Testimonios acerca de su asesinato.
Nacido en 1829, llegó a la Argentina el fraile franciscano “Hermete Costanzi” según el primer registro de sus datos y luego es identificado como Hermete o Ermete Constanzi o Ermete Constanze CFM.
Fray Constanzi se radicó en la provincia de Santa Fe; fue misionero franciscano del Colegio Apostólico de San Carlos – “Convento de San Carlos”.
En 1864, en San Javier, comenzó su labor evangelizadora con grupos tobas y mocovíes, aprendió a hablar en sus lenguas.
Dos años después, el gobernador Nicasio Oroño convencido de que “el ganado embrutece y el arado civiliza” como lo reiteró en distintas circunstancias, había “previsto que a diecisiete leguas al norte de San Javier, en el paraje ‘Pájaro Blanco’ se instalara la colonia suiza proyectada por el señor Constant Willart”.
“En ese tiempo, el Departamento Topográfico estaba desarrollando una ardua labor como lo reconoció el gobernador Oroño: ‘el plano de la Capital se halla terminado, el libro de extractos de los terrenos vendidos por el Gobierno desde 1857 hasta 1864, el registro de títulos revalidados, el arreglo del archivo de la extinguida Junta de Temporalidades y el registro gráfico de la Provincia está muy próximo a terminarse’.” [1]
El perseverante franciscano seguía desarrollando su labor apostólica y de acuerdo a lo dispuesto por el gobernador Oroño, los indios que estaban en las reducciones serían “colonos”, trabajarían en agricultura.
Así fue como se creó el Pueblo y Colonia Indígena de San Javier y era necesario empezar a trabajar en la construcción del templo.
El Padre Constanzi mientras continuaba su prédica como catequista, hacía lo que fuese necesario, tanto era albañil como carpintero, herrero o peón.
También han destacado que en el año 1868, el fraile Constanzi sorprendió a “un malón” cuando estaban robando. Detuvo al temible cacique Salteño y a su tribu, trasladándolos hasta Dolores, cerca del Fortín San Martín donde permaneció con 474 hermanos, quienes aceptaron la doctrina católica.
Sabido es que había organizado la “Reducción de San Antonio”, distante un kilómetro de Las Toscas y allí convivió junto a 419 indígenas mocovíes y tobas.
En esas circunstancias, el coronel Obligado fue padrino de bautismo de Mariano Salteño.
Desde entonces, tuvo una relación positiva con las autoridades recibiendo favores de tierras a cambio de proselitismo político.
Una situación semejante se generó con el cacique Mariano López que controlaba a las tribus de San Javier.
En aquel tiempo, en 1884 el Coronel Manuel Obligado estaba recorriendo la zona de los montes chaqueños con el propósito de ver cómo mejorar la protección de los colonos ante los rápidos avances de diversas tribus. Se encontró con Fray Constanzi trabajando con tales familias tobas y fue entonces cuando el Coronel decidió fundar en San Antonio de Obligado, un cuerpo auxiliar militar con funciones de policía e integrado con algunos de esos pobladores. Desde ese momento, el Fraile debió trabajar junto a “un oficial de carrera” y fácil es imaginar cómo cambiaron las relaciones interpersonales porque se comenzó a exigir una disciplina estricta que fue generando más y más violencia, que no se manifestaba por temor a los castigos.
Así fue como el 7 de marzo de 1877 -según han relatado-, a las tres de la madrugada, el total del regimiento indígena -aproximadamente 150 personas-, se sublevó y al primero que mataron fue al mayor de línea Marcos Piedra, luego al sargento Cleto, un indio de la reducción que era cacique de la tribu Yacomoretá.
Robaron lo que sería útil para seguir con sus defensas o asaltos y matanzas: carabinas Remington, sables, lanzas y reiteraron que aproximadamente seis mil tiros…
Continuó la rebelión ese día y luego en dos enfrentamientos se provocaron más muertes.
Por eso, es rememorado como “el día de la triple desgracia”.
Su fecunda labor educativa…
Fue maestro de escuela y eficiente agrónomo si era necesario promover el trabajo en huertas y chacras.
Vivió en la región chaqueña durante treinta y siete años y también desarrolló su misión pastoral en las Colonias de Helvecia, California, Francesa; en las localidades de San Javier, Romang y Pájaro Blanco.
Sabido es que “el misionero Constanzi rezó su primera misa en Las Toscas el 22 de julio de 1884 y abrió las puertas de la primera escuela; en ella formó unos cuantos jóvenes para la docencia y los acompañó hasta Santa Fe para que rindiesen examen de preceptores. El Dr. Mariano Quiroga siendo Director General de escuelas, les hizo entrega de los diplomas habilitantes y nombró al franciscano Constanzi subinspector ‘ad honorem’ en la sección 6, desde el arroyo del Rey hasta Florencia, en una extensión de treinta leguas.”
Testimonios acerca de su asesinato…
La perseverante esperancina residente en la capital federal, poeta y escritora Gloria von Mende Viroglio -más conocida como “Gloria de Bertero”, rememorando parte de la vida de su abuela Luisa Bruhn Wagner de von Mende, destacó que su padre Pedro Bruhn conoció accidentalmente a Carlos Víctor Vicente Walter von Mende y que “viendo la capacidad del ‘alemancito’, le propone llevarlo a su casa como educador de sus hijos. Con el tiempo Carlos se enamora de Luisa y se casa con ella el 7 de junio de 1892 en Las Garzas, Departamento General Obligado.” [2]
Expresó Gloria que “de este matrimonio nacen 17 hijos.
Luisa se hace educacionista al lado de su esposo.
El profesor Mende comienza la docencia en Las Garzas en el año de su casamiento.
Luisa acompaña en los traslados a su marido como esposa y educadora.”
Destacó luego que Luisa Bruhn de von Mende “en Las Toscas contribuye con otras mujeres al arreglo de la iglesia, donde ejercía el sacerdocio, el padre Ermete Constanze C.F.M. Una mañana al entrar al templo, ven manchas de sangre frente al altar, las siguen y encuentran al sacerdote degollado, detrás del mismo. Busca Luisa a su esposo quien con otros vecinos hallan a los culpables. Unos criollos denuncian a los autores del hecho. Los encuentran, y la policía los coloca en un cepo -costumbre de la época-. Observan que uno de ellos mastica un papel. Se lo sacan y hallan escrita en él la orden de degollar al Padre Constanze, con la firma del caudillo de entonces, Francisco Layana. Motivo: el Padre Constanze defendía a la gente del campo que era explotada por los terratenientes.
Distintas crónicas han aportado más datos y en síntesis, que el 4 de enero de 1898 fue a visitar a un enfermo y cuando regresó a la primitiva capilla de esa localidad, murió en forma instantánea al ser golpeado con el caño recortado de un Remington. Con saña, el asesino lo degolló y trasladó el cuerpo hacia otro lugar del salón, revisó sus bolsillos y todos los muebles en busca de dinero.
Han reiterado que nada encontró y lógicamente, huyó.
También han escrito que de acuerdo al posterior testimonio del cacique Miguel, se tramó una historia involucrando a los aborígenes aunque lo habían matado algunos oficiales de la guarnición.
En otra crónica destacan que entre los vecinos señalaron al criminal y al instigador de ese asesinato. Como suele suceder aún a comienzos del siglo veintiuno, de acuerdo a lo expresado por el Padre Pedro Iturralde a principios de la década del ’30, ninguno fue penado por la Justicia. [3]
En las últimas décadas, han difundido más información acerca del noble franciscano.
La historiadora Bilma Edie Fiant, desde el Semanario Ocampense, rememoró el origen del primer templo católico en Villa Ocampo y destacó que “con planos del Ingeniero Olof Torsk”, en 1885 comenzó la construcción frente a la entonces “Plaza de las Palmas”, actualmente “Plaza Belgrano”. La descripción que la historiadora hace acerca de ese templo, es un esbozo que con imaginación puede transformarse en un cuadro virtual con distintos matices:
“Estaba formada por diez metros de frente y veinticinco de largo, tenía una espaciosa portada y en la parte media superior se elevaba la torre, cuyo extremo terminaba en un cono perfecto.
El piso era de baldosa formando un fino mosaico, las paredes pintadas al óleo y a los costados cuatros ojivas con su correspondiente cristalería de colores que se reflejaban en el altar mayor, dando al recinto un suave colorido.
Es de suponer que cuando se hace cargo de la parroquia de la colonia, en 1885, el padre Pedro José Trongé tanto la iglesia como la casa parroquial estaban casi terminada, puesto que el padre residía en Ocampo y además tenía bajo su cargo la dirección de las escuelas.
El libro de Acta Nº 1, comienza el dos de marzo de dicho año con el fallecimiento de don Emilio Bouvier, natural de Francia. La iglesia originariamente se denominaba con el nombre de Santa Rosa de Lima, Patrona de América, imagen que la señora María Adela, esposa del fundador encarga al padre Francisco Lapitz, párroco de la iglesia San Juan de Buenos Aires; no se conoce el motivo por el cual en su lugar llega la imagen de la Inmaculada Concepción, ya que los materiales a utilizarse tenían el membrete de Santa Rosa de Lima. El 9 de mayo de 1886 se inaugura la iglesia, siendo madrina la Sra. Gabriela Rochebrunrn de Riffard.
En 1888 luego de dos años se aleja de la colonia el padre Trongé quedando la atención espiritual, al igual que en 1884 a cargo del Mártir del Norte, Fraile Ermete Constanzi hasta 1891, fecha en que se hace cargo el Padre Samuel Papín, quien también reside en la colonia hasta 1896, donde vuelve atender a los feligreses de Ocampo el fraile Constanzi, hasta su asesinato ocurrido en 1898.” [4]
Sabido es que el inquieto e inquietante Padre Leonardo Luis Castellani Conte-Pomi, sacerdote jesuita que intentaron separar de la Compañía de Jesús, destacado periodista y escritor, reflejando la vida de Fray Ermete Constanzi creó el personaje “Padre Metri” generado tras otra mirada sobre la historia y a la vez casi una ficción literaria que algunos han reconocido como “su sabueso clerical”.
2001: más señales…
En la primera semana de julio, desde “Radio Amanecer”, el periodista Víctor Prandina informó que en la capilla de San Antonio, durante un acto presidido por el Administrador Diocesano Padre Efrén Agretti, “el Círculo Católico de Obreros de Avellaneda, el municipio de esta localidad y la comunidad toda, tanto de Avellaneda como de la localidad de San Antonio de Obligado se sumaron al acto de la presentación formal de la Solicitud de Canonización del P. Fray Ermete Constanzi”…
En distintas localidades suele ser recordado por su generosidad y perseverancia y tras sucesivas iniciativas impusieron su nombre a:
Biblioteca Popular “Fray Remete Constanzi”. Sede en Manzana 26 s/n. en Santiago del Estero.
Escuela Nº 6107 “Fray Ermete Constanzi” de San Antonio de Obligado.
El 2 de diciembre de 2004 informaron que se impuso el nombre “Avenida Fray Remete Constanzi”, al tramo de la Ruta Nacional Nº 1 en la intersección con la calle 27 (Cortada Barreto).
Lecturas y síntesis: Nidia Orbea Álvarez de Fontanini.
[1] Orbea de Fontanini, Nidia A. G. Apuntes para la historia de Sunchales. (Inédito, 88 páginas.)
[2] Bertero, Gloria de. Quién es ella en Santa Fe. Buenos Aires, edición de la autora, 1995, p. 372-374.
[3] Iturralde, Pedro. El Padre Fray HermeteConstanzi, misión franciscana. Buenos Aires, 1936.
[4] La historiadora Bilma Edie Fiant , en el párrafo siguiente escribió: “Todos los sacerdotes que se fueron sucediendo en la Misión de San Antonio, mantenían el recorrido de las distintas localidades de la región del chaco austral. En 1904 Monseñor Agustín Boneo, primer Obispo de Santa Fe realiza su primera visita pastoral a Ocampo, visita que se repite por segunda y última vez en 1911.”