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1938 – Las Malvinas son argentinas.

El “grito de Santa Fe”.

La década del ‘30: historia casi ignorada por millones de argentinos.

“Las Malvinas son argentinas”.

Pobreza y ayudas.

Campaña radial – Pro-Malvinas Argentinas.

Recordación en Clorinda (Formosa)

Más adhesiones a la Campaña de las Malvinas.

Más adhesiones.

10 de Junio: actos en escuelas.

Documentada composición alusiva – “Las Malvinas”.

Nombramiento de Luis Vernet

Poema.

El “despertar del Patriotismo”…

Entre los argentinos, durante la presidencia de Hipólito Irigoyen era preocupante la situación de “15.272 obreros desocupados” según informe del Departamento Nacional del Trabajo en 1930 y tras la revolución del 6 de septiembre de ese año, durante el gobierno de facto del General Uriburu -con popularidad porque “tenía lo que hoy se llama ‘carisma’, se compartiera o no su acción”- aumentó la desocupación “en 1931 a 50.132, y en 1932 a 333.997”.  El doctor José María Rosa (h) inicia el sexto tomo de su Historia Argentina con el capítulo titulado “1932, el año terrible” y se refiere a la asunción del “general e ingeniero civil Agustín P. Justo” el 20 de febrero de ese año y aún con estado sitio  y por su decisión sin desfile militar.  Destacó su presencia “en traje de civil” y sus tres proclamas dirigidas al ejército, a la armada y al pueblo expresando: “…no he de desmayar hasta dar al sufragio la pureza que debe poseer”. Mientras tanto, grupos de manifestantes radicales intentaron incendiar dos diarios oficialistas, tiraron piedras contra el Jockey Club y otros edificios y “por orden del presidente ningún policía uniformado los molesta; pero vigilan y controlan discretos agentes sin uniforme.  Algún incidente con uriburistas, donde se disparan revólveres, es cortado con premura… No hay heridos ni ‘demorados’ y hasta el 22, “los radicales seguirán dueños de la calle, aunque no se haya levantado el estado de sitio.”Rosa, Hist.Arg., t. 6, p. 11-12

El “grito de Santa Fe”

En 1933 se recordaban cien años de usurpación inglesa en el territorio de las Islas Malvinas y ese año, diversas manifestaciones políticas y populares indicaron que “producido el ‘despertar del patriotismo’… el eco provinciano hacia una revisión de la historia fue inmediata.

En mayo de 1934 tres profesores del colegio nacional de Santa Fe, Alfredo Bello, José María Funes y el padre Alfonso Durán inician un movimiento por la repatriación de los restos de Rosas.  Su propósito iba más allá de un acto de justicia al Restaurador, pues exigían la revaloración de la historia argentina. / En agosto del mismo año el profesor cordobés Luis Martínez Villada se opuso en la Universidad de Córdoba a un homenaje proyectado a Alberdi, leyendo los párrafos de las Bases que hacían apología del capital y del hombre extranjero. /…/ Al tiempo todos los periódicos ‘serios’ –que hasta ese momento habían dado hospitalidad a los comunicados de las ‘comisiones de repatriación que se formaban en la República- hacen silencio para sus actividades.  El Director del Archivo Histórico de Santa Fe, Félix Barreto, que ha publicado la correspondencia de Rosas con Estanislao López existente en el repositorio a su cargo, con un prólogo favorable al Restaurador, es separado del cargo por orden de Lisandro de la Torre al gobernador Molinas.  La edición de ‘Papeles de Rosas’ que había escrito Barreto será secuestrada; unos años después se permitió su circulación, sin el prólogo del autor.”  [1]

Explica el historiador Rosa que “el problema no era Rosas, no era Rosas solamente.  No se trataba de enaltecer su figura ni disculparlo dentro de la historiografía liberal predominante.  Era el país –la clase gobernante del país- lo que estaba en juicio.”

A principios de 1934 se publicó “un libro que se puede calificar de revolucionario, La Argentina y el imperialismo británico de Rodolfo y Julio Irazusta” que señala el comienzo del revisionismo histórico: “en su parte tercera, Historia de la oligarquía argentina es el análisis de la influencia británica en la clase dirigente y reivindicación de Rosas por su acción frenadora del imperialismo.”  Desde las páginas de La Nación, “sin filiación política determinada, muy personal, muy independiente, Raúl Scalabrini Ortiz había llegado a la fama literaria a los treinta años con su libro –El hombre que está solo y espera-, agudo análisis del porteño de Corrientes y Esmeralda que se siente ajeno a la Argentina visible y audible que lee en los diarios y oye en los discursos políticos”.  Destaca el historiador Rosa que “vagamente ligado con la conspiración radical de  1933 sin ser radical, había redactado la proclama encomendada por Roberto Bosch, fue ‘demorado’ en la policía y obligado a optar entre ir a Ushuaia junto a los dirigentes radicales o emigrar a Europa. Optó por lo último.”  Allí estuvo hasta 1934: “meditó sobre la realidad argentina” y comprendió “la condición servil de la Argentina”.  Necesitó escribir algunas de sus conclusiones “sobre el coloniaje británico” y los difundió desde distintos periódicos hasta que en 1935 todos esos análisis fueron publicados en un folleto editado por FORJA –fuerza de orientación radical de la joven argentina-; sigla imaginada por el inquieto e inquietante Arturo Jauretche, otro forjador del pensamiento nacional mediante su constante prédica.  Scalabrini “en 1940 los edita en su editorial ‘Reconquista’, considerablemente ampliados con el título Política británica en el Río de la Plata.”

(Es oportuno tener en cuenta que en aquel tiempo, “en junio de 1938 una comisión de homenaje a Estanislao López, presidida por Alfredo Bello, ha conseguido reivindicarlo como el ‘prócer’ máximo de Santa Fe después de vencer resistencias del ambiente liberal.  El gobernador Manuel de Iriondo” –Manucho-, “de familia federal y antiguo secretario de Bernardo de Irigoyen” rodea de brillo la conmemoración del centenario de la muerte de López el 15 de junio de ese año.  Asisten las autoridades nacionales y se pone la piedra fundamental del monumento a López.  / Esa noche, en la recepción que se hace en el Club del Orden, Bello reúne a un grupo de historiadores para formar un Instituto de Estudios Federalistas que bregaría por ‘una ya impostergable revisión de la historia argentina’.”  [2]

La década del ‘30: historia casi ignorada por millones de argentinos…

En Santa Fe, en diciembre de 1933, los dirigentes de la Unión Cívica Radical votaron por la abstención pero los tucumanos al año siguiente decidieron participar en las elecciones provinciales.  En 1935 , los entrerrianos lograron que se levantara “la abstención el 3 de enero… pese a la resistencia de algunos viejos radicales”… Rosa, H.A. t.12, p. 139-155

Era el tiempo del fraude patriótico y Carlos de Alvear que “maneja el radicalismo como bien propio-, viajó por distintas provincias con el propósito de evitar mayores fisuras en el seno del partido radical y además, era necesario seguir promoviendo el triunfo del caballo del comisario.  Era necesario ir preparando el terreno para la futura elección presidencial, ya que “bastaba a los radicales la mayoría de la capital, Buenos Aires y Santa Fe para asegurarse el próximo presidente”…  Fue entonces cuando se puso en evidencia una vez más el poder de “Federico Martínez de Hoz, respetable hacendado y presidente de la Sociedad Rural” que “había sido llevado por Uriburu a la gobernación de Buenos Aires, transando una puja de candidatos del partido demócrata nacional” que como expresó el historiador Rosa, era un “caballero chapado a la antigua, no aceptaba un amaño electoral que fuese más allá de las ventajas permitidas al ‘caballo del comisario’.”  Tantas discrepancias aceleración la conspiración de un grupo de radicales y “el 7 de febrero ocurre la ‘revolución’.  Desde el Ministerio de Gobierno se deja sin custodia el despacho del gobernador, y grupos de maleantes de Avellaneda, que portan revólveres y armas cortas, acompañados de fotógrafos y periodistas (para ilustrar el ‘pronunciamiento popular’), irrumpen en la Casa de Gobierno y arrancan la renuncia del anciano.  Acto seguido la legislatura ‘convalida’ la revolución.  Con palabras amables por el ‘desprendimiento’ del gobernador, le aceptan la renuncia dándole las gracias por los servicios prestados”…  La maniobra ha sido burda y hay indignación contra los apresurados… Martínez de Hoz, “ha tomado la precaución, al advertir la pueblada, de ‘requerir’ telegráficamente la intervención federal.  Las cosas deben hacerse mejor.  Hay gestiones para que el anciano reitere buenamente su renuncia, pero el episodio lo ha molestado”.  En tal situación, en la legislatura bonaerense impulsaron la suspensión del gobernador y el juicio político pero una semana después, “el 14 el Gobierno nacional, en acuerdo de ministros, interviene al poder ejecutivo’ bonaerense al sólo efecto de cumplir la suspensión dispuesta por los legisladores.”  En el momento de concretarse la intervención, “como los más exaltados no ocultas sus revólveres, sufrirán la humillación de que la policía de Quilmes, requerida por el conductor, los detenga por portación de armas.”  Resultaba evidente que el reemplazo del gobernador apuntaba a “asegurar las elecciones de renovación gubernamental de noviembre”: además de “las burlas”… evidentemente se recurría “lisa y llanamente a la prepotencia, al fraude.”  Mientras tanto, desde una aparente posición “democrática”… se “prefería el fraude en el escrutinio (en las elecciones provinciales) o cambiar las urnas en el correo (en las nacionales), con protestas de corrección y de limpieza en el juego político”.

El 1º de mayo de 1935 durante un acto político, el doctor Lisandro de la Torre “fue invitado a subir a la tribuna” y después de referirse a “la política gubernativa que tiene entregado al país y sus riquezas al capitalismo extranjero”, “terminó con un aplaudido ¡Hombres libres del mundo, uníos!” -parafraseando la consigna orientada hacia los proletarios del mundo

Después, “la necesidad de asegurarse los electores presidenciales en Santa Fe fue la causa real de la intervención a la provincia”, cuando se estaba promoviendo que rechazaran “en el Senado el diploma del senador electo Gregorio Parera (elegido en la vacante que no alcanzó a ocupar Bordabehere)”, asesinado en el recinto de esa Cámara.  El doctor Gregorio Parera, se había adelantado renunciado a ese diploma.  Se sancionó la intervención en el Senado pero demorada en la Cámara de Diputados, el gobierno nacional la dispuso mediante un decreto firmado el 3 de octubre por el presidente en acuerdo de ministros.  Nombrado interventor el ministro de Obras Públicas Manuel Alvarado, en el momento de asumir hubo tanto desorden que “el ‘bastón de López’, tradicional distinción de los gobernadores que venía de los tiempos del Patriarca de la Federación, desapareció en la confusión.

En enero de 1937 el doctor Lisandro de la Torre decidió renunciar en la Cámara de Senadores, “poseído de un gran cansancio… luchaba a despecho de la conspiración del silencio de los grandes diarios y a despecho de la absoluta falta de solidaridad de los partidos opositores, radicales y socialistas” y “había permanecido en el Senado para impugnar, en reconocimiento a sus últimos amigos, la ley contra el comunismo” proyectada en 1932 y “despachada por la comisión tres años después como medida política para eliminar como ‘comunistas’ a los enemigos del Gobierno”, tal como consta en el diario de sesiones.

Hasta el 21 de febrero de 1937 debieron esperar los ciudadanos santafesinos para elegir a las autoridades provinciales.  Hasta el momento de abrir las urnas, aparentemente los votantes se expresaban sin dificultades pero al comenzar el escrutinio, “como se hacía en la misma mesa que había recibido los votos”, tanto los presidentes de mesa como los fiscales que habían sido adecuadamente seleccionados, extraían “la mitad de los sobres de la urna, reemplazándolos por otros” –firmados también  por ellos– y así “la tarea sólo demandaba un minuto y no se molestaba a nadie.  Después abría las puertas, y con el público presente en demostración de limpieza electoral, escrutaban la urna, que naturalmente daba la ventaja a los antipersonalistas… La sellaba y remitía a Santa Fe para que la Junta Electoral completara el escrutinio”.  En la provincia de Buenos Aires –y en la mayoría de las mesas situadas en distintas localidades-, el trámite era más breve porque cuando se presentaba el votante simplemente se lo despedía diciéndole: “¡Ya votaste!”

Así fue como algunos, “se sorprendieron del prestigio ‘radical’ de Iriondo, que después de cuarenta años de ausencia conseguía ganar dieciocho de los diecinueve departamentos de Santa Fe”…

El 5 de septiembre de 1937 se convocó a elecciones nacionales y tras esas ceremonias y los posteriores actos de proclamación de la fórmula triunfante, el 20 de febrero de 1938 asumió el presidente Dr. Roberto M. Ortiz, que había sido concejal, diputado nacional, ministro y

El presidente Ortiz, “al hacerse cargo habló de ‘velar por comicios limpios’.  No extrañó a nadie porque era un lugar común de los gobernantes elegidos en comicios manipuleados; no otro había sido el tono de Justo” –Agustín Pedro– en los seis años de su presidencia.  Nadie sospechó que lo dijera ciertamente”…

 

Mientras tanto, los niños argentinos si podían, iban a la escuela y aprendían a leer, escribir, sumar, restar; les contaban historias de la Historia Argentina, les describían diferentes paisajes y hablaban de los minerales, de la flora y de la fauna…

Algunos -los menos-, podían disponer de alguna revista o de libros adquiridos por sus padres para aprender algo más e ir formando la biblioteca familiar.

 

“Las Malvinas son argentinas”…

El 17 de junio de 1938, desde Buenos Aires se distribuyó el Nº 101 de “Figuritas” – La revista argentina del escolar que aparecía los viernes, con sede en la Avda. de Mayo 570, 4to piso. En la Capital Federal.  La dirección de la revista continuaba con el propósito enunciado meses antes, al pie de la primera página consignaba:

LAS ISLAS  MALVINAS  SON      ARGENTINAS

Pobreza y ayudas…

 (En esa página se destacaba: “Noticias halagadoras” e informaba que el Consejo Nacional de Educación había resuelto “la adquisición de ropas y útiles para los alumnos necesitados”… Después de algunos comentarios, en la nota expresaban: “…nos imaginamos el alborozo de todos ellos –que son muchos, los necesitados, al saber que pronto podrán tener su ropita presentable y que también podrán tomar los alimentos, que hoy les faltan, en los comedores escolares que ya funcionan y en estos otros tres que se crean por la acertada resolución de los consejeros.

Son cuarenta y dos mil niños que, en toda la república, tendrán sus ropitas nuevas; ya no sentirán disminuidos ante la presencia de sus compañeros; ese regalo que les cae del cielo servirá para estimularlos en su vida estudiosa, ya no tendrán necesidad… y eso es decir mucho. ¡Ojalá que dentro de muy poco, todos los que necesiten, puedan ser ayudados por esas manos piadosas que se tienden desde el Consejo Nacional de Educación, buscando y prodigando un alivio a su angustiosa situación!

Asimismo, se ha dispuesto la creación de trescientos ochenta y cinco cargos de directores y ochocientos ochenta de maestros… Se crean algunas escuelas, que vendrán a llenar y complementar las funciones de las ya existentes, de igual modo que se dispone la creación de nuevos grados.  Todo ello en distintas partes de la República, de manera de hacer más efectiva la enseñanza general”…)

Campaña radial – Pro-Malvinas Argentinas

En el número siguiente, en la primera página se destacó la importancia de la educación física y como sucedía en todas las ediciones, se reiteraba la consigna: Las Islas Malvinas son argentinas.  En la octava página, que era La Página del Profesor Plin, se anunciaba con recuadro y sombreado:

Ha empezado a Difundirlo el Eter:

¡Las Malvinas Son Argentinas!

Comentaba el Profesor que “la flamante colaboradora de nuestra revista, esa encantadora Perlita Argerich”, en su audición habitual “La Muñequita Maravillosa”, irradiada por “Radio Cultura”, el 11 de junio de 1938 había anunciado que “él hablará de su hermosa y patriótica cruzada, ‘Las Malvinas son argentinas’.”

Así fue como el Profesor Plin pronunció un extenso discurso –reproducido totalmente en esa revista, destacando que:

…la popularidad de esta noble causa está demostrada en el hecho de haber interesado a todas las clases sociales, de todo el territorio de la república.

Es que se invoca algo sagrado para el alma argentina: ¡El triunfo del derecho! Es que quiere inscribirse una página más en la brillante historia de la Nación, afirmándose y confirmándose que la razón de la fuerza sea vencida por la fuerza de la razón!”  Luego, el Profesor necesitó expresar:

“¡Cuánto deploramos que todavía no exista la televisión! El entusiasmo de nuestros amables oyentes hubiera tenido raptos de natural exaltación al contemplar el extraordinario contraste de este minúsculo personaje, todo candor, todo gracia, todo simpatía, todo inteligencia y sagacidad, delicada, amable y cordial, con las actitudes que asume, por momentos, de encantadora gravedad!…

(Comentó luego el Profesor Plin, que “estaba accidentalmente en la sala de transmisiones”, “ese noble espíritu de mujer que es la señora Laura Piccinini de de la Cárcova” y que “con el entusiasmo que la distingue, ha expresado su amplia adhesión y nos ha ofrecido su concurso”, igual que “la culta y distinguida compañera ‘Je Sais Tout’ animadora inteligente de la audición que tiene tantos simpatizantes en todo el país.”)

Recordación en Clorinda (Formosa)

 

El 13 de junio de 1938, en la localidad de Clorinda –territorio de Formosa-, “con motivo de cumplirse el 109º aniversario del decreto del régimen de gobierno para las islas Malvinas y las adyacentes hasta el cabo de Hornos, en la Escuela “General Urquiza” de esta localidad se realizó un acto público reivindicatorio del derecho argentino, al que concurrieron padres de los alumnos y las autoridades locales.”

Más adhesiones a la Campaña de las Malvinas…

En el número 102 de la revista Figuritas, continuaba el Profesor Plin con su prédica:

SI SON NUESTRAS LAS MALVINAS

¿Porqué Toleramos que Allí Flamee una Bandera Extranjera?

 

En el segundo párrafo de una carta enviada por M. Ontiveros Guerrero de la mencionada Escuela de Clorinda-, se manifestaba:

“Ojalá su campaña pueda interesar plenamente a los dirigentes de nuestra institución primaria, para que todas las escuelas del país, anualmente, (el 2 de enero… y el 10 de junio…, realicen actos con el propósito de mantener vivo el interés de reivindicar nuestros derechos de posesión sobre las Malvinas, conforme es el espíritu de la ley nacional Nº 11.904. / Esta escuela lleva como norma realizar estos actos cada 10 de junio.  Desde 1936 se conserva en el corredor principal del edificio un gran letrero artístico con la leyenda ‘Las Islas Malvinas son argentinas’…”  En el párrafo final consta: “Acompaño una composición sobre el mismo tema, del que es autor, el alumno de 5to. Grado, Miguel Achucano.”

El programa de actos enviado, indicaba que “por la noche se realizó un interesante acto literario-musical en el “Clorinda Lawn Tennis Club”.  El señor Fermín A. Bonastre pronunció una conferencia sobre el “Derecho argentino de posesión de las Islas Malvinas”.

Más adhesiones…

Durante el mes de junio de 1938, adhirieron a la campaña de reiteración de los derechos argentinos sobre Las Malvinas e islas del Atlántico Sur diversos establecimientos educacionales y asociaciones, entre ellos:

Asociación Ex-Alumnos Islas Malvinas de la Escuela Nº 24 del Consejo Escolar IX de la Capital Federal, comunicó que “la comisión directiva tomó con agrado su idea referente a colocar carteles en todas las escuelas con la inscripción “Las Malvinas son argentinas”.  Al final de esa nota, se destacaba:

“…en el discurso que pronunció nuestro presidente el 25 de Mayo, fueron largamente aplaudidas sus últimas palabras que decían: ‘Todos los argentinos, sin distinción de clase, deben saber que ante la conciencia del mundo Las Malvinas son argentinas’.”  (El Dr. Roberto M. Ortiz era el presidente de la Nación desde el 20 de febrero de 1938 y es interesante tener en cuenta que “la proclamación pública de la candidatura de Ortiz  había quedado detenida” -al comprobarse la gravedad de su diabetes- y “el 11 de junio la Cámara de Comercio Británica se apresuró a proclamarla.  Abogado, de los ferrocarriles ingleses y de muchas empresas británicas, su nombre tenía un eco auspicioso en la colonia”, como lo ha destacado el historiador José María Rosa. Historia Argentina, t.12, p. 162)

10 de Junio: actos en escuelas…

Desde la Escuela Nacional Nº 229 de Esquina (Corrientes), informaban acerca de los actos realizados el “10 de junio, día de las Malvinas” –algunos comentados en el diario “La Prensa” de la ciudad de Buenos Aires y también había adherido a la campaña, el “Centro Esperantista” de Mendoza, “solicitando a todos los asociados que en lo sucesivo estampen en los sobres la siguiente inscripción:

Las Malvinas son Argentinas – Las Malvinas Alpartenas al Argentinio

El Profesor Plin agradecía “la entusiasta adhesión de la Escuela Argentina; a la buena voluntad del presidente de la Comisión Protectora de Bibliotecas Populares, don Juan Pablo Echagüe” –el literato Jean Paul-, “que desde la primera hora prestara su incondicional apoyo a esta iniciativa, y al concurso de tantos y tan buenos amigos que con su acción incesante estimulan esta patriótica jornada. ¡Por las Malvinas nuestras, amigos!”

Hay que tener en cuenta que en la página 41 de aquella revista Figuritas –Nº 102-, con recuadro y titulado: “Las Malvinas son argentinas” se informaba: “En nombre de la Comisión Protectora de Bibliotecas Populares, obsequiamos a quien lo solicite un ejemplar del compendio de la obra de Paul Groussac sobre las Malvinas. Solicítelo a la dirección de FIGURITAS…”  En otro recuadro: “Muy interesante. Escuche todas las noches a las 22 horas Radiopolis por L. S. 4 Radio Porteña.”

(Recién el 17 de octubre de 1951 se concretó la primera trasmisión por televisión desde la Capital Federal, durante el acto oficial conmemorativo del sexto aniversario de la primera gran manifestación popular del movimiento justicialista puesto en marcha por el coronel Juan Perón.)

El 1º de julio de 1938 -Nº 103 de Figuritas-, Irene García residente en Ingeniero Jacobacci, Río Negro envió una carta al Profesor Plin  y expresaba su adhesión a la campaña: “…para unir mis voces a las de mis compañeritos americanos y decir muy fuerte Las Malvinas son argentinas y serán siempre argentinas”. p.8

Documentada composición alusiva – “Las Malvinas”

La composición enviada desde la Escuela de Clorinda -Formosa-, elaborada por “el alumno de 5to. Grado, Miguel Achucano era una interesante reseña histórica:

“Geológica, geográfica e históricamente las Islas Malvinas nos pertenecen.

Inglaterra se adjudica el descubrimiento, pero está probado que el primero en llegar al archipiélago fue un marino holandés, Sebalto Ustest, en 1650, y dio su nombre a las islas.

En 1764 un marino francés, Luis de Bongalvilles, desembarcó con tropas y cañones, tomó posesión de las islas y fundó un establecimiento que se llamó Port Louis, nombró un gobernador y bautizó las islas de Mallouines, del cual se deriva Malvinas en Castellano.

España protestó inmediatamente contra esta ocupación y Francia reconoció que había invadido lo que no le pertenecía y que esto era de otra potencia extranjera.

Francia abandona las islas recibiendo la suma de 618 mil libras esterlinas por la mejora y el establecimiento que ellos habían fundado.

Dos años después, en 1776 llega a las Malvinas una expedición inglesa tomando posesión de la misma en nombre de S. M. B. Y fundan un fuerte.

Una expedición de Buenos Aires puso fin a esta ocupación.  A partir de esta fecha España se preocupa en poblar esos territorios y colonizarlos.

La Argentina, independizada de España, continúa la obra colonizadora en las Malvinas, expidiendo el 10 de junio de 1829 el siguiente decreto:

1º.  Cuanto por la gloriosa revolución del 25 de Mayo de 1810 se separaron estas provincias de la dominación de España.

España tenía una posesión material de las Islas Malvinas y todas las demás que rodean el cabo de Hornos, incluso lo que se conoció bajo la denominación de Tierra del Fuego, hallándose justificada aquella posesión por el derecho del primer ocupante por el consentimiento de las principales potencias marítimas de Europa y por la adyacencia de esas islas al continente del Virreynato de Buenos Aires, de cuyo gobierno dependían.

Por esta razón, habiendo entrado el gobierno de la República en la sucesión de todos los derechos que sobre estas Provincias. La antigua metrópoli y de que gozaban sus virreyes, ha seguido ejerciendo actos de dominio en estas islas, y asegurando la protección debida a su población, el gobierno ha acordado y decreta:

Artículo 1º. Las Islas Malvinas y sus adyacentes al Cabo de Hornos en el Océano Atlántico serán regidas por un Comandante político y militar nombrado directamente por el gobierno de la República.

Art. 2º. La residencia del Comandante político y militara será en la Isla Soledad y en ella se establecerá una batería bajo el pabellón argentino.

Art.3º.  El Comandante político y militar hará observar por la población de dichas islas las leyes de la República y cuidará en sus costas y sobre la ejecución de los reglamentos sobre pesca de anfibios.

El decreto estaba firmado por Rodríguez” –Martín– y Salvador María del Carril.”p.9

(En esa publicación también se comunica que:

“Un noble educador salesiano nos dice: Muy oportunamente FIGURITAS con su patriótica campaña en pro de las Islas Malvinas, se adelantó al intento de abandonar el gobierno las Islas Orcadas. / Si Figuritas no hubiese despertado el interés público, fácil hubiese sido borrar del mapa las Islas Orcadas.”)

Nombramiento de Luis Vernet

“Se nombró Comandante político y militar a Vernet.

Vernet, de acuerdo con las leyes de su gobierno, avisa a los buques pesqueros de la prohibición de las leyes argentinas de cazar ballenas en sus costas, pero éstos siguen burlando sus disposiciones.

El cónsul de Norte América reclama del gobierno argentino la libertad de pesca en las Malvinas, pero al negársele declaró que al gobierno argentino no le asistía ningún derecho de prohibir la pesca en esas islas, puesto que pertenecían a Inglaterra.

Esta declaración injusta y vengativa provoca la usurpación de las Malvinas por el gobierno inglés.

El 20 de diciembre” –de 1832-,  llega el buque inglés Clío.  En el puerto Egmont fijó un aviso de posesión y el 2 de enero de 1833 llegó a Puerto Louis, en la Isla Soledad.  Se encontraba allí la goleta argentina Sarandi, al mando de José María Pinedo.

El capitán inglés mister Oslaw le manifestó que venía a tomar posesión de las islas en nombre de S. M. B. Que izaría el pabellón inglés, ordenando que dentro de 24 horas arriase el pabellón argentino, cosa que el comandante Pinedo se negó a hacer, pero la fuerza sin derecho se impuso y desde ese día flamea en las Malvinas la enseña usurpadora de Inglaterra en su afán de conquista y con el único derecho de la fuerza se reserva hasta la hora actual el usufructo de un territorio que no le pertenece.

Un país poderoso con la escuadra mayor del mundo realiza impunemente una conquista en un país joven y sin escuadra.

La Argentina reclama su derecho indiscutible, reitera sus reclamaciones cada diez años, pero cada nota oficial que llega con puntualidad, es archivada sin ser atendida.

Gracias a estas reclamaciones no pierde su derecho sobre las Islas Malvinas.

Y llegará el día en que Inglaterra comprenda que su actitud es injusta y que no debe seguir manteniendo en pie de conflicto internacional una cuestión que no tendrá su razón de ser en los estrados de un tribunal poco impresionable a las coacciones de fuerza.

La República Argentina no desespera del advenimiento de la mejor comprensión de su causa y sigue cifrando sus esperanzas en la feliz terminación de un fallo respetable.  Las Islas Malvinas fueron, son y serán siempre argentinas.”

(En el párrafo final consta: “Acompaño una composición sobre el mismo tema, del que es autor, el alumno de 5to. Grado, Miguel Achucano.”)

 

 

En la edición Nº 106 del 22 de julio de 1938, página 6, se destaca un recuadro:

Hay algo que se mantiene inquebrantable en nuestro pueblo: la devota fidelidad a las tradiciones que forman el credo cívico de la argentinidad.

En la misma página, “en sentidas décimas, un criollo le ley vierte su pena y su esperanza:

Poema

Hay en el mapa argentino,

Plantado en el mar profundo,

Un pedacito de mundo,

Que llora por su destino.

Una tierra que vino,

A quedar muy apartada,

Lejos de nuestra mirada

Por culpa de un buen señor,

Hoy de esa tierra el clamor

Llega en voz entrecortada…

Lloran sus pobladores

Con el llanto más sincero,

Y en el tono más austero

Piden calma a sus dolores.

La tierra de sus amores

De cuya vida son vida,

Los espera dolorida,

Abierto el seno sagrado

Donde el amor se ha gestado

Y una esperanza se anida.

Esas lágrimas sagradas

Derramadas a raudales

Son la causa de los males

De otras épocas pasadas

Donde justicias erradas

Clavaban punzante espina

A nuestra patria Argentina

Quitando al seno materno

Un hijo tan noble y tierno:

Las bellas islas Malvinas.

Justicia a gritos pidieron

Los hijos de las Malvinas.

Es esa sangre argentina

Que sus mayores les dieron,

Es la esperanza que vieron

Pasar por frente a su vida,

Es lo que nunca se olvida

Por más que diste el pasado

Es el grito más sagrado

hacia la madre querida.

Bendita una y mil veces

Los que con toda razón

Defendiendo con pasión

Van al que bien lo merece.

La fama y el valor crecen

De aquel que justicia grita;

Por eso es que Figuritas

Gritando por las Malvinas

Es la revista argentina

Que sobre todos gravita.

                     Pedro José Infante

(Santiago del Estero)

En la Escuela Fiscal Nº 224 de Zavalla, provincia de Santa Fe, el 10 de junio de 1938 los alumnos de sexto grado fundaron el “Centro Cultural Islas Malvinas” y asistieron a ese acto todos los maestros y alumnos. Informaron a la revista Figuritas: “A. Ponzelli, presidente; O. Galante, secretario; N. Scarcella, maestra”.

En el diario “La Comuna” de Tres Arroyos, provincia de Buenos Aires, en la página de Editoriales publicaron una nota con el título “Un aniversario” porque “se cumplieron 168 años de un hecho de armas que los argentinos no pueden dejar de recordar.

“Los ingleses habían ocupado por la fuerza, en 1866, la parte oeste de las Malvinas, a la que pusieron el nombre de Puerto Egmont.  España reclamó inútilmente por esta lesión de su soberanía, pero el gobierno británico, como de costumbre, dio la callada por respuesta.

La situación se iba prolongado y en el Río de la Plata comenzó a hacerse una atmósfera que culminó con un categórico expediente de Bucarelli, gobernador, encomendó  al capitán de navío don Ignacio de Madariaga, para que desalojara a los invasores de esas islas españolas.  El 10 de junio de 1770, Madariaga atacó furiosamente la posesión inglesa, que estaba muy bien defendida.  La lucha fue encarnizada y duró varias horas, hasta que el gobernador de Puerto Egmont capituló y arrió la bandera inglesa, que fue substituida de inmediato por la legítima, que en aquella época no era otra que la española.

Es un recuerdo que conviene refrescar, porque el hecho, tarde o temprano, quieras o no, se ha de repetir.  En ello los argentinos tienen empeñado su propio honor.”

………………………………………………………………………………..

 

Achucano, Miguel, 6, 8, 9

Scarcella, N. – Maestra, 11

Centro Esperantista de Mendoza., 7

Bonastre, Fermín A., 7

Echagüe, Juan Pablo -Jean Paul– (Presidente de la Com. Nac. de Bibliotecas Populares.), 7

Escuela “General Urquiza” de Clorinda (Formosa), 6

Escuela Nacional Nº 229 de Esquina (Corrientes), 7

Escuela Nº 24 de la Capital Federal (Asociación Ex Alumnos «Islas Malvinas», 7

Galante, O. – Secretario Centro Cultural de Zavalla, prov. de Santa Fe, 11

García, Irene de Ingeniero Jacobacci (Río Negro), 8

Ontiveros Guerrero, M., 6

Infante, Pedro José, 11

Ponzelli, A. – Presidente Centro Cultural de Zavalla, prov. de Santa Fe, 11

Radiopolis – Audición por L. S. 4 Radio Porteña de Buenos Aires, 7

 

 

[1] Rosa José María. Historia Argentina, t. 12. Buenos Aires, Oriente, 1992, p. 121-137.

[2] Ibidem. “Formaron el Instituto: Alfredo M. Bello, José María Rosa (hijo)” –el autor citado-; Alfonso Durán” -sacerdote, luego Monseñor-. “Clementino S. Paredes, Rodolfo Borzone, José María Funes, Félix G. Barreto, Raúl Ruiz y Ruiz, Víctor Juan Mazzuca, Arturo Valdez Taboada, Ulises R. Benuzzi, Luis Alberto Candioti, Juan Boneto da Forno, Leopoldo Chizzini Melo, Carlos Yparraguirre, Herberto Pagani, Tulio Jacobella, Vicente F. López (hijo). Boletín del Instituto de Estudios Federalistas. Santa Fe, nº 1, julio de 1938.

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