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1912 – Legislatura de Santa Fe

1912 – Legislatura de Santa Fe.

Memoria insoslayable.

Intervención en Santa Fe.

Abstención del radicalismo.

Hipólito Yrigoyen, el caudillo.

Liga del Sur – Coalición.

Gobernador Dr. Manuel J. Menchaca.

Ecos.

Ministros y plan de gobierno.

Sanción de la Ley 8871: voto secreto y obligatorio.

Elección de autoridades municipales.

25-06-1912: “El Grito de Alcorta”.

Creación de la Federación Agraria Argentina.

En torno a las Islas Malvinas.

Waldino Baldomero Maradona: nacionalización del ferrocarril.

Ferrocarril a Puerto Ocampo.

1912 – Proyecto de aprovechamiento de “Salto Grande”.

Sigamos por los senderos del Arte de vivir y convivir.

Llegó el catalán Juan Marzal.

El italiano Gaspar Pedroni en Rosario.

“El pan nuestro” en 1912.

Memoria insoslayable…

El 1º de febrero de 1911 don Salvador Espinosa fundó el diario “Santa Fe” y después de encomendar la jefatura de redacción a un destacado escritor que renunció “para ocupar puestos públicos mejor rentados”… convocó a Guzmán Silva que era el rector del Colegio Nacional “Simón de Iriondo” de la capital santafesina, quien recién asumió el 28 de enero de 1912.  [1]

Desde el Diario “Santa Fe” expresaron continuas críticas al gobierno y dedicaron a la Literatura una página semanal titulada Nuestros Domingos.

Así fue como empezaron a difundirse los trabajos del perseverante doctor Pío Pandolfo, del doctor Antonio Juliá Tolrá, del entrerriano Guillermo Saraví que ya residía en la capital santafesina.

En aquel tiempo, Lisandro de la Torre y el conjunto de políticos que integraban la “Liga del Sur” presentaron un proyecto para que se trasladara la capital a Rosario y enseguida Guzmán Silva reaccionó:

“Cuando estaba preparando su artillería, de pronto la ofensiva del Partido Latorrista amainó, y entonces ‘Santa Fe’, dijo en forma de editorial: 28 de marzo de 1912.

“Hoy que esa fracción política del trapo rojo no es un peligro para nadie y que convencida de su error surja tal vez apoyándose en la bandera blanca de la concordia, nuestra misión ha terminado.”

En las ediciones siguientes siguieron planteando la prescindencia de sectarismo partidario y con tipografía destacada en la primera página, insistían con tales declaraciones terminando el aviso con esta leyenda:  “Nuestra causa es la del pueblo”.

Intervención en Santa Fe…

Debido a un conflicto de poderes, el anciano gobernador de la provincia de Santa Fe don Ignacio Crespo clausuró la Legislatura y pidió al gobierno nacional la intervención. Los caudillos santafesinos Pedro Antonio Echagüe; Rodolfo Freyre y Luciano Leiva habían planteado el juicio político al octogenario gobernador acusándolo “de senilidad y de dejarse conducir por el ministro de gobierno, Dr. Estanislao López”.

El 15 de abril de 1911 asumió como interventor federal el antiguo gobernador de San Juan, don Anacleto Gil, “con instrucciones de poner al frente de la policía a jefes y oficiales militares y obrar con absoluta imparcialidad”.

Abstención del radicalismo

El radicalismo mantenía la abstención y ante esa declaración de prescindencia, consideraron oportuno volver a participar en los comicios, consultaron al presidente del comité nacional Hipólito Yrigoyen, quien les sugirió que entrevistasen al presidente.  Así fue y “Sáenz Peña prometió sustituir el padrón provincial de ‘papeletas cívicas’ en poder de los caudillejos locales, por el padrón militar que en esos momentos votaba el congreso… Les aseguró también que la policía sería ‘prescindente’. Entendieron que era ‘más que una promesa’.”  Como sucede aún, desde el diario La Nación se comentaron esos hechos: “Si el partido radical fuera una fuerza política efectiva, si tuviese acción eficiente se hubiera transparentado, y estuvieran a la vista sus medios de acción y su capital electoral, resultaría todavía excesiva la actitud adoptada frente al gobierno. /…/ No es el caso de los radicales.  Permanecen en la abstención desde hace largos años.  No pesan en forma alguna en la solución de los diferentes problemas que interesan al país.  Por eso se ha dicho que más que una política, han adoptado un temperamento.  Y hoy ofrecen abandonarlo, pero a muy alto precio (que se les entregue Santa Fe).”  [2]

Hipólito Yrigoyen, el caudillo

Hipólito Yrigoyen era un caudillo proclive a la desconfianza y a las dudas, viajó a Santa Fe y acusó al interventor “de parcialidad”, disponiendo que una delegación de radicales entrevistara al presidente, quien rechazó los argumentos de esa queja.

Los radicales habían proclamado a dos candidatos de reconocida trayectoria, los médicos Manuel Menchaca-Ricardo Caballero; el innovador Marcial Candioti era candidato de la Coalición y por la liga sureña se impulsaba la fórmula Lisandro de la Torre-Cornelio Casablanca, un eficiente gerente bancario.

Liga del Sur – Coalición

Hasta ese tiempo habían competido activamente por el poder: el Partido Constitucional que había triunfado con don Ignacio Crespo; la Liga del Sur conducida por Lisandro de la Torre, prácticamente “defensora de los intereses de Rosario” y la Coalición integrada por los tres ex-gobernadores mencionados,  “hace lo posible por mantener la abstención, pero es vencido por sus correligionarios que no creen conveniente renunciar a que el presidente ‘les entregue Santa Fe en bandeja de plata’. Diríase que Yrigoyen teme el triunfo radical; pero debe allanarse y el comité nacional permite la concurrencia el último día de mayo de 1911.

En marzo del año siguiente estaban previstos los comicios; “la Coalición habla de federalismo vulnerado, la autonomía provincial avasallada…; Rodolfo Freyre, presidente de la junta de gobierno, acusa a Sáenz Peña de ‘sacrificar las leyes de la provincia para atraer al partido radical a la acción cívica’; la liga del Sur se adhiere ‘a la manifestación de autonomía’.”  El presidente Sáenz Peña contestó el 6 de junio de 1912: “…cada vez que ‘tropiece con las instituciones locales que contraríen sus altos fines, tiene el derecho y el deber de apartarlas’.  No se trata además, de hacer ‘lo más perfecto jurídicamente, sino lo más honesto verídicamente’.”

Gobernador Dr. Manuel J. Menchaca

El gobernador electo había nacido en San Nicolás de los Arroyos en 1876; cursó estudios primarios y de magisterio, completando la carrera de profesorado en Paraná (Entre Ríos) hasta que fiel a su vocación, egresó como Farmacéutico en 1898, en la Universidad de Córdoba donde continuó los estudios de Medicina hasta 1901.  Obtenido el título de médico, instaló su consultorio en Santa Fe de la Vera Cruz; fue presidente del Consejo de Higiene; promovió, fundó y fue decano de la Facultad de Farmacia de la provincia de Santa Fe.  Fue el primer gobernador perteneciente a la Unión Cívica Radical.

Ecos…

Han reiterado que durante los comicios no hubo disturbios, triunfaron los candidatos del radicalismo pero no pudieron manifestarse por las calles santafesinas y rosarinas porque Yrigoyen se opuso.

El distinguido militante radical Gabriel del Mazo, ha publicado un libro reflejando parte de la historia del partido y con respecto a esa elección y a las actitudes de Yrigoyen, escribió:  “Sus comentarios a la prensa son desconcertantes: ‘Ha sido el proceso electoral más indigno’. /…/ No ha tenido el alto carácter moral y la visión amplia que le imponía el honor nacional, las idealidades que lo inspiraron y los legítimos anhelos de los pueblos /…/  Ha fallado en su faz grandiosa de ejemplos y orientaciones definitivas’.”

Si tales declaraciones sorprendieron a sus correligionarios santafesinos, más confundió a los porteños porque optó por quedarse en Santa Fe hasta el 3 de abril y en consecuencia, era escasísimo el tiempo disponible para decidir la participación en las elecciones de senador y diputados nacionales que se realizarían en la Capital Federal cuatro días después. Yrigoyen no aceptó ser candidato a senador y designaron a José Camilo Crotto con evidente liderazgo local, lográndose así el triunfo mientras la elección de diputados “dio un final entreverado”…

Así ha sido, es y seguirá siendo, el intrincado camino que van recorriendo los hombres de comité o de partido…

Todo es historia de la Historia.

Ministros y plan de gobierno

El gobernador Menchaca designó a Antonio Herrera, ministro de Gobierno, Justicia y Culto; al Dr. Manuel Francioni en Hacienda y Obras Públicas y al Dr. Enrique M. Mosca en Instrucción Pública y Agricultura.

En su mensaje ante la Asamblea Legislativa manifestó la importancia de reformar la constitución provincial a pesar de que tenía apenas doce años de vigencia, considerando que en la provincia se habían producido transformaciones sociales y económicas que exigían su actualización para favorecer el desarrollo en todos los departamentos.  Consideró una prioridad revisar el sistema electoral porque a partir de 1856 se había incrementado considerablemente la población con inmigrantes, quienes al ser contribuyentes también tenían derecho a elegir las autoridades -al menos en las comunas y municipios-, lográndose la sanción de la ley Nº 1780 que reconoció tales derechos al establecer la creación de la Comisión de Progreso, que luego se ha denominado Comisión de Fomento, en aquellas localidades donde el número de habitantes no facultaba para el nombramiento de autoridades municipales.

En sus mensajes, el gobernador Menchaca insistió en la libertad de cultos; en la estabilidad de los jueces como medio indispensable para una correcta administración de la Justicia.

Sanción de la Ley 8871: voto secreto y obligatorio

En 1911 fue considerada en el Congreso Nacional la tantas veces sugerida reforma electoral que había sido elaborada por el ministro del Interior Indalecio Gómez, quien tras el fracaso en una sesión decidió participar en la siguiente:

“…de correcta levita, saluda con una inclinación al presidente y diputados antes de sentarse en el banco ministerial.  Habla pausada y sentenciosamente… Hace un forzado elogio del sistema de lista completa y voto público ‘que nos ha defendido de la anarquía, el desorden y la revolución’… Describe el horizonte político ‘putrefacto’…”.

Durante tres sesiones analiza los cambios propuestos convencido de que así habrá mejores comicios.  Hubo prolongados debates sobre un asunto que prácticamente ya estaba agotado.  Aprobada la reforma electoral, en sesiones extraordinarias también fueron evaluados los dos proyectos imprescindibles para concretarla y así surgieron las leyes Nº 8129 de enrolamiento militar y la Nº 8130 de padrón único, porque algunos legisladores intentaba demorar esos cambios considerando que les convenía seguir con elecciones más desorganizadas, donde los caudillos partidarios pudieran seguir asegurando más triunfos.

La discusión acerca del voto obligatorio resultó prolongada y con planteos divergentes.  Era verano y como  mejor que estar en el recinto de la Cámara era estar descansando junto al mar, la mayoría de los legisladores optaron por disfrutar de unas vacaciones, costumbre que sigue latente.  El historiador Rosa destaca que “el ejecutivo extrema los medios para reunir los senados que se han ido a Mar del Plata.  La discreción de Sáenz Peña y Gómez no permite saber (hasta ahora) cómo lo consiguieron, pero el cuerpo acaba por tener número el 30 de enero”.  El despacho favorable de la comisión incluía el voto obligatorio y “Joaquín V. González, por su Rioja natal, cree que ‘el país contempla indiferente la reforma proyectada porque ‘el votante tiene horror al comicio que es la sangre, la violencia, o el atropello brutal.  ¡En este país no se ha votado nunca!’, y el proyecto no servirá, a su juicio; otra cosa sería si fuese uninominal como lo estableció González en 1903…”

E 28 de febrero de 1912, promulgada la ley que se registró con el Nº 8871, el presidente Roque Sáenz Peña redactó y difundió un manifiesto que en el último párrafo, expresaba:  “He dicho a mi país todo mi pensamiento, mis convicciones y mis esperanzas.  Quiera mi país escuchar la palabra y el consejo de su primer mandatario. Quiera votar’.”

El senador Costanti fue convencional en la reforma constitucional de 1899 y destacó que esa circunstancia, no le impedía “propiciar la nueva reforma”, porque “las constituciones no son, como ninguna ley, inmutables”.

La Liga del Sur -su partido- desde 1909 reclamaba esa reforma, y él había presentado un proyecto el 28 de junio de 1912, proponiendo “reforma amplia de la Constitución, con excepción del artículo 4º únicamente”, referido a la capital de la provincia; proyecto que “un ministro” lo calificó de “anárquico” aunque “más tarde el P.E. lo reprodujo casi en términos textuales para enviarlo como iniciativa propia a la Legislatura”.

Sabido es que a partir de 1913 la mayoría de los miembros de la Liga del Sur se integraron en el Partido Demócrata Progresista y fue durante ese período cuando más se insistía en la necesaria sanción del proyecto que exigía un estudio profundo, aconsejándose la postergación del tratamiento del proyecto y en varias oportunidades no hubo quórum.  A fines de esa década, el senador Gerardo Costanti en la sesión del 24 de junio de 1920 insistió en la necesidad de evaluar y sancionar el proyecto de reforma a la Constitución provincial, proponiendo su tratamiento sobre tablas.

Elección de autoridades municipales

En la provincia de Santa Fe, desde el 8 de noviembre de 1872 la Ley Municipal determinaba que todas las autoridades municipales “serán elegidas directamente por el pueblo sin injerencia alguna del gobierno provincial”.  En realidad, sólo las elegían algunos vecinos, con evidente influencia de los políticos porque dependían de un sorteo que se realizaba con posterioridad y que no garantizaba la intención de los votantes acerca la persona que ejercería la presidencia comunal.

A partir del año 1912, en las palabras y en el articulado de esa ley, quedaban para la historia de la historia de los pueblos, la costumbre de reunirse algunos vecinos para decidir quién gobernaría para todos, proponiendo esos nombres al Jefe Político para que finalmente, un sorteo defina la distribución de los cargos: presidente, vice, tesorero y dos vocales.  No sería necesario habilitar el padrón para que la inscripción de quienes votarían: todos los ciudadanos argentinos integrarían los padrones electorales y en algunas comunas y municipalidades aún podrían votar los extranjeros.  La Ley Sáenz Peña originó diversos trámites hasta que fue posible disponer de los padrones electorales para concretar la primera aplicación práctica.

El 31 de marzo de 1912 se realizaron los comicios en la provincia invencible y al triunfar la fórmula radical el 8 de mayo asumieron el electo gobernador Dr. Manuel J. Menchaca y el vicegobernador, el rosarino Ricardo Caballero.  El gobernador Menchaca impulsó una administración con estricto control del gasto público para favorecer las inversiones.  Durante su gobierno se avanzó en la construcción del edificio de la Legislatura y de la Casa de Gobierno en la capital de la provincia; la Jefatura de Policía y la sucursal del Banco Provincial en Rosario; se refaccionaron otros edificios públicos, algunas escuelas; se construyeron caminos y puentes, indispensables para las comunicaciones en las zonas rurales.  Se preocupó por el estado de las cárceles y propuso modificaciones en la legislación penal.

En aquel tiempo, la mayoría de los pueblos estaban en la penumbra o en la oscuridad cuando no había luz solar ni reflejo lunar.

En la comuna de Villa Constitución desde el año 1911 el farolero era un experto que habían traído de Buenos Aires y al año siguiente decidieron que siguiera atendiendo ese servicio el encargado anterior, con un aumento del sueldo quincenal.

El 16 de octubre de 1912 se inician los ensayos para poner en funcionamiento la red eléctrica y la Usina instalada por la empresa Tomás García y Manuel Guerrero, de Rosario.  La experiencia resultó positiva hasta que una explosión hizo volar el motor de la usina.  Quedó a cargo de la concesión la empresa Cándido Cafesse y Nicéforo Rubies. Desde entonces, Villa Constitución avanzó con la iluminación en sus calles.

En el año 1912 los chacareros arrendatarios en la localidad de Alcorta, iniciaron una huelga que trascendió como el grito de Alcorta.

25-06-1912: “El Grito de Alcorta”

Han reiterado que el martes 25 de junio de  tuvo “lugar en Alcorta un importante movimiento de opinión que por su índole y sus características evolucionaría en beneficio de la clase obrera agricultora, sujeta ésta a los embates de la más justa adversidad”.

“El aspecto era impresionante, pues aquella gran masa de hombres acostumbrados a empuñar el arado, constituida en asamblea deliberante, causaba la impresión casi  exótica y semejante en algo a la que producen en el ánimo del observador los grandes concursos populares en que se debaten cuestiones ideológicas de  índole política o doctrinaria, en pro del surgimiento de las colectividades conscientes de sus derechos”.

“La histórica asamblea pronuncia entonces el trascendente Grito de Alcorta al declarar formalmente la primera huelga agraria de la Argentina. Los colonos se niegan a partir de allí a volver a trabajar los campos hasta no lograr un entendimiento con sus patronos. También se manifiesta decididamente la idea de consolidar en el futuro inmediato una asociación gremial de agricultores.” A pedido de los manifestantes, hablaron Luis J. Fontana -quien lo había hecho anteriormente en Bigand- y el Dr. Francisco Netri, asistente invitado.

Creación de la Federación Agraria Argentina

En Rosario (provincia de Santa Fe), el 15 de agosto de 1912  se creó la Federación Agraria Argentina y sus primeras autoridades fueron: Francisco Bulzani -presidente de la comisión organizadora de la asamblea de Alcorta, Francisco Peruggini -vocal- y Primo Césare, todos de Alcorta.

En torno a las Islas Malvinas…

No fue por casualidad que hasta el 19 de junio de 1878, el gobierno británico colocara un sello en la correspondencia a las Islas Malvinas –posesión española, por legítimo derecho pertenecientes a la Argentina-, usurpadas en enero de 1833 y desde entonces nombradas en inglés: Falkland.   El sello que se emitió en aquel final de la primavera en el hemisferio norte, “tenía una efigie de la reina Victoria y la inscripción Falkland Islands”.

 Aparentemente, las brisas primaverales motivan para cambios en el Reino Unido, porque el 18 de junio de 1904, “la nueva emisión reemplaza a la Reina por el Rey Eduardo VII.

En 1912, apareció otro sello con la efigie de Jorge V.”   [3]

Waldino Baldomero Maradona: nacionalización del ferrocarril…

El 5 de marzo de 1912, el ex senador provincial Waldino Baldomero Maradona -en 1892 representante del departamento Las Colonias, padre de Waldino Buenaventura, del doctor Esteban Laureano…-, dirigió una carta al ministro del Interior doctor Indalecio Gómez, explicándole “algunas ideas relacionadas con la mejor manera -a su juicio- de dar solución a las complejas dificultades que a diario se presentan”.

El historiador Caminos, su amigo, lector del archivo personal del entusiasta sanjuanino, sintetizó los párrafos de esa carta: “entiende Maradona que el medio más eficaz para terminar con los conflictos ferroviarios y la anarquía gremial, consiste en la nacionalización de todos los ferrocarriles, oficializándolos por medio de la expropiación.   Como consecuencia de ello, estima de gran conveniencia la creación de un ministerio eminentemente técnico -el de ferrocarriles-, y la sanción de una ley especial que abarque todos los aspectos del problema ferroviario, debiéndose dar preferente a la reglamentación disciplinaria, base del éxito en esta clase de empresas, y a la tutela de los derechos del personal con un buen sistema de jubilaciones y ascensos.  La adquisición por el Estado de todas las empresas ferroviarias, nos daría hasta la paz internacional al alejarnos de posibles conflictos con las naciones extranjeras, especialmente con Inglaterra y Francia, que han invertido cuantiosos capitales en el país, cuyos intereses emigran.”  En otro párrafo analizó las dificultades existentes debido a que no hubo un plan nacional y se hay construido diferentes tipos de trochas.

Al asumir Roque Rodríguez Peña, había expresado: “Yo me obligo ante vosotros, ante mis conciudadanos y ante los partidos a provocar el ejercicio del voto…”

En su extensa carta al ministro del Interior Indalecio Gómez, el democrático sanjuanino advirtió: “No basta, Excelencia, haber fundido los moldes del sufragio libre que tanto bien traerá a las instituciones de la República.  Ahora falta ponerle marco al cuadro: legislación obrera destinada a dirigir la evolución de los gremios en el desenvolvimiento del progreso moral y material del país.  La paz interna y externa dependerá de hacerse propietaria la Nación de todos los ferrocarriles.  Inglaterra, Norte América, Francia y demás naciones, pretenden ser nuestros tutores, por que no bastarnos a sí mismos, somos tributarios de sus capitales, y estos conflictos han de crearnos dificultades para nuestra paz internacional en un próximo futuro”.

Tras la trascripción de esa carta, el historiador Caminos aludió al posterior proceso de nacionalización de los ferrocarriles, que se concretó durante la primera presidencia del general Juan Domingo Perón iniciada el 4 de junio de 1946, el año anterior a la edición del libro titulado Maradona – Un civilizador de provincia.

Ferrocarril a Puerto Ocampo…

Advirtió que el Ferrocarril de Puerto Ocampo autorizado por resolución del P.E. de la provincia el 22 de octubre de 1902  y aprobado por la Legislatura el 26 de junio de 1903, aunque se establecía que “no reviste las condiciones de una concesión ferrocarrilera para el servicio público de transporte, por cuanto se destinará solamente al uso particular de los solicitantes”, en la práctica no se cumplía.

Tampoco los concesionarios habían construido en toda su extensión el camino “de quince metros” que correspondía abrir y conservar “librado al servicio público sin cargo alguno para el tráfico” aunque el ramal era “explotado por una sociedad anónima fundada el año 1912 en la Capital Federal, denominada ‘Ferro Carril a Puerto Ocampo’, con capital de $ 600.000.- y con el fin de explotar comercialmente ese ferrocarril”. Subrayado aquí.

1912 – Proyecto de aprovechamiento de “Salto Grande”

En 1912 ingresó en el Senado el proyecto del ingeniero Mauricio Mollard tendiente a lograr “la utilización de las aguas de Salto Grande para uso industrial y para facilitar la navegación”, mediante “el alzamiento de las aguas para que puedan ser salvados los escollos que impiden a naves de mayor calado pasar hacia el norte” y aunque el Senado lo sancionó en 1913, no fue considerado en la Cámara de Diputados.

Con respecto a ese proyecto, el Dip. Eduardo Beretta manifestó su satisfacción porque no fue sancionado, porque “en primer lugar, se trataba de otorgar una concesión al señor Mauricio Mollard por noventa años, quien se presentó al gobierno diciendo lo siguiente: ‘Mauricio Mollard, ingeniero civil, por sí y en representación de capitalistas extranjeros’… y además porque estudiando el contexto del proyecto” surge que “se establecen tarifas para todo lo que puede significar las actividades agrícola y ganadera del país, y en lo que se refiere a la industria propiamente dicha se deja librado a que el concesionario las celebre con los industriales o con los particulares”.

Destacó el diputado Beretta que el envío de ese proyecto al Senado demostró el “propósito no venal de las clases conservadoras de entonces, no de entrega de la soberanía en una forma intencional, pero sí de entrega de la soberanía por su ineptitud, de entrega de la soberanía porque ellas estaban parapetadas en la defensa de sus intereses y no les interesaba el desenvolvimiento industrial de la República.”

El Dip. Arturo Frondizi destacó en aquel interesante debate de 1948, que entre 1910 y 1916 se firmaron distintos tratados y protocolos referidos al río Uruguay, sin que se lograra un acuerdo definitivo. Recordó el Dip. Frondizi, fue precisamente Honorio Pueyrredón quien en 1918, compartiendo las inspiraciones del presidente Hipólito Yrigoyen, estudió y proyectó el aprovechamiento del Salto Grande y los saltos del Iguazú y los rápidos de Apipé.  Fue él también quien proyectó un convenio con el Brasil y el Uruguay y quien, como embajador en Estados Unidos, interesó al Paraguay suscribiendo un acuerdo sobre ese particular.  Un proyecto de realización de la obra en los saltos del Iguazú fue presentado un año después por el Dip. Agustín Villarroel.  [4]

Sigamos por los senderos del Arte de vivir y convivir…

Sabido es que Carlos Aldao recorrió distintos continentes y en 1907 logró editar “A través del mundo” con interesantes relatos que incluyen su manifestación acerca de su propósito de ser uno de las personas que pudieran realizar un viaje por el espacio…

En 1912 se concretó la cuarta edición, en la Editorial Biedma e hijo, de Buenos Aires.

Llegó el catalán Juan Marzal…

Juan Marzal, sacerdote jesuita y poeta, nacido en Cataluña, llegó a la Argentina en 1912 para enseñar “Literatura” e “Historia de la Civilización” en el Colegio de la Inmaculada Concepción de Santa Fe de la Vera Cruz y organizó la Academia de Literatura de ese colegio. Escribió varias obras de teatro para niños.

El talentoso Padre Juan Marzal falleció el 15 de agosto de 1951 –Día de la Asunción de la Santísima Virgen-, en la ciudad donde aún recuerdan su obra.

El italiano Gaspar Pedroni en Rosario…

“Gaspar Pedroni llega en 1912 para radicarse en Rosario, la encuentra algo convulsionada en razón de los continuos reclamos promovidos por anarquistas, marxistas y organización obreras cristianas, que pugnan por ganar voluntades y nuevos gremios adheridos”.  Así lo expresó en febrero del año dos mil dos, el esperancino Juan Carlos Pedroni, uno de los cuatro hijos del titiritero poeta José Bartolomé Pedroni, nacido en Gálvez (departamento San Jerónimo, provincia de Santa Fe), el 21 de septiembre de 1899.

Sabido es que ese mismo año, se expandió el grito de Alcorta -que era la voz de los que parecían no tener voz-; la expresión vehemente del “doctor Francisco Netri que redactó el manifiesto dirigido al senador nacional Juan B. Justo con la resolución de la memorable asamblea del 25 de junio en Alcorta”.  Así fue como “en las áreas rurales se entremezclan ahora las voces reivindicatorias de los campesinos seguidos de los sacerdotes José y Pascual Netri, hermanos del letrado, y de braceros lectores de La Protesta.”   99

En 1918, don Gaspar Pedroni estaba en San Carlos… su hijo José Bartolomé Pedroni era perito mercantil y trabajaba como tenedor de libros en la empresa de ramos generales Favre Hnos. y en noviembre del año siguiente se radicó en Sa Pereyre, como contador de Alejo Chautemps, también negocio de ramos generales, donde se enamoró de Elena Chautemps y al ser convocado al servicio militar, el 15 de marzo de 1920 decidieron vivir juntos, se casaron el 26 de marzo de 1920 en Buenos Aires; lo invorporaron el 3 de abril y  el 17 de marzo de 1921, en Gálvez donde vivía la familia de Pedroni, nació Omar Tulio, el  primogénito.

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“El pan nuestro” en 1912…

Aunque se suele decir que no existen las casualidades, hay que admitir la existencia al menos de originales coincidencias.

Al celebrarse el primer aniversario del diario Santa Fe de don Salvador Espinosa, en el suplemento literario editado el 1º de febrero de 1912 –como lo ha reiterado el historiador y periodista José Rafael López Rosas-, es posible leer “en primer término” una “colaboración de don Domingo Silva… de jugoso contenido, titulada ‘El pan nuestro… (Apuntes sobre nuestro pasado)’.”

Había utilizado su conocido seudónimo Gonzalo González; otras veces Gonzalo González de la Gonzalera.  En el citado suplemento del Santa Fe, se destacaba:  Este interesante trabajo es un adelanto de un libro, próximo a aparecer, del mismo autor, bajo el nombre de ‘Minucias históricas’.  Sus reflexiones sobre el pasado nacional y provincial son indudablemente valiosas, como así su estilo, castizo y penetrante, tan peculiar en él.  En el fondo su nota es una evocación nostálgica e irónica del buen pan que se comía en los años de la Colonia y aun en el siglo pasado. ‘Hoy -dice- ya no se come pan criollo.  La amasadora mecánica ha quebrado el encanto… Los chicos de hoy, en vez de aquellas famosas roscas de antaño, se desayunan con hostias de mal pan, ridículamente calumniadas de bizcochos y que saben a harina de maíz con gorgojos.  Hemos evolucionado: ya somos cosmopolitas hasta en el comer”.  [5]

 

Palabras, música, pinturas… desde hace siglos están promoviendo la globalización cultural

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Lecturas y síntesis: Nidia Orbea Álvarez de Fontanini.

 

[1] Salvador Espinosa: padre de Carolina Delia Espinosa casada con el doctor Mariano Tissembaum; algunos de sus nietos: Raquel; Miriam Nelly y Rubén Ariel…

[2] Orbea de Fontanini, Nidia A. G. El tiempo de Perón 1946-1952 (Inédito, 274 páginas.)

[3] Ibídem,  la cita corresponde a la página 53.

[4] Orbea de Fontanini, Nidia A. G. El tiempo de Perón 1946-1952 (p. 171).

[5] Orbea de Fontanini, Nidia A. G. “Gastón Gori… Caminos del hombre y de la humanidad”  1951-1974 – Caminos entre gramilla y bosque – (Inédito, entre comillas párrafos de la página 45, de esa segunda parte que abarca 116 páginas.) Primera Parte: 1915-1950  Caminos de Luz y de Amor (116 páginas) siguen sucesivas etapas en la luminosa trayectoria del Patriarca de los Pájaros.  No es casual la propuesta de celebrar el “17 de noviembre… EL DÍA DE LOS PÁJAROS…  ¡Celebremos!… ya que no podemos volar, al menos con algún casi trino, con nuestro canto…

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