nuevamente, ha vuelve a parir, pero con otros aires, con otros sueños.  Fue el mejor de los premios, mis más felices lágrimas.” /…/

“Mis mayores deseos son crear mi mejor escultura, devolverle a las generaciones futuras un planeta en mejores condiciones, ayudar a acabar con las trágicas migraciones, terminar definitivamente con las macroinjusticias y un negro etcétera.  Pero el más pequeño, personal y mezquino es tener mi propia sala de arte, en la que pueda exponer las obras de mis maestros y amigos.”

(En el ocaso del siglo XX es evidente el abuso del prefijo “macro” y “micro”… tanto en expresiones de periodistas como en discursos de políticos y por distintas personas en cualquiera circunstancia.

Lo importante es ser conscientes de la necesidad de terminar definitivamente con las injusticias…)

……………………………………………………………………………………….

Nelson

Hacia 1875, Bernardo Cabrera poseía tierras aproximadamente a 44 kilómetros de la capital santafesina.

En 1881 inauguraron la estación ferroviaria en el ramal Santa Fe-San Cristóbal del Ferrocarril Santa Fe.

Desde “La Región” del diario “El Litoral” de la capital santafesina, el sábado 18 de septiembre de 1999, reiteraron lo expresado por Oscar Rubén Pauli destacó que “compradas por Julián Doldán, éste las dejó a su muerte como herencia para sus hijos Luis, Eleodoro y Aurelio”.

 

En 1884, Aurelio dividió en 56 parcelas la parte central heredada, con el propósito de instalar la Colonia Doldán. No hizo las gestiones pertinentes ante el gobierno provincial y ese proyecto no se concretó, sólo vendió algunos lotes del sector este.

El 27 de junio de 1889, José María Aragón -vecino de la capital santafesina-, compró varios lotes con el propósito de fundar un pueblo con el mismo nombre: pagó 14.500 pesos y dividió el terreno en 117 manzanas logrando que en la quincena siguiente el gobierno aprobara los planos mediante decreto del 12 de julio de 1889. Sólo separado de ese loteo por los veinte metros del trazado de una calle, Ignacio V. Cullen también santafesino, dividió las tierras adquiridas en 83 manzanas y fundó el Pueblo Delicias.  Se generó una protesta de Aragón porque desde su punto de vistas, la iniciativa de Cullen debía considerarse como una ampliación de la parte urbana de Manuel Gálvez.  El gobierno, el 30 de mayo de 1890 aprobó el trazado del Pueblo Delicias.  Así fue como continuaron “co-existiendo” ambos pueblos.

En aquel tiempo, la empresa del Ferrocarril Santa Fe decidió ampliar sus servicios hasta Resistencia y luego aquella estación nombrada Manuel Gálvez, en homenaje al General Leopoldo Nelson (1836-1890) fue reconocida como Estación Nelson.

En el pueblo Manuel Gálvez desde su origen se establecieron las autoridades de gobierno y por ello imponía su influencia sobre el pueblo “Delicias” hasta que el se aprobó la constitución de esa Comuna de Gálvez el 7 de abril de 1903, persistiendo los otros nombres para identificar ese lugar hasta que en julio de 1968, con intervención de la Dirección General de Comunas convocaron a una consulta popular para optar por Manuel Gálvez o Nelson.  Han reiterado que prevaleció el nombre asignado a la Estación Nelson por ser un homenaje al general Leopoldo Nelson, militar que participó en diversas campañas y en la guerra contra el Paraguay, también contra las invasiones de aborígenes.

Durante el gobierno de facto del Gral. de División (R) Guillermo Sánchez Almeyra, mediante decreto del 28 de septiembre de 1971, fue reconocido el nombre de Nelson.

 

Recreo

A aproximadamente veinte kilómetros de la capital santafesina, estaba el almacén Rincón de Lehmann, en una zona donde de acuerdo a la tradición oral, era frecuente que algunas familias residentes en la ciudad se acercaran para un recreo campestre

Ignacio Crespo poseía tierras en ese lugar y en 1885, pidió autorización al gobierno para instalar una colonia agrícola y un mes después, José Robustiano Aldao solicitó autorización para colonizar su campo lindante al sur con terrenos de Crespo, también presentó los planos y expresó que llevaría su nombre. El 14 de septiembre de ese año aprobaron los planos presentados por Ignacio Crespo.

En ese tiempo era necesario seguir poblando hacia el norte porque estaba prevista la extensión del ferrocarril desde Santa Fe a Reconquista. Han reiterado que no fueron hallados los primitivos planos y sabido es por publicaciones con motivo del Centenario, que Ignacio Crespo el 30 de abril de 1888 vendió a Adolfo Staaks, las dos concesiones de la mitad norte del lote 25. El plano trazado tiempo después, indica que Recreo abarcaba 45 manzanas divididas en ocho parcelas separadas por calles, luego rematadas por un martillero público. Luego Crespo y Aldao decidieron vincular esos loteos. Así fue como las 84 manzanas de Recreo lograron el reconocimiento como Pueblo, planos aprobados el 30 de abril de 1890.

Desde entonces, la avenida Bartolomé Mitre es el eje del casco urbano de Recreo.

En el ocaso del siglo veinte, aquel Recreo que comenzó siendo un lugar de esparcimiento y luego una estación ferroviaria con creciente movimiento, terminó abandonada al extremo de que el texto debajo de una fotografía de “alrededor de la primera estación del viejo ferrocarril francés, habilitada en 1888”, documentaba: “Hoy, su crítico estado revela desidia y abandono”, al extremo que hasta el letrero “RECREO” estaba invertido, en el mástil hacía tiempo que no izaban la bandera y crecían los yuyos junto a las columnas de la techumbre y entre las vías…  (Crónica en el suplemento La Región del diario “El Litoral” de Santa Fe de la Vera Cruz, edición del sábado 4 de diciembre de 1999.)

Sauce Viejo

Las orillas de los ríos sirvieron como orientación cuando no estaban trazados los caminos.  Hacia el sur del Paso de Santo Tomé, los viajeros y carreteros avanzaban cerca del río Coronda hasta encontrar la Posta del Sauce donde generalmente descansaban.

Luego, en esas tierras otrora pertenecientes a tribus corondás, en 1613, otorgaron una parte a Juan Tomás de Pineda y sabido es que hasta 1643, Ángela Murugia de Pineda era propietaria de parcelas. Ese año, mediante testamento indicó a la Compañía de Jesús como “universales herederos”.

Hay reiterado que en junio de 1666, el vecino Mateo Taborda comisionado por el Cabildo, certificó haber puesto en posesión al Padre Tomás Hereñú.  Meses después, el rey Carlos III de España ordenó la expulsión de los Jesuitas de todas las colonias americanas y en 1767 el virrey Bucarelli intervino directamente para el traslado de todos a Roma y en consecuencia, los bienes de la Compañía pasaron a la “Junta de Temporalidades”.

Los vecinos nombraban a esas tierras según la ubicación y las características del terreno y así es como en algunos escritos mencionan “Altos del Sauce”, “Paraje del Sauce”, “Esquina del Sauce”, “Puntas del Sauce”…

Cercano el final del siglo diecinueve, siendo gobernador de la provincia el doctor José Gálvez, mediante un decreto de abril de 1888, creó el distrito Puntas del Sauce que limitaba al norte con tierras de Mariano Comas, al sur con campos de Petrona de Iriondo, al este con el río Coronda y al oeste con la Colonia Matilde.

En 1891 inauguraron la Estación Sauce Viejo, en el ramal Santa Fe-Rosario y una vez más tal comunicación generó entusiasmo entre los propietarios y algunos vecinos.

Como sucedió en otras localidades, la Comuna se creó el 28 de diciembre de 1912 sin que estuvieran aprobados los planos.  Ocho años después, Fidel Dallo instaló el almacén de ramos generales en el camino paralelo a las vías del ferrocarril, décadas después la ruta nacional Nº 11 hacia Coronda, Barrancas… Rosario y Buenos Aires.

Tal información reiterada por Ciro C. Bertone, incluye también el nombre de Miguel Salama, quien inauguró otro almacén en una casilla de madera, “ubicada también al frente del camino, en la esquina de la actual calle San Martín.  Además, en esa vieja casilla funcionó la primera peluquería de Sauce Viejo, de Petronila Martínez”.

Hasta mediados de la década del ’30, esa Comuna no tenía aprobados los planos y tal circunstancia habría motivado a Juan Depetris para iniciar el trámite comentado por Ciro Bertone en su Historia de Sauce Viejo al destacar que “en noviembre de 1936, Juan Depetris, administrador de la sucesión de Manuel Gálvez, envió una nota dirigida al ‘señor ministro de la Provincia’, a los fines de informarle que ‘hace muchos años el doctor Gálvez fundó terrenos de su propiedad, inmediatos a la estación ferrocarril Sauce Viejo que denominó Villa Manuel Gálvez… y que en lo sucesivo se denominará Sauce Viejo”.

Mencionó también el historiador Bertone otra documentación porque tras intervenir sección Topografía, Catastro y Urbanismo de la Dirección de Obras Públicas, en un trámite del 16 de agosto de 1937 se alude a la sucesión de Gálvez y a “la aprobación del trazado del Pueblo de Sauce Viejo”.  Los planos fueron aprobados meses después, el  4 de febrero de 1938 y ese distrito abarca aproximadamente 184,60 kilómetros cuadrados.

Altos del Sauce

Las calles de ese loteo situado aproximadamente dos kilómetros al sur del aeropuerto se distinguen con nombres de países europeos. Noruega es la calle principal que de oeste a este vincula la Ruta 11 con las costas del río Coronda. De Sur a Norte, la calle Alemania por las características del terreno cuando llovía era prácticamente intransitable por la falta de escurrimiento y lógicamente, los contribuyentes plantearon la necesidad de mejorarlas.

Con ese propósito entre otros, algunos vecinos del Barrio Montecarlo y los loteos Costa de Oro y Costa del Sauce decidieron constituir la Sociedad Vecinal fundada el 14 de enero de 1983.

El entusiasta triunviro Lisandro Altamira-Antonio Portero y Juan Carlos Mercurio promovió la participación de los vecinos y ellos desempeñaron diversas funciones en la comisión directiva en los primeros lustros.  A fines del siglo XX ejercía la presidencia Miguel Ángel Galluccio.  En proyectos conjunto con las autoridades comunales lograron construir un polideportivo -donde dictan clases de gimnasia”, dos canchas de bochas y dos de tenis -con escuela de aprendizaje-, un parque de juegos infantiles.  Para acceder a esos predios no es imprescindible ser socio de la vecinal.  En el edificio de aproximadamente cuatrocientos metros cuadrados construido para sede de la vecinal hay un Salón para usos múltiples, oficina para secretaría, cocina y sanitarios para ambos sexos.  Desde 1999 lograron que haya luces cada sesenta metros en todas las calles.

Reconocida la importancia de los espacios verdes encararon obras en la Plaza Brigadier General Estanislao López.

San Pedro

Pueblo fundado en 1892 por Benito Llambi Campbell.  La Comuna se creó el 29 de enero de 1901 y recién en la década siguiente, el 1º de febrero de 1913 fueron aprobados los planos y ese año se constituyó otra Comuna. Abarca 236 kilómetros cuadrados.

Campo Andino

Pertenece al distrito San Pedro.  En la época colonial era el territorio nombrado “Añapiré”, tierras adquiridas en la segunda mitad del siglo XIII por Diez de Andino y por eso un lugar nombrado luego Campo Andino. Allí estuvo el antiguo fortín de Añapiré y el gobernador Estanislao López impulsó la instalación de la Reducción conocida como San Pedro Chico.  Parte de esas tierras fueron adquiridas por Raimundo Oroño y por su impulso se construyeron precarias viviendas para aborígenes, jornaleros y hacheros que poblaron San Pedro Norte, denominación que se usó tanto como Campo Andino hasta que por gestión del presidente comunal Hernán Oroño, en la legislatura provincial sancionaron la ley que autorizó el uso definitivo del nombre “Campo Andino”.

 

 

Departamento Las Colonias

Cululú

Cululú, es una localidad del departamento Las Colonias, situada al norte de Esperanza y al este de Grütly.  Beatriz Susana Grassino en su Análisis integral de la provincia de Santa Fe (edición Vicegobernador y Cámara de Senadores, 1986), escribió:

                 “El lugar donde hoy se asienta este pueblo, a orillas del arroyo del mismo nombre, fue escenario de la sangrienta batalla de Cululú, allá por el siglo XVIII; librada el 4 de marzo de 1718.  Se batieron heroicamente los efectivos del entonces Teniente Gobernador Martín de Barúa  con cincuenta soldados y un grupo de quinientos indios, quienes habían instalado sus tolderías en el lugar.  Tras varias horas de cruenta lucha, los indígenas resultaron totalmente derrotados y sus tolderías arrasados, lo que en parte motivó que cesaran los ataques y robos que padecía periódicamente la ciudad de Santa Fe.

                 Casi un siglo y medio después de ese episodio, D. Andrés Roldán fundaba en 1866 el pueblo Cululú.  Su comuna fue creada el 15 de agosto de 1915.  La localidad de Cululú es cabecera del distrito comunal de la misma denominación, cuya superficie abarca 172 kilómetros cuadrados.

                 Pertenece al distrito comunal Cululú la localidad “Pueblo ABC”. De nombre por cierto curioso…”

(Es oportuno tener en cuenta que ABC son las iniciales de Argentina, Brasil y Chile. En 1915 año de creación de la comuna de Cululú, fue firmado el Tratado del “ABC”:  Al generarse en 1913 en México, un grave conflicto interno por el poder, entre el presidente Gral. Huerta y el Gral. Venustiano Carranza, el presidente de Estados Unidos Woodrow Wilson comunicó su decisión de intervenir y Argentina reiteró su posición de respeto a la libre decisión de los pueblos. La resolución norteamericana culminó con el desembarco de tropas en Veracruz y con la muerte de aproximadamente doscientos mejicanos. Inmediatamente se difundieron las protestas de diversos países por la inadmisible invasión y en favor del presidente Huerta. 25-05-1915:

Esa situación impulsó al ministro Murature a proponer a los gobiernos de Brasil y Chile, la mediación para resolver pacíficamente el conflicto. Reunidos en Niágara, los delegados de los tres países y representantes de México y EEUU, se comprometieron a mantener la paz y unidad en las relaciones internacionales mediante la firma del denominado “Tratado del ABC” que se concretó en Buenos Aires.

A pesar de la prensa favorable –Murature era redactor en jefe del diario «La Nación» de Buenos Aires-, y de los comentarios periodísticos en América, ni el Congreso Nacional ni el Poder Ejecutivo argentinos; ni los parlamentos brasileños y chilenos lo ratificaron. Resultaba evidente que el considerado apóstol de la paz –William Bryan-, necesitaba sentar nuevas bases para las relaciones diplomáticas americanas e intentaba utilizar las fuerzas del extremo sur, de los sudamericanos. La experiencia aconsejó una vez más obrar con cautela. La unidad continental exigía prudencia y respeto mutuo.” /…/

“El historiador Enrique Pavón Pereyra, en la revista ‘Buenos Aires y Provincias’ habían destacado que: ‘Las ideas de paz y de concordia, que siempre prevalecieron en nuestras relaciones internacionales han tenido durante la Semana de Mayo su más feliz consagración con la firma del pacto de amistad fraternal entre las tres naciones más poderosas de América del Sur’.”)  [33]

Restos fósiles en Cululú

En el distrito de Cululú, en las barrancas del río Salado, descubrieron restos fósiles pertenecientes a un glosoterio, mamífero denominado comúnmente perezoso que con una masa de más de una tonelada habría vivido hace ocho mil años. La información desde el diario “El Litoral” de la capital santafesina destaca que Daniel Hidalgo, puestero del establecimiento tambero “Rincón del Pacheco” de Alcides Peresutti, situado en el Paraje ABC, doce kilómetros al sur de Cululú y a 65 km. de la capital provincial, descubrió casualmente un cráneo y algunas vértebras. En representación del Departamento de Estudios Etnográficos y Coloniales de la Provincia de Santa Fe intervino el Licenciado en Antropología Gabriel Cocco para determinar “qué tipo de vestigios fueron los que se encontraron” y luego fueron enviados al Museo de Ciencias Naturales “Florentino Ameghino” donde explicaron que esas piezas pertenecían “al género Glossotheriun robustum -no se pudo determinar la especie” y estaban depositadas en sedimentos del período Preistoceno superior. El Licenciado Cocco dijo que “podrían tener entre 30.000 y 8.000 años de antigüedad”.

Elisa

A principios de la década del ’80 en la provincia de Santa Fe aumentaba el entusiasmo para la extensión de más vías férreas y en 1882 se proyectó y comenzó la construcción del ramal Manuel Gálvez entre Nelson y San Cristóbal.  En aquel tiempo, Pedro Bovó -técnico en caminos- había trabajado en delinear parte de la ciudad de Santa Fe de la Vera Cruz y el gobierno retribuyó esos servicios entregándole tierras en Colonia Aráuz, lugar adonde llegó en 1888.  Aquel ramal fue inaugurado el 12 de octubre de 1891; atravesaba las colonias de Jacinto L. Aráuz y con el nombre de Estación Elisa empezaron a nombrar a la casilla que sirvió como oficina del servicio ferroviario.

Desde La Región del diario “El Litoral” de la capital santafesina, han expresado que según testimonio de un hijo de Pedro Bovó, ese nombre fue impuesto por el fundador del pueblo como homenaje a su hermana “Elisa Bovó”.

Han reiterado que el crecimiento de ese pueblo fue lento, recién el 31 de octubre de 1914 el gobierno creó la Comisión de Fomento de Elisa y a la vez dispuso que la Colonia “San Mariano”  pertenecía también a ese distrito.  

En Elisa celebran anualmente la “Fiesta Provincial del Arte Nativo”.

 

Esperanza

Sabido es que el 1º de mayo de 1853 fue sancionada la Constitución Nacional en el Cabildo de la ciudad de Santa Fe de la Vera Cruz y el 15 de junio de ese año, el gobierno ejercido por don Domingo Crespo firmó el contrato de colonización con el tucumano Aarón Castellanos, comprometiéndose a trasladar mil familias de agricultores europeos para la instalación de la Colonia de la Esperanza.

El 1º de junio del año siguiente, el presidente General Justo José de Urquiza garantizó el cumplimiento de ese contrato y recién el 27 de enero de 1856 llegaron los primeros inmigrantes contratados por Aarón Castellanos al lugar donde habían trazado planos de la Colonia de la Esperanza.  La mayoría debió empezar por construir sus ranchos -ayudados también por indígenas- y mientras tanto algunas familias fueron alojadas en espacios destinados a la administración y depósito.

Desde el 26 de mayo de 1861 fue reconocida como Ciudad de Esperanza, la primera en el interior del territorio santafesino y es integrado el tercer Consejo Municipal ya que hasta entonces funcionaban los de la capital provincial y el de la ciudad de Rosario.

En 1885 ya estaban instaladas las vías y estaciones del ferrocarril que unía Santa Fe con Esperanza, Rafaela, Lehmann…

En 1892 allí inauguraron el Primer Congreso Agrícola Argentina y en ese acto habló don Waldino Baldomero Maradona Garramuño -descendiente de tradicional familia sanjuanina residente en la provincia de Santa Fe desde 1870-, senador por el Departamento Las Colonias en la Legislatura de Santa Fe.

En coincidencia con el día del agricultor y la celebración de Ntra. Señora de la Natividad, mediante Ordenanza Nº 27 del 25 de noviembre de 1925, se dispuso que todos los años, el 8 de septiembre conmemorarían la Fundación (decisión oportuna si se tiene en cuenta que al celebrarla en enero sería en período de receso escolar…)

Situación

Paloma, espiga y ancla

a 31 grados y 25 minutos de latitud Sur

-línea del río y de la calandria-

y 60 grados y 56 minutos de longitud,

está mi tierra: Esperanza.

Es un pequeño punto palpitante

hacia el norte del mapa,

hoja de trigo verde,

corazón de la pampa.

De “Monsieur Jaquin” – 1956

Amadeo Aufranc, “el bienhechor”…

Gastón Gori, con el título “El cólera en la Colonia Esperanza” destacó que “el primer caso de epidemia de cólera que se registra en ella, se produjo a principios de 1868.  El día 4 de enero de ese año el Concejo Municipal tomó oficialmente conocimiento de que el cólera estaba produciendo las primeras víctimas, después de haber provocado graves consecuencias el año anterior en Buenos Aires con gran mortandad de personas”.

Comentó que “el Padre Grenón, en su libro, menciona como un desastre ocasionado por esa enfermedad en los ejércitos beligerantes de la guerra con el Paraguay.  El Concejo tomó rápidamente medidas normando una comisión encargada de combatir y atender con su asistencia los efectos del cólera en la población.

Entre los concejales figuraba Amado Aufranc, que iba a adquirir notabilidad por su dedicación a combatir el mal y es probable que no figuren la nómina de la comisión por el hecho de ser él autoridad municipal y uno de los que contribuyó a designarla.  Estaba compuesta por el sacerdote católico y el ministro protestante de la colonia, por Enrique Quellet, Pedro Trombert, José Geissler y Santiago Seieber, y desde su nombramiento comienzan a tomar las medidas más inmediatas organizando un hospital.”

Alude luego a la tradición oral que “ha destacado la personalidad de Amado Aufranc como partícipe de constantes sacrificios y riesgos en la lucha contra el cólera, y en los recursos de asistencia sanitaria que aplicaba en defensa de la vida de los enfermos, en momentos en que muchos abandonaban a los coléricos.  No era médico.  Había llegado a la colonia cuando tenía 20 años, hijo de Abraham David Aufranc y de Sofía (ignoro el apellido) juntamente con sus hermanos Alfredo Ernesto, Félix Germán, César Arnoldo, Adela Sofía y María Lea.  Vino también a la colonia Federico, pero éste se incorporó -tenía 14 años- como integrante del grupo familiar de Carlos Deforel, lo que hace presumir lazo de parentesco según eran corrientes estos casos entre los inmigrantes que fundaron Esperanza.”

Explicó que “en aquel entonces era común la aplicación el repertorio de Raspail entre los médicos, para la cura de enfermedades.  Es probable que Aufranc haya sido no sólo un hombre reconocido por sus pensamientos sobre educación pública, sino por su dedicación al estudio de las enfermedades comunes entre los pueblos de agricultores europeos”.

Advierte que “ese mismo año fue designado -pasados ya los días trágicos del cólera- juntamente con Lamberto Gietz, como miembro de la Comisión de Seguridad, Higiene y Educación de la Colonia.”

Aunque no disponía de “testimonios escritos”, Gastón Gori rememoró que el 9 de noviembre de 1886, “se conoce la noticia confirmada por el Dr. Federico Wagner de que había fallecido Víctor Cristin víctima de cólera, según los síntomas que presentó el enfermo.  La colonia fue nuevamente  ‘azotada por tercera vez’, ‘de una manera más tremenda’, ‘como posiblemente no se había conocido jamás’.   El ya legendario Amado Aufranc vuelve a enfrentarse con lo que pareciera ser su destino de humanitarista o filántropo como era ya fama calificar a los que desinteresadamente se brindaban a sus semejantes.   El Dr. Wagner, dentro de las prácticas clásicas de la medicina, en casos de cólera, aconsejó las primeras medidas.  El día 22 de noviembre se tomó una nueva medida sanitaria y se nombró -ante la gravedad de la situación- una comisión integrada por los Dres. Federico Wagner, Miguel Trucco y Francisco Britos y, además, los farmacéuticos Pedro Invernizzi y Adolfo Gupillou.

Fueron cerradas las escuelas y se prohibió la introducción de cadáveres en el municipio, es decir, obligaban a su transporte directo a las sepulturas.  El local de la Escuela municipal sirvió como asilo de sobrevivientes; probablemente se refería a los huérfanos, ya que la señora Marchetti de Pardini organizó luego un orfanato en las proximidades de lo que hoy es el límite del ejido municipal, al este de la ciudad.  Para formar conciencia del mal y de la obligación de participar en la salubridad pública tan gravemente afectada, por ordenanza del 24 de noviembre de 1886 se obliga a los vecinos a informar a la intendencia municipal de todos los casos de diarrea, vómitos o calambres que se produjeran y de los que se tuviesen conocimiento, con el fin de combatir la epidemia.   Para los controles relativos a los enfermos existentes y los recaudos higiénicos a tomar, por la apremiante urgencia que planteaba el cólera, se designó inspector municipal de Higiene al señor Constancio Borruat.  El 7 de diciembre del mismo año, se crea un hospital -‘un lazareto’- y se designa como médico del mismo al doctor Miguel Trucco.

Eran los últimos años del siglo XIX; el historial de las enfermedades generalizadas entre los colonos se inicia en 1856, cuando desembarcan en Santa Fe las familias, y muchas de ellas debieron ser atendidas por el Dr. Arengo y las damas que se constituyeron en una sociedad de hecho, de beneficencia, para asistir a los inmigrantes desembarcados, enfermos de disentería…”  [34]

Humboldt

Localidad fundada en el año 1869 por la Compañía Liquidadora de Beck y Herzog.  El 9 de julio de ese año aprobaron el trazado y la comuna se constituyó el 26 de enero de 1885.  Al año siguiente inauguraron la Estación del Ferrocarril. Tiene una superficie de 241 kilómetros cuadrados.

Casi un mito… ¡Merceditas!

El 13 de diciembre de 1998, en el Club Atlético “Sarmiento”, estrenaron la obra teatral Merceditas, amor mío de una vez, escrita por la actriz María Rosa Pfeiffer, “basada en la historia de la mujer que inspirara la popular canción de Sixto Ríos”, informaron desde “La Región” del diario “El Litoral” de la capital santafesina, el sábado 5 de diciembre.  Anunciaron que la semana siguiente volverían a representarla, en dos funciones durante el domingo 20  a las 20 y 22.

En esa crónica, la estudiosa y perseverante María Rosa Pfeiffer destacó:

“…Humboldt tiene cinco mil pobladores (entre el ejido urbano y la colonia).  Son treinta y dos cuadras que, en forma de rectángulo largo, se desprenden de una curva de la ruta y se meten en un mar de campo. Con casas amplias.  Con patios. Y jardines.  Con gente.  ‘Un pueblo que respira, que se estira y se contrae como un gran diafragma, con el destino de sus habitantes’.

Y más allá: los alambrados, las vacas los sembrados.  Y más allá: el vacío.  El vacío que separa al pueblo de los otros pueblos, que separa al pueblo de la gran ciudad.”

“Merceditas nació y se crió en el campo, en medio de los animales y de la tierra, a horizonte abierto, parada exactamente en la línea de la llanura.  En el borde del vacío.  Mientras en el país de sus antepasados transcurría la guerra, ella iba en carro a los bailes del pueblo.  Se sacaba los pantalones y las alpargatas para ponerse un vestido de organdí, se solaba el pelo rubio, enrulado, se pintaba los labios de carmín furioso y los hombres suspiraban imaginando un aroma distinto.

Cuando sonaban las doce campanadas volvía a los pantalones, a las alpargatas, tomaba unos mates y se iba para el tambo.  ‘Ser del campo’ marcaba una condición de inferioridad respecto a ‘los del pueblo’.  La misma condición que situaba a los pueblerinos unos cuantos escalones más abajo que a ¡los de la ciudad’.

Merceditas se dio el lujo de enamorar a un artista de la gran ciudad, aún a pesar de ella misma, sólo por ser hermosa. Merceditas, sin saberlo, dio un salto al vacío. Sixto Ríos se enamoró de ese salto, primitivo e inmemorial.  Y no hubo renuncia, ni drama, ni ‘destino cruel’.  Sino simplemente que ella no correspondió a ese amor.

 

‘Merceditas’ era el primer tema que aprendíamos los chicos estudiantes de guitarra.  No había en el pueblo acto en el que no se cantara.

‘Merceditas’ había dejado de ser mujer para transformarse en una canción.

La conocí cuando yo era una niña. Llegó en moto a la farmacia de mi tío y pude verla de cerca: vestía pantalones y campera de cuero negro, la boca y uñas pintadas de rojo intenso, como la vincha que sostenía el cabello largo, también negro, exaltando los ojos celestes.

-Ésa es Merceditas-, me dijeron, y yo quedé fascinada por esa imagen, que sólo podía comparar a alguna protagonista de una fotonovela o a una modelo de esas que salían en la revista ‘Para Ti’ que compraba mi mamá. Habrá tenido unos cuarenta y cinco años entonces.  Mucho tiempo después me contaron que vivía sola en el campo, rodeada de gatos. Y que ya no se teñía el pelo.

 

Humboldt fue fundada en 1868 por inmigrantes suizo-alemanes, que cruzaron el mar para hendir la llanura con su siembra.  Fuertes, atrevidos, intrépidos.  Hombres, mujeres y niños arrastrando sus raíces en barco para transplantarlas entre chañares y aromos de este lado del mundo.

En Humboldt se hizo la primera huelga de trabajadores rurales.

Humboldt ahora tiene una plaza redonda, dos iglesias, dos clubes, dos escuelas primarias, una secundaria, una técnica, unas pocas fábricas… y los descendientes de aquella raza.  Todos se conocen.  Éste es el hijo de tal, aquella la esposa de cual.  La Solidaridad y la maledicencia cobran dimensiones agigantadas en pueblos pequeños como éste.

Humboldt tiene una banda de músicos, un conjunto de folklore, un coro, un grupo de rock, una biblioteca, un museo y un taller de teatro. Con el taller elegí contar esta historia.  La historia de ‘Merceditas’.

 

Todos los jueves a las 21 comienza el rito y el juego.  Algunos salen de los negocios en los que trabajan: un mercado, una peluquería, un dispensario; otros (los más jóvenes) se apuran a tomar un colectivo que los traiga al lugar adonde estudian para llegar a horario al ensayo, otros vuelven de trabajar en el campo.   Los que vivimos en Santa Fe atravesamos el vacío, llenándonos los ojos de nube y de trigo en el corto viaje.  Alguien viene de una población vecina a integrarse.

A las 21 nos encontramos.  Buscamos los personajes.  Jugamos.  Tratamos de entender.  Intentamos ser auténticos.  Acercarnos a las verdades y a las ilusiones.  Los jueves le dan un sentido distinto a la vida.  Es el día en que durante tres horas podemos dejar de ser nosotros mismos o ser más nosotros que nunca.  Es el espacio donde se borran los colores de los clubes, las banderas políticas y las diferencias religiosas. Es el lugar donde aprendemos a mirarnos a los ojos (eso que tanto cuesta) y a sentir que somos de una misma especie.

En la historia de ‘Merceditas’ cabemos todos, de una u otra forma nos pertenece.  Es el mismo pueblo el que construye sus mitos, aun a pesar de sí mismo.  Y hablo de una idiosincrasia, de una manera de ser en el mundo, que no aparece sólo a través de los hechos reales, sino también -y fundamentalmente- a través de lo imaginado.

Hay una Merceditas anciana, sola, que vive rodeada de animales en una casa humilde, y que algún día morirá.  Y hay otra: la Merceditas bella, eternamente joven, que sigue recorriendo el mundo con sus ojos azules.  Ésa es la inmortal.”

 

La Pelada

Sabido es que en 1887, los terratenientes Ernesto Bunge y Jorge Born compraron 18.000 hectáreas en el paraje conocido con el nombre de La Pelada para instalar una estancia que llegó a ser una de las más importantes del país.  No ha sido por casualidad que al año siguiente, en 1888 habilitaran el ramal ferroviario Nelson-San Cristóbal y en ese tiempo se asentó la primera población.  José Bernardo de Iturraspe cuatro años después fundó el pueblo La Pelada, el distrito más grande del departamento porque abarca 463 kilómetros cuadrados. Los planos fueron aprobados mediante decreto del 30 de junio de 1897. Constituyeron la comuna el 14 de mayo de 1903 y esa localidad, es cabecera del distrito del mismo nombre. La ganadería ha sido la principal explotación en esa zona y la agricultura, sólo un complemento para cultivo de forrajes porque no son tierras aptas para la obtención de buenos rendimientos en las cosechas. Dista aproximadamente 104 kilómetros de la capital de la provincia.  Celebra las fiestas patronales el 20 de agosto, día de San Bernardo (nombre de Iturraspe).

Hay dos versiones acerca del origen del nombre de este pueblo situación en la zona central de la provincia.  La tradición oral indica que en ese paraje vivía una anciana aborigen, calva y que por tal referencia, comenzaron a nombrar así al asentamiento.  La otra versión alude a las características del terreno porque cundo llegaron los conquistadores encontraron una senda pelada en el recorrido desde “el norte de al afluencia del arroyo Cululú con el río Salado, llegando hasta donde se encontraba el Fuerte San Nicolás o La Pelada instalado por los españoles en 1763.

Desde La Región del diario “El Litoral” de la capital santafesina, el sábado 17 de julio de 1999 reiteraron que “el topónimo de La Pelada es muy antiguo.

Un expediente en el libro Topográfico Provincial Nº 40, que data de 1892, señala que “los capitanes Ignacio y Cristóbal Arias Montiel venden el 27 de abril de 1699 a su sobrino, el capitán Francisco Vera y Mujica, tres fracciones de terreno de estancia situada en el paraje llamado ‘La Pelada’, doce leguas distante de esta ciudad”.

Pilar

Tierras que pertenecieron al entrerriano José María Crespo, situadas a ochenta kilómetros de la capital santafesina, en 1875 eran propiedad de Agustín Cabal y ya estaban pobladas por familias de agricultores.  Ese año, el enérgico Guillermo Lehmann -de treinta y seis años, nacido en Signmaringendor, Alemania y desde 1864 en la zona de Esperanza- junto a Cristian Claus, también hombre dedicado a negocios inmobiliarios y de colonización, “adquieren a Agustín Cabal, el 30 de abril de 1875, parcelas de tierra numeradas de 1 a 100… en la nueva colonia denominada Pilar, sobre la parte del terreno que, sito en esta provincia y departamento La Capital, en el paraje denominado Las Pursianas, está compuesto de doce leguas cuadradas y linda al norte con el señor Cullen y otros; por el sur con los señores Beck y Herzog” -colonizadores en la zona de San Carlos-, “por el este con los campos ocupados por don Carlos H. Seguí, de la testamentería de Elía; y por el oeste con terreno fiscal”, como consta en documentos del Archivo General de la Provincia.

El 12 de agosto de aquel año compraron las cien concesiones contiguas y entre el 24 y 25 de septiembre, registraron los primeros compradores: Fedel Galliani, Carlos Baina, Víctor Chianalino, Francisco Bender, Teodoro Karlen y Pablo Meschler. Los cien lotes restantes fueron vendidos por su dueño Agustín Cabal a partir de junio de 1876 por intermedio de otro empresario: Juan Bernardo Iturraspe.

El 29 de abril de 1877 se disolvió la sociedad Lehmann-Claus y los terrenos quedaron en posesión del primero nombrado tras la compra registrada el 28 de febrero de 1878.

La Comuna se creó el 4 de enero de 1884 y dos años después, inauguraron la Estación del ferrocarril en la línea Santa Fe-Rafaela.

Celebran la fiesta patronal el 12 de octubre, día de Nuestra Señora del Pilar, tradicionalmente la virgen venerada en Zaragoza, España y de acuerdo a diversos testimonios, nombre sugerido por don Agustín Cabal cuando comenzó el loteo. No hallándose documento sobre el día de la fundación se menciona el 12 de octubre de 1876.

Pilar, limita al norte con María Luisa, al sudoeste con Grütly, al oeste con Hipatía y al este con Santo Domingo, al sudeste con Cululú, separados por el arroyo.

Progreso

En 1881, Juan María Crespo fundó el pueblo que nombró Progreso, cuyos planos fueron aprobados mediante decreto del 15 de agosto de ese año. El 2 de septiembre de 1886 se creó la Comuna y luego inauguraron el servicio ferroviario. Abarca una extensión de 108 kilómetros cuadrados.

Escudo

La Secretaría de la Comuna y la Casa de la Cultura “Emilio Hunziker” convocaron a habitantes y ex residentes de Progreso  para participar en un concurso abierto de diseño del escudo que identificaría a esa localidad. La subsecretaría de Cultura de la provincia designó al profesor Hugo Burgos representante para el asesoramiento y supervisión. El escribano Eduardo Weidmann fiscalizó el concurso y Fernando Cammisi, secretario administrativo de la Comuna labró el acta pertinente.  La votación determinó que el diseño elaborado por Leandro Martín Meynet era el ganador, quien a los doce años logró el primer premio por el logotipo del Centenario de la Escuela Nº 341 de José María Paz y luego participó en otros concursos; estudió dos años en el Instituto Superior de Diseño “Crear”.

Presentó al Concurso “un escudo tradicional acuartelado de manera diagonal, en cuya  parte superior está el sol y el año de fundación.  En sus laterales tiene laureles que concluyen atados con la bandera argentina, inscripta con el nombre de la localidad. En su parte posterior, a manera de fondo excluible… la bandera de Santa Fe.  Como centro se halla el mapa de la colonia fundacional, de donde salen las divisiones que contienen a los cuatro símbolos. Fe: representada por la cruz de Cristo que denota la devoción religiosa y la esperanza del pueblo. Familia: en alusión a las familias de los colonos, quienes vinieron a habitar sus tierras.  Trabajo: simbolizado por el trigo (trabajo agropecuario), la pluma (profesional, institucional, administrativo y comercial) y un engranaje (representante de la industria alimenticia, metalúrgica, maderera y de la construcción.) Unión: manos estrechadas que simbolizan a las cooperativas, las asociaciones y los clubes, que tanto contribuyeron al progreso de la localidad.  El sol naciente es un símbolo de la fundación, cuya fecha está inscripta sobre un lienzo de los colores nacionales, mientras que los laureles son los del escudo de la provincia de Santa Fe”.

Más que anécdota… ¡Historia!

Sabido es que fuerzas armadas argentinas han participado en misiones de paz en distintos continentes.  El periodista César Benítez, desde La Región del diario “El Litoral” de Santa Fe, el sábado 6 de diciembre de 1997, con el título “De Croacia a Progreso” difundió parte de la trayectoria de Amable Pedro Rudolf nacido en 1964, hijo de Amable Florianito y de María.

Amable Pedro Rudolf: misión de Paz en Yugoeslavia…

Cursó estudios primarios en la Escuela Primaria Nº 341 de Progreso, secundarios en el Liceo Militar “General Belgrano” de Santa Fe y luego en el Colegio Militar de la Nación (El Palomar, Buenos Aires). Tenía diecisiete años cuando escribió la Marcha del Centenario de Progreso, con música de Raimundo Sangalli y dos años después le propuso al presidente comunal Isidoro Marcos Chiapero, que impusieran el nombre de “Cristian Claus” al puente sobre el arroyo Cululú, como reconocimiento por ser “pionero en los comienzos de Progreso”.  Como oficial del Ejército Argentino, fue destinado a unidades de Mar del Plata donde presidió el Centro Provincial Santafesino, luego a San Luis -tierra natal de Silvia Amaro, su esposa desde 1991-, a la provincia de Santa Cruz -territorio patagónico donde nacieron sus hijos Lilián Vanesa (1991) y Lucas Federico Amable (1993); luego en la provincia de Buenos Aires nacieron  Santiago Ignacio Pablo (1995) y María Sol (1996).

Cumplió una misión de paz organizada por las Naciones Unidas en la ex-Yugoeslavia, primero estuvo en zona de Croacia y luego de Serbia; después de tales experiencias retornó a Junín y en todas esas circunstancias se sentía cerca de su Progreso natal.

Retirado del Ejército argentino con el grado de capitán cuando tenía treinta y tres años, Amable Rudolf luego se dedicó a la política, en el seno del Partido Justicialista,  participó en las elecciones del 26 de octubre de 1997 como candidato a la presidencia de la Comuna de Progreso encabezando una lista integrada por adherentes al sector conducido por Carlos Alberto Reutemann, MODIN -movimiento por la dignidad nacional impulsado por el coronel Aldo Rico-, algunos radicales e independientes.  Obtuvo el 56,2% de los votos (Alianza 42%, en blanco 1,8%) y asumió esas funciones el 10 de diciembre, tras catorce años de gobiernos comunales ejercidos por representantes de la Unión Cívica Radical.

“Recuerdos de la guerra”

“Estábamos por regresar cuando se lanzó la Operación Argentina que consistía en ocupar un lugar donde antes estaba el ejército canadiense.  Teníamos que requisar armas y a mí me tocó del lado serbio; la consigna era hacer cumplir la ley y no generar conflictos.  Ningún contingente debía portar armas cuando se dirigía a la primera línea.

Fue así que hablamos previamente con las tropas serbias que debían pasar por este pueblo para coordinar el trabajo, pero grande fue la sorpresa cuando a la tarde quisieron pasar con armamento, violando las disposiciones vigentes, y no los dejamos.  Al rato teníamos a todos los habitantes de un pueblo cercano que nos rodearon y detrás de ellos unos 150 serbios muy bien armados; fueron momentos de gran tensión.

A raíz de esa pueblada y la tensión que se estaba viviendo, decidí pasar la novedad a otro puesto cercano para que envíen 2 tanques medianos argentinos para poder dispersarlos.

Mientras tanto, el jefe de la tropa serbia trajo un intérprete que hablaba con él en serbio y luego me pasaba la traducción en inglés.  Yo le decía que no entendía, para poder ganar tiempo, hasta que llegaron los tanques.  Fue el momento más terrible que vivimos.  Desde entonces nos reforzaron con 40 hombres más y los tanques quedaron en el lugar en forma permanente”.

1999 – “Un pueblo festeja su crecimiento”.

Con ese título, en el suplemento La Región del diario “El Litoral” de la capital santafesina, el sábado 21 de agosto de 1999, reiteraron lo expresado por el presidente de la Comuna Capitán (R) Amable Rudolf:

“En las puertas del nuevo milenio, nuestro pueblo cumple 118 años y nos encuentra dando un adiós a un siglo y recibiendo a otro, siempre con el fuerte compromiso de seguir engrandeciéndolo y con nuestra incansable voluntad de progresar”.

 

En la crónica destacaron que “una de las propuestas más relevantes de los festejos fue el concurso ‘Mejor presentación de frente de vivienda’, un certamen del que pudieron participar todas las casas de la zona urbana a los fines de presentar ‘un pueblo cada vez más embellecido.  Los requisitos para concursar eran simplemente tener el césped corto, el cordón cuneta limpio y una bandera argentina exhibida junto a la del país de origen del apellido de la familia.  También eran tenidos en cuenta los arreglos florales y decorativos librados a la iniciativa e imaginación de los propietarios.

Las dos viviendas que se consagraron ganadoras fueron exentas del pago de impuestos comunales durante todo el año 2000.

San Carlos

El 27 de septiembre de 1858, los empresarios colonizadores Beck y Herzog fundaron la Colonia San Carlos cuyos planos fueron aprobados en 1874.  Constituyeron la Comuna el 2 de enero de 1895.

En ese territorio luego fueron reconocidos San Carlos Centro, cuyas fiestas patronales celebran el 4 de noviembre, día de San Carlos Borromeo; San Carlos Sud que celebra su fiesta el 27 de septiembre y San Carlos Norte, pueblo fundado por Fermín Leprete en 1858 y que completa la trilogía.

“Los Sigel” en San Carlos Sud  – Antecedentes familiares (Siglo XVII)

Algunos descendientes de las primeras familias fundadoras de las colonias santafesinas suelen aportar interesantes datos y así fue como desde la comarca del litoral se difundió que “ya por el siglo XVII aparece Johann Jorg Sigel en Weilheim al Teck (Wutemburgo-Alemania), de profesión carnicero en el pueblo de Goppingen, fallecido en 1696”.  63

Su hijo Johan se casó con Anna Ruoop y tuvieron seis hijos. Gottfried -uno de sus hijos- casado con Ana Durner, era “carpintero de carretas” como la mayoría de su descendencia y hay que tener en cuenta que tuvieron doce hijos.  “Sin pretender exponer la genealogía completa de esta numerosa familia” se advierte que como Johann Sigel se han identificado hijos varones en sucesivas generaciones.

En 1814, en Weilhem –Wutemburgo-, el 27 de enero nació Johann Sigel, luego marido de Ana María Ihafelido Munnilisny Knton Solothurn, nacieron cinco hijos, en Nidam” y en el 1863, emigraron a la Argentina.”

En 1841, el 23 de noviembre y en la misma localidad, había nacido uno de esos hijos: Johann Sigel, otro de los inmigrantes europeos que llegaron a la llanura luminosa a fines de la década del ’50, en el siglo XIX.

El 1º de abril de 1864 se casó con Rosa Suter de Avan, nacida el 11 de junio de 1844 y tuvieron dieciocho hijos.  En la provincia de Santa Fe, Johan estaba estrechamente vinculado a Guillermo Bauer, nacido en “Berg, Stuttgardt, Alemania, el 17 de febrero de 1844, siendo anotado su nombre como George Philip Wilhelm Bauer”, hijo de “Philipp Bauer y Catharina Uhlman”.

Se ha reiterado que “radicado desde muy joven en nuestra provincia, inició sus tareas agrícolas en San Carlos Sud, donde contrajo matrimonio con María Elisa Sigel, también alemana, nacida el 18 de diciembre de 1851, en Wilheim Kirchheim (Wurtemberg) y estuvo relacionado con el colonizador Alejo Peyret, quien en su libro titulado Una visita a las colonias de la República Argentina, editado en Buenos Aires en 1889, destaca “la pujanza industrial de don Guillermo Bauer, importador del primero molino harinero del país ‘con sistema de cilindros de porcelana’ para la molienda de harina.  Por esos tiempos, de los 7 molinos a vapor existentes en San Carlos, dos pertenecían a Bauer; uno, de 15 caballos de fuerza, y el otro, de 40 HP.  Al visitar San Carlos Sud, anota Peyret: ‘Hoy he visitado otro molino a vapor de Bauer y Sigel, con una fuerza de sesenta caballos, siendo el primer molino de cilindros y con luz eléctrica’.  El informe de Wilhelm hace también referencia estadística de la actividad molinera en San Carlos (en 1872)”, donde Guillermo Bauer surge como un destacado pionero.  Guillermo y su cuñado Juan Sigel, se interesaron por las colonizaciones y la extensión de las vías ferroviarias.

Susana Beatriz Grassino en su análisis integral de la provincia de Santa Fe, expresa que el pueblo “Bauer y Sigel” ubicado en el departamento Castellanos fue fundado por N. Sigel en 1882”, inicial que poco aclara.  Descendientes de los colonizadores destacan que en 1885 fueron rematados en la ciudad de Buenos Aires los campos pertenecientes al señor Domingo Martínez, que abarcaban “extensión cercana a las 18.000 hectáreas”. Bauer y Sigel decidieron adquirirlo  al valor de “9.600 pesos, la legua cuadrada” porque tenían el propósito de fundar colonias. Reunidas las familias colonizadoras -como sucedió en las anteriores poblaciones-, con los recursos disponibles sólo era posible que los inmigrantes construyeran sus viviendas con “tepes (bloques de tierra, de alrededor de 40 cm. De lado, pegados con barro)”, que para algunos eran adobes y colocaban “techos de paja”, de modo que eran los tradicionales ranchos que se encontraban en las postas y en los fortines, en los lugares destinados a la peonada en algunas estancias pampeanas.

Allí también, como antes fue en Esperanza, San Jerónimo y San Carlos-, tenían que desmalezar y roturar la tierra virgen con arados arrastrados por bueyes; sembraban al boleo, cosechaban el trigo cortando con la hoz, juntaban con horquillas y “la trilla, la hacían en corrales donde los yeguarizos pisaban el cereal”, como también lo comentaba Sarmiento.  En 1888, habían firmado “contrato para el tendido de las vías férreas Rafaela Vila, y el 20 de febrero de 1889, el convenio para la extensión del ramal hasta Josefina, de manera que el tranway a vapor pasaba por Bauer y Sigel.  Los terrenos para establecer este ramal fueron donados por don Guillermo Bauer.”

Johann Sigel -Juan-, falleció el 6 de abril de 1894, a los cincuenta y tres años, cuatro años antes de que se creara la Comisión de Fomento, el 18 de noviembre de 1898.  Se ha reiterado la nómina de los primeros presidentes -hasta 1916-: “Enrique Huber, Carlos Suter (padre), Carlos Suter (hijo), Antonio Catellán, Bautista Novara, José Nicola y Antonio Novara”, quienes donaron la imagen de San Juan Bautista destinada a la primera iglesia que se levantó en 1910 y fue consagrada a ese Santo, declarado patrono de la colonia”.

Luego, “la familia Tschieder donó la imagen de Santa Rosa de Lima y la familia Fenoglio, la de San Antonio de Abat”.  Al principio no había sacerdote en  la colonia y desde una cercana llegaba “el padre Antonio Milessi”.  Desde 1908 los vecinos oraban también en la Capilla de San Roque, construida por Bautista Novara en el campo de su propiedad, “realizándose allí todos los 16 de agosto, unas simpáticas reuniones que duraban todo el día y congregaban a todo el pueblo”.

“El día de la gran fiesta era el 24 de junio, día de San Juan Bautista, con misa, procesión, divertimento posterior: cinchadas entre solteros y casados, carreras pedestres, palo enjabonado, piñatas y otros juegos duraban hasta el atardecer.  Luego venía el baile, que se hacía en el ‘pabellón’, alquilado a los señores Ravinale o Lafrera, de piso de madera y techo de lona”.  Poco a poco se fueron fusionando los hábitos europeos con las costumbres americanas, así como apellidos anglosajones se empezaron a vincular familiarmente con otros de origen latino y el idioma castellano -bien o mal hablado- siguió expandiendo sus ecos sobre la llanura luminosa.

Don Guillermo Bauer falleció el 26 de abril de 1912, a los sesenta y ocho años y “sus sucesores” donaron “el terreno para el cementerio”.

Con mayor información se podrán completar estas historias de la Historia, relacionadas con quienes habitaron sobre el suelo argentino a partir de la sanción de la Constitución Nacional en 1853, en Santa Fe de la Vera Cruz, al decir de Gastón Gori en su armonioso recorrido por los seis caminos, en la Ciudad que es el “Corazón legal de la República”.

Sigamos con la aproximación a las primeras familias fundadoras de San Carlos.

 

Federico Sigel y su descendencia…

Las primeras familias colonizadoras llegaban con hijos adolescentes que después formaban las suyas y en algunos casos, buscaban otro lugar para disponer de más tierras o con el propósito de trabajar con mayor independencia.

En una aproximación a la historia de las colonias -en torno a la fundación de Malabrigo-, se detectan datos interesantes.

Sabido es que don Carlos Beck anotó en su diario de la colonia San Carlos que la familia Sigel estaba en la colonia el 14 de mayo de 1859, y la integraban Juan Sigel de 45 años y María Haefchy de 44 junto a sus cuatro hijos: Juan (18), Fanny (15), Federico (11), María (8) y Godofredo de cinco años.  Todos habían nacido en Weilheim, Suiza y con esos datos, surge que “Federico Sigel” habría nacido entre 1847 y 1848.  CSA ,  p.71

Ahora será conveniente dirigir la mirada hacia la trayectoria de otro alemán que también se dedicó a fundar colonias y que había llegado a San Carlos un año después de Juan Sigel (padre) y de Federico Sigel (su hijo).

El 4 de febrero llegó el “Dr. Romang de Berna” como lo anotó el agrónomo por Vollenweider, cuya historia era desconocida, como la de todos los que siguieron poblando la llanura luminosa.

 

Teófilo Romang iba y venía desde San Carlos a Esperanza o Santa Fe; está anotado que el 17 de marzo le entregaron una vaca pero él no residía en la colonia porque semanas después consta: “Visita del Dr. Romang” y era cuando atendía a Kappeler y a su hijo, cuando el padre estaba con una parálisis y al día siguiente de ese desenlace, su hijo fue atacado por un toro que volteó el caballo que montaba y se quebró una pierna, sobre la rodilla.

A fines de junio, “Kappeler fue entregado a la justicia en Santa Fe” -llevado por un policía- y luego fue expulsado de la colonia.

El 10 de octubre, se retiró de la colonia el doctor Romang y la lectura de diversa información indica que Kappeler y él, siguieron estando cerca -o juntos-, en colonias cercanas o en otros lugares.

Sigel entre “Ella” y Romang…

El doctor Teófilo Romang logró fundar otra colonia, en el lugar que inicialmente se había señalado para instalar a los inmigrantes que traía Aarón Castellanos y que fueron llevados hacia el oeste, en la actual Esperanza.  El historiador romanense Darío O. Sager, indica que siguiendo la tradición oral, la colonia Romang fue fundada “el 23 de abril de 1873”.  Es probable que para afirmarlo, se haya tenido en cuenta que el doctor Romang en una carta escribió: “La Colonia principió su formación hacia fines de 1873…”

El propósito de elaborar la historia del centenario de esa comuna, motivó a Sager para investigar sobre los documentos existentes en el Archivo General de la Provincia.  Así fue como se sorprendió al “no hallar ninguna documentación que acredite como día de fundación a la citada por la tradición oral.”

Sabido es que desde ese Archivo -en oportunidad de diversas convocatorias para participar en congresos sobre la Historia de los pueblos- se ha orientado a los escritores -recopiladores o investigadores-, acerca de cómo establecer con mayor precisión la “fecha de origen” de una colonia o de un pueblo, siendo imprescindible observar el documento original -o copia fehaciente-, relacionado con el inicio de las gestiones del colonizador ante el gobierno; el momento en que se suscribe el contrato con la provincia; la fecha de sanción de la legislación pertinente; el día de iniciación de la mensura…

 

Darío Sager comprobó que la mensura debió hacerla el “agrimensor Emilio Goupillaut, designado por el gobierno de Santa Fe” y transcribe un texto interesante:

“A veinte y tres días del mes de abril del año mil ochocientos setenta y dos, ubicado en el mojón nord-este del campo de Thomson, Bonnard y Cía. dio comienzo a las tareas de mensura.”

Siguió el proceso previo a la instalación de los colonos con la colocación de los mojones, se instalaron las familias y cuando esa empresa se estaba consolidando, el doctor Romang decidió cambiar el nombre de la colonia y colocarle el apellido que originariamente pertenecía al abogado que lo asesoró y que se lo transfirió al gestionarle el pasaporte.  Algunos colonos rechazaron ese cambio; optaron por trasladarse hacia otro lugar y se quedaron en el sitio que consideraron favorable para instalar una colonia, de modo que ella se fue poblando y después, se la empezó a reconocer como tierra de mal abrigo.

Es oportuno acotar que al no haber un documento preciso que las identifique a todas las familias fundadoras, cuando se ordenó colocar en una placa de bronce con sus nombres, sucedió como en la colonia Esperanza porque “mucha gente que el fundador señala oficialmente como iniciadora de la colonia en la aludida documentación, no figura en el referido bronce” con el agravante de que “se perpetuaron como primeros pobladores personas a las que ni siquiera el Dr. Romang las menciona en dicho testimonio.”

Otro comentario sirve para completar esas historias. Darío Sager ha destacado que “aquellos pioneros helvéticos se reunían cada 1º de agosto para conmemorar la independencia de su tierra natal.  Lo hacían mediante reuniones familiares; luego vinieron picnics en jornadas de destreza gimnástica…”

Advierte que “hay algo que no cambió: el culto al plato tradicional que enseñaron a comer los fundadores. Se trata del chucrut, preparado con repollo, y que se acompaña con papas hervidas, patitas, colitas y panceta de cerdo, más los infaltables salchichas con mostaza y chorizos asados.”  64

 

Departamento Nueve de Julio

Gato Colorado

En zonas donde abundan los arbustos es frecuente encontrar enormes hormigueros.

Así sucede en el norte santafesino y tal característica impulsó a nombrar Tacurú a la localidad distante aproximadamente diez kilómetros del actual límite con la provincia del Chaco, fundada en 1926 por la Sociedad de Crédito Territorial al construirse la Casa Grande de la administración de una empresa forestal, edificio que en décadas siguientes fue sede de una escuela, después una posada, en años siguientes comisaría y dispensario.

El 26 de octubre de 1926 crearon la Comuna. Desde aquel tiempo, han reiterado que allí instaló su almacén un inmigrante turco.

En la última década del siglo XX, sucesivos relatos coinciden en que Irma Flores durante una entrevista con “un grupo de alumnos de primer año de la escuela Nº 356 (Anexo)” expresó que había conocido a ese rubio de enrojecidas mejillas y ojos verdes, apodado entonces “Gato colorado” por tales rasgos. Ese sobrenombre tantas veces reiterado identificó al paraje donde cientos de hacheros talaron de sol a sol hasta que agotados los recursos naturales se terminó el trabajo y emigraron.

Situada en la zona de los bajos submeridionales, su población ha soportado frecuentes inundaciones y en 1985, se generó un conflicto con manifestaciones populares por el drenaje desde territorio chaqueño, circunstancia que movilizó a los periodistas de distintos medios y tan contundente difusión obligó al diálogo de las autoridades de ambas provincias hasta que se serenaron los ánimos.  Desde La Región del diario “El Litoral” de Santa Fe de la Vera Cruz, el sábado 8 de mayo de 1999, informaron que durante ese año “y en un momento de aridez resurgió la trifulca.  El derribo de un terraplén construido en territorio santafesino para evitar el paso del agua proveniente del Chaco, desató nuevos conflictos que asta suscitaron un debate en cuanto a una cuestión de límites.

Los pobladores de Gato Colorado sufrieron un sabotaje eléctrico y vivieron jornadas de intensa zozobra, hasta que un acuerdo interprovincial firmado por los gobernadores de Santa Fe y Chaco, logró traer nuevamente la paz al territorio del ya famoso Paralelo 28.”

La Casa Grande es insoslayable patrimonio arquitectónico de la legendaria Tacurú y al pasar por un camino asfaltado, es posible observar la escultura de un “gato colorado” con verde iris, sobre un pilar hexagonal…

Proyecto de recomposición ganadera

Información de la Sociedad Rural de Gato Colorado presentada al ministro de la Producción Miguel Paulón, indica que ese distrito, disponía a fines del siglo veinte de “80.000 hectáreas de tierra en condiciones de desarrollar un esquema de recuperación ganadera.  Éstas se encuentran en manos de unos 60 propietarios, que poseen más de 300 hectáreas y cuentan con al infraestructura imprescindible para desarrollar la ganadería.

Del resto de las tierras -unas 160.000 hectáreas-, 150.000 se distribuyen a campo abierto, no están explotadas por sus propietarios pero sí ocupadas por pequeños productores donde pastan sus haciendas, y carecen de todo tipo de mejoras.  Las 10.000 restantes son propiedad de aproximadamente 40 productores que poseen menos de 300 hectáreas cada uno, lo que por sus características les impide participar del proyecto. /…/

En el proyecto planteaban como “objetivos claros:

  • Repoblar de ganado vacuno los campos del distrito de Gato Colorado.
  • Dar a las tierras un uso racional que permita una producción sustentable económica y ambientalmente.
  • Recuperar económicamente a los productores de la región, actualmente en una situación crítica y con sus explotaciones en peligro.
  • Generar no menos de 150 puestos de trabajo.
  • Retener al menos 200 familias en el área rural.”

Habían calculado que “los recursos necesarios para el desarrollo del proyecto demandarán una inversión de 4.000.000 de pesos destinados a la adquisición de 2.5000 terneras y 1.000 toros.”

(Información en el suplemento “La Región” del

diario “El Litoral” de la capital santafesina.

Sábado 18 de marzo de 2000.)

 

   Gregoria Pérez de Denis

En el noroeste santafesino, a 25 kilómetros del límite con la provincia del Chaco y distante 442 kilómetros de la capital provincial, está la localidad “Gregoria Pérez de Denis”, también nombrada “El Nochero”.

Sabido es que el pueblo fue fundado por la Sociedad Colonizadora Agrícola e Industrial Algodonera, alrededor de la estación del ferrocarril “El Nochero”, inaugurada el 13 de noviembre de 1937 en el ramal Tostado-General Pinedo-Avia Terai.

La Comuna fue constituida el 28 de junio de 1940 sin estar aún aprobados los planos, porque recién el 29 de noviembre de 1949, el gobernador electo Juan Hugo Caesar firmó el decreto pertinente.

Le impusieron el nombre de aquella conocida mujer que había nacido en la capital santafesina el 16 de mayo de 1764, hija del español Bernardo Pérez y de  María Ángela de Larramendi (descendiente de don Juan de Garay a través de su hija casada con Hernando Arias de Saavedra). Su marido Juan Ventura Denis tenía una estancia en territorio entrerriano adquirida a la Junta de Temporalidades después que el virrey Bucarelli desalojó a los sacerdotes jesuitas de acuerdo a la orden del Rey Carlos III de España. Don Juan Ventura ya había fallecido cuando llegaron a la capital santafesina las noticias sobre los acontecimientos de mayo de 1810.  Belgrano luego estuvo en Santa Fe para reforzar sus recursos y poder cumplir su misión con el ejército hacia el norte. Fue entonces cuando doña Gregoria decidió apoyarlo con sus bienes e incluso impulsó a su primogénito y único hijo Valentín Denis para que se incorporara al ejército. La entusiasta mujer escribió una carta para Belgrano comunicándole tales decisiones, como consta en documentos archivados el 10 de octubre de 1810.  Informada la Junta de gobierno de Buenos Aires, difundieron ese gesto solidario desde La Gazeta de Buenos Ayres. Doña Gregoria falleció en Santa Fe de la Vera Cruz, el 1º de diciembre de 1823.

Han reiterado que El Nochero era un caballo que utilizaban en la estación del ferrocarril en la década del ’30 y por tradición oral así suelen nombrar al pueblo.

 

Entre las incontables innovaciones impulsadas durante el autodenominado Proceso de Reorganización Nacional iniciado el 24 de marzo de 1976 tras el movimiento cívico-militar que destituyó a la presidenta María Estela Martínez de Perón, los vecinos de “Gregoria Pérez de Denis” recuerdan que un interventor invitaba a firmar para que cambiaran ese topónimo por El Nochero.

Distintos medios informaron que esa iniciativa también fue impulsada por el presidente comunal Ernesto Radimak (1999), porque así reconocen a ese lugar en toda la zona.

 

Departamento San Cristóbal

Trama de negocios por enajenación de tierras…

Ha destacado Gastón Gori que el latifundio se negocia y advierte acerca de la compra de tierras que en 1883 concretó Murrieta y Cía., mediante una escritura que “debía ser firmada también por Juan Bautista Alberdi, que intervenía a nombre del gobierno y que conoció todos los antecedentes de la gestión y su contenido final, pero estando en Burdeos su deficiente salud no le permitió viajar a Londres y otorgó poder para que lo representara el señor Federico Woodgate, inglés radicado en aquella ciudad; de manera que este señor Woodgate” –…el fundador y primer presidente de la Bolsa de Comercio de Rosario-, “con el doctor Lucas González” –el amigo Simón de Yriondo-, “entre otros- actuaron en representación de nuestro gobierno.

Pero las tierras adquiridas inmediatamente después fueron negociadas por Murrieta y Cía. y en esa negociación Federico Woodgate actúa como apoderado de Murrieta y Cía.

Lo que demuestra que la vinculación de la casa y de Woodgate en Londres ya tenía otros antecedentes. Y por último debemos aclarar definitivamente la situación de todos los negociadores: Lucas González y Federico Woodgate representan al gobierno de Santa Fe ante Murrieta y Cía., pero a su vez son apoderados de Murrieta y Cía. en el mismo negocio, de modo que a pesar de que esté salvado el aspecto legal, quien fue el árbitro, quien hizo como quiso en la operación fue Murrieta y Cía. que trataba en ese enorme negocio sobre entrega de territorio argentino, con sus propios apoderados en ése y en otros negocios.  Eso ocurría en Londres, mientras en nuestro país, en la zona donde se habían deslindado las tierras para los ingleses, los colonos labraban reducidos campos y explotaban el bosque, y otros enérgicos creadores de riqueza argentina solicitaban concesiones de pocas leguas para crear obrajes de quebrachos y diversas maderas, algunas de las cuales fueron negadas con un ‘archívese’…  En Londres, dos extranjeros en nombre de Murrieta y Cía., otro inglés en representación de Alberdi, y un argentino vinculado a los negocios ingleses, firmaban la entrega del Chaco santafesino en una extensión de 1.804.563 hectáreas…  Murrieta y Cía., se hizo propietaria de las 668 leguas cuadradas y fracción ‘con la esperanza de poder transferir parte de estos terrenos a una compañía colonizadora, que ellos formarían con sus amigos y bajo su responsabilidad, tomando ellos mismos una gran parte”… esto dice, el doctor Lucas González en el informe sobre las negociaciones previas a la venta… Y efectivamente se formó, no una compañía colonizadora con obligación de radicar inmigrantes, sino la Compañía de Tierras de Santa Fe.”  Negritas aquí   [35]

Es evidente que antes de realizar esos negocios se había tejido una sólida trama de intereses políticos y económicos. 

Desde los tiempos del general Urquiza (1854) el influyente Federico Woodgate dialogaba con José Nicasio Oroño, José María Echagüe y el Dr. Marcelino Freyre, sobre la importancia de las tierras en el sur santafesino, cuando se estaba proyectando la construcción del ferrocarril en el tramo Rosario-Córdoba.  En ese tiempo ante el fracaso de las gestiones del improvisado José Buschenthal, se dispuso la creación de un consorcio y don Guillermo Weehlwright viajó a Londres una vez más para conseguir el aporte de capitales.

Seis años después otro viajero, el inolvidable Lucas González intentaba imponer sus candidatos desde el recién creado Club Republicano que adhería a la política del Gral. Urquiza –estanciero y colonizador- y propuso a sus amigos Benjamín Victorica y con Simón de Yriondo como candidatos a convencionales.  El Dr. Simón de Yriondo asumió el gobierno de la provincia de Santa Fe en el año 1871, un año después de la inauguración del primer tramo del ferrocarril Rosario-Córdoba y finalizado su mandato en 1874 fue electo el gobernador don Servando Bayo y en 1878 fue reelecto Simón de Yriondo siendo vicegobernador el presbítero Manuel M. Zavalla, electo gobernador en 1882 aunque no pudo hacerse cargo ni prestar juramento por su estado de salud, reemplazándolo el vicegobernador Dr. Cándido Pujato hasta el año 1886.

En consecuencia, cuando “el 22 de agosto de 1883”, el inglés Federico Woodgate en su carácter de apoderado tomó posesión de las tierras en nombre de Murrieta y Cía. “el gobierno de la provincia invencible era ejercido por el vicegobernador Dr. Cándido Pujato”.

El conocimiento de esos hechos revela otra paradoja en la historia de la Historia y produce asombro e indignación; sentimientos que Gastón Gori sintetizó en pocas palabras: “¡Y el P. E. agradeció a González y Alberdi porque habían salvado el crédito y el honor de la provincia!  Fue un pésimo negocio o una condescendencia abusiva con el imperialismo inglés, al cual se le estaban preparando ya las vías férreas pagadas con dinero del pueblo, para que pudieran traer desde el corazón de los bosques del norte sus productos a los puertos del litoral…”

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Segundo gobierno de Simón de Iriondo…

El 28 de septiembre de 1881, durante la administración del doctor Iriondo (segundo período 1878-1882), “el gobierno de la provincia de Santa Fe vendió a Cristóbal –Aristóbulo- de Murrieta y Cía, 643 leguas santafesinas, ratificándola mediante decretos del 14 de noviembre de ese año y del 24 de septiembre de 1883.   Al tomar posesión de esas tierras, la sociedad Murrieta y Cía. comprobó que se superponían sus títulos en una superficie de 237.827 hectáreas aproximadamente, con propiedades del señor Teodoro de Bary, entre otros, quienes inmediatamente iniciaron acciones judiciales.

1884 – Compañía de Tierras de Santa Fe con administración en Londres.

El 18 de agosto de 1884 esos adquirentes vendieron dichos inmuebles a la Compañía de Tierras de Santa Fe -con administración en Londres-, ante el escribano Celestino Rosas, encargándose de la mensura el agrimensor Bayona, comisionado por el Departamento Topográfico.  En esas circunstancias, “don José Bazán que ocupaba una fracción de terreno con títulos emanados de la provincia de Santiago del Estero” promovió “un interdicto posesorio que fue fallado contra la Provincia de Santa Fe, por la Suprema Corte Nacional, el 27 de noviembre de 1884.

Enseguida se entablaron acciones judiciales contra la Compañía de Tierras por los señores Adolfo Escalada, compañía colonizadora del Salado y Teodoro D’ Bary” –de Bary en algunos escritos-, todos con fallos a su favor por los tribunales federales porque era necesario respetar los derechos adquiridos al resolverse los límites de Santiago del Estero.

1885-Doctor Lucas González: intermediario para empresas extranjeras.

El 26 de septiembre de 1885, el gobernador Manuel M. Zavalla -casi imposibilitado por su enfermedad- y el ministro José Gálvez comunican a Cristóbal de Murrieta y Cía. que han recibido “una solicitud del doctor Lucas González, presidente de la Compañía de Tierras de Santa Fe, respecto  de la acción judicial entablada con don Adolfo Escalada, por ocupación de parte de los terrenos pertenecientes a dicha compañía” y transcribe el decreto del 24 de septiembre declarando “ser suficiente citación por evicción y los daños y perjuicios de los cuales la Provincia es responsable como causante de los derechos de la Cía. de Tierras…”  Continuaron las medidas judiciales “para la defensa de su posesión y propiedad sin perjuicio de las medidas que el gobierno impute para mantener la integridad de su jurisdicción territorial.

Al día siguiente, el ministro de Gobierno José Gálvez comunica a Cristóbal de Murrieta y Cía. de Londres, que “el gobierno está seguro del triunfo de la Compañía de Tierras en el pleito Bazán pero en todo caso asume desde ya la responsabilidad de todas las obligaciones que la ley impone al vencedor”.

Como aún suele suceder, transcurrieron diez años y el expediente estaba sin resolver.

1896-Sigue el trámite de “don José Bazán” por sus tierras de Santiago…

El 28 de noviembre de 1896 se registra un trámite firmado por Lucas P. Alcácer, reconociendo que “las 75 leguas cuya posesión se ha vindicado a Bazán o sus sucesores son una parte de las 640 vendidas por la provincia a los señores C. de Murrieta y Cía. y que luego se transfirieron a la Cía. de Tierras.  Estaba pendiente de resolución la reclamación de aproximadamente cinco millones de pesos curso legal en efectivo, que la compañía pedía a la Provincia como base de un arreglo.

1908: demanda de la Cía de Tierras ante la Suprema Corte.

A fines del año 1908, la Compañía de Tierras de Santa Fe demandó a la Provincia de Santa Fe ante la Suprema Corte Nacional, por el pago de aproximadamente cinco millones de pesos moneda legal, correspondientes al valor de la superficie de 237.947 hectáreas ubicadas en el Departamento San Cristóbal, y de las que “había sido despojada a causa de juicios reivindicatorios”.

Convenio y pago con título de la Ley 1.505

El convenio ad referéndum celebrado entre el Poder Ejecutivo -gobernador Pedro Antonio Echagüe y ministro Juan Arzeno- el 23 de junio de 1909 disponía en el art. 1º que la provincia abonará a la Compañía hasta la cantidad máxima de 3.212.190 pesos moneda legal en títulos de la ley Nº 1.505, renunciando la Compañía “a todas las reclamaciones pendientes o que pudieran producirse en el futuro por indemnización de dicha superficie, así como por reintegro de las sumas gastadas por la compañía en los diversos juicios”.

En el art. 3º se disponía que dentro de los noventa días, un perito agrimensor practicaría la mensura y el amojonamiento, abonándose esos gastos por mitad.

Durante el tratamiento de ese proyecto el senador Constanzo destacó que “el P. Ejecutivo ha hecho un arreglo que es muy satisfactorio… la compañía de tierras pagó por honorarios 89.000 pesos que no deberá desembolsar el gobierno de la Provincia porque los paga la compañía”.  El proyecto fue sancionado.

Otra indemnización: a la Sucesión de Larrechea.

El acuerdo de límites con la provincia de Santiago del Estero generó juicios contra el gobierno de Santa Fe, por haber sido afectadas propiedades privadas.  Doña Jacoba Páez de Larrechea pidió la indemnización por una superficie de aproximadamente 9.850 hectáreas, a razón de $ 15.- la hectárea, y el P.E. le otorgó el 22 de mayo de 1909 el crédito correspondiente en títulos de la deuda pública, incluyendo los intereses pertinentes. [36]

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Ambrosetti

El agrimensor Enrique Foster, en junio de 1882 elaboró plano con las 135 parcelas de mil metros lado en la zona donde los hermanos Tomás y Francisco Ambrosetti pertenecientes al grupo social que había logrado consolidarse dedicándose a la compraventa de tierras y a especulaciones comerciales, el 21 de junio de 1886 adquirieron a Carlos Rosenthal un terreno de nueve leguas cuadradas que parcialmente se superponían con terrenos de la empresa Malbrán y Casares generándose un conflicto que solucionaron en breve tiempo.

Es oportuno tener en cuenta que Vicente L. Casares (presidente del Banco Nacional) y Tristán Malbrán (diputado nacional), integraban la S. A. Colonizadora Argentina.  Malbrán era yerno de Javier Arrufó –nombrado por algunos Fortunato– porque estaba casado con su hija Selva, nombre de la colonia que fundaron en tierras santafesinas y que después pasaron a jurisdicción de Santiago del Estero.

 

Mediante ley provincial de 6 de diciembre de 1887, “toda colonia agrícola que se funde en la Provincial, cualquiera que sea su situación, queda exceptuada de los impuestos de contribución directa y e patentes por el término de tres años, siempre que tenga una superficie mayor de veinticinco kilómetros cuadrados.”

Establecía la legislación que los fundadores de colonias y pueblos debían reservar “en cada centro de población los terrenos necesarios a juicio del Poder Ejecutivo para templos, escuelas, juzgado de paz, hospitales, lazaretos y plaza públicas”.

Tomás Ambrosetti: arqueólogo y entomólogo americanista.

En la revista del Centenario de Abrossetti editada en 1992, destacan que Tomás Ambrosetti fue un destacado arqueólogo y se dedicó a estudiar los insectos de regiones americanas. Fue jefe de la sección Arqueología del Museo Nacional; integró varias instituciones científicas de distintos países, fundó el Museo Etnográfico reconocido con su nombre.  En 1902 fue condecorado con el título de “Caballero dela Corona de Italia” y diez años después, recibió en París las Palmas Académicas de Francia. En  1908 descubrió el pueblo de Tilcara (en la provincia de Jujuy) donde el Pucará sigue siendo un lugar de asombro por belleza natural y su simbolismo histórico. Quienes llegan a Tilcara pueden observar el monumento piramidal que recuerda aquellos hallazgos junto a su predilecto discípulo el científico Salvador de Benedetti.

Francisco Ambrosetti: hermano y socio tesonero.

El 22 de junio de 1872 celebraron el matrimonio de Francisco Ambrosetti y Ángela Antola quien falleció el 11 de septiembre del año siguiente, en el momento del nacimiento del primogénito Ángel. Fue entonces cuando Francisco se casó con su cuñada Josefa Antola y nacieron siete hijos: María Olimpia Elisabeta, Félix Amadeo, Eduardo Francisco, María Dolores, Ernestina Josefa, Romilda Mercedes y María Mercedes Delia.

Falleció en la capital federal, el 19 de septiembre de 1902.

El 13 de julio de 1892 presentaron una nota al gobernador Juan Cafferata comunicando que habían “fundado una colonia denominada Ambrosetti con su correspondiente pueblo en un terreno de su propiedad ubicado en el departamento San Cristóbal”.

 

Arrufó

La instalación de la estación ferroviaria en la línea Rosario-Tucumán, a 217 kilómetros de la capital santafesina, en 1890 se generó el primer asentamiento de familias en ese lugar. En la revista editada al celebrarse el “Centenario de Arrufó”, destacan que esas tierras pertenecían desde 1884 al bonaerense Javier Arrufó por compra a otros propietarios, herederos de Amancio Alcorta.

Es oportuno tener en cuenta Javier Arrufó -nombrado por algunos “Fortunato”– era suegro de Tristán Malbrán (diputado nacional casado con Selva Arrufó, socio del entonces presidente del Banco Nacional, Vicente L. Casares) fundadores de pueblos que luego pasaron a jurisdicción de Santiago del Estero.

 

El 10 de agosto de 1903 se constituyó la Comuna de Arrufó y en la década siguiente, don Martín Ponce de León, en 1912 fundó el pueblo de Arrufó, cuyo trazado fue aprobado mediante decreto del 21 de mayo de ese año. Celebran las fiestas patronales el 15 de agosto, día de la Asunción de la Santísima Virgen María.

Revista del “Centenario de Arrufó”

Es oportuno reiterar lo informado el sábado 29 de enero de 2000 desde La Región del diario “El Litoral”:

“Durante la segunda mitad del siglo XIX, luego del desplazamiento de las fronteras y la incorporación de tierras al dominio provincial, los terrenos no quedaron en dominio público sino que se fueron concediendo por diversos motivos a particulares.

En un primer momento, el deseo fue acelerar el proceso colonizador iniciado con la fundación de las colonias Esperanza, San Carlos y San Jerónimo, que sentó las bases para que el gobierno provincial comenzara la venta de tierras públicas.

Luego, las penurias financieras que sufrió la provincia en la década del ’70 obligaron al gobierno a transferir parte de sus dominios públicos a manos privadas. Por este motivo, entre los años 1879 y 1882, alrededor de tres millones de hectáreas en el norte y un millón en el sur pasaron del erario público a ser propiedad de particulares.

Así en abril de 1884 -cuando la provincia era gobernada por el doctor Manuel Zavalla-, los terrenos que en años posteriores formarían Arrufó sufrieron esa transferencia”.

Es necesario expresar que en realidad el doctor Zavalla no gobernó porque estuvo casi todo ese período con licencia por enfermedad y en realidad, el gobierno de la provincia invencible era ejercido por el vicegobernador doctor Cándido Pujato y así fue como “el 22 de agosto de 1883”, el inglés Federico Woodgate en su carácter de apoderado tomó posesión de tierras en nombre de Murrieta y Cía….

 

Lo escrito en la “Revista del Centenario de Arrufó” ha sido reiterado en La Región del diario “El Litoral” de la capital santafesina, el sábado 29 de enero de 2000:

“…la provincia por una indemnización cuyos motivos se desconocen, entregó a los herederos de Amancio Alcorta terrenos fiscales ubicados al sur, en el departamento Rosario. Pero faltando algunas leguas para completar esa indemnización, se le concedieron ocho leguas cuadradas y 407 milésimas de otra (aproximadamente 22.034 hectáreas) ubicadas al norte de lo que abarcaba el entonces departamento Las Colonias.

No fue por casualidad que el departamento La Capital, mediante ley del 26 de octubre de 1883 se subdividiera y crearan el departamento Las Colonias abarcando todas las tierras situadas al norte del río Salado, tampoco fue por casualidad que mediante ley del 31 de diciembre de 1890 se subdividiera Las Colonias para establecer la jurisdicción del Departamento San Cristóbal.

 

En la citada Revista también indican que Javier Arrufó era el suegro de Tristán Malbrán, integrante de la Sociedad Anónima Colonizadora que formó las colonias Hersilia, Ceres y Selva, ubicadas al norte de Arrufó. En 1885, al año de haber adquirido esas ocho leguas cuadradas y fracción, Javier Arrufó se las vendió a Juan Salvador Boucau de Buenos Aires, y a Sixto Sandaza, vecino de la ciudad de Santa Fe”, en la década siguiente intendente de la ciudad de Santa Fe de la Vera Cruz.

 

Tampoco fue por casualidad que “una vez tendidas las vías del ex ferrocarril Mitre recién se procedió al trazado de la colonia.  En 1884, la compañía inglesa que había construido el ferrocarril de Buenos Aires a Rosario, obtuvo la concesión del gobierno nacional para prolongar la línea hasta Sunchales.  En pocos años se fueron librando al servicio público los tramos Rosario-Gálvez, Gálvez-Rafaela y en 1887, ya Rosario se comunicaba con Sunchales”.

 

Otro párrafo referido a la historia sobre los orígenes de Arrufó es insoslayable:

“También se cree que es probable que la estación haya recibido este nombre porque en el momento de conceder los terrenos a la compañía para la construcción de las vías y estación, éstos estaban hipotecados a favor de Javier Arrufó.”

No será fácil desenmarañar la intrincada trama de los intereses y los privilegios que sustentaron sucesivas entregas de las tierras en la provincia de Santa Fe, en la República Argentina…

 

Hay datos que contribuyen a entender algo más acerca de cómo se entregaban las tierras en las últimas décadas del siglo diecinueve.

“Deudas, recursos y empréstitos…”

Considero oportuno reiterar lo que escribí acerca del gobierno de Servando Bayo (1874-1878) porque “en su mensaje de 1874, el gobernador Bayo analizó el estado de las cuentas del Estado y se refirió a las amortizaciones de distintos créditos”.

Acerca del empréstito de Londres – Murrieta y Cía., el 2 de mayo de 1875 el gobernador Servando Bayo en su mensaje a la asamblea legislativa informó sobre las cuentas pendientes y explicó los trámites relativos al Empréstito que “se había realizado en parte en el mercado de Londres”, expresando que “los documentos que existen en la Secretaría de V. H.” –vuestra honorabilidad- “manifiestan que los contratistas, Señores C. de Murrieta y Cía., se reservaron en su poder las cantidades necesarias para el servicio de intereses y amortización correspondiente a tres semestres; -dos se han hecho ya… y podéis estar tranquilos; -cumpliré religiosamente con esta obligación, aun cuando para ello fuese necesario hacer sacrificios. Me es satisfactorio anunciaros, que nuestro crédito en el mercado de Londres, se encuentra en condiciones envidiables. -El 8 de febrero del corriente año, nuestros títulos del empréstito del 74 se cotizaban al 98 ½ %; pocos pueblos de Sud América, tienen su crédito tan alto en el primer mercado del mundo.

Mi opinión es, que el 1º de Enero del año entrante se han de cotizar a la par,  si no están con premio.  Me atrevo a pensar así, observando el movimiento que han tenido en un año; -sobre el precio del 92% a que fueron enajenados han aumentado un 6 ½ %.  No dudo, y aún puedo asegurarlo, que si buscamos un nuevo empréstito, lo obtendríamos con mayor facilidad y en mejores condiciones y esto nos impone con más razón el deber de cumplir religiosamente las obligaciones que hemos contraído”. Negritas aquí   [37]

(Desde otra perspectiva, Gastón Gori en su profundo estudio sobre el latifundio de La Forestal en el Chaco Santafesino, alude a la compra de tierras realizada por Murrieta y Cía. en Corrientes y luego en Santa Fe.  Destaca la existencia de explotaciones de tanino en aquel tiempo y advierte que “no era un misterio el valor potencial… de los bosques que se enajenaban, ni lo que la industria había realizado en materia de tanino… Quizá los compradores extranjeros sabían más que los gobernantes argentinos, o los gobernantes argentinos no se preocuparon por saber tanto como los compradores ingleses, o simplemente todos estaban sabiendo todo… Los capitalistas de Londres cumplían a conciencia con su función, como que eran hombres de una nación imperialista; la responsabilidad debemos buscarla… en tierra argentina y a ella es ajena el pueblo, gobernado por el régimen de una democracia permanentemente escamoteada”.) [38]

 

Aludía el gobernador Servando Bayo en su discurso ante la Asamblea al año 1876: Deudas fiscales y giro en descubierto…

Con respecto a las cuentas pendientes de la Provincia, manifestó que las Letras a Pagar al Banco Mauá y a don Leopoldo Guerra, estaban canceladas.  Se había girado en descubierto en el Banco Provincial de Santa Fe, para pagar “sueldos y gastos”; se estaban reduciendo los créditos del empréstito de Londres e informó sobre “la cuenta especial que tiene la casa de los Sres. C. de Murrieta y Cía. de Londres con este Gobierno”.

Otras conclusiones en torno a Murrieta y Cía. Sabido es que en aquel tiempo -y como sucede aún.-  algunos negocios de los santafesinos se hacían en Europa y es oportuno intentar otra aproximación a hechos insoslayables en la historia de los argentinos.

No está escrito en los textos que se utilizan generalmente en las escuelas argentinas, algunos datos que es necesario reiterar para lograr una mayor aproximación a la historia de la Nación Argentina, porque está demostrado que desde los tiempos del general Urquiza (1854) el influyente Federico Woodgate dialogaba con José Nicasio Oroño, José María Echagüe y el Dr. Marcelino Freyre, sobre la importancia de las tierras en el sur santafesino, cuando se estaba proyectando la construcción del ferrocarril en el tramo Rosario-Córdoba.

En ese tiempo ante el fracaso de las gestiones del improvisado José Buschenthal, se dispuso la creación de un consorcio y don Guillermo Weehlwright viajó a Londres una vez más para conseguir el aporte de capitales.  Seis años después otro viajero, el inolvidable Lucas González intentaba imponer sus candidatos desde el recién creado Club Republicano que adhería a la política del Gral. Urquiza –estanciero y colonizador- y propuso a sus amigos Benjamín Victorica y con Simón de Yriondo como candidatos a convencionales.

Una vez más, el gigante de las Letras, el historiador Gastón Gori, ilumina una de las tantas etapas sombrías, referida a la explotación de los quebrachales santafesinos por los ingleses.

Derivaciones en la década siguiente:

Ha destacado Gastón Gori que el latifundio se negocia y advierte acerca de la compra de tierras que en 1883 concretó Murrieta y Cía., mediante una escritura que “debía ser firmada también por Juan Bautista Alberdi, que intervenía a nombre del gobierno y que conoció todos los antecedentes de la gestión y su contenido final, pero estando en Burdeos su deficiente salud no le permitió viajar a Londres y otorgó poder para que lo representara el señor Federico Woodgate, inglés radicado en aquella ciudad; de manera que este señor Woodgate” –…el fundador y primer presidente de la Bolsa de Comercio de Rosario-, “con el doctor Lucas González” –el amigo Simón de Yriondo-, “entre otros- actuaron en representación de nuestro gobierno.  Pero las tierras adquiridas inmediatamente después fueron negociadas por Murrieta y Cía. y en esa negociación Federico Woodgate actúa como apoderado de Murrieta y Cía.  lo que demuestra que la vinculación de la casa y de Woodgate en Londres ya tenía otros antecedentes.  Y por último debemos aclarar definitivamente la situación de todos los negociadores: Lucas González y Federico Woodgate representan al gobierno de Santa Fe ante Murrieta y Cía, pero a su vez son apoderados de Murrieta y Cía. en el mismo negocio, de modo que a pesar de que esté salvado el aspecto legal, quien fue el árbitro, quien hizo como quiso en la operación fue Murrieta y Cía. que trataba en ese enorme negocio sobre entrega de territorio argentino, con sus propios apoderados en ése y en otros negocios.  Eso ocurría en Londres, mientras en nuestro país, en la zona donde se habían deslindado las tierras para los ingleses, los colonos labraban reducidos campos y explotaban el bosque, y otros enérgicos creadores de riqueza argentina solicitaban concesiones de pocas leguas para crear obrajes de quebrachos y diversas maderas, algunas de las cuales fueron negadas con un ‘archívese’…”

En Londres, dos extranjeros en nombre de Murrieta y Cía., otro inglés en representación de Alberdi, y un argentino vinculado a los negocios ingleses, firmaban la entrega del Chaco santafesino en una extensión de 1.804.563 hectáreas…  Murrieta y Cía, se hizo propietaria de las 668 leguas cuadradas y fracción ‘con la esperanza de poder transferir parte de estos terrenos a una compañía colonizadora, que ellos formarían con sus amigos y bajo su responsabilidad, tomando ellos mismos una gran parte’… esto dice, el doctor Lucas González en el informe sobre las negociaciones previas a la venta… Y efectivamente se formó, no una compañía colonizadora con obligación de radicar inmigrantes, sino la Compañía de Tierras de Santa Fe.Negritas aquí  [39]

Es evidente que antes de realizar esos negocios se había tejido una sólida trama de intereses políticos y económicos.  En consecuencia, cuando “el 22 de agosto de 1883”, el inglés Federico Woodgate en su carácter de apoderado tomó posesión de las tierras en nombre de Murrieta y Cía. “el gobierno” de la provincia invencible era ejercido por el vicegobernador Dr. Cándido Pujato.  El conocimiento de esos hechos revela otra paradoja en la historia de la Historia y produce asombro e indignación; sentimientos que Gastón Gori sintetizó en pocas palabras: “¡Y el P. E. agradeció a González y Alberdi porque habían salvado el crédito y el honor de la provincia!  Fue un pésimo negocio o una condescendencia abusiva con el imperialismo inglés, al cual se le estaban preparando ya las vías férreas pagadas con dinero del pueblo, para que pudieran traer desde el corazón de los bosques del norte sus productos a los puertos del litoral…”

                                   Todo es historia de la Historia de los argentinos

Capivara

Capivara es palabra derivada de capiguara o capibara, pronunciada por los guaraníes para nombrar al “carpincho”, roedor de gran tamaño existente al norte de la provincia de Santa Fe.

En 1880 en tierras distantes a 165 kilómetros hacia el noroeste de la capital provincial, se realizó la mensura a favor de Mariano Cabal (padre). Cuatro años después, mediante una ley fue autorizada la instalación de vías férreas en el ramal Lehmann-San Cristóbal y la Compañía Francesa de Ferrocarriles logró la firma del contrato de explotación el 18 de diciembre de ese año, encomendándose la construcción a la empresa John G. Meigs y Cía. Esas circunstancias favorecieron el asentamiento de algunas familias el 31 de diciembre de 1886, durante el gobierno del doctor José Gálvez autorizaron la inauguración de la Estación Capivara.  Un año después, el 6 de diciembre de 1887 el Banco Colonizador Nacional compró una superficie de aproximadamente ochocientos kilómetros cuadrados y fundó la Colonia Enrique Sánchez. Pedro Viñas como representante de la sociedad colonizadora pidió la aprobación de los planos y lo logró mediante el decreto firmado el 3 de diciembre de 1888.  En tales circunstancias, también pidieron el reconocimiento de que todos los pueblos fundados por esa sociedad recibirían los beneficios otorgados mediante la “Ley de Colonización de la Provincia de Santa Fe”, sancionada el 6 de diciembre de 1886.

Previa donación de un terreno de su propiedad a favor del gobierno provincial, el Banco Colonizador logró que en marzo de 1890 aprobaran el plano pertinente al pueblo Enrique Sánchez donde los colonos hicieron algunas siembras y dado el bajo rendimiento luego se dedicaron a la ganadería.  Dos años después, autorizada la instalación del pueblo de Ñanducita que abarcaba parte de las tierras de la Colonia Sánchez, el 9 de octubre de 1892 aprobaron los planos pertinentes.

Dos décadas después reconocieron la Comuna de Capivara –4 de octubre de 1912- abarcando setecientos seis kilómetros cuadrados y al año siguiente integraron la Comisión de Fomento nombrando a Rodolfo Alba Posse, Pastor Rosas y César Scazzola, con jurisdicción sobre tres colonias que hasta entonces dependían de la Comisión de Fomento de Constanza: Enrique Sánchez, Lorenzo Torres y Álvaro Istueta.

Ceres

Sabido es que Ceres es el nombre dado a la “diosa de la agricultura”.

En 1886, continuó la extensión de la red ferroviaria argentina desde Sunchales a Tucumán y en consecuencia, se generó un impulso en los pequeños pueblos de la zona de Hersilia, Ceres y Selva, localidad luego integrada al departamento Rivadavia, provincia de Santiago del Estero.

Los planos de esas tres localidades fueron presentados por la Empresa de Colonización de Rodolfo Brühl, “trámite que la S. A. Colonizadora Argentina, constituida por los Sres. Vicente L. Casares (entonces presidente del Banco Nacional) y Tristán Malbrán, (entonces diputado nacional)” como lo ha destacado Susana Beatriz Grassino en su Análisis Integral de la Provincia de Santa Fe, editado en 1986 por iniciativa del vicegobernador Carlos Aurelio Martínez y de la Cámara de Senadores de la provincia, en ese período con mayoría de representantes de la Unión Cívica Radical.

 

Sabido es que el alemán Rodolfo Brühl había nacido en Berlín, el 27 de marzo de 1858, en el seno de una familia distinguida. Aproximadamente a los veinticinco años decidió viajar hacia el río de la Plata en un barco.

En ese tiempo en la provincia de Santa Fe avanzaban con la extensión de las vías férreas para comunicar a los pueblos y facilitar la comercialización de los productos trasladándolos incluso para la exportación desde los puertos del Paraná y Buenos Aires.

Es oportuno tener en cuenta que Tristán Malbrán era el yerno de Javier Arrufó nombrado Fortunato, comprador en 1884 de tierras a los herederos de Amancio Alcorta. Entre las tantas colonias y pueblos fundados por Juan Bernardo Iturraspe en la provincia de Santa Fe, hay que nombrar Alcorta, en el actual departamento Constitución.

 

Desde 1970, Ceres es reconocida como “Capital Nacional del Zapallo” por pertenecer a la zona de mayor producción del país.

Selva (luego, de Santiago del Estero)

La localidad de Selva perteneció al territorio santafesino hasta que se establecieron nuevos límites y pasó a la jurisdicción del departamento Rivadavia, provincia de Santiago del Estero.

La docente e historiadora sunchalense Carmen Cavalli  de Uberti comenzó su labor educativa en 1964 en la Escuela Nº 79 “Fernando Bravo” de Selva y desde La Región de “El Litoral” santafesino, el sábado 13 de octubre de 2001 refiriéndose a las huellas de la raíz colonizadora, destacó que “en 1892, don Tristán Malbrán, apoderado y miembro de la Sociedad Colonizadora Argentina, funda los pueblos y colonias de Hersilia, Ceres y Selva”…

Selva está situada a metros de la Ruta Nacional Nº 34, quince kilómetros al oeste de Ceres. Impuso ese nombre “en honor de su esposa Selva Arrufó de Malbrán”.

Rememoró luego que “el 6 de julio de 1961 comenzó a funcionar la usina eléctrica, con 6 horas diarias de luz; el 21 de septiembre de 1965 se extendió a 24 horas y en 1970 se inauguró la luz a mercurio de la avenida José Belletti, entrada principal a la ciudad.”

Curupaity

Los guaraníes decían curupay para nombrar a los algarrobos y en su lengua, la desinencia ti indicaba que eran muchos.

En la zona del norte santafesino donde crecían vigorosos y abundantes algarrobos reconocían como Curupay-ti a las tierras que compradas en 1860 por Domingo de Sa Pereyra y su socio José Coelho y Meyrelles, fallecido siete años después.

Disuelta la sociedad, María Acosta de Coelho y su hijo Federico reconocieron como dueño absoluto de esas tierras a Sa Pereya.  Tras el fallecimiento de don Domingo en 1879, heredaron sus hijos “María, Juan, Eduardo, Clara, Amelia, Domingo y Ángela”, como destacaron en la revista del Centenario.

En ese tiempo, era propiedad de Domingo Sa Pereira  la estancia La Floresta, una de las construcciones más antiguas en Colonia Máximo Paz, que abarcaba también el territorio actual del distrito de Curupaytí.

Sabido es que los Sa Pereira fueron adquiriendo más concesiones o recibieron tierras por compensación de otras expropiadas por el gobierno.

Domingo Sa Pereira también tenía tierras hacia el suroeste de la capital santafesina, en el “Cantón de Zárate”. Fueron heredadas por su hijo Eduardo de Sa Pereira, el mismo que mediante el decreto Nº 1368/1883 (Libro 19, folio 225 en el Archivo General de la Provincia de Santa Fe) recibió más tierras en el norte, actual departamento San Cristóbal.

Eduardo de Sa Pereira estaba casado con la brasileña Adela Cordeiro, tenían cuatro hijos “Eduardo Benjamín, Carlos Domingo, Adela y Leila y residían en la capital federal, siendo ya a fines del siglo diecinueve otro latifundista en el norte santafesino porque tras aquel decreto de 1883, incrementó su patrimonio con una importante superficie de lo que conformaba la Colonia Máximo Paz.

 

Aquellas tierras fueron destinadas a explotaciones agrícola-ganaderas y él las administraba desde la Capital Federal dejando a cargo de empleados, capataces y peones que con sus familias constituían la población permanente en esa vasta región, todo lo relativo a los cotidianos trabajos rurales.

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En 1890 la Compañía Francesa de Ferrocarriles Argentinos instaló en aquellas tierras Casilla del Medio, mientras extendían las vías hasta el kilómetro 608.

Tiempo después, al intentar escribir Curupaytí, algún escribiente confundió las íes y dibujó la latina donde estaba la griega y viceversa, repitiéndose luego Curupaity hasta la actualidad.

 

Don Eduardo de Sa Pereira vendió al estanciero “Mayoraz” aquellas tierras del distrito Curupaity, heredadas luego por cinco hijas, formando los campos “El Chañar, “La Hortensia”, “Suc. Costamagna”, “La Argentina” y “Manuel Costamagna”.

Murió Sa Pereira en la capital federal en agosto de 1924 sin tener nietos. Su hijo Carlos era el único hijo que se acercaba a La Floresta. Han destacado que a principios de la década del ’50, Juan Rigali comisario de Policía de esa zona se jubiló y comenzó su trabajo como mayordomo de La Floresta hasta que esas explotaciones fueron declinando y en 1959 subastaron la Estancia “La Floresta” vendieron el loteo y ha sido el comienzo de otra historia…

 

Moisés Ville

El Barón de Hirsch era un banquero judío, fundador de la empresa colonizadora Jewish Colonization Association que operaba en las provincias de Buenos Aires, La Pampa, Santa Fe, Entre Ríos y Santiago del Estero.  Adquirida una parcela de 10.000 hectáreas al noroeste de la capital santafesina, en ese lugar se generó el primer asentamiento de un grupo de israelitas dedicados a trabajos agrícolas.

Sucedió en octubre de 1889 y después de la Fiesta de las Cabañas cuando visitó ese lugar Pedro Palacios, quien “según lo expresado por el administrador Hurwitz, venía a ‘fundar oficialmente el futuro centro de la colonia’ que ya estaba instalada.

Lo recibieron con pan y sal, como era costumbre hacer con las visitas.

El rabino Aarón Goldman lo agasajó con un discurso en idish, que fue traducido por Hurwitz. Pedro Palacios les reiteró sus promesas de proporcionarles ayuda y les comunicó sus proyectos de urbanización. Para ello fue que le pidió a Goldman que le sugiriera el nombre del nuevo pueblo y desde entonces quedó bautizado como Moisés Ville”, porque el rabino Goldman había dicho: “Kiriat Moshé”.

En el momento del asentamiento fundaron la Sinagoga Barón Hirsch porque un grupo de familias traía como guía espiritual al rabino Aarón Goldmann.

En 1920 construyeron otro edificio.

 

Pedro Palacios, el 10 de enero de 1890 presentó al Departamento Topográfico de la provincia de Santa Fe los planos firmados por el agrimensor Tomás de Pnafils, que situaban tal localidad en los lotes 103 y 104 de la Colonia Palacios y así fueron aprobados.

El trazado en forma de damero abarcaba ocho manzanas y media de norte a sur y diecisiete de ese a oeste, una plaza central y los lotes de las manzanas adyacentes previstos para equipamientos.

Luego adquirieron campos a los estancieros Ortiz y Rodríguez y en ese tiempo la Colonia Moisés Ville ya abarcó 118.262 hectáreas.

 

En la edición del sábado 11 de noviembre de 2000 de “La Región”, suplemento semanal del diario “El Litoral” de la capital santafesina, destacaron que “en torno de Moisés Ville surgieron los enclaves de Virginia, Wavelberg, Bialystok, Muchnik, Zadoc Kahn, Berlín y los denominados por el número de las familias que los habitaban, ’12 casas’, ’24 casas’, o ‘6 casas’.”

 

Dos años después de la fundación, en 1891 inauguraron el Cementerio Israelita considerado el más antiguo del país y allí está sepultado el rabino Goldman.

 

Con el título Los lugares de la fe, desde el diario “El Litoral” de la capital santafesina, en el suplemento semanal “La Región” informaron que desde 1905 está instalada la Sinagoga Brener, lindante con la escuela hebrea “Yahaduth” y conserva aún el tabernáculo de madera tallada y policromada.

La Sinagoga Lituana se fundó en 1915, fue desmantelada y demolida en 1980 y en ese lugar está el Bosque del Centenario donde familias de esa localidad plantaron árboles de diferentes especies y colocaron un pequeño monumento alegórico.

 

Por iniciativa de artesanos, en 1916 construyeron la Sinagoga Obrera y asumieron solidariamente todos los gastos. A fines de ese siglo se conserva el edificio, en desuso y se ha perdido el equipamiento.

Desde entonces, trabajaron con entusiasmo no sólo para producir bienes materiales porque ha sido fecunda la labor intelectual y artística.

A fines del siglo XX, asumió el primer presidente de Comuna no judío: Omar Albino, impulsor del convenio firmado con la Sociedad Hebraica Argentina para desarrollar el proyecto “Raíces”, tendiente a avanzar en el estudio acera de los orígenes de la inmigración hebrea en la Argentina promoviendo actividades en un establecimiento educativo de esa comunidad.

Monigotes

Sabido es que a mediados del siglo diecinueve al noroeste de la provincia de Santa Fe seguían viviendo guaycurúes y abipones.

En el camino hacia el Alto Perú eran frecuentes sus incursiones y para combatirlos, fuerzas del regimiento 6 de Caballería al mando del coronel Juan Pablo Janeson avanzaron en el establecimiento de una línea de defensa desde Fortín Lincoln hacia “Vizcacheras, Ñanducita, Capivara, Monigotes, Algarrobo Grande o General Paz”.

 

Desde La Región del diario “El Litoral” de la capital santafesina, acerca de “Monigotes tierra de indios y judíos”.

En torno al origen del nombre, dicen que “los indios hallaron en un lugar cercano al fuerte donde hoy se levanta el pueblo, un muñeco tallado en madera.  De ahí que para identificarlo, los pioneros pobladores se referían a él como ‘el lugar del monigote’ o ‘de los monigotes’…”

 

En esa edición del sábado 6 de marzo de 1999 han reiterado lo expresado en la “Revista del Centenario” porque primero “llegaron al país ocho familias judías provenientes de París, a las que les había financiado el viaje la Alliance Israélite Universelle. El objetivo era dedicarse al cultivo de trigo y por eso se dirigieron primero a la próspera colonia de Esperanza, pero al no encontrar tierras disponibles para trabajar se vincularon con el Banco Colonizador de la capital santafesina.  En carretones tirados por bueyes, los inmigrantes emprendieron una penosa travesía que los conduciría hasta la entonces desértica Monigotes.

Allí los ubicaron formando una pequeña aldea, al lado de un aserradero que preparaba durmientes de quebracho colorado y urunday, para ser utilizados en la construcción de las vías del ferrocarril que unía Rosario con Tucumán. Con necesidades pero empeño, los judíos empezaron a edificar su vida cotidiana: para proveerse de alimentos debían dirigirse a los Sunchales, ubicada donde está la actual ciudad, a más de cincuenta kilómetros de ese emplazamiento.   De inmediato se dieron a la tarea de levantar las viviendas de palo a pique con techos de paja cortadera y espartillos embarrados; se encarnizaban en la construcción de alambrados, corrales, piquetes para los animales y se dispusieron a roturar el suelo virgen de esta novel colonia, enclavada en un verdadero desierto, espartillar interminable, rodeado de ralos bosques.  Lograron provisoriamente, que el aserradero administrado por Leibovich les proveyera algunos de los más indispensables comestibles.  La lucha inicial de esos escasos integrantes de la colonia fue muy dura, ya que ese pequeño grupo originario de París, la ciudad más lujosa de Europa, debió remontar sus vidas en una pampa prácticamente inexplorada.

Los Wofcy, Weissmann, Opinau, Gluckman, Feldman, Schwartz, Mosden y Caminsky fueron los pioneros en el paraje, pero pronto se sumaron otras dieciocho familias.  La pequeña colonia logró sobrevivir unos diez años, pues la depresión de la langosta que oscurecía el cielo con sus ataques periódicos y la sequía que azotó este paraje un par de años, impidieron cosechar el cereal sembrado.   Como consecuencia, la colonia se desmanteló y sus integrantes se alejaron hacia Santa Fe, Rosario y Buenos Aires.

Paralelamente a ese asentamiento de inmigrantes judíos, en el año 1883 se radicó en la zona la familia de Juan B. Dutruel, que adquirió y arrendó una cuantiosa extensión de tierras para luego comenzar la explotación ganadera.

 

(A fines del siglo veinte, “la firma conserva parte de esa tierra en poder de sus descendientes, donde fue su primitivo asentamiento: ‘Estancia La Palmita’, la que luego de divisiones catastrales pasó a pertenecer al vecino distrito Suardi.”)

 

Mientras continuaban las extensiones de las líneas ferroviarias que partían desde Buenos Aires hacia localidades donde era necesario cargar la producción para exportar, se impulsaban más obras en la provincia de Santa Fe con el propósito de vincular Córdoba y Tucumán.  Mediante la Ley Nº 1996, se aprobó la construcción del tramo entre Sunchales y Pinto, en la provincia de Santiago del Estero.

El 1º de marzo de 1890 fue inaugurada estación Monigotes.

Cuatro años después, llegaron los inmigrantes traídos por la Jewish Colonization Association, primeros instalados en el Pueblo de Monigotes cuyo distrito abarcaba aproximadamente 314 kilómetros cuadrados. “Se dedicaron a la agricultura y a la ganadería, actividades que fueron dándoles un carácter distintivo a la colonia.  La primera casa de comercio que se estableció en la población fue la del comisario Benito Aragundes, de origen vasco-hebreo” cuyo edificio perdura a principios del siglo veintiuno.   También se conserva con algunas modificaciones, la construcción de la casa de comercio instalada en 1911 por Bernardo Fidelef y han reiterado que “la familia Goldín, radicada en la colonia, se trasladó a la incipiente población y constituyó con sus numerosos miembros, el actual núcleo central del pueblo.”

Impulsó el crecimiento de ese pueblo, la instalación de una sucursal de la Sociedad Mutua Agrícola Limitada de Moisés Ville porque sirvió como apoyo al desarrollo económico en esa zona.

La Comuna de Monigotes, quedó constituida el 5 de septiembre de 1912.

En la revista del Centenario hay reiterado distintas versiones acerca del origen de ese nombre.

Monte Oscuridad

Esa localidad abarca aproximadamente 325 kilómetros cuadrados, está cerca del límite con la provincia de Córdoba y han reiterado que comenzó a poblarse en 1911.

Nombraron así a ese incipiente pueblo porque había enormes y frondosas arboledas que generaban sombras y penumbras…

Susana Beatriz Grassino en su Análisis Integral de la Provincia de Santa Fe, destacó que dista aproximadamente 270 kilómetros de la capital provincial; “la comuna fue creada el 31 de marzo de 1927” y es cabecera del distrito de igual denominación que abarca 325 kilómetros cuadrados. Celebran las fiestas patronales el 24 de junio, día de la Natividad de San Juan Bautista.

Ñanducita

La Compañía de Tierras de Santa Fe -constituida tras sucesivos negocios y negociados con los prestamistas Cristóbal Murrieta y Cía. con sede en Londres, con referencias reiteradas en este Itinerario…-, colonizó tierras del norte santafesino y en 1892, a aproximadamente 180 kilómetros al norte de la capital provincial, se asentó una población en Fortín Ñanducita, lugar nombrado así al evocar a la legendaria indiecita que era tan veloz como el ñandú.

Otra versión indica que un inmigrante colonizador estaba recorriendo esa zona cuando se levantó un ñandú. Sorprendido preguntó de qué especie era y el paisano que lo acompañaba le contestó que era una ñanduza seguida de sus pichones.  Han reiterado que enseguida el extranjero las nombró “ñanducitas” y después, así siguieron nombrando a esa localidad.

El gobierno aprobó los planos el 19 de octubre de 1892.  Dos décadas después, avanzaban las instalaciones de vías férreas y la construcción de estaciones y el 25 de junio de 1917, allí inauguraron ese servicio en la línea Santa Fe-La Quiaca.

El 8 de julio de 1926 crearon la Comuna con jurisdicción en un territorio de 140 kilómetros cuadrados.

El maestro Clelio Pedro Villaverde, ejerció en Ñanducita, fue Director e Inspector de Escuelas y entre sus obras, suelen reiterar este poema:

A la india

Dónde andarás, india

de esta tierra mía.

¿O serás la mancha

de la vía blanca,

que cruza de noche

sobre nuestras tierras

sobre nuestra escuela?

Ñanducita,

hija del cacique,

princesa salvaje

desde la vía láctea

cuidando serena

velas por las tierras

que fueron muy tuyas,

antes, mucho antes,

de que fueran nuestras.

“La Región”, suplemento de “El Litoral”.

Santa Fe de la Vera Cruz.

Sábado 12 de junio de 1999.

Palacios

Al noroeste de la capital santafesina, en tierras donde habían desalojado a los aborígenes y seguían creciendo los espartillos, chañares y tacurúes, llegaron en 1890 algunos inmigrantes hebreos y se instalaron en terrenos lindantes con la estancia La Palacios que abarcaba aproximadamente cien mil hectáreas, desde Colonia Monigotes al norte hasta Colonia Raquel y tierras del doctor Frías -actual Colonia Frías- hacia el sur; al este con las colonias Virginia y Constanza; hasta colonia Boassi al oeste.

El gobierno aprobó los planos del pueblo el 10 de enero de 1890 y durante el gobierno de Juan Cafferata se creó la Comisión de Fomento, mediante decreto del 26 de agosto de 1890 refrendado por su ministro Luciano Leiva.  De esa comisión dependía la Villa de Moisés también integrada con familias judías hasta que en 1895 se creó la Comisión de Fomento de Moisés Villa.

Portugalete

En 1890, la Compañía de Tierras de Santa Fe fundó la colonia Alcorta-Portugalete cuyos planos fueron aprobados mediante decreto del 18 de septiembre de ese año.

La comuna de Portugalete fue creada el 16 de febrero de 1921. Abarca 426 kilómetros cuadrados.

San Cristóbal

La ciudad de San Cristóbal, cabecera del departamento, se construyó sobre tierras que habían sido propiedad de la provincia de Santa Fe y que debieron ser transferidas a la firma Cristóbal Murrieta y Cía, banqueros de Londres que habían otorgado un empréstito cuyos pagos no se concretaron en los plazos establecidos.

Esa sociedad, en 1884 pasó tales propiedades a la recién constituida Compañía de Tierras de Santa Fe y así comenzó a poblarse ese lugar que es reconocido con el nombre del Santo que identificaba a don Cristóbal Murrieta.  Luego instalaron las colonias de Santurce y Portugalete.  No habían creado la Comuna y el comerciante Arturo Lasser se hizo cargo del gobierno hasta 1889.  El primer jefe de Policía fue don Alfonso Jobson y mandaba sobre una dotación de quince soldados para esa vasta extensión departamental.

En septiembre de 1891 se creó el Juzgado de Paz a cargo de Andrés Pujol y ese año se habilitó el ramal del ferrocarril que vinculaba con localidades de los departamentos Las Colonias y La Capital.

El 21 de enero de 1894 se constituyó la primera Comisión comunal.

Ocaso del siglo XX y “la memoria colectiva”…

Los cronistas Osvaldo y Enrique Giussani desde “La Región” del diario “El Litoral” de la capital santafesina, el sábado 17 de octubre de 1998 rememoraron que los pobladores de San Cristóbal nombraban “la Francesa” a la estación del Ferrocarril Santa Fe inaugurada en 1886. Recordaron que “el avión ‘Golondrina’ piloteado por Virgilio Mora, recorrió los cielos de nuestra patria y llegó a San Cristóbal el 17 de junio de 1917. Al pisar suelo sancristobalense, Mira invitó a Cecilia Lemonnier a volar.  Fue la primera mujer de esta comunidad que se sintió pájaro en el azul luminoso de esa mañana”…

“El príncipe italiano Umberto Di Savoia llegaba a San Cristóbal el 13 de agosto de 1924, de paso por esta población a bordo de un coche del Ferrocarril Central Norte Argentino (después General Belgrano), que había partido desde Tucumán.  Los escolares acompañados por las autoridades locales y curiosos vecinos recibieron con flores al visitante en la primera estación. Leticia Varalda, una pequeña alumna, fue la encargada de darle la bienvenida, entre aplausos, agitar de banderas y testimonios de afecto”.

Santurce

Sabido es que en 1887, T. W. Dodds y José Raschee presentaron el plano trazado por el agrimensor Franco Wiggin aprobado por el gobierno santafesino el 23 de abril de ese año, fundándose así  otra colonia nombrada Pueblo Santurce como homenaje a la tierra natal de Cristóbal de Murrieta.

Es oportuno tener en cuenta que en Puerto Rico hay otra población nombrada Santurce.

 

El español Cristóbal de Murrieta y Melo

El español Cristóbal de Murrieta y Melo nacido en 1792 en  Santurce de Vizcaya, en el seno de una familia de limitados recursos, “en el barrio de Cotillo, cerca de Cabieces” y “llegó a ser uno de los principales banqueros de Londres de fines del siglo pasado”.

El pueblo Santurce de Vizcaya, también nombrado “Antiguo”, está situado “en la costa de la provincia, a un kilómetro de otra ciudad, Portugalete, unida por una carretera que empalma con Bilbao”.

(Desde el 29 de mayo de 1907, el Papa Pío X declaró patrona canónica de Santurce Antiguo a la Virgen del Carmen, estableciéndose la tradición de realizar el 16 de julio, una procesión marítima anual.)

 

Han destacado que este español,  “en vida fue el principal mecenas de la localidad de Santurce, contribuyendo con su propio capital a la construcción de un sinfín de obras”: en 1859 el trazado de la carretera que unía esa localidad con Portugalete; al año siguiente la fundación del Colegio de Náutica con enseñanza gratuita, “gracias a que Murrieta dejó impuesta en valores, una deuda intransferible de 55.000 duros.  El establecimiento dio más de 1.000 pilotos a la Marina” y en 1863, fundó con su dinero, el “Colegio de las Hijas de la Cruz” con la condición de ser educadas “gratuitamente 22 niñas huérfanas del barrio de Mercadillo de Sopuerta, así como de la localidad de Portugalete y de la localidad de Santurce”. También contribuyó “a la construcción de la torre de la iglesia, así como a la colocación del reloj” importado desde Londres e idéntico al famoso reloj de la Puerta del Sol de Madrid. Participó también en la fundación de la Santa Casa de la Misericordia de Bilbao. Murió en Londres el 17 de noviembre de 1870 a la edad de 78 años” y fue sepultado en su pueblo natal, Santurce de Vizcaya.

 

Han reiterado que Cristóbal de Murrieta, llegó al río de la Plata con el propósito de hacer negocios e integró la Compañía de Tierras de Santa Fe; estuvo relacionado con el desarrollo de San Cristóbal y de Portugalete.

 

(Fuentes: “Revista de Santurce” y “Análisis Integral de la Provincia de Santa Fe” de Susana Beatriz Grassino, edición Vicegobernador y Cámara de Senadores, 1986.)

Soledad

El Fuerte Nuestra Señora de la Soledad terminado a principios de julio de 1793 fue una de las líneas de defensa organizada con una Compañía de Blandengues al mando del Capitán de Dragones Prudencio María Gastañaduy, designado comandante de Armas de Santa Fe por el virrey Nicolás de Arredondo.

Han reiterado que el Capitán habría nombrado así a ese lugar por su devoción a la Virgen aunque como era costumbre en aquel tiempo, también era reconocido como Fuerte Arredondo como reconocimiento al virrey. Abarcaba una vasta extensión, entre el arroyo San Antonio al Norte y Arizmendi al sur.

El 12 de julio de 1887, durante el gobierno del doctor José Gálvez subdividieron los departamentos de la provincia y en el decreto

En 1888 inauguraron el ramal Humboldt-Soledad del Ferrocarril Santa Fe y el 2 de mayo de ese año, ante el gobierno provincial presentó una solicitud un vecino de apellido Viñas, logrando sólo la aprobación de la Colonia porque no reunía las condiciones requeridas para la fundación de un pueblo.  Cuatro años después lo logró Juan Bernardo Iturraspe al fundar el Pueblo Soledad cuyos planos aprobaron el 12 de julio de 1892. Seis años después actualizaron los límites -al norte el distrito Saralegui; Elisa y Jacinto L. Aráuz al sur; al oeste Colonia La Clara y al este el departamento San Justo- y el 19 de agosto de 1898, constituyeron la Comuna..

En Soledad, celebran las fiestas patronales el 15 de septiembre, día consagrado a Nuestra Señora de Los Dolores.

Villa Trinidad

Esa zona estuvo protegida por una línea de Fortines desde Almagro -actualmente Ramayón-, San Nicolás de la Pelada, Nuestra Señora de la Soledad, Melo, Monigotes, Cululú… Sunchales, Morteros, Los Porongos, Pozo Redondo, El Tío, insuficientes para contener las frecuentes invasiones de algunas tribus aborígenes.

En los registros de 1909 sobre movimiento de pasajeros y cargas del ferrocarril Central Argentino pertinentes a la Estación Villa Trinidad se consigna ese nombre y también en escrituras sobre enajenación de tierras, demostrándose que José Guillermo Lehmann era propietario de las tierras donde fundó el pueblo también nombrado Villa Trinidad.

La Comuna se integró el 20 de marzo de 1917 cuando aún no habían aprobado los planos, ya que el decreto pertinente fue firmado el 26 de julio de 1919.

Como suele suceder con otros topónimos, hay dos versiones acerca de Villa Trinidad porque el doctor Juan B. Ré destaca que la esposa de Lehmann era Trinidad Joost Llambi y por ella fue nombrada así, mientras para Enrique Udaondo ese nombre era un homenaje a la Santísima Trinidad.

   Departamento San Javier

San Javier

Desde principios de 1741 comenzó la labor evangelizadora en la zona donde pidió sometimiento el cacique mocoví Ariacaiquín junto a su tribu.  Soportaron al año siguiente una inundación y fue necesario reunir mayor población.

Tras la expulsión de los jesuitas en 1767 por orden del rey Carlos III de España, quedaron a cargo de esa población algunos sacerdotes mercedarios hasta 1808 y luego los franciscanos.  En 1866, el gobierno fundó el pueblo de San Javier, y al año siguiente, mediante decreto del 3 de diciembre aprobaron los planos. La primera Comisión de Fomento se constituyó el 27 de mayo de 1884.

Misión evangelizadora…

Carlos Medera desde La Región del diario “El Litoral” de Santa Fe, el sábado 12 de diciembre de 1998 rememoró la creación de la Diócesis de Santa Fe cuando monseñor Juan Agustín Boneo asumió como primer obispo el 30 de abril de 1898 y comenzó a proyectar la creación de parroquias.  Mediante el decreto del  3 de diciembre estableció las jurisdicciones de 46 parroquias -entre ellas la de San Javier atendida por misionero franciscanos José Pozzi (1897) y Francisco Guiliano (1899)- e indicó que todos los templos “comenzarían a funcionar como tales ‘el 1º de enero del entrante año del Señor 1899.”

El cronista Medera destacó que el 3 de diciembre se realizó “la tradicional procesión con la imagen del santo que, desde hace 255 años acompaña a los sanjavierinos, desde el mismo origen de este pueblo a raíz de la reducción de indios mocovíes por parte de los misioneros jesuitas”.

La imagen de San Francisco Javier es trasladada en una canoa grande, ornamentada con ramas y flores mientras distintas familias acompañan al Santo Patrono desde otras embarcaciones y con diversos instrumentos interpretan música litoraleña.

 

Romang

El 23 de abril de 1872 por orden del gobierno provincial, el agrimensor Emilio Goupillaut comenzó las tareas de mensura “en mojón nord-este del campo de Thomson, Bonnard y Cía”, lugar donde el doctor Teófilo Romang otorgó concesiones para la fundación de una colonia reconocida con su apellido.  Es oportuno destacar que Darío O. Sager, en su libro Comuna de Romang, cien años de historia publicado en 1987, tras investigar en la documentación disponible en el Archivo General de la Provincia, aportó datos que revelan errores en la tradición oral.  Así es como (igual que Gastón Gori demostró acerca de omisiones en la ciudad de Esperanza), advirtió que en una placa de bronce descubierta en el cincuentenario de Romang, “se perpetuaron como primeros pobladores personas a las que ni siquiera el Doctor Romang las menciona” en la nómina que envió al gobierno provincial con datos de las primeras concesiones.

Aún se conserva la casona de dos plantas construida para residencia de doctor Romang, donde funcionó un hotel, fue sede de la Unión Agrícola de Romang…

 

Departamento San Jerónimo

Barrancas

En 1889, Lisandro Paganini fundó el pueblo de Barrancas y dos años después, habilitaron la estación del Ferrocarril en el ramal Rosario-Santa Fe.

La Comuna se creó el 29 de enero de 1896 y fue reemplazada el 21 de septiembre de 1898.

Perteneciente a esa localidad es Puerto Aragón, un puerto natural sobre el río Coronda que sirvió para embarcar cereales a principios del siglo veinte.

Maradona: tres personalidades…

Entre las familias residentes en Barrancas que se han destacado, es oportuno mencionar a la constituida por Waldino Baldomero Maradona Garramuño -sanjuanino que llegó a ese lugar en 1870-, y entre sus hijos, se ha distinguido el doctor Esteban Laureano Maradona Villalba –el doctor Dios para los indígenas formoseños de Estanislao del Campo con quienes convivió hasta ser octogenario- y su hermano Waldino Buenaventura, en 1932 el primer diputado socialista en la Legislatura de Santa Fe.

Escuela de Artes y Oficios de Barrancas

Sabido es que el Dip. Waldino Buenaventura Maradona, el 14 de julio de 1933 se ocupó de proponer el traslado de la escuela de artes y oficios de Irigoyen a Barrancas.

En la edición en homenaje al centenario (1937-1987), el Señor Vicente Del Póppolo expresó: “… Mas, el joven diputado, no había imaginado que su moción iba a despertar la lucha que se entabló entonces entre las partes interesadas.  Una defendiendo la estabilidad de la Escuela instalada y en marcha desde 1929 en Irigoyen, y otra el grupo de jóvenes y vecinos que representados por Maradona, pedían el traslado de la misma a Barrancas, considerando la mejor ubicación geográfica y el acceso de más pueblos a través de la flamante Ruta 11 recién inaugurada.”

Sin edificio… no hubo instalación

“Tampoco habrá imaginado Maradona, que todo su esfuerzo desde la Cámara de Diputados, coronado con la obtención del traslado de la citada Escuela a Barrancas, culminaría con la frustración de sus sueños…”

De acuerdo con lo expresado en el decreto del 3 de abril de 1934, el gobernador -con acuerdo de ministros-, resolvió trasladar aquella escuela de Barrancas -todavía sin ser instalada- directamente a San Cristóbal, “por no haber logrado obtener éxito el empeño de este gobierno en conseguir un local apropiado para el buen funcionamiento de la citada escuela en la localidad de Barrancas, como así también el poco interés demostrado por los vecinos para allanar esta dificultad”. [40]

El 22 de mayo de 1934 entró en la Cámara de Diputados el proyecto del P.E. a fin de que la Legislatura aprobara esa decisión del gobernador Dr. Luciano Molinas y fuera posible comenzar con el funcionamiento de los talleres en San Cristóbal.

Evaluada la propuesta en la Comisión de Instrucción Pública con despacho favorable el 27 del mismo mes, debió informar su presidente Dr. Héctor Carlino, también representante del Dto. San Jerónimo, quien reconoció que “las razones que lo fundamentan son atendibles y simples”.

Recordó las gestiones anteriores y admitió que “en Barrancas no se pudo encontrar local apropiado y, contra lo que se pensó en el primer momento, no hubo interés de la población y no se llenó la inscripción necesaria; entonces el Poder Ejecutivo creyó prudente, para no perder tiempo, trasladarla a San Cristóbal, que es una zona donde hay una población ferroviaria muy grande y donde la escuela puede prestar servicios.  Por estos motivos, creo que la Cámara prestará su aprobación al proyecto”, y así fue: por breve tiempo en esa localidad funcionó la itinerante escuela.  [41]

Advierte el autor de la crónica del cincuentenario, que “allí vuelve a producirse el mismo fenómeno que en Irigoyen atento a la escasa cantidad de alumnos que concurren a la Escuela, haciendo estériles los esfuerzos que se realizaban por que la misma pudiera cumplir con las funciones para lo cual había sido creada”. [42]

Sede: casa edificada en 1909

Un nuevo trámite legislativo aprobó “en el año 1937 que la Escuela se instalara en Barrancas, en el local que perteneciera a don Francisco Giovanniello y posteriormente a Doña Antonia Giovanniello de Pistacchia.

Y en ese viejo local que se levantó allá por 1909, y que albergó y fue testigo de las actividades artesanales de don Francisco Giovanniello, como fabricante de carros y carruajes, y después el Bar de los Señores Fernández y Alonso, y que fue mudo espectador del crecimiento de todos los órdenes de la animosa población, comenzó un día de Agosto del 1937, a funcionar, humildemente, lo que con el tiempo se transformó merced al trabajo de su personal, de los cooperadores y el apoyo del pueblo, en esta brillante realidad, que le dio al país hombres especializados en distintas actividades: mecánicos, torneros, carpinteros, herreros, etc., muchos de los cuales cimentaron las bases de la industria local, que posibilitó la independencia económica de Barrancas, y su transformación en la más importante población del Departamento San Jerónimo, después de Gálvez y Coronda…”  [43]

Debido a la escasa demanda educativa en San Cristóbal, se gestionó nuevamente el traslado a Barrancas (1937) continuando desde entonces con un creciente desarrollo educativo.

(La trayectoria de la escuela en esa localidad revela la visión del Dip. Maradona, al ser el primer promotor de su instalación en esa localidad.  Cuatro años después de la aprobación de su proyecto, fue posible lograr el edificio y la pertinente inscripción de alumnos…

¿Casualidad o causalidad?… Lamentablemente no hay datos concretos para explicarlo.)

Dirigió la Escuela de Artes y Oficio de Barrancas don Carlos Ferdinando Fontanini Pantanali, trasladado de la Escuela de Pueblo Irigoyen donde también ejerció la dirección.  [44]

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Coronda

Sabido es que en los escritos de Ulrico Schmidl, uno de los integrantes de la expedición del primer Adelantado  don Pedro de Mendoza fundador de la ciudad y puerto de los Buenos Ayres, comenta que entre 1536 y 1539 recorrió las costas del oeste del  río Paraná y se encontró con aborígenes que nombró corondás.

Hay opiniones de varios historiadores acerca del nombre de esa localidad y han destacado que Domingo Martínez de Irala, acompañante de aquellos expedicionarios, los nombró Arundas.  En el Archivo Municipal de Córdoba han encontrado documentos de 1573 referidos al encuentro de Jerónimo de Cabrera y el vizcaíno Juan de Garay y nombran Corinda al paraje, aluden a los “indios de Coronda”…

(A las dificultades fonéticas también hay que agregar la imprecisión ortográfica…)

El 28 de marzo de 1664 es reconocido como el origen de Coronda porque en ese tiempo, Melchor Martínez, un criollo que vivía en esa zona recibió la posesión de una legua que ya había empezado a poblar.  Lento fue el crecimiento en esa zona rural hasta que varias décadas después, en 1720 levantaron una capilla y los avances de los aborígenes los obligaron a abandonar ese lugar.

El Cabildo santafesino ordenó en 1746 la instalación del Fuerte de San Jerónimo y durante tres años debieron controlar los avances de algunos caciques con sus tribus.  Lograda la  pacificación en 1749, regresaron los vecinos y el 26 de junio de ese año por disposición del Cabildo Eclesiástico de Buenos Aires se erigió la Parroquia de Coronda, con jurisdicción desde el río Salado hasta el Carcarañá, declarándose patrono a San Jerónimo.

En 1835 crearon el Juzgado de Paz, en 1860 integraron la Comisión municipal y en 1866, la jefatura política departamental.

Sabido es que en el año 1900 suprimieron la intendencia y se nombró una Comisión de Fomento, hasta que aumentó la población y en 1967, Coronda fue reconocida como ciudad.

“El templo de San Jerónimo”

La historiadora Alcira Marioni Berra publicó a fines del siglo veinte, su trabajo de investigación titulado El templo de San Jerónimo rememorando que la primera capilla fue en honor de “Nuestra Señora de la Concepción” y la destruyeron los aborígenes en 1720.

La construcción del templo de San Jerónimo comenzó en 1837 con el apoyo del gobernador Brigadier Estanislao López, en el lugar donde actualmente funciona la escuela primaria “Manuel Gaete”.

Belkis Larcher de Tejeda comentó esa edición y en el diario “El Litoral”, suplemento “La Región”, del sábado 4 de noviembre de 2000 reiteró los párrafos finales del libro:

“El templo de San Jerónimo (…) es para Coronda la imagen representativa de la ciudad, su estampa identificatoria, y lo seguirá siendo por el virtualismo que el tiempo añade a su valoración intrínseca, pero también porque aún late la fe de los mayores, aún vibra ese algo que hace posible la transmutación de los viejos muros en calidez vivificante del mensaje evangélico, para señalar que más allá de las tradiciones heredadas, prevalece la actual, firme y personal adhesión del hombre a Dios, la ardiente voluntad de tomar la Cruz para seguir a Cristo.” 

 

El sábado 10 de julio de 2000, en el citado suplemento comentaron que el año anterior, en la “V Feria del Libro de Santa Fe habían presentado el segundo cuaderno editado por el Museo Municipal “José Manuel Maciel” de Coronda, titulado Memorias sobre la fe de un pueblo.  Incluyeron lo escrito por Gloria López de Haberland acerca de Los promesantes del siglo XX, devotos que pedían a los Santos y a la Virgen que intercedieran ante Dios para solucionar cualquier problema grave o para rogar por la salud:

“¿Cómo eran cumplidas estas promesas? De diferentes maneras: cumpliendo ayunos, llegando de rodillas hasta un altar, haciendo caminatas con el mismo fin; o tomando los hábitos del Santo o de la Virgen a quien se imploraba la gracia, por un tiempo determinado”…

 

Gálvez

El doctor José Gálvez era propietario de aproximadamente ocho mil hectáreas en la zona de Colonia Margarita.  Asumió la gobernación de la provincia de Santa Fe en 1886 cuando continuaban desarrollando los proyectos de extensión del ferrocarril hacia Tucumán.  Destinó parte de sus tierras a la construcción de la estación del Ferrocarril encomendando a Cristóbal Woodgate la fundación del pueblo que sería reconocido por su apellido: Gálvez.

 

Es oportuno reiterar que Federico Woodgate fue el fundador y primer presidente de la Bolsa de Comercio de Rosario, una persona influyente ante los capitalistas británicos que invertían en los ferrocarriles en construcción en la Argentina y asesor respecto del sitio estratégico circundante al Peñón (Las Piedras) -actual departamento Constitución- destacando la importancia de la profundidad del río para establecer un puerto ultramarino.  Tras la autorización mediante ley de 1872, el inolvidable Lucas González (quien fue ministro del presidente General Julio Argentino Roca), y el diplomático Juan Bautista Alberdi terminaron de acordar lo relativo al empréstito con Cristóbal de Murrieta y Cía. que aún no habían cancelado.

Coincidió que el constitucionalista se enfermara y estando en Burdeos, cuando era necesario firmar los documentos y el contrato de venta, fue reemplazado por Federico Woodgate, amigo también  de Simón de Iriondo, de José María Echagüe y de influyentes políticos de aquel tiempo.

Esa decisión que como ha destacado Gastón Gori en su libro La Forestal – La tragedia del quebracho colorado, significó la entrega de esa colosal reserva forestal y constituyó un feudo que era prácticamente un país dentro de otro país, porque en sus territorios tenían policía y moneda propias y los obreros sólo podían comprar en su casa de ramos generales; también la atención médica era otro servicio de la voraz compañía.

El Dr. Lucas González -cuyo nombre ostenta una localidad entrerriana-, era apoderado de esa compañía y al mismo tiempo representante del gobierno de Santa Fe para acordar en Londres las condiciones finales del negocio (negociado) de la entrega del forestado latifundio santafesino en pago  de los servicios financieros adeudados.  El hábil negociador elaboró el proyecto de ley pertinente y lo envío a las Cámaras para su aprobación y sin obstáculos, avanzó en la redacción del contrato complementario de venta que no incluyó la obligación de inmigración y colonización porque en los quebrachales encontrarían abundante mano de obra con bajísimo costo. [45]

En consecuencia, cuando “el 22 de agosto de 1883”, el inglés Federico Woodgate en su carácter de apoderado tomó posesión de las tierras en nombre de Murrieta y Cía. y “el gobierno de la provincia invencible era ejercido por el vicegobernador Dr. Cándido Pujato” porque el gobernador Dr. Manuel M. Zavalla prácticamente por su enfermedad no pudo desempeñar el mandato.

 

En Gálvez, el 31 de julio de 1886 ya constituyeron la Comisión de Fomento; tres meses y medio después, el 15 de noviembre de ese año habilitaron la Estación Gálvez distante 420 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires. Avanzaron con los trabajos en el ramal del Ferrocarril Santa Fe que uniría Gálvez con la capital provincial y fue inaugurado el 11 de junio de 1887.

En 1912 lograron instalar servicios eléctricos porque ya funcionaba la primera usina. El 19 de marzo de 1939 fue declarada ciudad y se creó el municipio el 6 de julio de ese año.

 

Matilde

En 1879, doña Petrona Candioti de Iriondo cedió parcelas de su propiedad al gobierno para la fundación de la colonia que nombrarían Matilde como homenaje a su hija fallecida.

El plano original de Plaza Matilde fue aprobado por decreto del 31 de marzo de 1886.

La ampliación del ramal del ferrocarril en el tramo Bernardo de Irigoyen-Santa Fe determinó la instalación de a Estación Matilde, a tres kilómetros y medios de la Plaza.

Inaugurado ese servicio el 20 de septiembre de 1890, ese mismo año José Bertelli fundó el pueblo cuyos planos fueron aprobados el 8 de enero de 1891. Crearon la Comuna el 23 de abril de 1891.

A fines del siglo veinte, Miriam Patricia Marsó nacida en Rosario el 27 de enero de 1967, después de vivir durante su niñez en Matilde (departamento Las Colonias), reside en Sauce Viejo (departamento La Capital) y necesitó expresar sus sentimientos en breves poemas y en un relato.

Calles de Matilde

Recorro las calles resecas

en una alfombra de tierra

y me ensucio los pies con ella.

Siento y me dejo embriagar

por recuerdos de

cuando era una niña pequeña.

Los árboles parecen sonreírme,

El sol calcinante y burlón

intensifica sin piedad el calor.

La quietud amiga de la siesta

me invita a descansar.

Me extiendo en el suelo

de la plaza adormilada,

cierro los ojos e imploro

que a este noble pueblo

nunca le arrebaten la paz.

Porción de naturaleza (A la plaza)

No queda lejos.  No es difícil encontrarla.

Busco esa estrella escurridiza llamada “paz”. Cuando parece que la poseo, asciende y me abandona.

El lugar donde vivo me perturba con sus conflictos sumándose a los míos.  El cielo se ve diferente iluminado por luces artificiales.  El aire empobrecido y teñido de gris me impide respirar.

Recorro e indago algún rincón puro donde poder arrojarme al suelo y dejar que el tiempo vuele y me cubra la noche y me encuentre el amanecer así, simple, besada por el soplo nocturno y fresco.  No puedo

Sigo averiguando. Intercambiando comentarios llego hasta ella.  ¡Estaba tan cerca!  El lugar que he estado esperando.  Incontables veces anduve por allí y no lo sabía.  Es la centenaria plaza de Matilde.

Ahora sí puedo percibir el aroma fresco y verde de los árboles.  Escuchar a los pájaros rasgando el silencio; la brisa me trae la fragancia de la tierra, de los pastos salvajes creciendo en libertad.  Aspiro profundamente el auténtico aire del pueblo, me extiendo en el suelo, de cara al firmamento y me dejo llevar.

No siento si transcurre el tiempo, si me llaman.  Me hechizo observando, sumergida en la paz que brinda esta plaza.  Y degusto plácidamente la porción de naturaleza que ella ofrece.

No queda lejos. No es difícil encontrarla…

Publicado en el suplemento “La Región”

Diario “El Litoral de Santa Fe de la Vera Cruz.

Edición del sábado 2 de octubre de 1999.

 

Monje

Hay diversas conclusiones acerca del nombre de esta localidad  antes nombrada San Julián en honor del Santo cuyo nombre impusieron al bautizar a Julián de Alzugaray.

Han reiterado parte del texto de un documento firmado en 1799 por Julián de Alzugaray donde menciona a un antecesor de igual nombre.

 

El historiador Miguel A. César ha destacado los lazos familiares entre fundadores de Santa Fe y los propietarios de las primeras estancias en la zona del arroyo del Monje y sabido es que Juan José Alzugaray era esposo de María Suárez de Cabrera -nieta materna de Jerónimo Luis de Cabrera- y que tras su fallecimiento en 1760, hay documentos que aluden a posesiones de casas en la capital santafesina y “además una estancia en el Paraje del Arroyo del Monje, poblada con 748 vacas” (sic) “497 terneros, 535 ovejas 40 bueyes, 2 redomones y 6 corderos…”  [46]

Hay documentos de octubre de 1865 con declaraciones testimoniales referidas a “la emancipación de los menores Julián y Nicanor Alzugaray.

 

El 18 de noviembre de 1884, herederos del primer Alzugaray donaron las tierras que limitan al este con el río Paraná, al sur con Maciel y Gaboto, al norte con Barrancas,  al oeste con Díaz.

Sa Pereyra

El corondino Domingo Sa Pereyra, compró en 1857 aproximadamente treinta mil hectáreas en la zona central de la provincia de Santa Fe, en aquel tiempo valuadas en 3.200 pesos. El gobernador Estanislao López en 1824 había establecido en ese lugar un fortín donde algunos abipones reducidos custodiaban el camino entre la capital provincial y Córdoba. En la década siguiente, el gobernador Juan Pablo Mascarilla López, estableció en 1859 un destacamento y lo nombraron Cantón de Zárate.

La enorme estancia de Domingo Sa Pereyra, tras su fallecimiento fue heredada por su hijo Eduardo; su hija Clara heredó la “Estancia Mingura” y luego junto a su esposo el Coronel Rodolfo Domínguez, fundaron el pueblo Santa Clara de Buena Vista.  Eduardo Sa Pereyra, donó las tierras para la construcción del ferrocarril en la línea Buenos Aires-Rosario-Sunchales.

 

El 15 de octubre de 1886 quedó fundado el pueblo que habían decidido nombrar “Santa María” pero una vez más se impuso la opinión de la empresa ferroviaria y como reconocimiento al donante lo denominaron “Sa Pereyra”.

 

El gobernador doctor Carlos Sylvestre Begnis -cofundador del MID, movimiento de integración y desarrollo-, logró que la legislatura provincial aprobara la expropiación del latifundio que perteneció a Domingo Sa Pereyra y reservadas seiscientas hectáreas alrededor del casco de la estancia, se marcaron parcelas para la venta.

En 1966, el gobernador doctor Aldo Tessio -de la Unión Cívica Radical-, creó la Escuela Agrotécnica Modelo “Cantón de Zárate” que es nombrada actualmente Escuela Agrotécnica Nº 299 “Dr. Carlos Sylvestre Begnis”.

El 14 de octubre de 1998, desde el diario El Litoral de la capital santafesina, la profesora Olga de Barrientos -de Educación Media y Técnica de la Provincia-, el director de la Escuela Agrónomo Julio César Galoppo y el jefe del Departamento Técnico César Faurie junto al presidente del Conejo de Administración de “Milkaut” (asociación – unión tamberos), informaron que en esa escuela habían inaugurado “la planta piloto elaboradora de dulce de leche y quesos con fines didácticos y también el pabellón sanitario del pensionado para mujeres”.  Anunciaron que llegaría “importante equipamiento para el laboratorio consistente en computadoras, microscopios y tecnología que se aplican para el análisis de suelos y agua, merced a un acuerdo suscripto con el Banco Mundial”.

Espacio de “La divina sed”…

Sa Pereyra, lugar casi mítico porque allí se enamoraron el joven poeta nacido en Gálvez en 1899, José Bartolomé Pedroni y Elena Chautemps hija del comerciante francés que había contratado al tenedor de libros y lo había alojado en su residencia. En ese espacio, Pedroni escribió su poemario La divina sed que no incluyó en su bibliografía y luego, al ser convocado al servicio militar obligatorio, sin avisar los jóvenes se trasladaron a Buenos Aires. Tras el matrimonio nació el primogénito y desde entonces vivieron en Esperanza donde Pedroni desarrolló casi toda su obra poética e inauguró su itinerante teatro de títeres representando sus obras, en distintos pueblos santafesinos.

“Mi pueblo”

El sábado 26 de febrero de 2000, el poeta Luis Miguel Maíz desde La Región, semanario de “El Litoral” de la capital santafesina, evocó esa “herencia de un pionero” y logró la publicación de su poema titulado “Mi pueblo”:

 

Puede que un joven de ahora

llegue a pensar que su pueblo

pueda ser como el gran Borges

imaginó Buenos Aires:

que haya sido ‘eterno como el agua

y como el aire’.

Mas los primeros ¡qué solos!

hombre, llanura, desvelo

con horizonte de paja

y con techumbre de cielo.

Hoy que recorro sus calles

y gozo su geografía

no crean gloria pequeña

sentir esta tierra ¡mía!

San Genaro

Carlos Casado y Alisal, fundó en 1873 el pueblo de San Genaro, como homenaje a su hija Genara.  Como sucedió en otras localidades, el 31 de agosto de 1891 se constituyó la Comuna y semanas después,  el 15 de octubre el gobierno aprobó los planos que abarcan 79 kilómetros cuadrados.

Diez años después, el entusiasta comerciante fundó la nombrada Villa Biota, hasta que tal denominación, el 21 de enero de 1930 fue cambiada por San Genaro Norte, abarcando en esa jurisdicción aproximadamente 280 kilómetros cuadrados.

En esta localidad se celebra anualmente la Fiesta Provincial del Trigo y las fiestas patronales son el 19 de septiembre, en honor de San Genaro.

Los pobladores de ambas localidades impulsaron la unión en un mismo distrito y en el transcurso de este año 2006, fue reconocida la “Ciudad de San Genaro”…

 

Departamento San Justo

Gobernador Crespo

Ignacio Crespo fundó en 1885 el pueblo conocido entonces como San Rómulo y luego nombrado Gobernador Crespo en homenaje a Domingo Crespo, titular del gobierno en el lapso 1851-1854, tiempo de organización política tras el pronunciamiento del general Justo José de Urquiza contra el Brigadier General don Juan Manuel Ortiz y Rozas -más conocido como Juan Manuel de Rosas-, período de convocatoria al Congreso General Constituyente que en el Cabildo de la capital santafesina sancionó la Constitución Nacional el 1º de mayo de 1854.

Fue el gobernador Domingo Crespo quien días después de esa sanción firmó el contrato de colonización con el tucumano Aarón Castellanos y así fue como el 27 de enero de 1856 llegaron los primeros inmigrantes a la Colonia de la Esperanza.

 

Los planos de Gobernador Crespo fueron aprobados mediante decreto del 14 de septiembre de ese año.  Luego construyeron la estación ferroviaria en la línea Santa Fe-Resistencia y la inauguraron en 1889.

Constituyeron la Comuna el 24 de noviembre de 1921 y abarca una superficie de 152 kilómetros cuadrados.

1999 – “Tras las huellas de un gigante”

Durante poco más de un siglo, hasta el 27 septiembre de 1999, los vecinos de ese pueblo ignoraban que en el subsuelo perduraban restos fósiles de un mastodonte, una de las especies que habitaron el continente sudamericano. Semejantes a los actuales elefantes, con patas cortas y orejas pequeñas, tenían una trompa prensil y dos colmillos de hasta dos metros de largo, que les servían como defensa.

Distintos medios informaron inmediatamente sobre ese hallazgo en las barrancas del río Salado y meses después, desde “La Región” del diario “El Litoral” de la capital santafesina, el sábado 15 de enero de 2000 con el título Tras las huellas de un gigante comentaron que durante aquella primavera del ocaso del siglo XX, “Roberto Ramón Torres, un poblador de Colonia La Rinconada, situada 28 kilómetros al oeste de la localidad de Gobernador Crespo, en el departamento San Justo, halló sobre la barranca del río Salado, a 5 metros de profundidad del suelo actual, un colmillo de mastodonte.  El hallazgo fue reconocido y verificado por el geólogo y educador ambiental Germán Luis Mondino, junto a otros miembros de la expedición: el historiador Gerardo Fabricius, el artesano tradicionalista Edgardo Gómez, y el periodista de Gobernador Crespo Guillermo Fava.

El joven geólogo Germán Mondino, tras aquel hallazgo avanzó en su investigación a los fines de presentar un proyecto ante la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) a fin de que sea declarada “zona de biosfera desde Los Palmares -en la localidad de La Gallareta- hasta el sur provincial, lo que permitiría desarrollar un importante trabajo de investigación paleontológica.”

Explicó el geólogo Mondino que la pieza encontrada es un colmillo de un metro y medio de largo, en el sector más ancho 14 centímetros y pesa 21,500 kilos. Está petrificado en óptimas condiciones y pertenece a la orden: “proboscidea, familia: Gomphotheriidae; subfamilia Anancinae” y se calcula una masa de cuatro toneladas.

“El mastodonte habitó nuestra región entre los 2.000.000 y 10.000 años atrás.

De hábitos herbívoros, es un mamífero prehistórico que habitó el período cuaternario (plipleistoceno), emparentado con el elefante actual, aunque más rústico, de patas mas cortas y orejas más pequeñas.  Media 6 metros de trompa a cola y 3 metros de altura”…

“Habitó en el mismo período que los mamuts de Norteamérica y Asia (Siberia).”

En diciembre de 1999 encontraron en las barrancas del Salado, una caparazón de gliptodonte edentado –especie que convivía con el mastodonte-, “compuesto de placas óseas de forma exagonal, similar al tatú mulita actual, aunque de mayor tamaño (3 metros por 1.50 metros), que constituye la fauna prehistórica de esta región santafesina.

La Criolla

Es otra localidad poblada a partir del momento de la instalación de la Estación ferroviaria en la línea Santa Fe-Resistencia, reconocida como Cañadita.

El pueblo fue fundado por Nicolás Nitri en 1927 y los planos fueron aprobados mediante decreto del 13 de junio de 1929. La Comuna fue constituida el 19 de mayo de 1933. Abarca una extensión de 581 kilómetros cuadrados.

Celebran las fiestas patronales el 24 de septiembre.

Laguna La Blanca

El profesor Carlos Echegoy ha destacado que “la laguna La Blanca forma parte de la serie de lagunas cuyo origen y vinculación se vincula a la génesis, desarrollo y vicisitudes del río Salado y sus tributarios.  Durante el Holoceno superior árido, los lechos fueron excavados por la erosión eólica (acción del viento) formándose grandes hoyas de delación.

Los sedimentos removidos se depositaban a los bordes de las cuencas, construyendo dunas de limos y arcilla, que al sobrevenir -hace aproximadamente 1.500 años- el episodio húmedo del Holoceno superior, se llenaron de agua rebasando incluso las cuencas y erosionando las dunas de arcillas.  Así se formaron las barrancas características, de 2 ó más metros de altura, en las que se instalan las infraestructuras de los balnearios comunales, como en las lagunas La Blanca y El Cristal, esta última en el departamento Vera”.

(La Región, diario “El Litoral”, sábado 27-02-1999, p. 8-9).

 

En diciembre de 1998, tras un informe de las autoridades comunales de La Criolla, comenzaron los estudios arqueológicos en esa zona y el equipo conducido por el Profesor Carlos Echegoy. La docente Mariel Schreiber halló los primeros restos prácticamente “descubiertos” por las continuas erosiones como consecuencia del escurrimiento de las aguas y con fotografías, documentó el comienzo de tal investigación, integrándose el equipo de la Oficina de Rescate e Investigaciones Científicas de Arqueología y Paleontología de Reconquista, departamento General Obligado.

San Guillermo

Nombraban La Hungría o Paraje Gregorio Torres al territorio situado en el límite entre Santa Fe, Córdoba y Santiago del Estero, actual pueblo de San Guillermo, fundado en 1894 por  Ángela de la Casa de Lehmann, esposa y sucesora de la empresa de Guillermo, adquirente de una fracción de 37.448 hectáreas con el propósito de honrar la memoria del colonizador. Se constituyeron las autoridades de la comuna en septiembre de 1896 y los planos de la colonia fueron aprobados en 1905 por gestión de una de sus hijas, María de los Ángeles Lehmann de Larquía.

San Justo

Sabido es que en tiempos del gobernador Coronel Rosendo M. Fraga (1858-1860), prácticamente el límite norte de la provincia de Santa Fe estaba en tierras de Cayastá y hacia el Oeste en la colonia agrícola Esperanza (27-01-1856) y la incipiente San Jerónimo (1858).

Hacia el norte esas tierras estaban pobladas por tribus aborígenes y la zona era reconocida como el Valle Calchaquí.  En 1864, el gobernador Nicasio Oroño mediante una ley estaba facultado para conceder 20 leguas a la empresa que instalara colonias o pueblos sobre la margen del río Salado.

El doctor Mariano Cabal fundó un pueblo el 6 de mayo de 1868 y siendo propietario de tierras Simón de Iriondo, decidió imponerle el nombre de San Justo como homenaje al hijo del doctor Cabal, el joven soldado Justo que murió intentando alejar de ese territorio a los aborígenes.  Continuaron esas luchas y la población se alejó durante más de diez años.

En 1882, el gobernador Simón de Iriondo dispuso que los inmigrantes que llegaran al país dispuestos a asentarse en la provincia, contribuirían al repoblamiento de San Justo.

 

En el siglo veinte, durante la cálida jornada del 10 de enero de 1973, se generó un tornado con epicentro en San Justo y produjo enormes daños. La comunidad sanjustina con apoyo de organismos oficiales inició otra reconstrucción…

 

San Martín Norte

Los frailes misioneros Bernardo Arana y Gerónimo Marchetti de la Orden de San Francisco de Asís, reunieron a pobladores aborígenes para fundar una colonia en el lugar conocido como San Martín Norte, actual departamento San Justo.

El gobierno provincial en 1888 fundó allí el pueblo que abarca 294 kilómetros cuadrados, cuyos planos fueron aprobados el 7 de febrero de ese año. Constituyeron la Comuna el 23 de octubre de 1907. Colonia Dolores pertenece a ese distrito.

A la escuela de jornada completa con albergue Anexo Nº 6070 le impusieron el nombre “Fray Bernardo Arana” como reconocimiento a uno de los fundadores.

A fines del siglo XIX comenzaron la edificación del templo y en 1992, año del centenario de aquella iniciativa fue declarado de interés histórico provincial.

Las fiestas patronales se celebran el 15 de septiembre, en honor de Nuestra Señora de los Dolores.

 

Departamento San Martín

San Jorge

En 1886 se fundó la colonia San Jorge, a cargo de la sociedad constituida por Jorge y Emilio Ortiz y José B. Iturraspe. Siendo gobernador el doctor José Gálvez, aprobó los planos pertinentes.

Los españoles Emilio y Jorge Ortiz se destacaron por su entusiasmo como colonizadores. La inauguración de sucesivas estaciones en la línea de Rosario a San Francisco generó progreso porque en esos lugares se asentaban más familias y San Jorge se expandió hacia el este.

“San Jorge en el tiempo”

En el período legislativo 1991-1995, el doctor Hugo Taborda -Partido Justicialista, El Trébol-, representó al Departamento San Martín y fue uno de los senadores que co-operó en el desarrollo del Plan Cultural anual del Centromultimedios “Biblioteca de la Legislatura” de Santa Fe -la casi legendaria Biblioteca del Poder Legislativo creada en julio de 1882-, que desde 1987 incluyó recursos audiovisuales y servicios a distintos departamentos según la demanda, entre ellos el IV Curso a Distancia “organización de Bibliotecas escolares y privadas” –con documentos de apoyo, evaluaciones parciales y clases presenciales-, a cargo de la Bibliotecóloga Beatriz Savini.

Radioemisoras de distintos departamentos colaboraban para la concreción de programas de difusión y promoción cultural, generándose un vínculo entre aquel servicio de educación permanente que comenzaba a utilizar nuevas tecnologías de información y comunicación y distintas comunidades que advertían la importancia de cooperar con las  escuelas por ser significativos “centros de atracción e irradiación de la cultura”.

En aquel tiempo, siendo directora de ese organismo y secretaria de la Comisión Bicameral que ejercía la superintendencia de la centenaria Biblioteca de acuerdo con la ley Nº 2388/1934, valoré la colaboración de Horacio Germán Mandile mediante “la entrega de bibliografía y su coordinación” con distintos grupos del departamento San Martín.

En este Itinerario, son insoslayables algunas señales dejadas en el tercer folio del legajo remitido a las veintitrés emisoras de frecuencia modulada que sin cobro eran el nexo eficaz para difundir información sobre actividades locales y regionales.

“Es interesante saber cómo piensan los ‘JÓVENES EN MOVIMIENTO’, a través de una mirada sobre el Nº 1 de la publicación de agosto, del Consejo Municipal de Jóvenes de San Jorge, con opiniones expuestas en el Primer Encuentro Nac. de Directores Provinciales y Municipales de Juventud, en La Plata (Buenos Aires).

‘Los jóvenes del ’90’… representan “una juventud que, a pesar de las apariencias, sigue cuestionando las estructuras de la generación adulta.  No es ésta una generación sin grandes causas y sin grandes movilizaciones… Quizás se rescate dentro de diez años lo que han llevado a cabo los jóvenes de Latinoamérica y del mundo entero para conquistar la democracia, para mantenerla…’

Con libertad y solidaridad, celebrando los diez años de vigencia de la democracia, ha sido posible este diálogo…”

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Aurelio J. Genovese y “San Jorge en el tiempo”…

 

AURELIO J. GENOVESE, con motivo del Cincuentenario de la creación de la Biblioteca  Popular “Rivadavia” de San Jorge, publicó una síntesis de  acontecimientos relevantes,  desde el 13 de diciembre de 1886, cuando un decreto firmado por  el Gobernador  de la Provincia Dr. JOSE GÁLVEZ y su ministro  Dr. JUAN  M. CAFFERATA, aprueba los planos trazados por la empresa colonizadora Iturraspe, Ortiz y Cía., abarcando  una superficie de 37.200 Hectáreas, en una zona poblada en parte  por indios chaná-timbúes.

  • 1893…  el  1º de junio, se inauguró el Templo Parroquial.  El  Rdo. Padre JOSÉ PONTA,  el 2 de febrero había realizado el primer bautismo en  el  pueblo: Juan B. Martín y el día 8, bendijo el matrimonio de Juan y María Bertero.
  • En 1943… el 26 de julio comenzó sus actividades la Sucursal  del  Banco Provincial de Santa Fe. Gerente: Sr. Bartolo Sabena.
  • En 1963… Asume la Intendencia Municipal el primer titular electo por comisiones Sr. Florencio Bongiovanni, y presidió el Concejo Deliberante el  Conc. Nicolás B. Ferrer.

Argentina

Me propongo una cosa distinta,

me propongo, cantarle a la patria,

subir la escalera del viento, trenzarme de

pronto, en la cuerda del sur del planeta.

Austral es mi patria, y austral su tristeza.

Su nombre, indicio de altura compacta

y global, presagio de Antártidas solas

y estrelladas planicies de mármol.

Se apellida, bruscamente silencio.

Porque aquí, no se escucha más rumor que el viento,

y de súbito amanece la luz de una guitarra,

destilando su sesuda dulzura de miel.

Se escucha a lo lejos la voz incesante del tango

y la zamba que la acuna, desnudándoles la

fiebre leve, profundo murmullo, creciendo en el

sur, fuerte mezcla de viento, guitarra y silencio.

Por qué en la médula sideral

se murieron los sonidos,

las cosas carecen de intensidad,

exclusivamente… una lisa cintura.

Pampa glauca, tornasolada, hosca,

difunta, secretamente amarga,

azul y verde, dorada por sus trigales,

manchada a trechos por amarillos inmemoriales.

Vamos pisando la frente de un Dios,

rozamos raudamente el dorso del mundo,

nos sumergimos en el útero del tiempo

en los poderosos muslos de América.

Crecemos y caemos, en la arista circular

que nos ata a las estrellas, en el límite sólido

de las constelaciones sordas, que nos adhieren

a la piel a causa de su proximidad;

en lejanos tiempos, perdidos en los cauces

primigenios del río heraclitano.

Cuando Dios estableció en los orígenes, los transcursos

y los términos, considerando la esencia del diamante.

Creó, a su semejanza, el cielo en que palpita
el beso luminoso de la Cruz del Sur

y a su alrededor

estalló el vientre de Sudamérica!

En las noches pampeanas, atolondradas de sortilegio,

enceguecidas de inmensidad, apuramos el vaso de los sueños,

bebemos de un solo sorbo el infinito, nos disgregamos

                                                                             impacientemente

cumpliendo el rito del amor y de la muerte.

Y allí brota el cauce de nuestra religión

nocturna, fluye el flujo verdadero

de una copla bien resumida, despiertan

las genealogías y un indio oscuro nos acompaña.

 

OSVALDO MENSI GIOVANNINI:

Reside  en  San  Jorge, Dto. San Martín, Provincia de Santa Fe.

Resultó Finalista en el Certamen Literario  “Tierras Planas – 1991”

(ed. Sonia Catela-), Ceres.  Seleccionado entre 1.120 trabajos.

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20-05-1926: llegó Santiago Casimiro Benassi, periodista y escritor…

Desde el quinto folio se reiteró “¡Miren lo que traje!”, un cuento de Santiago Benassi desde San Jorge y en el séptimo, este texto:

 

“Don SANTIAGO CASIMIRO BENASSI (87 años, seudónimo: YACO)

Una mirada sobre “Contacto San Jorge”, permite saber que en el Primer Certamen Literario Nacional “Olga Cossettini” organizado por AMNYP (Asociación de Mujeres de Negocios y Profesionales), “en memoria de esa gran mujer sanjorgense que revolucionó la docencia y la pedagogía”, con la ESCUELA SERENA, participó entre otros este reconocido escritor, quien “según él mismo, llegó a San Jorge un 20 de mayo de 1926 (aún recuerda que era día miércoles y llovía), para trabajar y colaborar con la creación de “LA VOZ DEL OESTE”, el primer periódico del Departamento San Martín y su función era la de recorrer los pueblos como corresponsal viajero y recoger las noticias sociales, policiales y deportivas, que luego escribía.  Ésta había sido toda su experiencia literaria, ya que había dejado la escritura por falta de tiempo: se dedicaba a la venta de automóviles y tractores, hasta que empezó a escribir cuentos cortos que lee en el espacio radial “ETERNA JUVENTUD”…

Su deseo más grande es que los jóvenes de la ciudad se dediquen más a las actividades culturales, que no por eso deben descuidar la práctica de los deportes, que son necesarios pero pasado el momento, se “borra”, cosa que no pasa con el saber, que queda para siempre.

Como dice don Santiago Benassi, “podrían perder la cartera con todo el dinero, pero el saber no lo van a perder nunca.”

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1993: el joven Istvan Schritter representante argentino en Brastislava…

En la misma página, con el título “Un joven de San Jorge… representante de Argentina en Eslovaquia”, esta información relacionada con el joven Istvan Schritter:

 

Al leer la página once de la publicación de agosto, desde “Contacto San Jorge” es posible saber que ALIJA (Asociación de Literatura Infantil y Juvenil Argentina), seleccionó al joven ISTVAN SCHRITTER para que represente al país en la Feria Mundial de Ilustración Infantil que se realizará del 10 al 12 de septiembre próximo en la ciudad de Bratislava, Capital de Eslovaquia.   De la crónica surge que este joven de 24 años, oriundo de la ciudad de San Jorge por educación y madrileño por su nacimiento en España, cursó la escuela primaria hasta su bachillerato en la Escuela Normal Nacional Superior, dedicándose luego a diversas expresiones artísticas: actor de teatro, dibujante (de historietas y comic); siendo además ensayista, dedicado a investigaciones literarias e históricas.

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(Ver www.sepaargentina.com.ar “L – Literatura” / Autores argentinos / Autores santafesinos / Propuesta desde el Departamento San Martín.

Textos incluidos en el CD “Del vivir y vibrar” presentado el 4 de mayo de 2006 en el “Centro Comercial” de Santa Fe de la Vera Cruz, que incluye parte de la obra édita e inédita de Nidia Orbea Álvarez de Fontanini, donado a bibliotecas y escuelas de distintas localidades.)

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Sin nombre, como tantos que han poblado el territorio santafesino, quedan algunas señales generadas por un caminante, en las calles de San Jorge:

Silencio

Ronda por la avenida San Martín,

con su largo sobretodo.

A él tanto le importa

sea verano, otoño,

primavera o invierno.

Su primavera es el silencio.

No llora, no grita, es un sepulcro.

Quizás fue hombre de gran estirpe.

Sus ideales lo llevaron

a ser tierra, montaña y mar.

Silencio: ¡A lo mejor

está buscando a la hiena!

Se lo ve triste,

nunca sonríe.

Tiene el dolor de la tierra y del trigo.

Sus andrajos son la herencia del pasado.

¿En qué lugar habrá sido arrojado?

¿Quién lo salvó?

Sólo Dios lo sabe y sabe quién lo arrojó.

Su mirada profunda

pareciera que buscara algo.

Su ideal; aunque algunos se burlen,

es de libertad.

Siente en su rostro el aire del mañana.

Donde el silencio… será canción.

Autor: Osvaldo Giovannini.

Dedicado a un caminante de las

calles de San Jorge.

En “La Región”, suplemento de “El Litoral”.

Sábado 13 de febrero de 1999.

San Martín de las Escobas

Hay publicado diversas versiones acerca de la fundación de este pueblo.

Susana Beatriz Grassino en su Estudio Integral de la provincia de Santa Fe expresa que en 1874, Martín Echeverría y Manuel Nickish fundaron el pueblo con aprobación del gobierno desde el 1º de abril de ese año y es oportuno agregar que en esa aceptación del plano, el nombre está en singular: San Martín de la Escoba.

Una versión alude a que ese nombre fue puesto por los fundadores como homenaje al libertador General José de San Martín con el agregado Las Escobas porque en esa zona había una cañada reconocida como Las Escobas.  Esa explicación sería aceptable pero no hay concordancia en lo escrito acerca de que “el agregado se habría hecho para diferenciar a este pueblo de la otra colonia San Martín del departamento San Justo, fundada en 1872, actualmente llamada San Martín Norte”, porque ese pueblo fue fundado en 1888 por el gobierno provincial y los planos fueron aprobados el  7 de febrero de ese año.

Otra versión, en la publicación del Centenario de San Martín de las Escobas -datos difundidos desde el diario “El Litoral” de la capital santafesina en el suplemento La Región del sábado 8 de enero de 2000, indica que “habría sido fundada por la Compañía Argentina de Puentes y Caminos contratada por el Gobierno de Santa Fe para tender puentes sobre pequeños ríos y arroyos que permitieran el tránsito por los caminos principales.

Según afirman algunos historiadores, el jefe de la compañía, el ingeniero Pablo Antonini era devoto de un santo negro, Martín de Porres, llamado también ‘el santo de la escoba’ por su vida humildísima y ejemplar.  Sus diarios menesteres eran los de un simple barrendero en el Convento del Rosario de Santo Domingo, en Lima (Perú).

En la citada crónica de “El Litoral”, reiteran que “según datos aportados por los antiguos pobladores de la zona, el pueblo fue trazado tres veces y en distintos lugares. Se cree que el primer poblador del distrito fue el agrimensor José Accastello, quien se encargó de trazar un plano del pueblo contando para eso con la colaboración de su hijo Desiderio Accastello.

 

Sabido es que Manuela S. de Echeverría fue propietaria de esas tierras y “su representante legal Juan Meyer, vendió fracciones de terreno con grandes facilidades de pago, otorgando una comisión de regalo a quienes adquirían cuatro fracciones.  En la zona urbana se entregaba gratuitamente una manzana de terreno a todo habitante que se comprometiera a construir una casa habitación en un plazo no mayor de un año.  Así, Carlos Wichmaun fue el primer propietario en el radio urbano, mientras que Luis Martina, Manuel Perussia, Hilario Odino, Mateo Mainardi y Matías Tassi lo fueron en el área rural” y provenían de la “Colonia San Carlos”, todos eran “hombres experimentados en las faenas agrícolas”. En 1878 llegaron más italianos: Antonio, Gaspar Borgogno, Tibaldi y Galbusera.  Dos años después, otro contingente integrado por José Chiappero, Bernardo Ferrero, Pedro Grosso Martín Brosolasco, Marcos Cavagliato, Martín y Lázaro Delprato, Ángel Osella y Antonio Brussa.

Han expresado que aproximadamente en 1885, Eleodoro Alarcón estableció la primera estancia a quince kilómetros al oeste del pueblo y que se destacó por la producción de hacienda.  En ese tiempo, también Enrique Vásquez instaló una cabaña para la cría de ovinos.

La Comuna fue constituida el 12 de marzo de 1887, durante el gobierno del doctor José Gálvez. Sabido es que abarca una superficie de 301 kilómetros cuadrados.

Celebran anualmente la “Fiesta Provincial de Gaucho”.

Sastre

En la localidad reconocida como Sastre y Ortiz vivían algunos chacareros con sus familias hasta que habilitada la estación del Ferrocarril Central Córdoba comenzó a poblarse a ambos lados de las vías.

Han reiterado que la fundaron los señores Iturraspe, Ortiz y Cía., el 25 de mayo de 1886 y que los planos fueron aprobados mediante decreto del 13 de diciembre de ese año, gobierno del doctor José Gálvez.  Abarca 289 kilómetros cuadrados.  

Celebran las fiestas patronales el 16 de julio, día de Nuestra Señora del Carmen.

 

Es oportuno reiterar lo expresado en el legajo “Propuesta desde el Departamento San Martín”; Plan Cultural 1993 del Centromultimedios “Biblioteca de la Legislatura de Santa Fe”. Co-operación: Senador Dr. Hugo Taborda (PJ, El Trébol)

 

2006: incluido en el CD “Del vivir y vibrar…” presentado en mayo de 2006 en el Centro Comercial de Santa Fe de la Vera Cruz, parte de la obra édita e inédita de Nidia Orbea Álvarez de Fontanini – Donación del Servicio de Educación por el Arte a bibliotecas y escuelas de distintas localidades.

 

Rodolfo Doval Fermi – Aprendizaje en la chacra.

 

Sólo con datos aportados por uno de los nietos del matrimonio DOMINGO ALLASINO Y ANGELA GALETTO, quienes el 3 de diciembre adquirieron tierras a Iturraspe, Ortiz y Cía, ROFOLDO DOVAL FERMI narró “La Vida de un Chacarero”, síntesis de recuerdos, notas, epístolas, publicaciones pertinentes a don JUAN B. ALLASINO; todos, “sucesos que jalonaron la vida” de un chacarero que amó a su pueblo y que contribuyó a su desarrollo.

Cuando la anécdota es Historia

“Para los dos hijos mayores, la escuela se redujo a los maestros particulares…

Estos maestros particulares eran, como ya es sabido, solamente hombres con elementales conocimientos básicos… Todos los restantes hermanos fueron enviados a un internado privado en la localidad cordobesa de Brinkmann”.  Hacia 1910, llegó un joven italiano, quien “se dio cuenta de la semejanza de su idioma natal con el español y al poco tiempo se transformó en ‘maestro’.  En un galponcito de la propia chacra daba sus ‘clases’. Por aquellos días los cuadernos escolares venían con renglones impresos con letras, palabras y frases escritas en la llamada: caligrafía cursiva.  Debajo de ese renglón seguían renglones en blanco. En algunos tipos de cuadernos se ayudaba al alumno con un cuadriculado inclinado que permitía repetir las letras todas del mismo tamaño y correcta forma.

El alumno debía copiar en los renglones en blanco o en el otro caso donde solamente estaba el cuadriculado, sin las letras impresas, los ejemplos del primer renglón, reproduciéndolos hasta lograr escribir sin cuadrícula o sin la muestra según los casos.”

Con este método, todos los alumnos aprendían a escribir con armonía en todos los rasgos. Ninguno podría haber comprendido en ese tiempo que al finalizar el siglo una innovación didáctica -el método psicolingüístico-, otorgaría libertad a los alumnos para escribir con tanta libertad, que ni siquiera se les exigen separaciones de palabras y menos aún, correcta ortografía.

Leer ese libro de DOVAL FERMI, es comprender las vicisitudes del hombre de campo, las dificultades para la educación: dos italianos y un español “muy capaz” y un viaje a Crispi, fueron necesarios para completar el aprendizaje básico del “chacarero” historiador, cuyo hermano Marcelo Ángel, bancario, poeta, escribió en 1941:

¡Sastre!

En la quietud melódica de tu plaza

perfumada de músicas sin ocaso,

como un ensueño loco, vaga mi infancia

bajo el cielo purísimo y azulado…

Tu cielo, hecho de rosales azules

deshoja entre mi lira las vibraciones

del agua milagrosa que en los guijarros

enhebra, como plata, sus níveas flores…

                                                             (Trascripción en la pág. 35.)

o-o-o-o-o-o-o

Carnavales…

En el décimo cuarto folio, tras esos relatos referidos a Sastre y al destacado odontólogo y escritor Rodolfo Doval Fermi -autor de La vida de un chacarero, entre otros libros editados-, está expresado este comentario:

 

Un diálogo con HORACIO GERMÁN MANDILE -de San Jorge-, lector de “La vida de un chacarero”, refiere a la reconocida tradición de los carnavales en Sastre…

“Porque los carnavales de aquel pueblo se caracterizan por la importancia de esta ‘nueva industria’: los carroceros.  La inventiva de los talleristas parecía inacabable.  Como suele repetirlo Juan Allasino a quien quiera oírlo: ‘eran verdaderos carnavales de ingeniería’.”

“Pero no eran solamente los ‘carroceros’, estaban incluidos en este ‘teatro de operaciones’ también los industriales y comerciantes que apoyaban económicamente aquellos verdaderos ‘monstruos’ de hierro y papel pintado, y los artistas que imaginaban creando cada año nuevas formas.”

“Ha transcurrido más de un cuarto de siglo y el éxito se repite anualmente pese a todas las contingencias económicas adversas por las que atraviesa y atravesó el país.”

“Pero una idea bullía en el cerebro de Juan Alassino.  A toda costa deseaba que esos Carnavales fuesen motivo de una declaración especial por parte del Gobierno de la Provincia.  Su sueño esta vez era conseguir que a su pueblo se le designara como ‘Capital Provincial de Carnaval’.  Para ello fue dando algunos pasos previos.  Era la oportunidad en que se convino un arreglo con Canal 13 de TV de Santa Fe para que viniese a filmar los festejos.  Y Juan se trasladó a la capital de la provincia para entrevistarse con don Marcos Bobbio, director propietario del Canal.  Allí se desarrolló una charla que intentaremos de reproducirla a través de la bruma de los recuerdos que se mantienen encerrados en el viejo arcón cerebral:

-Sí, señor Bobbio; los Carnavales Cariocas de mi pueblo han llegado a ser una atracción sin ninguna duda.  Yo conozco muchos festejos de Carnaval, tanto en las ciudades de las provincias como los que se realizan en la Avenida de Mayo.  Pero los de mi pueblo son totalmente diferentes.  Estos son verdaderos carnavales ‘de ingeniería’.  Es por eso que quiero preguntarle si habría, a su criterio, alguna forma de que el Gobierno Provincial pueda decretar que mi pueblo sea la Capital Provincial del Carnaval.

-Es muy interesante lo que me cuenta, señor  -repuso Bobbio-, yo voy a ir a presenciar esa fiesta que vamos a filmar.  Entre tanto debería usted ponerse en contacto con algún Diputado Provincial que ‘empuje’ su propuesta.

-Justamente, ahí está lo malo, señor Bobbio.  Yo no tengo amistad con ninguno de ellos.

-Bueno, déjelo en mis manos.  Yo conozco a alguien que podría hacer algo. Le repito, yo voy a ir a Sastre y de cuerdo a lo que vea voy a ocuparme de su idea.

Y Bobbio, vigente políticamente, concurre, palpa el fervor popular y la práctica duplicación de la población en esos días.  Se veían pasar patentes de automotores de gran parte de la provincia de Entre Ríos, de Córdoba y del Chaco.

Gestión del Diputado Doctor Danilo Kilibarda…

Entonces, fiel a lo prometido habla con el Diputado Danilo Kilibarda y le hace el comentario.”

“…el Diputado Provincial Danilo Kilibarda, luego de comprobarlo fehacientemente que realmente valía la pena ocuparse…”  elaboró el proyecto de ley, “cuyo contenido textual vamos a transcribir…

LA LEGISLATURA DE LA PROVINCIA SANCIONA CON FUERZA DE LEY:

Art. 1º) Declárase Capital Provincial del Carnaval a la localidad de SASTRE del Departamento San Martín de esta Provincia.

Art. 2º) Comuníquese, etc.”

o-o-o-o-o-o-o

Andrea M. Oitana – Sastre… cien años de historia…

ANDREA M. OITANA, joven historiadora, ha publicado su libro ”SASTRE: 100  AÑOS DE HISTORIA INSTITUCIONAL, y en sus páginas expresa:

“…Es significativo transcribir el ‘Acta de Fundación’ del año 1891, si bien está comprobado el poblamiento del área desde 1886, cinco años antes.”

 

(Esta  información  se complementa con la referencia inicial al aludir  a  ”La vida  de un chacarero”, por cuanto en 1886 ya se habían adquirido las tierras  y habían llegado los primeros pobladores.)

 

“ACTA DE FUNDACIÓN”

“En  la Colonia de Sastre y Ortiz, a los 6 días del mes de julio de 1891,  estando reunidos el Sr. José Mainardi, el Sr. Luis Terruggi y don Juan J. Tibaldi, en  uso de sus atribuciones conferidas por el Poder Ejecutivo con fecha  30  del próximo junio pasado

DECRETA

ARTÍCULO 1. Nómbrase para formar la Comisión a JOSÉ MAINARDI Presidente. A Don Luis TERRUGGI Tesorero y a don Juan B. TIBALDI Secretario Interino.”

Es obvio que “esta ‘acta de Fundación’ tiene como objetivo fundamental la designación de autoridades, en tanto que el documento que constata el asentamiento de los primeros pobladores es de 1886: podríamos decir que la primera ‘funda’ la Comisión de Fomento en tanto órgano de gobierno, y no el pueblo en sí.  Con este tipo de discrepancias nos vamos a encontrar frecuentemente a lo largo del trabajo, especialmente durante los primeros años de gestión comunal, debido a que los dirigentes  locales carecían de conocimientos sobre el manejo de libros y  documentación inherente a la función.

Lo expresado puede ejemplificarse con la misma acta de fundación, que se inicia con el titulado ACTA y se termina decretando nombramientos, cuando  lo que hubiera correspondido era separar por un lado el acto fundacional, y por el otro un decreto con los nombramientos.

El  desarrollo de las primeras actividades del gobierno se pudieron conocer  a través de la transcripción de las cartas que fueron enviadas al Ministro de Gobierno,  Justicia y Culto de la Provincia a cargo de Luciano Leiva -es oportuno acotar que el Gobernador era JUAN M. CAFFERATA, destacando que durante los  primeros  años  éstas fueron transcriptas en el mismo libro de actas hasta  que  se compró un  ’libro copiador’, utilizado exclusivamente para la  correspondencia enviada.

En  la primera carta remitida se comunicó el listado de las  autoridades con los cargos ocupados, y en la segunda, se solicitó el nombramiento de dos vocales para tener personas dispuestas a reemplazar los titulares en caso necesario,  ya que era muy común, en la época, la realización de viajes de negocios a Europa.

  Sastre: 100 años de historia institucional

…Llegamos a 1983 con la iniciación de un nuevo y definitivo período democrático, por lo menos hasta nuestros días, asumiendo como  flamante Presidente Comunal Juan Miguel Gariglio por la Unión Cívica Radical quien cumplirá dos  períodos  como Presidente Comunal y uno como Intendente Municipal”.

“Durante  el primer período se formaron las denominadas Comisiones internas de Trabajo a  saber:”

“-Comisión de Cultura a cargo de Víctor Céspedes.”

“-Salud, Minoridad y Familia a cargo de Rita B. de García.”

“-Juntas Vecinales a cargo de Leonel Banchio y Teresa de Cragnolino”.

“-Mantenimiento y embellecimiento del pueblo a cargo de Amílcar Pizzi”.

“Se nombra Secretario a Rubén Seveso, creándose el Centro Comunal de Cultura, como organismo dependiente de la Comuna bajo la dirección ad-honorem  del Dr. Rodolfo Doval Fermi”.

“Un logro importante para Sastre fue el hecho de que resultara electo como Senador por el Departamento San Martín Juan Carlos Galiano, oriundo de nuestra localidad. Uno de los temas más importantes fue el desarrollo de las tramitaciones para lograr que Sastre fuera nombrada ciudad…”

“En  marzo de1986 se dio ingreso al Proyecto Sastre Ciudad a la Cámara  de Diputados…”

“A  fines de ese año el proyecto ya había sido aprobado en  ambas  Cámaras Legislativas, restando, por entonces aguardar la promulgación del  Sr. Gobernador para que la misma adquiera validez de Ley, transcribiéndola a continuación:

La Legislatura de la Provincia de Santa Fe sanciona con fuerza de ley:

“Artículo 1.: Declárase ciudad a la localidad e Sastre y Ortiz, Departamento San Martín, por lo que  a partir de la sanción de la presente ley, quedará la misma comprendida  dentro del régimen municipal, de conformidad con lo dispuesto por el artículo 106 segundo párrafo de la Constitución de la Provincia y por  el Artículo 1 de la Ley Orgánica de Municipalidades Nº 2756 y sus modificatorias.”

“Artículo 2.: Establécese como jurisdicción del nuevo Municipio la delimitación territorial de la actual Comuna de Sastre y Ortiz.”

“Artículo  3.: Facúltase al Poder Ejecutivo para poder reglamentar la  presente Ley, incluyendo dentro del respectivo Decreto el llamado a comicios  generales en dicha población, a los efectos de elegir el primer Intendente Municipal y miembros del Consejo Deliberante.”

“A tal fin,  las actuales autoridades comunales continuarán con el desempeño de sus cargos hasta la asunción de quienes resulten electos.”

“Artículo  4.: El Concejo Municipal se compondrá de seis miembros, los  que al igual que el Intendente serán electos en forma directa por los vecinos.   Los concejales durarán cuatro años en sus mandatos renovándose cada dos  años por mitades.  Con motivo de la constitución por primera vez de dicho Concejo Municipal, se determinará en esta primera elección y luego de efectuada la misma,  por sorteo, quiénes tendrán mandato por dos  años y quiénes por cuatro años.”

“Artículo 5.: Hasta tanto se dicten las Ordenanzas Impositivas de conformidad con los términos de la Ley Nº 2756, las nuevas autoridades municipales proseguirán  con la percepción de impuestos, tasas y contribuciones que  hasta el presente están a cargo de la Comuna de Sastre y Ortiz.”

“Artículo 6.: Comuníquese al Poder Ejecutivo.”

Dado en la Sala de Sesiones de la Legislatura de la Provincia de Santa Fe a los seis días del mes de noviembre de mil novecientos ochenta y seis.”

“Un avance concreto…”

“Así  pues llegamos al final del período estudiado con nuestra localidad convertida en ciudad y más allá de todas las apreciaciones que válidamente podamos hacer  respecto de la designación de ciudad, es evidente que se ha logrado  un avance concreto, no olvidemos que iniciamos el período con autoridades dentro de un  ámbito cultural, educacional, social y económico totalmente diferente al  de la actualidad; apenas  sí sabían cuáles eran sus deberes y obligaciones, llegando  a los últimos años con personas que se manejan dentro del ambiente  político provincial y nacional.”

“De todos modos culminamos este capítulo con una Municipalidad organizada institucionalmente, la cual es la más importante conclusión a la que podemos arribar  en función de la intencionalidad de conocer la evolución histórica  de la Comuna como Institución Madre de nuestra localidad.”

  Organización de fiestas

“En  este capítulo”… “uno de los temas que siempre ha despertado  mi  interés basado fundamentalmente en el fenómeno que se da en la actualidad específicamente  la frialdad con que los argentinos pasamos las fiestas patrias como  un  día más,  pudiendo afirmar esta apreciación en que durante el período estudiado  en este trabajo la realidad era totalmente diferente, el pueblo vivía con orgullo y patriotismo los festejos cívicos.”

“Comisiones Pro-Fiestas…”

“Por  aquellos años cuando se aproximaban las fechas patrias o  patronales  se formaban  comisiones  que se dedicaban exclusivamente a organizar  los festejos conmemorativos.   Esto data desde 1907, pudiendo citar la  Comisión Pro-Fiestas Mayas, Comisión  Pro-Fiestas Julias, que se disolvían una vez terminados  los festejos y año tras año se repetía el procedimiento”.

“La actividad de las comisiones que se organizaban antes de las fiestas culminaba cuando presentaban a las autoridades locales el balance económico de  las mismas  y  el beneficio líquido que quedaba era destinado a  la Comisión Pro-Hospital, Pro-Plaza, a las Damas de Beneficencia según las necesidades incipientes que se debieran cubrir.”

“Una corrida de toros…”

“De este modo hemos podido conocer el desarrollo de las fiestas que se realizaban en  nuestra ciudad a comienzos del siglo pero no podemos dejar  de hacer especial mención a las fiestas patrias de 1914 durante las cuales además de  lo tradicional  se realizó una corrida de toros y para destacar la  importancia de este  año  en cuanto a fiestas, por primera vez se organizaron las  fiestas  de Carnaval que luego de algunos años serán la atracción principal de la región.”

“Carnavales y corsos…”

“Los carnavales, en un primer momento fueron organizados por particulares que cumplían  con todos los requerimientos necesarios para poder realizarlos pero a medida que estos se fueron haciendo más importantes por la gran concurrencia  de público, y por ende por los beneficios económicos que reportaban no considerando suficiente  la retención del 25% de las ganancias que hacía la Comuna, se  estableció que debían ser organizados por instituciones locales, así pues a  partir del año 1930 se firma un contrato con el Club Atlético Sastre para la  organización de los mismos”.

“El  corso que se realizaba en la avenida donde estaba ubicada la Jefatura  de Policía, actual Avenida Gral. López, se iluminaba todo el trayecto, desde la Plaza  hasta la esquina de la cuadra de la Jefatura con lámparas eléctricas que se colocaban durante la realización de los carnavales. Es interesante mencionar el gran  rendimiento económico que producía la venta de serpentina que se consumía en  cantidad  y por ello se advertía a los visitantes de otras localidades que tuvieran precaución, porque era tan grande la cantidad de serpentina que se tiraba  que se enredaba en las ruedas de los autos y las trababa ocasionando problemas con la circulación del tránsito.”

“…Otro de los aspectos importantes era la prohibición de utilizar disfraces de congregaciones religiosas, militares, clero, o cualquier otro que pudiese afectar a la moral pública y ofender a ciertos sectores de la sociedad”.

“En  1963 los carnavales fueron oficializados y en 1972 se obtuvo el  esperado reconocimiento de parte de las autoridades provinciales que declararon a Sastre,
Capital Provincial del Carnaval, agasajando de este modo a toda la población que se dedicaba  por entero a tareas de variada índole para que se  concretara ese especial clima que sólo Sastre podía lograr.”

“…debemos  rescatar  el ferviente sentimiento que se vislumbraba en  toda  la población  que participaba masivamente de los actos patrios, de las fiestas patronales  que se vivían con intensidad sintiendo profundamente lo nacional y un cariño  muy especial por la localidad.  Creo que esto debe servirnos como ejemplo, o tal vez como incentivo para plantearnos qué nos pasa a los argentinos  de la actualidad que estamos tan fríos ante estas fechas que indudablemente  fueron las  que marcaron épocas, pasos de gran importancia en la formación de esta  Nación tan especial de la que formamos parte.”

ANDREA M. OITANA

Nacida en Sastre el 18 de noviembre de 1967, descendiente de una familia tradicional  de esta ciudad. Cursó sus estudios primarios en la Escuela  Fiscal Nº 267 “Aristóbulo del Valle”, secundarios en el Instituto “San Francisco de Asís”, ambos  de Sastre, obteniendo el título de Profesora de Historia en el Instituto “Inmaculada Concepción” de la ciudad de San Francisco (Córdoba), en  1991.

Su interés  por  los hechos lugareños se remontan a su niñez, época en la que sus abuelos la ilustraban y entusiasmaban con relatos enmarcados en Sastre a principios de siglo, y su vocación la llevó a continuar indagando sobre sucesos y personajes  ligados a su terruño.  Actualmente colabora con la Prof. Hebe Viglione de  Arrastía  en la elaboración de un trabajo de investigación provincial  y  se desempeña como Secretaria del H. Concejo Deliberante de Sastre.

 

Departamento Vera

Garabato

El 1º de noviembre de 1892, al norte del territorio santafesino inauguraron la Estación Garabato perteneciente al ferrocarril que unía Santa Fe y Resistencia.

Han reiterado que en esa región vivieron tribus de guaycurúes y tobas y que ese nombre se impuso porque en esas tierras crecía un arbusto de madera dura, del género de las leguminosas, reconocido con el nombre de garabato.

En aquel tiempo, las explotaciones forestales en esa zona determinaban la necesidad de disponer de medios de transporte para trasladar esos recursos a otras localidades y así fue como desde ese lugar se extendieron otros ramales.

Como sucedió con la mayoría de los pueblos santafesinos, alrededor de la estación comenzaron a instalarse las familias que generaron el Pueblo Garabato.

Es oportuno rememorar lo expresado por Darío Oscar Sager en su relato Garabato: antaño y hogaño, reiterado en “La Región” del diario “El Litoral” de la capital santafesina, el sábado 3 de abril de 1999, porque sabido es que esos campos pertenecían a Juan Arronga y a Francisco Anello, dedicados a las explotaciones maderas.

Cuando se constituyó la Comuna, el 1º de julio de 1914, los planos aún no habían sido aprobados y han destacado que “en 1917, cuando la población había crecido a tal punto de necesitar organizarla legalmente, Anello hizo mensurar el pueblo.  Varios años después, su yerno, Leonardo Rumbo, solicitó la gobierno provincial la aprobación de la traza del pueblo en torno a la Estación Garabato.

Luego del éxito de su gestión, Rumbo propuso el nombre de Villa Anello para la flamante traza urbana, puesto que su suegro había sido el fundador ‘de hecho’ del pueblo, el pionero y principal gestor de la radicación de las primeras familias y de la consolidación de la comarca.

El gobierno así lo reconoció.  No obstante el uso popular ya se había familiarizado con la denominación conferida al ferrocarril, y hasta donde se sabía, la existencia de este paraje era conocido como Garabato.  En cambio la  toponimia Villa Anello nunca tuvo uso corriente y sólo aparece en algunos antiguos planos catastrales.”

 

Los planos que le reconocen una superficie de 1.179 kilómetros cuadrados, fueron aprobados tres décadas después, el 3 de septiembre de 1936.

La ley Nº 8718 de diciembre de 1980 estableció nuevos límites departamentales asignándose a Vera, “todas las localidades desde Garabato hasta el límite con el Chaco, establecidas sobre las vías del Ferrocarril General Belgrano” con un incremento de aproximadamente 4.500 kilómetros cuadrados.

 

La Gallareta

La Compañía La Forestal avanzaba con la explotación de los quebrachales en el norte santafesino y en 1905 comenzó a funcionar la fábrica de tanino en La Gallareta, extendiéndose el ramal ferroviario hasta Colmena situada a 130 kilómetros y con la finalidad de comunicar los sucesivos obrajes que estaban a cargo de un contratista.

El 30 de mayo de 1910 en el local asignado por la Compañía, habilitaron la Comisaría y los destacamentos de La Cigüeña y Km. 38, que como ha destacado Gastón Gori en su estudio acerca de la tragedia del quebracho colorado, eran policías que prácticamente dependían de la Forestal.

Desde La Región del diario “El Litoral” de la capital santafesina, en la edición del sábado 10 de junio de 2000 reiteraron que “en Fortín Olmos, Santa Lucía y Pozo del Indio (Km. 101) había almacenes forestales.

 

Los supervisores, el médico, el enfermero, el jefe de vías y obras y el guarda-hilos del teléfono viajaban en la zorra o auto de vía.  Existían tres conmutadores telefónicos, en Fortín Olmos, Cerrito y La Gallareta que eran atendidos por mujeres. En 1907 instalaron la sala de primeros auxilios, origen del hospital y diez años después le agregaron “la casa para el médico” y dieciocho años después inauguraron “el consultorio y la sala de internación”.

Hasta 1912 sepultaban en terrenos donde luego instalaron la lechería de la Forestal y en campos de la estancia “La Invernada” y ese año habilitaron el Cementerio donde también enterraban “a los que fallecían en los obrajes”, que no eran pocos…

 

Para recreación de los obreros, el 26 de abril de 1919 crearon el Club cuya comisión directiva sólo podían integrarlo quienes pertenecían a la Compañía; al año siguiente comenzaron “a ver cine, mudo y en la plaza. Para iniciar la proyección se esperaba hasta que llegara el gerente. Posteriormente las funciones se realizaron en los clubes”.

Otra diferencia entre ser obreros o ser empleados resultó evidente al fundarse el 17 de julio de 1922 el “Unión Club Gallareta”, porque “el ambiente refinado de sus instalaciones marcaba las diferencias”.

Dos años después, inauguraron “la oficina de correos y tres estafetas postales rentadas: Santa Lucía, fortín Olmos y Km. 101”, atendidas por un transportista contratado que viajaba “en el tren de La Forestal”.

En 1927 inauguraron el templo, luego con dos ampliaciones.

En un cuatro de siglo, la Compañía inglesa había establecido “un país dentro de otro país” porque en ese vasto latifundio tenían el monopolio de servicios e incluso circulaba moneda propia.

 

En 1933, en La Gallareta establecieron la oficina del Registro Civil ya que hasta entonces esas funciones estaban a cargo de la Policía o del Juzgado de Margarita.

El 18 de agosto de 1944, fundaron el Sindicato de Obreros de la Industria del Quebracho y anexas. En 1952 asumieron las primeras autoridades comunales y a principios de la década siguiente comenzaron las investigaciones de la Comisión Especial Bicameral presidida por el diputado Anacarsis Acevedo, a los fines de establecer responsabilidades de La Forestal que en 1963, tras el agotamiento de los bosques de quebracho colorado ordenó el cese de la fábrica de tanino.

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Es primavera.

Sigo mirando “como nacen los brotes”

 

Rememoro el comienzo de la última década del siglo veinte y reitero:

¡Creo en Santa Fe!…

 

Hermano compañero:

Seguimos sobre escombros buscando nuevos rostros

que entreguen su mirada con pureza anhelada.

Seguimos entre ruinas pesando en el ayer…

y es hora compañero de empezar a tañer

la campana invisible que nos congregue ¡al fin!

Hermano compañero:

Un fango despreciable nos impide el andar…

con el paso seguro hacia el mañana ¡ya!

Han pasado tantos años de trabajo y holganza…

Junto al hombre pensante, el improvisador.

Junto al noble y veraz, el amigo servil.

Junto al buen sembrador, el que vino a talar.

Hermano compañero:

Tenemos que avanzar con solidaridad.

Que reposen las máscaras de los títeres ¡ya!

No quiero oír las voces de antiguos promesantes.

No quiero ver las manos con índice acusante.

No tolero la infamia de discursos banales…

sin que tengan los niños ¡hogar, salud, escuela!

 

Hermano compañero:

Creo en Santa Fe: es tiempo de reflexionar.

Desde el exuberante Edén, conviven Caín y Abel.

Y Judas ambula aún entre hombres con virtud.

Pesa en la conciencia, hermano…

la indiferencia al legado y creo en Santa Fe…

que lo haremos realidad, sólo con trabajo honrado.

Creo en Santa Fe: es tiempo de amanecer.

Sea la Luz Verdadera la que señale el camino

al hombre santafesino que ama tanto a su suelo.

Sea un vendaval de voluntades el que transforme el lodo.

Hay que marcar de nuevo los surcos que han sido borrados.

El bosque reclama ser… y aún es semilla en la alborada.

Creo en Santa Fe: es tiempo de renacer.

                                      ¡Hermano compañero!…

 

 

Se impone otra pausa.

Termina aquí este circunstancial Itinerario por Santa Fe

 

Nidia Orbea Álvarez de Fontanini.

Primavera de 2006.

 

 

 

[1] Cecchini de Dallo, Ana María.  Los grupos políticos en Santa Fe. Santa Fe de la Vera Cruz, Ediciones Culturales Santafesinas, 1992, p. 27.

[2] Lischetti, Santiago. Historia de Villa Constitución, p. 19.

[3] Ibídem, p. 85-86.

[4] El Dr. Esteban Laureano Maradona Villalba, nació el 7 de julio de 1895 en Esperanza y estaba descansando en su cama, en la residencia de su sobrino José Ignacio Maradona en Rosario, pasó a la inmortalidad el 14 de enero de 1995 a las 7:05; fue sepultado en el panteón familiar en el cementerio municipal de Santa Fe con honores y presencia de autoridades provinciales y municipales.  Había recibido varias distinciones. Publicó el libro A través de la selva donde refleja sucesivas lecturas en libros y en la realidad compartida conviviendo en la zona chaqueña.  En su juventud militó en el radicalismo y siendo médico, después del derrocamiento del presidente Hipólito Irigoyen -el 6 de septiembre de 1930-, fue perseguido y decidió alejarse de Buenos Aires.  Colaboró en la guerra contra el Paraguay y fue condecorado porque atendió adhonorem a enfermos y a heridos.  Sin proponérselo, quedó en Estanislao del Campo (Formosa) porque viajando él en un tren pidieron auxilio para una parturienta y como la criatura no nacía, él se quedó hasta que terminó el alumbramiento.  Allí, en esa colonia de aborígenes siguió atendiendo sin cobrar, se dedicó a la investigación sobre plantas medicinales, incluso a la atención de leprosos.  Quienes convivían en esa zona lo nombraban “Doctor Dios”…  Esteban Laureano era hijo de Waldino Baldomero Maradona (nacido en San Juan en 1853, “dos meses antes de que se sancionara nuestra Carta Magna; hijo de Petrona Garramuño y de Melitón Maradona (familia residente en San Juan desde la época colonial.  Waldino Baldomero fue senador por el departamento Las Colonias en 1891-1892; luego vivió en Barrancas donde habían nacido otros hijos; falleció el 12 de mayo de 1941.  Waldino Baldomero fue amigo del doctor Simón de Iriondo, joven ministro del presidente Domingo Faustino Sarmiento y quien lo representó cuando terminó la guerra del Paraguay, actos en los que también participó Maradona quien en otra circunstancia, acompañó a Sarmiento en su recorrida por las recién instaladas colonias agrícolas en la provincia de Santa Fe (1870). /   En San Juan, varios integrantes de la familia Maradona se dedicaron a la política y como destacó el historiador Ricardo Levene, después del 25 de mayo de 1810, el entonces Regidor Alférez Real don José Ignacio Fernández de Maradona, por estar reputado de la mejor probidad, fue electo diputado a la Junta de Buenos Aires.  En Santa Fe, también Waldino Buenaventura Maradona Villalba (nacido el 14 de julio de 1896), fue el primer diputado socialista en la Legislatura de Santa Fe (1932-1933).

[5] La tradicional familia santafesina de Iriondo ejerció directa o indirectamente el poder en la provincia de Santa Fe desde los comienzos de la autonomía provincial. Reitero lo expresado en una aproximación histórica al período “1865-1868 – Gobierno de Nicasio Oroño” incluido en noviembre de 2004 en www.sepaargentina.com.ar : Después de la constitución de la Primera Junta de gobierno de Buenos Aires, en el virreinato se difundió la noticia y eligieron autoridades en la mayoría de las provincias.  En Santa Fe, obtuvo los votos don Francisco Antonio Candioti, estanciero que realizaba el camino hacia el Perú cargando las mulas y arriando el ganado que tenía también en el territorio entrerriano, electo primer gobernador interino el 2 de abril de 1815; Agustín Iriondo -o Yriondo, apellido frecuente en la historia de los santafesinos ya que el gobernador Gral. Pascual Echagüe teniendo en cuenta posibles enfrentamientos armados, optó por delegar el gobierno en el Dr. Urbano de Iriondo, Juez de Primera Instancia y Presidente de la Junta de Representantes; Simón fue gobernador en dos períodos (1871-1874 y 1878-1882), en el siglo XX y vigente la Ley Sáenz Peña que estableció el voto secreto y obligatorio, asumió el gobernador Dr. Manuel María –Manucho– Iriondo (1937-1941, “gobierno Conservador)”.  #  El Dip. Nac. Urbano de Iriondo integró el grupo de políticos santafesinos que el 23 de agosto de 1940 asistió al velatorio y sepelio del diputado Víctor Juan Guillot -radical, con mandato hasta abril de 1944), quien había optado por el suicidio, “víctima de su anterior irresponsabilidad y acosado por el escándalo” tras el negociado de las tierras de El Palomar. La noticia fue difundida por distintos medios y trascendió que en cuatro palabras  dejó expresada su última voluntad: “Dios reciba mi alma”. Aunque intentaron velarlo en el Congreso, su esposa lo impidió. (Párrafos en Orbea de Fontanini, Nidia A. G. El tiempo de Perón 1895-1943, inédito.)

[6] Gori, Gastón. La Forestal – La tragedia del quebracho colorado.  Santa Fe de la Vera Cruz, Editora y Distribuidora Litar, 1983, p. 8.

[7] Legislatura de Santa Fe, Actas año 1880, t. 22, p. 98-99, cita de Gastón Gori.  En un ensayo inédito, referido a Sunchales y a Villa Constitución como límites de la frontera norte y sur de la provincia de Santa Fe a mediados del siglo XIX escribí: Ese mismo año, el General Urquiza ordenó “al Ingeniero Allan Campbell que al estudiar el trazado ferroviario Córdoba-Rosario, haga lo propio respecto de una ampliación o ramal al Puerto de Las Piedras” –Villa Constitución-; “lo cual se hizo.  Bajo estas promisorias perspectivas de gran futuro, es que vecinos del Puerto de Las Piedras solicitan al Jefe de Policía de Rosario, autorización para formar un pueblo.  ‘Se venían realizando desde esa fecha, frecuentes visitas al Rincón de las Piedras de gente influyente, de algunas autoridades jerárquicas de Rosario, como también de personalidades vinculadas a importantes empresas extranjeras, entre las que se contaban el entusiasta empresario Cayetano Carbonell; los políticos Nicasio Oroño y Dr. Marcelino Freyre” -quienes tenían vínculos familiares-, “José María Echagüe y Federico Woodgate, fundador y primer presidente de la Bolsa de Comercio de Rosario, figura influyente ante los capitales británicos (ferrocarriles) de los que era asesor respecto del sitio estratégico circundante al Peñón (Las Piedras), de la profundidad del río para un buen puerto ultramarino y de las irregularidades del Paraná’.  El General Urquiza, que a la sazón era Presidente de la Confederación Argentina con asiento en Paraná -desde el 5 de marzo de 1854- apoyaba ampliamente todas estas tramitaciones”.  [7]

[8] Ibídem, p. 19.

[9] Rosa, José María. Historia Argentina – Tomo 10. Buenos Aires, Editorial Oriente, 1992, p. 138.

[10] Ibídem, p. 142.

[11] Ídem, p. 146-151.

[12] Orbea Álvarez de Fontanini, Nidia A. G. 02-04-1982 – La Bandera Argentina flamea en las Islas Malvinas (Inédito).

[13] Tur, Carlos A. y otros. Hombres y momentos de la Argentina, p. 17.

[14] El 21 de enero de 1884, la sociedad integrada por Ataliva Roca, Gregorio Torres y José María Muñoz compró al Dr. Manuel Zavalla con el propósito de colonizarla, dieciocho leguas de campo entre Sunchales y Los Corrales. Los dos tercios de esas tierras fueron adquiridas el 13 de julio de 1891 por la señora de Lehmann.  El 26 de noviembre de 1892 crearon la comuna de Ataliva e integraron la primera comisión los señores Martinotti, Fiori y Toselli.  La fiesta patronal es el 16 de agosto.

[15] Tur, Carlos A. y otros. Hombres y momentos de la Argentina, p. 17.

[16] Ibídem, p. 17.

[17] Gori, Gastón. La Forestal – La tragedia del quebracho colorado, p. 14.

[18] Gori, Gastón. La agonía del Quebracho. Rosario, Hommo Sapiens, 1999, p. 16. “Dedicado a Miguel y Clarita Abramzon que vieron, en mi casa, cuando comencé a escribir este libro el 26 de Abril de 1988 –Amigos- G.G.”.

[19] Ibídem, p. 32.

[20] Ídem., p. 35-36.

[21] Íd., p. 36.37.

[22] Sager, Darío Orlando. Neboquelatél, madre de las palmas. Santa Fe, El Litoral –La Región-, sábado 17 de febrero de 2001, p. 6-7.

[23] Cervera, Manuel M.  Poblaciones y Curatos, p.236.

[24] Ibídem, p. 312.

[25] Ídem, p. 313.

[26] Santa Fe: el paisaje y los hombres.  Rosario, Editorial Biblioteca, p.331

[27] Ibídem, p. 341.

[28] Ídem, p. 351.

[29] Santa Fe, perfil económico y estructural. Pág. 68 y siguientes.

[30] Publicado por iniciativa del Vicegobernador Carlos Aurelio Martínez y Cámara de Senadores de la Provincia de Santa Fe, edición 1986.

[31] Cecchini de Dallo, Ana María. Los grupos políticos en Santa Fe. Santa Fe de la Vera Cruz, Ediciones Culturales Santafesinas, 1992. p. 87 /  La autora nacida en Santa Fe en 1948, Profesora y Licenciada en Historia, desde 1981 subdirectora del Archivo General de la Provincia y Directora tras el fallecimiento de Josefa Catalina Pistone de Hernández, Miembro de Número de la Junta Provincial de Estudios Históricos de la Provincia, obtuvo el Premio Historiográfico “Manuel Cervera” 1985, Concurso convocado por el subsecretario de Cultura Dr. Jorge Alberto Guillén mediante Disp. Nº 66 del  20 de mayo de 1985, gobierno del CPN. José María Vernet / 2005: Ana María C. de Dallo asumió las funciones de Subsecretaria de Cultura de la Provincia de Santa Fe, siendo secretario el rosarino Jorge Llonch -gobierno del ingeniero Jorge Obeid-.

[32] Diario “El Litoral” de Santa Fe. Suplemento, edición del 6 de diciembre de 1988, testimonio de María Luisa Cullen de Leiva, hija de don Reynaldo Cullen.

[33] Orbea Álvarez de Fontanini, Nidia A. G. El tiempo de Perón (5 tomos, inédito).

[34] Gori, Gastón. El cólera en la Colonia Esperanza. Santa Fe de la Vera Cruz, Diario El Litoral, jueves 5 de marzo de 1992, p. 6.

[35] Gori, Gastón. La Forestal. La tragedia del quebracho colorado. Santa Fe, Litar S.A., 1983, p. 26-27.

[36] Orbea Álvarez de Fontanini, Nidia A. G. 1909 – Legislatura de Santa Fe (República Argentina). Inédito.

[37] Tur, Carlos A. y otros. / Hombres y momentos de la Argentina, p. 381-402

[38] Gori, Gastón. La Forestal. La tragedia del quebracho colorado. Santa Fe, Litar S.A., 1983, p. 22-23.

[39] Ibídem, p. 26-27.

[40] Santa Fe. Cámara de Diputados. Diarios de Sesiones 1934, t. I,  p. 52.

[41] Ibídem, 1934, t. I., p. 52 y 369.

[42] Santa Fe, Barrancas, Dto. San Jerónimo.  Quincuagésimo aniversario de la Escuela de Educación Técnica Nº 280 “Corbeta Uruguay”, 23 de agosto de 1987; edición única en homenaje dirigida por  Vicente R. del Póppolo, ex presidente de la Asoc. Cooperadora (1965-1968, 1970)

[43] Santa Fe. Cámara de Diputados, 1937. Diario de Sesiones. Se menciona en ese documento, que “a través de su gestión política”, el “representante del Departamento en la Cámara de Senadores de la Provincia, el Dr. Fernando R. Ramírez”, logró en 1937, el traslado de la escuela a Barrancas.   Primer Director de la Escuela de Barrancas, Don Carlos Ferdinando Fontanini Pantanali (1937-1949); de oficio carpintero  y primeras Regentes Luxila B. Avalle (1937) y Yolanda Fiorini (1937-38). Cuatro maestras y tres maestros se trasladaron desde San Jenaro a Barrancas para atender distintas secciones en la nueva escuela.

[44] Don Carlos había nacido en Esperanza el 9 de noviembre de 1897.  Casado con María Teresa Doval Keller, padres de Carlos Baudilio y de Eduardo Rodolfo, mi amado amante. Abuelos de nuestros hijos Eduardo Carlos Manuel, Ricardo Marcelo Gabriel, Nidia Marta Susana y Gustavo José María. Desde Barrancas, a mediados de la década del ’40 fue ascendido a Director de los Talleres Centrales del área de Educación, con sede en la capital santafesina. Carlos Ferdinando Fontanini falleció el 11 de septiembre de 1983 y días después su esposa: el 24 de septiembre.

[45] Legislatura de Santa Fe, Actas año 1880, t. 22, p. 98-99, cita de Gastón Gori. / En un ensayo inédito, referido a Sunchales y a Villa Constitución como límites de la frontera norte y sur de la provincia de Santa Fe a mediados del siglo XIX, escribí: Ese mismo año, el General Urquiza ordenó “al Ingeniero Allan Campbell que al estudiar el trazado ferroviario Córdoba-Rosario, haga lo propio respecto de una ampliación o ramal al Puerto de Las Piedras” –Villa Constitución-; “lo cual se hizo.  Bajo estas promisorias perspectivas de gran futuro, es que vecinos del Puerto de Las Piedras solicitan al Jefe de Policía de Rosario, autorización para formar un pueblo.  ‘Se venían realizando desde esa fecha, frecuentes visitas al Rincón de las Piedras de gente influyente, de algunas autoridades jerárquicas de Rosario, como también de personalidades vinculadas a importantes empresas extranjeras, entre las que se contaban el entusiasta empresario Cayetano Carbonell; los políticos Nicasio Oroño y Dr. Marcelino Freyre” -quienes tenían vínculos familiares-, “José María Echagüe y Federico Woodgate, fundador y primer presidente de la Bolsa de Comercio de Rosario, figura influyente ante los capitales británicos (ferrocarriles) de los que era asesor respecto del sitio estratégico circundante al Peñón (Las Piedras), de la profundidad del río para un buen puerto ultramarino y de las irregularidades del Paraná’.  El General Urquiza, que a la sazón era Presidente de la Confederación Argentina con asiento en Paraná -desde el 5 de marzo de 1854- apoyaba ampliamente todas estas tramitaciones”.

[46] La Región, suplemento del Diario “El Litoral” de Santa Fe de al Vera Cruz, sábado 21 de agosto de 1999.

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