Sinopsis: Puerto de Santa María de los Buenos Ayres. La ruta hacia Asunción del Paraguay. El puerto de Santa Fe.
Sabido es que un territorio vasto plantea distintas dificultades no sólo para las comunicaciones, también para el gobierno. Así sucedió en la época de la conquista española, cuando la Gobernación del Río de la Plata abarcaba distintas jurisdicciones, desde el Atlántico hasta más allá de la cordillera de los Andes y desde el sur, destacándose el puerto de Santa María de los Buenos Ayres y diversas poblaciones hacia el norte, a ambos lados del río Paraná hasta llegar al puerto de Asunción del Paraguay y zona circundante.
Las naves que llegaban desde distintas latitudes generalmente anclaban primero en el puerto bonaerense y así comenzó su original historia porque fue una ciudad que creció favorecida por el puerto, circunstancia que también determinó una concentración del poder. Tanto en libros de historia como de literatura, hay información acerca de la presencia de contrabandistas, de buques dedicados al tráfico de esclavos y las colonias de América crecían con desigualdades, con privilegios y en algunos casos, con impunidad. Diversos factores fueron provocando la declinación de Asunción y en 1597 le propusieron al rey de España que dividiera en dos esa gobernación, estableciéndose como capitales los mencionados puertos: el de Buenos Ayres y el de Asunción.
Así lo decidió el rey Felipe III, al firmar la Real Cédula del 16 de diciembre de 1617 creando las gobernaciones del Río de la Plata y la de Guairá, más reconocida como gobernación del Paraguay. Desde ese momento se acentuó el poder de Buenos Aires donde comerciantes y contrabandistas acordaban sus negocios generándose también conflictos por intereses económicos con los portugueses. Desde España llegaba ayuda para defender sus posesiones y las luchas armadas afectaban también a los habitantes honestos que nada influían en aquellas administraciones.
La cédula real de 1617 estableció la jurisdicción de Santa Fe -sólo un distrito de la de Buenos Aires-, abarcando parte del actual territorio y el entrerriano hasta el río Uruguay.
En aquel tiempo, además de los problemas derivados de la pérdida de tierras y las lógicas reacciones de los indígenas, en Santa Fe debían protegerse de los barcos que navegaban por los anchos ríos con propósitos de invasión y dominio.
(Apuntes para la historia de los argentinos… Nidia Orbea Álvarez de Fontanini.)