Sólidos cimientos…
Sabido es que el armónico crecimiento depende del ámbito donde se desarrolle la vida. Conocí a Beatriz Martínez sin saber que su padre era uno de los primeros profesores egresados de la Escuela Provincia de Bellas Artes de Santa Fe de la Vera Cruz, capital de la provincia, actual Escuela de Artes Visuales “Juan Mantovani”. Como suele suceder, se acercaban a su hogar otros artistas: Gustavo Cochet, los dos César -López Claro y Fernández Navarro-, Ricardo Supisiche… y así se lo ha recordado en diversas circunstancias. Se ha dicho que “el artista nace, no se hace” y si así fuera, en Beatriz se produjo una evidente confluencia ya que a lo que podría ser la herencia genética, ella agregó una actitud responsable y un constante deseo de superación, demostrado en distintas etapas de su labor profesional.
Perseverancia y talento…
Es reconocida la trayectoria de Beatriz Martínez entre los santafesinos, por su labor educativa como maestra y profesora de educación inicial. Por concurso, fue designada supervisora en ese nivel. Fue profesora en la Escuela “Almirante Brown” y en el Instituto “Sara Faisal” de la capital santafesina.
Así como la semilla mantiene su latente fertilidad en el suelo propicio, también Beatriz durante su ciclo vital logró preservar sus potentes aptitudes para la expresión artística.
Jubilación y más Arte…
Como suele suceder, después de una trayectoria destacada entre las coordenadas de la ética y de la estética establecidas por sus cotidianas experiencias en el arte de vivir y convivi-, Beatriz recibió su carnet de jubilada. Ejercía la supervisión en escuelas de la zona norte de la provincia de Santa Fe y a partir de ese año, 1992 -…quinto centenario del encuentro de las dos culturas- pudo empezar a dedicar el tiempo necesario a la composición artística.
No ha sido por casualidad que sus “compañeros de ruta” -como decía Pedroni-, hayan destacado lo que ella expresó en aquel tiempo:
“No fue mi intención ocupar el tiempo. Mi deseo es experimentar la alegría que significa plasmar escenarios, momentos, tratando de encontrar sus matices propios y de construir mi estilo personal.”
Sus acuarelas reflejan su sensibilidad y una original percepción de las formas y de los efectos de la luz sobre distintos paisajes y objetos.
Concreta experiencias en los talleres de los destacados artistas santafesinos Salomone y Mario Arteaga. Ha participado en varias exposiciones. La revista “Constituyentes” -editada en la capital provincial-, reprodujo en sus portadas algunas de sus obras.
(Nidia Orbea Álvarez de Fontanini, amiga a perpetuidad…)