Datos biográficos del historiador…
En las primeras décadas del siglo XX, los estudiantes argentinos aprendieron la Historia Argentina leyendo lo escrito por el Prof. Alfredo B. Grosso.
Alfredo Bartolomé Grosso, hijo de Bartolomé Grosso y de Antonia Carena, nació en Mercedes -provincia de Corrientes-, el 15 de agosto de 1867. Egresado de la Escuela Normal de Profesores –actual “Mariano Acosta”-, fue maestro en la “Escuela de Aplicación” en 1889. Durante veinticuatro años ejerció como profesor de matemática y contabilidad en el Colegio Nacional del Norte, hoy “Domingo Faustino Sarmiento”.
Obras didácticas…
En 1893 editó su primera obra didáctica: “Nociones de Historia Argentina” y él mismo relató esta anécdota:
“En 1893 presenté el manuscrito de mi manual de historia ante el Consejo Nacional de Educación… Me había encariñado con la historia y observé que los textos en uso eran totalmente inapropiados para los escolares. Eran monótonos, pesados, aburridos. Los chicos terminaban aborreciendo la materia. Entonces redacté lo que fue apenas un folleto de 125 páginas. Me lo rechazaron. Y como no encontré editor, lo edité yo mismo. Se imprimió en el taller de la calle México 1422. Me costó la tirada de mil ejemplares la suma de 360 pesos. Y se vendía a sesenta centavos el ejemplar…”
En 1898 editó “Curso de Historia Nacional” y en 1907, “Ejercicios y problemas de Aritmética”. Cuando se celebró el centenario de la Revolución de Mayo, sus libros ya estaban distribuidos en distintas provincias y eran los textos que estudiaban los alumnos de las escuelas argentinas.
Vocación y memoria…
El historiador Grosso, tenía 92 años cuando comentó:
“Viajé a Europa en 1923, 1929, 1950 y 1951… No tengo ninguna anécdota digna de ser recordada.”
“Siempre fui muy casero, solitario, con pocos jóvenes amigos con quienes conversar…”
“Me encariñé con la historia tanto, que 17 años después de la primera edición ya había mejorado mucho la obra, corregida en forma constante, actualizada e ilustrada por Fortuny, con dibujos que durante muchas décadas fueron la ventanita abierta a la imaginación infantil para que ‘viera’ la historia nuestra con ojos limpios. En 1910 presenté una nueva edición completamente transformada, en homenaje al Centenario…”
No ha sido por casualidad que en 1915, por sus obras le otorgaron “Medalla de Oro” en la Exposición Internacional de California, Estados Unidos.
En 1940, presentó la primera edición de “Historia Argentina y Americana, época colonial”. Veinte años después lo entrevistó un periodista y él manifestó:
“Mi historia fue recibida bien desde el primer momento y se sucedieron las ediciones”.
Después de aquella entrevista, el periodista necesitó escribir: “Grosso chico”… “Grosso grande”… “Son palabras que se han transformado en sustantivos, pero que se inician con el apellido de un hombre. De un hombre que vive en la calle Moreno 2782, asomado tras los cristales del ventanal en una casa antigua, modesta, pulcra y brillante de tanta cera. Don Alfredo Bartolomé Grosso es una contradicción viviente que el 15 de agosto próximo cumplirá 93 años de edad.”
Ya en los primeros años del siglo veintiuno, es necesario informar que aquella calificación no tenía relación con la personalidad del perseverante historiador, porque apuntaba a distinguir aquel texto sobre “la historia de la patria” que correspondía al aprendizaje hasta tercer grado y la memorable “Grosso grande” para los alumnos que avanzaban hasta el sexto y último grado del nivel primario obligatorio en aquel tiempo.
Se ha reconocido que seis generaciones estudiaron con sus libros y en algunas oportunidades se ha aludido a la historia de Grosso como a un conjunto de relatos que no aproximan con suficiente precisión a determinados hechos y tampoco a sus consecuencias.
Octogésimo cumpleaños…
En 1947 celebró el octogésimo cumpleaños y distintos medios de la prensa nacional recordaron su trayectoria; hubo un homenaje en la Cámara de Diputados de Santiago del Estero y una recordación del Dip. Alfredo D. Calcagno en el Congreso Nacional.
En 1960, se presentó otra edición de la Historia de Grosso que como destacó un periodista, “por primera vez, en edición que no es del autor”. En tal circunstancia, el autor expresó:
“Calculo… que desde la primera edición hasta la actual se han impreso algo más de un millón de ejemplares. Y creo que es una buena cifra.
En 1960, el periodista también destacó que Alfredo Bartolomé Grosso era un ser “introvertido y tímido lo adivinamos en sus primero años, con una honda pasión por la enseñanza que lo llevó a intuir, antes que muchos, los nuevos conceptos sobre la enseñanza en sus intentos de instruir divirtiendo a los chicos.
Trabajos en Fotografía…
Fue aficionado a la fotografía y llegó a disponer de un buen laboratorio” y así lo ha recordado:
“-Me presenté a un concurso que organizó la firma Lutz y Schultz… Me gustaba la fotografía artística que superara al mero hecho mecánico de apretar un botón e impresionar una placa.”
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“-Aunque en mis tiempos se enseñaba de memoria, siempre fui contrario a tal sistema. Los textos en que estudiaban los alumnos de mi época estaban redactados en forma de preguntas y respuestas que se debían memorizar. Siempre me opuse a ese método. Y mi libro de historia, con su éxito probado a lo largo de 67 años, demuestra la razón que me asistía.”
(Mi madre: Francisca Álvarez Ramos de Orbea, recordaba haber estudiado con esas ediciones que nombraban la Historia de Grosso en la escuela primaria “Juan José Paso” de la ciudad de Santa Fe de la Vera Cruz, “Capital Legal de la República”, como afirma con razón el poeta, escritor y académico Gastón Gori –seudónimo del Dr. Pedro Raúl Marangoni, quien ha dejado significativos aportes para la historia de la Historia de los Argentinos.) Fuente consultada: www.elhistoriador@com.ar
(Lecturas, síntesis: Nidia Orbea Álvarez de Fontanini.)