Estás aquí
Inicio > Política > Poder y Abusos > 23-08-1962: secuestro de Felipe Vallese.

23-08-1962: secuestro de Felipe Vallese.

Durante el gobierno del presidente Dr. Arturo Frondizi continuaron las huelgas y movilizaciones de la Confederación General del Trabajo. Siendo Alfredo Vítolo el ministro del Interior, acordaron con los jefes militares que impedirían el retorno del ex-presidente Juan Domingo Perón.

Anunciados los comicios del 18 de marzo de 1962 aumentaron las tensiones al difundirse la propuesta de incluir al líder del justicialismo en la fórmula para la gobernación de la provincia de Buenos Aires que encabezaría el gremialista Andrés Framini.

Desde ámbitos judiciales destacaban que no tenía residencia ni figuraba en el padrón porque estaba “prófugo” y desde la Iglesia hasta el cardenal Antonio Caggiano aludió a la vigencia de la “excomunión”.   En consecuencia, el partido “neo-peronista” denominado “Unión Popular” logró que el juzgado electoral aprobara la fórmula Framini-Anglada.

Ese triunfo demostró a la oposición que habían fracasado en sus valoraciones y las inmediatas reacciones tendían a presionar al presidente Frondizi para la integración de un nuevo gabinete y la expulsión de Rogelio Frigerio.  En vano el conductor de la Unión Cívica Radical Intransigente expresó: “…no me suicidaré, no renunciaré y no dejaré el país”… porque el poder militar aceleró la firma de su renuncia y tras ser detenido en la quinta presidencial de Olivos fue trasladado a la Isla Martín García.

Después de sucesivos diálogos, el 30 de marzo de 1962 lo reemplazó el doctor José María Guido, presidente del Senado que debía cumplir las instrucciones de los militares.

El 24 de abril anuló las elecciones considerando que peronistas o neoperonistas habían sido electos en Buenos Aires, Chaco, Misiones, Neuquén, Río Negro, Salta, Santiago del Estero y Tucumán.

El 1º de mayo desconociendo la validez de esa decisión, Andrés Framini con su comitiva se acercó a la casa de gobierno y labraron un acta.

Dos meses después, mediante un decreto del 24 de julio de 1962 el Poder Ejecutivo prohibió actos de proselitismo, la entonación de marchas y exhibición de fotografías de Perón.  Ese sector marginado ya había soportado las limitaciones establecidas en el decreto Nº 4.161 del 5 de marzo de 1956 mientras detentaban el poder el general Pedro Eugenio Aramburu y el contralmirante  Isaac Francisco Rojas.

La CGT decidió continuar con su plan de lucha y en agosto comenzó una huelga por cuarenta y ocho horas.  El 23 de agosto, mientras intentaban detener a Gustavo Rearte, frente a Canalejas 1776 fue secuestrado el metalúrgico Felipe Vallese, un joven de 22 años y delegado de la Fábrica TEA Soc. Resp. Lda. también militante en la Juventud Peronista.

En las movilizaciones resonaba su nombre y se difundía una insoslayable denuncia:

“…un grito que estremece, Vallese no aparece”.

 

En los ámbitos castrenses sabían que Vallese había integrado el grupo que colaboró con Gustavo Rearte en el copamiento del puesto de la Fuerza Aérea en Ezeiza.  Dirigentes sindicales comenzaron la búsqueda y comprobaron que había estado detenido y soportó torturas en la comisaría de Villa Lynch.  Desde entonces, no hallaron rastros y ese hecho prácticamente fue la chispa que encendió otra hoguera porque al año siguiente, uno de esos comandos juveniles al mando de Osvaldo Agosto generó un escándalo al robar el sable corvo del General José de San Martín que estaba depositado bajo custodia en el Museo Histórico Nacional.  La condición para devolverlo era que el gobierno autorizara el retorno de Perón pero la detención de una persona y su confesión, determinaron el fracaso de tal operativo.  Sabido es que el general San Martín en su testamento expresó que dejaba su sable corvo al Brigadier General don Juan Manuel de Rosas por haber sido un constante defensor de la soberanía nacional y que luego, descendientes de Rosas lo entregaron al gobierno para su conservación en el Museo.  No sería la única vez que lo robarían y en consecuencia, las autoridades decidieron depositarlo en una caja inviolable y bajo custodia en el Regimiento de Granaderos a Caballo de Buenos Aires.

Aquel robo del sable corvo que San Martín había adquirido en Inglaterra en 1811 durante la primera escala de su retorno a Sudamérica, después de solicitar la baja en el ejército español porque estaba decidido a apoyar el movimiento independentista en su tierra natal, alentó a grupos nacionalistas a convocar a movilizaciones en la capital federal para evocar a Rosas y así fueron detenidos varios grupos, incluso acusados de una conspiración junto a sectores comunistas.

En el Estatuto de los Partidos Políticos difundido en noviembre de 1962 excluyeron al “peronismo” y en febrero del año siguiente, mediante un decreto-ley lo proscribieron en las elecciones del 23 de junio que había anunciado el General Juan Carlos Onganía, comandante en jefe del Ejército.

Un Congreso Normalizador de la Confederación General del Trabajo -con mayoría de representantes pertenecientes a las “62 Organizaciones”-, con la participación de cien sindicatos de primero y segundo grado, eligió al gremialista y ex diputado José Alonso de SOIVA -sindicato de obreros de la industria del vestido en la Argentina- como secretario general de la CGT. Continuaron las protestas y exigencias de respuesta por los presos políticos y los detenidos prácticamente desaparecidos, entre ellos Felipe Vallese con potente insistencia desde la UOM conducida por el secretario general Augusto Vandor, “el Lobo”.

En ese tiempo también se concretó la distribución de los bienes pertenecientes a Perón entre distintas instituciones, en concordancia con el decreto Nº 8.147 de 1957, firmado por quienes detentaron el poder durante al autodenominada “Revolución Libertadora”.

Ante la proximidad de las elecciones nacionales, nombraban a los doctores Carlos Sylvestre Begnis y Vicente Solano Lima como candidatos del Frente Popular y Nacional, y el partido Demócrata Cristiano impulsaba la fórmula Raúl Matera-Horacio Sueldo pero finalmente, desde Madrid trascendió la propuesta de Perón para el “voto en blanco” como realmente sucedió, de acuerdo a los resultados definitivos de esa elección.

Con el 24,9% de los votos positivos, el Colegio Electoral el 24 de julio eligió presidente de la Nació al doctor Umberto Arturo Illia, médico y reconocido dirigente del radicalismo en Cruz del Eje y en otras localidades cordobesas.

El 17 de octubre de 1963 en la Plaza de Once se congregaron distintos sectores del “peronismo” para rememorar el “día de la lealtad” establecido en 1945 cuando Perón estaba prácticamente detenido y el presidente provisional General Edelmiro J. Farrell debió reconocer su liderazgo proponiéndole que hablara al pueblo reunido frente a la “Casa Rosada” porque sus consignas serían las únicas que calmarían los ánimos y lograrían una desconcentración sin disturbios, como realmente sucedió.

Aquel memorable 17 de octubre de 1963, Andrés Framini leyó una declaración exigiendo la derogación de toda la legislación represiva, discriminatoria y proscriptiva a la vez que pedía una convocatoria a elecciones generales en todo el país, en todos los cargos electivos y con la posibilidad de que Juan Domingo Perón retornara a la Argentina.

Así como desde fines del invierno de 1962 estaba desaparecido el joven Felipe Vallese de 22 años, también era desconocido el lugar donde reposaba el cuerpo yacente de Eva Perón y por ello, aquel 17 de octubre también pidieron que fuera entregado a la CGT desde donde lo habían retirado sigilosamente por orden de los “libertadores de septiembre de 1955”…

Perón retornó a la Argentina el 17 de noviembre de 1972, después de recibir el ataúd con el cuerpo embalsamado de Eva Perón en su residencia de Puerta de Hierro y volvió a Madrid hasta su retorno definitivo siendo candidato a la presidencia de la Nación, ejerciendo esas funciones desde el 12 de octubre hasta fines de junio, cuando delegó el gobierno en la vicepresidenta señora María Estela Martínez de Perón.  Eva Perón reposa en el panteón de la familia Duarte en el cementerio de la Recoleta, donde también habían sepultado al general Pedro Eugenio Aramburu tras su secuestro, brevísimo juicio y asesinato por el grupo de Montoneros dirigido por Mario Firmenich y Norma Arrostito.

Felipe Vallese, sigue siendo el primer desaparecido desde el 23 de agosto de 1962…

 

Lecturas y síntesis: Nidia Orbea Álvarez de Fontanini.

 

Top