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Oscar Tacca – “En alas de la nostalgia”.

Oscar Tacca – “En alas de la nostalgia”.

“El azar de la vida”.

“Motivos de alegría”.

En torno al Quijote y Borges

Títulos de algunos libros editados:

Oscar Tacca – “En alas de la nostalgia”.

Graciela Geller, logró difundir desde el diario “El Litoral” de la capital santafesina, el sábado 18 de agosto de 1990, lo expresado por el destacado Profesor Oscar Tacca, en ese tiempo Miembro Correspondiente de la Real Academia de Letras, durante una entrevista.

“Aquellos años de Santa Fe, fueron los más lindos de mi vida.  Recuerdo grupos activos de gente muy joven, como el Retablillo de Maestre Pedro.  Allí participaban Fernando Birri, Miguel Brascó, Neda Costa… Casi paralelamente se constituyó el nuestro, que de manera un poco pretenciosa y rimbombante se llamó Academia de Ciencias, Letras y Artes.  Nos reuníamos en la casa de José Luis Víttori, quien la integraba junto con otros muchachos que después se destacaron en diversos órdenes: Virtú Maragno, Parreño, Hugo Gola, Raúl Schurjin, yo… ¿de quién me olvido?”

Graciela dijo en ese momento: “-¿Tal vez de López Rosas?” y el profesor Tacca respondió: “No. Él pertenecía a  un grupo ligeramente mayor.  Ya habían publicado algunos libros, y eran asiduos colaboradores de la página literaria de “El Litoral”.

“Los que dominaban las letras santafesinas eran Leoncio Gianello, José Carmelo Busaniche, Gastón Gori, Alejandro Lamothe, Zapata Gollán… y por supuesto, el patriarca: don Luis Di Filippo”.

Tras otra pregunta de Graciela: “-¿Por qué patriarca?”, esta respuesta:

“Porque además de ser uno de los escritores más conocidos, era muy generoso con nosotros, que recién empezábamos.  Con él siempre el diálogo era posible, siempre tenía palabras de estímulo, la mejor disposición para ayudarnos.  Algo que normalmente nos e recibe de las figuras consagradas.  ¡Ah!  No quiero olvidarme de Delia Travadelo, una de las pioneras de la literatura infantil. Qué lástima.

“¿Lástima?” interrogó Graciela y expresó el Profesor Tacca que lamentaba “carecer del don de la ubicuidad, para estar a la vez en Resistencia y en Santa Fe.  Es que hay mucha gente que llegó después, y con quienes me gustaría compartir momentos, inquietudes, iniciativas, proyectos. Permitime ahora el recuerdo emocionado de gente como Pesante, como Lermo Balbi.

Acerca de si “quedó algún testimonio del grupo Academia”, Tacca dijo:

“Tuvimos una aventura: la revista ‘Laberinto’, de la que salió un solo número.  En el comité de redacción estaban Ramón Caropresi, Hugo Gola, Brascó, yo mismo, ¿quién más?

“El azar de la vida”…

Refiriéndose a Las voces de la novela, uno de sus libros, expresó:  “El lector oye voces.  La novela, más que visión es registro.  Y un oído atento, que sepa escuchar, oye la voz del autor, del narrador, de los personajes y hasta, eventualmente, podría ser la dedicatoria y la del lector mismo. (sic) En definitiva, la novela es una polifonía de voces que se responden”.

Consultado acerca de qué pasa con su narrativa, contestó:

“El azar de la vida, las obligaciones que uno va aceptando, hacen que a cierta altura de la carrera docente uno se dé cuenta de que ha descuidado lo que hacía con verdadera pasión.  Ya en Santa Fe escribí cuentos, y te confieso que no estoy libre del pecado de algún poema que incluso publiqué en ‘El Diario’ de Paraná.  En ‘El Litoral’ salieron algunos cuentos.  También en una revista, ‘Buenos Aires Literaria’, y en Madrid. Las obligaciones de la cátedra y el gusto por los problemas teóricos, la necesidad de publicar el fruto del trabajo, lecturas e investigaciones, me llevó al ensayo.  En Madrid el estímulo fue grande, pues entré en contacto con Dámaso Alonso y con gene de la editorial Gredos.  Allí apareció una ‘Historia Literaria’ y, también, ‘Las Voces de la Novela’.  Pero pronto me jubilaré, y ya estoy ansioso por retomar la carpeta de mis cuentos.”

“Motivos de alegría”…

Tras otra pregunta de Graciela: “-¿Cómo se autodefine Tacca ser humano”, respondió:  “Como un hombre optimista por naturaleza. Prefiero olvidar penas y dolores, y recordar los motivos de la alegría”.  Entre esos momentos, recordó sus vivencias en “Paraná.  Allí estudié literatura.  Viajé diariamente en las lanchas de entonces”…

Era el servicio de las lanchas La Sarita 1 y La Sarita 2 y de aquel tiempo, Tacca dijo: “Allí empecé a vivir la literatura con el deslumbramiento, la fascinación, la admiración por algunos escritores del Entre Ríos de entonces… Carlos Alberto Álvarez, Alfonso Solá González.  Y veía como a una figura mítica a Juanele Ortiz.”

Recordó como “otro motivo de alegría”, las felicísimas visitas de gente que venía de lejos, como Juan Ramón Jiménez o León Felipe.  ¿Puede ser otro?… La beca a Francia.  Fueron años muy lindos entre el ’50 y el ’52.  Había efervescencia en la cultura europea.  Asistía a cursos en la Sorbona, por ejemplo.  Después estuve un año en Madrid.  Me alojé en el Colegio Mayor Latinoamericano, donde conocí a jóvenes que después se destacaron muchísimo en las letras, como los hermanos Goytisolo y el poeta nicaragüense Mejías Sánchez.  También recibíamos visitas.  Julián Marías, Pedro Laín Entralgo, la gente que actuaba en torno de Ortega y Gasset, claro que esa gente estaba un poco silenciada por el Régimen.  También en España conocí a mi esposa, una madrileña con quien volví a la Argentina, y que fue la madre de mis tres hijos.”

Refiriéndose a su llegada a Resistencia, comentó:

“-Carlos Álvarez me trajo.  Le habían encomendado la organización de la Facultad de Humanidades, así que integró un plantel de profesores.  Yo me resistí al principio, sobre todo por el temor al clima Bueno, hace treinta años que vivo en Resistencia, hice mi carrera docente en esta universidad, acá me designaron decano.  ¿puedo con otro motivo de alegría?”

Dijo luego: “-Después de pasar momentos especialmente duros, (enviudé en 1975), reencontré a una compañera de estudios de la Escuela Normal de Santa Fe.  Estaba en iguales condiciones que yo, y nos casamos…

A la vuelta de los años y después de tantas ausencias, reencontré, como académico, a queridos compañeros de mi época santafesina.  Ya sabrás.  Me refiero a José Luis Víttori. Me refiero a Gastón Gori.”

Es oportuno destacar que tiempo después, cuando Oscar Tacca estableció su residencia en Buenos Aires, decidieron su ingreso como Miembro de Número en la Academia Argentina de Letras.

En torno al Quijote y Borges…

Cuando Graciela Geller le preguntó por qué decía “que las viejas novelas se convierten en nuevas, si la lectura es actual”, el profesor Oscar Tacca contestó:

“-Está un poco de moda hablar de la estética de la recepción.  Pero yo voy a circunscribirme a lo mío. En ‘Pierre Menard, el autor de ‘El Quijote’…”, Borges pretende que un francés del siglo XX escriba nuevamente ‘El Quijote’.  Sin copiarlo.  Le lleva mucho esfuerzo que su Quijote coincida textualmente con el de Cervantes.  El comentarista, que es Borges, sostiene que la obra de Menard no es una repetición de la de Cervantes sino otra, un Quijote del siglo XX.  Yo me entretengo en buscar las razones de Borges.  El emisor ha variado.  También el texto, por cuanto el lenguaje de ‘El Quijote’ de hoy es muy distinto del otro.  Pero, por sobre todo, el destinatario actual difiere totalmente del que tuvo Cervantes en el siglo XVII.  La interpretación de hechos y metáforas se ha modificado”.

Títulos de algunos libros editados:

  • Las voces de la novela.
  • Instancias de la novela.
  • El estilo indirecto libre.
  • Sarmiento y la Revolución Francesa (Segundo Premio diario “La Nación de Buenos Aires.)

 

Lecturas y promoción de la lectura: Nidia Orbea Álvarez de Fontanini.

 

 

 

 

 

 

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