En la Capital Federal, el 2 de agosto de 1916 falleció Mercedes López de Comas, hija del brigadier general Estanislao López y de Josefa Rodríguez del Fresno.

En un manuscrito, el periodista Ramón Lassaga expresó: “…puede decirse que nació en medio de las grandezas que no pudieran vencer la sencillez de su carácter ni la placidez serena de su espíritu.

Era un alma llena de nobleza, un corazón todo bondad.  Supo llevar al suyo las lecciones que aprendió en el hogar modelo de los suyos, en ese hogar de López donde reinaba soberana no la voluntad del caudillo glorioso y prepotente, sino la amable compañera, matrona nobilísima que fue humilde en su grandeza y consuelo de muchos en su viudez, por el prestigio que le daban sus prendas personales y el apellido ilustre de su esposo.

El hogar de López!…

Hay que oír a los escasos sobrevivientes de la época lejana lo que era ese templo de una familia patriarcal.  El respeto cariñoso hacia los padres, el cariño fraternal elevado á la categoría de un culto, la lealtad con las amigas, la caridad para el pobre, el consuelo para las almas afligidas.

Oh!… el hogar de López!

Templo de la familia fue refugio muchas veces de las perseguidas por la justicia, dándose el caso de que una dama patricia llegase á el pidiendo la libertad de su hijo ilustre prisionero, cayendo arrodillada á los pies del noble caudillo que había tenido la suerte de vencerlo.

Y éste mirando conmovido á la noble compañera de su vida y á sus pequeños hijos:

-Señora -dijo, levantando á doña Tiburcia Haedo de Paz que era quien imploraba por su hijo el ilustre estratégico Argentino.  -Solo debemos doblar las rodillas ante Dios.  Pensaré hacer lo posible en bien de su hijo!

Escuchando esas lecciones crecieron las hijas del general López y no es de extrañarse que al formar su hogar tuvieran por modelo el de sus padres.

Ahí están sus nietas, aún vive uno de sus hijas, y aquellas y éste, á fe que fueron dignos del nombre que heredaron.

En el ejército, en el foro, en la magistratura los López, los Cullen, los Fraga han descollado y descuellan como las primeras por su honorabilidad á toda prueba, por su cultura y por su carácter sin doblez.

La noble dama que ha bajado á la tumba puede presentarse como un acabado modelo.  De sencillas costumbres, de sentimientos nobilísimos… la sinceridad de sus palabras se lucía.

Era su alma un templo donde la hija cariñosa rendía culto a la memoria del padre bien amado.  E hija, esposa, madre, abuela, amiga tenía para todos ternuras exquisitas.

¡Su alma noble!  ¡Su corazón hidalgo!

La muerte por más que era esperada pues yá los años pesaban sobre su naturaleza robusta ha despertado hondas tristezas y arrancado lágrimas en el corazón y de los ojos de los que la comprendieron y la amaron, teniendo por esa matrona de corte romano, de las épocas en que primaban en la ciudad eterna las virtudes, veneraciones…

Con razón está de duelo la sociedad de Santa Fe y es uno el luto en todos los hogares distinguidos.  Algo se vá con ella de la vieja é hidalga Santa Fe, algo que nos es muy querido pero que vá desapareciendo para siempre á medida que la vieja y querida aldea se transforma al santo mandato del progreso.

¡Paz en la tierra para sus despojos mortales!

¡Las dulzuras del cielo para el espíritu selecto de la que se llamó en vida  Mercedes López de Comas.”  [1]

Lecturas y síntesis: Nidia Orbea Álvarez de Fontanini.

[1] Provincia de Santa Fe.  Archivo General de la Provincia. Lassaga, Ramón, Carpeta 11, Legajo 3.