El 2 de mayo de 1982, el submarino nuclear de las fuerzas británicas Conqueror atacó y logró hundir al Crucero “ARA General Belgrano” que el 7 de diciembre de 1941 había soportado el bombardeo japonés en la base militar estadounidense sobre el océano Pacífico.
Trayectoria del “Fénix”…
El Phoenix pertenecía a la clase Brooklin y a fines de 1941 estaba fondeado en la bahía, al noreste de la Isla Ford.
El 8 de diciembre de ese año, el presidente estadounidense Franklin Delano Roosevelt informó al Congreso acerca del ataque japonés sobre la base militar de Pearl Harbor:
“Ayer, 7 de diciembre de 1941, el día de la infamia, Estados Unidos fue atacado repentina y deliberadamente por las fuerzas navales y aéreas del imperio japonés.” /…/ “No importa cuánto tardaremos en vencer esta invasión premeditada, el pueblo conseguirá una victoria absoluta”.
(El almirante Isoroku Yamamoto planificó esa operación militar con precisión: hundieron cuatro acorazados -cuatro más quedaron semidestruidos-, también fueron hundidos once barcos y destruyeron 188 avines sobre el aeródromo de Hickham y “2330 milicos en Malasia y Hong Kong e instalaciones estadounidenses en las islas Filipinas, UAM, las Midway y Wake”.) [1]
El Phoenix -Fénix en castellano-, fue adquirido en 1951 durante la primera presidencia del General Juan Domingo Perón por $ 7.800.000 (aproximadamente la quinta parte del costo original) y el 12 de abril de ese año fue transferido a la Marina.
El 17 de octubre de 1951 -día de la primera transmisión televisiva en la capital federal-, fue rebautizado en Filadelfia con el nombre 17 de octubre.
Quienes detentaron el poder a partir del 16 de septiembre de 1955 firmaron el decreto 2.141 del 5 de marzo del año siguiente, prohibiendo hasta el uso de palabras relacionadas con el gobierno nacional anterior.
En 1956 decidieron que ese crucero fuera reconocido con el nombre del “General Belgrano”, el creador de la Bandera Nacional…
Avance del “Conqueror”
El submarino Conqueror pertenecía a la clase Valiant/Churchill -4.368 toneladas- e integraba la Base en Escocia. Tras la instalación de las tropas argentinas en las Islas Malvinas el 2 de abril de 1982, dos días después se ordenó la partida hacia el Atlántico Sur.
Con el imprescindible apoyo logístico, en la tormentosa tarde del 2 de mayo atacó con “dos torpedos filoguiados Tigerfisch MK-24” al Crucero General Belgrano que se estaba fuera del área de exclusión establecida por los ingleses.
A las 16:01 -hora argentina-, en el buque sintieron un violento sacudón y una explosión que prácticamente aniquiló a los 1.093 tripulantes mientras desde el puesto de comando observaban la fuerza del agua que arrastraba maderas y hierros. Inmediatamente parte de la tripulación avanzó hacia las cubiertas altas y comprobaban que estaban rotas algunas escaleras, había puertas trabadas y el intenso calor con vapores, humo y gases de petróleo eran potentes obstáculos. Estaban inundados algunos sectores, en otros se expandía el fuego y la oscuridad generaba más dificultades. Algunos tripulantes decidieron bajar para auxiliar a los heridos. Informaron que “la inclinación (escora) aumentó 1º por minuto y el casco se hundía con mayor incidencia de popa, debido a la gran entrada de agua al espacioso hangar y a la sala de máquinas”. Enseguida, como prevención arrojaron las balsas al agua y al caer se abrieron automáticamente. Amarradas siguieron flotando y “a las 16.18, la inclinación del buque era de 20º, y el petróleo sobre la cubierta dificultó más aún los desplazamientos con el riesgo adicional de caerse al helado mar”.
En esas circunstancias y para proteger a los desabrigados tripulantes que llegaron hasta la cubierta, necesitaron usar como ponchos las mantas de lana de las camas.
El comandante de la nave Capitán de navío Héctor Bonzo, a las 15:23 ordenó abandonar el buque cuando las olas oscilaban entre los seis y diez metros de altura. Sobre algunas balsas cerradas se habían ubicado aproximadamente treinta personas mientras en otras había sólo tres, quienes no pudieron evitar la muerte porque la sensación térmica era de –20ª C y quedaron congelados.
03-05-2004 – Rescate…
El avión naval Neptune se aproximó a ese espacio las 13:15 del día siguiente y ochenta minutos después llegaron las naves de rescate:
…365 náufragos fueron recogidos por el aviso ARA Francisco de Gurruchaga; 88 por el ARA Bahía Paraíso y 276 por el ARA Piedra Buena.
El intenso oleaje influyó en la dispersión de las balsas y las tareas continuaron el 4 de mayo cuando fueron trasladados al puerto de Ushuaia en la isla de Tierra del Fuego, desembarcando al día siguiente.
Allí los esperaban los aviones que debían partir hacia el Hospital Naval de Puerto Belgrano. Lograron sobrevivir 770 tripulantes y en consecuencia, desaparecieron en las frías aguas 323 personas.
Homenaje a tripulantes santafesinos…
Por distintos medios informaron que entre los fallecidos habían registrado a los tripulantes santafesinos Adolfo Eduardo Mecca, Ricardo Reartes, Elbio Omar Vera y Cabo 1º René Ángel Tibaldo, residentes en la provincia de Santa Fe
El Centro de Ex Combatientes en las Islas Malvinas con sede en la capital provincial organizó varios actos destacando sus servicios en defensa de la soberanía nacional.
Por iniciativa de la concejala Susana Cámpoli (Partido Justicialista), al conmemorarse el 22° aniversario de esa trágica epopeya, en el barrio “Ledesco del Valle” -ubicado al este de la Granja “La Esmeralda” en Santa Fe de la Vera Cruz, se impuso el nombre de Adolfo Mecca a una plaza y tres calles fueron denominadas con los nombres y apellidos de los mencionados héroes.
Durante ese acto, algunas madres fueron entrevistadas por periodistas: la señora Sofía de Mecca expresó: “…la pérdida de un hijo es irremplazable… en la última carta que recibí después de que falleció, estaba feliz de estar en ese lugar….”
El Presbítero Gerardo Galetto –rector de la Universidad Católica de Santa Fe- bendijo las instalaciones y aludió a los vínculos de la familia Tibaldo con esa institución.
El sacerdote expresó:
“Puedo dar testimonio de que toda la familia ofrece este dolor inmenso por la Patria y eso nos mantiene a todos para tener fe y mirar hacia adelante. Es importante el testimonio para las generaciones que vienen”.
Ese día, también realizaron un homenaje en San Cristóbal y en la Plazoleta “Almirante Brown” estuvo el presidente del “Centro de Ex Combatientes” Sergio Manganelli junto a compañeros de distintas localidades y familiares de los caídos en el Atlántico Sur: “muertos en acción Julio Lobos, Néstor Córdoba y Atilio Acosta en 1986”. El oficial Juan Martín rememoró el momento en que el capitán del Crucero General Belgrano ordenó abandonar la nave y destacó la necesidad de “mantener vivo el recuerdo de los verdaderos héroes que quedaron en el Atlántico Sur” y de quienes “arriesgaron sus vidas… en defensa de la soberanía del país”.
Lecturas y síntesis: Nidia Orbea Álvarez de Fontanini.
[1] Crónica en El Gran Libro del Siglo. (Título original: Our Times –nuestros tiempos…- traducido por Teresa Florit Selma (1994, revisión Joseph Florit Capella, 1995,1996). Buenos Aires, Edición “Clarín”, 1998, p.302-303.