Tiempo de nutrientes y de siembra.
Colegio de Graduados en Ciencias Económicas.
De su Universo de sueños y vivencias compartidas.
Umbral de compromisos compartidos.
Década del ’60: nuevos brotes en el vigoroso árbol.
Reafirmación de las promesas de fidelidad.
Tiempo compartido con otros padres.
Nació en Santa Fe de la Vera Cruz, República Argentina, el 1º de septiembre de 1926. Hijo de María Teresa Doval Keller y de Carlos Ferdinando Fontanini Pantanali (descendiente de inmigrantes que llegaron al actual Departamento Las Colonias en 1884).
Niñez… |
Fue alumno de la Escuela Nº 7 “Presidente Beleno” y de la Escuela Nº 3 “Bernardino Rivadavia” de Santa Fe ubicada en Rivadavia al 2900 frente a la Plaza España. Vivía con su familia en Obispo Gelabert 3172 hasta 1947, luego en Saavedra 3174.
Acerca de sus hábitos de orden y de la categoría reconocida a la trayectoria de las personas, son señales evidentes los datos que se incluyen en esta página, reiteración de lo impreso y escrito en documentos que conservó primero con el apoyo de su madre y luego, en su hogar, en el cajón de su escritorio y con llave…
11-03-1936: Socio Nº 65.983 en el Hospital Italiano de Santa Fe y Colonias.
1937: comenzó a coleccionar la revista “Figuritas” y también estampillas.
Rememoraba durante algunos diálogos, aquellos personajes como “La Pluma Cucharita”… y con sonora risa, completaba la expresión de su mirada clara. Quedaron las revistas que le habían comprado sus padres, por él encuadernadas cuando al anochecer trabajaba en el taller de la escuela donde también se encontraba con la cordialidad de Tito Doval, el director.
1938: completó el álbum de figuritas generado por iniciativa de la empresa “Nestlé” de la capital Federal, aún en nuestra biblioteca familia. En varias oportunidades recordó que “la araña negra” era “la más difícil” y la tensión emotiva hasta el momento de encontrarla, provocó una reacción casi inesperada: la pegó en su lugar y aunque entregando el álbum completo recibiría como premio una pelota de fútbol, decidió guardarlo. En gratísimos diálogos, evocaba aquellas vivencias y decía: “Eran hermosas las figuritas, los dibujos de las mariposas con tanto realismo… Preferí guardarlo”.
(Adulto, en distintas circunstancias, reaccionó con cierta semejanza.Sabía distinguir y valorar.)
Adolescencia… |
1940: Egresado de la Escuela Provincial Nº 3 “Bernardino Rivadavia de Santa Fe. Director: Carlos Carnevali. Vicedirectora Emma B de Cursak, Vicedirector Germán P. Wenzel.
Personal docente: Señoras: Elimena L. De Lauría, Carmen A. de Marín, Emma B. de Muñoz, M. Ana L. De Mena; Alicia S. de Samatán, Esther Ch. De Jiménez Velarde Lelia F. de Simoniello, Isabel L. de Cornejo, Nelly B. de Farías, Dora M. de Rosa, Adela A. de Adam, Lidia E. K. De García, Herminia M. de Carlozzi, Cora G. F. de Melis, María del Carmen A. de Ferrari, Olga R. de Engler, Luisa C. de Carrère, Elide P. de Doce; Señoritas: María J. Virasoro, Ana H. Fourcade, Nidia Argento, Blanca M. Marzocchi, María del C. Doldán, María Alcira Sotelo, Livia M. del Barco Birri (maestra de 2º B TM del 09-03 al 30-11-36; de 3º B 01-03-27-11-37).
Personal Especial Sras: Emilia W. De Jiménez, Elena W. Vda. de Rosetti Josefina P. de Sevlever Laura E. de Fernández, Sara E. de Corte, Rosa Z. de Gervasoni, Luisa V. de Coquio; Señoritas: Myriam Llavide, A. Elena López, Sres. Víctor Calela, Juan Sol” (en carpintería…).
Bibliotecarias: Sra. Eustaquia R. de Píccoli y Margarita W. De Fassino. Comisión Directiva de la Sociedad Cooperadora: Presidente Dr. Juan A. Rulemán; Vicepresidente Sr. Fernando, Secretaria María del Carmen Doldán; Prosecretaria Sra. Elena P. de Chávez, Tesorero Max A. Müller, Protesorero: Germán P. Wenzel. Vocales. Perla P. de Soma, Nelly B. de Farías, Sara A. de Falco, Eudiciano Frasca, Dr. Eduardo F. Albinatti. Asesor: Carlos Carnevali (Director de la Escuela). Revisores de Cuentas: Dr. Humberto Gambino y Sr. Domingo Orsi. Socia Honoraria Sra. Ana P. de Fabris.
Compañeros de 6ª Grado A – Sección Varones, Maestra Emma B. de Muñoz (maestra desde 4º Grado, División “A”, inscripto Nº 99, 07-03 al 26-11-1937; 5º Grado, Inscr. 145, desde 06-03 al 30-11-1939): Camilo Abraham, Ismael Abraham, Miguel Aznar, Indalecio Cuco, Eduardo Fontanini (Inscripto Nº 145), Filadelfo Franco, José Al Galán, Alejandro Galetti, Cipriano García Hernani Mai, Orlando Marnico, Ricardo Morini, Oscar Ives Morvan, Eduardo Municoy, Raúl Pallud, José Pasque, José Piedrabuena, Gregorio Pres, Raimundo Prescher, Andrés Pavetto, Jorge A. Riestra, Alberto Sabás, Américo A. Zeiter. (Tarjeta impresa por “El Litoral” de Santa Fe, 30 de noviembre de 1940. Subrayado quienes siguieron encontrándose y ex maestras evocadas en sucesivos diálogos: Birri, cuñado de su tía Haydée Doval Keller, casado con Valerio Birri que fue su entusiasta compañero de juegos durante la infancia y de cohetería en las fiestas de fin de año.
Tiempo de acumulación de gratas experiencias, en la casona de 1º de mayo –numeración par-, cerca de la calle Vera donde vivían Desiderio y llegaban Juan Ramón Birri, el titiritero y pintor, también Quique cuando no lo imaginaban como “el señor con unas alas enormes”, el cineasta Fernando Birri.)
- 1941: Alumno en la Escuela Profesional Nocturna “Leandro Nicéforo Alem” de la capital santafesina, Curso de “Encuadernación” (1er. Año, desde el 10-03-41) Director: Remigio Doval Keller.
- 1941: Ingresó en 1er. Año “B” como alumno regular del Curso de Peritos Mercantiles de la Escuela Nacional de Comercio “Domingo Guzmán Silva” de Santa Fe, en la calle San Martín 1823…
Directora: Dra. Josefa Trento de Parera. Vicedirector Carlos Seguizzi. Las clases comenzaban a mediados de marzo. En las actividades de Educación Física demostró su aptitud para “Atletismo”. Luego participó en certámenes intercolegiales corriendo 800 metros llanos, ubicado con mejor promedio.
Comenzó a firmar la libreta de Clasificaciones del alumno de 1º “B”, su tía y madrina Haydeé Doval de Birri, porque su padre era docente y dirigía una escuela provincial en “Pueblo Irigoyen”, provincia de Santa Fe. La libreta de calificaciones de 5ª B fue firmada por su padre, ya trasladado a la capital santafesina.)
- 02-11-1941: “Libreta de Estudiante” del Ministerio de Justicia e Instrucción Pública de la Nación”. Su firma: con trazos inclinados hacia la derecha y legible “tanini” sobre la rúbrica con varias curvas… Documento: “R.I. 93.597, Exp. Por la Capital”.
Incluye una fotografía donde está sonriente, luciendo un traje claro –grisáceo- y una corbata a rayas. Despejada la frente –intuyo que el pensamiento- en esa etapa de adolescencia que es “tiempo de crecimiento” no de signos acerca de “lo que se adolece”…
La directora de la Escuela Superior Nacional de Comercio “Dra. Josefa Trento de Parera” no firmaba con tinta esas libretas y dejaban la impresión mediante un sello con tinta violeta ya que en la séptima página firmaba el vice-director Seghizzi.
Esa libreta también fue firmada por su tía madrina: Haydeé. [1]
- 1942: Cursó “Taquigrafía” en la Escuela Prof. Nocturna “Leandro N. Alem” de Santa Fe; Director Remigio Doval.
Tiempo de nutrientes y de siembra… |
- 1944: Libreta de Enrolamiento Nº 6.194.121 – Distrito Militar 36 – Clase 1926.
- 1946: Primer Año del Curso de Contadores Públicos Nacionales en la mencionada escuela.
Su padre firmaba la libreta de calificaciones hasta el tercer curso, ya mayor de edad firmaba él. Eximido en todas las asignaturas durante los cuatro años.
Ingresó en la administración pública provincial.
En ese tiempo ya había adherido al Movimiento Nacional Justicialista.
- 1947: Afiliado al “Partido Peronista” – Distrito Santa Fe.
Co-fundador de la “Asociación de profesionales Justicialistas de Santa Fe” presidida por el Dr. Juan Heredia Vargas. Participó en reuniones a los fines de elaborar diagnósticos y propuestas, evaluando diversos proyectos.
- 1949: Soldado del Regimiento 3 de Artillería Montada (Diamante, Entre Ríos).
Encargado del detall -de lo administrativo en la “Compañía de Comunicaciones”-, junto a su amigo Dr. Eduardo Nicanor Álvarez.
Se acentuaron vínculos anteriores y se generó una relación fraternal con los compañeros incorporados en esa oportunidad, manifestándose en diversas circunstancias. [2]
Leo en la “Cédula de Identidad (Tropa):
AOR.
Fontanini Eduardo
Rgto. 3 de Artillería Mont.
Primera Batería
Diamante Entre Ríos
Datos de enrolamiento:
Clase 1926 Matrícula 6.194.121.
Div. 3ª DM 36 Año 1949
Firma del portador:
(La misma que lo identificó hasta su último compromiso…)
Nº de matrícula de vestuario – s.d.
Nº de arma portátil: Machete Serie D Nº 2413
Filiación:
Color de la piel: Blanco. Cabello: rubios
Estatura: 1,77 m. Ojos Pardos M.
(¿Cómo y quién lo habrán mirado?
Tenía ojos claros: celeste grisáceo.) [3]
Nariz: Recta. Señas particulares: — [4]
- 1949: Recibió “Medalla” al egresar, por su conducta responsable y solidaria.
Integró el grupo de compañeros de la vida militar que siguió reuniéndose año tras año, en el Club de Regatas de Santa Fe. Tengo a la vista la fotografía de 1998, recuerdo los sucesivos llamados de Juan Alba, para confirmar datos. Reconozco el rostro del mesurado Eduardo Álvarez…
- 1949: Egresó como Subteniente de Reserva.
Rememoraba con frecuencia que finalizado el acto de despedida en la primera baja, todos los ciudadanos que habían cumplido el servicio militar en esa unidad del Ejército Argentino, se animaron a poner en evidencia la escala de valores y ubicadas las autoridades en la fila pertinente, no tendieron la mano para despedirse del Sargento Artillo…
Guardó de ese tiempo fotos con algunos compañeros, durante las breves pausas de las “maniobras” conjuntas con otras unidades del ejército, realizadas en María Grande (provincia de Entre Ríos) cuando la aceleración en los disparos produjo una explosión y un grave accidente, que rememoró en diversas circunstancias.
Emocionado decía: “uno, huyó desesperado…”
- 1950: Egresado del Curso de Contadores Públicos Nacionales de la Escuela Superior Nacional de Comercio “Domingo Guzmán Silva de Santa Fe”.
“Año del Libertador General San Martín”.
- 16-10-1950: El presidente del Colegio de Doctores en Ciencias Económicas, Contadores Públicos Nacionales y Actuarios CPN Carlos Dodorico y el secretario general CPN Esteban Sierra,
El Colegio fue fundado el 21 de abril de 1918. Sede en calle San Martín 2463 de Santa Fe de la Vera Cruz (1950).
- 1950: Invitado a la cena anual de camaradería y recepción de los Contadores Públicos graduados ese año en la mencionada Escuela
(Hotel Talamé, sábado 16 de diciembre de 1950).
- 24-02-1951: Carné del Consejo profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Santa Fe (Ley 3362)… Matrícula Nº 571.
- 1951: Integró el Estudio Contable “RAFORO” –con sus amigos CPN Bernardo Tacho Ramírez y Miguel Ángel Roverano Galetti. [5]
- 1951: Continuó estudios en el Doctorado de Ciencias Económicas, estudiante libre– durante dos años, en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de La Plata (Provincia de Buenos Aires).
- 1951: Comienzo de su labor junto a integrantes de sucesivas comisiones directivas del Colegio de Doctores en Ciencias Económica Graduados en Ciencias Económicas de Santa Fe.
- 1953: Ingresó como estudiante en la carrera de Licenciado en Administración Pública, en la recién creada Escuela de Administración Pública dependiente de la Universidad Nacional.
- 1955: el movimiento cívico-militar del 16 de septiembre impidió que entregaran oportunamente los títulos a los egresados de la Licenciatura. Junto a varios egresados iniciaron los trámites en 1973 y fueron entregados los diplomas pertinentes.
-Contador General de la Caja de Previsión Social de la Provincia de Santa Fe, institución que como repitió tantas veces no pertenece al Estado provincial porque se sostiene con el aporte de los empleados y funcionarios de la administración provincial.
Para el acto de inauguración colaboró a los fines de la entrega de las escarapelas a todos los asistentes, tarea realizada en nuestro hogar.
Tiempo después, convencido de la proyección de los servicios mutuales y de la real pertenencia; su actitud persistente frente al ministro de Hacienda de la Provincia determinó la necesidad de pedir una licencia sin sueldo siendo consciente de lo que esa decisión implicaba por la incidencia en el seno familiar.
Regresó una madrugada después de un encuentro en el Colegio de Graduados en Ciencias Económicas de Rosario y sonriente dijo: “Estuve conversando con el doctor Quilici…”)
- 1960: Convocado por el poeta, titiritero y cineasta Fernando Birri, desempeñó funciones en el área de “Producción”, en el Instituto de Cinematografía dependiente de la Universidad Nacional del Litoral. Continuó siendo director don Edmundo Blanco Boeri; luego el instituto “desapareció”…
Participó en Concursos de títulos y antecedentes para integrar cargos de mayor jerarquía y siendo primero en la selección, no aceptó la propuesta.
Seleccionado, su legajo profesional fue evaluado para ser designado miembro del Tribunal de Cuentas de la Provincia. No lo integró.
En el rumbo del Mutualismo |
Eduardo Rodolfo Fontanini Doval, desde su juventud valoró las acciones solidarias, participó activamente en promociones y acciones de MUTUALISMO.
Integró el Consejo de Administración de “San Cristóbal – Seguros Mutuos”, en la época de desarrollo de programas de difusión cultural difundidos por Canal 13 “Santa Fe de la Vera Cruz” durante la presidencia del CPN. Leonardo Gatti.
Integró el Consejo de Administración de AMEP (Asociación Mutual de Empleados Públicos de la provincia de Santa Fe), primera institución mutual que prestó servicios de asistencia sanitaria a los empleados de la administración pública y única hasta la creación del IAPOS –instituto provincial que también es sostenido por el aporte de los socios-. Siendo Presidente el CPN Miguel Ángel Roverano y secretario CPN. Reynaldo Bruzzone, impulsaron en convenio con el FONAVI, la construcción de viviendas en el actual “Barrio Miguel Ángel Roverano” de Santo Tomé, Departamento La Capital.
Integró como titular, el Tribunal de Disciplina en el Colegio de Graduados en Ciencias Económicas de Santa Fe.
Titular del Órgano de Fiscalización de AMEP – Santa Fe, desde marzo de 1999, de lunes a viernes y todas las mañanas, trabajaba en la sede de la calle Corrientes; allí donde nos encontrábamos a las 13, cuando con Mónica terminábamos la media jornada de labor remunerada… [6]
Jubilado Nº 30.671 en la Caja de Jubilaciones y Pensiones de la Prov. de Santa Fe.
Socio del “Club Ministerio” de Santa Fe.
Socio Vitalicio del Club Náutico “El Quillá” de Santa Fe dela Vera Cruz.
Socio Vitalicio del Automóvil Club Argentino, Nº 183.678/9. (Permiso Internacional para conducir (11-04-1995, Fdo. Miguel A. Rodríguez).
02-06-1996: “Por su trayectoria Dirigencial” recibió una distinción en el acto realizado en el Colegio de Graduados en Ciencias Económicas de Santa Fe: ¡su mundo!…
Julio de 2000…
Sábado 1º de julio – Hora 0:15. Cesaron los latidos.
En el rumbo señalado por prédica, se sucedieron las decisiones durante los actos inmediatos.
“¡En vida, sí en Vida!”
Somos espíritu encarnado.
Somos mortales.
Podemos compartir mientras vivimos..
Primer sábado de Julio, casi al mediodía.
Al noreste de la ciudad de Santa Fe de la Vera Cruz, algunos pasos.
Una voz impulsada por la Fortaleza que llega desde lo Alto, difundía una de las advertencias de Josemaría Escrivá de Balaguer –fundador del Opus Dei, reconocido Santo por el Papa Juan Pablo II.
Acerca de las postrimerías en el Camino…
- “736. ¿Has visto, en una tarde triste de otoño, caer las hojas muertas? Así caen cada día las almas a la eternidad: un día, la hoja caída serás tú.
- 737: ¿No has oído con qué tono de tristeza se lamentan los mundanos de que ‘cada día que pasa es morir un poco’? Pues, yo te digo: alégrate, alma de apóstol, porque cada día que pasa te aproxima a la Vida.
- A los ‘otros’, la muerte les para y sobrecoge. – A nosotros, la muerte, -la Vida- nos anima y nos impulsa. Para ellos es el fin: para nosotros, el principio.
- 752: Siempre. -¡Para siempre! – Palabras manoseadas por el afán humano de prolongar -de eternizar- lo que es gustoso. Palabras mentirosas, en la tierra, donde todo se acaba.”
……………………………
Después, fluyeron las palabras en la voz de María Marta, su primera nieta, diciendo lo que entre ellos habían sentido tantas veces y que nosotros ya sabíamos.
Es probable que sus amigos también lo hubieran advertido, porque supo disfrutar de sus nietos y compartir momentos con dulzura…
no sólo con chocolate, helados y caramelos…
Agosto de 2000…
El Círculo de Funcionarios de Gobierno Jerarquizados y Jubilados y Retirados de la Provincia de Santa Fe, publicó el boletín Informativo Nº 51, correspondiente a agosto de 2000.
“Favaloro, pérdida enorme”
Tal el título en la primera página, reproducción de lo expresado el 4 de agosto de 2000 en el “Diario ‘La Capital’ de Rosario”. [7]
Estaba con Martita y Gusty en “Los Amores” cuando escuchamos la noticia difundida por la radio.
Había sido otra mañana de vibraciones intensas, de diálogos breves, de silencios elocuentes.
Pronto volvería cruzar el océano Atlántico, siguiría volando… ¡sin alas!..
En ese tiempo, el Dr. Ítalo C. Marcuzzi era el Presidente y el señor Alberto B. Francioni el secretario general. [8]
Queda aquí la reiteración de lo escrito en la página quince: [9]
C.P.N. Eduardo Fontanini
Su fallecimiento
Pleno de optimismo y de renovados impulsos de darse generosamente en servicio de los demás, ha sorprendido muy dolorosa y hondamente la desaparición de nuestro muy estimado asociado el C.P.N. Eduardo Fontanini, quien gozaba de la consideración y respeto de quienes de un modo u otro llegaron a conocerlo y a tratarlo.
De larga trayectoria como profesional de las ciencias económicas Eduardo Fontanini obtuvo su jubilación dentro de la Administración Pública Provincial como Contador General de la Caja de Previsión Social de los Agentes Civiles del Estado. Actualmente cumplía funciones en la Asociación Mutualista de Empleados Públicos, entidad a la que brindó hasta sus últimos días su idoneidad y capacidad profesional. También formó parte de numerosas empresas locales que lo contaron como profesional serio y de intachable honestidad.
Con el fallecimiento del contador Fontanini el Círculo pierde a uno de sus más distinguidos asociados, entusiasta y fervoroso adherente de los fines y principios de la entidad.
Colegio de Graduados en Ciencias Económicas…
En el amplio espacio de comunicación entre oficinas de la planta baja y la escalera que permite ascender peldaño a peldaño, sobre una pared decidieron colocar una placa de mármol blanco con nombres y apellidos de sucesivos presidentes.
¡Gratitud! censor
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De su Universo de sueños y vivencias compartidas…
1947: durante la primavera, Nidia mediante la relación con una compañera de atletismo –Lidia Foremny, amiga a perpetuidad-, logró iniciar un diálogo interrumpido hasta la medianoche del comienzo del primer día de julio del fin del siglo veinte (palabras, miradas y silencios). [10]
El intento de rendir tercer año de peritos mercantiles libres, sirvió a Nidia para aprender más y disponer de tiempo durante el año para preparar alumnos de cursos inferiores y lo más significativo, fue ese acercamiento de los apuntes que elaboraban con la profesora Farmacéutica Angela Celeri de Soldano, a principios de enero de 1948 y el pretexto para hacer sonar por primera vez el timbre del departamento donde se preparó la argamasa para los sólidos cimientos de la casi inacabable arquitectura familiar…
Autodescubrimientos… |
El 2 de octubre y el 5 de diciembre de 1948, han sido rememorados como dos hitos significativos en ese vínculo perdurable.
Anécdotas de la niñez y recuerdos de la vida familiar, eran tan frecuentes como las conversaciones sobre algunas asignaturas de los planes de estudio u otras referidas al Arte.
De su etapa adolescente, con entusiasmo recordaba las experiencias compartidas con Tito Doval primo de su madre ya que “dos Doval” se casaron con “dos Keller”.
A partir de 1958 fue posible llegar hasta el Hotel Pinar del Río, en Capilla del Monte, lugar donde Remigio y Carmen Fermi descansaron durante décadas y que ya jubilados, fue su lugar de residencia. Cuando decidía el viaje, entre los primeros comentarios necesitaba nombrarlos, porque se sentía feliz abrazándolos y recorriendo los jardines, debajo del parral cargado de racimos, en el lugar donde Remigio tenía sus conexiones de radio-aficionado o mirando el diccionario que escribió tres veces y otras tantas completó con dibujos, sobre hierbas…
(Parecía avaro de palabras y alabanzas… ¡Sabía admirar!…)
Remigio era el farmacéutico de las Colonias, luego fue personal directivo en el Colegio Nacional Simón de Iriondo, turno Noche.)
Primero: el deber… |
- 1949: Incorporado al servicio militar durante el último fin de semana de febrero, empezó a darse cuenta de mi vocación por la escritura. En la esquina de 4 de Enero y La Rioja estaba instalada la amplia despensa “El Indio” -con teléfono de madera apoyado sobre la pared, largo cordón conectado al auricular y un banquito para auxiliar a “los bajitos”. Sobre la vereda el buzón cilíndrico rojo, pintado de negro en la parte superior y con una tentadora “boca” ávida de mensajes… Desde ese lugar partían “las páginas voladoras” que cruzaban el Paraná y llegaban hasta el regimiento que después sirvió como espacio destinado a tratamiento de enfermos siquiátricos.
Reía cuando recordaba que no le alcanzaba el tiempo para tanta lectura porque también le enviaba el vespertino diario “El Litoral”.
Mientras él se dedicaba a ordenar las cartas según a hora escrita en el primer renglón, sus compañeros se repartían las páginas para enterar de lo sucedido en la otra orilla.
Compañero paciente en sucesivos encuentros de Literatura, si teníamos tiempo libre nos acercábamos a la costa corondina a la noche, después de los actos en la Biblioteca “Cnel. José Rodríguez” o en la Escuela Normal: Mirábamos el ondulante reflejo de la luna mientras él orientaba una vez más nuestras miradas hacia el mismo punto de fuga. Decía: ¡Se ven las luces de Diamante!… como cuando nosotros, encerrados, veíamos las de Coronda…
No escribió versos.
Vivió como Poeta y generaba la posibilidad de escuchar conciertos porque por contrareembolso pedía colecciones de clásicos, de música argentina: tangos, folklore…
Solía sorprenderme con alguna grabación sobre temas que escuchamos durante el extenso e intenso noviazgo…
Umbral de compromisos compartidos… |
05-02-1954: Eduardo Rodolfo firmó el acta de matrimonio civil con Nidia Aurora Guadalupe Orbea (22 años) y al día siguiente a las 21, monseñor Antonio Biagioni bendijo esa unión en la Iglesia –actual Basílica- de Nuestra Señora del Carmen, en la capital santafesina.
- 1955: el 14 de febrero hubo movilización porque se habían completado las nueve lunas. Al día siguiente, nació Eduardo Carlos Manuel. Dormir menos, más de los gastos porque el recién nacido tenía provisión para un año, pero era necesario prever los gastos fijos, los impuestos y las amortizaciones del terreno en el Barrio “Las Delicias”. Una vez más con Cacho, decidieron hacer colocar el alambrado que abarcaría los dos lotes.
- 1956: Al imaginar la construcción de dos habitaciones grandes con dos aleros y una pared medianera, fue necesario comprar una prefabricada para que ubicada en el sector noroeste de ambos lotes sirviera para guardar materiales y herramientas..
Desarmada la casilla cuando la falta de pintura dejó que el agua impregnara las paredes, sobre ese suelo donde estaban inquietas las hormigas y algunos gusanitos, empezó a crecer la gramilla.
Tiempo después, el Jardinero enterró en ese lugar las vigorosas raíces de un paraíso que luego impresionó nuestras retinas con el tono liláceo de sus flores, mientras el perfume generaba la inmediata reacción de las miradas.
Casi al unísono, dos palabras: ¡Qué perfume!…
- 1956: momento de decisión; de empezar a ser “menos peatón” y “otro motonetista”.
Llegó Eduardo con “la Siambretta”.
Tiempo después compró un modelo de cuasi bicicleta-motoneta y como durante las primeras lecciones en el sector norte del Parque Garay exigió un rendimiento casi inalcanzable que su alumna Nidia optó por establecer el límite: -No me interesa. Volvamos…
Así fue, siguió viajando sentada en el asiento de atrás.
Por los “pozos” en la calzada de la calle Bvard. Zavalla al Sur, terminó una tarde expulsada del asiento trasero de la motoneta y cayó el asfalto, con un chichón y sin desmayo.
(“Vasquita de ley” -diría nuestro amigo Miguel Porral-; “cabeza dura” decían y dicen las abuelas, siguen diciendo los nietos…)
1957: el antepenúltimo día de enero nació Ricardo Marcelo Gabriel y cómodo en su alta cuna de metal niquelado en una habitación del sanatorio Español, se acercó las manitas a los finos barrotes y los apretó… Llegaron Nenucho y Quela, ya con el perfil de varias lunas y rieron viéndolo tan pequeño y tan “afirmado”… [11]
1958: Avance hacia la construcción del “refugio de los días no laborales”… Mientras tanto, terminada la casa de Hugo Roverano -soltero aún-, en la misma manzana, en ese lugar pudimos pasar las primeras semanas en “Las Delicias”. [12]
Nacieron gatitos debajo del horno de barro. Nos visitaron los abuelos paternos. Ricky estaba empezando a caminar y el agua que es tan benéfica, evidentemente contaminada, aceleró nuestro regreso.
A fines de la década del ’50, se sucedieron los trabajos de voluntariosos constructores sin diploma y del abuelo carpintero con experiencia. Se amplió el espacio cubierto con una pequeña habitación y dejó de ser compartido el baño, construido el segundo en el espacio ya previsto, lindante con el primero.
Década del ’60: nuevos brotes en el vigoroso árbol.
Nació Nidia Marta Susana el último día de enero de 1962. Todos los amigos cuando se acercaban para conocerla nos decían: ¡Una nena!… con el asombro que se iba nutriendo durante la prolongada espera porque en ese tiempo no se habían imaginado las posibilidades de “las ecografías”.
Algunos decían:
“-¡Qué lindo!… una nena, porque ya tenían dos varones y las nenas son una compañía para las mamás?
Sonreía y en mi memoria se activaban las señales indicativas de que hubieron hombres que acompañaron a sus madres, y hogares donde nacieron sólo varones, como en otros solo mujeres…
Estábamos felices, tanto como cuando vimos los rostros de Edu y de Ricky; cuando los acariciamos por primera vez.
No se han inventado las palabras con el valor suficiente para explicar esas íntimas sensaciones.
Década de incertidumbre… |
Terminó la década del sesenta con impactos emotivos en todo el territorio nacional: secuestro y muerte; violencia creciente… [13]
Entre los puntos suspensivos y las entrelíneas está parte de la historia de la Historia.
En 1977, Martita, “cascabel en nuestro hogar” seleccionó una lámina para que firmaran sus compañeras de curso.
Armonía en los colores y sobre un pequeño bote representada la presencia de dos niños –¿varón y varona?- mirando hacia el agua donde se reflejaban las sonrisas; la Luna en lo alto y en tres líneas, esta conclusión:
“Un amigo te incita
a cosas nuevas
que nunca hubieras imaginado”
No fue por casualidad…
Fue por causalidad…)
Reafirmación de las promesas de fidelidad… |
En 1978 celebramos haber podido compartir veinticuatro años en matrimonio, siguiendo cronología.
Solíamos decir, entre el tiempo de dormir y el de trabajar ya quedaba reducido a casi un tercio ese lapso disponible para “nosotros”…
Dos amigos no regalaron una propuesta y así fue como participamos en “Encuentros de Matrimonios”.
Sucedió durante el último fin de semana de septiembre y allí nos encontramos con personas ya conocidas porque habíamos integrado otros grupos de reflexión, ecuménicos. [14]
Tiempo compartido con otros padres… |
Desde la década anterior, Eduardo integraba Comisiones Directivas de las Asociaciones Cooperadoras de la Escuela Nº 7 “Presidente Beleno”; de la “Escuela Industrial de la Nación” anexa a la Facultad de Química dependiente de la Universidad Nacional del Litoral. En esa escuela, pusieron en marcha la “Cooperativa Escolar”. [15]
Entre la Argentina y España… |
A partir del 9 de diciembre 1986 necesitamos relacionar los horarios de esta latitud y los cercanos a los Pirineos.
Fue la primera Navidad vivida por nuestros hijos en un clima semejante al de las tarjetas postales que estamos acostumbrados a ver por impulso empresarial, más que por tradición.
Josefina avanzaba lentamente en sus primeros recorridos…
Seguían creciendo nuestros nietos, crecía la Pipi y empezó ha hablar, a cantar, a bailar… Después, en el Jardín “Tramontana”, conoció a niños de distintas familias –unos españoles y otros descendientes de inmigrantes, como ella.
Siguieron creciendo nuestros nietos y a fines del invierno europeo iniciado en el 88, supimos que había empezado otra ronda de las nueve lunas.
Organizamos el primer viaje a España para estar en Lloret de Mar -Gerona, Cataluña-, junto a Martita, Rubén y Josefina compartiendo la emoción del nacimiento de una nieta porque así lo revelaban las ecografías.
Totó decoró la habitación para entusiasmar más a la hermanita que tanto hablaba de Lucía, sin conocerla. Ruycito nos acercó en automóvil hasta la Clínica a Gerona. [16]
Lucía Fernández Fontanini nació el 20 de noviembre de 1989, cercana a los quince años mientras estoy elaborando este reflejo de una luminosa trayectoria. [17]
Necesitamos estar aún más cerca durante el invierno europeo de 1992 para acompañar a Josefina en el día de su Primera Comunión, en la “Parroquia de Sant Romà”, frente a la plaza donde revolotean las palomas y pasan dialogando personas de distintas nacionalidades y hablando diferentes idiomas…
Volvimos en 1995 a ese lugar para el sosiego y el asombro, porque fue Lucía quien nos conmovió al recibir su Primera Comunión, en la misma Iglesia de Lloret, la que fue saqueada y destruida durante la guerra civil española y reconstruida con el esfuerzo de los fieles trabajadores…
Responsable Jardinero… |
“Al Jardinero Eduardo… un día después de su cumpleaños en 1992, su amante amada lo recibió cuando regresaba del trabajo y después del beso casi al aire porque él lo posaba en la mejilla, le entregó una tarjeta en tonos “ocre”, dos azucenas con perfiles dorados.
En ese tiempo, ella firmaba “Sombra” porque insistía en que él era la luz que hacía posible su proyección… En el sobre, escrito: “… sueña el Jardinero / con blancura de canas / ¡que son plateadas!…
Releo y reitero, con idéntica emoción que en ese momento de escritura sin borradores, siguiendo los impulsos del misterioso duende que habita en los seres humanos:
Estaba la azucena en el Jardín.
El jardinero, la descubrió pimpollo.
Percibió su perfume. Contempló la blanca corola.
Después… necesitó acercarse, más… y más.
Ella aceptó la sutil caricia sobre su tallo.
Inclinada en amorosa reverencia, no temía ser torpemente mutilada.
Bianual… crecía la floración.
Pasó el tiempo y el jardinero obró en el milagro del nacer de otra azucena.
El invierno, lo sorprendió con magnífico fruto.
Aún distantes… conservan las azucenas su pureza.
En el Jardín tiemblan con la risa los últimos pimpollos,
¡juegan con el sol y con la luna!
En las pupilas del jardinero amante se refleja el amor perdurable.
Hay un destello de ESPERANZA… sobre el rocío de la madrugada.
En el instante del descanso y de los sueños… /sueña el jardinero con blancura de canas… que son ¡plateadas!…
…un día después, con emoción Nidia. 02-09-92.
(En ese tiempo, Eduardo insistía en que dejara de trabajar en el centromultimedios “Biblioteca de la Legislatura de Santa Fe”, trasladado al subsuelo de Saavedra 1609. Compendió –porque él también orientó su vida hacia proyectos con sucesivas metas-, que había llegado el momento de completar lo último sugerido en diciembre de 1986 cuando fue convocada para dirigir ese servicio: recién ese año disponiendo de una computadora y del oportuno aporte de Informática de la Cámara de Diputados, Sandoz desarrolló el sistema a los fines de todos los registros de biblioteconomía: Inventario Bibliográfico, Fichero de Socios, Controles en servicios de préstamos a domicilio; Banco de Datos Culturales, ya que desde 1987 se desarrollaron cuatro programas y subprogramas con servicios desde la sede, en actos culturales en distintas localidades y en la Capital Federal, servicios a distancia coordinados con algunos legisladores que apoyaron ese Plan y lo proyectaron en sus departamentos.)
Tiempo de “mudanzas”… |
A fines de 1998 Eduardo puso en marcha la reconstrucción del solar de “los Amores”. Decidió derrumbar paredes, cambiar aberturas, construir “el taller” donde está el banco de carpintero de su padre que en ese tiempo estaba en el patio cubierto de nuestro hogar… Fue necesario construir una pared medianera en el fondo de los terrenos y quedó sin modificar el espacio libre hacia el este.
Así ha quedado, ese amplio espacio con verde de sumisa gramilla que soporta el peso de los caminantes y verde de fronda que es cobijo de tibios nidos.
En lo alto, azul celeste de cielo y blanco de nubes, porque los hombres de Castilla inventaron esos nombres y los trajeron hasta este extremo sur de América donde tuvieron que aprender también las lenguas que hablaban los pobladores anteriores…
Así ha quedado, libre para la comunicación entre ambos refugios, cuando se acercan Dita o Indiana, cuando llegan Rosanna y su familia, sus amigos…
Lloramos juntos más de una vez.
Decía él: “-Cacho es mi hermano”.
Lo miraba emocionada mientras estaba convencida de que eran “nuestros hermanos “…
No ha sido por casualidad que sus hijos, también Oscar y Eduardo y los suyos, nos nombraran ¡Tío!, ¡Tía!… como lo sigue haciendo Alejandro hijo de Andrés Atilio: el perseverante, prudente, generoso y responsable Coco… [18]
A fines de mayo de 1999, cuarto y último viaje juntos: tiempo para compartir tareas y emociones tras la mudanza desde Plaza Barnes hasta la avenida Fleming, un lugar para el sosiego y el asombro…
Regresamos y se aceleró el desenlace. Sin palabras nos dijimos todo, aquella madrugada del 1º de agosto de 1999.
Tantas veces había expresado: “Para mí, es como una madre”…
Quienes lo conocimos más, sabemos que fue conciso en el hablar, inabarcable en sus expresivas manifestaciones de admiración y comprensión, con gestos y actitudes solidarias.
Autoexigente; con todo lo que eso implica como proyección social.
Después de otra tormenta… |
El árbol añoso, debilitada su energía no pudo soportar los vaivenes impuestos por el potente viento del sur. Desprendido parcialmente de su arraigo, cayó con el follaje hacia el norte.
Llegamos con Gusti a “Los Amores” y me emocionó verlo marchito y horizontal…
Quedaron allí las raíces que resistieron al ímpetu de algunos hachazos.
Se ordenaron automáticamente en mi memoria todas las señales y sucesivas claves. Dije a Gustavo: ¡Mejor… es que quede así!
Sentí en ese momento que para mí era un símbolo entre el ayer y el hoy.
No fue por casualidad que meses después, a pesar las limitaciones… pala en mano y con vigor proveniente de lo Alto, cerca de esas raíces retorcidas que fueron capaces de soportar tanto peso y tantos vendavales, una mañana empezara a cavar otro pozo, convencida de que “polvo eres y polvo serás”…
¡Lo significativo son las obras!…
¡Lo esencial, es lo Trascendente!
Crecen allí los malvones y hay “alegría del hogar”.
Crece cerca también, el espinoso helecho trasplantado desde la casa de nuestra vecina a nuestro hogar y desde el cantero del pasillo al cerco de alambre de púas de “Los Amores”… [19]
Tantas veces podado y otras tantas talado, brota y rebrota, revelando así casi un natural alegato contra la discriminación…
………………………………………………………………………………………………………………………
Siento que está cercano el punto final.
No hay voces hoy, en esta casa-hogar donde la madreselva y el jazmín, siguen creciendo y perfumando… [20]
Uno de los misteriosos duendes, insiste:
Necesitamos
una medida
para las distancias
materiales;
mientras
las resonancias
de las vivencias
persisten en un espacio,
y todos los días,
inconmensurables…
en los recuerdos.
“La vida es sueño y vivimos con ensueños.
La vigilia nos regala sentires…
rostros que nos miran y otros, ausentes.
El punto exacto de la alegría
está en cada despertar, renaciendo.”
Sigue creciendo la gramilla debajo del sauce llorón, allá en “Los Amores”…
Nos sigue sorprendiendo el nacimiento de pimpollos en el rosal, cerca de la ligustrina donde hace tiempo tuvieron su nido los picaflores. [21]
A los saltitos, sigue buscando esenciales nutrientes….
¡la Tacuarita!
Desde lejos, tiene resonancia el eco del canto de…
¡el Zorzal!
Llora, llora, el sauce llorón.
[1] Esos vínculos tan potentes, perduraron hasta los últimos momentos de vida de Haydeé y de Juanita Birri Doval –Chiquita-, siguen latentes y se revelan en sucesivos encuentros con Francisco Valdez Birri y su familia. Paquito, el armonioso violinista que integra la Orquesta Sinfónica de la Provincia de Santa Fe y que como decía su abuela, es un silencioso servidor desde el obrar, como el Santo de Asís, el predicador de “la civilización el amor”.
[2] Arturo Brouver de Koning –también santafesino y deportista-, escribió al dorso de una fotografía: “A mi querido amigo y compañero del Servicio Militar por la amistad que nos unió en todo momento”. Otros amigos fueron Juan Alba, “Quique Álvarez”; Eduardo Molinas…
[3] Soportó las consecuencias de “cataratas” hasta que nuestro amigo Ernesto Yapur –joven oftalmólogo de vocación, estudio y responsable-, le colocó una lente intraocular. Temblaba cuando debía retirarle la gasa para colocarle un colirio… Era otro aprendizaje para fortalecer el espíritu ya que son inesperadas algunas experiencias y ver sufrir a quien amamos, supera las íntimas vibraciones que experimentamos si somos los enfermos… Luego conocí a Maro Yapur, la mamá de Ernesto y también me regalo “una propuesta”. Juntas estuvimos en sucesivos encuentros de reflexión con grupos católicos del “Opus Dei” –Obra de Dios impulsada por José María Escrivá de Balaguer-; con Eduardo también participamos en un encuentro hacia la Navidad, en el casa-hogar de oración de la calle General López. ¡Gratitud!…
[4] Cuando encontrábamos ese dato en algún documento, era el momento de las evocaciones risuelas. Le decía que era escaso el espacio para anotar tantas cicatrices: cuello izquierdo, cicatriz queloide como consecuencia de quemadura con “pequeño aparato para hacer rulos” que mi madre Francisca y José Manuel Orbea Suso usaron para “embellecerme” cuando tenía cuatro años; otra cicatriz del mismo tipo y más leves, en parte alta del muslo izquierdo y derecho, consecuencia del fuego generado cuando estaba encendiendo el legendario calentador a kerosene “Primus” -de bronce con mechero “Porteñito”-, fuente de calor que competía con la leña y el carbón cuando estábamos en nuestro refugio en “Los Amores”, en “Las Delicias” de Sauce Viejo, Departamento La Capital (Domingo de Carnaval de 1960). Ancha cicatriz en la rodilla izquierda gracias a la habilidad del Prof. Pico y del doctor Rubí; de los jóvenes médicos residentes -incluso neurocirujanos- que me atendieron en el Hospital de Emergencias de la ciudad de Córdoba, después que un camionero se animó a proponer a Eduardo que le preguntara al médico que hablaba de “amputar” cerca de Montecristo, donde prácticamente se desprendió la rótula y a la vista los tendones, atiné a usar el cinturón del vestido para hacer un torniquete y colocar . Otra señal: leves hundimiento en la frente, lado derecho, porque desprendí el parabrisas con el rebote del golpe sobre la chapa superior de la “guantera”, impacto que provocó la fractura de mandíbula que no fue tenida en cuenta por ningún médico, detectada por el odontólogo Dr. Oscar Orsi en la década siguiente. En 1995: otra señal en el aeropuerto de Barajas –Madrid-, mientras subía al vehículo que trasladaba hasta el lugar de embarque con el avión que partía hacia Barcelona: oportuna asistencia en el Hospital Comarcal de Blanes, cercano a Lloret y luego eficaz y cordial atención del Dr. Xavier Crespo (Alcalde del Ayuntamiento de Lloret de Mar – 2003…) ¡Gratitud!
[5] Ramírez casado con Egle Engler, residió en San Javier y falleció joven. Fue breve el lapso de ese estudio y la continuidad del trabajo generó el Estudio donde se incorporó el contador Hugo Roverano Galetti. Un poema dedicado a Tacho, en “Poesía y Prosa 81” integra el poemario “Canto íntimo” seleccionado por la Asociación Literaria Nosotras de Rosario, responsable de esa edición.
[6] Mónica ha sido Ramona Hipólita Palacios, colaboró en nuestro hogar desde fines del otoño de 1979 hasta que el cáncer impuso una pausa. Soportó la inundación del 29 de abril de 2003 cuando el río Salado siguió su curso y por imprevisión generalizada se inundaron las viviendas del oeste y sur de la capital santafesina. Mónica inició su Último Vuelo el 26 de agosto de 2003. Nos habíamos conmovido el 1º de agosto de 1999, cuando desde la sala de terapia intensiva anunciaron la epicrisis de Francisca Álvarez Ramos de Orbea, once meses después, Eduardo Rodolfo y el 13 de noviembre de 2001: Carlos Orbea Álvarez, hermano y amigo a perpetuidad…
[7] El doctor René Favaloro comenzó sus servicios de prevención y atención de la salud como médico rural, después estudio en Estados Unidos. Investigó, ensayó y aplicó con resultados positivos la técnica de by-pass. En 1992, desde The New York Times, teniéndose en cuenta sus revolucionarios aportes a la medicina cardiovascular, en una nota de lo reconoció “héroe mundial”… ¡Gratitud!
en
[8] En la década del ’60 conocí al doctor Ítalo Marcuzzi, quien dialogó con Eduardo en nuestro hogar cuando estaban intentando recuperar lo que les pertenecía y por equívocas actitudes perdieron, cuando fracasó un proyecto inmobiliario anunciado con vasta publicidad sobre antiguos muros en San Martín, cerca del Teatro Municipal. Después, conocí a Negrita Torrado y supe que era el cuñado de Onga… nuestra compañera en la escuela de comercio de mujeres, en la casona de San Martín 1823. En 1967 –concurso mediante-, ingresé como interina con horas de cátedra en la ENET Nº 6 “María Isabel Courault” cuando Susana Torrado de Marcuzzi ya era Regente en el turno vespertino. Su estímulo fue movilizador para diferentes actividades fuera de las pertinentes al desarrollo del programa de las materias. Comprobé en ese tiempo la solidaridad del doctor Marcuzzi, porque intercedió para la resolución favorable de un petitorio a la firma John Deere –cercana a Rosario. La generosidad de Susana hizo posible que viajara con ella a los fines de agradecer la donación de un “episcopio” –moderna tecnología educativa en aquel tiempo-, ya que permitía ampliar y reproducir sobre planos verticales –cualquiera pared-, las imágenes planas con las características del original. Fue uno de los tantos esfuerzos poco valorados. Parte de la Historia de la Educación en la Provincia de Santa Fe, parte del capítulo de “Desaparecidos”… que tal vez algún día quede escrita si hay memoria y documentación suficientes como para que “sea escrito”… En aquel tiempo, en las escuelas técnicas cada docente tenía un “cuaderno de actuación” y observadas las clases se registraban las orientaciones y evaluaciones. Se emocionó Susana cuando vio restaurado el busto de Sarmiento en la planta alta –aunque yo no había aprendido con especialistas a hacer “pátinas”-, también cuando escuchó por primera vez la Canción de la ENET Nº 6 que compuse –letra y música-, con el mismo entusiasmo que surgió la canción de la ENET Nº 5 de Santa Fe. Después, desapareció “La Escuela Isabel Courault”, se diluyeron los ecos de las dos canciones y si no fuera por mi amado amante, por mis familiares y por tantos amigos… casi desaparezco. ¡Gratitud!… ¡Para todos gratitud!… también para los distraídos y olvidadizos, porque contribuyen segundo a segundo a poner en evidencia distintas cualidades, diferentes categorías. También para los examinadores y censores, porque detectados los errores, con honestidad se genera un firme propósito de enmienda ya que la segunda vez, no será error…
[9] En la página anterior: Condolencias / Doctor Juan Mufarrege / Su fallecimiento… acaecido víctima de una corta dolencia”. Agrego, como médico pediatra atendió a nuestros hijos Martita y Gustavo. Recuerdo que llegó a nuestro hogar a las dos de la madrugada porque ella manifestó síntomas de ahogo –falso crup- revelando así su vocación. Fue Jefe de la Sala de Pediatría del Hospital “J. B. Iturraspe, por concurso. Debajo, en la página del boletín: “Doctor Manuel Guberman, su fallecimiento” y debajo del homenaje a Eduardo, “Mario Colombetti, su fallecimiento”. Rememoro que en aquel tiempo de tareas compartidas con Susana hasta fines de la década del ’60, Mufarrege era subjefe del servicio de reconocimientos médicos del Ministerio de Salud Pública de la Nación, siendo Jefe el doctor Osvaldo Fayó, profesor y ¡maestro! en la escuela nacional de comercio de mujeres, luego nuestro médico ya que primero me atendió como especialista ginecológico y luego hizo consulta con el doctor Osvaldo Calvo –siquiatra-, a los fines de evitar que determinadas circunstancias influyeran en la continuidad de mis posibilidades laborales. No ha sido por casualidad que en Poemas para Tioco, un poema esté dedicado al doctor Calvo. ¡Gratitud! ¡Para todos, gratitud!…
[10] Primeras comunicaciones diciéndonos: “usted…”
[11] A Raquel Tissembaum Espinosa la conocíamos desde el tiempo de su ingreso como preceptora en la Escuela Nacional de Comercio “Domingo Guzmán Silva y a Celso, primero en la casa de Myrtha Álvarez, nuestra prima y después junto a Quela. Nació cuando debía ser Marianito y fueron amigos con Ricky… perdura ese vínculo a pesar de las distancias materiales.
[12] Hugo se casó con Caty -Catalina Chius-; nos alegramos cuando nacieron Susy y Huguito. No necesito hacer esfuerzos para recordar con gratitud la solidaridad de ellos a fines de la década del ’50 cuando “apagada la tea humana”, nos acompañaron y cuidaron a nuestros hijos durante el tiempo necesario. ¡Gratitud!
[13] Hay diversos papeles de ese tiempo, entre ellos dos libretas de Caja de Ahorro del Banco Provincial de Santa Fe –cuando era institución del Estado- iniciada la primera el 02-05-1789 y la segunda el 06-07-1979. Último registro: 05-11-1979. Ese mes, celebramos con alegría el cercano casamiento de Graciela y Ricky. Fue durante la tarde del 22 de noviembre, día de Santa Cecilia, día de la Música…
[14] Al matrimonio Esquivel lo conocimos durante un diálogo propuesto por el doctor García desde distintos planos del Cristianismo. Rosita Maspons fue compañera en la ENET Nº 6, allí conocí a su esposo. Fue grato estar con el doctor Marcuzzi y Susana; Beba compañera de sueños adolescentes y Juan, amigos a perpetuidad. En ese movimiento un grupo de matrimonios organiza esos encuentros, finalizadas las reflexiones que estuvieron orientadas por el Padre Juan Pujol, Monseñor Vicente Faustino Zazpe celebró la Misa y fueron renovadas las promesas matrimoniales, en Comunión. El Pastor de Almas que fue Monseñor Zazpe sigue siendo ¡maestro! para quienes leen sus Homilías. Reitero algunos párrafos que ya incluí en otro escrito, refiriéndome al 24 de marzo de 1976: “En ese tiempo, algunas voces aludían a la «Declaración Universal de los Derechos Humanos», aprobada y proclamada el 10 de diciembre de 1948 y a la «Convención Americana sobre Derechos Humanos» suscrita el 22 de noviembre de 1969. La Corte Suprema de Justicia acumulaba los expedientes de la mayoría de los juicios, sin dictar sentencia. / En Santa Fe de la Vera Cruz, el Arzobispo de Santa Fe Monseñor Vicente Faustino Zazpe en una de las Homilías nombró a la «Argentina secreta», la del dolor y del silencio y en su prédica alertaba sobre la realidad nacional y los problemas de la juventud. Es oportuno recordar lo expresado por el Arzobispo de Santa Fe Monseñor Vicente Zazpe durante una Homilía: “El pueblo soporta desde hace decenios la deformación de la verdad desde los medios de comunicación social por la información parcial y deformada, la propaganda sectaria y frecuentemente mentirosa, las etiquetas simplistas para desacreditar al adversario o a quien simplemente no comparte la misma opinión. / Hasta la comicidad y el entretenimiento se han vuelto mentira porque la vida argentina no es banalidad burda, engañosa y sucia… / Todos los argentinos debemos comprometernos con la verdad, tanto las bases como las cúpulas, porque la contaminación se ha generalizado pero sobre todo los sectores a los cuales incumbe el liderazgo espiritual, político, económico, cultural y social. / Quienes poseemos la función de dirigir, no podemos eximirnos de meditar sobre el uso que hemos hecho de nuestras cátedras, escritos, discursos e instituciones y también de nuestros silencios, porque muchas veces no han sido señal de prudencia política, sino de omisión culposa de la verdad”.
[15] Recuerdo la presencia de Ariel Gysel, también integrante de aquella comisión…
[16] Totó Bonet Bertuzzi y Ruy Rodríguez Gallo, amigos a perpetuidad. ¡Gratitud!.
[17] Estoy escribiendo esta página y suena el teléfono. Domingo, 24 de octubre de 2004 Hora 12:47:42 p.m. y dialogó con Ricardo Álvarez Hug: ayer después del mediodía, en “El Triunfo” –refugio de sueños y de crecimiento compartido con Myrta Álvarez Hug y los hijos…-, inició su Último Vuelo Héctor Enrique Miguel Rossler como consecuencia de un paro cardíaco. Conmoción en sus hijos y sus familias: Laura, Guillermo, Pablo, María Victoria y Agustina; intensa emoción en quienes lo conocimos… Rememoro otras vivencias: últimos desprendimientos de mis padrinos: Aurora Hug de Álvarez –30-05-1969-; José Álvarez Ramos –1º de julio de 1963-, Myrta… el 22 de noviembre… (día de Santa Cecilia, “Patrona de los Músicos”; en 1969: «Convención Americana sobre Derechos Humanos»…)
[18] Siento íntimas vibraciones mientras escribo estas líneas y necesito sucesivas pausas. Conocí a principios de 1948 a la mamá de los Roverano: la señora Sara Galetti que cedió la primera habitación de su casa-hogar para que en San Lorenzo 1645 instalaran el estudio RAFORO. En el medio del patio tenía una plantera grande –con patas, de cemento- y en primavera estaba cubierta con “rayitos de sol”. Chichita, la única mujer en esa familia –como en la nuestra es Martita-, era cómplice de Eduardo para la compra de los primeros regalos: perfumes de Dana, “Tabú”, Platino”, un prendedor con cristales de Murano, un pañuelo de gasa celeste… (¡Lo impactante para mí, era su presencia!… No hay emociones repetidas, de idéntica intensidad…) Décadas después, los tres contadores compraron para sede del estudio una antigua casa ubicada en Junín 2621 –planta baja, propiedad horizontal- y fueron otras las vivencias…
[19] Cuando compramos la parcela que Rafael Zwiener había limitado en el terreno que poseía, lindante con la familias Birello y Verme, sólo estaba edificada la casa de la esquina, de Pérez Llana. La cordialidad de ellos y de todos los vecinos, contrasta con lo visible en este tiempo porque con algunos dialogamos y nos emocionamos ante lo grato y lo doloroso, pero si recorro una a una las viviendas, son suficientes los dedos de las manos para contar quienes estamos así vinculados. Un edificio de tres pisos suele estar habitado por doce familias que se van renovando… Hay rejas en puertas y en ventanas, alarmas y porteros eléctricos, crece la inseguridad, la desconfianza… A mediados del siglo veinte, al atardecer las familias salían con sillas y sillones –aunque fuera angosta la vereda- y colocados en hilera conversaban. Ahora es la excepción quien celebra la Nochebuena y espera el Año Nuevo compartiendo esas vivencias con las puertas abiertas, todos juntos… celebrando ¡la hermandad!… Cuando miro al helecho espinoso, rememoro aquellas impresiones latentes en mi espíritu y sin proponérmelo, desde el misterio emerge una vez más el puente invisible entre el ayer y el hoy… ¡Gratitud!… a todos los vecinos que predican “el Arte de vivir y convivir”. ¡GRATITUD!…
[20] Poemas que fluyeron el 31 de julio de 1987 y el 29 de diciembre de 1986, después de la primera Nochebuena y Navidad con nuestros hijos y Josefina -nuestra cuarta nieta de once meses-, ya en Barcelona…
[21] Queda tanto sin escribir… Estas páginas no son un “inventario de recuerdos”, son un reconocimiento a la jerarquía del “Arte de vivir y convivir”… ¡El HOMENAJE, es ejecutado por el lector comprensivo!…