Sin pausas…
- Andar caminos.
- 2. Apocalipsis.
- Finitud.
- Surcando senderos.
- Con armas?.
- Propuesta.
- Meditación.
- Iniquidad.
- Sólo paralelas.
- Racional.
- Manos de obrero.
- Necesitas silencios.
- Mi vagido.
- A María Marta.
- Espacio bancario.
- Toma mi mano.
- ¿Hacia dónde humanidad?.
- Misántropo.
- Aprendizaje filial.
- Por qué ruidos?..
- Invisible vigor.
- Indagación vana.
- Metal opaco y pesado.
- Pájaros amoratados
- Decisión íntima.
- Mar.
- Un minuto para tu alma.
1981 – SIN PAUSAS…
(Tapa: “El poeta” – Pintura de
Alberto Birri /1966.
Manuscrito al pie:
“El Poeta” (V. Alexandre)
Un pecho robusto que reposa atravesado por el mar
impulsa como la inmensa marea celeste
y abre sus brazos yacentes, y toca, acaricia
los exteriores límites de la tierra.”
Kuki Birri Doval inició su Último Vuelo en 1978,
tras un accidente automovilístico cerca de
Río Gallegos -provincia de Santa Cruz-
donde trabajaba, casi recién casado…
(A amigas del alma les entregaba los originales porque necesitaba compartir más que palabras, sentimientos…
Tras la lectura de “Sin pausas…”, nuestra querida Beatriz Aguinaga de Sahd, Profesora de Letras, compañera de sueños y de realidades compartidas en la Escuela Nacional de Comercio “Domingo Guzmán Silva” de Santa Fe, escribió:
Santa Fe, 18 de nov. 1981.
Amiga mía: Fue primero “Poemas para Tioco”… después, los momentos compartidos por “Etapas”… luego “Sin pausas”… y así fui conociendo la limpidez de tu alma en ese exquisito darte… “nada más sublime que ser generosos”… Y te fui contemplando, sin darte vos cuenta… y te fui admirando, sumando valores… “sin pausa”, en este mundo de seres tan contradictorios e insólitos. A esta altura de mi vida, en que me detengo y miro… gracias por haberme ofrecido la claridad desinteresada de tu compañía. Betty. |
Al año siguiente, con motivo del Centenario de la Fundación de la ciudad de La Plata (capital de la provincia de Buenos Aires), la asociación de escritores Núcleo Literario Platense, durante un acto realizado en el Club Español me distinguió con “Medalla de Plata a la Producción Literaria”. En esas circunstancias, encontré a otra amiga del alma: Norma Alba Catinot Eusepi, destacada pintora santafesina, más conocida como Norma Guastavino, esposa de Carlos Bernardo, abogado y diplomático. Empezamos a conocernos en 1949 cuando vivía con su madre Eva María Eusepi de Catinot y sus hermanos Omar Alcides -luego esposo de mi prima Elsa Setoaín Orbea- y Reinaldo Armando, en la calle 3 de Febrero entre Avda. Freyre 3577… [1]
Tiempo después, solía esperar en la puerta que llegara Carlitos con su auto. Sonreíamos y dialogábamos con las miradas hasta que se acercaba el tranvía de la línea dos y con mi amado amante, subíamos para acercarnos al centro.
Sin pausas… ¡amistad a perpetuidad!
…………………………………………………………………………………………………….
SIN PAUSAS…
Lector amigo:
Ahora que he llegado a tus manos, con una confidencia, espero poder llegar a tu profunda sensibilidad.
Hugo Mandón, destacado escritor santafesino, en octubre de mil novecientos ochenta, escribió:
“La vida es una larga pausa
preparatoria para morir
y dejar algún recuerdo,
una palabra, un gesto,
dado alguna vez al aire de la tarde
y luego, inolvidable.”
Vivo, casi sin pausas, pero me niego a correr.
Contemplo… siento… palpito… vibro… sin prisa.
Necesito VIVIR. Rechazo el conformismo para sólo EXISTIR.
Nidia.
1. Andar caminos
Andar caminos,
es decirle sí a las miserias
descubiertas en los ojos aniñados
de una islera analfabeta.
Andar caminos,
es decirle no a las teorías
que eclipsan las verdades cotidianas
con promesas aisladas.
Andar caminos,
es recorrer la geografía del mendigo,
de sol a sol, luchar bravío;
aferrarse al buen amigo,
tener a Dios como Testigo
y dueño de un Destino.
Septiembre de 1981.
(Mayo de 2006: Incluido en el Portal SEPA
-Servicio de Educación por el Arte- www.sepaargentina.com.ar
Nidia / Narrativa / Señales y claves de una tal Teresa Cascajo.)
2. 2. Apocalipsis.
He contemplado tambalear los cipreses
cuando una ráfaga de viento, helada,
los envolvía, y sin pensar en preces,
terminaba con la fronda destrozada.
He visto a un niño correr desesperado
y he visto a otro… a otro… miles he visto
buscar en vano el refugio ansiado
para salvarse al fin de lo imprevisto.
He percibido que la tierra temblaba
y era la mano del hombre despiadada,
la que tanto pavor sembraba,
olvidándose de su misión sagrada.
He sabido que de la ciencia se han valido
para esclavos hacerse con su sabiduría
y poniendo a Dios en el olvido
actuaron como dueños de la tierra bravía.
He llorado sin lágrimas, en la ciudad callada,
sobre el ciprés y el niño abandonado,
cuando la furia del hombre, tan malvada,
todo lo destrozó ante mi vista consternada.
He descubierto andando, un arroyo cantarino
y el aleteo de un pájaro en su nido
me ha despertado con su mudo trino,
mientras carga mi alma, un sollozo contenido.
He soñado… por hoy, sólo he soñado,
pero me angustia saber que en el camino
puedo mañana hallar al hombre del “olvido”
que ayer no más, fuera mi amigo.
31-08-1981.
(Noviembre de 2004: Incluido en la primera parte del Portal SEPA
-Servicio de Educación por el Arte- www.sepaargentina.com.ar
Nidia / Narrativa / Enero de 2003 – Arco iris de la confraternidad.)
3. Finitud.
Verticales en la tierra.
El cielo ató todos los vientos,
serena paz en ausencia de ruidos.
Sólo la calandria con su trino,
y yo, esperándote,
vertical al fin,
a pesar de estar vencida.
Un horizonte de gramilla fresca
para abarcar el infinito inquieto.
Ancestral grito de esperanza siento;
impávida oteo la amplitud terrena,
y tengo que admitirme
anclada en la rivera.
Agosto de 1981.
4. Surcando senderos…
He surcado las huellas
de un errátil caminante,
percibiendo penosamente
la súplica que hiende
el espacio infinitamente gris
de su eventual continente.
La levedad de su amarradura
lo impulsa a transitar
caminos nuevos,
fétidos cenagales.
Hace eclosión mi sumisa intimidad
y con fugaz resonancia
logra abatir en una lid silenciosa
los espectros de un atemorizado vivir.
He cambiado de sendero…
enigmático y sagaz caminante.
Nada perturbará ya mi mansedumbre.
Sólo DIOS es mi lumbre.
Septiembre de 1981.
5. Con armas?…
Uniformes verdes, paso marcial,
agotan la calzada matinal.
Un niño busca dónde preguntar
porqué con armas van a desfilar.
Hunde su mirada en el asfalto,
vagabundo perro, hambriento.
Agita sus palmas la urbe callejera
cual si fueran paños de una bandera.
Hiende los aires el vuelo el ave,
con ella viajan las libertades.
Cuando se calla la muchedumbre,
retorna el niño con su costumbre.
…¿Porqué con armas desfilarán,
si mi escopeta debí enterrar?…
Julio de 1981.
6. Propuesta
No pretendas tenerme prisionera
he nacido para la libertad,
y aunque tenga mis alas partidas,
cambiando mi vuelo por un leve andar,
lo haré con altivez, sin ataduras,
porque sólo así vive el hombre
si es que supo luchar con honradez
y no siente el peso del pasado
como tortura cotidiana en su vejez.
Del pasado, a mí nada me queda;
todo supe entregarlo con placer,
y el dolor que yo tuve, regalado,
es en mi alma, una herida casi olvidada.
Por eso… no pretendas tenerme prisionera.
Cada día que pasa, somos menos materia.
En mi soledad, buscando las respuestas negadas,
ahogada en la impotencia del vuelo interrumpido,
he buscado al viento como amigo.
El viento… aquél que tantas veces
me trajo en mis inviernos, tus pensamientos;
aquél, que tiene en alto mi estandarte,
toda nuestra descendencia, de mi vivir, la esencia.
El viento… aquél que un día, me mecerá por vez postrera,
cuando yo sea apenas, puñado de ceniza en la pradera.
Por eso… no pretendas tenerme prisionera.
Cada día que pasa, somos menos materia.
7. Meditación.
Ese hombre de la calle que camina
y no quiere rendirse a la opresión
es el llanto de mi tierra que palpita
hecho carne y dolor en frustración.
Nada vale el saber que en otra esquina,
álguien ambula con desesperación,
cada uno carga su punzante espina,
mucho le cuesta la conmiseración.
Quizá podamos de rodillas,
un día, unirnos todos en íntima oración,
no será calle, tampoco será esquina
aquel espacio de la congregación.
Andaremos buscando húmeda tierra
para en ella sembrar otra ilusión,
en un intento de ser como Él quisiera
dignos y eternos desde la CREACIÓN.
Septiembre de 1981.
8. Iniquidad.
De hinojos ante la opulencia,
en oblación un aria virginal
avasallante,
transponiendo
la lisura de la tarde.
Insondable oclusión
devuelve el eco crepuscular.
Del Cosmos, dimana
cual mendrugo primigenio,
el frugal maná:
enigma ancestral.
Pigmeos mediocres,
ajenos al ritual
cantan loas en risueño festín.
Septiembre de 1981.
9. Sólo paralelas.
Llevaste adelante con fuerza el arado,
sólo paralelas descubriste al fin.
Todo el campo nuevo quedó transformado,
obra de tu mano, de paisano fiel.
Cuando la semilla arrojes al surco
otro será el canto, al amanecer.
Esperanzas nuevas para un hombre rudo,
serán el impulso que te hará crecer.
Mecerán las brisas las verdes espigas,
otro sueño ingenuo verás florecer,
y cuando segadas tengas que cambiarlas,
no hallarás monedas en el mercader.
Mañana, de nuevo, barrerás rastrojos,
húmeda la tierra, la protegerás…
mientras una estrella oculta en tus ojos
sabrá de tu pena y de tu ambular.
Octubre de 1981.
10. Racional.
Quise velar tu trayectoria insigne,
pero tuve que sucumbir ante la aureola
que irradiaba, infame, tu desdén.
Demudada, contemplé en mitad del camino,
que cual hojarasca otoñal,
saciaste la voracidad del viento;
y hoy vislumbro en un Edén,
recoger los efluvios de tu necedad,
como nutrientes de la fértil tierra,
para que las violetas vuelvan a crecer.
Sin soberbia, volveremos al Génesis.
Benévolo y vital, serás mi amado.
Con beatitud, invocaré a mi Dios
y el sudor salobre de mi piel,
ofreceré como perpetuo holocausto.
Sin soberbia, volveremos al Génesis.
Septiembre de 1981.
11. Manos de obrero.
Manos de obrero,
ásperas, rugosas,
curtidas por la cal y por el sol.
Manos de obrero,
suaves, delicadas,
en la embajada, atrás de su sillón.
Manos de obrero,
apenas levantadas,
dándonos fuerzas en la Comunión.
Manos de obrero…
las mías, van cortando espinas,
florecen como nardos,
ante el altar de la Poesía…
Octubre de 1981.
12. Necesitas silencios.
Busca palabras y notas
para componer tu canto,
pero con ellas no basta,
tú necesitas silencios.
Así también, en la vida,
no todo son las palabras,
ni alcanza con los sonidos
para alimentar el alma.
Es necesario nutrirla
con ramilletes de pausas,
meditar y contemplar
para al hombre divisar.
Suele estar tan escondido
en su difícil andar,
que apenas se reconoce
con íntima seguridad.
……………………………………..
Busca silencios y palabras
para tu vida explicar,
un rumor de letanías
te ayudará a caminar.
Septiembre de 1981.
13. Mi vagido.
Hace tiempo caminan conmigo
los recuerdos de tus gestos fingidos
y hoy que sé que por siempre has partido
no he podido llorar… ni he temido.
Dios me hizo vivir tu destino.
Supe entonces del amor encendido,
la vehemencia del brazo tendido
para ayudar a los jóvenes vencidos.
Por eso no comprendo yo tus desatinos
ni entiende mi alma cómo tú has vivido.
Es que son otros actos los que he compartido
y es otro el tiempo en que he renacido.
Quedarás en mi vida como un laberinto
que sin sol, mil veces he recorrido
y cuando halle por fin el camino,
estaré junto a la Cruz, con mi pecho oprimido.
Es que siempre llevamos con nosotros al niño,
y aunque a veces parezca el espacio infinito,
hay un círculo íntimo para nuestros cariños
y un vacío profundo al no ser comprendidos.
Hoy que sé que por siempre has partido,
no he podido llorar… ni he temido.
Tan sólo en mi alma siento un estallido,
tal vez como aquél, de mi primer vagido.
31 de julio de 1981.
14. A María Marta.
Yo necesito volar raudamente,
silenciosa a tu lado posarme
cual si fuera una paloma amante
que pudiera con sus alas cobijarte.
Extraño el placer delirante
de tenerte en mis brazos dormitando,
mientras recojo tus gestos inocentes,
sueño, ilusión y amor, latentes.
Basta imaginar la luz del sol iluminando
tu bello cuarto con juguetes errantes,
o que tú despiertes muy alegremente,
y nada necesito, ni extraño. Estás presente.
Invierno de 1981.
15. Espacio bancario.
Cincuenta y nueve, sesenta,
cuentas los segundos, los minutos.
Te agobia la luz del tubo,
necesitas sol, no sustitutos.
Uno, dos, tres, cuatro, cinco…
cada uno en su jaula, ruiseñor.
La moneda es la que corre
y tú, su esclavo en su corredor.
Noventa y nueve, cien.
Ladrillo de celda es el paquete.
De nada sirve lo contado
cuando quieres tu día edificar.
El crepúsculo sombrío
sabe de tu triste peregrinar.
Te prendes del rocío,
necesitas las flores admirar.
Vago hálito te envuelve,
es la fuerza de tu interioridad.
Imposible es rendirte,
ella te empuja hacia la realidad.
16. Toma mi mano.
Día a día, hemos recorrido un camino
áspero, sinuoso, de pasión encendido.
Camino hecho de polvo que opaca los colores
o de huellas profundas, que dejamos tendidas.
Al compartir hemos aprendido
cuánto valor tiene la sinceridad,
y supimos hablar con los silencios
y que las lágrimas, no son sólo llorar.
Es por eso que quiero regalarte un collar
con las emociones compartidas,
que han sido muchas y sentidas,
por el milagro de la amistad.
Será como el cristal, resplandeciente,
y tan transparente como la verdad.
Más que lucirlo bajo tu cuello,
lo llevarás oculto en tu intimidad,
allí, donde se nutre la lealtad.
Allí, donde con dolor habrás alcanzado, un día,
a medir tu propia debilidad,
y a ver en Dios tan sólo el puro ejemplo,
de la Omnipotencia y la Eternidad.
Pero si tú no estás sola, no hay estrecho sendero,
…que andando de la mano de queridos amigos
y llevando a Dios por fiel testigo,
Puede haber pesar, pero nada te abrumará.
Él, es la Esencia y la Vida. Él te ayudará.
Toma mi mano. Nos esperan… Echemos a andar…
03-10-1981.
17. ¿Hacia dónde humanidad?
El aborigen reclama su suelo amado.
El niño descalzo lleva por suela sus callos.
El joven que no estudia, ni trabaja, ni lucha.
La escuela que pretende transponer la llanura.
El padre que no sabe cómo encontrar la clave.
La madre que lamenta ser sólo una sirvienta.
Los menos que no quieren asumir la verdad.
Los más que cada día, siembran con voluntad.
Son pocos los que tratan de servir con lealtad.
Son muchos los que buscan la oportunidad.
Por eso en esta Tierra es difícil hallar
Quien soporte callado, aceptando sembrar.
Y si algunos lo hicieran, los veremos tildar
De cobardes y esclavos, los querrán masacrar.
Tenga voz el labriego y se escuche al pastor,
Imposible es callarse, si se entrega labor.
Nadie acierta en la nota, imposible es cantar,
empecemos por darnos un amor fraternal.
Invierno de 1981.
(Integra “Tríptico II – Homenaje a la Palabra.
Presentado con auspicios de la Subsecretaría
de Cultura de la Provincia de Santa Fe,
el Subsecretario: Dr. Jorge Guillén.
22 de diciembre de 1983.
Museo “Rosa Galisteo de Rodríguez”.
4 de Enero 1510 – Santa Fe.
Poema incluido por Sergio Avedano de Córdoba, con ilustración, en la
Revista Literaria Bohemia y Figura – Integración Literaria editada
el 15 de agosto de 1984, p. 184. En la página siguiente, este comentario:
“Nidia O. de Fontanini. Una poeta de intensa actuación en la propagación
de los valores espirituales que proporciona la buena literatura.
En sus poesías vuela la intensidad de emociones y temática elevada:
La libertad, la fraternidad, la patria, todos los intereses sublimes
del ser humano con un evidente propósito de asumir el papel
que a un poeta le corresponde en la sociedad.”
Reeditado por Bohemia y Figura, con auspicios del
Círculo de Odontólogos de Córdoba, República Argentina.)
18. Misántropo.
No eres digno de tu piel
ni del color de tus ojos,
porque a Cristo eres infiel,
cuando demuestras tu enojo.
Si negro hubieras de ser,
otro sería tu gesto.
Bello te ibas a parecer,
aunque distinto del resto.
Y tú, no sabes a miel,
aunque lo creas muy poco.
Tus gestos, saben a hiel,
que derramas como un loco.
Cristo tuvo que nacer
para salvar a los hombres,
y tú, soberbio… sin ver,
haces culto de tu nombre.
No eres digno de tu piel,
porque a Cristo eres infiel,
Él amó a todos los seres,
y tú… ¿porqué no los quieres?
Invierno de 1981.
19. Aprendizaje filial.
Dócilmente me entrego a este dolor
de ver hombres vencidos, sin amor.
Cada mañana, busco alrededor,
una mirada alerta ante el clamor.
Suelo encontrarla, recojo su temor:
¿será amigo este hombre…, mi Señor?
Mi mano abierta se ofrece con valor,
pocos perciben su piel y su calor.
Vagaré por las calles sin horror,
buscaré las miradas con ardor.
Me resisto a vivir sin amor,
ha sido de mi madre esta lección.
Octubre de 1981.
20. Por qué ruidos?….
Ruido… Ruido
de sirena que llama a trabajar.
Ruido…
de máquinas hasta acabar.
Ruido…
de cristales que empiezan a estallar.
Ruido…
de cadenas que quitan libertad.
Ruido…
Ruido…
Ruido…
Trenes
que empiezan a andar.
Gente
que avanza sin ruidos,
sin ruidos,
sin ruidos,
aprendiendo a amar,
a perdonar.
a olvidar.
¡Sin ruidos!
hacia el Altar,
a Dios rogar,
a la Patria levantar,
a sus Hermanos ayudar.
Presentación: Sala “Leopoldo Marechal – Teatro Municipal “1º de Mayo”
de Santa Fe de la Vera Cruz. 24 de Noviembre de 1982 – Hora 20:30
Guitarra: Geneviève Barletta. – Poemas leídos por Juan Luis Crespín.
Auspicios: Municipalidad de Santa Fe. Intendente: Dr. Rafael González Bertero.
Secretario de Cultura y Bienestar Social: Sr. Alberto Héctor Bilbao.
Subsecretario de Cultura y Bienestar Social: Prof. Ricardo Roverano
Director de Cultura: Sr. Oscar D. Gheco.
21. Invisible vigor.
Sol, luminoso y cálido,
invisible vigor en la Creación.
Generoso prestas brillo al Universo,
nada sería el hombre sin tu luz.
No opaca tu soberbia sobre mar,
Ni la nube, ni la noche.
Acantilados majestuosos
proyectan las sombras que tú das,
sobre las playas de arena clara,
lechos donde duermen las olas,
refugio de caracolas cansadas.
…………………………………………………..
Sol… nada sería el hombre sin tu luz.
Eres invisible vigor en la Creación.
Septiembre de 1981.
22. Indagación vana.
Indagué sobre la humana esencia.
Convoqué a las musas
para que me asistieran
en la intrincada búsqueda.
Nada pudo cambiar mi convicción.
Difícil es al hombre
en la oquedad terrena
construir su cubil.
Arduo es para él, transitar
por arriesgadas cornisas
o su dermis, impávido, mutar.
Vivir, no es subsistir…
y él, necesita de la Revelación
como sustento de su breve existir.
29-09-1981.
23. Metal opaco y pesado…
Metal opaco y pesado…
generado desde remotos tiempos.
El minero se rinde, dobla su espalda.
Él es duro, metido en la montaña.
Mas el poder le espera agazapado
en altos hornos, será licuado.
Nada reducirá su gran dureza,
más bien lo templará, con agudeza.
Igual le pasa al hombre en su entereza,
Acorralado, se yergue con fiereza.
Templa su espíritu como un guerrero,
ríndese humilde al carcelero.
………………………………………………………….
Metal opaco y pesado…
cautivo lo tendrá, mas no cambiado.
Será otro el Poder, otro el Reinado
al que se rinda feliz y sublimado.
Octubre de 1981.
24. Pájaros amoratados.
Pájaros amoratados
volaban sobre la parva de paja.
Dibujaban en el aire bellos aros
en un vuelo infinito de amor,
que al amanecer, los halló atados.
Pájaros amoratados…
Bastaba con que fueran sólo dos,
desplazándose veloces cual la rata
para que en esa fantasía que amo,
volvieran a ser
¡pájaros amor atados!…
Encanto de mi lengua castellana
que me deja ser ave con la palabra
y por ella desplegar las alas,
convertirme en pala que labra…
arrojar al surco la simiente amada
para llegar a tu alma, enamorada.
¡Pájaros… AMOR… ATADOS!
Agosto de 1981.
25. Decisión íntima.
Benteveo o quizá golondrina sería.
Me niego a seguir otro vuelo.
Si soñé con ser pájaro algún día,
no fue pensando en ser ave de rapiña
sino en sorprender con un trino en la mañana
refugiándome luego en la campiña.
Convertirme en un cuervo temería
por su voracidad entre carroña…
Si cabra debiera ser,
entre arbustos y rocas ariscas
al hambre aplacaría…
Tan duro aún no sería,
como rondar en calles sin salida.
Ser cabra errante preferiría…
antes que atarme a ruines tormentos.
Primavera de 1981.
26. Mar.
Mar… mar…
inmenso mar.
Levas olas en la pleamar.
Con tu infinito vaivén
acunas insondables riquezas
esperanza del hombre en su redil.
Mar… mar… mar.
Soberano, te admiro
aunque inescrutable permanezcas,
mezquino a los alardes posesivos
del hombre que navega sobre ti,
vendados sus ojos, hasta la eternidad…
Primavera de 1981.
27. Un minuto para tu alma.
Quiero desprender de mi tiempo
aunque sea tan sólo un minuto,
orientarlo al servicio de tu alma
hasta eclipsar tus viles tormentos.
Al tormento…
déjalo sepultado en tu huerto,
con dignidad asume tu dolor.
Al dolor… sublímalo,
que sea Redención.
Será él, nutriente de tu amor.
Al amor,
entrégalo a tu hermano con unción,
como símbolo de tu fervor.
Al fervor,
lo sentirás manantial de tu expresión
sin que reste valor a la razón.
La razón,
será cual íntima vibración,
resguardo de significativos valores.
Sólo los valores,
darán vigor y vuelo a tu acción,
harán resplandecer tu honor.
Octubre de 1981.
28. Misteriosa maternidad.
Hijos hay, vagabundos,
que deambulan ignorados, sin hogar.
Nacieron por gestación
mas no fueron concebidos con amor.
No bastaba dar a luz,
preciso era asumir la transición.
Puestos así en el mundo,
de otros depende su ubicación.
Nadie llega a crear,
sin íntimo impulso y responsabilidad.
……………………………………………………….
No abandones a tu hijo.
Cada verso poeta… es tu creación.
Si te falta talento
has de profundizar tus pensamientos.
No esperes el halago,
será otra tu íntima satisfacción.
No intentes buscar rimas,
ni ritmos, ni color… refleja tu pasión.
Primavera de 1981.
29. De mis hijos.
Tus ojos descubiertos en la mañana
son mi cielo, traslucen tu mirada,
hija amada, adolescente-mujer.
Con cristalina pureza me haces renacer.
Brazos varoniles sobre mi espalda
son augusto premio tras la jornada.
Pasos firmes y gestos preclaros
son testimonios que anhelo.
Cautelosa, contemplo a mis hijos.
Nada tan valioso como ser laboriosos.
Nada más sublime que ser generosos.
Octubre de 1981.
30. A Gustavo.
Tu revelación me ha conmovido,
Sólo me alienta saber cómo has vivido.
No podrá sucumbir en la lucha
el ejemplo recogido, que te impregna.
Nada hay que temer, lo primero: el DEBER,
eres cristiano y AMAR ha de ser.
Tu inclinación me ha conmovido
aunque yo sé como tú has crecido.
Invierno de 1981.
(Ingreso en la Escuela de Aviación
de las Fuerza Aérea Argentina – Córdoba.)
31. Hombre-niño, desertor.
Ni lápices, ni papeles. Bravío oleaje nocturno,
un espinel y dos remos, para forjar tu futuro.
Ni lápices, ni papeles. Capullos blancos abrieron,
rindes tu brazo en la zafra, ni sabes cuánto te dieron.
Trapos del último saco, lustran zapatos ajenos,
sólo con esa herramienta, cubren tus pies agujeros.
Seleccionas las manzanas, te alimentas con colores,
es muy poco lo que sabes del valor y los sabores.
Hombre-niño de mi Patria, termina con tu ignorancia.
Necesitas este tiempo para fraguar tu importancia.
Cuando superes el hambre, acabarás con tu pena.
Acércate hasta la escuela, una maestra te espera.
07-08-1981.
(Aporte durante el Seminario sobre
Retención Escolar, organizado por
el Ministerio de Educación de la Nación
para analizar la creciente “Deserción”…)
[1] Hemos compartido alegrías y tristezas. Recuerdo cuando observé una de sus primeras exposiciones en el armónico espacio de la casa Gorostiza, en la calle San Martín y en aquellas circunstancias, junto a Alicia Gargatagli Orbea, luego señora de Serrano. Eva, su madre, inició su Último Vuelo el 21 de noviembre de 1990…