El 7 de octubre de 1947, falleció el doctor Adofo Güemes. Había cursado estudios en el Colegio de la Inmaculada Concepción de Santa Fe de la Vera Cruz.
Es oportuno tener en cuenta que en la Cámara de Diputados de la Nación, tras su fallecimiento el 7 de octubre de 1947, hubo un homenaje al doctor Adolfo Güemes, nacido en 1874, nieto del “legendario héroe salteño Martín Miguel Güemes”.
El Dip. Ricardo E. Aráoz -representante de Salta-, en aquella circunstancia rememoró parte de su trayectoria: “Combatió a todas las dictaduras y todos los gobiernos que se desviaban de la línea constitucional, y por ello, tuvo que sufrir constantes persecuciones”.
“Después del motín militar de septiembre de 1930 se puso a la cabeza de la Unión Cívica Radical para enfrentar la dictadura de Uriburu. Esto le costó sinsabores, cárceles y destierros que le retemplaron y le sirvieron de nuevos acicates para su lucha por la recuperación institucional. ¡Qué fácil y cómodo le hubiera resultado un entendimiento con su comprovinciano y amigo de la infancia, el dictador de entonces! ¡Cómo procuró Uriburu obtener el apoyo de Güemes que le significaba un valioso aporte! Seguramente en esa forma hubiera alcanzado la primera magistratura de la República, pero sus arraigadas convicciones democráticas y legalistas, lo llevaron a rechazar amistad, promesas y realidades, para continuar al servicio de la causa noble que abrazara con tanto amor y entusiasmo. El radicalismo vio en él un conductor y por ello proclamó su nombre para vicepresidente de la Nación, junto con el del doctor Marcelo T. de Alvear. La dictadura veía tambalear su continuidad en el gobierno frente al prestigio de estos dos patricios y, por ello, empleó otra arbitrariedad para impedirles la llegada al comicio, vetando la fórmula”.
El Dr. Adolfo Güemes supo luchar contra la pobreza y la ignorancia. Al frente del gobierno provincial, realizó importantes obras, algunas con el apoyo del gobierno nacional ejercido por Hipólito Yrigoyen, entre otras el Hospital Regional de Güemes, la provisión de agua corriente en diversos pueblos, la creación de escuelas, la urbanización del Parque San Martín.
El Dr. Güemes “hizo con su trabajo, su fortuna y sus influencias amistosas, obras que pueden servir de modelo a los argentinos, y todo esto silenciosamente, sin estridencias y sin propaganda, con la práctica de esa virtud cristiana tan difícil de seguir, que es la humildad.” Impulsó la Maternidad Modelo “Luis Bernal de Villar” -apoyada por la Sociedad de Beneficencia de Salta”; donó los terrenos para la construcción del centro de Defensa Antipalúdica que abarca una manzana y del amplio Colegio Nacional de Salta”.
“Su última e importancia donación de la chacra ‘El Carmen de Güemes’, que sirvió durante la guerra de la independencia de cuartel general a las heroicas huestes gauchas, será en el futuro destinada a escuela para preparar a la juventud en labores agrícolas y ganaderas”.
El Dip. Manuel Sarmiento -representante de Jujuy y salteño de nacimiento- destacó que “tres facetas se destacaban en la personalidad del Dr. Güemes”, son: el hombre, el político y el científico”.
Reconoció que “en el desempeño de su función, humanitaria por excelencia, evidenció acendrado altruismo, permanente y noble desinterés y un espíritu sano y constante sacrificio. Su filantropía dejó muchos recuerdos perennes por su generosidad”.
Por tales méritos, de pie concretaron un silencioso homenaje en el recinto de la Cámara de Diputados.
Lecturas y síntesis: Nidia Orbea Álvarez de Fontanini