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Manuel del Cabral (República Dominicana, 1907-1999)

El 7 de marzo de 1907, nació Manuel del Cabral en Santiago de los Caballeros, en la República Dominicana.  Estudió Derecho en la Universidad de Santo Domingo.  Desde joven comenzó a trabajar como diplomático, en Nueva York (Estados Unidos); Colombia, Perú, Panamá, Chile y la Argentina.  Vivió la mayor parte de su tiempo lejos de su tierra natal.  En su obra -narrativa y teatro-, están reflejadas las absurdas discriminaciones contra las personas de “piel oscura”: “mulatos” y “negros”.

Recibió el “Premio Nacional de Literatura” en 1992.

Obras publicadas:

Se han destacado diversas publicaciones:

1931: Tierra íntima. (Incluye el poema épico del compadre Mon.)

1932: Color de agua.

1935: 12 Poemas negros.

1942: Trópico negro. (Versos con ritmos afroantillanos, cantos dolientes…)

1943: Compadre Mon. (Poema lírico acerca de la lucha armada contra la injusticia:

“Es que, compadre Mon, cuando yo quiero

saber el mapa de la tierra, miro

la cara de tu piel, cosida  a tiros.”

1950: Los huéspedes secretos. (Nueva vertiente poética: el hombre y el cosmos.)

1950: La isla ofendida.

1956: Antología clave.  (Toda su obra desde 1930.)

1958: Pedrada Planetaria.

1967: Los anti-tiempo.

(Cercano  la ciencia-ficción: religiones secretas, el hombre en el Universo…)

1970: Sexo no solitario.

El poeta español Gerardo Diego, refiriéndose a la poesía de Manuel del Cabral expresó que “parecen haberse dado cita todos los hombres de América, el continente que se descubre día a día en la imaginación exploradora del espíritu.

1942: Trópico picapedrero.

En el poemario Trópico negro, se destaca el poema titulado Trópico picapedrero, reiterado en sucesivas recopilaciones:

“Hombre negros pican sobre piedras blancas,

tienen en sus picos enredando el sol.

Y como si a ratos se exprimieran algo…

lloran sus espaldas gotas de charol.

Hombres de voz blanca, su piel negra lavan,

la lavan con perlas de terco sudor.

Rompen la alcancía salvaje del monte,

y cavan la tierra, pero al hombre no.

De las piedras salta, cuando pica el pico,

picadillo fino de menudo sol,

que se apaga y vuelve cuando vuelve el pico

como si en las piedras reventara Dios.

Dentro de una gota de sudor se mete

la mañana enorme -pero grande no-.

Saltan de los cráneos de las piedras chispas

que los pensamientos de las piedras son,

y los hombre negros cantan cuando pican

como si ablandara las piedras su voz.

Mas los hombres cavan, y no acaban nunca…

cavan la cantera: la de su dolor.

Contra la inocencia de las piedras blancas

los haitianos pican, bajo un sol de ron.

Los negros que erizan de chispas las piedras

son noches que rompen pedazos de sol.

Hoy buscando el oro de la tierra encuentran

el oro más alto, porque su filón

es aquel del día que pone en los picos

astillas de estrellas, como si estuvieran

sobre la montaña picoteando a Dios.”  [1]

Manuel del Cabral, reconocido como “el gran poeta de las Antillas”, falleció el viernes 14 de mayo de 1999, en su tierra natal.

 

(Lecturas y síntesis: Nidia Orbea de Fontanini.)

 

[1] La distinguida recitadora Berta Singermann, hasta mediados del siglo veinte, incluía en su repertorio poemas de autores centroamericanos, cantos a los hombres de piel oscura, elegías por los enormes esfuerzos de sus rudos trabajos, protestas por la esclavitud…

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