- Acta Uno.
- Líder
- Vida diferente.
- Adelante.
- Mi locura.
- Abstracción.
- Tu vuelo.
- Con amor.
- A Jorgelina D. L.
- Sin opción.
- Mis hijos.
- A Mami.
- Tiempos.
- Rosa y pimpollo.
- A pesar de las distancias.
- Pasado y presente.
- Confidencia.
DE MIS RAÍCES…
Portada en el original:
Fotografía “Lunamar” Alberto Birri.
Río Gallegos (Santa Cruz)
República Argentina.
De mis raíces me he nutrido
y a vivir he aprendido
de cara al Cielo y a la Cruz…
porque así, libre me he sentido
para llegar hasta ti,
lector amigo.
A veces las personas hablan por hablar
y otras veces, hablan por su corazón.
Lo importante es saber
que las personas que te quieren,
sólo entenderán el mensaje de tu corazón.
Gustavo José María Fontanini Orbea.
Sauce Viejo, 16 de enero de 1981.
DE MIS RAÍCES.
1. Soy.
Soy agua…
cambio las apariencias
constantemente.
Soy hielo
cuando el dolor me paraliza.
Soy nube
cuando sueño despierta.
Soy llovizna
cuando se agota el agua en mi Jardín.
Soy granizo
cuando desato mi paciencia.
Soy moléculas de hidrógeno y de oxígeno
cuando respiro y vivo.
Soy sudor
cuando elimino la fatiga evaporada.
Soy lágrima
cuando me oprimen las ausencias.
Soy arroyo
para que jueguen alegres mis nietos.
Soy río
para que naveguen seguros mis hijos.
Soy océano
para albergar el color del misterio.
Soy témpano a la deriva
esperando llegar al Faro
donde me espera Tu Brújula Divina.
20 de enero de 1985
Hora 18.
2. A España.
No he recorrido tus calles, ni visité tus campiñas,
pero cuando cierro mis ojos y vuelo con mis sueños,
siento la fresca sombra de los manzanos en mi cuerpo.
y parecen espinas del fructífero castaño
las que hienden mi piel, sensitiva y altiva.
Es que aún tengo vivos mis recuerdos de niña,
los cuentos de mi abuela, realidades, no ensueños;
y percibo todavía el ruido del molino,
el canto de la acequia rebordeando el camino,
y siento un gusto dulce, de panal absorbido,
en una calle angosta, que yo sola he tendido.
Algún día… quizás no más materia,
mi espíritu libre llegará hasta tus costas,
trepará hasta las cumbres por tus suaves colinas
y besará en silencio “el polvo de los polvos”
allí donde tú estés, España… como ayer,
raíz de mi existir y clamor de mi sentir.
Aún estarán vivos mis recuerdos de niña,
y no será una calle, sino un puente,
aquel que yo habré tendido.
Andaré por tus nuevos caminos,
temblorosa… como un niño perdido,
siendo entonces, tan solo, un mudo testigo.
3. Santa Fe de la Vera Cruz, mi ciudad
Yo te contemplo en esta siesta otoñal
y te veo como antes silenciosa…
mas no hay vestigios de tus casas de adobe,
ni queda lumbre de aquel viejo candil.
Besa tus costas donde echan raíces
el timbó, el ceibo y el laurel;
el caudaloso Paraná, tu río amante,
mudo testigo de tu crecer incesante.
La fina lluvia borra matices,
pero yo advierto que te elevaste,
y que las cúpulas majestuosas de las iglesias
que en ti lucían,
se han eclipsado con nuevas torres edificadas,
que te perfilan ya más moderna,
aunque conserves íntimamente,
aún intactas, las más valiosas: tus tradiciones…
que son los himnos de tu cultura;
canto de un pueblo noble y creador
nacido por la gracia y el valor
del hispánico Garay, tu ilustre fundador.
(Tres poemas seleccionados y editados en
Antología Poética Platense – Núcleo Literario Platense,
con prólogo de Osvaldo Oscar Ottaviano Ortiz.
“Medalla de Plata a la Producción Literaria”
Presidenta: Gloria de Rubbi. 13-11-1982.) [1]
DE MIS IDEALES…
4. Acta Uno.
Homenaje a Hugo Gola
y a Hugo Mandón.
Te rechazo con dolor
por ser testigo de un tiempo
cargado de odios e infamia.
Hoy que miro alrededor,
con estupor te contemplo
y lamentos las ausencias.
Compromiso hecho de ardor,
gran pasión y pensamiento.
Ilusión en tu conciencia.
Inocencia,
ilusión,
pensamiento,
pasión…
Han burlado a los libres
para hacerlos esclavos,
o huir…
o morir.
Infamia hecha ardor
y un futuro soñado,
que hoy,
exiliado te halló
a pesar de la libertad,
de la gloria
y del honor,
que tú cantas ACTA UNO,
con tanta unción.
5. Líder
Yo he sufrido un dolor
más grande que el de saberte
hoy ¡muerto!
en este día primero de julio.
Fue el saberte genio
y traicionado.
en el cincuenta y cinco,
cuando en desborde vital
quemaste etapas para Argentina Nueva
como tú la llamabas.
Fuiste burlado en tu honradez,
tu dignidad, tu patriotismo.
Yo he sufrido un dolor
más grande que el de saberte
hoy ¡muerto!…
Cuanto te vi negado
por los que un día te siguieron,
por los que sólo se llamaron tuyos
pero que nunca lo fueron.
Ése fue mi más grande dolor,
verte como a Jesús
con Judas a su lado.
Esta ausencia tuya en el setenta y cuatro,
callará mi voz y ahoga mi garganta.
¡Cuántos te vieron pasar
sin darse cuenta del genio!
¡Que los perdone Dios!
Tú ya tienes el premio:
serás inmortal por tu doctrina,
porque amaste la justicia y
ha sido tu obra, promesa de paz…
6. Vida diferente
La rutina vence al hombre,
es agobiante.
El trabajo en sí mismo,
es gratificante.
Te invito a que intentes hacer
un proyecto de vida
di – fe – ren – te.
Nomás rutina,
utiliza tus horas como un duende.
Ellas te pertenecen,
no eres su esclavo.
Haz de cada segundo
tu sueño inesperado;
verás crecer muy pronto tu proyecto.
El modo de vivir que has descubierto,
me tiene a mí por dueña,
y es un acierto,
porque viviendo así, feliz me siento.
06-10-1980
7. Adelante
Pisa fuerte, y ¡adelante!
no te deprima la gente,
que en este mundo indolente,
hay que ser muy exigente.
Pisa fuerte, y ¡adelante!
que cuando tu voz levantes,
la veas como un baluarte
y tu mirada agigantes.
Pisa fuerte, y ¡adelante!
El tiempo se agota pronto,
no sea que a ti te encuentre
abandonada… y ausente.
Octubre de 1980.
8. Mi locura
Locura ésta mía
la de pasarme las horas
jugando contigo “PALABRA”.
Invitando a todas tus hermanas
y haciendo versos multicolores:
grises si estoy triste,
amarillos si estoy radiante,
rojos… encendidos de pasión.
Blancos, puros… si le canto al AMOR.
Locura mía
la de vestirte y desnudarte
si eres pudor… o eres dolor.
Locura mía
la de saberte mi fiel amiga…
que ya de eso estoy convencida
porque tú, nunca pides, sólo te das.
Y en mi cuarto… o en una esquina,
vibras en mi alma enternecida,
cuando palpita otra emoción,
que contigo, es siempre compartida.
¡PALABRA!
no es que haya enloquecido
sino que a VIVIR he aprendido
con algún diálogo,
con mucho amor,
con mis versos callados;
que algún día volarán,
cuando te crezcan las alas:
¡PALABRA!… Locura mía.
26-12-1980. [2]
9. Abstracción
Me reservo este gesto
de poderte enseñar
que no siempre se resta,
es cuestión de PENSAR.
Con A, aprendí a amar,
con B, a besar,
con C, a compartir,
que no es dividir.
Es MULTIPLICAR
la alegría de dar.
Éste es mi ABC
que te quiero enseñar,
que no siempre se resta,
es cuestión de PENSAR.
Invierno de 1980.
10. Tu vuelo
No imites a las gaviotas
sobre las aguas azules
buscando sólo la presa.
Intenta igualar su vuelo
para alcanzar otro cielo,
donde halles con pureza
reflejada tu silueta.
Abre tus alas hermosas
y convierte a las mañanas
con perfume a flor y mieles,
en una radiante estela.
Que alcances a las estrellas,
y mirando tu nobleza,
canten por ti las calandrias
que irán siguiendo tu huella.
No imites a las gaviotas
sobre las aguas azules
buscando sólo la presa.
Vive tu vida con ALTEZA.
Bariloche (Río Negro) – 1978.
11. Con amor.
Vas creciendo y aprendiendo
que el AMOR… es para dos,
y de Dios, para todos,
o mejor aún,
de TODOS para TODOS.
Que el amor es altruismo,
y no vano egoísmo.
Que mucho enriquece, asimismo,
a ti misma.
Que el amor hay que darlo,
pero también guardarlo
para así valorarlo y cuidarlo.
Vas creciendo y aprendiendo
que hay que amar a Dios,
a ti misma y a todos,
con mucha devoción,
para hacer la GRAN CIVILIZACIÓN…
la que ha de ser: DEL AMOR.
30-09-1980.
12. A Jorgelina D. L.
Jamás arrojes la primera piedra
O te alegres vanamente
Riendo o burlando.
Gánate con justicia
El derecho a la vida.
Lejos de las calumnias.
Intacta tu alma,
No te arrepentirás de tu prudencia.
Antes, merecerás mucha indulgencia.
27-07-1980.
13. Sin opción.
Deja las armas de guerra
sepultadas para siempre,
y ármate con coraje
para cambiar tu linaje.
Si no quieres ser esclavo,
comienza siendo tú libre
que si en el arma descansas
o para ella tú sirves…
lejos estás de ser libre
¡oh, hermano!… eres esclavo.
Ella será así tu dueña,
tú serás su servidor
que si matas… ¿quién te libra
de tan profundo dolor?
Busca llegar a las almas
para sembrar con pasión,
siendo ejemplo cotidiano
de trabajo y de tesón.
Nunca te inclines humillado;
alza tu canto con valor
y aprende que a este mundo injusto,
sólo lo salvará el AMOR.
Prefiere cargar tu cruz
y seguir al peregrino,
antes que vivir cercado
de ambiciones y poder;
que si eliges ser el rey
ya eres esclavo del reino.
Deja las armas de guerra
sepultadas para siempre.
Sólo serás libre… ¡LIBRE!
si tienes PAZ INTERIOR.
Ármate ya con coraje
para cambiar tu linaje:
¡No más esclavo salvaje!…
Vencerás, SEMBRANDO AMOR.
(Integra “Tríptico II – Homenaje a la Palabra.
Presentado con auspicios de la Subsecretaría
de Cultura de la Provincia de Santa Fe,
el Subsecretario: Dr. Jorge Guillén.
22 de diciembre de 1983.
Museo “Rosa Galisteo de Rodríguez”.
4 de Enero 1510 – Santa Fe.)
DE MIS LAZOS…
14. Mis hijos.
No son mis ataduras,
sino que son mis lazos;
los vínculos sublimes
que me obligan a andar
aunque tenga agobiada
mi cabeza pensante
y no encuentre ya alivio
en mi bravo luchar.
Son mis hijos amados
cual nudo imperceptible
que trae paz… gran sosiego,
en medio de la tempestad,
cuando todas las cosas
parecieran hundirse
en un mundo cambiante,
tan lleno de ansiedad.
Ellos son, ¡sí!… mis lazos,
entre el ayer y el hoy;
y cuando arrecia el viento
en el amanecer,
ellos se hacen bandera
y flameando al unísono al tope de mi cielo,
callados, nuevamente…
me señalan la ruta
de mi lento CAMINAR.
Seleccionado e incluido en
“Antología Poética Platense”
Núcleo Literario Platense
La Plata, noviembre de 1982.
15. A Mami.
Que la paleta con que pintes
tus últimos años,
tenga todos los colores de arco iris.
No quiero imaginarte
en ocres o en grises,
gastados por el tiempo
…o el dolor.
Yo aprendí de ti
a renacer con ESPERANZAS..
Necesito de ti.
Quiero verte brillante.
Haz como el buen pintor,
sigue con tus matices
¡ADELANTE!…
18-10-1980
Día de la Madre.
16. Tiempos.
Hace muchos años
que firmamos las tradicionales actas
que nos declararon
marido y mujer.
Hace muchos años
Sólo firmamos un acta.
Hace, ¡sólo Dios lo sabe!
¿cuántos?
somos marido y mujer.
Todo ha dependido de SU PLAN.
05-02-75 [3]
17. Rosa y pimpollo.
Te he visto roja,
roja encarnada.
Te he visto amarilla y roja.
Suspiro…
y mi alma se sonroja.
Te he visto roja
como el atardecer que espero.
Te veo hermosa,
como una bella mujer,
¡oh, rosa!…
Te veo delicada,
miro a tu lado
y me parece ver a mi hijo amado.
Rosa, pimpollo… flor.
Amanecer, atardecer.
Mujer… hijo tan esperado.
Invierno de 1980.
18. A pesar de las distancias.
Caminar sobre los frágiles tréboles…
Acariciar las rugosas cortezas de los ceibos,
buscarte en el espacio infinito
donde reinan los pájaros
y sus trinos parecen una plegaria.
Ahogarme en un llanto sin lágrimas,
mirar el cielo…
y convencerme que es lo único
que aún queda, idéntico
a otros veranos cargados de frutos,
de los más admirables:
los de nuestras vidas compartidas,
que por el poder de Dios,
llegarán a ser eternas
a pesar de las distancias.
……………………………………………………………….
Volver a caminar sobre los tréboles,
a acariciar las cortezas de los ceibos,
y buscarte en el espacio infinito.
¡Por fin, hallarte!
a pesar de las distancias.
En el refugio “Los Amores” ,
en “Las Delicias” de Sauce Viejo.
18 de febrero de 1978.
19. Pasado y presente.
Yo tuve un tiempo solitario,
un tiempo joven…
envuelto en gentes, y proletario.
Cada minuto de cada día
calaba hondo
en mi alma, tan desvalida.
Sin primaveras, no hubo veranos
y otoños fríos,
me atraparon y marchitaron.
Pero quedaron mis esperanzas
juntito al surco,
para regarlas con tus silencios.
O cuando acaso te sobre el tiempo,
tomar mis sueños
y despertarlos con muchos besos.
Poquito a poco fui aprendiendo
a no estar sola,
a hablarle al viento que raudo corre.
Y palpitante murmullo de hojas,
me hizo coros,
para contarte mis desventuras.
En las mañanas de sol radiante,
corrí a la calle
y volví a casa para esperarte.
Los mediodías nos separaban
pero en la mesa..
tú, mi presencia siempre encontrabas.
Cuando anochece… y calma el viento,
tú traes silencios,
y un gran monólogo, ya presiento.
Poquito a apoco fui aprendiendo
a no estar sola
a hablarle al viento que raudo corre.
El viento sabe de mi alma en pena
y hoy me ha devuelto
un bello canto: tu pensamiento.
Primavera de 1980.
(Incluido en Selección “Prosa y Poesía’81”.
Rosario, noviembre de 1981.)
20. Confidencia.
Caminarás sin darte cuenta, solo;
Enredándote en tus sueños.
Jugaste a ser, de todo, el dueño;
mas eso, mi bien, te duró poco.
Olvidaste mis propuestas,
me dejaste olvidada…
y con cerrojos invisibles
clausuraste mil puertas importantes.
Caminando solo,
no alcanzaste a ver,
que allí, atrapada quedé,
y sin ventanas.
Poco a poco,
de tu voz me olvidé,
tu presencia no esperé ,
…y junto con mi amor,
lentamente… lentamente…
AGONICÉ.
Abril de 1980.
21. Advertencia.
No llores el día
en que despidas su cuerpo.
Sigue raudo con tu pisa
buscando lo que te falta,
perdiendo lo que tuviste.
No la llores,
amante ausente e ingrato.
Cuidaste mucho su cuerpo
y te olvidaste de su alma.
Sigue raudo con tu prisa,
¡si pusieras cuánto hace
que vives con una muerta!…
No la llores, insensato.
Su alma vaga hace tiempo
y ronda siempre tu mente.
Cuidaste mucho su cuerpo,
ella te entregó toda su alma.
Mas, tú, raudo con tu prisa
hasta de eso te olvidas.
¡Cuidaste mucho su cuerpo
y te olvidaste de su alma!.
Noviembre de 1980.
22. Soliloquio.
Ya no habrá más escritos,
por largo tiempo.
Para escribir es necesario
pensar profundamente
y desde hoy,
me costará mucho volver a encontrar
el sentimiento junto a la palabra.
Leí contigo alguna de estas cosas,
tú crees que es absurdo e imaginería,
que los verdaderos problemas
son tan solo aquellos que tú vez,
y aquellos que crean unos pocos;
los que viven el hoy
sin detenerse como nosotros
a proponer un mañana de paz.
……………………………………………………….
Algún día Dios te iluminará
para ver la verdadera LUZ
y ya no habrá oscuros caminos.
Tal vez no esté mi voz,
y menos aún, mis escritos,
pero habrás sepultado tus absurdos
y pensarás en mí, con alegría,
porque supe hablarte bien,
casi todos los días.
13-05-1975.
23. A Ninfa.
A Ninfa Pajón, exiliada en Tenerife…
Percibo tu presencia,
tu voz y tu mirada;
el eco de tus versos
hablando de imposibles,
abrigando temores,
jugando con mil estrellas
o perlas multicolores.
Soñando con tu niño
como el mejor Destino,
volando con tus alas,
como las golondrinas
que son libres…
y emigran.
Tu mensaje me envuelve
como largas serpentinas de colores
que de pronto, me ahogan.
El espejo de mi conciencia
me entrega una máscara grotesca,
con ojos lacrimosos,
y en mis labios, un rictus de dolor.
Me siento un mísero payaso
en un gran Corso,
sin música,
sin estrellas,
ni serpentinas,
ni color.
Me veo toda gris,
y me horroriza mi miseria.
¿Será gris el color
de la Nada y del Miedo?
¡Señor!
Tú siempre me despiertas.
Despiértala a Ninfa y dile:
¡No eres pobre!, pero deja de soñar.
Abrázate a tu niño,
son pocos los que saben AMAR,
menos aún los que saben perdonar
y somos muchos…
los que nunca te vamos a olvidar.
24. Al Doctor Osvaldo Fayó.
¡Qué fácil aprendía
con tu gran claridad
y gesto recatado
allá en mi juventud!
Si tuve la osadía
de buscar la verdad,
fue midiendo el pasado
y tu bella actitud.
Fuiste maestro un día
cantando ¡Libertad!
Tu ejemplo no olvidado,
me llena de virtud.
Viví la alegría
de medir tu lealtad,
tu paso tan pausado…
con mucho de inquietud.
Por eso yo quisiera
hacerte un pedestal,
y si fuera acabado,
grabarte:
Claridad,
Lealtad,
Verdad.
Juventud,
inquietud,
virtuosa actitud.
25. Materia ardiente.
Me he sentido como si fuera un árbol,
prisioneras mis raíces en la tierra;
mi piel suave como el tallo joven,
débil para vencer los vientos de la noche.
Creciendo me fui tornando
fuerte cual la corteza del ceibo o del lapacho,
altas las amas, buscando al cielo azul
o a la nube borrascosa presagio de tormenta.
Con los límpidos cielos y los vientos bravíos,
Aprendí a acunarme sin temer a la vida.
Si algún ciclón malvado, mi cuerpo mutiló,
Confié en el brote nuevo y el brote, así nació.
Cuando perdí mis hojas y mudé mi color,
comprendí que la savia, se secó en mi interior;
pero aún quedé erguida,
sin mueca del profundo dolor.
Algún caminante, tal vez, me contemplará
y en el bosque verde que callada habito,
se sentirá tentado por derribarme,
hachar mis ramas y atarlas en un haz.
Ven pronto, caminante, toma tu hacha,
golpéame con fuerza para pronto acabar
con esta triste instancia de ser sólo una imagen
del esplendor pasado y la muerte tenaz.
Fui cual árbol para alegrar con esperanzas nuevas,
a quienes compartían el milagro vital,
que es cada temporada primaveral.
Haz conmigo una cuna o una hamaca.
Fui como el árbol para servir de apoyo callado
al labriego y al pensador cansado.
Hay entonces conmigo, leñador esperado,
una hoguera… y siéntate a mi lado.
Si me he sentido árbol,
ha sido porque tuve raíces profundas,
follaje y esperanzas echadas a mil vientos
y tuve sobre todo, deseos de ser fuego.
No el fuego que ruin mata tejidos y materia,
sino el fuego que templa la forja del herrero,
que ayuda a la experiencia para la nueva ciencia,
que invita a hacer la ronda… y a dialogar muy quedo.
Llévame entre tus brazos… deja pasar el tiempo.
Cuando esté seca… seca… tú oirás mi crepitar,
pero en los mil chirridos, ya no más ser
simplemente materia, también pronta a desaparecer.
Desde “Los Amores”
en “Las Delicias” de Sauce Viejo.
Enero de 1981.
26. Instante final.
Yo te presiento
con un rumor de caracolas
que misteriosamente te acercas y te alejas,
como una sombra lánguida
en un atardecer inesperado,
como un fantasma en mis trágicos sueños.
y me cubro los ojos con imágenes lejanas,
y lleno mis oídos con el canto de mis seres amados,
y ahueco mis manos para pedirte piedad,
que aún es pronto ¡déjame vibrar! . . .
que aún tengo mucho
por HACER y por DAR.
Incluido en “Palabras para compartir 4.”
SEPA (Servicio de Educación por el Arte)
Octubre de 1990.
27. Si me fuera…
No llores, hija.
Yo seré luz y viento
que rozará tu cuerpo.
Yo viviré en tu vida
y seguiré en tus sueños.
Deja que tus lágrimas
sean sólo cual rocío
que suave besa las rosas
en un mundo tan río.
Si lo eterno fuese mío,
desde allí te admiraré,
y más aún, te bendeciré.
¡Déjame que ría
con tu loca risa!
¡Déjame que ayude
con tus manos buenas!
¡Vive… VIVE, hija amada!
… y en cada mañana,
yo seré la fuerza
en tu alma acongojada.
Verano de 1980.
(Seudónimo: Aurora de Mayo.
Porque en el margen de la partida
de nacimiento omitieron Nidia…
Mayo, porque nací el 24-05-1932.)
* * * * * * * * * *
[1] Diario El Día. La Plata (provincia de Buenos Aires), martes 9 de noviembre de 1982, página 5. El acto se realizó el 13 de noviembre “en la sede del Club Español -calle 6 Nº 1030-” con la presencia del presidente de esa institución, don José Corbalán; Juan Bautista Devoto, vicepresidente de la SADE (Sociedad Argentina de Escritores); la pintora santafesina Norma Catinot de Guastavino… / Gloria Rubbi, Presidenta del Núcleo Literario Platense selección para esa edición e incluyó, seis poemas de “la escritora y gran amiga Nidia O. de Fontanini” y al entregarle la medalla de plata le pidió que leyera el poema “A España” que simboliza algunas señales y claves dejadas por la Abuela Teodora Ramos de Álvarez, ¡Tioco!…
[2] Poema incluido en el conjunto titulado “Canto íntimo” de Nidia Orbea de Fontanini, incluye catorce poemas (p. 227-248), en el libro titulado Selección “Poesía y Prosa ‘81”, edición de la Asociación Literaria “Nosotras” de Rosario (provincia de Santa Fe, República Argentina), presidida por la maestra y escritora señora Febe Cúccari de Ellena. Presentado en diciembre de 1981 en la sede del Club Español (Rioja 1050, Rosario), lugar donde ese grupo se reúne para elaborar y desarrollar sus proyectos. Tras las palabras de presentación de Alex Rodríguez Bonel, asesora literaria de “Nosotras” que ese año celebró el 45º aniversario de su creación; en la novena página comienza el prólogo escrito por el crítico Prof. Eugenio Castelli: “Al aceptar escribir estas líneas, como breve prólogo al presente libro, lo hice conciente de que me encontraba ante la expresión de uno de los más importantes aportes que en este momento es deseable esperar de las instituciones que trabajan por la cultura: dar posibilidad de expresión y perdurabilidad en la página impresa a diversas voces creadoras de nuestra literatura santafesina actual, generalmente tan huérfano de apoyo por la ausencia de una industria editorial propia.” /…/ “…no se trata, específicamente, de una ‘antología de la literatura santafesina, lo que implicaría una previa selección entre cuanto se esté escribiendo en el ámbito de la ciudad; se trata más bien, de una convergencia de intereses expresivos”…
[3] Con Eduardo Rodolfo Fontanini Doval, nacido el 1º de septiembre de 1926, hijo de Carlos Ferdinando y de Teresa María Doval Keller, firmamos el acta el 05 de febrero de 1954 casi al mediodía, en el Registro Civil de la Sec. 1ª de la capital santafesina. El 6 de febrero a las 21, ceremonia de bendición del matrimonio en la Iglesia de Nuestra Sra. del Carmen, San Martín esquina La Rioja, Monseñor Antonio Biaggoni.