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Nori Brunori… sus poemas.

NARRATIVA.

Burbujas.

POEMAS.

Otro marzo.

Mitad de abril

Poema I

Poema II

Poema III

Nori Brunori desde San Genaro…

Nori Brunori es Presidenta de la SADE (Sociedad Argentina de Escritores) de San Genaro, Departamento San Jerónimo.

En esa localidad, es Coordinadora del Grupo Literario “Amigos de las Letras”.

En octubre de 2005 colaboró desde esa localidad con el SEPA (Servicio de Educación por el Arte) en la coordinación de lo previsto para el acto de reconocimiento a la trayectoria del poeta Jorge Raúl Muñoz.

Hasta la “Cofradía de los Duendes” han llegado sus poemas…

NARRATIVA

Burbujas

Penetré de nuevo en ese mundo tan mío y tan privado, ese lugar que no sé si llamarlo ámbito, intimidad o qué palabra usar para definirlo.

Sin necesidad de resolver eso, me di cuenta, después de darle muchas vueltas a la idea, de que tampoco es un lugar determinado.  Es un estado mental que nos atrapa.

Puede ser en mi habitación, el lavadero, el ómnibus, sentada en el banco de la plaza o del cementerio.

Porque es en ese estado cuando las ideas, la creatividad, la imaginación, un recuerdo antiguo, de pronto emerge, cuando no se lo busca.

Es el momento tan trivial como si pondré la pavita para tomar mate, me dedicaré al jardín, que buena falta le hace, o saldré a caminar con los perros, pobrecitos, que siguen sin entender mis idas y vueltas erráticas.

Eso que se forma como el globo onduladito que flota sobre las historietas impresas; eso que es más intangible y etéreo que una nube de humo

De pronto nos hace sonreís, nos invita a tomar una birome y escribirlo ya, ahora, enseguida.

Si por casualidad suena el teléfono, tocan la puerta o no encuentro la birome, ese globito suele fallecer como una pompa de jabón.  Sabemos que la idea estuvo, que se formó brillante y hermosa, pero que es imposible de recuperar.

Una combinación de ideas, un lugar físico especial, un espacio en el tiempo, en el estado de ánimo, en el pensamiento; poder encontrar la palabra justa que describa la idea vaga que acaba de atraparnos; de transformarla en frases que tengan la suficiente coherencia como para que otra persona, leyendo, pueda imaginar lo mismo que nosotros terminamos de ver en nuestra mente y darle cuerpo, sensación y vida.

Esa vida que después, forma parte interna de otro ser que tuvo la suerte de enamorarse de la lectura.

Nori Brunori. 10/12/2002.

 

POEMAS

Otro marzo

 

Otro marzo y ya mis venas le temen al frío.

Este marzo, redondo en mi cifra,

pregona deseos de cobijo tibio.

Este otoño, en los huesos antiguos, las hojas,

hay besos postreros que duelen.

Los tallos se mudan en madera añeja

que ya no se doblan, se quiebran, sentidos.

Esta marzo en que lucen rastrojos

fecundos, de cosechas idas, los miro.

Y hago cuentas de campo sufrido,

todo lo labrado, valioso y cedido.

En mis tres cuartas partes del camino,

fecundo, dulcemente recorrido.

8 de febrero de 2003

        Nori Brunori

 

Mitad de abril

 

En esta mañana tan húmeda y quieta,

deseo tener alguien con quien compartir

alguna inquietud, mis ideas lentas.

 

Una charla fútil, un mate caliente,

descubrir miradas tras esos cristales,

y siento que nadie habrá de venir.

 

En esta mañana de abril, ya lluviosa,

tres crisantemos me están esperando

para ir a tu mármol, tan frío y lejano.

 

Pero mi cuerpo, castigado, triste,

huraño a la lluvia, no quiere salir.

La tarde vacía me espera impiadosa.

 

Invento quehaceres, ordeno mis cosas,

me pongo a escribir, quizás algún día,

esta hoja vibre, disperse en el aire,

éste, mi sentir.

 

Nori Brunori

15 de abril de 2003

Poema I

No quiero que veas

el hilo que ata mi mirada

a tu perfil.

 

Pudor que me encadena.

 

desespera mi alma,

horda de perros hambrientos

atrapados en el ocaso púrpura,

implacable.

 

Poema II

 

¿Cómo haré para decirte

que despertaste rosas rojas

y bullentes en mi sangre?

 

Enigma sin palabras.

 

Sólo miradas culpables,

voluptuosas,

acariciando tu figura.

Poema III

 

Descubre, él, estar sujeto

al hilo de mis ojos.

Reconoce lo huérfano en mi pecho,

ajustando su paso a mi camino,

me aprieta, turbada, entre sus brazos.

 

Sentí el deleite de las lunas

y los soles

lentamente, licuarse por mis venas,

las mejillas, de arrebol enardecidas…

y fue el regocijo de ver sus ojos tan cerca…

¡tan cerca!!…

 

…Que eximidos de culpas, inventamos

otro amor, en un Edén

enjaezado de orquídeas, colibríes

y besos.

 

Septiembre 19 de 2005.

Nori Brunori

 

 

 

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