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Tras la cola del perro de Alcibíades…

De la leyenda… a la historia de la Historia.

Un tal “Pericles”.

Un tal “Alcibíades”.

Alcibíades y su perro.

Un tal “Plutarco”.

Misterios de una cola perdurable.

Ecos cerca de los ríos

Entre bibliotecas y periodistas.

2004: desapareció el perro pero subsiste “la cola”

En el camino hacia el conocimiento y la verdad.

Casi colofón.

 

En el cuarto año del tercer milenio, sigue imponiéndose la tecnología de las comunicaciones, aunque suelen vivir millones de personas incomunicadas.

Con frecuencia, disponer de mayor información no significa saber más.  Hay una tendencia en la mayoría de los medios de difusión que tiende al impacto de las noticias –de cualquiera naturaleza y desde cualquier continente-, que propaga comentarios banales mientras se soslaya lo esencial y germinal: las causas que producen determinados efectos; sus consecuencias; las posibilidades de evitar la repetición de errores…

Propongo aquí, avanzar por los senderos de la historia y de la literatura.

De la leyenda… a la historia de la Historia.

Sabido es que Sócrates (filósofo griego 469-309 a.c.) era “hijo de un albañil… No escribió nada, más tenía la costumbre de hablar en los lugares públicos.  Existía entonces un gran interés por la sabiduría; había una variada multitud de maestros, llamados sofistas, que sazonaban acerca de la verdad, de la belleza y de la vida recta, instruyendo a la fuerte curiosidad de las imaginaciones juveniles.  Ocurría esto porque faltaban en Grecia grandes escuelas sacerdotales.  En aquellas discusiones surgió este hombre, torpe y desaliñado de figura, descalzo, y reunió en torno suyo un grupo de admiradores y discípulos.”  [1]

Sócrates dialogaba y se ha reiterado que en distintas circunstancias, expresó:

 

 “Sólo sé que no sé nada.”    (Y entonces, ¡algo sabía1)

“Conócete a ti mismo”.

En aquel tiempo, Platón (427-347), afirmaba:

“El hombre es un animal bípedo sin plumas.”  

(Pero puede “ volar” con la imaginación)

“Si junto a la biblioteca tenéis un pequeño jardín, ya nada os falta.”

                                   (Si puedes ver, leer, sentir)

“La mayoría de los hombres en el poder se vuelven malos.”

 

[¿O ya eran y recién entonces se los ve y  reconoce?

En Venecia se conserva una pintura “que representa”, la figura “de Sócrates (c.470-399 a.C.), filósofo ateniense, cuyo pensamiento influyó decisivamente en Platón y Aristóteles, y que fue condenado a muerte acusado de irreligioso, de corruptor de la juventud y de su discípulo Alcibíades.”

Rodean a Sócrates bellas jóvenes cubiertas con sutiles telas…]   [2]

Un tal “Pericles”…

Dicen que el ateniense Alcibíades (n. 450 a.C.) era nieto de Pericles aunque a principios del tercer milenio algunos cronistas virtuales destacan que era un sobrino…

(Se ha escrito que “el pueblo de Atenas se levantó hacia la nobleza durante algún tiempo.  Bajo el mando de un gran demagogo, Pericles, miembro principal de la asamblea general ateniense…”

“Durante algún tiempo fue capaz de seguir generosamente a un jefe generoso… Mezclábanse en Pericles del más extraño modo la habilidad política y una verdadera pasión vivaz por las cosas profundas, elevadas y hermosas.  Fue dueño del poder durante más de treinta años.  Era hombre de extraordinario vigor y liberalidad mental, condiciones ambas que logró imprimir a su tiempo”…

El historiador griego Plutarco (que vivió entre los años 46-120 d.C.) expresó: “El poeta Ion dice… que el trato de Pericles era arrogante y soberbio, y… a lo jactancioso, se reunía en él cierta altivez y desprecio por los demás… No salía a la calle si no para ir al foro o al Senado.  Declinaba las invitaciones de sus amigos y todas las reuniones y recreos sociales; tanto,  que en todo el tiempo de su magistratura, que fue considerablemente larga, nunca fue a cenar con amigos suyos más que una vez, que fue cuando la boda de su sobrino Euriptolemo, y sólo estuvo en ella hasta que terminara la ceremonia de la libación.  Consideraba que la libertad del trato quita toda distinción al cargo, y que la dignidad no se compadece muy bien con la familiaridad…”

No había entonces periodismo indiscreto que contara a todo el mundo las bajezas de los conspicuos y de los favorecidos por el éxito; pero el hombre común, no del todo satisfecho de sí, hallaba gran consuelo en el arte de la comedia, que florecía con exceso.  Los escritores cómicos satisfacían al anhelo casi universal de deprimir lo que por su excelencia aparente es ofensivo para nuestro amor propio.  Tenaz e industriosamente arrojaron cieno sobre Pericles y sus amigos.  Pericles se retrató con yelmo; el yelmo le sentaba bien, y probablemente él lo sabía.  Esto causó gran regocijo e hizo felices a muchos porque dijeron que tenía una cabeza deforme, como una cebolla”… )  [3]

Un tal “Alcibíades”…

Se ha reiterado que entre los discípulos de Sócrates, estaba Alcibíades que fue general y jefe del partido democrático.

Se ha dicho y escrito algo así como que el vehemente Alcibíades, durante la expedición militar contra Sicilia, ordenó mutilar las estatuas de Hermes, que era venerado como dios de los comerciantes y viajeros; dios de los ladrones en la mitología… Enseguida se generó la reacción, tras ser acusado de sacrilegio debió huir de su terruño y a comienzos del tercer milenio por internet se expresa que se refugió “en España”… Subrayado aquí Evidente error, porque debió estar escrito Esparta.

[¿Podría haber sido allá?…

Leamos otra crónica: “La paz y alianza defensiva entre Atenas y Esparta no pasaba de ser una solución eventual, pues seguía la lucha abierta entre las facciones demócratas y oligárquicas para aumentar su esfera de influencia. /  En Atenas, aquellos años estuvieron marcados por el ascenso político de Alcibíades, opuesto a Esparta y al pacifista Nicias.  La revuelta de los melios fue reprimida brutalmente (416 a.C.) lo que demostró que la asamblea democrática ateniense estaba dispuesta a imponer la supremacía del Estado ático.  Así se vio en la inmediata expedición a Sicilia, donde Siracusa, al frente de las ciudades dorias, había establecido su hegemonía, decantándose por Esparta y avituallando con su trigo al Peloponeso”. /…/ “Alcibíades presionó a favor de la guerra”. /…/ “Las tropas fueron puestas abajo el mando de Alcibíades, Nicias y Lamacos.  A Alcibíades se le ordenó regresar acusado del sacrilegio de haber mutilados los Hermes y profanado los misterios de Eluisis, por lo que huyó a Esparta.”]  [4]

Alcibíades y su perro…

Un relato legendario alude a su deseo de tener un perro y a su propósito de elegir uno de los más perfectos, sin importarle el precio.  Eligió un animal con una grande cola que lo distinguía de los otros de su especie.  De acuerdo a diversos relatos trasmitidos por distintos medios desde aquella época, Alcibíades además de ser vehemente solía proceder furiosamente y hasta con crueldad.  Así fue como decidió ordenar que a su distinguido perro le cortaran la cola y cuando los caminantes atenienses lo vieron así transformado, empezaron a hablar continuamente del perro descolado

Una vez más, la estrategia de Alcibíades había resultado eficaz porque en vez de hablar sobre él y sus vaivenes -lealtades y traiciones-, todos estaban muy entretenidos elaborando conjeturas sobre el derrabado… que aparentemente no tenía nombre, como tantos hombres que han peregrinado por el planeta Tierra sólo con un sobrenombre.

Un tal “Plutarco”…

También Plutarco nacido a mediados del siglo I, recordó aquella historia de Alcibíades y su perro, de los vecinos que se distraían sin razón aparente…

Hay sido leídas algunas ediciones de sus discursos pero con mayor frecuencia se recuerdan algunos párrafos que han sido recopilados y publicados también en el siglo XX.

Releamos:

“La bebida sacia la sed, el alimento apaga el deseo de nutrirse; pero la plata y el oro no satisfacen nunca la avaricia.”

“De la misma forma que el hierro es comido por el orín, los envidiosos son consumidos por la misma pasión.”

“Deberíamos complacer más a quienes nos reprenden que a los que nos adulan; los primeros nos despiertan un sentimiento de dolor, mientras que los segundos, tratando de agradarnos, en realidad nos debilitan y nos abaten.”

“Muchas veces las nubes ensombrecen el sol y las pasiones el raciocinio.”

“Un jefe debe tener los ojos tan puros como las manos”.

“Una autoridad que se funda sobre el terror, sobre la violencia y sobre la opresión, es a un tiempo, una vergüenza y una injusticia.”

“Dulce es envejecer con el espíritu honesto, como en compañía de un buen amigo.”

“La muerte de los jóvenes constituye un naufragio; la de los viejos es un atracar en el puerto.”

“Tenemos que vivir, y no sólo que existir.”

                     (¡Algo sabía,  Plutarco!…)

Y tras estas “relecturas”, percibo impulsos de la memoria porque algunas experiencias en el siglo veinte han demostrado que se suele simular una amistad para obtener algún beneficio.  Todavía se dice “el perro es el mejor amigo del hombre”  pero ocurre con frecuencia que el hombre no es el mejor amigo del perro…

En determinadas circunstancias se afirma:

 “Cuanto más conozco al hombre más amo a mi perro.”

Queda la duda acerca de si esa persona, como proponía Sócrates, ya habría logrado aproximarse al conocimiento de sí misma; eslabón  necesario para empezar a conocer a los demás.

Hay quienes utilizan frases como si fueran verdades categóricas: “Yo siempre tuve una línea de conducta”…

Los oyentes, si algo las conocen, podrán imaginar una débil línea, sinuosa o quebrada, descendente y borrosa, mientras el hablante en su afán de “creer que es lo que no es”, la proyectará  inclinada o vertical, luminosa hacia lo alto y lo Alto, casi deslumbrante…)

Misterios de una cola perdurable…

Resulta sorprendente que aquel talentoso Plutarco, haya ocupado parte de su tiempo para hablar del perro sin nombre -¡N.N!, can no nominado y también desaparecido-; pero así suele acontecer aún a principios del tercer milenio en este planeta que gira, gira, gira… y nos mantiene pegados al suelo porque se impone la potencia de la ley de gravedad…  [5]

Es oportuno limitar esta mirada hacia la historia de la Historia de la Civilización –¿de la civilización?…-; reiterando que de acuerdo a la información de los veterinarios, cada año de los canes equivale a siete de los hombres.  En consecuencia, es admisible la afirmación de que el perro de Alcibíades murió antes que su amo, pero lo que no se ha comentado es si terminaron en la misma forma, porque al general griego algunos de sus contemporáneos decidieron asesinarlo y lo lograron.

Ecos cerca de los ríos…

Desde la lejana tierra de los griegos, es posible llegar hasta el río de la Plata -que no es tal-; navegar por el ancho y extenso río Paraná, llegar al yacimiento arqueológico existente en el lugar donde el 15 de noviembre de 1573, el vizcaíno Juan de Garay fundó la primitiva ciudad de Santa Fe, con el propósito de “abrir puertas a la tierra” y que después, acosados por los ataques de los malones y por las inundaciones decidieron empezar a trasladar en 1651, trabajo que los ocupó durante una década.  Con el mismo trazado, se instaló Santa Fe de la Vera Cruz que limita al este con el caudaloso Paraná, al oeste con el río Salado; ciudad capital de la provincia que el brigadier general Estanislao López dijo que era la Provincia Invencible; lugar donde se firmaron pactos y se sancionó la Constitución Nacional Argentina el 1º de mayo de 1853, donde se reunieron los convencionales para sucesivas reformas y por eso, reconocida como “Ciudad de las Convenciones”, “Capital legal de la República” como ha dicho el talentoso abogado, escritor, académico Gastón Gori, Pedro Raúl Marangoni.

Entre bibliotecas y periodistas…

El 4 de agosto de 1859, en la Villa del Rincón cercana a la capital santafesina, en la República Argentina; nació Domingo Guzmán hijo de doña Estefanía Silva de veintidós años (nacida el 3 de agosto de 1837-, hija de Miguel S. Silva y de Manuela Ascensión Bustos, todos rinconeros. Cuatro días después, siendo el día de San Domingo de Guzmán, fue bautizado con esos nombres en la Vice-Parroquia de esa localidad.  [6]

A fines del siglo diecinueve, “la escuela del Rincón cambiaba de maestro con frecuencia, por la escasa paga y el desánimo de ver que los niños concurrían de mala gana a la escuela. Con todo sabemos que Domingo asistió, con intermitencias, un total de 10 meses, en varios períodos.  Entre tanto ayudaba a la madre en la venta de empanadas y velas de sebo, pequeñas industrias caseras que habían hecho famosa a Doña Estefanía.”  [7]

Primero en la biblioteca del cura de ese pintoresco Rincón, después en la de su tío Ramón Silva en Santa Rosa de Calchines donde era su empleado; luego mientras dialogaba con el recién llegado entrerriano Francisco J. Echeverría que empezó a ser su amigo Pancho, el perseverante Domingo -tocayo del reconocido Faustino Valentín Domingo Quiroga Sarmiento, más conocido como Domingo Faustino Sarmiento-, casi como lo hizo el joven sanjuanino, empezó siendo maestro de analfabetos en un lugar que no era precisamente “una escuela” como se las suele imaginar sino un espacio donde se encontraban quienes querían aprender y quienes estaban dispuestos a enseñar.  También Domingo Silva como su tocayo Sarmiento, se dedicó al periodismo pero el rinconero con su amigo Pancho empezaron con ediciones manuscritas de cinco ejemplares: una para el tío Ramón porque era quien contribuía para la realización-, otra para el Juez de Paz, una para el archivo y dos que intentaban vender pero que finalmente quedaban también archivadas…

Después, Pancho empezó a trabajar en la redacción de un diario de la capital provincial, opositor al que adhería su amigo Domingo Guzmán y así fue como la amistad se fue esfumando como la neblina cuando hay más luz…  Silva era periodista y político porque desde las páginas de los diarios donde fue jefe de redacción o director, planteó disidencias y atacó con firmeza los proyectos que consideraba inútiles o discriminatorios.  Desempeñó distintos cargos públicos, fue Inspector de Escuelas en 1887; en 1890 se afilió al partido del Club del Pueblo y fue convencional constituyente a fines de esa década.  Tras los violentos enfrentamientos del invierno de 1893 que determinaron la renuncia del gobernador y la sucesión gubernamental que duró veintiún días, asumió el interventor Dr. José V. Zapata y lo nombró Inspector Extraordinario de Escuelas Privadas.  Más disidencias, más declaraciones sobre cambios necesarios, y siguió Silva con su actualización constante hasta que fue nombrado por el claustro universitario primero profesor suplente y luego titular en la cátedra de Literatura.  Culminó su trayectoria educativa como Presidente del Consejo General de Educación ya en el ocaso del siglo diecinueve, cuando tenía cuarenta años.

Distintos autores han publicado diversas aproximaciones biográficas y se recuerda que Domingo Silva, cuando el gobierno no respondía a los cambios propuestos y de insoslayable trascendencia;  utilizaba su contundente arma¡la palabra!

Así fue como siguió analizando los procesos educativos y el 29 de abril de 1894 desde el diario Unión Provincial, al enterarse de que el Consejo apuntaba a la organización de un Congreso Pedagógico -apoyado por el diario Nueva Época-, desde “un editorial” expresó:

“No hemos propiciado al Congreso Pedagógico Nacional porque carece de oportunidad, será de dudoso resultado y más que llenar necesidades reales tiende a apagar la grita pública contra el Consejo de Educación, desviando la atención general.  Es la cola del perro de Alcibíades”.

(¡Largo ha sido el discurso hasta llegar a este punto!

¿Habrá sido tan larga la cola de ese perro tan famoso?)

2004: desapareció el perro pero subsiste “la cola”…

En el diario “El Día” de España, el 27 de enero de 2004, en la sección “Criterios”, desde un sitio donde se expresaba Buenos días Florilán, se destacaba que:

“…la Historia es una maestra. Y esta historia, que tiene una antigüedad de por lo menos 24 siglos, por acotada que parezca a ese tiempo pasado, fue tan buena en su formulación que aún hablamos de ella en el mundo globalizado en que vivimos… y es más, padecemos en mucho, su influjo…

Así, las dificultades con que nos tropezamos en la historia más reciente y en la vida diaria, inducen pensamientos y prácticas simplistas -casi mágicos-, orientados a tantear nuevamente con la remanida medicina de Alcibíades y de los atenienses: truncar las colas de más perros (o sucedáneos de perros) y ver sólo perros con rabos cortos, como formas de ensombrecer el interés y la responsabilidad sobre los problemas centrales que nos aquejan.

Sin embargo, en su lugar, podemos intentar también un acción directa y efectiva en la comprensión, planteo y ejecución de alternativas de solución, en un todo en contra de los Alcibíades que nos acosan con insensateces e imprudencias explícitas o solapadas, y con falsas percepciones, supuestamente más atractivas, que prometen respuestas totalmente esquivas a ser eficaces.

A poco de repasar acontecimientos cotidianos encontramos que en verdad estamos sometidos o siendo manipulados por hechos y simbolismos que se empeñan en distraernos al influjo de trivialidades o de impactantes noticias que muestran mucho pero esconden lo esencial, de detalles que encubren el todo, de generalizaciones que silencian diferencias, de formas que velan contenidos. Y no sólo consentimos en ser pasibles de esos tejemanejes sino que también generamos esas propias ambigüedades e improlijidades; aunque en pocas oportunidades -tal vez sólo esporádicamente, en la intimidad y cuando un rayo de luz está en el cenit del entendimiento- podamos admitir que somos o muchas veces hemos sido los responsables de esta estratagema de zapa que por allí criticamos.”

En el camino hacia el conocimiento y la verdad…

Desde España, por la red de redes, llega el eco de un mensaje que es promesa de resonancia si quienes lo perciben están dispuestos a generar tal fenómeno de transformación:

Para promover la superación de los artificios iniciales de Alcibíades y perros, tres puntos pueden ser pertinentes…  (Este subrayado y los siguientes, no están en el original.)

El primer punto estaría orientado a la redefinición de las finalidades y objetivos de las instituciones en general y de las instituciones educativas en nuestro caso, en el marco de las nuevas exigencias y requerimientos que configuran su dominio y accionar, en un ambiente ecológicamente especificado.”

(Sugiero no avanzar si no se ha entendido e interpretado. Releer.)

El segundo punto tiene que ver con una revalorización de la comunicación: del lenguaje hablado, gestual y escrito. Se aboga por el bien decir en sus formas más literarias, en sus formas más serias y en sus formas más fluidas propias de la pluralidad de oportunidades que dibuja la vida de relación. Se respalda este bien decir en sus formas y también de los contenidos que le son pertinentes. No sólo saber decir es el juego sino decir inteligente y creativo, en la línea de testimonios que se muestren como reflejo del bien pensar y de buenos pensamientos creativos e inteligentes, y -en la medida en que sean apropiados- asociados a valores de tolerancia y de promoción de la diversidad aún en la defensa o consolidación de derechos propios o ajenos… La pauperización del lenguaje y de recursos alternativos esconde muchas veces la falta de ideas, la carencia de argumentos, la imposición de autoritarismos que ya se presuponían perimidos o la sumisión a ellos, falta de conocimiento o inapropiada formación, insensibilidad manifiesta hacia la calidad y sus beneficios… A poco de observar cada uno puede encontrar que parte de las publicaciones impresas encargadas de informar, parte de los presentaciones de televisión destinados a entretenimientos y las transmisiones de radio que se nos ofrece tienen, mantienen o propician ese sesgo; algunos otros con tradición de calidad más consolidada son ejemplos apropiados de rumbos comprometidos con niveles más altos y flexibles de lenguajes expresivos, formas de decir y de pensar destacados.”  /…/

“…lenguaje y vocabulario no son sólo formas o maneras más o menos correctas y pertinentes de relacionarse… son dispositivos que promueven el pensamiento y las ideas, y en este sentido la ingerencia inicial de la familia y luego de la escuela en los jerárquicos niveles de organización no pueden desconocer ni delegar su responsabilidad: enseñar a saber decir es también enseñar a saber pensar!”

(Saber decir… saber pensar… saber comunicarse…)

El tercer punto se liga a una prometedora idea… /…/

“…rescatar el profundo sentido de conocer y de saber por el conocer y el saber en sí mismos, como una aventura, como una toma de riesgos, como el hábito por correr la ignorancia un poco más y percatarse de lo que en realidad se nos está queriendo decir”…

“…encontrar que el ‘uso más importante del conocimiento es cultivar nuestra curiosidad’.”

La verdad no es patrimonio de la ciencia ni de la escuela. Pero enseñamos en la escuela que la ciencia es un conjunto de verdades… y luego seguimos pensando que ¡sí, es así!” /…/

(¿Entonces?)

“…La tarea definida consiste en que los alumnos vigilen en las clases las inconsistencias en las argumentaciones y propuestas injustificadas.

Las implicancias de esta propuesta son insospechadamente potentes. Por un lado pone en tela de juicio lo que nos dicen y aún lo que está escrito; por otro, contribuye a aceptar que el mundo es como es, con límites y regulaciones (incluidos juicios y prejuicios sociales, culturales, científicos y éticos); y por fin, que el mismo mundo puede ser cambiado si aprendemos a pensar críticamente, con mentalidad independiente que nos distancie de la sabiduría convencional y con la disposición de suficiente capacidad para cambiar lo que debe ser cambiado.”

“Apostar que las personas pueden pensar, apostar que a pesar de las crisis la gente puede ser ocurrente, aguda, ingeniosa, oportuna y sagaz en sus propuestas y apreciaciones, apostar que puede aprender el bien decir y atender al oportuno callar, que puede hacer de las diferencias un campo fértil de discusiones y de realizaciones más que de disputas estériles y fútiles, por cierto que ha de considerarse un inicio auspicioso…

¿Es posible actuar en este sentido, en ambientes y situaciones sociales difíciles y comprometidas? Respondería: sí, es posible y sí, es la escuela la que debería liderarlos, y lo diría casi más enfáticamente de lo que pueda sostenerlo con evidencias… Entiendo que las corrientes actuales de estudio de diversidad de inteligencias y de creatividad avalan este optimismo; además, puede ser una de las alternativas permitidas que tengamos habilitadas a poco que los conflictos se hagan más intensos y generalizados.

Dentro de la decepción que genera una crisis como la que estamos transcurriendo, algunos ejemplos advierten también que es posible la esperanza”…

Casi colofón…

“De todos modos, no dejo de advertir que esta página y sus referentes puedan ser un nuevo ardid o la triquiñuela solapada del mismísimo Alcibíades con su perro, distrayéndonos de lo que realmente importa para la consecución de un mundo mejor… ¡las ideas!

Por eso, ya que definitivamente casi nada es como aparece, y que casi nada es como se dice o como nos lo dicen… aventajado es pensar, discurrir es la mejor astucia…” /…/

“Pues en fin, mientras tengamos aptitud, lo mejor es, y seguirá siendo, PENSAR!!!

(En Santa Fe de la Vera Cruz, República Argentina, “hemisferio sur” del planeta tierra porque así lo han convenido los cartógrafos, ya hace dos horas que ha anochecido porque debido a la traslación elíptica alrededor del Sol, la próxima semana se reiterará otro solsticio de otoño mientras que  en el norte, celebrarán el comienzo de la primavera.

Ahora, aquí… ¡Se impone otra pausa!

Lunes, 15 de marzo de 2004 – Hora 21:24:51

Gracias por la tolerancia, hermano-compañero…

Nidia Orbea Álvarez de Fontanini.)

 

 

[1] Wells, H. G. Esquema de la Historia Universal. T. I. Buenos Aires, República Argentina, Ediciones Anaconda, 31 de marzo de 1960, p. 208.  (Versión castellana de Enrique Diez-Canedo y Ricardo Baeza.)

[2] Historia Universal.  T. 1 “De la humanidad prehistórica al Imperio Bizantino” (s. VII) . Barcelona (España), editorial Océano, 1995, p. 197. (El cuadro es obra del pintor L. Lippari, se conserva en la Galería Treves, en el grupo ubicado sobre un plano elevado -dos escalones-, está su imagen y  alrededor jóvenes y bellas mujeres…)

[3] Ibidem, p. 204-206. En el Museo del Vaticano, está el “busto de Pericles, copia de un original atribuido a Cresilas” y sobre la cabeza tiene el yelmo.  (Información en p. 196 de la Historia Universal de editorial Océano, 1995.

[4] Ibidem, p. 197-198.

[5] El titiritero poeta argentino José Bartolomé Pedroni (nacido en Gálvez, provincia de Santa Fe el 21 de septiembre de 1899 y fallecido en Mar del Plata el 4 de febrero de 1968; sepultado en el cementerio de Esperanza, la ciudad donde vivió desde 1921 desarrollando allí su fecunda obra poética, solía decir que él era “un hombre pegado al suelo.”  (Ver acerca de su trayectoria, la información disponible en este servicio de educación por el arte –SEPA-, LUGAR PARA EL SOSIEGO Y EL ASOMBRO…)

[6] Díaz Molano, Elías Ingeniero. Domingo G. Silva. Buenos Aires, Editorial Plus Ultra, Colección Los Argentinos, p .22.

[7] Ob. cit. Páginas 23-24

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