1982: “ESCRITORES ESPAÑOLES DE LAS ÚLTIMAS CINCO DÉCADAS”.
LOS “POSTISTAS”, nuevos poetas de España. (1949).
LOS ESCRITORES ESPAÑOLES DESDE HACE CINDO DÉCADAS y la presencia de Dios.
JORNADAS DE LITERATURA
CENTENARIO DEL CLUB ESPAÑOL
1882 – 8 de Octubre – 1982
La Rioja 1052 – Rosario (Provincia de Santa Fe, República Argentina)
Convocatoria de la ASOCIACIÓN LITERARIA “NOSOTRAS”
“ESCRITORES ESPAÑOLES DE LAS ÚLTIMAS CINCO DÉCADAS”
Acto inaugural: 11 de agosto de 1982. Hora 18:30.
Días 12 y 13: Siete Mesas de Trabajo. Ensayos recibidos, evaluaciones.
“Primera Jornada
El Sr. Intendente de la ciudad de Rosario, Dr. Alberto Natale se hizo presente, acompañado de su secretario privado, señor Alberto Trabajo, y procedió a la apertura de las Jornadas. [1]
Con acertadas palabras se refirió a la literatura española en particular y a la literatura universal, a la que calificó de rama principal del arte de la humanidad. Finalizó analizando a la literatura argentina tributaria de la literatura hispanoamericana.
A continuación, el presidente del Instituto de Cultura Hispánica de Rosario, prof. Luis Arturo Castellanos trazó un panorama del actual momento español en la literatura.”
Libro editado:
“Con los auspicios de la Dirección General de Cultura de la ciudad de Rosario, el Consulado de España, el Instituto de Cultura Hispánica de Rosario y el Club Español, la Asociación Literaria Nosotras ofreció Jornadas de Literatura:
Escritores españoles de las últimas cinco décadas”…
“Organizadora y coordinadora general fue la presidenta de la entidad, Febe Cúcari de Ellena. Secretaria, Clara C. de Verdejo.
Colaboraron: Don José Borgonovo, Alicia Chaparro, Josefina C. de de la Hoz, M. Alicia Despecher, Rosario V. de Favalli, Ana M. Dorado de González, Elena L. De Hutmacher, Concepción L. De Impellizzeri, Adelaida L. De Peralta, Kate S. de Sarancone y Élida M. Toralbo.
Presentaron notas de adhesión a estas jornadas las siguientes personas e instituciones:
- Facultad de Ciencias Agrarias, Ing. Agr. Alberto J. Renard.
- Facultad de Agronomía, Decano, Agr. Hugo R. Caggiano.
- Facultad de Ciencias Básicas, Decano Dr. Jorge A. Brieux.
- Biblioteca Central de la Facultad de Humanidades y Artes.
- Sra. Ruth S. Biali de Murphy.
- Sra. Clara Passafari.
- S.A.D.E., filial Rosario, Sr. Miguel Andrade.
- Párroco, Héctor Valla, María Auxiliadora.
- Contador Emilio Delmonte.
- Sra. Nidia Orbea de Fontanini – Santa Fe.
- Dr. Jorge Piñero Marques – Santa Fe.
- Sr. Juan Carlos Gruski – Avellaneda (Santa Fe)
- Asociación Cultural Rosario, Sr. Roberto Benaventos Gómez.
- Sr. Juan C. Castillo – Cónsul del Perú.
- Biblioteca Argentina Dr. Juan Álvarez.
- Sociedad de Historia de la Medicina del Litoral, Dr. J. Huarque Falcón.
Asistieron como delegados:
- Don Jesús García y don José Borgonovo por el Club Español.
- Prof. Luis Arturo Castellanos, por el Instituto de Cultura Hispánica.
- Sres. Miguel Andrade, Andrés Ivern, Antonio Ameriso y Emilio Delmonte, por S.A.D.E., Filial Rosario.
- Dra. Lelia Baigorria, Kate S. de Sarancone, Teresita Lovanini y Eva Carizza por la Asociación de Mujeres Profesionales y de Negocios “Emilia Bertolé”.
- Srtas. Ma. del C. Rodríguez Ruggeri, Sra. de Germán y Sr. Campasas, por la Asociación Cultural Rosario.
- Escuela Nacional Comercial Nº 1 Gral. Belgrano, Sra. M. del C. Benedetto de Dosztal.
- Srta. Cristina Tsernotopulos, por la Escuela Nacional de Comercio Nº 4 “Dr. Luis María Drago”.
Concurrieron otras instituciones que no dejaron sus nombres. A todas agradece la Asociación Literaria “Nosotras”, igual que al calificado público que asistió.
Se anotaron como participantes adherentes: Natividad Parodi, Luisa Gabetti, Irma Días, Antonio Ameriso, Alicia Despecher, Luisa Butigliero, M. Cristina de Zamora, Susana de Conrad, M. Isabel García, Angela de Espósito, Lilián C. de Galmarini, Andrea M. González Dorado, Zulema San Pedro, Nélida San Miguel, Victorina C. de Mariani, Marcelina G. de López, Nélida O. de Borgonovo, José Borgonovo, América Gambetti y Delia Pastorino de Ragni.
Destacamos que la prof. Victorina C. de Mariani viajó diariamente 360 km. desde Camilo Aldao.
Participantes activos:
- Olga Bressano de Alonso.
- Julia Ramón de Flamini
- Silvia Tani de Alarcón.
- Elda Paván.
- María Elena Sánchez.
- Elisa Susana de Marco.
- Norma M. de Marco
- Graciela L. M. de Bonina.
- Stella Maris Alliani.
- M. Angélica Z. de Carbone.
- Marcela Postiglione.
- M. del Carmen Duri.
- Inés O. P. de Latini.
- M. Isabel Eguiazú de Maldonado.
- Hilda R. de Frigini.
- Luisa C. de Gambetti.
- Beatriz Queiro.
- Olga Haiek.
- Olga Tíberi.
- Liliana Albertengo.
- M. de las Mercedes Marín.
- Ana María Dorado de González.
- Alicia Elena Dalmaso.
- Celia K. de Moisman.
- Alicia M. Jusama.
- Cristina Colauti.
- Carmelina Castellanos.
- Miguel Andrade.
- Elvira Consolati.
- Graciela Belardinelli.
- Martha Beatriz Bózzola.
- Jorge Raúl Ellena.
- Nydia Jensen de Pérez.
- Alicia Barbisano.
- Juan Carlos Grusky.
- Jorge Piñero Marqués.
- Emilio Delmonte.
- Nidia A. Orbea de Fontanini. [2]
- Luis Arturo Castellanos.
- Febe Cúcari de Ellena.
* ** * * * * * * * * * * *
NIDIA A. G. ORBEA DE FONTANINI [3]
Docente de relevante actividad:
Creó y dirigió la Revista “Creciendo”.
Tiene publicadas siete obras pedagógicas y otras en elaboración.
Inédito, concluido: “Cartas de Tío Roberto”.
Inédito, registrado: “La Escuela y la familia: una relación imprescindible”.
“PROYECTO ERIMAG” Registrado.
Poemas: “POEMAS PARA TIOCO”.
Publica en la Revista “Ronda Literaria”.
Figura en “ANTOLOGÍA 1800 Poetas argentinos” y en POESIA Y PROSA 1981.
Presentó su libro inédito de poesías “DE MIS RAÍCES…”; en el IIº Certamen Internacional de Poesía organizado por el Ayuntamiento de Granada (España) – Año 1981.
Inéditas: “Crecer. Canciones infantiles para el nivel pre-primario. “Sin pausas…”
“Sentires…”
LOS “POSTISTAS”, nuevos poetas de España. (1949).
Con este título, María del Pilar de Sandoval, escribía en Madrid, en abril de 1949 para ARGENTINA, una revista aparecida en febrero de ese año, en Buenos Aires, con profundo contenido hispanoamericano.
Transcribo sus conceptos:
“Algunos poetas de hoy sienten la influencia de los grandes poetas Jorge Guillén, Dámaso Alonso y Gerardo Diego. Los tres, muy distintos entre sí estaban antes de nuestra guerra porque llegaron jóvenes. Gerardo Diego, ha llevado a la perfecta forma clásica del soneto un fondo de acusadísima personalidad. Dámaso Alonso ha logrado la verdadera belleza del verso libre. Jorge Guillén, ha captado la luz y la blancura para su fulgurante poesía.
Actualmente hay en España muchos poetas. Nunca, tal vez, como ahora, se han escrito con el afán que hoy se escriben (Recordar: 1949…).
En muchos, domina la tendencia al clasicismo, en la técnica, aunque la expresión sea más que romántica por la exaltación del sentimiento y lo desorbitado de la idea. El romance que cultivó García Lorca -brotes nuevos en torno al gran árbol de nuestro Romancero- continúa siendo un peligro de imitación… Las metáforas, que Lorca llevó al romance, continúan diciéndose como si fueran originales, y cuando no es posible cantar por cuenta propia, cantar a la sombra de las ramas inmarchitables de nuestro Romancero sería mejor.
¿Tendencias innovadores?… ¿Nuevas formas?… ¿El postismo?…
Recientemente se han dado en las páginas de un Diario Madrileño, opiniones sobre el ‘postismo’
‘Post’ (después) es lo que viene después de los ‘ismos’.
Sus iniciadores son el pintor Chicharro (hijo), Silvano Sernesio y Carlos Edmundo de Ory, a quienes siguen algunos poetas y pintores. Dicen que el primer “postista” es la imaginación; que en el ‘postismo’ cabe, pues, el disparate poético, dentro de una lógica, ‘postista’, que esta lógica es el mundo mágico de las cosas; que el postismo quiere las imágenes y rechaza las metáforas.
Los ‘postistas’ a la manera bohemia -bohemia de ‘atelier’- dan unas sesiones (entre pintorescas y elegantes) para recitar sus poemas.
A veces, se intuye o se adivina el hilo argumental que engarza las palabras en apariencia desarticuladas, aunque rítmicas.”
Continúa la nota destacando la aceptación que tienen estos poemas, y describe algunas experiencias del espectáculo “Alforjas para la poesía”, que en las mañanas de los domingos, en el Teatro de Lara -propiedad del poeta Conrado Blanco-, permite a los escritores leer sus obras sobre el escenario.
Una idea que merece ser tenida muy en cuenta, porque como bien se ha dicho más de una vez, no hay poema terminado hasta que al lector se haya encontrado.
Veamos ya este soneto de María Ontiveros:
ACCIÓN DE GRACIAS
Gracias, Señor, mi Dios, por la alegría
que hay en mi corazón, porque el contento
es para el alma nuestra el alimento
como el bendito pan de cada día.
Gracias por el dolor, fiel compañía,
y por todo lo que es padecimiento;
gracias por cada noble sentimiento
y por la fe que mis senderos guía.
Gracias por lo que alcanza el pensamiento
y por lo que aún ignora el alma mía;
por el hambre y la sed y el desaliento,
salud y enfermedad o suerte impía.
¡Por la muerte, Señor! ¡Que, en tal momento
espero ser más vuestra todavía!
Hay una reiteración en los primeros versos de cada estrofa, un repetido “Gracias” por lo que implica el dolor y la alegría, por lo intangible y lo tangible del universo, y una implícita gratitud por la muerte, que por la fe, será la Vida.
Francisco Garfias, “poeta de alto vuelo y de profunda fe cristiana” –como dice Ma. Del Pilar de Sandoval, ha escrito “Sonetos de amor”, y el segundo, de exuberante continente, se proyecta en un trascendente contenido.
Leamos:
SONETOS DE AMOR
II
Volver es renacer, que Dios me riega
con su gracia el retorno por sanarme;
que adolorido estaba de secarme
al sol como un espino de la vega.
Que estuve muerto a fuerza de llorarme
esta ausencia sin voz que el alma niega;
que el “levántate y anda” ahora me llega
por olvidar la tumba y levantarme.
¡Ay, Lázaro a la luz! Blanca alegría
de paloma con sol en tus fronteras
donde mi pulso adquiere su alto centro.
¡Ay, Betania de miel! Marta y María
con un fondo de mirtos y palmeras…
¡y la espiga de nardo de tu encuentro!
Otro poeta “postista”, que es músico y pintor, “que no puede estar fatigado por sus pasos, sino por el constante vuelo de su espíritu”, ya que padece una dolencia desde niño; es José Alfonso de Gabriel. Murió muy joven, uno de los tantos que no alcanzó a ver publicado su primer libro, y que en “romance desnudo y, a la vez, lleno de imágenes como claro espejo de río”, decía con su acento personal:
ROMANCE DEL EBRO
Se quebró la superficie
porque se posaba un ángel,
y el río por contemplarlo
paró su curso un instante.
Las pulseras de las ondas
pronto se hicieron collares
y a la garganta del río
se unieron para adornarle.
Gemas azules, turquesas
y zafiros ancestrales.
¡Qué bonito estaba el río
desnudo sin desnudarse,
sin naves en su corriente,
sin nubes en sus cristales,
sin palomas en su espuma…
solamente con el ángel!
El sol que trajo la aurora
se llevó con él la tarde.
La noche, moza en su jaca
galopaba por el aire.
Y en el preludio de luna
y en la soledad del valle,
la brisa entonaba salmos
de paz y solemnidades.
¡Ay río, quien fuera río
para llevar en el talle
las flores de los almendros,
las rosas de los rosales,
el reflejo de la Virgen
del Pilar de los pilares!
……………………………………….
Y mientras canta el agua en su transparencia y peregrinar caudaloso, invoca a la Virgen, la Virgen del Pilar… que siempre encontraremos en la poesía española, y en toda la poesía, una religiosidad muy propia del poeta, que nos viene, justamente, del Gran Poeta, creador de la Belleza, del Universo…
En el Guadalquivir, Rafael Montesinos, escribe esta “Canción de la Puerta de Triana” cuando tienen la juventud de sus veintiséis años (1949); y una y otra… y otra vez, la reiteración de la pregunta ¿quién… quién… yo… seré?
¡Parece mentira! ¡Yo
por la calles de Sevilla!
¿No será todo esto un sueño,
no?
¿Será la tristeza mía
-¡tristeza de mi pasión!-
la que acaricia este aire,
o
serán de verdad mis ojos
encima de ese balcón?
¿Quién se apoya en la baranda
donde acodé mi ilusión?
Balcón de mi adolescencia,
balcón,
de todo lo que yo he sido
sólo tu altura quedó.
¿Quién te pone ahora visillos
donde puse el corazón?
¡Parece mentira! ¿Yo
por las calles de Sevilla?
¿Yo?
¿Seré de verdad, Dios mío,
o soy lo que ya pasó?
(El río corre a dos pasos
y medio de mi balcón).
Vive el poeta, transita por un paisaje conocido y eterno, pero él es nada más que “pasajero”…, necesita indagar a su Dios; penetra con la pregunta: ¿Seré de verdad, Dios mío, o soy lo que ya pasó?”
También de esta época, es Manuel Benítez Carrasco, quien “arranca del cante” y dice:
“SOLEA” DEL AMOR DESPRENDIDO
“Mira si soy desprendío,
Que ayer, al pasar el puente,
Tiré tu cariño al río”.
……………………………………..
Yo no puse en compraventa
mi corazón encendido;
y has de tener muy en cuenta
que mi cariño no fue
ni comprado, ni vendido,
sino que lo regalé.
Porque yo soy desprendió;
Por eso te di mi rosa
Sin habérmela pedío.
Porque yo soy desprendío,
y doy las cosas, sin ver
si se las han merecío.
……………………………………..
…”Y doy las cosas, sin ver si se las han merecío”…
¡Cuánta religiosidad en esos versos! Testimonio de fe, porque Jesús, también nos dio su vida para la Redención, sin saber si realmente la habíamos merecido; prueba de generosidad. Es que como bien dice Dámaso Alonso en el prólogo para un libro de Luis-Pimentel: “¡Dios mío, qué poder diste a los poetas, cómo los has hecho las criaturas más próximas a Ti, tus más cercanas imitadoras. Tú, vivificador de la arcilla! Y siempre… siempre, en aquel día de la Creación virginal. Tú labras tus instrumentos, tus trémulos stradivarius, para que se te parezcan y resuenen”.
CITAS:
COLECCIÓN REVISTA “ARGENTINA”. Años 1949 y 1950 – Notas de María del Pilar de Sandoval.
DAMASO ALONSO – Poetas españoles contemporáneos – Edit. Gredos – Madrid 1958. Pág.385.
NIDIA AURORA GUADALUPE ORBEA DE FONTANINI.”
* * * * * * * * * * *
LOS ESCRITORES ESPAÑOLES DESDE HACE CINDO DÉCADAS
y la presencia de Dios.
¡Cuántas veces oímos decir “¿Dios…?¿Qué Dios?… Si no existe.”
Y sin embargo, profundizando en el pensamiento, esas mismas personas aceptan la imperfección humana, las múltiples limitaciones que el hombre debe asumir ante la grandiosa y majestuosa Creación, obra de un Ser Superior. Ralph Waldo Emerson, filósofo y moralista dice: “El creador de todas las cosas y de todos los hombres está en pie detrás de nosotros y esparce a través de nosotros su pavorosa omnisciencia sobre todas las cosas”. [4]
Y en la literatura española, encontramos viva y renovada, la presencia de Dios, desde los tiempos de Sor Juana Inés de la Cruz y San Juan de la Cruz, y lo notable, es que el poeta que canta a la Creación, el que busca a Dios y se hinca con el verso a sus pies, es el hombre de la calle, del hogar, del taller o la fábrica, no necesariamente quien vive en los claustros de un convento.
Recorriendo las páginas de una importante Antología editada en Argentina, [5] encontramos una valiosa recopilación, que permitirá apreciar la significativa fuerza interior que impulsa al espíritu para buscar a ese Dios. A cuya imagen y semejanza hemos sido creados.
Gabriel Celaya, aún en un profundo conflicto, “iracundo” -diría- no pueda prescindir de él, en ninguna de las tres estrofas que componen su bellísimo poema
DIOS DE IRA
Cuando dice:
Exaltada presencia,
la ira que me saca de mí mismo,
Dios en la zarza ardiendo,
y en misi ruinas, de pronto, purísimo, surgiendo
brillante, hiriente, fiero.
Se me aprietan de frío las venas ayer frescas;
los huesos suenan secos;
las entrañas son masas de rabia que me muerden;
y queda sólo, en medio,
tu venganza, Dios mío, terrible y justiciero.
Que el viento de la ira me avive en esta llama,
En la carne que muere, catastrófica, ardiendo,
para que surjas, puro,
Dios, en la zarza ardiendo.
(Pág. 108)
Jorge García Nieto, en un Soneto titulado “Primavera de un Hombre” (Primer recuerdo de Soria), invoca a Dios y al Señor en los dos tercetos, cuando busca las respuestas a las preguntas de siempre. Por su pureza, merece ser leído una vez más.
Dice así:
Por Soria estará ya la sierra pura
enseñando su azul entre la nieve,
y entre el bajo pinar, el cielo breve
tendrá otro azul; aquel de mi ventura.
Sala de la niñez, fresca hermosura
que abril a levantar en mí se atreve;
aire de ayer que al pecho de hoy conmueve,
gota de luz entre mi sangre oscura.
Cómo volver los ojos, hacia dónde,
si a este grito de Dios nadie responde,
del Dios niño que todo lo podía.
A Soria llegará la primavera.
Siempre hay tiempo de amor para el que espera:
¡Señor, di que no es tarde todavía!
(Pág. 193)
Otro excelente poeta español, tiene una serie de sonetos que ha titulado “Sonetos a corazón abierto”, en los cuales (usando sus mismas palabras) “eleva su canto y lo transmite, reniega de lo cruel y pendenciero, de lo absurdo e inhumano…” con lo cual aunque no lo exprese mediante el uso de la palabra, están los mandamientos de la Ley, y la verdad del Evangelio: “renegar de lo cruel y pendenciero, de lo absurdo e inhumano”. Leamos el Soneto VII:
¿Por qué de tanta angustia contenida?
¿Por qué nos abandona la esperanza?
¿Por qué de este escrutar en lontananza
todo lo más amargo de la vida?
¿Por qué nos anonada la partida?
¿Por qué no nos sonríe la bonanza?
¿Por qué, Señor, nuestra desesperanza
si nos abrió la puerta Tu venida?
¡Cuántas preguntas para hallar respuesta!
¡Cuántas palabras de melancolía!
¡Cuánto dilapidar nuestro vivir!
Será que el alma nunca está dispuesta,
y por ello zozobra día a día,
a la eterna ilusión del buen morir.
(Pág. 522)
Pero… se impone aquí una reflexión. Estos poetas, han nacido en una tierra que soporté la más cruel de las guerras, la guerra que se desata entre los propios hermanos; algunos la han vivido, y otros, como Guillermo Sena Medina, pintor y poeta autor de estos versos, han nacido en la postguerra, pero vibra en su interioridad esa conmoción profunda que inexplicablemente, se transmite por herencia, y se acrecienta con los relatos y vivencias.
Dice en el soneto IX:
España, España, España, sangre mía,
¿qué te ocurre que yaces medio muerta?
¿quién te ultraja, di quién abrió la puerta
a tanta iniquidad y villanía?
(Pág. 523)
y pretende en un clamor hecho poesía, en el primer terceto, que sea su Patria la que “despierte de una vez de este letargo, …que se oscurece tu memoria y el pueblo no merece más engaños”. Vuelve a invocar al Altísimo, y todo el soneto X es un cántico de gratitud. Veamos.
Gracias, Señor, por este buen camino
que sembraste a la vera de mi puerta;
gracias por este páramo hecho huerta
al remojarlo con Tu amor divino;
gracias por enseñarnos el destino,
por abrir a mi río su compuerta,
por reavivar, Señor, la llama muerta
y por vencer lo lúgubre o ladino;
gracias te doy por ser, por estar vivo
en un mundo de lucha tan constante;
gracias por no sentirme fugitivo
y por saber que nunca estás distante;
gracias por este amor definitivo,
por cuanto tengo y soy, que ya es bastante
(Pág.524)
Como para meditar: “gracias por no sentirme fugitivo”… “gracias por este amor definitivo, por cuanto tengo y soy, que ya es bastante”. Compromiso y mansedumbre, que no tienen por qué ser caminos encontrados, porque aunque el compromiso es “lucha”, para luchar no hace falta la violencia, así como tampoco hay que “apurar los tiempos”. Ya lo dice el Eclesiastés “sin prisa y sin pausa… como las estrellas”… como demuestran que transitan por la vida estos escritores españoles.
Jorge Guillén, participa en esta Antología con un poema titulado “Taller”, y como bien dice Dámaso Alonso, [6] autor de una “poesía eterna, alta llama del mundo, que se nutre del mundo siempre; siempre pura escaladora de Dios”… Guillén se ubica como contemplador del mundo y lanza su canto que es poesía como expresión de asombro y dicha. Está entreabierta la puerta, penetremos en el “Taller”.
Por un negro agujero el universo
desaparecerá, prevén sabios,
¿No es eso lo que ocurre a cada uno?
Por el negro agujero de mi muerte
se acabará en silencio mi universo.
“Al cabo de millones y millones
de centurias se habrá extinguido todo”.
No en la imaginación,
del pobre ser viviente,
incapaz de asumir durante el lapso
de un minuto la nada catastrófica.
Volvamos a soñar con los orígenes,
el dios, el ser, el átomo, la fuerza
más allá siempre de la absurda nada.
Creación, creación en obras, obras
por donde van pasando los fugaces.
(Pág. 220)
Dice también Dámaso Alonso, de Guillén: “Nació Jorge Guillén para, lo que se nace; es decir, para cantar. Y cumplió con su deber, cantó”.
Y ya que estamos con el libro “Poetas españoles contemporáneos”, ¿cómo resistir y no seguir de la mano de los poetas que incluye esa obra?
Entre la poseía arraigada -“con imágenes del mundo, muy armónicas o bien centradas, o vinculadas a un ancla, a un fijo amarre”- como es la de Leopoldo Panero, encontramos un hondo poema, que da título a su libro aparecido en 1949; “Escrito a cada instante”, que nos aproximará aún más a la comprensión de que “Toda poesía (directa o indirectísimamente) busca a Dios (Dámaso Alonso).
Leamos:
Para inventar a Dios, nuestra palabra
busca, dentro del pecho,
su propia semejanza y no la encuentra,
como las olas de la mar tranquila,
una tras otra, iguales,
quieren la exactitud de lo infinito
medir, al par que cantan…
Y Su nombre sin letras
escritos a cada instante por la espuma,
se borra a cada instante
mecido por la música del agua;
y queda sólo un eco en las orillas.
¿Qué número infinito
nos cuenta el corazón?
Cada latido
otra vez es más dulce, y otra, y otra;
otra vez ciegamente desde dentro
va a pronunciar Su nombre.
Y otra vez se ensombrece el pensamiento
y la voz no lo encuentra.
(Pág. 332)
“Hallado (y perdido) a cada instante, escrito (y borrado) a cada instante, está el nombre de Dios en la poesía de todo auténtico poeta”. Una aseveración de Dámaso Alonso que puede ser discutida -como él mismo lo manifiesta- pero que no podrá ser negada. Pero… sigamos con estos poetas contemporáneos.
Blas de Otero, que ha sido comparado con Quevedo, dice en su soneto “Hombre”
Luchando, cuerpo a cuerpo, con la muerte
al borde del abismo, estoy clamando
A Dios. Y su silencio, retumbando,
ahoga mi voz en el vacío inerte.
Oh Dios. Si he de morir, quiero tenerte
Despierto. Y noche a noche, no sé cuándo
oirás mi voz. Oh Dios. Estoy hablando
solo. Arañando sombras para verte.
…”Hablando solos… arañando sombras para verlo”… así vivimos, los que quisiéramos llegar a ser poetas, pero estamos convencidos de que el Poeta es Él.
Me urge el plazo… dejaré la máquina de escribir, pero seguiré con la voz de estos “religiosos” poetas españoles contemporáneos, en ese diálogo imperturbable entre el autor y el lector.
Nidia A. G. Orbea de Fontanini.
CITAS:
EMERSON, Ralph Waldo – “El hombre y su mundo” Editorial Americalee – 1º
Edición – Buenos Aires – 1964.
LIGALUPPI, Oscar Abel – “Antología Poética Hispanoamericana” Fondo Editorial Bonaerense – La Plata (Bs. As) 1º Edición – Julio 1978.
[1] Doctor Alberto Natale (Partido Demócrata Progresista de Santa Fe). Electo Diputado Nacional (1985, 1989, 1992). 1994: Convencional – Reforma de la Constitución Nacional. Diputado Nacional (10-12-1997; reelecto 2001) – Integrante del Bloque Federal. Miembro de la Comisión Bicameral de Seguimiento de las Privatizaciones. Titular del Movimiento Federal “Recrear” (MFR)1991
[2] No “profesora”. Ejercí la docencia en el nivel secundario desde 1957, con título habilitante. Vigente el “Estatuto del Docente”, desempeñé con carácter interino las cátedras de Técnica de Ventas; Estenografía, Mecanografía, Dibujo y Caligrafía, Contabilidad y Práctica Contable con carácter titular, mediante concurso de títulos y antecedentes, en cuatro escuelas de la capital santafesina. Jefa de Departamento de Materias Afines, Miembro del Consejo Asesor Escolar. Elaboré las planificaciones anuales incluyendo actividades de socialización (educación por el arte de vivir y convivir.) En 1975: coordinadora y responsable de la elaboración del Plan de Estudios de la carrera de Enfermería Profesional (aprobado en enero de 1976 por el Consejo Superior de la Universidad Nacional del Litoral). Secretaria del Curso de “Estadísticas de Salud” en la Escuela Superior de Sanidad “Ramón Carrillo” 1976-1978. Titular de Orientación Vocacional en la Escuela Nacional de Comercio “Domingo G. Silva de Santa Fe” (desde 1981); organizadora del Dto. de Orientación Vocacional con participación de especialistas (profesores de Filosofía, Sicopedagogos, profesionales, artistas…); iniciativa aprobada por la Dirección y profesores de la Escuela, elevada luego al Ministerio de Educación de la Nación y calificada como “Distinguida”.
[3] Antecedentes en la edición de la Asociación Literaria “Nosotras” (Rosario). Página 161.
[4] EMERSON, Ralph Waldo. El hombre y su mundo. Editorial Americalee, 1ª edición, Buenos Aires, 1964.
[5] LIGALUPPI, Oscar. Antología Poética Hispanoamericana. Fondo Editorial Bonaerense, La Plata (Bs.As.), 1ª edición, julio 1978.
[6] ALONSO, Dámaso – “Poetas españoles contemporáneos” – Editorial Gredos – Madrid (España) 1º Edición 1958.