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Balbastro, Quinteros, Rossi, Tejeda (2006)

2006: Encuentros en el Arte  en el “Club del Orden” de Santa Fe.

Jueves 6 de julio.

La lluvia, es el poema.

Quevediana de los poetas.

Dos lámparas.

Penas y versos.

Húmeda pena.

Tú y yo.

Gracias a ti

2006: Encuentros en el Arte  en el “Club del Orden” de Santa Fe

Al iniciar el Ciclo Cultural 2006, la Asociación Santafesina de Escritores anunció que todos los primeros jueves de cada mes, a las 19:30 se concretarían sucesivos “Encuentros en el Arte”, con participación de escritores, exposición de pinturas y dibujos e interpretaciones musicales, en la sede del Club del Orden -fundado en 1853, Patrimonio Histórico Provincial-, calle San Martín 1936.

Una vez más la talentosa Myriam Morcillo sería la coordinadora de esa propuesta de educación permanente por el arte, con su insoslayable experiencia como intérprete de Poesías y organizadora de los fecundos “Encuentros con las Letras” que durante varios lustros congregaron a escritores, músicos y artistas plásticos en el auditorio y en la sala de exposiciones de la Fundación “Banco Bica” de Santo Tomé, ya casi en el ocaso del siglo veinte.

Reiteraron que apoyaba ese ciclo la institución “Jerárquicos de Salud” con aporte de recursos para la puesta en marcha del proyecto y la impresión de páginas informativas y plaquetas que donaban a los asistentes.

Jueves 6 de julio

La señora Morcillo después de agradecer a las instituciones auspiciantes, leyó un mensaje del gobernador adhiriendo al acto y presentó a “Nuestras Voces”, grupo de docentes que ella condujo interpretando dos poemas de José Bartolomé Pedroni: “La mesa de la paz” y “El edificio”.

Tras la lectura de algunos antecedentes personales, leyeron varios trabajos Estrella Quinteros -miembro de la Comisión Directiva de ASDE, agradeciendo a doctor José Rafael López Rosas -ex directivo de esa institución- su convocatoria en 1979 para trabajar conjuntamente en páginas literarias del diario “El Litoral”, destacando que continuó ininterrumpidamente desde entonces- y el poeta Horacio Rossi quien reconoció los aportes de generaciones anteriores.

En la plaqueta entregada a los asistentes, lo pertinente a la entrerriana Estrella Quinteros, residente desde la década del ’70 en la capital santafesina:

La lluvia, es el poema

“La lluvia que riega mis habas y

me retiene en el asa, hoy no es triste ni

melancólica y también a mí me aprovecha.”

Henry David Thoreau (1827-1862)

Llueve

y qué desatino, cuando la lluvia

es vertiente clara en la vereda.

Espumosa y ligera zona de agua.

Su canto

suspende la neblina

en la copa inmóvil de los árboles

para cantar sobre mundos anteriores.

Quedan mojadas las frentes

Pasiones sin remanso.

Me pregunto, si en cada hoja

ha de quedar escrito

lo que silencia mi mano.

Y, y si el ángel de la noche

Volará sobre el mar para rendir su olvido.

 

De Horacio C. Rossi, co-fundador del grupo Tupambaé (bajo la bignonia, en el hogar del talentoso Gastón Gori -doctor Pedro Raúl, ex miembro de la Academia Argentina de Letras desde 1983 hasta su fallecimiento el 17 de noviembre de 2004, día de su 89 cumpleaños) y de otros grupos, promotor de ediciones compartidas y de actos de difusión literaria en diversas localidades.

Quevediana de los poetas

es decir de los que hacen habitable el mundo.

 

Al fin liberados en el cado día

rindiendo camino tras vasto marchar

alegre andada llegando al hogar

azules celajes desliando su vía

cantando la gloria serena de mar

los ríos las sierras las lluvias los vientos

quitándole trabas a los sentimientos

tan felices gentes que pueden danzar

en ronda que gira de sueño en esfera

heraldos que insisten con la primavera

por franca tarea sin día ni hora

amigos festivos que cantan y cantan

nos contagian vida los miedos espantan

llegan y decimos ya vino la aurora…

llegan y decimos: ya vino la aurora

nos contagian vida los miedos espantan

amigos festivos que cantan y cantan

por franca tarea sin día ni hora

heraldos que insisten con la primavera

en ronda que gira de sueño en esfera

tan felices gentes, que pueden danzar

quitándole trabas a los sentimientos

los ríos las sierras las lluvias los vientos

cantando la gloria serena de amar

azules celajes desliando su vía

alegre  bandada llegando al hogar

rindiendo camino, tras vasto marchar

al fin liderados en el claro día…

 

Luego, leyó poemas Belkys Larcher de Tejeda, corondina y profesora de Letras.  Residió en la provincia del Chaco hasta que a fines de la década del ’80 regresó a su terruño. Desde entonces ha difundido su obra por distintos medios.  Coordinadora en un taller literario en la ciudad de Gálvez, departamento San Jerónimo.

Dos lámparas

Por la hechura del día

gotean /

con fidelidad a ultranza

un minuto / tras otro

arrastrando /

              cosechando /

                          almacenando

espacios de vida / que

se construyen

              multiplicando por dos.

Cuando la luz se tiende

 

Graciela Pacheco de Balbastro, una vez más se destacó por sus excepcionales actitudes. Dijo que le habían pedido sus antecedentes para la lectura y optó por dejar sobre la mesa los libros que había logrado editar en forma individual. Myriam demostró su capacidad de conducción y uno a uno fue leyendo los títulos, comentó que había leído el que utilizan en las escuelas  de la India, impreso en el idioma local y en castellano.

Es oportuno tener en cuenta, que sus primeros trabajos fueron incluidos en ediciones compartidas -relatos casi autobiográficos-, publicados en 1990 en la serie Palabras para compartir… tras la convocatoria de SEPA, Servicio de Educación por el Arte…  [1]

 

 

Expresó Graciela de Balbastro, que leería un poema breve porque aunque lo programado era aproximaciones a la Poesía, ella prefería leer un cuento.

Aquí, reiteración de los poemas impresos en la plaqueta:

Penas y versos

El poema se atraviesa,

se retuerce

sin poder dar forma a mi pena.

Y la pena se agrande,

se humedece

cuando pienso..

en ese otro poema.

Húmeda pena

La lluvia hoy es jinete de las hojas,

Encabrita gotas en los árboles

Y se mete en mi memoria

Trayendo otras horas, otras manos,

otras lluvias…

y el viento total que me devora…

Tú y yo

Áspera y dura

tu mano me recorre segura.

Se apropia del aliento

y en cavernas iluminadas

repite el juego de las sombras.

Gracias a ti

Cuando entre el follaje

de hojas invernales

asoma el sol a mi ventana

abro los poros,

quiebro pestañas

y sacudo

mi piel, nueva otra vez

en ésta, su más reciente morada.

El cuento que Graciela de Balbastro necesitó leer, era casi un disparatado monólogo en torno al “ombligo”…

 

(Los pícaros duendes -como suele suceder-, interferían con sus voces casi inaudibles, originales murmullos.

El duende Amarillo coherente con su vocación periodística susurraba:

“…lo cierto es que hemos dado pruebas de madurez literaria, plástica y musical. No confundir”… [2]

 

El duende Gris balbuceaba “…‘repetición de palabras y melodías’… casi como  ‘los Beatles’… que como destacó Victoria, no eran ‘escarabajos’…” [3]

 

El ecologista duende Verde, rememoró otras advertencias de la inquieta e inquietante Victoria Ocampo:

“no tienen nada de ese cantar con el ombligo… de un Elvis Presley” [4]

 

e intentaron esconderse entre la hojarasca…)

………………………………………………………………………………………………………………………

 

Aunque no hay señales acerca de Myriam Morcillo en la grisácea plaqueta, aún perdura el eco de su emocionante tono al destacar la participación especial del Conjunto Lírico Coral “Ensamble Vocal” dirigido por Elba Vera.

Casi como un prolongado acorde final, en la evocación se expande la resonante armonía del tenor Fernando Morello…

 

Martes, 18 de julio de 2006 – Hora 14:09:10

70º aniversario del comienzo de la guerra civil española.

Vivencias y síntesis: Nidia Orbea Álvarez de Fontanini.

 

 

[1] Proyecto de educación permanente por el arte desarrollado desde la década del ’60 por la docente Nidia Orbea Álvarez de Fontanini con sucesivos colaboradores y donados a bibliotecas escolares, docentes y estudiantes; remitidos a la Biblioteca Nacional del Paraguay, a España e Italia. www.sepaargentina.com.ar (desde noviembre de 2004).

[2] Ocampo, Victoria. Testimonios. Series sexta a décima. Buenos Aires, Editorial Sudamericana, mayo 2000, p. l11. Entre comillas, lo escrito por Victoria Ocampo tras regresar de un viaje por París, teniendo “la impresión” de que “cierta inmadurez política de que padecemos (acompañados abundantemente por nuestras hermanas latinoamericanas), predispone a todo europeo y norteamericano a achacarle las mismas deficiencias al standard cultural. No sé si tendrán razón, pero lo cierto es que hemos dado pruebas de madurez…”

[3] Ibídem, p. 113. Refiriéndose a Los Beatles, Victoria Ocampo escribió: “Beatle no es escarabajo (que por otra parte se escribe beetle.  Viene de beat, marcar el compás (battre la mesure)”.

[4] Ídem, p. 114 in fine.

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