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1915- Legislatura de Santa Fe

1915- Legislatura de Santa Fe.

Aproximación al latifundio de “La Forestal”.

Explotación ferroviaria y aborígenes.

Comercio y monopolio.

Contrastes sociales.

Construcción de puentes.

La Colmena.

Tartagal

Villas Ocampo y Guillermina.

Florencia.

Bailes públicos.

Visiones divergentes.

Puerto de Reconquista.

Escuela de Farmacia.

Cambio de ministros.

 

1915- Legislatura de Santa Fe

Aproximación al latifundio de “La Forestal”…

Es interesante tener en cuenta algunos datos sobre “La Forestal Lda.” aportados por el diputado Filiberti en la sesión del 5 de junio de 1915 en la Cámara de Diputados de la Legislatura santafesina. En las proximidades de La Gallareta habían comenzado las “plantaciones de tabaco en sus distintas clases, con excelente resultado”.

La superficie que ocupaban sus explotaciones en el territorio santafesino eximen de mayores comentarios:

“La Forestal (antes de su fusión)…………………………………….. 237.338 Hectáreas

Harteneck…………………………………………………………………… 70.000 Hectáreas

Argentine Quebracho Company……………………………………… 169.946 Hectáreas

The Santa Fe Land Company………………………………………. 1.284.457 Hectáreas

La Forestal Lda. (total)……………………………………………… 1.761.741 Hectáreas

Durante un prolongado discurso, el diputado Saccone manifestó que “dicha compañía, se constituyó en el año 1906.  Emerge su creación de aquella gran sociedad llamada Forestal del Chaco, formada ella misma por la fusión de las empresas Portalis y Harteneck, y fueron los pioners del Chaco y los primeros que hicieron la construcción de ferrocarriles económicos, para la explotación de los montes, que sería imposible de otro modo, porque los campos son bajos y anegadizos y sin caminos transitables. El mismo ferrocarril provincial no se atrevió en aquel entonces a hacer ramales, por creer que estos tendrían una vida demasiado precarias”.

En ese extenso latifundio, con abundantes esteros, cañadas y arroyos, los caminos eran precarios e insuficientes y había escasa población, circunstancias que demoraban el desarrollo de esa zona.  Es necesario considerar que existían contratos de explotación de “La Forestal” con Manuel Gálvez en una superficie de 65.045 hectáreas y a J. Astengo por 38.387, aumentando en 103.332 hectáreas las áreas disponibles en zonas de valiosos bosques de quebracho colorado, donde el diputado Filiberti reconocía con “justicia” que “esta compañía ha realizado progresos admirables.  Capital, trabajo e inteligencia, han producido allí su obra magna, de modo que, cada una de sus grandes fábricas, resulta un templo erigido al trabajo” e insistió: “… Debemos augurarnos que, este ejemplo real, esa acción, constancia y esa riqueza toda, que sirva de estímulo a los capitalistas argentinos.  Sus ferrocarriles, internándose en bosques espesísimos, por entre ‘picadas’ construidas expresamente, son portadores de labor y de progreso, en aquellas regiones abandonadas desde tiempo inmemorial”.

Explotación ferroviaria y aborígenes

La Comisión investigadora comprobó que se habían vendido pasajes, aparentemente con el objeto de establecer un “fondo escolar, seguramente sin idea de lucro, como lo prueban las sumas exiguas que entraron por este concepto, no obstante que toda la población aprovecha de ellos”, como lo afirmó el diputado Saccone.  Reconoció en aquel momento que cuando se construyó el tramo a Villa Guillermina, “toda una toldería, al mando de sus caciques fue empleada en los trabajos de construcción.  Pero llegada la época de la caza y de la pesca, ni un solo indio permaneció en el ramal, pues todos, colectivamente, volvieron a internarse en los montes, llevándose consigo los picos, azadas y demás instrumentos de trabajo”.  En la prolongada sesión del 5 de junio de 1915, el diputado Saccone recordó que hacía “pocos años”, en “Las Toscas, floreciente población colindante con Guillermina” soportaron “las consecuencias de un malón que dejó enlutados a casi todos los hogares, y aún están vivos y latentes los recuerdos del General Obligado, que con su acción y sus tropas cuidó de la seguridad de los pobladores y cuyo nombre, como homenaje se le dio a uno de los departamentos de la provincia”.  Insistió en que “la línea ocupada por fortines es la que ocupa La Forestal en gran parte” y en consecuencia, planteó la necesidad de estimular esas empresas porque según su criterio, “la provincia de Santa Fe debe felicitarse de que en su territorio haya podido desarrollarse una obra de iniciativa privada que transforma una vasta zona improductiva, despoblada y gravosa para el erario por su inseguridad, en una región floreciente en donde millares de familias y de obreros encuentran trabajo y el erario una fuente de recursos”.  El diputado Saccone expresó: “Latifundios así, que sean los bienvenidos” y una vez más advirtió que el informe de la Cámara se hacía “con absoluta imparcialidad y con una sinceridad que no puede siquiera discutirse”.

Comercio y monopolio

En el año 1915 “debido a la paralización comercial y a la disminución de la exportación del quebracho” trabajaban menos obreros en la compañía.  El diputado Filiberti manifestó que “los obreros de las fábricas, talleres, aserraderos, etc. gozan del seguro contra accidentes del trabajo.  En algunas localidades, donde existen núcleos de peones desocupados, la compañía ha reanudado la tarea con el objeto de sostenerlos, a la espera de una reacción comercial”; organizándolos “por turnos” con el “fin de proporcionar ocupación al mayor número de obreros”.  Luego el diputado Saccone explicó que “el obrero que entra a las siete de la mañana a la fábrica, deja su trabajo a las nueve, más o menos, obteniendo una remuneración de dos pesos por tan incompleto jornal y a las nueve entra otro turno que cuando ha ganado la misma cantidad cesa en sus tareas” e inmediatamente expresó: “Esto demuestra que el objeto momentáneo de La Forestal es sostener a los obreros del Norte y a sus múltiples familias”.

Destacó el diputado Filiberti que “la empresa realiza el trabajo en los montes por intermedio de ‘contratistas’ y es allí donde el peón sufre las consecuencias de su aislamiento con todas sus asperezas.  Lejos de los centros poblados, internados en los bosques, ejecutan una labor ruda y penosa.  Los contratistas que los dirigen, los proveen de artículos de alimentación, ropas, etc. por todo lo cual, cobran precios sumamente elevados, y su importe lo descuentan al abonar al peón su trabajo”.  Advirtieron los legisladores que había algunos “abusos”, porque “con frecuencia, los contratistas pagan con vales y como se demoren en abonarlos, los obreros se ven obligados a negociarlos y en esta operación van a pura pérdida” porque allí “como en todas partes, hay también usureros implacables.  Los peones de los obrajes, son en su mayoría correntinos y paraguayos”, todos “habituados desde la infancia a la ruda labor y a las privaciones, son hombres hijos del rigor, de modo que sobrellevan sus pesadas tareas, como si hubieran nacido para ese sistema de vida.

Contrastes sociales

El diputado Saccone evidentemente ejercía la defensa de “La Forestal” en cada situación social que demostraba “la explotación económica de los hacheros y de los carreros, que forman el núcleo más importando de los trabajadores de la zona” que estaban controlados por los “contratistas, que nada tienen que ver con el personal de la compañía”. Reconocía que “cuando se paralizan los trabajos, los hogares sufren hambre, y las mujeres se ven obligadas a recurrir a la compañía en demanda de protección y de ayuda”.   Comunicó el diputado Saccone que “la comisión ha podido ver un libro que se lleva, llamado de limosnas, pedidos por más de ochocientas raciones semanales que La Forestal regala a las mujeres y a los niños, porque no habiendo trabajo carecerían hasta de alimentos.  Es una obra humanitaria…” e insistió en que “la Comisión ha ido allá y exterioriza sus impresiones objetivas, haciendo caso omiso de referencias y fábulas”.  Según su criterio, se estaba formando en esa zona “un grupo étnico con algunas anomalías físicas y morales, que no se deben dejar desarrollar. El criollo del Norte no tiene el concepto del ahorro y muchos de ellos no tienen tampoco el concepto de familia, del hogar”.  En ese tiempo se habían registrado aproximadamente seiscientos nacimientos y sólo el diez por ciento “acusaban legitimidad matrimonial” demostración innegable de que “el concubinato” estaba “demasiado generalizado”.

Construcción de puentes

En 1915 se consideraron varios proyectos de leyes vinculadas a los negocios de “La Forestal”, entre ellos el de los diputados Filiberti, O’Connor y Saccone autorizando al P.E. para invertir $40.000.- en la construcción de un puente sobre el arroyo “Las Garzas” (Dto. Gral. Obligado); 20.000.- $ para un puente sobre el arroyo “El Rabón” en el distrito Florencia y 10.000.- $ para la construcción del puente sobre el arroyo “El Toba” en el límite entre los departamentos Vera y San Javier.  Los tres legisladores presentaron un proyecto para la construcción de tres edificios para escuelas primarias en Villa Ana, Villa Guillermina y Tartagal, con una inversión de $ 60.000.- moneda nacional.  El diputado Saccone durante un debate manifestó que en una escuela de Villa Guillermina, ocho profesores atienden a cuatrocientos alumnos; en Villa Ana sólo dos profesores, en dos turnos, atienden a “doscientos y tantos niños”; en Tartagal, en “un lujoso edificio de grandes aulas”, se educan “doscientos a trescientos niños estando la enseñanza a cargo de cuatro profesores” y en Santa Felicia, “una escuela amplia, ventilada” sirve para la enseñanza, insistiendo en que “todos lesos costosos edificios los ha cedido gratuitamente “La Forestal”.  El diputado Iriondo aclaró que además funcionaban las escuelas Láinez.

Es oportuno tener en cuenta que en la Cámara de Diputados se había integrado una Comisión de Investigación Judicial presidida por el Dr. Luis María Mattos e integrada por el Dr. Romeo David Saccone y el señor Gabriel Faure.  Algunos datos del diputado Saccone permiten comprender la calidad de vida en esas poblaciones: “el 45% de los obreros tienen cavernas tuberculosas” y el argumento del legislador indicaba que “el obrero criollo no tiene hábito de alimentación racional, es carnívoro en exceso y completamente desarreglado.  La mayoría de esos trabajadores exterioriza además inequívocas pruebas de enfermedades trasmitidas por herencia…” y estaba avanzando el paludismo, que agotaba “las fuerzas físicas del individuo”.  Negó el diputado Saccone la posibilidad de que los obreros padecieran tuberculosis porque respiraban el polvillo del aserrín, porque “hay bombas aspiradoras que remedian el mal” y los legisladores de la Comisión habían estado “al lado de las baterías, depósitos de aserrín y calderas, durante muchas horas, sin respirar un solo átomo de polvo”.  En el Congreso Nacional, el diputado nacional Dr. Alfredo Palacios -socialista- había manifestado que el trabajo en los obrajes era anormal y denunció los monopolios en la venta de artículos alimenticios.

El Dip. Saccone insistió en la necesidad de “despachar el asunto de La Forestal, con este objeto: deseo solicitar permiso para hacer un viaje y como tengo que estar aquí para cuando se despache el presupuesto futuro… que será remitido en la próxima semana-, quisiera tomar estos días, a cuyo efecto había manifestado el deseo de solicitar un permiso sin goce de dietas”.  El Dip. Filiberti había participado en “la investigación general, detenida y prolija; desprovista de todo interés secundario” realizada en los departamentos de Vera y General Obligado, y destacó que Vera -cabecera de ese departamento- “que en años recientes fue un verdadero emporio comercial, actualmente soporta en forma intensa, las consecuencias de la crisis económica”.  “Su vecindario” solicitaba la construcción de “un puente carretero sobre el arroyo El Toba que serviría para que las colonias 94, Romang, Alejandra… tengan una “salida rápida y barata para todos sus productos.  Posee un edificio para escuela, de reciente construcción, amplio, cómodo y moderno” y los edificios de la Jefatura de Policía, Comisión de Fomento y demás oficinas públicas eran amplias e higiénicas.  Se refirió a la línea férrea de “La Forestal en el tramo Vera Ogilvie, “que conduce a la sección Santa Felicia y sus dependencias” donde tiene instalada “una fábrica de tanino con instalaciones completas y que actualmente no trabaja”, destacando que “Santa Felicia, posee además, aserraderos, almacén de ramos generales, panadería, carnicería, etc… Una sección de casas para obreros cómodas y bien construidas; los obreros pagan por ellas el alquiler reducido de dos pesos mensuales.  El negocio de restaurant, lo explota un particular abonando el alquiler de casa.  La gerencia, administración, etc. ocupan edificios de hermosa estética y de sólida construcción.  Este punto -aclaró el diputado Filiberti-, es conocido también por “La Estancia” y que antes fue, de la Compañía de Tierras de Santa Fe, hoy fusionada con La Forestal Lda.  Esta población posee un pequeño hospital; bien instalado, atendido por enfermeras prácticas y dirigido por el Dr. Hansen” (para el tratamiento especializado en lepra).  Informó el diputado Filiberti que “los obreros contribuyen con el 2% de sus sueldos para remedios y asistencia médica.  Cerrito, Santa Lucía, Olmos y varios desvíos, son sus dependencias y en ellas existen también sus sucursales correspondientes de almacenes de ramos generales, panaderías, carnicerías, etc.  Un ramal férreo, conduce a la estancia denominada “La Gama” –Las Gamas- de la misma compañía.”  Explicó el diputado Filiberti que “la explotación forestal, la ejecuta la empresa por intermedio de ‘contratistas’ que, previo convenio, deben entregar la madera en las ‘playas’ o desvíos a que pertenezcan.  Los contratistas deben entenderse con los peones, alimentación, etc. etc. la compañía los provee al respecto, de todo lo necesario”.  Describió luego el vasto paisaje del norte desde Ogilvie hasta El Toba, con varios desvíos” -a Garabato y otros- que permiten llegar a “La Colmena”, que tiene aserraderos, talleres mecánicos y negocios -similares a los de Santa Felicia-; con una población diseminada, edificación rústica y de madera en una sección arrendada por la empresa.

La Colmena

Una línea férrea se interna en los bosques hasta el Km. 36 para su explotación, y “La Forestal” arrienda en esta sección a Manuel Gálvez 65.045 hectáreas y abona anualmente por su arrendamiento, ciento ocho mil pesos.  Destacó el legislador que “los montes de La Colmena, tienen una riquísima existencia de quebracho colorado y la compañía obtiene allí grandes utilidades.  Este caso demuestra, en forma evidente, que los capitalistas argentinos, no han sabido orientarse y no han encontrado aplicación de su dinero, en las industrias explotables de nuestro país; de ese modo se conceden facilidades al extranjero que se enriquece rápidamente en nuestra tierra.  Sirva esto de advertencia para nuestros compatriotas”.

Tartagal

El diputado Filiberti reconoció que sobre el ramal al Rey del ferrocarril de Santa Fe a Intiyaco, con desvíos a La Florida y otros intermedios, se llega a Tartagal, una población importante que en 1915 reunía aproximadamente dos mil habitantes en su radio urbano, atendidos por un médico. Allí estaba instalada una fábrica de tanino, en ampliación con las máquinas que se utilizaban en Calchaquí, un aserradero, talleres mecánicos, almacenes de ramos generales, panaderías, carnicerías, etc.   Lógicamente “La Forestal” allí disponía de “sucursales de todos los ramos del comercio, en cada estación o desvío de importancia” y un ramal férreo para transportar el quebracho colorado de los bosques de Tartagal, “considerados como los más ricos de la zona”.  En Tartagal, situado a corta distancia del arroyo El Rey, se observaba “buena edificación y jardines, calles rectas y bien cuidadas, hermosa plaza… buena iluminación eléctrica.. “todo ello forma un conjunto atrayente y agradable, que envidiarían muchos pueblos del sud de la provincia”.  El diputado Saccone manifestó que “las calles son pavimentadas con polvo de carbón y aserrín cocido”; informó que “tienen también un perfecto sistema de desagüe” y que los pozos de agua que se establecía en cada manzana de terreno poblado, llegaban hasta la segunda napa.

Siguiendo el recorrido hacia el norte, “se llega a la sección de Villa Ana” donde la fábrica de tanino en actividad producía cien mil bolsas diarias de extracto de quebracho, calculándose que tres mil personas habitaban la planta urbana que tenía alumbrado eléctrico y una organización comercial similar a las anteriores, reiterándose el “poder” de la compañía inglesa en el territorio santafesino.

Villas Ocampo y Guillermina

Desde Villa Ana a Villa Ocampo, haya varios ramales ferroviarios y en esta localidad se cultiva con éxito la caña de azúcar y estaban en actividad tres ingenios: Arana, La Germania y Tacuarendí.  Por tierra era posible seguir hacia el norte, cruzando por San Antonio de Obligado, colonia Las Toscas y El Rabón, donde estaba previsto construir los puentes que facilitarían las comunicaciones y el intercambio comercial en la región.  En el trayecto de Villa Ocampo a Reconquista, en 1915 los legisladores comprobaron que “la falta de puentes y con caminos intransitables”, el viaje parecía “una verdadera ‘vía crucis’.  Además ese grave inconveniente sostiene en estado de ruina y atraso, a una considerable extensión de tierra destinada a la agricultura.”

El diputado Filiberti destacó que en Villa Guillermina, aproximadamente cinco mil habitantes están ubicados en esas “extensas posesiones de tierra de la Forestal… tiene agua corriente, alumbrado eléctrico, gran plaza, calles rectas y bien cuidadas; sus calles, llevan el nombre sobre placas visibles, de nuestros próceres, Belgrano, San Martín, Rivadavia, etc. Una de sus avenidas lleva el nombre de Gobernador Menchaca, como memoria de su visita.  El hospital de esta localidad, con un hermoso y adecuado edificio y dotado de todos los elementos correspondientes, significa una obra de progreso ponderable, digna de mención.  Existe también un laboratorio químico.  Los clubs sociales, con sus amplios y lujosos salones, contribuyen a la formación de una sociabilidad agradable  Su fábrica de tanino, es la más grande entre sus similares; se asegura, que es una de las mayores del mundo en su género -produce diariamente, dos mil bolsas de extracto de quebracho.  Sus máquinas colosales, el orden y la limpieza, colocan sobre relieve los prodigios de la mecánica moderna”.  Destacó el diputado Filiberti que “los talleres mecánicos de esta sección, son importantísimos”, y que dirigidos por el ingeniero Wolff, trabajaban “un buen número de obreros criollos que han adquirido utilísimos conocimientos en esos talleres, lo cual viene a resultar una verdadera escuela práctica del trabajo, formándose así una generación industriosa nativa que será muy útil en el futuro.  Esta sección posee una extensa red de líneas férreas, que se dirigen entre los bosques en busca del ‘rollizo’ y luego dan salida a sus productos, por dos puertos distintos”.  Indicó que por un ramal al norte se dirigían a “Basail (Chaco Nacional) -, siempre dentro de las posesiones de la compañía” y en ese lugar la empresa había organizado “una chacra experimental” con cultivos de “lino, ramio y algodón” obteniendo muy buen resultado, como asimismo “los experimentos hechos con la fibra de esos textiles”.

Florencia

En el norte del departamento General Obligado, sobre el arroyo Tapenagá se había construido un puente carretero con algunas mejoras para evitar los efectos de las inundaciones y de acuerdo a lo observado por la comisión de legisladores, era necesario repararlo antes de que fuera “arrastrado por las corrientes”.  El diputado Filiberti informó en el recinto de la Cámara que “La Forestal tiene una línea férrea que conduce directamente a su puerto de Piracuá; es la única vía de acceso comercial y que la compañía utiliza en su beneficio”. Recordó que “ese vecindario reclama una salida fluvial por el Paraná Miní, hoy obstruida por los puentes ferroviarios de aquella compañía”.  Insistió el diputado en que “La Forestal”, en los puertos de Piracuá, Piracuacito y puerto Ocampo, tenía “ferrocarriles, depósitos, muelles, vapores de transporte, etc. por donde atiende la carga y descarga de su comercio en esa zona.

Bailes públicos

El diputado Filiberti ha manifestado en el recinto de la Cámara que los obreros de los “quebrachales”, generalmente no tienen nociones de economía y así derrochan todo cuanto ganan y se arruinan materialmente.  Parece que desconocieran los beneficios que les reportaría una unión general, pues no existen allí asociaciones obreras de ninguna clase” siendo necesario que se instalara una “oficina de informaciones provincial” para “proveerlos de una libreta personal” y orientar a todos los trabajadores.  Reconoció el legislador que “los bailes públicos son característicos en todo el Norte, especialmente los que tienen lugar en las poblaciones de La Forestal Ltda.” y lo interrumpió el diputado Remonda Mingrand manifestando que eran “verdaderos cabarets”, aclarando el diputado Saccone que eran “un cabaret a la usanza criolla”, autorizado por “nuestra ley de patentes” que prevé “el establecimiento de casas de bailes, que significan casi la única diversión de la clase trabajadora de esas regiones” destacando que “no frece mayor peligro cuando se baila pocas veces en la semana y con la moderación debida”, pero con “peligro constante” si son demasiado frecuentes y “se fatiga el cuerpo y el espíritu del trabajador, para continuar las tareas del día siguiente”.

El diputado Filiberti describió el lugar donde se organizaba el baile: “este salón es un gran cobertizo de paja hecho rústicamente, iluminado a luz eléctrica; en derredor se colocan las mujeres sentadas sobre bancos de madera con pequeñas mesas, donde también atienden su despacho de bebidas, que compran al patrón del baile para revender a su vez a los concurrentes.  Expenden generalmente cerveza, por la que cobran un precio elevadísimo”.  Advirtió el legislador que esos bailes “se repiten hasta tres veces por semana, la concurrencia es siempre numerosísima, y es común ver allí a menores de edad, bailando un tango ‘sui generis’ en medio del vaho producido por ese ambiente, saturado de prosaicas materialidades.  Las mujeres de vida alegre, se cuentan por centenares en esas poblaciones y se dedican a la prostitución libremente; sin visita médica y sin contralor de ninguna especie.  En Tartagal, un médico a título de curiosidad examinó a doce de esas mujeres y nueve de ellas resultaron enfermas” por lo cual manifestó que eso “resulta alarmante” y exigía “tomar las providencias correspondientes con el fin de evitar ese estado de cosas.”

Visiones divergentes

La lectura de los diarios de sesiones permite comprobar que algunos legisladores opinaban en sentido contrario.  Cuando el diputado Saccone se refirió a los “verdaderos esfuerzos “ de La Forestal “para cuidar de la educación moral e intelectual de la juventud”, de la “misión que podríamos llamar apostólica realizada por el médico que recorre diariamente los pueblos de la zona, repartiendo quinina y recetando remedios que se conceden luego gratuitamente en las farmacias”, el diputado Remonda Migrand lo interrumpió expresando: “…y fichas de carne para los pobres” porque “los trabajadores no necesitan solamente quinina; necesitan comer”.  El presidente de la Cámara pidió que no interrumpieran al orador y el diputado Saccone manifestó que “La Forestal, tiene en las playas -así se llaman los depósitos de maderas aunque sean terrestres- un capital estacionado de tres a cuatro millones de pesos”, capital que en su mayor parte no tenía salida posible porque “en Hamburgo reside el mercado casi único de este producto y debido a la guerra la Compañía no puede fletar sus cargamentos para el puerto referido” reduciéndose el trabajo y la exportación sólo al tanino, teniéndose en cuenta que “el país que más necesita tanino es Alemania” y ante el conflicto europeo era previsible un aumento momentáneo de precios.

Puerto de Reconquista

En 1915 Reconquista -cabecera del departamento General Obligado- disponía de una sucursal del Banco de la Nación, una escuela provincial normal en un edificio recientemente construido y un “incómodo y vetusto local” para el departamento de Policía, aunque la Sociedad Anónima Fomento del Norte estaba intentando la realización de varias obras.

Escuela de Farmacia

La Comisión de Negocios Constitucionales de la Cámara de Diputados recomendó la aprobación del proyecto modificando la Ley Nº 1.386 -de Farmacia, sancionada en 1907-, reconociendo el título de farmacéutico a los egresados de la Universidad Nacional y a los de la escuela provincial de Farmacia, previendo un reconocimiento a los idóneos de farmacia con desempeño anterior.  El diputado Ortiz Grognet al fundamentar el proyecto reconoció que en la Escuela de Farmacia, “en tres años que lleva de funcionamiento solamente ha expedido siete títulos de farmacéuticos” y destacó que “cuesta al presupuesto de la provincia la suma de cuarenta mil pesos anuales” indicando la necesidad de que “esa escuela de farmacia tenga mayor vida” para que “un mayor número de discípulos ingresaran a ella con los señores idóneos que intentarían su perfeccionamiento.  Recordó que “los farmacéuticos en ejercicio han obtenido su título previa aprobación del bachillerato y de los cursos de la facultad” y no era posible promover la injusticia de “beneficiar a los idóneos” que en su concepto, “no son más que unos lava frascos, sin preparación, sin ningún conocimiento, sin estar en condiciones de incorporarse a la facultad a la cual deben ir con ciertos requisitos para optar al título.  El hecho de que en la provincia de Santa Fe existan doscientas o trescientas farmacias y sólo veinte o treinta farmacéuticos, no es un argumento que pueda convencer” porque podrían incorporarse “farmacéuticos de otras provincias o de la capital federal.”

En la sesión del 5 de junio de 1915 se consideró el despacho de la Comisión de Instrucción Pública autorizando al P.E. a invertir hasta diez mil pesos en la adquisición de un gabinete de física para la Escuela de Farmacia de Santa Fe, aprobado inmediatamente en la sesión ordinaria del mismo día.

Cambio de ministros

El 5 de noviembre de 1914 se reorganizaron los ministerios, asumiendo el Dr. Enrique M. Mosca en el de Gobierno, Justicia y Culto; el señor Ítalo Bonaccosa en el de Hacienda y Obras Públicas y el señor José J. Amavet en el  ministerio de Agricultura e Instrucción Pública.

Lecturas y síntesis: Nidia Orbea Álvarez de Fontanini

 

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