“El arte más difícil es el arte de gobernar”.
- J. Weber (Alemán, 1767-1834)
“El eje central de nuestra discusión no es la deuda…”.
“El liderazgo del presidente Kirchner…”.
La Argentina: entre los buenos vinos y la cultura del trabajo.
“Política”y “líderes”: miradas desde otras confluencias.
“La política gira en el vacío”.
Percepción del escorzo de una “comunidad organizada”.
En torno a “la globalización”.
Distintos medios de información reiteraron lo expresado por el vicepresidente de la Nación Argentina Daniel Scioli desde la ciudad de Mendoza, al este de la cordillera de los Andes:
“…hoy están dadas todas las condiciones en nuestro país para salir adelante.”
“El eje central de nuestra discusión no es la deuda…”
El vicepresidente Scioli, insistió con optimismo:
“Tenemos que tener la convicción profunda de que el eje central de nuestra discusión no es la deuda, sino la producción y el empleo, que nos van a llevar a ese camino de éxito que estamos buscando para terminar con la pobreza y con la exclusión de miles de argentinos.”
“El liderazgo del presidente Kirchner…”
Apoyó tales conclusiones, en “tres factores como decisivos para alcanzar ese éxito:
‘El liderazgo del presidente Kirchner, las instituciones renovadas y, por sobre todas las cosas, un pueblo que tiene unas ganas bárbaras de salir adelante.”
Hay que tener en cuenta que dos días antes, durante una conferencia de prensa trasmitida por distintos medios, Scioli había expresado que el gobierno no aceptará “más préstamos que asfixien y ahoguen el crecimiento… Lo que queremos es tiempo y mercados para poder generar recursos genuinos con emprendedores… Ya vimos en el pasado las consecuencias de firmar acuerdos y no cumplirlos.”
La Argentina: entre los buenos vinos y la cultura del trabajo…
Desde otra perspectiva, sabido es que la Argentina es un país exportador de buenos vinos… y en esa celebración anual, el vicepresidente pudo una vez más referirse a la posible recuperación del país… “de la mano de los sectores productivos, de la cultura del trabajo, del esfuerzo, de las buenas administraciones y recreando la confianza”, expresiones que Scioli reitera al finalizar casi todos sus discursos.
(Mientras tanto, sigue la discusión acerca del pago de la deuda externa; crece la inseguridad en la capital federal y en distintas localidades del territorio nacional; el lunes 8 de marzo -día internacional de la mujer-, en tres provincias argentinas sólo se concretaron los actos de entrada o izamiento de la bandera nacional, canto del Himno y palabras alusivas. Una protesta organizada por asociaciones gremiales determinaron que no se desarrollaran otras actividades de aprendizaje… ¡Buen comienzo para avanzar hacia la cultura del trabajo!…)
Es interesante tener en cuenta lo expresado por el vicepresidente con referencia al titular del Poder Ejecutivo Nacional:
“…es un trabajador incansable, con tenacidad, coraje y una gran fuerza de voluntad.”
Evidentemente, no aludió al conocimiento ni a la autoridad, porque son requisitos esenciales para ejercer con eficiencia y eficacia, la misión y las funciones inherentes a un presidente de cualquier Estado…
“Política”y “líderes”: miradas desde otras confluencias…
El Dr. Marcelo Sánchez Sorondo sabe que para analizar un problema es imprescindible evaluar los datos referidos a determinada situación, analizar las causas que lo generaron, plantear hipótesis certeras. Días antes de esas declaraciones del vicepresidente Scioli, durante un diálogo con el periodista Bartolomé de Vedia -del diario “La Nación” de la capital argentina-, el destacado profesional expresó una vez más sus conclusiones en torno a la Política:
“Aunque mi respuesta tenga cierto trasfondo nihilista, debo decirle que no creo que existan en la actualidad líderes políticos genuinos.”
Sánchez Sorondo, tras otra pregunta del periodista, contestó:
“La antigua clase dirigente no ha sido reemplazada en la tarea del Estado. En su lugar actúan las oligarquías partidarias, que no son una clase ni son dirigentes.”
Antes, había expresado:
“¿Qué es un líder político? ¿Cuál es la diferencia respecto de un dirigente? Sin ser exactamente un caudillo -término que se orienta hacia el pasado-, el verdadero líder político se distingue precisamente por los rasgos que Mitre atribuía a los caudillos: ‘Buscan una patria indisoluble y un gobierno para todos; respetan el interés general y se inspiran en sentimientos verdaderamente argentinos’. A quienes hoy asumen el papel de actores de la política no parece preocuparles esa distinción sustancial entre Nación y democracia, y hasta sospecho que no la disciernen en los hechos. No se paran a distinguir ‘la voz entre los ecos’ y confunden su propia fortuna en el poder con el éxito en la tarea suprema de servir al bien común. Desde luego, la diferencia entre democracia y Nación es obvia, puesto que se trata de valores distintos, que actúan en diversos planos. La democracia es un sistema de gobierno, en tanto que la Nación es un cosmos político. Quiero suponer que a los dirigentes políticos actuales no se les escapa esa diferenciación tan clara y elemental. No se necesita ser un experto en política para advertirla.”
“La política gira en el vacío”.
El Dr. Marcelo Sánchez Sorondo, reconocido abogado, director de periódicos, profesor universitario… advierte que en la República Argentina existe “un régimen de oligarquías partidarias que ha sustituido y corrompido a la genuina democracia…
La política gira en el vacío.” [1]
Luego, explicó:
“Creo que el país argentino vive una angustiosa crisis sociocultural, de suerte que la política gira en el vacío. Es preciso revertir la crisis de fondo. Por supuesto, no se trata de la simple tarea de un gobierno: es una faena que debe asumir toda la sociedad. Se necesita una generosa movilización de la opinión pública, a fin de que la comunidad nacional en su conjunto tome conciencia de la gravedad del problema y vuelque toda su energía en el esfuerzo por trascender de ese estado crítico.”
Percepción del escorzo de una “comunidad organizada”…
Minutos antes tras aludir a la conducción política del general Juan Domingo Perón, expresó que el sustento fundamental de tales acciones partía del concepto de comunidad organizada.
Con relación a aquel punto de partida esencial, que es el concepto de comunidad organizada, Sánchez Sorondo dijo:
“En el justicialismo de hoy ese concepto está ausente y por eso el debate interno en ese partido se circunscribe a opciones dependientes, en todos los casos, de influencias extranjeras.”
En esa dirección, manifestó la necesidad de revisar -volver a leer, a analizar y comprender-, la “espontánea e histórica unidad de los pueblos de nuestra América.”
[Sabido es y lo reiteraba Perón, que es imprescindible “la unidad de concepción para la unidad de acción”… algo que algunos personajes de la política actual suelen soslayar.
En el prólogo del libro “América Latina – Ahora o nunca, escrito en Montevideo el 23 de septiembre de 1967 por Pablo Vicente, se reiteró lo expresado por el líder del Justicialismo en una carta dirigida “al caudillo uruguayo doctor Luis Alberto de Herrera”, el 26 de febrero de 1946 -dos días después de los comicios que determinaron el acceso a la primera presidencia-: [2]
“Hay que realizar el sueño de Bolívar. Debemos formar los Estados Unidos de Sudamérica.” Pág. 6
Seis años después, durante el discurso pronunciado en la Escuela Nacional de Guerra –que entonces tenía un carácter reservado-, Perón dijo:
Las organizaciones humanas, a lo largo de todos los tiempos, han ido, indudablemente, creando sucesivos agrupamientos y reagrupamientos. /…/ …hay quien ase aventura a decir que para el año 2000 las agrupaciones menores serán los continentes”… Pág. 88
Y así sucedió: la Unión Europea sigue incorporando más países-miembros y se expande el uso del euro, la moneda que se pretende llegue a ser única en todos los Estados de ese continente.
Perón en aquel discurso también dijo:
Lo único que hay que vencer son intereses; pero, cuando los intereses de los países entran a actuar, los de los hombres deben ser vencidos por aquéllos, ésa es nuestra mayor esperanza”. Pág. 105
Ya en aquel tiempo -a mediados del siglo veinte- y durante la Conferencia de Presidentes de los Estados Americanos y el Primer Ministro de Trinidad y Tobago realizada en Punta del Este (República Oriental del Uruguay), el general Juan Perón expresó:
“En lo referente a la integración geopolítica, que en el mundo moderno ha pasado a ser una palabra de orden en el despertar de los continentes, también hemos sido precursores, porque la primera comunidad económica que lleva a la formación del Mercado Común Europeo con miras a los Estados Unidos en Europa, comienza en 1958 con el Tratado de Roma, en tanto nosotros ya en 1949 realizábamos con Chile las primeras gestiones hacia un tratado de complementación económica con miras a una comunidad económica latinoamericana, con los mismos objetivos”…
“…en 1946 lanzábamos desde Buenos Aires nuestra ‘Tercera Posición’ que cayó aparentemente en el vacío. Pero, han pasado veinte años y hoy, las dos terceras partes del mundo pujan por colocarse en ellas y ha surgido el ‘Tercer Mundo’ que agita ya a los cinco continentes”… [3]
Advertía Perón que esa etapa del continentalismo permitiría avanzar hacia lo que primero denominó la mundialización en el contexto del Universalismo. Con tales declaraciones, Perón sólo estaba ampliando la proyección de su concepto de comunidad organizada: primero fue la tribu, la aldea o comarca aldea… después las naciones… los imperios y llegó el momento de las asociaciones regionales y continentales hasta que a fines del siglo veinte se plantea la globalización, que debiera ser la comunidad mundial organizada solidariamente, sin absurdas fronteras…
En 1972, se refirió a esa etapa con precisión en su Mensaje a los gobiernos de los pueblos libres del mundo difundido desde su exilio en Madrid mientras se realizaba en Estocolmo la Cumbre de autoridades que debían prever la importancia de la Ecología, la necesidad de lograr un mayor equilibrio en la utilización de los recursos naturales y en la distribución de las riquezas…]
En torno a “la globalización”…
Por algo, el estudioso Marcelo Sánchez Sorondo a principios de marzo de 2004 expresó:
“La llamada ‘globalización’ no constituye un escollo para la plena expresión de la soberanía de cada país; al contrario, en algunas circunstancias puede favorecerla. En ese sentido, debe quedar claro que la soberanía no es una suerte de mito político que separa como una valla infranqueable a los distintos países, sino que admite la complementación entre ellos.”
Percibo que se impone una pausa, para ver, rever, revisar… repetir una vez más “Si amas la paz, trabaja por la justicia”…
Aprender día a día; obrar por el bien común.
Nidia Orbea de Fontanini. 08/03/2004 22:20:33
Minutos más y levantará vuelo otro avión desde Ezeiza…)
Otro impulso de la memoria…
Es oportuno expresar que el 25 de febrero de 1953, el presidente de Chile Gral. Carlos Ibañez del Campo invitó al General Juan Domingo Perón para que viajara a ese país, a fin de firmar los acuerdos básicos y definitivos para encauzar las relaciones económicas argentino chilenas, teniendo en cuenta que esa unión podía constituir el germen de la Confederación Sudamericana, por cuanto el libre intercambio -sin fronteras- era una contribución al fortalecimiento de las correspondientes soberanías políticas e independencia económica. El 19 de marzo, el presidente argentino asistió a la sesión especial convocada por el Congreso Nacional para ratificar esos acuerdos y después de analizar sucesivas etapas de la historia nacional, manifestó:
“A nosotros nos está tocando vivir esta última etapa. Hemos asistido, todavía muchos de nosotros, a la terminación de las formaciones de las nacionalidades en 1870, y presenciamos hoy un nuevo movimiento orgánico y estructural de los viejos pueblos que nos dieron su origen. Es así que hoy se está trabajando en Europa para formar la más formidable confederación de naciones que haya presenciado la historia de la humanidad.
El año 2000, han dicho los visionarios de la historia, ha de encontrar confederados a los continentes. Quizá ésa sea después la lucha de los continentes, hasta que según anuncian hoy algunos, se llegue a la lucha interplanetaria”. (Hubo risas.) Al considerar las críticas negativas que se difundían acerca de esa política de hermandad argentina-chilena, expresó: “…Nada hay detrás de todos nuestros acuerdos que no sea para beneficio del pueblo y para grandeza de nuestra patria. En la política internacional de todos los tiempos, como en la actual, hay quienes se interesan para dominar Estados o gobiernos. Nosotros somos de los que preferimos que nuestra política internacional sea hermanar a los pueblos, porque los gobiernos somos circunstanciales y los pueblos son eternos. Trabajemos por los pueblos, porque los pueblos son los hombres; los Estados y los gobiernos son meramente sus instituciones. Busquemos de unir a esos pueblos, que ellos no dejarán después que sus mandatarios cometan los errores que cometen en el mundo, cuando han llevado a dividir a la humanidad en dos bandos irreconciliables y están listos para aniquilarse pueblos, naciones y sectores enormes de la humanidad. Nosotros no trabajamos para matar a los hombres; trabajamos para que, en colaboración y en cooperación, construyan la felicidad de un mundo mejor, con el que soñamos y por el que trabajamos minuto a minuto”.
Luego, el general Perón afirmó: “Estamos listos para hacer lo que hemos hecho con Chile, con cada uno de los pueblos americanos, si es preciso. Y en esto, tanto Chile como la Argentina han sido claros y explícitos por boca de sus gobiernos. Estamos dispuestos a hacer los mismos pactos con cualquier país de América, y es, precisamente, porque estamos exentos de culpa, que podemos arrojar esta primera piedra”.
(Ha transcurrido medio siglo ¿o fue ayer?… 11/03/04 8:54:45 # N. O. de F.)
[1] Sánchez Sorondo, Marcelo Doctor – La Argentina por dentro. (Ed. 1987)
[2] Perón, Juan Domingo. Latino América – Ahora o nunca. Buenos Aires, Ediciones Argentinas, julio de 1973.
[3] Ibidem, p. 109-110.