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Argentina – Sufragio universal – Sáenz Peña – Vicepresidente.

13-02-1912 Sufragio secreto y obligatorio.

06-12-1913 – Fin del gobierno de Sáenz Peña.

Análisis sobre el cargo de “Vicepresidente”.

 

 

Es necesaria la memoria…

El senador socialista Dr. Alfredo L. Palacios, mientras participaba en un debate, el 9 de junio de 1936 recordó que «…ya en 1815 un pueblo del Norte, Jujuy, había defendido el sufragio universal y libre, con una gallardía admirable. Refiere Ricardo Rojas que ese año, la ciudad de Salta eligió al gran Güemes gobernador de la provincia, sin que sufragaran los habitantes de Jujuy, dependiente de aquélla. El Cabildo jujeño protestó de esa exclusión, en nombre de la soberanía popular. Como Güemes y su milicia fueran de Salta a Jujuy para contestar el reclamo y zanjar las dificultades, asistió aquél a la sesión del Cabildo abierto, pero éste se negó a deliberar y a votar en presencia de la fuerza armada.

Don Manuel Ignacio del Portal, juez eclesiástico de la ciudad, dijo con arrogancia a Güemes:

‘Todo ciudadano tiene su opinión y un derecho incuestionable a ser oído, convocado de orden del muy ilustre Cabildo.

Formamos una sociedad en que debe presidir la libertad de ideas, de dictamen,  y de sufragios. Somos citados para tratar, conferenciar y combinar nuestros asuntos políticos de un modo digno a una reunión de hombres libres. Y vuestra señoría sabe muy bien que esta libertad es el alma, la esencia y el principio constitutivo de las deliberaciones y tratados recíprocos de los pueblos.’

Recriminó a Güemes que hiciera ostentación de bayonetas; pero señaló el precedente peligroso que importaría votar bajo estados de fuerza; afirmó los sagrados derechos de la soberanía popular; dijo que los comicios debían ser libres para no ser ‘viciosos, nulos y de ningún valor’; y concluyó pidiendo al general armado, que se retirara de la ciudad con sus fuerzas, dejando al pueblo en el pleno ejercicio de sus prerrogativas civiles.

Güemes contestó que no había ido a sojuzgar a un pueblo; que había mandando retirar sus tropas, quedando él solo con su escolta pero que si ésta, como su presencia, podían ser embarazosas para alguien, abandonaría enseguida el recinto del Cabildo y nombraría un diputado civil para que tratase con otro del pueblo, las bases de un acuerdo entre Jujuy y Salta, así como las garantías del sufragio.

El salteño designó al doctor Boedo y el pueblo de Jujuy al mismo doctor Portal, firmándose después un pacto entre ambas ciudades y realizándose libremente, la elección de gobernador, con el voto de todos los ciudadanos.

Hermosa actitud la de Güemes, varón ilustre que con sus criollos de bronce defendió la libertad  y detuvo al invasor en las quebradas salteñas.

Hermosa actitud la del general que envainó su espada y se inclinó ante la soberanía del pueblo que hoy hace sonreír a los escépticos.

De acuerdo con el concepto de patriotismo, específicamente argentino, la fuerza ha de ser sustentadora del derecho, y la espada, baluarte, no verdugo de la libertad.»  [1]

 13-02-1912 Sufragio secreto y obligatorio

El presidente Roque Sáenz Peña con la perseverante actitud de su ministro del Interior, el salteño Indalecio Gómez que asistió a varias sesiones durante el tratamiento del proyecto, logró que el 11 de febrero sancionaran la ley que estableció la calidad, derechos y deberes del elector; lo relativo a la proclamación de los candidatos y a las elecciones presidenciales y parlamentarias; la formación y convocatoria de los Colegios Electorales; la constitución de mesas receptoras de votos, el sistema electoral y todo lo relativo al sufragio y escrutinio.

Fue promulgada dos días después, el 13 de febrero de 1912 y está registrada con el Nº 8.871, desde entonces es reconocida como la Ley Sáenz Peña.  [2]

Fue modificada en varias oportunidades.

Ni las nobles intenciones, ni las nuevas normas legales fueron suficiente garantía para que la ciudadanía pudiera ejercer libremente sus derechos cívicos porque hay testimonios no sólo en los diarios de sesiones del Congreso Nacional y de las Legislaturas provinciales, acerca de la validez de los resultados por sucesivos fraudes, hasta las realizadas para elegir autoridades para el período 1941… que concluyó con el movimiento cívico militar del 4 de junio de 1943.

06-12-1913 – Fin del gobierno de Sáenz Peña

Su organismo no soportó las intensas actividades que él mismo se imponía, queriendo estar personalmente en todos los asuntos.

Realizó un viaje a la Patagonia, más para hacer una pausa en su agobiante gestión que para controlar las obras en ejecución.

El vicepresidente lo reemplazó en siete oportunidades, la última a partir del 27 de agosto de 1913 y al no mejorar, debió pedir una prórroga de dos meses.

En el Senado, el 6 de diciembre se produjo un prolongado debate y se reveló un plan para lograr su renuncia.

Lamentable desenlace para un presidente que había logrado el voto de 263 electores, contra uno de la oposición, el resultado más alto hasta ese momento.

El diputado radical Rogelio Araya manifestó sentirse «muy obligado a denunciar al país esta confabulación que hacen los hombres del antiguo régimen para desplazar al que significa un peligro para ellos, pero que representa todavía una esperanza de las aspiraciones populares».

Inmediatamente expresó su «saludo al primer magistrado de la República en desgracia, con tanta más simpatía cuanto más grande e injustos son los ataques que se llevan a cabo contra él». Anticipó su voto afirmativo para que se le «conceda la licencia indeterminada que necesita.»

Análisis sobre el cargo de “Vicepresidente”

Ricardo Lavalle (diputado nacional 1878-1880) había reconocido que «la presidencia de la República, en efecto, es una; la vicepresidencia no es otra presidencia eventual, es la misma presidencia, el mismo programa, los mismos ideales, garantizados contra las posibles eventualidades; designar un candidato a la vicepresidencia no es desdoblar la fórmula presidencial, es integrarla; no es dividir el poder en dos términos temporalmente sucesivos, es establecer la previsión de su unidad y de su continuidad.»

Esos conceptos debieran estar asimilados por la ciudadanía en el momento de votar sus candidatos, de modo que la elección coadyuve al logro de la imprescindible continuidad en la conducción del Estado Nacional.

Había transcurrido un breve tiempo desde que por primera vez, el vicepresidente –Figueroa Alcorta- asumió la titularidad en la presidencia por fallecimiento Manuel Quintana; siendo luego electo para el período inmediato.

Lecturas y síntesis: Nidia Orbea de Fontanini.

[1] Congreso Nacional. Cámara de Diputados. Diario Sesiones 1940, t. I, p. 89 .Esta transcripción corresponde a fundamentaciones del Sen. Alfredo Palacios -socialista-, en proyectos referidos al funcionamiento de los partidos políticos y a la represión del fraude electoral.

[2] Argentina. Anales Legislación Argentina, 1889-1919, p.844 y siguientes.

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