Estás aquí
Inicio > Literatura > Autores Argentinos > Clelio Pedro Villaverde: maestro y poeta…

Clelio Pedro Villaverde: maestro y poeta…

(Santa Fe de la Vera Cruz, República Argentina)

1977: en el día del escritor.

1982: emoción compartida.

1982: Voces desde Vera.

A  Clelio.

1989: Páginas voladoras.

Siete cantos para el duraznero en flor

Día del Inmigrante.

Día del maestro.

Día del bibliotecario.

Día del Profesor –.

Día de la libertad de enseñanza.

Día del Estudiante.

Día de las Bibliotecas Populares (Ley 419/1870)

2004: Cincuenta poemas.

Aproximación a la blanca rosa.

Clelio, mi hermano.

 

1977: en el día del escritor…

María del Carmen Villaverde de Nessier a partir de la gestión del doctor Marcos Casco en la Subsecretaría de Cultura (09-06-1973 al 09-09-1975), comenzó su perseverante labor en la División Literatura Infantil -luego “y Juvenil”-, proyectando la obra de autores santafesinos -y de otras provincias, también traducciones de poetas y escritores de distintas nacionalidades- y en junio de 1977 con motivo del Día del Escritor, invitaron a Gastón Gori para integrar un panel junto la escritora corondina Amalia Aldao, el maestro y poeta cristobalense Clelio Villaverde y el poeta Roque Nosetto, docente de reconocida trayectoria que fue Director de Cultura de Acebal; promotor y realizador de los Festivales de Poesía en esa localidad, declarada luego “Capital Provincial de la Poesía”.  El acto se desarrolló en el Museo “Rosa Galisteo de Rodríguez” -sede de la subsecretaría- y Chiquita Nessier coordinó las expresiones de los panelistas.

1982: emoción compartida…

En 1982 estábamos trabajando con Horacio Colombero y con otros hermanos compañeros en la sede de Unión Docentes Argentinos, en la calle Primera Junta 3363 de la capital santafesina, vibrando aún por la Gesta de las Malvinas y por el cese del fuego a partir del 14 de junio…

En el Atlántico Sur reposaría la fatiga de quienes cantaban ¡O juremos con gloria morir!… y lucharon con denuedo junto a sus hermanos-compañeros que retornarían con la mochila invisible cargada de pesadumbre…

El 1º de julio, también pasó a la inmortalidad Clelio Villaverde y el Coordinador Técnico de la Dirección Provincial de Educación Pre Escolar y Primaria de Santa Fe, Horacio Colombero dijo:

“Pareciera que en sus horas cruciales el destino convoca a los hombres para amalgamar los espíritus en el sinsabor del dolor.

…Pareciera que el reloj del tiempo detiene su andar, creando el instante que los aúna, que nos aúna para continuar la marcha.

Esos son los momentos que estamos viviendo. Aquí, ahora… Convocados por ese lado de espiritualidad que se hace simbolismo cuando ha sido plasmado en el cariño, el compañerismo, la comprensión, el respeto, la amistad sin fronteras y el hecho de haber caminado tanto camino bajo un mismo signo y con igual derrotero…

Porque Clelio, el estrellero, el buscador de estrellas de un mundo mejor en las vivencias tibias de esta su tierra tan caliente y tan pródiga, ha sido, es y será, el arquitecto-símbolo de la fe inquebrantable de su destino de Maestro, de profesor de las Artes y la Palabra.

Luchador de luchas… forjador de manceras para abrir surcos de paz y de amor… Herrero de ideales… Alfarero de almas… Violinero de dulces melodías, espíritu selecto… MAESTRO!

Hemos llorado en silencio profundo y recogido su partida física… pero mil guardapolvos blancos con caritas azoradas ante lo incomprensible estarán en todos los espacios de la llanura y de los tiempos vividos.

Siempre habrá maestros esperándolo para pulsar el Lápiz hacia los surcos nuevos que marcaba en sus cientos de “cartas pedagógicas” que se guardan en todos los colegios de esta larga llanura de su patria.

Nos acompañará siempre el rocío hecho lágrimas en las ramas de un tala, algarrobo, tipa o quebracho, o en el inclinarse respetuoso de las pajas bravas o los pirijuncos flora nuestra a la que tanto amaba.

Por todo ello no podemos dejar de afirmar que su ejemplo ha de marcar nuestro sendero futuro que será como seguir la blanca estela del barco que busca horizontes.

CLELIO está y estará, en todos y cada uno de quienes tuvimos la suerte de caminar a su lado, con su franqueza, su hidalguía su fe… Y hade volver en cada instante… en el tul rosado de los lapachos, en el amarillo de los aromitos, en la humildad del caraguatay.

CLELIO, hermano y amigo, quedas en el espíritu de tu gente y de tus niños en tu PUEBLO, ese pueblo del que una vez dijeras:

PUEBLO DE NACER Y DE JUGAR…

DE IR A LA ESCUELA…

Y DE VOLVERSE HOMBRE PARA AMAR…

(En 50 Poemas, páginas 87-88)

 

1982: Voces desde Vera…

A mediados de la década del ’70 envié breves ensayos a diarios de la capital santafesina y de distintas localidades, entre ellos el diario “Última Edición de Vera, en el norte de la provincia.

En aquel tiempo, recibía la edición por correo y en la del viernes 23 de julio de 1983, fue conmovedor leer el poema A Clelio, un “homenaje al Docente Clelio P. Villaverde fallecido el 1º de julio de 1982. Colega amigo y amigo de la autora…

A  Clelio

Hoy se detuvo un pájaro en su vuelo,

un maestro calló su silabario,

quedó trunca una nota de la escala

y un cuento sin abrir en el armario.

Por un rayo de sol subiste quedo,

eras la nube azul hecha silencio,

y en pos de ti un cortejo transparente

flotaba en el abismo hacia el Misterio.

Eran duendes tocando campanillas,

eran hadas con mágicas estrellas,

y príncipes valientes cabalgaban

llevando tras de sí níveas doncellas;

eran dragones verdes y espectrales,

cánticos de sirenas argentadas:

personajes fugados de los libros

para estar junto a ti, en la Alborada.

Y en esa tu morada de lo Eterno

mientras los astros van marchando lentos,

no sé que pensarán los que te nombran

yo sé que sólo estás… contando cuentos.

                        Soledad Angeloni de Lissa.

                        Calchaquí. Julio de 1982.

1989: Páginas voladoras…

Siete cantos para el duraznero en flor

1.

Desde las posibles

prioridades del árbol

derrumbando torrentes

de inflorescencia rosa

por un andamiaje

de ramas a propósito,

la estación

estaba produciendo

la promesa.

Era el noveno mes

sin vocales

rimbombantes

pero con ruido

de vientre colmando

posibilidades de fruto.

Un árbol

uno solo

era el determinante

sólo bastaba

su poderosa coagulación.

ninguno podía

pretender

en la depurada

celestialidad

de la tarde

otra cosa

que aquel derrumbado torrente

rosa,

ni imaginar

otro andamio.

manos vegetales,

sayos castaños

multiplicadas y escarbadoras falanges

para nutrir

aquella

amagante floración

de primavera.

2.

Había

una asfixia

por acumulación

de inflorescencia.

Se soportaba

la palidez de pétalos

en prietura

de corolas

todavía prematuras.

Todo podía ser.

Acurrucarse

zumbando como abejas

entre

vegetal sensualidad

de pistilos rosados

y polen pálido.

Presumir

un fruto jugoso

sin siquiera

pensar en el hueso

amargo y duro,

cofre siena

aprisionando almendra

de futuras germinaciones

alargadas en verticalidad.

Nada importaba

ante el despiadado

floramiento

en plenitud

de la hora azul.

Lujuria

de rosada lumbre

sin aplacado verdor.

3.

Un solo pájaro

oscuro

se apresuró

fugaz visita

en sábado crepuscular.

Vibraban todavía

rachas

deshilachadas

entre las rendijas

de la madera,

gramillas mustias,

hormigas negras

de empecinada labor.

Un canto breve

con un mirar de niño

y descubrimiento

de aleteo.

Deslumbramiento,

color de carne

cascada

de corolas.

Trino y vuelo.

Y nada aún

desmayado florecer.

¿Cuándo y dónde

fue la fragua?

¿Desde qué remota

sal oculta

en la entraña

se desperezó

aquella milagrería

rosa?

Aún estaba

opacada la demorada

estación

cuando la desprevenida

verticalidad

del hombre,

día y sol,

abarcó el milagro

de la única

anticipación

posible

pese a la demora

de inspiración húmeda

del agua.

Se gestó en el silencio

y en el frío

la suave calidez

de la rosada

inflorescencia.

5.

Nada turbio,

nada agrio,

ninguna grieta

amagando dolor.

Separadas veladuras

de cielo y copa,

violados celajes

ponían temperatura

al mirar,

tibieza al iris,

calidez a la pupila.

Todo podía

y ser aún

y más.

Tiempo

era una palabra

sin medida.

Pétalo

había ganado

la suprema posibilidad.

Sentarse bajo el árbol.

hasta violada sombra

estaba dando

sobre mí

la soberbia plenitud:

Puro rosa,

incontaminado color.

6.

Un sexto momento

podía colmar

la extremidad de una flor.

Alguno,

quizá uno de nosotros,

se instaló

para siempre

desde su remotísima

inseguridad interior.

7.

La séptima

palabra cabalística

se decía

para que la prodigalidad

de todas las cábalas

fuera posible

y para que Dios,

incansable descansador

de los días sin edad

se apoyara

en el séptimo rosa

como cómplice

de la sublime altura

de la realidad

de una flor.

(SEPA- Servicio de Educación por el Arte, cooperó con el Centromultimedios Bibilioteca de la Legislatura de Santa Fe, a los fines de una “Aproximación a la literatura santafesina para conocernos y reconocernos”.

Poema distribuido el 11-09-1989, desde el citado organismo. )

Incluyó: Efemérides…

 

Septiembre:   mes de la Educación.

04 – Día del Inmigrante

(En el año 1856 se instalaron los primeros colonizadores en Esperanza y que en 1886 por decisión del gobernador José Gálvez, llegaron a Santa Fe los primeros sesenta maestros españoles.)

05 Día del Niño Explorador
08 Día Internacional de la Alfabetización
11 Día del maestro

(En 1943, en Panamá se realizó la Conferencia Interamericana de Educación y se instituyó como “Día Panamericano del Maestro” el 11 de septiembre en homenaje al maestro sanjuanino Domingo Faustino Sarmiento, ex presidente de la Nación (1868-1874).  Falleció en Paraguay el 11-09-1888 y cuando la embarcación que trasladaba el féretro pasó por el puerto de Santa Fe, desde la prensa escrita anunciaron: “Se van los dioses…”)

13 Día del bibliotecario
17  

 

1894

Día del Profesor –

Día de la libertad de enseñanza

Fallecimiento del Prof. José Manuel Estrada.

21  

1899

Día del Estudiante

Nació en Gálvez José Bartolomé Pedroni, poeta, titiritero. Director Gral. De Cultura de la Provincia de Santa Fe (29-11-1963 al 30-06-1966) Impulsó la coordinación de áreas de Educación y Cultura y las Promociones Culturales en distintos departamentos (generadas a partir de 1959 mediante acciones conjuntas con municipalidades y comunas..

23 Día de las Bibliotecas Populares (Ley 419/1870)

2004: Cincuenta poemas…

Durante el desarrollo de las Ferias del Libro suele suceder que coinciden en el horario diversos actos que son de interés para el visitante-lector…

Así sucedió en la “X Feria del Libro de Santa Fe”, que si se cuentan todas las que organizó Chiquita serían más… y escuché parte de lo expresado en la presentación del poemario de Clelio editado por la Universidad del Nacional; advertí la emoción al hablar de su hermano.

Mientras aplaudían necesité subir a la Sala “Di Filipppo” porque presentaban dos libros de nuestra amiga corondina, Lidia Esther Lobaiza de Rivera.

Aproximación a la blanca rosa…

Leo: 50 Poemas / Clelio Pedro Villaverde y María del Carmen Villaverde de Nessier, / porque juntos plasmamos esta obra. (página 5)

En la contratapa, lo expresado por Jorge Conti:

“Conocí a Clelio Villaverde en 1964, durante uno de mis viajes a San Cristóbal. /…/ “Me impresionaron su entusiasmo, sus ganas de colaborar, su generosidad… ‘Yo soy maestro en la escuela de Yanducita -me dijo-” (sic) …de Ñanducita.  “Nunca vi a nadie tan tiernamente identificado con la vida de sus alumnos.” /…/  “¿Cómo puede ser –me preguntaba yo- tanta alegría, tanto despojamiento de todo lo que no sea ayudar?  A pesar de conocer y sufrir en carne propia las penurias de los chicos y sus familias en aquellos parajes olvidados, la dura experiencia de maestro rural no le había asesinado la esperanza y era dueño de un sentido del humor que, alrededor de una mesa, se desgranaba en relatos y anécdotas, como una fiesta”.

……………………………………………………………………………………………

 

 

Clelio, mi hermano

Me indicaste el camino

entre todos los surcos de la vida

los seguí, fui creadora,

caminé tras tus pasos

por la luz

de tu clara figura

me dejaba.

Yo creí que los tiempos

de andar juntos sembrando

el verdadero rumor

de las palabras

no terminaban nunca.

¡No fue tan así!,

bruscamente,

me sacaste las riendas

de tu carro seguro.

Por el ángel que abraza tu figura

hoy me acerco al espacio

de todas las distancias

en procura de ese anhelo común

de hacer la Patria

desde los libros,

desde las palabras.

¡Vuelo!

¡río!

¡río y vuelvo a la vez

junto a tu sed de vida!,

y descubro en el cielo,

sin antes ni después,

¡TODO ETERNO…!,

como la fe creciente

de tus bríos,

una cinta celeste,

un ángel blanco,

una estrella de sol,

flores de estío y una enorme figura de recuerdos y olvidos

que no quiero dejar de abrochar

a las riendas del sueño,

de este suelo,

de este nuevo camino.

Solo, en el amor, apenas con un ala,

transitaste el destino.

Admirando tus fuerzas al hacer los caminos

me recosté en tu sombra

para acercar mi calor temeroso

a tu sed de colores,

en el espacio altivo.

Una ronda de niños

se ha formado

sobre campos de lino

y sus cantos

me aseguran

que allí estás,

con FRANCISCO,

descubriendo a los ángeles del cielo

toda la luz del mundo.

CHIQUITA, tu hermana que está aquí,

en este libro, con sus poemas,

pues así lo planeamos antes de tu partida.

…………………………………………………………………………………………………………………….

Mientras la primavera acelera nuevos brotes…

                     Nidia Orbea Álvarez de Fontanini.

21 de septiembre: ¡Día del estudiante!

¡Nuestro día!…

(Y como ayer, con-mueve… ¡conmueve cantar!…

“¡Y echen a vuelo el nombre de estudiantes

en bronces de romántica emoción,

los que lo son, los que lo fueron antes,

los que, por suerte, tienen de estudiantes

para toda la vida el corazón!”

 

El inquieto e inquietante Duende Amarillo con vocación de periodista, en la Cofradía de los Duendes preguntó:

¿Qué cantan ahora en las escuelas?…

¿Lo recordarán cinco o seis décadas después?…)

……………………………………………………………………………………..

 

Nidia Orbea Álvarez de Fontanini.

 

 

 

 

Top