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Nilda Olga Visentín de Robert (1929-1988)

Nilda Visentín: mujer talentosa y solidaria.

Distinciones.

Algunos títulos de obras publicadas.

15-02-1986: su homenaje a Nelly Borroni Mac Donald.

Homenaje a Nilda desde la Asociación Santafesina de Escritores.

De su legado literario.

Poeta.

Poema nuevo.

 

Nilda Olga Visentín nació en Santa Fe de la Vera Cruz, el 13 de mayo de 1929. Docente y poeta. Publicó sus obras en diarios y revistas argentinas, de México, Canadá y España.

Algunos poemas fueron incluidos en selecciones y antologías:

  • Selección poética I y II (Edición del Rotary Club de Santa Fe.)
  • Antología poética argentina. / Un siglo en la poesía Argentina; Creadores literarios argentinos. – Antología 1 El amor en la Poesía Argentina, edición del Fondo Editorial Bonaerense dirigido por el escritor y editor Oscar Abel Ligaluppi.

Participó en exposiciones de Poemas Ilustrados.  Integró la comisión Directiva de la Asociación de Escritores Santafesinos (ASDE) y fue administradora de la Gaceta Literaria, revista de literatura de difusión periódica editada por esa institución fundada en octubre de 1955.

No fue por casualidad, lo destacado por nuestra querida amiga Nelly Borroni Mac Donald  (nacida el 20 de octubre de 1929 y fallecida el 1º de diciembre de 1985):  [1]

“Lo que ocurre en Nilda puede aflorar en cualquier instante sin calendarios mediadores. Necesita contar, doler, reconvenir, abrazar, compartir y colocar otro cubierto en su mesa, porque sabe que el nuevo comensal traerá el paliativo para su sed de diálogo.”

Nilda Visentín: mujer talentosa y solidaria…

Una señal acentúa los rasgos del esbozo de su perfil: en el primer tomo de Quien en ella en Santa Fe, editado en noviembre de 1995 por Gloria von Mende de Bertero -santafesina residente en Buenos Aires- se incluyen referencias a su trayectoria y es oportuno reiterar dos párrafos:

“Supo ganarse por su actuación, cordialidad y por su responsabilidad en el ejercicio de sus funciones, cariño y respeto.

Dos meses antes de su muerte, ocupaba el cargo de administradora de la Gaceta Literaria de Santa Fe, donde demostró una vez más su dedicación al oficio que amaba.  Al solicitar sus datos, nos adjuntó -en acto generoso-, los de Nelly Borroni Mac Donald, segura -dice en su carta- ‘que la trayectoria de Nelly será apreciada por usted’.”

 

Nilda Olga Visentín falleció el 17 de febrero de 1988, en su ciudad natal.

Al año siguiente, la ASDE y la comisión administradora de la Gaceta Literaria organizaron un homenaje en el día del escritor -colocación de una placa recordatoria en su tumba-, y en esas circunstancias, la escritora Nora Didier de Iungman dijo:  [2]

“Sabemos que el espíritu de Nilda (su calidez, su humildad, su vocación para el amor), preservará unido a cada uno de nosotros y a la entidad -ASDE-, a la que perteneció durante tantos años dando lo mejor de sí para poder reunir a todos los que están por la palabra.”

Distinciones.

A partir de 1970 recibió diversos premios y distinciones, entre ellos:

  • Premio en el concurso anual “Ciudad de Santa Fe”.
  • Primer Premio en el “Centenario de Santo Tomé”.
  • Medalla de oro y diploma de honor en el Concurso anual “Ciudad de Santa Fe, en 1972.

En mismo certamen, Medalla de Plata y Diploma de honor.

  • “Pluma de Plata” en el Concurso Anual Nacional de Poesía…

Algunos títulos de obras publicadas.

  • 1975: – Desenraizando voces (Con otros escritores.)
  • 1976: – Mayo al mediodía.
  • 1978: – La rosa cautiva y la llama.

15-02-1986: su homenaje a Nelly Borroni Mac Donald.

El sábado 15 de febrero de 1986, desde la comarca y el mundo del litoral, publicaron lo escrito por Nilda Visentín de Robert evocando a Nelly Borroni, poeta…

En el ángulo superior derecho, la fotografía que Nelly había seleccionado para la primera solapa del octavo volumen del Fondo Editorial de la Provincia de Santa Fe: Tiempo recopilado.

En la citada nota difundida por el diario “El Litoral” de Santa Fe, debajo de esa foto reiteraron Tengo que decir del poemario inédito “El instante preciso”, septiembre de 1985. [3]

Hoy tengo que decir cosas eternas

aunque parezca tonta irreverencia.

Necesito decir cosas eternas

sabias y hermosas como un Dios en el alma.

Tengo que decirles por ejemplo

que la vida no es ínfimo regalo

que es árbol extendido

sol y raíz de afuera y desde adentro.

Que toda la aventura de ser nuevo

se prende y se desata como el viento

y yo soy péndulo librado a la intemperie

saldo y mitad faltante y sin remedio.

En el epígrafe de aquella nota, Nilda Visentín necesitó reiterar:

“Cada uno está solo sobre el corazón

de la tierra traspasado por un rayo de sol

y de pronto anochece”.

Salvatore Quasimodo

“En los primeros minutos del 1º de diciembre del año pasado, aquella que se adueña de todo dando fin y principio, selló en perpetuo silencio el espíritu lírico de Nelly Borroni Mac Donald.  Era primavera al llegar -20 de octubre…- y fue primavera al partir.  Como un ciclo se cerró una vida laboriosa dedicada a la creación literaria, iniciada en Santa Fe, donde se educó y residió siempre.  De una especial sensibilidad, amaba la belleza en la vida, y en todas las expresiones del arte, en las que permaneció siempre, magnetizada por la libertad y el misticismo que aletean sobre ellas.  Nunca permaneció inactiva.  Su transitar fue una constante apertura, que en medio de lo material, del ‘pan cotidiano’, se erigía en celebración de lo bellamente auténtico que de sí brindaba.  Es justo decir que la hemos visto recorrer distancias en busca de ‘su’ verdad.  Pero la rutina, el prejuicio y el desengaño le obstaculizaban la empresa, a pesar de su tenaz empeño.  Así se asomó a todos los corazones, a todas las ilusiones, dejando sus pasos en el polvo de muchos caminos.  La lastimaron, la hirieron, y como llegó a vislumbrar algo, más allá de las cosas, escanció el vino de muchas copas, saboreó amarguras e ingratitudes, y, sin embargo, abrió los brazos a todas sus penas. Aprendió a dominar el miedo por el entendimiento a través del dolor, traducido en soledad, angustia e incertidumbre.  Templada, segura de sí misma, se quedó en la amistad generosa, sincera, y supo poner silencio a sus labios, aunque el alma sentía.  Finalmente, podríamos aludir a Nelly con un fragmento del poema ‘En la plaza’, de Vicente Aleixandre:

…Él extiende sus brazos

abre al fin sus dos brazos

y se entrega por completo.

Y allí fuerte se reconoce,

y crece y se lanza…

Homenaje a Nilda desde la Asociación Santafesina de Escritores…

Desde la Asociación Santafesina de Escritores, la poeta Estrella Quinteros de Scarpin, integrante de la comisión directiva, logró la publicación de su nota titulada Recordando a Nilda – “Ante el fallecimiento de Nilda Visentín de Robert, el día 17 de febrero pasado”.

Se reitera aquí como homenaje:

“Así como nos es dada la vida, parece que como un soplo que no se proclama demasiado, nos vemos llevados hacia la eternidad.  A sus confines de alabastro, se ha ido de nuestro lado Nilda Visentín de Robert, poeta de Santa Fe.  Para quienes ya conocemos su poesía invito a recordarla, y para los que no la conocen, esta posibilidad de franquear la puerta para que nos lleve su mano creadora.

Es  tanta mi sed, aguatero

que si dejas tu cántaro

en mi puerta,

encenderé una luz en la ventana

y pondré otro cubierto en la mesa.

El hecho de dar, esta acción humana que tantos deshumanizan ante la carencia de una convicción interior profunda, es en los poemas su cántaro inagotable.  Lo mismo sucedía en la vida de Nilda, podemos dar fe de ello quienes conocimos su trato cotidiano y ameno.  Y es su palabra que lo puede atestiguar así:

‘Conocí todas las voces y formas de dar

la del viento y el grano disperso

sobre la sazón en espera

la del agua sobre la avidez de la tierra

la del amor nuevo, que al principio

es cálido y seguro refugio

como el recinto conyugal del hornero;

la del amoramistad

semejante a la galería del molusco

que empieza ancha

para angostarse luego.’

Atenta protagonista de la vida y sus connotaciones, teje su lírica y conmueve porque es real su argumento poético.  Y ella lo transforma a través de la palabra con hondo contenido estético.  Lo apreciamos en estos versos:

‘Entonces, apilo prolijamente los sueños

entorno las verjas

pueblo alguna plaza desierta

y en un latido libre decido 

participar de la alegría

de todas las fuentes de la tierra.’

Los trozos de poemas aquí citados pertenecen a su libro ‘Mayo al mediodía’ (1976)

Edit. Colmegna, Santa Fe.

Sin duda la revisión y el repaso de los hechos cotidianos llevan a nuestra poeta, a reunir su voluntad con los ecos del universo.  Por lo que esta unidad trasciende. Y puede demostrarlo así:

‘Comparto la compañía

de los aventureros del alma

cruzo el umbral de la visión dolida

y disfruto de la breve intensidad

del estallido de las chispas en el hogar.’

Ha dicho de su obra Lermo R. Balbi, en lo que respecta a su fuerza expresiva: ‘Tal fuerza nace, posiblemente de la acertada medida de sus versos, del ritmo interior que logra con las palabras, de las combinaciones eufónicas que han brotar la música esperada en todo poema’.  Cuando nos habla de la melancolía, por ejemplo, insiste en que es una alternativa que compete a todos, acaso ¿hay alguien que alguna vez no haya trillado sobre sus bordes de humo gris?  Vamos a sus palabras:

‘La melancolía se adhiere tanto a nosotros

que pasa a formar parte integral de nuestras vidas

y de ninguna manera

es privilegio de la edad

sino sólo llanto

demorado en las raíces

es sólo oleaje

de corazón adentro

es sólo sabor acre en los labios

es una perdurable condición inseparable.’

Querida amiga: desde aquí, desde este lugar terreno, gracias por tu hospitalidad y tu alegría.  Tu risa estruendosa, tu confianza, la buena posibilidad de ser frente a tus ojos transparentes una mano tendida.  ¿Cómo no recordar el té de la tarde, la mesa de las confidencias y el sabor de las masitas que se propinaban gentilezas en el primoroso mantel?  Ha de permanecer tu poesía, Nilda, como vertiente generosa porque la palabra sana, cura y se la guarda siempre.  Y ya puedes conversar a gusto con Nelly Borroni, hacer estallar el firmamento.  Convocar las estrofas donde el regocijo es bueno y abre la luz.  Y lo puede atestiguar tu poesía de esta manera:

‘Convocar puertos y amigos

decir sencillamente amor, caridad

comprensión, generosidad y encuentro

tendríamos el sabor

de habitar el centro de un sol

multiplicado al infinito.’

Los últimos versos hasta aquí pertenecen a su segundo libro: ‘La rosa cautiva y la llama’ (1978) Edit. Colmegna, Santa Fe, que mereciera en su oportunidad el Premio Anual de la ASDE (Asociación Santafesina de Escritores).

El quehacer literario de Nilda Visentín de Robert ha sido arduo y generoso, obtuvo distinciones por su poesía, numerosas publicaciones de la misma en nuestro país y en el extranjero.  Colaboradora infatigable y entusiasta de cuanto proyecto cultural se le acercara.  Su nombre y su poesía deben permanecer en la literatura de Santa Fe, como prueba fiel a su labor creadora.  El tiempo den su marcha podrá atestiguarlo, como su palabra que nos reconforta: ‘Aspiro despertar a un mañana / grávido de amor’.” [4]

De su legado literario.

Del libro La Rosa cautiva y la llama (edición 1978):  [5]

Poeta

Fugitivo de materia y tiempo

encadenó sus días a un mundo

sin calendarios.

Resignó los sorpresivos vitrales

de sus desmanes,

al dulce veneno de la eterna búsqueda,

sin haber logrado ajedrezar

los no y los sí.

Como el poeta existió

al abolirse sujeto

subsistió su verso.

Poema nuevo

Cuando alguna vez escriba un poema

su perímetro encerrará tu voz

que recorrerá los infinitos de mi piel

como la crucifixión de una fogata joven

y un dolorido interrogar

sembrará de tempestades mi memoria

que sin violar la materia

habitará el fuego.

Cuando suba la flor sobre el estiércol

y la luz y el calor de tu ecuador me llegue,

el aliento del pan dorado me cubrirá

entonces

despertaré asombrada

al ver crecer la carne corroída

por la mañana verde.

Quizás así

tu voz y mi corazón emprendan la tarea

de encender la chispa

de un nuevo poema.

Seleccionado y publicado en Antología 1.

Serie “El amor en la poesía Argentina”.

 

 

La Plata (Buenos Aires), Fondo Editorial Bonaerense dirigido por el poeta Oscar Abel Ligaluppi, marzo de 1983, p. 261.

 

Lecturas y reconocimiento a su trayectoria: Nidia Orbea Álvarez de Fontanini.

 

[1] Estas fechas han sido reiteradas en la página 103 de Quién es quién en Santa Fe – Tomo primero-, edición de Gloria de Bertero, noviembre de 1995. Sus padres: Eugenia Mac Donald y Ricardo Borroni.  Tal información precisamente, fue enviada por Nilda Visentín de Robert a la recopiladora.  Hay un error en el texto publicado en el diario “El Litoral” al consignar 1936 en la nota de evocativa Nilda, dato equivocado que también imprimieron en la solapa de Operación Olvido. Era Documentalista egresada del Instituto de Cine de la Universidad Nacional del Litoral.

[2] Bertero, Gloria de. Quién es ella en Santa Fe – Tomo primero. Buenos Aires, noviembre de 1945, p. 476-477. En ese libro, registraron el fallecimiento el 18 de febrero de 1998.

[3] Tengo a la vista ese libro, y emocionada leo la dedicatoria manuscrita: “Para Nidia, amiga del alma, ésta mi palabra poética, con todo mi cariño.  Sinceramente Nelly Borroni Mac Donald 28-10-1981.” Ese poemario fue seleccionado en 1979. Integraban la Comisión Ejecutora del Fondo Editorial de Santa Fe: Subsecretario de Cultura de la Provincia Dr. Fermín C. Serralunga. Director Provincial de Cultura Prof. José María Junges. Miembro Delegado de la SADE Filial Rosario D. Luis Ernesto Aguirre Sotomayor.  Jurado de selección: por el Fondo Editorial Prof. Raúl Gustavo Aguirre, por la SADE (Rosario) Dr. Felipe Zeintejer.  Por la ASDE Prof. Lermo Balbi (en ese tiempo Director de Tecnología Educativa, donde Nelly se desempeñaba como Documentalista.  Fue editado dos años después, en junio de 1981, gobierno de facto del Contralmirante (R) Rodolfo C. Luchetta; ministro de Educación y Cultura Dr. Eduardo Sutter Schneider; Subsecretario de Cultura y Director Provincial de Cultura, los mismos en funciones en 1979.

[4] Diario El Litoral”. Suplemento cultural “La comarca y el mundo”. Santa Fe de la Vera Cruz, viernes 25 de marzo de 1988, página 7.

[5] Incluido en Quien es ella en Santa Fe – Tomo primero, p. 477.

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