Estás aquí
Inicio > Política > Literatura y Política > 2004: más conclusiones de Alain Touraine.

2004: más conclusiones de Alain Touraine.

“Los argentinos existen pero la Argentina no”.

Acerca del presidente Kirchner.

Presente e incertidumbre.

Argentina: piquetes, secuestros y extorsiones.

Argentina: expectativas y plazos.

Endeudamiento excesivo.

Acerca del desarrollo tecnológico.

“Los porteños no se sienten muy argentinos… nada latinoamericanos”.

Escaso interés por el conocimiento.

Causas del deterioro en la Educación.

Condicionamientos en la Economía global.

Opinión sobre la reforma política necesaria en la Argentina.

Crisis política y corrupción: delitos, justicia, cárceles.

“¿Podremos vivir juntos?”.

 

La periodista Silvia Pisani -enviada especial del Diario La Nación de Buenos Aires-, logró una entrevista con el sociólogo francés Alain Touraine -de setenta y ocho años-, en su oficina de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales, donde él fundó el “Centro de Análisis y de Intervención Sociológica”.

“Los argentinos existen pero la Argentina no”.

Sabido es que Touraine en distintas circunstancias estuvo en la República Argentina -ha compartido diálogos por televisión con su amigo Moisés Ikonicoff y algo sabe acerca del comportamiento social en este vasto territorio.  Una de sus visitas fue durante la presidencia del doctor Carlos Saúl Menem, perteneciente al Partido Peronista desde su juventud.  Sabido es también que Touraine no estuvo de acuerdo con el rumbo neoliberal de la década del ’90.  En ese tiempo, algo observó y mucho más leyó no tanto en diarios, libros y revistas, sino en las actitudes de distintos sectores sociales.

No fue por casualidad que cuando en todos los continentes trascendieron las caóticas imágenes y algunas improvisadas declaraciones de los gobernantes de turno, se haya animado a decir que… “los argentinos existen, pero la Argentina no”Subrayado aquí.

(Tampoco fue por casualidad que quien escribe estas líneas, en una ponencia presentada en el Congreso de Federalismo realizado en la capital santafesina durante el gobierno del CPN. José María Vernet (Partido Justicialista), haya tenido el impulso de reconocer una semejanza entre el simbolismo del diseño del logotipo impreso en toda la documentación oficial de ese encuentro -dos F enfrentadas y separadas, una azul y otra roja- y esa  realidad tantas veces negada de una Argentina fragmentada… que a pesar de los discursos, de las marchas y contramarchas, no logra encaminarse hacia la imprescindible unidad nacional.)

Acerca del presidente Kirchner…

Sabido es que desde el 10 de diciembre, asumió la presidencia de la Nación Argentina el doctor Néstor Kirchner, después de ser gobernador reelecto en la provincia de Santa Cruz, que tiene aproximadamente doscientos mil habitantes y donde conviven tradicionales terratenientes –de distintas nacionalidades-, con trabajadores y obreros argentinos que generalmente son inmigrantes de otras provincias y del exterior, la mayoría chilenos.  El sociólogo francés dijo: “Estoy bien impresionado con Kirchner, a pesar de que tiene alguna cosa del viejo izquierdismo internacional”

(Sabido es también, que la esposa del presidente es la senadora Cristina Fernández -reelecta-, y que juntos concretaron el primer viaje al exterior recién cuando asistieron a actos oficiales en Europa, ella como Primera Dama aunque insiste en que prefiere que la reconozcan como Primera Ciudadana

Lógicamente, el matrimonio durante la campaña electoral había pasado por todas las provincias…)

Presente e incertidumbre…

En el invierno parisino -verano en el hemisferio sur-, Alain Touraine estuvo dispuesto una vez más a hablar sobre Política, ya que como se ha podido deducir por sus declaraciones periodísticas y por sus libros, está interesado por el presente y el imaginado futuro de la humanidad.  Por ello, está atento a la evolución –revolución o involución- de la Argentina y  al rumbo de la conducción política que ha sido demostrado por sucesivos gobiernos. Con respecto al actual presidente Kirchner, mientras dialogaba con la periodista Pisani dijo Alain Touraine con tono amistoso que “tiene muy poco tiempo, un año, tal vez dos, para producir la reforma administrativa y del Estado que permita el crecimiento” y expresó que “todo el mundo está de acuerdo en eso”. Subrayado aquí.

Argentina: piquetes, secuestros y extorsiones…

Mientras tanto, las emisoras de televisión de la Argentina difunden las imágenes del horror en distintas localidades: piqueteros cortando rutas, incendiando cubiertas de vehículos y aumentando la contaminación ambiental; secuestros y extorsiones aún a personas de limitados recursos; abandono de menores y violaciones; protestas de pobladores de barrios bonaerenses por la insuficiente asistencia económica a jefes de familias desocupados; semanales marchas de vecinos de la capital santafesina porque nueve meses después del desborde del río Salado -resultante de la interrupción en la construcción de las defensas previstas- siguen sin recibir la ayuda que  se comprometió a concretar el gobierno y en algunos casos, porque denuncian que no se ha entregado todo lo enviado desde el exterior.  La violencia tiene en algunos casos tal potencia, que las autoridades responsables de la seguridad social después de sangrientos ataques explican que tales excesos fueron promovidos y ejecutados por infiltrados que no están vinculados a las múltiples asociaciones que organizan marchas y ocupan calles, caminos y puentes.

Con tal cuadro de situación, es interesante tener en cuenta las conclusiones de Alain Touraine residente en la Comunidad Europea:

“Es que con las expectativas pueden ocurrir dos cosas: una gran decepción o, por el contrario, que se vaya creando un sistema de condiciones interdependientes de crecimiento”.

(Tales son las conclusiones de un sociólogo e investigador, nacido en 1925, crítico de las políticas neoliberales que reinaron en los noventa y autor de una veintena de libros. Entre ellos, el clásico “Actores sociales y sistemas políticos en América latina”, “Crítica a la modernidad” y “¿Podremos vivir juntos? Iguales y desiguales”.

Argentina: expectativas y plazos…

La periodista también informa que con cortesía, Touraine rememoró su sugerencia a “Cristina Fernández de Kirchner, ‘que se olvide del peronismo’.  Comenta que ella ‘entendió bien’  lo que le dijo. Asegura que América latina perdió una posibilidad de futuro por culpa de su pasmoso desinterés por el conocimiento, y que la Argentina arruinó su universidad.”  Minutos después, dijo:

“Hay mucha expectativa en la Argentina ahora, pero con eso pueden pasar dos cosas: o bien una gran decepción, o se empieza a crear un sistema de factores interdependientes de crecimiento. Todo el mundo, dentro de la Argentina y fuera de ella, está de acuerdo con que tienen muy poco tiempo para progresar de nuevo. Yo le daría un año… tal vez dos. No más.”

Endeudamiento excesivo…

Al analizar el catastrófico estado de la economía del Estado nacional, aludió a los préstamos internacionales –incluso de grupos económicos privados- y señaló que en los últimos años, “…el problema fue encontrar países y gente que pudieran aceptar préstamos. Había demasiado dinero y sus dueños, árabes y venezolanos, reclamaban intereses por él a los bancos. ¡Y la Argentina calzó a la maravilla! Más que la Argentina, los argentinos, y más que ellos, los porteños, que son una cantidad nada desdeñable y que se sienten muy poco argentinos…  Porque se creen europeos y norteamericanos. Les encanta la plata dulce.  Porque son cosmopolitas.  Tanto, que si no se deciden entre comprarse un auto americano o uno alemán… bueno, compran los dos.  Si es por ellos, se compran todo.  La Argentina es un país que se endeudó y que depende mucho del mercado exterior.  Más que una cuestión económica, yo creo que hay una profunda raíz cultural.”

(La memoria pulsa y aporta más señales: ya en 1952 cuando comenzó la segunda presidencia del general Juan Domingo Perón, al proponer el Plan Económico y promover el ahorro, millones gritaban la vida por Perón pero pocos fueron capaces de razonar y obrar con coherencia y austeridad.  Sería extenso analizar esa etapa, hay suficiente bibliografía para quien desee aproximarse a aquella realidad… aunque generalmente los datos suelen ser sólo pinceladas para un esbozo y queda la Argentina invisible sin posibilidad de ser reconocida en su totalidad.)

Acerca del desarrollo tecnológico…

Refiriéndose al desarrollo tecnológico después de la segunda guerra mundial, Touraine destaca que “ el símbolo de la modernización fue la siderurgia.  Los brasileños lo tomaron rápidamente, mientras que en la Argentina se plasmó la alianza entre la CGT y la CGE, que no iba a ningún lado.  El pobre presidente Arturo Frondizi fue la única excepción en un abanico que no se interesó por hacer una sociedad industrial.  Tenían todo para hacerla, y no la hicieron.”

Razones tiene el sociólogo francés para afirmar que la Argentina, es “un país con mucha riqueza y una oligarquía sumamente refinada, que acumuló dinero e inmigrantes a lo largo del siglo pasado. Los inmigrantes se convirtieron muy rápidamente en argentinos. Y se generaron dos fuerzas: los exportadores, que quieren que el pan sea caro, y la plebe urbana, que quiere que sea barato. Todo se zanja entre productores y consumidores.  Lo que nunca hubo fueron productores.”

“Los porteños no se sienten muy argentinos… nada latinoamericanos”…

Ha insistido Alain Touraine en que “parte del problema está en que los porteños no se sienten muy argentinos, y no se sienten nada latinoamericanos. Pero sí se sienten parte de las grandes capitales. Lo que pasa en Londres, París, Nueva York o Buenos Aires es parte de una misma red!… Eso habla de una forma de abordar los problemas. Y esto es algo que se ve claramente no sólo en la Argentina, sino también en buena parte de América latina, que está perdiendo por eso el futuro.”

Casi al final de la entrevista, dijo que “a los argentinos les falta conciencia nacional. Yo no conozco ningún caso de un país que se haya desarrollado sin tener una fuerte conciencia nacional. Hasta Brasil la tiene, y mire que es un caso perfecto para no tenerla: ni siquiera había comunicación entre Rio Grande do Sul y Recife. Y sin embargo, tiene una conciencia nacional fuertísima, casi tanto como la más fuerte de todas, que es la chilena. Eso es una cosa interesante y que me duele. Porque hoy en día tampoco hay mucha ni en Gran Bretaña ni en Alemania ni en Francia.”  /…/ “No creo que sean países que vayan a desaparecer. Pero corren el riesgo, muy concreto, de perder cualquier capacidad de decisión autónoma. La España de hoy es un excelente ejemplo de país que no quiere tener capacidad de decisión autónoma. Y los demás países, especialmente Alemania, tienen una capacidad negativa: yo no quiero tal cosa. Pero nunca dicen ‘yo quiero’ algo.  Los franceses tampoco.”

Escaso interés por el conocimiento…

Señaló como otra de las causas de la decadencia, la “falta absoluta de interés por el conocimiento, mientras que el sudeste asiático produce, invierte, investiga.  Es algo que cuesta entender, especialmente en la Argentina, con su aporte a la química, con su fantástica universidad…”  En torno a esa trama dijo que la situación actual de las Universidades no ha sido causada “sólo porque todos se fueron…”

Cuando la periodista le preguntó “qué universidad rescata en América latina?”, respondió: “Una sola: la Universidad de San Pablo, la única con nivel internacional, y que conozco muy bien!”  Fue contundente refiriéndose a la de Buenos considerando que ha caído “totalmente” y comentó que “la Autónoma de México es la misma cosa. No hay investigación, no hay ciencia. No hay tampoco mucha educación. Y eso hace que en este momento en el mundo el futuro no pertenezca a América latina sino al sudeste asiático.  Corea, Taiwán, Japón, por supuesto.  También Indonesia y la India invirtieron en el recurso más fundamental, que es el conocimiento. Inventar, investigar, innovar… Es como si en América latina no les interesara.”

Causas del deterioro en la Educación…

Entre las causas de ese deterioro, dijo: “Primero, el salario de los profesores. Uno no puede vivir, ni siquiera de un modo pobre, con esos salarios.  Yo conocí a colegas de mi generación y, luego, a ex alumnos brillantes que, sencillamente, no podían sobrevivir.  Entonces, se iban. Vaya usted a un hospital norteamericano y verá cuántos médicos argentinos formados en la UBA encuentra.”   Además, mencionó la “falta de crédito, exportación de cerebros…” y necesitó expresar:

Hay algo más que me impresionó mucho. Tengo trato con intelectuales exiliados del Cono Sur. Y lo cierto es que cuando los chilenos pudieron volver, lo hicieron. Lo mismo los brasileños. Pero muy pocos argentinos volvían.

Condicionamientos en la Economía global…

Desde su punto de vista, en la década final del siglo veinte, “la Argentina era un país casi totalmente incorporado a un sistema de economía global, pero bastante norteamericano” y en consecuencia, él observó que “hubo una reacción muy fuerte por parte de una clase media, en el sentido amplio de la palabra, que lo había perdido todo en diez años. Aún no hay conciencia de la caída argentina: fue un salto tan grande como su ascenso, a comienzos del siglo XX.”

Tras otra pregunta acerca de “por qué desconfían los Estados Unidos” de la Argentina, dijo que “es normal” y  ante la posibilidad de “volver a modelos del pasado”, insistió en que  “esa cosa vieja no me gusta nada.  Incluso se lo dije a la señora Kirchner cuando estuvo aquí: tiene que olvidarse del peronismo. Ella no se olvida, pero tendría que hacerlo…  Porque el peronismo es un modelo político que mezcló discursos de derecha y de izquierda, y que no ha hecho nada. Sencillamente, nada. Con un país lleno de dinero… no hicieron nada. Se lo comieron”.  /…/ Es lo que le decía antes: o consumidores o exportadores, pero nunca productores”.

Cree Alain Touraine que el único rumbo válido para un crecimiento sostenido depende de tener conciencia de que en la Argentina hay que generar una profunda reforma política y para eso, en este tiempo es imprescindible “crear efectivamente los instrumentos económicos, administrativos, psicológicos, y eso supone, como en cualquier país latinoamericano, una reforma política y del Estado.”   En consecuencia, como lo expresó luego, hay que impulsar y ejecutar una “reforma administrativa y reforma del Estado, con organización de partidos políticos. Es muy complicado.”

Describió otros casos semejantes:

“…hay un ejemplo muy triste, que es México, donde existía un partido único y no había sistema político. Desaparece el partido único, se abren las puertas… ¿y? No hay sistema político. El presidente Vicente Fox no puede hacer nada, porque no tiene mayoría en el Congreso, y eso resulta insoportable en este momento. Ese es un ejemplo casi perfecto de parálisis de un país por no tener sistema político. Algo parecido ocurre en la Argentina y otro tanto en Brasil, donde el error de Fernando Henrique Cardoso fue no organizar un partido político y basarse sólo en su poder de encantador. Le encantaba seducir… En la vida privada, no siempre es riesgoso, pero en la vida pública, sí. En Brasil ya hay quienes trabajan para la construcción de alternativas. Pero en la Argentina… ¿con los radicales como están y con todo el país llamándose peronista? Creo que hay elementos positivos, pero no a la altura de lo que se necesita.”

Entusiasma leer y releer tales conclusiones de un observador para quien evidentemente las fronteras sólo existen en la imaginación.

Opinión sobre la reforma política necesaria en la Argentina…

Con respecto a la reforma política que debe encarar la Argentina, dijo:

“Lo que me esperanza es que tal vez los argentinos reaccionen y descubran que deben organizar una nueva vida argentina. Dependerá de su capacidad. Y lo bueno que tienen ahora es que, con la crisis internacional, nadie está tan pendiente de la Argentina ni de América latina. Cinco años atrás todos estaban con el tratado de libre comercio, el futuro del continente. Hoy, ¿quién se acuerda de todo eso?”

Dijo que América Latina no cuenta… “para nada. Y Europa tampoco cuenta mucho. Ahora, en su continente los gobiernos pueden tomar más iniciativa. El problema que veo es que allí es crucial Brasil, y yo, hasta ahora, del Brasil de Lula no veo nada que indique una voluntad. La impresión que tengo de Brasil es silencio. Pero no todo está perdido, porque si la Argentina habla, y Chile habla, y los mexicanos hablan… los brasileños tendrán que hacerlo, y el continente podría salvarse. Bueno, eso si no consideramos la situación colombiana, que es atroz. Y la crisis de Venezuela, por cuyo ‘dueño’ no tengo simpatía.”

(Refiriéndose al actual presidente Hugo Chávez a quien intentaron derribar con un golpe militar, mientras sigue siendo apoyado por una mayoría que día a día escucha sus mensajes por televisión…)

Crisis política y corrupción: delitos, justicia, cárceles…

Es evidente que Alain Touraine -como Azorín y millones más…- algo sabe acerca de la eubolia, porque se expresa con precisión y prudencia.   Ya casi al final de la entrevista, dijo:

“-Yo, por experiencia profesional, prefiero hablar de crisis del sistema político. Cuando no hay reglas de juego ni capacidad de imponerlas, hay corrupción. La Argentina en eso tiene una gran ventaja en el continente: tiene corrupción, pero no es la reina. Tradicionalmente los reyes de la corrupción eran los mexicanos, y ahora tal vez los venezolanos puedan ganarles. Pero lo grave, más que la corrupción, es la violencia oficial: la policía corrupta, la policía que mata. Eso ocurre en toda América latina, y antes no ocurría. En la Argentina sucede menos, pero en Río de Janeiro es insoportable: la policía esta metida en todo lo sucio. No conozco en la Argentina el estado de las cárceles, pero las de San Pablo son una cosa increíble, con cientos de muertos por año. /…/ La situación en la Argentina no es la deseable, pero está lejos de la violencia institucional que hay con los paramilitares colombianos o con la policía de Río o de Belén.” /…/  “…hay gente culta y hay capacidad. Lo que no hay es esta idea de actuar como argentinos. Un argentino no actúa como argentino, sino como persona privada. O como familia, como parte de un grupo de amigos, como un profesional de alto o bajo nivel. Pero no hay sentido de responsabilidad.”

Afirmó que “es el error de la globalización, su consecuencia nefasta” porque “desaparece la idea de responsabilidad, la conciencia de que lo que hagamos nosotros es decisivo para el futuro” y agregó: “Yo diría que la mayor parte del mundo piensa que lo que hace y lo que piensa no tiene capacidad alguna para influir sobre el conjunto. Todos los sociólogos hablan hoy de eso bajo distintas denominaciones: sociedad de riesgo, de catástrofe, de la imprevisibilidad.”

“¿Podremos vivir juntos?”…

En uno de sus libros –“¿Podremos vivir juntos?”- en sus conclusiones acerca de la Ética y la Política, admitiendo que existe “un mundo desgarrado” -porque así subtitula ese capítulo-, Alain Touraine escribió:  [1]

“Desde que se aceleró la globalización de la economía, la revolución tecnológica y la aparición de nuevos países industriales, lo que parece gobernar el mundo y sus transformaciones es la realidad económica, mientras que las ideologías se derrumban y las políticas se hacen más pragmáticas.”  /…/   “El espacio social y político se vacía o se desploma, dominado por un lado por las realidades técnicas y económicas y, por el otro, por la presión de los nacionalismos o los integrismos religiosos y problemas de la vida política.”

“El pensamiento social y político se descompone.”

Un lustro después, desde su lugar en París y entrevistado por una periodista de La Nación, dijo:

“El siglo XIX tuvo un enorme concepto de futuro.  Ahora no es así, y la visión social es, un poco, como la de una tormenta tropical: nadie puede hacer nada. Y eso es algo clave en el momento en que vivimos. Por eso guardo optimismo para la Argentina: porque ha adelgazado mucho, pero le quedan recursos. Ojalá que recuerden que el primer recurso es el conocimiento. Deben saber, a fondo, cuáles son los problemas para resolverlos y no seguir con los mismos de siempre.”

En ese libro y en torno a la decadencia de la democracia, primero analizó la crisis de la democracia y explicó:

“Entre la unificación económica del mundo y su fragmentación cultural, el espacio que era el de la vida social (y sobre todo política) se hunde, y los dirigentes o los partidos políticos pierden tan brutalmente su función representativa que se sumergen o son acusados de sumergirse en la corrupción o en el cinismo.  Los partidos no son ya otra cosa que empresas políticas puestas al servicio de un candidato más que de un programa o de los intereses sociales de sus mandantes”.  p. 244-245

Para quienes se han interesado por la Geopolítica -ciencia sobre la que basaba sus conclusiones el general Perón antes de generar sucesivas estrategias a fin de poner en marcha los planes de gobierno y los pertinentes programas- y al mismo tiempo, sin ser especialistas pero como ciudadanos han vivido comprometidos con el desarrollo cultural solidario, convencidos de que sólo si hay justicia se puede avanzar hacia la concordia… tales declaraciones de Alain Touraine coinciden con sus oportunas conclusiones.

(Quien esto escribe, en su juventud y mientras se hablaba de neoperonismo -tiempo en que al ex presidente algunos lo identificaban como el tirano prófugo– después cuando surgieron diferentes ismos”, en sucesivos diálogos con compañeros de militancia insistía en que el Coronel cuando empezó con su prédica político-social, habló del Movimiento Nacional Justicialista y señaló el rumbo de las acciones que el conjunto de los habitantes del país debían interpretar y en lo posible ejecutar para poder avanzar hacia la unidad nacional.

En los ensayos históricos y en la literatura se ha escrito lo suficiente como para entender que desde entonces, se ensanchó la grieta que dividía a los argentinos…  Basta con revisar los sucesos de septiembre de 1951 y releer diversas expresiones en torno a la enfermedad de Eva Perón; los notables cambios a partir de su ausencia física, el absurdo peregrinaje de su cuerpo embalsamado.

Cuatro años después, heridos y muertos durante el bombardeo del 16 de junio de 1955 sobre la Casa Rosada, el Ministerio de Guerra y las indefensas personas que transitaban por los alrededores de la Plaza de Mayo.  Se impuso la potencia del odio a mediados de septiembre: el dieciséis se leyó la proclama de la autodenominada revolución libertadora: comenzaron algunas deserciones, el Líder prefirió el exilio antes que sangrientos enfrentamientos; aumentaron las persecuciones y el gobierno de facto ordenó la destrucción de todo lo que había sido adquirido con donaciones de trabajadores y de empresas a la Fundación Eva Perón; mediante un decreto se reemplazó la Constitución de 1949 y pusieron en vigencia el texto de 1853, con las sucesivas reformas -hechos que aprobaron millones de argentinos, incluso profesionales y artistas hasta entonces opositores…; en marzo de 1956 se difundió el Decr. 4161 y debieron ser quemados y destruidos millones de libros y la ceguera que produce la ira se puso en evidencia con la prohibición del uso de determinadas palabras; distintos medios anunciaron la vigencia de la ley marcial después de los asesinatos del 9 de junio del mismo año, por causas políticas… Pocos alcanzaron a darse cuenta de que se estaba viviendo una guerra civil con originales métodos.  Algunos prefirieron encauzarse hacia otros movimientos violentos, otros  seguían convencidos de que para lograr la paz es necesario trabajar por la justicia.

Gobierno tras gobierno han quedado más claves acerca de tales divergencias.  El horror acosó y aniquiló en la década del ’70 y tal como las heridas del hambre -en todos los continentes-, aquí cerca de… el río de la Plata, en este extremo sur de América aún siguen abiertas las llagas producidas por sucesivas violaciones a derechos humanos

Aún tiene resonancia el eco del mensaje de Eva Perón expresado el 10 de junio de 1949 refiriéndose a la devoción peronista necesaria para concretar el enunciado Proyecto Nacional y “para lograr la independencia económica de la Patria”.  Dijo en esa oportunidad que “…la Patria necesita la devoción, la fe inquebrantable y el sudor de sus descamisados, que han de luchar con sacrificio por sus ideales”.

En ese tiempo se estaba realizando el empadronamiento femenino, culminación de su tesonera labor hasta que fue sancionada la ley nacional que otorgó el derecho a elegir y ser elegida a las mujeres argentinas.  Se estructuró y puso en marcha el Partido Peronista Femenino

Tras la prolongada proscripción, se reorganizó el Partido Justicialista.  No se trata de establecer aquí una polémica en cuanto a la semántica.  Sí es oportuno sugerir que en una pausa, se evalúe lo que significaba “ser peronista”, ¡ser justicialista!… cuando Eva Perón proponía, el 14 de marzo de 1947:  [2]

“Trabajemos por imponer la justicia basada en el respeto, en el principio de igualdad de derechos y en el de la libre determinación de los pueblos. Trabajemos por la justicia que América reclama para el mundo, por la justicia que todos esperan ver llegar con fuerza liberadora de las múltiples cargas que acosan aún a la humanidad.”  p. 76

“Trabajemos por la justicia social para el trabajador del continente.  Por la consecución de sus sueños y anhelos, cristalizados en su derecho indiscutible de trabajar, de gozar de una retribución justa, de alcanzar su capacitación, de tener condiciones dignas de trabajo, de preservar su salud, de gozar de un bienestar social y la protección para su familia, de alcanzar su mejoramiento económico y de desarrollar libremente actividades lícitas en la defensa de los intereses profesionales.” p. 76

“Trabajemos por la paz, que libre a los pueblos de las amenazas y de las agresiones y nos permita cerrar las heridas abiertas por contiendas indefinibles; por el afianzamiento de esa paz, para impedir que la guerra castigue a la humanidad con nuevos sufrimientos”.  p.17-18

Al año siguiente, el 12 de marzo expresó:

“Nosotros no levantamos tribunas solamente en las épocas preelectorales, sino que estamos permanentemente en contacto con el pueblo para auscultar sus sentimientos y saber si interpretamos sus aspiraciones”.  p. 22

En casi todos sus discursos, predicaba acerca de la Justicia Social y con fervor manifestaba el 23 de noviembre de 1948:

“La paz resultará una utopía mientras la injusticia, la miseria y la indignidad puedan cebarse en las comunidades humanas”…  p. 81

Dos días después, dijo:

“Nuestro peronismo se forja sobre hechos, no sobre promesas”…p.82

Percibo pulsiones internas y fluyen otros interrogantes:

¿Quiénes y cuántos asimilaron esa prédica y siguen siendo ejecutores de acciones políticas coherentes?…

¿Cuántos dicen ser peronistas y no vivieron aquellas experiencias ni leyeron, evaluaron y compararon lo expresado por Perón y por Eva en función de la evolución geopolítica instalada durante medio siglo?…

¿Acaso se han olvidado las conclusiones de Perón difundidas en su Mensaje a los pueblos y gobiernos del mundo -desde Madrid, en 1972?

“La separación dentro de la humanidad se está agudizando de modo tan visible que parece que estuviera constituida por más de una especie.”  [3]

¿No recuerdan el mensaje del 21 de junio de 1973,  cuando “Perón convoca a todos para la reconstrucción nacional”?..

 “Los Peronistas tenemos que retornar a la conducción de nuestro Movimiento.  Ponerlo en marcha y neutralizar a los que pretenden deformarlo desde abajo y desde arriba.  Nosotros somos justicialistas.  /…/  Nosotros somos lo que las Veinte Verdades Peronistas dicen. No es gritando la vida por Perón que se hace Patria, sino manteniendo el credo por el cual luchamos”… p. 34

Por algo, el creador del movimiento nacional justicialista utilizó esas palabras para que quienes lo escuchaban se dieran cuenta de que se estaba viviendo otra época.  En 1946, Perón insistía en que “sólo la organización vence al tiempo” pero cuando retornó en 1972, recomendaba tener en cuenta que “sólo la idea vence al tiempo”…

¿Quiénes aún recuerdan su discurso del 30 de julio de 1973, desde la Confederación General del Trabajo, el teniente general Perón señaló una vez más “el camino de nuestra revolución” y rememoró?…

“Conversaba con uno de los dirigentes diplomáticos que actuaron en el Congreso de Estocolmo, que se reunió para la defensa ecológica de la Tierra, porque el hombre ha comenzado a pensar que está despilfarrando los medios naturales que no son infinitos…  Y yo conversaba con ese señor, un hombre de gran ilustración, de gran capacidad y sobre todo de grandes conocimientos.  Le preguntaba qué sacaron en limpio de esa reunión, y me contestó: ‘Extraordinario.  En primer lugar, allí no se habló de los países, se habló de la Tierra.  Segundo, nos dimos cuenta de que el mundo marcha hacia la universalización o hacia la hecatombre, segunda enseñanza.  Y tercera,  nos dimos cuenta de lo estúpidos que han sido los hombres, que durante siglos han muerto por millones, defendiendo unas fronteras que sólo estaban en su imaginación.”  p. 46

“…dije yo, hace ya veinticinco años, que el año 2000 nos encontrará unios o dominados, y cada día que pasa se comprueba más esto.” p. 49

Después de ese ejercicio de memoria, es oportuno reiterar otras conclusiones de Alain Touraine:

“Los problemas económicos más urgentes amenazan ser insolubles si no comprendemos la naturaleza general de la cultura y la sociedad en las que entramos.  Así como a partir de mediados del siglo XIX los pensadores y políticos europeos tuvieron que hacer grandes esfuerzos para entender que no vivían ya las consecuencias de la Revolución Francesa sino el nacimiento de la sociedad industrial y sus conflictos, debemos hoy llevar a cabo una difícil mutación si queremos ser los actores de un modo transformado”.  [4]

Evidentemente, el desafío actual no depende de istas”, tampoco de “listas”

¿Qué rol podrán asumir los Enteslos Frentes?

……………………………………………………………………………………………………………….

(Nidia Orbea de Fontanini.  Mi.18/02/2004 – 18:15)

[1] Touraine, Alain. ¿Podremos vivir juntos? – Traducción de Horacio Pons.  México-Argentina…, Fondo de Cultura Económica, impreso en Brasil, agosto de 1999, p. 297.

[2] La palabra, el pensamiento y la acción de Eva Perón. (Párrafos de discursos en diversas instituciones oficiales, en la Confederación General del Trabajo; en actos conmemorativos de efemérides nacionales.  Edición de la Presidencia de la Nación Argentina, Subsecretaría de Informaciones, 1952.

[3] Juan Perón en la Argentina 1973.  Sus discursos – Sus diálogos – Sus conferencias – Plan Trienal 1974-1977. Buenos Aires, Ediciones Síntesis, 1974, p. 19.

[4] Ob. cit. Párrafo final, p. 314.

Top