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1906 – Legislatura de Santa Fe

Actividades en la Cámara de Senadores

Venta de terrenos a la Compañía de Jesús.

Construcción de escuelas públicas.

“Coraje” en bien de intereses de la provincia.

Cincuenta años con “grandes beneficios”.

1894: aumento de becas.

1906: 400 niños sin poder educarse.

Opinión del senador Constanzo, ex alumno.

Dificultades.

Protestas en la “plaza pública”.

Obras de salubridad.

Consejo General de Higiene.

Convento de San Carlos.

Plantación del “pino” del Mediterráneok.

Establecimiento del “Pueblo”.

Verja para protección del “pino”.

Fundición en el arsenal de Guerra.

Viajeros y excursionistas: recuerdos y despojos.

Katsusaburo Miyamoto: revitalización del “pino”.

Cosechas y crisis

Críticas a la Oficina de Estadísticas.

Marcial Candioti e hijos: exención de impuestos.

Comisión Pro Puerto de Santa Fe.

Beca al pintor Pedro A. Zavalla.

Becados en Estados Unidos.

Becas o escuelas.

Creación de la Caja de Jubilaciones.

Comisiones de Fomento.

15-04-1906: fallecimiento de José Bernardo Iturraspe.

 

1906 – Legislatura de Santa Fe

Actividades en la Cámara de Senadores

Una aproximación al diario de sesiones de 1906, permite comprobar que fue impreso en la empresa tipográfica y de encuadernación “La Argentina” de Benito Freyre (h), con sede en calle San Martín 762-764 de la capital de la provincia.

El vicegobernador Dr. Gregorio García Vieyra, presidió el 28 de marzo de 1906 la sesión preparatoria y se examinaron las actas de las elecciones del 26 de noviembre del año anterior.  Fueron designados presidente provisorio el senador Ignacio Crespo y vicepresidente el senador Juan Cepeda, ambos años después en ejercicio en el Poder Ejecutivo.  En ese período se realizaron 30 sesiones y el vicegobernador Dr. García Vieyra -enfermo-, sólo asistió a la primera sesión preparatoria y a la sesión extraordinaria del 6 y 7 de noviembre de 1906. En esa oportunidad de consideró la reforma a la ley electoral, en revisión con algunas modificaciones propuestas por la Cámara de Diputados, prorrogándose hasta el 30 de diciembre la elección de Diputados en varias circunscripciones.  El proyecto trascripto en el diario de sesiones, había sido firmado por A. Alejandro Lamothe y Domingo Garcilazo, secretario.

Venta de terrenos a la Compañía de Jesús

El 6 de junio de 1906 el senador José Ma. Pérez presentó un proyecto de ley autorizando al P.E. para que ofreciera en venta a la Compañía de Jesús “el terreno y edificios comprendidos en las calles San Martín, General López y 25 de Mayo, al precio de veinte pesos moneda nacional el metro cuadrado”, excepto el edificio y terreno que ocupa la Iglesia de la Merced.  Teniéndose en cuenta que esa Compañía podría no concretar la compra, por el art. 3º se disponía que “en caso de que no se verificase la venta a los actuales ocupantes, autorízase al P.E. para que venda dicha propiedad en remate público con la misma base”.

Construcción de escuelas públicas

Estaba previsto que “el producto que arroje esta venta, será destinado a la construcción de dos Escuelas Públicas en la Capital, con capacidad para seiscientos alumnos cada uno y otros dos edificios, uno en el distrito Venado Tuerto y el otro en el pueblo de Rufino del departamento General López, con capacidad para trescientos alumnos cada uno”.

“Coraje” en bien de intereses de la provincia

Destacó el senador Pérez que hacía pocos días, habían aprobado un crédito “en vista de que el Gobierno de la Provincia ha tenido que revocar los frentes del edificio y hacer las veredas” y que “anteriormente, el Gobierno ha tenido que contribuir a la edificación y posteriormente también en reparaciones a fin de que esa casa no se venga abajo.  Después de esto yo creo que no es justo esté además contribuyendo con becas al sostenimiento del colegio sin que trate de sacar algún provecho en bien de los intereses de la provincia”.

Manifestó el senador Pérez: “Yo he recopilado los datos necesarios para poder tener el coraje, puede decirse así, de confeccionar este proyecto y presentarlo a la Cámara con el propósito también de que la Compañía de Jesús realice por fin, la obra que tiene iniciada.Subrayado aquí

Hace muchos años, quizás más de 10, que abrigan el proyecto de construir un edificio para el colegio en debida forma, y no se ha atrevido a llevarlo a la práctica porque no se consideran dueños de la propiedad.  Mas… ha habido propuestas por parte de los reverendos padres de la Compañía, hechas en la administración anterior, ofreciendo hasta 200.000 pesos para que se les escriture, no habiéndose podido llegar a ningún resultado positivo”.

Cincuenta años con “grandes beneficios”

Insistió el diputado Pérez:

“No es posible… que esta Compañía que hace 50 años que está instalada, esté gozando de grandes beneficios en detrimento de los intereses de la Provincia…

Se le dio posesión del terreno en la época del gobierno del señor Patricio Cullen siendo ministro el señor Joaquín Granel por un decreto fechado el 19 de febrero de 1862”.

Destacó que a pesar de la falta de recursos, una Comisión integrada por los vecinos más honorables de esta ciudad, “se puso de acuerdo con el Reverendo Superior de la misión jesuítica Padre Suárez y después de zanjar todas las dificultades se resolvió instalar el colegio en diciembre de 1862, según consta en acta”.

Expresó el senador Pérez que sus “resultados no solamente se palpan en Santa Fe sino en algunas partes de América” y que “el colegio siguió funcionando y el gobierno de la provincia a exigencia de los padres de la Compañía de Jesús, contribuyó a la construcción de una sección en la calle 25 de mayo, porque el local era insuficiente para dar ubicación a tanto niño como afluía a ese establecimiento”; correspondiendo tener en cuenta que también se había organizado el Seminario. El gobierno además, otorgó becas como contribución para “el sostenimiento de los internos” que carecían de recursos suficientes.

1894: aumento de becas

Con referencia a la situación en el año 1894, el senador Pérez manifestó que los jesuitas pidieron un aumento en las becas y hubo intercambio de notas “en tiempos de la administración del señor Leiva, siendo su ministro de Gobierno el doctor Alcácer”, “por las cuales se ve que este edificio es propiedad de la provincia”, datos que el legislador corroboró en el archivo del ministerio de Gobierno y en la Contaduría General de la provincia.

1906: 400 niños sin poder educarse

Planteó el senador Pérez la situación en las localidades donde proponía la construcción de escuelas, porque había “400 niños sin poder educarse” debido a la falta de capacidad de los edificios disponibles.

El vicegobernador Dr. Gregorio García Vieyra no presidió la mayoría de las sesiones de la Cámara de Senadores y lo hizo el 26 de junio de 1907, cuando la Cámara se constituyó en comisión para tratar diversos proyectos, entre ellos un despacho de las Comisiones de Legislación y Hacienda, “venido en revisión de la H. Cámara de Diputados, donando terrenos a los Padres Jesuitas”, “que fueron primitivamente propiedad de la Compañía de Jesús, comprendidos entre las calles San Martín y Jujuy, hoy Rivadavia, para edificar un nuevo Colegio Provincial”.

El proyecto que estaba firmado por Alejandro Lamothe y Luis T. García, secretario, en el art. 2º autorizaba a otorgar “la correspondiente escritura a favor del actual Rector del Colegio de la Inmaculada Concepción señor Ramón Basch”.

Opinión del senador Constanzo, ex alumno…

En esa oportunidad habló un exalumno, el senador Constanzo reconociendo “la consagración de los padres jesuitas y cómo han atendido sus deberes de educacionista”.   Destacó que en ese colegio se educó el entonces “representante del Paraguay en la Argentina, Dr. Caminos” y que ha “dado a esta Provincia Gobernadores y a casi todas las Provincias: Güemes en Salta, en Entre Ríos, Maciá, Echagüe, Parera.

En Santa Fe, desde el Gobernador Gálvez hasta hoy, todos los gobernadores han salido de este colegio, como también hombres eminentes en todos los órdenes; ha dado obispos a la religión católica.”

Sabía el legislador que había oposición al proyecto y anticipó el análisis sobre algunas posibles observaciones con respecto a la futura escrituración.

Dificultades…

El senador Pedro Palenque manifestó:  “Desde que se presentó este proyecto a la Cámara de Diputados, fui partidario de que se imponía la necesidad de su encarpetamiento definitivo, y en tal sentido, hice gestiones ante varios amigos de la Cámara de Diputados, entre varios compañeros de la Cámara de Senadores, y persiguiendo ese propósito llegué hasta los mismos hombres del Poder Ejecutivo, a quienes manifesté con toda franqueza mis impresiones adversas a este proyecto”.

Censuró el procedimiento en la Cámara de Diputados, porque había sido sancionado sobre tablas, “sin que recayera en él despacho de comisión…”

Se originó un breve debate con el senador Constanzo, hubo aplausos desde la barra y un incidente en la barra reservada, interrumpiéndose la sesión durante unos minutos.

Protestas en la “plaza pública”

El senador Pedro Palenque siguió con su análisis:  “…Cuando siento que truena la protesta en las columnas de la prensa, cuando veo a las multitudes lanzarse a las plazas públicas a exteriorizar su protesta y a pedir a gritos el rechazo de este proyecto; hoy me convenzo de que ha sido una  imprudencia, una temeridad el traerlo a la Legislatura, y me convenzo también de que debo como ciudadano y como legislador, hacer un esfuerzo desesperado en pro del aplazamiento definitivo de este asunto.

Esa iniciativa fue rechazada, el senador Pedro Palenque recordó su diálogo -el día anterior-, durante la sesión a la que asistió el ministro de Gobierno y en consecuencia, anticipó su voto en contra.  El proyecto fue aprobado por mayoría.  Eran las 3 y 15 p.m., conforme lo escrito por Francisco Gimelli, Jefe del Cuerpo de Taquígrafos.

(El Dr. Gregorio García Vieyra, el 6 de mayo de 1908 renunció porque asumió como Diputado en el Congreso Nacional y esa renuncia fue considerada y aceptada, en la sesión del 12 de mayo.)

Obras de salubridad

Para la construcción de las obras de salubridad en la capital de la Provincia, se autorizó la expropiación de terrenos pertenecientes a los señores Manuel Irigoyen, Benito Freyre y Roque J. Niklison, en una extensión de 56.940.51 metros cuadrados destinados a la instalación de las cámaras asépticas; oficinas y depósitos de materiales.

La demora del gobierno en la cancelación de esa deuda motivó una demanda de indemnización y transcurrieron doce años hasta que el 30 de enero de 1918 el gobernador Rodolfo Lehmann acordó la firma de un convenio, comprometiéndose el P.E. a “abonar a los nombrados la suma de 30.000 pesos” con cuatro letras de 7.500 pesos cada una con amortización semestral.  Esa suma de treinta mil pesos, de acuerdo al art. 3º del convenio, era “en concepto de precio de los terrenos ocupados y de toda indemnización a que pudieran tener derecho”.

El gobernador Lehmann tuvo que disponer severas restricciones en el gasto público porque se propuso cancelar las deudas que habían transferido sucesivos gobiernos y que prácticamente, significaban la imposibilidad de obtener créditos bancarios o empréstitos, por falta de confianza en el cumplimiento de las amortizaciones.

Consejo General de Higiene

El 20 de junio de 1906 la Comisión de Legislación de la Cámara de Senadores firmó el despacho favorable a la ley referida al arte de curar y su reglamentación en la Provincia.  Por el art. 1º se disponía la constitución del Consejo General de Higiene, que funcionaría en Santa Fe, con jurisdicción en los departamentos San Jerónimo, San Martín, Castellanos, Las Colonias, San Cristóbal, Vera, Reconquista, San Justo, San Javier, Garay y La Capital, y otro en la ciudad de Rosario, comprendiendo ese departamento, Belgrano, Iriondo, Caseros, Gral. López, Constitución y San Lorenzo.  En el art. 16 se dispuso que sólo podían ejercer la medicina los egresados de las universidades nacionales o los autorizados por el Consejo de Higiene o los tribunales que le han precedido.  Se establecieron normas sobre funcionamiento de farmacias y droguerías y las correspondientes inspecciones de farmacias.  Hubo un breve debate y el proyecto fue sancionado.

Convento de San Carlos…

Sabido es que con el nombre de San Lorenzo -derivado de “Don Lorenzo”, toponímico con el que era conocido el paraje en el siglo XVII -, se reconocía al pueblo donde estaban los jesuitas hasta que fueron expulsados en 1767, adjudicándose sus bienes a la orden franciscana hasta que en 1775, se autorizó el traslado de la capilla de San Miguel de la estancia del mismo nombre.

 

En 1790 el fraile Félix Aldao, cedió un cuarto de legua con frente al río a los franciscanos y el 6 de mayo de 1796 se concretó el traslado de la capilla y comenzó la construcción del convento, instalándose en las inmediaciones varios artesanos que durante aproximadamente medio siglo trabajaron para que se completara esa obra.

Plantación del “pino” del Mediterráneo…

En el huerto del Convento de San Carlos, los frailes resolvieron plantar a mediados del siglo XVIII un pinus pinea del Mediterráneo.

Ha trascendido que a su sombra descansó el Coronel José de San Martín, después del combate del 3 de febrero de 1813 y que allí redactó el parte de la victoria.

Un registro de 1815 indica que en San Lorenzo vivían 21 frailes y legos, un capataz, once peones y dos niños.

Establecimiento del “Pueblo”…

La Santa Sede en 1854, autorizó a la orden franciscana a vender al gobierno provincial el terreno necesario para establecer un pueblo, encomendándose las mensuras y trámites al Ing. Nicolás Grondona.

En 1858, un censo indica que vivían en San Lorenzo aproximadamente 1.359 habitantes; en el primer censo nacional de 1869 registraron 2.367 y en el de 1887 a cargo de Gabriel Carrasco se anotaron 3.502 habitantes.

El histórico pino sigue renovando sus brotes y algunos retoños se han transplantado en distintas localidades.  Es oportuno destacar que el traslado y plantación en la plaza de Capilla del Monte –provincia de Córdoba, República Argentina-, fue el resultado del tesón de un santafesino aquerenciado en el valle de Punilla que concretó todas las gestiones y promovió las acciones necesarias en esa localidad: el farmacéutico Remigio Doval, casado con Carmen Fermi y padre de Ricardo y Rodolfo.  Remigio y Carmen fueron destacados docentes, él fue director de la Escuela Nocturna “Leandro Alem” y directivo en el Colegio Nacional Simón de Iriondo de Santa Fe; ella, distinguida maestra en la Escuela Nº 3 “Bernardino Rivadavia”, una de las tantas “escuelas desaparecidas” en la capital santafesina.

Verja para protección del “pino”…

En la sesión del 15 de junio de 1904 en la Cámara de Diputados se consideró el dictamen de la Comisión de Hacienda, favorable al proyecto elaborado por el senador Pedro Palenque, autorizando al P.E. a invertir “hasta la suma de cinco mil pesos moneda nacional, en la construcción de una verja que circunde al histórico pino de San Lorenzo y asegure su conservación”.

Fundición en el arsenal de Guerra

El Dip. Natalio Ricardone (h) informó que “el señor Ministro de Guerra, general Pablo Ricchieri, ha ordenado al arsenal, hace más de seis meses, la construcción de una hermosa verja de fierro y bronce destinada al mismo objeto, la cual se encuentra ya terminada y a punto de colocarse”, advirtiendo que con esos recursos “habrá necesidad de formar jardines y atender su conservación”.

El Dip. Crouzeilles propuso que se modificara el proyecto, “de modo que sólo trate de lo relativo a la conservación del pino que es una verdadera reliquia que se encuentra descuidada y que no basta una simple verja para que esté garantida su conservación”.

El Dip. Juan Arzeno propuso que se postergara el tratamiento del proyecto hasta tanto el ministerio de Guerra dispusiera la instalación de la verja.  El Dip. Zucchi insistió en que se aprobara esa partida para que la provincia también “hermoseara y conservara ese histórico Pino”.  Después de un breve debate, la votación indicó la postergación del proyecto.

En la sesión del 27 de junio de 1906, los senadores Juan Cepeda y Pedro Palenque reiteraron un proyecto de ley autorizando al P. E. para invertir “tres mil pesos moneda nacional, en la construcción de las obras complementarias que exige la conservación de la verja de hierro que rodea al pino de San Lorenzo”.  En consideración el debate de 1904, propusieron dos mil pesos menos que en el proyecto anterior.  El senador Pedro Palenque recordó que “dos años antes, en el mes de octubre, por iniciativa del señor ministro Ricchieri y a expensas del Gobierno Nacional se construyó una verja de hierro, fundido en el arsenal de guerra, la que se colocó rodeando el pino histórico de San Lorenzo”.

Viajeros y excursionistas: recuerdos y despojos…

Manifestó que “los viajeros y excursionistas en su afán de poseer un recuerdo de su visita a aquellos lugares deshojan y hasta despojan de sus ramas a este árbol de las glorias legendarias exponiéndole a serias vicisitudes.  Por la premura del tiempo se asentó la verja sobre un zócalo de madera de pino que la acción del tiempo ha destruido al extremo que más bien constituye un verdadero peligro para la existencia del zócalo”.

Reconoció que su deseo era “que el mismo pueblo de San Lorenzo, lugar que presenció la primera batalla del gran Capitán americano, hubiera costeado de su propio peculio las obras complementarias de la verja”, pero reconocía que “San Lorenzo es un pueblo muy pobre, un pueblo casi muerto por su escaso comercio e industrias, y que acaba de hacer un esfuerzo financiero considerable cotizándose para construir un edificio escolar”.  Hubo un breve debate porque se consideraba elevado el presupuesto, algunos legisladores pretendían que allí se instalara una plaza porque “era necesario librar a la población de San Lorenzo para que dejara de ser cautiva del convento de ese pueblo” y finalmente, el proyecto quedó sancionado.

(Posteriormente, el senador Pascual Quiroga aludió al proyecto de erección de un Monumento a la República en la ciudad de Rosario, en el Parque Independencia y se leyó un petitorio de varios ciudadanos, a fin de no se dispusiera la enseñanza religiosa en las escuelas.)

Katsusaburo Miyamoto: revitalización del “pino”…

Sabido es que Katsusaburo Miyamoto descendía de una familia patriarcal japonesa y que llegó a Buenos Aires en 1925.

Sorprendió con su colección de bonsai -árboles enanos-; desde 1955 vivió en Rosario.  En ese tiempo fue convocado por el gobierno nacional para revitalizar el histórico Pino de San Lorenzo que estaba semiseco, aplicándole la hormona vegetal auxina que él había descubierto.  [1]

Se dedicó a la filosofía y a la lingüística; dejó varias obras inéditas entre ellas un “trabajo sobre la relación semántica entre el lenguaje japonés y quichua”.

(En la década siguiente, desde Santa Fe de la Vera Cruz viajaron hasta Rosario don Blanco Boeri y el contador Eduardo Fontanini Doval -del Instituto de Cinematografía de la Universidad Nacional del Litoral- con el propósito de dialogar con Miyamoto y lo lograron…)

Cosechas y crisis…

En la sesión del 6 de junio de 1906, en la Cámara de Senadores presidida por don Ignacio Crespo, el senador J: Arroyo recordó que en “el año 1897 pasamos por una crisis agrícola y comercial que debió producir al parecer una carestía de trigo en el país.  Una casa exportadora, la casa de don Juan Bañón trajo 60.000 quintales de trigo a Buenos Aires.  La alarma que cundió en el país había repercutido en todas partes… Después de este cargamento llegó un segundo y luego otro que quedó en Montevideo.  Naturalmente la falta de conocimiento de estas cosas trajo un desequilibrio en el comercio que a muchos arruinó y que sirvió a muchos para hacer fortuna”.

Críticas a la Oficina de Estadísticas

Durante el análisis de esas situaciones, se comentaron los sucesivos trámites realizados para que reformara la Oficina de Estadísticas, “que cuesta a la Provincia 22.200 pesos al año” y que según sus manifestaciones: “creo que está en la conciencia de todos que no ha prestado aquella ningún servicio a los fines que fue creada”.  El senador Arroyo, mencionó al ministro de Gobierno Dr. Alcácer, durante el gobierno de Leiva; su posterior consulta al gobernador Iturraspe y a su ministro Dr. Galiano y finalmente al gobernador Dr. Freyre.  Consideraba imprescindible disponer de los datos sobre las explotaciones ganaderas y sobre las cosechas, para calcular con mayor previsión las recaudaciones por  impuestos a los cereales.  El proyecto pasó a estudio de la Comisión de Hacienda.

Marcial Candioti e hijos: exención de impuestos…

En la sesión del 30 de mayo de 1906 se consideró la prórroga en la exención de impuestos de contribución directa a favor de Marcial Candioti y sus hijos, por los “terrenos baldíos de su propiedad comprendidos entre el boulevard Gálvez por el Norte, la estación de los ferrocarriles por el oeste y el Riacho de Santa Fe, mientras sean de su propiedad”.

Comisión Pro Puerto de Santa Fe

El senador Juan Cepeda recordó que ese terreno había sido cedido gratuitamente por Candioti y sus hijos, “en la creencia de que se efectuarían allí las obras del puerto”, circunstancia que motivó la iniciativa de eximirlos del pago de impuestos durante diez años, planteada por la Comisión Pro Puerto de Santa Fe.

Destacó que en esos momentos se estaban instalando en esos terrenos “las vías férreas del ferrocarril Central Norte y la toma para las aguas corrientes de la Capital” y pidió el voto favorable porque “esta exoneración, ha traído como consecuencia el adelanto de aquella parte de la ciudad, en donde se han construido (sobre los terrenos exonerados de impuestos por la ley 1037…) alrededor de 390 casas cuyos edificios han empezado a abonar su respectiva contribución, a más del impuesto de patentes que pagan los numerosos negocios que allí se han establecido”.  El proyecto quedó sancionado.

Beca al pintor Pedro A. Zavalla

En la sesión del 30 de mayo de 1906 pasó a la Comisión de Peticiones de la Cámara de Senadores, el pedido de pensión a favor del pintor Pedro A. Zavalla, “para continuar en Europa sus estudios de pintura”, “mientras continúe su carrera”, “dos o tres años”.

El senador Arévalo propuso que tratara sobre tablas y la moción fue apoyada por el senador Pascual Quiroga, proponiéndose la lectura de la petición y de otra nota remitida desde París.  Manifestó el senador Quiroga, que era un “hijo de Rosario.  Al menos estos son los informes que tiene la Comisión.  Es éste un dato que yo no puedo atestiguar a la Cámara”, insistiendo luego en que “nada puedo asegurar a la Cámara respecto a la nacionalidad de este joven”.  Informó que “se trata de un joven inteligente que ha revelado en sus diversas producciones, de las cuales he tenido el honor de conocer algunas, verdaderos chispazos intelectuales” y destacó que el gobierno se ocupaba de construir puertos y edificios, pero se ha “olvidado mucho lo que refiere al adelanto intelectual del pueblo y a su educación artística.  La comisión pensaba acordar al señor Zavalla un subsidio de 50 pesos oro mensuales para continuar sus estudios en Europa, con lo cual creía que iba a realizar obra buena, y pensaba esto porque sería verdaderamente sensible que mañana un argentino pueda exclamar con sentimiento al cruzar el mar de regreso a al patria, que habiendo tenido oportunidad de perfeccionarse en el arte no lo ha hecho por falta de recursos y porque nosotros lo hemos negado”.

El senador Juan Cepeda manifestó que sería justo equipararlo a “los demás becados que se encuentran en Europa”, “que ganan 70” y propuso que se fijara “un término para que este señor desempeñe las funciones que el Poder Ejecutivo le encomiende en cualquier parte de la Provincia.  No es posible que este caballero, por el hecho de haber recibido una ayuda del estado para continuar sus estudios, vaya a estar toda la vida a la disposición del Poder Ejecutivo”.

Becados en Estados Unidos

En consecuencia el senador Pedro Palenque reconoció que “los becados que el Gobierno de la Provincia sostiene en Norte América,  tienen la asignación de 70 pesos oro; pero resulta que en Norte América la vida es mucho más cara que en París y entonces creemos que con esta asignación de 50 pesos podría vivir con cierto desahogo la vida del taller”.  El proyecto fue inmediatamente sancionado.

Becas o escuelas…

En la sesión del 10 de junio de 1908, el Dip. Arguimbau manifestó que el señor Pedro A. Zavalla se ha dirigido al gobierno pidiendo aumento de su beca, para lo cual adujo razones de moral.  Y es lógico; porque si esos estudiantes han de cumplir con sus deberes de tales, dándose el lugar que les corresponde, comprando y pagando los modelos, como tienen que pagarlos de su propio peculio, esa cantidad resulta exigua, insuficiente”.

En consecuencia, pidió “que se eleven a 150 pesos oro”.  Hubo oposición porque algunos legisladores -entre ellos el Dip. Pedro Lino Funes, años después vicegobernador de la provincia-, consideraban que con el importe que se destinaba a becas, sería posible habilitar escuelas de primera enseñanza que eran imprescindibles en algunas localidades.

Creación de la Caja de Jubilaciones

En la sesión del 30 de mayo de 1906 el senador Pascual Quiroga presentó el proyecto de ley de creación de una “caja de jubilaciones y pensiones para los funcionarios y empleados de la provincia”, incluyéndose a “los agentes fiscales que desempeñen cargos en la administración”, “empleados del Banco de la Provincia” y “los de la Caja de Jubilaciones y Pensiones”.  Los magistrados judiciales podían optar por su afiliación a la Caja, aceptando el descuento de haberes conforme lo determinaba el art. 4º.

En el Cap. II. se establecía que la administración estaría a cargo de una Junta compuesta por el presidente del Superior Tribunal de Justicia, del Consejo de Educación, del contador y director general de rentas y por el Fiscal de Estado, bajo la presidencia del primero.  En los capítulos siguientes se establecieron las condiciones básicas para obtener el beneficio de jubilación, la pérdida de la jubilación, lo relativo a las pensiones y varias disposiciones generales.

Comisiones de Fomento

En la Cámara de Senadores, el 30 de mayo de 1906 se consideró el proyecto del senador Pedro Palenque, disponiéndose que en “los centros de población, cuyo número de habitantes no llegue al fijado por la Constitución de la Provincia para formar municipalidades”, se constituiría una comisión de fomento con tres o cinco miembros -de acuerdo a la importancia de las localidades-, electos “entre los vecinos más caracterizados del lugar y domiciliados en el mismo”. y con mandato por dos años. Las comisiones dependerían del Ministerio de Gobierno e intervendrían en “todo lo relativo a seguridad, tratándose de construcciones de propiedad pública o privada, en materia de higiene, beneficencia, moralidad, viabilidad, educación y obras públicas en general.

En el art. 11 se disponía la recaudación de impuestos y rentas comunales por derecho de corrales y matanza -por cabeza-, introducción y extracción de arena o resaca en terrenos comunales; permisos de construcción, de rifas y instalación de puestos de ventas en diversos ramos; venta y refacción de sepulturas en los cementerios comunales.  Pasó a la Comisión de Legislación.

15-04-1906: fallecimiento de José Bernardo Iturraspe

En la sesión del 25 de abril de 1906, en la Cámara de Senadores presidida por don Ignacio Crespo, por iniciativa del senador Pascual Quiroga hubo un homenaje al ex gobernador de Santa Fe José Bernardo Iturraspe, fallecido en la Capital Federal.  Se nombró al citado senador y al senador Juan Cepeda para representar a la Cámara en el acto del sepelio en el cementerio municipal de Santa Fe.

(El recopilador José Rafael López Rosas, ha expresado desde la comarca y el mundo de “El Litoral” en una crónica publicada el sábado 21 de febrero de 1987, que “buscando su descanso definitivo, en el atardecer del 15 de abril de 1906, José Bernardo Iturraspe, ‘el molinero prodigioso’, emprendió su último galope hacia la eternidad”. )

Lecturas y síntesis: Nidia Orbea Álvarez de Fontanini.

 

 

[1] Es ineludible una evocación: El periodista Edmundo Blanco Boeri, a mediados de la década del ’60, siendo director del Instituto de Cinematografía –debido a que su fundador Fernando Birri decidió emigrar-, viajó con el CPN. Eduardo Rodolfo Fontanini –a cargo del área de Producción- hasta la ciudad de Rosario, con el propósito de entrevistarlo.  Concretar ese propósito les obligó a un extenso recorrido, porque no recibía visitas.  Habitaba en una vivienda oscura y silenciosa, mantenía allí el cadáver de su mujer embalsamada y también el de su perro, tras idéntico proceso de conservación.  Insistía en que estaba investigando sobre técnicas para preservación de células y de aquel encuentro sólo ha perdurado esta anécdota y una página manuscrita referida a la ceremonia del té, que Miyamoto regaló a Eduardo sugiriéndole que compartiera la lectura con su esposa.

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