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Susana Raquel Monzón     

 

Quisiera.

Nostalgias.

Presagio.

Despertar

Acércate…

Voy hacia ti

Ausencia.

No partas.

Nostalgia.

Para ti… en un vuelo azul.

Sobre el verde.

Muñeca de trapo.

Los huecos.

En otro espacio.

Para ti

Monzón, Susana Raquel.

Maestra. Poeta y narradora. Participó en cruzadas de solidaridad.  Integró equipos de Cultura desarrollando acciones conjuntas con asociaciones intermedias. Docente, educadora por el arte (Escuela Nº 1234 “Paz, Pan y Trabajo” de Santa Fe de la Vera Cruz). Su obra trasunta su sensibilidad y algunos poemas aproximan a

Quisiera

Quisiera renacer en viento,

y borrar los dolores del mundo.

Amamantar la calma,

donde se inicie el beso.

Tejer y destejer la risa,

improvisando cuentos

de finales abiertos…

Buscar el nido originario,

donde guarda sus sueños la inocencia…

y esperar que broten las palabras,

con los ojos húmedos…

y el corazón alerta.

                                                                                                                     25-07-1994

Nostalgias

Porque veo las ojeras del atardecer,

confundirse con las mías cuando te nombro…

Porque presiento que todavía hay estrellas en el cielo,

que caminan descalzas cuando te pienso.

Porque creo que muy a pesar mío, te recuerdo,

y me duele la distancia…

es que siento que se me apaga la vida,

cuando cierro mis ojos.

Porque percibo que m nostalgia se adormece,

en el límite justo,

donde la espera calla su dolor a solas.

Porque puedo desnudar mis años,

sobre un calendario viejo vacío de pájaros…

es que siento que inventaré un poema nuevo ada noche.

Porque camino tu ausencia, como una calle larga,

carente de soles,

y parpadean como niños asustados,

mis temores…

es que siento que uno de estos días,

seré ave presa de tu piel y tus antojos.

1998.

Presagio

El mutismo se acurruca en mis oídos.

El misterio convida a la risa a descansar.

Mueren los pájaros errantes… y yo te busco,

desde el seno de la tierra,

desde la lluvia que parpadea errante

cuando te pienso,

desde el mutismo de un beso.

El frío saca su pasaje de vuelta

y prepara su maleta.

Hay un abismo errante

entre mi amor y tu olvido.

Hay un presagio que dormita

entre el cielo y la tierra,

entre la desesperanza y los recuerdos.

Hoy el día es más azul que nunca.

Hoy mi amor es más grande

que todos los silencios…

Despertar

He despertado con ansias,

como si alguna picardía inquieta

hubiera desdibujado la risa,

el sol, la madrugada, las estrellas…

Siento que el rocío comulga en la mirada de los otros

y que el beso se regocija, húmedo, etéreo,

frágil sobre mis ojos.

Hoy tengo ángel

y gime el azul y el rosa en cada uno de mis gestos.

En cada tiempo que respiro.

Hoy tengo la magia que he perdido

descuidadamente sobre el gris de los espejos.

Hoy parpadea despacio mi nostalgia

y levanta el vuelo sigiloso de las aves.

Siento que he navegado mucho contra el viento

y a pesar de todo he madurado. Temores y silencios

se abrazan distantes a los recuerdos.

Una infancia en barriletes y acuarelas,

y una adolescencia azul entre la lluvia.

Quiero atrapar un universo nuevo.

En el hueco de mi mano.

Echaré a volar los pájaros que duermen

en mi diario íntimo, en el rincón de los juguetes,

en el límite justo donde la decepción muerde su grito,

en el lugar preciso donde se arrecuesta la duda, el miedo,

la plegaria,

allí donde renace la esperanza.

Hoy tengo ganas de crecer de golpe.

Acomodar los instintos

en el espacio justo

donde no incomodan mis suspiros.

Hoy Dios seduce a las rosas y prepara su maleta de viaje,

para salir a andar con los pájaros.

Siento ganas de echar a volar mis sueños,

desde la tierra al cielo,

entre el azul y el rosa.

Hoy siento que mi vida se reduce

en el hueco de mi mano,

infinitamente azul.

Hoy percibo que la vida es esto…

un calendario,

un cuento de hadas,

un beso, un olvido,

una familia.

Una palabra vacía, un compromiso absurdo,

una lágrima, una despedida,

una ilusión, un recuerdo,

un nacimiento,

una pérdida irreparable,

una alegría intensa,

un cosquilleo infinito

que te desnuda el alma.

                                                                                                                     02-02-2001

Acércate…

Acércate…

Provoca el desafío de amarte,

más allá de la locura.

Quiero llegar sin límites

donde me aguarden las caricias,

los gemidos, lo prohibido.

Permíteme crecer en tus recuerdos,

en tus delirios,

en tus sueños y tus miedos,

en el vuelo sin pudores de tus labios.

Intenta reanudar el viaje,

al recóndito lugar donde gurdo para vos,

el cielo,

el cansancio,

la risa… los pájaros,

el amor intenso,

la esperanza.

Anímate.

Recoge en mi mirada,

mis deseos, mis horas azules,

mi soledad habitada en lunas,

en instintos rotos,

en lágrimas.

                                                                                                                     10-05-2000

Voy hacia ti

Voy hacia ti como un susurro,

a recorrer tu cuerpo en el mutismo,

sigilosamente audaz,

a recuperar las gracias, los ecos,

las palabras nunca dichas,

el dulce parpadeo del sol cuando amanece.

Voy hacia a ti, a desnudar presagios,

a descubrir en cada abrazo,

donde cobija la ternura su simpleza.

Voy hacia ti, habitando tu luz,

tu tiempo,  tus locuras,

presa de tu piel y tu cansancio,

trepándote tu risa y tu tristeza.

Voy hacia ti, ávida de sueños,

penetrando en los límites de tu alma,

recogiendo en tus gestos detenidos,

un racimo de silencios.

05-05-2000

Ausencia

Muy lejos de tu vuelo,

de tu mi mirada errante.

Muy lejos de tus sueños y tus miedos,

estoy en ti…

perfumada en beso,

permitiéndome crecer sobre tu piel,

callada en sombras,

amándote en silencio.

Muy lejos de tus pasos,

de tu margen de luz y estrellas rotas.

Muy lejos de tu historia, de tus huellas,

de tu tiempo,

estoy en ti, plena de nostalgia

habitada en deseos presintiéndote.

Muy lejos, de tus gestos,

de tu canto desnudo sobre el alba

de tus locas emociones.

Muy lejos de tu voz, de tu vigilia, y tu fatiga,

de tus sentidos descalzos, sobre mis ojeras,

estoy en ti,

permitiéndome disimilar la risa,

para no dejar caer sobre esta ausencia,

este dolor, esas lágrimas…

este amor intenso.

                                                                                                                     17-05-2000

No partas

No Partas…

No rompas el amanecer

en un adiós,

que la luna en sus ojeras

nos espera.

Permíteme entrar en tu mundo,

Atrevidamente tuya,

con las manos apretadas,

juntos,

para toda la vida.

No partas… abrázame,

que sobren las palabras,

quiero entregarte en un beso,

presa de tu piel y de tus ojos,

esta locura de quererte,

este cielo de estrellas rotas.

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                           20-05-2000

Nostalgia

Desde el mirador de la luna,

una pareja de ángeles azules,

escriben cuentos y nanas,

para niños de otros planetas.

El silencio se viste de otoño

y descalzo, tibio,

en el hueco de mi almohada…

como un juguete olvidado gime.

Desde el mirador de la luna,

Alguien está inventando

barriletes de humo, para niños de papel.

Mientas tanto,

yo llevo en mis bolsillos,

la huella de una risa perfumada,

un puñadito de estrellas frías

y el secreto de una rosa.

Para ti… en un vuelo azul.

Mírame, e iré hacia ti,

en un vuelo azul,

a remontarme más allá de los instintos.

Recórreme y descubriré la intimidad de

los pájaros cuando callan.

Permíteme ser ademán en vuelo

y llegar a la orilla de tu tiempo,

parpadeando ávida, sobre tu cuerpo.

Inventame un cielo nuevo,

donde llegue a ser libre, como lo fue

Juan Salvador Gaviota,

buscando su razón para vivir.

Vuelve a hablarme de la energía que

yace entre tu inteligencia y el hueco tibio de mi pecho,

allí donde mi corazón palpita…

Allí donde dormita la pena, la soledad,

los miedos… y este amor tan intenso.

Controla con tu mirada mis deseos,

mi grito de alegría cuando te veo llegar,

y vuelve a superarme los extremos,

los gemidos,

cuando atrevidamente me convidas

a disfrutar sin límites mis vuelos.

Hoy, como Juan Salvador Gaviota percibo,

Que cuando estoy contigo, no hay límites.

Todo está en descubrir la magia del vuelo.

20-07-2000

Sobre el verde

Hija mía, quédate conmigo,

que cae la noche, como un beso tibio

sobre el verde.

Descubramos juntas,

aquellos misterios descalzos,

que se hamacan solitarios,

en las plazas, en los parques.

Abracemos la lluvia,

descifremos el murmullo del viento

cuando pasa,

e inventemos un nuevo abecedario,

un tiempo diferente,

un espacio azul,

donde nuestro amor no muera,

y los pájaros descansen.

Muñeca de trapo

Muñeca de trapo, no partas,

que en un rincón de la casa un puñado de

juguetes nuevos nos esperan.

Permíteme seguir tu mundo,

con las manos apretadas, y la risa

dibujada en la vidriera.

No me empujes a otros horizontes,

quiero seguir creciendo,

creyendo que la vida está hecha de

acuarelas, de poesía y canto, de rayuelas.

Muñeca de trapo, …abrázame,

no partas,

que en el espacio que habitan los adultos,

no hay lugar para nosotras.

Te invito a trepar un barrilete,

y jugando con las nubes,

atrapar la risa y la ternura.

Los huecos

Anochece.  Cae la luz, débil, silenciosa.

Un ángel azul disimula sus temores y prepara despacio su maleta de viaje.

Los pasos del Peregrino recortan huellas de plata sobre el camino.

Hay algo diminuto y lejano que parpadea silencioso en el hueco que yace entre el cielo y la tierra.  Allí me presiento, solitariamente raída entre el misterio húmedo de la razón y el dolor.

Mientras tanto, busco otras miradas que me guíen, y en cada una de ellas, se asoman historias distintas.

Camino descalza, y siento que me elevan, entre una mezcla de rumores radiactivos y perfumes secos.  La mano de un anciano me saluda y descubro con tristeza que fuimos muy amigos en un tiempo.  Un tiempo arquitectónicamente diferente al presente.  Un tiempo sin relojes, tal vez con más colores y más aciertos.

Yo continúo mis pasos, pero no siento mis pies. Una luz intensa se desnuda ante mis ojos y se abren los huecos.

Espacios gigantes que todavía no visité.  Respiro tranquila, como si alguien parpadeara conmigo.

De repente se abre un hueco azul habitado solamente por seres de luz.  Me expulsan despacio hacia fuera como si no me permitiesen entrar.

Las horas pasan.

Penetro despacio en un hueco de color gris y observo perpleja infinidades de cajitas musicales, adormecidos en tibios acordes, pertenecientes a seres incompletos cruelmente abortados.  Siento deseos de llorar pero no tengo lágrimas.

Mientras tanto una mujer sobriamente vestida con ropa antiquísima me señala otros huecos, al cual todavía no sé, si me permitirán entrar, pero que están ahí misteriosamente cerrados esperándome.

Los pasos del Peregrino van acercándose. No lo diviso plenamente, pero sé que viene, sin fatigarse con todo el tiempo del mundo, hacia mí.

Gritos y susurros, se entremezclan.  Me parecen familiares algunas voces, sin embargo no las recuerdo.

Recorro jardines, parques y espacios indescriptibles de tanta belleza.

Mi piel se ilumina de un color que no conozco, y mi sonrisa tiembla.

Sombras invertidas se bifurcan y se abre ante mí, un hueco en distintos tonos de violeta.  Allí esperan callados como pájaros tristes aquellos seres que en sus últimas horas no quisieron pedir perdón.

Me siento cansada.  Siento pesados mis párpados.

A mi derecha, veo un espacio gigante repleto de niños felices, jugando con seres de otros planetas.

Presiento que el dolor cobija silencioso sus presagios.

Alguien desde el abismo está gestando cuentos rotos  Mi cabello ha crecido.

Un hombre de barba espesa y túnica blanca, me abre las puertas de un hueco rosa, y me quedo extasiada, como si miles de estrellas me penetraran.

Allí permanecen corazones humanos, dormidos, esperando la señal.  Alguien expresa en voz alta: -son los científicos de futuros milenios.

Yo continúo sumida en el asombro y el desconcierto.

Todo es nuevo.  Sin embargo, renacen cosas, lugares, momentos repetidos.

Siluetas de luz, susurran en mi oído, canciones imborrables de otras épocas.

Los pasos del peregrino, se confunden con los míos, y puedo sentir sobre mis hombros, todo el dolor del mundo.

Ante mis ojos y como una pantalla gigante, veo pasajes de mi infancia y de mi adolescencia.  Vuelvo a reír, a soñar, a llorar.  Vuelvo a emocionarme, y siento que me crece el alma.

Mitad miedo, mitad silencio. El gris y el ocre se confunden en un eco, en un gesto.

He crecido sin sombras.  Me duele la risa que dejé hace tiempo amaneciendo soledades, sueños…

El peregrino se adelanta. No puedo ver su rostro.  Lo quedo mirando, hasta que su silueta desaparece delante de mis ojos.

Una mujer rubia de cabellos largos me invita a regresar.

-Todavía no es tu tiempo,  -me dice despacito y coloca sobre mis manos un medallón de bronce antiguo dejando entrever en su sonrisa abiertas, sus años, su sabiduría, su misterio.

No sé cuánto tiempo transcurrió, sólo sé que me quedé dormida.

Al despertar los rayos del sol, asomaban como hilos tenues.

Una suave brisa, me traía el perfume de aquel camino misterioso.

No comprendí lo sucedido.  Sólo supe casi con certeza que hay espacios, dimensiones, huecos habitados por otros seres.

En el hueco de mi almohada, yacía la incertidumbre, la duda, el asombro.

Sobre la mesa de luz, un extraño medallón de bronce sobresalía confundiéndose con el gris del cortinado.

Alguien me había llevado hacia el límite justo, donde nacía la nada, la esencia de lo extraño, el arista de lo distante.

Hoy respiro un aire nuevo.  Hoy creo en el castigo del hombre.

Hoy, serenamente, espero a Dios.

31-01-2000

 

En otro espacio

En aquel espacio era ángel, pájaro, cristal, risa.

Aquí soy mujer respiro, conquisto, me acomodo a las circunstancias, pero existe el dolor de la nostalgia, el dolor e las ausencias, el orgullo, la mezquindad.

Quiero volver para hablar en aquel idioma, donde el gesto, el mimo, la caricia, era el abecedario más usual para comunicarnos.

Aquí existen tantos como países y sin embargo no han encontrado la palabra justa que dignifique, que enriquezca, que libere al hombre del pecado, de la avaricia, de la envidia.

Aquí me ahogo, me sofocan, me lastiman.

Quiero correr, liberarme de fórmulas, horarios, órdenes, mandatos, opresiones, falsos discursos, mentiras, engaños, obscenidades.

En aquel espacio, era libre, simple, transparente, amamantaba la risa y el gozo, con sólo cerrar los ojos en un solo instante.

Allí los relojes, retrocedían el tiempo, y éramos humo, niño, viento azul, ave, cometa, y otras tantas veces, el rocío más hermoso del amanecer.

Aquí quiero trepar los silencios, amar la simpleza, el beso, la lluvia, los ecos, pero no puedo

Me oprimen, me limitan, me sostienen, me quiebran las alas.

Allí era el bostezo tibio desde un espacio azul, que mecía columpios de enamorados en el atardecer.

Era promesa y esperanza, era sudor y frío.

Aquí, soy alguien al que le han arrebatado los sueños, apenas una sombra desdibujada que bajo este cielo calladamente espera.

02-04-2000

Para ti

Todavía no entiendo cuándo sucedió.

Sólo sé que te descubrí de pronto, como quien encuentra en el camino, una piedra preciosa.

Una piedra que sujeto en mi mano con fuerza, con temor de perderla.

Sin embargo desde el fondo de mi ser sé que debo abrir las manos y dejarla caer, simplemente porque eres un hombre comprometido.

Hoy tengo ganas de gritar este hermoso sentimiento que crece en mí, como si tuviera alas.  Pero no puedo.  No debo.  Por respeto a mi persona. Por respeto a ti.  Por respeto a quienes pudieran llegar a sufrir.

Y te juro que me duele el alma.

En todo este tiempo he buscado en tu mirada una señal que me indique que existo para ti y hasta me he permitido soñar que estando tan cerca de ti, te robaba un beso, penetrando en tus ojos, en tu piel, en tus orígenes.

Hoy siento que el cielo es un silencio desdibujado en tonos grises, que comulga una pena.

Hoy percibo la esperanza cual una semilla que no ha de crecer.

Hoy descubro con tristeza que ni siquiera he tenido la magia necesaria para deslumbrarte.

Pero a pesar de todo agradezco a Dios por este sentimiento, porque es puro e inmenso como el universo.

Creeme que buqué durante todo este tiempo el valor para decírtelo.

Ayer no pude… me miraste y tuve pudor, miedo, inseguridad.

Mañana… tal vez no pueda encontrar las palabras precisas.

Hoy tengo las fuerzas necesarias y por eso me animo a regalarte el secreto más hermoso de mi vida.

-Si tuviera que elegir un espacio diferente al que habito, buscaría un parque donde permanezca únicamente el rosa y el azul.

-Si tuviera que encerrar en un círculo, un puñado de letras, con un nuevo abecedario volvería a formar la palabra Dios.

-Si me encontrara en la situación límite de llevarme a otra galaxia, algo de esta tierra, elegiría, elegiría la dulzura y la pureza de mis hijas.

-Si estuviera a punta de cerrar mis ojos para siempre, te buscaría, hasta tenerte frente a mí, para decirte:

Amor… Perdóname, por haberme enamorado de ti.

                                                                                                                                                                                                                                                05-05-2000

 

 

 

Lecturas y síntesis: Nidia Orbea Álvarez de Fontanini

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