Enrique Finochietto, nació el 13 de marzo de 1881, ingresó en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires en 1897; cuatro años después fue Practicante en el Hospital de Clínicas, en 1904 ingresó en el Hospital Rawson a cargo del Servicio de Piel y Enfermedades Venéreas. Han reiterado que tras egresar como médico cirujano, en el trienio 1906-1909 estuvo en Europa, “frecuentó hospitales centenarios de Alemania, Austria, Francia, Italia y Suiza, con la humildad de un discípulo lleno de imaginación y de coraje”. Regresó a la Argentina, hizo endoscopías y cirugía de tiroides.
En 1912-1913 estudió Dibujo para diseñar los aparatos que había imaginado en función de su experiencia quirúrgica.
El doctor Enrique Finochietto asumió “la jefatura del Hospital Argentino de París, recibiendo del gobierno de Francia por sus destacados servicios la roseta de la Legión de Honor”. Visitó Estados Unidos y regresó a la Argentina. Fue nombrado profesor de Clínica Quirúrgica, presidente de la Sociedad de Cirugía y Miembro de la Academia de Medicina. En 1933 fue declarado profesor honorario de la Universidad de Buenos Aires. “Su servicio en el Hospital Rawson ha sido una escuela de cirujanos frecuentada por estudiantes y graduados que no sabían que admirar más en él: si lo perfecto de su técnica, la belleza de su trabajo, o la maestría de su desempeño, que tenía la virtud de simplificar y solucionar fácilmente los problemas más angustiosos y difíciles.”
“En su servicio del Hospital Rawson había aceptado para que estudiaran y trabajaran con él a refugiados que habían huido del franquismo y también a otros de otros países por lo contrario. Él prescindía de sus ideologías. Como hombre, cuando estaba en presencia de otro hombre que padecía un drama físico que el podía conjurar, tenía su bisturí en la mano para poder corregir su situación; y cuando estaba en presencia del drama moral de un semejante, él se consideraba en el deber de servir como hombre a ese otro ser que sufría en la vida”. Destacó el diputado Nerio Rojas que:
“La vida de Enrique Finochietto, después de haber servido a tanta gente, es una lección moral para todos los argentinos”. [1]
“Enrique Finochietto, mago de la cirugía”…
Durante la sesión del 14 de mayo de 1948, al conmemorarse tres meses del fallecimiento del doctor Finochietto, fue leída la dedicatoria del libro El hambre de Nerio Rojas: “A Enrique Finochietto, mago de la cirugía”.
El Dip. Rojas -electo en 1946-, afirmó:
“Efectivamente era el mago. Había algo de misterioso en su silencio prudente, en esa expectación en que tenía al enfermo mientras él meditaba la norma que habría de seguir en su función sacerdotal y mágica de rehacer la naturaleza, porque ciertamente él la rehacía en sus intervenciones quirúrgicas. Era un mago. Yo he visto como superaba la técnica, que es un producto de la mano, con la fuerza llena de misterio recóndito que proviene del espíritu.”
“Hombre de ciencia cabal y exclusivo era Enrique Finochietto; hombre de estudio, hombre de ciencia y de conciencia que dedicó su vida a ayudar a los hombres en el dolor. Y en esa tarea no hacía diferencias. Era el cirujano de los millonarios del país y era el cirujano del pueblo. Por su prestigio, por su situación económica, por sus años… pudo muy bien, apartarse de la función hospitalaria” pero él decía: “Yo necesito del hospital porque necesito también operar a los pobres. Así era la esencia moral de este hombre extraordinario.”
“Por eso este hombre extraordinario no se desinteresó tampoco ante la política. Enrique Finochietto estaba por arriba de la política. No tenía vocación por ella; era la negación del político. Pero en su curiosidad permanente, en su conversación diario… él vivía preocupado por todo lo que era la vida cívica del país antes y ahora.
No se desinteresó jamás de la vida política porque él tenía suficiente cultura para saber que la vida política al final de cuentas tiene gran influencia en la vida de los pueblos, incluso en las ciencias y en el arte.” [1]
Lecturas y síntesis: Nidia Orbea Álvarez de Fontanini
[1] Argentina. Congreso Nacional. Cámara de Diputados, 1948, t. I, p. 340-342. Homenaje: discursos de los diputados Oscar Bidegain y Nerio Rojas.
[1] Argentina. Congreso Nacional. Cámara de Diputados, 1948, tomo I, p. 340-342. Homenaje. Discursos de los diputados Oscar Bidegain (Justicialismo) y Nerio Rojas, de la Unión Cívica Radical.