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19-12-1877: Santa Fe, colonia de inmigrantes rusos.

19-12-1877: Santa Fe, colonia de inmigrantes rusos.

Antecedentes insoslayables.

Trayectoria de los judíos-conversos.

Nuño Rodríguez de Acevedo.

Baltasar de Abreu.

Corrientes conquistadoras en el sur de hispanoamérica.

Tribunal del Santo Oficio en Hispanoamérica.

Entre la Fe y los intereses creados.

Holanda y la Compañía de Indias Occidentales.

La Inquisición en América.

19-12-1877 – Inmigrantes rusos en Colonias de Santa Fe, Argentina.

Reserva de tierras.

Inmigrantes contratados por Pedro Palacios.

1894: llegaron los inmigrantes.

1940: aprobación de los planos de Moisés Ville.

El general Mitre y el Barón Hirsch Gereut

Personas y empresas dedicadas al “negocio de las tierras fiscales”.

Casi colofón.

Poema XXIX (Sefaradí)      Poema XXIX (Castellano).

Poema III (Sefaradí)      Poema III (Castellano).

Poema VI (Sefaradí)      Poema 6 (Castellano).

Poema XVII (Sefaradí)     Poema XVII (Castellano).

 

Corrientes conquistadoras en el sur de hispanoamérica…

 

Sabido es que durante el extenso período de la conquista de los españoles, se desarrollaron distintas expediciones y en el extremo sur de América, bajando desde el Perú se establecieron en el Paraguay grupos dispuestos a avanzar en los procesos de instalar ciudades-puertos… Desde asunción y con ochenta mancebos de la tierra, fundó don Juan de Garay el 15 de noviembre de 1573 la ciudad de Santa Fe a orillas del río Paraná y después, navegando hacia la desembocadura llegó al delta y acercándose a la costa oeste, refundó Buenos Aires siete años después.  Expediciones que cruzaron la cordillera de los Andes fundaron en 1561 la actual Mendoza y al año siguiente San Juan, recién en 1596 llegaron a instalarse en San Luis, poblaciones que dependieron de la Audiencia de Santiago de Chile.  Desde el Alto Perú -Audiencia de Charcas-, avanzaron los expedicionarios que fundaron en 1560 la actual Santiago del Estero; cinco años después Tucumán y el mismo año en que Garay fundó Santa Fe, lograron instalarse en Córdoba.  Ese dominio se extendió hacia el noroeste, con la fundación de Salta en 1582.

En la época de la colonia, el vasto territorio del Virreinato del Río de la Plata que abarcaba 2.894.257 Km2.  estaba poblado por aproximadamente 400.000 habitantes: europeos y sus descendientes; obligados emigrantes africanos cuando se realizaba el tráfico de esclavos, diversas tribus de diferentes naciones y mestizos.

En 1816, cuando se realizó el Congreso de Tucumán anunciaron un crecimiento del diez por ciento: 445.000 habitantes;  hacia 1825 residían en la nueva Nación Argentina aproximadamente 570.000 y a mediados del siglo 950.000 habitantes…

Tribunal del Santo Oficio en Hispanoamérica

Se ha reiterado que “en mayo de 1602, el arzobispo del Nuevo Reino de Granada escribió una carta al rey de España proponiendo la implantación de un nuevo tribunal del Santo Oficio en esta región, puesto que había muchos portugueses y como en el caso de México era muy probable que fueran observantes de la ley de Moisés. Las presiones de las autoridades eclesiásticas y de las órdenes religiosas fueron tan insistentes y convincentes que la Corona decidió finalmente establecer un nuevo tribunal en Cartagena, en 1610”.

Entre la Fe y los intereses creados…

Más persecuciones que estuvieron limitadas por los intereses creados ya que en hispanomérica resultaban útiles esos conversos con iniciativas personales y con recursos propios. Hasta los clérigos eran conscientes de que necesitaban esa presencia en este vasto territorio donde necesitaban seguir luchando contra las tribus que habitaban hasta octubre de 1492.   Además, las retribuciones que recibían los dependientes de la Corona española resultaban insuficientes y demoraban en recibirlas, de modo que esa convivencia también favorecía la supervivencia

Hacia el año 1633, era necesario pagar también a quienes integraban el Tribunal de la Inquisición con sedes en Cartagena, Lima y México.  En ese tiempo, “España conocía las actividades de los judíos ibéricos a nombre de Holanda, nación que, tras cada conquista, proclamaba tolerancia religiosa y protección a la propiedad de los residentes. La corona española siempre estuvo atemorizada de posibles conspiraciones entre los cristianos nuevos portugueses, residenciados en las Indias, y los ciudadanos de los Países Bajos.

Holanda y la Compañía de Indias Occidentales…

La fundación de la Compañía de las Indias Occidentales, en 1621, fue uno de los pasos que dio Holanda para consolidar su poderío económico y marítimo. Las listas de socios en la formación de la compañía muestran el apoyo de los sefarditas, inicialmente reducido, pero que se incrementó posteriormente. Los directores de la compañía consideraban los recursos de los sefarditas y sus conocimientos, como factores indispensables para la expansión colonial de Holanda en América.

Cuando en 1640, Portugal se independizó de España, el nuevo monarca abrió de inmediato sus puertos a los enemigos de España. Inmediatamente se recuperó el tráfico entre Holanda y Portugal y los sefarditas holandeses volvieron a entablar comercio con las colonias portuguesas, aunque la incursión legal de los portugueses en las Indias españolas quedó vedada desde ese entonces.

No es posible probar históricamente la verdadera existencia de un complot organizado por los cristianos nuevos de las Indias para derrocar el imperio español y entregarlo a los holandeses. Sin embargo, estos conflictos internacionales muestran la persistencia de los lazos mercantiles entre los judíos sefarditas residenciados en Holanda y sus cofrades conversos establecidos en las Indias, España, Portugal y África”.

La Inquisición en América…

Es interesante tener en cuenta también lo expresado por Boleslao Lewin acerca del puerto de Cartagena:

…parecía un hormiguero heterogéneo, formado por una población de colores diversos y hasta de religiones y lenguas diferentes: los españoles esparcidos por todas las clases y ocupaciones sociales, como funcionarios, soldados, trabajadores del campo y del mar; portugueses, muchos de ellos judíos, casi exclusivamente dedicados a operaciones mercantiles…”  [1]

También ha destacado que “los tribunales de la fe, o del Santo Oficio de la Inquisición, desde 1570 y 1571, respectivamente tenían su asiento en Lima y México; y desde 1610 también en Cartagena (Colombia).  En las vastas extensiones americanas esos tribunales desarrollaban su actividad por intermedio de sacerdotes denominados comisarios, especie de jueces de instrucción que vigilaban sobre el terreno -contando con la colaboración de los llamados familiares- el comportamiento de los habitantes blancos y mestizos en lo concerniente a su presunto o real alejamiento a la más estricta ortodoxia católica. En toda sede de obispado y puerto de mar debía haber un comisario de la Inquisición y cuatro ‘familiares’, que lo ayudaran en su tarea vocacionalmente”.  /…/  “La Inquisición desarrollaba su actividad en el Río de la Plata, Guatemala o Paraguay en forma similar que en Lima, México o Cartagena, pero por intermedio de comisarios.  En esto sucedía algo parecido que con las autoridades civiles locales, que estaban sometidas a superiores en las sedes de los virreinatos.”  [2]

Aunque los comisarios tenían que publicar los Edictos generales de la Fe en lugares poblados por más de trescientas personas una vez al año, de acuerdo a lo dispuesto en 1623; en las comarcas iberoamericanas ocho años después se autorizó la difusión en sucesivos trienios: “…el primer domingo de cuaresma, por la tarde, los funcionarios de la Inquisición se presentaban en la casa del comisario en su indumentaria oficial, o sea en el hábito de San Pedro Mártir (idéntico al domínico), son sus veneras en forma de ‘cinta negra colgada al cuello, de la cual pendía una medalla de plata dorada, en la cual estaba grabada una cruz verde sobre esmalte blanco, con una corona real encima’.  Con el comisario al frente, que cabalgaba en medio del notario y el alguacil mayor de la Inquisición que llevaba la vara del Santo Oficio, y los familiares, por orden de antigüedad, detrás la procesión recorría las calles y plazas públicas más frecuentadas al son de clarines, cajas y atabales.”

Anunciaban entonces que el segundo domingo de Cuaresma estaban obligados a reunirse todos los vecinos en la “iglesia catedral o parroquial de ella a oír los edictos generales de la fe”, que en realidad era el anuncio de que serían leídos los nombres de quienes habían sido delatados; luego anunciaban que “el domingo cuarto vuelvan a la misma hora a oír el Edicto de Anatema y lleven consigo a todos los de su casa de diez años arriba, lo cual cumplen pena de excomunión mayor…”  En el edicto de las delaciones se ordenaba denunciar a quienes “rezasen oraciones de judíos y a la noche se demandasen perdón unos a otros, poniendo los padres a los hijos la mano sobre la cabeza para santiguarnos.  O si ayunasen el ayuno de la reina Ester y otros ayunos de judíos de entre semana, como el lunes o jueves, no comienzo dichos días, hasta la noche, salida la estrella”… “O si alguna mujer guardase cuarenta días después de parir sin entrar en el templo.  O si cuando nacen las criaturas las circuncidan y ponen nombres judíos”…

(Ha sido el Papa Juan Pablo II, el primer pontífice que reuniéndose con rabinos y con representantes jerárquicos de distintas religiones, ha pedido perdón por las injusticias cometidas por la Iglesia Católica Apostólica Romana en siglos anteriores, refiriéndose concretamente a la Inquisición.)

19-12-1877 – Inmigrantes rusos en Colonias de Santa Fe, Argentina.

Gastón Gori, talentoso escritor santafesino -maestro y abogado Pedro Raúl Marangoni-,  ha publicado interesantes investigaciones en torno al proceso de inmigración en la Argentina, un tema al que se han referido otros autores.  Todos coinciden en que se sucedieron proyectos en distintas provincias que no se concretaron.

Las primeras familias colonizadoras que fundaron la Colonia de la Esperanza, llegaron el 27 de enero de 1856.

Reserva de tierras…

Durante la presidencia del Dr. Nicolás Avellaneda se gestionó ante el gobernador de Santa Fe, la reserva de tierras para la instalación de una colonia con inmigrantes rusos.

El 19 de diciembre de 1877 “el Senado y Cámara de Diputados de la Provincia, sanciona con fuerza de ley. Art. 1º Autorícese al P.E. para ofrecer al gobierno nacional, siete leguas de tierra fiscal, al lado de Los Sunchales, a objeto de establecer una colonia de inmigrantes Rusos”.  La ley fue promulgada por el gobernador Servando Bayo firmando también Pedro Lucas Funes.

(Hay que tener en cuenta que en ese tiempo, esa zona pertenecía al extenso Departamento La Capital.

Aunque en la ley se alude a inmigrantes rusos -calificación referida a una nacionalidad-, sucesivas referencias históricas nombran a los inmigrantes como colonizadores judíos cuya distinción se sustenta en conceptos religiosos.)

Inmigrantes contratados por Pedro Palacios…

Ha destacado el historiador Donato que los primeros inmigrantes judíos, contratados por don Pedro Palacios, fueron dejados “en el mayor de los desamparos”.

Ante el proyecto de diciembre de 1877, intervino don Carlos Steigleder -del culto evangélico protestante– y por cuenta de su representado don Carlos Christiani, interesó a la Jewish en la compra de algunos lotes en Sunchales desconociendo que esa asociación tenía su representante, el Dr. Wilhelm Loewenthal.

1894: llegaron los inmigrantes…

Transcurrieron diecisiete años desde el trámite de cesión de tierras y la llegada del primer grupo de lituanos –judíos desplazados, aclaró Donato-, “organizados para emigrar, en la ciudad de Grodno (Rusia)”.

Llegaron a la Argentina y se instalaron “en las inmediaciones de Sunchales, en una especie de ghetto con precarias habitaciones, improvisadas con cuanto material de deshecho hallaron” –deshechos “esperando se terminara la mensura de la colonia y pueblo de Moisés Ville y afincarse luego, en las suertes de chacras o lotes del pueblo, que les serían designados.  Componía un grupo abigarrado de campesinos y artesanos entusiastas en la nueva tierra y desde un principio, comenzar a cultivar algunas hortalizas y comerciar con los sunchalenses con cuanto artículo pudiera ser de utilidad.  A la nueva población, la bautizaron con el nombre del hermano de Moisés ‘Aaaronville’ (Villa Aaarón).”

Los planos correspondientes a ese primer asentamiento organizado por Pedro Palacios, fueron aprobados el 10 de enero de 1890 porque ya estaban avanzando en la construcción de las vías férreas del tramo Rosario Tucumán, habilitándose esa estación el 1º de marzo de 1890.  En agosto se creó la Comuna con jurisdicción en 224 Km2.

1940: aprobación de los planos de Moisés Ville.

El 3 de agosto de 1895 fue creada la comuna y los planos recién fueron aprobados mediante un decreto del 29 de abril de 1940.  Abarca una superficie de 287 Km2.

A principios del siglo XX se inauguró el servicio de ferrocarril en la línea Rafaela-San Cristóbal y también se habilitaron distintos caminos, entre ellos la Ruta Provincial Nº 13, asfaltada.  Los pobladores dieron impulso a la localidad mediante creación de escuelas y diversas empresas comerciales.

El general Mitre y el Barón Hirsch Gereut

Se ha reiterado que durante uno de sus viajes, el Gral. Bartolomé Mitre conoció en París -capital de Francia- al Barón Mauricio Hirsch Gereut fundador de la “Jewish Colonization Association”, sociedad civil constituida para “facilitar la  inmigración de los Israelitas de los países de Europa y Asia donde ellos son reprimidos por leyes restrictivas y los demás derechos inherentes al hombre.  Al efecto la Asociación se propone establecer colonias agrícolas en diversas regiones de América del Norte y del Sur, como también en otras comarcas”.    [3]

Personas y empresas dedicadas al “negocio de las tierras fiscales”…

Es interesante abarcar otras empresas relacionadas con la posesión de las tierras fiscales y a los negocios de los santafesinos que se decidían en Europa porque son hechos insoslayables en la historia de los argentinos:

Con respecto a la década del 80, una vez más, el gigante de las Letras, el historiador Gastón Gori ilumina una de las tantas etapas sombrías, referida a la explotación de los quebrachales santafesinos por los ingleses.  Ha destacado Gastón Gori que el latifundio se negocia y advierte acerca de la compra de tierras que en 1883 concretó Murrieta y Cía., mediante una escritura que “debía ser firmada también por Juan Bautista Alberdi, que intervenía a nombre del gobierno y que conoció todos los antecedentes de la gestión y su contenido final, pero estando en Burdeos su deficiente salud no le permitió viajar a Londres y otorgó poder para que lo representara el señor Federico Woodgate, inglés radicado en aquella ciudad; de manera que este señor Woodgate” –…el fundador y primer presidente de la Bolsa de Comercio de Rosario-, “con el doctor Lucas González” –el amigo Simón de Yriondo-, “entre otros- actuaron en representación de nuestro gobierno.  Pero las tierras adquiridas inmediatamente después fueron negociadas por Murrieta y Cía. y en esa negociación Federico Woodgate actúa como apoderado de Murrieta y Cía.  Lo que demuestra que la vinculación de la casa y de Woodgate en Londres ya tenía otros antecedentes.  Y por último debemos aclarar definitivamente la situación de todos los negociadores: Lucas González y Federico Woodgate representan al gobierno de Santa Fe ante Murrieta y Cía., pero a su vez son apoderados de Murrieta y Cía. en el mismo negocio, de modo que a pesar de que esté salvado el aspecto legal, quien fue el árbitro, quien hizo como quiso en la operación fue Murrieta y Cía. que trataba en ese enorme negocio sobre entrega de territorio argentino, con sus propios apoderados en ése y en otros negocios.  Eso ocurría en Londres, mientras en nuestro país, en la zona donde se habían deslindado las tierras para los ingleses, los colonos labraban reducidos campos y explotaban el bosque, y otros enérgicos creadores de riqueza argentina solicitaban concesiones de pocas leguas para crear obrajes de quebrachos y diversas maderas, algunas de las cuales fueron negadas con un ‘archívese’…  En Londres, dos extranjeros en nombre de Murrieta y Cía., otro inglés en representación de Alberdi, y un argentino vinculado a los negocios ingleses, firmaban la entrega del Chaco santafesino en una extensión de 1.804.563 hectáreas…  Murrieta y Cía., se hizo propietaria de las 668 leguas cuadradas y fracción ‘con la esperanza de poder transferir parte de estos terrenos a una compañía colonizadora, que ellos formarían con sus amigos y bajo su responsabilidad, tomando ellos mismos una gran parte”… esto dice, el doctor Lucas González en el informe sobre las negociaciones previas a la venta… Y efectivamente se formó, no una compañía colonizadora con obligación de radicar inmigrantes, sino la Compañía de Tierras de Santa Fe.”  [4]

Es evidente que antes de realizar esos negocios se había tejido una sólida trama de intereses políticos y económicos.  Desde los tiempos del general Urquiza (1854) el influyente Federico Woodgate dialogaba con José Nicasio Oroño, José María Echagüe y el Dr. Marcelino Freyre, sobre la importancia de las tierras en el sur santafesino, cuando se estaba proyectando la construcción del ferrocarril en el tramo Rosario-Córdoba.  En ese tiempo ante el fracaso de las gestiones del improvisado José Buschenthal, se dispuso la creación de un consorcio y don Guillermo Weehlwright viajó a Londres una vez más para conseguir el aporte de capitales.  Seis años después otro viajero, el inolvidable Lucas González intentaba imponer sus candidatos desde el recién creado Club Republicano que adhería a la política del Gral. Urquiza –estanciero y colonizador- y propuso a sus amigos Benjamín Victorica y con Simón de Yriondo como candidatos a convencionales.  El Dr. Simón de Yriondo asumió el gobierno de la provincia de Santa Fe en el año 1871, un año después de la inauguración del primer tramo del ferrocarril Rosario-Córdoba y finalizó su mandato en 1874, asumió el gobernador don Servando Bayo y en 1878 fue reelecto Simón de Yriondo siendo vicegobernador el presbítero Manuel M. Zavalla, electo gobernador en 1882 aunque no pudo hacerse cargo ni prestar juramento por su estado de salud, reemplazándolo el vicegobernador Dr. Cándido Pujato hasta el año 1886.

En consecuencia, cuando “el 22 de agosto de 1883”, el inglés Federico Woodgate en su carácter de apoderado tomó posesión de las tierras en nombre de Murrieta y Cía. “el gobierno de la provincia invencible era ejercido por el vicegobernador Dr. Cándido Pujato”.

El conocimiento de esos hechos revela otra paradoja en la historia de la Historia y produce asombro e indignación; sentimientos que Gastón Gori sintetizó en pocas palabras: “¡Y el P. E. agradeció a González y Alberdi porque habían salvado el crédito y el honor de la provincia!  Fue un pésimo negocio o una condescendencia abusiva con el imperialismo inglés, al cual se le estaban preparando ya las vías férreas pagadas con dinero del pueblo, para que pudieran traer desde el corazón de los bosques del norte sus productos a los puertos del litoral…”

Casi colofón…

Un impulso interior orientó hacia otra lectura. Juan Gelman Burichson -nacido en Buenos Aires en 1930-, exiliado durante la década del ‘70, poeta, político…

A medida que se proyecta la trayectoria de Juan Gelman, se expande la sucesión de hechos y de nombres que con-mueven por sus implicancias sociales.

En el ocaso del siglo veinte, seleccionó algunos poemas de amor y los editó en un volumen titulado Dibaxu (De palabra) y con esa sola palabra generó mayor curiosidad que con todos los anteriores, porque  no pertenece al diccionario de la lengua castellana.

Incluyó un interesante comentario: “…Escribí los poemas de dibaxu en sefaradí, de 1983 a 1985”. (sic)  “Soy de origen judío, pero no sefaradí, y supongo que eso algo  tuvo que ver con el asunto. Pienso, sin embargo, que estos poemas sobre todo son la culminación o más bien el desemboque de Citas y Comentarios, dos libros que compuse en pleno exilio, en 1978 y 1979, y cuyos textos dialogan con el castellano del siglo XVI.  Como si buscar el sustrato, hubiera sido mi obsesión. Como si la soledad extrema del exilio me empujara a buscar raíces en la lengua, las más profundas y exiliadas de la lengua. Yo tampoco me lo explico…”

Necesitó incluir en  ese libro, en las páginas pares, veintinueve poemas en idioma sefardí o ladino -hablado ya por los judíos que desalojaron de España en 1492- y en las impares los mismos versos en castellano.

Tal decisión, está develando una íntima percepción acerca de lo que implican las persecuciones y el desarraigo.

 

Todu lu qui terra yaman es tiempu Todo lo que llaman tierra es tiempo
es aspira di vos. es espera de vos.

 

Poema XXIX (Sefaradí)                                       Poema XXIX (Castellano)
no sentan muridus lus páxarus
di nuestrus bezus
stan muridus lus bezus
lus páxarus volan nil verdi sulvidar

pondrí mi spantu londji
dibaxu dil pasadu
qui arde
cayadu com´il sol

 

no están muertos los pájaros
de nuestros besos
están muertos los besos
los pájaros vuelan en el verde olvidar

pondré mi espanto lejos
debajo del pasado
que arde
callado como el sol

Gelman también dejó escrito en su libro Dibaxu: “…acompaño los textos en castellano actual no por desconfianza en la inteligencia del lector. A quien ruego que los lea en voz alta en un castellano y en el otro para escuchar, tal vez, entre los dos sonidos, algo del tiempo que tiembla y que nos da pasado desde el Cid.”

Aquí, algunos versos en sefardí y en castellano, como aparecen en el libro… algunos poemas seleccionados, en sefardí y en castellano.

Poema III (Sefaradí)                                            Poema III (Castellano)
“l’amaniana arrelumbra a lus páxarus
asta aviarta, teni friscura
la biviremus djuntu
cun il spantu dil pinser.
“la mañana hace brillar los pájaros
está abierta, tiene frescura
la beberemos junto
con el espanto del pensar
quirinsioza:
cayenta lu pasadu
diz bezus y luz bezus dispartarán
cayeremos serca dil sol
querendona:

calienta lo pasado,
di besos y los besos despertarán
caeremos cerca del sol.

lembrara tu nagüita curilada
tus floris curiladas
tus bezus curiladus
tu blancu corasón.”
recordé tus enaguas coloradas
tus flores cloradas
tus besos colorados
tu blanco corazón.”

 

Poema VI (Sefaradí)                                            Poema 6 (Castellano)
“folyas curiladas y verdis
folyas secas, folyas friscas
cayin di tu boz durmidas
“hojas coloradas y verdes
hojas secas, hojas frescas
caen de tu voz dormidas.
durmin dibaxu dil sol
dibaxu di vos
veyi cómu aspiran
qu’il spantu si amati.
duermen debajo del sol
debajo tuyo,
mira cómo esperan
que el espanto se apague.
Il sol senti cayer
tus folyas
qui timblan nila nochi
qui insiende il bosco.”
el sol oye caer

tus hojas
que tiemblan en la noche
que enciende el bosque.”

Poema XVII (Sefaradí)                             Poema XVII (Castellano)
“un vienti di separadus
di bezus qui no mus diéramus
acama il trigu di tu ventre
sus asusenas cun sol

vani
o querré no aver nacidu
trayi tu agua clara
las ramas floreserán

mira istu:
soy un niniu rompidu
tiemblu nila nochi
qui cayi di mí.”

“un viento de separados
de besos que no nos dimos
doblega al trigo de tu vientre
sus azucenas con sol

ven
o querré no haber nacido
trae tu agua clara
las ramas florecerán

mira esto:
soy un niño roto
tiemblo en la noche
que cae de mí”

 

(Lecturas y síntesis: Nidia Orbea Álvarez de Fontanini.)

[1] Jorge Fernández Gramazo, “poseía el monopolio de ‘el monopolio’ de todas las transacciones comerciales; negociaba libremente con Lisboa y otros puertos de Inglaterra, España y África. Había invertido dinero en la compra de propiedades rurales o estancias en donde tenía un trapiche para la elaboración de azúcar. Poseía otras estancias donde almacenaba esclavos que introducía ilícitamente a gran escala. Participó en la defensa de Cartagena cuando este puerto fue atacado por Francis Drake y era benefactor y patrón de hospitales y conventos. Mantenía amistad estrecha con el presidente de la Audiencia de Santa Fe y los obispos de Cartagena y Popayán. Fue acusado de introducir más esclavos de los registrados en Sevilla. Hacia 1610, Fernández Gramaxo estaba defraudando el tesoro español en tal escala que parecía que él sólo podría destruir las Indias. Igualmente, se lo acusó de sostener contacto desleal con naciones extranjeras enemigas, Holanda en particular. Logró escapar de todos los cargos. Murió como hombre rico dejando su fortuna a un sobrino”, según escribió la historiadora Navarrete.

[2] Lewin, Boleslao. Cómo fue la inmigración judía en la Argentina. Buenos Aires, Plus Ultra, 1983, p. 18-20.

[3] Donato, Basilio Mª. Noticias del Fuerte de Los Sunchales y sus colonizadores. p. 134.

[4] Gori, Gastón. La Forestal. La tragedia del quebracho colorado. Santa Fe, Litar S.A., 1983, p. 26-27.

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