Análisis sobre “las dos políticas”.
Al leer algunas noticias y crónicas actuales, al releer los libros de don Luis Gudiño Krämer desde el litoral argentino, se plantea una duda que no podrá ser esclarecida: ¿qué opinaría él sobre los sucesos que conmocionan a los habitantes de distintos continentes?…
¿Cómo cumpliría hoy su misión de jefe de redacción?…
Sería absurdo intentar una respuesta.
Análisis sobre “las dos políticas”…
Sí es factible interpretar lo que don Luis expresó acerca de las conclusiones de Olegario Víctor Andrade, al analizar “las dos políticas”.
Advierte que en ese folleto, Andrade refleja el «proceso de la realidad social y al hablar de los caudillos, dice que…
‘… ellos surgieron como consecuencia fatal de la confiscación de la fortuna de las provincias hecha por Buenos Aires:
‘¿Qué fueron los caudillos sino los gobernadores de las provincias abandonadas a su propia suerte, aguijoneadas por el hambre y por la inquietud del porvenir?…
Gobernadores locales sin renta, sin el freno de la ley, sin la responsabilidad inmediata que crean el orden y las instituciones donde quieran que se establezcan, ¿qué habían de hacer sino lanzarse por la vía de la arbitrariedad…?’
El hombre del litoral…
Con tales expresiones, Gudiño Krämer destacó entre algunos hombres del litoral, se manifiestan actitudes solidarias y se expresan determinados contenidos emocionales “con la intención de lograr una unidad de pensamiento en defensa de la libertad del pueblo.
Tal vez cierta exaltación romántica y el hecho de ser hombres provincianos que se alzaban contra los poderosos resortes del gobierno y de la oligarquía naciente, haya ahogado estas voces, al extremo de parecer novedad su alarma.
El hombre del litoral crece, sin embargo, dentro de este clima y así forma su estilo…”
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(En estos primeros años del siglo veintiuno ¿hay “caudillos”?…
Con la vorágine de la información disponible minuto a minuto -si se dispone adecuadas herramientas tecnológicas-, es posible deducir que existen nuevas formas de “caudillaje”?…
Y… ¿ya no hay “señores feudales”?…) Nidia Orbea de Fontanini.