Durante el período 1989-1990, el Dr. Guillermo E. Alchouron presidió la Sociedad Rural Argentina, fue Vicepresidente el Ing. Carlos M. Videla y vicepresidente 2º el Dr. Eduardo A. C. de Zavalla.
Puntos de vista del Dr. Carlos A. Vaquer.
En 1990 se desarrolló la 104ª Exposición Internacional de Ganadería, Agricultura e Industria. En la edición Nº 79 Julio-Septiembre de 1990, en la Revista Anales de la SRA, el director de esa publicación, Dr. Carlos A. Vaquer, en el editorial expresó: “…algunos gobernadores, intendentes, legisladores y muchos funcionarios, parecen aún convencido de que los productores agropecuarios podrán seguir subsidiando con su peculio a otras actividades ineficientes y solventando las crecientes pérdidas que general sus ‘programas de gobierno’ –carentes por cierto de presupuestos- con los que siempre prometen dar solución al hambre de los necesitados a las lágrimas de los que sufren. Evidentemente, no ven la realidad, ni advierten que con el desarrollo de esos ‘planes’ durante medio siglo, otros antes que ellos, lograr sumir a la que fuera y nunca debió dejar de ser opulenta argentina en la miseria y la tristeza propia de los pueblos más carenciados del planeta.
Pero otros en cambio, optaron por el buen camino y siguieron el curso señalado con acierto como él único transitable hacia la prosperidad nacional. Así se eliminaron los controles de precios y salarios; se liberaron entre otros los mercados de cambio; se ordenó la desregulación y la racionalización del Estado, concretándose ya la privatización de algunas de sus Empresas; se redujeron retensiones y aranceles con el propósito de posibilitar la apertura de nuestra economía al mundo y la integración en mercados regionales; se propicia una adecuada ley de empleo para permitir la creación de nuevas fuentes de trabajo que pongan fin a una indeseable y peligrosa desocupación; se proyectan rectificaciones legales para alentar la actividad privada y a través de ella el incremento de la inversión nacional y extranjera; se anuncian por fin serias medidas de ajuste y disminución del gasto público, única manera de hacer viable la necesaria racionalización de la carga fiscal que hoy desestimula la actividad productiva en general. / Estas últimas han sido las señales y hechos que sin duda fueron valorados y apreciados en el interior del país. De allí también las pocas veces lograda coincidencia de los discursos en la tribuna de Palermo. En la reciente exposición tanto el presidente de la Nación, como el titular de Agricultura, Ganadería y Pesca del Poder Ejecutivo Nacional y el Presidente de la Sociedad Rural Argentina concordaron en las críticas por lo no logrado, como en las demandas de lo que resta por hacer. / Ello es muy importante porque da razón de que la toma de conciencia es de todos y además del consenso indispensable para perseverar en el esfuerzo común.” [1]
El subsecretario de Agricultura, Ganadería y Pesca Ing. Felipe Carlos Solá, expresó: “A un año de haber asumido nuestras funciones, quienes acompañamos al Presidente de los argentinos en el gobierno confiamos firmemente en el camino elegido. / Recibimos un país convulsionado y descreído, en el que desconfiar parecía la actitud más lógica frente a las dramáticas circunstancias vividas. En esos días, los argentinos reclamaban que el orden reemplazara al caos. Que el trabajo como medio cotidiano para alcanzar el progreso individual, sustituyera al agio y la especulación. Querían recobrar la confianza en sí mismos, en las instituciones y en el gobierno. Pero por encima de todo, demandaba la propuesta de un nuevo desafío que le diera sentido a nuestra sociedad. / Un año después, existe una conciencia generalizada: la Argentina tiene un Gobierno y un Proyecto de Nación claro. / Un proyecto cuya fuerza esencial consiste en haber enfrentado a este país con un espejo en el que puede ver su verdadero rostro, sin maquillaje. Ya no están entre nosotros los recursos de antes, que permitían disimular la realidad. Ni la posibilidad de seguir endeudándonos en el exterior, ni el festival de los bonos internos, ni los discursos admonitorios. Estamos solos ante nuestros graves problemas y por eso, tal vez, precisamente por eso, hemos comenzado a resolverlos”. [2]
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Visión del subsecretario Felipe Solá…
Felipe Solá, apoyado por el ex-gobernador Duhalde logró la mayoría de votos y a principios del siglo veintiuno es el titular del Poder Ejecutivo Provincial. Como suele suceder en la historia de los argentinos, parecen casi leyendas aquellos gestos de cordialidad con el presidente Carlos Menem… Cuando se aplaquen las pasiones, se podrá percibir con mayor nitidez hacia donde han conducido los gobiernos que se sucedieron a partir del 20 de diciembre de 2001.
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Palabras del presidente Dr. Carlos Saúl Menem
Como presidente de todos los argentinos, yo podría esa tarde pronunciar un discurso de compromiso, con palabras gastadas y frases de ocasión. [3]
Podría reiterar una serie de conceptos que he venido pronunciando a lo largo y a lo ancho de nuestro suelo durante mucho tiempo. Podría, en fin, hablar de viejas cuestiones, cansados debates o inútiles discusiones.
Pero mi intención es otra. No pretendo que este discurso sea un discurso más.
No quiero apelar a los convencionalismos, ni a las aburridas costumbres, para dirigirme a todos y cada uno de ustedes. Voy a dejar a un lado las recetas técnicas, para hablarles desde el corazón.
Hoy, frente al país productivo y con la intención de dirigirme a cada uno de quienes protagonizan este tiempo decisivo, pretendo formular una reflexión global, sincera y realista- acerca de mi gestión de gobierno. Una reflexión que he decidido realizar aquí, en la Exposición Rural.
Lo hago, no por obra de la casualidad o por una simple coincidencia.
Lo hago, fundamentalmente, impulsado por dos razones.
Una, por constituir esta muestra de la creatividad agropecuaria, industrial y de servicios, un marco tradicional y criollo, capaz de convocar a los sectores más diversos del territorio argentino y de la comunidad internacional.
Aquí está reunido esta tarde no tan sólo un sector o un grupo de interés, sino también mucho de nuestra raíz y de nuestra memoria. Y la segunda razón que me mueve a tomar esta decisión, se funda en una necesidad impostergable que tiene no sólo el gobierno, sino esencialmente la patria, en esta etapa clave para su futuro.
Con toda mi voz, con toda mi convicción, con toda mi esperanza, quiero formular desde aquí un trascendente llamado a la dirigencia empresaria argentina, que posee una inmensa e histórica responsabilidad en esa encrucijada que vive nuestra nación.
Nadie puede sentirse ajeno a este llamado. Porque a mayores recursos corresponden mayores responsabilidades, A mayores dones, mayores exigencias. A mejores talentos, mejor generosidad.
Paso el tiempo en la Argentina para que alguien pretenda salvarse solo, en medio de la tormenta.
Pasó el tiempo de salir a flote, solitariamente, de esta crisis. Pasó el tiempo del ‘a mí que me importa’ y del ‘sálvese quien pueda’, del ‘primero yo’. Por todo esto, no he venido a hablar exclusivamente de problemas sectoriales, sino también de a aquellos que todavía están pendiente de solución, y sin cuya superación, que se encuentra en marcha, nadie puede considerarse a buen resguardo.
A partir de esta íntima convicción, tengo que ser absolutamente sincero, a poco más de un año de haber asumido la primera magistratura del país.
Al igual que a muchos de mis hermanos argentinos, a veces a mí me parece que hubiese pasado un siglo.
Una interminable, casi infinita serie de problemas a resolver, de necesidades vitales pendientes e impostergables.
De nada valdría ser hipócrita, no caigo en exitismos. O caigo en triunfalismos torpes. No me engaño a mí mismo. Yo sé mejor que nadie que algunos argentinos están enojados conmigo y con mi acción de gobierno. Algunos de ellos, incluso, los mejores, los más impacientes por ver al país de pie y caminando rumbo a su grandeza.
Quiero decirles que yo mismo, sinceramente, en más de una oportunidad me incluí entre ellos.
Precisamente por eso es que imprimí a mi gobierno un ritmo objetivamente inédito en todas y cada una de las realizaciones. Puse el pie en el acelerador sabiendo que muchos pasajeros, acostumbrados a ritmos rutinarios, iban a asustarse, seguramente por no saber adonde queríamos llegar con nuestras propuestas.
Para aquellos que fueron sorprendidos, entonces, les digo que quería y quiero llegar a la Argentina para todos, de todos y entre todos.
Sin ideologismos ni sectarismos.
Sin levantar paredes o cercos entre hermanos. La Argentina de los sueños convertidos en una realidad impostergable y definitiva. Una realidad estable, sobria, perdurable, inexpugnable.
Con una mano en el corazón, y ojos mejores para ver la patria, estoy convencido de que ningún argentino, por más adversario que sea, y aun enemigo, puede dejar de reconocer por lo menos dos cosas:
La primera que no gobierno exclusivamente para los que piensan como yo, ni para ningún partido, sino que he tomado el partido del mejor gobierno para todos.
La segunda, el ritmo inédito que caracteriza a este gobierno y la indeclinable decisión de no imprimir contramarchas en este proyecto para una Argentina productiva.
Mucho de lo que no se hizo en años y años de promesas, lo hemos logrado en poco más de 365 días.
Sé también, como todos ustedes, que no estoy hablando de logros inmensos, definitivos, no hemos tenido tiempo, lógicamente, para desarrollar plenamente todo lo que deseamos.
Pero esos logros, por pequeños que sean, y que no nos satisfacen, por cierto, tienen el mérito de ubicarnos social y económicamente en una dimensión superior a la que ocupábamos al asumir los destinos de país.
Con toda humildad señalo una evidencia de este tiempo.
Nadie puede decir, sin caer en la mezquindad o el egoísmo, que hoy estemos peor que hace un año atrás. [4]
La ley de emergencia económica nos permitió visualizar hasta qué punto aquí estaba casi todo subsidiado y no nos engañábamos a nosotros mismos como el avestruz.
La reforma del Estado, la privatización decidida no como dogma infalible que resuelve todos los problemas, sino como práctica elemental y necesaria, no conoce antecedentes en el país ni en el mundo, en cuanto a la celeridad y eficacia.
La estabilidad que estamos logrando tras muchos esfuerzos y sacrificios, ahora nos permite abordar cuestiones de fondo que antes no pudimos tratar como producto de una situación límite provocada por la hiperinflación.
Los cambios estructurales están en marcha, después de tantísimas promesas y postergaciones.
La Argentina está comenzando a reconvertirse para ponerse a tono con las transformaciones universales.
La libre iniciativa de los actores económicos hoy está en el centro del escenario, como nunca antes se había vivido en la república.
¿Tenemos cabal conciencia de lo que esto significa?
¿Hemos merituado en toda su dimensión este desafío que lanzamos en uno de los momentos más dramáticos de nuestra historia? ¿Sabemos lo que ello implica? ¿Estamos dispuestos a asumir integralmente todas sus consecuencias?
En todo caso, es nuestro deber recordar que tras la obtención de estos logros se gastaron muchísimas voces durante muchísimos años sin ser escuchadas.
Medidas tan postergadas y puestas en práctica entonces, están agigantando el nivel de responsabilidad de quienes las protagonizan. Hubiera sido más fácil para mi gobierno (muy fácil y torpe), acudir a chalecos de fuerza, a la represión de iniciativas.
A regulaciones burocráticas o voluntaristas, únicamente capaces de repetir fracasos y frustraciones.
Pero elegimos el camino inverso, que no es ni menos exigente, ni menos esforzado, ni menos difícil que todos los anteriores conocidos. Soy consciente de que, a un año y un mes de gobierno, no hay colapso de la democracia, ni caos social, ni hiperinflación.
Pero me duele, y debe dolernos a todos, que se sigan extendiendo hermanos con hambre y desocupación, niños sin educación y salud, ancianos desprotegidos.
En fin, que perdure la injusticia entre nosotros.
De todo esto, también tenemos la obligación moral de hablar.
Al fin de cuentas, carecería de sentido la instalación de nuevas reglas de juego económicas y sociales, si se agiganta la brecha que separa a la Argentina formal de la Argentina real, a la república oficial de la república oculta.
La Argentina no puede seguir siendo el país de las oportunidades perdidas. No puede ser el país de l a liberad sin pan. De la democracia sin solidaridad. Argentina no será realmente la Argentina si pretende ser el país para unos pocos elegidos.
Por eso insisto, la tarea recién comienza. La mía y la de todos ustedes. Y en esta reflexión sincera y realista resulta oportuno decirles que nuestros pequeños logros, nuestras firmes intenciones, nos han llevado a ser considerados, otra vez, por el mundo.
Ese mundo que hace un año nos miraba con desconfianza, con descreimiento, hoy hemos vuelvo a convocarlo, a demostrarle que esta tierra de estabilidad institucional, puede recibir sus capitales, su aporte tecnológico, su desarrollo.
Cuando me hice cargo del gobierno, y ante la crítica situación que vivíamos, en ningún momento se me pasó por la cabeza decirle al mundo que detuviera su marcha para que nosotros pudiésemos ingresar en él.
Nada de eso.
Nuestro trabajo firme y equilibrado, nos hará subir a él en marcha.
Así lo he dicho, seguro de que el destino de un país no cambia el rumbo del mundo.
Pero también seguro de que, entre todos, podíamos cambiar el rumbo de nuestro propio destino.
Hermanas y hermanos:
De nada serviría mentir.
No hay siete vacas gordas, ni soluciones mesiánicas, ni varitas mágicas que arreglen lo que está mal.
Es exclusiva responsabilidad nuestra gestar ese cambio histórico, ético, cultura, que la patria reclama.
Muco más aún, cuando la extraordinaria sabiduría popular le está diciendo innumerables ‘no’ a las torpezas y cegueras de nuestros dirigentes.
Le dice ‘no’ a métodos que excluyen la genuina participación del ciudadano.
‘No’ a la política como círculo cerrado para propios privilegios.
‘No’ a los debates poco claros.
La gente le dice ‘No’, a muchos errores, porque le dice ‘Sí’ a la democracia.
Pero la democracia en serio.
A la democracia que nos hace rendir un examen frente a la gente todos los días. Un examen frente al cual nadie puede sentirse eximido o poco involucrado.
En consecuencia, esta necesaria autocrítica no puede ser un acto de flagelación política, sino todo lo contrario.
Debe llevarnos a poner un oído en el corazón de la ciudadanía, para interpretar mejor sus expectativas.
Y debe ayudarnos, además, para distinguir las diversas actitudes que surgen frente a estas transformaciones que impulsamos.
Sé muy bien que más allá de los justos reclamos de los disconformes con algunas acciones de gobierno, están aquéllos que, por ejemplo, ante medidas puntuales como la reforma del Estado, nos acusan de reaccionarios o conservadores o tatcherianos.
Incluso, hay una voz gastada por el fracaso que dice:
‘Si yo hubiera hecho lo que hace Menem, me cuelgan’, que es lo mismo que decir: ‘Hay que colgarlo a Menem’. [5]
A los unos y a los otros, les señalo con toda sencillez:
No hay revolución más profunda para este tiempo, que devolverle al Estado su rol específico para que se haga cargo, plenamente, de sus funciones de justicia, educación, salud, previsión, seguridad, defensa.
Y esa revolución hará del Estado un ente social y económicamente eficaz, sobre esto no puede quedar ninguna duda, ninguna reserva, ninguna contradicción, de nada sirven los mastodontes con pies de barro.
La historia y la experiencia no nos dejan mentir.
Por eso, no he venido hoy a esta exposición a hablar de los éxitos del gobierno, sino, más bien, de lo poco que hemos hecho y de lo mucho que nos falta por hacer. [6]
Fundamentalmente, porque estamos logrando entre todos, ese firme propósito de enmienda nacional que nos debíamos como pueblo: la reconciliación entre los argentinos, la recuperación de la armonía, el fin del espíritu faccioso. [7]
Hermanas y hermanos productores, hermanas y hermanos del campo.
Ahora sí quiero terminar mis palabras con un mensaje muy especial a todos ustedes.
Ustedes saben que en este año -en este duro año- he conversado con los dirigentes del sector cuantas veces ellos lo han requerido.
Puedo decir con seguridad que nos conocemos bien.
Los hombres de campo deben estar seguros de que aquí hay un presidente que los ve con respeto y administración.
Un presidente que supo de su apoyo desde el primer día de su gobierno, y que ha llegado a ocupar el lugar más alto al que puede aspirar un argentino, sin prejuicios ni recelos.
He dicho y lo repito acá, que el agro es el interior del país. Y yo soy un hombre del interior. Soy federal, por nacimiento primero, y por vocación después.
Y no se puede ser federal y tener prejuicios sobre el campo.
Un hombre del interior sabe lo que es la comunidad rural.
Sabe cuántos ganan cuando avanza la producción agrícola, la ganadería, la fruticultura, las huertas del noroeste y del noreste y las de los cinturones verdes de las grandes ciudades.
Lo dije el año pasado aquí mismo, y ahora lo vuelvo a repetir: a mí no me asusta que el campo gane. Porque el sector agropecuario tiene una fuerte vocación de reinvertir en el mismo lugar donde se generaron los beneficios. Y no hay mayor satisfacción para un productor que comprar una herramienta nueva o hacer una buena pastura.
Cuando se crean las condiciones de rentabilidad, el efecto benéfico se extiende a cientos de miles de productores y aparecen entonces lo que considero son las dos cualidades esenciales del sector su dinámica, y la garantía de una efectiva democratización de las ganancias.
Posiblemente sean ustedes quienes con mayor velocidad reaccionen a los estímulos económicos y, a la vez, el ámbito donde el excedente es apropiado (como dicen los economistas), por mayor cantidad de empresarios pequeños y medianos. Un verdadero ejemplo de capitalismo popular de mercado.
Durante largos años el hombre de campo argentino no se acostumbró a convivir con el riesgo.
Sembrar y mirar el cielo.
Hacer las labores culturales y seguir esperando la lluvia.
Cosechar y mirar al gobierno.
Riesgo climático y riesgo económico.
Queridos productores, no tengo un contrato con el Señor, pero creo fervientemente en él.
Mientras tanto, como vengo de una tierra yerma, donde cada lluvia es un regalo de Dios y el agua tiene un valor infinito porque equivale a la vida, he tratado, con las medidas económicas enunciadas recientemente por el ministro de Economía, de disminuir el efecto del riesgo, mejorando la situación futura de quienes se aprestan a sembrar.
Y también mejorando la situación actual de todas las producciones regionales.
Para éstas, a partir de ahora, tendremos un nivel de retenciones como pocas veces en nuestra historia.
Sé muy bien que esta costumbre de arriesgar, ha generado un productor activo pero prudente.
Y, sobre todo, alguien acostumbrado a recibir las políticas económicas como si fueran dirigidas siempre a solucionar los problemas fiscales, olvidando al que está en el surco en el ordeñe matutino.
Hoy no es así.
No lo es en el caso de mi gobierno.
Por eso, los invito a reflexionar juntos, en este día de fiesta, sobre los tiempos que nos toca vivir.
Que demos una mirada con perspectiva a nuestra situación como país productor de alimentos.
La Argentina y sus productores agropecuarios han resistido durante décadas el feroz proteccionismo de las naciones industrializadas.
Ustedes deben haber imaginado cómo sería nuestra querida patria si hubiera recibido por largos años los precios reales que sus exportaciones tendrían que haber tenido, sin políticas internacionales distorsionantes.
He leído en varias oportunidades, cuánto ha dejado de ganar el sector por la existencia de los derechos de exportación internos o los desfasajes del tipo de cambio, cuando era controlado por el Estado.
Pero no he leído nunca, cómo sería este país, como estaría su agro hoy, si no hubiera sido vulnerado tantas veces por el proteccionismo. Pero el momento actual nos muestra que pueden darse significativos cambios en el comercio internacional agrícola. Que la liberalización política formidable que ocurre en el mundo, le puede seguir la liberalización económica, sin la cual la primera seguiría con una rémora injusta frente al resto del mundo.
Imaginemos cómo podemos llegar a estar si eso ocurre en uno, dos, o cinco años.
Porque aún tenemos ventajas comparativas excepcionales, por la eficiencia del campo y la agroindustria.
Mi gobierno ha anticipado estos cambios. Hemos reinsertado a la Argentina en un diálogo serio y fecundo que nos está convirtiendo en un país creíble. [8]
Porque este presidente que viene de adentro, ha aprendido también a mirar su país desde afuera.
Por todo esto, el esfuerzo que está realizando el gobierno para transformar el Estado en un instrumento eficaz al servicio de la revolución productiva, debe ser continuado por largo tiempo para que sea efectivo, ustedes lo saben bien:
A veces, las urgencias sectoriales no son las del país.
Y la suma de esas urgencias suele trabar el esfuerzo que estamos haciendo.
Nosotros necesitamos que el sector redoble sus esfuerzos y acompañe los nuestros. Repito: que acompañe los nuestros. Que acompañe –que siga acompañando- este proyecto que no es de Menem, sino que es del país.
Para decirlo claramente:
Necesitamos que se jueguen, que se jueguen todos: dirigentes y productores.
Que actuemos como compatriotas de una nación castigada en su comercio por otras naciones. Uniéndonos para cambiar y salir adelante. Dejando las quejas y los recelos sistemáticos para los que eligen vivir del pasado.
Soy consciente de que no son todas rosas en el camino del hombre de campo.
Pero ubiquémonos en nuestra geografía y en nuestro tiempo.
Si estuviéramos en un país desarrollado, sin pobres de toda pobreza y sin trabas a su comercio, ser productor agropecuario sería un derecho.
En la Argentina, que lucha por cambiar y aún no tiene respuestas paras todos, ser productor agropecuario es un deber.
Por eso, los invito a seguir apostando. Creo en ustedes. Confío en ustedes. Espero mucho de ustedes.
No quiero que esta inauguración sea un simple formulismo.
Hoy no comienza ninguna historia.
Hoy continúa una historia.
Hoy no fundamos ningún acuerdo.
Hoy continuamos un acuerdo para bien de todos.
Hoy no estrenamos ninguna fe.
Hoy alimentamos una fe convencida en todos ustedes y en todos nosotros.
Quiero que esta tarde signifique la renovación y el compromiso..
La ratificación de una esperanza.
El señalamiento de una alianza que trascienda lo sectorial para ubicarse en lo estratégico.
Para el hombre de campo, la palabra vale. Hagamos, cada día y todos los días, un pacto sagrado con ese valor.
Declaro inaugurada la Centésimo Cuarta Exposición Internacional de Agricultura, Ganadería e Industrias.
(Releo una década después.
No he hallado respuestas a estos interrogantes:
¿Han dejado de estar “enganchados” a los servicios eléctricos, comerciantes y familias ubicadas en distintos barrios, no sólo en las zonas de la periferia de las ciudades?
¿Pagan las contribuciones e impuestos todos los que deben hacerlo de acuerdo a decretos y leyes vigentes?
En distintos organismos del Estado –cualquiera sea la jurisdicción- ¿terminó ya la injusticia que implica que pocos agentes –o funcionarios- trabajen para que haya tantos becados?
Todos los recién nacidos ¿tienen el documento de identidad con constancia de quiénes son sus verdaderos padres?
En las escuelas ¿ya no se generan conflictos porque hay docentes que no califican a los alumnos que no asisten a clases, mientras la orden del director es anotar “presente” a fin de mantener el mínimo indispensable por división?…
Las “comisiones de servicio” tan promovidas incluso por algunos sectores gremiales del ámbito de educación y cultura… ¿son las mínimas?… o ¿siguen siendo el recurso para alejar al eficiente personal que señala equívocos y transgresiones?…
………………………………………………………………………………………………………¡Así estamos!
(Mientras siguen “chamuyando” que la culpa la tiene Menem…)
Lecturas y síntesis: Nidia Orbea de Fontanini.
[1] Anales de la Sociedad Rural Argentina. Buenos Aires, Año CXIV, Nº 79 / Julio Septiembre de 1990., p. 5.
[2] El presidente de la Nación Dr. Carlos Saúl Menem, nacido en Anillaco (provincia de La Rioja), el 2 de julio de 1930, fue electo para suceder al doctor Raúl Ricardo Alfonsín –el del repentino relato acongojado-, y durante un proceso de hiperinflación descontrolada, con continua desvalorización monetaria, producidas protestas en las calles de las principales ciudades y saqueos en Buenos Aires y Rosario principalmente, Alfonsín decidió entregar el poder el 9 de julio de 1989, aunque su período terminaba el 10 de diciembre. Carlos Saúl Menem terminó el primer período y después de la reforma de la Constitución Nacional (1994), al año siguiente fue reelecto y a partir del 10 de diciembre de 1999 asumió el doctor Fernando de la Rúa. Declinación constante; luego una sucesión de presidentes provisorios durante diez días y desde principios de enero e 2002 se desempeñó el presidente interino Dr. Eduardo Duhalde, en ese tiempo senador nacional.
[3] Durante la campaña preelectoral, el periodista Gustavo Béliz colaboró con el Dr. Carlos Saúl Menem siendo candidato a la presidencia de la Nación. Gobernador de la provincia de La Rioja (1973-1973); gobernador electo y reelecto (1983). Distintos medios informaban que Béliz era quien escribía los discursos que leía el presidente. Luego fue designado ministro y terminó siendo un adversario. Tras el interinato del doctor Duhalde que también decidió entregar el poder antes, en elecciones realizadas con un sistema electoral semejante a la ley de lemas, obtuvo la mayoría de votos el Doctor Menem, pero teniendo en cuenta la maquinaria electoral que se puso en marcha en contra suyo, optó por no presentarse en la segunda vuelta. Con un quinto de los votantes a favor, asumió el patagónico doctor Néstor Carlos Kirchner, que había sido intendente de Río Gallegos y gobernador de Santa Cruz. De gobernar un extenso territorio con latifundios y escasa población, debió adaptarse a ser el presidente de la Nación después de la continua declinación desde fines de la década del ’90. Designó al Dr. Gustavo Béliz como ministro del Interior y se repitió su actitud: renunció, denunció por distintos medios a “las mafias” y al ser convocado por la justicia rectificó sus expresiones. ¡Tal el atroz encanto de ser argentinos!… (al decir del talentoso psiquiatra y escritor Dr. Marcos Aguinis).
[4] Información necesaria: Es suficiente escribir “hace un año”. / Con respecto a “atrás” hay que tener en cuenta que “con idea de tiempo puede ir pospuesto a un nombre que signifique unidad temporal ‘días atrás’, ‘años atrás’. Esta construcción no puede usarse detrás del verbo ‘hacer’: Hace diez años atrás’. Lo correcto es ‘hace diez años’ o ‘diez años atrás’. Así lo ha enseñado la Prof. Raquel Diez Rodríguez de Albornoz, egresada del Instituto Nacional del Profesorado Secundario de Paraná con medalla de oro, es profesora de Francés egresada de la Universidad Nacional de Córdoba. Tuvimos la alegría de compartir horas de labor en la Escuela Nacional de Comercio “Juana del Pino de Rivadavia”, fue vicedirectora durante breve tiempo. “Después de jubilarse se dedicó al estudio e investigación de los problemas de la lengua en la zona de influencia de la ciudad de Santa Fe. En setiembre de 1980 inició en el diario ‘El Litoral’, una columna semanal. ‘Oral y Escrito’, que continúa hasta la edición de Vademécum del castellano usual”, edición 1980. Continuó impulsando la educación permanente –por el arte de vivir y convivir, por sus notables cualidades personales-, en cursillos desarrollados en distintas localidades de la provincia y ha participado en “encuentros y jornadas nacionales de lingüística.” Recibió varias distinciones: Premio “Alicia” instituido en homenaje a la talentosa y perseverante Alicia Moreau de Justo (1995); premio “Excelencia 1997”; el Rotary Club, le otorgó la estatuilla “Jean Harris en 1995… Declarada “Ciudadana Ilustre de Santa Fe” por el Honorable Concejo Deliberante de la Municipalidad. ¿Habrá sido convocada para el III Congreso de la Lengua que con tanta consonancia y disonancia se está organizando desde hace meses, con sucesivas polémicas en torno a invitados y no invitados? # Raquel también logró publicar Perfil de la lengua periodística – Aproximación a la norma culta argentina; edición de la Fundación Banco Bica, Colección “La Región” y Universidad Nacional del Litoral, Secretaría de Asuntos Culturales. En el diario “El Litoral”, el lunes 16 de noviembre de 1996 (p. 6) se refirió a Los secretos de la 21ª edición y manifestó: “Estoy feliz como un niño al que le han regalado un juguete nuevo. Lo tomo entre mis manos, lo hojeo con gozo, con fruición no exenta de reverencial respeto. Obviamente es un libro. /…/ Pura letra, apretada tupida; nada para mirar, todo para leer. Y sin embargo, ¿qué atractivo) Es un ejemplar de la 21ª edición del diccionario académico, editado en ocasión de celebrarse los 500 años del descubrimiento de América el pasado mes de octubre. Aprecio la feliz decisión de haberlo hecho en un solo tomo aún a riesgo de parecer un mamotreto. /…/ Son nada menos que 12.000 las acepciones añadidas y definiciones modificadas. /…/ El libro está en mis manos. Me lanzo a la aventura de explorarlo. Los hallazgos serán placenteros al hacerlos sin ninguna guía. Serán verdaderos descubrimientos. // Aquí van algunos de ellos. Empecemos por nuestro familiar panqueque. Lo busco con afán. No está. Me parece imposible. Debo rendirme a la evidencia. Pero, ¡oh sorpresa! Figura el francesísimo crepe. Obviamente sin acento circunflejo.¿Con qué significado? Filloa. Desconocimiento total. ¿Qué es filloa? El artículo correspondiente indica: ‘Del gallego filloa. f. Fruta de sartén que se hace con masa de harina, yemas de huevos batidos y un poco de leche. ¡Aquí está nuestro panqueque! ‘Fruta de sartén’… ¡vaya definición original! Busco ‘fruta de sartén’. Existe. Quiere decir lo mismo que define ‘filloa’, sólo que la mezcla antedicha se prepara en diferentes figuras, fritas después en manteca o aceite. Eso es todo He aprendido dos palabras nuevas filloa y fruta de sartén.” (No ha aludido nuestra querida Raquel al uso de ese vocablo panqueque de uso tan frecuente desde mediados de la década del’40 cuando el coronel Perón aludía a quien “primero está de un lado” y luego “del otro lado”… también los reconocía como “tibios”. Luego Raquel alude a las sabrosas cruasán, las medialunas. (-Papi… traé cruasán… dijo nuestra generosa Martita, allá, en Lloret del Mar, Gerona, Catalunya, durante el otoño; octubre a diciembre de 1989, cuando esperábamos el nacimiento de nuestra única nieta geronesa, amada y sonriente ¡Lucía! que el 20 de noviembre de 2004 ya tendrá quince años. ¡Fecha histórica memorable! Para nosotros por ella, para los argentinos porque es el Día de la Soberanía Nacional, para los españoles porque en 1974, murió el general Francisco Franco que ejerció el poder desde 1939, el fin de la guerra civil española.] // Después Raquel causalmente alude a Cremar: ser ha subsanado un vacío de la edición anterior, donde figuraba cremación, pero no cremar (verbo sinónimo de incinerar), cuyo uso se atribuye erróneamente a Méjico, siendo que es empleo general en la Argentina. [¡Sucesivos instantes conmovedores en nuestra familia!…] // Luego, Raquel escribió: Chamullar: ¿Qué es esto? ¿Nuestro porteñísimo chamuyo? Así es, el vocablo del caló (lengua de los gitanos) y quiere decir hablar. Pero no es nuevo. Ya estaba en la 20ª edición. Lo único argentino es la grafía: el reemplazo de ll por la y. Claro que nuestro chamuyo es un hablar querendón.” [Sí querida y admirada Raquel: es un hablar querendón y casi continuo en los pasillos u oficinas donde hay empleados sin funciones y se dedican a hablar, hablar, hablar… tomar matecocido o té, y si cumplen con la ley… ¡sin fumar!] Finalmente, Raquel destacó: “Otra novedad: crupié. El ‘croupier’ de los franceses castellanizado. Ahora que Sofovich nos ha familiarizado tanto con la ruleta, ya podemos nombrar tranquilos a quienes tiran la bola cada vuelta del Loto”.
[5] El ex presidente Dr. Raúl Ricardo Alfonsín (10 de diciembre de 1983 hasta 9 de julio de 1989) fue quien así dijo durante un diálogo con un periodista y fue reiterado por distintos medios de comunicación social.
[6] El presidente de la Nación Dr. Néstor Carlos Kirchner que asumió el 25 de mayo de 2003, sucediendo al senador Dr. Eduardo Duhalde, presidente provisorio, no asistió a la exposición rural realizada al año siguiente. Al releer ese párrafo con expresiones de Menem, encuentro similitud con actuales discursos de Kirchner: “hablar… de lo poco que hemos hecho y lo mucho que nos falta por hacer”, incluso cuando lee ante foros internacionales insistiendo en que “no es posible pagar la deuda externa”… No es la única semejanza con las declaraciones del doctor Menem durante los dos primeros años de gobierno. Sí hay un abismo entre el reconocimiento mundial a principios de la década del ’90 y la notable declinación desde comienzos del último decenio del siglo veinte. Actualmente, el presidente Menem está en Chile, casado con Cecilia Bolocco, son felices mientras sigue creciendo Máximo Saúl… ¡el hijo nacido al oeste de la cordillera de los Andes! # Desde que Kirchner asumió la presidencia, a pesar de tantas críticas por la adquisición del avión Tango 01, lo utilizan para sucesivos viajes al exterior y aunque también ha censurado las relaciones del presidente Menem con el de Estados Unidos (George Bush padre, luego su hijo George W., actual presidente…) Llegó por primera vez a Washington y cuando Bush se acercó, con su habitual humor dijo que lo que luego trasmitieron distintos periodistas: que “recibía al “Conquistador del Fondo Monetario Internacional” y a “ la senadora más linda del mundo”… (La senadora Dra. Cristina Fernández de Kirchner –representante de la provincia de Santa Cruz-, nació en La Plata (Pcia. de Buenos Aires), allí estudió “Abogacía” siendo ya la novia de Néstor Carlos, ambos vinculados a grupos de la Juventud Peronista, a conductores del grupo Montoneros... No he leído comentarios de periodistas acerca de qué opinó la senadora Hillary Clinton acerca de aquella calificación siendo Hillary una bella mujer; pero las reuniones de acreedores de la Argentina desde el FMI no indican precisamente que el señor Ca.Ki. sea el conquistador del fondo, aunque tal vez podría ser el conquistador de Puerto San Julián; el conquistador de la provincia de Santa Cruz ya que logró ser intendente de Río Gallegos, gobernador de esa provincia antes de ser presidente . # Anoche leí en la primera página del diario El Litoral de la capital santafesina, en un título que abarca cuatro columnas: “EE.UU. ve cercano el acuerdo por la deuda” – “La impresión le fue trasmitida a Rafael Bielsa por su colega Colin Powell. – Fue en Nueva York, en una recepción que George Bus ofreció a jefes de Estado que asisten a la asamblea de la ONU.” Con recuadro y sombreado: “EL DATO. Retorno: Después de tres años consecutivos de fuga de capitales, durante el segundo trimestre del año la Argentina recibió fondos privados por 693 millones de dólares. La cifra fue difundida por el Indec, contrasta con la salida de fondos por 126 millones de dólares que el organismo había verificado en los primeros tres meses de 2004.” Esa recepción se realizó en el “Walford Astoria” y los presidentes ingresaron junto a sus esposas y sus cancilleres. Destacó el periodista: “una vez dentro del hotel, los jefes de Estado y sus cónyuges van por un lado y los cancilleres se trasladan a otro salón, donde se desarrollan, en pequeños apartados, las reuniones bilaterales, una de las cuales fue la que mantuvieron Bielsa y Powell, con la presencia de Bordón y Noriega. Eso sucedió, el martes 21 de septiembre –comienzo del otoño en el hemisferio norte y de la Primavera en el hemisferio sur… y mejor no recordar el “Plan Primavera” que puso en marcha el presidente del repentino relato acongojado: Raúl Ricardo Alfonsín… 3 Releo esta nota y la memoria señala otros recorridos. Durante la presidencia del radical Dr. Fernando de la Rúa (10 de diciembre de 1999 a 20 de diciembre de 2001, momento en que debió renunciar por las protestas en las calles porteñas y la consecuencia de una violenta represión; también comienzo de una sucesión de provisorios hasta que asumió el senador Duhalde)”; durante los primeros meses del gobierno, Antonio de la Rúa –Antonito, uno de sus hijos- según han informado diversos medios, le manifestó a padre que Javier Timmerman era una persona con capacidad a los fines de intervenir en los acuerdos necesarios con Estados Unidos y otros acreedores de la Argentina, pero al trascender esa noticia, la maquinaria informativa incidió a los fines de impedir ese nombramiento. ¡Oh casualidad!… como suele suceder cuando las personas se destacan por sus aptitudes y actitudes, en el cuarto año del siglo veintiuno es la persona de confianza del presidente Kirchner para avanzar en determinados acuerdos. Su hermano renunció a la ciudadanía estadodunidense para asumir como cónsul de Nueva York. Son hijos de Jacobo Timmerman, propietario del diario La Opinión donde co-operaban hasta principios de la década de ’70, entre otros: el poeta Juan Gelman Burichson; el escritor Osvaldo Soriano… # En mi libro inédito El tiempo de Perón 1973-1976 (p.87); en ese rumbo, destaqué que en 1977, el Proceso continuaba con sus investigaciones y firmaron varias resoluciones, entre ellas: “Inhabilitación para administrar y disponer de sus bienes a quienes no justificaran su legitimidad” e “incluyeron en la Res. Nº 3 a integrantes del grupo Graiver -David, Isidoro Miguel y Juan Graiver; Rafael Ianover, Lidia Elba Papaleo, Orlando Benjamín Reinoso y Jorge Rubinstein (03/02) e idéntica disposición sobre algunas personas físicas y jurídicas: Lidia H. Brodsky de Graiver, Construir S.A. Constructora Inmobiliaria, Comercial y Agropecuaria, Empresas Graiver Asociadas, Galería Da Vinci SACIF, Eva Gitnach de Graiver, Dina Haskel de Gelbard, Jacobo Timmerman, entre otros. El 19 de octubre quedó sancionada la ley Nº 21.670 que ‘prohibía’ administrar y disponer de los bienes hasta tanto se comprobara su legitimidad; se enunciaban las causales consideradas legítimas y el procedimiento a seguir. Dos días después mediante el Decr. Nº 3245 se creó la CONAREPA (Comisión Nacional de Responsabilidad Patrimonial) integrada por el Consejo Nacional de Responsabilidad Patrimonial, la Secretaría General y la Fiscalía Nacional de Investigaciones Patrimoniales, norma vigente hasta el 23 de junio de 1983 cuando por el Decr. 1539 se dispuso que el organismo de aplicación era el Ministerio de Economía.”
[7] Menem soportó desde el 24 de marzo de 1976, persecución y detención por el Poder Ejecutivo Nacional. Estuvo con otros políticos detenido en una barco, después en un penal; en 1981 le otorgaron la libertad condicional y lo destinaron a “Las Lomitas” en Formosa. Con el propósito de contribuir a la unidad nacional, indultó a los detenidos por causas políticas (por secuestros, desapariciones y asesinatos) durante la década del’70. Durante la presidencia de Kirchner, se dejaron sin efecto las leyes de Punto Final y de Obediencia debida; el doctor Menem es continuamente censurado por los indultos. Mientras tanto, ahora son los piqueteros los que cortan rutas y calles ocultando sus rostros con capuchas, llevan palos como armas o utilizan hondas y piedras como en las primeras batallas… Desde las bases del movimiento nacional justicialista, como pasó cuando competían con el gobernador de Buenos Aires Dr. Antonio Cafiero, ya hay una corriente que avanza, aún recordando lo expresado por perón desde la Secretaría de Trabajo y Previsión: “Calma, calma, que despacio se va seguro”. El doctor Menem ha anunciado que regresará al país en octubre próximo, él sabe que “Junio nos convoca”… # Jueves 23 de septiembre: día de evocación de la entrega del texto de la ley Nº 13.010 -inmediatamente promulgada-, a Eva Perón y ella, “temblando” por la emoción la difundió en la misma jornada, en un acto público… Leo el jueves 24 de septiembre –día de la batalla de Tucumán en tiempos del general Manuel Belgrano-, que integrantes del Partido Peronista Popular –el Pepepé – convocan a un encuentro y entre otros observo: Rodolfo Vaqueano (Rosario )… ¿Otro Rolo? Algo conocí a Rodolfo Vacchiano: juntos estuvimos en UDA cuando él fue secretario general y en ese tiempo, llegó con Mary T. D. Ramseyer a nuestro hogar, dialogamos brevemente. ¡Era el tiempo en que hermanos-compañeros nos reuníamos aquí!… sólo para avanzar en algún “análisis político” o para luego proponer alguna actividad con participación de asociaciones intermedias. Después, el Rolo Vacchiano siguió viviendo en Rosario, cambió su lugar de residencia –escribí un breve cuento historia titulado El baquiano cambió de querencia-, para que quedaran algunas señales de ese tiempo, cuando fue ministro de “Producción”; también le confiaron una Intervención…
[8] El actual presidente Dr. Néstor Carlos Kirchner, con otras palabras suele decir lo mismo que dijo el presidente Menem en aquel discurso de 1990: