1989-1995 Doctor Carlos Saúl Menem
De la gobernación a la Presidencia…
1989-1995 Doctor Carlos Saúl Menem.
De la gobernación a la Presidencia.
Opiniones de Marco Denevi sobre la amistad.
En torno a la economía social de mercado.
1989: importancia de las elecciones.
1983-1989: inflación, “australes” sin respaldo, hiperinflación.
Ecos de la “experiencia alemana” (1919-1923)
Moneda circulante en la Argentina (1935-1946).
1969: Argentina entre sueños y realidades.
1983: Cafiero y su alusión a “las botas”.
1989-1990: mirada sobre la Nación Argentina.
Directorio de Empresas Públicas (1986).
1989: ministros de Economía Pugliese y García Vázquez.
1984-1989: deprimente realidad.
1984-1989: situación financiera y medios de comunicación del Estado.
1989: proceso de privatizaciones.
Memoria necesaria: Alfonsín, sus amistades y “tercer movimiento histórico”.
1989: desorden administrativo y corrupción.
De las persecuciones a Carlos Saúl Menem.
Menem y la “Convocatoria a la Emancipación” (octubre de 1988).
1989: Angeloz, candidato radical.
Pilares de la revolución productiva.
Más opiniones. Muerte de don Vicente Saadi en 1989.
23-01-1989: La Tablada y el Movimiento Todos por la Patria.
Posición de Enrique Gorriarán Merlo.
09-07-1990: “Desfile del Reencuentro”.
Movimientos del coronel Seineldín.
Ocaso del gobierno radical: últimas decisiones.
Apóstoles en la lucha interna.
Logros de grandes empresarios.
Interdependencia política-empresarial
Gabinete y desafío del Justicialismo.
1989-1990: Menem y cambios en el rumbo económico.
Cuarta etapa del Justicialismo en el gobierno nacional.
Manifestaciones populares – Evocación del retorno.
1990 – Año Nuevo, planes nuevos.
La sombra de Rodolfo Terragno.
Gobiernos de facto en la Argentina a partir de 1930.
Cuerpo de Auditores Judiciales.
Camino hacia la unidad nacional.
Repatriación de los restos de Rozas.
Mensaje del Partido Justicialista de Santa Fe.
Septiembre de 1989: anuncio de los indultos.
En torno a una posible amnistía.
Viaje del presidente Menem a Estados Unidos.
Lucha contra el narcotráfico: Frente hispanoamericano.
Medio ambiente – Decisiones de la CONAPA.
Transformaciones y justicia social.
Déficit en las cajas de jubilaciones.
Deuda externa en 1985: “No es cuestión de dinero”.
1989: reprogramación de pagos.
En el exterior – Invasión en Panamá.
Gorbachov: otro hombre de la década.
Amistad y lealtad
Cuando el gobernador de La Rioja Dr. Carlos Saúl Menem comenzó su campaña política fue apoyado por amigos y militantes justicialistas, en su mayoría desconocidos más allá de las unidades básicas o de algún consejo departamental. Una visita a esa provincia en la segunda semana de marzo de 1986 permitió comprobar cómo algunos pobladores riojanos conocían a Menem y también a sus leales amigos.
Opiniones de Marco Denevi sobre la amistad…
Determinadas vivencias generan la evocación de lo expresado por Marco Denevi con respecto a la amistad entre los porteños por nacimiento o por adopción, a partir de la idea de que “la amistad, si no incluye a la complicidad, no es amistad” porque se cree que hay que ser amigo “en las buenas y en las malas, lo cual significa que debemos ser solidarios entre sí al precio de callar, siquiera públicamente cualquier verdad que perjudique al otro”.
Más de dos forman una trenza…
El escritor Denevi afirmó que “cuando intervienen más de dos se forma una trenza. Y si anda de por medio una profesión común se llama espíritu de cuerpo”. En tales circunstancias “simultáneamente exigimos un gran sinceramiento público y autocrítica para todos. ‘Sólo la verdad nos hará libres’, declamamos. Pero si se entremete la amistad, cambiamos de dirección y exigimos la complicidad… el sometimiento a la ley del bombo mutuo para los elogios y de la mutua vista gorda para los errores y, por qué no, para las deshonestidades”. Esa actitud frente a la amistad es la resultante del “temor de que le echen en cara haber cometido una traición. Transportada al terreno de la política, esta amistad no se perjudicará a sí misma pero hay que ver cómo perjudica al país”.
(Algunos acontecimientos posteriores demostraron la validez de esa reflexión de Marco Denevi.
Al presidente Menem la presencia y las actitudes de algunos amigos le exigieron un sostenido ejercicio de equilibrio entre lo que debe ser y ser hecho, lo que se quiere hacer y lo que se puede hacer prácticamente ya en el deslinde de la lealtad. [1]
En torno a la economía social de mercado…
El economista liberal –militar- Ing. Álvaro C. Alsogaray, que en 1956 fundó el Partido Cívico Independiente, en 1972 creó Nueva Fuerza y desde 1982 conduce la Ucedé -Unión del Centro Democrático-, ha difundido por distintos medios su convicción acerca de la eficacia de la economía social de mercado. Fue ministro de Economía en dos períodos (junio-1959 a abril-1961 y mayo a diciembre-1962); él mismo ha reconocido que durante su gestión “se intentó y en parte se logró” la aplicación de tales teorías. Hay que reconocer que los resultados de su experiencia económica no produjeron cambios notables ni perdurables.
1989: importancia de las elecciones.
Durante el período preelectoral de 1989 había advertido: “…La realidad argentina de hoy reviste efectivamente características tan especiales que permiten considerarla como un verdadero punto crítico. De él saldremos, para bien o para mal, a raíz de las elecciones de 1989: en ellas se juega el destino del país por muchos años.
La presente situación argentina guarda un notable parecido con la vida en el país después de Caseros. Treinta años de vigencia de un sistema autocrático y caudillesco, determinante del atraso y la anarquía imperantes en el país, habían quedado atrás después de una crisis que se resolvió militarmente; pero subsistía el problema de qué sistema habría de aplicarse en su reemplazo… Hoy como ayer, estamos dejando atrás 40 años de profundas perturbaciones en la vida nacional. Hemos experimentado el totalitarismo peronista de 1946 a 1955 y el intento de retornar a él entre 1973 y 1976, y hemos asistido también a ensayos híbridos de inspiración socialdemócrata bajo gobiernos peronistas, radicales y militares. El común denominador durante esos cuarenta años fue el sistema socioeconómico implantado por Perón en 1946, con sus correlaciones jurídicas y políticas, que con sólo diferencias de grado y forma rige todavía”. [2]
(Estos datos permiten entender e interpretar el desafío asumido por el Dr. Menem mientras la población soportaba una de las crisis económicas de mayor trascendencia.)
Nidia Orbea Álvarez de Fontanini.
1983-1989: inflación, “australes” sin respaldo, hiperinflación.
Es interesante tener en cuenta lo expresado por el Dr. Mariano Grondona: “Las dificultades económicas que el país enfrentó durante los gobiernos de Arturo Frondizi, Arturo Illia y María Estela Martínez de Perón eran leves si se las compara con la situación que atravesó la Argentina en 1989, siendo presidente Raúl Alfonsín. Con razón se ha expresado que “las dirigencias suelen olvidar el doble carácter del poder, su crecimiento y su descomposición. Así luchan ciegamente por acrecentar cuotas de poder en lugar de consolidar lo alcanzado. Y no reparan que la ganancia del presente es el factor principal de la decadencia posterior”. [3]
“Sin embargo a ningún sector de la opinión pública se le ocurrió que la solución fuese un golpe militar. Sin duda, los gobiernos de Frondizi, Illia y la señora de Perón fueron derrocados por dificultades económicas infinitamente menos graves que la hiperinflación desatada durante la presidencia de Alfonsín. El hecho de que en 1989 la posibilidad de un golpe militar ni siquiera haya sido sugerida indica, creo yo, que la primera lección -el respeto a la Constitución- fue absolutamente aprendida por la sociedad en su conjunto… A partir de los años cuarenta, sucesivos gobiernos habían jugado con la emisión-falsificación de moneda. Parecía una solución ideal: en vez de quitar a unos para dar a otros -que es lo que hacen los gobiernos cuando la moneda es firme- se cayó en la ilusión de dar a unos sin quitar a otros. Esta es la ilusión populista: creer que se puede ayudar a un sector sin afectar a otro. Para sostener semejante política hizo su entrada triunfal el recurso de emitir moneda aunque careciese de respaldo. Al parecer, la emisión superaba el gran dilema cómo ayudar a unos sin que fuese en desmedro de otros. Finalmente, en 1989 estalló la hiperinflación. Ese factor impedía cumplir los compromisos y era imposible máxime teniendo en cuenta que prácticamente no existía moneda, hasta que en el derrumbe final los argentinos vivimos la experiencia de no tener moneda. Ya no se trataba de una economía inflacionaria, sino de una economía desmonetarizada. Así terminó la experiencia populista.” [4]
El Ing. Alvaro Alsogaray destacó en 1989 que “la circulación monetaria creció entre 1983 y 1988 de 48 millones de australes a 35.000 millones, es decir, aumentó un 73.625 por ciento. Fabricamos moneda -insistió- a un ritmo del 76.625 por ciento”.
Los cálculos de los optimistas del alfonsinismo se habían revelado en el presupuesto elaborado para 1989, a pesar del 387.7% de inflación y de un déficit de alrededor del 5.5% del PBI. El gobierno radical, conjeturó para 1989 una inflación mensual del 5% -hasta un máximo del 78%, aunque desde la Nación se insistía en el “efecto Tanzi”, la insoslayable “depreciación que sufren los recursos debido a la aceleración inflacionaria” y en consecuencia, los crecientes desequilibrios en diferentes procesos de la economía nacional.
Ecos de la “experiencia alemana” (1919-1923)
Durante la sesión del 3 de julio de 1946 el Dip. Solano Peña Guzmán, tucumano, al ser propuesta la integración de una comisión especial encargada de investigar sobre las causas del aumento en los precios de los artículos de primera necesidad, recordó “el proceso de inflación observado en Alemania después de la guerra de 1914, con el que se demuestra en forma fehaciente que el alza de los precios se vincula directamente con la cantidad de papel moneda que emite el gobierno. En julio de 1914 la cotización del dólar en Alemania era de 4.2 marcos. Después de la guerra, en julio de 1919 llegaba a 14 marcos; en enero de 1920, a 64; en enero de 1922, a 191; en julio de 1923, a 350.412 marcos. El empapelamiento, que fue un hecho deliberado por parte del gobierno, lleva a la total depreciación del valor del marco; en agosto de 1923 un dólar valía en Alemania 4.620.455 marcos; en septiembre del mismo año 99.800.000; en octubre 25.260.000.000; en noviembre 15 llegó al tope con 4.000.000 de millones de marcos. En esta época los precios seguían un ritmo totalmente proporcional; variaban de hora en hora y en el comercio, los precios establecidos para la mañana se multiplicaban a la tarde. Los obreros debían cobrar sus salarios cada día, porque al día siguiente habían perdido casi totalmente su valor y en realidad, era cuando ellos podían concretar sus pagos.
Moneda circulante en la Argentina (1935-1946)
“En el año 1935 los billetes en circulación ascendían apenas a 966.000.000 de pesos argentinos; en diciembre de 1941 eran 1.380.000.000; en diciembre de 1942, 1.626 millones; en 1943, 1.885 millones; en 1944, 2.829 millones; en 1945, 2.829 millones y en junio de 1946 superaba los 3.000 millones”, demostrándose así que en una décadas se triplicó la emisión de moneda, mientras las estadísticas revelaban que en la Argentina había disminuido la producción de granos que históricamente constituye la base de las exportaciones y de acuerdo con los datos del Banco Central, también se produjo una disminución de la renta per cápita. [5]
1969: Argentina entre sueños y realidades
Se ha desarrollado una vasta teoría acerca de las características de la Argentina y de los Argentinos. En 1969 se estaba gestando el Cordobazo y avanzaba el terrorismo, cuando con una perspectiva constructiva se analizaban los problemas que incidían en la lamentable decadencia económica que se vislumbraba. A partir de una realidad: “La argentina ha tenido grandes hombres; ha pasado por hechos memorables; ha tenido un pasado de prodigioso crecimiento; ha organizado una sociedad civilizada en medio del desierto y la anarquía”; se destacó que “como un rasgo notable de su personalidad, la Argentina aspira a la grandeza y todo ello sirve como un basamento de gran solidez para erigir un futuro más amplio y vigoroso que el presente”.
1983: Cafiero y su alusión a “las botas”…
Es oportuno recordar lo expresado por el Dr. Antonio Cafiero antes de las elecciones de 1983, con respecto a las posibilidades de que si ganara el justicialismo: “…vuelven otra vez las botas”. Cafiero respondió: ¡Ellos se van a tener que portar bien! Nosotros creemos que si hay elecciones y ganamos, vamos a tener los medios y vamos a lograr el necesario consenso para que los golpes de Estado sean sólo un mal recuerdo en la vida política argentina”. [6]
El justicialismo perdió en esos comicios y al radicalismo le resultó bastante difícil contener las exigencias de los militares. El presidente Menem debió afrontar ese insoslayable desafío, fundamental para la consolidación de la democracia.
1989-1990: mirada sobre la Nación Argentina…
Dos décadas después, tienen vigencia algunas advertencias: “Miremos al país por todos los costados, tratemos de desentrañar la naturaleza de sus males, porque si un ansia profunda está viva en el alma de la nación esa ansia es la verdad, realismo y grandeza, tres rostros para un mismo y ferviente deseo de destrozar la insidiosa telaraña que nos envuelve y nos mantiene apresados en un mundo de países de avanzada que se distancian hasta perderlos de vista… La nación que aspire a ser fuerte, rica y grande debe poner su mirada en las que están por encima de ella, en la cúspide, no aumentar el coro de las que sólo saben quejarse sin hacer nada serio y vasto para salir del pantano”. “El gran tesoro argentino es que dispone de casi todos los colores de la paleta de los climas, en los que pueden ambientarse las más disímiles producciones y vivir el hombre blanco, (sic) y especialmente en que posee quizás la región más privilegiada de la tierra para producir alimentos. Es muy posible que tengamos insospechadas riquezas mineras, pero hasta ahora lo cierto y positivo es la portentosa pampa, la gran riqueza de tierras agrícolas y el petróleo”. [7]
El empuje industrial del primer gobierno del Cnel. Perón comenzó a declinar en 1955 y tuvo un breve impulso durante el breve gobierno de Frondizi. Las potencias europeas y norteamericana cuando terminó la segunda guerra, aceleraron el perfeccionamiento de sus tecnologías -incluso la armamentista-. Oportunas campañas publicitarias estimularon nuevas demandas para sostener ventajosamente la productividad y promover el constante desarrollo económico-social. Mientras tanto la historia revela que en este extremo de América se sucedían las alternancias de gobiernos democráticos – …transitorios- y de rígidos gobiernos de facto que en sus proclamas -con distintas palabras- reiteraban el sueño incumplido: forjar la grandeza de la Nación y lograr el bienestar de su pueblo. Después, había que abordar las secuelas de una pesadilla. En 1970 se afirmó que al analizar los problemas “vivimos la faz puramente emocional, sin contenido de reflexión, de la mentalidad de los sectores dominantes, faltando en consecuencia ese cierto asentamiento que ella debe tener para crear el clima propicio que haga fructificar las raíces de la industrialización generalizada… La pobre Argentina es vapuleada de aquí para allá como una pelota por los magos de turno, sin que acierte a enderezarse sobre sí misma, crecer internacionalmente y avanzar con seguridad por el sendero de su evolución como pueblo independiente”. [8]
Todavía las naciones latinoamericanas siguen “reclamando airadas (‘con indignación moral’) al coloso yanqui que abra la bolsa para que nos podamos desarrollar. Toda la retórica sobre el orgullo hispánico y el culto de su dignidad personal parecen un sarcasmo frente a esta actitud colectiva de mendicantes. La Argentina no está exenta de este clima de abdicación de todo sentimiento de dignidad nacional, aunque en el fondo de nuestro ser nos rebelamos porque hiere íntimamente el sentimiento que tenemos de la nación”.
1989: apoyo de la CGT
Posiciones en 1983
El presidente radical Raúl Alfonsín, designó sus ministros del Interior Dr. Antonio Tróccoli, de Educación y Justicia Dr. Carlos Alconada Aramburu, de Obras Públicas el Ing. Roque Carranza, de Economía Lic. Bernardo Grinspun, de Salud Pública y Acción Social Dr. Aldo Neri, de Defensa el industrial, político y periodista Raúl Antonio Borrás, de Relaciones Exteriores el Lic. Dante Caputo y de Trabajo y Previsión al veterano dirigente gremial y periodista Antonio José Mucci –nacido en Avellaneda en enero de 1932, gráfico durante 25 años- y en ese momento, residente en el barrio de Barracas, secretario gremial del Movimiento Nacional de Renovación Sindical, fundado el año anterior, impulsor de la democracia sindical y de la representación de minorías. La CGT aceptaba que uno de sus miembros integrara el gobierno radical tras la derrota del justicialismo en los comicios presidenciales de 1983. [9]
(En ese tiempo María Estela Martínez de Perón fue invitada a asistir al acto de transmisión del mando y por intermedio del Senador Martiarena y del ex ministro Arrighi envió el mensaje escrito unos días antes: “Anuncio mi decisión de regresar pronto al país para seguir sumando mi esfuerzo al de todos mis recordados y queridos compañeros”. Desde entonces su presencia siguió siendo fugaz y discreta tras el fracaso electoral de 1983.)
Saúl Ubaldini en 1988
El viernes 9 de septiembre de 1988 se realizó el paro general dispuesto por la CGT y el ministro Antonio Tróccoli con la experiencia de los once paros anteriores, dispuso que las fuerzas de seguridad contribuyeran a mantener el orden. Entre los miles de manifestantes, un violento grupo arrojó proyectiles de diferente especie contra las vidrieras e inmediatamente ingresaron en algunos comercios y hubo saqueos. Los policías reprimieron con mayor violencia. Desde Córdoba llegaba la voz de un Ángel… gobernador: “Otra vez el saqueo, otra vez la violencia, otra vez el patoterismo en las calles”. Los sindicalistas fueron desalojados del templo radical.
En vísperas del 17 de octubre de 1988, el secretario general de la CGT, el cervecero Saúl Ubaldini reconoció que esa conducción se autodenomina “parte esencial de un movimiento nacional hacia la liberación en busca de la justicia social”. Dijo: “…no aspiramos a formar parte de un mercado en el que cada sector regatea una parte del producto, en un antagonismo egoísta, sino a integrar una comunidad organizada sobre la firme base de la solidaridad social y el compromiso nacional”. En un comunicado se sostuvo que “este 17 de octubre cobra un significado especial para el pueblo trabajador de la patria después de casi un quinquenio de duro batallar defendiendo nuestros legítimos derechos constitucionales y el patrimonio, la producción y el trabajo nacional, contra una insensibilidad recalcitrante de planificadores y ejecutores de una estrategia socioeconómica de miseria, trazada desde afuera para consolidar la dependencia” y finalmente se destaca: “…este 17 de octubre, los trabajadores entramos en una nueva etapa que nos llevará a hacer efectiva la felicidad del pueblo, en el marco de la grandeza de la patria”.[10]
En el acto central del sindicalismo, organizado por la mesa sindical Menem presidente, realizado en el estadio de River Plate hablaron el presidente del Consejo Nacional Justicialista Dr. Antonio Cafiero, el candidato a vicepresidente Eduardo Duhalde y fue orador principal el Dr. Carlos Menem candidato a la presidencia de la Nación.
Ubaldini en 1989
A fines de septiembre de 1989 era cuestionada la permanencia de Saúl Ubaldini en la conducción de la CGT y se organizó un acto en la primera semana de octubre para proclamar una lista de unidad -impulsada por las 62 Organizaciones- encabezada por Ubaldini y el metalúrgico Hugo Curto con miras al Congreso ordinario del 10 de octubre. La Mesa de Enlace se reunió un día antes con el evidente propósito de demostrar que constituían la mayoría.
Directorio de Empresas Públicas (1986)
Al referirse al plan económico, el presidente Alfonsín en uno de sus discursos -en Villa Regina-afirmó: “…estamos escogiendo el único camino posible en una encrucijada histórica”. El 28 de noviembre de 1986 creó el Directorio de Empresas Públicas presidido por el Dr. Enrique Olivera y con los consejeros ingenieros Miguel Roig, Carlos Tramutola -de Techint, dirigente de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa-, Javier Gamboa y Manuel Madanes, Dres. Miguel Martínez Prieto y el Licenciado en Economía Héctor Daniel Massuh, destacado empresario de la industria papelera, un investigador sobre el mal argentino… una de las causas de los últimos veinte años de decadencia. El objeto de esa creación era lograr un funcionamiento racional en las doce empresas que dependían de ese Directorio: Yacimientos Petrolíferos Fiscales, Gas del Estado Sociedad del Estado, Agua y Energía Eléctrica Sociedad del Estado, Servicios Eléctricos del Gran Buenos Aires, Ferrocarriles Argentinos, Administración General de Puertos Sociedad del Estado; Empresas Líneas Marítimas Argentinas; Obras Sanitarias de la Nación, Empresa Nacional de Correos y Telégrafos e Hidronor. Massuh reconoce que en las primeras reuniones fue evidente que el objetivo principal era “reducir el personal ocupado”, “que no excedían del 10% del total de los egresos gastos”, aunque él consideraba que lo más importante era resolver los mecanismos que permitían “las compras sin control alguno, la mala inversión pública y las pérdidas millonarias, pero ocultas, de las empresas públicas por juicios iniciados en su contra y frecuentemente perdidos” y en consecuencia, disponer que “los puestos gerenciales más importantes de las empresas del Estado fueran cubiertos por profesionales elegidos por concurso público y que su estabilidad en el cargo fuera garantizada por el Parlamento Nacional”, a fin de “despolitizar el nombramiento de los gerentes y así elevar el nivel de idoneidad profesional. Por otro lado, este método de designación se podría transformar en un vehículo para la repatriación de muchos de los notables profesionales que habían emigrado del país.” Esas iniciativas no fueron compartidas por el presidente del Directorio y Massuh no se incorporó “a ninguna empresa en particular” y se dedicó durante meses al “estudio de la inversión pública en la Argentina, sus horrores, despilfarros y falta de productividad”. Pudo comprobar que la vigencia de la Ley 21.550 es inoperante porque generalmente no interviene la Secretaría de Planeamiento y la de Hacienda en la evaluación de los proyectos de inversión; “otras veces se soslaya esta ley por razones de política internacional o por el cumplimiento de acuerdos bilaterales que llevan al país a realizar obras o compras de bienes de capital sin un adecuado estudio de su conveniencia económica”. Massuh planteó “la paradoja financiera, que permite una curiosa situación: aparece la financiación antes que el propio proyecto”.
(En Santa Fe en 1996 se disponía de fondos del Fondo Mundial para la reconstrucción del Puente Colgante que por efecto de la creciente se derribó en septiembre de 1983 y sólo existían algunos esbozos de reacondicionamiento que no apuntaban precisamente a su reconstrucción. Massuh seguía insistiendo con su interpretación, “el mito de que suspender una obra es más gravoso que continuarla, incluso a cualquier costo”. [11]
En el año 2002 -gobierno de Carlos Alberto Reutemann, siendo presidente interino el senador Eduardo Duhalde-, los santafesinos celebraron que el puente -ya no colgante-, sirviera nuevamente para unir las dos orillas, sólo habilitado para el tránsito liviano y de peatones.)
1989: ministros de Economía Pugliese y García Vázquez
El ministro Juan Vital Sourrouille no supo o no pudo -de acuerdo a las hipótesis que argumentó Alfonsín cuando transmitió el mando al Dr. Menem- conducir eficazmente la economía nacional y a principios de abril fue reemplazado por el Dr. Juan Carlos Pugliese. El viernes 7 de abril de 1989 en un Ámbito Financiero se advertía que “el gobierno de Raúl Alfonsín va concluyendo sus 6 años tal como lo profetizaba su pésimo manejo de la economía, o sea en medio de un caos y un descreimiento generalizado”. Una crónica titulada “la economía entre la ingenuidad y la desesperación” informaba que el nuevo ministro de Economía de Alfonsín. había manifestado al salir de la Casa de Gobierno: “Apelé al corazón y me contestaron con el bolsillo” aludiendo al aumento del dólar -de 40 a 50 australes- y con esas expresiones ratificó las actitudes ilusorias del radicalismo con respecto a las actuales fluctuaciones financieras y económicas. Enrique García Vázquez -ex vicepresidente primero del Banco Central- intentó en vano dominar esa encrucijada debido a la inestabilidad cambiaria y a que las nuevas indexaciones en los depósitos incrementaban el déficit en dólares. Esas circunstancias incidían en la situación de los empresarios, quienes fueron informados por el ministro de Trabajo Ideler Tonelli acerca de la exigencia planteada por la CGT: 40% de aumento aunque anticiparon que no harán paros antes del 14 de mayo.
El dirigente radical Rodolfo Terragno, en un breve análisis sobre inversiones y divisas difundido en 1985 expresó que “un negocio consiste en sacar más de lo que se pone. Cuando alguien invierte un dólar, espera que el dólar se multiplique” y en una rápida mirada sobre la realidad argentina manifestó que “se invierte en dólares y se gana en moneda local… en australes”; reconociendo que “los australes sirven sólo para reinvertir o gastar en Argentina. Cuando llega la hora de remesar utilidades, el inversor cambiará australes por dólares. Si la riqueza que generó no ahorró importaciones ni fue (siquiera en parte) exportada, el inversor se llevará dólares que no generó. Su empresa habrá creado bienes y empleos en Argentina, pero él se irá con algo esencial para asegurar todos los bienes y empleos que el país necesita: divisas”. Luego advirtió que “hay una sola manera de ganar dólares: exportando. Si el país no gana todo lo que necesita (o si tiene que desprenderse de demasiados dólares para pagar dividendos, regalías o intereses) tiene un déficit. Hay una sola manera de financiar ese déficit: endeudándose. Más tarde, para devolver los préstamos (y pagar los intereses)… habrá que ganar dólares. Para ganarlos… habrá que exportar. Si no… habrá que endeudarse aún más. Esa es la trampa en la cual Argentina se debate desde hace tiempo”… y es lógico reconocerlo, es la trampa que no pudo -o no supo– desarmar el radicalismo durante su gobierno nacional, en el período 1983-1989.[12]
1984-1989: deprimente realidad
Durante la campaña electoral, Alfonsín había prometido disminuir la inflación y aseguró que “se reduciría durante el primer año a la mitad, es decir, del 434% anual heredado al 217% anual. El ministro de Economía señor Grinspun, debía conducir esas operaciones”. [13]
Al año y medio esa promesa se había convertido en una deprimente realidad: había ascendido a 1.134%. Era necesario buscar otro piloto de tormenta para la catastrófica economía. En marzo de 1985 asumió el licenciado Juan Vital Sourrouille, era evidente que se avanzaba hacia la hiperinflación; se imponía un estricto control en el déficit fiscal y fue necesario poner en marcha el plan austral para eliminar varios ceros y cambiar la moneda. Una vez más hubo contradicciones: se reconoció la urgencia de reducir el déficit fiscal y al mismo tiempo -por decreto- hubo un aumento masivo de sueldos. Aunque en junio de 1986 la inflación había descendido al 50%, después siguió ascendiendo. En realidad ese plan era semejante al aplicado por Martínez de Hoz y así como fue criticada la tablita, comenzaron las opiniones en contra del desagio que dispuso la progresiva depreciación de los valores que se habían acordado antes del congelamiento. Aunque se hablaba de las privatizaciones, al decir de Alfonsín después de abandonar la presidencia, porque no se supo o no se pudo, todo era postergado.
1984-1989: situación financiera y medios de comunicación del Estado
Aunque desde el radicalismo se levantaba la bandera de la libertad de prensa, todos los canales de televisión continuaron bajo el control del Estado y sabido es que aunque se habla de periodistas independientes, lo innegable es que existen empresarios libres y con los medios de comunicación oficiales es difícil que llegue al pueblo la información oportuna sobre hechos conflictivos. En ese tiempo, el gobierno radical realizó sucesivas emisiones de bonos -de diferentes valores-, continuó con la emisión monetaria sin equivalente respaldo, exigió un encaje mínimo bancario que acosó al sistema financiero. En julio de 1988 el desorden económico era de tal magnitud que obligó al equipo económico a imaginar rápidos cambios. En diciembre de 1988 la inflación anual alcanzó el 400 %, demostró que el fracaso del plan austral y la falta de confianza de los empresarios, inversores y trabajadores que se manifestaban por distintos medios.
El joven economista Walter Graziano desde el ámbito financiero, en ese tiempo escribió: “Según la antigua mitología romana, Saturno, padre de todos los dioses devoraba a todos los hijos que su esposa Ceres le daba apenas éstos nacían… La actitud del Estado en el mercado financiero me recuerda la fábula de Saturno. Hace escasos dos años la conducción económica emitió los primeros BARRA, BAGON y TIDOL, que mediante su plazo más corto y de mejor rendimiento prácticamente ‘devoraron’ a los antiguos BONEX. Pero claro, todo proceso tiene su fin y, apenas unos pocos meses después el Estado ya no tenía crédito para endeudarse a tres años y es así que debieron emitirse los primeros títulos a 4 o 6 meses”. Reconoció que en ese momento, “en la Argentina 27 diferentes Bonos nacionales compiten entre sí. Los hay de todo tipo, de corto plazo, de mediano plazo, Bonos de la era paleozoica como los BONEX, o con nombre de trabalenguas y muy modernos (LEPE, LEPO, LEPI).” Destacó que “estos bonos fueron colocados en forma totalmente irresponsable” y que en consecuencia, “en la Argentina se da la paradoja de que un monopolista compite consigo mismo, con lo que prácticamente arruina el monopolio y se autodestruye”. Advirtió Graziano: “Ojalá la moraleja sea aprendida y nos demos cuenta una vez por todas que por cuidar retazos de soberanía (empresas del sector público) hemos perdido la real soberanía: la capacidad de emitir moneda” y recordó que “El Presidente –Alfonsín- prometió en junio de 1985 que se acababa la emisión y no cumplió. Con el plan primavera prometió un dígito y no cumplió. Después del 6 de febrero –de 1989- prometió que no cambiaba ni de rumbo ni de tripulación, y hoy estamos en los botes salvavidas, a la deriva, y las olas de los índices de precios amenazan con ahogar a los pocos que aún sobreviven”, mientras seguía siendo un misterio si se podía creer en “un presidente que falta tan reiteradamente a su palabra de dar a los mercados la confianza y la tranquilidad que los mismos necesitan. [14]
En el lapso 1988-89 hubo corridas y feriados bancarios para evitarlas. Era imposible disponer de recursos para enfrentar los compromisos internos y externos y finalmente, el plan austral quedó sepultado en su primer aniversario cuando se anunció el plan primavera quizás como una metáfora que anunciara la posibilidad del retorno de los capitales golondrinas, aunque es sabido que todos los inversores no reconocen más fronteras que las de la especulación y se trasladan donde detectan rendimientos rápidos y seguros. El talento de Walter Graziano indicó que ese plan era “un conejo salido de la galera”, “lanzado con el accesorio de una fuerte propaganda que lo presentaba al mercado como una obra de arte”, aunque “los errores técnicos hacían prever la hecatombe que se produciría unos meses más tarde”. [15]
(Lo concreto es que el plan se fue autodestruyendo en ocho meses porque poco sirvió la propuesta de ahorro y la inseguridad, impidió el retorno de golondrinas mientras se observaba el revolotear de los cuervos de la corrupción y se percibía la cercana y demoledora hiperinflación.
Se acortaban todos los plazos, incluyendo el de las previstas elecciones presidenciales. Las expectativas del candidato radical Dr. Eduardo Angeloz -gobernador de Córdoba y ex compañero de estudios de Menem- se hundían en el abismo generado por esa catástrofe económica que conmovía a la mayoría de la población. El líder cordobés pidió un cambio de ministro y el autoritarismo de Alfonsín se manifestó en las pantallas de la televisión. El caudal de votantes disminuía para los radicales, día a día hasta que el 31 de marzo de 1989 fue reemplazado por el veterano Dr. Juan Carlos Pugliese mientras el valor de cambio del dólar seguía aumentando aceleradamente provocando incertidumbre en el mismo ministro, quien apesadumbrado por la incertidumbre que generaba su plan -o su no plan, sino simples medidas para superar la coyuntura-, manifestó a través de distintos medios de comunicación: “Les pedí con el corazón y me contestaron con el bolsillo” aunque por su formación y su trayectoria sabía que los intereses económicos tienen escasa relación con los sentimientos y se proyectan en función del enriquecimiento. El desenlace era previsible: Alfonsín tuvo que cambiar al ministro y asumió el entonces diputado nacional Jesús Rodríguez que con improvisadas medidas solo acentuó la tendencia a emitir cheques voladores y a invertir en dólares aunque fuera sólo en los mínimos montos de los salarios mensuales.
El gobernador riojano Dr. Carlos Menem parafraseando a Perón en 1946, cuando repetía Sígannos… en 1989 insistía con su consigna: Síganme… no los voy a defraudar. Pocos lo imaginaban presidiendo el futuro gobierno nacional justicialista.)
El Ing. Alvaro Alsogaray afirmó que el plan primavera fue “un experimento más de inflación reprimida, similar a tantos otros que se han realizado en el país y en el mundo” -entre ellos el plan de Gelbard en 1973 que culminó dos años después en el Rodrigazo– y destacó que “la inflación no es un monstruo que nos ataque de afuera, sino un fenómeno que crean los bancos centrales de cada país al emitir moneda espuria”.
El radicalismo enfrentaba un doble frente de lucha: el de gobernar controlando la economía, sin emitir moneda y el de perdurar postergando la solución de esos problemas para poder imponer sus candidatos en las elecciones presidenciales. Perdió ambas batallas y prácticamente se rindió ante la evidencia de su incapacidad para alcanzar el objetivo imprescindible: la seguridad económica y social.
En ese tiempo, Alsogaray advirtió: “… la herencia que recibirá el futuro gobierno será, por cierto, ominosa. El país se encontrará en su punto más bajo en muchas décadas. De él deberá partir la recuperación”. En consecuencia, destacó la necesidad de generar un plan de transformación a fin de “lograr el ‘shock de confianza’ que se considera indispensable para poner en marcha la recuperación del país de la manera menos traumática posible.” Sugirió “un programa de saneamiento monetario y financiero que asegure la estabilidad monetaria y la erradicación definitiva de la inflación” y ejecutar las “reformas estructurales” imprescindibles “para el crecimiento de la economía nacional.”
1989: proceso de privatizaciones…
El Cap. Francisco Manrique -retirado y activo participante en la política nacional- en 1979, durante un reportaje expresó a la periodista Emiliana López Saavedra que se “ha creado una vocación estatista en el país, de la cual no escapan los hombres de este gobierno”, refiriéndose al proceso conducido por el Tte. Gral. Jorge Rafael Videla. En consecuencia, Manrique destacó que “estando ya en el cuarto año, recién ahora se está empezando a tratar la privatización de empresas, que era cosa del primer día, sin embargo, sigue sin solución y se van a ver en dificultades, porque a veces se olvidan que son revolucionarios; y aunque quieran negarse ese título, son revolucionarios. Porque aparece un militar a que a lo mejor es interventor, que cree hacer las cosas bien ahora, las que antes alguien hizo mal. Y el resultado es que sigue pasando el tiempo y seguimos con la carga de esas tremendas empresas que no hacen más que destruirnos a todos, y que no hay presupuesto que aguante”. Durante el gobierno radical -1983 a julio de 1989- siguieron las empresas a cargo del Estado y los interventores fueron incapaces de disminuir las crecientes pérdidas. A pesar de cualquier crítica, era necesario impulsar un firme proceso de privatizaciones.
Memoria necesaria: Alfonsín, sus amistades y “tercer movimiento histórico”…
El ex fiscal federal Dr. Luis Moreno Ocampo ha destacado que si bien “Alfonsín rompió la tradición partidaria y nombró a personas sin revisar sus antecedentes políticos o sus amistades personales”, “en otras áreas fue diferente, quedaron procesados el Director Nacional de Aduanas y Funcionarios de la Dirección General Impositiva”. “En la Justicia la necesidad de conformar a la oposición y a los caciques provinciales llevó a realizar negociaciones que produjeron asco en el Senador Gass”.
Sabido es que el 29 de septiembre de 1989 el gobernador de Córdoba Dr. Eduardo Angeloz -segundo mandato, ex candidato a la presidencia de la Nación- hizo declaraciones periodísticas en La Nación y criticó algunos actos de gobierno de Alfonsín: “En algunos dirigentes aleteó la tentación del tercer movimiento histórico, pero se dedicó menos energía al movimiento de la economía y del bienestar de la gente”. Destacó que “no se supo consolidar el éxito inicial del Plan Austral” y recordó que se realizaron “alianzas insuficientes, extemporáneas o simplemente erróneas, como en el caso del denominado Alderete –Carlos, ex ministro de Trabajo– y dejamos de representar a muchos de los que nos habían votado en 1983”.
Además, siguiendo una inveterada costumbre en los directorios de las empresas públicas y de los bancos oficiales designó a políticos o personas ligadas a políticos, que de ese modo recibían las devoluciones de los favores que oportunamente habían realizado o bien eran premiados anticipadamente por los que realizarían en el futuro”. El hermano del Presidente, Fernando Alfonsín, fue designado para conducir el Programa Alimentario Nacional” –PAN- “ignorándose los méritos que había acumulado previamente en tareas similares”. [16]
(A fines de marzo de 1994, en la cuna de la Constitución Nacional, en la monumental e histórica ex Estación del Ferrocarril “Bartolomé Mitre” –tierra de nadie... en la sólida construcción de 300 mt2.- están depositados dos automóviles quemados que habrían pertenecido al PAN. “Precisamente al PAN pertenecieron o todavía pertenecen las oficinas que se encuentran en la parte superior de la estación, lo único que por el momento parece estar a resguardo de los vándalos a juzgar por el estado de las cerraduras que refuerzan cadenas y candados…” La Asociación Amigos de la Estación no ha podido impedir que desaparecieran aproximadamente de cuarenta metros de rejas artísticas que fueron cortadas con soldadores autógenos aunque todavía quedan balanzas, chapas y piezas de hierro de maquinarias que servirán para un futuro museo. Algunos galpones han sido destruidos por el fuego.[17]
Lamentablemente hay que reconocer que hubiesen sido bienes privados no estarían en tal estado de abandono, aunque quizás no pueda determinarse quién o quiénes han sido responsables de tantas pérdidas como consecuencia de sucesivas omisiones o distracciones.)
El “caso ELMA” (1987-1989)
Las investigaciones sobre maniobras fraudulentas determinaron que se investigara la autorización del presidente Alfonsín a ELMA S.A. para arrendar tres buques porta-contenedores por aproximadamente 66 millones de dólares (Decr. 720/86). Hubo licitaciones y cotizaciones, evaluaciones y decisiones y una denuncia de los gremios por el supuesto pago de sobreprecio. El fiscal Luis Moreno Ocampo afirmó que en julio de 1987, “en virtud de la forma en que se confeccionaron los nuevos pliegos, los buques que habían sido considerados inadmisibles pasaron a ser los únicos aptos. La manipulación de las condiciones de los pliegos es una de las formas clásicas de ocultar fraudes”. Destacó que a pesar de la denuncia de algunos diputados -justicialistas y radicales-, “ni los síndicos de ELMA ni la Sindicatura General de Empresas Públicas detectaron irregularidad alguna en la contratación” y recién en septiembre de 1989, la Cámara Federal ordenó el procesamiento del gerente general de esa empresa. [18]
El Fiscal Moreno Ocampo, el 30 de noviembre de 1988 estaba en Alemania, revisando los antecedentes por la compra de los buques, entre ellos un telex que probablemente era falso. El Fiscal ha reconocido que durante una entrevistar con el cónsul argentino en Hamburgo, el diplomático le “reveló una clase de funcionario argentino que también existe”, por cuanto le había manifestado que el telex se había enviado “desde Londres, pero fue el Gerente General en Buenos Aires quien ordenó que se valuaran los buques en 22 millones”. Esos “buques que no valían 13 ¿por qué no lo denunció?” -le preguntó el fiscal- y de inmediato surgió la respuesta con argumentos que pretendían justificar su silencio cómplice: “…Todos hicieron lo mismo. Yo no soy el juez de nadie. Cuido mi trabajo” y en consecuencia, Moreno Ocampo comprendió que “su frase revelaba que no estábamos tratando de casos aislados sino de un fenómeno de corrupción instalado en el sistema político y económico, en el cual era imposible marcar una diferencia entre distintos partidos políticos, ni siquiera entre modelos democráticos o autoritarios”. Aunque el Dr. Rodolfo Terragno “ministro de Obras Públicas dejó cesante a todos los sospechosos, el caso judicial no avanzó más allá de un procesamiento”. La investigación permitió comprobar que uno de los directores de la empresa argentina “había viajado a Alemania a realizar la compra pero no había firmado ninguno (sic) de los contratos, ni era mencionado por los demás compañeros”.
Sabido es que el delincuente más hábil, no deja huellas que permitan el posterior rastreo ni su identificación porque así asegura su impunidad. Es catastrófica la conclusión del fiscal sobre las posibilidades de lucha contra la corrupción: “el caso ELMA y los demás que conocí en los cuatro años siguientes me enseñaron que mi visión judicial era insuficiente para abordar el problema”. El Fiscal sostiene que “la cárcel no es la única sanción” y que “el solo hecho de ser puesto bajo proceso penal tiene un efecto estigmatizante”; aunque “también la mención en los medios periodísticos”, “puede implicar la pérdida de cargos y de prestigio”. En consecuencia -afirma-, hay “castigos informales” y “tenemos que aceptar que no sólo los jueces castigan”. Cabe agregar que el ciudadano puede castigar cuando vota, si veta a los cómplices de la corrupción.) [19]
1989: desorden administrativo y corrupción…
La experiencia con los pollos de Mazzorín -que representaron una pérdida de 50 millones de dólares al comprobarse que no eran aptos para el consumo- había impactado en la población argentina. En el Congreso Nacional los legisladores expresaron sus críticas, entre ellos el Dip. Alvaro Alsogaray quien ha reiterado que había “intervenido incisivamente en el famoso problema de los pollos, no porque esto interese en sí, sino porque no está bien gastar 50 millones de dólares para arrojar los pollos a un basural. Pero peor que esto es que el funcionario responsable de este hecho haya dicho abiertamente que de un plumazo podía destruir una industria. Lamentablemente esto es cierto, la industria avícola podía quedar destruida por una simple decisión de ese funcionario. De manera que no nos estamos refiriendo a la corrupción menuda sino a la gran corrupción. Ya hay tres casos muy conocidos: el de los pollos, el de Tierra del Fuego y el del Banco Hipotecario Nacional”, destacaba en 1989. [20]
El juez Miguel Pons intervino en la investigación sobre la compra y el contrato con los frigoríficos que debían asegurar su conservación. Las listas de préstamos otorgados por el Banco Hipotecario Nacional incluían nombres de políticos -entre ellos el Dr. Luis Changui Cáceres- quienes amparados por determinadas normas operativas dispuestas para sectores de menores recursos o gozando de privilegios, obtuvieron los fondos necesarios para adquirir y remodelar lujosas viviendas. En consecuencia, luchar contra la corrupción -la administración deficiente y el fraude- era otra demanda popular insoslayable. La inestabilidad económica alentó durante décadas el incumplimiento de la aprobación por el Congreso Nacional, de la ley de presupuesto en los términos que fija la Constitución Nacional, como lo destacó el Dip. Ing. Alvaro Alsogaray en noviembre de 1988, al hacer notar esa “irregularidad”, siendo “la quinta vez en este período gubernamental que no se trata el presupuesto a tiempo”.
Alsogaray advirtió en ese momento: “Existe un gran desorden administrativo. El tratamiento de estos cuatro presupuestos que en este momento tiene en consideración el Parlamento es una prueba de ese gran desorden.
Tenemos corrupción, y ala decir esto no me estoy refiriendo a la corrupción pequeña, a la coima, en fin, a todo lo que popularmente se conoce bajo ese nombre, sino a la corrupción institucionalizada, es decir, a aquella que se origina por determinadas leyes e instituciones existentes.”
Sólo después de solucionar esos gravísimos problemas sería factible que los legisladores pudieran evaluar las partidas pertinentes y producir los ajustes pertinentes, como sucedió en 1992.
Durante el gobierno del presidente Alfonsín funcionó el Centro de Estudios Penales del Banco Central -y el presidente Menem lo eliminó- teniendo en cuenta la lentitud con que ejecutaba las investigaciones en las causas penales por delitos en el sistema financiero. Algunos datos confirman esta acertada decisión: “el 23 de julio de 1982 Miguel Ángel Vicco y primo, Raúl Juan Vicco, habían iniciado el expediente 101258/82 solicitando la consolidación y refinanciación de sus deudas. El grupo era deudor de una serie de entidades financieras en liquidación…” y cuatro días después dos asesores del Departamento Administrativo Legal firmaron que “la refinanciación de la deuda sería una solución del asunto”. Hubo otros trámites y la Auditoría Legal del Banco Central en 1987 reconoció que hubo negligencia por parte de esos asesores y de los delegados liquidadores; todo había prescripto. El Dr. Roque Fernández advirtió que la prescripción fue en 1988. Los asesores del área legal fueron desplazados de sus cargos y se ordenó una auditoría. Una vez más, el mayor perjuicio lo soportó el Banco Central. [21]
(Quienes hayan escuchado las opiniones de los más destacados profesionales del Derecho y después hayan evaluado sus conclusiones por distintos medios de comunicación, cualquier ciudadano que se informe sobre estos hechos, se sorprenderá al recordar la calificación que hizo el presidente Alfonsín, al expresar que el gobierno del Dr. Menem era “el más corrupto de la historia”, quizás apoyándose en la difusión de los procesos iniciados por la Justicia a algunos de sus funcionarios, entre ellos al ex embajador en Chile Oscar Spinoza Melo que fue removido. Esa afirmación de Alfonsín, tiene implicancias semejantes a su velada referencia al Banco Ambrosiano como respuesta a la crítica del Vicario castrense cuando aludió a la corrupción durante su gobierno. Son algunas de las sutiles tramas de la hipocresía, palabra que los políticos generalmente repiten sin entenderla como tampoco comprenden -aparentemente- sus nefastas consecuencias. También habría que exigir que se tome en cuenta el vacío legal existente en cuanto a la toma de posesión de ministros, secretarios y subsecretarios aunque estén procesados, siendo que por la Ley 22.140 no podrían ingresar como personal de planta permanente en la administración pública.)
De las persecuciones a Carlos Saúl Menem…
Después de esas insoslayables catástrofes, el justicialismo fue votado para afrontar el desafío: continuar en democracia sin hacer demagogia. El Dr. Carlos Saúl Menem llegó a la presidencia con una trayectoria insoslayable: fueron significativas sus obras como gobernador de la Rioja hasta la noche del 23 de marzo de 1976, cuando expresó: “Espero que todo se solucione sin quebrar el orden constitucional, porque los responsables de una situación semejante deberán rendir cuentas ante la historia”. Ha sido reveladora de su fortaleza espiritual la etapa iniciada al día siguiente al ser trasladado al buque 33 Orientales y su posterior permanencia en el penal de Magdalena. Ha recordado en reiteradas oportunidades el dolor soportado el 7 de abril de 1977 cuando falleció su madre -Mohibe Akil- y no lo autorizaron para asistir al sepelio. Sin juicio previo, al año siguiente le aplicaron el régimen de prisión domiciliaria en Mar del Plata y en Tandil. Lo liberaron en febrero de 1980 y siete meses después volvieron a detenerlo. El ministro del Interior Leopoldo Harguindeguy lo destinó a “Las Lomitas”, una localidad formoseña de pocos habitantes y allí supo valorar la generosidad de los habitantes que lo ayudaron a resistir tanta persecución hasta que en 1981 obtuvo definitivamente la libertad.
El destacado justicialista riojano después de obtener la mayoría de los votos en la interna partidaria realizada el 8 de julio de 1988, comenzó su campaña política apoyado por Eduardo Duhalde, amigo del empresario de La Matanza Alberto Pierri quien cedió el primer menemóvil, bien diferenciado del Papamóvil que condujo a S.S. Juan Pablo II por la Avda. 9 de Julio el 7 de abril de 1987. Hay que recordar que el general Perón, el Líder del Justicialismo había insistido en que “para ganar una elección se necesitan votos”.
Menem y la “Convocatoria a la Emancipación” (octubre de 1988)
El gobernador Menem -abogado, vinculado a la industria vitivinícola- en octubre de 1988 desde La Rioja, difundió un documento titulado Convocatoria a la Emancipación. Convocó a militantes demócrata-cristianos, desarrollistas, intransigentes y ciudadanos de distintos partidos políticos provinciales para que juntos forjaran “la patria de Perón y Evita, la patria que quiere el pueblo”. Con el rostro sonriente, Menem terminaba todos los discursos con la misma invocación: “Por los niños pobres que tienen hambre, por los niños ricos que tienen tristeza, por los jubilados, por las amas de casa, por los trabajadores sin trabajo y las mesas sin pan, síganme, no los voy a defraudar”. Lo reiteraba en afiches y pancartas: Síganme, síganme, no los voy a defraudar. A fines de ese mes llegó a la Argentina Isabel Perón para completar algunos trámites referidos a indemnizaciones por perjuicios durante el Proceso, otros referidos a jubilaciones y sucesorios por un monto aproximado a los cuatro millones de dólares.
1989: Angeloz, candidato radical…
Se ha reiterado que la dedocracia alfonsinista había designado a su opositor: el cordobés Eduardo Angeloz, también con experiencia en sucesivas gobernaciones y ex-compañero de estudios de Menem.
(Es interesante recordar que el ex Fiscal -1987-1992- Dr. Luis Moreno Ocampo ha reconocido el ofrecimiento de apoyo a la campaña de Angeloz -3 millones de dólares, “la misma suma que pone Bulgheroni- que le había transmitido en su despacho, un abogado defensor de Carlos Correa -ex-gerente general del Banco Palmares acusado de administración fraudulenta-, con el evidente propósito de lograr la inmediata libertad. En 1995 Angeloz perdió las elecciones y cuando concluyó su mandato fue juzgado por enriquecimiento ilícito.) [22]
El candidato justicialista sabía que para convencer a los ciudadanos es necesario demostrar tolerancia en la pluralidad y perseverancia en el propósito. Desde el Congreso del Odeón -1985- planteó sin temores su firme decisión: aniquilar a las patotas neutralizando sus acciones con equipos capaces de desarrollar eficaces propuestas para superar los problemas políticos y sociales; ratificó que el peronismo será revolucionario o no será nada; anticipó que realizaría una revolución productiva. Pocos lo interpretaron correctamente y algunos grupos alentaban la esperanza de tener un estado benefactor como el de las primeras presidencias de Perón.
Pilares de la revolución productiva
Es oportuno recordar algunos argumentos sobre la defensa de la industria por ser el sustento de cualquier revolución productiva. Para defender la industria, el economista-empresario Héctor Massuh planteaba en ese tiempo ¿cómo podemos exigirle eficiencia internacional a industrias radicadas en un país donde es imposible conseguir un teléfono, un télex o que el Correo funcione? O donde las normas tributarias son tan inentendibles que liquidar un impuesto se ha transformado en una tarea casi artesanal. Qué decir de nuestra obsoleta legislación laboral y de nuestro caotizado sistema financiero que nos obliga a renovar nuestros pasivos cincuenta y dos veces en un año a un costo financiero que decuplica al vigente en cualquier país civilizado. Esto lleva a que una empresa en la Argentina pague, en un año, en concepto de intereses lo que otra empresa en otro país lo haría en diez años. .. Ni qué hablar de lo dificultoso que es obtener una conexión eléctrica, una habilitación municipal, hacer los trámites administrativos para exportar o importar un producto, asegurarse de que las industrias de proceso continuo no tengan cortes imprevistos de suministro eléctrico”. [23]
Massuh expresó su esperanza: “…que en los años por venir la Argentina recupere la modesta convicción de nuestros abuelos inmigrantes que supieron hacer casi de la nada una gran Nación. Ellos creían profundamente que el único sistema económico posible es aquel en donde el bienestar individual y colectivo es la consecuencia directa del trabajo y el esfuerzo de todos los días.” [24]
Más opiniones. Muerte de don Vicente Saadi en 1989…
La amistad existente entre los doctores Vicente Leónides Saadi y Carlos Menem ha generado inolvidables anécdotas, algunas con rasgos excesivamente grotescos. Menem ha recordado en varias oportunidades que el viernes 8 de julio de 1988 el anciano catamarqueño le anticipó: Vas a ganar mañana. Y después vas a ser presidente. Cuando vayas a mi tumba, acordate: llegaste gracias a mí. El 10 de julio don Vicente Saadi falleció y cuando Menem abrazó a María Cubas de Saadi, supo que su compañero de militancia alcanzó a enterarse del triunfo y lo había estado esperando para felicitarlo.
Los viajes al exterior…
El radical Raúl Ricardo Alfonsín con su renovación y cambio, generó una original modalidad en las campañas políticas: los viajes al exterior para vender una imagen que sirviera de soporte a la otras ventas internacionales, además de intentar recorrer todas las provincias y la mayoría de sus localidades para captar los votos y al mismo tiempo ir evaluando los potenciales recursos regionales. Menem viajó con su esposa Zulema y su hija Zulemita Eva y una comitiva que incluyó al economista Domingo Felipe Cavallo de la Fundación Mediterránea. En las entrevistas con los presidentes de distintos países insistió en la necesidad de contar con el apoyo de sus gobiernos para lograr condiciones favorables en la negociación de la deuda externa. El candidato justicialista visitó a S.S. Juan Pablo II en compañía del Cardenal Eduardo Pironio y de Monseñor Antonio Quarracino, promotor del punto final en las causas vinculadas con la lucha antisubversiva. Cerca estaba José Luis Manzano y se informó que estudiaba algunas posibilidades de un intercambio comercial y cultural. En esos días Isabel había opinado sobre los presos políticos: “Hay situaciones en la vida, fáciles o difíciles, en las que debemos dejar los rencores de lado” y aunque Menem en un principio manifestó su desacuerdo, probablemente una posterior reflexión lo impulsó a otorgar el indulto.
23-01-1989: La Tablada y el Movimiento Todos por la Patria
El 23 de enero de 1989 el Movimiento Todos por la Patria tomó el Regimiento Nº 3 del Ejército y se atribuyó la organización al terrorista Enrique Gorriarán Merlo de 49 años, ex titular del ERP -Ejército Revolucionario del Pueblo. Entre los combatientes fue detenido el sacerdote Antonio Puigjané, condenado a veinte años de presión que cumple en la cárcel de Caseros. El fiscal Pablo Quiroga declaró en 1996 que “las armas correspondían a épocas del ERP e incluía lanzacohetes y lanzagranadas muy modernos” y que “existe la certeza de que Gorriarán Merlo estuvo en la Argentina un mes antes del asalto al cuartel, plazo en el que ultimó los detalles del ataque”. [25]
Jorge Baños, Francisco Provenzano y Carlos Burgos reivindicaban las acciones guerrilleras del terrorífico grupo. Baños, era uno de los abogados del Centro de Estudios Legales y Sociales, había asistido al homenaje al Obispo Mons. Enrique Angelelli presidido por el gobernador Menem en La Rioja en 1986 con motivo del décimo aniversario del asesinato.
(Corresponde tener en cuenta que durante la campaña electoral de 1989, el empresario Alberto Samid -dedicado al comercio de carnes- colaboraba con sus productos para los asados compartidos con parte de la militancia y en las estancias se reunían aproximadamente 5.000 comensales que alentaban la consigna: “Menem al poder. Seineldín es la garantía”. En 1995 hubo denuncias contra Samid por evasión fiscal e intervino la Justicia. Todas son historias de la Historia.)
Posición de Enrique Gorriarán Merlo…
A fines de 1987 se mencionó a Enrique Gorriarán Merlo (nacido en 1942) como el único sobreviviente de la dirigencia del ERP -grupo armado que en 1975 reunía a 3.000 militantes, la quinta parte con misiones militares-, liderado por Mario Roberto Santucho hasta que fue asesinado en su departamento situado en Florida (provincia de Buenos Aires). En abril de 1972 habían secuestrado al presidente de la Fiat en la Argentina, Ing. Oberdan Salustro y cuando la policía detectó dónde lo tenían decidieron matarlo. Intervinieron el 22 de agosto de ese año en la fuga de presos políticos y terroristas detenidos en el Penal de Rawson; en diciembre de 1973 en el secuestro de Víctor Samuelson, gerente general de ESSO en la Argentina, cobraron 14 millones de dólares de rescate y asaltaron el cuartel militar de Azul. Gorriarán Merlo -quince años después- reconoció desde la televisión argentina su protagonismo en el asesinato del ex presidente nicaragüense Anastasio Somoza, en diciembre de 1980, cuando permanecía en Paraguay después de su derrocamiento por los sandinistas, quienes de acuerdo con manifestaciones de Gorriarán habían apoyado el Operativo Reptil que les demandó ocho meses de tareas de inteligencia y de práctica de tiro en Colombia. Gorriarán describió su participación: “Yo tenía un fusil M16 y tiré sobre Somoza todo el cargador, los treinta disparos”.
El 17 de mayo de 1995 Gorriarán Merlo reivindicó por televisión, sin arrepentirse, todo lo sucedido en La Tablada y expresó que: “… los carapintadas preparaban una sublevación y los propósitos eran la renuncia de Alfonsín, para lograr la libertad de los comandantes, ganar el control del Ejército y ubicarse como principal factor de poder” y que como ellos sabían “que no se iba a poder cumplir con ese objetivo” lo único que hicieron “fue parar la sublevación, en el marco de un fracaso general del plan y a un costo tremendamente grande”. En cruentos enfrentamientos durante 31 horas, los terroristas denunciaron que habían sido fusilados algunos de sus combatientes y plantearon la desaparición de dos.
El sábado 28 de octubre de 1995 Gorriarán Merlo –de 53 años-, fue detenido en la ciudad de México por violación a las leyes de migración -carecía de documento- e inmediatamente el presidente Ernesto Zedillo dispuso su expulsión. En un operativo conjunto de autoridades mexicanas y con controles del Servicio de Inteligencia del Estado cargo del Brigadier Andrés Antonietti, fue trasladado en un avión privado que aterrizó a las 22:40 en el aeropuerto de El Palomar. A partir de ese momento hubo custodia de personal de la Policía Federal que conducía el comisario Adrián Pelacchi y vigilancia de Gendarmería Nacional. Después de una revisación médica quedó alojado -incomunicado- en Campo de Mayo estando previsto que la jueza de Morón Raquel Morritz Dooglatz lo indagara el martes 31, presumiéndose que cuando concluyera el juicio se dictaminaría la prisión perpetua por los delitos de “asociación ilícita calificada, homicidios múltiples y lesiones agravadas” cometidos durante el copamiento a La Tablada. El equipo de abogados defensores de Gorriarán Merlo gestionaron ante la Corte Suprema de Justicia que se dispusiera el retorno a México y en apenas unas horas la Corte decidió rechazar los argumentos de la defensa. . Otra alternativa era que lo trasladaran a la Cárcel de Caseros para que estuviera cerca de los terroristas detenidos en La Tablada, entre ellos el sacerdote Antonio Puigjané.
(El 17 de mayo de 1995 Gorriarán Merlo reivindicó por televisión, sin arrepentirse, todo lo sucedido en La Tablada y expresó que: “… los carapintadas preparaban una sublevación y los propósitos eran la renuncia de Alfonsín, para lograr la libertad de los comandantes, ganar el control del Ejército y ubicarse como principal factor de poder” y que como ellos sabían “que no se iba a poder cumplir con ese objetivo” lo único que hicieron “fue parar la sublevación, en el marco de un fracaso general del plan y a un costo tremendamente grande”. En cruentos enfrentamientos durante 31 horas, hubo 39 muertos y tres desaparecidos, más de 60 heridos y los terroristas denunciaron que habían sido fusilados algunos de sus combatientes y plantearon dos desapariciones.
A principios del siglo XX, Gorriarán Merlo ya era uno más de los beneficiados con determinadas órdenes de libertad condicionada…”)
09-07-1990: “Desfile del Reencuentro”
El Gral. Isidro Bonifacio Cáceres murió en marzo de 1990 y el presidente Menem dispuso que el 9 de julio de 1990 se realizara el Desfile del Reencuentro.
Debido a la lluvia hubo escaso público, el acto duró aproximadamente cinco horas y en las crónicas sobre las distintas fuerzas sólo hubo recuerdos de triunfos y alabanzas.
Movimientos del coronel Seineldín…
En octubre de 1990, el Cnel. Seineldín parafraseando al Gral. Francisco Franco en 1936 dirigida al entonces ministro de Guerra Manuel Aznar antes de comenzar la guerra civil española, envió una insólita carta al presidente de la Nación para hacerle conocer sus “impresiones sobre el momento castrense”.
En ese tiempo se estaban coordinando viajes a Estados Unidos y estaba previsto que el presidente Bush visitaría la Argentina previa escala en Brasil. Inmediatamente comenzaron las conjeturas y las desmentidas acerca de los motivos principales de las entrevistas y trascendió que se impulsarían operaciones conjuntas con militares para luchar contra el tráfico de drogas. Seineldín apuntaba en esa dirección aunque distintos medios indicaban que poco ayudaría la adhesión de quien había servido a Manuel Noriega en Panamá (ex presidente sentenciado en Estados Unidos a cuarenta años de presión por su vinculación con el narcotráfico). Seineldín -con carapintadas- había participado en algunos enfrentamientos armados para frenar el juzgamiento por desaparecidos y torturados, hasta que el Gral. Isidro Bonifacio Cáceres le transmitió las opiniones del jefe del Ejército Gral. José Dante Caridi. Seineldín había sido detenido y juzgado. También se comentó el viaje de José María Menéndez a Panamá para transmitirle la preocupación del grupo Bunge y Born si insistía en sus exigencias.
Posteriormente el gremialista Luis Barrionuevo -amigo de Menem- dijo que el Coronel era el “jefe político del Ejército”. La locuacidad de Jorge Baños había sorprendido desde distintos canales cuando afirmaba que había un acuerdo entre Seineldín -fuerzas militares- y Lorenzo Miguel -sindicalistas- para producir un golpe y desplazar al presidente. Es necesario recordar que Seineldín asumió personalmente la responsabilidad por los hechos sucedidos el 3 de diciembre de 1990 en Palermo durante el copamiento al regimiento de Patricios que provocaron trece muertos y numerosos heridos en una lucha era a muerte. Hubo ataques desde el edificio Libertad y fracasó el apoyo que desde Entre Ríos estaba a cargo del Mayor Mendoza.
Testimonio de Seineldín
Seineldín al enterarse de las declaraciones del ministro de Defensa Jorge Domínguez en el sentido de que no había ninguna decisión acerca del posible indulto a ex militares detenidos, manifestó: “en agosto de 1995 un delegado del ministro de Defensa de ese entonces y enviado al penal de Magdalena, requirió que todos los detenidos formalizáramos un pedido de indulto, cuya concreción estaba en el ánimo del gobierno nacional”. Afirmó luego: “esto se concretó pero sin mi firma, dado que pese a estar en prisión al momento de los hechos me declaro único responsable de todos los acontecimientos del 3 de diciembre de 1990”. Trascendió que el emisario habría sido un hermano del ex capitán Gustavo Breide Obeid quien dirigió la toma de la sede del Estado Mayor General del Ejército, y no un funcionario del equipo de Oscar Camilión, quien sólo habría intervenido en algún diálogo con el ministro del Interior Corach y con autoridades del penal para facilitar ese trámite. Eran más los detenidos que no habrían firmado: el ex mayor Pedro Mercado, el ex capitán Jorge Abete, dos sargentos uno de ellos enfermo. Un mes después algunos medios anticipaban el posible indulto a “91 ex militares carapintadas y 22 militantes del MTP” -Movimiento Todos por la Patria- y en diciembre se comentó que serían revisados cada uno de sus antecedentes mientras el presidente Menem afirmaba: “este año no va a haber indultos, veremos lo que puede ocurrir los meses que vienen, el próximo año o el otro”. [26]
Ocaso del gobierno radical: últimas decisiones
Si se juzga por los resultados -un constante crecimiento de la deuda externa y el lógico condicionamiento para el desarrollo económico nacional-, no se advirtieron diferencias sustanciales entre las políticas de José Martínez de Hoz, Lorenzo Sigaut -el de la inolvidable sentencia en 1981: el que apuesta al dólar, pierde…–, José María Dagnino Pastore, Roberto Alemann, Jorge Whebe, Bernardo Grispun. El lunes 29 de mayo, Antonio Andrés Vanrell –reconocido como uno de los apóstoles de Menem durante la campaña, vicegobernador de la provincia de Santa Fe, al año siguiente sometido a juicio político y destituido por graves irregularidades administrativas en el Senado-, le describió al presidente electo la caótica situación existente en Rosario, reacciones populares que el gobernador Víctor Reviglio no pudo contener.
(Una anécdota para la historia de la Historia. El viernes 12 de abril de 1991 el presidente Menem ofreció una conferencia de prensa y uno de los periodistas le preguntó “con qué criterio elegía a sus colaboradores, dado que varios han estado involucrados en causas judiciales”, -aclarando luego que se refería a “uno de los apóstoles”, concretamente a Antonio Vanrell. El presidente interrogó: “¿Qué apóstoles?… yo los únicos que conozco son los de la Biblia”.)
Saqueos y grupos financieros…
Después del 14 de mayo, derrotado Angeloz, los radicales optaron por suspender el envío de las cajas PAN correspondientes al Programa Alimentario Nacional. El saqueo en los supermercados rosarinos -donde se observó varios coches transitando las villas con intercomunicadores y armas a la vista- y las barricadas instaladas por militantes del Partido Obrero en la villa miseria del gran Buenos Aires en Barrio Mitre de San Miguel -entre otros indicios de violencia incontrolable- fueron los detonantes para la batalla final. Debido a la hiperinflación descontrolada, el presidente Alfonsín debió transmitir el mando el 8 de julio de 1989 y quince días antes el presidente del Banco Central Enrique García Vázquez firmó una resolución -sólo refrendada por un gerente aunque correspondía que la aprobara el directorio-, otorgando al Banco del Interior y Buenos Aires (BIBA) un redescuento retroactivo al 11 de noviembre de 1988, con bajísimo interés. Esa operación favoreció al grupo Bridas con más de 43 millones de dólares. No era la primera vez que el gobierno nacional apoyaba a ese grupo. Es oportuno recordar que en los primeros meses del Proceso -1976-, ese grupo organizó Palmafin para iniciar sus actividades financieras -transformándose en el Banco Palmares. El gobierno favoreció además la compra del Banco Denario con oportunas financiaciones. Fue precisamente en mayo de 1983 cuando ese Banco pagó la primera de las cuatro cuotas semestrales de un crédito que le fuera otorgado con excelentes condiciones y no cumplió con las exigencias de saneamiento impuestas por el Banco Central. El 30 de diciembre de 1987, José Machinea, presidente del Central y el ministro de Economía Juan Vital Sourrouille autorizaron la fusión de los tres Bancos, previo cumplimiento de ciertas condiciones. A principios de 1988, el Dr. León Carlos Arslanián era el abogado del Grupo cuando Bulgheroni denunció irregularidades ante el Dr. Luis Moreno Ocampo, Fiscal General de la Nación: fraude por prefinanciación de exportaciones, préstamos sin garantías o a empresas fantasma, hechos investigados además por los fiscales Aníbal Ibarra, Oscar Ciruzzi y José Luis Mandalunis y el juez Martín Irurzún. Una resolución firmada por un solo síndico del Central, autorizaba la fusión de los tres bancos. En junio de 1989 el presidente Alfonsín y García Vázquez como titular del Banco Central, autorizaron la fusión de “los tres bancos entre gallos y medianoche”, al decir del periodista y escritor Luis Majul. El fiscal federal Dr. Luis Moreno Ocampo afirmó que “sobre la base de alguna ambigüedad en el texto de la resolución el BIBA empezó a reclamar al Banco Central una deuda de millones de dólares (que rápidamente llegó a 50) por una supuesta diferencia contable. El ministro de Economía radical Juan Vital Sourrouille estaba ocupadísimo con el estudio de la hiperinflación. García Vázquez -Enrique- explicó que el grupo no podía pretender eso ni reclamar ninguna ventaja por los términos de la resolución y también Jorge Whebbe, presidente del BIBA, afirmó que esa interpretación era absurda. En los primeros meses de 1991, Enrique Folcini asumió la presidencia del Banco Central y a los tres meses debió renunciar. Mucho se ha escrito sobre las discriminaciones en el sistema financiero argentino hasta esos momentos. Asumió Javier González Fraga y el presidente Menem avaló su decisión de excluir al BIBA de la Cámara Compensadora en vísperas de la recordación de mayo de 1810, el BIBA no integró la nómina de Bancos de la Cámara Compensadora, originándose un litigio en el que intervinieron el juez federal de Santa Fe Dr. Raúl Dalla Fontana y el de Catamarca Dr. Efraín Rosales, quienes ordenaron que se dejara sin efecto la medida. El trámite siguió hasta que la Corte Suprema aplicando su criterio per saltum, dispuso que las partes se pusieran de acuerdo. Los más perjudicados fueron los ahorristas que no han podido recuperar sus depósitos que sumaban aproximadamente 80 millones de dólares y el grupo Bridas cuando se escriben estas líneas, aún espera que se le pague la deuda reconocida por algunos funcionarios de su amigo Alfonsín mediante la resolución 387 firmada por García Vázquez. El 1º de diciembre de 1995 el presidente Menem firmó los decretos Nº 834 y 835 a fin de suspender durante sesenta días las causas vinculadas con esa quiebra y fueron estudiados por la comisión encargada de resolver sobre la deuda pública y la consolidación de los pasivos del estado, que también analizó otros casos. Hubo un doble rechazo judicial sin ser recurridos por el Banco Central. El P.E. se mantuvo firme en su iniciativa y aumentó el plazo a 120 días (Decr. 194/96) y en la Corte Suprema de Justicia se planteó un incidente de nulidad de la declaración de quiebra, por falta de corrimiento de traslado a la parte afectada, el BIBA.
La historia de los Bulgheroni tiene características similares a las de otros inmigrantes que en esta generosa Argentina. El primero en llegar desde Génova en 1870, fue un jornalero, luego campesino (en este caso propietario del predio que ocupaba la Sociedad Rural de Santa Fe desde la intersección de Bulevar Pellegrini y Avenida López y Planes hacia el noreste en una extensión de aproximadamente diez manzanas), hasta que decidió venderlo y ser capataz del progresista ferrocarril. Uno de sus doce hijos (Ángel, abuelo de Alejandro), instaló un almacén en Rufino al comenzar la década del 91 y vivió consagrado al trabajo. Cuarenta años después era la máxima autoridad de esa localidad (1831) y Alejandro Ángel se hizo cargo de los negocios. Durante la segunda presidencia de Perón (1953), Alejandro adquirió el frigorífico Wilson. En esos momentos el precio acordado era muy bajo porque los ingleses no estaban dispuestos a satisfacer las constantes demandas laborales y querían desprenderse de la empresa. Los libertadores completaron el éxito de la transferencia cuando dispusieron que hubo un trámite irregular y los obligó a retirarse del país. En esa época administraban siete empresas y al terminar el Proceso habían creado 34 más, aunque algunas eran temporarias, con el único propósito de participar en licitaciones. Los Bulgheroni también se habían beneficiado con la anulación de los contratos petroleros durante la presidencia del radical Umberto Arturo Íllia, por cuanto sólo pagaron el 20% del valor real de esas explotaciones.
[El Dr. Domingo Caballo –ministro de Relaciones Exteriores y Culto, luego de Economía y Obras y Servicios Públicos (1991-1996) y durante la presidencia del radical Fernando de la Rúa (1999-2001); en su libro El peso de la verdad referido a su gestión desde el comienzo de la década del ’90, alude a “la estrategia judicial del grupo Bridas” porque “al tiempo que conseguían que jueces como Rosales Saadi dictaran recursos de amparo en su favor para no abonar su deuda con la DGI, presentaban numerosas causas contra el Estado en búsqueda –más que del cobro de esas demandas- de una transacción que los liberara de las obligaciones que en verdad tenían. ‘No hay mejor defensa que un buen ataque’, pensaban.” p.145
También expresó que “el caso de Papel de Tucumán era emblemático”, “entre ellos su principal accionista, el Grupo Bridas” y explica: “el origen del tema se remonta a dos décadas atrás. Durante los años 70, con el fin de dinamizar zonas económicamente deprimidas o estratégicas desde el punto de vista de la lucha contra la guerrilla, se había instaurado un régimen de promoción industrial que ofrecía diversas clases de subsidios y estímulos a quienes invirtiesen en determinadas zonas del país.” Así fue como aprovechando tales incentivos, “un grupo de prestigiosos diarios del interior, que tenían el posible monopolio de Papel Prensa” se instalaron en Lules –provincia de Tucumán” para fabricar papel de diario a partir del bagazo de la caña de azúcar, surgiendo así Papel de Tucumán, con algunas dificultades al comienzo porque los costos de producción no resultaban competitivos. Así fue como “los hermanos Carlos y Alejandro Bulgheroni, que venían desarrollando una exitosa tarea empresarial en el campo del petróleo” se hicieron cargo de ese proyecto y lograron la “ampliación del monteo de inversión sujeto a diferimiento impositivo, certificando a la vez todas las inversiones presuntamente concretadas con anterioridad”, pero al ser anulada esa resolución por el ministro Sourreille, “el grupo Bridas, a través de sus diferentes empresas que aparecían como accionistas de Papel de Tucumán, empezó a presentar recursos de amparo en contra de la medida del Poder Ejecutivo Nacional en distintos juzgados del país. Finalmente logró que un juez de Catamarca, Efraín Rosales Saadi, contra toda lógica, se declarara competente –con el argumento de que quien reclamaba, una firma de Bridas, tenía su domicilio en la provincia-, dando curso al pedido de ‘No innovar’. A partir de ahí, se inició un largo calvario judicial que llegó a la Corte Suprema, donde la causa se encontramos sin definición cuando llegamos al Ministerio.” Explicó Cavallo que aquel fallo del juez catamarqueño fue anulado por la Corte porque lo declaró incompetente, “a partir de lo cual la causa pasó a los tribunales de la Capital Federal que, obviamente, fallaron dando la razón al reclamo de la DGI.” p. 146 En párrafos siguientes, el ex ministro aludió al propósito de plantear “la necesidad de llegar a un arreglo” y a la intervención de otros miembros del gabinete: “…lograron que un decreto del presidente Menem, que me negué a firmar, ordenara a los abogados del Estado la suspensión de todos los juicios contra el grupo Bridas y la constitución de una comisión para reestudiar el caso”, integrada “por Horacio Liendo, Elías Jassán y Alberto García Lema, y el resultado de su análisis fue un dictamen con disidencias, donde las posiciones de Liendo (no ir a arbitraje) y Jassán (arbitraje de inmediato) contenían disidencias irreconciliables. Pocos días después de mi renuncia, el ministro de Justicia, Elías Jassán, consiguió que el Presidente firmara el decreto, con las iniciativas aprobatorias del nuevo secretario de Coordinación del Ministerio de Economía, Julio Cáceres, sometiendo a arbitraje la disputa con Bridas”. Concluye ese análisis destacando “el riesgo de que el Estado no cobre ni un solo peso de lo que este grupo le adeuda se ha acrecentado a la luz del trato complaciente con que desde nuestra salida del Ministerio de Economía se viene considerando este obvio caso de evasión.”] p. 147
Divisiones en el gremialismo
La derrota del justicialismo en las elecciones del 30 de octubre de 1983 pudo ser el resultado de distintas causas, entre ellas la falta de confianza de algunos sectores con respecto a la continuidad institucional, teniendo en cuenta las experiencias (1955 – 1976). La falta de un evidente liderazgo después de la desaparición física del General Perón y las fracturas en la columna vertebral del movimiento que exhibía los síntomas de una epidemia social: la burguesía avanzando sobre la burocracia sindical hasta convertir al movimiento en una caricatura.
En 1989 la CGT estaba dividida y la conducción gremial integraba la Mesa de Enlace Gremial, con representantes del Grupo de los 15 (dialoguista, integrado por Armando Cavallieri -comercio-, Carlos West Ocampo -sanidad-; grupo estructurado por iniciativa de Jorge Triaca -plástico-, luego ministro de Trabajo de Menem; Carlos Alderete -Luz y Fuerza- también ministro de Trabajo durante la presidencia del radical Alfonsín; Armando Cavalieri de comercio; el mecánico José Rodríguez y Juan José Zanola de los bancarios, entre otros. [27]
En oposición estaba el Grupo de los 25, liderado por el cervecero Saúl Ubaldini -cercano a Lorenzo Miguel -metalúrgico- y a Diego Ibáñez -, en ese tiempo apoyado por los gobernadores Antonio Cafiero -Buenos Aires-, Jorge Busti -Entre Ríos- Ramón Saadi -Catamarca-; con la mayoría de los gremios estatales quienes sabían las dificultades existentes para enfrentarse al nuevo gobierno justicialista y estaban dispuestos a librar batallas para no perder el poder. Entre ellos, algunos renovadores se alinearon con los 15: los dos Roberto, García -gremio de los taxistas- y Roberto Digón -de los tabacaleros-; el ferroviario José Pedraza y Guerino Andreoni, de empleados de comercio. Hizo esfuerzos por la unidad, el gastronómico Luis Barrionuevo -de buenas relaciones con Enrique Coti Nosiglia de la Coordinadora radical- y desató polémicas a partir de su afirmación acerca de que “la plata no se hace trabajando”. Siendo uno de los administradores de los recursos para las obras sociales, alentó la esperanza de que se aumentaran porque algunos sindicatos soportaban abultadas pérdidas. No todos los trabajadores alcanzaron a interpretar la teoría expresada por Menem apenas asumió la presidencia cuando hablaba de la cultura del trabajo y del capitalismo popular de mercado. A medida que se sucedían los actos de gobierno, contrastaba la complacencia y los aplausos de los grandes empresarios que comprendían cuál era el rumbo económico con las quejas de los sindicalistas que temían perder su rumbo.
Apóstoles en la lucha interna
El aparato partidario resultó insuficiente para que Antonio Cafiero derrotara al riojano Carlos Saúl Menem, acompañado por sus doce apóstoles. A partir de ese resultado, algunos justicialistas acuñaron la palabra “menemismo” y aunque al principio hubieran sido dubitativos, varios sectores se incorporaron al grupo renovador. Cuando comenzó el peregrinaje de la campaña electoral, el grupo de doce militantes que acompañó a Menem era identificado como los apóstoles: los tres Eduardo, Bauzá, Duhalde y Menem -su hermano menor; ex militante de la Democracia Cristiana, en 1967 durante la presidencia de Onganía nombrado en el ministerio de Gobierno de La Rioja por su amigo, el gobernador a quien reemplazó durante dos meses; afiliado al justicialismo cuando logró ser senador nacional en 1983-; Augusto Alasino –el Choclo-, César Arias, Luis Barrionuevo, Rubén Ignacio Cardozo –el Buscapié- , Julio Corzo, Alberto Pierri, Juan Carlos Rousselot, José Alberto Samid -a quien Menem conoció en Mar del Plata en 1970- y Antonio Andrés Vanrell –el Trucha ex vicegobernador de Santa Fe destituido por juicio político.
Poco a poco se reconocieron nuevos grupos: los rojo punzó: César Aráoz, Augusto Alasino, César Arias, Luis Barrionuevo, Carlos Cañón Naval, Rubén Cardozo, Mario Caserta, Julio Corzo, Alberto Kohan, Juan Carlos Rousselot -entre otros-, constituían el grupo que algunos calificaron como el menemismo salvaje.
Los celestes: “Eduardo” -el hermano Menem y Bauzá, amigo íntimo del candidato triunfador, eran conscientes de la importancia de trabajar por la unidad en las filas justicialistas y organizaron la mesa de los miércoles -celeste-, compartida por Miguel D’Alessandro, Juan Carlos Mazzón, Miguel Ángel Toma, Hernán Patiño Mayer, Carlos Arslanián, Roberto Dromi quienes también representaban a José Manuel De la Sota, José Luis Manzano, Carlos Grosso, Antonio Cafiero, Eduardo Menem y Eduardo Bauzá respectivamente.
(En nuestro país, históricamente el día miércoles tiene características políticas notables. “Todos los miércoles por la tarde el General Perón atiende exclusivamente a los trabajadores agremiados. La Casa de Gobierno, en esas tardes, adquiere un aspecto especial”, destacó Eva Perón en su libro “La razón de mi vida”. El miércoles divide en partes iguales el lapso de días hábiles en la administración pública y generalmente se corresponde con las sesiones en legislaturas provinciales y en el Congreso Nacional. Los miércoles son los días preferidos para realizar las marchas de protesta…)
Logros de grandes empresarios
La presidencia del Dr. Alfonsín favoreció el crecimiento de las grandes empresas. El holding Bunge y Born -principalmente productor de alimentos-, que en 1973 incluía a 59 empresas, en diez años incorporó a tres y durante el gobierno radical creció desmesuradamente abarcando 86 empresas, incluyendo 32 de finanzas y 5 de servicios. A fines del Proceso era el décimotercer deudor externo privado -80 millones- y había recibido subsidios por aproximadamente cuarenta y nueve millones de dólares-, ocupó durante el período democrático el noveno puesto por los beneficios de capitalización de la deuda externa. Es interesante tener en cuenta que en la segunda década del siglo XIX se fundó la sociedad holondesa Bunge y Cía., dedicada al comercio agrícola. En 1851 la empresa fue trasladada a Bélgica, dirigida por su hijo Carlos Gustavo con el apoyo de los suyos -Ernesto y Eduardo-. [28]
Veinticinco años después, Ernesto decidió emigrar hacia la Argentina (1876) teniendo en cuenta que habían comenzado a producir las primeras colonias agrícolas, con excelentes rendimientos. Los colonos sólo disponían de sus parcelas y necesitaban recursos financieros para incrementar sus maquinarias y adquirir las mejores semillas. Ernesto Bunge fundó un Banco con ese propósito. En 1884 con su cuñado Jorge Born, organizó la empresa que se dedicó principalmente a la exportación de cereales: nació la poderosa Bunge y Born; conducida por Jorge hasta su muerte en 1920, sucediéndole Ernesto Bunge hasta 1927. En ese lapso se instalaron importantes fábricas: Centenera (de envases de hojalata) en 1889; Molinos Río de la Plata (inicialmente harinera) en 1902; Grafa (textil que cubría básicamente las demandas de guardapolvos, sábanas y toallas) en 1924 y al año siguiente comenzó a producir Pinturas Alba. Alfredo Hirsch la dirigió desde 1927 hasta su muerte en 1956 y continuaron abriendo nuevas fábricas: Compañía Química (productos de limpieza y espirales) en 1932, Sulfacid (fábrica de lingotes de aluminio) en 1950. Conducida por Jorge Born II desde 1956, ingresó en áreas de electrónica y computación en 1967. Los Montoneros -entre ellos Rodolfo Galimberti-, secuestraron a sus dos hijos -los hermanos Born- y mataron al gerente de una de sus fábricas textiles –Grafa-; exigiéndoles colocar bustos de Evita y asistencia social en sus plantas, principalmente en Sulfacid, instalada en Fray Luis Beltrán, provincia de Santa Fe. En 1978 estructuraron Cerámica Neuquén.
Interdependencia política-empresarial
En los momentos de análisis acerca de la conducción económica, resultó evidente que el Dr. Menem debió tener en cuenta algunas relaciones que podrían incidir en la acertada toma de decisiones, como era el conocimiento mutuo entre Julio Bárbaro, Rubén Cardozo y Julio Mera Figueroa y sus conexiones con Jorge Born; los posibles contactos del Dr. Antonio Cafiero con Gustavo Caravallo, sobrino de Octavio Caravallo, representante de Elena de Olazábal de Hirsch -viuda de Mario, ex colaborador del presidente de facto Onganía y quien había entregado en Olivos -en 1985-, el plan económico propuesto por Bunge y Born al presidente Alfonsín.
A fines de esa semana, Néstor Rapanelli (vicepresidente del holding Bunge y Born, sobreviviente de la aceleración en los aumentos de precios durante la hiperinflación), dirigente de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas -como José Martínez de Hoz- y hombre clave en el grupo Bridas) viajó a La Rioja acompañado por Juan Bautista el Tata Yofre, Alberto Kohan, Julio Mera Figueroa y el economista Carlos García Martínez, para entregarle el modelo aplicado en esa empresa en todos sus estudios macroeconómicos. También viajaron Eduardo Bauzá y José Luis Manzano; Rubén Cardozo, Julio Corzo, Jorge Triaca y Luis Barrionuevo –los rojo punzó, quienes esperaban que fuera nombrado el Dr. Domingo Felipe Cavallo, destinado a la Cancillería acompañado por Archibaldo Lanús. El presidente electo conocía la formación académica del grupo de la Fundación Mediterránea y consideraba a Cavallo como un excelente candidato para la conducción económica. Lo insoslayable era la necesidad e compatibilizar esas aptitudes con las actitudes políticas de algunos de sus compañeros, poco dispuestos a apoyar al cordobés teniendo en cuenta su labor al frente del Banco Central en la última etapa del Proceso.
El presidente electo consideró la posibilidad de que Miguel Roig -no peronista, según propias declaraciones; jubilado el año anterior y sin conocerse personalmente- asumiera la cartera de Economía con el apoyo directo de Orlando Ferreres, también integrante del grupo Bunge y Born. Trascendió que integraría el equipo económico Leonardo Di Pietro, asesor de vicegobernador de Buenos Aires Luis Macaya, director del Banco y amigo de Menem desde los tiempos de su detención. Es oportuno tener en cuenta que Roig en 1985 había entrevistado al presidente Alfonsín en Olivos junto a otros empresarios -entre ellos Livio Kühl, también potencial ministro en 1989- para analizar los graves problemas socioeconómicos existentes.
Desde otra perspectiva, hubo encuentros entre el Dr. Menem y Carlos Bulgheroni –grupo Bridas, con problemas financieros en el Banco del Interior y Buenos Aires (BIBA) y acusado de evasión fiscal en la empresa Papel de Tucumán; perteneciente a la Fundación Mediterránea, vinculado con Citicorp. Hubo diálogos con Amalia Lacroze Reyes de Fortabat –Grupo Loma Negra- y con Francisco Macri –grupo Socma, constituido el 10 de enero de 1976-, hermano de Tonino de la empresa Supercemento, quienes apoyaban a Livio Kühl, ex ministro de Economía durante el gobierno de facto del Gral. Roberto Viola.
Es interesante recordar parte de la trayectoria de los Macri. Francisco, romano nacido en 1930, es otro típico caso de inmigrante que llegó a la Argentina en 1949 (primera presidencia de Perón) con mínimos recursos. Vinculado a la empresa italiana FIAT, con perseverante trabajo logró establecer una sólida posición económica y empezó a estructurar empresas con el propósito de participar en licitaciones por obras públicas. En 1973 adoptó la ciudadanía argentina. El grupo Socma durante el gobierno de María Estela Martínez de Perón (1974-1976) logró un acercamiento al ministro de Bienestar Social José López Rega y a su secretario de prensa, el periodista Juan Carlos Rousselot y paralelamente acentuó sus relaciones con José Octavio Bordón -rosarino, educado en San Isidro y residente en Mendoza-, colaborador en dependencias de la Presidencia de la Nación; con Carlos Grosso ex-asesor en el ministerio de Trabajo del titular del área económica Dr. Carlos Ruckauf y de Ricardo Keselmann asesor del Ministerio de Economía, ubicados más cerca del ala izquierda. El golpe del 24 de marzo tuvo sus consecuencias en este grupo: Bordón empezó a prestar servicios en Socma, representándola en su provincia natal. Grosso aunque fue detenido y torturado -por equivocación…-, logró ser liberado por gestión de Francisco –Franco- Macri ante autoridades de la Marina. Cuatro años después fue el presidente del Banco de Italia, institución acusada por reiteradas defraudaciones al Banco Central y sospechada de vaciamiento durante el período 1979-1985; prolongados trámites que no alteraron la situación personal de Francisco Macri. Aunque en 1981 le ofrecieron la presidencia de SEVEL Argentina, cuyo saneamiento fue financiado por FIAT y soportado por casi siete mil despedidos, prefirió proponer para ese cargo al experto Ricardo Zinn. A partir de 1982, al comenzar las acciones de los partidos políticos se empezó a comentar que el grupo Macri financió la campaña de Convocatoria Peronista en las elecciones que promovieron a Carlos Grosso como candidato en la interna por la presidencia de la Nación (representada en Córdoba por José Manuel de la Sota, en La Capital Federal por Miguel Ángel Toma, en La Pampa por Raúl Marín y en Santa Fe por Raúl Carignano.
(Mauricio Macri -hijo de Francisco- es uno de los integrantes de la asociación Poder Ciudadano, defensora de los derechos humanos y de la transparencia en la acción. En el 2003 fue candidato a Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y resultó reelecto Aníbal Ibarra.)
Sabido es que el gobierno radical de Alfonsín sirvió como trampolín para la mayoría de los grupos económicos argentinos. El Plan Austral pergeñado por el ministro de Economía Juan Vital Sourrouille incluyó el desagio y en consecuencia, determinados contratos públicos gozaban de un descuento del 6% en las facturas correspondientes a los contratos de obras y el 16% en los servicios. Es interesante la visión del periodista Luis Majul sobre la gestión del radical Alfonsín quien debió “renunciar anticipadamente, víctima de su propia soberbia y de la presión de los principales grupos económicos a los que subestimó. Hasta ese momento tanto los grupos como los acreedores externos habían sido beneficiados por igual. Ni unos ni otros eran delincuentes u ogros, sólo habían aprovechado hasta donde pudieron los beneficios y subsidios otorgados por las distintas administraciones nacionales para ganar más dinero… Para tener una idea cabal de cómo favoreció la política económica a los grandes grupos, se debe tomar por ejemplo, algunas cifras del Presupuesto Nacional 1987… El Estado transfirió al sector privado 4 mil millones de dólares. Pero los privados sólo invirtieron en el país 2.800 millones de dólares…” Había sido repartido en varios rubros: régimen de promoción industrial; reembolsos de impuestos a las exportaciones industriales, exención de derechos de importación, régimen de quebrantos impositivos, entre otros. Ha destacado el periodista Luis Majul que “Las reservas estaban agotadas y no llegaban ni a 500 millones de dólares. Los saqueos, el hambre y la muerte revoloteaban por los grandes negocios de los empresarios argentinos.” [29]
En torno a las exportaciones
Sabido es que cualquier trabajo de investigación debe apoyarse sobre bases sólidas y reales porque si fueran erróneas o ficticias, las conclusiones revelarían los efectos negativos de esa desviación y serían semejantes a un absurdo. El dirigente radical Rodolfo Terragno en 1985 advertía con respecto a la las explotaciones agrícolas, que “antes de que termine esta década, el país podría duplicar su producción y triplicar sus exportaciones”. Los datos de la realidad demuestran que el gobierno de Alfonsín (1983-1989) no logró ninguno de esos objetivos, aunque Terragno se había imaginado un “estado” que “promoviera empresas mixtas especializadas -‘bancos de genes’, laboratorios de hibridación y fusión e industrias de semillas- para devolver gravámenes en forma de acciones a todo productor que, además, aportara capital”, teniendo en cuenta que “semillas y genes serán ‘el nuevo foco de la competencia agrícola internacional’.”
Esas observaciones describen apenas una arista del poliedro que podría contener la compacta masa de las exportaciones argentinas. Es innegable la necesidad de producir para poder exportar y lamentablemente en nuestro país, es ineludible comprender que la tendencia al ocultamiento para evadir impuestos ha instalado la trampa de la subfacturación.
En la primera quincena de enero de 1991 hubo una denuncia del administrador de la Aduana -Aldo Fuad Elías-contra varias empresas por subfacturación en sus exportaciones, entre ellas SEVEL, hecho que tampoco afectó al Grupo.
Gabinete y desafío del Justicialismo
El 14 de mayo de 1989 se había concretado la victoria electoral del justicialismo y al mismo tiempo el presidente electo debió asumir un enorme desafío por cuanto desde febrero el dólar aumentaba tan aceleradamente como la inflación. Se habían sepultado dos de las tantas utopías alfonsinistas: el traslado de la Capital Federal y la organización del tercer movimiento histórico. Con respecto al traslado de la Capital Federal, ya durante el gobierno de Viola -mayo de 1981- el destacado dirigente Humberto Volando, presidente de la Federación Agraria Argentina había expresado: “Estoy convencido de que el traslado de la Capital Federal es una necesidad, no para construir una Brasilia, porque esto sería realmente descabellado, sino para llevar a los gobernantes al interior para que puedan actuar con mayor tranquilidad sin estar influenciados por lo que está pasando en las diez cuadras a la redonda”. Ese traslado podrá concretarse cuando se haya superado la crisis, cuando esté estabilizadas la economía.
(En el siglo diecinueve, el perseverante federal Nicasio Oroño insistió con el proyecto de traslado de la capital Federal y en su proyecto proponía que fuera a la ciudad de Rosario, sur de la provincia de Santa Fe.)
Quedaron en los diarios de sesiones del Congreso Nacional los discursos ilusorios del presidente Alfonsín ante la Asamblea Legislativa, mientras el pueblo soportaba impotente la creciente inflación y en consecuencia, la progresiva devaluación de sus escasos recursos. Era evidente que Alfonsín tampoco comprendía que “el progreso económico no se proclama: se hace. Y que fundamentalmente es algo más que amontonar palabras o coleccionar iniciativas alucinantes”, como lo destacó el economista Héctor Daniel Massuh.
1989-1990: Menem y cambios en el rumbo económico
El presidente Menem designó a Miguel Roig y se puso en marcha el denominado Plan BB -Bunge y Born-, con eliminación de algunos subsidios, aumento de tarifas y significativa devaluación.
En la primera semana de gobierno, sorprendió la muerte de Roig cuando después de brindar en la Embajada, en el acto recordatorio de la Revolución Francesa -14 de julio de 1789-, regresó a su hogar y sufrió un infarto, producido entre otras causas por las crecientes tensiones. Se dispuso el velatorio en el Salón Blanco de la Casa Rosada y en esos momentos en la Sala de Situación se analizaban alternativas para reemplazarlo. Ese fue realmente el único shock generado desde el ministerio de Economía con repercusión en los mercados.
Ese mismo día, Menem decidió nombrar a Néstor Rapanelli, a pesar de tener un proceso en Venezuela en una causa que involucraba a Gramoven del Grupo B yB por posibles sobrefacturaciones relacionadas con el Régimen de Cambio Diferencial.
(Esa decisión del presidente Menem fue la prueba de sus convicciones: toda persona es inocente hasta tanto no se pruebe lo contrario; conclusión que luego repitió en múltiples oportunidades cuando el periodismo insistía con algunas acusaciones contra funcionarios. Rapanelli designó su asesor personal: Adalbert Krieger Vasena, el ministro de Economía de Onganía (1967) desplazado por Levingston (1970 y censurado por la CGTRA, en ese tiempo liderada por Raimundo Ongaro, debido a la creciente desocupación motivada por el frecuente cierre de las fábricas.
El Dr. Cavallo -apoyado por los celestes para encauzar la economía nacional– estaba destinado al ministerio de Relaciones Exteriores y nuevamente los grupos transnacionales insistían con sus candidatos, aunque lógicamente la política económica argentina, ya había definido su nuevo rumbo en las coordenadas sugeridas por Bunge y Born que indudablemente pretendía al mismo tiempo, continuar con el extraordinario beneficio en sus empresas evidenciado en su ascendente trayectoria durante el gobierno de Alfonsín.
En la puesta en marcha del plan económico BB -Bunge y Borg, o si lo prefiere bastante blando, de acuerdo a la opinión de varios especialistas-, se tuvo en cuenta la plataforma electoral aprobada por el Congreso Nacional del Partido Justicialista reunido en Mar del Plata y los acuerdos realizados el 3 de enero de 1989 con Néstor Rapanelli. Javier González Fraga fue designado presidente del Banco Central.
(Era asesor de Graifth Pharaon, uno de los accionistas del Bank de Commerce and Credit Internacional –BCCI-; inversor en nuestro país durante la presidencia (hotelería y plantaciones).
Ese plan, que apuntaba a detener el proceso inflacionario mediante una significativa devaluación y un marcado aumento en las tasas de interés, como recursos para lograr los objetivos del fracasado plan primavera -básicamente lograr el retorno de los capitales golondrinas- tampoco aportó soluciones inmediatas. El creciente déficit obligó al gobierno a autorizar al Banco Central -prácticamente en estado de bancarrota, sin reservas-, a emitir los Bónex con plazo a diez años, cuyo rescate -de acuerdo al cronograma electoral vigente-coincidiría con la última elección presidencial del siglo XX.
(La reelección de Menem en 1995 está indicando que ese plazo coincidirá con la culminación de su segundo período presidencial.)
El profesor Antonio Salonia -desarrollista- con el beneplácito del clero, asumió en Educación; en el ministerio de Obras y Servicios Públicos fue designado Roberto Dromi -habiendo trascendido que el mendocino José Octavio Bordón rechazó el ofrecimiento al enterarse que el presidente había nombrado a Julio César Chiche Aráoz en la Secretaría de Energía; el desarrollista Octavio Frigerio -relacionado con el mayor Ernesto Barreiro y con el Cnel. Aldo Rico-sería el nuevo presidente de YPF (Yacimientos Petrolíferos Fiscales).
En esos días llegó María Estela Martínez de Perón. Quienes compartieron las trágicas jornadas de julio de 1974 cuando el Líder pasó a la inmortalidad, saben que Carlos Menem representó a los gobernadores y pronunció un discurso antes del sepelio. La memoria activa registra a ambos soportando la ilegítima privación de la libertad cuando asumieron los reorganizadores. El 4 de julio Menem renunció a la gobernación para atender exclusivamente lo relativo a la transmisión del gobierno.
Cuarta etapa del Justicialismo en el gobierno nacional…
Es posible reconocer que la libertadora cerró las dos primeras etapas de gobiernos nacionales justicialistas: la primera desde el 4 de junio de 1946 hasta 1952 -prácticamente hasta la desaparición física de Evita, el sábado 26 de julio de ese año- y la segunda interrumpida el 16 de septiembre de 1955 (nueve años y medio aproximadamente). Después hubo una prolongada proscripción hasta el Gral. Alejandro Lanusse convocó a las elecciones del 11 de marzo de 1973. El Dr. Héctor Cámpora asumió el 25 de mayo, renunció de acuerdo con lo pactado y fue reemplazado por Raúl Lastiri -casado con Norma López Rega, en esa circunstancia presidente de la Cámara de Diputados y por licencia del titular del Senado-.; nuevas elecciones y ejercieron el Poder Ejecutivo el Tte. Gral. Perón y su esposa, quien lo reemplazó cuando realizó viajes o debido a su enfermedad. El derrocamiento de Isabel Perón marca el fin de la tercera etapa (exactamente dos años y diez meses). Al asumir el presidente Menem se inició la cuarta etapa. Profundas transformaciones generaban diversas modificaciones en las relaciones internacionales. Cuatro meses después, la destrucción del Muro de Berlín fue uno de los símbolos de esas evoluciones y en Rumania su pueblo rechazó al autoritarismo con dos fusilamientos: Nicolae Ceausescu y su esposa Elena.
(Es oportuno recordar que el 21 de junio de 1973, cuando el Líder del Justicialismo llegó “del otro extremo del mundo con el corazón abierto a una sensibilidad patriótica que sólo la larga ausencia y la distancia pueden avivar hasta su punto muy alto”, “…casi descarnado”, sin rencores ni pasiones, como no sea la pasión que animó toda mi vida: servir lealmente a mi Patria”, destacó que la situación del país es de tal gravedad que nadie puede pensar en una reconstrucción en la que no deba participar y colaborar. Este problema, como ya lo he dicho muchas veces, o lo arreglamos entre todos los argentinos o no lo arregla nadie. Por eso, deseo hacer un llamado a todos, al fin y al cabo hermanos, para que comencemos a ponernos de acuerdo. Una deuda externa que sobrepasa los 6.000 millones de dólares y un déficit cercano a los tres billones de pesos, acumulados en estos años, no han de cubrirse en meses, sino en años.” Así era la realidad Argentina cuando Perón regresó con 79 años y la responsabilidad de ejercer la Presidencia de la Nación.
Coherente con esa situación fue la consigna: “De casa al trabajo y del trabajo a casa”…, la misma con la que se formaron los adolescentes de la década del 50; significaba tener conciencia de que había que trabajar, trabajar y trabajar; ser prudentes y austeros; dedicarse al hogar porque allí reside la familia, célula básica de la sociedad.)
En 1989, Menem debía afrontar la creciente deuda externa que durante la gestión de Martínez de Hoz ascendió de 9.000 millones a 29.000 millones, con compromisos a corto plazo que provocaban incertidumbre por la falta de recursos disponibles. Los conflictos de soberanía territorial -sobre el Canal de Beagle y la Gesta de las Malvinas- agravaron esa situación. Cuando asumió Alfonsín la deuda era de 45.000 millones de dólares y siguió creciendo. El economista Alvaro Alsogaray calculó que a fines de 1989 correspondía “intereses del orden de los 6.000 millones de dólares anuales, que, para un país que exporta apenas 9.999 millones, es indudablemente una carga pesada.” [30]
Menem hacia la Casa Rosada
El presidente Menem salió del departamento de la calle Posadas acompañado por el edecán y se encontró con un grupo de jóvenes riojanos con algunos instrumentos. Las cámaras de televisión mostraban las imágenes: emoción en los rostros y el folklórico ritmo de la chaya simbolizaba las raíces de su tierra y el canto de su pueblo natal. Un breve viaje en automóvil y al llegar a Balcarce 50 lo esperaba el resignado presidente Raúl Alfonsín. Juntos llegaron al Salón Banco donde estaban algunos presidentes extranjeros: el peruano Alan García, el sandinista Daniel Ortega. Después del juramento, el presidente saliente colocó la banda, entregó el simbólico bastón de mando y se abrazaron. Fue visible el ímpetu temperamental de la señora Zulema Yoma cuando subió al estrado y abrazó a su esposo. El presidente acompañó al radical hasta la puerta y retornó al Salón. Luego juraron los miembros del gabinete.
Aproximación a las carpas
Al nombrar las carpas, aquí no se trata de describir los peces chinos que viven muchos años en las aguas dulces, ni se alude a los gajos de uvas. Algún lector pudo pensar en las tiendas de campaña -americanas o árabes- y con otras perspectivas se podría pensar en un gran toldo que cubre un circo o cualquier otro recinto amplio. Lo concreto es que se propone una aproximación a las carpas -de origen quechua-, simplemente un toldo o enramada -pequeño o grande-, lugar donde lógicamente se protege al caminante. Los argentinos son reconocidos por su sagacidad y/o su malicia y en consecuencia, no sorprendieron algunas denominaciones acuñadas apenas asumió el presidente Menem, ampliamente difundidas por los comentaristas políticos, baquianos para vencer en cualquier rodeo y veloces rastreadores apenas captan un rumor. Poco a poco fue reconocida la minicarpa –espacio íntimo del presidente Menem limitado por el basquetbolista y guardaespalda Ramón Hernández, Miguel Ángel Vico –empresario lácteo- y Emir Yoma, su cuñado, en 1973 funcionario en La Rioja; en algunos momentos se vinculó con los rojo punzó hasta que diversas circunstancias modificaron al grupo y la mayoría de los asuntos empezaron a ser tratados exclusivamente con el mendocino Bauzá. Menos estrecha era la carpa integrada por los Eduardo, Bauzá –ex diputado-y Menem, el hermano, abogado, ex funcionario del Proceso; el geólogo Alberto Kohan, el Tata Yofre y el sindicalista Luis Barrionuevo. Con firmeza seguían expresándose los ortodoxos menemistas: los Alberto Samid y Pierri y Juan Carlos Rousselot.
Manifestaciones populares – Evocación del retorno
En la cuarta etapa de gobiernos nacionales justicialistas, por primera vez la CGT no congregó a los trabajadores para celebrar el día de la lealtad debido a las controversias internas. Al mes siguiente se impulsó una concentración para recordar el retorno de Perón en 1972 -según trascendió promovida por el presidente Menem. Entre las veinte mil personas ubicadas en la Plaza de Mayo, la mayoría adhería a Saúl Ubaldini, quien permanecía en el patio de la Casa Rosada acompañado por Lorenzo Miguel y Hugo Curto. Aproximadamente tres metalúrgicos levantaban sus carteles y gritaban. Otras pancartas y diferentes consignas reflejaban las expectativas de inquietas columnas: el Peronismo Revolucionario pedía la libertad de Firmenich y en otro sector recomendaban “Por la unidad nacional: Menem-Seineldín. Cuando el presidente salió al balcón, aclamaron al sindicalista cervecero. El presidente insistió en la necesidad de lograr la unidad sindical y reiteró que “la revolución productiva será realidad, llore quien llore, cueste lo que cueste, caiga quien caiga”. Una vibrante aclamación selló el compromiso, aunque quizás quienes lo ovacionaron no alcanzaron a comprender que el llanto, asumir el costo y soportar la caída podía ser la expresión de ellos mismos. Para lograrlo era necesario mejorar las condiciones laborales, limitar algunos derechos y eliminar disposiciones que habían permitido abusos y juicios laborales que indirectamente perjudicaban la oferta de trabajo por ser excesivos los riesgos. Para otros, el presidente había tenido que soportar las consecuencias de las luchas internas que tantas veces había censurado.
Protestas
En la primera semana de diciembre de 1989, los aumentos del dólar, la disminución de las exportaciones y los despidos motivaban distintas protestas. El presidente ratificaba el rumbo económico y pedía que con las críticas se acercaran propuestas coherentes. Crecieron la inflación y el dólar. El 13 de diciembre, cuando el presidente almorzó con el embajador norteamericano Terence Todman, aunque ratificó al ministro Rapanelli pudo haber evaluado si no era el momento preciso para producir cambios. La turbulencia política le advertía que sería difícil avanzar sobre la marea y se necesitaba un experto piloto de tormentas. Menem ha demostrado que lo es y produjo los cambios necesarios en el gabinete. Julio Mera Figueroa fue designado en el ministerio del Interior en reemplazo de Bauzá, quien asumió en Acción Social a fin de que Antonio Erman González se hiciera cargo de Economía, culminando así la gestión iniciada al reemplazar a Julio Corzo, muerto en un accidente de aviación el último sábado de septiembre de 1989, el mismo día previsto para iniciar el viaje presidencial a Estados Unidos.
Trascendió que se analizaba la posibilidad de aplicar la convertibilidad, medida que requería una firme decisión política porque sería uno de los últimos recursos para revertir la evidente incertidumbre en sectores empresarios y de trabajadores. La economía parecía estar a la deriva cuando la metamorfosis del BB I generó el BB II, en marcha a partir del 10 de diciembre de 1989.
Cambios en diciembre
Se proclama en los países monárquicos que muerto el Rey, viva el Rey y es lógico que la ejecución –o la autodestrucción- de los planes promueva la elaboración de nuevos planes. Sin pausa debió trabajar el equipo económico del riojano González para presentar el proyecto al presidente Menem y a los inestables mercados. Una de las primeras medidas del entonces nombrado Plan Erman I, fue la liberación de precios y de cambios anunciada el 18 de diciembre y doce días después eran incontrolables las demandas debido a los constantes aumentos. El presidente Menem apeló una vez más a sus originales mensajes y anunció que con esos cambios “comenzábamos a volar a gran altura y sin paracaídas”.
Se ha dicho que “los precios, sin duda uno de los factores revolucionarios del cambio estructural, son los grandes prostituidos de la historia económica argentina, los grandes ignorados, los grandes despreciados, los ilotas de nuestra sociedad, los increíbles desconocidos”. [31]
En ese tiempo las medidas económicas tendían a lograr que las empresas vendieran dólares, porque medida que el BB II se desarrollaba, el dólar seguía creciendo: en tres días superó los 1.500 australes, alza que representaba un abrumador 50%. Mientras el Estado argentino concretaba su audaz vuelo sin paracaídas, los precios también estaban por las nubes y una mirada transoceánica permitía advertir que los europeos soportaban otras conmociones: la caída del Muro de Berlín y el fin de la dictadura en Rumania al ser destituido y asesinado Nicolás Ceaucescu y Elena, su esposa. El entonces canciller Dr. Domingo Cavallo estaba atento a todos esos cambios y fiel a su vocación evaluaba la compleja trama de la economía nacional, las dificultades existentes por el endeudamiento interno y externo.
El 28 de diciembre –día de los Santos Inocentes- empezó la segunda etapa del plan de ajuste y se dispuso que los depósitos a plazo fijo se convertían en Bonex 89, medida que fue criticada por considerársela una confiscación que afectó principalmente a los pequeños ahorristas a plazo fijo, que no pudieron disponer de sus limitados recursos, salvo el cobro de un millón de australes que se devolvió en efectivo. Latente el recuerdo de los dos BB, con la acumulación de tensiones que provoca cualquier vuelo a gran altura cuando se perciben la turbulencia, en la torre de control del ministerio de Economía se apeló una vez más a la inteligencia para evitar los estragos que produciría una abrupta caída. Trascendió que el economista justicialista Eduardo Curia desarrollaba la propuesta del ministro González en torno a la posible convertibilidad porque a pesar de la contención del dólar, la declinación del crédito en australes y la disminución en la recaudación fiscal indicaban la urgencia de un aterrizaje, con decisiones políticas que evitaran un atroz estallido.
(Es interesante el aporte de Martín Redrado con respecto a los antecedentes de convertibilidad en la Argentina:
- 1822 – Creación del Banco de Descuentos de Buenos Aires (h.1826).
- 1867 – Banco de la Provincia de Buenos Aires (hasta 1877).
- 1881 – Creación del peso moneda legal (presidente Gral. Julio A. Roca)
El m$n. equivalía a 1/25 de peso fuerte.
En 1885 dejó de funcionar debido al excesivo endeudamiento.
- 1891 – Creación de la Caja de Conversión “para recuperar la confianza tras la crisis derivada del préstamo de la Baring Brothers acordado seis décadas antes, durante el gobierno de Bernardino Rivadavia.
- 1899 – Ley de convertibilidad vigente hasta la primera guerra (1914).
- 1927 – “El superávit operativo de la década del 20 le permitió al país
otorgarse una sexta convertibilidad”, que “fue abatida por la crisis
mundial de 1929”.
“En todos los casos, estos períodos terminaron con la puesta en marcha de la maquinita de emitir billetes. Estas experiencias -destacó Redrado- dejaron en claro que la convertibilidad necesita de un plan sólido y a la vez flexible que le provea fondos para el crecimiento”.) [32]
1990 – Año Nuevo, planes nuevos…
Los ministros no pudieron descansar el primer día de 1990, era imprescindible modificar el rumbo económico porque los tutores norteamericanos, ante la incertidumbre decidieron limitar su apoyo. El Ing. Álvaro Alsogaray insistió en la necesidad de aplicar un la política social de mercado. Los sectores opositores expresaban sus dudas acerca de la continuidad del presidente y el ex presidente Alfonsín proponía acelerar una convocatoria a la reforma de la constitución para lograr el anhelado propósito: crear el cargo de primer ministro con la intención de que lo ocupara un radical. Hubo una sucesión de medidas económicas similares a la del Banco Central cuando dispuso el congelamiento de los depósitos a plazo fijo que en la mayoría de los casos afectaba más a la clase media que a los sectores de mayores recursos. Los mercados empezaron a calmarse en marzo, cuando se suspendieron los pagos por contratos de obras públicas, se anularon licitaciones y se limitaron las promociones y los subsidios. En la presidencia del Banco Central se sucedían los relámpagos: Erman González en una primera mirada hacia los notables, convocó a Rodolfo Rossi para tripular la nave del Central en su primera etapa y lo reemplazó por Enrique Folcini quien debió vislumbrar el abismo lindante con las exigencias del FMI -por la deuda externa- y las impostergables demandas de la economía interna.
A fines de enero de 1990 hubo una emisión monetaria e inmediatamente empezó a subir el dólar porque la desconfianza obligaba al rápido canje, aunque después fuera necesario canjearlo para pagar los gastos de la canasta familiar. La creatividad popular bautizó a los arbolitos que aparecían en las veredas de los Bancos, improvisados agentes que proponían cambiar los magros salarios con la esperanza de algún beneficio y que a veces sorprendían con la entrega de dólares falsos. Las tasas de interés siguiendo su ascenso hasta una proyección alarmante: el 6.000 % anual.
Mientras tanto era necesario que a pesar del déficit del Estado se lograra acumular reservas, requisito esencial para ejecutar con eficacia la necesaria convertibilidad. El Banco Mundial comunicó al gobierno argentino la interrupción de sus créditos. Una vez más los diagnósticos confirmaban la proximidad del flagelo de la hiperinflación y no se acertaba con las medidas de prevención. Esos fenómenos aceleraron el desplazamiento de otros tripulantes -sin paracaídas- y quebrado el plan Erman II fue evidente la veloz caída de Enrique Folcini.
El demócrata cristiano Erman González demostró una vez más su fe y su Fe. En una atmósfera enrarecida por el temor al desastre económico, en marzo de 1990 anunció el plan reconocido como Erman III que continuó con la emisión de australes -aproximadamente el 40% de promedio mensual-, moneda circulante que día a día disminuía su valor de canje.
Legislación y reformas
El 15 de noviembre de 1989, se eliminó el ente creado por el presidente Raúl Ricardo Alfonsín –y sus Coordinadores– para entender lo relativo al traslado de la Capital Federal a Carmen de Patagones, como consecuencia de algunas medidas aconsejadas por Néstor Rapanelli, segundo ministro de Economía del presidente Menem.
Ley de Emergencia Económica
El ex presidente de la Nación Víctor Martínez -UCR- a fines de septiembre de 1989 manifestó que la ley de Emergencia Económica implica otorgar “la suma del poder público” por cuanto permitirá “hacer prácticamente lo que quieran, no solamente con las empresas sino también con los trabajadores, en la Capital y también en las provincias. En esos días la Suprema Corte de la Nación había fijado los alcances de las facultades reglamentarias del Poder Ejecutivo con relación a la ley de emergencia económica.
Luego se sancionaron otras leyes referidas a la emergencia económica, entre ellas la de emergencia administrativa; suspensión de subsidio; proyectos de flexibilización laboral y limitaciones al derecho de huelga.
Privatizaciones
La sombra de Rodolfo Terragno
Es oportuno recordar las acciones del radical Rodolfo Terragno -periodista exiliado durante el Proceso, tanto que en sus primeras declaraciones cuando regresó se notaban sus dificultades para la expresión oral- desde que asumió la secretaría de coordinación del gabinete nacional en 1987, que comenzaron con las negociaciones en torno a la privatización de los servicios telefónicos y de la aeronavegación, justamente una de las dos empresas que en el proyecto de ley de privatizaciones ingresado por el presidente Alfonsín y su ministro de Economía Juan Vital Sourrouille, encabezaban la lista de empresas que el Estado debía preservar.
En el primer trimestre de 1988 ya había acordado la venta del 40% de las acciones de Aerolíneas Argentinas a la SAS (Scandinavian Airlines System, perteneciente a los estados nacionales de Dinamarca, Noruega y Suecia y presidida por John Herbert) e idéntico porcentaje sería negociado con Telefónica de España -y asociados-, haciéndose cargo ambas de la administración y control de las operaciones. El economista radical -fundador de una revista en Caracas donde sus aliados publicaban sus avisos-, dejaba para el Estado argentino la responsabilidad de absorber las deudas externas de ambas compañías.
En vano Pérez Companc -desde 1980 proveedor de equipos telefónicos- impulsó una oferta avalada por Banco Río, Pecom Nec y Sade -a partir de la década del 70 uno de los principales contratistas de obras telefónicas-; Siemens Standard Electric, el grupo Juncal y la banca Morgan y Deutsche. Cabe recordar que si la gestión de Alfredo Martínez de Hoz favoreció con el 11% del total de horas trabajo a los contratistas privados, en 1983 creció al 91% con la ventaja de que los operarios cobraban sueldos inferiores a los de convenio y no realizaban aportes. Las actitudes de los contratistas privados provocaron abultadas facturaciones cuyos datos comparativos indicaban un absurdo de productividad: algunos operarios habrían prestado servicios durante treinta y seis horas diarias, aunque las jornadas abarcaran el máximo de veinticuatro horas. La administración de Alfonsín no corrigió esos disparates que significaban enormes pérdidas para ENTel –Empresa Nacional Telefónica- y fue precisamente Nicolás Gallo, administrador de esa empresa durante siete meses de 1987, el autor del plan impulsado por Sade y Siemens Standard Electric para lograr la supervisión de todos los contratos de consultoras y de obras telefónicas.
(Lejos estaba el recuerdo de la eficiencia lograda durante la primera presidencia de Perón -1948/55- cuando un solo administrador logró que se instalaran un millón de líneas. Como ha sucedido en otras empresas del Estado, desde entonces la frecuente sustitución de autoridades generó una decreciente eficacia porque no había continuidad en los programas y se diluía la responsabilidad de los directivos.
El ex-dirigente sindical Julio Guillán -con veinticinco años de dirigencia, integrante de la CGT de los Argentinos de Raimundo Ongaro -opositor de Augusto Vandor-, detenido durante el Proceso, reelecto en 1983, supo negociar con Enrique -Coti- Nosiglia su incorporación en la lista radical de candidatos a diputados nacionales en 1985, aceptó las iniciativas del ministro de Obras y Servicios Públicos Rodolfo H. Terragno y fue subsecretario de Comunicaciones. Cuando lo derrotaron en las elecciones de FOETRA -telefónicos; asumió Héctor Esquivel de la lista Celeste y Blanca -con el voto positivo del 36% del padrón electoral, el 60% del 60% de los votos emitidos- y el triunfo fue festejado en el sindicato de los cerveceros que conduce Saúl Ubaldini. Un año antes los dirigentes sindicales de esa lista habían movilizado a los trabajadores de ENTel oponiéndose a la privatización. La celebración del triunfo de Esquivel permitió que el senador nacional Oraldo Britos protestara ante una numerosa audiencia por la conducta de algunos representantes de la Unión Ferroviaria demasiado tolerantes con las decisiones del gobierno. Evidentemente las tormentas políticas han ido sacudiendo las diferentes ramas y algunos gremialistas se han olvidado de la advertencia del Líder: Para un peronista no hay nada mejor que otro peronista y en 1972: para un argentino no hay nada mejor que otro argentino.
Terragno además, recomendó los procedimientos aplicables en el proceso de transformación de las explotaciones petroleras y propuso la concesión del peaje en las rutas. Poco logró Alfonsín con su gestión como ministro de Obras y Servicios Públicos porque ninguna privatización se aprobó y ante la crisis, volvió a confiarle una importante misión: viajar el 12 de junio a la mañana para informarle a Menem que estaba dispuesto a resignar -término original en los trámites oficiales, sinónimo de ceder, abandonar, claudicar en las relaciones humanas y en este caso, probablemente la palabra represente toda la carga emotiva de quien sólo tenía una posibilidad: renunciar porque el fracaso de ese gobierno radical era irreversible y hasta su consigna: con la democracia se come…, era irrepetible cuando la inflación superaba el cien por ciento.
(Es interesante recordar lo expresado por Gustavo José Víttori: “La solidaridad, la lealtad, han ganado un espacio nuevo en esta Argentina en cambio y seguramente habrán de fecundar las relaciones convivenciales en el futuro próximo. Todo ello en función de una sociedad más justa, habida cuenta de que justicia no es otra cosa que la suprema armonía de todos los valores.
La democracia que estamos ‘encarnando’ no sólo es el más digno de los sistemas jurídico políticos existentes, es un completo ‘estilo de vida’ posibilitante de la realización humana. Esa democracia, fértil y objetivamente integradora, es hoy, luego de recorrer un camino de siglos, bastante más que un boceto. Es un proyecto compartido y en marcha. Es la coronación de un sentimiento que reconoce lejanas raíces y ofrece cambiantes facetas en nuestro decurso histórico.”) [33]
Lo lamentable es que el olvido suele aproximar al ridículo cuando se actúa sin coherencia. El 25 de agosto de 1996 las cámaras de televisión exhibieron las imágenes de un acto organizado por el radicalismo -en Yacyretá-, encabezado por Terragno -presidente del comité nacional- acompañado por varios legisladores, entre ellos Federico Storani y Mario Losada -quienes parecían atropellados adolescentes de Franja Morada-, junto a un numeroso grupo de militantes de la zona. Demostraban su aptitud física para barrer los cordones de la gendarmería y en la euforia se evidenció el olvido del insoslayable respeto a los símbolos nacionales: el viento y los vaivenes del tropel portador de una gran bandera argentina la arrastraban sobre el polvo del camino y alternaban su consigna: …adelante radicales, cuando rompían las defensas policiales amparándose en las estrofas del Himno Nacional -que cantaban entre corridas y forcejeos- cuando se encontraban con nuevos grupos portadores de escudos y bastones que en ningún momento fueron utilizados para reprimir. Es paradojal que esos diputados nacionales hayan mostrado esa falta de respeto por los símbolos nacionales, esa ridícula caricatura del poder político, cuando sus roles legislativos en el Congreso Nacional -no en las calles-, jerarquizan en su máxima expresión sus posiciones y decisiones sobre todos los asuntos económicos, políticos y sociales que deben ser discutidos, aprobados o rechazados.
En 1990, el presidente Menem en un discurso expresó: “Yacyretá es el monumento a la corrupción”, teniendo en cuenta que costó 3.000 millones de dólares. Resulta incomprensible que los radicales hayan parafraseado esa afirmación en una acto más de distracción histórica seis años después, porque ellos administraron la Nación y debieron defender sus intereses a partir de la confianza que la mayoría de los ciudadanos les otorgó en 1983; el Poder Judicial tampoco actuó para detectar las irregularidades y penar a los responsables. Es oportuno reiterar que las encuestas publicadas por Gallup Argentina han indicado que ese gobierno radical -el del presidente Alfonsín-, no se mencionaba el problema de la corrupción. Evidentemente los encuestados no sabrían que la hiperinflación es el resultado de sucesivos actos de corrupción, máxime cuando se ha llegado al extremo de una economía desmonetarizada. Una vez más los intereses creados de múltiples y poderosas empresas -con vinculaciones políticas- favorecieron la cultura de la especulación y de corrupción y una vez más algunos personajes han pretendido transformar la historia en un fantástico cuento. La historia debe reconocer que en febrero de 1990 aparecen los primeros porcentajes de encuestados (3%) preocupados por esa cuestión esencial para la defensa de la democracia -y hay que tener en cuenta que el presidente Menem reiteradamente ha expresado la necesidad de luchar contra la corrupción. A fines de ese año el porcentaje de encuestados preocupados por las denuncias conocidas era del 15% y en marzo de 1992 alcanzó el 18%. La toma de conciencia sobre la importancia del problema es fundamental para combatirla.)
Lo insoslayable es que hace veinte años se advirtió que “el violento y recurrente desplazamiento del país, su zigzagueante curso, su marcha como de beodo, es simple e ineluctable consecuencia del mal funcionamiento de la brújula de las ideas directrices”; se destacó que “quien tiene la llave de la paz y la prosperidad así como del conflicto y el retroceso, no puede esperar progreso si siembra la semilla del estancamiento, paz si atiza los instintos bélicos”. Se ha insistido en que “nada más inexacto que aquello de que los pueblos tienen los gobiernos que se merecen” basándose en la premisa de que “historia de un Estado o de una nación no es la de su pueblo sino el reflejo de la mentalidad de sus dirigentes” y en 1970 se afirmó que “la Argentina decadente del siglo actual es una hechura de la clase media intelectual y cultural. Para comprobarlo no hace falta más que tener presentes quiénes comandaron el país a partir de la primera guerra mundial”. Durante décadas se ha escuchado que los problemas perduran por la influencia de “grupos oligárquicos en connivencia con los monopolios extranjeros” y “hay algunos (pocos por cierto) que llevan su tontería hasta el punto de creer que hoy la pérfida Albión (que ni siquiera puede con sus problemas internos) nos tiene sojuzgada y atada al carro de su imperio (¿de cuál?). Hay otros (más por cierto) que están convencidos de que todas nuestras dificultades obedecen al comunismo internacional en cualquiera de sus ya numerosas sectas.” Por la organización política actual, todavía “asistimos a una representación insólita. Una mezcolanza de hombres para los cuales su exclusivo interés es el de su partido o el de su posición; de hombres con la mejor voluntad de la tierra y animados de un sincero deseo de hacer las cosas bien; de otros hombres ardientemente patriotas y severos que sólo aspiran al desarrollo de la patria; de hombres equilibrados que se desesperan por encontrar caminos intermedios que creen conducentes a sus fines nobles…” [34]
El 25 de octubre de 1989 el presidente dijo: “El país de la fiesta se acabó. Vamos a hacer un capitalismo serio”. ¿Cuántos habrán interpretado la real proyección de su advertencia?
Es oportuno recordar que “el estadista sabe por intuición que los problemas de una nación deben ser tratados conforme a lo que las cosas son, no conforme a lo que nosotros quisiéramos que fuesen”. Las políticas económicas y sociales durante sucesivos gobiernos se han apoyado en principios de la doctrina católica “estructurada jerárquicamente, con ingresos perfectamente regulados de los distintos grupos sociales. Exactamente lo opuesto a lo que reclama el desarrollo, sea en su dinámica una vez iniciado o muchísimo más para generar los sucesivos despegues a través de los distintos medios de consecución” y es imprescindible tener en cuenta que “el desarrollo es algo esencialmente cualitativo en su esencia, en el que la dinámica lleva al cambio y éste alimenta el movimiento”. Es deseable que se cumpla: ¡Argentina… levántate y anda! [35]
Cuando se realizaron las elecciones de 1989 y fue electo el riojano Dr. Menem, salvo en lo relativo a la sombra de la subversión y a la incertidumbre por el posterior atroz proceso de aniquilamiento, la situación era más caótica que cuando asumieron los dirigentes de Renovación y Cambio y de la Línea Córdoba en diciembre de 1983. El diagnóstico del candidato radical a la vicepresidencia Dr. Víctor Martínez en octubre de 1982, todavía tenía vigencia seis años después: “La gente tiene la sensación de que ha terminado un período y que viene otro diferente”. En esas circunstancias, Martínez dijo: “…creo que pese a todos los signos negativos, y no lo digo para crear falsas expectativas, que la Argentina va a salir del pozo porque tiene elementos para hacerlo, porque tiene una cantidad de cosas que, con organización, con mano firme y serena que nosotros la tenemos, la Argentina va a salir. Aquí no sufrimos guerras…” y ante la mención de las Malvinas, aclaró: “… recién ahora la Argentina parece como herida por las Malvinas; pero no sufrió las dos guerras mundiales, y las otras que aún siguen habiendo…” Habría que tener en cuenta que entre esas guerras con armas diferentes también se lucha en lo económico y en lo social. Sabía Víctor Martínez y lo expresó: “… los obreros tienen deteriorados sus salarios en un 42 %, y el 78 % en el sector público, la clase pasiva, los jubilados y los pensionados. No habrá que darle pagos retroactivos por las angustias vividas, pero sí para el futuro. Y no solamente el salario se ha deteriorado…” Víctor Martínez en 1982 analizando la situación económica afirmó que “es injusto cargarle todo a una persona y no es porque se trate de Martínez de Hoz. Acá pareciera que el único actor de este proceso fuera él…; el culpable es el gobierno, que ha dicho que ese era el programa de las fuerzas armadas…” [36]
Suele resultar fácil anunciar un diagnóstico, pero ese conocimiento no es suficiente para producir los cambios que el país y sus habitantes necesitan y ha quedado demostrado cuando en 1989, el gobierno radical de Raúl Alfonsín debió transmitir el gobierno seis meses antes, impotente para controlar las protestas sociales; la hiperinflación y la desmonetarización.
La televisión permite desde la intimidad hogareña disponer de testimonios válidos para la historia de la Historia. El lunes10 de julio de 1995 los periodistas Daniel Hadad y Marcelo Longobardi entrevistaron a algunos radicales y se recordó la “imagen de Angeloz hablándole a Córdoba y a todo el país diciéndole ‘No me voy a arrodillar, y me voy’.” Inmediatamente, “uno recuerda y le viene al inconsciente Alfonsín diciendo: ‘No pude, no supe, no quise, y yo me voy’.” Al ser interrogado Rodolfo Terragno sobre la incidencia de esos antecedentes en su carrera política, respondió: “Le voy a contar una intimidad política. Hace pocos días, en una reunión política -había varios dirigentes radicales- alguien dijo: ‘hay que recordar que el justicialismo termina siempre en guerra civil, así terminó Perón en el ’55, así terminó Isabel en el ’76, así va a terminar Menem’ y yo me opuse rotundamente a ese criterio, porque no me parece ni serio ni leal. No es serio decir que porque las cosas ocurrieron de determinada manera en el pasado vayan a ocurrir en el futuro y de igual manera, no es leal, yo puedo discutir las políticas de Menem, las consecuencias sociales que pueden tener esas políticas, pero no le puedo tirar por la cabeza a Menem ni con el fin de Perón, ni con el fin de Isabel”. [37]
Gobiernos de facto en la Argentina a partir de 1930…
Desde el derrocamiento del radical Hipólito Yrigoyen (1930), al asumir el gobierno nacional el justicialista Dr. Carlos Saúl Menem, por primera vez un presidente constitucional transmitió el mando a otro civil electo por amplia mayoría en elecciones libres. Se quebró la vergonzante tradición de los golpes ejecutados por los militares aliados con distintos sectores políticos y ocasionales apoyos externos, que representa una absurda desproporción: catorce gobernantes de facto y sólo cinco electos por amplia mayoría popular. Es interesante tener en cuenta que la Corte Suprema de Justicia prácticamente convalidó los hechos del 6 de septiembre de 1930; 4 de junio de 1943 y posteriores que implicaron la ruptura del orden constitucional. Al asumir la autodenominada revolución libertadora (1955) todos sus miembros fueron reemplazados por profesionales de absoluta confianza para servir a los fines del trágico golpe que representó una perseverante persecución a los peronistas hasta el límite de los fusilamientos de junio de 1956. Destituido el radical Arturo Íllia (1966) también fueron reemplazados los integrantes de la Corte y diez años después, el autodenominado Proceso de reorganización Nacional también arbitrariamente dispuso que todos los jueces juraran cumplir con los objetivos enunciados en su primera acta. Es oportuno transcribir el propósito inicial: “Restituir los valores esenciales que sirven de fundamento a la conducción integral del Estado, enfatizando el sentido de moralidad, idoneidad y eficiencia, imprescindibles para reconstituir el contenido y la imagen de la Nación, erradicar la subversión y promover el desarrollo económico de la vida nacional basado en el equilibrio y participación responsable de los distintos sectores a fin de asegurar la posterior instauración de una democracia republicana, representativa y federal, adecuada a la realidad y exigencias de solución y progreso del Pueblo Argentino”. De los nueve objetivos básicos, algunos enunciados han de servir para que se aprecien las diferencias entre el decir y el hacer, reflejadas en las paradojales realidades acumuladas en el lapso 1976-1983. La Junta Militar informó entre sus objetivos: “2. Vigencia de los valores de la moral cristiana, de la tradición nacional y de la dignidad del ser argentino”. 3. Vigencia de la seguridad nacional, erradicando la subversión y las causas que favorecen su existencia. 4. Vigencia plena del orden jurídico y social”. En su mensaje los reorganizadores anticiparon: “para nosotros, el respeto de los Derechos Humanos, no nace sólo del mandato de la ley ni de las declaraciones internacionales, sino que es la resultante de nuestra cristiana y profunda convicción acerca de la preeminente dignidad del hombre como valor fundamental. Y es justamente para asegurar la debida protección de los derechos naturales del hombre, que asumimos el ejercicio pleno de la autoridad; no para conculcar la libertad sino para afirmarla, no para torcer la justicia sino para imponerla”. En otro párrafo advertían: “Sólo el Estado, para el que no aceptamos el papel de mero espectador del proceso, habrá de monopolizar el uso de la fuerza ya consecuentemente, sólo sus instituciones cumplirán las funciones vinculadas con la seguridad interna. Utilizaremos esa fuerza cuantas veces haga falta para asegurar la plena vigencia de la paz social. Con ese objetivo combatiremos, sin tregua, la delincuencia subversiva en cualquiera de sus manifestaciones, hasta su total aniquilamiento”. La Justicia exhibía algunas alegorías: no había signos visibles sobre su sordera y los ojos vendados fundamentaban incontables omisiones. Al asumir el Dr. Raúl Alfonsín (diciembre de 1983) algunas voces exigían ser escuchadas, después de soportar siete años de indiferencia y de violencia. Resultó evidente que a Alfonsín poco le preocupaba la aproximación política de quienes integrarían la Corte, teniendo en cuenta que el primer ofrecimiento fue al candidato presidencial opositor justicialista Dr. Ítalo Argentino Luder. Ante su rechazo, optó por proponer para presidir la Corte al Dr. Genaro Carrió, su amigo y defensor jurídico, ex-viceministro del Interior durante la dictadura de Aramburu-Rojas. Designó ministros a José Severo Caballero y Augusto Belluscio -radicales-; Carlos Fayt -socialista- y Enrique Petrachi (h). Al renunciar Carrió en abril de 1985 por enfermedad, designó al Dr. Jorge Bacqué.
El presidente Menem propuso que la Corte tuviera nueve miembros -cuatro más-, sin ser original en esa iniciativa dado que Arturo Íllia en 1964 había intentado integrarla con cinco más; idea sustentada en aquel tiempo por el Dr. Augusto Belluscio -entre otros-, cuyo proyecto sólo fue sancionado en la Cámara de Senadores. El 5 de abril de 1990 la Cámara de Diputados sancionó la ley que disponía esa ampliación el 18 de abril -día siguiente a su promulgación-, el presidente Menem remitió al Congreso los pliegos correspondientes a los cuatro nuevos miembros, quienes asumieron la semana siguiente (día 26). Ricardo Eugenio Gabriel Levene (h., 76 años), ex-asesor ad honorem de la SIDE aramburista (enero 1956 a febrero 1957), especialista en Derecho Penal y redactor de varios códigos procesales; en los últimos tiempos asesor de César Arias -el sucesor de Oyhanarte en la secretaría de Justicia y vinculado directamente al presidente Menem. Mariano Augusto Cavagna Martínez, justicialista, en 1973 fue jefe de gabinete en la Intendencia de Buenos Aires; al año siguiente asumió como subsecretario de Justicia de la provincia y asesor del ministro de Educación. Apoyado por Alfonsín integró la Suprema Corte de Buenos Aires y la presidía cuando recibió la designación en la Corte Suprema de la Nación. Rodolfo Carlos Barra además de sus antecedentes políticos por funciones desempeñadas hasta 1976, había sido viceministro de Obras Públicas y del Interior cuando fue propuesto para integrar la Corte.
Cámara Nacional Electoral
El 13 de noviembre de 1989, el gobierno nacional remitió al Congreso un proyecto de ley aumentando de tres a cinco el número de miembros de la Cámara Nacional Electoral, teniendo en cuenta que existían aproximadamente quinientos partidos políticos inscriptos y que además, la Cámara tenía otras competencias.
Cuerpo de Auditores Judiciales
La creación del Cuerpo de Auditores Judiciales fue aprobada en el seno de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, con ocho votos positivos y la disidencia de Fayt. Dependería directamente del presidente de la Corte, teniendo en cuenta las exigencias del ejercicio de su Superintendencia y el Dr. Juan Carlos Corbetta fue nombrado para ejercer la conducción del Cuerpo. Se había desempeñado durante el gobierno de facto (1976-1983), continuó durante el gobierno radical y fue colaborador del ministro de Defensa Dr. Ítalo A. Luder.
Camino hacia la unidad nacional…
1970: Testimonio de Perón
El 02 de febrero de 1970, Perón recordó en Madrid la obra de Juan Manuel de Rozas, cuando desde Buenos Aires, el Dr. Manuel de Anchorena le había enviado una carta a “Puerta de Hierro”, su residencia madrileña, con publicaciones sobre la “Campaña Pro-Repatriación de los restos del Brigadier Gral. Don Juan Manuel de Rosas”. Reconocía Perón que “Don Juan Manuel, no sólo ha tenido la gloria de su grandeza, sino que también ha merecido el honor que le han rendido la infamia y la calumnia de los hombres pequeños. La calumnia, la diatriba y el insulto, son siempre homenajes que se rinden a un mérito, a una virtud o a un valor. Pocos han sido más indecentemente calumniados, ello sería ya mérito suficiente como para considerar sin más entre los grandes… “Desde niño ha repugnado a mi espíritu cuanto se ha escrito sobre Rosas en las ‘historias fabricadas por los escribas de la ignominia y el rencor. Hace muchos años, en oportunidad de realizar investigaciones históricas en el Archivo General de la Nación, se me ocurrió echar una ojeada a los archivos documentales de la época de la Santa Federación y me fue dado comprobar que la documentación existente me era totalmente desconocida y yacía bajo una capa de polvo que evidenciaba lo poco que había sido consultada hasta entonces. Esa ‘historia’ había sido escrita ‘de oído’, como la música barata, por ‘historiadores’ de ocasión y por encargo. Ha sido necesario esperar la acción de los revisionistas históricos para conocer una realidad oculta bajo la oscuridad nefasta de la mentira…”
“En la lucha por la liberación, el Brigadier General Don Juan Manuel de Rosas, merece ser el arquetipo que nos inspire y que nos guíe, porque a lo largo de más de un siglo y medio de colonialismo vergonzante, ha sido uno de los pocos que supieron defender honradamente la soberanía nacional en que se debe asentar la decencia de una Patria y, no en vano San Martín, que había luchado por esa misma liberación, desde el exilio, al que lo habían condenado los enemigos de afuera y de adentro, le hizo allegar su espada y su encomio, que era como arrimarle un poco de su gloria de soldado y de su alma de ciudadano excepcional.”
Expresó luego su sentimiento “de argentino y de soldado”, haciendo llegar su “solidaridad y enhorabuena”.
Expresiones de historiadores
El 22 de junio de 1977, mientras el Proceso -la dictadura del Gral. Jorge Rafael Videla-, dejaba sus trágicas huellas en la historia de los argentinos, en la Universidad Nacional de Belgrano se recordaba la trayectoria de los federales y de los unitarios. Fermín Chávez afirmaba que “Rosas, ante todo pragmático, adoptó como sistema político una dictadura, y todos sabemos lo que esto ha significado en la historia de la humanidad. Las dictaduras se dieron en todos los pueblos del mundo siempre que circunstancias caóticas hicieron necesaria su aplicación”. Después de reconocer que “los conceptos de federal y de unitario, como valores históricos y sociológicos, no son términos unívocos, no son un género que se aplica con un mismo sentido”, Chávez reconoció que son “conceptos análogos” y destacó que varios historiadores reiteran que Rosas fue unitario, si se tiene en cuenta que gobernó por un “sistema político de poder centralizado”. Explicó que “Rosas, por ser dictador -esta es la calificación que le corresponde, por haber asumido la suma de los poderes públicos-, manejó un sistema basado en la centralización del poder, bajo circunstancias internacionales conflictivas y de permanente guerra intestina”. Manifestó que “Rosas tenía un pensamiento de tradición española, con una filosofía muy propia de nuestro campesino, de nuestro gaucho, y en ese sentido fue expresión de la mayoría de la gente de su época… Tuvo el apoyo de la clase terrateniente de Buenos Aires, que era la que poseía el poder real y prestaba verdadero apoyo a Rosas, como después lo hizo con otros gobiernos”. En esas jornadas universitarias, el Prof. Armando Alonso Piñeiro expresó que “los federales de Rosas pusieron en práctica el más formidable esquema unitario, centralista, omnímodo y absorbente que haya conocido el país, mientras los unitarios propiciaban un régimen más respetuoso de la voluntad de las provincias. Cómo en las novelas policiales, a veces constituye un enigma saber quién es quién.” [38]
Repatriación de los restos de Rozas
El 30 de setiembre de 1989 culminó el prolongado proceso tendiente a la repatriación de los restos del Restaurador de las Leyes Don Juan Manuel Ortiz de Rozas y López, quien debió alejarse del país en 1852 -después del pronunciamiento de Urquiza- y tras 137 años de su fallecimiento en Southampton, Inglaterra, trascendió que su cadáver se halló intacto. El féretro fue trasladado en avión hasta el aeropuerto de Fisherton y desde allí en un helicóptero hasta el helipuerto de Gendarmería Nacional. En el puerto de Rosario desde dos días antes estaban anclados el patrullero Murature y dos barreminas. En otro helicóptero viajaron desde Buenos Aires el presidente Carlos Menem y su esposa Zulema Yoma, el gobernador Dr. Víctor Reviglio y el vicegobernador Antonio Andrés Vanrell, con sus respectivas esposas. También participaron del acto el gobernador de Buenos Aires Dr. Antonio Cafiero y el secretario general de la CGT Saúl Ubaldini, entre otras autoridades nacionales, provinciales, militares y eclesiásticas. El homenaje se desarrolló en el Parque Nacional de la Bandera, al pie del monumento a nuestra enseña nacional. Se entonó el Himno Nacional Argentino y luego el Obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Rosario Monseñor Dr. Mario Luis Maulñion celebró una misa de campaña.
Una delegación del Partido Justicialista Revolucionario expresó su adhesión al homenaje con distintas consignas. El presidente Menem cerró el acto y destacó: “Queremos inaugurar el tiempo de la gran síntesis entre todos los argentinos, sin ningún tipo de distinciones. Con este acto estamos dando el adiós a un país de fracasos, de falsas opciones; estamos proclamando que ya no hay más tiempo ni lugar para un país donde sea motivo de muerte y de persecución el pensar distinto… nadie está obligado a renunciar a sus opiniones ni a sus creencias políticas… Afirmó luego: “Estoy dispuesto a pagar todos los costos políticos del mundo con tal de que nuevamente nos demos las manos, abramos nuestro corazón y dejemos atrás nuestros resentimientos.” Advirtió que “a veces saber olvidar es también tener memoria”- Con firmeza preguntó: ‘¿Es posible construir una Patria sobre el odio entre hermanos?’…”
Mensaje del Partido Justicialista de Santa Fe
El Partido Justicialista de Santa Fe presidido por Carlos A. Reutemann, publicó por distintos medios un mensaje: “Ante el arribo al país de los restos del Brigadier General Don Juan Manuel de Rosas. El movimiento peronista, por medio de sus representantes electos la los cargos supremos de la República, ha roto una vez más la constante histórica que hiciera que los grandes hombres que defendieron la soberana independencia nacional vivieran exiliados y privados de sus bienes y honores fuera de su patria: San Martín, Rosas, Perón.
Lo hizo ayer luchando por la vuelta del exilio del General Perón y obteniendo desde el gobierno constitucional de entonces su retorno y restitución de honores en vida.
Lo hace hoy a través de un nuevo gobierno justicialista de unidad nacional para que los restos del General Rosas obtengan el derecho de todo argentino, de descansar en paz en la tierra que lo vio nacer, y ser reivindicado por la defensa de ese suelo, al que dedicó sus mejores horas.
En nuestra concepción histórica, impidió la disolución nacional y social que causaba la anarquía, restaurando el imperio de las leyes y el orden conculcados.
Afianzó la justicia federal por paulatina delegación de los Estados provinciales.
Dirigió con honestidad e idoneidad los negocios exteriores del país.
Protegió la prosperidad y la producción nacional.
Respaldó la independencia del Uruguay frente a la intervención hegemónica de Estados limítrofes y extracontinentales.
Preparó las condiciones de hecho, consolidando una autoridad central, para la unidad y posterior organización constitucional de los Estados confederados.
Defendió contra toda injerencia la integridad territorial y la dignidad de las Provincias Unidas del Río de la Plata.
En actitud ejemplar ante la América y el mundo, enfrentó en 1845 la escuadra naval de las potencias europeas coaligadas, en una contienda que San Martín consideró ‘de tanta trascendencia como la de nuestra emancipación de España’.
El Capitán de los Andes, en elocuente testimonio, legó al General Rosas el sable que lo acompañó en las guerras de la emancipación americana ‘como prueba de la satisfacción que como argentino he tenido por la firme actitud con que ha defendido el honor de la República frente a las injustas pretensiones de los extranjeros que intentaban humillarla’.
Hoy que la tierra argentina se abre para recibir en su seno a uno de sus hijos más preclaros, invitamos al pueblo santafesino a recibirlo en triunfo al pie de la bandera nacional como en sus días de gloria, y a saludar su paso por el Paraná cuando los cañones de Obligado hagan tronar, como ayer, la voz de la patria”.
(En la ciudad de Santa Fe el Centro Tradicionalista “Los Reseros” recorrió algunas calles con su caballería ostentando banderas, en el tramo final Bvard. Pellegrini y Bvard. Gálvez hasta el monumento al Brig. Estanislao López donde hicieron una parada y un minuto de silencio. Hubo otras adhesiones mediante la colocación de afiches.)
Septiembre de 1989: anuncio de los indultos…
En una breve entrevista con periodistas en Rosario, el 30 de septiembre de 1989 el presidente Menem antes de iniciar el acto de homenaje al Brig. Juan Manuel de Rosas -repatriación de sus restos-; anticipó que recién a fines de octubre difundirá su resolución sobre el indulto. Inmediatamente comenzaron las críticas de los opositores, entre ellos grupos de bancarios comunistas que intentaban recoger “un millón de firmas contra el indulto” en la esquina de Florida y Corrientes, pleno centro porteño. El Partido Comunista protestó porque fueron obligados a retirarse con exhibición de armas de fuego.
De acuerdo con una estadística del Ejército, durante una década (1969-1979) los guerrilleros concretaron 1748 secuestros, 1501 asesinatos, 145 copamientos -80 fábricas, 20 localidades, 45 unidades militares-; 3000 robos de vehículos y armamentos.:: y con esos datos ese sector de las fuerzas armadas recordaba cuál había sido su responsabilidad al ponerse en marcha el Operativo Independencia. Consecuencia de los excesos en la represión y por las torturas, en 1984 comenzaron los juicios contra los militares, dispuestos durante la presidencia de Alfonsín y aproximadamente 833 testigos declararon ante dos fiscales, seis jueces y veinte defensores. En el día del maestro -Sarmiento-, el 11 de septiembre de 1985 los militares lucieron sus uniformes para escuchar los alegatos de la Fiscalía: primero entró Massera, de la Marina y el último fue Videla, del ejército.
Tres meses después conocieron las sentencias:
Videla, Jorge Rafael | Homicidios | Priv. libertad
con violencia |
Tormentos | Tormentos
seguidos de muerte |
Robos |
Reclusión perpetua.
Inhabilitación absoluta perpetua |
66 | 306 | 93 | 4 | 26 |
Massera, Emilio Eduardo
Prisión perpetua.
Inhabilitación absoluta perpetua |
3 | 69 | 12 | ninguno | 7 |
Viola, Roberto 17 años de prisión (ningún homicidio y delitos similares).
Lambruschini, Armando 8 años de prisión (ningún homicidio y delitos similares).
Agosti, Orlando 4 años de prisión (ningún homicidio y delitos similares.)
Los demás comandantes fueron absueltos por ser insuficientes las pruebas de los denunciantes.
En torno a una posible amnistía…
Desde otra perspectiva, en agosto de 1989 distintos medios difundieron lo expresado por Jorge Born, uno de los hermanos secuestrados por los montoneros:
“…Yo estoy dispuesto a perdonar. Creo que lo que hay que hacer es una amnistía amplia y total, que incluya a los comandantes, que incluya a los combatientes de izquierda…”
Sin nombrarlos, se refería a quienes también les exigieron 60 millones de dólares como rescate. Hay que tener en cuenta que en la década siguiente Jorge Born era socio del conocido Loco Galimba, el montonero Rodolfo Galimberti que había participado en la organización del secuestro de los hermanos Juan y Jorge Born, en 1974…
También es oportuno rememorar que Roberto Perdía y Fernando Vaca Narvaja estuvieron relacionados desde la década del 60 con Mario Firmenich y con el sacerdote Carlos Mujica cuando participaban en los campamentos de Acción Misionera en el chaco santafesino, que el sacerdote continuó con otras acciones en las villas del conurbano bonaerense -principalmente en la Villa 31 hasta que fue asesinado en la década siguiente. En 1989, Perdía y Vaca Narvaja estaban relacionados con Vicente Saadi y Julio Mera Figueroa (pertenecientes a Intransigencia y Movilización Peronista) y en ese tiempo se entrevistaron en Panamá con el Cnel. Mohamed Seineldín y al llegar a la Argentina dialogaron con el presidente Menem. Rodolfo Galimberti -que desde 1979 estaba distanciado de ellos y de Eduardo Firmenich- había sido miliciano en el Líbano (1981) y tres años después ingresó al país con documentación adulterada. En reportajes con motivo de su casamiento en Punta del Este (1991), valoró al ejército nacional, a los coroneles Seineldín y Rico, su amigo, vínculo que el militar confirmó en otra entrevista.
El 6 de octubre de 1989 el presidente Menem en ejercicio de sus atribuciones anticipó el indulto a los militares que se encontraban bajo proceso. Hubo manifestaciones contrarias desde distintas agrupaciones que se manifestaron en defensa de los derechos humanos desde el ocaso del Proceso. El presidente en varias oportunidades expresó su criterio con respecto a la aplicación de la pena de muerte a los responsables de actos de terrorismo (atentados, levantamientos y secuestros) y en consecuencia, se plantea un profundo análisis para comprender la voluntad presidencial que concretó ese indulto: estimular el arrepentimiento y el perdón como medios esenciales para promover la necesaria reconciliación de los argentinos.
El 28 de diciembre de 1989 ya estaba tomada la decisión y con fecha 29 se firmó el indulto. El presidente viajó a Mar del Plata y los medios de comunicación saturaron a la audiencia con comentarios sobre ese cierre de un nefasto capítulo de la historia de los argentinos.
Levantamientos militares
Ecos de La Tablada
El militar católico Mohamed Alí Seineldín –El Camello, participante en la Gesta de las Malvinas había regresado en diciembre de 1988, después de adiestrar a las fuerzas de Noriega en Panamá para que se defendieran de los posibles ataques norteamericanos. Trascendió que había pactado con el General José Caridi para que apoyara la libertad de los responsables de Villa Martelli.
Hay que tener en cuenta que en enero de 1988 -con motivo del levantamiento en Villa Martelli- el Gral. Isidro Bonifacio Cáceres dirigió la Brigada de Caballería Blindada de Tandil para impedir que el Cnel. Aldo Rico lograra sublevar las fuerzas de Campo de Mayo.
El 31 de enero de 1989, el Gral. Cáceres -Jefe del Estado Mayor del Ejército- había manifestado públicamente que las últimas rebeliones militares, incluyendo la de Villa Martelli -que culminó en un acuerdo entre el Gral. Caridi y el Cnel. Seineldín- eran “actos bochornosos que muy justicieramente son criticados por nuestros conciudadanos” y según su opinión correspondía que los rebeldes dejaran de pertenecer a las filas del ejército argentino. Inmediatamente se organizó la ofensiva pseudo nacionalista contra el Gral. Cáceres y los muralistas de la Guardia Nacional “San Ignacio” proyectaron el hogar de la década del 40 por el pueblo de fin de siglo y estamparon la leyenda: “Dios – Patria – Pueblo.
A mediados de noviembre de 1989 un grupo de carapintadas realizaba gimnasia en Palermo y en declaraciones periodísticas Aldo Rico y Mohamed Seineldín aludieron al gobierno y a los indultos. Mientras el Justicialismo se reunía en Mar del Plata durante los días 21 y 22 de enero de 1989, crecía el rumor sobre los próximos levantamientos militares. Las crónicas indicaron que Menem prefirió jugar al tenis formando pareja con el gremialista de SMATA Rubén Cardozo y desafiando a los tocayos Alberto: Pierri y Samid. El lunes 23 cuartel de La Tablada fue atacado por aproximadamente treinta guerrilleros del Movimiento de Todos por la Patria, liderado por el terrorista Enrique Gorriarán Merlo.
(El 28 de octubre de 1995 Gorriarán Merlo –el Pelado- fue detenido en México y trasladado a la Argentina para declarar en la causa de La Tablada, se negó ante el juzgado federal de Morón a cargo de esa investigación. Su oscura trayectoria comenzó en la década del 70, al frente del ERP -Ejército Revolucionario del Pueblo-; participó en varios atentados entre ellos el ataque al Regimiento de Tanques 10de Azul donde asesinaron al Cnel. Jorge Igarzábal y el copamiento de la Jefatura de Policía de Córdoba en 1975, cuando decidió pasar a la clandestinidad acosado por las acciones de las Tres A y el anunciado Operativo Independencia estructurado para aniquilar la subversión.)
Horror compartido
El horror conmovió a la población que pudo observar la sangrienta lucha transmitida por televisión y también habló fray Antonio Puigjané reivindicando esas cruentas acciones. El gobierno creó el Consejo de Seguridad y elaboró proyectos de leyes con reformas penales que limitaban las posibilidades de defensa e incrementaban las penas. En ese clima de incertidumbre, se aproximaba el cambio de autoridades nacionales. José Alberto Samid -propietario de cinco frigoríficos que emplean a 7.500 personas, donante de las parrilladas para los almuerzos en las estancias, logró que en junio de 1989 en la estancia La Celina se reunieron tres mil personas, entre ellas el mayor Ernesto Barreiro, quien habiéndose negado a declarar en el juicio a los militares por torturas a los detenidos, había acelerado el conflicto de Semana Santa. Se difundieron fotografías con una sentencia reiterada a lo largo de la ruta: “Menem al poder, Seineldín es la garantía. En octubre -cuatro meses después- se concretó el juicio a los militantes del MTP.
(En 1990 Samid donó 140 toneladas de carne a Irak para colaborar con Saddam Hussein durante el bloqueo comercial dispuesto por las Naciones Unidas, actitud no compartida por el presidente Menem. El 3 de septiembre de 1996 Estados Unidos atacó a Irak con misiles. Algunos países -entre ellos Francia- censuraron la decisión norteamericana.)
Acusaciones y alejamientos
A principios de 1990 trascendió que Dante Camaño -secretario general de los gastronómicos en la Capital Federal, hermano de la diputada Graciela Camaño, casada con el sindicalista Luis Barrionuevo- estaba haciendo asistencialismo en su distrito, distribuyendo los bonos solidarios que le había entregado el sindicalista santafesino Rubén Ignacio Cardozo, subsecretario de Acción Social. El sindicalista del SMATA de Santa Fe renunció al cargo y como sucede tradicionalmente fue nombrado embajador en Paraguay. Esa etapa también tuvo sus sombras cuando fue reemplazado y se criticaron sus excesivos gastos.
En agosto de 1996 el empresario de la carne José Alberto Samid -quien es uno de los principales vendedores de cueros y dispone de una flota de tres aviones y un helicóptero- fue denunciado como evasor, teniendo en cuenta que desde junio de 1992 los frigoríficos y matarifes son agentes de retención y ese grupo había omitido declaraciones y con subfacturaciones evadía el pago del IVA. Por televisión se observaron las reiteradas críticas a Samid y su singular comportamiento.
Viaje del presidente Menem a Estados Unidos…
El 23 de septiembre de 1989 el presidente Menem concretó su primera visita oficial a Estados Unidos en circunstancias favorables por cuanto el plan económico conducido por Néstor Rapanelli indicaba un rumbo positivo. Después de su encuentro con el presidente George Bush asistió a diversos actos y en la Asamblea General de las Nacional Unidas reiteró los derechos de soberanía en las Malvinas e islas del Atlántico Sur; su firme decisión de luchar contra el narcotráfico y su opinión en favor de la aplicación de la pena de muerte para terminar con ese flagelo social que destruye principalmente a los jóvenes. Ofreció la intervención de la Argentina para lograr la paz en Medio Oriente.
(El 30 de agosto de 1994, George Bush retribuyó esa visita y aunque había terminado su mandato fue recibido en la residencia de Olivos con los honores correspondientes a un presidente en ejercicio. Bush calificó a Menem como “el mejor estadista de América Latina”. Participó en la Convención de la Asociación de Bancos de la República Argentina. Juntos asistieron a la inauguración de la represa hidroeléctrica de Yacyretá y dedicaron unas horas a la pesca del dorado en el turbulento Paraná. Tres meses después Bush regresó a la Argentina con su esposa. Posteriormente Menem se hospedó en la casa de descanso del expresidente norteamericano. Es oportuno tener en cuenta que el presidente argentino alentó la aplicación de la pena de muerte en varias oportunidades, entre ellas en marzo de 1996 cuando un adolescente fe secuestrado, violado y quemado vivo.) [39]
Es interesante tener en cuenta que durante la primera visita -no oficial- al presidente Bill Clinton también se reconoció que Menem estaba impulsando una notable transformación en la Argentina. En su discurso el presidente norteamericano dijo: “Lo que hizo usted por su país lo convierte en un líder de las naciones latinoamericanas”. Mientras tanto distintos medios lo censuran por las reformas en la legislación laboral y la desocupación, el problema que evidentemente aflige a todas las naciones del planeta. La prensa difundió algunas de sus declaraciones justificando el bombardeo a Irak teniendo en cuenta las acciones terroristas impulsadas por Saddam Hussein.
Lucha contra el narcotráfico: Frente hispanoamericano
En diciembre de 1989 el vicepresidente Eduardo Duhalde viajó a Venezuela y dialogó con el presidente Carlos Andrés Pérez sobre la necesidad de emprender acciones conjuntas con otros países americanos para luchar contra la drogadependencia y el narcotráfico. En esa oportunidad el Dr. Duhalde entregó tres aviones donados por el gobierno argentino para reforzar los medios de control aéreo en las rutas de los narcos en el territorio venezolano.
Medio ambiente – Decisiones de la CONAPA
A fines e 1989, el presidente de la Comisión Nacional de Política Ambiental –CONAPA- dependiente de la presidencia de la Nación -Alberto Barbuto-, expresó la voluntad de la Argentina de proponer acciones tendientes a lograr el desarrollo sustentable, cuando se trate en las Naciones Unidas el Infome Brundlktland. Una de las preocupaciones del gobierno argentino es la incidencia que podrá tener el aumento del nivel del mar por los efectos de recalentamiento de la Tierra, por cuanto en la zona de Puerto Madryn quedarían sumergidas varias islas, excelentes reservas de aves.
Transformaciones y justicia social…
El secretario general de la CGT Saúl Ubaldini al saludar a los trabajadores con motivo de la Navidad destacó que la justicia social “sólo podrá alcanzarse si la sociedad en su conjunto deja de perseguir la quimera del oro de la especulación y se decide a regenerar los tejidos de la economía, enfocando un programa de aumento de la producción a través de un aumento del consumo” y destacó que “equilibrar las cargas será fortalecer la unidad nacional”.
El Dip. Nacional por Izquierda Unida -Luis Zamora-, conductor del MAS –Movimiento al socialismo- declaró el mismo día, que el presidente Menem “violó todas sus promesas” porque según su criterio, “en lugar de revolución productiva llevó las tasa al ciento por ciento y con ello a la parálisis productiva”; “en lugar del salariazo, el gobierno dio la libertad de precios, es decir la libertad de las grandes empresas de remarcar mientras los salarios no están libres sino en la cárcel”.
El ex ministro de Economía Roberto Alemann afirmó que en los primeros meses del gobierno de Menem, prácticamente se continuaba con el Plan Austral, mientras que el nuevo rumbo determinará que todo funcione según sus méritos. Reconoció que “la liberación de los mercados de cambios y de los precios es un excelente punto de partida como para ser optimista” porque “significa que ahora se sincera todo. Ya no hay más dos precios y la formación de los mismos es libre. Desaparece la famosa hipocresía de nuestra economía por la cual las cosas valían un precio u otro precio según el caso”. Destacó luego que “el presidente recién tiene medio año de gobierno, ha tenido un triunfo electoral cómodo, tiene un partido que lo apoya e incluso sus principales adversarios del 14 de mayo, el ingeniero Alsogaray y el doctor Angeloz, están a favor de estas medidas. Por eso yo digo que el plafón que tenía Menem el 14 de mayo se ha ensanchado”.
Mientras tanto estaba previsto que el martes 26 de diciembre de 1989 se reunieran los integrantes del Consejo Nacional Justicialista -el presidente Antonio Cafiero y los dirigentes José María Vernet, Carlos Grosso, Juan José Zanola y José Manuel de la Sota, entre otros- para analizar la gestión del gobierno con el presidente Menem. (En Tucumán se había diferido el acto de lanzamiento de la candidatura de Ramón Palito Ortega para la gobernación, en los comicios previstos para dos años después.)
1983: Memoria necesaria
El régimen nacional de previsión social surgió a principios de siglo XX, cuando en el año 1904 se sancionó la ley de jubilaciones y pensiones para el personal del Estado; ocho años después se incorporó el personal de los ferrocarriles hasta que en 1915 estructuran su propio sistema. En el período 1921-1956 se crearon los sistemas para el personal de entidades bancarias, de periodistas y personal de navegaciones; de empleados de comercio, de trabajadores rurales; de empresarios, profesionales y trabajadores independientes; de personal doméstico. El 1º de enero de 1969 esos sistemas se agruparon en tres cajas nacionales de previsión que otorgaban los beneficios de jubilación por invalidez, ordinaria, por edad avanzadas y las correspondientes pensiones.
En 1983 el gobierno democrático encontró aproximadamente 2.615.000 personas percibiendo jubilaciones y pensiones (595.000 del Estado; 1.250.000 de Industria y Comercio y 700.000 Autónomos) y es imprescindible tener en cuenta que había una enorme evasión de aportes.
Subsidios familiares
En 1957 se organizó el sistema de asignaciones familiares para personal de la industria y del comercio y dos años después se incorpora el personal de las empresas de transporte privadas. En las décadas siguientes logran ese beneficio el personal de entidades civiles y los trabajadores rurales; los de asistencia sanitaria; personal de la estiba; en 1969 se extiende a todos los trabajadores en relación de dependencia con excepción del personal doméstico; cinco años después se amplía el beneficio a los jubilados y pensionados y en 1976 se incluye a las pensiones por invalidez, no contributivas. En consecuencia, en 1983 aproximadamente 5.500.000 personas tienen derecho a la percepción del salario familiar que abarca los complementos de sueldo por matrimonio, prenatal y de maternidad; nacimiento de hijo, adopción, cónyuge; hijo, familia numerosa, escolaridad -según los distintos niveles-; ayuda escolar anual y complementaria de vacaciones.
Déficit en las cajas de jubilaciones
Es interesante tener en cuenta lo expresado por el Dr. Roque Argimon -miembro del Partido Federal creado por Francisco Paco Manrique- en 1983 con respecto a los Bonos del Estado, “sumas que retiraba el Tesoro de la Nación de las cajas de jubilaciones, sin plazo y sin interés, a partir del año 1945, cuando se preveía que las cajas de comercio e industria nuevas iban a tener una gran recaudación. Los egresos, en cambio, recién iban a otorgarse a partir de los dos años. Todos los fondos fueron directamente a licuarse en el presupuesto de la Nación. Los Bonos del tesoro fueron a cubrir otro tipo de obligaciones contraídas por el Estado, que sacaba en forma permanente de las cajas todos los fondos que creía conveniente. Esto fue posible porque el sistema previsional estaba débil en sus fundamentos, era un sistema que dependía única y exclusivamente del mismo poder administrador que intervenía por medio del Ministerio de Economía en la extracción de los fondos. En una oportunidad se pagó a los jubilados con bonos, en otra se retiraron fondos de las cajas de previsión para pagar los retiros y pensiones militares; últimamente, se rebajaron los aportes personales en un 5, y se otorgó ese 5% como aumento de salarios para evitar un aumento general, con lo cual se empobreció el sistema previsional, y finalmente nos encontramos con la intervención total, absoluta y definitiva del Ministerio de Economía, consagrada por la sustitución del aporte patronal –15%-con una contribución al IVA” -Impuesto al Valor Agregado- que se paga en cada facturación y que evidencia enormes evasiones. Refiriéndose a ese legado de los responsables del proceso de reorganización nacional iniciado el 24 de marzo de 1976, el Dr. Raúl Beranger -vicedecano de la Facultad de Belgrano- expresó en 1983 que “en el tema de la seguridad social no podemos dejar de advertir que el país se ha vaciado de solidaridad; creo que estos problemas no sólo se resuelven con buena técnica sino con actitudes humanas, Si no cambiamos la mente y el corazón de los hombres argentinos, y sobre todo el de aquellos que tienen que decidir, es posible que hagamos buenas leyes pero el sistema no funcionará. En la Argentina no hay solidaridad; vivimos las Malvinas desde la platea, vivimos hoy el proceso de las inundaciones desde la platea. Si no decidimos entrar, de aquí a la entrega del gobierno constitucional, en un plan que signifique casi un estado de guerra para evitar tener que entregar un incendio económico, no sólo no habrá solidaridad sino que no habremos comprendido la hora presente. Es un disparate y además un delito la eliminación del aporte patronal; no puede haber sistema de previsión social cuando falta la solidaridad de las partes. Y además, es un disparate poner un sistema tributario en manos de un impuesto que todavía hoy produce un 60 o un 70% de evasión”. [40]
Otro sombrío legado han sido las jubilaciones de oficio, los retiros anticipados y los regímenes de privilegio sin aportes diferenciados (legisladores y funcionarios de primer nivel; personal de las tres Fuerzas Armadas, de Seguridad y del Servicio Penitenciario; de Gendarmería y de Prefectura). En algunos casos empiezan a aportar a los 18 años y con veinte años de servicios, a los 38 se jubilan; en un país que no crece demográficamente y que a principios del próximo siglo si continuara ese equivocado criterio sería un país de jubilados y pensionados, que probablemente estarían buscando algún trabajo para tener la retribución complementaria que les permitiera sobrevivir.
En 1983, el ministerio de Economía indicaba que una familia necesitaba un mínimo de 4.000 para vivir y los jubilados percibían 1.000 pesos, apenas la cuarta parte. El gobierno del presidente radical Raúl Alfonsín a pesar de haber logrado cierta aproximación a los sectores empresarios y gremiales no pudo solucionar esas injustas desigualdades. Hubo movilizaciones y se cumplió el vaticinio del Dr. Beranger: su programa de gobierno concluyó con un incendio económico.
Empadronamiento previsional
La Secretaría de Seguridad Social a cargo de Santiago de Estrada, dispuso en 1989 un Plan Obligatorio de Empadronamiento Previsional con el propósito de lograr que las empresas públicas y privadas regularicen los depósitos previsionales. Hasta diciembre de 1989 se habían inscripto 350.000 empresas y declararon una deuda acumulada de 650 mil millones de australes. Como lo reiteró el presidente Menem, el ingreso de esos recursos permitiría mejorar la situación de los jubilados y pensionados y en consecuencia se realizaron operativos de fiscalización para detectar a los evasores.
Deuda externa en 1985: “No es cuestión de dinero”…
El Dr. Rodolfo Terragno -dirigente de la Unión Cívica Radical- en su estudio sobre “La Argentina del siglo 21” plantea una reflexión mirando hacia el Este desde la actual perspectiva hispanoamericana, desde la posición pertinente a nuestra acosada Argentina. Advierte Terragno que: “Para desarrollar computadoras inteligentes Japón Invertirá 1.000 millones de dólares. La suma será desembolsada, a lo largo de una década, por el estado (450 millones) y la actividad privada. Mientras, Japón construirá computadoras super-veloces (también llamadas super-computadoras) que no serán inteligentes, pero sí 1.000 veces más rápidas que las actuales… que costará 200 millones de dólares.”
Cuando Terragno elaboró ese ensayo “nuestra deuda externa sumaba 50.000 millones de dólares” y conforme su opinión, “Argentina dilapidó, en menos de diez años, 50 veces lo que Japón invertirá, a lo largo de la década, para llegar a las computadoras inteligentes; o 250 veces lo que invertirá para desarrollar las super-computadoras.” Advirtió el dirigente radical que: “El cálculo sirve para medir la dilapidación que hizo Argentina, pero también para demostrar que el desarrollo no es una mera cuestión de fondos. Argentina pudo haber dispuesto de 1.200 millones de dólares, pero no hubiera podido dedicarse a crear inteligencia artificial o super-computadoras. Sólo una economía avanzada como la japonesa, provee los recursos industriales, la aptitud tecnológica, los recursos humanos y la cultura ambiente que hacen falta para intentar saltos de esa longitud”. [41]
Esa interesante observación debe ser tenida en cuenta cuando se promueven reacciones populares tendientes a la realización de actos de protesta que sólo se apoyan en la inactividad como suelen ser algunas manifestaciones y paros que no contribuyen a la solución de los problemas. Los japoneses concretan sus protestas mediante un doble impulso de la productividad. En este extremo sur de hispanoamérica, ni siquiera los dirigentes políticos son coherentes con las demandas de una Nación que necesita desarrollarse para lograr una mejor inserción en la insoslayable etapa de globalización.
Es fácil reiterar que “el control del espacio permitirá, a quienes lo ejerzan, la supervisión de diversos aspectos de la vida en la tierra”; o admitir los avances tecnológicos de los Estados Unidos, teniendo en cuenta que “en 1987 según los planes, entrará en funcionamiento la primera fábrica extraterrestre”… “de fármacos en el espacio, donde la separación de sustancias biológicas es mucho más fácil que en la tierra”. Lo complejo es acertar de medidas que permitan a los argentinos en primera instancia, continuar trabajando en las fábricas terrestres y contener la creciente espiral de la deuda externa que acomete con dimensiones siderales.
1989: reprogramación de pagos
Con frecuencia los discursos de distintos políticos de un mismo partido son divergentes. Rodolfo Terragno en 1985 refiriéndose a la carga de la deuda, de nuestra sobredeuda, manifestó que “no hay manera ahora, de eximirse del perjuicio, ni pagando ni dejando de pagar. Para pagar, hay que hacer más sacrificios de los que imaginamos. No pagar es condenarse al aislamiento y la sofocación. Cuando un daño es inevitable, hay que tratar de contenerlo: evitar que se propague. Una vez dominados los riesgos, se podrá buscar el resarcimiento. La sobredeuda exige un ejercicio de paciencia. Cuando el deudor desbarra, es el usurero quien gana. Habrá que armar la solución de a poco. Imponiendo esperas. Negociando quitas y renuncias. Difiriendo y reduciendo mientras se generan, a la vez, divisas y confianza”. Ese fue precisamente el nuevo rumbo dispuesto por el presidente justicialista Carlos Saúl Menem.
En diciembre de 1989 el presidente del Banco Central -Rodolfo Rossi- reconoció que el incumplimiento de los compromisos por la deuda “determinó una total desconfianza hacia el anterior equipo económico” y aseguró que “en un plazo de 30 a 60 días a partir del vencimiento” el actual gobierno cumpliría “totalmente con el resto de esas letras”. El presidente Menem estaba decidido a lograr que se “revitalizará el crédito argentino” e insistía en la necesidad de mantener libremente la relación entre precios y salarios y prever las mínimas variables en el mercado de cambios.
Acuerdos con Italia
El secretario de Asuntos Especiales de la Cancillería -Alfredo Karim Yoma, cuñado del presidente Menem- viajó en diciembre de 1989 a España, Italia, Argelia, Marruecos y Siria para analizar proyectos del período 1988/1989 referidos a la industria del acero, petroquímica y plástica y a obras públicas. Italia aportaría 75 millones de dólares para reacondicionar la central de Puerto Nuevo en la Capital Federal para que preste servicios como mínimo en los próximos diez años. Se habían tramitado créditos blandos pagaderos en veinte años por aproximadamente 280 millones de dólares. En una negociación conjunta con Argelia, Marruecos y Siria sería posible que la Argentina les venda frutas y hortalizas que serían revendidas en el Mercado Común Europeo. Anticipó el funcionario que Marruecos, había pedido la instalación de una curtiembre -la próspera industria de los Yoma en La Rioja con oficinas en Buenos Aires, entre otros empresarios del cuero-; se decidió la instalación de un reactor con fines pacíficos en Argelia a cargo de técnicos argentinos y se aprobó la venta de 120 mil toneladas de trigo a Siria. [42]
Evaluación del FMI
El Fondo Monetario Internacional había entregado 1.400 millones de dólares como primera cuota de un crédito stand by concedido a la Argentina y en enero de 1990 envió una misión para evaluar los resultados del nuevo plan económico y el cumplimiento de las metas establecidas por el ex ministro Néstor Rapanelli en septiembre de 1989, como paso previo a la transferencia de la segunda cuota. El ministerio de Economía se había comprometido a reducir la inflación a menos del 2% mensual, aumentar el producto bruto interno, reducir el déficit fiscal, generalizar el Impuesto al Valor Agregado –IVA- y mantener el tipo de cambio. En previsión de una decisión desfavorable, las autoridades argentinas comenzaron a dialogar con responsables del Tesoro norteamericano para gestionar un crédito puente.
En el exterior – Invasión en Panamá
En el Congreso Nacional se analizó la situación de Panamá ante la invasión armada de Estados Unidos y se destacó la importancia del respeto a los acuerdos Torrijos-Carter sobre la soberanía en el Canal y durante el debate se reconoció que ningún país puede arrogarse el derecho a ejercer una fuerza de policía internacional.
Gorbachov: otro hombre de la década
En Estados Unidos de acuerdo con la opinión del semanario Time, en 1987 el presidente soviético Mijail Gorbachov fue declarado el hombre del año porque simbolizaba la esperanza del surgimiento de una nueva Unión Soviética. A fines de diciembre de 1989 lo reconoció como el hombre de la década. El jueves 28 de marzo de 1991 una manifestación de aproximadamente 200 mil partidarios del reformista Boris Yeltsin -presidente de la Federación Rusa- recorrieron las calles de Moscú y a pesar del cordón policial establecido por el Kremlin en la Plaza Pushkin, reclamaron con vehemencia la renuncia de Gorbachov. Trascendió que aproximadamente 50 mil soldados con bastones y escudos, con perros, tanques hidratantes y blindados mantuvieron la ciudad sitiada. La agrupación Rusia Democrática advirtió que no sólo pedían la renuncia de Gorbachov y del primer ministro Valentín Pavlov –la punta del iceberg- porque ellos pretendían remover del poder al Partido Comunista en su totalidad. En el Parlamento los comunistas ortodoxos solicitaron una sesión extraordinaria para impulsar un voto de rechazo contra Boris Yeltsin, en oposición a los liberales partidarios del líder reformista. La primera decisión de la mayoría de los diputados fue la de declarar nula la prohibición de realizar manifestaciones públicas que impedían a los seguidos de Yeltsin expresar sus desafíos. El mayoritario sector comunista ortodoxo rechazó la posibilidad de incorporar enmiendas en la Constitución para la elección directa del presidente de la Federación Rusa aunque en el referendum del 17 de marzo de 1991, el 70% de los votantes respaldó la iniciativa de elección directa.
Mientras tanto, Gorbachov proyectaba el primer viaje de un dirigente soviético a Japón, previsto para abril de ese año con el propósito fundamental de evaluar conjuntamente las estrategias sobre Kuwait e Irak y la necesidad de limitar la exportación de armamentos.
Declinación del comunismo
A partir de agosto de 1989 se observó una fuga masiva de refugiados a Alemania occidental a través de las fronteras de Hungría y Checoslovaquia y hubo manifestaciones masivas contra el comunismo. El 9 de noviembre el pueblo avanza sobre el Muro de Berlín y abre la primera brecha para la unificación de Alemania. Crecen las manifestaciones contra la intervención soviética instalada después de la Primavera de Praga en 1968. En Hungría el partido Comunista se convierte en Partido Socialista en octubre de 1989.
En los primeros días de diciembre en Rumania fue depuesto el dictador Nicolás Ceaucescu y en vísperas de la Nochebuena de 1989 todavía seguían combatiendo sus partidarios contra las fuerzas del Consejo de Salvación Nacional. El 23 de diciembre trascendió que Ceaucescu y su esposa Elena habían sido detenidos y que serían juzgados por una Corte de justicia. Se dispuso el cese del fuego y se advirtió que “todo infractor cometerá un crimen contra el pueblo y será duramente castigado”. Frente al Palacio presidencial algunos manifestantes portaban banderas de Rumania con el símbolo del comunismo recortado.
Los canales internacionales de televisión difundieron las horrendas imágenes de la ejecución de Nicolás y Elena Ceaucescu.
También fue derrocado en Bulgaria el dictador Todor Zhivkov y dos años después comienza a regir una constitución democrática. En Estonia, Letonia y Lituania hubo manifestaciones anticomunistas masivas y se consolidaron los movimientos para la independencia nacional en los dos años siguientes. Corresponde tener en cuenta que los pueblos de Europa oriental aceptaron el régimen comunista porque no tenían posibilidades de revertir la situación oponiéndose. La política impulsada por Michael Gorbachov y el fracaso demostrado por los gobernantes comunistas favorecieron el desarrollo del pluralismo político que comenzó a expresarse libremente en 1989, a pesar de los insoslayables.
Conflictos en Medio Oriente
Desde 1987 la OLP-Organización para la Liberación de Palestina- sostenía una lucha desigual con el ejército israelí y esa guerra no convencional y no declarada obligaba a medidas represivas de gravísimas consecuencias en los territorios de Gaza y Cisjordania. Los cambios en eurasia a principios de 1990 modificaron las relaciones en ese conflicto porque la caída de la URSS –Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas- destruye la bipolaridad y quedan sin apoyo sus aliados árabes y la OLP. La Guerra del Golfo también incidió en el conflicto porque Israel soportó el ataque con misiles de Irak, dispuesto por su líder Saddam Hussein (en el poder desde 1979). En la guerra del Golfo en 1990 Irak atacó Kuwait con material bélico muy sofisticado. El conflicto se evaluó en el Congreso norteamericano y el presidente George Bush fue autorizado para intervenir en el contraataque junto a una coalición de países europeos y árabes. La ofensiva con misiles desde el mar y el aire obligó a Hussein a retirar sus tropas. En consecuencia, las mayores pérdidas en esa guerra las soportó la OLP y Yasser Arafat, alineados junto al derrotado Hussein y perdieron el apoyo de Arabia Saudita y de los Emiratos.
El viernes 12 de abril de 1991 los kurdos denunciaron que tropas de Hussein atacaron en el norte, con helicópteros artillados y tanques con artillería pesada y que intentaban rechazarlas. El canciller norteamericano James Baker manifestó desde Damasco -en una conferencia de prensa- que el gobierno estadounidense estaba dispuesto a hacer cumplir a las autoridades de Bagdad la obligación de no atacar a los kurdos fugitivos. Las Naciones Unidas mediante la resolución 688 del Consejo de Seguridad, dispusieron el embargo de las exportaciones petroleras de Irak y prohibieron su desplazamiento militar al norte del paralelo 36 (habitado desde tiempos remotos por los kurdos, en 1990 por 3.5 millones de kurdos sobrevivientes del ataque iraquí con gas mostaza y cianuro en 1987-88) o al sur del paralelo 32. Irak eludió esa orden y siguió exportando desde Kirkuk, la ciudad sagrada de los kurdos circunstancia que influyó en la decisión de mayo de 1996 cuando la ONU autorizó a Saddam Hussein a exportar hasta 600.000 barriles de petróleo crudo respondiendo a la consigna petróleo por alimentos. Las exportaciones de petróleo son controladas por la OPEP y a los miembros de ese cartel de países productores de petróleo se les fija anualmente la cantidad de crudo que pueden exportar.
(En consecuencia, les conviene que Irak quede excluido porque así no disminuyen sus respectivas cuotas. Los mayores importadores de petróleo -Estados Unidos y la Unión Europea- observaban el jugo de poder cercano al Mar Negro porque de sus precios también dependía el equilibrio de sus economías.
Víctor Ego Ducrot sostiene que el ataque de Hussein a los kurdos tenía el objetivo de disminuir “las milicias kurdas que responden a Jalal Talabani, líder de la Unión Patriótica Kurdistán (UPK)” y “apoyar al Partido Democrático Kurdo (PDK) encabezado por Masud Barsani, su amigo”.) [43]
Palestinos e israelitas
En 1993 Arafat y el laborista Yitzhak Rabin que asumió el poder en Israel en 1992 comenzaron a dialogar para concluir en negociaciones aceptables que permitieran lograr la paz definitiva entre palestinos e israelitas y el 13 de septiembre de 1993 se firmó un acuerdo de Paz en Washington.
Diez años después, los conflictos se han multiplicado…
NidiaOrbea Álvarez de Fontanini / 2003.
[1] Revista La Nación. Buenos Aires, 27 de diciembre de 1983, p. 14. Nota titulada Cuando la amistad está peleada con la verdad.
[2] Alsogaray, Alvaro C. Bases liberales para un programa de gobierno (1989-1995). Buenos Aires, Planeta, 1989, p.13. Destaca el autor que “Economía Social de Mercado”, “ es el nombre particular acuñado por el Prof. Müller Armack de la Universidad de Colonia, Alemania, de la economía de mercado que bajo la genial conducción de Ludwig Erhard produjo ‘el milagro alemán’ en la segunda posguerra.” (p. 15).
[3] Labourdette, Sergio D. El menemismo y el poder. Buenos Aires, Editorial Quirón, agosto de 1991, p.97.
[4] Grondona, Mariano. La corrupción. Buenos Aires, Planeta, 1993, p. 17-18.
[5] Argentina. Congreso Nacional. Cámara de Diputados, 1946, t. I, p. 406-407. Intervención del Dip. Solano Peña Guzmán con datos de Gustav Stolper en su libro Historia económica de Alemania; cotizaciones del dólar en la década 1913-1923, insertas en p. 416.
[6] López Saavedra, Emiliana. Testigos del ‘proceso militar /2 (1976-1983). Buenos Aires, Centro Editor de América Latina, 1984, p. 214.
[7] García Martínez, Carlos. La telaraña argentina. BuenosAires, Sudamericana, 4a. ed., 1970, p. 19.
[8] García Martínez, Carlos La telaraña argentina…, p. 35 y 37-52.
[9] Algunos datos para su biografía: En 1956 fue delegado de taller en una empresa editora. Miembro de la Federación Gráfica Bonaerense (1957-1963). Representante de ese sector en la secretaría general de la CGT donde integró la Comisión de los 20.
[10] Diario La Nación. Buenos Aires, lunes 17 de octubre de 1988, p. 11. Apoyo de la CGT a la fórmula peronista.
[11] Massuh, Héctor Daniel. El mal argentino o los protagonistas de estos últimos veinte años de decadencia. Buenos Aires, Planeta, 1991, p.35-46.
[12] Terragno, Rodolfo. La Argentina en el Siglo 21. Buenos Aires, Planeta-Sudamericana, 6ª ed., 1985, p. 101-102.
[13] Alsogaray, Alvaro C. Bases liberales para un programa de gobierno (1989-1995). Buenos Aires, Planeta, 1989, p.29-32.
[14] Graziano, Walter. Historia de dos hiperinflaciones. De Sourrouille a Erman González. Buenos Aires, Fundación Gabriel y Darío Ramos, 1989, p. 50-52, 68. El autor analiza los aspectos económicos y sociales con oportunas evocaciones históricas que demuestras contradicciones y paradojas de la historia de la Historia
[15] id. p. 13-30.
[16] Moreno Ocampo, Luis. En defensa propia. Cómo salir de la corrupción. Buenos Aires, Sudamericana, 1993, p. 270.
[17] Diario El Litoral. Santa Fe, martes 29 de marzo de 1994, p. 10. La estación del Mitre recuerda al Colgante. Nota de José Luis Pagés y Danilo Chiapelo.
[18] Moreno Ocampo, Luis. En defensa propia…, p. 145.
[19] Moreno Ocampo, Luis. En defensa propia…., p. 159-160.
[20] Alsogaray, Alvaro C. Bases liberales para un programa de gobierno (1989-1995). Buenos Aires, Planeta, 1989, p. 162-173. Expresó el economista que “… para encontrar un desorden mayor que el actual hay que remontarse al período 1973-1976. Únicamente en ese lapso existió un caos superior al desorden actual. Si los señores diputados no me creen pueden leer al doctor Mondelli, el último ministro de Economía peronista, con lo cual tendrán una descripción cabal de ese caos.” Luego manifestó que “el peronismo está gobernando diecisiete provincias y está en el Parlamento, de manera que alguna responsabilidad le toca en la existencia de este sistema respecto del cual jamás hemos escuchado una palabra acerca de la necesidad de su derogación. Lo critican y se lamentan por los males que tenemos, pero nadie ha propuesto modificar el sistema que ha ocasionado tantos males”.
[21] Moreno Ocampo, Luis. En defensa propia…, p.319-320.
[22] Moreno Ocampo, Luis. En defensa propia…., p.106. (El autor había participado en el “operativo policial ordenado por el juez Martín Irurzun” en el domicilio de Correa, que culminó con su detención.)
[23] En la reseña publicada por la Secretaría de la Presidencia de la Nación en 1984, consta que desde que Alfonsín asumió el 10 de diciembre de 1983 “la empresa Agua y Energía Eléctrica se abocó a la ingente tarea de revertir las falencias detectadas en el normal desenvolvimiento y prestación de servicios”. Con respecto a la empresa ENTel en ese informe se lee que “los distintos servicios brindados en diciembre de 1983 se encontraban en situación crítica, especialmente por fallas detectadas en los planteles externos que comprenden los cables subterráneos, aéreo, distribuciones en manzanas e instalaciones que conectan los aparatos telefónicos. Los problemas mencionados se trasladaron al nuevo gobierno que asumió anticipadamente por decisión del presidente radical que no pudo completar esa administración.
[24] Massuh, Héctor Daniel. El mal de los argentinos… Buenos Aires, Planeta, 1991, p. 62-64.
[25] El Litoral. Santa Fe, viernes 3 de noviembre de 1995, p. 1.
[26] Clarín. Buenos Aires, domingo 18 de agosto de 1996, p. 5. Nota de Luis Garasino: Quién ofreció el indulto a Seineldín.
[27] El sindicalista Jorge Triaca fue ministro de Trabajo e interventor en SOMISA y en 1991 trascendió que poseía varios inmuebles y fue acusado de administración fraudulenta.
[28] Al nombrar Bélgica, la memoria asocia territorio y personalidades. En la Argentina todavía se observan mensajes en las paredes aludiendo a Menem, que en realidad es una ciudad de Flandes -Bélgica- situada cerca del límite con Francia, con aproximadamente veinte mil habitantes, en su mayoría agricultores.
[29] Majul, Luis Los dueños de la Argentina – La cara oculta de los negocios. Buenos Aires, Sudamericana, 2a. ed. abril 1992, p. 261-262.
[30] Alsogaray, Alvaro C. Bases liberales para un programa de gobierno (1989-1995)… , p. 63.
[31] García Martínez, Carlos. La telaraña argentina. Buenos Aires, Sudamericana, 1970, 4a. ed., p. 138-142.
[32] Redrado, Martín. Tiempo de desafíos. Buenos Aires, Planeta, 1994, p. 237. El autor cita: Etchebarne Bullrich, Cornado. Cuatro siglos para llegar al peso convertible. Diario La Prensa, Buenos Aires, 12 de julio de 1993.
[33] Diario El Litoral. Santa Fe, lunes 20 de abril de 1987, p. 6. Nota por Gustavo José Víttori titulada “Democracia, por derecho propio”.
[34] García Martínez, Carlos. La telaraña argentina…, p. 43-44.
[35] García Martínez, Carlos. La telaraña argentina…, p. 59-66.
[36] López Saavedra, Emiliana. Testigos del ‘proceso’ militar / 2 (1976-1983) Buenos Aires, Centro Editor de América Latina, 1984, p. 234.
[37] Consta en Ámbito Financiero del miércoles 12 de julio de 1995, en “Diálogos”, p. 20.
[38] Chávez Fermín y otros. La Historia Argentina. Buenos Aires, Editorial de Belgrano, 1977, p. 35-66.
[39] El Litoral. Santa Fe, martes 12 de marzo de 1996, p.1. Menem insiste con la pena de muerte. El ex ministro de Justicia León Arslanián dijo que esa solución “no es feliz, ni tampoco una receta mágica”.
[40] Argentina. Universidad de Belgrano. La Argentian próxima. Política social. Buenos Aires, Fundación Editorial de Belgrano, 1983, p. 68.
[41] Terragno, Rodolfo. La Argentina del siglo 21. Buenos Aires, Sudamericana – Planeta, 6a. ed., 1985, p. 59-60.
[42] Reportaje en El Cronista Comercial, Buenos Aires, 24 de diciembre de 1989.
[43] Revista Noticias. Buenos Aires, 7 de septiembre de 1996, p. 132-134. Sobre un mar negro nota de Víctor Ego Ducrot. Los kurdos viven en distintos países: en Alemania aproximadamente 400.000 y otros en Australia y en Estados Unidos (Texas, Nueva York, donde funciona una biblioteca-museo). Se ha editado un diccionario francés-kurdo.