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Fernando Dentesano – Maestro santafesino, legislador, filantropo…

29-06-1881: nacimiento de Fernando Dentesano.

Señales para la biografía de un educador, un legislador.

1920:Senador representante del Departamento Castellanos.

27-03-1920: elección de autoridades en el Senado.

Postergación de la Asamblea.

18-05-1920  Renuncia del senador Juan Cepeda y conflictos.

Denuncias por irregularidades.

1921: Huelga de maestros – Discriminación – Quórum.

Rechazo a las huelgas.

Exaltados en las calles.

Banco Escolar de la Provincia.

Maestras, escuelas rurales.

1924: Subsidio a familiares del Escribano Fernando Dentesano.

22-12-1933 – Educador por el arte de vivir y convivir.

El filántropo.

29-06-1881: nacimiento de Fernando Dentesano.

Maestro, legislador  y filántropo: ¡educador por el arte de vivir y convivir!

 

Fernando Dentesano nació en Santa Fe el 29 de junio de 1881 y falleció en Rafaela el 8 de abril de 1923.  Hijo de inmigrantes italianos que partieron de Udine y llegaron a la Argentina para instalarse en la Colonia de la Esperanza, territorio de la provincia de Santa Fe.  Fue maestro en San Carlos Centro y en Sunchales, desempeñándose desde 1904 como Director de la escuela. En esa localidad instaló la primera imprenta y publicó el primer periódico: “El eco del Oeste”.

 

Reitero lo que escribí en Aproximación a Sunchales:

“…en 1904 se produjo otro hecho notable: en la dirección de la escuela se habían sucedido tres españoles Juan de Orellana, Juan Cruz y Joya y Javier Gramajo hasta que ese año fue designado el maestro normal nacional argentino don Fernando Dentesano, quien se desempeñó hasta el año 1910”…[1]

 

Mediante la donación de tierras logró la construcción del edificio de la Escuela “Florentino Ameghino” de Sunchales.  Luego fue trasladado por breve tiempo a San Lorenzo y después, nombrado Inspector Seccional con asiento en Rafaela.

Fernando Dentesano elaboró los Planes de Estudios 1912-1913 teniendo en cuenta la importancia de la educación por el arte e incluyó diversos enfoques tendientes a integrar expresiones musicales y de artes plásticas.

Impulsó la formación de sociedades protectoras de escuelas con el propósito de promover y afianzar los vínculos entre la escuela y los hogares.  [2]

Organizó cursos de preceptores y de subpreceptores en escuelas de la provincia de Santa Fe y que luego derivaron en la Escuela Provincial de Rafaela.

Integró el Concejo Deliberante de la Municipalidad de Rafaela (1916-1918) y en 1917 obtuvo el título de Escribano Público.

Fundó el diario La Opinión de Rafaela. Fue electo Senador Provincial representando al Departamento Castellanos en 1920.

En 1922 logró la sanción de la ley que estableció el escalafón para los maestros santafesinos.

Señales para la biografía de un educador, un legislador…

En Sunchales, en 1904 se produjo otro hecho notable: en la dirección de la escuela se habían sucedido tres españoles Juan de Orellana, Juan Cruz y Joya y Javier Gramajo hasta que ese año fue designado el maestro normal nacional argentino don Fernando Dentesano, quien se desempeñó hasta el año 1910. Fernando Dentesano, descendía de inmigrantes italianos colonizadores de Esperanza, nació en Santa Fe el 29 de junio de 1881, ejerció la docencia en San Carlos y en Sunchales “con el cargo de director de Escuela”.

1920:Senador representante del Departamento Castellanos.

En la sesión preparatoria del 27 de marzo de 1920 presidida por el senador Dr. Gerardo Costanti, se consideró el despacho en mayoría de la Comisión de Poderes de la Cámara de Senadores -senadores Dalmiro L. Videla (San Justo) y Nicolás Habegger (Gral. Obligado)-, aprobando los diplomas de los electos el 1º de febrero de ese año, correspondientes a Dr. Carlos Paganini (Rosario), Sr. Fernando Dentesano (Castellanos), Dr. Luis M. Mattos (Caseros), Juan M. Bullo (San Cristóbal), señor Eugenio Dutruel (9 de Julio) y señor Melitón Gómez (San Jerónimo), quien había obtenido 2410 votos mientras el señor Manuel Díaz Etchevere obtuvo 250 votos menos.  El senador Ricardo D. Murray (Belgrano) presentó un despacho en minoría disponiendo la anulación de la elección en ese departamento.  El senador electo Carlos Paganini destacó que desde el Colegio Electoral se habían puesto en evidencia “las enormidades que se han cometido en el acto electoral de San Jerónimo, mostrando la actuación de los representantes de las autoridades provinciales en aquel departamento, y haciendo ver a todo el país -porque todo el país ha escuchado la palabra del tribuno-, los medios empleados por el partido nacionalista para obtener el triunfo”:  En un extenso discurso describió los procedimientos fraudulentos y de presión política que se habían registrado en distintas localidades. En Gálvez un militante en el partido radical disidente, acompañado de personas reconocidas por sus apodos -Moscabrava, Comegente; El Potrillo, Bandera Negra, El Sapo- a pesar de la denuncia ante la policía, continuaron con sus atropellos “de manera más descarada y vandálica”.  El “jefe de la estación del Ferrocarril Central Argentino, señor Argüello, había sido trasladado a Venado Tuerto y volvió a su antigua residencia” el día anterior, “con el pretexto de enfermedades de familia” con el propósito de “acompañar a sus adeptos del ferrocarril en la campaña de presión y coacción de los demás empleados de la dependencia”.  Censuró el electo senador Paganini, que “el subcomisario de la Defensa Agrícola” participara “amenazando a los colonos con que les iba a quemar sus parvas si no daban su voto por el partido radical”.  Advirtió que en Gálvez “se constituyeron garitos en un prostíbulo” y allí “se les quitaban las libretas a los dudosos” y este mismo “Albarenque, en Irigoyen, atropelló al comité demócrata a tiros, a los gritos de ‘Viva Mosca y viva el partido radical’.  A 43 hijos de colonos les fueron quitadas sus libretas…”  Destacó el legislador electo en que “un comisario dirigió “jugadas de taba y de cholón, cobrando la coima y dedicando su producido a la compra de libretas”.  Luego defendió su posición el electo Melitón Gómez, denunciando a los demócratas por compras similares, pagando “de cinco hasta veinte pesos cada uno, con el propósito de privarnos de algunos votos a los radicales pobres”; denunció que en algunas localidades la policía fue cómplice para lograr ese fin e insistió en que los comités radicales se sostenían con recursos propios.  La votación a favor del despacho de la mayoría permitió la incorporación del senador Gómez, quien integró la comisión de Presupuesto y Cuentas de esa Cámara.  En la edición de diarios de sesiones de 1920 consta que fueron presidente protémpore don Melitón Gómez y vicepresidente pro-témpore don Román J. Argenti; que los departamentos San Javier y Constitución carecen de representación por no haberse considerado las elecciones respectivas.

(El senador Gómez, en la sesión del 11 de junio de 1920 presidida por el vicegobernador Mendieta, promovió “una aclaración respecto de la discusión producida con motivo del tratamiento de su diploma” en la citada sesión preparatoria.  Ratificó sus manifestaciones acerca de “las causas por las cuales la Liga del Sur no triunfó en San Jerónimo” y presentó una carta que no fue reconocida como válida por el senador Mattos -liguista, del partido demócrata progresista-, originándose un breve debate hasta que el senador Caminos pidió que se levante la sesión y el senador Costanti manifestó que estaba completamente terminado ese asunto.)

27-03-1920: elección de autoridades en el Senado…

En la elección de autoridades para el período ordinario, realizada el 27 de marzo, resultaron electos presidente pro témpore el senador Juan Cepeda, vicepresidente el senador Francisco B. Caminos -quien había renunciado en forma indeclinable- y en consecuencia fue electo para ese cargo el senador Dr. Gerardo Costanti, quien ocupaba “una banca en el Congreso Nacional” y de acuerdo a manifestaciones del senador Paganini, “eso no significa en absoluto un impedimento para que el señor senador por San Lorenzo siga desempeñando como hasta ahora sus funciones de senador por ese departamento ante la legislatura de la provincia y el cargo de vicepresidente del honorable senado, porque hay antecedentes de que ambos cargos han sido desempeñados simultáneamente”.  Ese criterio determinó que con mayoría en la votación se rechazara la renuncia.  Inmediatamente juraron las autoridades electas para presidir la Cámara y se levantó la sesión.

Postergación de la Asamblea…

El 23 de abril debió realizarse la sesión de Asamblea conforme lo establecía la Constitución provincial y fue postergada para el viernes 30, oportunidad en la que se reunieron trece senadores y veinticuatro diputados, con la presidencia del senador Costanti.  El P.E. había remitido un mensaje escrito y cuando el presidente indicó su lectura, el senador Ortiz Grognet propuso que se entregara “un ejemplar a cada uno de los legisladores” considerándose “inaugurado el presente período de sesiones”, iniciativa que fue aprobada y ratificada después de la lectura del decreto respectivo que había sido redactado por Secretaría de la Cámara.  Quince minutos después comenzó la primera sesión ordinaria, se designaron los miembros de comisiones y se acordó continuar con las sesiones los días viernes por la tarde y noche y sábado por la mañana y la tarde.

18-05-1920  Renuncia del senador Juan Cepeda y conflictos…

El presidente pro témpore Juan Cepeda, presentó a la Cámara su renuncia el 18 de mayo de ese año porque asumió la Jefatura Política de Rosario.  Como indicó el senador Costanti en la sesión del 4 de junio presidida por el vicegobernador don Clorindo Mendieta, esa nota era “una atención de parte de él” porque existía incompatibilidad y de hecho cesaba como senador.

En la misma sesión se consideró la nota que el 3 de junio envió Alcides Greca desde Rosario por cuanto transcurría “el tercer año desde el día en que los ciudadanos del departamento San Javier concurrieron a los comicios para designar un senador” sin que la Cámara “se haya pronunciado sobre la validez de dicho acto”.

El senador Costanti reconoció que era una “situación anómala” y propuso que la Comisión de Poderes estudiara “el caso” y convocara a todos los ciudadanos que pudieran aportar información, incluyendo al “doctor Greca, para que pueda así con todos los elementos de juicio necesarios producir su despacho”.

A principios de junio se aprobó definitivamente el proyecto concediendo licencia al gobernador de la Provincia.  En la sesión del 11 de junio el senador Nicolás Habegger insistió en la necesidad de que la cámara convocara a una sesión “a la que podría invitarse a los candidatos para que verbalmente expongan sus protestas y defiendan sus derechos” e indicó que podría ser en la próxima reunión.  Varios legisladores se opusieron porque tenía que expedirse la Comisión de Poderes y se aprobó una moción recomendándole que “se expidiera por escrito” de modo que cada legislador disponga de un ejemplar del dictamen para estudiar sus fundamentos y poder debatir ese postergado asunto.

Quince días después, se consideró el dictamen de la Comisión de Poderes relativos a la elección de senador aquella elección del 3 de febrero de 1918, rechazándose el diploma presentado por el Dr. Diógenes Antille, firmando en disidencia del senador Ramón Argenti.

Denuncias por irregularidades…

Los doctores Alcides y Alejandro Greca habían denunciado irregularidades en varias mesas, por la intervención de la policía en los actos comiciales.  Hubo un prolongado debate con frecuente intervención del senador Caminos, quien se sumó al rechazo del dictamen de la mayoría que había concretado el senador Argenti al suscribir su disidencia.

Se dispuso la designación de una Comisión de tres senadores para que se trasladen a ese departamento para presenciar la futura elección y así “poder informar sobre la legalidad o ilegalidad de ella”.  Nombrado el senador Fernando Dentesano, planteó su renuncia indeclinable, por las mismas razones declinó el cargo el senador Melitón Gómez, integrándose finalmente con los senadores Mattos, Carlen y Videla.

1921: Huelga de maestros – Discriminación – Quórum…

Durante la sesión del 20 de mayo de 1921 en la Cámara de Senadores presidida por el Dr. Agustín Gatti el senador Enzo Bordabehere insistió en la necesidad de mantener el quórum para poder sesionar.

En la sesión del 10 de junio de 1921 el senador Alcides Greca -ex profesor en una escuela normal- aludió al decreto del P. E. dictado el sábado 14 de ese mes, con motivo de la huelga de maestros, por el cual se los declaraba en comisión y se procedía a una nueva organización del personal de las escuelas.

Advirtió que “el derecho de huelga, que se les ha negado a los maestros, indudablemente puede negársele en los países donde el maestro tiene estabilidad y escalafón, en donde se le paga puntualmente y en donde se atiende más a la idoneidad que a las recomendaciones de carácter político que son una norma, diremos, dentro de la política de nuestro país”.

En consecuencia, consideraba que los docentes santafesinos han ejercido tal protesta “con justo derecho… dadas las condiciones verdaderamente anormales en que se desenvolvía su vida gremial”.

El senador Mattos pidió que en la minuta de comunicación al P. E. se expresara que el decreto era “inconstitucional” y en consecuencia correspondía “que se restableciera inmediatamente al personal docente en sus respectivos puestos”, criterio censurado por el senador Greca y por otros legisladores, porque la organización de esa administración era legítima atribución de ese poder.

Luego el senador Fernando Dentesano -Dto. Castellanos, ex inspector de escuelas- manifestó que “hubiera deseado que en este conflicto el Poder Ejecutivo hubiera tratado estas cosas con un criterio un poco más humano para estos servidores de la provincia.

El ministro de Gobierno Dr. Armando Antille participó en esa sesión y destacó que esa huelga de maestros provenía “del estado general de las finanzas atrasadas”.

Rechazo a las huelgas

Expresó el ministro Antille, que el poder administrador no reconocería “derecho al empleado público para alzarse contra ninguno de los poderes, levantando una bandera de rebelión.

El derecho de huelga no es un derecho consentido en ningún país civilizado para los funcionarios públicos, para los empleados del estado.  El derecho de huelga es algo que hasta hoy han ejercitado solamente los obreros, los proletarios y que no se ha consentido a ningún empleado dependiente del poder que administra”.

Insistió en la necesidad de “asegurar la estabilidad de la enseñanza pública”, evitándose “que el alumno aprendiera en el mal ejemplo del maestro, del maestro indisciplinado y rebelde en el aula misma”.

Exaltados en las calles

Reiteró que con el cierre de las escuelas -por ocho o diez días-, “quería evitar a los padres, el hogar, la intranquilidad y la zozobra, porque esos niños que iban a la escuela podían volver tal vez heridos por los exaltados cuya solidaridad se había evidenciado en casi todas las calles de la ciudad”.

El senador Greca planteó la diferencia entre los maestros que ejercían en Italia, Francia, Alemania… que obraban regularmente, mientras que en Santa Fe  “se les ha tenido catorce meses sin abonarles un centavo”Subayado aquí.

Destacó el doctor Alcides Greca que “aquí, el maestro está en peores condiciones que un simple jornalero… que un simple peón de chacra”.

Reconoció que como abogado, no analizaba ese problema con “un criterio legal sino un criterio humano” e inmediatamente fue rebatido por el senador Mattos.

El mismo día se consideró un proyecto de ley estableciendo la estabilidad para los maestros diplomados con dos años de antigüedad y la obligatoriedad del pago mensual de las retribuciones, disponiéndose que un tribunal disciplinario ejecutaría los sumarios siempre con vista al interesado, a los efectos de su legítima defensa.

Banco Escolar de la Provincia

En la sesión del 30 de junio de 1921 se aludió a ese proyecto al tratarse el Banco Escolar de la Provincia para descontar en caso de necesidad hasta  el 50% de su capital para el pago de sueldos, y la otra mitad para pago de siniestros a razón de cinco mil pesos por fallecimiento.

En esa circunstancia el senador Francisco Caminos manifestó:

“…todo cuanto hagamos por engrandecer la escuela del pueblo será obra patriótica y honrosa para todos.  Es en ella donde se realiza ese gran trabajo sociológico y psicológico de renovación moral y social de las colectividades humanas”.

Advirtió que “el maestro varón, tan necesario a la disciplina y a la escuela de campaña, ha desertado del magisterio, ante lo mísero de su situación y en busca de otras orientaciones que le ofrezcan mejores perspectivas de vida”.

Maestras, escuelas rurales

Insistió en que “los grados superiores y las escuelas rurales reclaman la presencia del maestro varón, por su mayor autoridad para la disciplina y por la mayor libertad para moverse y ubicarse donde lo reclaman las necesidades del magisterio.

La mujer, en los grados superiores de varones, no es quizás la más indicada para la mejor disciplina escolar y como hija de familia o esposa no se encuentra tampoco en situación ventajosa para aplicar sus actividades profesionales a la escuela de campaña…”

Declaró que su “aspiración personal sería que pudiera decirse un día: en ninguna parte de la república está más cuidado el interés y la dignidad del maestro que, en la provincia de Santa Fe porque con toda seguridad la escuela estaría colocada a igual altura…”

El proyecto pasó a la Comisión.

1924: Subsidio a familiares del Escribano Fernando Dentesano.

Con motivo del fallecimiento del ex senador del departamento Castellanos don Fernando Dentesano -Escribano Público-, en la sesión del 31 de mayo de 1924 en la Cámara de Senadores se consideró el proyecto de ley firmado por once senadores, acordando a la señora Elvira L. de Dentesano e hijos menores, un subsidio de $ 6.000.- y al fundamentar esa iniciativa, el senador Pablo Demarchi -quien asumió esa representación al quedar vacante-, destacó que “a pesar del tiempo ya transcurrido, perdura aún en el corazón de los que tuvieron la suerte de tratarle y conocerle bien de cerca, la dolorosa impresión que causara el triste desenlace de esa vida tan llena de savia, tan pletórica de entusiasmo y tan fecunda en nobles iniciativas.

En todo momento fue don Fernando Dentesano un ciudadano íntegro, útil y servicial; un ciudadano probo y bondadoso, que en la rápida trayectoria de su existencia ha dejado huellas bien marcadas de su amor al trabajo, de la lealtad de sus sentimientos, de su proverbial consecuencia amistosa y de la inquebrantable fe partidaria que lo animaba.

Múltiples fueron sus actividades, y en el ejercicio de las mismas consiguió siempre destacar su personalidad  con rasgos propios de inconfundible honestidad.  Como maestro, inspector de escuelas, funcionario público, miembro de diversas instituciones, representante comunal y últimamente en su carácter de legislador, prestó señalados y eficientes servicios a la Provincia.

La muerte le sorprendió en el desempeño de este elevado cargo.

Como político obedeció por norma a sugestiones íntimas y arraigadas, y en las horas de las definiciones se mantuvo sereno, ecuánime e inflexible, justificando lo que él consideraba un error, o bien aportando su acción decidida y entusiasta en la realización de sus patrióticos propósitos”.

Reconoció el senador Demarchi, que “Fernando Dentesano, sin ser rico, pues no contaba con otros recursos que aquellos que le producía su profesión de escribano público, fue un verdadero filántropo.  Es de todos conocido, el rasgo de su generoso desprendimiento cuando a raíz de su incorporación a este Honorable Senado destinó mensualmente la totalidad de sus dietas para la ayuda a instituciones culturales, de enseñanza, de sport y de beneficencia.”

Conmueve lo expresado por el legislador en aquella oportunidad:

“…este hombre útil y meritorio; este hombre forjado en el duro yunque del trabajo; este hombre que sólo vivió para practicar el culto del amor a la familia y del bien a sus semejantes; este hombre bueno y fuerte cayó para siempre en la plenitud de sus energías corporales ante el ataque traidor del contagio que le transmitiera un pobre chico sin familia, un desheredado de la suerte, un enfermo de viruela negra, al que Dentesano por un noble empeño y personal cuidado arrebató de las garras de la muerte pagando con su propia vida este acto de tanta nobleza y de tanto amor al desvalido”.

Se refirió luego a “la inquietante sombra de un porvenir incierto” para su familia, indicando que con ese “modesto subsidio” se le rendía un homenaje por su generosidad que no se perdería “en el olvido ni en la indiferencia”.

Luego el senador Ramírez insistió en su trayectoria y en su “espíritu dispuesto a sacrificarse por el bienestar de la Provincia”.  Juntos se habían desempeñado en la docencia y en consecuencia, el representante del departamento Vera podía “atestiguar que durante esa época Dentesano fue un elemento destacado del gremio, no solamente por su preparación, sino también por sus condiciones de carácter… Fue uno de los que más bregó porque se dictara la Ley de Estabilidad y Escalafón de los maestros”.

El proyecto fue sancionado por unanimidad.

22-12-1933 – Educador por el arte de vivir y convivir…

En su discurso en el recinto de la Cámara de Diputados, durante la sesión del 22 de diciembre de 1933, el Diputado Juan Godfrid -Dto. Castellanos-, reconoció que “Fernando Dentesano se graduó como profesor normal en enseñanza.

Llegó un día a Sunchales, cuando aquello era casi una aldea, donde imperaba el más crudo caudillismo unido a la voluntad del cura del pueblo. Espíritu liberal y progresista, entendió Dentesano que su misión no debía concretarse a la tarea de atender durante el día la escuela.  Convocó a todos los muchachos del pueblo, a que concurrieran a los cursos de una escuela nocturna gratuita, que por su cuenta iba a funcionar.  Como es natural, esa actitud causó sorpresa, por cuanto contrastaba notablemente con lo que hasta entonces se hacía; y causó sorpresa también a esos muchachos que hasta entonces vivían entregados a la ociosidad y a la vagancia, sin que hubieran encontrado quién los orientara para dedicarse en el porvenir a alguna función que los hiciera útiles a su familia y a la sociedad. Dentesano hizo notar a los muchachos la trascendental importancia que comportaba la instrucción, para la lucha por la vida.  Estoy por creer que el progreso de Sunchales arranca de aquella época y por la obra de ese hombre.  Así se explica que Sunchales sea hoy desde el punto de vista político, social y económico, una población importante que se destaca con caracteres propios entre las demás del departamento Castellanos y hasta de la provincia de Santa Fe.” [3]

Destacó el legislador que “la labor de Fernando Dentesano fue provechosa desde todo punto de vista.  Sus alumnos siguieron fielmente el consejo que él les dio, entre ellos se encuentra el diputado que habla.  Pero no sólo trató de que supieran sus discípulos, sino que él mismo se superaba a la vez.  Sus múltiples tareas no le impidieron seguir estudiando.  Es así como se graduó de escribano público, llegando a desempeñar el cargo de Inspector de Escuelas.  Más tarde, apercibida la opinión pública del valor de ese hombre, lo eligió senador por le Departamento Castellanos.  Su actuación en el Senado fue brillante.  Sus dietas fueron donadas para fomento de la instrucción pública.  Hizo bien a todos sin más interés que el de beneficiar al pueblo.  Fue un gran defensor de la Constitución que hoy nos rige, no obstante la recia oposición que le hacían sus partidarios.

(La Constitución sancionada en 1921 fue derogada por contener normas inconvenientes para el catolicismo, fue puesta en vigencia durante el gobierno del Dr. Luciano Molinas –1932- y nuevamente derogada, estableciéndose la vigencia de la promulgada en 1900.)

El filántropo

En el recuerdo de su ex-alumno, una anécdota sintetiza la generosidad del ilustre santafesino  Fernando Dentesano.

“En los últimos años de su vida, Dentesano recibió la visita de un amigo la infancia, quién, conociendo sus sentimientos bondadosos, le pidió aceptara bajo su amparo a un huerfanito indio.  Llegado éste a Rafaela pudo observarse que estaba afiebrado.  Se requirieron los auxilios médicos habiendo los facultativos prescripto un inmediato aislamiento, con prohibición absoluta de acercarse al mismo.  Pero Dentesano violó esa consigna y a consecuencia de ello perdió la vida por haberse contagiado de esa grave enfermedad.  Así murió, haciendo bien, quien bien hizo durante toda su existencia”.  [4]

 

 

Lecturas y síntesis: Nidia Orbea Álvarez de Fontanini

 

 

[1] Abad de Santillán, Diego. Gran Enciclopedia  t. II… Menciona los directores que le sucedieron: “Justo E. Piedrabuena, Ofelia E. de Sáenz Díaz; Andrés Osuna; Pedro Sabaté; Escipión Guzmán; Federico A. Díaz; Basilio M. Donato; Ramón Acosta; Américo Benítez; Rubens D’Annillo, Alberto D. AndinoL; Antonia F. Vierci; María E. M. de Giménez; Isaac Smulovitz hasta 1939 y luego:; Juan J. Soutullo, Leandro Boterón, Edgar Providenti, Blanca L. de Martínez; Adolfo Steimann; Clemente Santolaria; Blanca M. de Marquínez; Edith C. de D’Angelis; Blanca E. Z. de Tamagno.

[2] Abad de Santillán, Diego. Enciclopedia de la Provincia de Santa Fe… Información del referencista José María Bassi mediante lectura desde la Biblioteca de la Legislatura de Santa Fe.

[3] Congreso Nacional, Cámara de Diputados. Diario de Sesiones, 1932, 22 de diciembre, p. 811.  En consideración una pensión de $ 6.000.- por una sola vez, solicitada el 28 de junio de 1924, antes de la vigencia de la Constitución de 1921 que las prohibía.  En 1932,  su esposa estaba “atravesando momentos de verdadera angustia económica,  la indujeron a pedir el cumplimiento de la ley votada hace muchos años” de acuerdo a las manifestaciones del Dip. Juan Godfrid (Rosario).

[4] El Dip. Godfrid destacó que “no se trata aquí de beneficiar a ningún amigote político.  Se trata solamente de conseguir que el pueblo devuelva a la esposa de ese hombre que tanto bien hizo, una mínima parte de lo que a ese mismo pueblo él le entregó en vida”.  Se aprobó con exclamaciones ¡Muy bien! y por unanimidad.

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