El Papa Juan Pablo II ante 200.000 devotos de 84 países que habían llegado hasta la plaza de San Pedro del Vaticano, proclamó a “San Josemaría Escrivá de Balaguer: el santo de lo corriente”.
Destacó que “fue elegido por el Señor para anunciar la llamada universal a la santidad y para indicar que la vida de todos los días, las actividades comunes, son caminos de santificación. Se puede decir que fue el santo de lo corriente”.
Juan Pablo II concedió a la Obra de Dios el rango de prelatura personal en 1982 y en la ceremonia de la santificación, manifestó que el fundador del “Opus Dei” fue una persona “de gran humanidad… todos los que le trataron, de cualquier cultura o condición social, lo sintieron como un padre, entregado totalmente al servicio de los demás.”
El Prelado del Opus Dei Javier Echevarría, ofició antes una misa de acción de gracias y declaró que “la canonización es un ‘don’ para el mundo” y que “el flamante santo se adelantó a los tiempos, al Concilio Vaticano II, con la llamada a la santidad de los laicos.” La santificación reconoció después de que el médico español Manuel Nevado Rey, explicó que había sanado de un cáncer incurable por “un milagro” que atribuyó a Josemaría porque rogó con Fe para que lo ayudara a recuperar su salud.
De su legado…
Ha quedado la Obra… que continua con el aporte de los “adherentes cotizantes” y la voluntad de servicio de quienes difunden sus orientaciones espirituales.
En la introducción del libro Camino, desde Vitoria (tierra de los vascos), el 19 de marzo de 1939, festividad de San José -esposo de la Virgen María-, el P. Xavier, A. A. de Vitoria, expresó:
“A ti, querido lector, van dirigidas esas líneas penetrantes, esos pensamientos lacónicos, medita cada palabra e imprégnate de su sentido”.
“Amor de Dios”
417 ¡No hay más amor que el Amor!
418 El secreto de dar relieve a lo más humilde, aún a lo más humillante, es amar.
429 Todo lo que se hace por Amor adquiere hermosura y se engrandece.
“Caridad”
429 Todo lo que se hace por Amor adquiere hermosura y se engrandece.
440 Cuando hayas terminado tu trabajo, haz el de tu hermano, ayudándole, por Cristo, con tal delicadeza y naturalidad que ni el favorecido se dé cuenta de que estás haciendo más de lo que en justicia debes.
-¡Esto sí que es fina virtud de hijo de Dios!” [1]
“Fe”
575 Algunos pasan por la vida como por un túnel, y no se explican el esplendor y la seguridad y el calor del sol de la Fe.
577 Sientes una fe gigante… –El que te da esa fe, te dará los medios.
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(En el momento de alejarme definitivamente del cuerpo yacente de mi amante Eduardo Rodolfo Fontanini Doval -amado a perpetuidad-, con quien por la gracia de Dios nos unimos en matrimonio el 05 de febrero de 1954 y al día siguiente, recibimos la bendición de Monseñor Antonio Biaggioni, en la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen –actual Basílica-, en la ciudad de Santa Fe de la Vera Cruz, Capital de la Provincia…
…Aún vibrando al rememorar la emoción compartida en la primavera de 1978 cuando vivimos un Encuentro de Matrimonios -invitados por nuestros amigos del alma Beba y Juan- y renovamos las promesas matrimoniales ante el arzobispo de Santa Fe Monseñor Vicente Faustino Zazpe; reunidos en la antesala del crematorio sólo los más íntimos que habíamos estado a su lado durante los últimos días… aquel sábado 1º de julio de 2000 -día de cumpleaños de nuestra primera nieta Graciela María Marta Fontanini Leohnardt (1979)-, por la Fortaleza que nos sostiene desde lo Alto; pude leer:
Después, espontáneamente, nuestra amada Solci se animó a decir que agradecía todo lo compartido, los ejemplos…
Entretanto, la elocuencia del silencio…)
“Postrimerías”
- ¿Has visto, en una tarde triste de otoño, caer las hojas muertas? Así caen cada día las almas en la eternidad: una día, la hoja caída serás tú.
- ¿No has oído con qué tono de tristeza se lamentan los mundanos de que ‘cada día que pasa es morir un poco’?
Pues yo te digo: alégrate, alma de apóstol, porque cada día que pasa te aproxima a la Vida.
- A los “otros”, la muerte les para y sobrecoge. -A nosotros, la muerte -la Vida- nos anima y nos impulsa.
Para ellos es el fin, para nosotros el principio.
752 Siempre. -¡Para siempre! – Palabras manoseadas por el afán humano de prolongar -de eternizar- lo que es gustoso.
Palabras mentirosas, en la tierra, donde todo se acaba.”
Nidia Orbea Álvarez de Fontanini.
[1] Escrivá de Balaguer, Josemaría. Camino. Santiago, Editorial Proa, 3ª ed. chilena, marzo 1994, p. 131. (Libro publicado en 41 idiomas.)