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Alfredo Di Bernardo – Santa Fe de la Vera Cruz, Rep. Argentina

Obras editadas.

Publicaciones en revistas literarias.

Distinciones.

Primeros premios.

De su siembra.

De su legado artístico.

De “El Regalador de colores” (1993)

En el cine.

De “La realidad y otras mentiras” (mayo de 1999)

Breve Historia del Hombre Alto.

La realidad.

El dinero.

Génesis 3,25.

Los ángeles y los puentes.

De “Informe sobre miopes” (Octubre de 2001)

 

En la capital de la provincia de Santa Fe, el 18 de junio de 1965 nació Alfredo Di Bernardo.  Escritor de reconocida trayectoria por sus ediciones y participación en distintas instituciones de promoción cultural, entre ellas la Asociación Cultural “El Puente” siendo integrante de la Comisión Directiva desde su fundación, en septiembre de 1998, con la finalidad de apoyar la difusión de las expresiones artísticas desde la región litoral.  [1]

A principios de la década del ’90, la escritora Silvia Braun de Borgato con apoyo de la Unión del Personal Civil de la Nación -dirigida en Santa Fe por Alberto Maguid-, puso en marcha un proyecto de ediciones de obras de autores santafesinos: Colección Papiro Azul e incluyó en 1993 el libro El regalador de Colores, obra de Alfredo Di Bernardo.  [2]

Alfredo Di Bernardo sorprende a sus amigos con envíos por correo electrónico y El Regalador con generosidad difunde algunas de sus lecturas o trasmite las percepciones que  día a día refleja en su escritura.

Al conmemorar el primer aniversario de esas fecundas comunicaciones, Di Bernardo en el Nº 48 necesitó expresar:

“…Harto de la andanada de mensajes superficiales, tendenciosos y manipuladores con que los medios masivos de (in)comunicación  nos bombardean en forma incesante, un buen día decidí hacer algo para contrarrestar tanto insulto a la inteligencia, tanta incitación a la liviandad, tanto discurso insustancial, tanto obsceno pragmatismo.

Así nació El Regalador, como un espacio de resistencia cultural. Resistencia, pero no como mera negación frente a lo que nos proponen como dogmas, sino buscando generar, en su reemplazo, alternativas que contribuyan a construir un mundo más sano en todo sentido. Resistencia ejercida con ideas para oponerse a los eslóganes de moda. Con arte para oponerse al consumismo desbocado. Con mirada crítica para oponerse a las simplificaciones falaces. Con inteligencia para oponerse al culto a la estupidez. Con visión de conjunto para oponerse a tantas apreciaciones teñidas de mezquindad. Con humor -no exento de acidez- para oponerse a la soberbia de cierto pensamiento de pretensiones hegemónicas.” /…/

Obras editadas…

  • 1993: El regalador de colores. (Cuentos)
  • 1999: La realidad y otras mentiras  (Cuentos)
  • 2001: Informe sobre miopes (Novela).
  • Seleccionado, integró varias publicaciones:
  • 1991: Premio “Casa de la Cultura” de Alvear, provincia de Corrientes.
  • Palabras en vuelo. (Edición de autores, Santa Fe.)
  • 1995: Certamen 75º aniversario (Universidad Nacional del Litoral, Santa Fe.)
  • 1996: Urdimbre de sueños. (Edición Fundación Bica, Santo Tomé-Santa Fe.)
  • 1997: III Certamen “Haroldo Conti (La Plata, provincia de Buenos Aires, edición de la Subsecretaría de Cultura de la Provincia.)
  • 2000: La luz de los decires (con ilustraciones realizadas por alumnos del quinto año del bachillerato de la Escuela Provincial de Artes Visuales “Juan Mantovani” de Santa Fe.)
  • 2001: La luz de los decires II. (Ilustrada por alumnos del 5to. Curso de la mencionada escuela.
Publicaciones en revistas literarias.

Los trabajos de Alfredo Di Bernardo han sido publicados en revistas literarias editadas en la capital de Santa Fe y en distintos distritos de la provincia de Buenos Aires, en “Red Cultural” de Villa Mercedes, de San Luis.

En el exterior, publicó en Cuba, España (Barcelona, Zaragoza, Sevilla…) y en Austria, algunos textos traducidos…

Distinciones…

En 1987 recibió una mención de honor en el certamen convocado por “ERA – Escritores Rafaelinos Agrupados” de la provincia de Santa Fe. Desde entonces, recibió menciones en 1990, 1991, 1996 (mención de honor, Certamen Internacional “Xicóatl”, Fundación Yage, Salzburgo, Austria); 1999…

Primeros premios

  • 1989: Primer premio en el Certamen convocado por el “Taller de Arte y Recreación Cómo Hacer”, de Santo Tomé, provincia de Santa Fe.
  •             Primer premio, Certamen “Biblioteca Popular San Martín” de San Cristóbal (Santa Fe)
  • 1991:   Primer premio. Certamen Narrativa “Gastón Gori”, SADE, filial Santa Fe.
  • 1992 -Primer premio, Certamen Mateo Booz, Asoc. Santafesina de Escritores, Santa Fe.
  • 1994: Primer Premio Certamen Internacional Revista “Portada de Libros”, Capital Federal.
  • 2002:   Primer Premio Certamen “Imprenta Lux 2001”;  Santa Fe de la Vera Cruz, República Argentina.

Es oportuno tener en cuenta que Alfredo Di Bernardo, en varios concursos obtuvo más premios: 1990, 1991, 1998…

De su siembra…

Sabido es que Alfredo Di Bernardo, desde 1998 coordina la Academia de Literatura del Colegio Inmaculada de la ciudad de Santa Fe con la participación de alumnos de 7º a 9º año del ciclo de educación General Básica (EGB).

Desde ese ámbito, organizó y diagramó sucesivas cartillas incluyendo trabajos de sus alumnos:

1998: Las peras del olmo.

1999 y 2000: Grandes Obras’ 99 y Grandes Obras 2000.

2001: Licuado Literario.

2002: Literatrucha.

2003: Se me cansó la mano.

2004: Alguien tiene que escribir.

 

Durante la Feria del Libro de Santa Fe (2002 y 2003), coordinó el Primer Encuentro de Escritores Adolescentes denominado Literatura Santafesina Sub-20 y a partir de ese tiempo, organizó encuentros mensuales organizados por la Asociación Cultural El Puente.

De su legado artístico…

En uno de los tantos recorridos por los senderos de la Literatura, encontré algo escrito por Alfredo Di Bernardo:

“Regularmente, el pueblo argentino emite su voto para elegir a las autoridades que habrán de gobernarlo. ¿Basta esta sola circunstancia para afirmar que vivimos en democracia? Desde un punto de vista estrictamente jurídico, formal, es obvio que sí: las instituciones democráticas se hallan en plena vigencia legal. Desde una perspectiva que contemple en cambio los valores y pautas que deben conformar el contenido esencial de una auténtica democracia, es obvio que no. Sería ocioso ponerse a enumerar ejemplos al respecto, ya que la realidad nos abruma a diario con ellos. No hace falta demasiada lucidez para comprender que mientras la clase dirigente se preocupe por buscar sólo su propio provecho y se empeñe en permanecer a espaldas de los intereses y necesidades de aquellos a quienes tendría que servir, la democracia seguirá siendo un anhelo y no nuestro real modo de vida.

Albert Camus escribió alguna vez: ‘Demócrata, en definitiva, es aquel que admite que el adversario puede tener razón, que le permite, por consiguiente, expresarse y acepta reflexionar sobre sus argumentos’. Podría decirse, entonces, que ser demócrata implica profesar, ante todo, un profundo respeto por ‘los otros’. Exactamente lo contrario de lo que postula la hiperconsumista cultura posmoderna que insidiosamente nos venden día a día desde arriba, para la cual ‘el otro’ es, por regla, un mero objeto que se aprovecha y se descarta, o -en el peor de los casos- un enemigo, un escollo que hay que remover de cualquier modo para poder sobrevivir. Lejos estamos de ser una sociedad democrática si vivimos bajo el imperio de estos valores.

Cabe preguntarse entonces qué responsabilidad tiene cada uno de nosotros en este panorama. Sería conveniente que quienes no ocupamos puestos de poder político o económico realizáramos también un sincero examen de conciencia para preguntarnos: ‘¿soy un auténtico demócrata?’. Porque si no lo soy, ¿por qué esperar entonces que mis representantes sí lo sean? ¿Con qué autoridad moral puedo exigirle a ‘los otros’ que respeten mis derechos si yo mismo no respeto los suyos?

Nos falta mucho camino por recorrer, mucho por aprender, mucha deuda por saldar. ‘La palabra elección seguirá siendo un fraude mientras la gente siga eligiendo sólo lo que le enseñaron a elegir’, dijo Idries Shah. Tendríamos entonces -inexcusablemente- que hablar de educación. Pero ese, claro, ya es tema de otra encuesta.”

 

Aquí, la reiteración de algunos fragmentos de sus trabajos editados en varios libros, que desde la Navidad de 2004 integran nuestra biblioteca familiar y por ende, se difunden desde el servicio de educación por el arte, con el propósito de promover la lectura de sus obras completas.

De “El Regalador de colores” (1993)

El prólogo del libro fue escrito por César Dávila.  La obra está estructurada en tres partes: la primera Soledades (seis relatos); la segunda Cuentos de la neurosis (también seis, incluyendo En el cine)  y en la tercera, El regalador de colores.

En el cine

“Hace tiempo que empezó la película y yo todavía aquí, como un tonto, revolviéndome en las sombras del cine, sin poder encontrar mi ubicación.  Ignoro si en esta incapacidad de adaptarme a cualquier asiento hay algo de dignidad idealista, o si sólo se trata de inconformismo-enfermizo.  Desconozco también si la causa de esta incertidumbre es cuestión de mala suerte o de propia torpeza, lo cierto es que he deambulado sin éxito por casi todos los sectores de la sala y mi confusión es cada vez mayor.

Hubo ocasiones en que pensé que mi búsqueda había terminado.  En esos raros y mágicos momentos me dejaba caer alegremente, feliz de haber hallado al fin el sitio que me correspondía, pero de inmediato una voz autoritaria me impedía permanecer en la butaca deseada, o aparecía otra persona reclamando su derecho a ocupar el mismo asiento.  Entonces, invariablemente, debía levantarme al instante, sin poder prolongar la ilusión siquiera por un minuto.

Los otros, en cambio, parecen no tener el mismo problema. Ellos entran, eligen una butaca y ya está, se quedan quietos y en paz, disfrutando de la función, ajenos por entero a preocupaciones de esta naturaleza.  Claro, es posible que en fondo no estén conformes y sólo disimulen su contrariedad; no lo sé, pero, en todo caso, parecen más felices.  Me gustaría preguntarles cómo hacen, cuál es su secreto, pero no me atrevo.  Algunos de ellos han desaprobado mi errática movilidad con silbidos, risas e, incluso, profiriendo algún que otro sonoro insulto que sólo logran ponerme más triste y nervioso.

Mi desaliento crece segundo a segundo y se vuelve abrumador.  Sé que la ausencia de acomodadores eficaces y la oscuridad de la sala no me ayudan, pero me niego a refugiarme en lamentos.  Las excusas no me sirven; estoy cansado y tengo miedo,  Miedo de que, en cualquier momento, aparezca en la pantalla el temido ‘TRHE END’ y la función se acabe para siempre.”  Páginas 53-54.

De “La realidad y otras mentiras” (mayo de 1999)

“Las cosas que importa más decir son aquellas que muchas veces he creído que no debía decirlas porque me parecían demasiado evidentes.”  André Gide.

Breve Historia del Hombre Alto

“Hubo una vez un hombre tan pero tan alto, que con sólo ponerse de pie, abrir los ojos y mirar hacia adelante, era capaz de leer las verdades escritas en las nubes.

La gente común admiraba su enorme altura. Él, en cambio, renegando abiertamente de su don, profesó toda su vida una melancólica envidia hacia los hombres bajos.

Nunca se resignó a su triste suerte de poder descifrar verdades allí donde los otros, plácidos y felices, veían solamente una nube.”   Página 7.

La realidad.

“Mi amigo me dijo: ‘Cuidado con los espejismos: debemos ser realistas”. Pero desde entonces no ha dejado de soñar, y soñar, y soñar, y soñar…

Me estremezco al pensar que uno de los dos está equivocado.”

El dinero

“El dinero es una herramienta fundamental en la vida del hombre. Tanto, que no resulta ocioso afirmar que el mundo entero gira en torno a él, por y para él. Gracias al dinero se adquiere reconocimiento social, se abren puertas que de otro modo permanecerían estrictamente selladas, se formalizan matrimonios, se alquilan placeres, se estrechan amistades, se traicionan ideales, se clausuran ilusiones,  se derrocan gobiernos, se inventan guerras, se conciertan alianzas, se eliminan prejuicios, se forjan sonrisas, se consiguen pases y autorizaciones, se negocian libertades y se obtienen excelentes imitaciones de felicidad, amplia gama de actividades ésta que, dada su cotidianeidad y también el profundo arraigo que han adquirido entre las costumbres humanas, no hacen más que confirmar que, efectivamente, el hombre es una herramienta fundamental en la vida del dinero.” Páginas 11-12

Génesis 3,25

“Y dijo entonces Yavé Dios a Adán y a Eva: ‘Jamás volveréis a pisar sobre esta tierra un Paraíso Como el que acabáis de perder’.

Y sin más, les concedió el don de la conciencia.” Página 13.

Los ángeles y los puentes

“Hay ángeles que, a su manera, son ingenieros. Rozan a la gente con sus alas y, con ese suave toque celestial, la incitan a levantar puentes. Entonces, esperanza sobre esperanza, la gente se pone manos a la obra y, con más entusiasmo que habilidad, se lanza de lleno a construirlos. Y aunque los puentes resultan casi siempre frágiles y efímeros, las personas caminan sobre ellos, se encuentran, pueden amarse, son felices y se ríen desde lo alto  mientras miran, con cierto alienado desdén, a los seres aparentemente tan seguros y tranquilos que permanecen abajo, atados al suelo.

Pero existen también ángeles perezosos que odian la ingeniería e inoculan a la gente su propio recelo hacia este tipo de construcciones. Entonces, la gente se queda quieta, segura y tranquila, se acurruca en sus miedos y mezquindades, permanece en tierra sin ganas de levantar puentes, y al mirar cada tanto para arriba se pregunta, con envidiosa indignación, qué es lo que hacen esos seres aparentemente tan felices suspendidos en el aire.” Páginas 41-42

De “Informe sobre miopes” (Octubre de 2001)

En la contratapa del libro es posible leer:

“Néstor Salazar usa anteojos desde que tenía cuatro años.  La miopía pronunciada que lo aqueja ha condicionado fuertemente su relación con el resto del mundo. Para colmo, su visión no ha dejado de deteriorarse en forma progresiva, acusándole cada vez más problemas en su desenvolvimiento diario. Ahora, a los treinta, se encuentra apenas un escalón por encima de la ceguera”.  /…/

 

Del capítulo IV, aquí la trascripción de los primeros párrafos en la página setenta y cuatro:

 

“La madrugada del 8 de marzo, es decir tres días después de mi encuentro con Laura, el Comando Esparta llego al apogeo de la escalada de violencia.  La ciudad amaneció ese día espantada con la noticia de que el frente de una escuela para hipoacúsicos había sido baleado, las vidrieras de un negocio de artículos ortopédicos habían resultado destruidas a pedradas y una bomba lanzapanfletos había estallado en la puerta de una óptica.  Los panfletos, que quedaron desparramados, tapizando la vereda, llevaban impreso un texto macabro que bien podría considerarse un auténtico manifiesto.  Decían lo siguiente:

 

La evolución sólo es posible gracias a la capacidad de los más aptos.  Los exponentes más débiles de una especie sólo contribuyen a dificultar el desarrollo de la misma.  Así ha ocurrido desde el comienzo de los tiempos; sin embargo la humanidad sigue dilapidando tiempo y energías en seres que no sólo no aportarán nada al perfeccionamiento de la raza, sino que lo retrasarán.  Los discapacitados, los deformes, los defectuosos sólo sirven para ocasionar preocupaciones, penurias y gastos a quienes les rodean. Enferman, desunen y arruinan a sus familias.  Es hora de decisiones inteligentes y audaces.  Eliminemos a los inferiores, es ley de la naturaleza que sobreviva el más dotado.

Por un mundo sano y fuerte.

La lucha ha comenzado.

Comando Esparta

 

En lo que a mí respecta, si bien no sufrí ningún nuevo ataque personal –a no ser, claro, por algún que otro graffiti aislado de lúgubres referencias- mis temores al respecto recrudecieron, como es lógico suponer.  Sin embargo, la causa de mi próximo dolor de cabeza no fue ningún acto de violencia física, sino una encarnizada disputa de carácter político en la que me vi involucrado sin tener arte ni parte”. /…/

 

Lecturas y síntesis: Nidia Orbea de Fontanini.  08-03-2005.

 

 

[1] La Asociación Cultural “El Puente” convoca a escritores, poetas, artistas plásticos, músicos… para participar en la Peña Mensual puesta en marcha en Cosquín 2000 (provincia de Córdoba).  Coordina actividades con la Mutual de Integrantes del Poder Judicial, Asociación Trabajadores del Estado, Departamento de Extensión Universitaria de la Universidad Nacional del Litoral. Integrantes de esa asociación, participaron en la Feria del Libro de Santa Fe (2002-2003).

[2] Otros títulos de esa colección: 1993: Barbieris, Alicia Una máquina para hacer llover; Caliani de Villordo Umbral del canto; Chalita, Pedro: Cuentos que no son cuento; Gavilán, Miguel Ángel Testigos de la ira; Giacardi Ariel Extranjeros de la luz; Gianello, Alejandra Poética en II actos; Mandón, Hugo Sutil y de aguas dulces.  / 1994: Miyara, Alberto José Cuando yo sea chico. / 1995: Barbieri Osvaldo En una región incierta; Espinaco Miguel Los símbolos del miedo; Fournier, Nelly A. Orfandades; Sabio, Marcela Bru-jácara.

 

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