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“Poemas para Tioco”.

“Poemas para Tioco”.

Palabras para la celebración del “alumbramiento”.

Generosa actitud del escritor Gastón Gori.

I – De la vida.

  1. Oración simple.
  2. Necesidad
  3. Crepúsculo.
  4. Milagro.
  5. Andando.
  6. Ser tú.
  7. Mujer.
  8. Cuarenta y cinco.
  9. Simbólica.
  10. Interrogante.
  11. II – De mi amado.
  1. Prueba.
  2. Búsqueda.
  3. Injusticia.
  4. Amante.
  5. Eclipse.
  6. Honestidad.
  7. Aniversario.
  8. Encuentro.

III – De mis hijos y mi nieta.

  1. Monólogo.
  2. Deseo.
  3. A Eduardo Carlos Manuel
  4. A Gustavo.
  5. Angustia.
  6. Crecer.
  7. Pautas.
  8. Espiritualidad.
  9. A Ricardo.
  10. A Nidia Marta.
  11. Niet.
  12. Regalo navideño (Historia de una maldina mona “sabihonda”)
  13. Infantil.
  14. Paz hogareña.
  15. Estival.

IV – De mi madre y mi familia.

  1. Revelación.
  2. Tía Tere.
  3. “In mundo”.
  4. Intimidad.
  5. Fe.
  6. Vivencias.
  7. A Carlos Gabriel, mi ahijado.
  8. Marcela.

V – De mi tierra, de mis amigos y de mis alumnos.

Mi ciudad.

  1. Stress.
  2. A Andrés Roverano.
  3. Para Carmen M.
  4. Tu siembra.
  5. Creando.
  6. Invitación a mi hogar.
  7. A Patricia M.
  8. A Silvia C.
  9. A Gladys H.
  10. Para Mónica D. B.

“Poemas para Tioco”

(Texto en la tarjeta de invitación a la Presentación:

El 24 a las 18,30 en la Sala Marechal será presentado mi primer libro de versos, “Poemas para Tioco”.

¿Quién no se sentiría feliz con un amigo a su lado?…

Hasta entonces.

Nidia A.G. Orbea Álvarez de Fontanini.

Santa Fe, octubre de 1980”

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Plaqueta entregada en ese acto junto con el libro:

Presentación: “Sala Leopoldo Marechal”

Teatro Municipal de Santa Fe de la Vera Cruz.

24 de octubre de 1980 a las 18:30

Coordinadores: Letras: Nelly Borroni Mac Donald.

Música: Susana Schivazzappa

Declamación: Noemí Genesio.

Guitarra: Geneviève Barleta. Poemas: Olga Dalino.

 

Intendente: Cnel. Miguel A. Coquet

Secretario de Cultura y Bienestar Social Tte.Cnel. Hugo E. Polacino.

Subsecretario de Cultura: CPN. Bruno C. Budín

Director de Cultura: Sr. Oscar D. Gheco.

“La entrega de su primer libro “POEMAS PARA TIOCO, es un testimonio de la familia…”

 

[En aquel tiempo (1976-77), nuestra familia se conmovió por el fallecimiento de seis tíos en ocho meses y sentí la necesidad de recopilar lo escrito en tarjetas dedicadas a familiares, amigos, alumnos… para estructurar ese poemario dedicado a Tioco -un apodo inventado por una persona que ayudaba en las tareas del hogar a mi abuela materna Teodora Ramos de Álvarez (23-03-1884/29-4-1953), cuando el abuelo Segundo en 1921, inició su Último Vuelo mientras crecían sus seis hijos, el menor de cuatro meses.

En la tapa, fotografía de hojas de helecho culantrillo uno de los preferidos por ella y que en nuestro hogar, es otro símbolo

Como suele suceder: veintiséis errores de ortografía en la impresión… Lo más reconfortante: el 1º de julio de 1979 había nacido nuestra primera nieta: Graciela María Marta Fontanini Leonhardt.  En aquel tiempo no imaginé que en el ocaso del siglo, quince minutos después de iniciado el primero el julio, sería el momento del Último Desprendimiento de nuestro amado Eduardo Rodolfo…]

Palabras para la celebración del “alumbramiento”…

Esta obra simple, tal vez con muchas imperfecciones literarias tiene aprehendidas cinco generaciones, de raíz hispánica, con cuatro generaciones argentinas y santafesinas.   La tapa tiene un diseño de la suscripta y con letras ornamentadas, como brotes vigorosos recientes, se puede leer “Poemas para Tioco”: homenaje de hoy a una abuela inolvidable, como tantas.

En la composición, la presencia del vegetal seco simboliza el vestigio de una naturaleza amada, que le perteneció, que enseño a amar, y que por eso está intacta proyectándose aún en sombras, como testimonio eterno de su sensibilidad a pesar de su doméstica sencillez.

El primer poema, permite intimidar y recurriendo a un manuscrito para que el lector perciba el mensaje como un documento; revela que “Tioco” es un dulce apodo familiar para una gran abuela.

La sucesión de poemas marca una trayectoria de vida familiar, con la carga emocional propia de lo cotidiano: el poder y las limitaciones; lo individual y lo colectivo.  Por eso se amplía en un entorno social, y concluye con versos destinados a la ciudad en la cual vivieron las cinco generaciones y los seres que integraron las amistades y jóvenes educandos.      Concluye la obra con un signo de la presencia de la última generación, la mano de la nieta de quien escribe: inocencia, pureza, esperanza renovada.

Un auténtico testimonio de familia, más allá del escaso valor que tenga la creación literaria.

Nidia A. G. Orbea Álvarez de Fontanini.

Santa Fe, 10 de octubre de 1980.

Generosa actitud del escritor Gastón Gori…

No lo conocía personalmente; sí por su obra ya que cuando cumplí quince años, la bibliotecaria de la Escuela Superior Nacional de Comercio de Santa Fe, Contadora Amparo Salvadora Fernández –Amparito-, me regaló el poemario Se rinden los nardos, de las casi legendarias ediciones “Espadalirio”.  Unos días antes de la presentación, le acerqué unos ejemplares a Armando Pavletich como donación para potenciales lectores y así fue como llegó Gastón al local de su editor y recibió el primer libro.  Supe después por Gastón –“amigo a perpetuidad” como reitera en sus dedicatorias- que lo leyeron con Charito -su sabia mujer- y fue entonces cuando él decidió hablarle a Armando para que me comentara su propósito de hablar en el acto de presentación.  No fue sólo emoción lo que sentí; sentí un estremecimiento porque no sabía si algún diálogo entre ellos podría haber generado esa decisión.  Con Eduardo, mi amado amante -tolerante y exigente…-, nos acercamos hasta el hogar de los Marangoni en la calle Laprida, cerca del Puente Colgante, símbolo de la capital santafesina…

No parecía ser una primera entrevista: ellos estaban sonrientes, alegres porque se había editado otro libro… Regresé con más entusiasmo y con más tranquilidad.  Es algo casi mágico vivir sin tantas expectativas y convivir con tantas gratas sorpresas…

Necesito expresar que tiempo después, supe que en la década del ’70 –como en anteriores cuando le entregaron la cesantía firmada por el ministro -historiador, poeta y amigo, Gastón Gori estuvo hasta 1983 en una de las tantas listas de personas inquietantes a quienes era necesario controlar porque sabían pensar y con sus obras, promovían revoluciones en el pensamiento

Desde entonces, seguimos recorriendo el mismo Camino… el único posible, desde el edén hacia el Edén…

 

“Tioco, un dulce apodo para mi abuela materna.”

¿Cómo olvidar los mediodías soleados…

y tu figura pequeña en una esquina,

con tu delantal plegado?

¿Cómo olvidar tu huerto tan cuidado…

con alelí, azafrán… albahaca…,

siempre tan perfumado?…

¿Cómo olvidar el horno en el rincón

y el fresco olor del pan

que habías amasado?…

¿Cómo olvidar tus brazos… y el sillón,

la calle… tus amigas..

el ligustro y su flor?…

¿Cómo olvidar los surcos de tu frente,

tus manos nudosas… tu color?…

 

Si todo me lo diste, siendo dueña de NADA

De NADA más que AMOR.

                                                         Tu nieta. Nidia.

I – De la vida.

1. Oración simple

¡SEÑOR!… Haz que el que erró

encuentre la verdad

y esté arrepentido.

Que aquél que algo recibió

agradezca haciendo caridad,

y ayudando al vencido.

¡SEÑOR!… Has que todo el que amó,

siga haciéndolo con intensidad,

como si fuera el fin del camino.

¡SEÑOR!… Haz que seamos como Dios nos creó,

“imagen y semejanza” de su dignidad:

para reencontrarnos con lo perdido..

ILUMINA a los que siembran temor,

Y gozan… denigrando por su potestad.

¡SEÑOR!… Te lo pedimos con dolor.

 

Verano de 1978.                                          (p.11)

 

2. Necesidad.

Si todos los hombres comprendieran

lo absurdo de llorar sus muertos.

Si todos los hombres vivieran

la experiencia de sentirse VIVO Y MUERTO…

No habría sólo flores y epitafios.

Habría más AMOR,

menos CIZAÑA.

Si todos los hombres dejaran de ser fieras

y a ser hombres volvieran…,

no habría tanto llanto,

ni existirían muertos caminando.

 

Otoño de 1977.                                (p.12)

(Seleccionado por Augusto Zorreguieta e incluido en “Ronda Literaria – Nº 27; ed. Lomas de Zamora (provincia de Buenos Aires, Argentina).  En la página 9, el poeta y editor expresó: “Ilustra nuestra portada un dibujo del destacado artista santafesino: JUAN ARANCIO, que legó a nuestro poder como obsequio y cálido homenaje a ‘Ronda Literaria’ de la poeta y Directora de Cultura de la citada provincia” –debiera decir “Coordinadora de las áreas de Educación y Cultura del Ministerio santafesino-; “señora Nidia A. G. Orbea Álvarez de Fontanini, en el acto dedicado al día de Santa Fe en la reciente ‘Feria Internacional del Libro’. Con tal motivo, el artista nos honra con su bello trabajo, y a la señora de Fontanini, a su alta jerarquía como poeta y escritora santafesina que más de una vez honró también nuestras páginas, les decimos: MUCHAS GRACIAS y nuestro más sincero reconocimiento.”)

3. Crepúsculo

Amante de la meditación,

no es extraña para mí esta hora.

Yo sé que nada nos pertenece,

Sino la muerte.

Por eso, mientras viva

acepto la negación…

aunque la VERDAD siempre perdura.

Y la verdad es:

AMOR,

                LUCHA,

                     RENUNCIAMIENTO,

                                             ESPERANZA.

Y quienes la niegan, “VIVEN”,

pero lo hacen VACÍOS,

como si estuvieran muertos.

                                 Abril de 1975.            (p. 13)

4. Milagro.

Si teniendo vacíos tus ojos,

puedes poblar de imágenes tu mente.

Si lacerado tu pecho,

crees en Dios,

y oras en silencio.

Si descalzos tus pies,

caminas…

y no hay llagas ni dolor

que te detengan.

Si en cada noche oscura,

presientes la luminosidad del día.

Si te das dulcemente a tu prójimo

sin más espera

que la de haber cumplido.

No temas a la VIDA,

ni a la muerte temas.

Ya lograste ser ETERNO

con tu ejemplo.

                                             (p. 14)

5. Andando.

Se acortan las distancias.

Cada día no vuelve.

Pero hay que VIVIR:

con tanta pausa

como si volviera,

y con tanta prisa,

como si ya se fuera a acabar.

Se acortan las distancias.

¡Las del tiempo!…

Las del amor,

no tienen límites,

¡SON ETERNAS!

Mayo de 1977.                                (p. 15.)

6. Ser tú.

Es difícil aceptar que te digan:

lo que eres,

lo que sientes,

lo que das,

lo que niegas.

Es difícil…,

pero se hace fácil:

cuando las noches sin sueño

de tantos días,

eran de profunda búsqueda interior.

Cuando sabes que “TÜ” como te ves,

te aproximas a lo que “ERES”.

Cuando logras “SER TÚ”

y te aceptas o te rechazas,

pero vuelves siempre a lo mismo:

a “SER TÚ”

                     auténticamente “TÚ”.

                                 Mayo de 1975.  (p. 16)

7. Mujer.

¡Si pudieras recoger

todas las mariposas

que echaste a volar

en tu adolescencia!

¿Qué harías, MUJER?

…………………………………………………

¡NADA harías!

Porque si ya maduraste,

cambiaste el vuelo de los sueños

por el vigor de tus obras,

que tienen una sola razón:

VIVIR en PLENITUD,

educando para la justicia,

                                 que es LA PAZ…

y la misericordia

                                 que es EL AMOR.

                                                                    (p. 17)

8. Cuarenta y cinco.

Mi carne era fresca,

Mi alma ‘tan pura!…

como de la niña

que tenía quince años.

Soñaba… soñaba…

………………………………………………..

Los años siguieron su curso

y sumé otros quince.

Las rosas de mayo,

me vieron paseando del brazo

de él, que es mi dueño,

y mis dos pequeños

que seguían creciendo.

Llevaba juntito a mi pecho,

un tierno pimpollo:

¡Mi hija!.. ¡Mi Marta!…

Ella en esta hora,

simboliza mis primeros versos.

Es pura y es tierna…

y sueña… sueña…

Mi último niño: ¡Gustavo se llama!

es mi último hijo,

porque DIOS lo quiso.

………………………………………………..

Estos nueve lustros,

¡me han cambiado tanto!…

que no encuentro versos

para desnudarlos.

………………………………………………..

No es que no halle versos.

Yo cambié de verbo,

y ahora, no sueño.

VIVÍ treinta años, feliz con mi dueño.

                                 Mayo de 1977.  (p. 18-19.)

9. Simbólica.

Fue tocada la luna,

la que no tenía defecto ni tacha.

¡Qué pena!…

La quiero lejana,

… anhelada.

La quiero a mi modo.

                                 Julio de 1969. (p. 20)

10. Interrogante.

Quizás hoy has aprendido

que la alegría, a veces,

sE alcanza con dolor.

Quizás hoy has comprendido,

que todos los que ríen,

gozan…,

que no todos los que lloran,

padecen…

Que ni aún tú mismo

puedes saber

¿por qué lloras?…

¿por qué ríes?…

………………………………………………………

Son simples estallidos del alma.

                                 Otoño de 1976. (p. 21)

II – De mi amado.

11. Prueba.

Hace varias horas que estoy en un lecho,

que es frío,

a pesar del abrigo exterior.

¡No tengo fuerzas para empezar el día!

Se extiende la vigilia

y pienso en ti.

¿Verdad que nos esperas?…

No dudo más… ¡VAMOS!…

El SEÑOR me guiará.

                                 Junio de 1977 (p. 25)

12. Búsqueda.

Dos décadas atrás,

el lecho se nos hizo extraño.

¡Es que hubiéramos bastado los dos…

y la tierra…, si húmeda mejor;

y el cielo, aunque estuviera gris.

Dos décadas atrás  empezó nuestra historia:

¿¡extraña!?

Porque creíamos saberlo todo,

y era apenas, CASI TODO.

A partir de allí, JUNTOS,

comprendimos lo difícil que es TODO.

¡Y cuán EFÍMERO!

                                             (p. 26)

13. Injusticia

Todo es dolor y confusión

En mi alma.

Y así será en la tuya,

y en la de nuestros hijos,

y en la de los amigos.

¡Todo es dolor y confusión!…

Sólo la imagen de DIOS

nos muestra paz y claridad.

¡OREMOS!…

que la imagen de Dios

nos traerá la VERDAD.

                     Julio de 1977.  (p. 27)

14. Amante.

Me aturden los presentimientos…

Me asfixio analizando situaciones…

Por eso soy cambiante

cual la luna…

Por eso muchas veces,

soy tan fría.

Por eso soy tan dura…

¡tan distante!…

No sé que fuerza

es la que me empuja

a concebir algunas decisiones.

Lo único cierto es que hoy te vi;

se cruzaron las miradas…

y supe una vez más que seré

mientras viva,

para ti, ¡tu luna!…

Que aunque no la veas

la tendrás en tu cielo;

y que estaré distante,

sólo si lo decides tú,

que espero no dejes de ser

¡SIEMPRE MI AMANTE!              (p.28.)

15. Eclipse.

Cada vez que protesto

es un poco el grito al VACÍO.

Porque pensando

… y repensando…

no encuentro razón

para que hayas renunciado

a ser tú, para ser “otros”…

y que puedas llegar

algún día

a ser ¡NADIE!…

cuando no haya más OTROS.

Y eso:

… sólo lo sabe DIOS.

Porque cada vez que protesto,

no hay eco,

Sólo hay VACÍO.                (p.29.)

16. Honestidad.

No pudiste cumplir con tu promesa.

¿Por qué te dejas convencer por “nadie?…

Si sabes que el que se cree Dios,

                                             ¡ES NADIE!…

El que no ama a sus hermanos,

                                             ¡ES NADIE!…

El que vive para la ambición,

                                             ¡ES NADIE!…

El que traiciona,

                                             ¡ES NADIE!…

El que nunca llega a conocerse,

                                             ¡ES NADIE!…

El que somete,

y así, ahoga y mata:

                                             ¡ES NADIE!

Tú eres un HOMBRE.

No eres: NADIE.

………………………………………………………………..

El equilibrio tiene que mostrarte,

como eres:

como un ser sin mentiras… sin engaños.

………………………………………………………………..

El mundo sigue esperándote,

con tu HONESTIDAD.

Tú eres un HOMBRE.

¡Basta ya de dudar!

Sigue viviendo tu verdad.                           (p. 30-31)

17. Aniversario.

Quítate tu ropaje del pasado.

Cúbrete de esperanzas y mañana.

Vuelve a la tierra

las horas angustiadas;

que han crecido los rosales

y florecen geranios,

en el jardín que te he preparado.

Sean como pétalos tus manos, y como fragancia tu mirada.

Es verano… y nuestro amor:

¡HA MADURADO!

                Febrero de 1978  (p. 32)

18. Encuentro.

Deja que te toque mi mirada.

Que no gima mi alma olvidada.

Deja que te mire enamorada,

Hasta que llegue a mi última morada.

                Otoño de 1980. (p. 33)

III – De mis hijos y mi nieta.

21. Monólogo.

Todos han hablado de ti…

o de tus proyectos.

Muda, volviendo hacia adentro

hasta mi mirada;

escrutando mi alma,

noté tu presencia en mí.

No necesito tenerte al lado

para saber estar contigo.

Eso es AMOR,

que da y no espera.

“AMOR MATERNAL”.

                     Abril de 1975 (A Eduardito…) p. 39.

23. Deseo.

¡Martita!… mi dulce locura.

¡MI HIJA!

¡Cuán feliz sería,

si llegaras a ser

“una gran mujer”.

……………………………………………………………

Parece simplísimo.

Y…

                ¡Cuán difícil es!

                                 Enero de 1975            (A Nidia Marta… p. 41)

24. A Eduardo Carlos Manuel

Veinte años,

desde mi primera maternidad.

Veinte años…

y en este atardecer,

vuelvo a verte en mis recuerdos,

pequeño e indefenso.

Mis brazos te cubrían totalmente…,

pero ya te habías desprendido de mí.

                                 Febrero de 1975. (p. 42)

25. A Gustavo.

En la mesa de todos los días,

Hablas… te escucho, y pienso:

¡otro más que empieza a volar!…

“DEJARLOS CRECER”

fue un duro aprendizaje,

pero verlos con firme personalidad

compensa la angustia

de poderlos perder.

………………………………………………………..

¿Perder?

Me preguntó: ¿Qué?…

Si nada es nuestro.

Todo lo tenemos prestado.

Sólo morir es nuestro,

y ni siquiera sabemos

en qué TIEMPO.

                                 Otoño  de 1976. (p. 43)

28. Angustia.

Es otra tu voz.

                No andas…

                     No corres…

Mi ruego llegará a Dios,

y mañana serás otra vez tú.

Cascabel…

                Alegría del hogar…

                     ¡Cascabel!…

SIEMPRE pienso que hay

millones de niños enfermos,

y lo que es peor:

                     ¡SOLOS!

                     Abril de 1975. (A Nidia Marta, p. 46)

31. Crecer.

Hoy eres tú, mi hija adorada,

la que empiezas el camino.

¡Adolescencia!…

pureza que se nos va,

aprendiendo a vivir.

¡Amigas!…

¿Cuánta confidencia,

y qué inmenso valor

el de la sonrisa!

¡Aprender!

¿Qué?… ¿Para qué?…

¿Y por qué?…

Preguntas que te harás

hasta el FIN.

“Aprender para aprender”…

¡sin límites!…

y sólo por tu esfuerzo vencerás.

Siéntete lumbre antes que estrella.

No pretendas ser océano,

pero niégate a ser arroyo.

Esfuérzate por ser

una virtuosa MUJER:

                                 Marzo de 1975. (p.49)

32. Pautas.

Si quieres que tu hijo

sea como un arroyo

que serpentea ante el obstáculo:

enséñale

a no pensar con profundidad,

a temer y desconfiar,

a no guardar secretos.

Si quieres que tu hijo

sea como el océano,

que guarda sus tesoros ocultos

a pesar de la fuerza de sus aguas:

enséñale

a conocerse a sí mismo,

a enriquecer su vida interior,

a tener esperanzas en la adversidad,

a tener humildad.

Que aprenda a ser sereno como la bajamar.

Que trabaje… y luche bravío

para que haya JUSTICIA

y que reine LA PAZ.

Que ame mucho a su prójimo.

Que entregue sus riquezas sin pedir más.

Y que…

como el mar,

encrespe sus olas para a la tierra besar.

¡Que él sepa también,

cómo es la pleamar!.

                                 Octubre de 1978. (p. 50-51)

33. Espiritualidad.

Un cielo y un árbol

son para tu espíritu exquisito

aquello que muchos no ven…,

y que otros,

no alcanzarán jamás a ver.

Tu manera de vivir,

también me pertenece un poco.

¡Lástima

                TENER CORTADAS LAS ALAS!

                                 Otoño de 1976 (p. 52)

34. A Ricardo.

Hay cielo en tu mirada,

Y la profundidad del océano.

Tal vez… ni lo supongas,

pero te siento el más fuerte,

porque cuando uno

sabe vencerse a sí mismo,

es sencillamente ¡genial!

                                 Enero de 1975. (p.53)

36. A Nidia Marta.

Sigue el ejemplo hija,

y ¡lucha! aunque llores.

No te importe el ruido

de los cántaros huecos.

¡Detente!

No te abrume el reproche,

si prefieres al lujo,

rasgar tus vestiduras

para darlas sin paga.

……………………………………………….

Sigue el ejemplo, hija:

Abre generosa tus manos.

Sé humilde,

y aunque sufras,

como el azul del cielo

será siempre PURA tu mirada.

                     Noviembre de 1979 (p.55)

37. Niet…

Tu madre como un junco,

tenía su frágil cintura.

Pero tú vas creciendo

y cambiando su bella figura.

Ella está serena en su hermosura,

tiene el paso leve…

y habla muy poco.

Yo la contemplo en su ternura,

y te sueño…

te sueño…

pero ya TE ADORO.

                                 Junio de 1979             (p.56)

39. Regalo navideño (Historia de una maldina mona “sabihonda”)

Contaba mi madre

que la suya

por ser “tan monita”

la tenía escondida…

y que los vecinos

mucho demoraron para conocerla.

Yo -según mis tías-

fui siempre “muy mona”.

Todos los vecinos

¡oh!…me disputaban

para “con la nena”

salir a pasearla.

En los ratos de ocio,

me enseñaron a hacer “monadas”.

Aprendí mil versos

que por radio, al viento volaban.

Aprendí a dar besos

a gente que nunca amaba.

Aprendí a vivir “como la mona”.

……………………………………………………….

Cuando entré en el “circo”

yo que era “muy mona”

aprendí a reír

con mis mil “piruetas”.

Hice malabares,

igual que una mona,

y hasta descubrí que lo que me daban

no eran bananas, ni tenían maní.

¡Eran envoltorios vacíos!…

Pero yo creí, seguí con piruetas

y hasta SONREÍ.

……………………………………………………….

Hasta que llegó el gran día

En que dije ¡BASTA!…

¡BASTA!… de ser mona,

de ser tan “monada”

de vivir “como la mona”

de hacer tantas “monadas”.

Y seguí muy pensativa

buscando mi verdad…

y ¡oh paradoja!…

QUEDÉ COMO LA MONA

con media humanidad.

Pero tuve la dicha

de empezar a vivir

¡MI REALIDAD!

……………………………………………………….

Que los que cuidan el circo

junten los envoltorios vacíos.

Que los domadores busquen otro simio,

…o que cambien de oficio.

Que los que me comprendan y me amen,

me busquen y me sigan en mi selva:

en la copa de los árboles para escuchar al ruiseñor

y para VER MEJOR AL SOL,

lejos de las mentiras y su hedor.

                                             Diciembre de 1978  (p. 58-59)

40. Infantil.

Piñu… Piñufla…

hagamos la ronda…

grande, muy grande…

y multicolor.

Piñufla ya tiene

oscuro color…

y Piñu es chiquita

como un picaflor.

Piñufla y Piñu

miran el cielo,

tocan las plantas,

bailan en el comedor.

Piñufla huele a menta,

y Piñu a rico bombón.

Hagamos la ronda

grande…

muy grande…

Que todos se junten a su alrededor.

Piñu y Piñufla ya no son más dos…

se han multiplicado con esta canción.

                                             Invierno de 1980. (p.60)

41. Paz hogareña.

La casa estaba inundada de una extraña paz

la que no da el silencio sino el canto…

El canto de esperanza que es un niño

andando por la casa, caminando despacio.

El canto de fe que es ver la Cruz

y no pensar en el dolor sino en la Vida.

El canto de caridad que es sonreír

a pesar de estar herida.

El canto de alegría por poder mirar

y llorar… y reí… y AMAR.

El canto que rompe el silencio

… y se hace paz…

EL CANTO DEL QUE SABE AMAR.

                                 Agosto de 1980.  (p.61)

42. Estival.

La niña caminaba por la playa solitaria…

el juego de las olas traía caracolas…

Lamía las arenas de la costa soleada

el agua fresca, azulada…

La niña se detuvo, y su mirada,

llegó hasta el cielo azul…

agua y cielo… cielo y agua…

todo azul… igual que su mirada.

La niña caminaba y con sus sueños

dibujaba caracolas solitarias…

laberinto de ilusiones añoradas…

La niña despertó, ENAMORADA.

IV – De mi madre y mi familia.

43. Revelación.

Para mí,

no es madre quien da a luz,

sino quien pone LUZ

en la vida.

Gracias, Mami,

por tu LUZ,

que me hizo elegir

entre ser arroyo

que  se desvía ante el obstáculo,

y pretender ser como el océano,

con su pleamar y su bajamar,

¡teniendo tantas cosas escondidas!…

ACÉPTAME madura…

                     HE CRECIDO por ti.

                                 5 de septiembre… (p.65)

                                 Cumpleaños de mi madre (1913-1999)

45. Tía Tere.

¿Cómo poder imaginarte

ausente en primavera?

Si en tu vida

que tuvo mucho de otoños

y de inviernos,

supiste ser la flor

antes que espina,

y mostrar,

a pesar de las heladas,

los brotes del renacer y la esperanza,

cuando todo parecía frío y yerto.

¿Cómo poder imaginarte ausente?

¡JAMÁS!…

Estarás en todas mis primaveras

como si calzaras aún

las sandalias andariegas.

                     Setiembre de 1976. (p.67)

(A mi tía materna:

María Teresa Álvarez Ramos de Soria.

27-02-1919 # 04-09-1976)

(Seleccionado por la Prof. María del Carmen Villaverde de Nessier, Jefa del departamento de Literatura Infantil dependiente de la Subsecretaría de Cultura de Santa Fe, al recomendar “Poemas para Tioco” en un comentario publicado en 1981, en el Diario “El Litoral” de la capital santafesina.)

46. “In mundo”

Nada nuevo descubrirás hermano.

Nada distinto a lo que tu alma

tiene como sustento de su Vida.

En esta tierra… no somos más que aquello

que CREEMOS.

Porque sin Fe, ya todo es muerte;

y angustia y desazón,

sin Esperanza.

¡Espera… hermano!

Con tu Fe y con la Esperanza.

Recuerda…

que sólo habrá rosas

si cuidas los rosales.

Y cizaña, si te alejas de tu huerta,

absorbido por las fieras inhumanas,

que no saben del perdón…

ni la paciencia, que se creen “absolutos”…

¡DIOS… se creen!

Y quieren dar justicia a los injustos,

y disfrazan a la envidia con el ropaje del amor…

y a su egoísmo,

con la imagen irónica de una preocupación,

que nunca fue sentida.

No te alejes hermano…

vuelve a mí tu mirada.

Vayamos caminando por el huerto,

todos tomados de la mano.

                                                         (p.68-69)

(Noviembre de 1976.

A mi hermano Carlos Orbea Álvarez

05-11-1937 # 13-11-2001)

47. Intimidad.

Te confieso, Tere:

Este lugar del diario

estaba vacío hace un año.

Las dos teníamos la respuesta,

porque no se trataba de recordar:

¡VIVÍAMOS!…

y a pesar de la distancia: ¡JUNTAS!…

                     Setiembre de 1976. (p.68-69)

48. Fe.

¡NACER!…

siendo fruto del amor,

y una docena de brazos

haciendo turno

PARA COBIJARTE.

¡CRECER!…

y no saber en la infancia,

lo que es la ingratitud…

indiferencia…

t e r r o r…

Creer en DIOS.

¡ADOLESCENCIA!…

y aprender que existe

la traición y el dolor.

Creer en DIOS.

Encontrar lo que es

“el gran amor”.

Vivir en la confianza

y la entrega alrededor.

Dar a luz cuatro hijos,

seguir creyendo en DIOS.

Percibir la sombra de los enemigos,

luchar… y perdona.

CREER SIEMPRE EN DIOS.

                                             (p.70-71)

49. Vivencias.

¡Señor!… ayúdame a olvidar

mis cuatro años

y mi ingenuo dolor,

cuando perdí a mi hermano.

Ayúdame a olvidar

mis trece años

en una vereda angosta

y sin color…

cuando aprendí que en el silencio

podemos hallar todas las repuestas.

Y que es posible vivir

en el hedor de la traición,

en la miseria de la “sin razón”

y no sentirse postrado,

ni rebelde,

ni tan amado…,

pero sentirse con VALOR.

¡SEÑOR!… ayúdame a olvidar

mis quince años…

con el epílogo

de la más trágica confusión.

¡Ayúdame a olvidar

mis dieciocho años…

cuando aún no había aprendido

que no todos los seres CRECEN,

ni oyen,

ni ven.

¡Haz que recuerde SEÑOR,

las manos nudosas de mi abuela!

La humilde mirada al suelo

de mi tío y amigo…

Los ojos azules de mi tía menor,

tras la ventana…

El canto melodioso de Negrita…

en los inviernos largos…

COMPARTIDOS.

Haz que recuerde SEÑOR,

en los domingos,

las alegrías de mi abuela

con su familia reunida.

Que nunca olvide yo

que fui su nieta elegida.

¡Lléname los oídos Señor…,

con las carcajadas de otros tiempos,

de los hijos que tuvo más parecidos!

¡Ayúdame Señor

a que baje el telón!

Terminó el primer acto,

pero aún vive el autor.

…Y es probable que otra primavera

callada… también tenga engaños,

falsedades…

traición.

Pero mi alma CRECIÓ,

Y no hay más confusión,

ni risas, ni llantos,

Sólo hay largos silencios,

                     y verdades “punzantes”…

y esperanzas eternas.

Aquí está esta Plegaria,

y que Dios me perdone

por tan grande memoria.

¡Y mil gracias al Cielo

que con todos los Ángeles

ha amparado a mis hijos

y a mi varón amado,

en este tiempo de paz,

de familia y Navidad

¡TAN ESPERADO!             (p. 72-74)

52. A Carlos Gabriel, mi ahijado.

Tu físico armonioso,

tu espíritu inquieto,

tienen un desborde vital,

arrollador…

Pero no siempre te agites,

ni corras, ni grites.

Tu alma necesita la quietud.

¡Búscala a tu alrededor!

Lentamente, te harás hombre;

y ese HOMBRE será un poco

tus abuelos… tu papá…

y ese hermano…

que no te pudo acompañar.

Ese HOMBRE,

será CARNE y ESPÍRITU,

como lo fue Jesús…

Y si tú te lo propones,

será un HOMBRE con VIRTUD.

                                             (p. 78)

53. Marcela.

Te vas haciendo mujer

Como las rosas tempranas de abril

Y me pregunto:

¿te tocará mi cincel?…

¿O apenas el color de mi pincel

te salpique con matices

que se esfumen en el tiempo

y nada dejen en tu piel?

Tal vez te vea crecer,

y descubra en tu sonrisa

un atisbo de tristeza.

¡Que no esté mi rostro en él!…

Te vas haciendo mujer

y en cada octubre… renuevo

historias de mi niñez.

¿Te tocará mi cincel?…

¿O apenas será el pincel?

                                 Otoño de 1980.  (p. 79)

V – De mi tierra, de mis amigos y de mis alumnos.

54. Mi ciudad.

Santa Fe,  mi cuna,

                mi sendero,

                mi cielo.

                ¡La Cruz del Sur!

Santa Fe…  mi familia,

                   mis amigos,

                   los que se fueron,

                   ¡La Cruz del Sur!

Santa Fe…  su música,

                   sus letras,

                   su pintura,

                   su historia,

                   ¡La Cruz del Sur!

Santa Fe…  sus hombres

                   y sus credos.

                   ¡La Cruz del Sur!

Siempre alta, en mi CIELO:

SANTA FE…

                   y LA CRUZ DEL SUR.

 

(-Poema seleccionado por Augusto Zorreguieta de Lomas de Zamora (provincia de Buenos Aires, Argentina) y editado en “Ronda Literaria” – Nº 16, otoño de 1981.

-Incluido en “Desde Santa Fe… para los niños”; edición conjunta CEL (Círculo de Escritores del Litoral) y Subsecretaría de Cultura de la Provincia de Santa Fe, libro destinado al Plan Cultural Año 1987, RM.129 del 16-03-87; Subprograma: “Encuentro con Escritores en las Escuelas”.)

56. Stress.

Sala de espera.

Coloquios… silencios…

Cada ser con su carga

de problemas y esperanzas.

La ciencia en manos de un hombre,

que es serenidad,

que es equilibrio,

que es el amigo:

de hace un instante o de siempre…

¿Quién puede precisarlo?

Aquí se sonríe al entrar,

                al charlar…,

                                 al salir…

Aquí subimos los peldaños

para volvernos a encontrar

con LA SEGURIDAD.

Al. Dr. Osvaldo Calvo.

Abril de 1975.                     (p.85)

57. A Andrés Roverano.

Soledad fue tu signo.

Silencio y soledad,

gestaron tu obra.

Lejos del mundo…,

inmerso en los profundos

silencios íntimos,

cuidaste tu SEMILLA.

Sostuviste después

el débil tallo,

con férrea volunta

y gran ternura.

Consumiste tu tiempo

con tesón y paciencia,

para ser su gran EJEMPLO.

Lejos del ruido…

inmerso en los profundos silencios,

desde lo ETERNO,

seguirás proyectándote

en tu más amada obra:

                     ¡ALEJANDRO!…tu HIJO.

                                             ¡Todos tus desvelos!

                                                                    Abril de 1979.

59. Para Carmen M.

¡Qué absurdas son mis tardes!

Yo tengo que enseñar

a pensar… y a aprender,

y tengo para ello

más de doscientos jóvenes

que cambian día a día…,

que busco comprender…

y a quienes poco puedo conocer.

Enseñar a pensar:

para estudiar… pero más para VIVIR.

Y a aprender:

para después “volver a aprender”

hasta el fin de su tiempo.

¡Qué absurdas son mis tardes!

Un retazo de cielo,

los techos de las casas vecinas…

Mis compañeros… mis amigos.

Un saludo.  Un diálogo breve.

Un problema…

Pocas soluciones.

Yo tengo que enseñar a VIVIR,

apurada… en un recreo…,

o después, o NUNCA, a esa niña

que llora todos los mediodías,

porque nadie la escucha

y ya aprendió a PENSAR.

¡Qué absurdas son mis tardes!

PENSAR: ¿para qué sirve?…

si tengo que aprender

cuán difícil es hacer apostolado y

más aún lo es EL EDUCAR.

                                 Invierno de 1980. (p. 88-89)

60. Tu siembra.

Cosecharás malezas

si no purificas tu tierra,

la abonas… la riegas…

y pones los mejores rosales

y la más alta vid.

Y cuidas a ambas

como te cuidas tú:

día a día,

hasta que finalice TODO.

En ese último camino,

cosecharás…

¡Sí! ¡VERÁS A DIOS!

                                             (p.90)

61. Creando.

Como el alfarero

que amasa la arcilla

                suave…

                fresca…

Como el alfarero

que le da calor

con sus manos finas…

¡Como el alfarero!…

Así yo pretendo llegar a sus almas,

                y darles la fe,

                darles la esperanza.

Lograr que mañana

MUJERES y MADRES,

¡busquen la virtud!

                ¡desdeñen el odio!

                                 ¡amen la verdad!

¡Ah!… ¡Si lo lograra!…

Pienso que pretendo

Buscar lo PERFECTO.

¡Qué sacrílego!…

Perdóname DIOS.

                                 Noviembre de 1973 (p.91)

62. Invitación a mi hogar.

Mi casa es un nido grande

que cobija a mis amores,

de afuera parece chica,

sólo ves puertas… colores.

De la mano yo te llevo

hasta el pie de la escalera

donde sube mi quimera

por la que feliz yo muera.

Deja que te muestre el patio

lleno de plantas lozanas,

para que sepan las quiero,

yo las cuido en las mañanas.

Mi cocina es un refugio

alquimia con proteínas

y caudal de vitaminas,

minerales… energía.

Los cuartos donde ELLOS duermen

guardan el mayor secreto.

Ven la vida como un germen,

dueños de espíritu inquieto.

Mi pieza es un nicho oscuro,

cuna de todas mis noches…

sólo ventanas y muros,

mis desvelos y temores.

Mi pieza fue un nido grande.

Volando se fueron alto

ya crecidos los PICHONES…,

sólo me llega su canto.

Por eso abro las ventanas

antes que me quiebre el llanto

y quiero saltar los muros,

                ¡es que he amado tanto!

Mas cuando llega la noche,

te NECESITO, mi cuarto.

Con mis sueños en derroche,

mi vigilia yo comparto.

                Otoño de 1980.    (p.92-93)

63. A Patricia M.

Poblarán mil imágenes tu alma,

Andarás por las calles soñando.

Tornarás realidades tus sueños.

Rondarás por ideas muy vagas…

Inquietudes, tesón y cansancio,

Colmarán tus horas de trabajo.

Insoslayable…

A tu alrededor habrá ternura y paz.

Y guerra, indiferencia y odio…

Jamás bajes la mirada.

En lo alto está Dios con su eterna alborada.

Somos hechos por Él

Una imagen y una semejanza.

Seamos dignos de Él,

                                 seamos la ESPERANZA.

                                 (A Patricia Magán – p. 94.)

64. A Silvia C.

Ni tú sabes de mis noches

ni yo sé de las tuyas,

pero ¿si adivinaras

cuantas veces las mías son tuyas?…

¡Cuánto ruego

porque llegue pronto tu mañana!

¡Cuánto lamento

no poder acompañarte!

ENTONCES: ¿Cómo serían tus noches?

Quiera Dios fueran iguales:

Que las vivas para ORAR.

                                                                    (p.95)

(Silvia, detenida, en un Penal, en la provincia de Buenos Aires…)

65. A Gladys H.

Haber gozado con tus risas, haberme dado el privilegio de ser tu confidente y guardar para ti aquel secreto que se hizo estridente.

En qué playas dejaste hundir tu paz?

¿A qué vientos entregaste tanto ejemplo?

¿Por qué tu amor todo lo convirtió en dolor?

No alcanzaste a ser rosa, y como un pimpollo rojo suave y débil… te deshojaste con al granizada que también mató a tu amor.

                                 (p. 96)

(Gladys también egresó con el título de Perito Mercantil Nacional. Estaba con su novio en Rosario, al sur de la provincia de Santa Fe, República Argentina y cuando se acercaban a la escalinata de la Facultad, los mataron…)

67. Para Mónica D. B.

La tarde tiene un gris perlado

en su cielo…

y se opacan al instante los colores

cuando me acerco y te veo,

¡tan dulce!… ¡tan sincera!…

¡tan frágil!…

pareciendo ser de acero.

Tiemblas y me haces temblar,

¡porque te quiero!…

como quiere a la arcilla

el alfarero.

Perdóname el afán

y mi desvelo…

por cumplir mi deber,

que es lo que anhelo.

No quiero herirte ¡no!

mi adolescente…

¡Déjame que te acaricie la frente!

Mayo de 1977 (p. 98)

 

* * * * * * *

 

(En la página siguiente, apoyó la mano Graciela María Marta, nuestra nieta de catorce meses. Necesité escribir: “Tu mano desplegada / cual ala de paloma… se pose en este libro, y que TODOS perdonen mis errores.”

Se terminó de imprimir el 10 de octubre de 1980 en los Talleres Gráficos de Imprenta Macagno S.C., calle La Rioja 2863, Santa Fe.)

 

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