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Concepción Arenal (1820-1893)

Premios.

Dedicación a enfermos y prisioneros.

Cerca del último desprendimiento.

De su legado cultural.

Cartas inéditas.

Concepción Arenal y sus advertencias insoslayables.

 

“Presumimos de gigantes contando por estatura propia el pedestal en que nos colocó la fortuna. Todos hemos formulado u oído formular ciertos cargos contra el pobre…; si en vez de decir el pobre dijéramos la pobreza, seríamos más exactos.”

Concepción Arenal

(En Manual del visitador del pobre, 1863.)

 

Concepción Arenal y Ponte nació en el barrio Ferrol Viejo (en La Coruña), el 31 de enero de 1820 y en seno de una familia de trabajadores. Hija de María Concepción de Ponte, descendiente de una familia de nobles y de don Ángel de Arenal, oriundo de Santander  (n.24-03-1790, m. 1829), guerrero durante la independencia. Por su posición liberal, soportó persecuciones y fue muerto por oponerse a la monarquía de Fernando VII.  En ese tiempo la viuda con sus hijas se trasladó a Santander para vivir con los familiares de Arenal.  Luego decidieron vivir en Madrid y allí falleció su madre, doña María Concepción, en 1841.  Al año siguiente, la joven Concepción –cumplidos los veintiún años- decidió ingresar en la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de la capital española y como no aprobaban la asistencia de mujeres, optó por vestirse como los varones.

En esa época conoció a Fernando García Carrasco, abogado y periodista de cuarenta años, su esposo desde 1848. Concepción trabajó junto a su marido en el periódico “La Iberia”. Tuvieron varios hijos y sobrevivió sólo uno: Fernando García Arenal, luego ingeniero dedicado a la construcción de caminos, puertos y canales.

Su marido murió en 1857. Necesitó vender los bienes y en 1859 fundó el grupo de Damas de las Conferencias de San Vicente de Paul.

Durante su fecunda vida, como abogada, impulsó el ejercicio de los derechos humanos y fue una de las pioneras en la promoción de los derechos de la mujer: a la educación, a la igualdad de oportunidades para el trabajo, a la participación en las elecciones de autoridades…

Premios…

En 1860, Concepción Arenal de García Carrasco presentó la memoria titulada La beneficencia, la filantropía y la caridad y leída tal obra por el jurado designado por la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas,  enterados sus miembros de que la autora era una mujer, primero dudaron acerca de si correspondía premiarla pero razonablemente, decidieron que fuera la primera mujer que recibía el “Premio de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas”.

Su Oda a la esclavitud (1865), fue premiada por la Sociedad Abolicionista y en 1884, también tuvo relevancia su participación en el Congreso realizado en San Luis (Estados Unidos) refiriéndose a la necesaria atención a los niños abandonados.

En 1859 fundó, en Potes, en donde residió después de vender sus bienes de Armaño por dificultades económicas, el grupo femenino de las Conferencias de San Vicente de Paúl para ayuda de los pobres. Dos años después, en 1861, la Academia de Ciencias Morales y políticas la premió por su memoria La beneficencia, la filantropía y la caridad. era la primera que la Academia premiaba a una mujer

Dedicación a enfermos y prisioneros…

La abogada Concepción Arenal de García Carrasco, convivió con mujeres y hombres que cumplían condenas en las cárceles, visitó hospicios y acompañó a enfermos mentales. Colaboró en la atención de los enfermos durante la guerra civil carlista, acompañando a las tropas cristianas.

En 1863 la nombraron Visitadora de prisiones de mujeres  en la Coruña y renunció dos años después.  En el lustro 1868-1872 desempeñó las funciones de Inspectora de Casas de Corrección de Mujeres y durante ese último bienio fue secretaria general de la Sección Central de Damas de la “Cruz Roja”.

En ambas circunstancias, fue la primera mujer responsable de tales misiones.

En 1873 participó en la reacción de la Reforma del Código Penal y del sistema penitenciario.

Cerca del último desprendimiento…

Ya sexagenaria, Concepción Arenal de García vivía junto a su hijo Fernando y a comienzos de 1890 decidió trasladarse a Vigo.  Declinó su salud y  tras soportar una afección bronquial crónica, falleció el 4 de febrero de 1893, a los setenta y tres años.

El pueblo de Vigo se conmovió con esa noticia y han reiterado que en el acto del sepelio se comprobó una vez más la simpatía de vecinos y amigos.

Distinguida poetisa, novelista y autora de obras de teatro (dramas y zarzuela), no ha sido por casualidad que al elaborar algunas anotaciones para una autobiografía, necesitara expresar:

“Mi vida ¿a quién importa?

¿Quién soy?

Una hoja caída

que un día barrerá

el huracán”       /…/

De su legado cultural…

Entre sus primeras obras, se han mencionado:

  • 1851: Fábulas en verso (editadas en Madrid).
  • 1861: La Beneficencia, la Filantropía y la Caridad.
  • 1863: Manual del visitador del pobre.
  • 1865: Cartas a los delincuentes.
  • 1868: La mujer del porvenir.   /…/

Sabido es que al año siguiente de su fallecimiento, en Madrid editaron sus obras completas (1894): en el primer tomo incluyeron su biografía y reiteraron el texto del manual del visitador del pobre.  La colección abarca los siguientes títulos:

  • –  El visitador del pobre.
  • –  La beneficencia, la filantropía y la caridad.
  • – Cartas a los delincuentes.
  • –  La mujer del porvenir y la mujer de su casa.
  • -Estudios penitenciarios I y II..
  • -La cuestión social: cartas  a un obrero .
  • -La cuestión social: cartas a un señor.
  • -Ensayo sobre el derecho de gente.
  • -Las colonias penales de la Australia y la pena de deportación. A todos. Examen de las Bases aprobadas por las Cortes para la Reforma de Prisiones y La cárcel llamada modelo.
  • -La instrucción del pueblo. Observaciones sobre la educación física, intelectual y moral de Herbert Spencer. La instrucción del obrero y La educación de la mujer.
  • -El derecho de gracia ante la justicia. El reo, el pueblo y el verdugo o la ejecución pública de la pena de muerte El delito colectivo.
  • -El visitador del preso.
  • -Informes presentados en los Congresos penitenciarios de Estocolmo, Roma, San Petersburgo y Amberes.
  • El pauperismo – I y II.
  • -Memorias sobre la igualdad social y política y sus relaciones con la libertad y Consecuencias de la desigualdad social del hombre y la mujer.
  • -Artículos sobre beneficencia y prisiones –   Parte I y II (incluyendo una nota titulada “Pobres mujeres”;  Parte III: Incluye Carta de un aficionado a toros y Contestación); Parte IV   y Parte V  incluyendo referencias a Asociaciones para la enseñanza de la mujer.
  • -Cuadros de la guerra. (Relatos de sus vivencias durante la tercera guerra carlista (1872-1876), cuando ella colaboró en la atención de heridos…

(Las obras completas fueron reeditadas en Bilbao en 1908, en  Madrid en 1934…)

Cartas inéditas…

En 1984 fueron recopiladas y publicadas: Cartas inéditas de Concepción Arenal.

Concepción Arenal y sus advertencias insoslayables…

“La palabra, que se nos ha dado para decir la verdad y consolar el dolor, no debe permanecer muda ante la injusticia, el error y la desgracia.”

“Nunca el hombre parece tan grande como cuando confiesa su pequeñez, ni para nada se necesita más fuerza que para ser humilde.”

“Abrid escuelas y se cerraran cárceles.”

“El dolor, cuando no se convierte en verdugo, es un gran maestro.”

“El llanto es a veces el modo de expresar las cosas que no pueden decirse con palabras.”

“Dos personas que derraman lágrimas sobre una misma desventura ya no son extrañas.”

“El hombre que se levanta es aún más grande que el que no ha caído.”

“El odio, que es uno de los elementos esenciales de la guerra, es una de sus más persistentes consecuencias.”

“Las cadenas se rompen con ideas y no a bayonetazos.”

“Cuando la culpa es de todos, la culpa no es de nadie.”

“El ruido de las carcajadas pasa. La fuerza de los razonamientos queda.”

“Proteger el trabajo es proteger la virtud, es apartar escollos contra los cuales se estrella tantas veces: proteger el trabajo es enjugar lágrimas, consolar dolores, arrancas víctimas al vicio, al crimen y a la muerte.”

“El mejor homenaje que puede tributarse a las personas buenas es imitarlas.”  [1]

 

Lecturas y síntesis: Nidia Orbea Álvarez de Fontanini.

                                   Santa Fe de la Vera Cruz, República Argentina.

[1] Algunas de tales conclusiones de Concepción Arenal han sido anotadas tras breves lecturas y otras están incluidas en Frases Célebres y citas –  Parnaso– Barcelona, Editorial Ramón Sopena, 1988, p. 19-22.

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