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15-11-2004: fallecimiento del Dr. Ángel Federico Robledo

Militancia en el radicalismo…

Trayectoria en el seno del Justicialismo…

Lealtad al “proyecto Justicialista”…

1982: declaraciones durante la Gesta de las Islas Malvinas…

1983-1989: convicciones y aportes a la unidad nacional…

1989-1999: lealtad y firmeza…

Siglo XXI

Ecos insoslayables…

 

Ángel Federico Robledo nació el 18 de julio de 1917, en Bustinza (provincia de Santa Fe, República Argentina).

En 1941 egresó con el título de Abogado (Universidad Nacional del Litoral) y ejerció la docencia en escuelas de nivel medio.

Militancia en el radicalismo…

Militó en la Unión Cívica Radical y en 1942 fue electo Concejal en la Municipalidad de Cañada de Gómez.

En el sur de su provincia natal, participó en la campaña interna para elección de autoridades del Comité Nacional convocada para el día 6 de junio de 1943. Esos comicios no se concretaron porque dos días antes se puso en marcha la revolución impulsada -entre otros- por el coronel Juan Domingo Perón. [1]

Trayectoria en el seno del Justicialismo…

El doctor Ángel F. Robledo fue jefe de policía del departamento Iriondo -en el sur de su provincia natal- y desde entonces, fue un predicador de la Doctrina Nacional Justicialista.  Diputado provincial (1948) y Convencional Constituyente en 1949. Un año después fue designado embajador en Ecuador y cesó en la primavera de 1955, cuando detentaron el poder los integrantes de la autodenominada Revolución Libertadora.

Tras ese movimiento cívico-militar que derrocó al general Perón y comenzó una etapa de persecuciones y asesinatos (9 y 12 de junio de 1956); el doctor Robledo siguió trabajando con el propósito de mantener unido al Justicialismo y fue uno de los integrantes del triunvirato que vinculaba al líder ya en el exilio y a los militantes que fueron leales a esa causa nacional, resistiendo a la opresión impuesta mediante el decreto 4161 del 5 de marzo de 1956 que limitó el derecho de libre expresión y hasta prohibió el uso de determinadas palabras.

Lealtad al “proyecto Justicialista”…

Robledo participó en actividades políticas durante el período de la “resistencia” con el propósito de lograr el retorno de Perón a su Patria. El 17 de noviembre de 1972, el doctor Robledo era uno de los 153 tripulantes del avión donde viajaba el Líder del Justicialismo y a partir de ese momento, intensificó su participación en la política nacional promoviendo diversas estrategias durante la presidencia del doctor Héctor José Cámpora porque fue designado ministro de Defensa a partir del 25 de mayo de 1973.   [2]

El presidente Tte. General Juan Domingo Perón –a partir del 12 de octubre de ese año- ratificó su confianza en el doctor Robledo porque demostraba tolerancia y aptitud para el diálogo, imprescindibles en aquellos momentos de profundas disidencias.

Aunque fue un tenaz opositor a José López Rega –secretario de Perón y ministro de Bienestar Social-, logró seguir desempeñando el cargo de Ministro de Defensa entre mayo de 1973 y julio de 1974.

Sabido es que el 29 de junio, el presidente Perón traspasó el mando a María Estela Martínez de Perón y que falleció el primero de julio.  El doctor Robledo -y el ministro de Justicia doctor Antonio Benítez, redactaron el mensaje que Isabel Perón leyó frente a las cámaras de la televisión argentina.   [3]

En aquel tiempo, siendo vicepresidente del Partido Justicialista estuvo a cargo de la conducción.  La presidenta Martínez de Perón, lo destinó a la Embajada de México desempeñándose durante diez meses.  Fue embajador en Brasil durante sólo dos días -7 y 8 de agosto de 1975-, porque fue con convocado por el gobierno para asumir las funciones de Ministro de Relaciones Exteriores a partir del 11 de agosto.

El presidente provisional del Senado Doctor Ítalo Luder -también santafesino, a cargo del Poder Ejecutivo Nacional-, lo nombró ministro del Interior, cargo que desempeñó hasta el 24 de marzo de 1976, comienzo del autodenominado Proceso de Reorganización Nacional[4]

Destacado por sus actitudes prudentes, desempeñando tales funciones intentó orientar hacia la pacificación a los grupos antagónicos que prácticamente desarrollaron una guerra civil no declarada. Siendo integrante del gabinete nacional debió refrendar sucesivos documentos, entre ellos el Decreto Nº 2770 difundido en octubre de 1975:

“Visto la necesidad de enfrentar la actividad de elementos subversivos que con sus acciones vienen alterando la paz y la tranquilidad del país, cuya salvaguardia es responsabilidad del Gobierno y de todos los sectores de la Nación”…

El doctor Luder -presidente provisorio del Senado de la Nación en ejercicio del Poder Ejecutivo, en Acuerdo General de Ministros decretó:

“Art. 1º: Constitúyese el Consejo de Seguridad Interior”… [5]

 

En ese tiempo, fueron vanos sus esfuerzos para evitar que los militares detentaran el poder y como suele suceder, sus propósitos de reconciliación fueron interpretados como una actitud parcial y censurados por algunos sectores del movimiento nacional justicialista, entre ellos los autocalificados “ultraverticalistas” y quienes eran reconocidos como la patria metalúrgica: la Unión Obrera Metalúrgica conducida por Lorenzo Miguel.

Sabido es que el 15 de enero de 1976 ya había decidido alejarse del gobierno.  Estaba convencido de que “con Perón se concretaba un movimiento personalista, pero estos movimientos, para tener éxito, requieren un liderazgo auténtico, que en la vida de los pueblos se da excepcionalmente”.

Dos años después, fue uno de los fundadores del CARI –Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales-, inaugurado el 24 de Junio de 1978.   [6]

1982: declaraciones durante la Gesta de las Islas Malvinas…

El 2 de abril de 1982 desembarcaron fuerzas argentinas en ese territorio del Atlántico Sur usurpado por los ingleses en 1833 y arriaron la bandera británica para que flameara la bandera argentina. Desde los primeros días de mayo fue intenso el combate y el doctor Robledo al ser consultado acerca del desarrollo de tales operaciones, dijo:

“Entiendo que naturalmente más allá de las batallas mismas -que espero sean victoriosas para la Argentina- el tema Malvinas tendrá que resolverse con una negociación que podrá ser tanto o más prolongada según sea el resultado del enfrentamiento militar.”  [7]

Desde su punto de vista, “la batalla militar adversa era el soporte de un triunfo político, siendo una etapa costosa que finalmente resultaría ser útil y provechosa”…

1983-1989: convicciones y aportes a la unidad nacional…

En el ocaso del Proceso, el presidente de facto Teniente General Reynaldo Bignone generó a partir de julio de 1982 la movilización interna del Justicialismo y fueron evidentes las divisiones en el seno de las asociaciones sindicales.

En consecuencia, fueron proclamados cuatro precandidatos presidenciales: Ítalo Luder, Antonio Cafiero, Raúl Matera y Ángel Robledo, todos pertenecientes a la rama política e integrantes del gobierno conducido por María Estela Martínez de Perón.  [8]

El doctor Robledo organizó la Coordinadora de Acción Justicialista y durante la campaña preelectoral dijo:

“El verticalismo en el Partido Justicialista terminó con la desaparición física del general Perón”.

Sabido es que el doctor Robledo se opuso a algunos criterios de conducción política del gremialista Lorenzo Miguel -Unión Obrera Metalúrgica- y del cervecero Saúl Ubaldini que conducía la CGT de los Argentinos.  Su candidatura fue impulsada por la Comisión Nacional del Trabajo y apoyada por dirigentes de la CGT Azopardo, entre ellos Jorge Triaca.  [9]

En las elecciones generales de septiembre de 1983 obtuvo la mayoría de votos el Dr. Raúl Ricardo Alfonsín, candidato de la Unión Cívica Radical.  [10]

Tras asumir esas funciones, designó “asesor ad-honorem” al doctor Robledo y Miembro del Consejo Nacional de Consolidación de la Democracia (1983-1989).

Como suele suceder, el prudente doctor Robledo fue expulsado del Congreso del Partido Justicialista como representante de su provincia natal…

1989-1999: lealtad y firmeza…

En la década del ’90, durante la presidencia del doctor Carlos Saúl Menem, el doctor Robledo integró la CONAPED – “Comisión Asesora Honoraria de la Comisión Nacional de Políticas y Estrategias de la Democracia”.

Una vez más, el riojano Carlos Menem habiendo soportado persecuciones y cárcel, supo valorar los esfuerzos de Robledo para contribuir a la unidad nacional y mediante ese acto de justicia, lógicamente ratificaba su criterio opuesto a aquella disparatada expulsión, ya que sigue siendo insoslayable el ejemplo de Perón y del doctor Ricardo Balbín, unidos por la vocación de servicio, a los fines de evitar absurdos enfrentamientos entre los argentinos.

Fue designado Presidente de esa comisión, dependiente de la subsecretaría general de la Secretaría General de la Presidencia de la Nación, con el rango y jerarquía  de Subsecretario a partir del 11/12/99, mediante el decreto Nº 216/2000.

Siglo XXI

El presidente provisorio doctor Eduardo Duhalde integró la Comisión Honoraria Permanente y Vitalicia de Homenaje al Tte. Gral. Juan Domingo Perón incluyendo al doctor Robledo en el decreto pertinente firmado el 22 de mayo 2003.  [11]

Ecos insoslayables…

Tras el fallecimiento del doctor Ángel Federico Robledo, por distintos medios fue evocada su trayectoria. El destacado jurista Doctor Adolfo Roberto Vázquez, escribió:  [12]

“Partió el 14 de noviembre como vivió: honesto, brillante en su modestia. Rehuyó a los halagos; a los oropeles. El era así, amigo entrañable que se brindaba mucho más cuanto peor era la situación de alguien. Afable, inteligente, de sabias opiniones, apasionado.

Él fue un prócer y la historia así lo recordará, a pesar del desinterés de los gobiernos de turno sea en el gobierno nacional donde, entre otros cargos, fue ministro del Interior, de Defensa, embajador y canciller, asesor del Consejo de Consolidación de la Democracia durante los gobiernos de Alfonsín, de Menem y de De la Rúa; sea en la provincia de Santa Fe donde nació y en la cual fue docente, abogado, diputado, constituyente en la reforma de 1949; o en el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires a la que honró en los últimos años de su vida.

Salvo una solitaria corona que rezaba Presidencia de la Nación y, hay que reconocerlo, un saludo personal del ministro del Interior Dr. Aníbal Fernández, nadie del actual Gobierno que se dice peronista se hizo presente en el sepelio de sus restos.

Si bien es lamentable la desidia de los políticos actuales, más imperdonable es la ausencia institucional. No obstante, tal vez ése haya sido el deseo más íntimo de Robledo: que lo acompañáramos en este postrer viaje a la eternidad sólo sus familiares y esa decena de amigos más íntimos que vimos ingresar su cuerpo a la tierra, su alma al cielo y a la historia su memoria señera.”

Después de sucesivas vivencias y lecturas, necesito expresar:

No ha sido por casualidad que después de la batalla de Ezeiza -20 de junio de 1973-, Juan Perón y su esposa María Estela Martínez estuvieran en la quinta de Gaspar Campos recibiendo “al en pleno, con dos ausencias notorias: el ministro de Defensa, doctor Ángel Federico Robledo y el ministro del Interior, Esteban Righi”…  [13]

No ha sido por casualidad que el talentoso doctor René Favaloro, durante el verano de 1994 expresara:

“…de los peronistas tengo un gran respeto por Robledo…”  [14]

 

Nidia Orbea de Fontanini / 2004.

 

 

 

[1] Leo la boleta para las elecciones internas de la “Unión Cívica Radical (C.N.) Elecciones internas del día 6 de junio de 1943: VOTO para Presidente del Comité Provincial Dr. Eduardo Teisaire…” (Segunda presidencia de Perón: vicepresidente Eduardo Teisaire.” Departamento La Capital… Para Delegado al Comité Departamental: Titulares Dr. Pedro A. Fuentes / Dr. Ítalo A. Luder…” (A cargo de la Presidencia de la Nación en 1975.  La boleta pertenece al archivo personal de quien elabora esta historia de la Historia de los argentinos y en el último renglón, consta el último candidato: “Vocales… José M. Orbea”.  Sabido es que el 4 de junio de 1943 se puso en marcha la revolución impulsada por generales y coroneles, entre ellos el integrante del GOU, coronel Juan Domingo Perón y en consecuencia, no se realizaron tales elecciones.

[2] Cámpora llegó al gobierno nacional promovido con la consigna Cámpora al gobierno, Perón al poder. Integró el gabinete designando a los ministros: José Ber Gelbard (Economía); Esteban Righi (Interior); Juan Carlos Puig (Relaciones Exteriores); Antonio Benítez (Justicia); Ángel Federico Robledo (Defensa); Jorge Taiana (Cultura y Educación); Ricardo Otero (Trabajo), y el repudiado José López Rega (Bienestar Social), que había representado a Perón en las ceremonias oficiales.

 

[3] María Estela Martínez de Perón, a las 14 del 1º de julio de 1974, leyó:  “Con gran dolor debo transmitir al pueblo el fallecimiento de un apóstol de la paz y la no violencia. Asumo constitucionalmente la primera magistratura, pidiendo a cada uno de los habitantes la entereza necesaria para que me ayuden a conducir los destinos del país hacia le meta que Perón soñó”.

[4] Es oportuno recordar que en julio de 1975 en la Cámara de Senadores aprobaron la Ley de Acefalía –integrándola el doctor Fernando de la Rúa (presidente de la Nación desde el 10 de diciembre de 1999 al 20 de diciembre de 2001, momento de su renuncia y de aplicación  de la citada ley, generándose durante diez días una sucesión de legisladores a cargo, hasta que asumió del senador Eduardo Duhalde, representante de la provincia de Buenos Aires, como presidente provisorio y hasta la terminación del interrumpido mandato.  Sucesivos actos de violencia y dos muertes, determinaron su decisión de convocar a elecciones y así fue como mediante estrategias preelectorales logró imponer a su candidato: doctor Néstor Carlos Kirchner, ex intendente de Río Gallegos, gobernador –reelecto- en la provincia de Santa Cruz, sólo con el 22% de los votos positivos.

[5] El Consejo de Seguridad Interior creado en octubre de 1975, estaba integrado por el Presidente de la Nación , los Ministros del Poder Ejecutivo Nacional y los Comandantes Generales de la Fuerza Armadas. En el artículo 2º expresaba que “compete al Consejo de Seguridad interior: a) La dirección de los esfuerzos nacionales para la lucha contra la subversión. b) La ejecución de toda tarea que en orden a ello el Presidente de la Nación le imponga.” En los siguientes se establecía: “Art. 3º: El Consejo de Defensa, presidido por el Ministro de Defensa e integrado por los Comandantes Generales de las Fuerzas Armadas…” con las siguientes atribuciones (Ítems a-f): asesorar; proponer y coordinar medidas para la lucha contra la subversión; conducir la lucha contra todos los aspectos y acciones de la subversión; planear y conducir el empleo de las Fuerzas Armadas, Fuerzas de Seguridad y Fuerza Policiales para la lucha contra la subversión». Artículos 4º y 5º: «La Secretaría de Prensa y Difusión, la secretaría de Informaciones del estado… la Policía Federal y el Servicio Penitenciario nacional, quedan funcionalmente afectadas al Consejo de Defensa.” Artículo 6º. El Estado Mayor Conjunto tendrá como misión asistir al Consejo de Defensa…” Firmaron ese decreto: el presidente provisorio doctor Ítalo Argentino Luder y los ministros Manuel Arauz Castex, Tomás Vottero, Carlos Ruckauf, Carlos A. Emery, Antonio Cafiero y Ángel Federico Robledo.

[6] Durante ese acto inaugural pronunció un discurso Henri Kissinger -diplomático estadounidense- y entre los fundadores del CARI es oportuno recordar también a Roberto T. Alemann (ministro de Economía durante el gobierno de facto de Leopoldo Fortunato Galtieri), Natalio Botana, Oscar Camilión, Nicanor Costa Méndez (canciller durante los gobiernos de facto de Juan Carlos Onganía y de Galtieri), Fernando de la Rúa, Rosendo M. Fraga, Mariano Grondona, doctor Roberto Lavagna (ministro de Economía del presidente provisorio Eduardo Duhalde (2002-2003 y de su sucesor doctor Néstor Carlos Kirchner); Gral. Alcides López Aufranc, Carlos Muñiz (ex-subsecretario del interior durante la presidencia de facto del Gral. Pedro Aramburu), Adalbert Rodríguez Giavarini, Jorge Wehbe (ministro de economía del Gral. Bignone)…

[7] Declaraciones publicadas en la revista Gente (Buenos Aires, 10 de junio de 1982, Nº 881, p. 25) mientras se desarrollaban operaciones militares en las Islas Malvinas tras la recuperación del 2 de abril de 1982, comienzo del Operativo “Rosario” que generó la inmediata reacción del Reino Unido de Gran Bretaña.

[8] En la memoria de algunos militantes del Movimiento Nacional Justicialista, están latentes las señales del doctor Antonio Cafiero durante la segunda presidencia del General Perón (1952-1955): En abril de 1955 tomé la difícil decisión de renunciar al Ministerio de Comercio, con el que el General Perón me había distinguido en junio de 1952, por no estar de acuerdo con los términos del conflicto con la Iglesia Católica.”  El 16 de junio bombardearon la zona de la Plaza de Mayo con el propósito de eliminar al general Perón: murieron 300 personas –varones, mujeres y niños- y fueron atendidos 1.500 heridos. El 16 de septiembre, con el lema Cristo Vence celebraron la destitución del presidente constitucional y el comienzo de la autodenominada Revolución Libertadora que algunos historiadores argentinos reconocen como la revolución fusiladora

[9] El doctor Raúl Matera era promovido por el Grupo de los 20 también perteneciente a la CGT-Azopardo. El doctor Ítalo Luder era el candidato de las 62 Organizaciones Peronistas conducida por el metalúrgico Lorenzo Miguel y perteneciente a la CGT-República Argentina. Al doctor Antonio Cafiero –conductor del MUSO-, lo apoyaba el Grupo de los 25, también de la CGT-RA y enfrentados con el grupo de Lorenzo Miguel.

[10] El triunfo del radicalismo significó más que una derrota electoral en el seno del Justicialismo que ya estaba prácticamente atomizado. El doctor Cafiero encabezaba el MUSO y a fines de 1984 se creó el Frente Renovador Peronista integrado por ese sector, la agrupación Convocatoria Peronista dirigida por el porteño Carlos Grosso y el cordobés José Manuel de la Sota.  El Frente de Unidad Peronista conducido por Eduardo Vaca, Carlos Menem y los congresistas riojanos, el dirigente robledista Roberto Cafiero, el porteño Carlos Grosso y el riojano Carlos Menem, se oponían a los nombrados ortodoxos e impulsaron la realización de elecciones internas logrando la adhesión de la mayoría de los militantes y afiliados al “P.J.” que defendían sus derechos al “voto directo”.

[11] Sea tenido en cuenta que el “Instituto Nacional Juan Domingo Perón de Estudios e Investigaciones Históricas, Sociales y Policiales” fue estructurado mediante los decretos 622/95 y 391/95.  Dos días antes de finalizar el período de gobierno provisorio, el doctor Eduardo Duhalde , mediante el decreto 1234 integró la pertinente Comisión Honoraria: Lorenzo Antonio PEPE -secretario general, decreto 1237-; Ángel Federico ROBLEDO; José María CASTIÑEIRA DE DIOS; Alberto Luis ROCAMORA; Mariano Alejandro PAZ; Irma ROY; Antonio Francisco CAFIERO; Ricardo OBREGÓN CANO; Juan José TACCONE; Carlos Arturo JUÁREZ; Benito Enrique CHÁVEZ; Manuel QUINDIMIL; Lorenzo Antonio PEPE; Nélida Antonia DOMÍNGUEZ de DE MIGUEL; Jesús Abel BLANCO; Esther Haydée PEREYRA ARANDA de PÉREZ PARDO; Lecio Linng ROMERO; Roberto DI SANDRO; Oscar Jorge CASTELLUCCI y Ernesto Jorge TENENBAUM.

[12] Publicada en Carta de Lectores, diario Clarín de Buenos Aires, 27 de noviembre de 2004. # Ángel Federico Robledo falleció en su domicilio –barrio de Caballito, en la Capital Federal- y fue sepultado en el Cementerio “Jardín de Paz”.

[13] Diversos medios de información, destacaron que durante la tarde Perón recibió al teniente coronel Jorge Osinde y a Norma Kennedy, quien se retiró acompañada por José López Rega.

[14] Revista Clarín. Buenos Aires, domingo 6 de febrero de 1994.  Durante una entrevista, el doctor Favaloro expresó: “Mire…para mí políticos, fueron Juan B. Justo, Lisandro de La Torre o Moisés Lebenshon. Y, para no embanderarme en ningún lado, de los peronistas tengo un gran respeto por Robledo y por Taiana”.  El doctor Favaloro el 29 de julio de 2000 disparó un tiro orientado hacia su corazón.  Había vivido setenta y siete años y desde su juventud dedicó la mayor parte de su tiempo al estudio, a la medicina, a la investigación, a la docencia…

 

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