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1914 – Legislatura de Santa Fe

Al asumir en 1912 el gobernador Dr. Manuel J. Menchaca, comienza en la provincia de Santa Fe el primer ciclo de gobiernos radicales y hasta la terminación de ese mandato (1916), integraron el gabinete: Antonio Herrera –titular del ministerio de Gobierno, Justicia y Culto-; Dr. Manuel Francioni de Hacienda y Obras Públicas y Dr. Enrique M. Mosca de Instrucción Pública y Arquitectura.

1914: Impuesto al quebracho – Ley 1787.

Aprobación de las elecciones.

Denuncias por actitudes de la policía y de “los liguistas”.

Comité y casa de juegos.

Protesta contra los taquígrafos.

Oposición a la Liga del Sur.

Refutación del senador Thedy.

Votación y rechazo de la renuncia.

Integración de la Cámara de Diputados.

Municipalidades: reforma en el sistema electoral

El voto femenino calificado.

Experiencia en otros países.

Experiencia en San Juan.

Reorganización del Cuerpo de Taquígrafos.

Trabajo de las mujeres y de menores.

“Movimiento proletario” en Rafaela.

Homenaje a Roque Sáenz Peña.

Al Dr. Agustín Allende Lezama y a Nicanor Molinas.

Homenaje al ex-diputado José Chiozza.

Pago de dietas y subsidios.

Denuncia contra el gobernador

Monumento a José María Paz.

Estabilidad de los funcionarios.

Educación y Defensa.

Milicias.

Desocupados.

1914: Impuesto al quebracho – Ley 1787

El gobernador Rodolfo Freyre, el 1º de agosto de 1904 había remitido a la Legislatura un proyecto de ley creando un “impuesto al quebracho de los bosques de la Provincia”, considerando que “la industria forestal se ejercita en la región norte de la Provincia favorecida por la naturaleza con numerosos bosques de quebracho entregados desde hace muchos años a la explotación particular, habiendo alcanzado en los tiempos presentes esa zona un considerable desarrollo de población y el establecimiento de grandes capitales”.   Estaba previsto que ese impuesto entrara en vigencia a partir del 1º de enero del año siguiente, para ser aplicados a diversos servicios y obras públicas.

En una aproximación a las acciones concretadas durante los gobiernos radicales, la historiadora Ana Cecchini de Dallo ha reiterado que el gobernador Dr. Manuel J. Menchaca (1912-1916), “impuso el impuesto al quebracho, ley Nº 1787” aunque “ya la producción había entrado en decadencia y aparecerá pronto como deficitaria generándole a la provincia el problema de desocupación en el norte”.  [1]

El destacado escritor Gastón Gori ha desarrollado interesantes investigaciones en torno a La Forestal y la tragedia del quebracho colorado, confirmando ese devastador proceso de explotación en el norte santafesino que culminó con el éxodo de obreros con sus familiares, debido a las escasas posibilidades de supervivencia, mientras pocos habitantes se negaban a abandonar esos empobrecidos pueblos fantasmas.

Aprobación de las elecciones

En la sesión preparatoria del 28 de marzo de 1914, en la Cámara de Senadores se consideró el despacho de la Comisión de Poderes sobre las actas de las elecciones realizadas entre el 1º y el 15 de marzo de 1914, resultando electos los senadores Ángel Chavarri -Rosario); Enrique Thedy -Caseros-; Héctor S. López -San Jerónimo-; Moisés Leiva -San Cristóbal-; Pedro Virasoro -9 de Julio-; Juan Beaupuy -Castellanos- e Ignacio Crespo por La Capital.

Denuncias por actitudes de la policía y de “los liguistas”…

En esa oportunidad el electo senador Thedy manifestó que “en toda la extensión de la Provincia, se ha podido comprobar -especialmente en la campaña- que la acción de las policías electorales se ha hecho sentir en ayuda del partido oficial” y destacó que se refería “a los departamentos en que ha tenido actuación directa la Liga del Sur”.

Destacó que en el departamento Caseros los “liguistas” triunfaron a pesar de “todos los esfuerzos de la policía”.

Comité y casa de juegos…

Aclaró el senador Thedy: “allí, no tuvimos como adversario al partido radical, sino que tuvimos únicamente como enemigo a la policía radical”.

Reconoció que hubo “actos verdaderamente bochornosos para la civilización política de nuestro país” porque “en todos los departamentos de la campaña funcionaba en presencia de la policía, la casa de juego unida al comité radical.  En Casilda, a una cuadra de la jefatura política funcionaban continuamente las casas de juego” y “este acto era presenciado no solamente por los comisarios, sino por el jefe político” sin que se impidieran esos hechos”.

Inmediatamente el senador José M. Zavalla le manifestó que “en Rosario se jugaba en todos los comités de la Liga del Sud y se sostenían dos de estos con las coimas del juego”, indicando Greca que esa declaración era falsa e insistió: “…en Berabevú, en Chañar, en Arequito y el resto del departamento funcionaban continuamente las casas de juego protegidas por la policía y la casa de juego, era el medio adoptado para arrancar libretas, para entrar a jugar, era necesario entregar la libreta, porque de lo contrario se le arrebataba y se detenía al ciudadano”.  Continuaron las denuncias sin que fueran un impedimento para reconocer los diplomas de los electos, porque esas eran las “reglas de juego” de esos políticos.

Es oportuno tener en cuenta que durante la sesión del 27 de junio el senador Bartolomé L. Barreto recordó que “la provincia de Santa Fe no tuvo padrones electorales el año pasado -1913- y “en el año 1912 habían caducado los padrones provinciales.

La provincia no quería ir a las elecciones porque decía que eran padrones defectuosos; entonces entró la corriente de adoptar para la provincia de Santa Fe el padrón nacional, que estaba pendiente de reformas a introducirse por el Congreso, y entonces se estableció como transitorio… válido hasta el 20 de marzo y en ese día caducó porque existía el padrón nacional que entró a regir el 22 de marzo.”

En consecuencia, señaló alguna trasgresión que justificó por “la muerte del señor ministro Núñez -en abril- incurriéndose omisiones al “entrar a desempeñar la cartera en forma casi repentina el Dr. Chavarri”.

En la sesión del 25 de septiembre de 1914, se consideró en la Cámara de Senadores la comunicación del presidente de la Junta Electoral don Juan D. Moscoso referida a la elección de un senador por el departamento Rosario, realizada el 5 de julio de ese año.

El senador Thedy opinaba que las elecciones del 1º de marzo tenían que ser consideradas nulas porque se había utilizado el padrón nacional “sin depurar y sin ser publicado durante el término establecido por la ley, no se ha sometido a tachas ante los jueces de primera instancia” y recordó que el diploma del señor Beaupuy fue ya rechazado por esa “ilegalidad del padrón”, reconociendo que “se insinuó por algunos señores senadores que la elección del señor Beaupuy constituía una inmoralidad… “ dado que “siendo jefe político de Castellanos, fue elegido senador el primero de marzo, y al considerarse la elección de Castellanos, los señores senadores que invocaban posteriormente razones de moralidad para rechazar su título, votaron y aceptaron su diploma”.

Es evidente que en aquel tiempo cualquier procedimiento se aplicaba para que los candidatos ocuparan sus bancas.

Esas declaraciones del senador Thedy motivaron la réplica del senador J. M. Zavalla, quien aceptó la impugnación mencionada por el representante del departamento Caseros, indicando que cuando se habían aceptado los diplomas, “todos los senadores sabíamos que en la mesa directiva de la honorable Cámara, se encontraba la renuncia del senador electo por Castellanos, en términos honrosos para éstos, cuya renuncia había de ser aceptada inmediatamente…”

Terminado el discurso del senador Zavalla, el senador Thedy lo desmintió, destacando que las elecciones del 1º de marzo no se habían realizado con el mismo padrón que ha servido para elegir a los señores senadores cuyo diploma se discutía, porque “se verificaron con el padrón nacional de 1913, con las modificaciones establecidas por la ley 1775, mientras que la elección de los senadores Beaupuy y Araya se ha llevado a cabo en virtud del padrón modificado por la Ley nacional 9129 y sin introducirse las modificaciones de la ley 1775.”

En la sesión de septiembre de 1914, el senador Agustín Araya -cuyo diploma defendía- recordó “los comentarios, incidentes y discusiones a que diera lugar la proclamación del señor Beauppuy como candidato a senador por el departamento Castellanos por la convención radical de Rafaela, y que había tenido su eco en la convención provincial del partido radical… agitación externa, hábilmente entretenida por una campaña periodística incesante” que “había alcanzado al Senado”.

Protesta contra los taquígrafos…

Como consecuencia de lo expresado por distintos oradores, el senador Costanti manifestó:  “Debo prevenirle que el diario de sesiones está pésimamente hecho y tan es así que ha sido necesario cambiar fundamentalmente el cuerpo de taquígrafos.  Vea si servirá la versión del diario de sesiones”.

Risas… y quien lee cientos de páginas intentando recopilar datos para avanzar hacia el conocimiento de la historia de la Historia de los santafesinos desde la sede del poder legislativo, percibe atisbos de frustración y más señales de crecientes dudas.

El senador Thedy aclaró: “El caso de los taquígrafos es el caso típico de traduttore tradittore”.

(En marzo de 1914 ejercía la jefatura del cuerpo de taquígrafos interinamente don José M. Santa Cruz y el 12 de junio de ese año, certifica el diario de sesiones don Federico Barboza, Director de Taquígrafos.)

Lo concreto ha sido que el electo senador Araya siguió defendiendo su diploma y manifestó que “la abstención… esa protesta silenciosa, altiva y viril que practicara el radicalismo como un baluarte opuesto a los desmanes y escarnios que caracterizara los oficialismos pasados, no cuadra en un partido que confesara de su última derrota por la voz de  ‘La Capital ‘, su órgano oficial, la legitimidad de nuestra victoria´”, refiriéndose a las decisiones de la Liga del Sur.

En un discurso apasionado, el electo senador  Araya dedicó varios párrafos a distintos “odios”, poniendo “de relieve el odio a la Constitución que ha venido demostrando la Liga del Sur” recordando algunos proyectos presentados por distintos senadores, entre ellos -a su criterio-  “el odio a la juventud” que habría sido “patentizado con el proyecto del doctor Lisandro de la Torre, retirando el derecho al sufragio a los jóvenes de 18 a 21 años”; “el odio a la raza” porque proponían “naturalizaciones en masa… para el progreso de la República, dado que nuestro pueblo no está preparado para recibir la buena semilla de su programa.”

Oposición a la Liga del Sur…

Decía el senador Araya en el otoño de 1914:

“De ahí que sueñen con una cruzada política donde el elemento nativo desaparecería anegado por la vasta ola de naturalizados… última esperanza de un partido que, sintiendo alejarse de él la opinión pública, recurre desesperadamente al elemento extranjero para poder intervenir con eficacia en las próximas contiendas electorales”.

En la barra aplaudían.

“…El odio a la paz de la provincia se traduce en las finalidades localistas que persigue su programa, y en el estigma que quisiera colocar sobre la región del norte, al significar que en la boca del Salado empieza la selva chaqueña, que a partir de allí no se oyen sino los alaridos del salvaje y que las razas del norte son incapaces de gobierno propio…

Convencidos de poseer la verdad revelada, sugestionados por su gran abate y jefe, no soportan la menor resistencia y han seguido la trayectoria más corta, la del aniquilamiento brutal y por cualquier medio del enemigo, para poder realizar el Edén soñado…

Tienen el fanatismo santo y ciego de los inquisidores de antaño, que vivían una vida austera, pero creían legítimas todas las formas de lucha, todas las torturas para acabar con el hereje y asegurar el reino de Dios”.

El senador electo Agustín Araya, siguió descalificando a la Liga del Sur advirtiendo acerca de “la pasividad de un partido cuya acción tuvo sus horas de gloria y supo conquistar legítimos prestigios, al contemplar que admite y tolera que un hombre, su jefe, adueñado de él como un cacique de su tribu, negocie sus afiliados como una clientela profesional, tramitando arreglos en los que las filas hoy dispersas de la Liga del Sur, entrarían a militar en una acción común con las migajas de las viejas oligarquías localistas provinciales, desacreditadas y sin ideales”.

En esa circunstancia, manifestó que no podía menos que inclinarse respetuoso “ante la fe ciega de esos hombres cuyo programa, cuya moral política, cuya acción, está voluntariamente supeditada al verbo del mesías, doctor Lisandro de la Torre.  Esta fe ciega en un hombre cuya mentalidad lo impulsaba al desprecio de la raza, al desdén del pueblo y al desconocimiento de las condiciones y tradiciones morales que impulsan a nuestra nacionalidad a la negación de los méritos ajenos, a la agresividad contra regiones determinadas de la provincia…”

A pesar de tales críticas, reconoció “el mérito real de su colaboración” y expresó su anhelo: “que, pasada la desmoralización de las últimas jornadas cívicas,  la Liga del Sur rehaga sus filas, amplíe su programa y renueve su acción de crítica eficaz, colaborando así con nosotros…”

Refutación del senador Thedy

Pidió la palabra el senador Thedy y refutó esos argumentos, porque “la Liga del Sur no ha odiado jamás a la democracia, sino que, por el contrario, la ha practicado con sinceridad y a ese fin ha propiciado reformas fundamentales que tiendan a asegurarla ampliamente… Se ha buscado la realidad del sufragio, no por medio de frases de relumbrón, sino por medios que asegurasen el voto libre y espontáneo del pueblo”.

Aplausos…

Luego el senador Thedy insistió en que “la Liga del Sur, no es un partido localista, lo que la Liga del Sur pide para el sur lo pide para el norte; quiere la verdad democrática para toda la provincia de Santa Fe, y si algún día quiso la traslación de la capital a Rosario, cuando se presentó el proyecto de reforma de la Constitución de la Provincia, modificando parte de su programa…” optó por no reclamar ese traslado y “la capital seguirá permaneciendo en Santa Fe”.

Aclaró que a pesar de haber sido acusados por “contubernios con oligarcas, lo cual no es exacto… ese cargo podría dirigirse en primer lugar contra el Partido Radical, porque en él encuentro hombres de todos los partidos, que hasta ayer eran también tratados de oligarcas y abominados por el radicalismo”.

En representación de la Liga del Sur pidió “el rechazo de los diplomas de los señores senadores electos por Rosario y Castellanos”:

Luego el debate se orientó hacia diferentes puntos de vista acerca de la “política religiosa” y hubo extensas referencias a hechos políticos recientes. Cerrado el debate, la votación afirmativa hizo posible que el Dr. Agustín Araya jurara ante la Cámara siendo aproximadamente las 19 del mismo día.

En la sesión del 14 de mayo de 1915 se incluyó entre los asuntos a tratar, la renuncia del senador Agustín Araya, “que hace tiempo está en carpeta”.

Aunque se propuso la postergación de su tratamiento, el diputado Thedy planteó la necesidad de “resolver este punto… sobre todo, cuando da lugar a inconvenientes que de un tiempo a esta parte vienen entorpeciendo la labor de este cuerpo”.

Votación y rechazo de la renuncia

Al resolverse sobre tablas la consideración del despacho de la Comisión de Peticiones y Poderes, firmado por los senadores J. M. Zavalla y Moisés Leiva, y en disidencia por J. Beaupuy, el senador Zavalla reconoció que “después de meditar serenamente sobre los términos en que está concebida os aconseja su aceptación”.

Tras un prolongado debate, votaron y hubo un empate, con el rechazo de siete senadores G. Jorge Cabral -San Javier-, Eduardo Oliveros -Iriondo-, Héctor S. López -San Jerónimo-; Ignacio Crespo -La Capital-, Bartolomé L. Barreto -Belgrano-, Juan B. Beaupuy -Castellanos- y Pedro Virasoro -9 de Julio- y por la aceptación Moisés Leiva -San Cristóbal-,  José María Zavalla -General Obligado-; Juan B. Boero -San Martín-, Enrique Thedy -Caseros-; Santiago Wernley -Las Colonias-; Valerio Carreras -Gral. López- y Gerardo Costanti -San Lorenzo-, quien aclaró que lo hacía teniendo en cuenta el texto de la renuncia.  Hubo una nueva votación con idéntico resultado y desempató el presidente, resolviendo “la no aceptación de la renuncia”.

Ausentes con aviso los senadores Agustín  Araya -Rosario-; Régulo Martínez -Garay- y sin aviso el senador Luis A. Bruno de San Justo.

Integración de la Cámara de Diputados

En 1914, la Cámara de Diputados estuvo integrada por los representantes: Sres. Francisco Menchaca, Hermegildo Basualdo y Dr. Pedro Gómez Cello (Dto. La Capital); Sres. Tobías Arribillaga y Luis E. Filiberti y Dres. Miguel J. Culaciati, Federico Remonda Mingrand, José Araya, Juan Luis Ferrarotti, Elías F. de la Puente y Romeo David Saccone (Rosario); señores Rafael Fougére, Ángel Boero y Ángel Masjóan (Castellanos); Elio Angeloni (San Justo); Martín de la Peña, Gabriel Faure, Adolfo Pérez Ordoñez (Las Colonias); Enrique Ruiz y Dr. Pablo Tiscornia (General López); Dr. Ángel Ortiz Grognet y señor Mateo Durando (San Martín); Sr. Emilio Volenweider (h) y Dr. Luis María Mattos (Caseros); Sr. Marcelino J. Bayo y Dr. J. Gonzalo Beresiartu (Iriondo); Dr. Luis Pizzariello y Sr. Emilio Pfirter (San Jerónimo); Sres. Lorenzo Echezarreta y Fernando E. Centeno (Constitución); Dr. Guillermo E. Kehöe y Sr. Aristóbulo Lazo (San Lorenzo); Dr. Luis Ma. de la Vega (Belgrano); señores Juan O ‘Connor (Gral. Obligado); Luciano M. Leiva (San Cristóbal); Simón Carlén (Garay); Alcides Greca (San Javier); Francisco Iturraspe (9 de Julio).

Municipalidades: reforma en el sistema electoral

Durante la sesión del 26 de junio de 1914, en la Cámara de Diputados se consideró la reforma a la ley orgánica de municipalidades disponiéndose que ejercerían el voto en las elecciones comunales todos los ciudadanos argentinos que figuran en el padrón electoral de la provincia, correspondiente al municipio respectivo con un año de residencia y los extranjeros con dos años de residencia en ese municipio, diez y ocho años o más de edad y que paguen impuestos directos municipales o provinciales mayores de diez pesos anualesSubrayado aquí

La junta electoral de acuerdo al art. 3º estaba integrada por el intendente municipal, el presidente del Concejo Deliberante y tres contribuyentes sorteados de la lista de los diez mayores del municipio que corresponda, que sepan leer y escribir.

El diputado Alcides Greca informó sobre el despacho favorable de la mayoría de la Comisión en la reunión del 20 de junio y planteó la posición del radicalismo ante algunos informes periodísticos relacionados con la caducidad de las autoridades comunales y el propósito de “salvar al intendente del Rosario, acusado de malversación por el concejo liguista de esa misma ciudad”.

El diputado manifestó que:  “El partido radical, ni los radicales, nunca abusarán de su mayoría legislativa para desalojar al adversario que ha ganado un puesto electivo en buena lid”.

El diputado Ángel Ortiz Grognet -departamento San Martín-, propuso que teniendo en cuenta “las legítimas aspiraciones de la masa popular”, los intendentes sean “llevados también por el sufragio popular”. Aludió a las relaciones entre los intendentes y los concejos deliberantes destacando que “con el señor Quiroga no han habido incidencias de ninguna naturaleza; con el señor Nocetti, el primer intendente radical, marchó en absoluto de acuerdo el concejo deliberante con la Liga del Sur” sin referirse al “origen de su caída” porque era “bien conocido” por los radicales; “a él siguió el señor ingeniero Bello, cuyas cualidades de hombre inteligente y honesto” reconoció, aunque “desgraciadamente, un espíritu de oposición sistemática cundió en él y tuvo que caer… Siguió el señor intendente Infante, hombre también de altas condiciones de inteligencia, de capacidad y de laboriosidad, pero que había manifestado ya su antipatía personal hacia el concejo deliberante”.

Manifestó el diputado Ortiz Grognet que en ese momento, se volvía a “producir el conflicto. ¿Por qué?

-Por la animosidad manifiesta del actual intendente, doctor  Meyer; no ya un intendente de guerra, sino un simple intendente de opereta”.

Insistió en la necesidad de establecer el voto universal.

En los últimos momentos del debate, el diputado Pérez Ordoñez recordó que “nuestra Constitución es terminante, que no autoriza la calificación del voto y por consiguiente, los miembros de la honorable legislatura del año 1900, interpretaron falsamente su espíritu al decretar el voto calificado”; situación idéntica a la que se ajustaron “los legisladores que dictaron la ley municipal en 1893, que prescriben el voto universal”.

En consecuencia, anticipó su voto favorable a la caducidad de las autoridades que fueron electas con esas limitaciones inconstitucionales.

El despacho fue aprobado por veintiún votos afirmativos y dos negativos.

El voto femenino calificado

En esa circunstancia, el diputado Alcides Greca -San Javier-  informó que la Comisión había propuesto otras reformas que se irían discutiendo durante el tratamiento de la ley.

“Son las principales: el voto a la mujer de profesión liberal o que ejerza el comercio, y la autorización de votar a los extranjeros con dos años de residencia en el país”.

Se generó un prolongado debate.

Durante la discusión en particular, el diputado Culaciati propuso que se agregara en el último inciso del artículo 1º que ejercerían el derecho al voto, “las mujeres de buena conducta, contribuyentes, las maestras, profesoras y las que tengan un título expedido por una universidad nacional o provincial”.

Experiencia en otros países

El legislador aludió a los cambios que se observaban en “Inglaterra y Estados Unidos” y destacó que “el voto a la mujer ya no se discute” porque “es indispensable que salga del hogar y tome parte en estas luchas políticas, en estas luchas de intereses comunales, porque ella por su carácter de contribuyente, de profesional, tiene tanto interés en el desarrollo de estos negocios administrativos comunales, como puede tenerlo cualquier habitante de la comuna”.

Advirtió que “es necesario que la mujer llegue a conquistar el puesto que legalmente le corresponde en la sociedad, exteriorizando en esa forma su capacidad intelectual, su capacidad política, interviniendo en una forma directa en estas contiendas policías”.

El diputado Alcides Greca manifestó que “el voto de la mujer es hoy una aspiración, que se puede calificar de universal, y que ha llegado a su realización en varios países que se reputan los más adelantados del mundo, como Suecia, donde las mujeres pueden ser diputados, y lo mismo en Finlandia, estado autónomo de Rusia.  En varios estados de Norte  América también se ha establecido el voto a la mujer y ha sido de grandes beneficios para esas poblaciones”.

Citó la experiencia en “los parlamentos federales cuando estaban constituidos solamente por hombres y fue necesario que llegaran a ellos las mujeres para que las leyes contra el alcoholismo fueran sancionadas inmediatamente y por gran mayoría”.

Destacó que “Australia también da participación a las mujeres en los comicios.  Por lo tanto, aquí en la Argentina, en la provincia de Santa Fe, al iniciarse esta reforma, lo único que hacemos es adelantarnos a una innovación que tarde o temprano tiene que llegar”.

Experiencia en San Juan

Recordó que esa reforma tenía un antecedente, porque “en un departamento de la provincia de San Juan, las mujeres tienen derecho al voto en las elecciones comunales” y reiteró que “el voto feminista tiene también sus partidarios en la República Argentina, y es bien conocida la actuación de la doctora Lanteri Rnshaw, que preside un comité que auspicia el voto a la mujer”.

El representante del departamento San Javier, preguntó “a los señores diputados: ¡entre el voto de una maestra normal y el voto de un indio, de uno de esos indios que según dicen me han traído a esta Cámara, con cuál se quedarían? -¿con el voto de la maestra o con el voto de ese analfabeto, hijo de las selvas?”

El diputado Ferrarotti respondió: “Con el voto y con la maestra”.

Risas.

Luego el diputado José Araya -de Rosario- admitió que “el voto político a la mujer ha sido negado por algunas legislaciones” porque se la “consideraba ignorante de las funciones políticas y extraña a las cosas de la vida pública, por estar reservadas sus funciones exclusivamente a la vida doméstica”, y recordó que “se ha sostenido por un escritor francés que esta negativa del voto político a las mujeres, se fundaba en una facultad natural, como es la división del sexo” aunque desde ese punto de vista existía un error, porque la mujer “trabaja en los almacenes, en los grandes diarios, en todo el rodaje que imprime movimiento al progreso moderno”.

El diputado Araya aludió al “gran orador Stuard Mill” que “en mil ochocientos siete abogaba elocuentemente por el voto de las mujeres, en virtud del principio que establece “no debe haber imposición sin representación” y recordó que “el emperador de Rusia” dio “al estado de Finlandia la ley sancionando el sufragio universal” a “los ciudadanos finlandeses de uno y otro sexo,  cumplidos los veinte y cuatros años de edad”, aunque a pesar de que “la vida política de la mujer es muy activa en dicho estado, han sido poco numerosas  las mujeres llevadas al parlamento.  Luego se analizó el alcance de la especificación “profesión honesta” que en realidad significaba ejercer alguna de las denominadas “profesiones liberales”.

La incorporación de ese texto fue aprobado y se avanzó en el reconocimiento a la igualdad de derechos cívicos en los ámbitos comunales y municipales.

La discriminación que soportaron las mujeres se prolongó hasta que el 23 de septiembre de 1947 cuando el General Juan Domingo Perón (presidente de la Nación desde el 04-06-1946) promulgó la ley Nº 13.010 que otorgó el pleno ejercicio de los derechos cívicos a las mujeres argentinas, entregándole el texto a Eva Perón, horas después de la sanción y en ese momento se desarrolló un acto ante una multitud…

Reorganización del Cuerpo de Taquígrafos

En la sesión del 27 de junio de 1914 presidida por el Dip. Fernando E. Centeno se consideró sobre tablas la reorganización del Cuerpo de Taquígrafos -para la formación de tres turnos-, integrándose con un director, un vicedirector, dos taquígrafos de primera, dos de segunda y un corrector de pruebas.

En ese tiempo, el estenógrafo Julio Fayó ejercía la jefatura del Cuerpo, Fernando Birri era taquígrafo de 1ª; Adolfo M. Sovrano y Francisco P. Espino de segunda y Máximo L. Coria era el corrector de pruebas.

Trabajo de las mujeres y de menores

En la sesión del 27 de junio de 1914, se leyó el proyecto del diputado Alcides Greca referido al trabajo de las mujeres y menores de dieciocho años, reglamentado por la ley nacional Nº 5291, estableciéndose un máximo de ocho horas diarias y no más de cuarenta y ocho horas semanales.  El autor del proyecto en un extenso discurso reconoció los antecedentes legislativos en distintos países y destacó que ese proyecto se consideraba “en momentos auspiciosos para Santa Fe, en momentos oportunos” porque hubo “dos conflictos graves en el sur de la provincia, la huelga formidable en el Rosario” y en las calles de la ciudad de Santa Fe de la Vera Cruz, se desplazó una manifestación de gremios que pedían el derecho al descanso”.

“Movimiento proletario” en Rafaela

Recordó que en esos días hubo “un hermoso movimiento proletario en la ciudad de Rafaela, donde más de mil quinientos ciudadanos congregados en un teatro, protestaban contra una casa de comercio que violando una disposición del convenio establecido entre empleados y patrones, había aumentado las horas de trabajo a sus dependientes”.

En consecuencia, expresó:

“Ha sonado pues la hora de que nos ocupemos del pueblo trabajador, y los representantes del pueblo aquí reunidos deben hacer esta obra”.

El proyecto fue apoyado por varios legisladores y se analizó la importancia de establecer “salas cunas” a pesar de que los costos de instalación impedían que se legislara al respecto.

Homenaje a Roque Sáenz Peña

El fallecimiento del presidente de la Nación Dr. Roque Sáenz Peña motivó el homenaje del presidente de la Cámara Dip. Fernando E. Centeno al comenzar la sesión del 18 de septiembre de 1914.

Reconoció que el ex-presidente había exhortado “al pueblo argentino al ejercicio de sus derechos cívicos, grabando con su enérgica acción presidencial, las garantías necesarias para asegurar la libertad del sufragio”.

Al Dr. Agustín Allende Lezama y a Nicanor Molinas

En esa oportunidad hubo otros homenajes: al Dr. Agustín Allende Lezama, diputado por el Departamento Vera, “un correcto caballero y distinguido médico” y a don Nicanor Molinas, “electo diputado por el departamento Belgrano en febrero de 1893l, mandato en el que cesó por decreto de la intervención nacional, que siguió a la histórica revolución de julio de ese año.

En las elecciones presididas por dicho gobierno provisorio, fue electo representante del departamento Reconquista.  Incorporado en la primera sesión del año 94, fue elegido su presidente” y renunció para asumir la jefatura política del Rosario.

“Ha sido también presidente del Consejo de Educación y miembro del directorio del Banco Provincial…” reconociendo el diputado Pérez Ordoñez que “en el desempeño de estos como en sus actos de la vida ordinaria, fue por sus dotes caballerescas y la noble estructura de su carácter, digno de la consideración de sus conciudadanos”.

Los integrantes de la Cámara rindieron homenaje poniéndose de pie y se dispuso el envío de notas de pésame a sus familiares.

Homenaje al ex-diputado José Chiozza

En la segunda sesión extraordinaria de la Cámara de Senadores, el 25 de septiembre de 1914 el presidente Dr. Ricardo Caballero propuso un homenaje al fallecido diputado señor José Chiozza que desempeñaba la presidencia de la Cámara de Diputados.

El senador Dr. J. M. Zavalla manifestó que “ha sido un digno representante en la Legislatura y un soldado benemérito de un partido político”.

Pasaron a un cuarto intermedio.

Pago de dietas y subsidios

En la sesión del 12 de junio de 1915, se aprobó el proyecto autorizando al P.E. a entregar a la señora Enriqueta Kelly de Chiozza, esposa del ex Dip. José Chiozza, el importe de las dietas que le hubieran correspondido al legislador hasta la terminación de su mandato.

Luego se consideró el proyecto otorgando un subsidio de 6.000.- $  a la Sra. Josefa Lezama de Allende, madre del ex diputado, “para gastos de entierro y luto”; se sancionaron los proyectos de ley que otorgaban subsidios a la esposa e hijos.

Denuncia contra el gobernador

El 25 de septiembre de 1914, el gobernador Manuel  J. Menchaca remitió una minuta a la Cámara de Senadores, con motivo de las “denuncias desdorosas y calumniosas contra la persona del señor gobernador con motivo de una suma de dinero depositaba en el Banco Municipal” que había sido publicada en el diario “Nueva Época”.

En consecuencia el gobernador resolvió “entablar las acciones criminales que correspondan contra el autor de dichas publicaciones”.

En esa oportunidad el senador Pedro Virasoro propuso que se invitara al “representante legal del Poder Ejecutivo” para que “diera esas explicaciones”.

El senador Zavalla consideró oportuno el nombramiento de una “comisión investigadora” mientras el senador Barreto planteó la “división de poderes entre el Ejecutivo y el Legislativo” apoyando la iniciativa de convocar al ministro para que exprese las explicaciones y como lo advirtió el senador Costanti, “si fuera el caso de proceder a un juicio político, la Cámara estaría siempre habilitada para ello”.

Decidieron convocarlo para el día siguiente.

Monumento a José María Paz

En la sesión del 25 de septiembre de 1914, el senador Bartolomé L. Barreto presento una minuta de comunicación al Poder Ejecutivo, solicitándole que “incluyera en las actuales sesiones extraordinarias los proyectos de ley que disponen la erección de monumentos en esta capital y en Rosario a los generales don José María Paz y Estanislao López.

En el proyecto de ley se establecía una partida de diez mil pesos para el “monumento a la memoria del General don José María Paz que se colocará en el Hall de la Legislatura.

En esa oportunidad, el senador Barreto manifestó:

“He querido presentar esta minuta en la primera sesión y la elevo a objeto de que no haya espacio de tiempo ni solución de continuidad entre la ocupación de este edificio y nuestra labor legislativa y la solemnidad y grandeza de nuestra tarea, rindiendo además homenaje a una eminencia, rindiendo homenaje a una de las figuras más grandes de nuestra emancipación”.

Rememoró que “el año pasado, al visitar la construcción de este edificio, me trasladé a este lugar a contemplarlo rodeado de sus añosos aguaribay y se reprodujeron en mi espíritu las palabras del lírico francés cuando decía:  ‘Hay lugares cuajados de recuerdos, cuyos recuerdos invaden el alma’.  Impresionado la evoco las visitar las espaciosas salas de este edificio y vienen a mi memoria, como si desplegase una larga tela de un amplio telón, etapas de aquella vida fecunda y gloriosa del prisionero del año 31 y parto del punto de arranque de esa existencia nobilísima que para encontrar un símil, para encontrar un ejemplo parecido, tiene la memoria que remontarse dos mil años atrás”.  Expresó que “para abreviar esta historia tan larga en pocos minutos… Belgrano llegaba a Córdoba para pasar a Tucumán y hacerse cargo del ejército patriota, y una viuda, a ejemplo de aquella célebre romana, se presentaba para ofrecerle su hijo, el joven Paz, que acababa de cursar sus estudios para culminar su carrera de doctor en derecho en la histórica universidad de San Carlos.  Paz entró de inmediato como ayudante del general Belgrano, que descubría los hombres de estudio, y descubrió en el futuro artillero, al futuro grande hombre para emplearlo y difundir su pensamiento.  Participó en la jornada de la Ciudadela… en la batalla de Salta, tomó parte en veintidós batallas campales, en Vilcapugio y Ayohuma, en las cuales y como un alto honor para este oficial distinguidísimo, el estado mayor delegó en él las facultades de depositario de la bandera que acababa de jurarse en el río Pasaje; en Venta y Media donde defendió las reliquias de su gran ejército, perdiendo su brazo al escalar las fronteras del Alto Perú; en Arequito, -cuyo lugar lleva el mismo nombre del departamento Caseros-… el general Paz rompía la unidad de nuestro país haciendo que los batallones de Santa Fe viniesen a la capital de su provincia y que los batallones de Buenos Aires fuesen a la gran capital, para realizar el acto que más tarde debía ser el más alto exponente militar en el país”.  Recordó el senador Barreto que Paz, llegó al gobierno de Córdoba y que “esa historia” era un “ejemplo civil que mezclaba también  con los éxitos militares, los éxitos de la administración y del gobierno.  En el gobierno de Córdoba llegó a ser más que caudillo, el director de ideas del partido unitario en la provincia y en uno de los azares de la guerra, después de organizar los combates de La Tablada y Oncativo -monumentos de estrategia militar según Garibaldi y Sarmiento-… después de obtener esos grandes laureles de su corona, Paz… cayó prisionero de los ejércitos de Córdoba y Santa Fe.”

En su discurso, el senador Barreto recordó que el “coronel Pascual Echagüe, después general de la nación, no pudo menos que descubrirse ante esa gloria…” y nombró a “un modesto soldado de Sauce Viejo, punto inmediato a la ciudad de Santa Fe, don Domingo Pajón, que al contemplar a Paz prisionero de las avanzadas del ejército de López, no pudo menos de emocionarse y sacó de su bolsillo las únicas monedas que tenía para dárselas a Paz como homenaje de admiración y de respeto.”  Destacó el senador que “Paz fue conducido prisionero a este lugar en el vetusto edificio que después fue la aduana vieja, después cuartel y por último, y por decisión del gobierno, viene a ser el recinto de nuestras deliberaciones”.  Insistió en que “las crónicas de Córdoba recuerdan que fue tomado prisionero en una expedición exploradora, con un pantalón de brin, en mangas de camisa y con un raído poncho y fue traído a esta ciudad en esa forma el general de artillería más aventajado de nuestro país y tal vez de América, pasando aquí largos años de cautiverio en los que continuó sus memorias, uno de los monumentos de la crítica militar y de la historia…”

Rememoró el senador Barreto: “Aquí unió su corazón a una dama abnegada que se ofreció para sacrificarse; aquí, en este lugar han nacido sus hijos.  Y el tirano, creo yo, más que por admiración, por cálculo -no quiero inferir una ofensa a su memoria,- el tirano… que velaba constantemente por la conservación de esa preciosa vida, esperó recién el aniversario del 25 de mayo para dictar un decreto reintegrándolo en el grado de general de artillería, mandando liquidar los sueldos que ascendían a miles de onzas oro y que le correspondían como militar desde la campaña de Arequito hasta las proximidades del año cuarenta.”

Describió algunas referencias de “habitantes de Buenos Aires”, quienes recordaban “que al día siguiente, cuando el general Rosas daba audiencia, el general reincorporado le agradecía los laureles de general y se horrorizaba cuando veía en una caja los montones de onzas de oro que el gobernador lee daba como importe de sus sueldos atrasados.  Y aquel general, aquel espíritu superior que no tuvo inconveniente en alargar su mano para tomar la limosna de Domingo Pajón, tuvo vergüenza, sintió indignación, al ver que el general Rosas quería conquistar su silencio como pretendía hacerlo, dándole el importe de sus sueldos devengados como militar y aquel que aceptaba un puñado de monedas de Pajón tuvo que huir esa noche a Montevideo rehusando las pilas de monedas de oro del general Rosas”.   El senador Barreto consideró que “ese acto de civismo, ese acto de amor patrio, ese acto de honradez cívica, es tal vez uno de los hechos más culminantes de nuestra historia” y en consecuencia esperaba que “la provincia erija un monumento de mármol en armonía con el pensamiento que sustento al proyectarlo.”

El entusiasmo y la admiración hacia el general Paz que demostraba en ese momento, culminó en los párrafos finales de su discurso:  “Ese monumento, proyecto yo que se haga en la misma materia y tomando como modelo la estatua de Minerva, diosa de la inteligencia y del saber, quiero yo en la Legislatura de la Provincia un monumento al sabio, al patriota, al gran ciudadano, sin que por eso desconozcamos los grandes méritos militares del general Paz.

Ha sido también Paz un gran matemático, ha sido un gran Senador de la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires, compañero de Vélez, los dos ilustres cordobeses que acompañaban al partido unitario en Buenos Aires”.

En el diario de sesiones consta que aplaudieron y luego se consideró el otro proyecto del senador Barreto, referido a “la erección de una estatua ecuestre del general Estanislao López” en la plaza del mismo nombre de la ciudad de Rosario, “solemnizando el centenario de la declaración de la independencia nacional”.  Al explicar los motivos de ese proyecto, manifestó que “Paz y López en su acción posterior son antagónicos… y por su acción el general Paz viene a ser un prólogo de la actuación de López.  Al desatar los lazos que unían la disciplina del ejército de la Independencia que mantenía la unidad del país, volvieron las fuerzas de línea de cada provincia, que debían mantener tanto tiempo, veinte años, la vida de autonomía en el país.  López posteriormente viene a ser, puede decirse, la fuerza decisiva que dio forma a nuestras deliberaciones.

Es sabido que Rosas sin un punto de apoyo, sin López, no hubiera podido establecer el federalismo.  Paz, que ya tenía vencido a Quiroga, venía a pasar su ejército por Córdoba para batir a López en Santa Fe y después a Rosas y así dar muerte al federalismo.  Los azares de la campaña le fueron adversos; Paz que era, puede decirse el unitarismo, quedó prisionero de López.  López, con su actuación fecunda, decidida, viene a ser el factor de la formación o del establecimiento del partido federal en el país”.

Destacó que aún no se había levantado un monumento a López y que sería un justo homenaje de la Legislatura santafesina, porque aunque “López no haya tenido la ilustración de Paz, no es óbice para su gloria” ya que “es frecuente que los pueblos más cultos de la tierra, rindan homenaje fervoroso a sus predecesores, por modesta que sea su condición si se han sacrificado en beneficio de su país…”  Ambos proyectos fueron sancionados.  [2]

Estabilidad de los funcionarios

Durante la sesión del 26 de septiembre de 1914 se consideró el proyecto de ley que reconocía la estabilidad de los funcionarios públicos que se desempeñaban con carácter permanente.  El diputado Ferrarotti reconoció que “hoy por hoy su designación depende por lo común, de padrinazgos y su permanencia en los puestos que ocupa, de los caprichos de las personas que desempeñan los altos cargos ejecutivos.  Se le imponen graves deberes y se le acumulan pesadas responsabilidades sin que los defienda ni siquiera el cumplimiento estricto de sus obligaciones… El advenimiento de un partido significa para ellos, a veces, la cesantía.  La política presiona sobre la administración y no es raro que el comité se desorganice para distribuir sus miembros componentes en las oficinas públicas…”

Insistía el diputado Ferrarotti:

“…los pueblos que se entregan a los mediocres se suicidan”.   [3]

Educación y Defensa

En la sesión del 26 de septiembre de 1914, se consideró el proyecto de ley de enseñanza primaria que en el artículo 1º establecía: “la educación común será integral, laica y gratuita” y con carácter obligatorio “para todos los habitantes de siete a catorce años”.

El diputado Ferrarotti  manifestó que se había propuesto “que la enseñanza sea laica; que la escuela sea neutral” con “respeto a “todos los credos religiosos”.

Milicias…

En la sesión del 10 de octubre de 1914, se consideró el proyecto de creación de la inspección de milicias, dependiente del ministerio de Gobierno, Justicia y Culto.   El diputado Dr. Pablo Tiscornia destacó que las fuerzas integrantes de la guardia nacional tendrían una organización táctica análoga a la del ejército de línea, pero cada gobierno de provincia resolvería “todo lo relativo a su instrucción y organización, las que serán dadas en la forma que reglamente el Poder Ejecutivo Nacional”.

Durante ese debate, el diputado Saccone recordó, que “Sarmiento, el ilustre estadista, al discutirse una ley de creación de milicias dijo que sería dictada quizá por la necesidad, pero nunca por razones de orden constitucional; y agregó que sería inconstitucional…”

En esa oportunidad se analizó la situación generada por la guerra en Europa y el Dip. Ferrarotti advirtió que “la devastación galopa a la grupa de los ejércitos.  A un siglo de distancia se reproduce la última etapa de la epopeya napoleónica, empequeñecidos los hombres y engrandecidos los pueblos.  Mientras allá la sangre que se prolonga en el rojo de ese espantoso crepúsculo de la cultura apela al porvenir, América trabaja, elabora ideas y se cubre de surcos para que sus hijos sigan amando la paz y para que la tierra fecunda, madre infinita, favorezca la generosa ilusión de llevar el oro de sus trigos a las naciones que hoy aturde el cañón y mañana desesperará de hambre”.  Inmediatamente exhortó a la defensa de la escuela, porque en ella se confiaba para que “salve a los espíritus” y aludió a “la democracia del comicio”, (sic) que es “la proyección de la democracia que se aprende en la escuela”.  Insistió en que “el analfabeto, y lo que es quizá peor, el semianalfabeto, han entronizado las tiranías y favorecido la impunidad…  El índice más certero de lo que significa una nación en el concierto de las demás naciones, lo encontramos en el número de sus habitantes que leen y escriben.   Un pueblo culto no será nunca un pueblo pobre -aunque la reciproca no sea verdadera- y no dejará jamás de ser un pueblo de libres.  Lo declara ese maravilloso espectáculo y perenne sugeridora de meditaciones que se llama la historia”.  Recordó que la Constitución de Santa Fe ordenaba “que en las localidades donde existan treinta niños en edad escolar funcione un instituto oficial de enseñanza primaria.”

Al finalizar su discurso, destacó: “…el presente nos asegura que somos ricos, inmensamente ricos; que el provenir nos encuentre cultos.  Se nos conoce por nuestros trigos y nuestros rebaños; que se nos conozca también por nuestros Ameghino, Almafuerte… y tantos otros que irradian luz con su labor silenciosa…  Hagamos que comience La Argentina, patria grande.  El laboratorio y la cátedra junto con el arado y el taller, bajo un cielo que espeja nuestro pabellón, han de construirla en el íntimo consorcio de los cerebros que piensan y de los músculos que trabajan, en una palabra, de hombres que se entregan al porvenir y que por ser dueños de sí mismos han de lograr vencerlo y dominarlo”.

Desocupados

El 26 de septiembre de 1914, con el propósito de satisfacer algunas necesidades de los desocupados, se acordó una partida de $ 25.000.- “a la comisión Pro-desocupados de Santa Fe”  Por insistencia del Dr. Pedro Gómez Cello, se consideró el proyecto otorgando un subsidio de 20.000.- pesos a la Sociedad de Beneficencia del Hospital de Caridad de Santa Fe, teniéndose en cuenta que en el último mes habían tenido dificultades para cancelar las deudas por “medicación y alimentación, cosas de suma necesidad.”

[1] Nueva Enciclopedia de la Provincia de Santa Fe, t. III  Santa Fe, Ediciones Sudamérica Santa Fe, 1993, p. 55. Subtítulo: Obras públicas (in fine).

[2] A fines de la década del  ‘30 impulsaron merecido homenaje al Brigadier López y el monumento fue instalado en la avenida costanera, cerca de la Laguna Setúbal y del “Puente Colgante”… en el sector noreste de la capital santafesina.

[3] Ver antecedentes sobre legislación laboral en el Diario de Sesiones, p. 17.

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