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2002 – DIÓCESIS DE SANTA FE (Argentina)

Una chispa… 1

Sucesión en el Arzobispado. 2

Administrador Apostólico Mons. Moisés Julio Blanchoud. 3

Do.06-10-2002. 3

Designaciones. 4

 

Junto a Monseñor Edgardo Gabriel Storni, Arzobispo en la Diócesis de Santa Fe –sucesor del ilustre Mons. Vicente Faustino Zazpe fallecido a principios de 1984, se desempeñaban el Canciller Padre Carlos Scatizza; el Vicario General Pbro. Hugo Capello; Vicario para la Educación Padre Mario Grassi; Vicario de Cultura P. Marcelo Mateo; Pbro. Edgar Stoffel, Vicario para la Pastoral Social y P. Gabriel Carrón Vicario para la Pastoral Penitenciaria; el Vicario Judicial Alejandro Bovero y el ecónomo Nilo Guardamagna.  Además, hay jueces que integran el Tribunal Eclesiástico (interdiocesano), que “permanecen cuando un obispo es trasladado, fallece o presenta la renuncia, por una cuestión de administración y garantía jurídica durante la transición.” La función del Canciller -tal como lo declaró el P. Scatizza por distintos medios-, “es eminentemente notarial: tiene que hacer los decretos, levantar las actas de las reuniones, es el responsable del archivo y de la certificación de la firma.

Una chispa…

En agosto de 2002, se terminó de imprimir el libro Nuestra Santa Madre – Historia Pública y Privada de la Iglesia Católica Argentina- escrito por la periodista Olga Wornat, con prólogo de otro periodista: Jorge Lanata.  La autora llegó a la capital santafesina para presentarlo cuando recién estaba comenzando la distribución en las librerías.   Hay varias páginas con información referida a “Storni, Edgardo Gabriel. El Rosadito, el Divino, El Príncipe” en el capítulo noveno titulado El príncipe y el pastor  y comenta diversos hechos desde la página cuatrocientos tres a la cuatrocientos cincuenta y nueve.  Alude no sólo a algunas actitudes de Monseñor Storni; incluye antecedentes referidos a las relaciones interpersonales entre miembros de la Iglesia Católica, seminaristas, jueces, medios de información…

La presentación de ese libro en Santa Fe y la persistente difusión de diálogos con Olga Wornat en función de ese capítulo, generó una inmediata reacción desde distintos sectores sociales y ese acto cultural fue el fermento para otros actos culturales…

Días después, hubo una denuncia contra el arzobispo de Santa Fe monseñor Edgardo Gabriel Storni  por presuntas presiones contra el sacerdote José Guntern, debido a algunas declaraciones en torno a un aparente desliz del arzobispo mientras disfrutaban con varios seminaristas, de unas vacaciones en la casa de retiros espirituales situada en Calamuchita, provincia de Córdoba.

El anciano padre Gunter fue trasladado desde su domicilio hasta la sede de San Jerónimo y General López, para que firmara un documento aclarando sobre aquellas declaraciones y en la sede arzobispal frente a varios sacerdotes y un escribano se sintió obligado a firmar –a afirmar– que “en ningún momento se realizó referencia a ningún acoso sexual por parte de Storni con relación a los seminaristas; el empleo del término desliz no se refiere a lo sexual sino como a un error en su actuación durante las vacaciones en Calamuchita; ese término desliz se atribuyó a un acoso sexual y nada que ver, sino que el adolescente interpretó indebidamente los gestos afectuosos por parte de monseñor Storni, debido al trato familiar que ha había entre monseñor Storni y la familia del seminarista.”

Luego el Padre Gunther, sintió necesidad de declarar que había firmado debido a la presión sicológica y a cierta violencia verbal de aquellos sacerdotes -de la cúpula eclesial local- que habían co-operado para la concreción de ese acto y decidió recurrir a la Justicia.

Los fieles católicos una vez más, estaban alertas a lo que expresaban aquellas oraciones que se sucedían para desarrollar diferentes argumentos y réplicas y necesitaban seguir con sus Oraciones para que como decía el Santo Josemaría Escrivá de Balaguer: “¡Señor, que vea!”

Desde entonces, se han sucedido las entrevistas y citaciones, las declaraciones y réplicas que trascendieron por distintos medios de comunicación locales y de la capital federal.  Así la población supo que la causa referida a tales presiones denunciadas por el Padre Gunther, se iniciaron en el juzgado de instrucción tres, a cargo del Dr. Julio César Costa pero por decisión de la Sala Cuarta de la Cámara de Apelaciones, esos antecedentes se adjuntaron a la causa anterior que estaba en trámite a cargo del Dr. Giovannini, referida a presunto acoso sexual del Arzobispo.

Un año después, está en trámite el planteo de inconstitucionalidad presentado por el abogado Eduardo Jauchen, criterio apoyado por el fiscal de Cámara Airaldo Bertoldi.   Mientras tanto el padre Favio Copello que participó de aquella reunión con el padre Gunther, declaró ante el juez que monseñor Storni esa noche estaba de viaje a la vez que otros sacerdotes presentes dijeron que se encontraba en el mismo edificio.

(El trámite judicial iniciado por el fallecido juez de Instrucción Eduardo Giovannini y el dictamen pertinente fue ratificado por la Sala IV de la Cámara de Apelaciones.  El abogado defensor Dr. Eduardo Jauchen apeló ante la Corte provincial y fueron confirmadas ambas resoluciones. En consecuencia, el defensor presentó un recurso extraordinario para llegar hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación y el miércoles 7 de julio de 2004, le notificaron que “en modo alguno puede entenderse que en esta instancia el impugnante aporte argumentos idóneos y suficientes tendientes a demostrar que este Cuerpo, al declarar inadmisible el recurso, lo haya hecho sustentando el fallo en fundamentos aparentes o afirmaciones dogmáticas que lo tornen ‘nulo por vació de contenido’, como alega”.  Queda aún la alternativa de “ir directamente en queja anta de la Corte de la Nación…)  [1]

Sucesión en el Arzobispado

Para la designación del sucesor en la Arquidiócesis, la Nunciatura debe enviar una terna a Roma y allí “pasa por diversas congregaciones romanas, que son como ministerios del gobierno civil”.  Sabido es que “las provincias episcopales pueden enviar en forma permanente nombres para cubrir distinta vacantes” y que también pueden incluir nombres “aquellas congregaciones”.  La Secretaría de Estado es el segundo poder de mando en la Iglesia y puede presentar esa terna o modificarla.  Luego el Santo Padre evalúa esa terna, también puede modificarla o rechazarla y terminado ese trámite, se adopta la decisión final.”EL, p. 3

Administrador Apostólico Mons. Moisés Julio Blanchoud

Do.06-10-2002

Monseñor Blanchoud llegó a la capital santafesina tras aceptar otra misión apostólica tal como “se lo expuso el nuncio apostólico Mons. Santos Abril y Castello, cuando le confirmó su designación, tras la asamblea extraordinaria de obispos que se realizó en Pilar, el sábado de la semana pasada.” Moisés Julio Blanchoud, hijo de José Blanchoud -o Blanchaud- y de Catalina Mathieu, campesinos descendientes de los fundadores de la Colonia de la Esperanza que llegaron el 27 de enero de 1856.  Nació en Esperanza, el 4 de septiembre de 1923; ingresó en el Seminario Metropolitano de Santa Fe a los once años y allí “cursó estudios secundarios, filosóficos y teológicos” –siguiendo los datos biográficos difundidos por Irma Quartarone en su libro “Esperanza y su gente”.  p.33-34

“En 1947, fue ordenado Sacerdote y destinado por su Obispo, Administrador y Profesor del seminario donde realizara sus estudios”.  Siguió su apostolado siendo Párroco en la Parroquia “Santa Teresita” en la capital santafesina.  Elevado al Orden Episcopal por el Papa Juan XXIII, en 1960 fue consagrado en la Basílica de “Ntra. Sra. de Guadalupe” el 24 de abril de ese año y la semana siguiente, en su ciudad natal celebró la primera Misa Pontifical en la Iglesia de la “Natividad de Nuestra Señora”.  Su Santidad lo designó Obispo Titular de Belali, y Auxiliar del Obispo de Río Cuarto Monseñor Buteler. En la década del ’80 tras el fallecimiento del titular, el Papa Paulo VI le encomendó la Diócesis de Río Cuarto en la provincia de Córdoba. Luego lo destinaron al Obispado de Salta y allí se jubiló.  Irma Quartarone, destaca que “Monseñor Blanchoud es poseedor de una carismática personalidad, cuyos rasgos predominantes, humildad y calidez, lo convierten en verdadero pastor de su misión apostólica.” (Al ser difundida la noticia de su próxima misión en Santa Fe, necesité buscar ese libro y releer parte de su trayectoria.)  Sabido es que a principios del siglo XXI es Capellán del Convento de Carmelo de San José y Santa Teresa, donde siguió viviendo mientras cumplía la nueva misión como “administrador apostólico de la Arquidiócesis de Santa Fe.

Consultado por algunos periodistas, expresó. “Hay que descubrir la verdad”.  Manifestó: “Ya estoy notando la mano de Dios; se palpa en la alegría del pueblo de Dios y en la expectativa que se ha ido creando”.

En los primeros días de octubre de 2002, distintos medios coincidieron en que a monseñor Blanchoud, “le cabe ahora una misión difícil, como la de apaciguar los ánimos tras la fuerte turbulencia que sacudió a la jerarquía eclesiástica santafesina en los últimos meses, a partir de las denuncias contra Mons. Edgardo Storni y su posterior renuncia a la Arquidiócesis de Santa Fe.  La segunda misión es ‘echar a andar los esfuerzos para reconstruir la unidad de la Iglesia diocesana’.” [2]

El martes 8 de octubre de 2003, Mons. Blanchoud se reunió con sacerdotes, religiosos y laicos.   En diálogo con la periodista Nancy Balza, manifestó: “Escuché hablar de las internas y, primero lo miro a nivel humano y comprendo que puede haber alguien que tenga deseos en esto. Yo jamás me metería en una cosa como ésta, con 40 años de experiencia episcopal que, gracias a Dios, no fueron turbulentos.  Pero no puedo negar que lo haya.  Sí le puedo asegurar que la Iglesia santafesina no va a repetir nunca más esta experiencia de división, de enfrentamiento.  Esto no quita que haya que comenzar a trabajar con mucha discreción.  La selección de los candidatos para que desemboque la designación de los obispos es compleja y larga”.

Designaciones

El administrador apostólico de Santa Fe Mons. Blanchaud designó Vicario General al Pbro. Edelmiro Gasparotto de reconocida trayectoria como Párroco en “la Merced”.  Una de sus primeras decisiones, fue la confirmación del Canciller de la Curia Carlos Scatizza.

 

 

(“Si el deber es amargo y lo realizas pronto, antes pasará la amargura y te quedará la satisfacción de haber cumplido; si es amargo y dilatas el cumplirlo, no harás sino aumentar la amargura y, por ello, sufrir sin mérito”.

“Tienes que ser fiel al deber; pero no dejes de preocuparte por ser fiel sobre todo al amor, que es tu primer deber. ‘El que es fiel en lo mínimo, lo es también en lo mucho, y el que es injusto en lo mínimo, también lo es en lo mucho”  (Luc. 16,10) “Mantente fiel hasta la muerte y te daré la corona de la vida” (Apoc. 2,10).

El amor a la fidelidad solamente surge de la fidelidad al amor.  Si no eres fiel, no amas; si no amas, no serás fiel mucho tiempo.”

Alfonso Milagro, Misionero Claretiano. “Los cinco minutos de Dios”. Buenos Aires, Editorial Claretiana,13ª ed. 1981, p. 89.

Lecturas y apuntes de Nidia Orbea Álvarez de Fontanini.)

[1] Diario El Litoral.  Santa Fe de la Vera Cruz, jueves 8 de julio de 2004, p. 15.

[2] Diario “El Litoral”, Santa Fe de la Vera Cruz, domingo 6 de octubre de 2002

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