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2003: Ecos desde la Biblioteca Nacional…

La Biblioteca Nacional: “símbolo del país”.

Más datos para la historia de la Biblioteca.

Causas que perduran un año después.

Hay más lectores.

Un año para “combatir el desorden”.

Microfilmación y digitalización.

 

Distintos medios informaron que no hay un inventario de  los bienes culturales que pertenecen a la Biblioteca Nacional y se ha destacado que “el propio director” -el filósofo, Licenciado Silvio Maresca- admite que no sabe cuántos libros comprenden el acervo de la institución”.

(Como suele suceder en diversas bibliotecas del país –escolares y/o populares según la ley 419 de 1870; en alguna de legislaturas provinciales e incluso en el Congreso Nacional, la proporción de personal especializado –bibliotecólogos- suele ser mínima con relación a personal adscripto o titulares sin formación (en algunos casos ni siquiera con indicios de aproximación a la lectura).

La Biblioteca Nacional: “símbolo del país”…

Desde los primeros días de enero de 2002 y tras diez días de sucesión de diversos reemplazantes, fue presidente provisorio el doctor Eduardo Duhalde –candidato para ese cargo en las elecciones de 1999 cuando resultó electo el Dr. Fernando de la Rúa, en tales funciones hasta su renuncia el 20 de diciembre de 2001).  Tras las elecciones de mayo de 2003, asumió el doctor Néstor Carlos Kirchner –con aproximadamente el 22% de votos positivos-, ya que no hubo segunda votación porque el ex presidente Dr. Carlos Saúl Menem que había obtenido el máximo de votos, decidió no participar y directamente quedó ratificado el ex gobernador santacruceño.

El director de la Biblioteca Nacional, informó que registran “350 empleados” –cien no terminaron el secundario; 150 son contratados-, “sólo 50 son bibliotecarios” -es razonable interpretar que tendrán conocimientos actualizados de bibliotecología-; quince más que al asumir el actual director.  Otros datos son reveladores del estado de ese servicio  porque “se encontraron 60.000 volúmenes sin identificar”, “se perdieron algunos archivos donados”…

El periodista destaca:

“Los datos no son mérito de ninguna pesquisa periodística. Con rabia y dolor, los brinda nada menos que el director de la Biblioteca Nacional.

‘Desde que un libro entra hasta que está a disposición del lector puede pasar entre un año y medio y dos. No es un problema de presupuesto. Ni siquiera sabemos cuántos libros hay, porque no existen inventarios, ni de libros ni de la hemeroteca. No sabemos qué hay’ dice el filósofo Silvio Maresca.

Y agrega: ‘Hay que construir la Biblioteca Nacional, porque hoy no lo es. Sí es, en este estado, un símbolo del país’.”

Con tales deficiencias, los datos incluidos en una enciclopedia indican que es la más importante de Hispanoamérica, y el director dice:

“Queremos que sea la primera.”

(Distintos medios en varias oportunidades han observado que los lugares donde están depositados los libros no tienen la humedad ni la seguridad imprescindible para la correcta conservación.  Se suceden los directores desde que Castiñeira de Dios renunció porque interpretó que no disponía de los recursos para poner en marcha el Plan imprescindible y en la nueva sede que él inauguró siendo secretario de Cultura, insisten en que necesitarían aproximadamente “400.000 dólares” para instalar los equipos necesarios.

Más datos para la historia de la Biblioteca…

“Se encontraron 60.000 libros que no tenían ingreso formal en la institución. ‘Entre ellos -cuenta Maresca-, joyas como una Biblia políglota de 1516’.”

“Ya se han recuperado e identificado 10.000 de los 60.000 volúmenes», sostiene Mirta Alvarado, jefa del Departamento Depósito de Colecciones.
La falta de inventarios y el desorden, que según Maresca se remontan a 1955, cuando la biblioteca funcionaba en la calle México, sumados a la mudanza, han obligado a verdaderas excursiones de ‘arqueología bibliotecológica’ en los depósitos”…

Causas que perduran un año después…

El Director Lic. Maresca informó:

“Muchos empleados no ingresaron por antecedentes, sino por amistad”

“Los sueldos consumen $ 4,5 millones de un presupuesto anual de $ 7,2 millones”…

“…’Hay un egresado de una carrera humanística que figura en la categoría E, que sólo requiere haber aprobado la primaria. A ese profesional ya lo rescatamos. Lo habían destinado a trasladar libros’, acota Roberto Baschetti, jefe del Departamento Adquisiciones e Intercambio Bibliotecológico” mientras el Director “anuncia que en mayo comenzarán los concursos ‘con veedores externos’ que permitirán paliar el principal déficit, el de personal capacitado.”

Contrastes en la era de la computación y la informática…

“La función esencial de la biblioteca, según su director, es servir a los estudiosos y conservar la memoria impresa de la Nación. ‘Hoy hay que agregar la memoria que aparece en soporte electrónico, además del papel’.  Sólo se ha informatizado el material ingresado desde 1992, unas 200.000 piezas. El resto está registrado en los ficheros.
’Existen 16 bases de datos diferentes según el tipo de material -relata Carolina McNamara, jefa del Departamento de Procesos Técnicos-, además del sistema de fichas de cartulina.

De todos modos, la tarea de unificarlas ya ha comenzado”…

Un dato vergonzante…

“La dispersión que han sufrido los archivos de Rodolfo Puiggrós y Jorge Abelardo Ramos desalentaron otras donaciones. Maresca procura revertirlo y obtuvo la donación de la biblioteca y el archivo de Arturo Frondizi.

También procura que ‘regresen los investigadores, una de las razones de ser de la biblioteca. Muchos se alejaron porque el servicio no era bueno’.”

Hay más lectores…

“Según Elsa Rapetti, a cargo del programa Carta Compromiso con el Ciudadano, de los 178.532 lectores que concurrieron el año último, el grupo más numeroso fue el de los universitarios, seguido por los estudiantes terciarios, los profesionales, los estudiantes secundarios y los primarios. Al final de esta lista aparecen los investigadores.

Y, sin embargo, los lectores han aumentado un 15%; el sitio de la biblioteca en Internet recibe 15.000 visitas diarias y, como destaca Ana Da Costa, jefa del Departamento Producción y Servicios Culturales, la biblioteca cuenta con dos programas de radio y organiza exposiciones y conferencias.

Un año para “combatir el desorden”…

En la crónica periodística se destaca que el director Licenciado “Maresca tuvo que dedicar su primer año a lo elemental. ‘Combatir el desorden administrativo y evitar que se maltratara al lector. Lograr que los ascensores funcionaran, que los baños estuvieran en condiciones y hubiera tubos de luz para poder leer. La iluminación era una de las principales quejas de los lectores y en esto nos ayudó el Banco Galicia. Se conectaron los boxes de los investigadores a Internet y por primera vez en 10 años se compraron bibliotecas’.”

Microfilmación y digitalización…

“Entre los logros, destaca la realización de un proyecto iniciado por la gestión de Francisco Delich: el Centro de Microfilmación y Digitalización, un taller que informatiza el material microfilmado de los diarios más deteriorados del siglo XIX.”

(Con acertado criterio, el periodista Jorge Urien Berri de la redacción del Diario La Nación, termina esa nota expresando:

“Hijo de una bibliotecaria y un empresario, Maresca se ve obligado a combinar ambos saberes para revertir el estado de la Biblioteca Nacional. Tal vez siente que ya está en marcha, porque por primera vez en un año se ha hecho tiempo para volver a escribir sobre Nietzsche.”  [1]

 

(Agrego: el 10 de mayo de 2004, renunció el poeta Horacio Salas porque le resultaba casi imposible avanzar en su proyecto de organización de ese  servicio cultural.  Lo informado por distintos medios indica que “el caos” ya ha generado una original decisión del secretario de Cultura Torcuato Di Tella: pidió a los gremios que propongan a quien sería el nuevo director de ese organismo…)

[1] La Nación, Buenos Aires, 13 de abril de 2003, p. 18. Entrevista y comentario del periodista Jorge Urien Berri, recopilado aquí teniendo en cuenta la interesante información aportada a los fines de elaborar una aproximación a la historia de la Biblioteca Nacional de la República Argentina.

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