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Zulma Celia Geller Gruvman (Arequito, 1937-Parana, 2005)

Zulma Celia Geller Gruvman (1937)

Aproximación a su trayectoria.

Más señales en el Camino.

“¿Hoy se lee tanto como antes?”.

Proyectos y ediciones.

Su escritura.

En torno a la Política…

El amor…

Premios y distinciones.

Títulos de algunos libros editados.

Sonoridad de sus poemas…

De su legado literario…

Las llaves de la ciudad.

Federico del tiempo.

“Intento”.

Andando.

Judea.

Ante “Los Dueños del Silencio”.

Jesús.

Zulma Celia Geller Gruvman (1937-2005)

El 24 de octubre de 1937 -día del Arcángel Rafael, patrono de la vista entre los católicos-, en Arequito (departamento Caseros, en el sur de la provincia de Santa Fe) nació Zulma Celia Geller Gruvman, con “cataratas congénitas y ojos microftálmicos”.

Sus padres Catalina Gruvman y León Geller, enseguida iniciaron las consultas pertinentes; a los tres meses la operaron pero continuó su “discapacidad visual”.

Vivió en Paraná (capital de la provincia de Entre Ríos) desde 1940. Con perseverancia, completó los estudios primarios en la Escuela “25 de Mayo” y fue abanderada (1946-1952). Al año siguiente comenzó el curso de Bachiller en el Liceo “Paula Albarracín de Sarmiento” de esa ciudad y egresó en 1957 con Medalla de Oro.

En ese tiempo, su hermana Graciela Geller (nacida el 10 de febrero de 1945) era alumna en el nivel primario.

Ya se vislumbraba la vocación de esas jóvenes formadas en un hogar donde la lectura -la educación- y la solidaridad, eran pilares insoslayables para vivir y convivir en armonía…

Aunque desarrolló su obra en la capital entrerriana, incluida aquí por ser nacida en territorio santafesino, donde proyectó su obra Graciela…

 

No habrá sido por casualidad que en el ocaso del siglo veinte, en una nota de diciembre de 1999 referida a “Zulma C. Geller”, hayan escrito:

“Es una autora entrerriana de firmes convicciones y una luchadora constante de la integración y la igualdad. La discriminación por ser judía, mujer y discapacitada en vez de doblegarla la nutrió y engrandeció. Optó por las letras como medio de comunicación para hacerle notar a la ciencia y al resto de los ‘normales’ que todos son seres humanos con capacidades distintas. /…/ El diagnóstico médico que recibieron sus padres fue que iba a ser discapacitada y ciega. Ella demostró con su Historia de vida que la ciencia también se equivoca y a los seres humanos, que la discapacidad no es incapacidad. /…/

Es innumerable la cantidad de premios que le otorgaron en su vida de autora. Pero considera que son sólo objetos y que lo más importante es la autocompetencia diaria a la que se somete: ‘Yo compito todos los días conmigo misma: de lo contrario no adelanto… yo tengo que ser como ustedes’…”

 

Aproximación a su trayectoria…

Gloria de Bertero en la primera edición de Quién es Ella en Santa Fe, destacó que desde 1961 fue instructora para ciegos y una de las fundadoras de la Escuela Nº 1 “Helen Keller” donde trabajó hasta su jubilación en 1984.  Desde 1975 y durante nueve años, fue maestra en las unidades carcelarias para atención de detenidos ciegos.  En ese tiempo, estudió Psicopedagogía y Ciencias de la Educación en el Instituto “Teresa de Ávila” de la Universidad Católica de Paraná, filial de la Pontifica Universidad Católica de Buenos Aires. Han reiterado que con frecuencia expresaba: “Me arreglo sola para todo, tenía que ser ciega e idiota y me curé”…

Acerca de su labor educativa y de su obra literaria, hay referencias en Enciclopedia Literaria de Entre Ríos (Ediciones Arazona); y en la enciclopedia para cuarto grado Así es Entre Ríos, mi provincia (Editorial Lumen).

Tres años después de obtener la jubilación, fue reconocida por el gobierno de Entre Ríos como “precursora de la enseñanza para ciegos”.

En 1988 le otorgaron el premio Alicia 88 – Una actitud de vida, distinción de la “Institución Alicia Moreau de Justo” y ese año, el Concejo Deliberante de la Municipalidad de Paraná le otorgó el premio “Reconocimiento al Mérito”.

Participó en Jornadas y Congresos de su especialidad y de Literatura.  Integró la Comisión Directiva de la SADE de Entre Ríos en el lapso 1981-1996 con funciones de prosecretaria, revisora de cuentas, protesorera, primera vocal…

Socia honoraria de ASUME (Asociación para la mujer sola).  Colaboradora en Radio LT 14 “General Urquiza” de Paraná.

Impusieron su nombre a la Biblioteca de la Escuela Nº 46 “Olegario Andrade”.

Jubilada, siguió trabajando como voluntaria en el Museo de Historia y atendiendo a discapacitados por la poliomielitis.

Desde 1996, por su iniciativa desarrolló el programa Banco de Tiempo Libre y Libro Parlante en el Concejo Ejecutivo Municipal de Paraná.  El 6 de mayo de 2000 comenzó el “relanzamiento del programa para ciegos, siendo intendente Sergio Varisco.

El 15 de febrero de 2003, el intendente Varisco y la coordinadora de Gestión de Gobierno Magda Mastaglia de Varisco concretaron un homenaje al entregarle una copia del decreto y placa de reconocimiento por esas misiones. En esas circunstancias, Zulma Geller dijo:

“Mi caso es único en el mundo. Voy a cumplir 66 años, y a mi mamá le dijeron, cuando yo tenía 3 meses, que era mejor que me muriera porque iba a ser un vegetal”

Zulma Celia Geller Gruvman, a los sesenta y ocho años de edad falleció súbitamente, el 20 de noviembre de 2005 en su casa de la calle San Martín, en  Paraná.

La cremación del cuerpo yacente fue en el cementerio de cementerio Solar del Río.

Más señales en el Camino…

Tras una entrevista con Sandra Darichon, desde Cultura Nativa con el título Confesiones de una autora se difundieron algunas respuestas de Zulma Celia acerca de sus vivencias y también significativas conclusiones.  [1]

Sandra le preguntó si le hubiera gustado sentir en carne propia el amor hacia un hombre y contestó:

“De adolescente puede ser. Me gustan los hombres, pero no estuve enamorada de uno. No sé, porque a mí no me gusta que me manden, no me gusta mandar a otro. Desde los siete años supe que no me tenía que casar, que nadie se iba a casar conmigo por amor sino por otros intereses. Yo creo que Dios me guió muy bien y mis padres me educaron para ser soltera al igual que mi hermana. La ventaja de estar sola es que podés hacer lo que te plazca en el momento que desees. También la soledad debe tener sus desventajas…”

Después, otra pregunta: “-¿Es virgen?” y la respuesta: “-Sí, y lo digo a quién me lo pregunte”.  Luego, este interrogante: “-¿Es feliz?” y esta conclusión:

“Si te dijera que sí te mentiría, si te dijera que no también. Son momentos. El ser humano al tener sentimientos oscila entre la felicidad a la falta de ella. Yo no me puedo quejar tengo que agradecer porque una chica discapacitada, argentina, judía y mujer que nació allá lejos y hace tiempo en la posta de Arequito y cuyo diagnóstico era que sería idiota y ciega, pudo con el tiempo demostrar lo contrario gracias a que mis padres no me encerraron, como a muchos, en cotolengos. Por todo eso no me queda más que agradecer.”

“¿Hoy se lee tanto como antes?”

Tras esa pregunta, Zulma Celia Geller Gruvman contestó:

“No, Internet, la computación es lo que predomina en estos días. Las bibliotecas no son visitadas, y si no hay lectura no hay creación. Las costumbres cambiaron. Pero no hay que perder las esperanzas. Yo creo que el mundo da vueltas, quizás la solución está en volver al origen. Toda esta globalización que inventaron ahora existió siempre y lo que tiene que hacer el hombre sin partidos políticos es ser socialista. Socialista como su palabra lo indica en el sentido social, en el sentido solidario. Hay que volver a la tierra que en ella nacemos, vivimos y morimos.”

Proyectos y ediciones…

Zulma cuando Sandra Darichon le preguntó si tenía “nuevos proyectos”, contestó: “No, y si los tuviera no los cuento, antes de empezarlos porque no sé si van a concretar”.

Al referirse a “algún libro” que estuviera “gestando”, dijo: “-Libros hay, pero no se pueden imprimir, el costo es muy elevado. Editar un libro cuesta 6.000 dólares, tengo muy buena memoria y no me olvido ‘alpargatas sí, libros no’ de eso se trata. Es mucho dinero invertido para no vender nada.”

(Es oportuno rememorar que ese grito fue una de las tantas consignas de los manifestantes en las calles de la ciudad de Buenos Aires, durante los dos períodos del presidente de la Nación general Juan Domingo Perón -1946 a 1952 y 1952 hasta la autodenominada revolución libertadora– y es insoslayable que fue durante la primera presidencia que se organizaron por primera vez en la Argentina, dos ministerios: el de Educación y el de Salud iniciándose una etapa de construcción de edificios escolares -destinados a escuelas rurales y cercanos a las rutas-, también de dispensarios, hospitales, hogares para ancianos, como el de Recreo en la provincia de Santa Fe que sirvió para alojamiento de los convencionales que tras ser derogada por decreto la Constitución Nacional de 1949 llegaron a la capital santafesina para tratar la reforma de la Constitución en 1957, prácticamente un fracaso porque se autodisolvió.  La única voz que advirtió que mal empezaba esa Convención si los convencionales tenían que alojarse en un lugar que estaba destinado a protección de los ancianos, fue la del doctor Alfredo Palacios, socialista. Cuando se puso en marcha el segundo plan quinquenal previsto para la segunda presidencia, el bienestar logrado por los sectores de menores recursos ya había renovado las consignas y de ¡alpargatas, sílibros no! ya no se percibía ni el eco en las grandes concentraciones, sí en declaraciones de políticos opositores en sus discursos durante debates legislativos. Todo es historia de los argentinos y los datos estadísticos relativos a ediciones de libros y construcciones de edificios escolares en todas las provincias, demostraron que fue una etapa de continuas publicaciones literarias e históricas y de desarrollo socioeconómico que no ha sido igualada por los gobiernos siguientes.  En el lapso 1952-1955 no hubo “quema de libros”, sí a partir de la primavera de 1955 cuando también destruyeron todos los objetos que tenían la leyenda “Fundación Eva Perón”; el 9 y 12 junio de 1956, concretaron los primeros fusilamientos tras expresiones de protesta por el autoritarismo y de adhesión al Justicialismo.)

Su escritura…

Sabido es que Zulma Geller refiriéndose a cómo y cuándo escribe, dijo:  [2]

“Escribo a mano y después lo paso, lo leo, lo dejo reposar en el tiempo. Soy como Olga Orozco que escribe al correr de la pluma. No hago poesía elaborada, respeto a quien la hace, pero no me gusta.”

Le preguntaron si había alguna poesía suya que prefiriera más y contestó:

“No. Quien tenga hijos que me conteste a cuál de todos ellos ama más. Esa pregunta no tiene respuesta. Ésta tampoco. Mis poesías son mis hijos, en una oportunidad una amiga me dijo: ‘Yo tengo dos hijos de mi vientre y dos hijos del corazón. A ellos se les da la vida, se les da el amor, pasan por tu vientre o por tu corazón, pero son libres: lo único verdaderamente de uno es lo que se escribe, lo que se compone, lo que se pinta’.”

……………………………………………………………………………………………………

“En mi caso el autor y la persona se fusionan en un mismo cuerpo. Pero hay gente que no, que escriben por la bebida, pero esto no tiene nada que ver con el arte de ser autor. Soy Zulma Geller cuando escribo, cuando doy clases, cuando hablo. Siempre soy la misma.”

……………………………………………………………………………………………………”Yo casi dejé de escribir prosa, ahora me dedico a lo que algunos denominan como lo más difícil: la poesía y los pensamientos.”

Tras una pregunta acerca de si era “una persona muy crítica”, respondió:

“Sí, pero no solamente conmigo sino también con los demás. Yo soy discapacitada, a mí no me importan los concursos, ni ganarle a nadie. Yo compito conmigo misma todos los días porque si no, no adelanto… Yo tengo que ser como ustedes. Nosotros los discapacitados somos minoría, si yo no doy el primer paso y tiendo la mano no puedo avanzar, porque ustedes no entienden.”

Otra pregunta: “-¿Con la palabra ustedes se refiere a los teóricamente normales?”.

También fue respondida con firmeza:

“Sí, porque nadie es totalmente normal. Además la discapacidad no es incapacidad. El prefijo ‘dis’ quiere decir distinta capacidad y el prefijo ‘in’ un rotundo no. Todos tenemos capacidades distintas. Lo que pasa es que en este país o sos de River o de Boca. Siempre tenés que pertenecer a uno u otro, por eso nos va tan mal.”

En torno a la Política…

Zulma Geller acerca de cuál es su ideal de país, contestó:

“Es muy difícil lograr el equilibrio.

Creo que no existe en el mundo. No soy comunista, pero desearía que se repartieran mejor las ganancias. El mundo tiene mucha riqueza pero cada vez está en menos manos. Creo que si todas las bombas que se tiran fueran pan, en el mundo no existiría el hambre. Deseo que haya paz, justicia y a pesar de todos sus defectos, la democracia.”

También opinó acerca del “último comicio”, al de la renovación de autoridades que asumirían en diciembre de 1999:

“Yo creo que es bueno, eso es la democracia: hoy está uno, mañana otro. No se puede estar mucho tiempo en el gobierno. Allí se equivocó Menem -y Angeloz-, porque así terminás solo. No hay que querer volver antes de terminar con el mandato. No tiene que haber reelección. Yo deseo al Doctor Montiel, a quien estimo mucho, todo lo mejor, pero le va ser muy difícil, como así también a De la Rúa. Hoy ya encontramos atisbos de desesperación porque un sector perdió las elecciones y no encuentran bancas para ser diputados. Por lo tanto se quedan sin fueros y pueden ser juzgados.  Si esto pasa cuando todavía no entregaron el gobierno, ¿qué es lo que pasará mañana cuando ya no tengan poder político?”

El amor…

Zulma Geller refiriéndose al “amor”, expresó:

“La palabra amor encierra a muchos amores en esas cuatro poquitas letras. A mí me gusta escribirles a todos esos amores.

Dios es amor y el hombre y la mujer tienen amor. El amor tiene varias formas de expresarse: a veces es una caricia, otras es un límite a tiempo. Ser demasiado permisivo es querer comprarse a una persona. Pero creo que nadie puede comprar ni vender amor.

Mi inspiración poética empieza por la palabra amor y termina con ella.

Lo fundamental en el ser humano es el amor, sin amor no hay nada. El amor es la sencillez, es dar la mano firmemente.”

Premios y distinciones

Por su labor literaria y obras solidarias, había recibido varias distinciones, entre ellas:

  • 1956: Premio en el Concurso “Mariano Moreno y su época”, género ensayo.
  • 1957: Mención del diario “La Nación” de Buenos Aires por su cuento Triunfo merecido
  • 1987: Reconocimiento como “Precursora de la enseñanza para ciegos” otorgado por el gobierno de la provincia de Entre Ríos.
  • 1988: Premio “Alicia Moreau de Justo – Una actitud de vida”.
  • 1989-1990: Premio “Jean Harris”, instituido como homenaje a la esposa de Pablo Harris, fundador del Rotary Club.
  • 1991: Declarada Ciudadana Distinguida por el Concejo Deliberante de la Municipalidad de Paraná.
  • 1996: “Premio a la Excelencia” del Banco de Tiempo Libre y Libro Parlante.
  • 1997: “Premio Argentina aún tiene ejemplo”.
  • 1999: 10 de noviembre. Reconocimiento a su trayectoria otorgado por la Asociación Tradicionalista de Baxada y por la Seccional 80 de la Unión Cívica Radical. Honorable Concejo Deliberante de Paraná.
  • 2002: 19 de septiembre. “Expresión de Beneplácito” – Proyecto de declaración de las diputadas nacionales Irma Roig y Teresa H. Ferrari de Grand.
  • 2003: 7 de marzo.  Reconocimiento en la Segunda Brigada Blindada de Paraná.
  • 2003: “Mujeres Destacadas” – Año Internacional de la Mujer 2003.

Títulos de algunos libros editados.

  • 1969: Porque Sí. (Poemas y canciones para niños y adultos.)
  • 1974: Pliego Nº 24.
  • 1981: El Pato del Paraná. (Reedición ampliada en 1986, presentado por la Editorial Entre Ríos al inaugurar su casa.
  • 1985: Pensamientos y aforismos.  Ediciones Fe.
  • 1988: Andando. Santa Fe de la Vera Cruz, Ediciones Lux.

Antología que incluye a autores de Entre Ríos (1968-1986).

Sonoridad de sus poemas…

En 1989, grabó con su voz diecinueve poemas, con el título Rumbo al Verso.

De su legado literario…

Aquí, algunos poemas de Zulma Celia Geller Gruvman, reiterados con el propósito de estimular la lectura de sus obras.

Las llaves de la ciudad

Te voy a entregar las llaves,
Las llaves de mi ciudad.
¿Las quieres de chocolate?
Te las puedo fabricar.

Mi provincia es “Entre Ríos”
Y tiene su “capital”,
Es la ciudad en que vivo
Y se llama: “Paraná”.
Las alas de un pajarito,
Bien, nos servirán de avión.
-¿Qué pesamos muchos kilos?…
-¡Vuela la imaginación!…
La Catedral, sus campanas,
Tañen con sones de paz;
Cantan al cielo, a los hombres
Y así, es toda mi ciudad.

Soy tu amigo, viajerito,
Que me quieres conocer,
El Túnel, nos ha hermanado
¡Ven! Todo te enseñaré.

Te mostraré los rincones
Paraná, al igual que el río,
Ya no lo habrás de olvidar.
Tiene plazas, tiene escuelas
Y debes visitar.
Hermosos de Paraná,
También sus calles, sus parques,
En que podremos jugar.

Después, cuando tú te marches,
Si es que deseas marcharte,
Verás, verás, que prontito,
Soñarás con regresar.

Y algún día entre los días,
Yo llegaré a tu ciudad,
A tu país, a tu pueblo,
Todo se puede lograr.

Aquí, nadie es extranjero,
Siempre se brinda amistad.
Las casas paranaenses,
Son símbolo de tu hogar.

* * * * * * * * *

Federico del tiempo

(Homenaje a Federico García Lorca)

Sólo estás muerto en la muerte, Federico,
porque la voz del canto, más allá de los cielos,
encuentra el infinito del existir perenne
y se trepa a los árboles, en frutos de guitarra.
Tu poema de sangre nos reúne en la calle
y nos vamos a buscarte, peregrinos de versos,
donde quiera que el niño, que verdea la luna,
renazca por las páginas del tiempo memorable.
Somos de carne y hueso, somos de muerte y vida,
somos de dolor oculto y la nube que pasa
y la noche y el día…, y tu cuerpo en la calle…
Te dejaron en ella, cual triunfo de barbarie.
Pero la calle es “vida”, lo saben los poetas,
que la andan y aman por amarrarse al tiempo;
por comprender los pasos de los que van y vienen,
para llorar con ellos, para cantar con ellos.
Y el crimen nos acecha por desnudar verdades.
Quien sepa ser poeta, te hallará, Federico
y soñará en la muerte, por retener la vida;
por abrir las fronteras mentales de los hombres
y escribir en sus frentes “Vivos, muertos ‘seremos’!”
Y habrá un crisol humano ensanchando los vientos.
En la calle estaremos, por siempre defendiendo,
las razones insignes: “Federico del Tiempo”.

Septiembre de 1971

* * * * * * * * *

“Intento”

                                               (Fragmento.)

Voy a guardar mi soledad pasada

en mi rincón del cofre

sin recuerdos.

Pero… y esta soledad

que tengo ahora.

Y la que sé

me invadirá mañana

¿cabrán en ese sitio

tan pequeño?

Ninguna de las tres

aceptará el olvido.

* * * * * * * * *

Andando

Tengo mucho que andar y siempre anduve.
Desde antes de nacer, de siglos antes.
No sé de qué comienzos vengo andando,
en busca de un mañana interrogante.
Correr tras de una meta que se sueña,
para llegar… ¿Llegar?… ¡No, no es posible!
Yo prefiero el camino de las búsquedas.
Vengo andando desde abajo, lentamente…
Cada llegada es un punto de partida.
No, no es una ambición desenfrenada
ni es seguir tras un signo inalcanzable.
Es simplemente ir abriendo más senderos.
Es tratar de vivir la vida en “vida”.
Es existir a través de la existencia.
Vengo andando y no llegaré nunca.
Voy buscando y cada logro es un comienzo.
Cada camino me traba la marcha en sus recodos.
Yo lucho y lucho… y cuando venzo,
prosigo mi rumbo hasta enfrentar el próximo.
Así se vive, para vivir en pleno.
Sin pensar: “hasta aquí voy” y después “nada”.
Se existe si se piensa hacia adelante.
El quedar en un fin, es ir retrocediendo.

El esperar sin lucha, es la derrota a cuestas.
Yo vengo andando y respiro en las piedras.
Yo vengo andando y el invierno es mi amigo.
Yo vengo andando porque mi tiempo es breve.
Me detengo un instante ante las fuentes,
cuyas aguas frescas y transparentes,
renuevan mis ansias de marchar,
me vivifican la sangre adormecida y…
vuelvo a buscar, arribo a cada puerto
y otra senda me aguarda y otra senda y…
Tengo mucho que andar y siempre anduve.
Dudé antes de nacer, de siglos antes.
No sé de qué comienzos vengo andando.
Voy abriendo camino tras camino.
Vengo andando y andaré, no habrá imposibles.
La muerte no interesa. Yo “prosigo”.

* * * * * * * * *

Judea

Es el milagro, el amor,
descalzo en las colinas.
Abre la flor, la piel,
al sol y a las tormentas.
Anda el viento y el trueno,
libertad del esclavo.
Son veloces tropeles,
destruyendo cadenas
y de frente y de pie,
aceptando los retos.
El amo augusto mira,
cegado y vanidoso.
Altivez de soberbia,
que se desploma y huye.
El grito atrapa el aire,
pero no el pensamiento.

“El hombre” va al desierto,
al bosque, a la montaña.
Acaricia la nube,
al enfermo y al ave.
Vuela en la oscura noche.
Ilumina tinieblas
y a la faz de los tiempos,
siempre torna a Judea.

* * * * * * * * *

Ante “Los Dueños del Silencio”

I
Año 1976
¿Quién? ¿Por quién? ¿Por qué?
¿Cómo? ¿Dónde? ¿Cuántos?…
Silencio. Espaldas.
Preguntas, preguntas.
Sin aire, sin luz.
Silencio. Espaldas.
Preguntas, preguntas.
Son pasos, son botas.
Son rejas en cruz.
Estrellas sin cielo.
Las chispas del “dueño”.
La muerte, la vida.
Apuestas al muro.
La voz ya ni es llanto.
Sórdidos, oscuros

los hierros se enlazan,
con caños, con manos,
que estallan en fuego,
en fuego, en fuego…

II
Año 1983
¿Dónde están sus voces?
¿Dónde sus miradas?
¿Sus risas, sus nombres, sus huellas?…
¿Cuántos fueron, cuántos?…
Silencios. Espaldas.
Preguntas, preguntas.
Las fosas reclaman.
La tierra es la espera.
Pero el viento es libre
y alza las mareas,
vuelve a las partidas
de olas encrespadas.

III
Año 1988
Los nombres son hombres,
los números callan.
El sol no reseca
la piel del silencio.
Las espaldas pugnan,
acechan, sus péndulos.
Son horas, son días,
son años, son ellos.
Los ojos vacíos.
Jadeante el aliento.

17/1/1988

Jesús

¿Cuál es tu vida, Jesús,
una leyenda?
¿Un mito de deidad,
que han inventado?
Yo sé que eres, Jesús,
de carne y mente.
Te alzas desde las sombras,
te conviertes en faz,
de piel y vida.
¿De qué padre naciste?
¿Y de qué importa?
Eres de la madera,
de la tierra.
La libertad proclamas.
De los libres naciste,
de los “hombres”.
¿Quién soy yo, Jesús,
para nombrarte,
para tenerte en luz
y en las tinieblas?
Soy solamente humana,
soy pequeña.
Apenas rama de tu raíz
de tiempo y barro.
Una costilla nada más.
Un mismo pueblo.
Pero no tengo miedo,
en tantos miedos.
No temo al lodo, Jesús,
en tanto lodo
y amo la realidad
de estarnos vivos.

* * * * * * * * *

 

Lecturas, selección y trascripción:

Nidia Orbea Álvarez de Fontanini.

 

 

[1] Cultura Nativa. Año I – Nº 6 – Diciembre 1999, página 9.

[2] Cultura Nativa. Año I – Nº 6 – Diciembre 1999, página 8

 

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