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1820 Argentina – Santa Fe de la Vera Cruz, PERIODISMO  DESDE  EL  SIGLO   XIX…

Hacia el nonagésimo aniversario del Diario «El Litoral»

                                                           Fundado el 7 de agosto de 1918.

Legendaria imprenta volante del general Carrera.

Aproximación a la trayectoria de José Miguel Carrera.

Algo sucedía en aquel tiempo.

La entrevista en Guayaquil..

Bolívar y Monteagudo.

Bolívar y los placeres en Lima.

Anarquía en Lima y en Trujillo – “…dividirlos a todos”.

Fray Francisco de Paula Castañeda, educador y periodista.

1820: Fray Castañeda y su propuesta de Oración en las escuelas.

1823: el Padre Castañeda en Santa Fe.

1828: “Vete”… y “Ven portugués”.

15-11-1867: “La Capital” de Rosario..

Acerca de Don Ovidio Lagos.

1876: crisis y discurso del presidente Nicolás Avellaneda.

23-12-1878: Soneto de José David Peña en “La Capital”.

Anécdotas del rosarino David Peña.

David Peña y Ricardo Aldao, monaguillos.

1879: “asonada” en el Colegio Nacional de Rosario.

Sarmiento: “la juventud tiene muchas vueltas”.

Ataque desde el periódico “El Correo Español”.

Enero de 1877: “El Santafesino”.

Vínculos con Domingo Guzmán Silva.

Colección en el Archivo General de la Provincia.

Poemas de Malaquías Méndez.

Información oficial e inmobiliaria.

Siglo XXI: microfilmación.

1878: El pueblo Libre – Cinco ejemplares.

Domingo Guzmán Silva, maestro y editor de diario manuscrito.

Domingo Silva: profesor, rector, político.

1879: La Aurora  – Revista.

“La Provincia” (1880)

Diciembre de 1883: fallecimiento de Simón de Iriondo.

1884:  “Los Principios”.

“El Corondino”.

1885: La Libertad.

1886-1937: “Nueva Época”.

Señales de David Peña.

Ramón Lassaga, jefe de Redacción.

1892: inauguración del primer Taller de Educación Manual.

Ecos del Primer Congreso Agrícola en Esperanza.

1893: revolución de “radicales” junto a rifleros de Esperanza.

Otoño de 1900: nota de Manuel Gálvez sobre el teatro de Ibsen.

Polémica por una crítica literaria.

1886 – La Revolución  – Gálvez gobernador.

¿Por qué “La Revolución”?.

Floriano Zapata: Jefe de Redacción.

28-04-1887: “Conferencias Pedagógicas”.

Agosto de 1887: tras infundada crítica a una docente.

“La Revolución” en Departamento Etnográfico de Santa Fe (1987)

Se iban “los dioses”.

“Exposición interprovincial del Paraná”.

Microfilmación en el siglo XXI.

1886: “El Tribuno”.

1897: Carta Abierta.

1887: “El Lábaro”.

1893: “Unión Provincial”.

Director: Domingo Guzmán Silva.

24-02-1894: conflictos y detención de Domingo Silva.

07-03-1894: publicación el Informe de Silva sobre Inspecciones en Escuelas.

Escuelas en Esperanza – Idiomas extranjeros.

Sin cambios.

15-03-1894: “El Culpable”.

Agosto de 1894: “Los delitos políticos”.

Abril de 1894: editorial en torno a “Educación”

Más sobre las Escuelas Normales.

07-03-1894: informes de Silva sobre Escuelas  Particulares.

24-04-1894: acerca del “Congreso Pedagógico Nacional”.

Agosto de 1894: “Un proyecto inaceptable”.

Octubre de 1894: Enseñanza Agrícola.

Abril de 1895:  Semana Santa.

Mayo de 1895: Polémicas en torno a maestros y escuelas.

Septiembre de 1895: duelo eludido.

Octubre de 1895: creación de una “Escuela de Comercio”.

Navidad de 1895: “Religión de Amor”.

1896: Leopoldo Lugones: prohibición de “imágenes religiosas en las escuelas”.

Febrero de 1896:  Silva acusado de ser “un calumniador”.

01-05-1896: homenaje al educador Eudoro Díaz de Rosario.

04-06-1896: hacia una Escuela nueva, Escuela para la vida.

Junio de 1896: incertidumbre de un docente y respuesta de Silva.

Noviembre de 1896: “El amor con versos”.

“Revista Santafesina”.

Noviembre de 1897: más sobre Educación.

Cooperación escolar y traslado de la escuela.

Creación de la Inspección de Escuelas Normales.

23-11-1897: honras al Obispo Gelabert y Crespo.

“Tradiciones y recuerdos históricos” de Lassaga.

“Cartas de amor”.

05-03-1898: Carta Abierta de Domingo Silva.

Abril de 1898: “Trabajo Manual” y el profesor Enrique Muzzio.

Mayo de 1898: Despedida de Silva – Urbano de Iriondo sucesor.

Junio de 1898: las escuelas “en bancarrota”.

Julio de 1898: Excursiones – Escuela para la vida

Octubre de 1898: Silva propuso aumento del fondos para Educación

Muebles para instalación de la Escuela Industrial

24-01-1899: Servicio Médico en las escuelas.

09-02-1899: “Escuelas Auxiliares”.

15-06-1899: edificios escolares.

24-08-1899: Escuelas en ambos turnos.

1899: Censo Escolar.

1900:  “Inspección de Enseñanza Agrícola” – Becarios.

“La República” desde Rosario.

Mayo de 1900: en torno al Presidente del Consejo de Educación.

1894: “Tribuna Popular”.

Periodismo finisecular.

Más señales.

Siglo  XX.

“El Heraldo” desde mediados del siglo XIX.

En torno a la reforma Constitucional de 1907.

“La Capital” de Rosario, desde 1867.

1904: editorial sobre supresión de escuelas y consecuencias.

“Nueva Época”, desde 1886.

14-05-1901: publicaciones en torno a “Dios” y la “Fe”.

Julio-Diciembre de 1901: “Tinta perdida”.

1904: controversias con Silva por temas de “Educación”.

Diciembre de 1904: construcción del Asilo Maternal.

1905:  comentario del periodista Caillet-Bois sobre Mateo Booz.

Enero de 1907: Domingo Silva rector del Colegio Nacional.

Noviembre de 1907: la Reforma Constitucional.

1910: Publicaciones oficiales en talleres de “Nueva Época”.

12-05-1912: relatos de Domingo Guzmán Silva.

18-04-1914: primera sesión en el nuevo edificio de la Legislatura.

1914: denuncia contra el gobernador Menchaca – Legislatura.

1916: final del gobierno del Dr. Menchaca.

1917: homenaje a Marcial Candioti.

Recuerdos del periodista Rafael López Rosas.

1921: memorable huelga de maestros.

Directores de “Nueva Época”.

“Unión Provincial” (desde 1893).

08-03-1901: oposición a las escuelas normales.

04-05-1901: reclamo de la subvención nacional.

22-06-1902: críticas acerca de un proyecto educativo.

28-12-1902: reducción del presupuesto y cierre de escuelas

Abril de 1903: crónica tras el fallecimiento del senador Floriano Zapata.

¿Periodista, escritor o publicista?.

Mayo de 1903: notas relacionadas con “positivismo” y “Fe”.

Febrero de 1904: Silva enfrentando más dificultades.

Fallecimiento de Nicasio Oroño.

Marzo de 1904: alusiones desde “La Opinión”.

Más cesantías en el Consejo – Marcial Rafael Candioti en la Presidencia.

Controversia con Villarroel por razones políticas.

Marzo-abril de 1904: situación de los docentes enfermos.

Elogios para Marcial Candioti.

27-12-1904: “Religión e irreligión”.

1905: Silva cronista desde Asunción del Paraguay…

Junio de 1905: “Hay que querer”.

Páginas literarias.

“La República”.

1902: entrevista con Domingo Silva.

1904: más críticas al Presidente Domingo Silva.

1901: “La Opinión”.

Marzo de 1904: alusiones a Domingo Guzmán Silva.

1911: “Santa Fe”.

Jefes de Redacción: Giménez, Cibils y Silva.

Julio de 1911: “Alma de gauchos”.

10-02-1912: fallecimiento del poeta Horacio F. Rodríguez.

29-02-1912: acerca del origen de la Escuela Industrial Superior.

28-03-1912: oposición a la capitalización de “Rosario”.

Otoño de 1912: relatos de Domingo Guzmán Silva.

21-01-1913: acerca de la Universidad.

Febrero de 1913: “Manga ancha”.

Enero-Marzo de 1913: “Maestros sin diploma”

Febrero de 1914: semblanza de Ramón J. Lassaga.

Diciembre de 1914: repercusiones durante la primera guerra mundial.

28-01-1915: Pío Pandolfo evocó al profesor Domingo Silva

Enero de 1915: versos de Antonio Juliá Tolrá

25-10-1921: fallecimiento del gremialista Raimundo Peña.

“El Litoral”: desde 1918

1920: Pedro Antonio Víttori, asociado

Quebracho, talas y tanino

“Eso es un abuso Monseñor…”.

“Privilegio irritante” – Club del Orden

La Fiesta de “Guadalupe”.

Accidente y fallecimiento del aviador Serafín Meiners.

Federico Meiners: empresario y político

“La calle San Martín”. 

“Callejeando”.

13-04-1921: “El espectáculo” y atraso en pago de sueldos.

“El Puente de Santo Tomé”. 

1921 – Reforma de la Constitución de Santa Fe.

08-04-1921: “El escritor Juan José de Soiza Reilly en Santa Fe”.

Acoso al señor Amavet. 

Lunes 11-04-1921: “La manifestación de ayer”.

Viaje del doctor Menchaca a Buenos Aires.

Noviembre.

Veto del gobernador Enrique Mosca.

Una década después: vigencia de la Constitución de 1921. 

Opinión de Lisandro de la Torre

Ecos en la década siguiente.

Otoño de 1921: Huelga de maestros – Discriminación. 

Rechazo a las huelgas

Exaltados en las calles.

Raimundo J. Peña – “Un dirigente gremial”.

14-04-1921: Juliá Tolrá en el Centro Español de Santa Fe. 

18-04-1921: “La manifestación anticlerical”.

24-04-1921: “Soberanía de la Convención Constituyente”.

29-04-1921: “Madres que no tienen hijos”. 

18-05-1921: “Reuniones de maestros.  Un mitin”. 

Opinión: “Cómo debió ser la huelga de maestros”.

19-05-1921: la renuncia de Borruat.

20-05-1921: Don Antenor Ferreyra.

21-05-1921: “La huelga de maestros”. 

Lunes 23 de mayo: reapertura de escuelas.

Puerto de Santa Fe: incendio en un barco.

Viernes 6 de junio: “freno a los docentes rebeldes”.

09-06-1921: acerca del Director de la Escuela Normal.

10 de junio: “Caos en la enseñanza”

Presencia del pintor Alice.

20-06-1921: “Biblioteca Oficial”

1922: entre “el púlpito” y “la taba

Puente Colgante sobre la Setúbal.

1923: 350º aniversario de la fundación de Santa Fe.

1918-1925: Aquel Santa Fe de “El Alma que Canta”.

Abril 1932: “El Litoral” y ediciones de Diarios de Sesiones. 

Abril de 1932: noticias sobre educación.

Ecos de la última revolución de “radicales yrigoyenistas”.

1936: Gudiño Krämer en la Redacción.

Cambios y testimonios de José Luis Víttori.

Luis Gudiño Krämer: responsable periodista.

1938: Gudiño Krämer en “El Litoral”.

1941: fallecimiento de Waldino Baldomero Maradona. 

1943: Acá y allá… más conspiraciones.

Octubre de 1943: reconocimientos a Luis Gudiño Krämer.

09-10-1943: “marea de libros”. 

12-10-1943: “El destino de América”.

15-10-1943: “Manifiesto por la democracia”, 

17-10-1943: “La polvareda de la tierra ajena”

29-10-1943: Perón en el Departamento del Trabajo. 

11-03-1944: presidencia del General Farell.

22-09-1945: “Sanatorio Meana”.

26-09-1945: “El trabajador social”.

12-10-1945: zozobra en la capital federal.

“Gérmenes de disolución – Economía desquiciada”.

17-10-1945: acerca del coronel Perón.

18-10-1945: paro de la CGT.

22-10-1945: asumen nuevos ministros y Secretario de Trabajo.

24-10-1945: la Federación Universitaria Argentina.

17-05-1946: asesinato del doctor Meiners.

Memoria de Gastón Gori.

1947 – Inauguración del Hospital de Niños “María Eva Duarte de Perón”.

1947: Rama Femenina del Partido Peronista.

Memorias de mujer sensible.

Marzo de 1949: desde Santa Fe a Diamante.

Retiro de Gudiño Krämer, jefe de Redacción.

Entre el periodismo y otras ficciones.

Perdurables vínculos con José Pedroni.

21-09-1967: “V Asamblea de ADEPA”.

Viernes 22: Resolución sobre libertad de prensa.

14-08-1969: fallecimiento del Cardenal Nicolás Fassolino.

1969: reclutamiento de operarios para Santa Cruz.

Traslado del primer contingente.

Acerca del Proyecto de dique Santa Fe-Paraná  (1952)

27-12-69: original obsequio de Anastasia Roldán de Galisteo.

“El obsequio de Misia Anastasia” Roldán de Galisteo.

1969: sucesos del año – Inauguración del Túnel.

Más atentados de terroristas.

04-01-1970 – Diálogo con Francisco Ayala.

13-10-1972: atentado y destrucción del Club del Orden.

“Un Club centenario”..

“No fueron identificados los autores”. 

Celebración del 17 de Octubre.

“La creciente” – Poema de Julio Migno Parera. 

“Un llamado indígena”.

02-12-1975: Enfrentamiento político.

03-12-1975: tumultuosas reuniones.

Actividades de algunos terroristas.

01-12-1975: homenaje al doctor José María Funes. 

Diciembre de 1975: más atentados y asesinatos.

“Alegato sobre las Islas Malvinas”. 

14-12-1975: sexto aniversario del Túnel Hernandarias.

Anuncio de elecciones – Lucha antisubvesiva.

24-12-1975: Copamiento de Monte Chingolo.

06-09-1978: José Carmelo Busaniche.

Modernización en las impresiones.

26-04-1981:  “Informática con o sin analfabetos”.

Septiembre de 1981: “El país en Santa Fe”. 

“Santa Fe en la historia del país…”.

“La tradición cultural santafesina”.

ADEPA: historial… y defensa de la libertad de expresión. 

“A todos los rumbos…”.

08-09-1982: “Esperanza en la historia”. 

12-03-1983: Gastón Gori y la primera sociedad de escritores.

Desde “El Bosque”.

Marzo de 1984: acerca del Periodismo.

1985: Primer Encuentro Internacional de Escritores.

Ecos del Primer Encuentro Internacional de Escritores.

1986 – Década del Fondo Editorial de la Provincia.

Julio 1991: Gastón Gori – Comisión Protectora de Bibliotecas.

1995: Campaña electoral – “Creo en Santa Fe”.

Obeid: diálogo con Cavallo.

Antecedentes de Rolando Echeverría. 

“Unidos para crecer” junto a Carignano.

29-03-1996: adiós a Oscar Fessler.

Agosto de 1996: diálogo con Gastón Gori acerca de “Adverbio”..

Primavera de 1997: “El Litoral” en la escuela.

26-07-1998: “Entre palabras y rotativas”.

27-02-1999:  Hugo de Arriba, pianista.

“El Orden” (1934-1954) 

Siglo XXI

Enzo Nilo Víttori, periodista y empresario.

Inundación 2003.

26 de abril de 2003: “Cuando el río suena, agua lleva…”.

Semana trágica.

29-04-2003: “Arrollador avance del agua” del Salado.

“Hay que ser…”.

25-05-2003:  “Torbellino histórico”.

Crecientes del río Salado – Riesgos y advertencias.

Abril de 2003: Irak  –  Saddam, Bush y Blair.

Muerte de periodistas.

28-08-2003: acerca de Juan Ma. Gutiérrez y su renuncia a la “R.A.E.”.

“La única realidad es el aula”.

  1. Elva Sambarino Mayoraz (1920-2003)

Vínculos entre París y Santa Fe de la Vera Cruz.

Insoslayable aporte del Doctor Gustavo José Víttori.

“Reportaje fotográfico a la ciudad de Roma”.

2004 – Miembro correspondiente de la Academia Nacional de Periodismo.

Periodismo desde la red de redes.

En torno a “la cola del perro de Alcibíades”.

En el camino hacia el conocimiento y la verdad.

De la leyenda… a la historia de la Historia.

Un tal “Pericles”.

Un tal “Alcibíades”.

Alcibíades y su perro

Un tal “Plutarco”.

Misterios de una cola perdurable.

Artificios iniciales de Alcibíades y perros.

Casi colofón.

Ecos cerca de los ríos.

 

(En estas páginas no están reproducidas las fotografías que están incluidas en el original. NOF.)

 

SANTA FE – PERIODISMO desde el siglo XIX…

 

Libro inédito.

Ilustración para la tapa.

 

Hacia el nonagésimo aniversario

de la fundación del

 

DIARIO “EL LITORAL” (1918-2008)

 

Santa Fe de la Vera Cruz

Provincia de Santa Fe

República Argentina

 

 

Nidia Orbea Álvarez de Fontanini.

Lectora de ese Diario desde 1942.

Reparto a domicilio:

 Melchor Baltasar Ortiz.

 

 

Aproximaciones al periodismo santafesino desde el siglo XIX…

 

 

Primera  Parte

Homenaje a Domingo Guzmán Silva

y a su amigo, Malaquías Méndez.

“Un diario no es un hombre: es una caña de pescar o una trompeta de bronce”.

Domingo Guzmán Silva

1859, San José del Rincón  #  1915, Santa Fe de la Vera Cruz.

 

Ante cualquier intento de aproximación a la historia de los pueblos, a las obras de sus pobladores, tienen relevancia los documentos: actas, notas, cartas, publicaciones periodísticas, fotografías, grabaciones sonoras…

Aquí, tras sucesivas lecturas, una breve aproximación a la historia del periodismo en la provincia de Santa Fe (República Argentina) y algunos datos relacionados con acontecimientos significativos en distintas latitudes del continente americano.

Es oportuno reiterar lo expresado por el periodista y escritor José Rafael López Rosas, en la recopilación de sus notas que fueron editadas con el título De la discordia y la melancolía – crónica santafesina, décimo tercer volumen del Fondo Editorial de la Provincia de Santa Fe.  Tras rememorar los primeros diarios y periódicos publicados en la ciudad de Buenos Aires durante la última época del gobierno colonial y principios del proceso de la independencia, destacó:  [1]

“En las provincias, los periódicos tuvieron aún más inconvenientes, de toda naturaleza, para surgir.  No sólo faltaban medios materiales, papel, tinta, o la simple minerva, sino también periodistas. Sin embargo, quienes se interesan sobre tan apasionante tema, podrán apreciar en la historia de nuestro periodismo provinciano la serie de precarias publicaciones que jalonaron la larga época de las luchas civiles.

En Santa Fe baste citar las batalladoras hojas del fraile Castañeda, o los valientes artículos de ‘El Federal’, o ‘El Libertador’, sin olvidar ‘El Voto Santafesino’, ‘El Sudamericano’ o el ‘Álbum Santafesino’, todos ellos anteriores a Caseros, para tener una idea clara de la formidable lucha que tuvieron que emprender estas efímeras publicaciones en aquellos duros años el autoritarismo, cuando la libertad de prensa era una empresa digna de quijotes.”

Corresponde expresar que por pedido del gobernador Estanislao López, siendo gobernador de Buenos Aires el general Manuel Dorrego, el diputado Vicente Anastasio Echeverría se encargó del traslado de la imprenta imprescindible para difundir lo pertinente a la Convención, ya que en julio de 1829 se estableció la Representación Nacional en la capital santafesina.

Las publicaciones mencionadas circularon desde 1839 y en esta aproximación al “periodismo desde el siglo XIX”, en páginas siguientes están nombrados quienes fueron responsables de algunas ediciones.

Legendaria imprenta volante del general Carrera…

Tras lo expresado en una crónica durante la década del ‘80 del siglo veinte, el historiador José Rafael López Rosas refiriéndose al periodismo santafesino, destacó en otro relato que “tradicionalmente se ha sostenido que Gaceta Federal fundada por el general chileno José Miguel Carreras, (sic) al filo del año 1820 en nuestro Litoral, puede considerarse como la primera publicación periodística santafesina, ya que fue lanzada en nuestra provincia desde la ‘imprenta volante’ que poseía el caudillo; sin embargo se ha demostrado que dicha ‘Gaceta’ no era otra que la que se publicaba por entonces en Paraná.  Nos parece que ésta es la verdadera posición.  El Padre Furlong aclara que Carrera ‘había traído de Estados Unidos una pequeña prensa, con todo el aparejo necesario como para imprimir y aunque a su llegada fue temporariamente embargada, pudo valerse de otra que en Buenos Aires poseía un chileno y que había servido para imprimir naipes.  Con ambas imprentas organizó el caudillo la llamada imprenta Federal y así entre los años 1817 y 1819 llegó a publicar por lo menos una docena de folletos, más, no, la tal ‘Gaceta Federal’.  Luego pasó a Entre Ríos y allí, en diversas localidades -como lo indica Castañeda- esa imprenta quedó abandonada y dispersa.”

Otras fuentes han generado distintas conclusiones y es oportuno avanzar hacia el reconocimiento de aquellos hechos y de sus protagonistas.  [2]

Aproximación a la trayectoria de José Miguel Carrera…

Tras sucesivas lecturas es posible reiterar otra información acerca de José Miguel Carrera Verdugo nació en Santiago de Chile, el 15 de octubre de 1785. Hijo de Paula Verdugo y del Coronel de Milicias Ignacio de la Carrera y Cuevas, luego vocal de la Primera Junta; nieto de un Oidor de la Real Audiencia. Tuvo tres hermanos: Javiera, Juan José y Luis Florentino Juan Manuel Silvestre de los Dolores. Desde la adolescencia demostró su interés por las relaciones con jovencitas y soportó castigo por su conducta hasta que debió alejarse de su ciudad natal.

José Miguel Carrera, decidió incorporarse al ejército español y a los veinte años ya era Teniente.  En Cádiz había conocido a San Martín y a Carlos de Alvear; tenía el grado de Mayor cuando avisó que quería regresar a su tierra natal y generó sospechas; luego con ellos ingresó en las logias masónicas.

Los acontecimientos de mayo de 1810 en la Plaza Mayor de Buenos Aires repercutieron más allá de la cordillera de los Andes. En Chile sucedió casi como en el Río de la Plata porque cuando las manifestaciones de los vecinos determinaron la necesidad de constituir un gobierno, el 18 de septiembre de 1810 declararon la voluntad de independencia.  A mediados del año siguiente, José Miguel Carrera estaba en Chile y en el congreso Chileno, influyó para declarar la libertad de vientres, estableció una bandera nacional, comenzaron a editar La Aurora de Chile…   En ese tiempo, los chilenos habían enviado apoyo a los porteños para impedir cualquier avance de fuerzas españolas y después, la Junta convocó a un Congreso que sesionó desde el 4 de julio de 1811 mientras disminuía la cohesión de las fuerzas patriotas.

El 15 de noviembre de 1811, el caudillo José Miguel Carrera aprovechó esas circunstancias y tras un motín, asumió el gobierno y según el historiador argentino Abad de Santillán, “Carrera disolvió el congreso el 12 de diciembre e instaló una dictadura militar”.

 

En torno a su gobierno, desde el punto de vista de historiadores chilenos fue un valiente militar, un patriota…

 

A fines de 1811, enterado el virrey Abascal de tales acontecimientos y siendo leales los pobladores de la isla Chiloé y del sur de Chile, envió desde Lima una expedición integrada en su mayoría por realistas apoyados por indígenas, a las órdenes del “brigadier Pareja con cinco pequeñas embarcaciones, 50 soldados, algunos oficiales y 50.000 pesos fuertes para iniciar desde allí la reconquista del norte. Pareja hizo una excelente campaña… se apoderó de Talcahuano y Concepción. José Miguel Carrera, en ese momento dictador de Chile, preparó un ejército para batir a Pareja”…

Entre los chilenos, José Carrera es recordado por sus decisiones a favor de la consolidación de la independencia chilena y no ha sido por casualidad que en el monumento inaugurado como reconocimiento a su trayectoria y a la de sus hermanos  hayan destacado:

“La Patria a los Carrera, agradecida por sus servicios y compadecida por sus desgracias.”

 

En vano Bernardo O’Higgins intentó advertir a Carreras sobre los riesgos de sus estrategias. Se destacó como uno de sus leales partidarios hasta que debió alejarse definitivamente.

Sabido es que Bernardo había nacido en Chillán en 1778, era hijo de Ambrosio O’Higgins, capitán general de Chile y luego virrey del Perú. Había estudiado en Lima e Inglaterra, donde conoció a Mirando y se inició en las logias masónicas.

 

Durante el combate en “El Roble” que parecía ser favorable a los realistas, las acciones impulsadas por O’Higgins generaron la victoria.  Después de esas experiencias, se integró otra Junta que recomendó el retorno de las fuerzas que habían enviado a Buenos Aires y en apoyo llegó también una división al mando del general Juan Gregorio de Las Heras, a quien decidieron otorgarle el mando de las tropas en reemplazo de Carrera.

El nombre verdadero era Juan Gregorio y Las Heras, había nacido en Buenos Aires en 1780 y luego parecía ser un nombre su apellido, porque empezaron a nombrarlo Juan Gregorio Las Heras.

 

José Miguel Carrera reconquistó Concepción y Talcahuano pero en su tierra natal fue derrotado por Francisco Sánchez al mando del ejército realista tras la muerte de pareja. En esas circunstancias, Carrera y su hermano Luis quedaron prisioneros, Francisco de la Lastra fue nombrado director supremo de Chile y O’Higgins, generalísimo de sus tropas.  Allá continuaban las divergencias entre sectores realistas e independentistas, José Miguel Carrera logró escapar y aprovechando aquellas divergencias, encabezó un movimiento militar previendo la integración de otra Junta que lo nombrara para asumir el gobierno. Tras esa audaz embestida, reasumió el poder en julio y desterró a Juan Mackenna y a los principales culpables de la firma del tratado de Lircay para el cese de hostilidades, acuerdo logrado mediante la intervención del comodoro inglés Hylliar y que favorecía las expectativas de penetración británicas.

Bernardo de O’Higgins estaba cerca del general José de San Martín y durante la primavera de 1814 le pidió ayuda.  Carrera optó por avanzar con sus tropas por otro camino.  El 1º de octubre de 1814, durante la batalla de Rancagua, el general O’Higgins acuñó una frase memorable: O vivir con honor o morir con gloria.

Después de Rancagua, resultó evidente que José Miguel Carrera sintiéndose “director supremo de Chile en el destierro” se sentía con derecho a mandar a las tropas chilenas refugiadas mientras el enérgico José de San Martín que trataba de incorporar a los chilenos como voluntarios al ejército que estaba preparando para su campaña libertadora. Los Cabrera fueron trasladados a San Luis, seguidos por sus partidarios porque San Martín había dicho que “no quería emplear soldados que servían mejor a un caudillo que a su patria”. Juan y Juan José huyeron hacia Buenos Aires y sabido es que Luis había matado en un duelo al general Juan Mackenna.  José Miguel Carrera llegó a Buenos Aires el 10 de enero de 1815, cuando asumía el gobierno Carlos de Alvear, su amigo y compañero de trincheras en España.  Con tal influencia pidió la libertad e su hermano e influyó en el reemplazo de San Martín en la gobernación de Cuyo. En abril de aquel año, cayó Alvear y el audaz José Miguel presentó al gobierno un nuevo plan para invadir Chile, rechazado por San Martín.   No fue por casualidad que el 9 de noviembre de 1815, Carrera con su “gran patrimonio personal” se embarcara hacia Estados Unidos a bordo de un bergantín que zarpó del puerto de Buenos Aires.   Historiadores chilenos han destacado que “solo lleva 700.- $ en efectivo” y espera recibir $ 5.000.- enviados desde Chile en 1813…  Llegó el 11 de enero de 1816 y como ha expresado el historiador argentino José María Rosa, “consiguió con su gran patrimonio personal fletar dos buques, comprar armas y contratar algunos oficiales (entre ellos el mariscal napoleónico Juan José D’Auxion Lavayesse, que se naturalizaría argentino y se establecería en Santiago del Estero con el apellido Lavaisse)

José Miguel Carrera regresó al Río de la Plata en 1817 y estando en Montevideo, se enteró del asesinato de sus hermanos “a manos del gobernador Toribio Luziriaga y de Bernardo Monteagudo”, después de la batalla de Maipú, el 8 de abril de 1818, desconociendo Monteagudo que San Martín los había perdonado. Con él viajaron ¡19 artesanos que puso luego a las órdenes de un experto armero; traía armas y municiones.

En la batalla de Maipú, el 5 de abril de 1818 fue derrotado Bernardo O’Higgins y los realistas pidieron la rendición provocando así otra inmediata reacción porque Carrera salió con sus tropas para apoyarlo, no siguió el rumbo aconsejado. Tal empecinamiento provocó el desastre en la batalla de Rancagua, el 2 de octubre de 1814 y el final de esa primera etapa de la “independencia de Chile”.   San Martín era gobernador en la provincia de Mendoza desde agosto y protegió a todos los chilenos que debieron escapar de la persecución realista.   [3]

En aquel tiempo, Juan Martín de Pueyrredón había sido reemplazado por José Rondeau quien recibió el informe de Valentín Gómez y de Bernardino Rivadavia tras cumplir la misión en París a los fines de lograr el apoyo de los franceses para instalar un nuevo gobierno.  Tal   negociación fue aprobada reservadamente “por el Congreso el 12 de noviembre” y enterado el irónico Padre Francisco de Paula Castañeda, publicó en sus periódicos estos versos: “Mamá Valentina / se puso peluca / cuando a fue a traernos / al duque de Luca”; refiriéndose a “Carlos Luis de Borbón, joven príncipe de Luca, recientemente despojado de sus derechos sobre el ducado de Parma, para dárselos a la emperatriz María Luisa”.

Desde su llegada a Buenos Aires, José Miguel Carrera intentó avanzar sobre Chile para enfrentar a San Martín y O’Higgins, recuperando así el gobierno.

(Su anciano padre vivió su último tiempo con tristeza e incertidumbre porque debió asumir la muerte de sus hijos y enfrentar los compromisos que se generaron por los asesinatos, también deudas que José Miguel tenía pendientes en Estados Unidos. Murió el 22 de junio de 1819.)

 

El chileno Carrera, vinculado con el entrerriano Francisco Pancho Ramírez y con el gobernador santafesino Brigadier Estanislao López, luchó en la batalla de la cañada de Cepeda, el 1º de febrero de 1820. Esta derrota significó la caída del Director José Rondeau y permitió a las fuerzas santafesinas llegar hasta la misma plaza de la Victoria.”

Cuatro días después: “Ultimátum de López al Cabildo de Buenos Aires para que desapareciera el Directorio y el Congreso.”  El 17 de febrero: D. Manuel de Sarratea es nombrado gobernador de Buenos Aires” y asumió al día siguiente.

Ese año, fue abolido el Santo Oficio de la Inquisición de Perú.

 

En junio de 1820, Juan Manuel de Rosas con los Colorados del Monte marcharon hacia Buenos Aires. En ese tiempo, habían declarado libres de explotación las Salinas de Río Negro.  Carrera estaba vinculado con caciques y tribus ranqueles, avanzó sobre el territorio bonaerense.

José Miguel Carrera Verdugo fue fusilado el 4 de septiembre de 1821, después del enfrentamiento en Punta del Médano.

 

Algo sucedía en aquel tiempo…

Se acentuó la crisis política en 1820. Rivadavia había declarado ante la Junta de representantes de Buenos Aires que “había llegado el momento de reunir al Congreso de las Provincias Unidas y que el poder ejecutivo enviaría a las mismas una comisión de patriotas notables”… 

Las Provincias Unidas estaban en realidad desunidas y el Ejército de Observación comandado por las autoridades de Buenos Aires incursionaban para controlar a los gobiernos provinciales.

No fue por casualidad que el general José de San Martín decidiera desobedecer las órdenes para continuar con sangrientas luchas entre hermanos y teniendo notable influencia en los gobiernos de Cuyo, también en Buenos Aires y Santa Fe, antes de partir hacia el Perú, el 20 de agosto 1819 había expresado la necesidad de lograr la paz interna y la formación de un congreso nacional a los fines de reconstruir la “dislocada unidad nacional”.

El 1º de febrero del año siguiente, Francisco Ramírez y Estanislao López con sus tropas, habían vencido a “los directoriales” durante el combate en la cañada de Cepeda, “llenando el aire de alaridos y voces descompuestas”, como consta en el parte de la batalla.  Martín Rodríguez, había salido a la campana para levantar al quinto tercio de rurales del sur. “Los vencedores de Cepeda desconfían de la buena fe del Supremo, del Congreso y de todo lo vinculado a ellos” y no ha sido por casualidad lo expresado por el historiador santafesino José Rafael López Rosas refiriéndose al Proceso de una revolución nacional: [4]

“1820 va a ser el año climatérico de la revolución, año en que el pueblo, hecho montonera va a acceder al poder, asomando al plano histórico con toda su fuerza existencial.” /…/

“…las masas rurales, desalojados durante una década de la decisión de la cosa pública, apartadas de la consulta nacional y combatidas en  sus ideas federalistas y

El 7 de febrero de 1820, reapareció José Rondeau en Buenos Aires y asumió el gobierno, quiere “atar con los federales” y casi olvidando que hasta entonces los nombraba anarquistas, cambió también el tono de La Gaceta de Buenos Aires -dirigida por Julián Álvarez-, porque desde esas páginas “habla de la ‘provincia de Buenos Aires’ y que debiera ‘lograrse un sistema conciliador que una las partes de este gran todo’.”

Coincidió que aquel 7 de febrero, “la imprenta volante que trae carrera con la montonera, lanza una proclama para decir que continuará el avance hasta que ‘el pueblo de Buenos Aires sin influjo de los tiranos’, forme un gobierno provincial.”  Esa proclama estaba firmada conjuntamente con López y dirigida a los habitantes de Buenos Aires: “…marchamos sobre vuestra ciudad, no para talar vuestra campaña, multar vuestras personas, ni para mezclarnos en vuestras deliberaciones.  Sí, para castigar a los tiranos cuando fuesen tan necios que pretendan el mando.”   [5]

Continuaron los desplazamientos de tropas, Manuel de Sarratea era el agente de Carreras, quien con su imprenta volante había llegado a Entre Ríos para lograr la adhesión de Francisco Ramírez. [6]

“No habría más Pueblos Libres, sino una confederación de provincias al occidente del Uruguay con Ramírez como jefe Supremo, Carrera de asesor, Sarratea gobernador de Buenos Aires y tal vez Alvear comandante de armas.”

Más intrigas, más disputas, intentos de acuerdos para firmar un armisticio y el 15 de febrero de 1820, conferencia en San Antonio de Areco en la estancia de Mariano Martínez, donde también estuvo el gobernador santafesino Brigadier Estanislao López.

Destacó el historiador José María Rosa: “Ramírez por pensamiento, o pluma, de Carrera dio a los comisionados una nota para el Cabildo, expresando que “juzgaba oportuno y necesario que el pueblo de Buenos Aires nombre libre y espontáneamente, o por cabildo abierto, el gobierno provisorio que haya de subrogar al antiguo, bien sea en V.E. mismo o en las personas que creyese conveniente”…  [7]

Ya habían decidido que José Artigas quedaba eliminado y Francisco Ramírez sería el jefe nacional. Luego llegaron al Puente de Márquez y siguieron avanzando hacia Pilar. Desaparecido el Directorio, había surgido “una nueva entidad, la Provincia de Buenos Aires, con la cual los Pueblos Libres debían concertar la paz y admisión en la Liga Federal”. El 23 de febrero firmaron el Tratado del Pilar, los gobernadores Sarratea y López por Buenos Aires y Santa Fe, respectivamente, también como tal Francisco Ramírez que era Comandante de Concepción del Uruguay y que en ese documento, “se titulaba por primera vez, ‘Gobernador de Entre Ríos’.”

“El 23 de febrero de 1820 acabó, pues, la Confederación de los Pueblos Libres de tan patriótica historia. En sustitución nacía una hipócrita alianza de Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos, que no podía ser durable”… Mientras tanto, seguían reclutando hombres para tener más combatientes bajo las órdenes y así seguir logrando objetivos específicos, aún distantes del propósito de unidad nacional, tantas veces invocado…

El general Carrera había impuesto a Ramírez y se preparaba para avanzar hacia Chile, recibió “700 fusiles, otros tantos sables, pólvora, plomo, etc., para armar un regimiento de chilenos y ‘los extranjeros que servían en Buenos Aires’. Consiguió reunir alrededor de 500, que formaron el Ejército Restaurador de Chile. Igualmente, López recibió armas…

La destrucción de los Pueblos Libres vencedores, obra de las intrigas de Carrera, abrirá el período de la anarquía, ahora sí efectiva y no retórica…  Quizá todo se habría ahorrado si Carrera no hubiese estado junto a Ramírez.” [8]

Continuaron las luchas, cambiaron los gobiernos, continuaron las guerras civiles en distintas provincias y el gobernador Estanislao López ante el incumplimiento del Tratado de Pilar y la restauración de “directoriales”, mientras el general Carrera estaba en el rincón de Gorondona (desembocadura del Carcarañá), vigilando “la lucha entre Ramírez y Artigas para arriesgar sus chilenos en ayuda de aquél si las circunstancias lo requiriesen. Pero la derrota de Artigas lo hace innecesario”.  [9]

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Desde diciembre de 1821, el gobernador Martín Rodríguez y su ministro Bernardino Rivadavia, habían terminado las discusiones con los mercedarios, dos meses después sometió “a las casas de los regulares mendicantes de la orden franciscana situados en el territorio de la provincia”.  [10]

Ambas congregaciones quedaron bajo la dependencia directa de aquel gobierno. Autorizaron sólo un sacerdote por curato y prohibieron “administrar un curato mientras retuviere la propiedad de otro”. Suprimieron monasterios y abolieron los fueros. El Estado desde entonces controlaba todos los bienes de los religiosos, “primer paso para la secularización.  Los recoletos son privados de su edificio en la Recoleta, donde se establece el cementerio público el 17 de julio de 1822 y ese año registraron las primeras sepulturas.  Los religiosos que ocupaban su convento podían pasar a otro de su elección, el llamado de la Observancia o el de la recolección de San Pedro. En tales circunstancias, comenzaron las conspiraciones para destituir al gobierno pero las intrigas llegaron a oídos de Rivadavia y sabido era que “a la sombra de la prédica virulenta de Castañeda” se movilizaban distintos grupos, entre ellos el encabezado por Gregorio “Tagle, ex ministro de Pueyrredón, denunciado por uno de los jefes de la guarnición local, Celestino Vidal, al que se intentó seducir..  [11]

Continuaron las discusiones entre la Junta de Representantes y los defensores clericales hasta que el 19 de marzo de 1823 –día de San José-, estalló otra rebelión cuando entraron en la Plaza de la Victoria manifestantes de la campaña que gritaban ¡Viva la religión! ¡Mueran los herejes!…, conducidos por los coroneles Rufino Bauzá, Pedro Viera y Miguel Aráoz. Combatieron durante quince minutos, hubo muertos y el coronel Bauzá “fue obligado a retirarse”. El gobierno sabía que en ese movimiento había participado Gregorio Tagle y “el coronel Manuel Dorrego fue encargado de apresar al doctor Tagle, el mismo que había firmado su destierro a fines de febrero de 1821, pero Dorrego le comunicó al gobierno que no había sido hallado en la quinta del pueblo de Las Conchas, donde se le suponía refugiado.  Se asegura que en lugar de cumplir la orden que llevaba, Dorrego ayudó al jefe de la conspiración a embarcar para la Colonia.”

El vehemente Bernardino firmó la orden de fusilamientos: “…con la energía característica de Rivadavia en estos casos, como en la conspiración de Álzaga, y en la rebelión de las trenzas, Francisco A. García, promotor del movimiento en Buenos Aires y en Santa Fe, fue fusilado al borde del foso de la fortaleza el 24 de marzo; también fue fusilado el 12 de abril José María Urién; Gregorio Tagle y el coronel Hilarión Castro fueron condenados a muerte; Acheaga y otros clérigos y ciudadanos, condenados a siete años de destierro; y casi todos los que fueron tomados con las armas en las manos, fueron a dar al presidio de la isla Martín García. Propio del carácter de Rivadavia, es el hecho siguiente:  Se había ofrecido una recompensa de 20 onzas de oro al que entregase al capitán Peralta; este se había refugiado en casa de su compadre Juan Antonio Segovia, el cual delató su presencia para cobrar el premio. Rivadavia hizo entregar las onzas de oro ofrecidas, pero por mano del verdugo, al ‘infame y vil delator Juan Antonio Segovia’.”

 

Algo más, sucedía en aquel tiempo. Bernardo de Monteagudo era Secretario de Estado del general José de San Martín y apoyaba la idea de la federación. Simón Bolívar el 8 de enero de 1822 había enviado cartas a San Martín, a Bernardo O’Higgins y a Martín Rodríguez, Director que gobernaba desde Buenos Aires. “Les decía que aun quebrantadas las cadenas de la tiranía española ‘todavía nos falta poner el fundamento del Pacto social que debe formar de este mundo una Nación de Repúblicas’.” [12]

La entrevista en Guayaquil…

El 24 de julio de 1822, Simón Bolívar celebraba sus treinta y nueve años de edad y José de San Martín que tenía cuarenta y cuatro años.  Por su enfermedad necesitaba consumir morfina para dormir y continuando con su lucha por la libertad americana, para llegar hasta la isla de la Puná -en la desembocadura del río Guayaquil, navegaba en el navío español Prueba que entonces era peruano.

Llegó al día siguiente, Bolívar lo fue a saludar a bordo, logró convencerlo para que desembarcara y “se volvió a toda prisa para recibirlo en ‘su’ciudad.”  Desembarcó San Martín y, entre hileras de soldados colombianos presentando armas, cabalgó hasta la casa que se le había preparado para su residencia.  Allí le esperaba Bolívar, que salió a recibirle en la puerta. En el zaguán aguardaban las autoridades nombradas por Bolívar y el ramillete consabido de damas de la ciudad, una de las cuales, Carmen Garaycoa, ofreció a San Martín una corona de laurel engarzada en oro. Pero San Martín no era Bolívar: se ruborizó, se quitó la corona y se puso a marmullar excusas y desmerecimientos; después de lo cual los dos caudillos se retiraron.  Fuese Bolívar, y San Martín tuvo que salir varias veces al balcón reclamado por la multitud.  Devolvió después la vista a Bolívar y retornó a su residencia para almorzar.  Nada ocurrió aquella tarde; y la noche transcurrió en fiestas y bailes.  Al día siguiente San Martín dio orden que la goleta se preparara para zarpar.  A la una fue a visitar a Bolívar con el cual se encerró cuatro horas.  A las cinco hubo banquete con brindis innumerables; y luego baile, al que Bolívar se entregó como solía, con delicia, pero que San Martín observó con frialdad. A la una hizo seña a uno de sus ayudantes, y, según convenido previamente con Bolívar, desapareció discretamente de la fiesta y se embarcó.  ‘El Libertador nos ha ganado de mano’, decía al día siguiente a su ayudante.  Y a O’Higgins le escribía: ‘El Libertador no es el hombre que pensábamos’.” [13]

Un mes después de aquella entrevista, San Martín envió una carta a Bolívar: “…Desgraciadamente yo estoy íntimamente convencido, o que no ha creído sincero mi ofrecimiento de servir bajo sus órdenes con las fuerzas de mi mando, o que mi persona le es embarazosa.  /…/ Mi partido está irrevocablemente tomado.  Para el 20 del mes entrante he convocado el primer Congreso del Perú, y al día siguiente de su instalación me embarcaré para Chile, convencido de que mi presencia es el solo obstáculo que le impide a Ud. venir al Perú con el ejército a su mando.  Para mí hubiera sido el colmo de la felicidad terminar la guerra de la Independencia bajo las órdenes de un general a quien la América debe su libertad.  El Destino lo dispone de otro modo y es preciso conformarse.”

La reacción de Bolívar en aquel tiempo, está reflejada en la carta que le envió a su amigo Santander: “Yo creo que el general San Martín ha tomado el freno con los dientes, y piensa lograr su empresa, como Iturbide la suya; es decir, por la fuerza, y así tendremos dos reinos a los flancos que acabarán probablemente mal, como han empezado mal.  [14]

El Libertador Bolívar que así pensaba en aquellas circunstancias, era la misma persona que en 1810 había recomendado a “sus compatriotas” que estudiaran la Constitución británica; Bolívar era el mismo que en la década anterior había impulsado la iniciativa de un rey sin corona, expresando: “Por exorbitante que parezca la autoridad del Poder Ejecutivo de Inglaterra, quizá no es excesiva en la República de Venezuela […] En las Repúblicas el Ejecutivo debe ser el más fuerte, porque todo conspira contra él; en tanto que en las Monarquías el más fuerte debe ser el Legislativo, porque todo conspira a favor del monarca.”

En consecuencia, el historiador Madariaga destaca que Bolívar aspiraba pues a ser presidente vitalicio con más poderes de los que disfrutaba entonces el Rey de Inglaterra.  Toda discusión sobre si era monárquico o republicano huelga.  Si los vocablos monarca y monárquico estorban por evocar la idea tradicional y patriarcal del Rey, el rey de cuentos de hadas o de la baraja, acuñemos otros”.

Destacó Madariaga.  “Era Bolívar un monócrata, y lo que deseaba era… bueno, pues si no se admite que fuera una monarquía, digamos que era una monocracia” y en ese momento, creyó que había improvisado un neologismo comprobando después de leer más cartas de Bolívar, que “lo había inventado antes el propio Bolívar, precisamente para designar el régimen a que aspiraba.”[15]

 Bolívar y Monteagudo…

“En 1823, Monteagudo, ya desterrado, entró en relación con Bolívar, a quien le causó excelente impresión” y así lo expresó en una carta escrita en Guayaquil, el 4 de agosto de ese año: “Monteagudo tiene un gran tono diplomático y sabe en esto más que otros.  Tiene mucho carácter, es muy firme, constante y fiel a sus compromisos.  Está aborrecido en el Perú por haber pretendido una monarquía constitucional, por su adhesión a San Martín, por sus reformas precipitadas, y por su tono altanero cuando mandaba.  Estas circunstancias lo hacen muy temible a los ojos de los actuales corifeos del Perú, los que me han rogado por Dios que lo aleje de sus playas porque le tienen un terror pánico.  Añadiré francamente que Monteagudo conmigo puede ser un hombre infinitamente útil porque sabe, tiene una actividad sin límites en el Gabinete y tiene además un tono europeo y unos modales muy propios para una corte. Es joven y tiene representación en su persona.  No dudo que con el tiempo será un gran colombiano”. [16]

Bolívar y los placeres en Lima…

A principios del mes siguiente, en otra carta enviada a Santander el 11 de septiembre de 1823, Bolívar destacaba: “Lima es una ciudad agradable y que fue rica; […] Las damas con muy agradables y buenas mozas.  Hoy tenemos un baile en que las veré a todas. El 20 volvía sobre el tema: ‘Yo cada día más contento en Lima […] los hombres me estiman y las damas me quieren: esto es muy agradable; tiene muchos placeres para el que puede pagarlos […] yo estoy encantado; por supuesto que no me falta nada.  La mesa es excelente, el teatro regular, muy adornado de lindos ojos y de un porte hechicero; coches, caballos, paseos, toros, Te Deums, nada falta; sino plata para el que no la tiene, que a mí me sobra con mis ahorros pasados.’ Tenía entonces Bolívar una renta de 30.000 pesos, otorgada por toda su vida por el Congreso de Colombia; y otros 30.000 como Presidente del Perú; y aunque su tren de vida solía ser suntuoso, se cargaban muchos de sus gastos al presupuesto oficial.  El 13 de octubre de 1823 llegó a Lima Manuelita Sáenz, lo que no mejoraría en nada la salud de Bolívar, ya que, en punto a sensualidad, se juntaban el hambre con las ganas de comer.  Pero continuó aun así su vida febril de César universalmente admirado.  Tuvo por entonces la satisfacción de salvar con su prestigio de las garras del Dr. Francia, dictador del Paraguay, a su amigo Bonpland, el compañero de Humboldt, y de ofrecer a Madame Bonpland y a su familia ‘un destierro honroso en Colombia’.”  [17]

Anarquía en Lima y en Trujillo – “…dividirlos a todos”.

En 1823 “en Lima y en Trujillo reinaba la anarquía… Los jefes del ejército apelaron a San Martín y firmaron un acta… llamándolo a salvar al Perú. El documento llegó a manos del Protector cuando se hallaba en Chile preparando su regreso a Buenos Aires. San Martín se negó a lo que se le pedía; puso buen cuidado en no recomendar a Bolívar para el papel de salvador, que él rechazaba, pero preconizó el reconocimiento sincero a la autoridad del Congreso” que ya se había disuelto porque “Torre Tagle había comprado al Congreso ‘con grandes sumas de dinero sacadas del Tesoro Público’, y haciéndose nombrar presidente y Padre de la Patria (8-VIII-23).

En su lejano Mendoza, San Martín, al enterarse de este nombramiento exclamaba:  ‘Dios proteja al Perú.  Yo creo que todo el poder del Ser Supremo no es suficiente a libertar ese desgraciado país: sólo Bolívar apoyado en la fuerza puede hacerlo”.

Mientras tanto, Bolívar envió una carta a Joaquín “Mosquera, su ministro en Lima que comenta donosamente Simón Rodríguez” -su maestro viajero-: “Es preciso trabajar porque no se establezca nada en el país, y el modo más seguro es dividirlos a todos.  La medida adoptada por Sucre, de nombrar a Torre Tagle, embarcando a Riva Agüero con los diputados, ofrecer a éste el apoyo de la división de Colombia para que disuelva el Congreso, es excelente.  Es preciso que no exista simulacro de Gobierno, y esto se consigue multiplicando el número de mandatarios y poniéndolos todos en oposición.  A mi llegada, debe ser el Perú un campo rozado, para que yo pueda hacer en él lo que convenga.”  Siendo presidente de la República Torre-Tagle, “declaró a Riva Agüero traidor a la patria y decretó ser meritorio para cualquier ciudadano el aprehenderlo vivo o muerto.  Sucre estaba ausente…” 

El historiador Madariaga ha aludido al tiempo en que Bolívar estuvo en Madrid (España): “…quizá fuera demasiado joven para darse cuenta de lo que veía y experimentaba” porque no dejó en su correspondencia “huella alguna profunda de sus días de España”…  Destacó el historiador Madariaga que “en mayo, Simón Bolívar, aún no cumplidos los diecinueve años, sale de España con su esposa joven pero maternal, se sentía más español que nunca en su trágica vida -salvo quizá en su lecho de muerte.”  [18]

Simón Bolívar, paseó también por las calles de París y sabido es que dialogaba con el Barón Carlos Guillermo Humboldt, persona muy reconocida en Venezuela. Bolívar luego escribió, que le había preguntado acerca de “si podrían gobernarse a sí mismas las colonias españolas” y el sabio alemán le contestó que “por sus observaciones, opinaba que ya había llegado a su madurez política, pero que no conocía ningún hombre calculado para dirigir la empresa de su emancipación”.  [19]

La imaginación impulsó a escribir “fantasías no menores” acerca de la vida de Bolívar en Italia y entre tantas, la suposición de que “Bolívar vio a Humboldt  en la Legación de Prusia en Roma, donde era ministro a la sazón Guillermo Humboldt, hermano del geógrafo.   Lo comprobado es que entre ellos nació una perdurable amistad, aunque el escritor alemán que se expresaba en correcto castellano, estaba alerta porque “el mozo…  paseaba por el mundo del brazo de Carreño, ese hombre que había expresado un ‘desarraigo’ que trascendía ‘de lo moral a lo físico’.”  [20]

 

Simón Bolívar, percibió también los estímulos de Aimé Goujand Bonpland, quien “no perdía ocasión de alentarlo en su empresa y de “asegurarle que la revolución produciría hijos dignos de ella”. [21]

El historiador de Madariaga advirtió que “Humboldt ha debido pues ser para Bolívar una de esas figuras silenciosas que sin convencerse ni ceder a la magia juvenil del joven criollo permanecerían en el trasfondo de la conciencia como tácitos consejeros de prudencia, emitiendo radiaciones invisibles de duda y de reserva.”  [22]

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En aquella época, las dificultades en las comunicaciones impedían saber qué sucedía en distintas latitudes del continente sudamericano y poco podían aportar los periódicos si no era a favor de quienes tenían más poder

Fray Francisco de Paula Castañeda, educador y periodista.

Fray Francisco de Paula Castañeda, nacido en 1776, había estudiado en Córdoba y allí fue profesor de Filosofía.  Aproximadamente desde el primer lustro del siglo diecinueve estuvo en Buenos Aires, fue un entusiasta promotor de la instrucción pública, “insobornable e ingobernable… Predicó sermones con el panegírico de la reconquista y de la defensa de las invasiones inglesas.”   [23]

En 1812, el gobierno desterró a Fray Francisco de Paula Castañeda a Catamarca.

Como suele suceder, desde otro punto de vista, han destacado que el Padre Castañeda era un “virtuoso y tranquilo fraile de la Recoleta franciscana, distinguido por el ‘panegírico de la Revolución’ el 25 de Mayo de 1815 cuando Alvear tramaba el coloniaje británico”…

En aquel tiempo, fray Francisco de Paula Castañeda impulsaba la enseñanza del Dibujo y en el Convento de los Recoletos  Franciscanos de Pilar (provincia de Buenos Aires), dirigió la primera Escuela de Dibujo en territorio argentino, trasladada por el Consulado a un lugar propio.  “Castañeda decía en esa oportunidad: [24]

‘No basta que los niños aprendan los rudimentos de la religión católica, que por dicha nuestra profesamos; no basta que sepan leer, escribir y contar, pues todas estas habilidades pueden aprenderlas de día; preciso es también que la noche se emplee en su instrucción y enseñanza: el dibujo o grafidio, la geografía, la historia, la geometría, la arquitectura civil, militar y naval, los artefactos de todo género deben entrar en el plan de su buena y la educación; la esgrima, la danza, la música, el nadar y andar a caballo, pronunciar correctamente el  idioma nativo y mil otras particularidades que, aunque no prueban sabiduría en quien las posea, arguyen mucha ignorancia y muy mala crianza en quien las ignora”.

 

A principios de la década segunda década del siglo diecinueve, el Director Martín Rodríguez gobernaba desde Buenos Aires junto a su ministro Bernardino González Rivadavia ­-más conocido como Bernardino Rivadavia- anunciando una reforma que afectaba a todas las órdenes de la Iglesia Católica y generando así un conflicto que provocó reacciones en distintas localidades.

Acerca de sus actitudes, el historiador Diego Abad de Santillán escribió:

“Hombre de lucha, inflexible en sus aspiraciones y en sus ideas, utilizó la palabra impresa como un arma de combate.  Fue periodista de batalla por antonomasia.  Combatió con virulencia, con lenguaje popular, crudo, contra todos y contra todo, pero especialmente contra Rivadavia y sus planes de reforma eclesiástica”.

1820: Fray Castañeda y su propuesta de Oración en las escuelas…

Fray Francisco de Paula Castañeda, ante las reformas impulsadas por el Director Martín Rodríguez, “recomendó a Bernardino Rivadavia un proyecto de oración para los niños varones antes de entrar en la escuela por la mañana y por la tarde, que comienza así:

‘Señor, Dios, altísimo en cuyas manos están los corazones de los déspotas, dignaos prevenir con bendiciones de dulzura el corazón del déspota Bernardino Rivadavia, para que doblando su orgullosa cerviz al vicario de Jesucristo, se abstenga de trastornar los artículos de la fe, que hemos profesado en el Santo bautismo, y a nosotros danos la constancia que necesitamos para resistir con ímpetu el filosofismo impío y las infamias hereticales contenidas en esos libros de pasta dorada que con la aprobación del gobierno se reparten entre los jóvenes de ambos sexos, con el fin de corromper a la provincia de Buenos Aires”…

 

Al año siguiente, la Junta de Protectora de la Libertad e Imprenta le impuso prohibiciones.  Por el contenido de sus escritos incluidos en La Verdad Desnuda, fue condenado a cuatro años de encierro en Carmen de Patagones.

1823: el Padre Castañeda en Santa Fe.

Fray Francisco de Paula Castañeda en 1822 seguía soportando la persecución del ministro Bernardino Rivadavia, lo habían condenado al aislamiento en Carmen de Patagones al sur de la provincia de Buenos Aires y el gobierno le había prohibido publicar durante cuatro años.  Fue uno de los tantos opositores que necesitó alejarse de Buenos Aires para seguir proclamando sus convicciones.

Han destacado que escapó a la condena porque se animó a cruzar el río hacia Montevideo.

Sus periódicos fueron únicos por el polémico contenido y por sus originalísimos nombres: El Desengañador, La Matrona Comentadora, El Despertador Teofilantrópico, El desengañado gauchipolítico, Doña María Retazos…

Fray Francisco de Paula Castañeda necesitaba un lugar tranquilo para seguir viviendo y llegó a la provincia de Santa Fe donde el gobernador Brigadier Estanislao López comprendió su situación y le propuso que se dedicara a enseñar ya que en ese tiempo había pocos maestros.  El Fraile le pidió autorización para vivir en el Rincón de Antón Martín -también nombrado San José del Rincón-, donde habilitó una capilla y continuó su apostolado; fundó la escuelita donde los niños aprendían carpintería, herrería, relojería… y también una escuela de Pintura.  [25]

Algunos historiadores han expresado reinició su actividad periodística utilizando la abandonada imprenta volante del general Carrera y sabido es que el historiador José Rafael –Rafincho– López Rosas tras leer algunos “papeles de López”, reiteró que el Padre Castañeda en una carta al gobernador santafesino Estanislao López, le informó que “la imprenta famosa del finado doctor Carrera, estaba repartida en distintos parajes, donde la ha ido dejando aquel hombre tan caminador. Yo he tenido prolijidad agrega de irla recogiendo por ver si acaso podía ponerla en ejercicio… pero me faltan letras e innumerables utensilios”…

En aquellas circunstancias, le informó al gobernador López:

“Mi intención es redactar por ahora tres periódicos, titulados: ‘Población y rápido enriquecimiento del Chaco’, El Santafesino a las otras provincias de la antigua Unión’ y ‘Obras póstumas de nueve sabios que murieron de retención de palabras’…”

Después de reiterar ese párrafo, el historiador López Rosas destacó que “desgraciadamente, la imprenta de los Carrera no pudo recomponerse, por estar dispersas sus partes en Santa Fe y Entre Ríos, y los periódicos no vieron la luz.

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1828: “Vete”… y “Ven portugués”…

En 1828, Fray Francisco de Paula Castañeda no había logrado rearmar la legendaria imprenta del general José Miguel Carrera y utilizando la de la Convención Nacional Constituyente editó sus hojas combativas tituladas Vete portugués que por aquí no es (sólo diecinueve volúmenes),  Ven portugués que por aquí es (sólo seis) referidas a la Guerra del Paraguay y a la defensa de los sacerdotes jesuitas que soportaban limitaciones en sus derechos y evidente persecución.

Al año siguiente, publicó “Buenos Aires Cautiva” y “Nación Decapitada a Nombre y por Orden del Nuevo Catilina Don Juan Lavalle”, sólo doce volúmenes referidos a la sublevación de Juan Lavalle y a sus consecuencias, el fusilamiento de Manuel Dorrego…

A fines de aquella década, en la cercana capital provincial, en Santa Fe de la Vera Cruz vivían aproximadamente cuatro mil habitantes.

 

Otros periódicos impresos en el taller del fraile Castañeda San José del Rincón que suelen ser nombrados: El Argentino (mayo de 1828, redactor Baldomero García, de tendencia federal); al mes siguiente El Domingo 4 de Mayo con redacción de Vicente Anastasio Echeverría y colaboración del diputado oriental José F. Ugarteche; en agosto El Espíritu de la Federación Republicana y desde fines de octubre hasta mediados de diciembre de 1828, nueve ediciones de El Satélite, de Vicente A. Echeverría y Pedro Salvadores. Sabido es que a fines de la década siguiente, en 1840 Salvadores estuvo estaqueado tres días en Santos Lugares e inmediatamente fue fusilado).  [26]

El Padre Castañeda tras adoptar a un indiecito, lo bautizó con el nombre Felipe y fue su compañero cuando decidió subir a la canoa para trasladarse a Paraná en la provincia de Entre Ríos porque ahí tenía que organizar otra escuela.

Allí falleció el 12 de mayo de 1832, inesperadamente… mientras entre los santafesinos era recordado con gratitud por sus perdurables obras.

No fue por casualidad, lo expresado por el parisino el francés Beaudelaire:

“Todo el universo visible no es más que un almacén de imágenes y signos”.

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(Es oportuno rememorar que el entrerriano Floriano Zapata -tío de Agustín Zapata Gollán- se dedicó al periodismo y han reiterado que dirigió “El Eco de Entre Ríos” desde la primera edición en 1866.  En 1885 fue subsecretario del Ministro Pedro C. Reyna, uno de sus compañeros mientras estudiaba en el Colegio Nacional de Concepción del Uruguay. Ese año fundó y dirigió La Revolución evidentemente con propósitos opuestos a la política impulsada por Bartolomé Mitre. Residente en la ciudad de Santa Fe de la Vera Cruz, siguió publicando crónicas en distintos periódicos.)

 

15-11-1867: La Capital de Rosario…

Hasta la actualidad no han hallado documentos relacionados con el momento de la fundación de la Villa del Rosario, en el Pago de los Arroyos que evidentemente comenzó a crecer después de la batalla de Caseros.

No fue por casualidad que tiempo después, algunos rosarinos intentaran lograr que la Ciudad de Rosario fuera declarada capital de la Nación Argentina.

Por iniciativa de Ovidio Lagos, el 15 de noviembre de 1867 -aniversario de la fundación de la ciudad de Santa Fe en 1573-, comenzaron a editar La Capital con la finalidad de promover tal iniciativa.

Acerca de aquella propuesta, desde Santa Fe de la Vera Cruz, Domingo Guzmán Silva expresaba sus argumentos:

“Roma no gobernó mejor, sino peor, al mundo cual fue inmensa e imperial, que allá en sus comienzos rústicos.”

“Ha sonado, más allá de los asientos del fuerte de Gaboto, la clarinada de alarma.  Con arrogancia que acusan energías reales, el Sur ha levantado el pendón fratricida.”

“Sostenga Santa Fe su derecho, no atropelle el ajeno.  Nada de causar daños irreparables.  El Rosario es el más bello florón de la diadema de la Provincia: vale cuidarla con cariño.  A la bella hermana, la mano, no el puño cerrado.”

“Sea el programa: dar al Sur todo lo que necesita y al Rosario más de

lo que merezca.”

 

“¡De pié todos los hombres del Norte, no para atropellar, sino para defenderse!”

Luego, cuando aquel sueño terminó se transformó en pesadilla hasta que en 1880 despertaron con la evidencia del fracaso y como lo destacó Domingo Guzmán Silva, se desvaneció aquella pretensión de ser… “Cabeza imperial de un Estado, quitándole el cetro a Santa Fe”.

Acerca de Don Ovidio Lagos…

Con motivo del octogésimo aniversario de la fundación del diario “La Capital”, en la legislatura santafesina el diputado Sidney Nicolás Rubino –rosarino-, recordó a Don Ovidio Lagos, “figura de excepcionales valores, a quien le cupo actuar brillantemente en los períodos de nuestra organización nacional. Nació en la ciudad de Buenos Aires el 31 de agosto de 1825, y desde muy joven se vio obligado a luchar por su subsistencia, con motivo del exilio de su padre en Montevideo.”

Destacó el diputado Rubino que “en esta forma se educó en la dura escuela del sacrificio y de la abnegación.  Fue soldado de la libertad y de la democracia y periodista.  En el año 1852, en los acontecimientos posteriores a Caseros, actuó destacadamente en la defensa de la ciudad de Buenos Aires, donde se comportó con valentía, decisión y singular heroísmo, a tal punto que se le brindaron honores, que rehusó para volver a la paz y tranquilidad de la vida civil.

Al regresar colaboró en ‘El Nacional’, donde destacó sus brillantes dotes de escritor.  El 15 de noviembre de 1867 fundó ‘La Capital’ diario decano de la prensa nacional y orgullo del país, que se publica en la ciudad de Rosario.  Su título responde a su profunda aspiración en el sentido de que la ciudad de Rosario fuera la capital de la República”.  Luego, el diputado Rubino dijo:

“Hechos posteriores han dado la razón a don Ovidio Lagos al sostener que la capital de la República debió haber sido instalada en el interior del país”.

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1876: crisis y discurso del presidente Nicolás Avellaneda…

Los escasos medios de información pública informaban acerca de gobierno del doctor Nicolás Avellaneda, presidente durante una de las tantas épocas de crisis soportadas por los sectores de menores recursos de la República Argentina.

En el mensaje al Congreso Nacional, el presidente Avellaneda dijo:

“Pasamos por una crisis, pero las crisis que tienen por teatro principal las plazas comerciales, paralizando los negocios, retirando con la desconfianza el capital y el crédito, afectan más o menos profundamente los elementos constitutivos de la riqueza pública”…

Ese discurso fue recordado décadas después en el recinto de la Legislatura santafesina, cuando el diputado Godfrid en 1932, recordó que “la República Argentina experimentó en el año 1876… presidencia del ilustre Nicolás Avellaneda… crisis nacida en lo general por haberse violado la debida proporción entre el capital fijo y el capital circulante.”  [27]

 

23-12-1878: Soneto de José David Peña en “La Capital”…

Leopoldo Kanner en su libro referido a David Peña y el Colegio Nacional de Rosario, destacó que el domingo 1º de diciembre de 1878 aproximadamente a las 5, comenzó el acto con participación de alumnos del último curso y expresó que algunos alumnos habían leído “sus propios trabajos poéticos”, cerrando el primer Rector Enrique Corona Martínez, “con una brillante improvisación.  [28]

¿Cómo era David Peña en ese entonces?  ‘Mi retrato’, uno de los sonetos dados a conocer en tal oportunidad en ‘La Capital’ del 23, la cumplida respuesta:

Estos ojos hundidos y apagados

Y esta nariz negrusca y hornalluda

Esta boca entreabierta y siempre muda

Y estos labios que siempre están paspados;

Estos cabellos algo ensortijados

Y este bozo que en algo ya me ayuda

Componen esta cara algo orejuda

Y en la cual mil lunares hay sembrados.

Agrega a este cuadro tan dichoso

Unas piernas flacuchas y ladeadas,

Unas manos bien largas y peladas

Una leva, un bastón y un aire de soso,

Y tendréis el retrato bien completo

Del que os lee en este instante este soneto.

 

En cuanto a la otra poesía ‘Meditación’, también inserta en el mismo diario el 3 de diciembre, pone en evidencia su vena lírica, que si hubiera cultivado, le habría concedido un lugar preferencial entre los mejores del género.  Tal la conclusión extraída de algunas estrofas:

Hay horas en que el alma del poeta

Deplegando magníficas sus alas

Vaga incierta al través del infinito

En busca de una patria idolatrada.

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Anécdotas del rosarino David Peña…

El 1º de diciembre de 1878, en el Colegio Nacional de Rosario, aproximadamente a las diecisiete comenzó el acto de fin de cursos con la participación de alumnos del último curso y algunos leyeron “sus propios trabajos poéticos”, cerrando el primer Rector Enrique Corona Martínez, “con una brillante improvisación”.  [29]

En esas circunstancias, David Peña leyó su soneto titulado Mi Retrato y fue difundido en la edición del 23 de diciembre de 1878 en el diario La Capital de Rosario.

 

Otra anécdota: El Pbro. José Antonio Uriona era Vice-rector y Secretario del Colegio Nacional de Rosario, después de una acusación contra David Peña que terminó en una convocatoria del rector Corona para expresarle “los presuntos cargos” y que concluyó cuando “a la tarde lo llamó nuevamente para suplicarle que olvidara todo y que si en algún momento llegó a recelar, tuviera en cuenta que a los padres, todo les está autorizado por sus hijos, incuso el error”.  /  “Fue entonces que Uriona viendo tan inesperado cariz, se apresuró a reconciliarse y para ello no encontró más argumento que elogiar sus últimos versos y aconsejarle que siguiera, pues le vaticinaba un gran futuro.  Para dar término al resquemo, lo comprometió a que el próximo domingo, lo acompañara a decir misa con Ricardo Aldao.”

David Peña y Ricardo Aldao, monaguillos…

Minutos antes de comenzar la Misa en la Capilla del Hospital de Caridad, en vano intentó David Peña expresarle al sacerdote “la ignorancia del ritual” porque enseguida le respondió: “-Haga lo que Aldao’.”

Tras la lectura de las Memorias de Peña, el historiador Leopoldo Kanner reiteró lo expresado por el poeta con vocación de escritor y periodista:

“…’En tanto Aldao permanecía serio, como si nada hubiera ocurrido y menos admitir la culpabilidad del infortunio.  Para más, al día siguiente, le enseñaba las medallas logradas en Santa Fe para ayudar en los sacros menesteres’.

La incorporación de Aldao al colegio -al que llamaban ‘Miquichí’- fue recibida como un triunfo, pues estudiaba en la prestigiosa Inmaculada, de Sana Fe.  Por eso, no obstante su natural desenvoltura, arrastraba un imperceptible dejo y evidente amaneramiento conventual.  No obstante, en esos años, era el más atrayente del grupo, por su gracia personal y su apellido.

Es que la madre, doña Inés Nicolorich, estaba muy relacionada y en cuanto al padre, don Camilo Aldao, era sumamente emprendedor, pues del mismo modo ansiaba posesionarse del gobierno, que a iniciar grandes negocios.  Y cuando Rosario entró decididamente en la senda del progreso edilicio, no pudo permanecer indiferente, e hizo edificar uno de los primeros hoteles importantes que tuvo la ciudad, ‘El Universal’, ubicado en calle Córdoba, 104.  Así que cuando se efectuaban tertulias lírico-poéticas en el comedor,  antesala del sueño- regidas por Uriona, pues el rector no las estimaba propias de su cargo, Aldao era figura prominente.”  [30]

La historiadora Ana María Cecchini de Dallo, al final de su libro Los grupos políticos de Santa Fe 1852-1862,  en el Cuadro II reitera algunos datos relacionados con el matrimonio Manuel Rodríguez-Francisca del Fresno y la descendencia numerosa, incluyendo a seis hijos directamente relacionados con la sucesión de gobiernos y hechos pertinentes a su estudio.

Sabido es que Josefa Rodríguez del Fresno fue la esposa del gobernador de Santa Fe Brig. Estanislao López.  Dolores, la esposa de Domingo Crespo, padres de siete hijos, de Francisca Crespo Rodríguez casada con Domingo Cullen.

De la unión matrimonial de María Joaquina Rodríguez del Freno con Pedro Aldao, nacieron Carmen, Camilo, Ricardo, Tiburcio y Bernabela, los tres varones de destacada participación en la política santafesina y reconocidos en otras provincias.

Como expresó el escritor Leopoldo Kanner, el entonces estudiante en el Colegio Nacional de Rosario anteriormente alumno del Colegio de la Inmaculada Concepción de Santa Fe, el joven Ricardo Aldao, era hijo de Camilo Aldao Rodríguez y de Inés Nicolorich.

Una hermana de Inés, Ángel Nicolorich estaba casada con José María Cullen Rodríguez, hijo de María Joaquina Rodríguez del Fresno y de Domingo Cullen.

La citada historiadora, en el Cuadro I ubica en primer término a Camilo Aldao y en la columna “Comercio/Industria” anotó: “1853: almacén y tienda por mayor Rosario 1860 Registro Rosario. Referencias: A. Contaduría T. 94. Leg. 21. Ibídem, T. 107, Leg. 43.”  /  Luego describe: “Aldao Cullen / Casa de / 1855: Remates – Ministerio de Gobierno y Relaciones Exteriores. L. Copiador 1855-1858, f. 198.”  En la página siguiente: “Cullen, Aldao y… / Casa Rematadora. Cit. 1855”.  [31]

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1879: “asonada” en el Colegio Nacional de Rosario…

El escritor Leopoldo Kanner en su libro David Peña y los orígenes del Colegio Nacional de Rosario, relató lo sucedido en Rosario cuando “unos pocos alumnos, estimando excesivo el número de docentes hispanos e invocando un curioso sentimiento nacional, provocan una asonada, sin advertir que eran objeto de ocultas ambiciones”.

El primer rector del citado Colegio Nacional, era el destacado educador Enrique Corona Martínez, quien solía dialogar con sus alumnos y decir: “…Estoy en vena’, comenzando ahí la clase, que a su término tendrá asenso unánime, convertido en aplausos de satisfechos oyentes.  Eran más bien conferencias que rutinarias clases liceales.”  [32]

Destacó el historiador Kanner que “el 21 de julio de 1879, hubo un síntoma evidente, cuando se tiró un ladrillazo al profesor de química y al no poderse identificar al culpable, se amonestó colectivamente a 5º y 61 años.   El 22, a eso de la una, en el mismo laboratorio se increpa al catedrático y como respondiendo a una consigna, salen los dirigentes de las aulas esgrimiendo revólveres, a la vez que profieren gritos estentóreos y frases altísonas, siendo audibles: ‘Abajo los gallegos’, ‘Viva los italianos’, ‘Viva Solar’  ‘Viva Colombo’ (sic) que renuncie el rector por tirano.

Al llegar Corona al patio que ocupaban los sediciosos, avanzó uno, intimando su presencia (circulando la versión que además le apuntaba del Campo, pero amenazado a su vez por otro, si tiraba), mientras Llobet extraía una proclama que hizo leer a Rosales.  Corona impasible hasta entonces, encrespa la voz naturalmente mortecina, para enrostrarle: -’Sepa Ud. que estoy hecho a gobernar hombres, no muñecos’.  Protegido por la rueda, el interpelado recobra su aplomo y resuelve irse sólo con la renuncia, que reclama en forma envalentonada.

La tensa e incomprensible situación para quien se había volcado al establecimiento desde sus ásperos inicios, tocó a su término cuando fuerzas del cercano cuartel, detuvieron a los revoltosos y secuestraron las cadenas con que habían clausurado la puerta principal, pensando hacer lo propio con las otras entradas, para que todos se plegaran (Expediente 0130 -1879- Tribunales Federales – Rosario).

 

(Ayer como hoy, los diarios suelen reflejar tales comportamientos.

A fines del siglo veinte, con distintos matices hay también manifestaciones histriónicas o rebeldes y violentas en algunas escuelas e incluso en Universidades cuando las Asambleas para renovar autoridades son casi “teatros del absurdo”…)

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Sarmiento: “la juventud tiene muchas vueltas”…

Pero los detenidos no cejaron, dirigiéndose al ministro en forma tan arrogante, que Sarmiento no pudo menos que comentarlo en forma cáustica, al expresar en ‘El Nacional’ (28 de julio de 1879): ‘No damos los nombres de los abajo firmados porque la juventud tiene muchas vueltas y sus emociones como sus penas y las injusticias de que se creyeron o fueron víctimas, les sirven más tarde para sazonar la conversación al contar sus travesuras’.  Sin embargo, en otros renglones, aflora el genio levantisco del viejo luchador, pues escribe: ‘¡Voto a sanes! Que si fuera ministro los pondría a pan y agua por quince días por todo castigo’.”

José David Peña, no obstante estar íntimamente ligado a quienes dirigieron la revuelta, desecha adherir por considerarla injusta, lo que muestra su entereza de criterio antes que espíritu acomodaticio.

Luego el sumario a nivel presidencial, pues con la firma de Avellaneda y refrendada por el ministro Plaza, se exonera a los profesores… Suspendiéronse además, por el término de tres años y tres meses a contar de la fecha, a los alumnos Ignacio Llobet” –décadas después director del diario santafesino Nueva Época­-, “Pascual Quiroga, Pastor del Campo, Dermidio Lascano, Bernabé Rosales, Ignacio Comas, José Barrientos, Eliseo R. Zeballos, Eduardo Regúnaga, Felipe Pesoa”.

“En realidad, ese no fue el único caso en el mundo estudiantil de la época; aunque por otras causas, en 1873, se obligó en el Nacional santiagueño, como punición, a rendir las materias aprobadas y en el curso siguiente, los del histórico entrerriano hacen renunciar al rector Alió, como lo harían después con Clodomiro Quiroga”…

Ataque desde el periódico “El Correo Español”

“Aún con el sumario en plena elaboración, Corona sufrió nuevo ataque, ahora de carácter periodístico.  ‘El Correo Español’, lanza el 14 de agosto, un manifiesto a cuatro columnas, formulándole no sólo duros cargos, sino descendiendo a la procacidad, pues lo considera ‘tránsfuga de los partidos moderados… cómplice de grandes robos hecho a nuestro nación (España) en negociaciones de empréstitos y bancos, que arrojaron al presidio a los que pudieron oponer la fuga a la justicia de nuestros tribunales… hombre vendido a don Carlos de Borbón…”

En diciembre de 1879, José David Peña ya había terminado los estudios secundarios y estaba preparado para viajar a “Buenos Aires en procura de más amplios horizontes”…

“Corona, en cambio, no pudo restañar heridas tan profundas.  Y el estigma del agravio se advierte en su Memoria al Ministerio, donde alude a ‘una sorda elaboración que sembró el germen de la rabia… esa rabia jamás hubiera existido si ciertas familias ilusas, dejaran de fomentar tales asonadas’.

Con todo, la congoja de quién tanto había dado, avasalla el recio espíritu y ese mismo año en que comenzó a desempeñarse en forma emancipada la escuela Normal que creara, el fornido cedro no pudo impedir que rápidamente se agotara su savia y en la noche del sábado 6 de noviembre, transformóse en leño”.

“Al comentar ‘La Capital el fallecimiento de Corona, lo signa como ‘una de las más notables ilustraciones de la Península que han llegado a nosotros.

Y el encomio no era exagerado u ocasional, pues sin mayores medios y en circunstancias sumamente espinosas para el país: asonadas caudillescas, rebeliones por candidaturas frustradas y el problema capitalino, que tras medio siglo no encontraba solución, logró plasmar personalidades, que sin llegar al hiperbólico anhelo de Avellaneda, se fueron ligando al quehacer nacional, en la medida que el país los iba requiriendo.”  [33]

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Enero de 1877: “El Santafesino.

Sabido es que el periódico El Santafesino de cuatro páginas por número, comenzó a circular en enero de 1877 y era distribuido los días martes y viernes.

 

(Agrego tras otra lectura durante el cuarto año del siglo veintiuno, lo escrito por Cintia Mignone en el santafesino diario “El Litoral” y reproducido al final de esta primera parte: “En 1876 apareció El Santafesino.  Allí trabajó el reconocido educador Domingo Silva.  En 1880, ese diario apoyó abiertamente la candidatura de Julio Argentino Roca a la presidencia de la Nación.” [34]

 

Vínculos con Domingo Guzmán Silva.

Francisco J. Echeverría más conocido como Pancho, era amigo de Domingo Guzmán Silva y juntos habían iniciado ediciones de periódicos, el rinconero con cinco ejemplares manuscritos de La Aurora y cuando Echeverría ingresó en un diario opositor, el rinconero se quedó en Santa Rosa “colaborando en ‘El Santafesino’ que dirigía entonces Mariano A. Quiroga”, destacado educador que décadas después fue el primer presidente del Consejo de Educación santafesino y quien “lo hizo designar Escribiente del Juzgado de Paz de Calchines”.  [35]

Domingo Guzmán -nació en la Villa del Rincón, actual San José del Rincón, el 4 de agosto de 1859, hijo de Estefanía Silva de veintidós-, “tenía veinte años cuando decidió trasladarse a Santa Fe, fue incorporado a la redacción del diario que editaba Quiroga y otra vez este destacado santafesino, le consiguió “un modesto empleo en la Inspección de Colonias”.

En “el corazón legal de la República” -como dice Gastón Gori-, volvió el rinconero a encontrarse con Francisco Echeverría, su amigo entrerriano, pero ya las cuestiones políticas habían empezado a generar una distancia porque como relató Silva después, “Pancho fue toda la vida opositor. Murió pobre, enfermo y padre de una numerosa prole.”

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Colección en el Archivo General de la Provincia.

Publicaciones oficiales indican que es la única colección santafesina del siglo XIX que posee el Archivo General de la Provincia de Santa Fe.  Las ediciones abarcaron períodos del gobierno de Servando Bayo y del doctor Simón de Iriondo. En el Archivo General de la Provincia de Santa Fe hay una colección parcial pertinente al bienio 1877-1878.  Manuel J. Yánez figura como su redactor. Fue un periódico opositor a Nicasio Oroño apoyando la candidatura de Iriondo a la gobernación y la del doctor Manuel Dídimo Pizarro para senador nacional.  Editado en el “Gran Establecimiento de Tipografía El Santafesino”. En la primera época era regente del taller Primitivo Márquez y desde el 21 de mayo de 1878 fue redactor y director Mariano Quiroga.

Poemas de Malaquías Méndez…

El historiador Elías Díaz Molano refiriéndose a Domingo Guzmán Silva, destaca que cuando el rinconero llegó a Santa Fe, “conoció a Malaquías Méndez, un joven varios años menor que él, que se había iniciado publicando versos en  ‘El Santafesino’. 

El que escribe estas líneas -decía Silva, Ignotus, en aquel periodismo hacía también sus pininos.”  [36]

Información oficial e inmobiliaria.

Han reiterado que El Santafesino incluía una sección oficial con publicación de leyes, decretos y mensajes del gobernador, avisos de pagos de sueldos y gastos de la administración provincial y edictos judiciales.  Promovía los negocios inmobiliarios informando sobre ofertas de ventas de casas y de terrenos de la zona urbana que significan un aporte para estudiosos de la historia y de la arquitectura.

La política se desarrollaba al impulso de los clubes y en El Santafesino también había una sección que informaba sobre la constitución de los clubes incluyendo en 1878 el Registro Cívico.

Sabido es que hay referencias a otros periódicos de aquel tiempo, entre ellos El Pueblo, de Rosario.

Tras el fallecimiento del Papa Pío XI, publicaron el comunicado del Obispo José María Gelabert y Crespo al venerable Cabildo Eclesiástico, refiriéndose a esa lamentable circunstancia.

Siglo XXI: microfilmación…

Desde el diario “El Litoral” de Santa Fe de la Vera Cruz, el miércoles 3 de marzo de 2004 informaron que “a través del Programa para Bibliotecas y Archivos Latinoamericanos el Harvard College Library de Cambridge, MA 02138, USA financiará un proyecto presentado por el Archivo General de la Provincia para microfilmación de diarios que pertenecen al patrimonio de la entidad, como así también del Museo Etnográfico y del Museo de la Ciudad.  Cursivas y subrayado aquí.

El monto de 12.546 dólares que insumirá el proyecto será entregado a la Asociación Amigos del Archivo para su administración. Del Archivo General de la Provincia se microfilmará El santafesino, 1877-1878, dos tomos de 800 folios, y números sueltos más 50 legajos y 569 folios”, diario dirigido por Mariano Quiroga.

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1878: El pueblo Libre – Cinco ejemplares…

Francisco J. Echeverría más conocido como Pancho, amigo y compañero de sueños de Domingo Guzmán Silva, asumió como maestro en la escuela que funcionaba una legua al norte de Santa Rosa, “estaba todo el día ausente”; sólo se reunían a la noche “a conversar, a leer, a estudiar.  Ambos frecuentaban la biblioteca del cura y la de Don Ramón Silva” y en 1878, se animaron a editar “un periódico político, literario y comercial” que titularon “El Pueblo Libre”, cinco ejemplares manuscritos -uno para “don Ramón, otro para el Juez de Paz,  uno para la colección y 2 para la venta, que también quedaban en la colección”…

Domingo Guzmán Silva, maestro y editor de diario manuscrito.

Sabido es que Domingo Guzmán Silva, nació el 4 de agosto de 1859 en la Villa del Rincón -actual San José del Rincón.  Hijo de Estefanía Silva, de veintidós años, nacida el 3 de agosto de 1837, hija de Miguel S. Silva y de Manuela Ascensión Bustos, todos rinconeros). Cuatro días después, siendo el día de San Domingo de Guzmán, fue bautizado con esos nombres en la Vice-Parroquia de esa localidad.  [37]

Domingo Guzmán asistió a la escuela de Rincón -fundada por Fray Francisco de Paula Castañeda a mediados de la década del ‘20-, en períodos discontinuos y durante aproximadamente diez meses, “porque ayudaba a su madre en la venta de empanadas y velas de sebo, pequeñas industrias caseras que habían hecho famosa a Doña Estefanía.”  [38]

Domingo Silva: profesor, rector, político…

Aunque casi no había cursado estudios en escuelas porque sólo asistió a clases durante diez meses, era evidente que Domingo Guzmán Silva tenía vocación de educador, porque ya en la adolescencia enseñó a escribir y algunas operaciones matemáticas a grupos de adultos analfabetos; leyó cuanto escrito de interés pasó por sus manos y con esa formación actualizada año tras año, logró el reconocimiento de profesionales santafesinos.

Fue nombrado profesor en escuelas secundarias, rector del Colegio Nacional, profesor interino y titular en la Universidad…

Desde el periodismo, Silva también participaba en los procesos de la política lugareña. “Se afilió al Club del Pueblo y fue uno de sus dirigentes, junto a los Iriondo, Juan Arzeno, José Gálvez, Ignacio Crespo, etc.  Siendo gobernador el Dr. Simón de Iriondo -jefe del citado Club y perteneciente a sectores católicos con poder-, al ser nombrado Juez de Coronda el recién egresado abogado Mariano Quiroga, “se lo llevó a Silva, con el cargo de Receptor de Diligencias y Oficial de Justicia”.  Allí se empezó a editar “El Corondino”, otro “periódico también oficialista que escribieron entre ambos”.

Regresó a Santa Fe en 1881 y asumió el cargo de Comisario de Policía de la Capital y secretario interino de la Jefatura (titular al año siguiente) y secretario del Departamento Central de Policía en 1885.  Desde el 14 de enero de 1885 y por el término de dos años, fue Vocal del Consejo General de Educación; el 9 de agosto de 1886 lo nombraron Visitador Especial de Escuelas ad-honorem, con retención de la Vocalía.

Domingo Guzmán Silva, en 1887 siendo Inspector de Escuelas, destacó que “si no se dispone en el hogar de una biblioteca con suficientes libros, existe la posibilidad de tener amigos con quienes compartir”, teniendo en cuenta que así había hecho él porque consultaba la bibliografía disponible en la biblioteca del destacado periodista Floriano Zapata, “hombre de vasta cultura humanística y poseedor de la mejor colección de libros con que se contaba en Santa Fe, en esa época”.

Al asumir el gobernador José Bernardo Iturraspe, el 17 de mayo de 1898 Domingo Silva fue nombrado Presidente del Consejo General de Educación y desempeñó esas funciones hasta fines de febrero de 1904, acompañado por los vocales Segundo A. Gómez y Carlos N. Vergara hasta que ausentándose de la provincia, Vergara fue reemplazado por el profesor José G. Paz. Durante ese lapso, Silva delegó la dirección del diario Unión Provincial  en el Dr. Urbano de Iriondo.  [39]

A fines de 1907, designado el doctor Manuel María de Iriondo como Interventor en la provincia de San Luis, designó a Domingo Guzmán Silva “Director General de Escuelas, con retención de la rectoría”.

1879: La Aurora  – Revista

El historiador Ing. Elías Díaz Molano, ha reiterado una anécdota relacionada con el periodismo en el último cuarto del siglo diecinueve:

Aproximadamente a los catorce años, Domingo Guzmán Silva nacido el 4 de agosto de 1859 en la Villa del Rincón -actual San José del Rincón, hijo de Estefanía Silva, de veintidós años; estaba viviendo al norte de su pueblo natal, en Santa Rosa de Calchines donde era empleado en el almacén de su tío Don Ramón Silva.  Allí conoció a “Pancho” -Francisco J. Echeverría-, “joven, casi un niño.  No tendría él 17 años cuando llegó a Calchines”. [40]

 

Recién llegado de Paraná -la capital entrerriana-, Pancho Echeverría había aprendido tipografía con su tutor pero como lo maltrató decidió cruzar a la otra orilla.  En tales circunstancias, una confluencia de intereses comunes generó una perdurable amistad con Domingo Guzmán y compartieron una interesante experiencia en la “isla de Espinoza, frente a la Curtiembre (Entre Ríos), donde él había aceptado un puesto de maestro y “Silva fundó una escuelita nocturna, para adultos analfabetos y se improvisó en director y maestro.”  [41]

Después, Domingo y Pancho, juntos vivieron en Santa Rosa de Calchines, se dedicaron a enseñar y también incursionaban en el periodismo. Han reiterado que en aquel tiempo Silva editó una página manuscrita titulada La Aurora, siendo tal el nombre de la revista que junto a su amigo Malaquías Méndez, empezaron editar a fines de la década del ‘70.

Luego, Echeverría empezó a trabajar en un diario -opositor- y se alejó de Domingo Guzmán Silva, quien ya había conocido a Mariano Quiroga.  En aquellas circunstancias, colaboró en las ediciones de El Santafesino.  Décadas después, Silva relató que en 1879, poco tiempo después de llegar a Santa Fe conoció al poeta Malaquías Méndez que publicaba en El Santafesino donde Silva también empezó a difundir sus trabajos. Relató el historiador Elías Díaz Molano que “un día se reunieron con un grupo de amigos en el Hotel del Puerto, alrededor de una mesa, sin copas ni botellas, de donde los echaron enseguida, al negarse a consumir siquiera un café.

En una segunda reunión, en la pieza que alquilaba Silva en un inquilinato de la calle 9 de Julio, se constituyó la sociedad editora.  Una semana más tarde, apareció el primer número de ‘La Aurora’, causando una verdadera revolución, sobre todo en el mundo femenino.  ‘Los poetas- recuerda Silva- se salieron de madre como los ríos’.

Como la empresa no podía subsistir, ‘por falta de oxígeno’, se consiguieron el apoyo de socios protectores, que también colaboraron con artículos en las tiradas posteriores. Las peripecias para mantener la revista fueron numerosas y el trabajo pudo realizarse, porque, durante un tiempo, los directores tomaron a su cargo la impresión.  Malaquías manejaba la Minerva, mientras Silva ponía los pliegos y se ocupaba de entintar la ‘forma’, mediante un rodillo a mano… ‘La Aurora’ sufrió varias interrupciones, pero alcanzó a publicar 20 números, el último de los cuales apareció el 7 de agosto de 1887.

Allí publicó Silva, entre otros trabajos, ‘Amor de criolla’, una breve novela social, con el seudónimo de ‘Ignotus’, que también utilizó en ‘La Revolución’.

Silva ya no se separó de Malaquías Méndez, con quien pasó a trabajar en ‘Los Principios’, y a quien… levó a su lado, en otras empresas periodísticas.”   [42]

 

La Provincia (1880)

En las dos últimas décadas del siglo diecinueve, editaban en Santa Fe el diario La Provincia que apoyaba la política de Luciano Leiva.

Diciembre de 1883: fallecimiento de Simón de Iriondo.

Sabido es que el 4 de diciembre de 1883 informaron acerca del traslado de los restos del ex gobernador Simón de Iriondo en el vapor “Resguardo” que llegaba al puerto de Santa Fe.

En el Archivo General de la Provincia de Santa Fe conservan una colección del diario La Provincia correspondiente al lapso 1888-1890 y durante el cuarto año del siglo veintiuno, informaron que realizarán la microfilmación de un tomo de 1.388 folios, con recursos obtenidos a través del Programa para Bibliotecas y Archivos Latinoamericanos el Harvard College Library de Cambridge, MA 02138, USA financiará un proyecto presentado por el Archivo General de la Provincia para microfilmación de diarios que pertenecen al patrimonio de la entidad, como así también del Museo Etnográfico y del Museo de la Ciudad.  [43]

El monto de 12.546 dólares que insumirá el proyecto será entregado a la Asociación Amigos del Archivo para su administración. Del Archivo General de la Provincia se microfilmará El santafesino, 1877-1878, dos tomos de 800 folios, y números sueltos más 50 legajos y 569 folios”, diario dirigido por Mariano Quiroga. Del patrimonio del Museo Etnográfico de la capital santafesina también proyectaron la microfilmación de “La revolución” (1886-1889), 3 tomos, 2.336 folios, entre otras publicaciones periódicas.

1884:  “Los Principios”

En las últimas décadas del siglo diecinueve continuaba la costumbre de editar casi páginas voladoras, cuatro páginas presentadas como “periódico” o “diario” impresas con el propósito de promover candidaturas y combatir a los opositores.

En 1884 empezó a funcionar la imprenta de Los Principios. El contenido de tales ediciones, incluía además de crónicas lugareñas y comentarios políticos, diversa información que podía atraer a los lectores y “cartas polémicas” como era costumbre…

Domingo Guzmán Silva fue uno de los destacados escritores de “cartas” que prácticamente eran “ponencias” para rebatir diferentes temas.  Así fue como desde Los Principios, en 1884 discutió por ese medio con el escritor uruguayo Carlos Roxlo.  [44]

En ediciones del año siguiente, desde la portada ya alertaban acerca de sus posiciones, porque apoyaban al doctor Bernardo de Irigoyen como candidato a la presidencia y a la fórmula Dr. José Gálvez-Severo González para gobernador y vice.

“El Corondino”…

Desde el periodismo era frecuente participar en la política lugareña y también apoyar o combatir a los gobiernos nacionales. Domingo Guzmán Silva mientras estaba en Santa Rosa de Calchines junto al maestro y periodista Francisco J. Echeverría –Pancho-, con quien compartieron algunas experiencias como editores, conoció a Mariano Quiroga que en aquel tiempo editaba el diario El Santafesino donde empezó a colaborar Silva. Después Pancho se encaminó hacia el periodismo opositor y se alejaron, Silva afiliado Club del Pueblo llegó a ser uno de sus dirigentes, junto a los Iriondo, Juan Arzeno, José Gálvez, Ignacio Crespo, etc.

Durante el gobierno del doctor Simón de Iriondo -jefe del citado Club y perteneciente a sectores católicos con poder-, nombró Juez de Coronda el recién egresado abogado Mariano Quiroga y así fue como “se lo llevó a Silva, con el cargo de Receptor de Diligencias y Oficial de Justicia”.  Allí Quiroga empezó a editar “El Corondino”,  “periódico también oficialista que escribieron entre ambos”.

En aquella época, el “Club Constitucional” era opositor al “Club del Pueblo” y no fue por casualidad que en 1885 dirigido por Ulises Mosset comenzaran a editar La Libertad que combatía mediante contundentes editoriales al gobernador Pbro. Manuel M. Zavalla hasta el limite de escribir como título: “Gobernados por un idiota”, cuando en realidad quien gobernaba era el vicegobernador Dr. Cándido Pujato.

Han reiterado que desde ese diario, denunciaron a la prensa dependiente porque era sostenida con aportes de los gobiernos nacional y provincial e incluyeron a “El Corondino”… de los pagos de Nicasio Oroño.

1885: La Libertad

Es oportuno tener en cuenta que con el título La Libertad, a principios de diciembre de 1861 habían editado un periódico referido a hechos políticos, actividades literarias y asuntos económicos incluyendo la difusión de actividades comerciales.

El gobernador doctor Simón de Iriondo había logrado que lo sucediera su cuñado, el Pbro. Manuel M. Zavalla siendo vicegobernador el doctor Cándido Pujato, prácticamente quien ejerció el poder en aquel tiempo durante el período 1882-1886.

En 1885 comenzaron a editar varios diarios y periódicos con el propósito de promover nuevas candidaturas, entre ellos La Libertad que era la voz de los políticos del “Club Constitucional”. Ulises Mosset era el director y suele ser recordada su denuncia contra otras publicaciones que recibían aportes de los gobiernos provincial y nacional favoreciendo en sus crónicas a ambas gestiones.  No fue por casualidad la elección del título “La Libertad”, tampoco lo expresado en un editorial con el título “Gobernados por un idiota”  porque aproximándose a la realidad, era una insoslayable advertencia.

1886-1937: “Nueva Época”…

En el ocaso de la presidencia del general Julio Argentino Roca, el escritor y periodista Félix David Peña que estaba trabajando en Buenos Aires porque recibía mayor remuneración, fue convocado por su amigo doctor José Gálvez para que lo apoyara durante la campaña política teniendo en cuenta la agresividad de sus opositores expresada por distintos medios, con mayor contundencia desde algunos periódicos y diarios.

David Peña aceptó esa misión y en 1886, comenzaron a editar Nueva Época con instalaciones en una casona del sur santafesino, ubicada según datos de cronistas, en la actual calle Buenos Aires entre Nueve de Julio y Primero de Mayo.

Señales de David Peña…

Félix David había nacido el 10 de julio de 1862, hijo de Manuela del Corazón de Jesús Luján -veinte años, medio hermana del coronel Teófilo Fernández- y del coronel Pedro David Primitivo Corte y de la Peña, salteño, quien abreviaba los apellidos identificándose como Pedro David Peña, igual que su tío José Antonio Peña.  [45]

Ocho meses después del nacimiento de su hijo, el joven salteño Pedro David Peña murió “el 16 de marzo de 1863, en el fortín ‘Pavón’ de Bahía Blanca, junto al comandante Mayor Souza, debido a una rebelión de la soldadesca, adonde había sido trasladado por razones castrenses.”

Sabido es que Félix David tenía cinco años cuando un tío lo llevó a Buenos Aires y fue su tutor. Hasta entonces había vivido con su joven madre -de veinticinco años-,  con su abuela materna Mama Pancha y con dos tías abuelas: Pascuala, “con pecas blancas que afeaban su rostro de líneas acentuadas, revelando rasgos decididamente indígenas, casada con un marino italiano hecho a las tormentas y fuerte carácter, pero enfrentado a la palabra sonora  de su mujer, cedía inmediatamente la fruncida ceja.”  La otra, “era el reverso: enjuta, marmórea, de paso lento y frase lánguida, vestimenta constantemente oscura, daba el efecto de una imagen fantasmagórica.  Nunca sonreía, permaneciendo en el círculo familiar, solamente lo preciso y con un ‘hasta mañana’, abandonaba la reunión; únicamente si había enfermos, a objeto de ser útil o ensayar pro sí misma, el yuyo, el sebito o el ungüento ofrecidos, permanecía un rato más.”

“La abuela en cambio… superaba a sus hermanas, no sólo por estar más informada, ser más locuaz, sino también por más valerosa y diestra.  Mujer de gran tino y extraordinaria fortaleza moral, no dejábase abatir por la adversidad y en momentos aciagos, repetía como supremo credo: ‘¡Hay una Providencia!”     [46]

Han reiterado que “un día, junto a su casa, observó  que a un transeúnte se le cayó un paquete y el niño le da alcance para reintegrárselo.  Éste, de blanca barba y solemne porte, era el salteño don Aarón Castellanos, radicado en Rosario, quien agradece a la criatura y le pregunta: -‘¿sos rosarino?’;  -‘Sí señor, pero mi padre era salteño’, contesta el interpelado.  -’Yo también soy salteño’, le dice Castellanos sin darse a conocer y tomándolo cariñosamente, lo lleva a su casa, verdaderamente señorial en calle Comercio.  -’Conozco a tus abuelos en Salta’, prosigue el anciano y dejando al chico en el comedor, le trae dos frutas de color verde y forma geométrica; ya partidas, se las ofrece, a la vez que le dice: -’son chirimoyas salteñas, de Campo Santo.  He recibido una chigua y si te gustan, podrás llevarte varias a tu casa’. David saborea el manjar de la tierra paterna y por supuesto se lleva algunas, obsequio de quien sigue ignorando su identidad.  Desde entonces, cada vez que lo encuentra, lo saluda cariñosamente con un ‘adiós señor chirimoya’.  Hasta que en cierta oportunidad, yendo con su madre, lo saluda de la manera habitual, pero ahora éste se detiene, presentándose a la señora, de quién en adelante habría de ser su benefactor, dado los escasos recursos de ella”.  [47]

José David Peña, en 1873 ingresó en el Colegio Nacional, “con un elenco de profesores de primerísimo orden”.

Durante un viaje fluvial junto a su tío Pedro José, a Diego de Alvear y al general Lucio V. Mansilla, que provocaba el parloteo del muchacho, tan pronto traía a recuerdo ‘sus Ranqueles’…” había conocido al candidato a la presidencia doctor Nicolás Avellaneda y tiempo después, su tío Pedro -juez de Menores de Rosario-, le sugirió que fuera con él a su tierra natal, estando de acuerdo también su tío Manuel.  Escribió David Peña en su Memoria, que estando juntos en la Casa Rosada, su tío amigo de Avellaneda lo impulsó a que ingresara al despacho y le pidiera una beca, considerando que su padre había muerto en servicio a la Nación.   Después, como aún suele suceder: diálogos, interrogatorios, más diálogos hasta que el presidente Avellaneda “se acercó con ánimo conciliador, sirviendo su afabilidad para restituir el aliento al párvulo… al despedirlo la dio por concedida, ya que manifestó:

-‘Ya tienes la beca si estudias serás recompensado’.  Y el irse no fue un adiós, sino el comienzo de una sólida vinculación, prolongada en los hijos del gran tribuno…  David Peña regresaba tras un lustro al lugar de nacimiento… Al empezar el año lectivo, no se concretaba -tras cuatro años de espera- la tan ansiada apertura del Colegio Nacional…  Tal proyecto se remontaba a Mitre cuando era presidente… El 16 de julio de 1873… se inician las clases…  La apertura del Colegio Nacional, fue anunciada por ‘La Capital’ en forma escueta- propio de la época- y como disimulando el júbilo que debió embargar a todos, más aún, dado el aliento que se puso para su concreción”.  [48]

Ramón Lassaga, jefe de Redacción…

Ramón J. Lassaga, a fines de 1883 aprobó los últimos exámenes y recibió el título de Abogado. Dedicado al periodismo fue redactor de El Tribuno y desde esas páginas impulsaba la candidatura del doctor Estanislao Zeballos.

 

Ante el triunfo del doctor José Gálvez, aumentaron los ataques verbales de la oposición y así fue el rosarino  David Peña que se había trasladado a la capital federal para obtener mejores retribuciones económicas, fue convocado para dirigir un nuevo periódico: Nueva Época, “expresión del pensamiento de los autonomistas con sede en la casona de calle Comercio 351, casi esquina Entre Ríos”.

En aquellas circunstancias, Peña le propuso a Ramón J. Lassaga que asumiera la dirección y desde entonces reanudó su amistad con el entonces gobernador, fundador de la Universidad de Santa Fe.  [49]

 

Desde la oposición le respondían los periodistas de La Revolución y de Unión Provincial y aunque Domingo Guzmán Silva era redactor en el último mencionado, con el seudónimo Gonzalo de la Gonzalera luego publicó en Nueva Época donde también cooperaba el talentoso sanjavierino Alcides Greca, escritor y político.

Era excepcional que en los diarios publicaran trabajos de mujeres y en Nueva Época incluyeron “Flores del campo” de Mercedes Pujato Crespo y “En post de la fama” de Alcira Bonazzola.

En Nueva Época, el rinconero Domingo Guzmán Silva comenzó a publicar algunos capítulos de su libro Mi terruño.

1892: inauguración del primer Taller de Educación Manual…

En el ocaso del siglo veinte, la lectura de diversas crónicas y diarios desde la red de redes -con medios electrónicos- también aporta datos acerca del periodismo desde el siglo XX, porque en una página referida a la inauguración del primer Taller de Educción Manual creado en la capital santafesina durante el gobierno del doctor Gabriel Carrasco, destacan que el 9 de agosto de 1892 fue el acto de inauguración y que firmaron el acta pertinente las autoridades y alumnos, el periodista Fernando López en representación de los responsables del diario Nueva Época.

Resulta así evidente el interés por tal innovación educativa y por ello, hay sucesivas ediciones de ese diario que aluden a ese Primer Taller que constituyó la base de la actual Escuela Industrial Superior, dependiente de la Universidad Nacional del Litoral. [50]

Ecos del Primer Congreso Agrícola en Esperanza…

Desde la provincia de San Juan llegó al territorio santafesino Waldino Baldomero Maradona y en Coronda conoció a los hermanos José y Manuel Gálvez, quienes “siendo estudiantes, pasaban sus vacaciones en casa de una familia Escobar que vivía en un rancho grande…”

En la provincia de Santa Fe se imponía la tradición política de proclamar candidato a gobernador al ministro de Gobierno; el galvismo propuso al Dr. Juan M. Cafferata y como candidato a vicegobernador al Dr. José Elías Gollán mientras la oposición impulsó al Dr. Juan Bernardo Iturraspe.   Reunidos los electores, triunfó la fórmula del “galvismo” y asumieron cuando la provincia soportaba una crisis económica porque la excesiva especulación produjo aumentos en el valor de las tierras y la falta de crédito obligaba a controlar los gastos.

Mientras tanto, el perseverante Waldino Baldomero Maradona había promovido la organización del Primer Congreso Agrícola con sede en Esperanza (Dto. Las Colonias), inaugurado el 24 de mayo de ese año; el primero en la República y en América. Asistieron destacadas personalidades del gobierno nacional; entre los santafesinos: Nicasio Oroño, Zenón Martínez…  [51]

Como lo ha destacado el historiador Julio  Caminos, “el Concejo Deliberante esperancino no vaciló en patrocinar ‘idea tan grandiosa’ y cedió ‘el salón de la Casa Municipal… no votó suma alguna ‘en atención al precario estado del tesoro’.”

Destacó el doctor Caminos: “Fue escaso, pues, el apoyo oficial, y debió recurrirse a la ayuda privada.  Maradona contribuyó con una donación consistente en 180 sillas, tres galerías doradas con sus cenefas correspondientes, un escudo de la patria, etc. ¡Noble y generoso proceder el de aquellos hombres que tomaban a su cargo los gastos que se ocasionaban a fin de evitar que se malograse una idea que estimaban útil para la sociedad!’.”

El acto de inauguración del Primer Congreso Agrícola, se realizó el 24 de mayo de 1892 -una semana antes de que Maradona asumiera en la Legislatura de Santa Fe-; el entonces gobernador don Nicasio Oroño representó al gobierno nacional, al doctor Carlos Pellegrini que dos años antes -siendo vicepresidente-, debió asumir la presidencia cuando el país soportaba una profunda crisis económica y política… El ministro de Agricultura, Justicia e Instrucción Pública doctor Gabriel Carrasco fue el representante del gobierno provincial, quienes fueron designados Presidentes honorarios de la asamblea que congregó a “los representantes de los distritos agrícolas y de los pueblos de la provincia, juntamente con los delegados oficiales”.[52]

Mediante una crónica periodística publicada décadas después, difundieron párrafos del discurso pronunciado por Don. Waldino Baldomero Maradona en la inauguración del Primer Congreso Agrícola de la República Argentina:  [53]

“Inauguramos en el campo de la ciencia y de las industrias un mercado exportando nuestros productos. Para equilibrar nuestro consumo abramos de par en par las puertas del comercio de la República para establecer las corrientes del intercambio, no restringiendo al comercio con impuestos exagerados, especulando con el hambre del pueblo consumidor, para equilibrar nuestras finanzas protejamos a las industrias en sus desarrollos; gobernemos con estadísticas para que estemos convencidos de nuestro progreso y retroceso. Regularicemos la renta como base de buen gobierno. Establezcamos la proporcionalidad en el impuesto; creemos el catastro para garantizar la propiedad raíz y procedamos a la triangulación del territorio de la provincia: construyamos puentes, canales, terraplenes, caminos públicos, escuela de agronomía, molinos,  escuelas, templos, ferrocarriles, telégrafos, en una palabra, el suntuoso edificio del orden, sin el cual defraudaríamos la reacción que anhelamos, que se desenvuelve al amparo de la paz pública. Fundemos el Boletín de Agronomía y establezcamos sociedades industriales agrícolas, colonizadoras, de fraternidad, bancos agrícolas, de seguro agrícola y de vida de los agricultores y obreros, de beneficencia, etc.”

1893: revolución de “radicales” junto a rifleros de Esperanza.

Es oportuno rememorar que en 1893, en la provincia de Santa Fe estaban organizados varios grupos rebeldes.  En Rosario, Leandro Nicéforo Alem con Lisandro de la Torre, Fermín Lejarza y Agustín Landó lograron algunas movilizaciones con respuestas positivas. En Esperanza después de ser destituidas las autoridades, Martín Rodríguez Galisteo integró una junta radical junto a Mariano Candioti, Manuel Cervera, Carlos F. Gómez y Demetrio Iturraspe -entre otros- y acompañados por los colonos armados, avanzaron hacia la capital provincial.

Iniciados los primeros tiroteos en la cercanía de la ciudad capital, el gobernador Cafferata presentó su renuncia a la Legislatura quedando a cargo del gobierno el vice, José Elías Gollán, quien impotente a su vez para contener el avance de las fuerzas revolucionarias renuncia el 31 de julio, entregando el poder a una junta integrada por Mariano Comas, presidente del Senado, y los señores Bernardo Iturraspe e Ignacio Crespo, políticos de la oposición.  Reducidas finalmente las fuerzas oficialistas se hace cargo del gobierno la Junta Revolucionaria del Norte, la cual designa al doctor Mariano Candioti en carácter de gobernador y de vice al doctor Agustín Landó.  Son nombrados para integrar el gabinete los doctores Martín Rodríguez Galisteo, Lisandro de la Torre y Fermín Lejarza, actuando como secretario el doctor Manuel Cervera”.

Días después, el 4 de agosto de 1893 llegaron a Santa Fe de la Vera Cruz los audaces miembros de la Junta Revolucionaria de Norte.  El diario Nueva Época fundado para apoyar al autonomismo siendo gobernador de la provincia el doctor José Gálvez desde el 7 de abril de 1886, era dirigido por el rosarino David Peña.

Una extensa crónica informó acerca de la presencia de los revolucionarios:

“En la primera fila y a caballo, venían el doctor Martín Rodríguez Galisteo, Carlos F. Gómez y demás jefes de la revolución, muy contentos al parecer, pero notándose en sus semblantes una pinta de amargura, a causa, sin duda de lo que traían detrás de ellos.  En efecto, detrás de ellos venían los batallones de suizos alemanes, perfectamente armados y uniformados, enarbolando las banderas de sus respectivos cantones, flameando muy alto el pendón glorioso de Valais, que resistió al mismo Luis XIV”.

“…gritaban muy ufanos: ¡Viva la Unión Cívica Alemana! Pero lo más irritante y lo que más chocaba, es que esos extranjeros no son siquiera nuestra raza; su lengua es diametralmente opuesta a la nuestra, tienen los cabellos rojos, los ojos claros y ninguna vinculación tienen con nosotros.  Así debieron ser los bárbaros que arruinaron el Imperio Romano”.

 

(Esos extranjeros eran descendientes de las familias colonizadoras que llegaron a Esperanza el 27 de enero de 1856 cumpliéndose el contrato de colonización firmado cuarenta y cinco días después de la sanción de la Constitución Nacional, el 15 de junio de 1853, por el gobernador Domingo Crespo y el tucumano Aarón Castellanos, para poblar colonias agrícolas con familias de labradores europeos…)

 

Durante aquel tumultuoso invierto de 1893, el gobernador Ignacio Crespo era un hombre moderado pero los radicales agrupados desde fines de la década anterior, estaban en continuas controversias y provocaban enfrentamientos hasta el extremo de haber generado “el gobierno de los veintiún días”, cuando el director de Nueva Época fue detenido junto a diputados y senadores del Partido Autonomista.   No lograron detener su ímpetu periodístico y soportó persecuciones hasta que decidió regresar a Buenos Aires.

 

Es oportuno reiterar que tras desplazar a las autoridades, los revolucionarios de la Unión Cívica Radical nombraron gobernador al doctor Mariano Candioti, vicegobernador al doctor Agustín Landó; integraron el gabinete los doctores Martín Rodríguez Galisteo, Lisandro de la Torre y Martín Lejarsa, secretario el doctor Manuel M. Cervera.

Esos democráticos políticos demostraron ser intransigentes porque disolvieron los poderes Legislativo y Judicial, encarcelaron a algunos legisladores y a varios opositores.

El historiador Juan M. Vigo refiriéndose a aquellos primeros actos de quienes detentaban el poder, escribió que habían enviado a “un distinguido funcionario de jerarquía” –don Ulises Mosset, acotó José Rafael López Rosas- para que entrevistara al director del opositor “Nueva Época” y después de invitarlo para que subiera al coche siguieron dialogando hasta que lo dejó en la cárcel, motivo de la autoclausura del citado diario.

Como aún suele suceder, los tumultos en ciudades de distintas provincias repercutían también en la capital federal y el ministro del Interior Aristóbulo del Valle fue reemplazado por el doctor Carlos Pellegrini, los radicales perdieron ese apoyo y en el Congreso Nacional aprobaron la intervención a la provincia de Santa Fe.

El 24 de agosto de 1893 se agotó “el gobierno de los veintiún días” con el nombramiento del interventor General Liborio Bernal y al mes siguiente, fracasó “la intentona del ‘rengo Candioti” junto a sus seguidores, quienes empezaron a gritar “Revolución y abstención” promoviendo así más disturbios en distintas localidades.

Otoño de 1900: nota de Manuel Gálvez sobre el teatro de Ibsen…

En la edición del 15 de abril de 1900, en el diario que había fundado su tío José Gálvez, publicaron uno de los primeros trabajos del joven Manuel Gálvez, “una nota sobre el teatro de Ibsen”…

Tal publicación fue rememorada durante el otoño de 1968 en un fascículo de Capítulo – La historia de la Literatura:

“…En el ‘pequeño ambiente’ literario de su patria chica, debuta casi al mismo tiempo que Juan Julián Lasta, Carlos Alberto Leumann y Gustavo Martínez Zuviría (Hugo Wast).  A las notas que entonces publica en Nueva Época, las califica luego de ‘unos pocos y abominables articulejos sobre temas que conocía muy a medias’.”

“Mi caso -dice con énfasis- era idéntico al de casi todos los aspirantes a escritores de aquel y de este tiempo.  Aquí, el escritor, que es siempre un autodidacto, se forma con los años y a golpes.”  [54]

Polémica por una crítica literaria…

A fines del siglo veinte continuaban las polémicas entre periodistas y escritores, conflictos y trascendían desde las páginas de periódicos y diarios porque publicaban los textos de tales discusiones.

Gustavo Martínez Zuviría publicó en Nueva Época una crítica acerca del poemario de “un joven uruguayo de 17 años” y reaccionó el escritor Manuel Gálvez enviándole una carta abierta que fue publicada en el mismo diario.

Desde su punto de vista, no era una crítica, porque “criticar es analizar, poner de manifiesto las bellezas de una obra, en una palabra, criticar es aplaudir”.

Destacó el historiador Díaz Molano que “Silva se mezcló, sin ser llamado, y declaró triunfante a Martínez Zuviría, manifestando que la opinión de Gálvez, al afirmar que ‘criticar es aplaudir’, no dejaba de ser una ‘novísima teoría’.”

Aquel episodio está relatado por Gálvez en uno de sus libros: “Amigos y maestros de mi juventud”  y en uno de los párrafos, destacó:  [55]

“Dos figuras literarias interesantes, sin embargo, se mantenían por entonces.  Domingo G. Silva, que era ‘indio puro’ y Floriano Zapata.  Domingo G. Silva, periodista muy hábil, inteligente y mordaz que no carecía de aptitudes literarias”…

 

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Sabido es que Nueva Época estuvo en circulación hasta el año 1932 y por ello, en esta aproximación al periodismo desde el siglo diecinueve, hay más información en la sección pertinente al “Siglo XX”.

 

1886 – La Revolución  – Gálvez gobernador…

El 7 de abril de 1886, día de la asunción del gobernador doctor José Gálvez y del vicegobernador Dr. Manuel M. Zavalla, presentaron el primer número del periódico matutino La Revolución con ediciones los días martes, jueves y sábados, siendo jefe de redacción el entrerriano Floriano Zapata.

¿Por qué “La Revolución”?…

En el Editorial del primer número impreso el 7 de abril de 1886, aludieron a los motivos que impulsaron a imponerle tal nombre y es oportuno reiterar lo expresado:  [56]

“Pero lo que parece indudable es que una de esas palabras, lo que más alborota el cotarro y hace fruncir el entrecejo…” es la palabra revolución.

¿Por qué anatemizar y maldecir la revolución cuando ella es la forma más acabada de la idea de justicia en la última de sus evoluciones conocidas, según se ha dicho, la sanción absoluta de todas las libertades, el reconocimiento social de esa soberanía que la ciencia moderna ha reconocido en nosotros al consignar que somos la fuente de toda certidumbre y derecho superior excelencia por cierto, de que no podemos despojarnos, a no hacer consistir la vida en la inmovilidad el enflaquecimiento, la atonía y la muerte?

¿Y dónde encontramos la palabra revolución en lo que queda de su biblioteca?

La encontramos en la Proclama publicada el 12 de mayo de 1870 por el Comité local republicano democrático federal de Barcelona, el que reza:

“…Creemos que las revoluciones han de proponerse la mejora como fin y la destrucción sólo como medio, y por más que proclamemos que el pueblo tiene el derecho de insurrección, mientras exista una sola ley injusta o una sola institución tiránica que no pueda ser destruida por los medios legales, sabemos que no se puede ejercer este derecho sino cuando se tiene seguridad o por lo menos grandes probabilidades de triunfo, seguridad o probabilidades que sólo existen cuando la revolución está ya verificada en la opinión pública y los poderes la resisten arbitrariamente.”

“El movimiento revolucionario” estallará finalmente en 1890, produciendo la caída de Juárez Celman y su reemplazo por Carlos Pellegrini, lo que permitió la continuidad de “El Régimen” dándole la oportunidad de expresar:

“Fue en ese tiempo que mi invisible amigo dio principio a su tarea de corresponsal anónimo, enviándome, correo tras correo, noticias, impresiones y juicios personales sobre hombre y sucesos políticos de la Republica.

Con esta particularidad: que casi todas esas noticias e impresiones, venían, como vienen actualmente, escritas en verso, algunas en versos á lo Calainos, pero casi siempre con cierta dosis de vis cómica, de travesura y maliciosa intención”:

“Empiezan las dimisiones

de los Ministros de Juárez;

si los zánganos se alejan,

es que el Panal se deshace.”

“La desconfianza toma creces en todos los espíritus, y no se sustrae a ella el mismo Presidente:

Anda Juárez receloso

De Pellegrini y de Roca;

Que recele cuanto quiera

Que la hueva es otra cosa.”

“Esta caída produce general entusiasmo; grandes masas de pueblo recorren las calles de Buenos Aires, dando las más señaladas muestras de regocijo. Mi singular amigo me escribe:

“Ayer ha sido un gran día

Para el pueblo y para mí;

Si esto se llama anarquía

Quiero vivir siempre así.”  [57]

Floriano Zapata: Jefe de Redacción…

Han reiterado que en 1887, durante el gobierno del doctor Juan M. Cafferata, el entrerriano Floriano Zapata fue Jefe de Redacción de La Revolución.

Floriano era hijo de Dominga Quintana y de Jacinto Zapata, argentino, hacendado.  Tenía 54 años de edad cuando decidió firmar el acta matrimonial, el 29 de junio de 1902, con la joven Esmeralda de 34 años, hija del Coronel José Rodríguez y de Rosa Galisteo, ambos fallecidos al momento de esa ceremonia.

La madre de Floriano también había fallecido y su padre, de 81 años, vivía en Paraná, capital de la provincia de Entre Ríos. Firmaron como testigos en el Registro Civil, su primo Manuel Gálvez de 48 años, y Juan Pozo de 46.  [58]

Con este casamiento, Floriano Zapata “se emparentó no solamente con los Rodríguez-Galisteo por su esposa; sino también con los Iturraspe-Rodríguez.”  [59]

 

Floriano Zapata, en 1887 elaboró un trabajo publicado dos años después con el título La Ciudad de Santa Fe, sinopsis para la obra del Censo Nacional.

También integró la Cámara de Senadores en la Legislatura de Santa Fe, representando al departamento La Capital.  Se destacaban también los Senadores Coronel Florentino Loza -Castellanos-; Daniel Gollán -San Lorenzo-, Waldino Baldomero Maradona Garramuño del departamento Las Colonias…   [60]

 

El doctor Floriano Zapata falleció a los cincuenta y cuatro años de edad, primer aniversario de su matrimonio y desde Unión Provincial destacaron la emoción de su “atribulada compañera”…

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28-04-1887: “Conferencias Pedagógicas”

Destacó el historiador Elías Díaz Molano que la Ley de Educación de la provincia de Santa Fe, en el artículo 20, inc. 7 establecía que el gobierno escolar debía realizar Conferencias Pedagógicas con la finalidad de actualizar la formación de los docentes.

En 1887 las organizó el Centro Pedagógico Santafesino y la señorita Inés Francioni y el señor Isidro Aliau, desarrollaron los temas Organización Escolar y La enseñanza del lenguaje. Distintos diarios comentaron tales experiencias y en la edición del 19 de julio de 1887 en “La Revolución”,  destacaron que aquel acto “fue una fiesta de la inteligencia”.

Acerca de Isidro Aliau -en algunas publicaciones escrito Isidoro Aliau-, sabido es por lo escrito por su ex alumno Carlos Berra, que fue profesor de Gramática en la Escuela Normal de Santa Fe; “un maestro en el exacto sentido, un técnico, un enamorado de la educación popular; y ese espíritu modelador, cultísimo cuya actuación ha debido merecer los honores del bronce”.  Aliau, siendo Inspector de Escuelas elaboró el Reglamento de Escuelas provinciales que incluyó Música Vocal en los planes de estudios de las escuelas elementales y es oportuno tener en cuenta que hacía trece años desde el nombramiento del primer maestro de música en las escuelas normales y recién diez años después, se crearon los cargos de profesores de música y de gimnasia para las escuelas del departamento La Capital. Durante seis años crecieron las escuelas santafesinas con las iniciativas del Inspector Isidro Aliau hasta que se constituyó el primer Consejo de Instrucción Primaria de Santa Fe presidido por el Dr. Mariano A. Quiroga.

Agosto de 1887: tras infundada crítica a una docente…

Desde el 7 de febrero de 1887, Domingo Guzmán Silva ejercía la Inspección de escuelas primarias, a cargo de la Tercera Sección que abarcaba el departamento Las Colonias.  No fue por casualidad que durante el invierno de ese año, desde el diario “El Lábaro” en la edición del 26 de julio, difundieran una denuncia contra maestra de una escuela de Esperanza, evidentemente sin identificación del denunciante.

Tras la lectura de aquella denuncia anónima, el Inspector Silva viajó hacia Esperanza y acompañado por la autoridad local, observó las clases desarrolladas por la acusada, la maestra “Srta. María C. Bracamonte”.

Luego elaboró un informe al Presidente del Consejo Escolar y reiteró ese texto en la edición del 2 de agosto de 1887 de “La Revolución”.

Es oportuno reiterar los párrafos que casi un siglo después seleccionó el historiador ingeniero Elías Díaz Molano:  [61]

“El autor anónimo de la correspondencia o no ha visto nunca trabajar a la Srta. Bracamonte o no conoce metodología, pues si así no fuera, sería preciso convenir que su afirmación respecto de la competencia de dicha profesora es meramente calumniosa.”

“En Esperanza, Sr. Presidente, predominan los sectarios de la escuela antigua.  Gustan los padres de que sus hijos concurran a las escuelas doblegados bajo el peso de los textos; que aprendan varios idiomas aunque nunca puedan servirse de esos conocimientos, necesariamente muy superficiales.”

 

“Sería mejor, Sr. Presidente, que estos críticos celosos que se ocultan bajo el anónimo, en vez de proceder a desprestigiar a un establecimiento de educación costeado por los dineros del pueblo, lo protegiesen solícitamente, a fin de que diesen los frutos apetecidos.”

“La Revolución” en Departamento Etnográfico de Santa Fe (1987)

Al día siguiente del primer aniversario del fallecimiento del doctor Agustín Zapata Gollán, el  12 de octubre de 1987, inauguraron la Biblioteca del Departamento de Estudios Etnográficos y Coloniales.  Incluye parte del acervo bibliográfico y documental que no se destruyó durante el incendio intencional en la biblioteca de Floriano Zapata, en su mayoría obras editadas en el siglo diecinueve y ya agotadas.

De acuerdo al testimonio del Ingeniero Luis María Calvo, actual director del Departamento de Estudios Etnográficos y empleado administrativo de esa dependencia durante varios lustros -siendo director ad-honorem el doctor Agustín Zapata Gollán-, la historiadora Liliana Montenegro de Arévalo en un breve ensayo escribió que “al parecer el incendio habría sobrevenido por una venganza de característica pasionales, ejecutada a raíz de la boda de Floriano Zapata con Esmeralda Rodríguez Galisteo.”  [62]

Se iban “los dioses”…

El 11 de septiembre de 1888 murió Domingo Faustino Sarmiento en Asunción del Paraguay; su cuerpo fue embalsamado y transportado desde Asunción a Buenos Aires.

En la edición de un diario santafesino anunciaron su fallecimiento con el título: Se van los dioses y aludieron al momento en que el barco que transportaba el ataúd pasó frente al puerto de Santa Fe con destino a la Capital Federal.

Muerto Sarmiento quedaron expresadas sus ideas en incontables hojas voladoras, al decir del poeta esperancino José Pedroni.

 

El 20 de noviembre llegó el barco al puerto de Buenos Aires; al día siguiente en el acto del sepelio estuvo el presidente Juárez Celman quien había encomendado a su amigo el Dr. Eduardo Wilde, ministro del Interior que destacara su trayectoria.  Wilde expresó:

“Sarmiento es un gloria de  la República.  Cuando pasen los años y la historia, a la par de la leyenda, hable a las generaciones futuras,  describiendo su colosal figura; cuando el soplo de los tiempos lleve en sus alas el nombre venerado de este ilustre ciudadano, diez millones de argentinos lo repetirán con entusiasmo, y la patria que, como la religión, tiene sus santos, colocará en sus altares la efigie del hombre que supo ilustrar su época y su pueblo con los destellos de su potente inteligencia”.

“Exposición interprovincial del Paraná”.

Distintos medios comentaron las características de la exposición interprovincial presentada en la capital entrerriana, entre ellos el diario La Revolución en las ediciones del 6 al 29 de octubre de 1887.  En tales circunstancias, publicaron como “Introducción” una interesante reseña histórica elaborada por Domingo Guzmán Silva referida a los orígenes y evolución de la ciudad de Paraná.

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Microfilmación en el siglo XXI…

“A través del Programa para Bibliotecas y Archivos Latinoamericanos el Harvard College Library de Cambridge, MA 02138, USA financiará un proyecto presentado por el Archivo General de la Provincia para microfilmación de diarios que pertenecen al patrimonio de la entidad, como así también del Museo Etnográfico y del Museo de la Ciudad.  [63]

El monto de 12.546 dólares que insumirá el proyecto será entregado a la Asociación Amigos del Archivo para su administración. Del Archivo General de la Provincia se microfilmará El santafesino, 1877-1878, dos tomos de 800 folios, y números sueltos más 50 legajos y 569 folios”, diario dirigido por Mariano Quiroga. / Del patrimonio del Museo Etnográfico de la capital santafesina se proyectó la microfilmación de “La revolución” (1886-1889), 3 tomos, 2.336 folios. / La Provincia (1888-1890). 1 tomo. 1.388 folios. / Números sueltos. 83 legajos. 5 panfletos. 1835-1898. / Panfletos y sueltos del siglo XIX que pertenecieron a la Colección Floriano Zapata.

1886: “El Tribuno”

Mientras eran promovidas las candidaturas para las elecciones provinciales, comenzaron a editar La Revolución dirigida por Domingo G. Silva y El Tribuno que impulsaba la candidatura del doctor Estanislao Cevallos, siendo redactor el doctor Ramón J. Lassaga, abogado desde fines de 1883.

1897: Carta Abierta…

Sabido es que Domingo Guzmán Silva en distintas circunstancias cambió sus adhesiones partidarias y esas decisiones generaron sucesivas críticas.

Durante la primavera de 1897, el D. José A. Gómez, director del diario El Tribuno, reaccionó porque Silva desde una Carta Abierta con el título “De un periodista viejo a un periodista joven” -en la edición del 19 de septiembre de 1897 de Unión Provincial-, había expresado que eran “jóvenes inexpertos”.

Desde El Tribuno comenzaron a reproducir antecedentes acerca del tiempo en que Silva había sido adversario de José Bernardo Iturraspe, “cuando éste se apartó del partido donde él había militado toda su vida”… y fue entonces cuando Silva les contestaba desde Unión Provincial, mencionando a otros políticos que también habían reorientado su militancia, entre ellos Hipólito Irigoyen, Leandro Nicéforo Alem…

El doctor Gómez le contestó:

“El director del colega, en cuanto periodista, tiene vuelos de perdiz, por mucho que pretenda hacer creer que es águila caudal y domina las alturas”.

 

Comentó el historiador Elías Díaz Molano, que el director de El Tribuno, “dejaba constancia de que él no se había comparado con nadie, pues se consideraba entre ‘los hombres que conocen la poquedad de su ingenio y se sienten siempre dispuestos a conceder la derecha a los demás’. Y concluía de esta forma ingeniosa:

‘Claro está que si decimos: Yo obré cual obraron los maestros en ocasiones análogas, me pongo a cubierto de los picotazos de los grajos’.”   [64]

1887: “El Lábaro”

A mediados de 1887, desde el diario “El Lábaro” difundieron una denuncia contra una escuela de Esperanza mientras Domingo Guzmán Silva tenía a su cargo la Inspección “de escuelas primarias, a cargo de la tercer sección que comprendía el Departamento Las Colonias, desde el 7 de febrero al 8 de octubre de 1887” y luego en el departamento La Capital durante seis años.

El Inspector Silva viajó hacia aquella zona de colonias agrícolas y acompañado por la autoridad local, llegó a la escuela donde dictaba clases la denunciada “Srta. María C. Bracamonte” y tras observar una de las clases elaboró un informe al Presidente del Consejo Escolar y como era su costumbre, lo reiteró en la edición del 2 de agosto de 1887, desde su diario “La Revolución”.  Casi un siglo después, el historiador Ing. Elías Díaz Molano, seleccionó y transcribió este párrafo:  [65]

“El autor anónimo de la correspondencia o no ha visto nunca trabajar a la Srta. Bracamonte o no conoce metodología, pues si así no fuera, sería preciso convenir que su afirmación respecto de la competencia de dicha profesora es meramente calumniosa.”

(Ver más información acerca de tales circunstancias, en párrafos siguientes con los títulos “1886: ‘La Revolución’…” / “Agosto de 1887: denuncia infundada contra una docente”.)

1893: “Unión Provincial”

Es oportuno rememorar algunos hechos. Tras los violentos enfrentamientos del invierno de 1893 que determinaron la renuncia del gobernador y la sucesión gubernamental que duró veintiún días, asumió el interventor Dr. José V. Zapata y nombró Inspector Extraordinario de Escuelas Privadas a Domingo Guzmán Silva. Más disidencias, más declaraciones sobre cambios necesarios, y siguió Silva con su actualización constante…

 

En el primer número editado el 30 de noviembre de 1893, destacaron:

“Venimos a ocupar una posición de combate en los estadios de la prensa, en momentos harto difíciles para el país, para los partidos y para todos los que amamos esta gran patria argentina.”

 

Los periodistas de Unión Provincial en sus publicaciones, eran opositores a los de Nueva Época y defendían la política del estanciero José Bernardo Iturraspe mientras desde el diario La Provincia, seguían apoyando a Luciano Leiva.

El ingeniero Elías Díaz Molano -ex profesor en la Escuela Nacional de Comercio “Domingo G. Silva” de Santa Fe y entusiasta cronista-, ha destacado:  [66]

“En 1893, José Bernardo Iturraspe, con aspiraciones políticas, fundó el diario ‘Unión Provincial’, cuya dirección confió a Domingo G. Silva.  Éste fue en realidad ‘su diario’, el que más quiso y donde realizó una tarea más amplia y prolongada.”

El escritor Díaz Molano, comentó que “se trataba de un diario de gran formato, tamaño ‘sábana’, como muy pocos deben haber aparecido en el país.  Su nombre coincidía con el de la coalición de partidos lograda por Iturraspe, para combatir a Luciano Leiva, entonces gobernador de la Provincia.”

Relató luego que “Silva nombró como Jefe de Redacción a su amigo de juventud, Malaquías Méndez, escritor y poeta, de gran actividad y poca salud, escritor y poeta, de gran actividad y poca salud”…

Es oportuno reiterar lo que expresé en varios ensayos tras la lectura de Actas de sesiones en la Legislatura de Santa Fe, pertinente a la Cámara de Senadores – Año 1892:

“El 10 de diciembre al ser aceptada la renuncia del secretario de la Cámara, fue designado en ese cargo D. Malaquías Méndez, quien hizo el juramento de Ley y ocupó la prosecretaría D. Fernando López”…  [67]

Director: Domingo Guzmán Silva

El talentoso y perseverante rinconero Domingo Guzmán Silva desarrolló una fecunda labor en distintos ámbitos. Desde el 7 febrero al 8 de octubre de 1887 fue Inspector de Escuelas Primarias del departamento Las Colonias y desde entonces, hasta el 7 de agosto de 1893 ejerció esas funciones en la Primera Sección del departamento La Capital  hasta el 9 de febrero de 1894.

 

Domingo Guzmán Silva cuando dirigió el diario Unión Provincial, “se rodeó además de redactores y colaboradores jóvenes; algunos se iniciaban recién en las letras, como José Cibils y Horacio F. Rodríguez.  También llevó a su lado, a su hermano Justo Tulián Silva, que entonces contaba sólo 15 años, y lo ubicó como cadete, con la idea de que se le contagiara el olor de la tinta, y se hiciera también periodista, como ocurrió realmente.”

“Silva abrió una puerta a los jóvenes literatos, en prosa o en verso, creando una sección, que ocupaba media página, intitulada: ‘De domingo a domingo’.  Muchos se iniciaron allí o aprovecharon sus columnas para conquistar fama.  Algunos firmaban indistintamente con su nombre o con seudónimo.  Así Horacio F. Rodríguez (Rey Lear), Carlos N. Caminos (Sancho Sánchez), José Gregorio Paz (Amiel), Luis Martínez Marcos (Camilo Leonar) y el mismo Domingo G. Silva (Gonzalo González de la Gonzalera).

Silva tomó su nombre literario, que luego redujo a Gonzalo González, del personaje homónimo de una novela muy divertida de Pereda”, el talentoso español José María de Peneda, nacido en 1833 en Polanco, Santander.  [68]

24-02-1894: conflictos y detención de Domingo Silva.

Siendo Malaquías Méndez el Secretario de Redacción de Unión Provincial, se acercaba diariamente a las oficinas públicas y a mediados de febrero, al ingresar en la Casa de Gobierno fue informado por un policía acerca de que no podía pasar, porque así lo habían ordenado. Tras sucesivas preguntas del periodista, el gendarme puso su mano sobre el machete y fue entonces cuando Malaquías Méndez destacó que había “era lo que quería saber… si se llegaría a la consigna de pretender apalearme”.

Después, en el diario comentaron esas actitudes y Silva, autor del suelto que había reproducido el incidente con el título “La guerra en este diario”, dijo:

“El que dio esa orden sencillamente estúpida, olvida que el acceso a las oficinas públicas no puede ser restringido para determinadas personas.”

“Tampoco nos hemos de quejar de Leiva por semejante tontería.  Ésas son cosas de los pequeños.”

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La semana siguiente, “por orden del Juez Correccional, Dr. Ignacio Eizaguirre” detuvieron a Domingo Guzmán Silva porque en el diario Unión Provincial habían difundido “graves acusaciones  publicadas por un diario rosarino, vinculadas a la negociación Ortiz-Casado.”

Desde el diario, el 24 de febrero de 1894 informaron:

“Es una nueva vergüenza, la única que le faltaba a la administración nacida del fraude de febrero”

Hay prisiones que honran.”

En el Juzgado en lo Correccional “pusieron trabas” para disponer la libertad de Silva de acuerdo a la decisión del Juzgado en lo Civil de la Primera Nominación, favorable al recurso de habeas corpus que había presentado el doctor Urbano de Iriondo.

La Cámara ratificó la disposición y “resolvió aplicar al juez Eizaguirre una multa de $ 200.-, con destino al fondo escolar, por haberse resistido a conceder la libertad de Silva”.

Era el tiempo de las celebraciones carnavalescas y Silva en la edición del 3 de marzo refiriéndose a los tres días de detención y a sus frustrados proyectos, escribió:

“La pobre viejecita vive en su nido, entre árboles y flores, a tres leguas de esta capital, con esa humildad laboriosa de las señoras criollas de buena cepa, y son para ella festivos todos los domingos tan sólo porque recibe la visita de los hijos ausentes.”

“Don Ignacio Eizaguirre temiendo seguramente que no me sentaran bien esas andanzas, de puro humanitario que es, me mandaba poner a la sombra.

“Reconozco que quien me profesa el más entrañable de los cariños es D. Luciano Leiva: me quiere como a las niñas de sus ojos.”

“Yo trato de responderle con la misma moneda, y hago todo lo posible para mostrar a S. E. toda la estimación que se merecen sus altas cualidades.  Ya le tengo declarado el primer gobernante, el más hábil político, el más puro de los mandatarios y la mejor muñeca de la Provincia.

07-03-1894: publicación el Informe de Silva sobre Inspecciones en Escuelas…

El Interventor Federal Dr. José V. Zapata, siendo presidente del Consejo de Educación el Pbro. Gregorio Romero, asignó las funciones de Inspector Extraordinario en las escuelas de la provincia a Domingo Guzmán Silva, inspector de escuelas primarias desde febrero de 1887.

Silva recorrió distintas localidades del departamento Las Colonias -Esperanza, Pilar, Progreso, Grütly, Providencia…-, llegó hasta San Jerónimo y estuvo en Rafaela elaborando sucesivas descripciones y conclusiones a los fines de presentar un informe al entonces ministro de Instrucción Pública Dr. Pedro S. Alcácer.   [69]

Escuelas en Esperanza – Idiomas extranjeros…

Silva comenzó a publicar tales datos en folletines  incluidos en el diario Unión Provincial desde el 7 de marzo de 1894.  El historiador Díaz Molano tras la lectura de aquellas ediciones, escribió:

“De ese informe se desprende que contaba Esperanza con siete escuelas particulares, e las cuales solamente tres tenían directores argentinos, funcionaban, en cambio, dos alemanas, una italiana y una francesa.  En ninguna de ellas se impartía la enseñanza mínima establecida por la ley.

En la escuela alemana, conocida como Colegio San José, dirigida por el P. Becquer, los niños estaban divididos en dos secciones, alemana la una y argentina la otra, quizá ‘para evitar un posible contagio de nacionalidad que los programas consideraban inconveniente’.”

“En la escuela del Barón de Bassevichiz, no se hablaba una sola palabra en español, pues la enseñanza se impartía en alemán.

Con respecto a la Escuela Italiana, las deficiencias eran mayúsculas, sus directores eran mediocres y trabajaba con ellos un ayudante nulo, al punto de desempeñarse con el único interés de que se lo alimentara.  El material de enseñanza, era ‘infame’.  No se contaba con un solo mapa, ni argentino, ni siquiera americano, y en cambio las paredes de aulas y pasillos estaban colmadas de mapas italianos, reyes y próceres de ese mismo país.  De nuestros próceres, ninguna imagen.

Se aplicaba en ese establecimiento, no el programa oficial, sino el de las escuelas italianas de la ciudad de Buenos Aires.  Se enseñaba el idioma de Dante y no se daba Historia Nacional ni Instrucción Cívica, porque el director sostenía que ‘los padres son refractarios a ello’.

Los resultados eran semejantes a los que pudo observar en Santa Fe de la Vera Cruz donde estaba la sede del Consejo de Educación porque en la escuela de la “Unione e Benevolenza”  enseñaban “exclusivamente en italiano”.

 Sin cambios…

El presidente del Consejo de Educación al elevar el informe al Interventor con modificaciones en el presupuesto para el año siguiente, destacó la necesidad de crear más escuelas fiscales para que los niños aprendieran en idioma castellano todo lo que establecían los planes de estudios vigentes.

Nada cambió mientras desde el diario Nueva Época apoyaban el proyecto de realización de un Congreso Pedagógico que lógicamente, generó la reacción de Silva porque desde su punto de vista generaría más distracción (dis-tracción) y así lo manifestó en el editorial del 29 de abril de 1894: “…será de dudoso resultado y más que a llenar necesidades reales tiende a apagar la grita pública contra el Consejo de Educación”…

15-03-1894: “El Culpable”.

Tras las fraudulentas elecciones del 11 de febrero de 1894, al mes siguiente en el editorial de Unión Provincial del 25 marzo, con el título “El Culpable” aludieron a algunas  consecuencias de la intervención federal y a intromisiones del gobierno nacional, expresando:  [70]

“No es Luciano Leiva ni su mísera corte de acéfalos puro estómagos, los que tienen la culpa de que se encuentre la provincia de Santa Fe, después de los sacrificios de julio, en la triste situación de los aduares africanos.   La culpa es, entera y solemne, de los poderes gobernantes que burlando la opinión pública y dando en tierra con la obra de buenos santafesinos, restableció un pasado lleno de oprobiosas vergüenzas”…

“Hay que volver a la Constitución. ¡Hay que ir a la cabeza!”

Agosto de 1894: “Los delitos políticos”.

En el editorial del 1º de agosto de 1894, Domingo Guzmán Silva escribió:

“No es un misterio para nadie que el gobierno del Sr. Leiva es el más aborrecido de los tres engendrados por el gobierno.”

 

“Ya en el gobierno, el Sr. Leiva no se preocupa de otras cosas que de pagar deudas políticas, y la renta pública sirve para rellenar vientres insaciables. No queda nadie sin su tajada”.

“Y sin embargo la democracia es la más alta y la más pura expresión del gobierno, porque es el sistema apolítico que interpreta mejor la voluntad nacional y consulta y armoniza de una manera más concorde con el derecho natural, la tradición, las costumbres, el espíritu y los caracteres de las colectividades humanas.”

“Un poeta griego, anterior a Jesucristo, Menandro, decía que no es vivir, vivir para sí mismo.”

 

Abril de 1894: editorial en torno a “Educación”…

En aquel tiempo, habían autorizado a los Inspectores para que dispusieran la clausura de escuelas “por razones de economía” y desde el diario Unión Provincial, el rinconero Domingo Guzmán Silva insistía:

“Una escuela, donde quiera que esté, es un faro luminoso”.

Eran años de creciente inmigración y se imponía la necesidad de crear más escuelas para enseñar el idioma castellano que en algunos pueblos estaba relegado porque las comunidades se expresaban mediante la lengua de sus orígenes.

Defendía los derechos de los maestros y criticaba a los gobiernos que invertían en armamento parte de lo que debían destinar a la Educación en toda la provincia.

En el editorial “Educación común” del 4 de abril de 1894, escribió:   [71]

“Los maestros se morían de hambre en la campaña o tenían que abandonar sus aulas para ir a los establecimientos agrícolas a ganarse el pan con el sudor de su frente”.

Advertía que era necesario “higienizar el poder público, llevando al gobierno hombres honestos, ilustrados, amantes de la verdad, patriotas, íntegros y desinteresados.

En eso estamos…”

Más sobre las Escuelas Normales…

Dos años después, durante el gobierno de Luciano Leiva anunciaron que diversas circunstancias determinaban la necesidad de cerrar escuelas normales e inmediatamente reaccionó Silva, entregando una carta abierta con la edición del 15 de diciembre de 1896, reproducida un siglo después por el perseverante escritor Ingeniero Elías Díaz Molano:

“Señor:  No ha tenido V.E. en la prensa un adversario más franco, más neto, ni más implacable que la persona humilde que firma esta carta.  Durante tres años, he usado contra su gobierno, todos los recursos de la guerra regular, sin desperdiciar hora ni buena ocasión.  He sido implacable, Sr. Gobernador, pero no he sido injusto, o al menos he pretendido no serlo, recordando aún en lo más serio desde la lucha, cuando tirios y troyanos usaban de la bala roja, lo que entendía que eran actos de buena administración realizados por V.E.”

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“Si V. E. clausura las escuelas, tendrá que multiplicar las cárceles y le cabrá así la triste gloria de haber pretendido hacer carne de presidio, en vez de formar ciudadanos conscientes de sus derechos y de sus deberes.”

 

Sabido es que al día siguiente hubo una asamblea popular en el Club Comercial de Santa Fe con asistencia de un centenar y medio de personas que escucharon a Silva como el principal orador. Nombraron una comisión de damas para que entrevistaran al gobernador y le entregaran un petitorio.  En aquellas circunstancias, durante el acto de colación de grados de la Escuela Normal de Mujeres, el entonces ministro de Gobierno Dr. Alcácer en su discurso destacó que no serían clausuradas las escuelas:  Cuando el gobernador recibió a las damas, dijo que él no había impulsado esa iniciativa y que era una propuesta de una parte de los Legisladores rosarinos.

Evaluaban la posibilidad de cerrar las escuelas normales mientras había escuelas donde estaban a cargo de la enseñanza, personas sin títulos con los conocimientos elementales y una firme voluntad de servir…

07-03-1894: informes de Silva sobre Escuelas  Particulares…

Sabido es que Domingo Guzmán Silva desde el 8 de octubre de 1887 hasta el 7 de agosto de 1893 desempeñó las funciones de Inspector de Escuelas Primarias en la primera sección del departamento La Capital y que desde el 14 de octubre de ese año, hasta el 9 de febrero de 1894 fue Inspector Extraordinario de Escuelas Particulares.

El Instituto Franco-Argentino del señor Derieul tampoco satisfacía el mínimo de enseñanza, pues tampoco se dictaban clases sobre Instrucción Cívica e Historia Nacional.

En cuanto a las escuelas particulares argentinas de Esperanza, el rendimiento educativo era tanto o más desalentador.  En la escuela de Niñas de la señorita Sielh, las materias mencionadas… se impartían con casi total desconocimiento y con absoluta falta de seriedad, como para cumplir con los programas.  Esta situación se repetía en la escuela de la señorita Feller.

En cuanto a la Escuela Mixta del Sr. De la Croix, los alumnos ‘no sabían nada de nada’ y el establecimiento debiera clausurarse, ‘porque su existencia es un verdadero atentado contra la instrucción de la niñez, que pierde allí miserablemente su tiempo’.”

 

Reitera luego el historiador, una anécdota que ha sido comentada y publicada en diversas crónicas, referida al diálogo de Silva con un alumno del Colegio “San José de Esperanza”  dirigido por el Padre Bécquer, cuando un niño respondió que era de nacionalidad “alemana” y tras la pregunta “-¿Dónde naciste?”, contestó en Esperanza. publicado y comentado

24-04-1894: acerca del “Congreso Pedagógico Nacional”.

Distintos autores han publicado diversas aproximaciones biográficas y se recuerda que Domingo Guzmán Silva, cuando el gobierno no respondía a los cambios propuestos y de insoslayable trascendencia,  utilizaba su contundente arma¡la palabra!

Así fue como siguió analizando los procesos educativos y el 29 de abril de 1894 desde el diario Unión Provincial, al enterarse de que el Consejo apuntaba a la organización de un Congreso Pedagógico -apoyado por el diario Nueva Época-, desde “un editorial” expresó:

“No hemos propiciado al Congreso Pedagógico Nacional porque carece de oportunidad, será de dudoso resultado y más que llenar necesidades reales tiende a apagar la grita pública contra el Consejo de Educación, desviando la atención general.  Es la cola del perro de Alcibíades”.

(¡Largo ha sido el discurso hasta llegar a este punto!

¿Habrá sido tan larga la cola de ese perro tan famoso?

Al final de estas aproximaciones, hay más información…)

Agosto de 1894: “Un proyecto inaceptable”.

Tras la iniciativa de un grupo de diputados que ingresó un proyecto de ley a los fines de que los maestros normales pudieran ingresar directamente en las Universidades como lo hacían los bachilleres egresados de los Colegios Nacionales.  Reaccionaron desde distintos sectores, entre ellos la “Unión Universitaria” apoyando el criterio expresado por Domingo Guzmán Silva en su nota publicada el 23 de agosto de 1894 en el diario Unión Provincial:

“En las Escuelas Normales no se estudia Filosofía (sino un poco de Psicología), ni Derecho Natural, ni Latín, ni más idioma extranjero que el francés.  Los estudios literarios no se hacen en la Escuela Normal de Maestros, o se hacen tan deficientemente que no pueden tomarse en cuenta.”

La advertencia fue tenida en cuenta y así fue como los egresados de escuelas normales y los del tradicional Colegio de la Inmaculada Concepción de la capital santafesina, eran inscriptos en forma “condicional” hasta tanto aprobaran las asignaturas pertinentes para la equivalencia con los estudios del Bachillerato.

Tres años después, en la edición del 30 de julio de 1897 destacó la importancia del ingreso de los profesores por concurso e insistía en que generalmente el Poder Ejecutivo no designaba inmediatamente a los propuestos en las ternas y así era como quedaban las cátedras vacantes durante meses.

En aquel tiempo ejerció la cátedra de Literatura General el señor Miguel Escalada, reemplazado interinamente por el doctor Jorge Morris, luego confirmado en esas funciones por ser uno de los integrantes de la terna presentada en 1899, junto al doctor Floriano Zapata y al doctor Juan R. Gómez.

Octubre de 1894: Enseñanza Agrícola…

En la edición del 12 de octubre de 1894, Domingo Guzmán Silva publicó una nota en el diario Unión Provincial, destacando:

“Estamos muy de acuerdo con el Sr. Hugo Miatello, en lo que se refiere a la necesidad de reformar el Programa de las Escuelas Comunes de la Provincia.  Con este programa, los niños aprenden algo de todo, pero no saben nada de provecho”.  [72]

 

“Proceder así es prever el porvenir y sólo los que lo prevén se salvan.”

 

Sabido es que el Ingeniero Hugo Miatello afirmaba que en las escuelas de zonas rurales era necesario desarrollar planes con programas que incluyeran la enseñanza de Agronomía y Zootecnia, que servirían como introducción para estudios superiores.

En aquel tiempo ya funcionaban algunas granjas en determinadas escuelas y dos años después, el Ingeniero Miatello siendo profesor de Agronomía en la Escuela Normal de Varones, escribió el libro titulado Nociones de Agronomía, comentado desde el diario Unión Provincial en la edición del 30 de agosto de 1896.

Abril de 1895:  Semana Santa…

Domingo Guzmán Silva publicó el 11 de abril de 1895 en Unión Provincial, un artículo sobre “La Biblia”, destacando que era el “libro de las eternas enseñanzas y de las consolaciones”, recomendó su lectura, “porque de él nace una gran luz que ciega a los impíos y de alma desnuda”… y así lo ha reiterado el historiador Díaz Molano en su biografía.   En otro párrafo, Silva expresaba:

“Los que han hecho de la vida un perfecto goce y no han entendido que todo en la tierra es vanidad de cosas vanas, no abren la Biblia; no la entenderían si la abrieran.  La Biblia es refugio de afligidos, como lo era el seno de Jesús”…

 

“Es el libro de los tristes, el libro de los desamparados, el santo libro de los mártires”.

Mayo de 1895: Polémicas en torno a maestros y escuelas…

Domingo Guzmán Silva seguía criticando la política del gobernador Luciano Leiva y se oponía a decisiones del entonces presidente del Consejo de Educación Pbro. Gregorio Romero.  El Dr. Mariano A. Quiroga, en 1895 era Inspector de Escuelas de la primera sección y decidió enviar una circular a los maestros de ese circuito recomendándoles no participar en luchas o debates políticos.  La reacción fue inmediata y Domingo Guzmán Silva, el 6 de mayo de 1895, desde Unión Provincial, después de reconocer los méritos del doctor Quiroga, expresaba:

“Impedir que el maestro participe de las luchas y de los debates políticos importa prohibirle que ejercite un derecho (que a su vez es un deber) inherente a su título de ciudadano; es decirle a un soberano, no ejercites tu soberanía.”

 

Insistía Silva en que la misión del maestro era “formar ciudadanos para la patria y no eunucos para la tiranía” y destacaba que con tales decisiones, el gobierno pretendía someter a los docentes.

La respuesta fue una carta al diario, lógicamente publicada: [73]

“Sr. Domingo G. Silva

Mío caro:

Como le decía no ha mucho, está de Dios que siempre hemos de estar discordes en ciertos detalles, aunque siempre convenimos en algo substancial para ambos, esto es el mutuo aprecio del uno por el otro.

Los que estamos trabajando por el bien de los demás, no podemos darnos el lujo de andar manteniendo nuestras ideas por la prensa y trabándonos en discusión o polémica como haría un podenco cualquiera.

No amigo.  Yo sé proyectar y hacer.  Que otros discutan: yo obro.”

                    “Obre usted, pero no fuera del tiesto”, recomendó Silva en ese pie.

En otro párrafo, el doctor Mariano Quiroga había expresado:

“No quiero, sin embargo, dejarlo en el error de que pertenezco a algún partido político.  Desde el 4 de octubre del año pasado, me retiré de una manera pública y solemne del partido a que perteneciera, el Autonomista Nacional”

“-Nuestras felicitaciones”, comenta al pie Silva…

“Afirmé, afirmo y afirmaré que ni el maestro debe ser partidista, ni el sacerdote, ni el médico, porque no me inspirarían confianza.  Ésta es mi última palabra: tengo que hacer”.

“Crea que le aprecio y que desearía verlo descansar un tanto del trabajo intelectual que a diario se ha impuesto; se lo dice un amigo que lo quiere; se está gastando, amigo viejo.  Su afectuosísimo. Mariano A. Quiroga.”

Anotación final de Silva: “Gastarse así es cumplir con el deber.  De este disgusto, puede ser que resulte algo. ¿O no vale algo el buen ejemplo?

Después de tantos desafíos, el doctor Quiroga decidió presentar su renuncia a comienzos de marzo porque de acuerdo al Reglamento vigente, él debía proponer al personal de las escuelas y comprobaba que tanto los directores de las Escuelas Normales ofrecían cargos y cambiaban porteras sin consultarlo.

En 1895, el poeta Horacio F. Rodríguez estudiaba en la Facultad de Derecho y en Unión Provincial logró publicar un extenso estudio sobre Alfredo de Musset, autor que Silva había criticado con opiniones distintas a las expresadas por el joven Rodríguez.  Así fue como también desde las páginas de Unión Provincial  y “Rodríguez no contestó, ni siquiera acusó reacción ninguna; por el contrario, se acentuó su romanticismo, y siguió publicando versos en ‘Unión Provincial, casi siempre firmados con seudónimo.”

En la edición del 1º de septiembre de 1896, Silva publicó en su diario, una esquela con tono humorístico:  [74]

“Cómo!  Tú también, o Rey Lear, el de los versos blancos y suaves, el de la musa griega, de frescos mirtos y laurel ceñida, has caído en la empecatada tentación de escribir en ese estilo sin estilo que llaman decadente y que ha superado en el enrevesado decir al culteranismo gongórico que tanto y tan justicieramente fustigó el gran Lope de Vera?”

“Tú, que jamás equivocaste, artista de verdad, la sublime sencillez de la columna corintia, infundidora de verdadera emoción artística”…

“Oh, Rey Lear eres de los elegidos.  No hagas trotar tu estro por los peñascales.. No dejes tu musa que vaya, como gusarapo, a lamer las cuestas del decadentismo”…

Septiembre de 1895: duelo eludido…

Sabido es cuando comenzaron a editar Unión Provincial, en la Legislatura santafesina, Floriano Zapata era Senador por el departamento La Capita y el Coronel Florentino Loza representaba al departamento Castellanos.

El senador Cnel. Florentino Loza, durante el tratamiento del proyecto de ley de creación de la Lotería de la Provincia, en 1892, había expresado: “Esta ley implica mucha responsabilidad y nos coloca en un nivel muy triste”. Otro legislador manifestó “su inhibición” mientras otro dijo que algunas damas lo habían visitado en su casa “en pro del proyecto… porque en el Hospital de esta ciudad hay 150 enfermos para atender con recursos exiguos… se temía llegada la hora nefasta de tener que cerrar las puertas del Santo Asilo por no tener con qué atenderlo’. Dijo que ‘1.265 enfermos’ fueron atendidos en el Hospital de Rosario ‘en seis meses’ y que ‘120 desvalidos’ permanecían en el Asilo de Huérfanos.  En esa época, ya estaban documentadas las irregularidades en la labor parlamentaria, y el Sen. Loza observó que esa ley no figuraba en ‘la orden del día’ y se estaba ‘discutiendo’; aceptándose en consecuencia una ‘grave irregularidad’. Insistió en que ‘implicaba mucha responsabilidad’. Consciente de su responsabilidad el Sen. Loza pidió que se incorporaran en el libro de actas las páginas que había escrito con letra caligráfica: trazos finos e inclinados, pulso firme, para reiterar sus convicciones.

(Diez años después, fue electo diputado por el departamento Reconquista, actual General Obligado.) [75]

 

Es oportuno reiterar lo expresado por el historiador ingeniero Elías Días Molano tras la lectura de lo publicado en Unión Provincial, el 25 de septiembre de 1895:

“En septiembre de 1894, Silva se sintió agraviado por Florentino Loza y resolvió enviarle los padrinos. Loza había sido inspector de Escuelas Municipales en 1878 y fue separado del cargo, a raíz de un entredicho con las autoridades escolares. Poseía el antecedente de ser un hombre altanero y culto, de especial versación en temas educacionales.  Era además, en esa época, periodista y dirigía ‘Tribuna Popular’, diario que defendía la política de Leiva.”

Destaca el historiador, que “considerados incalificables los agravios recibidos” en el suelto editorial del 22 de septiembre de 1894, Domingo Silva ese día envió una carta a los Dres. Urbano de Iriondo y Jerónimo Cello pidiéndoles que aceptaran la representación para exigirle al Coronel Loza “una retracción amplia o, en su defecto, una reparación por medio de las armas, concediéndoles para ese efecto, la más amplia facultad para proceder al respecto”.  El duelo no se concretó porque “la tramitación del lance continuó con ribetes curiosos.  El 24 del mismo mes, sus padrinos informaron a Silva sobre la necesidad de dar por terminada el incidente.”  Relata el historiador Díaz Molano, que habían enviado tres veces una carta a Loza a su domicilio por intermedio de distintas personas y siempre la misma respuesta, que no estaba.  Remitida por correo la recibió una de sus hijas -¿Carmencita?… quien en la ancianidad vivía sola, en una habitación a la calle en la vivienda de 4 de enero 2757, ya demolida- y momento después, “salió y alcanzó al cartero manifestándole que su padre no quería recibir esa carta.  Según los padrinos e Silva, la conclusión era muy fácil: “El hombre a quien Ud. presumía un caballero no practica las más elementales nociones del honor.”  [76]

Octubre de 1895: creación de una “Escuela de Comercio”.

No ha sido por casualidad que la tradicional Escuela de Comercio de la capital santafesina sea reconocida con el nombre del entusiasta rinconero Domingo Guzmán Silva, porque ya el 23 de octubre de 1895 desde el diario Unión Provincial apoyó la iniciativa de creación impulsada por el Director General de Escuelas doctor Mariano Quiroga, con inclusión en el presupuesto escolar del año siguiente.

Como aún suele suceder, los trámites burocráticos demoraron la concreción de ese proyecto, resuelto durante la presidencia de Silva en el Consejo General de Educación con la apertura de los cursos de Idóneos Tenedores de Libros y Dependientes de Comercio.

También como sucede en los primeros años del tercer milenio, ante la falta de un local adecuado, debió comenzar en el anexo de la Escuela Superior de Varones Nº 1 a comienzos de 1900, siendo director el Prof. Amadeo Ramírez.

Seis años después fue transferida al Ministerio de Instrucción Pública de la Provincia y tras tres décadas de crecimiento, fue nacionalizada y con el nivel Superior incluyó el “Curso de Contadores Públicos Nacionales” hasta mediados de la década del ’50, cuando fue creada esa carrera en la Universidad Nacional.

Navidad de 1895: “Religión de Amor”

En la edición del 25 de diciembre de 1895, Domingo Guzmán Silva publicó en Unión Provincial, un comentario acerca “nacimiento de Jesús a quien llama ‘fundador de la Religión de Amor’.”

Aquí la reiteración de un párrafo:

“El pueblo de Dios era presa de una terrible corrupción, moral, religiosa y política.  Hasta entonces, el poder se manifestaba a los ojos del pueblo con magnificencia oriental; él que tenía su raíz en un estable, rompe con la tradición y se presenta en la forma humildísima de un nazareno, cubierto con el tosco sayal de su raza.”

1896: Leopoldo Lugones: prohibición de “imágenes religiosas en las escuelas”.

Desde el diario Unión Provincial, en la edición del 3 de marzo de 1896, Domingo Silva criticó al Ministro de Instrucción Pública Osvaldo Magnasco porque había seleccionado “entre los anarquistas” a los Inspectores de Escuelas Normales y Colegios Nacionales, terminando ese comentario con una breve advertencia:

“Así anda la educación secundaria”.

Silva había leído la circular que el escritor Leopoldo Lugones, Inspector de Enseñanza Secundaria de la Nación había remitido a las escuelas, expresando la prohibición de exhibir imágenes religiosas en las aulas.

Con el título “Un inspector que no sabe lo que se pesca”, Silva desde su diario difundió otro “suelto” y aquí, la reiteración de un párrafo:  [77]

“Ahora, la ha emprendido con las imágenes del culto católico.  No nos extraña esta nueva teoría del Sr. Inspector pues no se nos han olvidado sus artículos anarquistas en ‘La Montaña’, donde no hace todavía dos años, pedía la degollación de todos los burgueses”.

(Destacó su biógrafo Díaz Molano, que en Unión Provincial publicaban versos de Alberto Ghiraldo y de Julio R. Barcos –reconocidos también como anarquistas- y su reacción en tales circunstancias, no respondían a un rechazo a las expresiones de “hombres de izquierda” sino a los efectos que sus decisiones producían en las escuelas.  Así fue como conociendo a Barcos, cuando comprobó que en su escuela particular de Rosario “no respetaban los planes y programa oficiales”, ordenó la clausura.

“Domingo G. Silva dejó en 1904 la Dirección General de Escuelas, y casi enseguida, ‘Nueva Época’ inició una campaña, destinada a desacreditarlo…”)

Febrero de 1896:  Silva acusado de ser “un calumniador”…

Como sucede aún, desde el diario Nueva Época, “un señor Juan J. de la Cerda” comenzó a hostigar a Domingo Guzmán Silva y el 11 de febrero decidió contestarle desde Unión Provincial, con una “Carta Abierta”:

“No sé, Sr. quién es Ud. aunque conozco su nombre por haberlo leído en ‘Nueva Época’, pero sí sé que tiene la manía de las cartas, porque a dos por tres, y sin miedo a echárselas de espectable, se las endereza al público o a personas de quienes apenas sí conoce el nombre, como sucede con el que esto firma’.

………………………………………………………………………………………………

Una de dos, Sr.; o Ud. es un caballero o no lo es; si lo es y se ha sentido injuriado por lo que mi diario dice, ha debido proceder como proceden los caballeros, en casos tales; si no lo es, pues si no lo es, nada tengo que decirle, pues ignoro cómo proceden en esos casos, los que no lo son’.

………………………………………………………………………………………………En cambio permítame aceptar la responsabilidad personal de todo lo que se ha escrito en ‘Unión Provincial’ y que directa e indirectamente pueda referírsele.  En este diario, hay siempre un caballero para responder de lo que en él se publique.

Queda a sus órdenes hasta donde sea posible. Domingo G. Silva.”

 

Como era costumbre en aquel tiempo, nombraron sus padrinos y tres días después, se reunieron y firmaron un acta porque no había tales injurias para el señor De la Cerda, tampoco motivos para el duelo…

Ha destacado el ingeniero-historiador Díaz Molano que “en Santa Fe se obraba por contagio de la costumbre porteña.  Ese mismo año de 1896, el poeta José Cibils, entonces inspector de Escuelas, retaba al editor Don Tomás Ibáñez a un duelo que no se concretó por mediación de los padrinos.”[78]

01-05-1896: homenaje al educador Eudoro Díaz de Rosario…

En la edición del 1º de mayo de 1896 -aniversario de la sanción de la Constitución Nacional en el Cabildo santafesino, en 1583-, en el diario Unión Provincial publicaron una nota de Domingo Guzmán Silva relacionada con la trayectoria del distinguido educador rosarino señor Eudoro Díaz.  Aunque eran adversarios políticas y tampoco coincidían al referirse a temas religiosos, Silva destacó:

“Sabía, como pocos, lo que cuesta subir los peldaños que conducen de la obscuridad a la luz, sin arrastrarse.”

 

04-06-1896: hacia una Escuela nueva, Escuela para la vida…

No había sido por casualidad que el rinconero Domingo Guzmán Silva se haya destacado como periodista y escritor, que haya sido maestro e inspector de escuelas aunque asistió a la escuelita de San José del Rincón durante aproximadamente siete meses, debiendo dejar por razones de necesidad porque ayudaba en su trabajo a su madre Estefanía Silva.  Fue un entusiasta lector de diversas materias, se interesó por la filosofía y la pedagogía.  En el diario Unión Provincial, publicó una carta dirigida al profesor Pedro N. Arias de reconocida actuación en Santa Fe, su amigo y en aquel momento designado Director General de Escuelas en la provincia de Córdoba, donde había inaugurado el primer taller de trabajo manual.

En sucesivos párrafos, expresó:

“Usted sabrá que me daba una buena noticia; veo que se extiende por toda la República el espíritu práctico de la escuela nueva.”

“Hagan Uds. allá la escuela para la vida, ya que nosotros no podemos hacerla aquí, donde los medios abundan, porque tenemos en la dirección de los asuntos públicos a aquéllos que tienen ojos y no ven, oídos y no oyen.”

 

 Junio de 1896: incertidumbre de un docente y respuesta de Silva…

En el diario Unión Provincial, el 24 de junio de 1896 publicaron un comentario con el título “La tierra tragona”, referido a la carta que Domingo Guzmán Silva había recibido del “maestro R. Solanés” porque había entregado su diploma al presidente del Consejo Escolar Pbro. Doctor Gregorio Romero aunque había insistido en el pedido de la devolución, no tenía respuesta.  En el párrafo final, el apesadumbrado maestro le había expresado:  [79]

“Dígame, cómo podría volver a entrar yo en posesión de ese diploma que es para mí un montón de recuerdos y un puñado de esperanzas?

El sagaz rinconero, le contestó:

“Amigo muy estimado.  Que le ha quedado el Consejo Escolar con el diploma que le da derecho a llamarse Profesor Normal?  Y de qué se queja Ud.?… Pues a mí me parece que debía estar más contento que unas castañuelas.  Sé yo que más de diez y aún de más de ciento que han perdido, en aquellas encrucijadas, el título, la salud y hasta el poco pelaje con que se metieron en veredas desusadas y peligrosas en estos desventurados tiempos.”

“Otros maestros menos felices, han perdido el estómago por comer poca carne y tragar mucha bilis, y la ropa, por esperar pagos que todavía no llegan, y la fe por esperar una justicia que no acaba de llegar.”

Comentó el historiador Díaz Molano que Silva “le restaba importancia al hecho y hasta le parecía el reclamo demasiado cosquilloso, al sentirse molesto por la pérdida de un papelote, pues podían haberle ocurrido cosas peores en una provincia gobernada por Leiva y con Romero, al frente del Consejo”.

“Luego le daba consejos ya que no todo estaba perdido.  Si Solanés quería volver a la actividad docente e incluso llegar a ser inspector o director general de escuelas, era cuestión de que doblara un poco el espinazo, de no ser tan inflexible en sus principios, de aprender el arte de la cortesía.  Ya vería, entonces, cómo resultaba fácil, subir de dos en dos los escalones que llevan a las grandes alturas.”

Silva le expresó que “con esto queda evacuada su consulta” y en realidad, tras esa comunicación se generó un vínculo perdurable porque Solanés fue incorporado al diario como redactor: “Solanés firmaba sus escritos, casi siempre combativos, y el primero, apareció subscripto por “R. Solanés, maestro desdiplomado por el H. C.”

Noviembre de 1896: “El amor con versos”.

En la edición del 2 de noviembre de 1896 de Unión Provincial, Domingo Guzmán Silva publicó “un chispeante relato” -al decir del ingeniero Díaz Molano-, titulado El amor con versos[80]

Aquí, la reiteración de algunos párrafos:

“El Amor es una tela que cubre los párpados de los enamorados. Abre Ud. los ojos como un patacón y cree ver un ángel en la más abominable de las tarascas”.

“Por mucho que me haya entusiasmado una mujer, y no soy de piedra, mis derrames literarios no pasaron de prosa monda y lironda.  Esto prueba que siempre estuve dentro de mis casillas.  No tengo ni el recurso de un mal soneto.”

Acerca de aquellas manifestaciones de Domingo Silva, el historiador escribió:

“Pero, he aquí que a la novia le gustaba la poesía y le pidió una y otra vez que le escribiera un verso.  Entonces, resolvió acudir a un aeda amigo suyo, un pobre bohemio, casi siempre famélico.  Lo invitó a comer y, de sobremesa, consiguió que le pagara con un soneto, dirigido a ella.

El astuto amante llevó el soneto a su amada, se lo leyó, en forma lenta, entonando bien las estrofas, y ésta, embelesada, después de escucharlo, le dijo:

‘Ah, mi dulce estrella, mi astro luminoso, ¡qué bella inspiración la tuya!’.”

 

Así suele suceder, “del dicho al hecho hay un gran trecho”… y acerca de este refrán, saben bastante no sólo los periodistas…

“Revista Santafesina”

Sabido es que durante la última década del siglo diecinueve, en la capital santafesina editaron varias revistas literarias, entre ellas la publicada en 1894 por don Virginio Colmegna -propietario de la legendaria librería y editorial reconocida con su apellido-, titulada “Revista Literaria”.  Al año siguiente apareció la Revista de Santa Fe.

En 1896 comenzaron a publicar Revista Santafesina –“de carácter pedagógico” como lo ha destacado el historiador Elías Díaz Molano- cuya primera edición fue comentada Domingo Silva en el diario Unión Provincial.  Al celebrarse el primer aniversario, desde el citado medio expresó:

“Hace un año que se encendió este faro.  En las playas poco frecuentadas del pedagogismo, no existía un luminar que indicase al maestro santafesino el puerto salvador y eran así frecuentes los naufragios.  Se encendió este faro y la playa, llena de rompientes, se iluminó.”

“Paso a las ideas de todos para que triunfen los que nos eleven hasta Dios.”

Noviembre de 1897: más sobre Educación…

Domingo Guzmán Silva fue un destacado periodista y esencialmente, ¡un maestro!

Así lo demostró con sus actitudes y no fue por casualidad que el Interventor, aunque Silva no desempeñaba cargo alguno en la administración provincial, le encomendó que visitara la Escuela Normal de Niñas dirigida por la Srta. Regina Pouchan para luego elaborar un informe.  Sabido es que Silva oportunamente había expresado lo inconveniente de instalar aquella en ese lugar y como era su costumbre, elevó el dictamen y también publicó tales conclusiones desde el 11 de noviembre, en sucesivas ediciones de Unión Provincial.

Aquí, la reiteración de algunos párrafos:  [81]

“Sacudimos las sandalias a las puertas del templo del saber, diciéndonos: entremos aquí con el entendimiento limpio y el libro en blanco.  Creemos poder hablar sin pasión.

“Está el edificio a medio enterrar en ese Sahara de los barrios del Sud, que es un mar movible de arena.”

“Los alumnos aprenden palabras y no hechos y son hechos los uníos que debían enseñarse.”

 

En la edición del 13 de noviembre, Silva reprodujo el informe acerca del Curso de Aplicación de la Escuela Normal de Niñas.  Reconoció la “capacidad e incluso laboriosidad” de la regente, señorita Vera y analizó “las deficiencias del plan-programa, que reclamaba, a gritos, una reforma.” Tras observar las prácticas de los alumnos-maestros, destacó que “la enseñanza debe ser objetiva y muy ilustrada con ejemplos gráficos” y refiriéndose a los profesores, advirtió que eran “muy capaces en la materia a su cargo, pero con fallas metodológicas, que señalaba en cada caso… su personal de enseñanza no era inferior al de las Escuelas Normales Nacionales que él había visitado’.

Cooperación escolar y traslado de la escuela…

Silva en su informe el Interventor provincial acerca de lo observado en a Escuela Normal de Niñas de la capital santafesina, destacaba la importancia de “la cooperación popular” y así lo reiteró el historiador Díaz Molano:

“…El gobierno no podía hacerlo todo. Pero si había Sociedades Protectoras de Animales, ¿por qué no fundar Sociedades Protectoras de Escuelas?

En cuanto a soluciones inmediatas, pedía al gobierno:

1º  El traslado de la escuela al edificio de la plaza San Martín.

2º  La dotación urgente del mobiliario y los materiales de enseñanza más necesarios.

(Es oportuno destacar que en aquel tiempo, en un sector del edificio del Consejo General de Educación frente a la plaza San Martín, se desarrollaban las sesiones del Poder Legislativo hasta que el 18 de abril de 1914, fue trasladada la Cámara de Diputados al “nuevo palacio Legislativo”, como informaron en la primera página del diario Nueva Época mientras la Cámara de Senadores continuaría sesionando en el recinto del Consejo” porque aún faltaban instalaciones y muebles…)

Creación de la Inspección de Escuelas Normales.

Desde el diario Unión Provincial, Domingo Guzmán Silva criticaba oportunamente los errores de la política educativa durante sucesivas gestiones y también destacaba los aciertos.  Ante la creación de la Inspección de Escuelas Normales y la designación del profesor Marcelino B. Martínez, felicitó la Interventor de la provincia mediante una nota publicada en la edición del 12 de noviembre de 1897, destacando que el profesor Martínez hasta entonces director de la Escuela Normal de Varones, “…pertenece a la escuela reformista de Vergara, Mercante y Bassi”.

23-11-1897: honras al Obispo Gelabert y Crespo…

El 23 de noviembre de 1897 falleció Monseñor José María Gelabert y Crespo, Obispo de Santa Fe y Domingo Guzmán Silva redactó la nota necrológica, “acongojado por la pérdida de su querido pastor. Allí concluía diciendo:

“El varón justo, el varón fuerte, el varón piadosísimo y cristiano, ha volado a los senos del Creador.”

 

Es oportuno reiterar que después de su fallecimiento, el periodista Floriano Zapata reconoció esas obras “y otros tantos hospicios, asilos y hospitales, amén del Seminario Conciliar que fue fundado por el Señor Obispo en el año 1867”.  [82]

El Pbro. Jacinto Viñas destacaba que había sido el promotor de “la edificación de Templos, hasta el punto de haberse levantado en esos veinte años alrededor de ciento cincuenta iglesias, entre ellas, la Catedral de Paraná y la de esta ciudad (Santa Fe) cuyos cimientos dejó concluidos”.

El Obispo Gelabert entró en la inmortalidad sin haber logrado que uno de sus sueños se hiciera realidad; en los últimos años de su vida había planteado la necesidad de construir una Catedral Nueva que serviría como sede del Episcopado. [83]

Aunque en la Legislatura se anticipó que la provincia sólo contribuiría con el terreno, el 14 de agosto de 1900 la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados produjo un despacho favorable en el proyecto en revisión, “acordando veinte mil pesos para la prosecución de las obras de la Catedral de esta Capital”.  [84]

La obra inconclusa a fines del siglo XX, es el espacio donde hacen nidos algunos pájaros y sorprenden los murciélagos; sirve como patio cultural

“Tradiciones y recuerdos históricos” de Lassaga…

En sucesivas ediciones de Unión Provincial publicaron páginas inéditas del libro Tradiciones y recuerdos históricos de Ramón J. Lassaga.

Cuando fue editado el libro, en la edición del 10 de diciembre de 1896 incluyeron una extensa nota de Domingo Guzmán Silva destacando que el autor tenía “uno de los principales archivos de documentos históricos santafesinos… es el único habilitado para escribir la historia de esta provincia”.

No sabría el rinconero Silva que el doctor Manuel M. Cervera estaba trabajando en la revisión y actualización de sus dos tomos de Historia de la Ciudad y de la Provincia de Santa Fe, con “anexo” que sigue siendo una de las bases documentales consultadas en la actualidad.

En la década siguiente, en tres ediciones sucesivas de Unión Provincial, publicaron el extenso relato histórico “Francisco Javier de Echagüe”, también obra de Ramón J. Lassaga.  [85]

“Cartas de amor”.

Desde las páginas de Unión Provincial, en la edición del 15 de mayo de 1897, Domingo Guzmán Silva publicó “Cartas de amor”.

Aquella nota, comenzaba así:

“El que hubiera recibido carta de la mujer amada en la florida edad de los 20 años, no la haya llevado a los labios en ardiente deseo de beso, no sabe lo que es amor ni tiene para qué leer estos palos”.

 

Silva terminó aquella nota con este interrogante:

“¿Por qué canta tanto el ave; por qué echa tantas flores el rosal?”

05-03-1898: Carta Abierta de Domingo Silva…

El 5 de marzo de 1898, Domingo G. Silva decidió difundir otra Carta Abierta, en esas circunstancias destinada al Diputado Dr. Juan Carlos Crouzeilles, miembro de la Comisión de Presupuesto y como escribió el ingeniero Díaz Molano, “el alegato cobró esta vez tono de indignación y, en algunos pasajes, los caracteres propios de una arenga arrebatada”.

“¿Cómo se puede hablar de economías en un país espléndidamente dotado como el nuestro, precisamente cuando se trata de educar al pueblo, dándole el pan del alma, en pago de los muchos sacrificios que se le exige?”

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“Preferible, sería dejar a la Provincia sin bandas de música, sin fiestas patrias y religiosas, sin ninguno e los elementos de mero placer, y disminuir el personal administrativo, reducir los sueldos, pero que no se disminuya el presupuesto escolar”

 

Abril de 1898: “Trabajo Manual” y el profesor Enrique Muzzio…

Domingo Guzmán Silva desde la presidencia del Consejo General de Educación impulsó la enseñanza de trabajos manuales. El 20 de abril de 1898, nombró profesor de Trabajo Manual y Teoría del “Slöjd” en la Escuela Normal de Varones de la capital santafesina, a su amigo Enrique J. Muzzio…

Sabían los santafesinos que el maestro Pablo Pizzurno había viajado a Europa en 1889 -año de la Exposición Universal en París evocando el centenario de la revolución francesa- y que había llegado hasta Suecia donde pudo observar cómo enseñaban trabajos manuales en la Escuela Normal de Niñas de Nääs con aplicación del método “Slöjd”, basado en ejercicios mediante la manipulación de partes de un objeto útil hasta componer un todo. Algunos habían leído su libro titulado El Trabajo Manual y Muzzio fue uno de los que supo interpretar su propuesta. [86]

 

El historiador Ing. Elías Díaz Molano destacó que Domingo Guzmán Silva,  “interesado en hacer las cosas bien, para lo cual se carecía de experiencia en el país, a mediados de 1900, envió al profesor Muzzio a Europa, para que estudiara en los centros más adelantados, la metodología empleada en la enseñanza del trabajo manual” (Estuvo en diversas localidades de Italia y de Suecia, en Bruselas y en París.) “El viaje se prolongó seis meses y, a su regreso, aquél produjo un informe extenso y muy documentado.  Muzzio traía del problema una visión nueva.  La serie de modelos de carpintería, tomada de la escuela de Náas” –Nääs-, “respondía sólo a un fin educativo.  A su juicio, debía agregarse la construcción de cosas que el alumno llevara consigo y fueran de alguna utilidad en el hogar.  En consecuencia, según él, el trabajo manual debiera cumplir fines educativos y si es posible prácticos.  A su pedido, el Consejo, resolvió reemplazar la serie de Náas, vigente en las escuelas fiscales de Santa Fe, por la que él propuso, que durante mucho tiempo se llamó ‘serie sintética’ o ‘serie argentina’.”

 

Cien años después de aquellas innovaciones, la lectura de diversas crónicas y diarios desde la red de redes facilita la inclusión de más datos. Muzzio era un maestro reconocido por sus conocimientos técnicos y responsabilidad, desde el 9 de agosto de 1892 -junto a Amadeo Ramírez y a Eudocio S. Giménez entre otros-, condujo la puesta en marcha del primer Taller de Educación Manual creado durante la gestión del ministro Dr. Gabriel Carrasco. En ese acto de inauguración, firmó el acta pertinente el periodista Fernando López en representación de los responsables del diario Nueva Época.

 

Domingo Silva, tras observar los resultados en el aprendizaje de aquellas materias, designó una Comisión integrada con dos Vocales del Consejo y presidida por Enrique Muzzio.   El 20 de junio de 1898 aprobaron el plan y en esas circunstancias, Silva con el seudónimo Gonzalo Gonzalera, el 5 de julio de ese año, publicó un artículo en el diario Unión Provincial, con el título “En pro de la educación” y destacaba:

 

“Escuelas sin trabajo manual en los centros urbanos y sin enseñanza racional agropecuaria en la sección rural, no es enseñanza.  La reforma es tan necesaria y tan útil como lo es dar pan a los niños, ropa al desnudo, bebida al sediento.”

 

Una vez más, incluyó en su nota lo expresado por el distinguido pedagogo argentino Víctor Mercante:  [87]

“El trabajo manual cultiva los sentimientos estéticos, comprime las tendencias viciosas, robustece los músculos y neutraliza los efectos de la sobreexcitación…”

(Sabido es que Mercante colaboraba aportando notas para las ediciones del Boletín de Educación creado durante la presidencia del doctor Mariano Quiroga y dirigido por el Vocal Carlos N. Vergara durante la gestión de Silva.)

 

Domingo Silva en aquella nota publicada en Unión Provincial, destacó:

 

“Cuando el niño termina el sexto grado huye de los oficios como de tinta inmunda que mancha al mirarla; quiere ser empleado si es pobre; mandar peonadas…”

 

Meses después, el Consejo General de Educación aprobó la creación de la Dirección General de Talleres designando a Enrique Muzzio como profesor, ad-honorem.  Ese año, en una Exposición, presentaron los trabajos de alumnos de Santa Fe y de otras localidades. Cuando el presidente Silva elevó el proyecto de presupuesto para el año siguiente, destacó que esos Talleres no generaban gastos porque construían muebles y objetos utilitarios destinados a escuelas, bibliotecas y oficinas.

 

Dos años después, acerca del profesor Muzzio y de aquel viaje a Europa, hay más señales en el diario Unión Provincial del 14 de febrero de 1901, porque el presidente Silva logró la publicación de una esquela que había recibido en esos días.

El historiador Díaz Molano, en su libro relató así aquellas circunstancias:

“En esa época, encontrábase en Europa el profesor Muzzio.  De sus actividades en Francia, recibió Silva, en febrero de ese año, una misiva del Sr. Desiderio Lacroix, funcionario del Ministerio de Instrucción Pública de dicho país, donde le decía: ‘He tenido la suerte de conocer en la Exposición al profesor Enrique Muzzio quien ha sabido desempeñar conscientemente la noble misión que lo trajo a París.  Con este motivo, he podido apreciar de cerca de un maestro argentino que lleva en su alma verdadero fervor por la educación’.

La esquela, que Silva mandó publicar en su diario, concluía, afirmando que en materia de trabajo manual, ‘en Francia no se han alcanzado los adelantos de Santa Fe’.”

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En aquel tiempo, quizás no llegara “el diario en la Escuela” pero evidentemente, sí estaba “la Escuela en los diarios” porque los asuntos relacionados con la Educación, los resultados de diversos trámites, las quejas de los maestros… se reflejaban en sucesivas crónicas y notas.

Mayo de 1898: Despedida de Silva – Urbano de Iriondo sucesor…

Cuando el gobernador José Bernardo Iturraspe lo nombró Presidente del Consejo General de Educación, el rinconero Domingo Guzmán Silva publicó en la edición del 19 de mayo de 1898 de Unión Provincial, el rinconero Domingo Guzmán Silva publicó “un suelto de despedida, con el título de ‘Hasta la vista’, donde decía que dejaba el puesto pues pensaba dedicar todo su tiempo al cargo público que se le había confiado.  De paso, aclaraba que cedía el lugar a ‘amigos valientes e ilustrados’.  En  realidad, lo reemplazó el Dr. Urbano de Iriondo, quien lo seguiría haciendo en otras ocasiones, temporariamente. Malaquías Méndez había fallecido el año anterior.”

Silva aclaraba, con modestia y ligero humor, que los lectores saldrían ganando, porque, decía: ‘…sangre nueva y generosa va a vivificar el árbol robusto nacido en horas de borrasca y que ha soportado sin perder savia muy rudas tempestades’.

No estaba muy seguro de que su alejamiento fuera largo, por eso decía el suelto publicado ‘Hasta la vista’…” y aclaraba: “Por más importante que sea el cargo a ocupar, ello no me impedirá gritar ‘Presente’, cuando el comandante de mi compañía suelte al aire mi nombre.”

Valorado por el general Bartolomé Mitre, el rinconero Domingo Guzmán Silva había sido convocado para redactar editoriales en el diario La Nación de Buenos Aires pero prefirió quedarse en su  terruño.

Entre los escritores que publicaban en Unión Provincial, se destacaron Gustavo Martínez Zuviría -más reconocido por el seudónimo Hugo Wast-, José Gras, Carlos Roxlo, Diego Fernández Espiro…

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Sabido es que editaron Unión Provincial hasta el año 1905 y en esta aproximación al periodismo desde el siglo diecinueve, hay más información en la sección pertinente al Siglo XX.

Junio de 1898: las escuelas “en bancarrota”…

Domingo Guzmán Silva cuando asumió las funciones de presidente del Consejo General de Educación, con misión equivalente a la dirección general de escuelas, analizó como prioridad la situación económica y el 7 de junio de 1898, publicó en Unión Provincial “un suelto”  titulado: “En pro de la enseñanza”, destacando que “se había llegado a cuidar los centavos a invertir, como si se tratara de gotas de sangre”.

En aquel tiempo, no compraban mobiliario, tampoco pagaban los alquileres ni cobraban los maestros. Informó al ministro y también al gobernador, y propuso que aumentaran la contribución directa.

Desde Nueva Época criticaron “su idea de aumentar los impuestos” y Silva les contestó mediante una nota publicada el 7 de junio en Unión Provincial:

“Sobre un presupuesto de gastos efectivo de $ 897.4000, la administración cuesta $ 58.240. (incluyendo las inspecciones que no son oficinas administrativas, sino técnicas).  La Oficina Central sólo insume $ 31.780, es decir que no alcanza al 3,5%”.   /…/

“No estamos, con todo, enamorados de nuestra idea; preséntese otra más equitativa e igualmente productiva, con capacidad real para producir brevemente los resultados esperados y se nos verá rendir las armas y confesarnos algo más que rendidos, convencidos.”

Julio de 1898: Excursiones – Escuela para la vida…

En el diario Unión Provincial, el 14 de julio de 1898 difundieron una circular que desde el Consejo General de Educación, Domingo Guzmán Silva había enviado a los inspectores de escuelas explicando la importancia de las excursiones por el carácter “instructivo-educativo” y destacaba que Pestalozzi, dos veces por semana realizaba paseos con sus alumnos y que Fröebel recomendaba a los maestros que condujeran a los alumnos a disfrutar de las bellezas naturales observando el paisaje…

El perseverante Domingo Silva leía algo de lo que publicaban en otros continentes y veía algo de lo que sucedía cerca de Santa Fe y en otras provincias.

En aquella circular difundida desde el diario santafesino, reconocía la importancia de las experiencias de busca de fósiles y especies vegetales, conducidas por el profesor Pedro Scalabrini en Paraná (Entre Ríos), también las del Dr. José Benjamín Zubiaur con las visitas a lugares históricos y los ensayos realizados por el profesor Pedro N. Arias y que lamentablemente no se habían generalizado.

Durante el invierno de 1898, encomendó a los Inspectores que mediante una circular, exigieran a los directores de las escuelas que elaboraran y presentaran un Plan Anual de Excursiones.

¿Quiénes eran los nombrados en aquella nota escrita por Domingo Guzmán Silva y publicada en Unión Provincial en los últimos años del siglo diecinueve?

 

–  Johann Henrich Pestalozzi (suizo), para quienes leen en castellano es Enrique Pestalozzi (1746-1827), distinguido pedagogo.

– Friedrich G. Fröebel (alemán), es conocido como Federico G. Fröebel fue un innovador en Educación porque al nombrar por primera vez “kindergarten” generó el comienzo de los Jardines de Infantes…

– Pedro Scalabrini. Italiano, llegó a la Argentina cuando tenía dieciocho años. Educador en Corrientes y en Entre Ríos. Paleontólogo. 1886: Director del Museo Provincial de Entre Ríos. Difundió Excursiones, experiencias entre 1890 y 1910. Estuvo relacionado con el científico Florentino Ameghino, con el antropólogo Juan B. Ambrosetti, entre otros.

–  Dr. José Benjamín Zubiaur -abogado-, descendiente de vascos, había estudiado en el Colegio Nacional de Concepción del Uruguay (Entre Ríos) y fue electo por sus compañeros como primer presidente d e la Asociación Educativa “La Fraternidad”. En 1889 viajó a Europa junto a Alejo Peyret y participó en la Exposición Internacional de París,  en representación del gobierno argentino. Allá conoció al Barón de Couberten, organizador de las primeras Olimpíadas y en 1894, José Benjamín Zubiar integró el Primer Comité Olímpico Internacional desempeñándose durante trece años, hasta mayo de 1907.  En el lapso 1892-1899, el doctor José B. Zubiaur fue Rector del Colegio Nacional de Concepción del Uruguay, donde siendo adolescente había avanzado en su formación hasta percibir los impulsos de su vocación.

–  Prof. Pedro N. Arias, fue traductor junto a Pablo Pizzurno, entre otros. Convencional para la Reforma de la Constitución de 1898. Al año siguiente publicó Educación Republicana y luego cinco obras sobre lectoescritura inicial, moral, filosofía…

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Octubre de 1898: Silva propuso aumento del fondos para Educación…

Domingo Guzmán Silva, aunque se había alejado de la dirección de Unión Provincial al asumir como Presidente del Consejo General de Educación, seguía publicando notas relacionadas con la Educación y llegado el tiempo de informar al ministro Dr. José Galiano acerca del anteproyecto de presupuesto para el año 1899, le presentó algunas propuestas que luego logró difundir desde aquel diario y que por su extensión, fueron publicadas en sucesivas ediciones desde el 6 de octubre de 1898, al pie de la página principal de aquel diario, “a manera de folletín…”

Lo expresado por el presidente Silva al ministro Dr. José Galiano determinaba la necesidad de aumentar el presupuesto destinado a Educación destacando que “no debía gastarse más del 20% en burocracia”.  [88]

Silva proponía la creación de “un cargo de inspector general de escuelas, que a la vez actuaría como asesor del Consejo.  Se mantenían tres cargos de inspectores, que gozarían de $ 5 diarios de viático, cuando estuvieran en gira.  Se creaba una oficina escolar en Rosario, se dotaba de un médico a cada sección escolar.  El propósito era establecer escuelas nuevas, cada vez que los vecindarios se comprometieran a enviar a cada una por lo menos 30 alumnos de ambos sexos, previa inscripción de los mismos.  En el proyecto, se incluía una partida global de $ 50.000 para atender gastos generales y creación de nuevas escuelas.”     En aquel tiempo, también Silva destacada que en la zona del puerto de Colastiné, la mayoría de las viviendas eran ranchos de barro y casillas de madera.

Cerca estaban los galpones donde hacían bailes públicos y era evidente “la prostitución” mientras muy pocos niños asistían a la escuela aunque habían registrado 160 que debían recibir la pertinente educación. Pidió al intendente municipal de la capital que adoptara decisiones para alejar esos lugares públicos de la zona donde funcionaba la Escuela Fiscal adonde era necesario que concurrieran los alumnos, todos los días.

Muebles para instalación de la Escuela Industrial

Desde el diario Unión Provincial, en la edición del 11 de diciembre de 1898 informaron que en el Consejo General de Educación dirigido por Domingo G. Silva si se resolvía poner en marcha la Escuela Industrial de Santa Fe, construirían todos los bancos, aparatos, útiles y herramientas que fueran necesarios.

Dos años después logró incluir la enseñanza de trabajo manual como actividad obligatoria ya que hasta entonces era optativa.

24-01-1899: Servicio Médico en las escuelas…

Domingo Guzmán Silva siendo presidente del Consejo General de Educación, a principios de 1899 elaboró el reglamento del Servicio Médico con disposiciones de carácter práctico y originales para aquel tiempo porque establecía que los médicos escolares dependían directamente de los inspectores zonales y debían visitar semanalmente a todas las escuelas de la jurisdicción para revisar a los alumnos a los fines de una asistencia preventiva de enfermedades.  A pedido también debía atender a docentes y alumnos cuando faltaran invocando razones de salud.  Periódicamente y mediante conferencias, asesorarían a los docentes sobre los cambios necesarios para mejorar la higiene.  [89]

09-02-1899: “Escuelas Auxiliares”

Mientras ejerció la presidencia del Consejo General de Educación, Domingo Guzmán Silva analizó todas las posibilidades existentes para avanzar en la alfabetización y sugirió la apertura de Escuelas Auxiliares  como las que habían organizado en Corrientes: las comunidades alejadas del radio de las escuelas fiscales, podían registrar los datos de un mínimo de treinta niños de ambos sexos y diferentes edades para pedir a las autoridades que financiaran el funcionamiento de tales escuelas, con la condición de que impartieran enseñanza en Castellano y “se prescindiera de toda enseñanza empírica fundada exclusivamente en la memoria”.

En aquel tiempo, los directores de tales escuelas percibirían un peso por cada niño con asistencia regular y cuando reunían cincuenta alumnos, “la Comisión Escolar del Distrito podía solicitar que se lo convirtiera en escuela fiscal, a los efectos del pago al personal” y los inspectores debían visitar esas escuelas e informar antes trámite de oficialización.

Como destacó el historiador Díaz Molano, “Silva se adelantó con esta iniciativa a la idea de los Consejos Escolares de Distrito que se concretara bajo el gobierno del Dr. Luciano F. Molinas casi 40 años después”.   [90]

15-06-1899: edificios escolares.

A fines del siglo diecinueve era evidente que las escuelas funcionaban en edificios inadecuados, la mayoría en estado “ruinoso”.

Domingo Guzmán Silva desde la presidencia del Consejo General de Educación envió una nota al intendente de Rosario Señor Lamas, a los fines de que proyectaran la construcción de diez edificios que podrían financiar con una emisión de títulos de renta por un valor total de $ 500.000 en sucesivas emisiones durante cinco años.  Tal propuesta fue publicada en la edición del 15 de junio de 1899.

24-08-1899: Escuelas en ambos turnos.

Domingo Guzmán Silva desde la presidencia del Consejo General de Educación, seguía evaluando las posibilidades de inscribir a más niños y durante el invierno de 1899, resolvió que las escuelas fiscales funcionarían en doble turno.  Desde Unión Provincial, el 24 de agosto de 1899 informó que así aprovecharían más la infraestructura existente y “cada maestro debía atender ambos turnos, sin que ello implicara aumento alguno de la retribución”, generándose así la inmediata reacción de los docentes pero como era prioridad disminuir el analfabetismo, Silva sostuvo tal decisión con firmeza solicitando a los legisladores nacionales que representaban a la provincia, que presentaran proyectos tendientes a que la Nación cooperara para el pertinente financiamiento y también que intercedieran para que enviaran las “subvenciones no pagadas”…

Se ocupó de esos asuntos el Diputado Nacional José Ignacio Llobet y el 18 de octubre de 1899, le comunicó al presidente Silva, que la Comisión de Presupuesto y el Ministerio de Hacienda habían acordado aumentar los subsidios para educación primaria en la provincia de Santa Fe conforme a su pedido y con respecto a la deuda atrasada, le comunicó que sería incluida en el Presupuesto, “si el cálculo de recursos lo permitía”.

Es oportuno recordar que José Ignacio Llobet era egresado del Colegio Nacional de Rosario donde había empezado a conocer al alumno David Peña, luego destacado periodista y en 1886, organizador y primer director del diario santafesino Nueva Época.

Tras la difusión de esa decisión, comenzaron a generarse expectativas con respecto a los posibles aumentos…

1899: Censo Escolar.

Es oportuno destacar que el presidente del Consejo General de Educación Domingo Guzmán Silva durante el desempeño de distintas funciones había demostrado su interés por los temas relacionados con la Educación y sus fines.

En la “Memoria” de la gestión del año 1898 elevada al ministro, reiteró lo expresado por el filósofo francés Charles Louis Montesquieu (1689-1755):

“Debemos dar no sólo cabezas bien hechas, sino también y muy especialmente, corazones bien templados y naturalezas equilibradas y fuertes”.

El gobernador José Bernardo Iturraspe, amigo de Domingo Silva, evidentemente leyó esa memoria y no fue por casualidad que la reiterara en su mensaje a la Asamblea Legislativa.

Durante su gestión, Silva desarrolló una eficaz labor con innovaciones que se concretaron y propuestas que por falta de recursos quedaron postergadas. Ya en el ocaso del siglo diecinueve, ordenó que los maestros realizaran un Censo Escolar, prácticamente sin mayores erogaciones porque se aprovecharon los recursos disponibles en cada localidad.  Ese logro fue comentado desde las redacciones de diversos diarios santafesinos.

1900:  “Inspección de Enseñanza Agrícola” – Becarios…

A fines del siglo diecinueve, Domingo Guzmán Silva desde la presidencia del Consejo General de Educación por nombramiento de su amigo, el gobernador José Bernardo Iturraspe, había logrado el funcionamiento de una Escuela de Agronomía cerca de la capital santafesina, otra en el oeste y la tercera en el sur, destinándose una partida presupuestaria como contribución inicial.  Estaba previsto alojar hasta cien alumnos, proveerles ropa y alimentación sin cargo, lo que realmente es “educación gratuita” como lo establece la ley, aunque en las escuelas argentinas aún en los primeros años del siglo veintiuno, generalmente los alumnos no sólo tienen que adquirir sus útiles y pagar sus meriendas, también deben contribuir al pago de gastos generales de la Escuela mediante cuotas de Cooperadora o contribuyendo en diversas propuestas para recaudar fondos destinados a ese fin cuando sería mejor que como decía Domingo Guzmán Silva, esos esfuerzos terminaran beneficiando a los alumnos con el disfrute de “excursiones” o “viajes” con fines educativos…

Durante la reunión del 7 de abril de 1900, el Consejo aprobó la creación de la Inspección de Enseñanza Agrícola y encomendaron esa misión al Ingeniero Miatello. Luego, Domingo Silva le propuso al gobernador que alumnos destacados pudieran viajar a Estados Unidos para realizar aprendizajes en diversas universidades y así fue como tras el trámite de las partidas para las Becas, en la sesión del 13 de octubre de 1900 fueron designados los becarios incluyendo “entre ellos al joven Arturo Monje Muñoz, con la misión de estudiar la ‘pedagogía del arte agrícola en sus aplicaciones a la escuela primaria”.  Seis meses después, este becario empezó a mandar informes, “el primero de ellos, fechado en Ithaca, el 1º de marzo de 1901, explicaba con todo detalle el plan de estudios de dicha escuela, que Silva dispuso fuera dado a publicidad” y así fue en la edición de Unión Provincial del 21 de abril de 1901.

En aquel tiempo, desde el diario La República de la ciudad de Rosario, criticaban a Domingo Silva porque primero cobraban los maestros de la capital y después los de distintas localidades, desde las páginas de Unión Provincial respondía que tal demora era consecuencia de la demora del envío de los aportes correspondientes, mencionando a la Municipalidad de Rosario.

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Es oportuno tener en cuenta que así como criticaban negativamente los cambios que se estaban desarrollando en el ámbito de Educación, también había estímulos.

Ezequiel P. Paz, director del diario La Prensa de la capital federal, tras recibir algunos productos logrados con el trabajo en las escuelas agrícolas, le respondió al presidente Domingo Silva destacando que expondrían esas muestras en el salón de exposiciones porque, como lo reiteró Silva en la edición del 11 de enero de 1901 de Unión Provincial, esos frutos significaban “verdadero triunfo de la civilización nacional y auguraban el futuro incremento de una de nuestras principales fuentes de indestructible prosperidad.”

La Repúblicadesde Rosario…

La información generada en Santa Fe de la Vera Cruz como capital provincial y sede de los tres poderes, estaba reflejada en diarios y periódicos de distintas localidades, entre ellos el diario La República de Rosario.

De acuerdo a la legislación vigente, el gobierno debía organizar Conferencias Pedagógicas para “ilustración y perfeccionamiento de los docentes”.

A fines del siglo XIX, siendo presidente del Consejo Provincial de Educación el rinconero Domingo Guzmán Silva, reconocido periodista, desde el diario rosarino La República reiteraban información y criticaban algunas de sus decisiones.

Mayo de 1900: en torno al Presidente del Consejo de Educación…

Durante el último otoño del siglo diecinueve, desde el diario rosarino La República criticaron al presidente del Consejo General de Educación porque primero cobraban los maestros de Santa Fe y luego los de Rosario y otras localidades.

El presidente Domingo Guzmán Silva desde el diario Unión Provincial informó que los atrasos en pagos de sueldos a los docentes rosarinos era consecuencia “del incumplimiento de la Municipalidad de Rosario” porque demoraban en el pago del 10% que debían aportar.  En aquel tiempo, “desde noviembre de 1899 hasta abril de 1900, el intendente de Rosario no había girado un centavo”:  Sabido es que Silva tenía buena relación con el intendente Sr. Lamas y en su nota explicó que “a menudo distraía el dinero afectado a la educación común para otras necesidades de la comuna”, siendo oportuno tener en cuenta que la población había soportado una epidemia de peste bubónica.

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1894: “Tribuna Popular”.

El historiador ingeniero Elías Díaz Molano en su libro Domingo G. Silva rememoró una anécdota relacionada con Florentino Loza, el coronel que fue senador en 1892, que también era periodista.

“En septiembre de 1894, Silva se sintió agraviado por Florentino Loza y resolvió enviarle los padrinos. Loza había sido inspector de Escuelas Municipales en 1878 y fue separado del cargo, a raíz de un entredicho con las autoridades escolares. Poseía el antecedente de ser un hombre altanero y culto, de especial versación en temas educacionales.  Era además, en esa época, periodista y dirigía ‘Tribuna Popular’, diario que defendía la política de Leiva” -gobernador Luciano Leiva en el período 1894-1898.

 

Destacó el historiador Díaz Molano que “considerando incalificables los agravios recibidos, Silva se dirige con fecha 22 de septiembre de 1894 a los Dres. Urbano de Iriondo y Jerónimo Cello” y reitera el primer párrafo de aquella carta:

“En ‘Tribuna Popular’ de hoy, aparecen un suelto editorial titulado ‘Lo de la Unión Universitaria’ y uno de crónica con el rubro ‘Valiosa adquisición’, en los que me injuria torpe y gratuitamente”…

 

Hasta este momento, las únicas lecturas alusivas a “Tribuna Popular”.

El agua no llegó al río, porque en la casa del coronel rechazaron tres cartas y la cuarta fue recibida por su hija pero rápidamente la devolvió.

(Ver más información en estas páginas: “1893: ‘Unión Provincial’. / Septiembre de 1895: duelo eludido.”)

Periodismo finisecular…

Horacio Caillet Bois, periodista y crítico de arte, refiriéndose al cuentista Mateo Booz -Miguel Ángel Correa-, destacó que Santa Fe en aquella época, “no era el lugar más apropiado para adquirir notoriedad intelectual o para despertar el interés público en torno de una vida dedicada alas disciplinas del espíritu. Había perdido, en aquel momento, un poco de su perfil patricio arrebatado en el vértigo de una transformación política y social que alejaba a las gentes de la contemplación y del arte.  Por este motivo tuvo que hacer sus primeras armas en el periodismo combativo de Rosario de principios de este siglo.  Él, que amaba el diálogo tolerante y hacía un culto de la amistad, hubo de romper lanzas por partidos o ideas que no le interesaban.  Pero en aquellos tiempos las fraguas intelectuales estaban en las imprentas y eran el único camino para labrarse un nombre en las letras.  Allí, en esas redacciones sin muebles y entre folicularios de todos los pelajes, hizo migas con otros extraviados en aquellas selvas del periodismo finisecular: Florencio Sánchez, David Peña, Emilio Becher, Emilio Ortiz Grognet… Con muchos de estos nombres está todavía en mora el recuerdo agradecido de la provincia o de la ciudad.  Por estas mismas calles que pisamos ahora anduvieron también Juan Zorrilla de San Martín, Olegario Víctor Andrade, Diego Fernández Espiro”. [91]

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Más señales…

Se generó el impulso de agregar en esta aproximación al periodismo durante el siglo XIX, algunos datos difundidos desde el diario El Litoral de Santa Fe de la Vera Cruz, síntesis elaborada por Cintia Mignone y publicada en la colección “Los que hicieron Santa Fe”.  En la portada del fascículo, reproducción del quinto número del Desengañador Gauchi-político / Federi-montonero, Chacuaco-oriental, Choti-protector, y Puti-republicador de todos los hombres de bien, que vienen y mueren descuidados en el siglo diecinueve de nuestra era cristiana, editado en Buenos Aires en 1820.

Con su singular estilo, el polémico periodista Fray Francisco de Paula Castañeda, en la primera plana incluyó una patética ilustración: una horca y un franciscano con la cabeza inclinada tras su Último Desprendimiento.  Debajo, este texto:

“El Teofilantrópico se está batiendo con un joven perulero, y es para alabar á Dios lo mucho que trabaja en vano; forceja el hombre en un fango inmenso, y cuando parece que va á pisar en suelo duro entonces es cuando”…

Aquí, la reiteración de los datos aportados por Cintia Mignone siguiendo el orden de la impresión y a los fines de orientar hacia más lecturas, teniendo en cuenta que al final del fascículo han destacado: “Este trabajo no es exhaustivo”.

  • 1819-1820: Gaceta Federal – “Aunque no fue el primer periódico… fue la primera hoja impresa que conoció Santa Fe”… (Imprenta volante del general chileno José Miguel Carrera.)
  • 1825: Derechos del Hombre o Discursos Históricos-Místico-Político-Crítico-Dogmáticos sobre los Principios del Derecho Político. (Fray Francisco de Paula Castañeda, imprenta de la Universidad de Córdoba.)  Pág. 374.
  • 01-06 al 17-09-1828: Vete Portugués que Aquí no es. (…”lucha contra los brasileños adueñados de la Banda Oriental”.)  Pág. 375.
  • 11-10 al 17-12-1828: Ven Portugués que Aquí es. (“Con la firma de la polémica paz con Brasil, Castañeda varió el nombre de la publicación”…)
  • 21-01 al 27-05-1829: Buenos Aires cautiva. Nación Argentina Decapitada a Nombre y por Orden del Nuevo Catilina Don Juan Lavalle. (“La sublevación de Juan Lavalle y el fusilamiento de Manuel Dorrego fueron esa vez las excusas. /…/ El último número fue el 27 de mayo, siendo el postrer título del fraile de combate, que se traslado a Paraná, donde murió en 1832.”
  • 25-05 al 10-08-1828: El Argentino (Hoja, “nueve números tirados”… “La primera fue redactada por el diputado de la Banda Oriental Baldomero García.”)
  • 14-11-1830 El Federal “culminó su existencia entre mediados de 1831 y principios del año siguiente”. Apareció “bajo el lema “Lex Populi, Dex Dei”… “El periódico daría cuenta de los episodios anteriores a la firma del Pacto Federal, del texto del tratado, de la guerra con los unitarios, la captura de José María Paz y la disolución de su Liga”…
  • 25-09 al 16-11-1840: El Libertador  “La imprenta del Estado quedaría ociosa por casi 10 años: hasta el momento preciso en que la invasión del general Juan Lavalle a la Provincia la sacudiera de su modorra para editar El Libertador… periódico tirado en medio de una guerra, sin pretensiones de continuidad… fue apenas la carta de presentación del invasor ante los santafesinos: ‘¡Viva la Federación! ¡Muera Rosas!, era la divisa.) Pág. 376

Junio a noviembre 1845: Eco Santafesino. (“El gobierno de –Pascual- Echagüe”…/  “Era redactado por el oficial primero de gobierno Ruperto Pérez”.)Pág.377

  • 27-03-1847 al 31-03-1848: El Voto Santafesino.
  • 16-06-1845: El Sudamericano. (“Su lema era, por supuesto, ‘Viva la Confederación, Mueran los salvajes unitarios” Su redactor fue Marcos Sastre, llegado a Santa Fe para dirigir el Colegio San Jerónimo.”
  • Septiembre de 1850: El Álbum Santafesino. (“El último de los títulos de Echagüe… y lo redactó en sus primeros números Severo González, siendo reemplazado luego por Pedro Echagüe, preceptor de primeras letras… se desconoce su fecha de desaparición”.
  • 01-01-1853: La Voz de la Nación Argentina. (“…cuyo redactor fue el presbítero Francisco Majesté. ‘Sólo se publicarán aquellos remitidos que el Gobierno creyese útiles y convenientes, rechazando desde luego los que fuesen contrarios a la moral cristiana o a la marcha del Soberano Congreso, o del Directorio Nacional, o aquellos que directa o indirectamente atacasen a las personas en su vida privada”…) Pág. 377

En la página central del fascículo, reproducción de una primera página con esta leyenda: “El diputado Manuel Leiva ofreció su imprenta para la impresión de La Voz de la Nación Argentina.  Antes, había colaborado en el Semanario de Agricultura, Industria y Comercio de Hipólito Vieytes. Ejemplar del 9 de enero de 1853.)

  • 1857:             El Chaco. (…Juan Pablo López decidió junto con su ministro de gobierno Juan Francisco Seguí editar un periódico, El Chaco. /…/  “Atravesando difíciles momentos económicos, Lucio V. Mansilla llegó a Santa Fe.  Se le ofreció la imprenta, papel, operarios y sueldo para que escribiera un diario que sostuviera la política de López. El contrato por el que asumía como director de la Imprenta del Estado con el compromiso de editar El Chaco dos veces por semana decía que debía ‘secundar con sus escritos la política del gobierno, sosteniendo las medidas de la administración’.  Como editor responsable figuraba el prensista Juan Burki.” Pág. 377 y 380.
  • Marzo de 1858: El Pueblo. (“…muy pronto, Mansilla” –Lucio V.– “se cansó de la ciudad y entregó la imprenta a su antiguo director Olayo Meyer. El propio ministro Seguí se encargó de la dirección del periódico que comenzó a salir… bajo el nombre de El Pueblo. Pág. 380
  • Nov. 1858 al 23-08-1860: El Patriota.  “Su lema era: ‘¡Defendemos la ley jurada!  ¡Son traidores los que la combaten!’.   El futuro poeta Olegario Andrade se hizo cargo de la redacción y propiedad del periódico en virtud de un contrato firmado con el gobierno de la provincia, que le entregó por un año la Imprenta del Estado a condición única de que publicara los documentos oficiales”…” / “…’El Patriota’ no es un periódico oficial’, aseguraba Andrade que, lo hubiera querido o no, se imprimía con un aparato del Estado, tenía al menos un sueldo de la provincia y recibía un subsidio del presidente.  Su último número conocido es el 154, del 24 de agosto de 1860.”

(Agrego: en septiembre de 1858, el general Urquiza anunció que renunciaría y comenzaron las disputas por la sucesión, en noviembre de 1859 continuaban defendiendo la candidatura de Santiago Derqui y en el escrutinio de febrero de 1860 obtuvo la mayoría absoluta, debieron elegir al vicepresidente: el general José Pedernera -puntano-, se impuso al tucumano Marcos Paz.  El 20 de marzo 1860 asumieron Derqui y Pedernera con mandato hasta 1866.)

—               La Fraternidad. (“Poco después y también con la colaboración de Andrade”…)

  • 09-12-1861 Libertad. (“Tras Pavón, Bartolomé Mitre designó gobernador provisorio a Domingo Crespo hacia fines de 1861”…)
  • 1862              La Unión  y La Verdad (“En febrero del año siguiente fue nombrado gobernador Patricio Cullen, durante cuyo gobierno se editaron La Unión y La Verdad.”)
  • 1865              El Tiempo (Del período de Nicasio Oroño se ha conocido la publicación de El Tiempo, aparecido en 1865.  Salía tres veces por semana… publicaba documentos oficiales y avisos de la Lotería de Beneficencia. ‘Es un periódico utilísimo y casi no hay individuo que no deba tenerlo por ignorar las disposiciones y medidas del gobierno que suelen resultar muy graves perjuicios en todo sentido’, dice un ejemplar de 1867.”)
  • 1868              El Pueblo (“…con Mariano Cabal comenzó la ‘era Iriondo’, apareció El Pueblo.  En su portada, declaraba: Este periódico publica los documentos de gobierno pero no es oficial”.)
  • 1879              El Fénix. Pág. 381.
  • 1871              El Nacional.
  • 1873              El Eco del Pueblo. (Propiedad de Luis Rueda, secretario del intendente de Santa Fe, quien casualmente ese año le ganó a El Fénix el concurso de precios para imprimir documentos municipales.  Durante sus primeros años, este ‘Órgano de la inmigración, comercial y político’ fue un periódico de la tarde, y en 1875, matutino.”)

“La multiplicidad de periódicos privados, además de los tirados por la Imprenta del Estado, y la imposibilidad de ejercer un exhaustivo control gubernamental sobre ellos, sumadas a la gran cantidad de publicaciones editadas en el resto del territorio provincial, llevaron a la necesidad de que; durante el gobierno de Servando Bayo, el 2 de octubre de 1856, se dictara la primera ley de Imprenta de la provincia” (Pág. 381)

Error al escribir 1856, es pertinente a 1876 porque el gobernador Servando Bayo y el vicegobernador Juan Manuel Zavalla asumieron el 7 de abril de 1874 y ejercieron el poder como tenaces opositores al doctor Nicasio Oroño, hasta la finalización del mandato en 1878. La autora de esas crónicas, destacó en un párrafo que “la discusión legislativa… contó con la presencia del ministro de Gobierno Manuel Pizarro”…)

  • 1876              El Santafesino.  (“Allí trabajó el reconocido educador Domingo Silva. En 1880, ese diario apoyó abiertamente la candidatura de Julio Argentino Roca a la presidencia con una divisa en su portada que lo nombraba como ‘su candidato’.” Pág. 381-382
  • 1885              La Libertad. “Dirigido por Ulises Mosset Iturraspe y sostenido por el Club Constitucional.  La feroz oposición de este periódico a la política de Zavalla se refleja en un editorial titulado ‘Gobernados por un idiota’…  En el número 18 de enero aparece otra referencia: ‘Todo el mundo sabe que la salud del cura se halla quebrantada hasta el infinito, que no conserva memoria de sus actos ni se da cuenta de lo que pasa por su persona (…) ¿Cómo es pues que el cura sigue conservando en sus manos inhábiles las riendas del Estado?”

(Agrego: El doctor Simón de Yriondo fue gobernador de la provincia durante el período 1871-1874; le sucedió el gobernador Servando Bayo hasta 1878 y fue reelecto Simón de Iriondo con mandato hasta 1882. Iriondo propuso para la sucesión a su cuñado, el Pbro. Manuel María Zavalla y fue electo el 7 de febrero de 1882. Por su enfermedad no pudo prestar juramento ni asumir esas funciones, prácticamente desempeñó esas funciones el vicegobernador Dr. Cándido Pujato… El doctor José Gálvez asumió como titular del Ministerio General de Gobierno en 1884… y fue el siguiente gobernador en el período 1886-1890.)

  • 1885              Los Principios.  “…tenía la siguiente inscripción en su portada: ‘Candidato de ‘Los Principios’: Dr. Bernardo de Irigoyen para presidencia. Dr. José Gálvez para gobernador.  Severo González para vice’.” Pág. 383

“Aun en aquellos años,” -así está escrito- “la dependencia de la prensa con respecto al Estado era importante.  Así lo denuncia La Libertad: ‘Conste que los periódicos ‘Los Principios’, El Pueblo’, ‘El Corondino’, ‘El Corondino’, ‘El Mensagero’, ‘El Pueblo’ de Rosario, ‘La Opinión Pública’ y ‘Los tiempos’ de Buenos Aires, están subvencionados por el gobierno de Santa Fe, unos directamente y a otros pagándoles un regular número de ejemplares para las oficinas públicas.  No es envalde (sic) el servilismo!’.”  Pág. 383

  • 1886              Nueva Época.  “A poco más de un mes de la asunción en la gobernación de José Gálvez, David Peña fundó Nueva Época, un diario que sobrevivió más de medio siglo. También en 1886 aparecieron El Tribuno y La Revolución, que con la pluma de Domingo Silva, continuó con la línea de Los Principios.” Aquí cursiva.
  • 1890              Unión Cívica, cuyos colaboradores fueron Jerónimo Cello, José A. Gómez y Gregorio Romero.
  • 1891              El Independiente.  (“Con redacción anónima y la administración de Bartolomé Leiva, comenzó a vocearse el ‘Diario de la Mañana: El Independiente.”

“En el final del siglo, se produjo una especie de explosión en la cantidad y los orígenes de los periódicos santafesinos, muchos de ellos de corta duración.  Se hizo cada vez más evidente la aparición de periódicos sostenidos abiertamente por facciones políticos”…)

Unión Provincial. “Tras el breve interregno radical, el candidato opositor a Luciano Leiva, José Bernardo Iturraspe, fundó junto con Domingo Silva el diario Unión Provincial, idéntico título al partido que los sostenía.  Pese a la derrota de Iturraspe, sobrevivió hasta 1905, ya que fue electo en el siguiente período.”

  • 1895              El Globo y El Pensamiento.
  • 1896              El Litoral y La Provincia “este último también sostenido políticamente por Iturraspe, con la colaboración de Martín Rodríguez Galisteo, Manuel Cervera y Ulises Mosset.Pág.383-384

 

Con el subtítulo Un siglo de historia impresa, Cintia Mignone destacó que “a fines del siglo XIX, el pretendido circuito periodístico-comercial no tenía muchas chances de funcionar aún por distintos factores: baja alfabetización, y otras ofertas que, debido a la combinación del primer factor con la posible ‘competencia’ (en realidad, simultaneidad de aparición de al menos dos periódicos), no alcanzaban para repartir suscriptores interesados en leer y ejercer el acto de comprar el diario.  Quedaba entonces la posibilidad del ingreso de dinero por la vía del Estado.

Esto último implicaba si no la pérdida total de independencia una gran parte de ella, en el sentido de atar la pluma del editor en sus posibles ‘críticas’ hacia sus jefes (el Estado, a quien le prestaba un servicio y que, tal vez, podía quitarle ese ingreso seguro que obtenía a partir de él.)”

Hay reproducciones de páginas de diversos diarios, todas con la constancia “Foto Néstor Gallegos. Archivo General de la Provincia.·

fotos de Néstor Gallegos:

Página 380: “Ejemplar de ‘La Libertad’ del 13 de enero de 1862.  En 1885, La Libertad denunciaba subsidios del Estado a otros periódicos.

 

Página 381:”Ejemplar del diario ‘La Verdad’ del 24 de agosto de 1864. “Ejemplar del diario ‘La Unión’ del 30 de octubre de 1862.

 

Página 382:”Portada ‘El Tiempo’ del 21 de marzo de 1867. (Foto Néstor

“Ejemplar de ‘El Santafesino’ del 30 de abril de 1880. (Foto Néstor

 

Página 383:  “Portada de ‘El Eco del Pueblo’ del 12 de mayo de 1873.”

“Diario ‘La Libertad’ del 16 de enero de 1885.”

“Diario ‘Los Principios’ del día 18 de abril de 1885.

 

Página 384: “Ejemplar de ‘El Tribuno’, de octubre de 1875.”

“Ejemplar de ‘El Independiente’ del 10 de marzo de 1892.  Su administrador era Bartolomé Leiva.

“Ejemplar de ‘El Obrero’ del 27 de mayo de 1879.”

“Diario ‘El Ferrocarril’ del 1º de diciembre de 1864.”‘

 

Consta en el pie de la última página del fascículo: “Este trabajo no es exhaustivo.  La idea y coordinación de los contenidos que integran los fascículos de la colección Los que hicieron Santa Fe es del Archivo General de la Provincia de Santa Fe.”

 

Segunda Parte

 

Homenaje a Horacio Caillet Bois

y al Ingeniero Elías Díaz Molano.

 

Siglo  XX…

Pocos periódicos y diarios de los tantos editados generalmente con evidentes propósitos de promoción de candidaturas políticas o de apoyo a los gobiernos, lograron continuar con sus ediciones hasta fines del siglo diecinueve.

En la capital de la provincia de Santa Fe, aun con crecientes dificultades seguían publicando Unión Provincial cuyo primer número imprimieron en 1893 por iniciativa del estanciero José Bernardo Iturraspe junto al talentoso Domingo Guzmán Silva.  También editaban Nueva Época desde 1886, tiempo de la candidatura del doctor José Gálvez, también seguía editando.

Tras sucesivas lecturas, aquí algunos datos relacionados con semanarios, diarios y periódicos publicados durante la primera década del siglo XX:

Siendo José Bernardo Iturraspe gobernador de Santa Fe, Ovidio Molinas empezó a editar La Opinión en 1901.

Casi a fines de esa década, en 1909, el doctor Juan Ramón Gómez comenzó a difundir el vespertino El Debate.

Con propósitos de favorecer el conocimiento del estado general de la ciudad, en 1909 también comenzaron a editar el semanario La Razón.

A principios de la segunda década aparecieron más diarios, algunos de breve permanencia y entre ellos, en 1911: El Parque –han reiterado que de tendencia radical y distribuido por la tarde, único que siguieron publicando al año siguiente-; el matutino Santa Fe, propiedad de los doctores José M. Zavalla y Alfredo Costa.

“El Heraldo” desde mediados del siglo XIX…

Domingo Guzmán Silva publicó también en el diario El Heraldo refiriéndose a asuntos relacionados con la Educación.

En torno a la reforma Constitucional de 1907…

En enero de 1906 Domingo Guzmán Silva ante la convocatoria para reformar la Constitución entre el 8 de diciembre de 1907 y el 8 de enero de 1908, dirigiéndose a los Sres. Convencionales y refiriéndose al gobernador Pedro Antonio Echagüe, escribió:

“…la exaltación al poder un hombre de ley, incontaminado al parecer, por haber pasado lo florido de su vida interpretando el Derecho y dando a cada cual lo suyo, se consideró feliz coyuntura para provocar la reforma”.

En aquellas circunstancias, al rememorar el desarrollo de la Asamblea de 1900, el memorioso Domingo Silva que se había opuesto a la sanción, destacó:

“Nosotros estuvimos en minoría, y los ejecutivistas, al vencernos, formularon una carta adelantada y previsora en ciertos particulares, más a tal extremo centralista en lo político y económico, que pudo desde luego preverse su corta vida.  Nació con la tara de al insuficiencia orgánica.”

 

“Dadas las personas, casi todas consulares, que dieron existencia a la Constitución de 1899, no puede dudarse sin temeridad de que les movió a tal obra el vivo anhelo de crear un organismo político lleno de eficacia para cimentar la libertad y escudar el Derecho”.

La Capitalde Rosario, desde 1867…

El diario fundado por Ovidio Lagos cuando impulsaban la capitalización de la ciudad de Rosario, fue editado ininterrumpidamente desde aquel tiempo.

1904: editorial sobre supresión de escuelas y consecuencias…

En la una editorial de fines de febrero de 1904, denunciaron al gobierno provincial del gobernador Rodolfo Freyre por el incumplimiento de las obligaciones relacionadas con el área educativa.

En aquel tiempo, el Consejo General de Educación tenía un déficit de cien mil pesos y desde el diario La Capital de Rosario destacaban que con un presupuesto insuficiente para la atención de los servicios escolares, terminarían suprimiendo escuelas.

Domingo Guzmán Silva reprodujo aquel editorial en la edición del 28 de febrero en el diario Unión Provincial y provocó reacciones en el gobernador Freyre y días después fue declarado cesante.

 “Nueva Época”, desde 1886…

Con el aporte de destacados colaboradores, seguían editando el diario Nueva Época que en 1886 organizó y dirigió el periodista David Peña siendo Ramón J. Lassaga el primer jefe de Redacción.  La administración y los talleres funcionaban en la antigua calle Entre Ríos, al sur de la ciudad.

14-05-1901: publicaciones en torno a “Dios” y la “Fe”…

Los lectores ya estaban acostumbrados a las polémicas entre los directores de Nueva Época y de Unión Provincial editado desde 1893 por iniciativa de José Iturraspe y su amigo Domingo Silva; también a la sucesión de notas de “anticlericales”  y como luego reiteró el historiador Díaz Molano, difundían “en los diarios santafesinos interminables discursos sobre asunto tan nuevo como la existencia de Dios”…  Rememora luego que “el flamante abogado, Dr. Raúl Villarroel… belicoso libre-pensador sostuvo una polémica con Don Rodolfo Benuzzi, que se prolongó durante varios meses y pudo haber durado años.  Villarroel reunió sus artículos en un folleto, que intituló ‘Reflexiones’ y se ocupó de hacerlo llegar a las personas de algún relieve.

Silva recibió un ejemplar dedicado por su autor, y le agradeció el envío, con una amable carta que publicó.  Allí le decía: [92]

“Mi distinguido amigo: He pasado muy buenos momentos leyendo ‘Reflexiones’.  Muchas de las composiciones que la forman me eran conocidas.  Sigo con interés la trayectoria, un poco parabólica, de su pensamiento ágil y tenaz.  ¡Y qué extraño!  En todas partes encuentro, más que al intelectual mechado de positivismo, al uso moderno, vale decir, según la fórmula rebelde, al creyente.

Sí, mi estimado Dr., al creyente.  Usted no es hijo intelectual de Haeckel ni de Büchner, ni de Darwin, es hijo intelectual de Renán.  Es Ud. un creyente, a pesar suyo… Por eso es Ud. tenaz y altivo, y temerario, a las veces; porque cree!”

“Yo he sido como Ud. un predicador, y mi combatividad, a la que debo tantos malos ratos, no era sino una manifestación, una exteriorización de mi fe.  He tenido bandera y la he amado; por eso he combatido.  Hijo del pueblo, he sentido sus dolores y conocido sus miserias, y por curar sus llagas he gastado los más bellos días de mi vida.  he sido y soy maestro porque sólo de la escuela esperé y espero la redención social.”

 

Es oportuno otro ejercicio de memoria porque sabido es que  Ernest Heinrich Haeckel (n. en 1834 en Postdam, m. en Jena, el 8 de agosto de 1919), contribuyó a la difusión de la teoría de la evolución natural desarrollada por Charles Darwin, investigador científico que llegó hasta el río de la Plata y luego recorrió parte del territorio patagónico. En 1866, Haeckel pronunció por primera vez una palabra que definía el estudio de una especie en sus relaciones biológicas con el medio ambiente: ecología en castellano –ökologie-, del griego oikos / casa y logos / estudio, ciencia, tratado. En 1899, Haeckel publicó Enigmas del Universo.

Ludwig Bürcher, médico y filósofo (1824-1899), hermano menor del revolucionario dramaturgo Georg Bücher  (1813-1837), publicó su libro Fuerza y Materia en 1855, referido a la filosofía de los materialistas franceses, casi en el límite del ateísmo y por tal contenido, fue obligado a renunciar a sus cátedras.

Ernest Renán (1823-1892), destacado escritor francés fue educado en un seminario y en 1854 abandonó la carrera eclesiástica para ingresar en la Universidad.  Publicó La vida de Jesús, el primer volumen de la “Historia de los orígenes del cristianismo” y siendo Profesor de  Lenguas Orientales, por el contenido de esa edición fue destituido.

No ha sido por casualidad, lo expresado por Renán:  [93]

“Lo que constituye una nación no es el hablar una misma lengua o el pertenecer a un mismo grupo etnográfico, sino el haber realizado conjuntamente grandes cosas en el pasado y querer seguir realizándolas en el porvenir”.

“Las grandes cosas de un pueblo las realiza ordinariamente la minoría.”

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Julio-Diciembre de 1901: “Tinta perdida”…

Con el seudónimo Gonzalo González de la Gonzalera, el talentoso Domingo Silva publicó varias notas de la serie “Tinta perdida” y entre ellas, una titulada “Los poetas del dolor”.  No fue por casualidad que su comentario publicado el 9 de julio de 1901, coincidiendo con la conmemoración del día de la Independencia Argentina declarada en 1816, terminara así:

“Pobres poetas del Dolor!  Habéis muerto de indiferencia y de olvido. No resucitéis y si resucitáis, encarnáos en cuerpos de financistas.”

 

Con el título El enemigo malo, en la edición del 8 de diciembre de 1901 -día de la Santísima Virgen María-, Silva destacó que:

“…el Demonio es un buen chico, en relación a las chicas casaderas”…

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 1904: controversias con Silva por temas de “Educación”…

Desde el diario Unión Provincial, el rinconero Domingo G. Silva publicaba editoriales y notas relacionadas con la Educación, críticas por decisiones de inspectores y ministros de educación…

En 1904, Silva reaccionó ante los comentarios periodísticos que le reprochaban sus  órdenes verbales y el traslado de maestros o disminución de sueldos en forma arbitraria y decidió publicar su diario  “Unión Provincial” una Carta Abierta a D. Juan Arzeno, director de Nueva Época, invitándolo a discutir públicamente los resultados de su gestión en el Consejo de Educación”.

Desde “Nueva Época” eludieron el debate porque estaba “mal dirigido; primero, porque se aprovechaba la ausencia del Dr. Arzeno; segundo, porque, en todo caso, la discusión debía entablarse con ‘La República’, diario rosarino que lo venía combatiendo desde tiempo atrás.  ‘Nueva Época’ se había limitado a repetir los cargos, aclarando que ‘si esto fuera verdad’, probaría que esa ley de inamovilidad que ‘Unión Provincial’ invocaba, se hallaba desde hace años en desuso”.

En la edición del 28 de enero de 1905, respondieron a Domingo G. Silva y aquí, la reiteración de un párrafo:

“Hemos subrayado aquí, las palabras ‘si esto fuera verdad’, para demostrar que lejos de asentir con lo dicho por ‘La República’, lo pusimos en duda, como que estábamos muy lejos de pensar que pudiera causar molestia al Sr. Silva’.”

Diciembre de 1904: construcción del Asilo Maternal…

En 1893 había llegado a Buenos Aires una joven religiosa de veinticinco años, Eufrásica Iaconis junto a siete hermanas que debían cumplir sus misiones en el Hospital Italiano de Buenos Aires y tiempo después, la servicial Eufrasia se hizo cargo de la atención de enfermos en el Hospital Italiano de Santa Fe, acompañada por cuatro hermanas.

A principios del siglo veinte, aumentaba la cantidad de niños que andaban por la calle mendigando y prácticamente sin educación escolar.  Fue entonces cuando ella expresó ante el primer Obispo de Santa Fe Monseñor Juan Agustín Boneo, su propósito de organizar un Asilo Maternal para “sacar de la calle” a los menores porque desde las 7 hasta las 19 podían asistir a clases y ser alimentados.  Autorizada para poner en marcha ese proyecto, comenzaron a trabajar en una pequeña casa ubicada en calle San Jerónimo y durante el gobierno del Dr. Rodolfo Freyre comenzaron las actividades mientras alentaban el propósito de construir un edificio amplio para poder desarrollar más servicios.

En diciembre de 1904, desde el diario Nueva Época destacaron:

“Vigorisímo impulso va cobrando la construcción del Asilo Maternal que se levanta airoso en la calle 9 de Julio, entre La Rioja y Tucumán.  Coopera con eficaces recursos a la realización de esta obra tan indispensable, el gobierno de la Provincia.”

El 30 de abril de 1905, inauguraron el nuevo edificio bajo la advocación de “Nuestra Señora de Guadalupe”, siendo padrinos el gobernador y su esposa.

Las Hermanas Concepcionistas continuaron con la conducción de ese proyecto educativo siendo la Madre Eufrasia Iaconis un ejemplo de tesón y solidaridad. La Secretaría estuvo a cargo de la Hermana Estanislada Tognoni.  [94]

1905:  comentario del periodista Caillet-Bois sobre Mateo Booz…

El destacado periodista Horacio Caillet-Bois refiriéndose a Mateo Booz –Miguel Ángel Correa-, en 1905, destacó que “este escritor, que se arraigó accidentalmente en Santa Fe por obra de una intervención nacional que en 1910 lo trajo en su elenco, se enamoró tan profundamente de nuestra ciudad, que ya no se quiso ir más de ella.  Pocos casos tan sentidos de amor a un terruño extraño, como el de este rosarino que se hizo santafesino… ejerció el periodismo en ‘Nueva Época’ y dignificó esa profesión, dotándola de un alto espíritu de ecuanimidad y de un estilo zumbón que escondía -en su aparente superficialidad- una profunda ilustración y una irrenunciable pasión por los más nobles ideales humanos.”  [95]

En la edición de Nueva Época del 14 de junio de 1905, con el título Puente Arrasado informaron que uno de los antiguos puentes de madera que unía Santo Tomé y Santa Fe había caído por la potencia del agua del río Salado…

En el hidrómetro del Puerto de Santa Fe, al día siguiente marcaba una altura de 7,83 metros…

¡Memorable gran inundación del siglo XX!..

Enero de 1907: Domingo Silva rector del Colegio Nacional…

Después del traslado del profesor Avelino Herrera, rector del Colegio Nacional “Simón de Iriondo” desde la capital santafesina hasta el colegio de Mercedes, en la provincia de Buenos Aires, fue designado para desempeñar aquellas funciones el perseverante Domingo Guzmán Silva, siendo vicerrector don Segundo A. Gómez y secretario el Dr. Antonio Juliá Tolrá, ambos amigos de Silva.

En el diario Nueva Época, publicaron un comentario y es oportuno reiterar un párrafo:

“A un intelectual brillante, a uno de los hombres que con más fe y entusiasmo abogó siempre desde el llano y desde la cumbre, por la causa de la educación, acaba de confiársele la rectoría del Colegio Nacional.”

 

Acerca de aquel tiempo, el ingeniero Díaz Molano escribió:  “Además de la conducción del establecimiento, Silva fue nombrado profesor de moral Cívica, cátedra que se dictaba en el último año de los estudios medios y que Silva consideró una tribuna excelente para consagrarse, desde ella, a la formación de la juventud.”

Como aún suele suceder cuando hay cambio de autoridades a la vez que desconocimiento de las aptitudes del sucesor, en los recreos algunos comentaban que Silva era un “periodista peleador” y otros decían que era “un maestro sin título, que tuvieron que echarlo de la Presidencia del Consejo”.

Entre los protagonistas de aquellos diálogos estaba Pío Pandolfo, quien décadas después editó su libro “Semblanzas santafesinas” incluyendo señales de la trayectoria de Estanislao S. Cevallos, Floriano Zapata y Domingo Guzmán Silva.

Es oportuno reiterar lo expresado por el doctor Pandolfo, siendo Silva el profesor de Moral Cívica y circunstancial reemplazante en otra cátedra:   [96]

“Un día había faltado el profesor de Instrucción Cívica y, en su lugar, el Rector se hizo cargo de la case.  Fue la primera vez que oí hablar del Preámbulo de la Constitución.  Fue explicado con severa elocuencia.  Su dicción, grave como la de un jurista romano, adquirió en aquella circunstancia, la majestad obligada por el tema.”

 

Suele suceder que tras las brumas de los agravios y de las calumnias, resplandecen los méritos de la perseverancia en los propósitos de obrar con autenticidad y responsabilidad.  No fue por casualidad que Domingo Silva, publicara con el título Moral Cívica y Política, sus apuntes que como lo destacó en el Prólogo, los había elaborado para ayudar a sus alumnos en la preparación de esa materia. Destacó el historiador Díaz Molano, que Silva, “como profesor de Moral Cívica no aspiraba tanto a enriquecer el cerebro, sino el corazón de los jóvenes”, evidentemente un pionero en la educación por el arte de vivir y convivir.   Silva al editar aquellos apuntes, expresaba a los jóvenes que “esperaba, con sus clases, despertar en ellos la conciencia ciudadana, Y decía:

“El hielo se combate con fuego.. Si la cátedra de Moral Cívica estaba llamada a los altos fines para que fue creada, debe tener perpetuamente a su frente a un tribuno, convencido y caluroso, con capacidad para infundir estos grandes alientos en los hombres que nos han de suceder en el escenario nacional”…

 

Luego el historiador Díaz Molano, a fines de la década del ‘70, refiriéndose a aquella edición comentada en su tiempo por distintos medios, escribió:

“En la parte final de su trabajo, Silva encaraba un tema áspero que todavía hoy es objeto de discusión.  ¿Deben los profesores actuar o no en política?  El artículo 47 del Reglamento General de los Colegios Nacionales, en su artículo 6º, lo prohibía.

Pues bien. Esa determinación le parecía pésima, insostenible. Para Silva, el profesor debía enseñar con el ejemplo, y mal ejemplo era el de substraerse a la vida cívica, contrariando convicciones, ‘por no perder una soldada’.”

 

Terminado el curso lectivo de 1908, el rector Silva elaboró una Memoria Anual que luego publicó con el título Enseñanza secundaria.  Ideas y Sugestiones.  Su prolongada experiencia como periodista le permitió acumular información desde distintas fuentes y sus vivencias como educador en diversos ámbitos y en diferentes niveles revelaban que no era un improvisado pedagogo…  [97]

Noviembre de 1907: la Reforma Constitucional…

Tras la sanción de la Constitución Provincial de 1900 durante el gobierno de José Bernardo Iturraspe, se sucedieron las críticas porque era evidente que le habían otorgado mayores atribuciones al Poder Ejecutivo y disminuyeron las del Poder Legislativo.

Continuaron los comentarios adversos durante los gobiernos del doctor Rodolfo Freyre y de Pedro Antonio Echagüe hasta que en una editorial de Nueva Época, el 19 de noviembre de 1907 destacaron:

“Ella no hizo más que restar facultades y prerrogativas a la Legislatura provincial, mientras que aumentó las atribuciones del Poder Ejecutivo, restando por consiguiente acción controladora a un cuerpo colegiado que es, por su representación y títulos, mandante legal de la soberanía popular.”

 

1910: Publicaciones oficiales en talleres de “Nueva Época”…

En aquel tiempo, en los talleres de impresión de diarios también se realizaban otros trabajos, entre ellos algunos solicitados por el gobierno.

El 18 de abril de 1910 ingresó en la Legislatura de Santa Fe un proyecto de ley a los fines de la autorización para pagar a la casa editora “Nueva Época” la deuda pendiente por “las publicaciones e impresiones ordenadas por la Junta Electoral Nacional y el Ministerio de Gobierno” con motivo de las elecciones del domingo 13 de marzo de 1910.

En la misma sesión se trató la autorización para pagar “…ciento veinte pesos al administrador del periódico “El Pueblo” de Rafaela, por gastos de publicación para las elecciones de electores de presidente y vicepresidente de la República”.

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12-05-1912: relatos de Domingo Guzmán Silva…

En el libro Semblanzas santafesinas, el doctor Pío Pandolfo dejó oportunas señales acerca de la trayectoria de Estanislao Zeballos, Floriano Zapata y Domingo Guzmán Silva.  [98]

Acerca de las obras literarias del destacado maestro Domingo Guzmán Silva, destacó que en los últimos años publicó algunas obras literarias en periódicos y diarios santafesinos.

En el diario Santa Fe, el 12 de mayo de 1912 un relato breve titulado: “Dos absoluciones, historia trágica de amor, con un fin moral”.

 

Quienes deseen leer ese relato tendrán que acercarse a algunas hemerotecas, entre ellas la del Archivo General de la Provincia, en la capital santafesina.

18-04-1914: primera sesión en el nuevo edificio de la Legislatura

Desde el 18 de abril de 1914, funcionó la Cámara de Diputados en el “nuevo palacio Legislativo”, edificado en terreno ocupado por la antigua aduana santafesina y posteriormente cárcel donde permaneció detenido el Gral. José María Paz.

La información en la primera página del diario “Nueva Época”, destacaba que la Cámara de Senadores continuaría sesionando en el recinto del Consejo General de Educación, frente a la plaza San Martín.

1914: denuncia contra el gobernador Menchaca – Legislatura…

Una mirada sobre los diarios de sesiones disponibles en la “Biblioteca de la Legislatura de Santa Fe”, permite recopilar más información acerca del Periodismo en la provincia de Santa Fe”.

El 25 de septiembre de 1914, el gobernador Manuel  J. Menchaca remitió una minuta a la Cámara de Senadores, con motivo de las “denuncias desdorosas y calumniosas contra la persona del señor gobernador con motivo de una suma de dinero depositaba en el Banco Municipal” que había sido publicada en el diario “Nueva Época”.

En consecuencia el gobernador resolvió “entablar las acciones criminales que correspondan contra el autor de dichas publicaciones”.

En esa oportunidad el senador Pedro Virasoro propuso que se invitara al “representante legal del Poder Ejecutivo” para que “diera esas explicaciones”.

Casi dos siglos después, hay sucesivas denuncias contra políticos y profesionales de la Justicia, se generan protestas y acciones judiciales, la mayoría de los litigios provocan cientos y miles de folios que descansan en los cajones o anaqueles de las oficinas públicas…

Releyendo por tercera vez estas páginas para hacer correcciones y enmiendas, rememoro lo expresado por el poeta:

“Todo está igual / nada ha cambiado…

El horizonte es el mismo…”

1916: final del gobierno del Dr. Menchaca…

Al asumir en 1912 el gobernador Dr. Manuel J. Menchaca, comenzó en la provincia de Santa Fe el primer ciclo de gobiernos radicales y hasta la terminación de ese mandato (1916), integraron el gabinete: Antonio Herrera -titular del ministerio de Gobierno, Justicia y Culto-; Dr. Manuel Francioni de Hacienda y Obras Públicas y Dr. Enrique M. Mosca de Instrucción Pública y Arquitectura.

En aquel tiempo, fueron gobernadores Pedro A. Echagüe (1906-10); Ignacio Crespo (1910-11) porque asumió el interventor Anacleto Gil  hasta el comienzo del gobierno del doctor Manuel J. Menchaca (1912-16).

 

En la provincia de Santa Fe, con frecuencia transgredían las normas vigentes para la presentación de los presupuestos provinciales a los fines de la oportuna aprobación en la Legislatura provincial.

Reitero lo escrito acerca de un debate en la Cámara de Diputados -siendo Waldino Buenaventura Maradona Villalba el primer diputado socialista en la legislatura santafesina desde el 20 de febrero de 1932 hasta la intervención-, cuando informaron que los presupuestos anuales que debía presentar el Poder Ejecutivo, no fueron enviados en tiempo y forma:

  • 1910: ingresó en la Cámara el 15 de junio de 1909.
  • 1911: ingresó el 31 de mayo de 1910.
  • 1912: primera administración radical en todo el país – Gobernador Dr. Manuel J. Menchaca-, no hubo presupuesto, siguiendo en vigencia el sancionado por la Intervención Nacional en el año 1911.
  • 1913: tampoco hubo presupuesto, no entrando en la Cámara el mensaje del Poder Ejecutivo.
  • 1914: recién se sanciona en la Legislatura un presupuesto.
  • 1915-1916: tampoco entran a la Cámara los mensajes del Poder Ejecutivo en el término que establece la Constitución.

 

Será necesaria la lectura de los periódicos y diarios de aquella época para advertir qué periodistas destacaban tales irregularidades.  [99]

 

Décadas después, en la Legislatura santafesina, el diputado Pío Isaac Monteagudo -departamento San Martín-, recordó en el transcurso de una sesión que el Dip. Nac. Enrique Dickmann -socialista- había expresado en el Congreso Nacional:  [100]

“Estoy, pues, en la verdad, cuando afirmo que la política radical en materia de presupuestos, es, dentro de las grandes calamidades que nos ha traído al país, la que más lo afecta”…

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1917: homenaje a Marcial Candioti.

En la edición del 21 de diciembre de 1917, en el diario Nueva Época publicaron una nota titulada: Evocación de don Marcial Candioti a causa de su muerte.

Este dato lo aportó el joven escritor Gustavo José Víttori en la primera edición de su libro Santa Fe en clave, editado en el año del sexagésimo aniversario del fallecimiento de Pablo Marcial Candioti, nacido en 1830 y casado con Geralda López. Es una de las citas pertinentes a su enfoque “34. Barrio Candioti, hito de la modernidad”. [101]

 

Sabido es que los Padres Jesuitas, después de la expulsión dispuesta por el rey Carlos III, debieron abandonar todas las colonias y el virrey Buccarelli debió enfrentar personalmente el proceso de desalojo y la transferencia de sus bienes a la “Junta de Temporalidades” que de acuerdo a testimonios y documentos, tras sucesivas decisiones incorrectas generó la pérdida de valiosos bienes materiales y culturales.

El historiador Luis María Calvo refiriéndose a aquellos hechos, destacó que por donación del hijo del Adelantado don Juan Alonso de Vera y Aragón a la Compañía de Jesús, pertenecían a la Chacarita -o la Chacarilla– de los Jesuitas, todas las tierras que con intervención de la Junta Municipal de Temporalidades, en 1810 -año del comienzo del movimiento independentista en mayo…-, siendo teniente de gobernador Prudencio María de Gastañaduy, fueron vendidas “al comerciante catalán Francisco Castañé y Martí, en representación de una sociedad que integraba con José Comas y Vilardebó y Domingo Clariá”.  [102]

José Comas había nacido en Mataró (Barcelona, España) y estaba casado con Melchora Seguí, hija de Bartolomé Seguí. Con su socio, el catalán Domingo Clariá, se dedicaron a comprar tierras en Paraná, en la provincia de Entre Ríos.  Domingo estaba casado con Josefa Álvarez y llegó a ser Alcalde de aquella ciudad.  En 1835 decidió invertir en la otra orilla del Paraná y en Santa Fe de la Vera Cruz adquirió todos los derechos sobre los terrenos que había comprado el catalán Castañé, luego los vendió a don Antonino Cabal casado con Micaela Bravo, quien tras la muerte de su esposo, los enajenó al brigadier general Pascual Echagüe (gobernador de Santa Fe en el período 1842-1851) y esposo de Manuela Puig.  [103]

En 1867, la viuda de Echagüe, “otorgó escritura de venta a favor de don Marcial Candioti quien dos décadas después, habría de proyectar su urbanización”.  /…/  “…en fechas cercanas a la adquisición de don Marcial Candioti, Domingo Crespo, gobernador en 1851-1854, compró tierras vecinas a toda la extensión de su lindero norte…  Ambas lonjas, sumadas, comprendían la superficie existente entre las actuales calles Balcarce y Castellanos en al dirección sur-norte y las avenidas Rivadavia-Víttori y la laguna, de oeste a este. Esas fracciones habían sido compradas al hijo de Juan Ignacio de Basaldúa, quien en la escritura de traspaso de ‘la Chacarita’ a Castañé y Martí en 1810 ya aparece como lindero mencionándose allí que las hubo, a su vez, de don Manuel Carballo”.

Explica Gustavo Víttori que tras el fallecimiento de  Domingo Crespo, pasaron a la sucesión y en acuerdo familiar fueron cedidos a Ignacio Crespo -gobernador de la provincia 1910-1911- quien los vendió el 12 de septiembre de 1888, en bloque, a Celestino Rosas.

“Será, por fin, en los predios de Marcial Candioti y de Celestino Rosas, abarcativos de la superficie comprendida entre las actuales calles Hipólito Irigoyen, al sur, y Castellanos, al norte; y las avenidas Rivadavia-Víttori, al oeste, hasta la laguna, en el este, donde en 1889 se extenderá oficialmente la partida de nacimiento del barrio Candioti”.

Era el tiempo de la Exposición Universal de París en el centenario de la Revolución Francesa, tiempo de la inauguración de la Torre Eiffel cerca de uno de los puentes sobre el río Sena… cuando recorría aquellas calles el maestro Pablo Pizzurno, ya con el propósito de llegar hasta Suecia para observar cómo eran las innovadoras experiencias con el método “Slöjd” que desarrollaban en la Escuela Normal de Nääs, luego realizadas en Santa Fe de la Vera Cruz, y comentadas desde los periódicos de la época durante la presidencia de Domingo Guzmán Silva en el Consejo General de Educación.

 

Es interesante rememorar que obra del ingeniero que diseñó y construyó la torre Eiffel en la capital parisina, es el alto molino metálico, con sólida estructura de hierro que aún es posible observar en el pueblo de Dolores, cerca de Capilla del Monte, frente a la casa donde el escritor, periodista y político Gustavo Martínez Zuviría descansaba durante las vacaciones con su familia, en una casona rodeada con frutales, frente a una escuelita rural.

Sabido es que hasta principios del siglo veinte, cuando en la capital santafesina publicaban la revista “Vida Intelectual” dirigida por Ramón J. Lassaga, Julio A. Busaniche y Ramón J. Doldán, el secretario Gustavo Martínez Zuviría aún no era conocido con el seudónimo Hugo Wast. [104]

A principios del siglo veintiuno, emociona estar cerca de aquella casa y leer lo pintado cerca de la puerta de entrada, sobre el muro color rosado:  Flor de durazno.  En ese lugar, escribió Hugo Wast la novela que publicó en 1911 y que cinco años después fue filmada -sin sonidos- “para el sello Patria Film” y según han reiterado, son “obras inexistentes en la actualidad.”  [105]

También hay otro dato interesante porque distintos escritores han aludido a la invitación que le hizo en 1919 a su amigo Miguel Ángel Correa, pidiéndole cuando ya estaba entre las sierras, que dedicara una semana a escribir dos relatos breves entregándole una Biblia, papeles en blanco, lapicera, pluma y tinta… Fue entonces cuando aceptada la propuesta, comenzó el desarrollo creativo de quien luego sería reconocido como Mateo Booz, seudónimo -casi nombre y apellido- con resonancia bíblica. Títulos: La reparación y El agua de tu cisterna. Gustavo guardó esos originales envió una copia a Luis Luchia Puig con el propósito de lograr la edición en la revista literaria bonaerense La novela del día que ya tenía en circulación veinte volúmenes, colección que habían iniciado con Bombarda de Hugo Wast.[106]

 

Siglo tras siglo, de continente a continente, hay señales casi imperceptibles que esencialmente constituyen claves insoslayables…

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Recuerdos del periodista Rafael López Rosas…

José Rafael –Rafincho– López Rosas, entre la discordia y la melancolía, refiriéndose a la casa colonial donde editaban Nueva Época, comentó que “en su florido patio con aljibe, celebró Juan Julián Lastra, integrante de la redacción, la aparición de ‘Las rosas del deseo’, su primer libro de versos; y entre artículo y articulo, Diego Fernández Espiro elucubró sus afamados sonetos.”

Es oportuno destacar que Juan Julián Lastra, escribió el prólogo del primer poemario de la joven Alfonsina Storni: La inquietud del rosal editado en 1916. En aquellas circunstancias, Alfonsina dijo: “Hace aproximadamente un año, Juan Julián Lastra me instó para que publicase este libro.  Fue entonces que me escribió espontáneamente y de una plumada el juicio del que me he permitido hacer prólogo sin consultarlo al respecto.  Algunos versos que o conoce están aquí; otros que conocía no los he incluido. Y aún cuando esto significa un desorden, que Lastra ha de perdonarme, me place ponerme de este modo al alcance de las tijeritas de oro.  ¿Quién desconoce el milagro de que es capaz  el poeta?… Cada gota de sangre puede ser un rubí…”  [107]

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“Una tarde hizo su entrada al diario un hombre alto, moreno, de voz ronca y mirada  penetrante.  Venía de la costa, de San Javier.  El río y el monte de sus pagos le acompañaban.  Se llamaba Alcides Greca.  Venía como redactor.  Entre sus bolsillos asomarían.pensamos- los originales de ‘Viento Norte’, o en su cabeza ya estarían rondando sus ‘Cuentos de comité’.”

López Rosas destacó que fue brillante la época en que dirigió Nueva Época el escritor Martínez Zuviría y publicaban el doctor Zenón Martínez -rector de la Universidad-, Manuel del Sastre y Manuel Carlés, Julio Martínez Gálvez, también  los engendros literarios de Carlos Alberto Leumann”…

“Años más tarde el plantel fue cambiando.  Fue por entonces, del 20 en adelante, cuando se produjo una saludable renovación, con el empuje de Mateo Booz y Carlos Eduardo Carranza, dos prestigiosos cuentistas cuyas famas ya empezaban a trasponer los límites de la provincia, y las esporádicas colaboraciones de Horacio Caillet Bois.  Junto a ellos, un destacado grupo de periodistas, entre los que se contaba Roberto Caminos, Antonio Juliá Tolrá y Queblen Tissieres, honraba la nueva casa de Moreno y San Martín, donde funcionó hasta sus últimos años ‘Nueva Época’.”

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1921: memorable huelga de maestros…

Tras la renuncia del gobernador doctor Rodolfo Lehmann y del vicegobernador Francisco Elizalde, el 1º de diciembre de 1919 asumió con carácter interino el caudillo sureño Juan Cepeda y tras los comicios, el 1º de diciembre de 1920 comenzó el gobierno del doctor Enrique M. Mosca, siendo vicegobernador Clorindo Mendieta.

Los maestros durante catorce meses no percibieron sus haberes y tras sucesivas protestas comenzaron manifestaciones en las calles santafesinas desde mediados de mayo de 1921, luego realizaron una huelga que el gobierno del doctor Mosca rechazó declarando cesantes a los dirigentes gremiales, entre ellos el presidente de la Asociación del Magisterio Raimundo J. Peña…

(Acerca de aquel conflicto, en estas páginas hay más información recopilada en la Hemeroteca del “Diario El Litoral” de la capital santafesina y es oportuno agradecer la co-operación de la bibliotecóloga Mary Tévez y de diverso personal de esa sección.)

Directores de “Nueva Época”…

Sabido es que después de Ramón Lassaga, dirigieron Nueva Época destacados políticos: José Ignacio Llobet -ex alumno del Colegio Nacional de Rosario, compañero de José David Peña-, Juan Arzeno, Lorenzo Anadón y los escritores Gustavo Martínez Zuviría –Hugo Wast– y Miguel Ángel Correa –Mateo Booz– durante la segunda década del siglo veinte, tiempo en que colaboraban con trabajos literarios o históricos el doctor Zenón Martínez; Horacio Caillet-Bois (Director del Museo de Bellas Artes “Rosa Galisteo de Rodríguez” desde su creación); los distinguidos doctores Antonio Juliá Tolrá; Francisco Magín Ferrer, Eugenio Wade, Agustín Zapata Gollán…

“Unión Provincial” (desde 1893)…

Aunque soportaron dificultades, los responsables de Unión Provincial lograron continuar con sus ediciones hasta principios del siglo veinte.

Aquí, algunas señales de aquel tiempo…

08-03-1901: oposición a las escuelas normales…

En la capital santafesina continuaban las publicaciones contrarias a la política educativa impulsada por Domingo Guzmán Silva con el argumento de que no estimulaban las “costumbres religiosas” y así fue como el presidente del Consejo General de Educación, una vez más, desde el diario Unión Provincial rebatió tales críticas.

En la legislatura provincial habían planteado la posibilidad de clausurar las Escuelas Normales Superiores de la capital y de Rosario porque de acuerdo a la Constitución Nacional, el Poder Ejecutivo sólo estaba obligado a proveer educación elemental, no la secundaria ni superior.

En la edición del 8 de marzo de 1902, Silva destacó:

“El gobierno estudia la forma de evitar esa suspensión transitoria que la dura situación del erario parece reclamar”.

“¿Lo conseguirá?  Todos lo deseamos.”

Cinco días después, el gobernador Rodolfo Freyre firmó el decreto de suspendiendo los cursos profesionales de las escuelas normales, organizaron tres Escuelas Graduadas Superiores.   El ministro de Instrucción Pública Dr. Julián V. Pera había intentado evitar esos cambios y debió establecer que en Santa Fe de la Vera Cruz, quedaran Eudocio S. Giménez a cargo de la “Escuela Graduada Superior de Varones”; Malvina Zerda de la de Niñas y en Rosario, Graciana Burucuá de la de Niñas.

Desde los diarios opositores La Opinión y Nueva Época, celebraban el resultado de sus campañas en contra de aquellas escuelas.

Recién siete años después, en la provincia reestablecieron aquellos servicios educativos cuando fue creada la “Escuela Normal Mixta de Coronda”…

04-05-1901: reclamo de la subvención nacional…

Domingo Guzmán Silva, al asumir la Presidencia del Consejo General de Educación se alejó de la dirección de Unión Provincial delegando esas funciones en el doctor Urbano de Iriondo y continuó difundiendo sus comunicados a la población desde las páginas de ese diario. A comienzos de mayo decidió enviarle una nota al Dr. José María Gutiérrez, presidente del Consejo Nacional de Educación tras enterarse de la comunicación referida a la imposibilidad del pago del “tercer cuatrimestre de la subvención escolar, por haber recibido ésta en los dos anteriores, la décima cuarta parte del monto total de  la suma acordada a todas las provincias.  Esto respondía a una resolución adoptada anteriormente por el Consejo y comunicada en su oportunidad a las provincias”.  [108]

El presidente Silva después de aludir a la ley 2737 del 4 de octubre de 1890, destacó que “la décima parte se refería a los anticipos; el Consejo Nacional de Educación mezclaba y confundía ambos conceptos, anticipo y subsidio.  De ahí que la resolución de dicho organismo carecía de base legal… Entre tanto, Santa Fe contaba con 40.000 niños que no recibían educación alguna, por carecer de fondos para crear escuelas nuevas.  Solicitaba, pues, que fuera revocada la resolución sobre el monto de los anticipos.

La argumentación de Silva pareció irrefutable; el Consejo Nacional de Educación vaciló antes de insistir, y finalmente, elevó el legajo a consideración del Ministerio de Instrucción Pública.  No sabemos lo que pasó después. Lo más probable es que el expediente duerma su plácido sueño en alguna oficina ministerial.”

22-06-1902: críticas acerca de un proyecto educativo…

Con el seudónimo Gonzalo González, desde el 22 de junio de 1902 en el diario Unión Provincial difundieron lo escrito por Domingo Guzmán Silva en oposición a la iniciativa del diputado provincial Celestino L. Pera tendiente a abolir la enseñanza gratuita aunque la Constitución Nacional establecía la responsabilidad del Estado en lo inherente a la educación primaria en la niñez; también impulsaba en esas escuelas no enseñaran doctrina católica; que los recursos obtenidos por el Consejo General de Educación pasaran a Rentas Generales, prácticamente convirtiendo a ese organismo en una oficina administrativa: la Dirección de Escuelas cuya misión estaría a cargo de un funcionario designado por el ministro.  En sus notas Domingo Silva aludió al artículo 4º de la Constitución Nacional que reconocía como religión del Estado a la Católica Apostólica Romana y destacó que Celestino L. Pera era masón.

Rememoró en aquellas notas, lo expresado por Juan Bautista Alberdi en su libro Bases y Puntos de Partida para la Constitución Nacional, una de las obras de consulta de los convencionales que desde noviembre de 1852 hasta el 1º de mayo de 1853 deliberaron en el Cabildo santafesino:

“Si queréis pobladores morales y religiosos, no fomentéis el ateísmo.  Si queréis familias que formen las costumbres privadas, respetad su altar a cada creencia.”

28-12-1902: reducción del presupuesto y cierre de escuelas…

Desde el diario Nueva Época, difundieron diversos argumentos a favor de iniciativas del gobernador Rodolfo Freyre apoyadas por algunos legisladores, tendientes a reducir en un 12% el presupuesto destinado a Educación mediante la supresión de Escuelas Normales…

Domingo Silva se refirió a aquellas propuestas en la edición de Unión Provincial  del 28 de diciembre de 1902 y publicó la lista de las principales familias santafesinas que enviaban sus hijas a la Escuela Normal… Destacó que aún no había egresados de la Escuela Normal Nacional de Esperanza y aunque continuaron las controversias en torno a tal supresión, en 1902 sólo subsistieron los cursos de aplicación como escuelas primarias.

El entonces ministro de Instrucción Pública Dr. Julián V. Pera, declaraba que “estaba preocupado por resolver el problema” y Domingo Guzmán Silva, siendo presidente del Consejo General de Educación y tras lograr que pudieran terminar sus estudios los maestros y preceptores de las extinguidas Escuelas Normales mediante la aprobación de un curso especial, en el salón de actos de aquella repartición dijo:  [109]

“No sin pena, hemos dado el adiós a esas últimas golondrinas escolares, que nos recuerdan las escuelas normales santafesinas.”

(Siete años después, creada la Escuela Normal Provincial de Coronda, reaparecieron algunas desaparecidas…)

Abril de 1903: crónica tras el fallecimiento del senador Floriano Zapata.

Sabido es que al año siguiente de celebrar su matrimonio con la joven Esmeralda Rodríguez Galisteo, a los 54 años de edad, falleció el senador provincial Floriano Zapata.

Tras una aproximación a la hemeroteca de la Biblioteca Popular “Dr. Amadeo Ramírez” es posible leer los enormes volúmenes de la colección de “Unión Provincial” y por lo expresado en la edición del viernes 17 de abril, saber que al ser trasladado el ataúd estaban en la estación del ferrocarril su “atribulada compañera”, algunos familiares y entre ellos “el Dr. Martín Rodríguez Galisteo” y el señor “Agustín Zapata”; los senadores “Irigoyen, Iturraspe, Peiteado, Gollán y amigos: “Dr. José A. Gómez, Juan Arzeno, Dr. Manuel Cervera, Dr. Severo Gómez, Dr. José Ma. Paseggi y Luis Lassaga.

 

(Es oportuno rememorar que en 1903, integraban la Legislatura de Santa Fe: Senadores: Eudoro Cullen, Alejandro Echagüe, Rafael M. Funes, Manuel Irigoyen, Emilio D. Ortiz. Pedro Palenque, José I. Peiteado, J. Terrosa… Diputados: Mariano Acosta, Ángel D. Alfonso, Luis V. Alfonso, Juan Arzeno, Francisco J. Barco, Juan P. Beleno, Bruno, Campos, Juan Cepeda, Francisco Constanzo, Gerardo Costanti, Juan Carlos Crouzeilles, Carlos Eguía, Benito Freyre, Gómez Iriondo, Iturraspe, Emilio Lamas, Lamothe, Ramón Lecubarry, Emilio A. Leiva, Jorge M. Lubary. Federico Maurer, Juan B. Mundín, Roque J. Niklison, Ramón P. Portal, Celestino Pera, Ramón Rodríguez Soto, Sívori, Enrique Thwaites, Zucchi.)

 

Destacaron en la crónica de Unión Provincial que “el senador Echagüe acompañó los restos hasta Coronda, quedándose allí”.

“Desde la 2 de la tarde empezó la afluencia de gente a la estación del ferrocarril Santa Fe, por donde debían llegar los restos del senador Zapata. Media hora después se hacía imposible la circulación por el andén; tan extraordinario era el número  de personas que habían concurrido, pudiendo decirse sin exageración que allí  estaban representadas todas las clases sociales, desde el alto funcionario público hasta el modesto ciudadano.

A las 2, 1/2 hs. se recibió aviso de que el tren expreso salía de Las Flores. A esa hora la Estación rebosaba de gente, encontrándose en ella los hombres de más significación que hay en la política, el comercio y la sociedad.”

En términos del periodista el gobernador de la provincia no pudo hacer acto de presencia ni en la recepción ni durante el sepelio, porque estaba ligeramente indispuesto, pero concurrieron los ministros del Poder Ejecutivo, senadores y diputados, miembros de la judicatura y el foro, el senador nacional Dr. Eugenio Puccio, el director general de escuelas S. Silva y muchos otros. Desde Buenos Aires concurrió Gabriel Carrasco”.

¿Periodista, escritor o publicista?
  1. Emiliano Sánchez periodista de la Unión Provincial inquiere:

“Era periodista? Escritor? Publicista? Pues eso es todavía vulgar. Mucho lo hacen y alcanzan tales honores. Lo que ha sido Floriano es otra cosa. Ha sido una conciencia libre, una razón repasada y serena, un ariete intelectual en los conflictos y hechos de su vida pública.”

“Era además, muy respetado y querido. Tenía ganada su legítima influencia.

Tenía también el corazón ancho, muy ancho: tanto, que allí no había colonización de odios, trampas, enconos, vanidades zonzas, recriminaciones ni falsas e hipócritas reminiscencias!”

Artículos suyos hubo que valieron por una batalla.”

“…su fuerza estaba en la cultura de su palabra puesta al servicio de una lógica verdaderamente formidable.”

  1. Emiliano Sánchez nos informa acerca del incendio de la biblioteca del autor, hecho acontecido un año antes.

“No hace todavía un año cierta mano criminal hizo arder los papeles del distinguido escritor. El fuego consumió un sinnúmero de preciosidades: la labor madura del escritor concienzudo y brillante. De tan villana manera desaparecieron páginas que nadie escribirá como él.” La Historia de los periodistas del Plata y Vida anecdótica del general Urquiza. Con estas obras inéditas desaparecieron la colección de sus trabajos literarios y gran parte de su correspondencia con los políticos, periodistas y literatos de algún renombre que tuvo el país en la última mitad del siglo XIX correspondencia que “constituía un verdadero tesoro, una mina de oro fecundísima para el estudio de la psicología argentina.”

Como aún suele suceder, en aquel tiempo comentaron que “al parecer el incendio habría sobrevenido por una venganza de características pasionales, ejecutada a raíz de la boda de Floriano Zapata con Esmeralda Rodríguez Galisteo”.  [110]

Mayo de 1903: notas relacionadas con “positivismo” y “Fe”…

El joven abogado Raúl Villarroel recopiló sus últimos trabajos en 1903 y editó su libro Ciencia y Fe, incluyendo el prólogo escrito por Horacio F. Rodríguez.

Domingo Silva con el seudónimo Gonzalo de la Gonzalera, publicó un artículo en Unión Provincial, atractivo desde el título “¿La ciencia contra Dios?

“Cada siglo, ha tenido cierta suma de verdades científicas y eso no obstante; cuán pocas quedan y cuántas de las que quedan están ya cuestionadas por demostraciones nuevas.”

“Las ciencias exactas por excelencia, las matemáticas, ¿son acaso ciencias demostradas?

A la ciencia, no le toca negar; le toca probar, le toca demostrar.  Y esto es precisamente, lo que no sabe hacer.”

Destacó el historiador Díaz Molano que “una semana después, insistía con un artículo “¿Contra los ídolos?  Pues a ellos”.

Febrero de 1904: Silva enfrentando más dificultades…

Tras la edición del 27 de febrero de 1904 del diario Unión Provincial que incluía la reiteración de la editorial de La Capital de Rosario, donde informaban que el Consejo General de Educación tenía un déficit de $ 100.000.- y que en consecuencia aumentaba el riesgo de cierre de escuelas, se generaron comentarios en el seno del gobierno del doctor Rodolfo Freyre y apuntaron al responsable Domingo Guzmán Silva, quien al día siguiente, había publicado su editorial, con el título: “Nuevo Curso Escolar” insistiendo en la carencia de recursos para mantener los servicios de educación primaria.

La reacción fue inmediata y Silva al enterarse que habían decidido su cesantía se acercó a su amigo José Bernardo Iturraspe que vivía en San Francisco cerca del límite con Córdoba para comunicarle que iba a renunciar.  Iturraspe no creyó que el agua llegaría al río pero Silva el último día de febrero ya había firmado la Memoria y Balance y había dispuesto que todas las oficinas concretaran el inventario de los bienes, lógicamente una evidencia de su cercano alejamiento.

En la edición del 2 de marzo de 1904, desde su diario “Unión Provincial”, Domingo Silva comentaba:

Mi destitución.  Antecedentes del hecho.  Destituidor y destituido”. /…/

“En el decreto que lleva la firma de mi amigo y correligionario D. Julián V. Pera, no se señala causal alguna”.

 

Tras reiterar aquella información, el historiador Elías Díaz Molano escribió que “…a su juicio, Freyre debía al menos, dar explicaciones al pueblo de los actos de su administración.  El Zar de todas las Rusias no era capaz de hacer tal cosa, no procedía así, y ‘cuando hacía alguna barrabasada, se encomendaba a Dios’.

Silva afirmaba que Freyre, en cambio ‘se mete de hoz y de coz en cualquier andurrial sin siquiera santiguarse.  Así sale ello’.  /…/  Su defensa de la escuela y de los maestros, por un lado, y su lealtad a Iturraspe, habían sido las causas que despertaron la ira de Freyre, quien según Silva, ‘debía todo lo que es a su tío D. Bernardo Iturraspe’.

A continuación, señalaba:

‘He servido 25 años en la vorágine política.  Cuando se hizo cargo Freyre, quise renunciar.  ‘No piense mal’, me dijo Iturraspe.  Sirva con corrección, como siempre, ayúdelo y verá que no pasa nada’.

Y no renunció, aunque le pareció exagerado el optimismo e su amigo y consejero.  Pero Freyre comenzó a hostilizarlo, ‘negándome, dice Silva, la sal y el agua’.

Cuando se produjo la escisión política entre Iturraspe y Freyre, éste se vengó con Silva.  Bien está aquí el paralelo que establece éste último para juzgar a su verdugo:

‘Un ilustre hombre público griego -Arístides, me parece- fue llevado alguna vez ante el Tribunal del Arcópago, acusado de ser enemigo de Atenas. ‘Y por qué me acusáis, preguntó?… –Porque estoy cansado de oírte llamar el Justo, contestó el acusador’… Guardando la distancia, me parece que a mí me acontece algo parecido’.

Las palabras finales de su aclaración y desahogo, eran las siguientes:  [111]

‘Debo agradecer al Sr. Freyre un decreto que agravia a mi estómago pero que pone a salvo mi dignidad masculina’…

‘Así pago yo la deuda política que tiene el Dr. Freyre con el Sr. Iturraspe’.”

Fallecimiento de Nicasio Oroño…

En la edición del 16 de marzo de 1904, domingo Silva desde el diario Unión Provincial, destacó la personalidad del impulsor de la inmigración y de la formación de colonias, que tantas veces había expresado: “El lazo embrutece, el arado civiliza”.

Aquí, algunos párrafos de aquella nota, homenaje a don Nicasio Oroño:

“Liberal de la más pura cepa, su vida es digna de Plutarco”.

“…sus iniciativas no fueron estériles ya que hoy están en su mayoría en plena fructificación y constituyen su justificación y un claro homenaje a su talento.”

…………………………………………………………………………………………………

Marzo de 1904: alusiones desde “La Opinión”…

A comienzos del siglo veinte empezó a circular el diario La Opinión, con noticias de índole general y énfasis en los asuntos políticos.

 

El 2 de marzo de 1904, Domingo Guzmán Silva reasumió la dirección de Unión Provincial que hasta entonces estuvo a cargo de José G. Paz, vocal del Consejo General de Educación quien siguió colaborando con el diario.

Ese mismo día, en el diario La Opinión que circulaba desde el año anterior, con noticias de índole general y evidente énfasis en temas de la política lugareña, publicaron una nota aludiendo a “elementos perniciososplumas y hojas mercenarias que han extraviado a la juventud”.   Al día siguiente, agotada la reconocida tolerancia de Domingo Guzmán Silva y con el propósito de situar en su precisos lugar aquel conflicto, publicó una nota en Unión Provincial, titulada “Hablemos claro”:

“No estamos en nuestro puesto de la prensa, para andar con medias palabras ni utilizar como arma el estilete.

Hemos saludado al adversario, sea quien fuere, con la punta de la espada, dispuestos al duelo sin careta como cuadra a los caballeros.”

‘La Opinión’, si quiere batirse con nosotros, debe guardar su arma favorita y empuñar la espada, hablando claro.”

Más cesantías en el Consejo – Marcial Rafael Candioti en la Presidencia…

Tras la cesantía de Domingo Silva como presidente del Consejo General de Educación, el gobernador firmó el decreto estableciendo el cese del secretario general doctor Rodolfo Aragón, quien como destacó Silva desde Unión Provincial había trabajado durante años demostrando su idoneidad.  También en esa nota nombró “a maestros meritorios como Salvador C. Vigo y otros”…

“Se ha nombrado en su lugar a Rodolfo Benuzzi… una designación desgraciada”…

 

En Unión Provincial publicaron también información el 4 de marzo de 1904,  acerca del acto de asunción del doctor Marcial Rafael Candioti en la Presidencia del Consejo, tras breves expresiones de Silva que estaba acompañado por el ex vocal Paz mientras Segundo A. Gómez, el otro vocal, estaba enfermo en el cercano pueblo de Santo Tomé.

Marcial R. Candioti inicialmente no estaba dispuesto a aceptar aquel ofrecimiento porque también era amigo de Domingo Silva y como estaba enfermo, debió delegar aquellas funciones durante unos días en el vocal  Dr. Segundo Gómez, quien luego renunció.

 

El 6 de marzo de 1904, Silva empezó a publicar “en forma de folletín, la Memoria del Consejo correspondiente al año 1903: Claro que, en realidad, aprovechó para reseñar allí la obra cumplida en los seis años de gestión”, como lo destacó el historiador Elías Díaz Molano.   Hay datos significativos que aquí reitero:

  • -Entre 1898 y 1903, “como los recursos para la educación fueron misérrimos, sólo pudo crear 9 escuelas en toda la provincia”, nueve escuelas… “presionando a favor del cumplimiento de la ley”.
  • -En el lapso 1898-1903 la inscripción de alumnos había aumentado en más del 50% porque al asumir había 21.587 alumnos y cuando cesó, estaban registrados 32.647 mientras “la asistencia media había aumentado en casi el 70% (De 15.748, la cifra se había elevado a 26.383.)”
  • -En 1903, la asistencia media “había llegado al 80% en cifras redondas.  Debió considerarse un iluminado, dispuesto a llevar esa cifra al 100%, pues no había otra solución”…

 

En aquellas publicaciones de Unión Provincial han quedado más datos acerca de la Educación en la capital santafesina a principios del siglo veinte.  Domingo Silva lamentaba que “el uso del diccionario no se hubiera generalizado en nuestras escuelas” y recomendaba:

“a) La historia no debía limitarse a lo anecdótico, es decir a lo biográfico o episódico; cada pasaje debía ilustrarse, buscando vivirlo hasta provocar la emoción del alumno, frente a los hechos principales de sacrificio y de heroísmo.  De este modo, se levantaría el espíritu de los niños, enseñándoles a ser mejores.

        1. b) Debía hacerse conocer la Constitución Nacional a los alumnos de la escuela primaria.
        2. c) Cada aula debía llevar el nombre de un prócer, y cada grado debía hacerle una fiesta anual, colocando en lugar destacado del salón su retrato de gran tamaño, engalanado de banderas argentinas.”

 

Sólo tres visitadores eran los encargados de “vigilar” el funcionamiento de más de 250 escuelas que funcionaban en el vasto territorio provincial.  Habían organizado “Concurso de Lectura” y “Concursos de Escritura o Caligrafía”.

De la Escuela Taller Nº 1 habían egresado 10 jóvenes carpinteros y también formaban a aprendices en la fabricación de elementos de uso cotidiano: alpargatas, escobas y plumeros.   En las “Escuelas de Niñas” por primera vez funcionaban talleres de costura y bordados, de lavado y planchado, en una época en que el uso de los “cuellos duros” y “palomita”, exigían una insoslayable habilidad.

El profesor Zubiaur tras regresar de un viaje por el exterior, había visitado la Escuela Industrial que Silva había creado, dirigida por Enrique Muzzio; dijo que había visto sólo un instituto semejante en Estados Unidos.  En la Escuela Industrial Nocturna dirigida por el profesor Frutos, formaban telegrafistas, tipógrafos y encuadernadores.

En Coronda, en la Granja-Escuela formaban maestros primarios que también podían atender “enseñanza agrícola elemental en las escuelas rurales”. Ya habían egresado dos alumnos con conocimientos pedagógicos y de agricultura, “los Sres. Fontanarrosa y Dei-Cas… propuestos para dirigir las granjas escolares de San Justo y San Carlos Centro, en 1904”.

 

Días después, en otra nota, Silva fue contundente porque en el editorial del 9 de marzo, expresó:

“Tenemos gobernador, pero no tenemos gobierno.”

“El Cabildo duerme, los expedientes se apolillan y las reclamaciones del servicio son desoídas.”

 

Al día siguiente, Domingo Silva publicó otro artículo -sin firma, como lo destacó el historiador Díaz Molano-, y con el título “Cómodo después de Marco Aurelio”, refiriéndose a la historia antigua también estaba aludiendo a la historia contemporánea en la región litoral, santafesina. El memorioso y talentoso Silva, refiriéndose a la Roma del segundo siglo de la era cristiana, recordó que estaba “dirigida por un soldado como Trajano, un artista como Adriano y un sabio como Marco Aurelio” y luego destacó que tras ese tiempo luminoso, “vino la noche”… y le sucedió en el gobierno “Marco Lucio Cómodo el Puerco, cual si hubiera querido el destino agrandar el reinado del filósofo, oponiéndole el terrible contraste del satirisíaco.  Con Cómodo, volvió a ocupar el vicio el palacio imperial.  Aquél cumplía su deber, éste prefería el vicio y la haraganería’.”

El historiador Díaz Molano refiriéndose a aquella nota, comentó que “Silva relataba luego, cómo Marco Aurelio se había negado a castigar a Casio, pese a que lo calumniaba, porque lo consideraba un buen servidor del Estado; en cambio Cómodo sacrificó aún a los que le servían y muy especialmente a los buenos servidores.  Termina con estas palabras lapidarias:

‘La historia ha elevado monumentos al filósofo; para su horrible sucesor sólo tiene cadalsos morales y condenaciones eternas.’

‘El crimen político jamás triunfa, la justicia llega siempre. Cómo, no tuvo goces reales, vivió temeroso de la traición, hastiado y acobardado, cayendo en manos del gladiador que le dio muerte sin ganas de defenderse.  Y esto para ir luego ante el tribunal de la historia y ser ahorcado para siempre.’

 

Destacó luego Díaz Molano: “Los personajes de la historia que aquí se nombran son reales.  Existió Marco Aurelio y existió Marco Lucio Cómodo, acreedor o no al apodo” ––el Puerco- “que le regaló Silva.  Es posible que alguien se diera por aludido?

Creemos que sí, porque poco después Freyre dejó cesante al vocal del Consejo, don José G. Paz’ y dos días después, el 11 de abril de 1904 nombró para esas funciones al señor Genaro J. Benet, quizás un propósito que alentaba desde antes de ser electo gobernador.

 

En un suelto subscripto por La Dirección, Unión Provincial comentó el hecho, comenzando por definir a Paz como a ‘uno de los profesores más preparados en las ciencias pedagógicas y en el arte administrativo escolar de los que prestan servicios en la provincia.  Silva consideraba que su colaborador había sido separado de la vocalía del Consejo, por formar parte de la redacción del diario, y agregaba este comentario:

“Freyre es de los que cree, en su cándida ignorancia, que privando de sueldos, altiva y honradamente ganados, se matan las ideas’.

‘¡Desgraciado!’

 

Por su parte, ese mismo día” –9 de abril de 1904-, “Don José G. Paz, publicó, con su firma, un extenso artículo: ‘Atropellando al profesorado. El por qué de mi destitución. Colmando la medida. Al que no se doble, quebrarlo!

Paz recordaba que el pueblo le había puesto a Freyre el nombre de ‘Namuncurá el Pequeño’ y que si lamentaba mucho era no tanto su separación de la vocalía sino de sus cátedras de Pedagogía que dictaba desde hace varios años.  Pero era evidente que había actuado ‘el odio pampa que le tiene a Iturraspe y a los amigos que le siguen siendo leales’.”

Destacaba Paz que se sentía “un soldado” de José Bernardo Iturraspe y “un amigo” del rinconero Silva y para él, la mistad “vale más que todos los puestos y prebendas que puedan brindarme todos los mandones.”

Controversia con Villarroel por razones políticas…

Entusiasmado con los acontecimientos políticos, Villarroel comenzó a expresar su oposición a la candidatura de José Bernardo Iturraspe, amigo de Silva, quien encomendó a su hermanastro Justo Tulián Silva que le respondiera con una nota.

Así fue como en la edición del 5 de marzo de 1904, con el título “¿No ha claudicado?”, desde el diario Unión Provincial comentaban:

“Villarroel ha formado el Comité de la Juventud y casi nos insulta a los iturraspistas.

¿Por qué?  Porque hemos sido consecuentes?…”

Marzo-abril de 1904: situación de los docentes enfermos…

Siendo Marcial R. Candioti “un hombre de prestigio en Santa Fe” y de confianza del entonces gobernador Rodolfo Freyre, “fue nombrado Director General de Escuelas, con gran resistencia, pues no gozaba de buena salud, ni se sentía con ánimos de desplazar a una figura tan respetada como era entonces la de Domingo G. Silva, a quien distinguía, por lo demás, con su amistad.”

No fue por casualidad, lo expresado por Silva en la edición del 16 de marzo de 1904, desde el diario  Unión Provincial:

Una novedad: Ayer asistió al despacho de la casa de gobierno, el Sr. Rodolfo Freyre.”

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Labor administrativa.  Ayer no hizo nada el Gobernador de la Provincia.  Es decir, hizo lo mismo que en todo lo que va de la semana.  A este paso, pronto va a padecer de surmenage. Lo amenaza la anemia intelectual”.

 

El ingeniero Elías Díaz Molano, destacó que Domingo Guzmán Silva, “combatió a los malos caudillos y a los malos gobernantes, ensañándose con Leiva primero y después con Freyre.  A uno y a otro, prácticamente desde ‘Unión Provincial’, les cavó la sepultura política. Habían gobernado, pero no volverían a levantar cabeza.  Cuando Freyre, gobernador, hizo proclamar por una asamblea de sirvientes, a su anciano padre, don Benito Freyre, candidato a senador nacional, en reemplazo nada menos que de José Gálvez, Silva puso el grito en el cielo y comentó de este modo:

‘Anoche ha puesto el gobierno su bota de potro sobre todas las conveniencias políticas y sobre todos los respetos que el pueblo debe merecerle.’

Gladiador inexpugnable, desde su diario le mandó decir a Freyre: [112]

‘Un diario no es un hombre; es una caña de pescar o una trompeta de bronce.’

        1. Benito Freyre tuvo vergüenza de lo que había hecho su hijo y renunció a su candidatura.”

 

Décadas después, en la Ciudad de los Distraídos del “País de los Contrastes”, instalaron cerca del “palomar” una estatua de bronce representando al robusto gobernador Freyre, aún en estos primeros años del siglo veintiuno, mirado y quizás admirado por ignotos transeúntes… argentinos que con tales letras también podrían ser calificados como inquietos e inquietantes ignorantes.

Elogios para Marcial Candioti…

El 15 de abril de 1904, Silva desde su diario publicó una Carta Abierta al recién asumido presidente del Consejo General de Educación, doctor Marcial Rafael Candioti:

“Sr.  Tengo fe en vuestra inteligencia esclarecida, tengo fe en vuestro corazón, y porque cumplo un deber que me llena el alma de claridades quiero pediros justicia para Félix Fava García, un maestro gravemente enfermo, cargado de familia, que acaba de exonerar de su puesto el Consejo que presidís, después de 17 años de nobles y abnegados servicios en una misma escuela, condenándolo a la miseria, al hambre, tal vez algo peor, tan sólo porque es un soldado que se ha inutilizado en el servicio, cayendo a lo largo del camino”.

 

En aquella nota destacaba que Fava García tenía esposa y cinco hijos, había sido maestro y era director de la Escuela de San José del Rincón donde lo reemplazaba la señorita Rita Pérez. Mientras tanto desde el oficialista diario Nueva Época recomendaban su jubilación, y aunque parezca extraño, el problema económico que se generaría era idéntico al que con-mueve a los huelguistas del séptimo año del siglo veintiuno, porque como director cobraba $ 150.- mensuales pero como jubilado sólo cobraría $ 37,20 y con esos ingresos, sería imposible pagar los gastos de atención de su enfermedad en Córdoba y tampoco mantener a su familia.

Domingo Silva, desde el diario Unión Provincial, en la edición del 17 de abril de 1904 expresaba:

“…No hay duda de que el Dr. Marcial R. Candioti, por sus indisputables condiciones intelectuales, es la plata labrada del freirismo.”

 

Sabido es que el doctor Marcial Rafael Candioti, era hijo en el pionero del Barrio del noreste de la ciudad, luego reconocido por su nombre.

Explicó el historiador Díaz Molano, que para Silva, “se trataba de un hombre especial, el único de los oficialistas disponibles con título para aspirar al ministerio entonces  vacante, y a Freyre le convendría  nombrarlo, para tener a su lado a alguien que piense, pero no ha de hacerlo porque ‘para la hormiga gobernante, la ilustración es un pecado’. Efectivamente, no lo nombró. Candioti fue ministro, en cambio, del Dr. Pedro Antonio Echagüe, cuando éste sucedió a Freyre en 1905.”  [113]

27-12-1904: “Religión e irreligión”.

En la edición de Unión Provincial del 27 de diciembre de 1904, el perseverante Domingo Guzmán Silva, reconocido como “un católico liberal que no concebía la escuela sin Dios”, publicó otra nota relacionada con las creencias, con el título “Religión e irreligión”:

“Mientras el hombre no se transforme en un logaritmo, este inacabable debate morirá para volver a renacer.  Los que se consideren selectos porque ven muerto dentro de sus pechos el sentimiento a fuerza de ecuaciones y razonamientos, levantarán siempre su dedo airado contra las religiones.”

“Hay oraciones al Creador en todas las lenguas, muertas como vivas”.

 

No ha sido por casualidad lo expresado por el historiador Elías Díaz Molano en la antepenúltima década del siglo veinte:

“Estuvo Silva con Dios y con los Evangelios y con la doctrina cristiana, pero no sabemos hasta qué punto la Iglesia de su época estuvo con él.

Lo cierto es que católicos y masones le merecían igual respeto si eran hombres de bien.  Él mismo que cantó loas al Obispo Gelabert y se arrodilló en su tumba, no vaciló en destacar la personalidad de Nicasio Oroño, cuando se enteró de su fallecimiento.

¿Es que, como sostiene Juan Pablo II, no deben entenderse católicos y luteranos?

Domingo G. Silva debió pensarlo, anticipándose en casi un siglo al rumbo que acaba de señalar el Pontífice:  [114]

“La iglesia moderna desea el desarrollo científico.  La razón no está contrapuesta con la Fe”.

1905: Silva cronista desde Asunción del Paraguay…

En ediciones de fines del primer lustro del siglo XX, el perseverante Domingo Guzmán Silva es mencionado “como ‘fundador y propietario de ‘Unión Provincial’.”

En la edición del 18 de febrero de 1905 de Nueva Época, informaron que Silva estaría en uso de licencia para realizar un viaje al Paraguay y al Uruguay, destacando:

“Es indudable que mucho pierde el colega con la licencia que se acuerda a su director, inteligencia privilegiada, polemista de fibra, escritor que tiene bien conquistada fama de notable”.

Silva desde Asunción enviaba noticias, comentarios y crónicas al diario, sin su firma, publicadas como si las enviara un corresponsal. “En una de ellas, que intituló ‘Una candidatura excelente’, informaba que ‘El Cívico’, de Asunción, se hacía eco de la candidatura del Dr. José Gálvez a la embajada argentina en aquel país.

La crónica sostenía que, pese a tratarse de un rival político de Iturraspe, es decir de ‘Unión Provincial’, no podía desconocerse en tal candidato sus condiciones de ‘ilustración, patriotismo y gentileza’.  El encomio era aún mayor, pues se añadía que el Dr. Gálvez era ‘uno de los hombres de Estado mejor preparados que tiene el país’.

‘Nueva Época’ devolvió la gentileza, comentando lo siguiente: ‘Detrás de sus párrafos -aludía al suelto-, descubrimos la galana pluma del ilustrado periodista Don Domingo G. Silva’.

El intercambio de flores no duró mucho tiempo.  Poco después, ‘Unión Provincial’ seguía sosteniendo que ‘Nueva Época’ era un diario más de la ‘prensa mercenaria’…”, en la nota publicada el 5 de junio de 1905. 

“El diario de Iturraspe dejó de salir el 14 de noviembre de 1905.  Previendo el desastre electoral, cerró sus puertas antes del escrutinio de las elecciones de gobernador. Los partidos coaligados no habían siquiera concretado fórmula, y el triunfo de los candidatos galvistas, Echagüe-García Vieyra, fue aplastante.”

Junio de 1905: “Hay que querer”.

En la edición del 4 de junio de 1905, en el diario Unión Provincial publicaron otra nota de Domingo Guzmán Silva, titulada “Hay que querer” y es oportuno reiterar algunos párrafos:

“Desearía gritarles a todos los hombres esta gran voz redentora: ¡hay que querer algo!  Sólo el amor es fecundo, sólo el amor es grande”.

 

“¿Por qué vence el sajón?  Porque tiene voluntad y quiere… Y los japoneses, ¿acaso no son los sajones de Oriente?”

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Páginas literarias…

Domingo Guzmán Silva cuando llegó a Santa Fe conoció a Malaquías Méndez, varios años menor y poeta que publicaba en el diario El Santafesino donde también empezó a publicar trabajos literarios Silva, con el seudónimo “Ignotus”.

El 10 de junio de 1905, en Unión Provincial comenzó a publicar algunas notas y tiempo después, apareció el primer número de la revista “Aurora” donde “los poetas se salieron de madre como los ríos”, al decir de Gonzalo González que era él rinconero también conocido como “Gonzalo González de la Gonzalera”…

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La República

A fines del siglo diecinueve en la ciudad de Rosario editaban el diario La República que llegaba a la capital santafesina y a distintas localidades.

1902: entrevista con Domingo Silva…

Durante el otoño de 1902, un periodista del diario La República dialogó con el presidente del Consejo General de Educación Domingo Guzmán Silva cuando estuvo en Rosario visitando varias escuelas.   Luego le acercó la edición donde había publicado “textualmente” lo expresado por Silva, quien se refirió a ese reportaje y a la posterior entrevista, en la edición de Unión Provincial  del 24 de abril de 1902:

“-Vea, joven periodista.  NO espere que lo felicite.  Su reportaje es un disparate.”

“-…en un reportaje no se dice lo que se oye, sino lo que debe decirse al público. Escuche este consejo.  Cuando le toque hacer otra entrevista, trate de tomar al vuelo el pensamiento del que habla y déle forma propia, si es posible adornando un poco las frases.  Verá Ud. como el hombre sonríe y le dirá seguramente que lo que Ud. ha escrito es una versión taquigráfica.”

 

Destacó el historiador Díaz Molano que “la anécdota fue contada cinco años después por el periodista de ‘La República, en una correspondencia a ‘Nueva Época’, con este comentario final: ‘El consejo me resultó provechoso’.”   [115]

1904: más críticas al Presidente Domingo Silva…

Aunque ya se ha reiterado, es oportuno rememorar que Domingo Guzmán Silva siendo presidente del Consejo General de Educación, reaccionó ante los comentarios periodísticos que le reprochaban sus  órdenes verbales y el traslado de maestros o disminución de sueldos en forma arbitraria y decidió publicar en su diario “Unión Provincial”, una Carta Abierta a D. Juan Arzeno, director de Nueva Época “invitándolo a discutir públicamente los resultados de su gestión en el Consejo de Educación”.

Sabido es tras la lectura de un estudio genealógico realizado por el historiador santafesino Julio del Barco -entre otros-, que Juan Arzeno, estaba casado con Telma Constanzo Zavalla, era sobrino político del doctor Simón de Iriondo y del Pbro. Manuel M. Zavalla y primo de Ricardo Aldao -hijo de Tiburcio y de Tránsito Zavalla- siento todos políticos pertenecientes a generaciones dominantes en la política santafesina, hasta fines de la tercera década del siglo veinte y han destacado que  el primero de los Aldao, llegó en 1646…  [116]

 

Desde “Nueva Época” eludieron el debate porque estaba “mal dirigido; primero, porque se aprovechaba la ausencia del Dr. Arzeno; segundo, porque, en todo caso, la discusión debía entablarse con ‘La República’, diario rosarino que lo venía combatiendo desde tiempo atrás” porque se habían limitado a “repetir los cargos, aclarando que ‘si esto fuera verdad’, probaría que esa ley de inamovilidad que ‘Unión Provincial’ invocaba, se hallaba desde hace años en desuso”.  En la edición del 28 de enero de 1905, desde Nueva Época insistieron sobre ese asunto, y aquí, la reiteración de un párrafo:

“Hemos subrayado aquí, las palabras ‘si esto fuera verdad’, para demostrar que lejos de asentir con lo dicho por ‘La República’, lo pusimos en duda, como que estábamos muy lejos de pensar que pudiera causar molestia al Sr. Silva’.”

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1901: La Opinión

A comienzos del siglo veinte, impulsado por el gobernador José Bernardo Iturraspe,  empezó a circular el diario La Opinión, con noticias de índole general y énfasis en los asuntos políticos, dirigido por Ovidio Molinas.

Ante la propuesta de cierre de los cursos profesionales en las Escuelas Normales provinciales, fue un diario que en sucesivas ediciones criticó negativamente a Domingo Guzmán Silva, presidente del Consejo General de Educación. Cuando el gobernador Rodolfo Freyre firmó el decreto pertinente, celebraron el éxito de sus campañas porque transformaron aquellas escuelas en Escuelas Graduadas Superiores, dos en la capital santafesina -una de Niñas y otra de Varones-, y la tercera para Niñas, en Rosario.

Así fue como sólo en la Provincia de Corrientes continuaban funcionando sus escuelas para la formación de maestros provinciales.  En aquel tiempo, en la Escuela Normal de Paraná se destacaron dos profesores: Pedro Scalabrini -italiano- y José María Torres, español.  En ese ámbito se formaron “los hermanos Herrera, Rosario Vera Peñaloza, Víctor Mercante… luego destacado director de la Escuela Normal de Mercedes en la provincia de Buenos Aires, quien en agosto de 1898 le había expresado a Domingo Silva en una carta:

“Hace tiempo que observo el hermoso movimiento educacional de Santa Fe y realmente que ocupa ya el puesto de primera fila”.

“Santa Fe, la ciudad, ha realizado progresos realmente estupendos y han juntado un núcleo de personalidades que ninguna otra ciudad tiene para impulsar la instrucción popular.”  [117]

Marzo de 1904: alusiones a Domingo Guzmán Silva…

En la edición del 2 de marzo de 1904, en La Opinión publicaron otra nota evidentemente alusiva al rinconero Domingo Silva, destacando las acciones de “elementos perniciosos”… y de “plumas y hojas mercenarias que han extraviado a la juventud”.

Silva como era su costumbre, respondió desde Unión Provincial mediante la nota publicada con el título “Hablemos claro”:

“No estamos en nuestro puesto de la prensa, para andar con medias palabras ni utilizar como arma el estilete.

Hemos saludado al adversario, sea quien fuere, con la punta de la espada, dispuestos al duelo sin careta como cuadra a los caballeros.”

‘La Opinión’, si quiere batirse con nosotros, debe guardar su arma favorita y empuñar la espada, hablando claro.”

1911: “Santa Fe”

El procurador Salvador Espinosa, siendo Rematador, el 1º de febrero de 1911 fundó el diario Santa Fe, compitiendo con Nueva Época.

(Sabido es que Salvador Espinosa era padre de Carola, luego esposa del talentoso doctor Mariano Tissembaum, destacado especialista en Derecho Laboral de reconocida trayectoria en el Curso de Contadores de la Escuela Superior Nacional de Comercio de Santa Fe y en ámbitos universitarios.)

El historiador Elías Díaz Molano, en una nota destacó que “hubo otro diario, con el mismo nombre, a fines del siglo pasado, dirigido al principio por José Cíbils y luego por el P. Gregorio Romero”, publicación que hasta este momento no he encontrado en la vasta bibliografía consultada.

Jefes de Redacción: Giménez, Cibils y Silva.

El historiador Ing. Elías Díaz Molano, ha destacado que Salvador Espinosa, era “un hombre sencillo y afable, culto, autor de algunos cuentos que hizo conocer en su diario, llamó a José Cibils y le confió la Jefatura de Redacción.  Poco después, el joven poeta dejo el cargo para ocupar puestos públicos mejor rentados.  Lo reemplazó brevemente, el periodista J. Alberto Giménez, y finalmente, el 28 de enero de 1912, asumió esa responsabilidad Don Domingo G. Silva”, hasta entonces Rector del Colegio Nacional “Simón de Iriondo” en la capital santafesina.

Silva, “conocedor ya de las instalaciones y personal con que contaba el diario, aceptó, pues se sintió atraído por la posibilidad de realizar un gran órgano de opinión.  Prácticamente, le tocó dirigirlo, pues Espinosa, que confiaba en él, se ocupaba más de ir todos los días a los Tribunales y de organizar sus habituales remates de fines de semana.”

Desde entonces, publicando información local, nacional e internacional comenzó a ser el preferido por pobladores de la capital santafesina, del centro y norte provincial hasta que prácticamente desplazó a Nueva Época.

Silva con su experiencia desde Unión Provincial, incluyó una página semanal referida a Literatura, titulada Nuestros Domingos y comenzaron a difundir trabajos de los doctores Pío Pandolfo y Antonio Juliá Tolrá, de Guillermo Saraví, poeta entrerriano residente en Santa Fe dela Vera Cruz.

Julio de 1911: “Alma de gauchos”

En la Página Literaria del diario “Santa Fe”, el 2 de julio de 1911 publicaron un breve ensayo de Domingo Silva, titulado Alma de gauchos”:

En aquel tiempo, Silva había observado que durante los festejos del Centenario de la Revolución de Mayo prácticamente el gaucho había sido olvidado y no fue por casualidad lo escrito al año siguiente, una semana antes de la conmemoración de otro aniversario de la declaración de la independencia nacional:

“El gaucho argentino con el alma de árabe, unas veces león, otras paloma, señor de la pampa, en cuyo mar verde e insondable jamás hubo piloto más listo, ha pasado a la historia.  Los vendavales de la vida moderna lo han arrastrado hacia lo desconocido, como ligera brizna de paja.”

 

“A todos se los ha llevado el bronce, menos a él.”

 

En 1913, por aquel mismo medio Silva publicó otro ensayo relacionado con la vestimenta del gaucho y como ha destacado el historiador Díaz Molano; “se adelantó en el tratamiento de este tema al entrerriano Martiniano Leguizamón, cultor del folklore y de la historia, que recién cuatro años más tarde publicó un hermoso libro que sigue siendo obra de consulta”.   [118]

Tras la lectura de lo publicado por el Padre Martínez Gil con el título “La antigua civilización de Filipinas”, referido a la vestimenta de la parcialidad de los “visayos”, aborígenes que en aquel archipiélago vivían a orillas de ríos o del mar, Domingo Silva elaboró algunas conclusiones acerca del uso del chiripá y del poncho.

Tuvo en cuenta que lo relatado por el Padre: “…no llevaban otro traje que una pequeña faja que cubría a medias lo que el pudor no permite llevar descubierto.  Para sus reuniones tenían vestidos que consistían en una pieza de tela que en forma de tonelete llevan los hombres alrededor del vientre y bajaban hasta las rodillas”.

En consecuencia, Silva anotó:

“Cruzábanlo, a veces, entre las piernas, imitando unos zaragüelles.  Encima, ponían un cinturón de seda, ancho como un palmo, terminado en dos madroños de oro y sujetado por él, en la parte derecha pendía un puñal de 3 palmos de largo…”

“Sólo faltan los calzoncillos con cribos, que si bien se mira, no son otros que los gregüeses de algodón.”

 

Destacó el historiador Díaz Molano, que “finalmente, Silva aconsejaba a sus lectores un paso al concurrido puerto de Colastiné, donde los estibadores usaban esa penda.  Deducía pues, Silva, que el chiripá y la singular costumbre de usarlo, también debieron traerlos a América los audaces comerciantes filipinos.

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10-02-1912: fallecimiento del poeta Horacio F. Rodríguez

En los periódicos y diarios santafesinos era frecuente aludir al poeta Horacio F. Rodríguez, profesor de Literatura en escuelas secundarias y en la Universidad Nacional del Litoral; Juez en lo Criminal y Comercial y en el Superior Tribunal de Justicia.

Falleció el 10 de febrero de 1912, a los treinta y seis años. Al día siguiente, durante el acto del sepelio se refirieron a su trayectoria varios oradores, entre ellos Domingo Guzmán Silva, “con frases sentidas:  [119]

‘La vida de este mago de la palabra cuyo cerebro vivía el ser del cantar, no ha sido una vida, ha sido un fulgor.  Sus discípulos saben mejor que yo cómo era un canto cada lección suya.”

29-02-1912: acerca del origen de la Escuela Industrial Superior.

Sabido es que Enrique José Muzzio, siendo director del “Taller Central” del Consejo General de Educación, impulsó la enseñanza de trabajos manuales y que desde fines del siglo diecinueve junto a Domingo Silva impulsaron la iniciativa de crear una Escuela Industrial en la capital santafesina.

Con quince alumnos inscriptos para primer año -y capacidad para veinte más-, comenzó a funcionar el 25 de marzo de 1902 con quince alumnos, dirigida por Muzzio, siendo Domingo Guzmán Silva el presidente del Consejo General de Educación.  Era la primera escuela técnica provincial y la segunda en el país con un plan de estudios que abarcaba tres años, con enseñanza teórico-práctica, incluyendo Dibujo Técnico.

Al mes siguiente, desde del diario Unión Provincial, el 11 de abril anunciaron que habían otorgado nueve becas a los alumnos con menores recursos, con el compromiso de “concluir los estudios” o “devolver” lo percibido, mediante la firma de los padres, tutores o encargados.  A fines de 1906 entregaron certificados de idoneidad a los primeros diez egresados y al año siguiente, “pasó a depender del Ministerio de instrucción Pública”.

En la edición del 29 de febrero de 1912 de Santa Fe, una vez más Silva rememoró aquellos logros:

“La casa tiene historia.  Nació como modestísimo taller de Slöjd y un buen día, la crisálida fue mariposa; apareció la Escuela Industrial. Todo en ella era modesto: la casa, los talleres, el personal docente, los alumnos; todo, menos la acción educativa”…

 

Es oportuno seguir reiterando lo escrito por el polifacético ingeniero Elías Díaz Molano:

“Pero vinieron otros tiempos.  La Nación recibió una Escuela en herencia.  El Ministro Naón quiso hacer una gran escuela regional.  La dirección cambió.  Muzzio no era ingeniero”.  /…/

“La Escuela ha retrocedido.  Cabe decirlo sin ambajes.  Tiene gran instrumental y bien rentado personal.  Tienen muchos becados.  Lo que no hay allí es aquel ambiente de otrora, aquellos entusiasmos, aquella enseñanza intensificada, aquel calor de vida de la escuela provincial”.

Cuando Silva escribió ese editorial, la dirección de la escuela estaba interinamente a cargo del “Ing. Horacio M. Gómez, profesor excelente de la casa, pero con muchas otras ocupaciones.  La escuela languidecía y la gente se preguntaba: -¿Es para esto que la Nación recibió esta escuelita?”

El último párrafo escrito por Silva, era contundente:

“Si la Nación no sabe hacer las cosas mejor, valdría más que devolviera a la Provincia un instituto tan necesario y tan útil, bien manejado.”

 

Dos años después, a la especialidad “Mecánica” agregaron “Construcciones”, señal del cambio que como Silva, ya habían vislumbrado otros notables educadores de principios del siglo veinte.

28-03-1912: oposición a la capitalización de “Rosario”…

Desde La Liga del Sur, el entusiasta Lisandro de la Torre comenzó una campaña proponiendo el traslado de la capital de la provincia a la ciudad de Rosario y cuando se calmó ese ímpetu, mediante el editorial del diario Santa Fe del 28 de marzo de 1912, Domingo Guzmán Silva expresó:

“Hoy que esa fracción política del trapo rojo no es un peligro para nadie y que convencida de su error surja tal vez apoyándose en la bandera blanca de la concordia, nuestra misión ha terminado.”

Destacó el historiador Díaz Molano que “para ratificar esta posición, a partir del día siguiente, y durante algunas semanas, en su primera página y con tipografía destacada, el diario publicó un ‘Permanente’, manifestando que no estaba afiliado a ningún partido ni intervendría a favor o en contra de ninguno cuando sólo se tratar de disputar el predominio de la cosa pública.”

Ese aviso, terminaba con esta afirmación:

“Nuestra causa es la del pueblo.”

Es oportuno reiterar que entre las obras publicadas por el escritor Domingo Guzmán Silva, se destaca “El Sur contra el Norte.  Actualidad santafesina”, un folleto de cuarenta páginas, editado con el seudónimo Gonzalo González, impreso en la capital santafesina en 1909, en la Imprenta y Librería “La Unión”, de Ramón Ibáñez.  Advirtió Silva que aquella iniciativa de enfrentar al Sur contra el Norte tendía a provocar un “quítate tú para ponerme yo” y para ello, resultaba fácil apelar a la memoria y rememorar tantas veces como fuera necesario, los errores “de las gentes que nos gobiernan”.

Aún en el ocaso del siglo veinte, en distintas circunstancias resulta evidente que algo semejante sucede entre el Sur y el Norte, entre el Norte y el Sur… siendo en este tiempo la densidad de población la que realmente impone las diferencias cuando se realizan las elecciones.

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Otoño de 1912: relatos de Domingo Guzmán Silva

El doctor Pío Pandolfo, en su libro Semblanzas santafesinas destacó que el distinguido educador Domingo Guzmán Silva, publicó algunas obras literarias en periódicos y diarios santafesinos.  No ha sido por casualidad lo expresado por el doctor Pandolfo, luego reiterado en otras publicaciones:

“Tengo en mi retina, grabada su imagen.  Los recuerdos se remontan a mis visitas de la calle Vera, en su biblioteca, armatoste de madera clara que ocupaba toda una pared.”

“Lo evoco sonriendo, con su boca de labios finos, adornada con un bigotito, cortado al ras, sin ápices salientes, entrecanos, duro… Sus ojos fulgurantes, por el fuego de sus destellos, en que se adivinaba la picardía burlona, sombreados por cejas tupidas, sus cabellos peinados de punta.  Ya estaban grises de un gris peculiar, tobiano…”

 

En el diario Santa Fe, el 12 de mayo de 1912 publicaron un relato breve escrito por Domingo Guzmán Silva y titulado: “Dos absoluciones, historia trágica de amor, con un fin moral”.  En la edición del 2 de junio, publicaron Al margen de al vida, “un relato amargo, con el triunfo que llega demasiado tarde”, como lo ha expresado el historiador Ing. Elías Díaz Molano.  La semana siguiente, Silva publicó “Creced y multiplicaos” refiriéndose a la incidencia de la natalidad en el desarrollo del país:

“Nuestros abuelos trabajadores y frugales, decían en sus tiempos, viendo crecer la pollada: dejad que vengan hijos, cada uno trae un pan debajo del brazo”.

 

Medio siglo después, comenzaban en distintos continentes las recomendaciones para el control de la natalidad tanto para evitar los efectos de superpoblaciones como para paliar los efectos de la pobreza en los hogares de menores recursos, generalmente reconocidas como “familias numerosas”…

 

En la edición del 9 de junio de 1912 del diario Santa Fe, Domingo Guzmán Silva publicó una nota titulada “Creced y multiplicaos”.  Aquí, la reiteración de dos párrafos:

“Nuestros abuelos trabajadores y frugales, decían en sus tiempos, viendo crecer la pollada: dejad que vengan hijos, cada uno trae un pan debajo del brazo”.

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“Que sean las madres como la tierra, ubérrimas.”

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(Quienes deseen leer aquellos relatos deberán acercarse a algunas hemerotecas que disponga de tales ejemplares, entre ellas la del Archivo General de la Provincia, en la capital santafesina.)

21-01-1913: acerca de la Universidad…

En el editorial del 21 de enero de 1913, en el diario Santa Fe publicaron una nota de Domingo Guzmán Silva, titulada “La Universidad”.

Durante el año anterior, tras el fallecimiento del poeta y juez, doctor Horacio F. Rodríguez, asumió la cátedra de Literatura en la Facultad de Derecho.

En esa Facultad eran profesores los doctores Gustavo Martínez Zuviría -luego más conocido como Hugo Wast- y José Oliva, titulares de Sociología y de Psicología, siendo suplente los doctores Luciano F. Molinas y Severo A. Gómez.   [120]

 

Es oportuno reiterar algunos párrafos de aquel editorial, el primero alusivo a “las provincias de Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes y Santiago del Estero”, cuando Chaco, Formosa y Misiones aún eran territorios nacionales:

“Santa Fe puede ser el núcleo de atracción universitaria para la juventud de cuatro provincias cuya riqueza es notoria.”

“Si examinamos en detalle la evolución realizada en el transcurso del tiempo, las distintas escuelas que integran la Universidad, sorprende su irregularidad y aún contradictoria marcha.”

“Mientras unas, las más jóvenes, se ofrecen a la consideración pública como centro de labor y actividades extraordinarias, si se tiene en cuenta lo breve de su pasado, otra, la de Derecho y Ciencias Sociales, no ha seguido a aquélla tradición brillante de otrora, con ser la más antigua y contar su claustro con algunos maestros dignos de ocupar las cátedras más encumbradas.”

Domingo Silva estaba convencido de que “Buenos Aires no otorgaría nunca esa mayoría de edad… eran los hombres de la Universidad los que tenían que buscarla.

“Si así lo hubieran hecho, concluía, ya la tendríamos.”

Febrero de 1913: “Manga ancha”…

En la edición extraordinaria del 1º de febrero de 1913, Domingo Silva continuó con su prédica acerca de hábitos y costumbres.  Tituló a su nota “Manga ancha” y expresó:

 

“La frase es gráfica.  Aunque nos vamos quedando todos en mangas de camisa, y lo a lo mejor cualquier audaz hace de nosotros mangas y capirotes, es lo cierto que este pícaro mucho se está haciendo demasiado ‘manga ancha’.”

“En esta tierra todo es ancho… menos las calles y los bolsillos.  Tenemos ancha la conciencia.  Somos anchos de tragaderas.  Hacemos la vista gorda…”

“Al que no tenga la conciencia ancha y sea incapaz de hacer al vista gorda, le conviene morirse.  Está fuera de siglo.”

Quienes deseen leer aquellos relatos deberán acercarse a algunas hemerotecas que disponga de tales ejemplares, entre ellas la del Archivo General de la Provincia, en la capital santafesina.

Enero-Marzo de 1913: “Maestros sin diploma”.

El rinconero Domingo Guzmán Silva, casi autodidacto, algo sabía acerca de “enseñar” sin ostentar título otorgado por escuela o universidad.

A fines de 1912 continuaban los conflictos entre el gobierno provincial y los maestros porque las autoridades del Consejo de Educación anunciaron el propósito de “prescindir” de los servicios que estaban prestando quienes no tenían “títulos oficiales”…

En sus notas desde el diario Santa Fe, Silva destacaba que en el norte santafesino había maestros sin títulos que trabajaban soportando las dificultades de la incomunicación y de la precariedad de medios y sólo percibían “$50.- o 60 mensuales, no siempre cobrados”.

Maestros sin títulos fue la nota que el 30 de enero de 1913 publicó en el diario Santa Fe, destacando:

“Una racha de normalismo ‘enragé’ quiere barrer con todo lo que no lleva ese sello aristocrático.”

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“¿La ingratitud más negra es acaso justa recompensa?”

“Interroguen a quienes como Sergio Reinares o José Valle, han vivido conscientemente la vida del magisterio provincial.”

En ese tiempo, el profesor José Amavet siendo director general de Escuelas informó que esa situación sería analizada y resuelta “con justicia” pero ante la demora en las decisiones y sabiendo Domingo Silva que el inspector había entregado una lista de maestros sin títulos,  el 26 de febrero de 1913 en otra nota expresó:

“Sarmiento se moriría de hambre bajo esta administración”.

 

El historiador Díaz Molano tras la lectura de diversos documentos, escribió que Silva, “unos días después, debió insistir censurando al inspector general que, por lo visto, desconocía la provincia y a los docentes en actividad.  Además, se había procedido con evidente favoritismo; la influencia del caudillo había prevalecido sobre el título y la capacidad.

Terminaba su artículo con estas palabras:

“Revísense esos documentos y verán la enormidad que se la ha hecho firmar al Dr. Menchaca”.

Unos días después, el 18 de marzo, comentaba que habían comenzado las clases en las escuelas y aún no habían terminado la reorganización del personal.

“¿Qué han hecho en los tres meses de vacaciones?”

Febrero de 1914: semblanza de Ramón J. Lassaga…

Tras el fallecimiento de Ramón Lassaga a comienzos de 1914, en el diario Santa Fe, en la edición del 1º de febrero publicaron una semblanza escrita por Domingo Guzmán Silva.  Aquí, la reiteración de algunos párrafos:

“Lassaga es ante todo y sobre todo un poeta.  En verso o en prosa, su pensamiento toma siempre las formas cálidas del canto épico, ya que impreque, ya que laude.

Fue y es, como los poetas númenes, excesivo en sus amores, en sus rabias, en sus odios.  ¿En sus odios?… En realidad, falta esa cuerda en su registro normal.”

“Enamorado de la patria y de sus símbolos sagrados, tantas veces se envolvió, como tribuno, en la enseña nacional que amigos y adversarios dieron en llamarle, sin malignidad, cariñosamente más bien, ‘banderita azul y blanca.”

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Diciembre de 1914: repercusiones durante la primera guerra mundial…

Desde la dirección del diario Santa Fe -siendo ya rector del Colegio Nacional “Simón de Iriondo”-, tras la invasión de los ejércitos alemanes sobre el territorio belga, Domingo Guzmán Silva publicó un suelto titulado Mi protesta, “contra el sistema que tiene por símbolo el cañón”.  [121]

“La nación belga que tal vez, y sin tal vez, es el más bello ejemplar de la civilización moderna, y el pueblo que muestra mejores derechos al respeto y la admiración del mundo, por su cultura, por la nobleza de sus sentimientos, por la pureza de sus hogares, por su honestidad, por su labor y por sus instituciones, es víctima de esta hora trágica, sin igual en la historia, del más espantoso y del más injusto de los desastres”.  /…/

“Bélgica, nuevo Fénix, renacerá de entre sus cenizas.  El martirio de ese pueblo, digno de los dioses, no será estéril”. /…/

“Protesto porque las protestas son fecundas.  En ellas, se abrasa la inquietud; y el horror, que es noche, se torna claridad.  Por mi boca humilde, es la civilización la que protesta.”

 

En la edición del 27 de diciembre de1914, en el diario Santa Fe publicaron otra nota de Domingo Silva, titulada: “La obra luminosa y eterna”:

Aquí la reiteración de algunos párrafos:  [122]

“Roma, la dominadora del mundo, había elevado a la categoría de dioses a sus Césares, manchando los altares.   El Olimpo no existía.  Júpiter se había transformado en cuadrúpedo; Saturno devoraba a sus hijos, Mercurio representaba la influencia deífica de rufianes y ladrones.  Venus era una lujuria.”

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“Jesús no vino de paz; su acción era de guerra.  Él le dijo a sus discípulos: No vine a meter paz, sino espada.”

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“La obra luminosa y eterna del Salvador es égida de lo humano, áncora de esperanza y puerto y refugio de las tormentas de la vida.”

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En aquel tiempo, Silva estaba completando sus Apuntes biográficos del General Estanislao López”.

El 21 de enero de 1915 llegó el momento de su Último Desprendimiento.

Durante el acto del sepelio de Domingo Guzmán Silva, su amigo Enrique José Muzzio rememoró sus reacciones ante las actitudes de gobernantes que no tenían en cuenta las necesidades de los maestros enfermos.  Así fue difundido desde el diario Santa Fe, el 23 de enero de 1915:

“Una vez nos decía:  Yo he visto a un maestro, llevando la muerte asida como siempre a su garganta, aferrarse a su aula y decirme:

‘-Mis hijos no tienen más pan que el que yo les gano y mi deber es morir aquí, enseñando.’

Yo tuve el honor, seguía el relato e Silva, de lanzar el grito, clamando que le dejaran morir en su lecho sin que el hambre se sentara la pobre mesa de sus hijos.”

28-01-1915: Pío Pandolfo evocó al profesor Domingo Silva…

El destacado médico santafesino doctor Pío Pandolfo, estudió en el Colegio Nacional “Simón de Iriondo” de Santa Fe y fue circunstancialmente alumno del talentoso rinconero Domingo Guzmán Silva.  Días después del fallecimiento de Silva, el 28 de enero de 1915, publicó una nota en el diario Santa Fe y rememoraba:

“Recuerdo aquel silencio tan recogido que se producía en clase cuando entraba Don Domingo; ganaba su sitial modesto a la vez, e iniciaba su conferencia con tal claridad y eficacia que nosotros no teníamos necesidad de ir al texto a releer el tema.”

 

El historiador Elías Díaz Molano, destacó que “años después, en un folleto, recordaba otras cosas:

‘Peroraba sin apresuramiento, con cierto dejo meditativo; no era brillante, carecía de énfasis, no sabía explotar la nota dramática.  Por eso no era dialogador, sino monologuista.  Haba suavemente, con cierto temor recatado.’

‘Las ideas venían a su boca con la facilidad de los torrentes.  Una cultura sólida, madurada en la meditación de los clásicos, sobre todo romanos y españoles.’

Pandolfo cuenta, además, que cuando algún alumno lo interrumpía para formularle alguna pregunta, Silva se levantaba de su asiento, se paseaba mientras daba las explicaciones del caso, y su figura nerviosa adquiría entonces ‘una vibración singular, como si el cuerpo entrara en juego’.”  [123]

Enero de 1915: versos de Antonio Juliá Tolrá…

Destacó el historiador Díaz Molano que “los homenajes continuaron… una semana después del sepelio, el poeta Juan Julián Lastra le escribió unos versos titulados “Página íntima”, publicado en la edición del 29 de enero de 1915 de Nueva Época y el 2 de febrero, desde el diario Santa Fe, “Antonio Juliá Tolrá, su amigo del alma se expresó así”:

“Tu luz será la que alumbre la senda de mi vida.  No te alejes de mí; cerca, muy cerca, como siempre estuvimos.”

 

Sabido es que cuando comenzaron las clases, en el Colegio Nacional fue recordado por el rector interino don Segundo A. Gómez frente a los alumnos reunidos en el patio, destacando: “…cuyas virtudes resaltarán más y más a medida que el tiempo vaya trazando un paréntesis entre el presente y el pretérito”.  También lo recordaron antes de empezar las clases, en los respectivos cursos, sus amigos Enrique José Muzzio, Antonio Juliá Tolrá y Luciano F. Molinas.  [124]

 

Es oportuno destacar que en la edición del 1º de noviembre de 1921, desde el diario Santa Fe rememoraron la trayectoria de Domingo Guzmán Silva y destacaron los homenajes realizados el 29 de octubre de ese año: “el Centro de Estudiantes de la Escuela de Comercio auspició una conferencia en su homenaje que estuvo a cargo de Juliá Tolrá” -el doctor Antonio Juliá Tolrá, destacado educador santafesino-; “y dos días más tarde, los del Colegio Nacional colocaron una placa en su tumba.  En tal ocasión, hablaron el Dr. Humberto Gambino, el estudiante universitario Agustín Dillon, los profesores Gómez y Muzzio y los estudiantes secundarios Oscar R. Juanto y J. Molina Argüello.  Hermosas palabras se dijeron allí.  El Dr. Gambino destacó en Silva su entrañable amor al terruño:   [125]

“Por ese amor, en su testamento legó su biblioteca a Rincón, habiendo en cierta ocasión pronunciado estas palabras: ‘es lo único que dejo a mi pueblo, así no tendrán sus hijos que sufrir lo que yo para ilustrarme’.”

 

Durante aquel año, se había desarrollado una huelga de maestros porque no percibieron sus haberes durante catorce meses y el gobernador Dr. Enrique M. Mosca expresaba que era deuda del anterior y no disponía de recursos porque aún no habían aprobado el Presupuesto en la legislatura.  No fue por casualidad, que recordando al ex Director General de Escuelas don Domingo Guzmán Silva,  presidente del Consejo General de Educación hasta que fue declarado cesante por el gobernador Dr. Rodolfo Freyre en 1904, el estudiante universitario Agustín Guillón haya expresado:

“El contraste de hechos recientes, hace resaltar lo hermoso de aquella dedicación”.  [126]

25-10-1921: fallecimiento del gremialista Raimundo Peña.

La huelga de los docentes durante el otoño de 1921 generó la reacción del gobernador Enrique M. Mosca y fueron declarados cesantes quienes no se reintegraron en el plazo establecido.  Entre ellos estaba el presidente de la Asociación del Magisterio de Santa Fe, Raimundo Peña y su esposa Justina Pérez.

Los padecimientos en tales circunstancias y una enfermedad, provocaron el fallecimiento de Peña, el 25 de octubre de 1921 y al día siguiente, desde el diario Santa Fe, informaron:

“En plena vida, como un roble destrozado por un rayo, ha caído Raimundo J. Peña, el maestro bueno, el maestro noble, el criollo caballeresco y digno, el de las arrogancias argentinas, pese a su exterior modestísimo.”

La deuda de los haberes a los maestros fue saldada ese mismo año, pero al siguiente se reanudaron los atrasos.  Por otro lado, el 31 de diciembre había informado el ‘Santa Fe’ lo siguiente:

 

Tras la huelga, los maestros cobraron lo adeudado pero no fue por casualidad lo expresado el último día de aquel año en el diario Santa Fe:

“Se acaba de pagar a la administración; el 29 cobró la gobernación, hoy los ministerios.  ¿Y los maestros, cuándo?  ¿Cómo pasarán el año nuevo?”

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“El Litoral”: desde 1918…

1920: Pedro Antonio Víttori, asociado…

En la conmemoración del octogésimo aniversario de la fundación del diario El Litoral por don Salvador Caputto, con el título  “Nuestros mayores” informaron que Pedro Antonio Víttori, “tras cumplir su servicio militar en el Regimiento de Granaderos, comienza a buscar nuevos horizontes, primero en el Chaco, donde se dedicó a la explotación rural en un predio familiar, para volver a su terruño e incorporarse a este diario… Una vida, la de don Pedro, dedicada al trabajo y al esfuerzo, que se vio obligada a dejar la acción, cuando su naturaleza debió rendirse ante la enfermedad, que sin embargo, le permitió ver el fruto de su obra y seguir la trayectoria de lo que con tanto afán había conseguido”… Llegó al Fin de su camino en 1969; año del alunizaje.

En ese tiempo, en el litoral se afianzaba el trabajo de sus descendientes animados por la esperanza de ser continuadores de esas obras. [127]

En José Luis Víttori, durante dos décadas, habían crecido los sueños de seguir convocando a las palabras: ora noticia, ora ruego, ora compromiso y en ese ámbito, su presencia señalaba una orientación digna, “en los rumbos de la cultura argentina”.  [128]

Quebracho, talas y tanino…

Acerca de aquel comienzo de la tercera década del siglo veinte, hay más datos significativos porque Gastón Gori en su libro La Forestal – La tragedia del quebracho colorado, ha dejado insoslayables señales.

Reitero lo expresado en “caminos entre gramilla y bosque”:

“Hay que analizar lo expresado por Lorenzo Cocchia, obrero de ‘La Forestal’ en 1921:  ‘Lo que levanta la mano del hombre, no debe destruirlo el hombre’.  Tener en cuenta una señal dejada por Arnold Wright:

‘La iniciación y progreso del tráfico en quebracho, forma uno de los capítulos más notables de la historia industrial de Sud América’.”

“Eso es un abuso Monseñor…”

En alusión al Obispo de Santa Fe monseñor Agustín Boneo, en la edición del 6 de abril de 1921 del diario “El Litoral” comentaron que en el atrio del templo de Coronda, al sur de la capital santafesina, se reunieron vecinos con el Delegado del Centro de Acción Católica Waldino C. Suárez y J. Batochio, a los fines constituir otro “Comité”.

El periodista destacó que “las iglesias no deben ser lugares destinados a propósitos políticos ni a discursos más o menos vibrantes a convocatorias de comités.  Las iglesias son lugares de oración y de reposo, en las cuales desentona el clamor de las luchas del siglo”…

“Privilegio irritante” – Club del Orden…

En la edición del 7 de abril de 1921 del diario “El Litoral” de la capital santafesina, con el título Privilegio irritante, en la primera página destacaron:

“El aristocrático Club del Orden pagaría a la Usina Municipal una suma fija por concepto de luz y equivalente a un quinto del consumo efectivo.

El bien forjado sistema ha provocado ya en diversas ocasiones protestas y la calificación de privilegio irritante.  No nos parece ciertamente que la cosa sea para tanto; ero bien podrían los hombres de la “causa”, después de un par de lustros de reinado, dar en tierra con una concesión que carece de base democrática por cuanto nos se hace extensivo a los demás centros sociales de esta capital… Admitimos que el brazo tiembla antes de poner la firma al pie de cualquier resolución destructiva de una franquicia fundada en la tradición y el abolengo.  Los mismos caballeros de filiación radical que son socios y asiduos concurrentes al mejor Club de Santa Fe declaran que flota en el aire de sus salones cierto impalpable polvillo que trasciende a gloria y a procerato.  /…/

Sin embargo, los soldados rasos de la “causa”, los que se conforman con tomar café en el Tokio o en su propia casa, para mayor sencillez republicana, exigen que el Club del Orden pague la corriente eléctrica que consuma, como cada quisque.”

La Fiesta de “Guadalupe”…

El domingo 10 de abril de 1921 en la capital santafesina celebraron la “Fiesta de Guadalupe” y un cronista del diario “El Litoral”, en la edición del día siguiente, escribió:

“Los forasteros eran tantos en el día de ayer, que en los mercados, plazas y paseos, etc. se encontraba una cara desconocida.

Durante la tarde no era posible viajar en tranvías, pues los coches de este servicio estaban atestados, a pesar de que estaban en circulación todos los coches motores y los acoplados.”

“En las estaciones de los ferrocarriles, a la salida de los trenes, se notaba extraordinario movimiento.  Llama la atención el crecido número de mujeres.”

Accidente y fallecimiento del aviador Serafín Meiners.

El lunes 11 de abril de 1921, con el título “Doloroso accidente de aviación y muerte de serafín Meiners”, desde el diario “El Litoral” informaron que “a las 15:35 detrás de la casa de la estancia donde celebraban una fiesta en honor del doctor Mosca, volaba el aparato Farman, piloteado por el Sr. Delest, llevando como pasajero al Sr.  Serafín Meiners”.   Serafín era uno de los hijos del empresario Federico Meiners cuya curtiembre estaba instalada en la ciudad de Esperanza.

El cronista destacó que el joven Meiners tenía 24 años, había prestado servicios en el frente durante la guerra y por ello, “el vicecónsul de Francia Sr. Touvenot tomó a su cargo lo relativo al traslado del cadáver”.

(Sabido es por publicaciones en el citado diario en otras ediciones, que en aquel tiempo el Ingeniero Thovvenoth era el Director del Ferrocarril Santa Fe.)

 

Participaron en aquellas ceremonias, el gobernador Dr. Enrique M. Mosca y el ministro Dr. Armando Antille; integrantes de la Unión Cívica Radical: “Manuel J. Menchaca, Alejandro Greca, Benjamín Recamán, Carlos Gaspari, Orlando Lavagna, Salvador Caputto, Luis Bonazzola, Julio Racine y Dr. Isaac Franzioni”.

Federico Meiners: empresario y político…

Federico Meiners era hijo de Chirstoph Meiners (primera generación registrada tras sucesivas lecturas), había nacido en 1834 en Klein- Freden, provincia de Baja Sajonia, norte de Alemania; unido en matrimonio en 1859, en Hamburg-Bergedorf con Elizabeth -Elisa- Hüther, hija de Luis Hüther, nacida en 1838.

Al año siguiente del casamiento, emigraron hacia Sudamérica, vivieron aproximadamente tres años en Río Grande do Sul -Brasil- y cuatro años después, en 1864 se radicaron en el norte santafesino donde vivieron trece años.

En un documento que logró exhumar del archivo el historiador Félix Barreto, consta lo que en su momento publicaron distintos medios periodísticos: el reconocimiento de la “Ciudad de Esperanza” y sabido es que el empresario Federico Meiners, fue uno de los vecinos de Esperanza que el 1º de enero de 1884 firmó el acta pertinente, iniciativa impulsada por Waldino Baldomero Maradona, esposo de María Encarnación Villalba y padres de numerosa descendencia, siendo los más recordados el doctor Esteban Laureano Maradona quien siendo octogenario seguía viviendo en Estanislao del Campo junto a familias indígenas que lo nombraban “doctor Dios” y su hermano Waldino Buenaventura, primer diputado socialista en la legislatura de Santa Fe y promotor de la creación de la Escuela de Artes y Oficios de Barrancas, donde residía aquella familia desde 1870. Acerca de la trayectoria de estas tres personalidades distinguidas, también hay sucesivas crónicas en diversos diarios y el doctor Laureano Maradona -como suelen nombrarlo-, también sigue siendo recordado por su solidaridad desde las radioemisoras y canales de televisión.  [129]

Federico Meiners fue abuelo del doctor Leandro Santiago Meiners Rey, radical hasta que se generó el movimiento político-social impulsado desde el departamento del trabajo y luego Secretaría de Previsión por el entonces coronel Juan Domingo Perón, luego General y tres veces electo presidente de la Nación con mayoría de votos de los ciudadanos empadronados.

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“La calle San Martín”.

En la primera página del diario “El Litoral” de la capital santafesina, el martes 13 de abril de 1921 destacaron que “…una reminiscencia a los pueblos hispánicos, cuya plaza y calle de acceso –que con mucha frecuencia se llama Calle Real- son el eje del tráfico ciudadano.

España los sábados y días festivos, cuando las mozas se dirigían a oír misa, el elemento masculino sube perezoso por la calle Real ‘liando’ el cigarrillo y luciendo con ufanía su terno de pana.  Al lado del mozo de cara fresca y modales respetuosos aparecía alguna vez el torvo matón que ha pasado la noche ‘en claro’ y deja aparecer en su voz los efectos del aguardiente.   Después, distribuidos estratégicamente en la plaza esperan a que salgan del templo las zagalas. /…/

Aquí, en Santa Fe, es todavía muy fuerte el sabor colonial.   La aspiración de todo el mundo es vivir en San Martín y para no ir muy lejos a buscar ejemplos, podríamos citar nuestro propio caso: preferimos habitar en una casucha en San Martín, una casona que está amenazando con aplastarnos, a buscar una cuadra o dos más allá alojamiento cómodo.  Como las mariposas a la luz, todos rendimos a la Calle Real.  Los felices propietarios que en ella tienen un par de casitas, considéranse seguros por el resto de sus días.

Nuestros muchachos no gastan trajes de pana, afortunadamente el genio femenino tiene tanto gusto por ataviarse, que ha provocado la injerencia de párrocos y sacristanes.  Pero, salvo detalles formales, el ambiente colonial subsiste.  No hay más que mirar el desfile dominguero.  Pasan ellas y hablando en merengue y formando un rosario de cuentas de amor.  Ellos apostados valerosamente a lo largo de las aceras y saldrán incesantemente, sombrero en mano, aguantando los horrores del más enervante calor como el más crudo día de invierno y ensayando frases ramplonas que resultan insulsas para las personas “maduras” que alcanzan a oírlas como deliciosas para sus gustosísimas destinatarias.   Del comerciante no se hable.  Preferiría cerrar el negocio a sacarlo de San Martín. ¡Cualquier día!  ¡Sería una ruina!  Es el ambiente aldeano, del que sacan buen provecho los que pesan cualquier chiribitil en la magnífica rue.

-¿Para qué queremos someter al contribuyente a nuevas expoliaciones, con esos proyectos faraónicos de pavimentación, dicen.  Y llevan razón.  ¿Para qué?

Santa Fe está reducida, para el caletre de esas buenas gentes, a  las Iglesias de la Plaza de Mayo y los cafés, las agencias de loterías e instituciones de la calle San Martín.  Entes ni después, nada existe.  En el espíritu de aquéllas hace alojado una partícula fósil del malogrado don Juan de Garay.

El soplo destructor vendrá algún día del norte.  Cuando los hijos de los extranjeros que laboran en Barrio Candioti, Km. 2 y demás zonas del norte, vengan a la intendencia y a ejercer el gobierno de la Provincia.  Entonces, se operará la transformación y habrá islas que se conviertan en parques y calles por centenares con pavimento especial y alumbrado de privilegio.

En verdad que esto romperá un eslabón tradicional.  Pero se formarán otras tradiciones, más aseadas y progresistas.

“Callejeando”

En la edición del martes 12 de abril de 1921, ejemplar Nº 745 del diario “El Litoral” de Santa Fe, publicaron una nota titulada Callejeando:

“Hay en la Escuela Industrial estudiantes que no hacen ningún honor a sus condiscípulos y maestros porque cometen actos censurables y que han motivado ya varias quejas.

Desde el interior del establecimiento suelen arrojar piedras y cascotes a la calle, tomando como objetivos a los vehículos que pasan, a guisa de entretenimiento y broma.  Ayer a la mañana un repartidor de verdura, estuvo a punto de que le rompieran el cráneo con media baldosa que golpeó contra su vehículo, a pocos centímetros del pescante cuando él subía.

Se han formulado quejas a la Dirección de la Escuela, la que contestó que sería preciso individualizar a los autores para poder reprenderlos o castigarlos.  Se nos informa que los autores no son chiquillos, sino mozos de 5º Año.

Corresponde adoptar medidas que eviten esos desmanes y posibles ulterioridades, y ello puede hacerse sin individualizar a quienes lo cometieron antes.” (sic)

13-04-1921: “El espectáculo” y atraso en pago de sueldos…

Es oportuno tener en cuenta que durante los años 1915, 1916, 1917, 1918, 1919, el Poder Ejecutivo no envió en término los mensajes y proyectos de presupuesto que establece la Constitución. El correspondiente al año 1920 ingresó el 30 de mayo de 1919; y el de 1921 el 19 de noviembre de 1920.  [130]

Desde el diario “El Litoral” de la capital santafesina destacaron esas irregularidades y la lentitud en la labor parlamentaria mediante una nota publicada en la primera página de la edición del 13 de abril de 1921 con el título “El espectáculo”:

“Por el título, pronto se comprende que nos referimos a un espectáculo de autonomía, al que da la Cámara.

El presupuesto de cuyo estudio y sanción llegó la representación demócrata a hacer una cuestión principal, corre derecho al naufragio.  Por algunos momentos, llegóse a creer que la Cámara de Diputados había reaccionado y que al fin la vida económica del Estado sería normalizada.

El enorme atraso de los jubilados, la falta de pago por meses atrasados a los maestros y de tantas otras obligaciones perentorias se debe exclusivamente a la criminal desidia y a la haraganería del bloque demócrata en particular y de todos los sectores en general.  Porque, digámoslo ya de una vez, no es valedera ya para ninguna minoría, la excusa de que la obstrucción y muchos métodos del atraso político da en tierra con los mejores propósitos.  Por muy cierto que esto sea, es la legislatura quien está en descubierto desde hace 8 años con el pueblo, faltando a sus deberes constitucionales en la forma más cínica de que haya memoria.

La desorganización y pobreza del elemento que se constata en la policía de campaña son imputables por completo a las Cámaras, como asimismo el estancamiento de múltiples actividades que no pueden ser estimuladas por el gobierno, a causa de la falta absoluta de recursos.  No es posible creer que la apatía pública no tenga límites.  Al contrario, opinamos que está latente en todas las clases sociales el profundo descontento por la mofa que se hace de los intereses más sagrados de la provincia. Cómo y cuándo se haya de exteriorizar ese descontente, es cosa que pertenece al porvenir.  Pero vale la pena de apresurarse a declarar que cualquier clase de sanción popular estaría justificada ante la burla sangrienta y mezquina -como de ciudadanos sin pudor- de que se hace objeto Santa Fe”.

“El Puente de Santo Tomé”.

En el diario “El Litoral”, el miércoles 13 de abril de 1921 con el título “El Puente de Santo Tomé”, un cronista destacó:  “Los tramos bajos del puente de Santo Tomé, corroídos por la crecida del río, se hallan en lamentable estado, habiendo el oleaje derruido las defensas de su orilla sur, que amenaza derrumbarse.

Cualquier crecida mediana, pone en peligro ese camino, único para Las Colonias, sin que por más que se repita la experiencia, se busquen arbitrios para evitar el daño, aunque fuera invirtiendo en ello algunos millones de pesos.

La única solución positiva sería dar a todo el puente la misma elevación de los tramos metálicos, única parte de la obra asegurada contra las crecientes por su estado de construcción.

Los terraplenes de tierra que unen aquellos tramos entre sí carecen de toda solidez, como lo pone de manifiesto la constante necesidad de repararlos, invirtiendo en hacerlo, paulatinamente, sumas de importancia, que aplicadas a mejorar el puente darían mayor resultado.

Es de lamentar que siendo esa obra importantísima dado el tráfico que se hace por día, la única de consideración en nuestra capital, se desdeñe convertirla en puente sólido y libre por su altura de las crecidas del Salado.

La zona que sirve y de la cual acuden a Santa Fe la inmensa mayoría de los proveedores, exige por el momento la urgente reconstrucción de los terraplenes y más tarde su reemplazo por tramos metálicos o de mampostería.“

1921 – Reforma de la Constitución de Santa Fe.

La historia de la Historia acumula algunos antecedentes referidos a la sanción de la Constitución de 1921.

En la edición del 1º de abril de 1921 informaron:  “Ha comenzado a funcionar el Poder Legislativo de Santa Fe”.  El gobernador doctor Luciano Molinas leyó su mensaje y destacaron que “los justistas sobre cuya presencia circularon algunas versiones han concurrido en su mayoría.

08-04-1921: “El escritor Juan José de Soiza Reilly en Santa Fe”

En el diario “El Litoral” informaron que cuando el tren pasó por la estación Sunchales desde la Capital Federal, preguntaron al jefe de la Estación quién era esa persona que todos saludaban y respondió: “-El literato don Juan José de Soiza Reilly, el cual viene a tomar posesión de su cargo de secretario de la Honorable Convención de Constituyentes que le ofreció el presidente Dr. Menchaca, en mérito de los servicios que el país le debe al escritor.”  Cuando llegó a la capital santafesina también fue recibido con entusiasmo y “llegó a El Litoral” acompañado por el presidente del Consejo General de Educación y de un compañero nuestro, viejos amigos”…

Acoso al señor Amavet.

Aquel 8 de abril, en la misma página, destacaron que el señor Amavet había recibido “un anónimo que merece ser conocido”:

“S.Fe 7/4/21. No hay nada más injusto que atacar los sentimientos de la mayoría… la enseñanza laica que Vd. Pretende implantar en la futura Constitución; le hace aparecer como un enemigo de la sociedad.

Por esa causa se lo combate y se le combatirá sin tregua, hasta que ceje Vd. de su mal empeño… Le proponemos que retire de su proyecto la parte que ofende a nuestra moral y a nuestra tradición, en cambio haremos cesar inmediatamente la campaña que se le sigue en Nueva Época.  Le saluda un grupo de damas y caballeros católicos.”

Lunes 11-04-1921: “La manifestación de ayer”.

En la primera página del diario El Litoral del lunes 11, destacaron que “según estaba anunciado se ofició ayer a la mañana en la Plaza San Martín, la misa con que el catolicismo provincial rogó a Dios, que alumbre las conciencias de los señores constituyentes, a fin de que no sean reformados ciertos artículos de la actual constitucional.”

En los párrafos siguientes, el cronista expresó:  “En honor a la verdad debemos aclarar que a la sagrada cita no ha faltado un solo católico de la provincia, (sic) demostrando así cuán hondo es el sentimiento religioso de los 5.000 manifestantes que oyeron misa (sic, subrayados aquí) y se desplazaron luego por la calle San Martín hasta General López y por ésta hasta el local de la Legislatura, donde el Dr. Menchaca aguardaba a la comisión que debía entregarle el petitorio.”

Con el subtítulo “El desfile”, el cronista comentó:

“Encabezaba la manifestación una banda compuesta por niños, enseguida la columna. / Era de ver con qué fervoroso afán, los llegados de afuera gritaban sus convicciones ¡viva Dios! ¡viva la religión católica! ¡viva el obispo!” -era monseñor Boneo- “se oía a cada rato, como deseando afirmar bien francamente el honesto deseo que les había traído a la capital.

Si por algo se distinguía el desfile de ayer, ese algo estaba en la intervención cierta y conveniente del elemento extranjero.  Así quisiéramos verlos siempre.  En nuestra patria todos los habitantes deben sentirse ciudadanos.  En la manifestación que nos ocupa el 70% la constituían personas nacidas en otro suelo, pero ligadas al nuestro por esfuerzos constantes que nos han permitido ser hoy la gran nación de Sud América.

Pasaron los hombres y en compactas líneas llegaron las mujeres.  Puede decirse que fue aquello el desfile de la gracia, el perfume y la belleza, lo cual daba inusitado realce al acto.  Las mujeres de Santa Fe han participado activa y eficazmente en la exposición de los méritos católicos convenciendo con la sola presencia de lo que puede el sentimiento de los pueblos jóvenes como el nuestro.”

Otro subtítulo: “Frente a la Universidad” (que en aquél tiempo funcionaba en la calle San Martín al 1800). “Al llegar la manifestación frente a la casa de altos estudias, algunas personas poco familiarizadas con los propósitos de la institución, silbaron en forma que anunciaba la mala voluntad hacia el derecho que se enseña hoy.  Debemos hacer constar que no había nadie en la puerta.  Fue una nota que sirvió para levantar la ceremonia.”

“En la plaza Pringles” (actual Plaza “Italia” frente a la legislatura provincial). “Hicieron uso de la palabra varios oradores llegados de distintos puntos de la provincia.  Los discursos fueron todos de ardiente argentinismo.  El doctor Lorenzatti dijo entre otras cosas que “en los lomos del Salado habían cabalgado nuestros héroes”… y tanto ha sido así, que nuestro amigo a perpetuidad, el historiador Andrés Atilio Roverano publicó un libro titulado “El río Salado en la Historia”[131]

Luego el cronista de “El Litoral”, siguió rememorando lo expresado por el doctor Lorenzatti acerca de que “la moral argentina estaba encarnada en los grandes pensadores que sin excepción, todos fueron católicos apostólicos romanos”. Destacó que “no ató nombres propios porque un estruendoso aplauso colectivo hizo detener al orador.

Mientras hablaba en la Plaza, una comisión hacía entrega al Dr. Menchaca del petitorio.  Fue el de ayer un magnífico acto que ha de servir como incontrovertible antecedente a los oradores católicos y a los liberales, cuando se trate de cuestiones relativas al preámbulo y otros puntos de la Constitución futura”.

Viaje del doctor Menchaca a Buenos Aires.

En la sección “Sociales” del diario El Litoral, en la edición del miércoles 13 de abril anunciaron que se había ausentado hacia la ciudad de Buenos Aires, el presidente de la Asamblea Constituyente Dr. Manuel J. Menchaca, “quien estará de regreso en ésta, el sábado próximo”.  El 14 de abril, iniciaron las sesiones…

Noviembre…

El presidente de la Convención Constituyente Dr. Armando G. Antille durante la jornada del 9 de noviembre informó a los periodistas que se habían reunido las Comisiones y que la Asamblea sería convocada en breve.  En el diario “El Litoral” publicaron esas noticias y en otra página, con el título “Mirando pasar”, el cronista intentó llamar la atención sobre otras conductas: “Las ordenanzas municipales que limitan la velocidad no se cumplen, todo el mundo anda en automóvil y se ve tentado a saborear las delicias del vértigo”.  Con el subtítulo En plena calle San Martín, otra advertencia:  “Ha llovido.  Los caballos de un coche cualquiera han resbalado y el auriga los quiere levantar a latigazos.  Los lomos de los animales son cruzados por surcos.   Veinte curiosos presencian el espectáculo con una especie de histérica delectación reflejada en la sonrisa leve y pertinaz.  Por fin los brutos se levantan”…

  Veto del gobernador Enrique Mosca

Es necesario tener en cuenta que la vigencia de la Constitución sancionada en 1921 significaba la pérdida de exenciones de contribuciones e impuestos en favor del clero católico. Quienes pretendieron defenderla fueron encarcelados en la Ciudad de Rosario el 29 de enero de 1922.

 

Generado el conflicto por sectores del catolicismo que se oponían a la vigencia de la Constitución sancionada en 1921, el gobernador Enrique M. Mosca decidió aplicar “el veto”, de acuerdo a expresiones difundidas por distintos medios, “obedeciendo las órdenes del Presidente de la República”, el doctor Hipólito Yrigoyen.

A pesar de las manifestaciones en favor, la constitución quedó durante once años sin vigencia.

Una década después: vigencia de la Constitución de 1921.

En la edición del viernes 5 de abril de 1932, en el diario “El Litoral” informaron que con la asistencia de veintiocho diputados, desde las 15 había sesionado la Legislatura  rindieron homenaje al Sr. L. Filiberti.

En el diario “El Litoral”, en la edición del 15 de abril de 1932 abarcando tres columnas, informaron que ese día, “la Cámara de Diputados aprobó el proyecto de ley sobre implantación de la Constitución del año 1921”. Destacaron que “El sector radical fundó su oposición dando razones constitucionales y reprodujeron parte del debate registrado por los taquígrafos.

El mismo día, en la tercera página destacaron que presentó su renuncia el asesor letrado del Consejo General de Educación Dr. Rafael J. Villanueva “por las razones que expresó personalmente.”

En la década siguiente, el diputado Hildebrando Rubino -de Rosario-, se refirió a su importancia y validez, destacando que “el gobernador sumiso acató la orden, el trato se cumplió, y el clero católico festejó el atentado como un triunfo propio; el partido radical con la honrosa excepción del ex-Gobernador Menchaca a la cabeza de un grupo de radicales, se prestó a la maniobra inmoral”… [132]

Opinión de Lisandro de la Torre

En una recopilación de discursos del Dr. Lisandro de la Torre en el Congreso Nacional, consta su defensa de la Constitución de 1921.  Al finalizar el prólogo expresó que en su carácter de “Diputado por Santa Fe he cumplido con mi deber agotando esfuerzos para llamar la atención del Congreso y del país sobre lo que ocurre en mi Provincia.  No se me puede exigir más.  Si el Congreso, el Ejecutivo Nacional, la Justicia de Santa Fe… y el pueblo resultan a la misma altura intelectual y moral que el gobernador Mosca, sólo me resta deplorarlo y dejar que una posteridad más digna los juzgue”.

Ecos en la década siguiente

En la sesión del 15 de abril de 1932 se consideró el despacho de la Comisión de Negocios Constitucionales y Legislación firmado por los Dip. Hildebrando Rubino -Rosario- y Eugenio Wade -La Capital- sobre el mensaje y proyecto del P. E. reconociendo lo dispuesto por la Ley 2.003.

En esa oportunidad se destacó que “la Convención Constituyente tuvo facultades para prorrogar sus sesiones por propia autoridad; siendo en consecuencia válidas y obligatorias las reformas sancionadas y promulgadas con fecha 13  de agosto de 1921”.

En consecuencia, en el artículo 2º se disponía: “téngase a la Constitución reformada por ley suprema de Santa Fe, obligatoria para los Poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial, municipalidades, corporaciones públicas y privadas y habitantes de toda la provincia”.

El Dip. Rodolfo Reyna -La Capital- dijo que a pesar de reconocer “que la obra de la Convención del 21 fue una obra meritoria y plausible”, correspondía tener en cuenta que “la Cámara no tiene facultades para dictar una ley poniendo en vigencia la Constitución del 21”.

El Dip. Waldino Buenaventura Maradona -primer diputado socialista en la Legislatura santafesina-, destacó que durante esos once años hubo partidos que “han reclamado continuamente la vigencia de dicha Constitución”.

Después de un prolongado debate, insistió en que “cien mil ciudadanos libres y conscientes han hecho triunfar el programa de una alianza entre partidos de vida orgánica y permanente; partidos con personalidad propia y claramente definida en la vida política argentina; partidos que hace once años, en la provincia de Santa Fe, inscribieron como primer punto de sus plataformas, ‘vigencia de la Constitución del 21’.”

Recordó luego las actitudes políticas del Obispo de Santa Fe Monseñor Boneo y criticó a “otro viejito, el impagable don Hipólito que en su afán politiquero de caudillo domeñador, se ‘conmueve’ ante la obra herética de la convención y en previsión de una posible lucha religiosa que sólo él pudo ver a través de sus hipócritas vacilaciones, pide al gobernador Mosca ‘que vele’ por la paz y la armonía ‘para evitar todo motivo de choque en el campo de las ideas y sentimientos’ con el objeto de ‘asegurar una mayor felicidad para los pueblos’; y mientras esto decía, para anular la obra liberal de los constituyentes de Santa Fe, ordenaba ametrallar a las peonadas criollas en Santa Cruz!”

En el diario de sesiones de la Legislatura provincial consta: “(Se oían en el recinto los aplausos y entusiastas exclamaciones de aprobación.)”

Otoño de 1921: Huelga de maestros – Discriminación

Durante la sesión del 20 de mayo de 1921 en la Cámara de Senadores presidida por el Dr. Agustín Gatti el senador Enzo Bordabehere insistió en la necesidad de mantener el quórum para poder sesionar.

En la sesión del 10 de junio de 1921 el senador Alcides Greca -ex profesor en una escuela normal- aludió al decreto del P. E. dictado el sábado 14 de ese mes, con motivo de la huelga de maestros, por el cual se los declaraba en comisión y se procedía a una nueva organización del personal de las escuelas.

Advirtió que “el derecho de huelga, que se les ha negado a los maestros, indudablemente puede negársele en los países donde el maestro tiene estabilidad y escalafón, en donde se le paga puntualmente y en donde se atiende más a la idoneidad que a las recomendaciones de carácter político que son una norma, diremos, dentro de la política de nuestro país”.

En consecuencia, consideraba que los docentes santafesinos han ejercido tal protesta “con justo derecho… dadas las condiciones verdaderamente anormales en que se desenvolvía su vida gremial”.

El senador Mattos pidió que en la minuta de comunicación al P. E. se expresara que el decreto era “inconstitucional” y en consecuencia correspondía “que se restableciera inmediatamente al personal docente en sus respectivos puestos”, criterio censurado por el senador Greca y por otros legisladores, porque la organización de esa administración era legítima atribución de ese poder.

Luego el senador Fernando Dentesano -Dto. Castellanos, ex inspector de escuelas- manifestó que “hubiera deseado que en este conflicto el Poder Ejecutivo hubiera tratado estas cosas con un criterio un poco más humano para estos servidores de la provincia.

El ministro de Gobierno Dr. Armando Antille participó en esa sesión y destacó que esa huelga de maestros provenía “del estado general de las finanzas atrasadas”.

Rechazo a las huelgas

Expresó el ministro de Gobierno doctor Antille, que el poder administrador no reconocería “derecho al empleado público para alzarse contra ninguno de los poderes, levantando una bandera de rebelión.

El derecho de huelga no es un derecho consentido en ningún país civilizado para los funcionarios públicos, para los empleados del estado.  El derecho de huelga es algo que hasta hoy han ejercitado solamente los obreros, los proletarios y que no se ha consentido a ningún empleado dependiente del poder que administra”.

Insistió en la necesidad de “asegurar la estabilidad de la enseñanza pública”, evitándose “que el alumno aprendiera en el mal ejemplo del maestro, del maestro indisciplinado y rebelde en el aula misma”.

Exaltados en las calles

Reiteró que con el cierre de las escuelas -por ocho o diez días-, “quería evitar a los padres, el hogar, la intranquilidad y la zozobra, porque esos niños que iban a la escuela podían volver tal vez heridos por los exaltados cuya solidaridad se había evidenciado en casi todas las calles de la ciudad”.

El senador Alcides Greca planteó la diferencia entre los maestros que ejercían en Italia, Francia, Alemania… que obraban regularmente, mientras que en Santa Fe  “se les ha tenido catorce meses sin abonarles un centavo”.

Destacó el doctor Greca que “aquí, el maestro está en peores condiciones que un simple jornalero… que un simple peón de chacra”.

Reconoció que como abogado, no analizaba ese problema con “un criterio legal sino un criterio humano”.

Inmediatamente fue rebatido por el senador Mattos.

El mismo día se consideró un proyecto de ley estableciendo la estabilidad para los maestros diplomados con dos años de antigüedad y la obligatoriedad del pago mensual de las retribuciones, disponiéndose que un tribunal disciplinario ejecutaría los sumarios siempre con vista al interesado, a los efectos de su legítima defensa.

Sabido es que el 16 de junio de 1921, el gobernador de la provincia de Santa Fe Doctor Enrique M. Mosca firmó el decreto de creación de la Biblioteca de la Casa de Gobierno y el entonces subsecretario del ministerio de Gobierno don Leandro Meiners debió organizarla junto al entusiasta Félix Barreto, director ad-honorem. [133]

Raimundo J. Peña – “Un dirigente gremial”.

Es oportuno reiterar lo expresado en una aproximación a la historia de los santafesinos.  [134]

En 1921, presidía la Asociación del Magisterio de Santa Fe el talentoso maestro Raimundo J. Peña, casado con una maestra ejemplar: Justina Pérez luego docente en el Colegio de Nuestra Señora del Calvario de la capital santafesina.  [135]

El ingeniero Elías Díaz Molano refiriéndose a la trayectoria gremial de Raimundo Peña, expresó:

“…me parece oportuno evocar ligeramente las características que tuvo la huelga de 1921, en circunstancias en que Raimundo J. Peña presidía, en Santa Fe, la Asociación el Magisterio. Gobernaba entonces la provincia el Dr. Enrique M. Mosca y a los maestros se les adeudaba 14 meses de sueldo, atraso que había ido acrecentándose durante el gobierno anterior.  Se buscaron soluciones pero el mandatario no tuvo éxito, por no contar con el apoyo legislativo. Las cámaras no formaban quórum; en consecuencia, el presupuesto, donde se incluían soluciones, no entraba en consideración.

Peña era entonces director de la escuela J. J. Paso y había sido maestro de varias, e incluso vicedirector de la Escuela Rivadavia.

En 1921, siendo ministro el Dr. Agustín Araya, el presidente del Consejo General de Educación José Amavet apoyaba la demanda de los maestros y el gobernador Mosca decidió aceptarle la renuncia.  El 21 de abril asumió en el ministerio el Dr. Mateo Quijano y en la presidencia del Consejo don Vicente Palma, persona no aceptada por los maestros.

“La Federación del Magisterio dio un plazo extremo para que los haberes atrasados se abonaran: el 15 de mayo. Caso contrario, los docentes interrumpirían su labor. El 14 de mayo las cosas se agravaron.  El gobierno dispuso clausurar las escuelas, declarando en comisión al personal, para proceder a su reorganización.

En tales circunstancias, Peña se entrevistó con el gobernador intentando encontrar soluciones y tres días después, el 17 de mayo se realizó una Asamblea presidida por él.

Durante esa convulsionada semana de mayo, el desenlace fue la comunicación de las cesantías y entre los primeros incluyeron a Raimundo Peña y su esposa Justina Pérez.  El 20 de mayo se realizó otra asamblea de maestros y en vano Peña intentó convencer a los maestros acerca de la voluntad conciliadora del gobernador. Destacó el ingeniero Díaz Molano en su crónica:

“…Pasaron varias semanas y a don Raimundo Peña le ofrecieron un puesto administrativo, muy bien rentado, que no aceptó, pues deseaba volver a su escuela muy bien rentado, al fin, enferma y muere ese mismo año, el 26 de octubre con sólo 39 años de edad.  /…/ No interesa señalar la dolencia física que lo afectó tan gravemente, como el dolor espiritual que afectó su alma, esto fue más decisivo.

El ‘Santa Fe’ le dedicó al día siguiente de su desaparición una sentida nota que comenzaba así: ‘En plena vida, como un roble destrozado por un rayo, ha caído Raimundo J. Peña, el maestro bueno, el maestro noble, el criollo caballeresco y digno, el de las arrogancias argentinas, pese a su exterior modestísimo.

La deuda de los haberes a los maestros fue saldada ese mismo año, pero al siguiente se reanudaron los atrasos.  Por otro lado, el 31 de diciembre había informado el ‘Santa Fe’ lo siguiente: ‘Se acaba de pagar a la administración; el 29 cobró la gobernación, hoy los ministerios.  ¿Y los maestros, cuándo?  ¿Cómo pasarán el año nuevo?”

14-04-1921: Juliá Tolrá en el Centro Español de Santa Fe

Informaron desde el diario El Litoral, en la edición del 14 de abril de 1921, que el Centro Español renovaría su comisión directiva y aludían a diversos candidatos, entre ellos el doctor Antonio Juliá Tolrá -esposo de la escritora Rosaura Schweizer-, integrante de la redacción del diario donde publicaron esta nota:  “para la presidencia suena el nombre de nuestro compañero, Dr. Juliá, uno que cuenta con méritos sobrados para elevar aquella institución al rango que le corresponde.

El Centro Español tuvo su época florida cuando la presidía don Federico de la Hoz, que con su aspecto de vizconde y su rotunda fonética llenaba el hall de la casa de satisfactorias realidades y de empresas promisorias.

Erguido en las grandes solemnidades con un manojo de cuartillas en la siniestra y afirmándose con la derecha los espejuelos, Federico arrobaba a sus compatriotas que veían revivir en él, a tantas millas de distancia, el verbo jocundo de la raza y la gallardía inmortal de la postura.

El doctor Juliá es más nuestro en el sentido criollo de la palabra.  Adaptado a nuestro ambiente y amante sin embargo de las cosas españolas, posee condiciones para encauzar al Centro por una nueva etapa de actividades benéficas.

Puede ser que algún día, por su mismo exceso de movilidad, gaste el tiempo y las energías en cambiarle la puerta al corral; pero si ese caso llega, nosotros le saldremos al cruce con nuestra crítica y consejo y las cosas entrarán nuevamente en su juicio.  Porque el doctor Juliá, por espíritu de guerrero, toma muy en consideración lo que dicen los diarios.”

En ese tiempo estaba enfermo el Obispo Agustín Boneo.

El Club del Orden había convocado a elecciones con la presentación de dos listas, encabezadas por los doctores Justo Cabal y Rodolfo Freyre, quien obtuvo la mayoría de votos.  Vocales: Dr. Manuel López Pujato, Jenaro Benet, Carlos Sarsotti (h), Eudoro Rosas Leiva.

18-04-1921: “La manifestación anticlerical”.

En la primera página de la edición del lunes 18 de abril de 1921, desde el diario El Litoral destacaron algunas características de la manifestación que llegó hasta la Plaza frente a la Legislatura santafesina:

“Alguna cosa extraña ha de haber sucedido.  Dicen por ahí que el 95% de la población es católica, apostólica y romana.  Ateniéndonos a la manifestación del sábado cabe la duda, puesto que si el número de personas mayores de 18 años residentes en la ciudad no pasa de 20 mil, se puede afirmar que los ubicados se multiplican en proporción no sospechada por el otro bando.

Concurrieron 8.500 prójimos.  En la plazoleta Pringles, el auditorio llegó a 10.000, lo cual da una idea de la importancia del acto.

No hubo desórdenes aunque sobraba entusiasmo.

En el deseo de pulsar la impresión ambiente, hemos interrogado a Un anciano santafesino: -¿Qué le parece la manifestación?

-Bastante numerosa.  Yo no creía que llegase a tanto.

-¿Es comparable a la manifestación católica?

-En número de hombres es superior pero en las mujeres muy inferior, además la “nuestra” demostraba mayor suma de prestigio.  Recuerde usted que muchos colonos concurrieron con sus familias, en cambio en la liberal, todos eran personas que mañana no se acuerdan de Santa Fe.

-Después de la manifestación, qué haría Ud. en caso de ser Constituyente.

-¿Yo?  yo… estoy viejo.

A poco andar dimos con un tradicional apellido que hace 35 años circula por Santa Fe.  Y le interrogamos: -¿Vd. que es santafesino y no es viejo, quiere darnos su opinión con respecto a la Asamblea liberal?

-Como nó.  Le diré que ha sido muy buena, más que la de la católica y más nuestra, sobre todo.  El sábado se verían santafesinos, o personas que residían en Santa Fe.  En la católica apenas 300 hombres de la capital se podrían contar.  Había muchas mujeres, pero la mujer no cuenta.

-¿Qué haría Vd. en caso de ser constituyente?

-Votaría la reforma.

-¿Nos permite que hagamos publicar su opinión y su nombre?

-La opinión sí; el nombre no.  Vd. sabe bien lo que significa el medio, la familia, después molestan…

-Entendido. Entendido.

Pasa dar por terminada la encuesta nos dirigimos a un mozalbete, hijo de conocidos católicos, estudiante.

-¿Qué tal la manifestación?

-¡Macanuda!

-¿Sí?

-Nunca hubo una manifestación así, y sin mujeres, y sin colonos; se la dimos chanta, se la dimos.

-Sujete, amigo, sujete.

-Qué sujete.  Frailes ¡no!

-Diga mocito; soy su nombre en el diario.

-Delo, como nó, delo.  1

1 Horas después apareció el padre del mozalbete y nos pidió encarecidamente que no mencionáramos el nombre del “muchacho imprudente”.

“…Es respetable la importancia del acto al que hacemos referencia y sus probables derivaciones.”

24-04-1921: “Soberanía de la Convención Constituyente”

En la edición del domingo 24 de abril de 1921, con el título Soberanía de la Convención Constituyente, en el diario La Capital de Rosario,  publicaron una nota que fue comentada el lunes 25 en la primera página de El Litoral, santafesino:

“Sabemos que el Dr. Mosca ha celebrado una reunión con un grupo de constituyentes, lo que quiere decir que les ha transmitido la orden llegada desde Buenos Aires… hermosa convención y valiente Constituyente.

Reunido ayer todo el bloque radical ha sido terminantemente desmentida hasta la presunción del hecho… con lo cual el diario queda en el lugar que le corresponde, es decir, vulgar elemento de comité, mal, inhabilitado en adelante para ofrecer a sus lectores los dictados de honrada conciencia.

Con la firma del Dr. Menchaca y de 27 constituyentes, habían enviado un telegrama al diario rosarino:

“Me creo en el deber de rectificar como Presidente de la CC en homenaje a sus prestigios y soberanía, el párrafo final del artículo editorial de hoy.

El Sr. Gobernador no ha llamado a su despacho a ninguno de los diputados constituyentes y las opiniones de éstos siguen siendo las mismas que las profesadas ayer.”

29-04-1921: “Madres que no tienen hijos”.

Un cronista del diario El Litoral, después de visitar varios conventos y congregaciones de la capital santafesina, con el título Madres que no tienen hijos, escribió:

“El cronista debe a la amabilidad de un amigo, una de las emociones más hondas de su vida.

Recorrer los conventos es tarea de curiosos para quien no se conmueve frente a la estatutaria religiosa y es también motivo de impresión para el que juzga de las cosas humanas sin considerar las causas que las determinan.  Dios aparte, Dios negado o como se piense, lo cierto es que en el convento de las Dominicas crecen y se desarrollan 47 huérfanos, desamparados del mundo.

El crimen no les alcanzará, gracias a la bondad de unas hermanas que aceptaron el sacrificio porque así cumplen con sus ideales.

En una casa perteneciente a don Carlos Aldao, el cual no tiene inconveniente en creerse a salvo de deberes superiores, viven pobremente pero limpios, sanos y contentos, niños que no conocerán a sus madres propias, mas tienen el consuelo de sentirse acariciados por manos suaves y generosas.”

En el Asilo de Inválidos, el cronista destacó que estaban “16 ex-hombres (sic) amparados por siete hermanas”.  Las franciscanas todas ocupadas en las cabeceras de pacientes.  En las Adoratrices “hay un ambiente de arte puro, y hay ¿cómo lo llamaremos? ¡Liberalismo!   Sí, ésa es la frase.   Se puede hablar del mundo con alguna comodidad y sin embargo, la conversación se mantiene siempre en un plano superior… 16 solidarias compañeras que se asoman a la vida por las ventanas de un corazón que ellas buscan sin lastimarlo… Fuimos a los conventos en busca de contrastes que nos permitieran una agresión, nos conquistó el bien que se realiza y sentiríamos cobardía de nuestra acción si no lo declaramos.”

 

Al día siguiente, El Litoral informaba que para poder auxiliar a los pobladores de zonas rurales que soportaron inundaciones por desbordes de los ríos Paraná y Salado, en la Legislatura habían tratado el proyecto de ley que también reconocía que “las industrias de Santa Fe se han sentido profundamente afectadas, especialmente la que consiste en la explotación forestal, principal fuente de riqueza del norte.”

18-05-1921: “Reuniones de maestros.  Un mitin”.

En la edición del miércoles 18 de mayo de 1921, en la primera página del diario El Litoral informaron:

“Anoche efectuaron reuniones los maestros en el local de la Sociedad Cosmopolita.  Esta tarde, los estudiantes y maestros en huelga darán una conferencia de proporciones a las 17:30 en la esquina de Rivadavia y Boulevard Gálvez. (sic) A la hora 21, organizarán hoy un mitin en la plaza España y saldrán en manifestación recorriendo las calles Humberto 1º y San Martín hasta la Plaza 25 de Mayo, donde hablarán varios oradores.”

Opinión: “Cómo debió ser la huelga de maestros”…

Un cronista del diario El Litoral dialogó con un abogado y el miércoles 18 de mayo, mientras algunos grupos escuchaban a conferencistas y otros expresaban las protestas por las calles céntricas de la ciudad, redactó la nota editada en aquel atardecer:

“Mr. Wilson ha sido autorizado para ejercer la abogacía sin rendir examen.  Conversamos sobre el tema obligatorio: la huelga.  Explicaba: “En primer lugar, como ahora se está empezando a aclarar, los cabecillas de la huelga habían cobrado bajo cuerda todos los meses vencidos.  Un gran número de maestros han descontado en el Banco Provincia (casas Santa Fe y Rosario) que no les cobra intereses.  Hay sin embargo, otros muchos maestros de la campaña especialmente, que no han cobrado; pero esos no tienen vela en ese entierro, como tampoco la tuvieron cuando las recomendaciones y apaños ha permitido dividir en hijos y entenados, a los maestros, a los efectos del pago.

El abogado.  -Hay que pagarle “sin duda, sin duda”… “Pero ya que no se declaró la huelga, al gobierno que hizo las trampas, lo que también me hubiera parecido mal desde el punto de vista legal, comprendan ustedes que no es posible hacer pagar a este los platos rotos de aquel.

Lo sucedido es inadmisible siempre, pero en los actuales momentos es de una inmoralidad.”

Desde el punto de vista del abogado, él habría hecho constar, en primer lugar, que el gremio reconoce las reiteradas gestiones del P. E. ante las Cámaras, a fin de que arbitre medios de pagar los atrasos.

Después, habría formulado un proyecto de declaración de huelga, sin más efectos prácticos que un cierre de las aulas por 48 horas por ejemplo, y esto, como demostración de fuerzas, a fin de advertir a la opinión pública que existe organización y autoridad para llevar a cualquier extremo las reclamaciones.

19-05-1921: la renuncia de Borruat.

El jueves 19 de mayo de 1921, mientras la manifestación recorría las calles céntricas de la capital santafesina, continuaban los rumores en torno a la renuncia del Inspector Carlos Borruat. En la edición del jueves 19 de mayo –Nº 771-, publicaron esta crónica:

La renuncia del Sr. Borruat. Un cronista de la época, antroglodita por excelencia, escribió una endecha al Sr. Borruat, entendiendo que éste, al renunciar al puesto de Inspector General de Escuelas, iba a engrosar con su voluminosa figura el grupo de maestros huelguistas.

El cronista sufrió una decepción más tarde, al enterarse de lo escrito por Borruat y remitido al diario “El Litoral”, texto reiterado en aquella nota:

“Al Director de El Litoral.

En el Santa Fe de hoy aparece una nota que me supone con el propósito de ponerme al frente de los maestros no huelguistas.  Si fuera cierto nada tendría de particular puesto que me creo dueño de mis actos; pero es el hecho que nadie me sugirió tal cosa y mucho menos se me ocurrió pensar ni remotamente dejar de acaudillar la ‘Amigos de la infancia’, la Inspección General para acaudillar otros maestros.

Siempre he luchado solo y en esta emergencia lo que menos he pensado es que pudiera necesitar acoplados.

Lo que sí he pensado y lo confieso honestamente es escribir con vigor y con altura en defensa del maestro y particularmente en defensa del niño, sin contemplaciones de orden personal; todo por la Escuela.

…Borruat engrosará de hoy en más la falange de publicistas locales, y, conociendo la prosa robusta de este caballero hay motivo para felicitarse, pues sus escritos tienen tantos rasgos gramaticales  como abundancia de ideas y fuerza emotiva.”

20-05-1921: Don Antenor Ferreyra…

Acerca de la huelga de los docentes dedicaron varias columnas en los diarios santafesinos incluyendo anécdotas como la incluida en la crónica titulada Don Antenor, publicada en el diario “El Litoral”, en la edición del viernes 20 de mayo:

“Cayó en esta ciudad como un aerolito despedido por quien sabe qué cataclismo cósmico, cuando el inolvidable doctor Aguirre manejaba los asuntos escolares con la misma capacidad y desenfado que dictaría ahora un curso de japonés, si se lo dieran.

Al poco tiempo de asumir la Inspección General de Escuelas, tuvo la valentía de declarar en la prensa local, bajo su firma, que estaba justificado el que a falta de dinero para pagar a nuestro magisterio se ha abonara sus haberes al personal superior…

La figura compacta, aplanada de don Antenor, desfilaba por las calles de nuestra ciudad primorosamente embutida en flamantes pantalones de fantasía y volanderos jaqués que sintetizaban una transición entre los codos rotos del maestro y el terno codiciable de un rentista aburguesado…

El reporter sorprendió ayer algunas palabras siguientes:

-¡Pero también don Antenor, metido a orador de los huelguistas! -dice una voz.

-Ferreyra es nuestro -contesta firmemente un alto funcionario.  Y ante la mirada burlonamente interrogante de uno del grupo, terminó.

-Te digo que sí, che.

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21-05-1921: “La huelga de maestros”

En la edición del sábado 21 de mayo, en el diario El Litoral destacaron:

“La única circunstancia que da razón de ser aparente a la huelga de maestros desaparece con la aprobación por parte del Senado de los proyectos de impuesto al tabaco y alcoholes.  Cobrarán los usureros y los bancos los millares de pesos adelantados a cuenta de sueldos y algún documento de maestros que a su tiempo no tuvieron una miserable ‘cuña’ para hacerse obsequiar con algunos vales.  /…/  Los nuestros tienen abierto el camino absoluto para organizar comisiones destinadas a bregar por la conveniencia de la estabilidad, escalafón y mejoramiento económico.  Pero será preciso, por cierto, que los verdaderos interesados sacudan el yugo de los caudillitos que por tan mal camino los han llevado ahora, señalando nuevos métodos para seleccionar el personal encargado de representar en esas gestiones al magisterio y terminando de una vez con la famosa camarilla que admitió el pago clandestino de sus haberes y ha tenido el coraje de presentarse como víctima en la falta de pago.

Cualquiera otra derivación que la huelga quisiera dar debe, desde luego, ser sofocada inmediatamente.  De lo contrario, la autoridad y los principios y garantías de orden rodarían por los suelos.”

Es oportuno tener en cuenta que en aquellas circunstancias, Raimundo J. Peña, director de la Escuela Primaria “Juan José Paso” presidía la Asociación del Magisterio de Santa Fe… y fue uno de los tantos que quedaron cesantes, también su esposa Justina Pérez porque aunque el presidente del Consejo José Amavet justificó al paro, el gobernador Mosca adoptó esa decisión generadora de mayores dificultades para tales maestros.[136]

Lunes 23 de mayo: reapertura de escuelas…

En el diario El Litoral anunciaron que ese lunes 23 de mayo comenzarían las clases en las escuelas provinciales.  En otra columna, aludieron a “los ánimos en Rosario”:

“…Un caballero llegado de Rosario nos decía airado que los elementos ácratas y políticos opositores han trabajado desesperados para provocar una huelga general.

-Todo el mundo está ya en el secreto -decíanos nuestro interlocutor- de que esta cuestión de los maestros no es más que un pretexto para crear al gobernador una situación difícil. / Los agitadores profesionales realizan la huelga por la huelga misma, como los artistas de alma practican el arte por el arte.  Mientras tanto los políticos hacen su juego.

-¿Cree Ud. que el gobierno dominará rápidamente la situación?

-No sé qué les diga… Observo mucha falta de habilidad… Saber arrojar a tiempo un hueso, libra la pierna muchas veces de una dentellada.

-Muy bien.  Pero esa teoría tiene dos peligros.  El primero es que la moral queda del todo entre las zarzas del camino y el segundo, que algunos animales se ceban de tal modo que no hay forma de poderlos satisfacer.

Y nuestro acompañante nos abandonó al volver de una esquina, sin contestar.

Puerto de Santa Fe: incendio en un barco…

El doctor Julio A. Caminos, rememoró algunas experiencias de su infancia, “con recuerdos muy nítidos”, como el comentado seis décadas después en una nota publicada en el diario “El Litoral”:

“…Un suceso que me impresionó hondamente fue un terrible incendio que se había producido en un barco surto en la zona portuaria.  Era una fría y gris mañana de invierno, allá por 1920.  Uno de mis tíos me llevó hasta las cercanías del siniestro.  El fuerte viento agitaba las llamas que se elevaban a varios metros, produciendo un ruido característico de hierros y maderas que se destruían, retorciéndose entre el fuego abrasador.  Hace muchos años localicé en los libros de entrada del Juzgado Federal el sumario instruido entonces por la Subprefectura Marítima.” /…/   [137]

“El pavoroso incendio, en efecto, se produjo el 1º de junio de 1921 y duró tres días.  Un hermoso velero -el ‘Mount Rainier’-, que iba a partir con una carga de 3.500 toneladas de rollizos de quebracho colorado, se hundió en las aguas del canal de derivación; y sesenta años después de esa catástrofe, en época de bajante, pueden verse todavía algunos restos de la airosa nave, devorada totalmente por el incendio que mis ojos contemplares en aquellos días ya lejanos de mi infancia.”

Viernes 6 de junio: “freno a los docentes rebeldes”…

En  la edición del primer viernes de junio de 1921, desde el diario El Litoral informaron que el gobierno mediante un decreto, puso “freno a los docentes rebeldes que consideran llegado el momento de implantar el gobierno del soviet, reservándose para ello los puestos de comisarios del pueblo…  El decreto es en el fondo, un segundo toque de atención que el gobierno da a los maestros”.

Comentaban que el Director General de Escuelas, Señor Vicente Palma había enviado una circular a las escuelas comunicándoles la decisión de “suspender a Ud. en el ejercicio de sus funciones y a partir del 23 de mayo ppdo., en virtud de haber hecho abandono de su puesto, según constancias que obran en esta repartición.

La Inspección Seccional procederá a designar oportunamente la persona que ha de desempeñar su cargo… Los 37 apóstoles de la Asociación Gremial se han arrogado la representación de la que en realidad carecen, y cuando se presenta la ocasión de individualizarlos, se retrocede.  /…/  Nunca le aconsejaríamos al Sr. Palma, por lo demás, que perdiera los estribos, ya que los peligros de la situación difíciles se sortean en base a la serenidad, pero conviene atacar de frente la situación.

En otra columna informaron acerca de la asistencia en las Escuelas, destacando que ninguno concurrió a la Escuela “Lavalle”, tampoco a las del Barrio “Centenario” y “Maestranza”.

Al día siguiente, comunicaron que “la situación creada desde mediados del mes pasado continúa” y anunciaban que había un “proyecto de huelga general”.

09-06-1921: acerca del Director de la Escuela Normal…

En la edición del 9 de junio de 1921 aludieron al traslado del Sr. Nissen, director de la Escuela Normal y al petitorio que habían redactado para evitarlo, documento que podían firmar en la Agencia de Aparicio Cevallos, en San Martín 695. En la crónica publicada en el diario El Litoral, destacaron que los maestros se reunían en la “Sociedad España” junto a “delegados de todos los puntos de la provincia”.

Cuatro días después, en la edición del 13 de junio, informaron que los padres habrían enviado un telegrama de apoyo a la gestión del señor Nissen, porque había puesto a la escuela “a la altura de las mejores del país”.

10 de junio: “Caos en la enseñanza”…

En la edición del 10 de junio, con el título “Caos en la enseñanza” desde el diario El Litoral siguieron comentando las consecuencias de la huelga de los maestros y reiteraban lo expresado el 4 de junio en Santa Fe acerca del “huelguista y antihuelguista”.

En otro párrafo destacaron haber visto “en la escuela Lavalle, sólo un robusto chico, con la comba de sus orejas al rojo por la acción intensa del fuerte frío mañanero”.

Reiteraron el diálogo que se generó en aquellas circunstancias:

-¿Cómo te llamas?

-José Blas Espinosa.

-¿Tu papá?

-El Director del diario Santa Fe.

Presencia del pintor Alice…

En la edición del viernes 10 de junio de 1921, desde el diario El Litoral anunciaron que “el próximo martes llegará a Santa Fe el pintor argentino Antonio Alice, autor del cuadro “San Martín en Boulogne Sur Mer” adquirido por el gobierno nacional para el Instituto Bernasconi de Buenos Aires en 30.000.-$  /  Viene a estudiar el ambiente y el paisaje de las islas para un gran cuadro histórico de asuntos santafesinos que tiene en preparación.

20-06-1921: “Biblioteca Oficial”…

Desde el diario El Litoral, en la edición del 20 de junio de 1921 informaron que “el Subsecretario de Gobierno se ha ofrecido espontáneamente para organizar la Biblioteca de la Casa de Gobierno, a base del cuantioso material bibliográfico que anda desparramado en los ministerios y demás dependencias oficiales.  / El Dr. Meiners” -el esperancino, Leandro Santiago Meiners- “que ha sido autorizado ampliamente para llevar a cabo la organización de esa biblioteca, formulará también el reglamento referido al funcionamiento de la misma.

Continuaban los conflictos con los docentes y en la edición del sábado 25 de junio, desde el diario El Litoral siguieron informando acerca de “la huelga del magisterio” y la “posible solución”.

1922: entre “el púlpito” y “la taba”…

En la edición del lunes 30 de enero de 1922, desde el diario El Litoral advirtieron acerca de la evidente injerencia de sectores clericales en asuntos referidos a la política comarcal.  Aquí, la reiteración de algunos párrafos:

“Centremos la adopción del púlpito como trabajo de campaña política, a menos que el Sr. Obispo declare que las iglesias son corte y el cáliz la copa que pasa, llena de vino, de mano en mano de los afiliados.

Protestamos en nombre de una fe que no sentimos, pero que respetamos cuando otros la sienten.  Si la iglesia decide no hacer caso de estos criterios no se extrañe si un día, mientras el Santísimo se halle en exhibición, un ciudadano de esos que practican por la atracción de la taba saque el hueso y desafíe al Cristo Padre a copar la banca”…

 

En la misma edición, aquel lunes con el título “El machete policial apoya la oposición del Dr. Mosca”, informaron que desde el sábado 28 de enero “se encuentran acuarteladas las tropas”.

Puente Colgante sobre la Setúbal…

El Puente Colgante instalado sobre la laguna Setúbal -en la costanera-, sigue siendo una referencia insoslayable para los santafesinos y para algunos turistas. 

En una aproximación a la historia lugareña, es posible saber que “…‘en 1903, se comenzaba a planear la construcción de un puente que trajera el agua cruda del río Colastiné hasta nuestra ciudad de Santa Fe’.  Sinuoso resultó el sendero de los trámites administrativos y en 1922, durante el gobierno del Dr. Enrique M. Mosca, se había resuelto instalar una cañería flexible apoyada sobre el lecho de la laguna para tal fin.

Con el apoyo del santafesino Marcial Rafael Candioti en su carácter de presidente de Obras Sanitarias de la Nación, se impulsó la construcción de un puente semirígido -sistema Gisclard, de tres tramos, sugerido por el ingeniero Paitoví-, comenzando los anclajes en 1925 y “la empresa adjudicataria trajo por aguas hasta el puerto de Santa Fe la estructura metálica, construida en Cherburgo, y desde allí traída en lanchones hasta el pie de la obra.  Luego de duro trabajo, el puente colgante es declarado transitable el 8 de junio de 1928’.  [138]

Suspendido sobre los pilares apoyados en la Laguna Setúbal, el puente colgante se habilitó el 8 de junio de 1928 y además de servir para unir ambas orillas facilitó el transporte del agua desde las instalaciones a orillas del río Colastiné.

A mediados de la década del 50, eran visibles los efectos del óxido sobre la estructura del puente mientras el comportamiento de las aguas de la Laguna Setúbal  iba alterando progresivamente las obras realizadas en su valle aluvial y las crecientes acentuaban ese problema.

Casi un cuarto de siglo después, con motivo del cuarto centenario de la fundación de Santa Fe, el 15 de noviembre de 1973 el Puente Colgante volvió a lucir un tono semejante al original, dicen… metalizado, plateado.

El miércoles 28 de setiembre de 1983, días antes de los primeros comicios tras el autodenominado proceso de reorganización nacional, la potencia de la creciente aniquiló sus cimientos y parte de la estructura cayó sobre la laguna Setúbal. Una década después, desde el diario “El Litoral”, en la edición del lunes 27 de septiembre de 1993, Juan Manuel Víttori con el título “A diez años del derrumbe”, expresó: “Si se dice que este puente es el signo identificatorio más fuerte de nuestra provincia, entonces hagamos que merezca ser llamado ‘símbolo’… Siendo así, es pertinente reconocer que “con él cayó el símbolo de nuestra identidad”…

1923: 350º aniversario de la fundación de Santa Fe.

Cierra la muestra el decreto expedido en 1923, por el gobernados Dr. Enrique M. Mosca, disponiendo la celebración de la fundación de Santa Fe. “Se unen, así y entonces, a 350 años de aquel domingo 15 de Noviembre, el pasado y el presente, en una reverencia -la única que puede admitir el hombre digno- hacia todo lo que fue, a ese ayer, tierra y simiente a la vez, que permite, sin duda alguna, saber proyectarnos al futuro, y porqué”.

1918-1925: Aquel Santa Fe de “El Alma que Canta”

Con ese título, a comienzos de la penúltima década del siglo veinte, en El Litoral abarcando cinco columnas, publicaron lo escrito por el doctor Julio A. Caminos:  [139]

Conservo de mis primeros años de niño, los que van de 1918 a 1925, aproximadamente, recuerdos muy nítidos. Por entonces Santa Fe era una ciudad relativamente pequeña, pero se notaba ya el progreso que poco a poco la iría transformando en una capital de auspicioso porvenir.  Los distintos gobiernos que se habían sucedido en la provincia desde quince o veinte años atrás fueron preparando una era de franco desenvolvimiento en todos los órdenes de la vida ciudadana.  El puerto de ultramar, habilitado en 1910, obra en gran parte del genio previsor de estadistas tan brillantes como fueron los gobernadores José Gálvez y Rodolfo Freyre, abrió perspectivas incalculables al tráfico marítimo y fluvial,  Se vinculó así nuestra provincia con todo el litoral y el norte argentino y una gran corriente de intercambio favoreció a las nacientes industrias.  En 1916, fecha centenaria de la independencia nacional, época de la administración de Rodolfo Lehmann, podíamos exhibir con orgullo la potente riqueza de una zona agrícola-industrial que se refleja claramente en un grueso volumen editado oficialmente, en el que a la referencia histórica se agrega la comprobación estadística, múltiple y minuciosa.  Pero con todo, la ciudad despertaba lentamente de sus arcaicas rutinas.  Salvo el tranvía eléctrico, inaugurado en 1914, predominaba la tracción a sangre.  No eran muchos los automotores que transitaban por las calles, con empedrado desparejos en buen número de ellas.

Mis padres vivían en pleno centro, a escasa distancia de la parroquia de N. S. del Carmen.  La zona era bulliciosa, con un intenso movimiento mercantil, y en ciertos días del año singularmente agitada por las concentraciones obreras, cuyos sindicatos funcionaban en las cercanías del puerto y en las calles adyacentes a la plaza Colón, abandonada y pobre, con yuyales en casi toda su extensión, que apenas dejaban percibir el modesto monumento conmemorativo del cuarto centenario del descubrimiento de América, hoy emplazado en la Avenida Alem” (y actualmente instalado en la Plaza España).

En la ciudad de entonces los ruidos no eran muy intensos.  Había pocos automotores, como ya recordábamos, pero en cambio las llantas de los carros, al desplazarse por los irregulares pavimentos de piedra se hacían sentir desde muy lejos.  Las líneas tranviarias no eran muchas, pero los pesados vehículos, que se detenían en todas las esquinas, producían un ruido característico.   Recuerdo con simpatía a los conjuntos musicales que en ellos recorrían la ciudad, especialmente al celebrarse el Día de la Raza, instituido por el presidente Irigoyen.  Desde muy temprano se oían los vistosos gaiteros que ponían una nota de jocunda alegría en esta jornada, que se destinaba a exaltar los valores permanentes de la estirpe.

De una cosa no he podido olvidarme aunque hayan transcurrido más de sesenta años. Me refiero a la repercusión que en provincias tenía el cancionero de moda y cuyo conocimiento nos llegaba -claro está-, desde Buenos Aires.   Así, un buen día oíamos silbar o entonar una melodía que poco a poco se iba adueñando del sentimiento popular.  La radiodifusión no se conocía por entonces, pero la industria del disco ganaba cada vez más la simpatía del público.

Asimismo, por 1916, Vicente Buchieri había fundado en la capital federal una revista que prontamente se hizo conocer: ‘El Alma que Canta’, cuyo sólo título era ya un cierto, y en la que se recopilaba la letra de las canciones de mayor resonancia.

En sus columnas las aprendían los muchachos y muchas otras personas que ya habían dejado de serlo.  El tango ‘Mi noche triste’, de Samuel Castriota, fue la primera producción del género que llevó letra de Pascual Contursi.  Se cantaba y se silbaba a toda hora, lo mismo que ‘Cara sucia’ de Francisco Canaro y Juan Andrés Caruso o ‘Milonguita’, de Enrique Delfino, el inspirado creador de tantas páginas memorables, nombres que, unidos a los de otros muchos autores, sirvieron para echar las bases de un género popular –el tango- que tuvo su momento de consagración en la década del ’40.”

Abril 1932: “El Litoral” y ediciones de Diarios de Sesiones.

Durante el período legislativo pertinente al año 1932, la presidencia de la Cámara de Diputados había remitido al Director de la Imprenta Oficial Sr. Ovidio Furno “el pliego de condiciones para la impresión del Diario de Sesiones de la Cámara para el año en curso”, pidiéndole “quiera cotizar el precio que cobraría esa Imprenta por la ejecución de los trabajos de referencia”.  La respuesta indicó que no se podía realizar “bajo las condiciones que se indican” porque se solicitaba que “deberían tener absoluta preferencia sobre los otros trabajos de cualquier índole que fuera” y lo impostergable era imprimir el Boletín Oficial.  Además, la imprenta estaba en “un estado deplorable”.

En tales circunstancias, se generaron discusiones en el recinto de sesiones y el  Dip. Dr. Luis Sgrosso -del departamento Rosario-, dejó momentáneamente la presidencia de la Cámara para rechazar por inexactas, algunas consideraciones del diputado radical René S. Lawson, perteneciente al departamento Vera y ex gerente de la compañía “La Forestal”.  Explicó que a través de los diarios “Tribuna” de Rosario y “El Orden” de Santa Fe, se llamó a licitación pública para la impresión de los Diarios de Sesiones.  Hubo cuatro presentaciones y el 8 de abril de 1932 a las 11 se comprobó que el Diario “El Litoral” representado en el concurso por don Pedro Víttori, cotizaba el menor precio y por ello concretó las ediciones.  [140]

Esa decisión provocó una disidencia del Dip. Waldino Maradona –primer diputado socialista en la provincia-, quien exigió la presencia del ministro de Hacienda en el recinto para informar sobre el estado “técnico, administrativo y financiero de la Imprenta Oficial a la fecha en que el actual P.E. se hizo cargo del Gobierno”.  Expresó su sorpresa “a raíz de contratarse la impresión del diario de sesiones” y “que no haya podido encargarse de este trabajo una repartición pública, costeada con dineros del fisco”.  Unos días antes había entrevistado al director de esa imprenta y supo entonces que “no había material suficiente ni maquinaria apropiada para hacer el trabajo…”

Consideró inadmisible no modificar esa situación por cuanto se continuaría “pagando el doble de lo que podrá costar al erario la impresión de los diarios de sesiones de las Cámaras”.

El proyecto fue aprobado por unanimidad.  La semana siguiente concurrieron al recinto el ministro de Hacienda y Obras Públicas Ing. Alberto T. Casella y el de Gobierno, Justicia y Culto Dr. José N. Antelo.

El Dip. Maradona insistió en que “conviene que vayamos destruyendo con actitudes claras toda la maraña de intrigas y falsedades que se teje en este ambiente chato de la política criolla”.  Analizó diversas decisiones adoptadas en torno a los Diarios de Sesiones.  Concluyó: “aquí es donde aparece al desnudo –dijo– el procedimiento que siempre ha predominado en nuestros gobiernos, el concepto de la coima: la manera de entrometer intermediarios en cualquier función insignificante que sea con el fin de poder repartir grandes ganancias con el mínimo de trabajo y costo”.

Lógicamente hubo comentarios en la prensa local, porque además en la Imprenta habían practicado varias investigaciones que llevaron a la conclusión de hechos graves”, con resoluciones del Juez de Instrucción.   [141]

Resulta evidente que la insuficiencia de recursos de los organismos oficiales se suple con la eficiencia de las empresas privadas y desde esta memoria… surge que entre ellas, el Diario “El Litoral” de Santa Fe -fundado el 7 de agosto de 1918 y cuyo octogésimo aniversario se celebra-, ha sido la responsable de la impresión de varias publicaciones oficiales como se advierte al consultar el patrimonio bibliográfico del Archivo de la Legislatura y del Centromultimedios “Biblioteca de la Legislatura de Santa Fe”, importantes repositorios de documentos esenciales para trabajos de investigación histórica.

 

Un dato significativo…

Durante el lapso “febrero a octubre de 1932”, tres legisladores registraron la mayor asistencia: Dip. Lucas F. Diez Rodríguez (106); Waldino Buenaventura Maradona (105), Luis Sgrosso y René Lawson (104).  En poco más de ocho meses, sólo se habían realizado 78 sesiones.   En la sesión del 25 de noviembre de 1932, el Dip. Maradona propuso que se pasara a un cuarto intermedio, ante “la ausencia del sector radical, que es un grupo numeroso de diputados, y por lo mismo importante para las decisiones”.  Destacó que la actitud de esos diputados, era un recurso muy común en los partidos de la política tradicional y argentina.  Más inteligente y constructivo sería concurrir al recinto y entablar la discusión amplia y a fondo, desde el punto de vista que esa agrupación sustenta…” en ese momento, “respecto a las leyes impositivas proyectadas por el P.E. y despachadas por la mayoría de la Comisión”.  [142]

Nidia Orbea Álvarez de Fontanini.

Agosto de 1998.

Párrafos del libro inédito:

“Maradona: personalidades ejemplares”.

Abril de 1932: noticias sobre educación…

En la edición del 13 de abril de 1932, informaron que había asumido sus funciones el Inspector General de Escuelas Hugo Calzetti, siendo presidente del Consejo General de Educación el Ingeniero Dante Ardigó.  (Sabido es que escritos de Calzetti contribuyeron a la formación de sucesivas promociones de educadores santafesinos.)

Al día siguiente, en la tercera página, este título: “Históricos Republicanos… tuvo Santa Fe – Abnegados y heroicos creadores”, informaron acerca de la presencia de españoles en esta ciudad y en una foto, aparece extendida “la vieja Bandera” junto a Edmundo Fernández, Francisco Samper, Jerónimo Jiménez, Manuel Otero, Ricardo Lenz y Enrique Hidalgo.

Ecos de la última revolución de “radicales yrigoyenistas”…

De acuerdo a las crónicas periodísticas -reiteradas medio siglo después por el periodista e historiador José Rafael López Rosas desde el suplemento semanal La Comarca y el Mundo, del diario “El Litoral” del 15 de septiembre de 1984-, “horas antes de estallar la revolución los dirigentes radicales comprometidos, al margen de los convencionales reunidos en Santa Fe, se reúnen en la casa de don Eduardo Fayó. Allí, el doctor Ovidio Molinas -primo del gobernador-, jefe del movimiento, acompañado por los capitanes Miguel Julierac y Pedro Celestino López, ambos en situación de retiro, explican a las personas reunidas el alcance de la rebelión, que cuenta con contactos y apoyo en Rosario, San Luis, Paso de los Libes y otras localidades del país, y su decisión de derribar al gobierno del doctor Luciano Molinas, como primer paso para la toma del resto de los gobiernos provinciales.  Un grupo de unas sesenta personas sale luego el domicilio señalado y se dirige a la Casa de Gobierno, a la que atacan desde todos los lados, iniciándose así un recio tiroteo que duró más de una hora.  Igual suerte corrió el Escuadrón de Seguridad, ubicado en la parte posterior del palacio gubernativo, defendido por el capitán Frioni. Finalmente, ante el fracaso de estos asaltos y del copamiento del local de Guardia cárceles, ubicado unas cuadras más al sur, los rebeldes marchan a apoyar a los que luchan en los sectores céntricos.”

Los rebeldes habían invadido la Comisaría 2ª, en calle 25 de Mayo y Primera Junta y tenían preso al comisario y al comisario de Órdenes; “momentos más tarde se hace cargo de  la dependencia el Dr. Alejandro Greca, quien manda apostar estratégicamente varias ametralladoras.”  Hacia el oeste también hubo enfrentamientos armados entre rebeldes y el Comisario de la Seccional 4ª de calle General López y Saavedra. “Por su parte el local del Correo Central, ubicado en la calle 25 de Mayo y Moreno, es tomado por el doctor Alejandro Greca y un grupo de hombres, quedando al frente el propio encargado de la repartición, señor Quiroga.  Ante la falta de armas, los revolucionarios asaltan varias armerías locales y ocupan simultáneamente la sede de la Sociedad y de la Unión Telefónica.”  La plaza San Martín fue el escenario del cruento enfrentamiento: aproximadamente cincuenta personas intentaron someter al Cuerpo de Bomberos y se generó la resistencia. Hubo un tiroteo entre los acantonados en los fondos de la Catedral Nueva -actual Patio Catedral hacia el oeste de la plaza-, grupo que apoyaba el ataque al Cuerpo de Bomberos situado enfrente y en esas circunstancias, varios automovilistas avanzaron hacia el portal de la Jefatura de la Policía (sector sur de la plaza).  La pasión de los hermanos Emilio y Domingo Madeo, cuando el primero nombrado avanzaba con una bomba en la mano hacia la escalinata de entrada de ese edificio, fueron repelidos con una descarga que puso fin a sus vidas.

Necesariamente, por la calle San Martín seguían transitando algunos políticos que tenían ubicadas allí sus suntuosas residencias. La decidida acción del gobernador neutralizó esos esfuerzos porque desde la casa de gobierno y acompañado por integrantes de su gabinete, solicitó al ministro del Interior Dr. Leopoldo Melo que interviniera el Ejército. Tras el tiroteo a la Subprefectura, el Teniente Coronel Luis Perlinger recibió órdenes para “recuperar todos los edificios que hubiesen sido copados por los rebeldes” y también “las Comisarías”. El poder ejecutivo nacional decretó el estado de sitio en todo el territorio nacional y ordenó la detención de los Convencionales. Todos fueron embarcados en el vapor General Artigas rumbo a la Isla Martín García, algunos optaron por alejarse del país y los “líderes radicales” fueron trasladados al Penal de Ushuaia, de máxima seguridad en la Isla de Tierra del Fuego, en el Atlántico Sur. [143]

 

A pesar de tales conflictos y de la oposición de los sectores católicos, el gobernador Dr. Luciano Molinas siguió en el poder hasta que el 7 de octubre de 1935, cuando asumió el interventor Dr. Manuel Alvarado.

Han reiterado que el reemplazo de la sancionada a fines del siglo diecinueve por la de 1921 que había vetado el gobernador Dr. Enrique M. Mosca, provocó una compleja situación constitucional y sabido es que durante tres años se aplicaron en distintas circunstancias ambos textos.

Tal anormalidad jurídica fundamental que fue una de las causas por las cuales el Poder Ejecutivo Nacional envió la Intervención a la provincia.

 

Los cambios de autoridades provocaban también nuevas designaciones y así fue como cesó en sus funciones el entrerriano Luis Gudiño Krämer, amigo del gobernador depuesto.  Luego, otro amigo le abrió otra puerta…

1936: Gudiño Krämer en la Redacción…

Sabido es que en “Villa Urquiza” (provincia de Entre Ríos), vivía el matrimonio Aparicio Manuel Gudiño-Luisa Krämer y que el 28 de enero de 1898 se emocionaron con el nacimiento del hijo: Luis Fernando Santiago Carlos.  [144]

Tenía aproximadamente veinte años cuando trabajaba en una estancia y era el tiempo de su enamoramiento de Clorinda Pucheta, luego más conocida como Adriana Ruiz, titiritera y poeta, su leal esposa. Como ha expresado José Luis Víttori: “…el primer amor, el definitivo, el centro de sus fidelidades.”

En el trienio 1929-1932, Gudiño Krämer fue chacarero por cuenta propia, disponiendo de doscientos cincuenta hectáreas que dejó de explotar cuando no pudo superar la crisis.  Su amistad con don Luciano Molinas le había permitido cambiar de oficio: de chacarero pasó a ser funcionario porque asumió “el cargo de secretario de policía en Garay, también en San Javier.

En ese tiempo fue sancionada la ley 2.160 del 4 de mayo de 1932 estableciendo la vigencia de la Constitución de 1921 -sancionada durante el gobierno del Dr. Enrique M. Mosca para reemplazar a la de 1900; vetada inmediatamente por el gobernador Mosca -con críticas de los diputados demócratas progresistas y los de la Unión Cívica Radical de Santa Fe-, decisión que fue adoptada tras sucesivas declaraciones de varios representantes de la Iglesia Católica.

 

El 28 de diciembre de 1933 -día de los Santos Inocentes-, vislumbró la posibilidad de su cese porque comenzó la conspiración de un grupo de radicales

En aquel tiempo, para Gudiño Krämer se había cerrado una puerta y estaba entreabierta otra porque en la tradicional calle San Martín, el fundador del Diario “El Litoral”, su amigo Salvador Caputto le propuso que trabajara en la Redacción.

Desde ese lugar fue un perseverante promotor cultural, siendo Jefe de Redacción difundió obras de autores santafesinos y también dirigió algunas “Colecciones” editadas durante la década del ‘40.

Cambios y testimonios de José Luis Víttori…

Pedro Antonio Víttorí desde 1920 era socio de Salvador Caputto.

Su hijo José Luis Víttori -periodista y escritor-, en su libro referido a La Región y sus creadores ha dejado señales acerca del diario El Litoral y de sus propietarios, también del entrerriano Luis Gudiño Krämer -evidentemente uno de sus maestros- y de diverso personal de la Redacción y de la Administración.

 

En 1938, en el diario “El Litoral” estaban previendo la celebración del vigésimo aniversario de la primera edición e inesperadamente, en mayo, una hemiplejia limitó la capacidad laboral de Pedro Víttori que tenía cuarenta y cinco años de edad.

Al año siguiente, el 5 de junio de 1939, falleció su socio Salvador Caputto, de cincuenta y dos años.

Luis Gudiño Krämer: responsable periodista…

En consecuencia, a dos años de su ingreso en esa empresa periodística, se amplió la responsabilidad de Luis Gudiño Krämer que era jefe de redacción y la del subadministrador, su tocayo Luis Mareck.

Durante un lustro estudiaron la posible reestructuración en la conducción del diario, con “una dirección plural” asumiendo como director y co-director: Riobó Caputto y José Bachini, en la subdirección: Enzo N. Víttori -hijo de Pedro Antonio y hermano mayor de José Luis-; “y una administración compartida” por Caputto y Enzo Víttori.  [145]

 

El ensayista Víttori destacó que Gudiño Krämer “llegaba a las 10 en punto, bañado, planchado y erguido en toda su apostura, como nuevo.  Lo primero que hacía era buscar el canje… Cuando estaba de buen humor era afecto a las bromas…  Había un trasfondo de ternura en Gudiño Krämer, un aire desamparado detrás de ciertos gestos, una necesidad de darse a los demás y de ser querido y considerado por éstos. Sin embargo, a pesar de la sencillez casi campechana con que a veces se daba a los otros, no era de entregarse fácilmente.  La severidad profesional, la ironía o el sarcasmo, la opinión tajante, el ánimo contradictorio y desconfiado, un aura de respeto o de temor, oponían al desprevenido una fisonomía arbitraria y distante.  Se me ocurre -dice Víttori- que, además de apasionado, era tímido y que algunos de sus desplantes obraban como defensas o máscaras de sus verdaderos sentimientos, como él mismo lo confiesa en algunos pasajes de su obra.”

Víttori ha recordado que Gudiño Krämer “no admitía que un texto alentara vanidades propias o ajenas.  Era enemigo declarado de refritos y de fiambres, es decir, de notas rehechas o de crónicas inactuales. Trataba la noticia y las opiniones editoriales de acuerdo con una jerarquía inflexible regida por el interés general y específico de los sucesos… Predicaba con el ejemplo de que el periodista se debe a un medio y sólo a uno, no pudiendo desempeñarse por ética profesional en más de uno, ni en cargos oficiales.  Era intransigente con la veracidad y la objetividad de la información.  Consideraba que el periodismo orienta, instruye, educa y forma al pueblo, de donde, oponía las libertades individuales y la democracia institucional a todo privilegio público o privado.  No siempre resultó fácil sortear los límites de tolerancia de ese espíritu severo.”  [146]

“Vivió melancólica y apasionadamente cada día de su larga vida personal y pública. Fue una persona temperamental y así se lo quiso, bien o mal, sin medias tintas, como hombre, esposo, padre, escritor, periodista o crítico de arte.  Sus opiniones no sabían del silencio. Cultivó ideas sociales avanzadas y polémicas, pero fue ante todo un individuo, es decir, un custodio celoso y permanente de su identidad.  Su ideario trazó en el tiempo una gran parábola cuyos centros fueron el liberalismo –de avanzada… –y el marxismo”.

1938: Gudiño Krämer en “El Litoral”

Gudiño Krämer desarrolló su labor periodística y literaria en Santa Fe, y desde esa llanura situada en la otra orilla del Paraná, transmitió sus señales y sus signos, síntesis de sus percepciones en la región litoral, expresadas en originales claves.

 

Gudiño Krämer en Señales en el viento dejó algunas claves sobre ese espacio periodístico:

Es interesante comprobar cómo -con sutiles o punzantes recursos-, en ese libro con claves, don Luis refleja una trama parcial de la política lugareña.   y es interesante el diálogo entre el doctor Bonastre y Fernández, que en síntesis sólo representó la acumulación de mayores amarguras para el periodista que trabajaba en el único diario decente… tan flojo… en la opinión de algunos ciudadanos.  Volcó don Luis sus pesares en una anécdota:

“Al entrar a la farmacia saludó al grupo que en plena calle San Martín, a mediodía, estaba allí de tertulia.  El doctor Bonastre le tomo de un brazo, para decirle:

– Pero, ese diario.. hasta cuándo va a seguir ese diario de ustedes así, en esta posición…

Le dolía la cintura, estaba amargado por su reumatismo, que se le presentaba así, de pronto, cuando tenía tantas cosas que hacer… y reventó, dio salida a esa amargura, a gritos…

– ¡Y qué carajo me dice a mí!… Vaya y dígaselo al dueño del diario, en lugar de ir a pedirle que le publique macanas.  Dígale a él, porque a mí ustedes nada tienen que decirme, porque saben cómo estoy cumpliendo con mi deber, que no es el deber de ustedes, tampoco…

El exabrupto dejó callados a los dos hombres, y él entró a comprar su salicilato.

Pero al salir le pareció correcto ofrecer alguna explicación.

-Vea, doctor Bonastre.  Ando caliente hace tiempo, ¿sabe?  Discúlpeme, pero no hay derecho que a nosotros nos hagan estas cuestiones por niñerías, al fin y al cabo…

Continuó el diálogo; el doctor Bonastre censuró al “diputado nacional García Torres, que siguió como profesor, mientras todo se hundía, y proclama la democracia, pero no falta a las partidas de póker en el Club Social”, y la réplica de Fernández fue contundente:

“- Y García Torres… hace lo que sus correligionarios, doctor.  Todos hacen lo mismo.  Defienden en el Parlamento la enseñanza laica, y mandan a sus hijos a la Inmaculada.  Claro.  Allí se vinculan.  Abogan por el voto a la mujer, y ellos, en sus propias casas abandonan toda responsabilidad, permiten que sus mujeres se dejen guiar por el confesor, o por las amigas influyentes, casi todas reaccionarias y fascistas. También se alejan de su deber hacia sus propios hijos.  La familia les resulta una carga, y dejándola sola, y sólo protegida económicamente, ellos pueden costear amantes y timbear.  Ésta es la cosa.

Comprendía que esas críticas verdaderas dolían, producían disgustos.  Pero siguió enardecido, enrostrando toda la podredumbre de esa clase media envilecida, conformista, aprovechada, especulando con todo para hacer dinero, ascender, ocupar posiciones.  Siempre detrás de una disculpa para justificar sus renuncias continuas, y haciendo demagogia con el pueblo, a quien en el fondo despreciaban.

–  Vez pasada -agregó-, un dirigente que se considera democrático no pudo disimular su fascismo latente y atribuyó a los obreros la culpa de la carestía de la vida, y a los estudiantes la anarquía universitaria.  Dijo que había que frenar a unos y a otros.  Oigan ustedes, frenar, es decir, reprimir, castigar, esclavizar.  Y esto se llama democracia.

Alguno se fue con una disculpa, y él se encontró a poco con el más paciente, pero se sintió cansado, con la amargura de haber dicho verdades inútiles.

Qué culpa tenía esta gente de ser así, si estaban deformados por un largo ejercicio de la mentira profesional, por una educación inmoral, por un medio corrompido, que sólo consagraba el éxito.

Pidió disculpas y se fue, con los nervios sacudidos y una gran desilusión en el espíritu.  Así que ellos tenían la culpa, las víctimas de estos sistemas.   Ellos, y el diario, levantado con tanto sacrificio y al cual tanto le debía la ciudad, el campo, la gente…”   [147]

Es lógico interpretar que en ese diálogo había alusiones del autor referidas a experiencias en el diario “El Litoral”, donde cumplió con su misión -no con sumisión-, hasta el momento de su jubilación; después de haber trabajado durante veinticinco años y como él mismo lo expresó en una entrevista, habiendo hecho “de todo, desde crítica de libros, de arte, editoriales y sueltos, hasta crónicas, reportajes y preparación de números extraordinarios. Fueron años de intensa labor y de abundante experiencia que perduran en sus aspectos más entrañables, pues contribuí a transformar un diario de provincia en una tribuna de ideas, de polémica y de crítica.”

Como ha recordado Víttori, después de haber predicado “con el ejemplo que el periodista se debe a un medio y sólo a uno, no pudiendo desempeñarse por ética profesional en más de uno, ni en cargos oficiales.  Era intransigente con la veracidad y la objetividad de la información.  Consideraba que el periodismo orienta, instruye, educa y forma al pueblo, de donde, oponía las libertades individuales y la democracia institucional a todo privilegio público o privado.  No siempre resultó fácil sortear los límites de tolerancia de ese espíritu severo.  A todas las veleidades… opuso su rigor, de modo que cuando algo era aprobado con una simple cruz al pie del texto, uno podía considerarse satisfecho…”  [148]

1941: fallecimiento de Waldino Baldomero Maradona.

Fueron breves las crónicas periodísticas relacionadas con el fallecimiento del sanjuanino Waldino Baldomero Maradona, el 12 de mayo de 1941.

Maradona era amigo del doctor Simón de Iriondo y durante el gobierno del doctor Juan M. Cafferata organizó el Primer Congreso Agrícola realizado en la República Argentina en la ciudad de Esperanza (departamento Las Colonias”, semanas antes de asumir como Senador representante de esa jurisdicción en la Legislatura santafesina. Casado con Encarnación María Villalba, fueron padres de numerosa descendencia; entre los hijos mayores se han destacado el doctor Esteban Laureano, nacido el 4 de julio de 1895, el doctor Dios para quienes convivían con él en la pequeña población indígena de Estanislao del Campo en Formosa y Waldino Buenaventura, nacido el 14 de julio de 1914, el primer diputado socialista en la legislatura santafesina, residente en Barrancas y gestor de la creación de la primera Escuela de Oficios de esa localidad porque presentó en 1933 y fundamentó el proyecto durante la sesión iniciada a las 21:30, precisamente en el día de celebración de sus 29 años…

 

Sabido es que al producirse el fallecimiento de Waldino Baldomero Maradona, desde el 10 de abril de 1941 presidía la Cámara de Senadores el vicegobernador Dr. Emilio G. Leiva.  Durante la sesión del 16 de ese mes, el senador Dr. Fernando R. Ramírez, representante del departamento San Jerónimo, expresó:

“Deseo rendir un homenaje justiciero al ex-senador don Waldino Maradona, porque el ex senador Maradona representó con dignidad, acierto y mucha eficacia al departamento Las Colonias en este honorable cuerpo. / Fue el extinto un ciudadano de singulares dotes de inteligencia, de hombría de bien y de carácter.  Su capacidad fue puesta de relieve en los distintos cargos públicos que desempeñó, y su voluntad estuvo siempre al servicio de la sociedad en procura de su bienestar y progreso moral y cultural. / Fue maestro, colonizador, legislador, juez de paz, jefe de policía, y en todas esas actividades dejó una estela luminosa de su actuación correcta y honorable. / Llegó del lejano Cuyo a la edad de 14 años.  Después de una breve permanencia en Rosario se radicó en el Departamento San Jerónimo.  Allí enseñó las primeras letras en el pueblo en que resido –Barrancas- pasando después a Coronda, donde dirigió y fue maestro único de la escuela fiscal que allí se fundó.  Y cosa curiosa…: el local de esa escuela estaba ubicado en el mismo sitio donde se ha levantado el monumental edificio para la Escuela Normal ‘José Elías Galisteo’. / En épocas del gobierno del doctor Simón de Iriondo se radicó en Santa Fe, donde ocupó un puesto en la administración. / En procura de servir a los intereses del país y conociendo que la riqueza de nuestra campiña ofrecía perspectivas inmensas para el bienestar general de la Nación, se instaló en Esperanza donde actuó como colonizador.  Fundó allí una asociación de agricultores que en 1892 realizó el Primer Congreso Agrícola que tuvo lugar en el país.  Gracias a su iniciativa y acción constantes se levantó el monumento a la agricultura, que es como levantar el monumento a la riqueza y a la grandeza del país.”

1943: Acá y allá… más conspiraciones.

Sabido es que en la historia de los argentinos, el 4 de junio de 1943 comenzó el movimiento cívico militar que con cánticos fue celebrado como “jornada redentora de la historia”, incluso en las escuelas.

En la provincia de Santa Fe, cesaron el gobernador Dr. Joaquín Argonz y el vicegobernador Dr. Emilio G. Leiva, desde el 05 de junio al 25 de junio asumió como Encargado del Gobierno el Tte. Cnel. Benito Oiz, jefe del Regimiento 12 de Infantería “General Arenales”, un dato generalmente omitido en la cronología referida a sucesiones en el gobierno provincial.

 

Desde el diario El Litoral, en aquel tiempo en el nuevo edificio de calle San Martín 2651 al 2659, anunciaban con sirenas algunos acontecimientos y en los pizarrones colocados en la grande vidriera escribían una síntesis de las noticias, congregándose los transeúntes para una lectura que les permitía saber de qué se trataba.

Tras sucesivos movimientos de esas características, han detentado el poder diversos gobernantes y funcionarios. En la capital santafesina, recién el 15 de junio de 1943 asumió el interventor Capitán de Navío Julio Cárrega, desempeñándose hasta el 18 de noviembre cuando lo reemplazó el Ing. Miguel Argüelles hasta el 27 de julio de 1944.

Octubre de 1943: reconocimientos a Luis Gudiño Krämer.

En la edición del miércoles 6 de octubre de 1943, desde el diario El Litoral informaron: “Con motivo del Premio conferido por la Comisión Nacional de Cultura a nuestro compañero de tareas Luis Gudiño Krämer por su libro “Médicos, magos y curanderos”, el viernes 8 de octubre en el Club Deportivo “El Litoral, asado criollo y además varios actos deportivos”, destacando su obra como periodista y literato.

Es oportuno reiterar lo que expresé en una aproximación a su trayectoria: “Libro de Gudiño Krämer impreso en Buenos Aires, Ediciones Emecé, Colección Buen Aire, 1942; 2ª ed. 1944. Fue distinguido con el ‘Premio Regional de la Comisión Nacional de Cultura’. Alude a historias de la medicina popular en el Río de la Plata: al uso de determinadas hierbas curativas para tratamientos terapéuticos, con apoyo en creencias y supersticiones locales.”  [149]

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09-10-1943: “marea de libros”.

En la sección Notas del diario “El Litoral”, el viernes 8 de octubre de 1943 publicaron estos comentarios:

“La reciente marea de libros impresos de toda naturaleza amenaza con fatigar al espíritu humano y con hacerle desear casi, una distinción de los mismos o por lo menos de aquellos que no sean esenciales para los hombres.

El problema de simplificar y organizar la cultura, para oponerla al progreso es la barbarización y hacer que no inspire el tenor pánico de lo inmenso e inabarcable, el que nos causa la profusión vegetal e inextricabilidad de la selva sin caminos, es de los más urgentes, pero también de los más difíciles.

12-10-1943: “El destino de América”.

En la edición del martes 12 de octubre, en diario El Litoral  informaron que el día anterior el General Edelmiro J. Farrell había asumido las funciones de Vicepresidente con retención del cargo de Ministro de Guerra. Eran momentos de crecientes dificultades en la política internacional y no era por casualidad que las primeras páginas del diario destacaran las acciones en distintos frentes de la segunda guerra mundial. El 7 de octubre habían designado a Adrián C. Escobar como embajador en Estados Unidos en reemplazo

Tiempo después, el 26 de febrero asumió como ministro de Guerra Coronel Juan Domingo Perón siendo a la vez el titular de la Secretaría de Trabajo y Previsión y tres días después, fue nombrado ministro de Marina el Contralmirante Alberto Teisaire.

En aquella edición del diario santafesino, en la cuarta página publicaron una nota de Ítalo Luder, titulada “Destino de América”.

Aquí, la reiteración de algunos párrafos finales:

“América, unidad griega, unidad histórica, es pues también unidad española.

La unidad española de América no surge de la unidad de raza o religión o de lengua.  La unidad espiritual de América nace de la coincidencia de principios de organización política y social y de su correspondencia de ideales de vida; del conocimiento de una historia vivida en función continental y de la coincidencia de un destino común.

Hagamos votos por nuestros ideales comunes.

Porque América realice su destino, que es el destino de nuestra nacionalidad.”

 

Sabido es que los Luder eran conocidos y reconocidos en la ciudad de Esperanza y que el joven Ítalo Argentino Luder se destacó como político en el seno del radicalismo del departamento Las Colonias.  Integró la lista de candidatos impresa en la amarillenta boleta que está guardada en nuestro arcón de los recuerdos familiares, correspondientes a las elecciones internas del radicalismo convocadas para el primer domingo de junio de 1943, habiéndose desarrollado el 4 de junio el movimiento cívico militar que derrocó a las autoridades nacionales y luego a las provinciales, municipales y comunales.

Encabezaba aquella boleta como candidato a “Presidente del Comité Provincial  D. Eduardo Teisaire” (legislador nacional 1940-42; téngase en cuenta que Eduardo Alberto Teisaire fue vicepresidente de la nación desde agosto de 1954, segunda presidencia de Perón, tras el fallecimiento del Dr. Jazmín Hortensio Quijano, “correntino de larga tradición radical”.) [150]              / “Delegados al H. Comité Nacional: Titulares: Dr. Enrique M. Mosca” (en febrero de 1946 integrante de la fórmula para la presidencia de la Nación, encabezada por José Pascual Tamborini, proclamada por la Unión Democrática como alianza opositora a la candidatura de Perón) “Dr. Carmelo P. Piedrabuena / Sr. Luis Ferrari / Dr. Eleogardo Troilo. /…/ Departamento La Capital -3ª Sección- Delegado al Comité Provincial.  // Titular:  Dr. Pedro Gómez Cello” (gobernador de la provincia de Santa Fe) /…/ “Para Delegado al Comité Departamental: Titulares: Dr. Pedro A. Fuentes / Dr. Ítalo A. Luder” (y sigue la lista de candidatos para el Comité Nacional de la UCR)…[151]

Ítalo Argentino Luder fue senador nacional durante la tercera presidencia de Perón y tras su fallecimiento el 1º de julio de 1974, ejerciendo esas funciones la vicepresidenta señora María Estela Martínez de Perón -tiempo de una guerra civil no declarada-, el senador Luder la reemplazó transitoriamente cuando pidió licencia por enfermedad y fue entonces, a fines de 1975 cuando firmó el decreto por el cual encomendaron a las Fuerzas Armadas la misión de “aniquilar el accionar de la subversión”, misión que durante el autodenominado proceso de reorganización nacional culminó con más torturas y más desapariciones de personas…

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En la tercera página de la edición del 17 de octubre de 1943, en el diario El Litoral publicaron una fotografía del acto realizado en la Casa Rosada e informaron que ante el presidente provisional General Pedro Pablo Ramírez habían jurado los “tres ministros”: el  General Juan Perlinger (comandante de la 5ª División de Paraná, Entre Ríos) como ministro del Interior; el doctor César Ameghino, abogado, en el ministerio de Hacienda y el escritor Gustavo Martínez Zuviría en el ministerio de Instrucción Pública, quizás más conocido como el novelista Hugo Wast, ex diputado demócrata progresista -“intelectual ultracatólico” escribió Joseph Potash-, quien  logró la inclusión de la enseñanza de Religión y Moral como materia obligatoria en todas las escuelas del país hasta mediados de la década siguiente.

Sabido es que el 11 de octubre habían presentado sus renuncias, el General Elbio C. Anaya, ministro de Justicia e Instrucción Pública; Jorge Santamarina de Hacienda y Vicealmirante Ismael Galíndez de Obras Públicas.  Crecía la incertidumbre y es oportuno tener en cuenta lo que también fue comunicado en aquel tiempo desde el periodismo, ya que tres días después del movimiento del 4 de junio de 1943, los coroneles del GOU -conducidos por Perón-, habían logrado el reemplazo del general Arturo Rawson por el General Pedro Pablo Ramírez –Palito-, quien asumió a las 03:45 del día siete.  En la jerga popular, por sus iniciales empezaron a decir “Presidente para rato”  pero renunció el 9 de marzo siguiente y asumió el vicepresidente General de Brigada Edelmiro J. Farrell, compañero de Perón cuando recién llegado de Europa, a fines de 1942 tras ser ascendido a Coronel, el 1º de enero fue designado Jefe del Destacamento de Montaña en la ciudad de Mendoza.

15-10-1943: “Manifiesto por la democracia”,

Los cambios de autoridades indicaban la continuidad del proceso iniciado en junio de 1943 y en los diarios de la Capital Federal apareció un Manifiesto firmado por José María Cantilo, Américo Ghioldi, Héctor González Iramain, Tomás Le Breton, Enrique M. Mosca, Nicolás Repetto; reclamando el llamado a elecciones.

La respuesta inesperada del presidente provisional General Pedro Pablo Ramírez, fue disponer la cesantía de quienes se desempeñaban en la administración pública, incluyendo a docentes. No es necesario comentar la polvareda que se levantó cuando trascendió esa decisión de Palito Ramírez y la que se estuvo generando hasta que a principios de noviembre los estudiantes universitarios iniciaron una huelga por tiempo indeterminado recibiendo como respuesta del ministro Gustavo Martínez Zuviría: “…hay que extirpar las doctrinas de odio y ateísmo”.  Mayores conflictos, más razones para que los periodistas de El Litoral dejaran sucesivas señales referidas a la historia de los argentinos que se va generando hora tras hora.

17-10-1943: “La polvareda de la tierra ajena”…

Una mirada sobre los diarios de distintas épocas revelan cómo han servido para difundir las obras de autores locales y de la región, mientras también eran reiterados textos de escritores argentinos y de distintas latitudes.

Desde principios de la década del ’40, incluso con recuadro, publicaban notas relacionadas con el poeta Julio Migno Parera, el joven de la costa sanjavierina que generaba interesantes tertulias…

En la edición del 17 de octubre de 1943,  desde el diario El Litoral aludieron al último libro publicado por Luis Gudiño Krämer con el título Tierra Ajena:

“…viene levantando una polvareda grande, bárbara entre la gente.

Por aquí, el que no lo ha leído es porque lo está leyendo.”

 

Considero oportuno, como reconocimiento a Luis Gudiño Krämer, distinguido Jefe de Redacción del diario El Litoral, reiterar algunos párrafos de la síntesis que elaboré acerca de su trayectoria y en lo pertinente a la citada edición:

“Integra esa publicación de la Editorial Lautaro de Buenos Aires, un conjunto de cuentos referidos a historias de la región: Pueblos, Gauchos, La compañía, La libreta, Muerte de un personaje, El manosanta, Los alderetes, El caso del ingiñero, El romance, Un jefe de policía, El loro de doña Januaria, Indios, Noche de Reyes, El Parlamento y corresponden a Tierra ajena: 1. Pantano, 2. Boliche, 3. Méndez y Nuevamente el camino.”

 

Aquí, algunos párrafos que aproximan a aquella perdurable “Tierra ajena”.

Sigue su camino Juan Fernández, cerca de don Fermín Ponce, don Guillermo y Don Pedro, junto a distintos personajes con las características de los pobladores del litoral -trabajadores unos, indolentes otros- y que don Luis conoció en sucesivas jornadas compartidas.  Una vez más resulta evidente su empeño por transmitir algunas ideas, algunas intuiciones acerca de la muerte y su actitud crítica lo impulsa a señalar algunas aparentes diferencias, porque si algo existe para todos en exacta medida, es ese misterioso desprendimiento final del espíritu -del ánima…-, en el instante de la muerte:

“Fermín Ponce dejó de ser colono.  Hace muchos años que no sube un caballo, ni pisa tierra de labranza con los pies desnudos…

La muerte de un hombre no tiene nada de particular.  Miles y miles mueren todos los días en el mundo.  Lo particular es que mueran de muerte extraña; que mueran desarraigados de su propia muerte.  Todos los días Fermín Ponce lee, tiene que leer, mejor dicho, crónicas de muertos.  Son vecinos arraigados; profesores; señoras de la sociedad, de esas que han ‘prodigado el bien con espíritu cristiano’; niños también ‘que llevan el luto a conocidos hogares de nuestra sociedad’. Pero no legó en ninguna crónica, la noticia de la muerte de esos hombres que conoció y llegó a estimar y a querer.  Méndez murió de anónima muerte, como debía ser.  No salió en los diarios porque murió labrando un parante de algarrobo negro en el potrero cinco de San Joaquín, y lo encontraron a los dos o tres días, pasado el pobre.  Crisanto, Ramírez, Galván, murieron en la isla, en la chacra, en la estancia.  Los enterraron en cualquier parte, donde encontraron campo santo.  No eran ‘vecinos arraigados’, ‘ni espíritus abiertos a las sugestiones del bien’, ‘ni habían fallecido a una edad en que mucho se podía esperar de las condiciones de su espíritu y su inteligencia’…

Cuanto más, como en el caso de Martínez, la crónica recogió su nombre por ahí, entre un montón de inexactitudes del parte policial…”  [152]

 

El escritor y periodista evidentemente iguala la estatura del hombre.

Gudiño Krämer, indudablemente es un hombre del litoral consustanciado con el paisaje que lo contiene y a pesar de su aquerenciada soledad, se siente religado a sus hermanos, sin discriminación por linaje o inteligencia, sin censura por religiosidad o política.

29-10-1943: Perón en el Departamento del Trabajo.

En la mayoría de los diarios, las noticias relacionadas con la segunda guerra mundial seguían ocupando las primeras páginas y agencias de la capital federal transmitieron que en el Departamento del Trabajo dependiente del ministerio del Interior, había asumido el Coronel Juan Domingo Perón.  Era prácticamente una oficina, creada el  29 de mayo de 1907, tiempo de promulgación de la ley de trabajo de mujeres y de niños.

Sabido es que en aquel tiempo, Mario Perón se instaló en Sierra Cuadrada y que en el verano llegó hasta ese lugar su hijo Juan Domingo, nacido el 8 de octubre de 1895.  Al año siguiente, en la ciudad de Bueno Aires, el 25 de mayo de 1908 inauguraron el Teatro “Colón”, monumental edificio proyectado por Francisco Tamburini y aquella noche, interpretaron la ópera Aurora de Héctor Panizza.

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   11-03-1944: presidencia del General Farell.

Tras la aceptación de la renuncia presentada el 9 de marzo de 1944 por el presidente provisional General Pedro Pablo Ramírez, dos días después asumió el General Edelmiro J. Farrell.

En aquel tiempo, siendo ministro de Justicia e Instrucción Pública el Dr. Gustavo Martínez Zuviría -escritor Hugo Wast y  mediante el Decr. Nº 18.411 había quedado reglamentada la Ley Nº 12.978 y luego, el Decreto Nº 18.497 establecía la obligatoriedad de la enseñanza de Religión y Moral en todas las escuelas argentinas. [153]

 

El 2 de mayo de 1944 asumieron nuevos ministros: el General Orlando Peluffo en Relaciones Exteriores y Culto y el doctor Alberto Baldrich en Justicia e Instrucción Pública.  En Europa continuaba la segunda guerra mundial y desde Estados Unidos de Norteamérica seguían acosando al gobierno argentino para que terminara con su posición de neutralidad y rompiera relaciones con el Eje: el 16 de agosto el gobierno de aquellos Estados “prohibió la remisión de oro a la Argentina” y la semana siguiente, el 23 de agosto en la Plaza Francia de la ciudad de Buenos Aires celebraron la reconquista de París (Francia).  En la provincia de Santa Fe tras el cese del interventor Ingeniero Miguel Argüelles, el 27 de julio de 1944 había asumido el Coronel Arturo Saavedra, reemplazado el 24 de marzo de 1945 por el Dr. Oscar Alfonso Aldrey.

22-09-1945: “Sanatorio Meana”.

En una página de publicidad en el diario El Litoral -edición del sábado 22 de septiembre de 1945-, informaban:

“Llega a su término en estos días la construcción de este magnifico edificio destinado a sanatorio que se levanta en una zona residencial por excelencia: Boulevard Gálvez de nuestra ciudad capital.  Propiedad de los Dres. Teófilo Meana y Pascual Zamora”… [154]

Destacaban que ese proyecto tendía a “crear un ambiente de casa de reposo, eliminándose en lo posible los detalles reveladores de la función hospitalaria…”

“El Boulevard Gálvez con su añosa arboleda y la alegre vegetación de la plaza Pueyrredón, concurren a la formación de ese ‘alma’ de tanta importancia para la tranquilidad del enfermo.”

 

Fotografías y textos completaban la información acerca de las características de esa estructura construida en Bvard. Gálvez 1563: cuatro pisos, tres con diez habitaciones de las cuales tres son departamentos; en el cuarto el área de Cirugía.

En el subsuelo, Servicios Generales; en la Planta Baja el área de Recepción, Oratorio, Portería, Laboratorio; salida al jardín lateral.

 

Tras la expropiación, inaugurado el 7 de diciembre de 1947 como primer Hospital de Niños de la capital santafesina, con la presencia de la señora María Eva Duarte de Perón y del gobernador de la provincia doctor Waldino C. Suárez.

26-09-1945: “El trabajador social”…

En la cuarta página de la edición del miércoles 26 de septiembre de 1945, en el diario El Litoral publicaron una nota del Doctor en Ciencias Económicas Emilio Sánchez Rizza, en aquel tiempo exigente profesor de “Estadísticas” en la escuela superior nacional de comercio “Domingo Guzmán Silva”, en la capital santafesina.

Destacaba Sánchez Rizza que “el Trabajador Social debe ser vanguardia de ideales de renovación”.  Aludiendo al Primer Congreso Panamericano de Servicio Social (15-09-1945), destacó que “deben vivir su época y comprenderla para actuar en consonancia. De lo contrario, se habrá constituido un freno y será un factor retardatario de ese gran movimiento mundial de masas, en cuya vanguardia deben converger también los auténticos trabajadores sociales.”

12-10-1945: zozobra en la capital federal…

En la edición del 12 de octubre de 1945 de El Litoral, informaron que el presidente General Edelmiro J. Farrell había aceptado las renuncias de sus ministros y que el General Ávalos continuaría en “la cartera de Guerra” que había asumido dos días antes.

El General Eduardo J. Ávalos, el 11 de octubre había expresado: “Desde este momento cambia la política del país”. Anticiparon que habría comicios el 7 de abril del próximo año y en aquellas circunstancias no informaban acerca de sus exigencias de Ávalos antes de asumir.  Sabido es que además de la convocatoria a elecciones “absolutamente libres”, había pedido el cese de Perón en todas sus funciones.  Tampoco está escrito en aquellas columnas que el coronel al despedirse del personal de la Secretaría de Trabajo y Previsión, había expresado: “Si es necesario me incorporaré a un sindicato y lucharé desde abajo.”

 

Destacaban en el vespertino santafesino, en otro párrafo: “…se registraron anoche sucesos sangrientos en calles de Buenos Aires”.  Comentaban que entre 500 a 700 personas se habían reunido en los alrededores del Colegio Militar donde había camiones con fuerzas policiales y soldados de la guardia montada.   Hubo varias descargas y a la entrada del Ministerio de Relaciones Exteriores “cayó herida una señora junto a su esposo”.

“A las 22:30 partidarios de Perón como manifestantes provocativos” avanzaron hacia Corrientes y Libertad; quince minutos después estuvieron en Juramento, Pellegrini y Quintana, donde no fue posible reconocer el número de víctimas, siendo algunos grupos de tendencia nacionalista, como lo había expresado un Juez y fue reiterado en aquella crónica.

También destacaron que el ministro del Interior, el correntino de tradición radical Dr. Jazmín Hortensio Quijano, que había asumido esas funciones el 2 de agosto, “se despidió de su personal y atravesó la Plaza de Mayo a pie, tomó un automóvil que estaba en el otro extremo, para ir a su domicilio”…

“Gérmenes de disolución – Economía desquiciada”…

En la tercera página de la edición del sábado 1º de octubre de 1945, en el diario El Litoral destacaban “…nuestra ansia es una ansia de carácter social.  Hace tiempo que el pueblo está alejado de las responsabilidades que le incumben y en una sociedad así enervada y desmoralizada, ciertos núcleos dirigentes, corrompidos a su vez por el sensualismo del poder o de las riquezas, han podido desarrollar impunemente las más absurdas teorías, poniendo en peligro, no sólo el presente, que es valioso, sino el porvenir, pues los gérmenes de disolución que se siembran impunemente crearán inquietud.

La economía del país está desquiciada.

La burocracia exacerbada al servicio de la demagogia”

En otra columna aludían a reuniones de canillitas frente al diario, expresando vivas a Perón. También a otros trabajadores en derredor de Juan de Garay y San Martín, frente al Correo… (calle 25 de Mayo esquina Moreno).

 

Estaba culminando el largo proceso que generó “la eclosión” que conmovió a los porteños y repercutió en Balcarce 50 cuando llegaron miles de obreros y empleados, varones y mujeres, algunos con ropa de trabajo aunque estaba vigente la ordenanza que establecía la obligación de usar determinada vestimenta para  transitar por las calles de la ciudad de Buenos Aires.

17-10-1945: acerca del coronel Perón…

Una breve información en la edición del 17 de octubre de 1945, indicaba que “el Coronel Perón se encuentra en el Hospital Militar Central”, lo había entrevistado el sacerdote José Alberto Carraras a quien le había expresado:

“Una vez más me solidarizo con la clase trabajadora. Estaré siempre al frente de las luchas.”

En otra crónica destacaron que Perón “aclaró que no estaba detenido.

“Ante los insistentes gritos de ‘Perón Presidente’, el padre Carraras les dijo:

‘Si vosotros lo deseáis, Perón será presidente.”

También en citado diario, informaron que habían decidido que el doctor Nicolás Romano junto a otro médico revisaran a Perón y fue entonces cuando él decidió que fuera el doctor Miguel Ángel Mazza; “los tres regresaron en el mismo buque que trajo a Perón.

Una conclusión:  “Se estima fracasada la gestión del doctor Álvarez.”

 

El periodista aludía al doctor Juan Álvarez, Procurador General de la Nación que por expreso pedido del general Farrell trataba “de formar un gabinete de conciliación nacional” y en el diario vespertino destacaron que “Perón rechazó el ofrecimiento para formar gabinete”, comentaron que “el Dr. Antille ocuparía la cartera de Interior” y que “estaban interrumpidas las actividades universitarias”, huelga que había comenzado el 3 de octubre.

Con el propósito de lograr la pacificación, el 14 de octubre habían dejado sin efecto el decreto el primero de octubre por el cual habían separado de sus funciones al Juez Federal de Córdoba Dr. Rodolfo Barraco Mármol por su decisión de autorizar la libertad de los detenidos a disposición del presidente de la Nación. Luego por distintos medios informaron que el doctor Álvarez se había incluido como Ministro del Interior en la nómina de candidatos -no el santafesino Dr. Armando Antille como habían anunciado-, junto a Tomás A. Amadeo, para Agricultura; Alberto Hueyo en Hacienda; I. Ruiz Moreno en Relaciones Exteriores; Jorge Figueroa Alcorta en Justicia e Instrucción Pública.  Cuando el Procurador General de la Nación llegó a Balcarce 50, ya era tarde: había comenzado otra etapa en la historia de los argentinos.

 

En otra columna del diario El Litoral, informaron que “hubo manifestaciones de adictos a la Secretaría de Trabajo.  Los gremios independientes no han participado en las mismas. Con el subtítulo “Avellaneda” destacaron que desde las 6 habían avanzado las columnas de dos mil personas, dedicándose “sus integrantes en su mayoría obreros, a asaltar toda clase de vehículos, tranvías, ómnibus, obligando a descender a los pasajeros y regresar  estaciones”.  Comentaron que algunos grupos fueron disueltos “por intervención de la policía” mientras promovían el cierre de puentes, entre ellos el Puente Alsina mientras los manifestantes ocupaban los tranvías hasta en los techos. En Lanús, los huelguistas gritaban “Viva Perón”, aproximadamente mil personas y numerosas mujeres con bandera argentina y afiche con la foto del Coronel.  Pasaron por la Federación de Obreros y Empleados Telefónicos. En aquella crónica también reiteraron que “desde las 9 en la Plaza de Mayo” había policías apostados para dispersar con gases lacrimógenos a los manifestantes que lograban reagruparse.  Comentaron en otro párrafo: “…después de las 11, Farrell en su despacho con el ministro de Marina Vicealmirante Héctor Vernengo Lima” y que la desautorización de la Unión Obrera Textil, instando “a concurrir a sus habituales ocupaciones sin prestar oído a tales versiones”.  Aludieron a la “detención de cien personas en Montes de Oca, frente a la Seccional 26 de Policía” y a cómo “obligaron a los obreros de Molinos Harineros Río de la Plata para suspender las actividades” hasta cerrar las puertas y dejar en libertad de acción.  Más columnas “pasaron por la Secretaría  de Trabajo y Previsión”, gritando Viva Perón”.

En la segunda página, aludieron a un atentado frente al diario Crítica, donde expresaban hostilidad con silbidos y hubo un tiroteo “no menos de 50 balazos”; sonó la sirena de alarma mientas el Juez estaba en el interior y explotaron bombas incendiarias y arrojaron mesas y sillas de comedores cercanos.

 

Casi lo mismo que se observa en los primeros años del siglo veintiuno pero en la actualidad ya no “descamisados” con rostros descubiertos agitando banderas celestes y blancas, sino encapuchados con estandartes rojos, negros, verdes…

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18-10-1945: paro de la CGT…

En la edición del jueves 18, en el diario El Litoral informaron: “Realizóse el paro que la CGT declaró ayer en toda la República.  Al día siguiente, en la página dos destacaron que habían repudiado aquel paro varias asociaciones: la Comisión Universitaria, Unión Obrera de Locatarios, Sindicato de Camioneros y Afines y Sindicato de Choferes de Taxímetros porque según destacaron en la crónica, “intentan crear un clima de conflicto provocando a obreros del pueblos”.

Ese día, el coronel Perón había solicitado el pase a situación de retiro.

22-10-1945: asumen nuevos ministros y Secretario de Trabajo.

Aquietados los ánimos, el 20 de octubre el presidente Farrell nombró a los nuevos ministros y al Cnel. Domingo A. Mercante en la Secretaría de Trabajo y Previsión.

Dos días después se realizó el acto de asunción y en esas circunstancias, estuvo el Coronel Juan Domingo Perón cerca de su amigo Mercante, su sucesor en aquellas funciones.  En la crónica de El Litoral incluyeron también los nombres de los nuevos ministros: Cnel. (R) Bartolomé Descalzo en Interior; Cnel. (R) Amaro Ávalos en Hacienda; Dr. José Manuel Astigueta en Justicia e Instrucción Pública e Ingeniero Pedro Martota en Agricultura.

En esa edición no hay comentarios acerca de la ceremonia del matrimonio civil de María Eva Duarte y Juan Domingo Perón, realizada en “el domicilio de la pareja en la calle Posadas”, interviniendo el jefe del Registro Civil de Junín, provincia de Buenos Aires.

24-10-1945: la Federación Universitaria Argentina.

Como sucedía desde la entusiasta manifestación por la Reforma impulsada en 1918, los estudiantes expresaban sus posiciones en diversas circunstancias.  Una semana después de “la eclosión” -como solía decir Perón durante su exilio en Madrid-, la Federación Universitaria Argentina resolvió reactivar las actividades docentes.

Al día siguiente, jueves 25 de octubre de 1945, desde el diario El Litoral en dos columnas, informaron que el doctor Cisneros, de la Unión Cívica Radical, refiriéndose a aquella sorprendente manifestación popular, declaró que habían analizado esos hechos en el Comité Nacional: “…fue una reproducción exacta de las primeras manifestaciones populares del fascismo y del falangismo”.  En la nota destacaban algunas consignas: “Viva la alpargata y mueran los libros” – “Haga patria matando a un estudiante”.

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17-05-1946: asesinato del doctor Meiners…

En el diario El Litoral publicaron un breve comentario relacionado con lo sucedido el 17 de mayo de 1946, en el departamento del segundo piso de Arenales 1299 de la capital federal, cuando el electo gobernador doctor Leandro Meiners, después de participar en una reunión con dirigentes políticos murió como consecuencia de un certero disparo de revólver.

Distintos medios informaron que se había suicidado y que dejó dos cartas porque tales fueron los informes policiales y judiciales aunque en el seno de su familia, sabían cómo había sido el desenlace, no un suicidio sino un homicidio y con evidencias acerca del responsable, mejor dicho, del “irresponsable”.

Memoria de Gastón Gori…

Décadas después, Gastón Gori en una nota publicada en el diario “El Litoral” de la capital santafesina, expresó:

“A partir del 4 de junio de 1943, con el golpe militar de turno, hubo acontecimientos que cambiarían aspectos del rumbo político del país y, quiéranlo o no los escritores, en esos cambios históricos quien no fue testigo preocupado fue actor entusiasta.  Las multitudes comenzaron luego a ganar la calle -acertadas o no- y una nueva expresión popular de la democracia asomaba en la Argentina para concretarse luego en la figura de un conductor y líder. Como era previsible los diversos criterios llevaron a muchos escritores en el país a organizarse según sus simpatías políticas o sus disidencias con la sociedad Argentina de Escritores de ‘Buenos Aires’ o su directa adhesión política al gobierno que proveyó de abundantes recursos a la Comisión Nacional de Cultura a partir de 1945.  Se funda en Buenos Aires la Sociedad de Escritores, con repercusión en Santa Fe.  Ya no quedaba otra institución en esta ciudad.”

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1947 – Inauguración del Hospital de Niños “María Eva Duarte de Perón”.

El 7 de diciembre de 1947, la señora María Eva Duarte de Perón -más nombrada Evita-, inauguró en la capital santafesina el Hospital de Niños en el edificio que hasta entonces pertenecía a la clínica maternal de los doctores Meana y Zamora y le impusieron el nombre de la presidenta a la Fundación que lo había organizado y financiado.

La señora Duarte de Perón, el 31 de mayo de 1947 el título de miembro honorario de la Universidad Nacional de La Plata; la semana siguiente partió hacia España, donde fue condecorada y luego llegó a Roma (Italia) donde dialogó con el Papa Pío XII.  El 23 de septiembre de aquel año, celebró la promulgación de la ley que otorgó el derecho al sufragio a las mujeres argentinas.

 

Tras el torbellino histórico generado desde el 16 de septiembre de 1955 cuando debió renunciar el general Juan Domingo Perón, continuaron las violentas manifestaciones en distintas localidades, también en Santa Fe arrastraron por las calles los bustos de Perón y de Eva; borraron los nombres de “Eva Perón” en la Escuela Nacional de Comercio de Mujeres que funcionaba en la sede de San Martín 1823, la legendaria casona de “los Gálvez” y un leal ordenanza salvó de la destrucción el busto que fue entregado a la profesora Arcelia Ayala, quien lo conservó en la casa familiar de San José del Rincón. [155]

Luego, aquella escuela fue rebautizada “Juana del Pino de Rivadavia” y el hospital empezó a ser nombrado Hospital de Niños “Dr. Ricardo Gutiérrez”, como también es distinguido el creado el 29 de abril de 1875 en la Capital Federal.

El Doctor Ricardo Gutiérrez ha sido una distinguida personalidad en la medicina argentina y fiel a la tradición literaria de su familia, supo ser fiel a su vocación de escritor.  En 1871 participó en las campañas para combatir la epidemia de fiebre amarilla; en 1887 luchó contra el cólera.  Ha trascendido que su sensibilidad y su religiosidad eran evidentes cuando agotadas todas las posibilidades, seguía acompañando a los niños durante la agonía.

1947: Rama Femenina del Partido Peronista

Sabido es que el 23 de septiembre de 1947, el presidente de la Nación General Juan Domingo Perón promulgó la ley que ese día fue sancionada en el Congreso Nacional y cuando su esposa María Eva Duarte de Perón -más nombrada Evita”– recibió la copia de la Ley 13.010 que otorgaba el derecho al sufragio a las ciudadanas argentinas, expresó:

“Mujeres de mi patria:

Recibo en este instante, de manos del Gobierno de la Nación, la ley que consagra nuestros derechos cívicos. Y la recibo, ante vosotras, con la certeza de que lo hago en nombre y representación de todas las mujeres argentinas. Sintiendo, jubilosamente, que me tiemblan las manos al contacto del laurel que proclama la victoria.”

Somos las mujeres misioneras de paz. Los sacrificios y las luchas sólo han logrado, hasta ahora, multiplicar nuestra fe. Alcemos, todas juntas, esa fe, e iluminemos con ella el sendero de nuestro destino. Es un destino grande, apasionado y feliz. Tenemos para conquistarlo y merecerlo tres bases insobornables, inconmovibles: una limitada confianza en Dios y en su infinita justicia; una patria incomparable a quien amar con pasión y un líder que el destino moldeó para enfrentar victoriosamente los problemas de la época: el general Perón. Con él y con el voto, contribuiremos a la perfección de la democracia argentina. Nada más.”

En la reseña fotográfica publicada por el Diario “El Litoral” con el título Memorias de papel sensible, incluyeron esta información:

 

“Rama Femenina:

Junta Departamental Femenina del Partido Justicialista de la ciudad de Santa Fe.  Las mujeres presentes constituyeron un grupo variado desde la procedencia social y generacional, y se aglutinaron el año 1947 pues en él se aprobó la ley que universalizaba el sufragio en el orden nacional, con el reconocimiento de ese derecho a las mujeres.  Santa Fe, 1947. Danilo Birri. A.E.L.”

 

Han transcurrido seis décadas y pulsan en la memoria sucesivas señales…

En la citada edición de Memorias de papel sensible, en la página siguiente incluyeron tres fotos y datos insoslayables acerca de la historia de los santafesinos:

 

Intervención. El gobierno de Agustín P. Justo decide en octubre de 1935 intervenir al gobierno del Dr. Luciano Molinas (1932-1935).  Los partidarios santafesinos fueron a la plaza de Mayo para apoyarlos en una actitud de movilización que habrá de caracterizar a la política de estos tiempos y del fututor.  Santa Fe. Danilo Birri A.E.L.

 

 

Palcos femeninos. Proclamación de la fórmula Manuel M. de Iriondo para gobernador y Agustín Araya vicegobernador, en el Teatro Municipal de la ciudad de Santa Fe; el público femenino que se ubica en los palcos- luce el acostumbrado sombrero.  Santa Fe, Circa 1937, Danilo Birri, A.E.L.)

 

En el despacho.  Sentados de izquierda a derecha, Facundo Suárez, presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales, Roberto -Pascual- Silva, presidente del Bloque de Diputados Radicales, Dr. Aldo Emilio Tessio, Gobernador (1963-1966) y Dr. Romero Acuña, Ministro de Obras Públicas.  De pie Rómulo Marcchioni, Director de Ceremonial y Tessio (h). Santa Fe, 1965. Danilo Birri. A.D.E.L.)

 

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Memorias de mujer sensible

 

No ha sido por casualidad que en la legendaria Escuela Nacional Profesional de Mujeres dependiente de la Dirección Nacional de Enseñanza Técnica del Ministerio de Educación de la Nación, el 22 de mayo de 1953 reunido el personal en el espacio cedido por el director de la Escuela Normal Nacional Prof. Francisco Soriano para el funcionamiento de esa escuela desde el 5 de agosto de 1952 -momento de su inauguración-, la Directora interina Sra. Beatriz Lilia Guastavino de Calafell debió expresar la fórmula de juramento de fidelidad a la Bandera Nacional y ratificado ese propósito por el personal administrativo, docente y de servicios, firmó las constancias en las libretas cívicas.

El 6 de julio de ese año, aceptada la renuncia presentada por la citada directora estaba ejerciendo esas funciones la secretaria titular  Señorita Herminia Sofía Fernández y cercana la conmemoración del Día de la Independencia -política  y  económica-,  en  el  mismo lugar se

concretó se concretó el juramento de “fidelidad a la Constitución Nacional” vigente desde 1949, con constancia en las libretas cívicas.

Es evidente que tampoco ha sido por casualidad que en el Único Camino, perduren estas señales acerca de quien está escribiendo esta aproximación al periodismo desde el siglo XIX:

1951: Afiliada al Partido Peronista Femenino (etapa de organización y de empadronamiento general tras la sanción de la Ley 13.010 del 23 de septiembre de 1947.  Fiscal de mesa en las elecciones generales que por primera vez incluyen Padrón Femenino.” /…/ 1985: Las agrupaciones internas de la Rama Femenina del Partido Justicialista -con presencia de diversas autoridades-, le entregaron la “Al Mérito Peronista” en reconocimiento a su militancia, en un acto desarrollado con la presencia de compañeras de décadas anteriores: discurso de la Dip. Belkis Benítez y entrega del símbolo, conjuntamente con el subsecretario de Cultura Sr. Néstor Norberto Zapata.”

 

1986: Continúa aportando iniciativas y con distintos grupos elabora programas y planes en función de la plataforma electoral del Partido Justicialista. Colaboración directa en la estructuración del grupo de fiscales de mesa y coordinación durante la jornada de elecciones nacionales, provinciales y municipales. / 1986-1988: Seleccionada por unanimidad por la CGT Regional Santa Fe para la representación como miembro titular en la “Comisión Organizadora Provincial – Congreso Pedagógico”. Participó en reuniones grupales para análisis y discusión de ponencias de determinadas comisiones; elaboró conclusiones que se incluyeron el documento final de esa Comisión tras la aprobación por unanimidad. / 1991: Desde entonces, integrante de la comisión interna de la Seccional 1ª, elaboró y donó cartillas de información histórica y se desempeñó como Fiscal general en las elecciones de ese año. / 1995: Por primera vez acepta ser incluida en una lista para elecciones internas de la Seccional Primera considerando que sería “lista única de unidad”, resultando que finalmente se presentaron dos.  Por convicción desde que empezó a sentir la necesidad de bregar por el Justicialismo -basado en la Justicia y en la solidaridad-, optó por no seguir participando en grupos internos, ya que tras esa experiencia directa comprobó que resultaban ser más competitivos que cooperativos. Último año de actividad compartida en ese ámbito.”

 

Tampoco han sido por casualidad, otros hechos que en este momento evoco:

El “Partido Laborista” conducido por el entusiasta Cipriano Reyes, reconocido conductor del gremio de la Carne y Frigoríficos, consagró candidato a Juan Domingo Perón para la presidencia de la Nación y con tales boletas aprobadas por la Justicia Electoral,  votaron el domingo 24 de febrero de 1946, quienes hicieron posible su primera presidencia desde el 4 de junio de ese año hasta el mismo día de 1952, cuando el General Perón continuó en tales funciones tras la reelección también con amplia mayoría.

Cuatro meses después, otra chispa fue la generadora de diversos destellos…..

“El 17 de junio de 1946, impulsado por el senador Alberto Teisaire -entre otros- e incorporando a la mayoría de los afiliados del disuelto Partido Laborista se constituyó el Partido Único de la Revolución, presidido por el mencionado legislador.

El 14 de enero de 1947, los integrantes del P.U.R. optaron por denominarlo Partido Peronista y se constituyó un Consejo Superior. A fines de ese año estaba concluida su organización, inspirada en “la Doctrina Nacional enunciada por el Gral. Perón y en la legislación actualizada en función de logro de la Justicia social, la soberanía política y la independencia económica.” [156]

 

No fue casual que la mayoría de integrantes del  movimiento nacional Justicialista hayan resistido pacíficamente la proscripción durante el  lapso 1955-1972, trabajando como podían en distintos ámbitos, mientras diversos grupos de militantes empezaron a organizar los denominados partidos neo-peronistas con el objetivo fundamental de poder participar en sucesivos comicios impulsados por el deseo de llegar a ocupar cargos en la conducción del Estado provincial y nacional.  [157]

No fueron casualidades todos los hechos registrados durante aquel período cuando empezó a acosar la violencia de una guerra civil no declarada que sigue siendo una herida que no cicatriza…

Sabido es que el Océano no separa, ¡UNE!… y persiste el ejemplo de los españoles que tras soportar también aniquilamientos durante la segunda guerra mundial, fueron capaces de avanzar hacia una fraternal convivencia.

Aprehendieron desde el dolor y la distancia, la heroica elocuencia del silencio.

 

En la edición del sábado 19 de noviembre de 2005, desde la última página del diario “El Litoral” de la capital santafesina, informaron:

Marie Noelle Valles de la agencia (AFP), en víspera de la rememoración de los treinta años de la muerte de Francisco Franco -20 de noviembre de 1975-, destacó que “la sociedad española vivió una transformación política y cultural radical y eligió el olvido oficial sobre los crímenes de la Guerra Civil y de la dictadura”.

 

Al pie de esa foto del archivo de El Litoral, escribieron:

Las violaciones de los derechos humanos durante el régimen de Francisco Franco nunca ocuparon un papel preponderante en la agenda de los gobiernos españoles desde 1976 hasta hoy.”

 

En otro párrafo destacaron: “El gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, cuyo abuelo fue fusilado por los franquistas, tampoco ha contribuido a las excavaciones de las fosas comunes de la dictadura franquista, que desde hace cinco años llevan adelante voluntarios benévolos de asociaciones de víctimas.”

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Entre los argentinos, en el séptimo año del siglo veintiuno se expande la crisis en la mayoría de los partidos políticos. Seis décadas después de la rememorada celebración durante la primavera de 1947 tras el logro del sufragio femenino, el Pepé que fue transformado en Pejota, en la actualidad se asemeja a otro pepé¡partido partido!

Casi olvidada su raíz esencial JUSTICIAlista y la prédica del impulsor y Líder de ese movimiento nacional cristiano y universalista, quienes después de cumplir con las horas de trabajo en las escuelas, talleres, comercios… dedicábamos parte del tiempo libre a la militancia, advertimos que ahora, una diáspora generada por los intereses creados sigue incrementando el caos y siendo opuesto al orden, necesariamente ha de generar más cambios hasta reestablecer equilibrios.

 

En la provincia de Santa Fe -tercera provincia con mayor cantidad de empadronados-, desde el 10 de diciembre de 2003 por primera vez ejerce la Presidencia de la Cámara de Senadores una mujer: la Arquitecta María Eugenia Bielsa quien ha demostrado perseverancia en sus propósitos de avanzar hacia la organización de ese ámbito legislativo y ha promovido diversos encuentros tendientes a la educación permanente por el arte de vivir y convivir…

Actualmente, una mujer rosarina, la senadora Roxana Latorre intenta ser candidata a la gobernación de Santa Fe comprometiéndose con el sector movilizado por el actual presidente de la Nación, el santacruceño doctor Néstor Carlos Kirchner y su esposa Cristina Fernández con independencia de la estructura del Partido Justicialista y del movimiento nacional… Ante distintas perspectivas, un frente cívico ha proclamado la candidatura a vicegobernadora de la doctora Griselda Tessio, hija del gobernador Aldo Tessio.

 

Como a principios de la década del ’80 -cuando guardé este recorte que ya está amarillento y pecoso-, intuyo que sobre el planeta que gira, gira, gira… siguen transitando millones de hombres y mujeres intentando imponer diferentes consignas y a la vuelta de una esquina suele conmovernos una vez más… ¡el patético dilema!

Todo es historia de la Historia de los santafesinos, de los argentinos, de la humanidad y día a día está reflejada simultáneamente en distintos medios de comunicación, está esbozada con fotografías y testimonios en todos los diarios y revistas.

Se impone continuar con diversos comentarios relacionados  con el año 1949 y otras lecturas desde las orillas del río Paraná.

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Marzo de 1949: desde Santa Fe a Diamante…

Una tal Teresa Cascajo, rememorando el tiempo en que enviaba ejemplares del diario “El Litoral” con la correspondiente faja amarillenta, desde la capital santafesina hasta la Punta Gorda de “Diamante”, anotó:

“…comenzó una aventura epistolar sin precedentes: dos o tres cartas diarias, con horario para su oportuna lectura y el envío del diario El Litoral para que el entonces recluta estuviera bien informado. Cuando salía de la escuela se dedicaba a dar clases de apoyo a alumnos que le sugerían sus profesoras y en las pausas: palabra tras palabra, romance en marcha…

(Entre quienes se repartían las hojas de los diarios para leer durante alguna pausa, estaba el tocayo de Eduardo, noble amigo y responsable abogado, luego rector de la Universidad Nacional del Litoral y padre del Intendente que durante el tercer año del siglo veinte debió enfrentar las consecuencias del desborde del río Salado…)  [158]

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Retiro de Gudiño Krämer, jefe de Redacción…

Luis Gudiño Krämer ingresó en la Redacción del diario “El Litoral” en 1938, por iniciativa de su amigo Salvador Caputto, el fundador en agosto de 1918.

Quienes hayan podido leer algunas de aquellas ediciones saben que durante su desempeño, desde esa empresa periodística impulsó un notable desarrollo cultural.

Como suele suceder, soportó injustas valoraciones e insoslayables ingratitudes hasta que optó por su retiro, alejándose de su casa de Guadalupe para seguir viviendo en Córdoba.

Entre el periodismo y otras ficciones…

Gudiño Krämer en Señales en el viento dejó algunas claves sobre aquel espacio periodístico:

Es interesante comprobar cómo -con sutiles o punzantes recursos-, en ese libro con claves, don Luis refleja una trama parcial de la política lugareña y es interesante el diálogo entre el doctor Bonastre y Fernández, que en síntesis sólo representó la acumulación de mayores amarguras para el periodista que trabajaba en el único diario decente… tan flojo… en la opinión de algunos ciudadanos.  Volcó don Luis sus pesares en una anécdota:

“Al entrar a la farmacia saludó al grupo que en plena calle San Martín, a mediodía, estaba allí de tertulia.  El doctor Bonastre le tomo de un brazo, para decirle:

– Pero, ese diario.. hasta cuándo va a seguir ese diario de ustedes así, en esta posición…

Le dolía la cintura, estaba amargado por su reumatismo, que se le presentaba así, de pronto, cuando tenía tantas cosas que hacer… y reventó, dio salida a esa amargura, agritos…

-¡Y qué carajo me dice a mí!… Vaya y dígaselo al dueño del diario, en lugar de ir a pedirle que le publique macanas.  Dígale a él, porque a mí ustedes nada tienen que decirme, porque saben cómo estoy cumpliendo con mi deber, que no es el deber de ustedes, tampoco…

El exabrupto dejó callados a los dos hombres, y él entró a comprar su salicilato.

Pero al salir le pareció correcto ofrecer alguna explicación.

-Vea, doctor Bonastre.  Ando caliente hace tiempo, ¿sabe?  Discúlpeme, pero no hay derecho que a nosotros nos hagan estas cuestiones por niñerías, al fin y al cabo…”

Continuó el diálogo; el doctor Bonastre censuró al “diputado nacional García Torres, que siguió como profesor, mientras todo se hundía, y proclama la democracia, pero no falta a las partidas de póker en el Club Social”, y la réplica de Fernández fue contudente:

“-Y García Torres… hace lo que sus correligionarios, doctor.  Todos hacen lo mismo.  Defienden en el Parlamento la enseñanza laica, y mandan a sus hijos a la Inmaculada.  Claro.  Allí se vinculan.  Abogan por el voto a la mujer, y ellos, en sus propias casas abandonan toda responsabilidad, permiten que sus mujeres se dejen guiar por el confesor, o por las amigas influyentes, casi todas reaccionarias y fascistas. También se alejan de su deber hacia sus propios hijos.  La familia les resulta una carga, y dejándola sola, y sólo protegida económicamente, ellos pueden costear amantes y timbear.  Ésta es la cosa.

Comprendía que esas críticas verdaderas dolían, producían disgustos.  Pero siguió enardecido, enrostrando toda la podredumbre de esa clase media envilecida, conformista, aprovechada, especulando con todo para hacer dinero, ascender, ocupar posiciones.  Siempre detrás de una disculpa para justificar sus renuncias continuas, y haciendo demagogia con el pueblo, a quien en el fondo despreciaban.

-Vez pasada -agregó-, un dirigente que se considera democrático no pudo disimular su fascismo latente y atribuyó a los obreros la culpa de la carestía de la vida, y a los estudiantes la anarquía universitaria.  Dijo que había que frenar a unos y a otros.  Oigan ustedes, frenar, es decir, reprimir, castigar, esclavizar.  Y esto se llama democracia.

Alguno se fue con una disculpa, y él se encontró a poco con el más paciente, pero se sintió cansado, con la amargura de haber dicho verdades inútiles.

Qué culpa tenía esta gente de ser así, si estaban deformados por un largo ejercicio de la mentira profesional, por una educación inmoral, por un medio corrompido, que sólo consagraba el éxito.

Pidió disculpas y se fue, con los nervios sacudidos y una gran desilusión en el espíritu.  Así que ellos tenían la culpa, las víctimas de estos sistemas.   Ellos, y el diario, levantado con tanto sacrificio y al cual tanto le debía la ciudad, el campo, la gente…”  [159]

 

Es lógico interpretar que en ese diálogo se referían al diario “El Litoral” donde cumplió con su misión -no con sumisión-, hasta el momento de su jubilación; después de haber trabajado durante veinticinco años y como él mismo lo expresó en una entrevista, habiendo hecho “de todo, desde crítica de libros, de arte, editoriales y sueltos, hasta crónicas, reportajes y preparación de números extraordinarios. Fueron años de intensa labor y de abundante experiencia que perduran en sus aspectos más entrañables, pues contribuí a transformar un diario de provincia en una tribuna de ideas, de polémica y de crítica.”

Como ha recordado José Luis Víttori, predicó “con el ejemplo que el periodista se debe a un medio y sólo a uno, no pudiendo desempeñarse por ética profesional en más de uno, ni en cargos oficiales.  Era intransigente con la veracidad y la objetividad de la información.  Consideraba que el periodismo orienta, instruye, educa y forma al pueblo, de donde, oponía las libertades individuales y la democracia institucional a todo privilegio público o privado.  No siempre resultó fácil sortear los límites de tolerancia de ese espíritu severo.  A todas las veleidades… opuso su rigor, de modo que cuando algo era aprobado con una simple cruz al pie del texto, uno podía considerarse satisfecho…”  [160]

Perdurables vínculos con José Pedroni…

No fue por casualidad que cuando Luis Gudiño Krämer decidió alejarse del diario y también de la capital santafesina, debieron enviarle la correspondencia a una casilla de correo. Tampoco fue por casualidad lo escrito por el titiritero-poeta José Bartolomé Pedroni en su carta del 16 de abril de 1953:

“Querido Gudiño:

Recibí su carta del 14 del corriente, que se compone exactamente de cuatro líneas irregulares que afectan la forma de un alambrado de corral criollo, de púa, naturalmente.  Usted cada vez escribe menos, y cuando lo hace, dice tres palabras en clave -se me ocurre que para que le cobren menos-, y que se arregle el destinatario.  Si va seguir con este procedimiento, me avisa, que voy a preparar un código privado, de frases largas, condensadas en monosílabos sin sentido; con lo cual usted podrá decirme algo cuando me escriba, sin mayor gasto de tiempo.  ¿O es que se está ensayando para ministro?” /…/ [161]

“Estoy, en este momento, trabajando en un pequeño poema sobre Las Malvinas, que así se titula el trabajo.  Me he leído un par de libros, y hasta ahora no he hecho más que una estrofa. Estoy empantanado; pero soy porfiado.  Me sucedió lo mismo con el Canto al Compañero Nocturno.  Tenía todo el mundo en contra. ¡Qué tema! -me decían- Hubo quien agregó: Pero si los camioneros son unos antipáticos…  [162]

Ahí va la primera estrofa del verso malvinero:

Tiene las alas salpicadas de islotes.

Es nuestra mariposa del mar.

La patria la contempla desde la costa madre

con un dolor que no se va.

Bueno, esta larga carta es para que aprenda a escribir largamente cuando se dirija a este amigo. No me venga con cuatro gritos.

Reciba un fuerte abrazo de su amigo… José Pedroni.”

 

Sabido es que Pedroni luego cambió palabras de aquellos versos, y pronto logró salir del pantano ya que ese poema fue incluido junto a su “Canto al compañero de ruta” y a otros, en su libro titulado Cantos del Hombre presentado ese mismo año. [163]

El poema Las Malvinas era uno de los preferidos por Elena Chautemps e integra la selección publicada con el título “Hacecillo de Elena”, aún es recitado en las escuelas y difundido por distintos medios.

Es oportuna esta reiteración del simbólico poema, cercano ya el vigésimo quinto aniversario de La Gesta de las Malvinas (2 de abril al 14 de junio de 1982):

Tiene las alas salpicadas de islotes.

Es nuestra bella del mar.

La patria la contempla desde la costa madre

con un dolor que no se va.

Tiene las alas salpicadas de islotes,

Es nuestra bella del mar.

La patria la contempla desde la costa madre

con un dolor que no se va.

 

Tiene las alas llenas de lunares.

Lobo roquero es su guardián.

La paria la contempla.  Es un ángel sin sueño

la patria junto al mar.

 

Tiene el pecho de ave sobre la onda helada.

Ave caída es su igual.

El agua se levanta entre sus alas.

Quiere y no puede volar.

 

El pingüino la vela.  La gaviota le trae

cartas de libertad.

Ella tiene los ojos en sus canales fríos.

Ella está triste de esperar.

 

Como a mujer robada le quitaron el nombre;

lo arrojaron al mar.

Le dieron otro para que olvidara,

que ella no sabe pronunciar.

 

El viento es suyo; el horizonte es suyo.

Sola, no quiere más.

Sabe que un día volverá su hombre

con la bandera y el cantar.

 

Cautiva está y callada.  Ella es la prisionera

que no pide ni da.

Su correo de amor es el ave que emigra.

La nieve que cae es su reloj de sal.

 

Hasta que el barco patrio no ancle entre sus alas,

ella se llama Soledad.

José Bartolomé Pedroni

(Gálvez, 21-09-1899

Mar del Plata 04-02-1968.)

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A mediados de la década siguiente, el 13 de diciembre de 1966 también desde Esperanza, José Bartolomé Pedroni escribió una carta dirigida a la “Sra. Clorinda P. de Gudiño Krämer / Córdoba”:  [164]

“Yo soy de los que escriben poco (ustedes lo saben, y yo lo siento por mí), pero de los que piensan permanentemente en los seres que están alojados en su corazón, y que mantiene con ellos una suerte de coloquio sin palabras, que a veces duran horas.  Entre estos seres están ustedes, tan queridos, tan admirados, que un día se fueron a otra provincia y me dejaron una lastimadura que el tiempo no cierra; antes bien, que se extiende, y no sé por qué tal vez porque yo también participe del pecado del pecado santafesino de haberlos perdido; de no haber sabido retenerlos.  Me consuelo de mi culpa pensando que siempre ha sido así, a juzgar por lo que dice S. Lucas, en el vers. 24, Cap. IV: ‘En verdad os digo que ningún profeta es aceptado en su patria’.  Con este mismo versículo, consuélense ustedes también de la ingratitud de que han sido objeto por parte de quienes fuimos sus comprovincianos muchos años.” /…/

En el penúltimo párrafo, el poeta Pedroni escribió:

“…Ésta de hoy es para usted.  Mañana será para él, en la extensión y los términos que Luis Gudiño Krämer, gran escritor y relevante ciudadano”…

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21-09-1967: “V Asamblea de ADEPA”…

En el diario El Litoral informaron que en el salón de actos de la Sociedad Rural Argentina, el jueves 21 de septiembre de 1967 comenzó a desarrollarse la V Asamblea de la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA), bajo la presidencia del doctor Juan Valmaggia.  En la fotografía, a la izquierda del presidente está el Arzobispo de Santa Fe Monseñor doctor Nicolás Fassolino y hacia la derecha, “directivos de la entidad, Alberto Gainza Paz, Enrique Noriega, Enrique Nores Martínez y Riobó Caputto.”

Viernes 22: Resolución sobre libertad de prensa.

Tras la aprobación de la Memoria y Balance de ADEPA, en la sesión del viernes 22 de septiembre de 1967, aprobaron una resolución referida a la libertad de prensa:

“…con insistencia se ha dejado sentado que la independencia ideológica no puede concebirse escindida de la independencia económica.  Y es precisamente en este último aspecto que las medidas esperadas del gobierno nacional no vinieron a dar solución adecuada a las necesidades de consumo y de modernización que los talleres gráficos de los diarios y revistas requieren para que el periodismo pueda cumplir, más técnicamente, su alta función cultural y de civismo por su especial significación en una democracia.”

“…muchos materiales tan indispensables como el papel tradicionalmente liberado de derechos aduaneros, no han recibido el tratamiento fiscal que se esperaba en el campo de la importación de elementos que no produce la industria nacional.  Las modificaciones introducidas a la circular 196 del Banco Central, si bien rebajaron los recargos de algunos rubros, en otros inexplicablemente los elevaron, agravando por tanto la situación imperante.”

“…en esta materia debe regir el mismo fundamento que protege la liberación del papel, ya que las evoluciones técnicas de las artes gráficas imposibles de satisfacer dentro de nuestro ámbito, demandan una consideración similar.”

“…Las recientes declaraciones del señor ministro de Economía y Trabajo pronunciadas a la Asociación de Prensa Extranjera, abre perspectivas de las que cabe aguardar una sana comprensión y una mejor decisión sobre las que se debe insistir para su concreción definitiva.”

“Igualmente castiga el flanco económico de los diarios y revistas el desmesurado incremento de las tasas de telecomunicaciones postales y arrendamientos de equipos teletransmisores, cuya revisión se hace necesaria dada la naturaleza y finalidad que la prensa cumple.

Por ello la asamblea de ADEPA declara:

1.- Que existe libertad de prensa en el país, pero hechos denunciados (un procedimiento de la Municipalidad de Buenos Aires con relación a la revista ‘Siete Días Ilustrados? Y a la prohibición de circular en el Paraguay del diario ‘El Territorio’ de Posadas, actitudes que produjeron sendos despachos de esta asamblea), implican una amenaza para su plena vigencia.

2.- Aprobar las peticiones que se tienen formuladas a favor de la liberación de todo gravamen o recargo sobre la importación de maquinarias, repuestos y materiales básicos que no se producen en el país, para la impresión de los órganos de prensa.

3.- Reclamar un tratamiento menos gravoso para el periodismo en los servicios de telecomunicaciones postales y arrendamientos de equipos teletransmisores dada su misión orientadora, de formación cultural y de educación cívica.

4.- Encomendar al Consejo Ejecutivo la prosecución de las gestiones pertinentes.”

14-08-1969: fallecimiento del Cardenal Nicolás Fassolino.

En el Diario “El Litoral” de la capital santafesina, el 14 de agosto de 1969 informaron acerca del fallecimiento del Arzobispo de Santa Fe Cardenal Monseñor Doctor Nicolás Fassolino.  En 1932 fue nombrado Obispo de la Diócesis y dos años después, Arzobispo. Cardenal por decisión del Papa Pablo VI en 1967.

El gobierno nacional declaró día de duelo el 16 de agosto en todas las provincias.  Desde el citado diario, al atardecer destacaron que el sepelio se realizó en la Catedral Metropolitana frente al altar de Nuestra Señora de Fátima, con asistencia del Cardenal Primado de la Argentina Monseñor Antonio Caggiano.

Desde el 26 de agosto de 1968, monseñor Vicente Zazpe por Bula de Pablo VI desempeñaba la misión de Obispo Coadjutor y fue elegido como sucesor.

1969: reclutamiento de operarios para Santa Cruz…

El 26 de agosto de 1968 firmaron un convenio entre las provincias de Santa Fe y Santa Cruz y se creó en el “Departamento Provincial del Trabajo una Bolsa de Trabajo de la provincia de Santa Cruz.  Se inscribieron 2.500 postulantes (odontólogos, ingenieros, técnicos químicos y obreros especializados) entre aquella fecha del 26 de agosto al 31 de diciembre”.

A fines de 1968, el técnico electromecánico Alberto Birri –especializado y destacado artista plástico santafesino nacido en 1942, estuvo en su ciudad natal Santa Fe de la Vera Cruz para cumplir la misión asignada por autoridades del gobierno santacruceño: “interesar a técnicos y operarios locales para trasladarse a aquella provincia patagónica e incorporarse a los trabajos de gran envergadura que está en ejecución y para los cuales se necesita el aporte de personal especializado.”

En una crónica periodística del diario “El Litoral”, destacaron:

“…los señores Eduardo A. Berlanga y Alberto R. Birri han sido comisionados para efectuar la selección en base a las especialidades requeridas por las empresas de su provincia (Servicios Públicos; Vialidad Provincial). En total son 118 vacantes.  Se citaron 87 personas (en la ciudad de Santa Fe)”…

“También permanece abierta la inscripción de mujeres entre 18 a 25 años para servicio doméstico”.

 

Informaron “Los sueldos que se abonan oscilan en $ 56.000, además de horas extras que en la temporada de veraneo son factibles de cumplir.  También se abona salario familiar y asignación especial por posesión de título.

El gobierno de la provincia de Santa Cruz les provee alojamiento -la mayoría en galpones…- y ha contratado un servicio especial de comidas que redunda en beneficio económico de los trabajadores contratados. Subrayado aquí. Acerca de las gestiones que realizaron en nuestra ciudad donde, dice, hallaron una gran acogida, nos informaron en una visita a nuestra redacción los señores Emilio Martín, director de Trabajo y Previsión; Dr. Boris Gass, asesor jurídico de la dirección; Juan Albornoz de la Empresa Provincial de Servicios Públicos y Eduardo Berlanga y Alberto Birri, miembros de la junta de reclutamiento de personal que actuó en nuestra ciudad”.

A continuación, título “Una visita al Dr. Alfredo Correa” y esta información: “El ministro de Gobierno, Justicia y Culto Dr. Alfredo Antonio Correa, recibió esta mañana en su despacho la visita del Sr. Emilio Martín, director general de Trabajo y Previsión de la provincia de Santa Cruz, siendo acompañado… por el presidente del Departamento Provincial del Trabajo de Santa F, Sr. Pedro J. Giardini”…

Traslado del primer contingente

“Hizo saber asimismo el Sr. Martín que el próximo sábado dos aviones de transportes de la Fuerza Aérea Argentina procederán a trasladar al primer contingente de obreros a la provincia sureña, anticipando además que sería propósito de su gobierno el incrementar la radicación de mano de obra nacional en aquella zona, con lo cual se procuraría un positivo desarrollo de los planes de trabajo elaborados por la provincia de Santa Cruz.

En la edición del 29 de enero de 1969, desde el diario “El Litoral” de Santa Fe de la Vera Cruz, capital de la provincia, con título en tres columnas, informaron:

“Un grupo de 150 operarios y técnicos de S. Fe fue contratado para trabajar en Santa Cruz”

Impreso bajo la fotografía donde Alberto Birri es el primero hacia la izquierda, acompañado por tres personas: “Funcionarios de la provincia patagónica de Santa Cruz que realizaron en nuestra ciudad diversas gestiones para obtener mano de obra técnica especializada”.

Transcribo esa crónica, que es también “historia de los argentinos”:

“Han llegado a su término las gestiones realizadas en nuestra ciudad y en Rosario por la Junta de Reclutamiento de la provincia de Santa Cruz que, por intermedio del Departamento de Trabajo y Previsión, interesó a técnicos y operarios locales para trasladarse a aquella provincia patagónica e incorporarse a los trabajos de gran envergadura que está en ejecución y para los cuales se necesita el aporte de personal especializado.  El sábado a las 8:30 en aviones de la Aeronáutica viajará el contingente de 150 personas que han sido reclutadas en nuestra ciudad, además de 50 que proceden de Rosario. En un viaje directo de 5 horas 30 minutos, el grupo arribará a Río Gallegos.

En esta primera etapa tendiente a procurar para Santa Cruz y la Patagonia mano de obra especializada, las gestiones realizadas hallaron eco de parte de gasistas, oficiales, cañistas de redes de agua, encofradores, electricistas de redes de baja y alta tensión, maquinistas de usinas carpinteros de encofrados y hormigón armado, plomeros, torneros y maquinistas viales.

Distintos planos de la realidad argentina a fines de la década del ’60, cuando a fines de mayo de 1969 integrantes del grupo armado “Montoneros” secuestraron y asesinaron al ex presidente de facto de la autodenominada revolución libertadora General Pedro Eugenio Aramburu y en Norteamérica, los estadounidenses en la NASA avanzaban con el proyecto espacial “APOLO” a los fines de que el 21 de julio de ese año, el hombre posara por primera vez los pies sobre el satélite “Luna”…

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Acerca del Proyecto de dique Santa Fe-Paraná  (1952)

En la cuarta página de la edición del viernes 26 de diciembre de 1969, aludieron al proyecto de 1952, tendiente a la construcción de un dique entre Santa Fe y Paraná:

“Ingeniero Carlos Santos Roselli en 1952 encaró y promovió un estudio integral del aprovechamiento del Paraná recibiendo apoyo de los ingenieros Rodolfo Ballester, Ludovico Ivanissevich, Carlos H. Mari, Nicolás Wencelbatt, Humberto Canale, José Garralda entre otros y de los técnicos geólogos Evans Morgan y Carlos Fuldner entre otros.”

Sabido es que el río Paraná tiene una extensión de 110 kilómetros; entre Corrientes y Paraná 580 kilómetros con descenso de 36 metros.  Hay tres tramos con caídas de 8 a 10 metros, con posible producción de 40.000 millones de Kwh; el primero con proximidad a Paraná, produciría diez millones de Kwh. Tales obras facilitarían el riego en zonas próximas para cultivos.

En la crónica, destacaron la importancia de las obras de Salto Grande (sobre el río Uruguay) y de Apipé, con el Paraguay.

El plan total para el Paraná Medio comprendía diques en Alejandra-Esquina y Villa Ocampo-Bella Vista, con posibilidades de servicios hasta las provincias de Córdoba, Santiago del Estero, La Pampa, Buenos Aires, Corrientes y Entre Ríos.

27-12-69: original obsequio de Anastasia Roldán de Galisteo…
“El obsequio de Misia Anastasia” Roldán de Galisteo…

El historiador doctor José Carmelo Busaniche, el 27 de diciembre de 1969 desde la cuarta página del diario “El Litoral”, rememoró que el 13 de diciembre de 1853.

En las columnas sexta a octava, destacaron que “el Congreso de Santa Fe que estableció como capital provisoria a la ciudad donde fijara su residencia el gobierno nacional, por todo el tiempo que en ella residiera”, luego había propuesto que fuera en Paraná, Santa Fe y Córdoba.

Juan Francisco Seguí y Urbano de Iriondo consideraban que “era conveniente que fuera convenido cualquier punto situado en la margen derecha del Paraná por el fácil contacto con los pueblos confederados”.

José Gras, periodista de la capital santafesina, participó en una tertulia en el taller de su padre, el pintor Amadeo Gras, quien a pedido de Urquiza estaba realizando algunos retratos de los Constituyentes.  En el diario Nueva Época (1893), en la sección “Mi rinconcito”, con el seudónimo Mario Copel, difundió “esta sabrosa anécdota”:

“Los diputados se habían comprometido a votar para capital de la República a esta ciudad de Santa Fe.  Pero don Justo se había encaprichado en que fuera Paraná.  Iba a votarse.  Urquiza que ejercía gran influencia, llamó uno a uno a los comprometidos, les demostró la conveniencia de que fuese el Paraná en vez de Santa Fe y pudo convencerlos, y tanto que cuando llegó el momento de votarse la capital todo designaron Paraná; todos no, hubo una excepción: el doctor Juan Francisco Seguí, quien pronunció un discurso violentísimo contra la abrumadora mayoría que obedecía diariamente a las órdenes que recibía y que no tenía conciencia de lo que votaba.

Una andanada de cargos hechos con todo el vigor oratorio que distinguía a aquel ilustrado santafesino.  Fue llamado al orden por el Presidente Zuviría” –Facundo-, “pero aclamado por el pueblo que lo llevó en triunfo a su casa, desde cuya puerta repitió íntegro el enérgico apóstrofe.

Esa noche tertuliaban en el taller de mi padre los diputados Zavalía, Gorostiaga, del Carril, Delgado, Zuviría, Campillo, Godoy, Zapata, Gutiérrez, Huergo, Colodrero y Torrent, comentando sobre el ardoroso discurso de Seguí.

En lo mejor, entra una sirvienta de Misia Anastasia Roldán de Galisteo, muy amiga de mi madre trayendo una bandeja tapada con su paño de crochet. ‘-Dice la señora que ahí le manda eso para que obsequie a los señores diputados’.  Eran entonces los santafesinos muy regaladores, continuamente se obsequiaba con riquísimas tabletas, exquisitos dulces y alfajores delicados.  ‘-Diga a Misia Anastasia que muchas gracias’.

Se destapó la bandera… y qué se imagina usted que contenía: alfalfa.

Algunos diputados se enojaron pero otros estallaron a carcajadas, particularmente Zapata, que guardó un poco del sustancioso forraje y lo pasaba por la boca de los que se irritaban.

Sólo a la Señora de Galisteo se le podía permitir una broma tan sangrienta; que era una dama que Santa Fe veneraba por sus altísimas virtudes’.

Advirtamos que doña Anastasia era la viuda del ilustre José Elías Galisteo, el orador de la Federación del Congreso Constituyente de 1824,  en el cual al ser preguntado par qué quería Santa Fe su libertad federal si era tan pobre, contestó con aquella frase digna del bronce. ‘Mi provincia está muy contenta con su pobreza, a trueque de ser libre’.”

1969: sucesos del año – Inauguración del Túnel…

En la segunda sección del diario “El Litoral” en la edición del domingo 28 de diciembre de 1969, destacaron como hecho significativo la terminación de las obras del Túnel Subfluvial, incluyendo al pie de la foto:  “El Túnel: sueño del año, de la década y quizá mucho más”.

Destacaban en esa crónica que durante el año lo habían visitado veinte embajadores, entre ellos de Costa Rica, México, Nicaragua; Perú, Guatemala, Bolivia, República Dominicana, El Salvador, Venezuela, Gran Bretaña, Siria, Líbano, Israel, República Federal Alemana, Suiza, Yugoslavia, Italia, Polonia, Vietnam del Sur y Uruguay.

En otro párrafo, comentaban que fue el “sueño del Ingeniero Rubén Mariani, al frente de la Dirección Provincial de la Energía, quien echó las bases de esta ambiciosa realización”.

Más atentados de terroristas…

En la sexta página del diario “El Litoral” del martes 30 de diciembre de 1969 informaron sobre las actividades de un grupo de terroristas que habían realizado diversos atentados.   Algunos fueron detenidos, entre ellos Atilio Ángel Cotorruelo de 29 años, estudiante de Sanidad; Ventura Bassutto de 20 años, estudiante de Ingeniería Química oriundo de Córdoba; Carlos Alberto Baneger -detenido en Las Flores-especializado en preparación de bombas y sustancias químicas, con centro de operaciones en República de San Salvador 2071 de Santa Fe.

Guillermo José Verdugo de 25 años, estudiante de ingeniería química oriundo de San Luis, domiciliado accidentalmente en 9 de julio 3344.  Pablo Amestoy, técnico químico residente en Urquiza 3630; Arnoldo Teófilo Fabaz de 19 años, estudiante de ingeniería química domiciliado también en República de San Salvador 2071 y residiendo en Helvecia.  En esa casa ocultaban el auto robado al Dr. Hugo Núñez usado para el asalto a la Cooperativa “Juan de Garay”, interviniendo el juez de instrucción en la 3ª Dr. Carlos A. Minella.

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04-01-1970 – Diálogo con Francisco Ayala

Desde la octava página de la edición domingo 4 de enero de 1970 del diario “El Litoral”  de la capital santafesina, el periodista y escritor Luis Gudiño Krämer aludió a las obras narrativas completas del español Francisco Ayala publicadas por la editorial Aguilar e incluyó lo expresado durante un reportaje.

Sabido es que Paco Ayala estuvo exiliado en la Argentina y cuando Gudiño Krämer le preguntó si durante su obra se había gestado entre nosotros, en el lapso 1939-1951, el escritor español contestó:

“-Yo no diría ‘se gestó’ pues la gestación es un proceso muy largo.  Yo diría ‘se produjo’.  La segunda etapa de mi obra novelesca se produjo en la Argentina cuando me instalé a raíz de la guerra de España.”

Interrogado acerca de si “el país y su gente influyeron” durante esa segunda etapa, Ayala respondió:

“Por supuesto.  La Argentina y los argentinos contribuyeron mucho al contenido de mi obra.  No hubiera podido dejar de ser así, pues la creación literaria se alimenta de la vida y yo estaba viviendo en Buenos Aires, de modo que en realidad se incorporó a mis circunstancias y se refleja en lo escrito.  El ambiente porteño era y sigue siéndolo muy estimulante para las tareas intelectuales.  Puedo resumir mi experiencia diciendo que argentinos son los más y mucho mejores de mis mejores amigos.”

Luego, otra pregunta: “-¿Qué le pediría a un escritor argentino, a un latinoamericano, a un español?” y su contestación:

“-Yo no le pediría a ningún escritor, sea en donde fuera, otra cosa que autenticidad, sinceridad incondicionada.”

Tras la pregunta acerca de “qué crítica formularía Francisco Ayala a Francisco Ayala, de escritor a escritor”, respondió:

“-Si yo supiera qué criticar, en el sentido de censura, merezco, evitaría el incurrir en ella.  Hago lo mejor que puedo.”

Refiriéndose a sus actuales elaboraciones, dijo:

“-Trabajo en varios proyectos, pero hasta que no están realizados es mejor no hablar de ellos. Nada existe, literariamente, hasta que uno ha llegado al unto en que siente que ya ni una sola coma puede cambiar lo escrito.”

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13-10-1972: atentado y destrucción del Club del Orden…

En la primera página de la edición del diario “El Litoral”, el viernes 13 de octubre de 1972 –Día de San Eduardo-, informaron acerca de otro atentado:

“Poco antes de las 13, estallaron en el edificio del Club del Orden, San Martín y Juan de Garay, cargas explosivas que habían sido colocadas minutos antes por cuatro personas que asaltaron la centenaria institución cuyo local resultó dañado en un 75%.  Las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP) se atribuyeron el hecho. (Más información en p. 7.)”

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En la séptima página publicaron otra fotografía y relataron que “eran las 12:45 cuando el sector sur de la ciudad se vio alarmado por dos violentas explosiones que dieron la imagen de que algo grave había ocurrido.  A poco, el ulular de las sirenas de los móviles policiales invadieron la zona céntrica dirigiéndose al Club del Orden que había resultado (como en otras oportunidades) el blanco de la acción extremista que durante los últimos días viene desarrollando intensa actividad en nuestro medio.”

Destacaron que durante el asalto, “en el edificio se encontraba el empleado Silvestre Greco, el concesionario del buffet, José Plotino y dos señoras que atienden cocina y bar”, cuando se hicieron presentes dos personas las cuales empuñando armas de fuego les indicaron que “debían abandonar el Club porque lo iban a volar”. A todo esto ingresaron otras dos personas que portaban cada una, una caja similar a las de zapatos.  La acción fue tan rápida que no hubo tiempo para adoptar posición alguna y mientras los empleados abandonaban el local, los extremistas procedían a unir ambas cajas con un cable, colocándolas en la parte de atrás del Club, sobre calle Juan de Garay.

Los empleados que salieron habían dado aviso al comando radioeléctrico pero cuando llegó el personal ya se había producido “dos tremendas explosiones”, en tanto los autores del hecho se habían alejado en un “Valiant”, color claro, cuyo número de chapa patente era 809.903.  La onda expansiva derrumbó los techos, haciendo volar las paredes, en tanto los muebles, vidrios y demás efectos que había en el interior del local fueron hechos añicos.  Sin embargo, pudo saberse que algunos de los valiosos cuadros con que contaba la institución, fueron rescatados de entre los escombros y cargados posteriormente en un taxiflet.  De inmediato y ya en medio de una gran aglomeración de público, se hizo presente el personal superior de la policía (toda la plana mayor, el ministro de gobierno Dr. Domingo Silva Montyn, el Fiscal de Estado Dr. Carlos Puig y otros funcionarios), disponiéndose una serie de medidas tendientes a evitar que el automóvil en que huyeron los terroristas pudiera abandonar la ciudad.  Personal de Agua y Energía procedió a coartar la luz en el sector del Club para evitar ulterioridades.

La señorita María J. Bobbio de 21 años, domiciliada en San Martín 3267 pasaba por el lugar y felizmente no se derrumbó la pared del frente, ya que de lo contrario su vida pudo correr grave peligro.  Sólo sufrió pequeñas lesiones provocadas con vidrios sueltos expandidos por doquier… Trasladada a la Clínica Finochietto, su identidad no fue posteriormente determinada en razón de que darla a conocer causaría alarma en familiares residentes en Buenos Aires, donde ella también vive actualmente…

Con el subtítulo “FAP se adjudican el hecho”, en la citada edición de “El Litoral” informaron que “los terroristas escribieron aerosol la leyenda ‘FAP, Perón vuelve’.

“…A poco de ocurrido el suceso, en el puente Colgante, en la cabeza de salida a la ruta 168 fue encontrado un cartelón desplegado donde las FAP se adjudicaban el atentado.”

En tales circunstancias, tanto era posible pensar que ya se habían alejado de la ciudad como que era una forma de confundir a los investigadores.

Al cierre de aquella edición de “El Litoral”, sabían que el daño abarcaba las tres cuartas partes de la sede del Club del Orden y no habían ubicado a los responsables del atentado.

“Un Club centenario”…

En la edición del 13 de octubre de 1972 -séptima página, quinta columna-, con el subtítulo “Un Club centenario”, destacaron que lo habían fundado el “28 de febrero de 1853”, cuando estaban reunidos en la capital santafesina los Convencionales Constituyentes convocados el año anterior para la redacción de la Constitución Nacional.

“…Único centro de sociabilidad por muchas décadas, fue el eje de la vida política y ciudadana compartiendo la responsabilidad de la vida mercantil”…

En la crónica destacaron que cuando llegaron los inmigrantes europeos, “las autoridades del Club del Orden acudieron a recibirlos y  prestarles ayuda material y moral durante el desembarco y posterior viaje a las futuras colonias agrícolas.  Fueron recibidos casi todos los presidentes argentinos a partir de Urquiza, incluyendo Sarmiento, Mitre, Roca y otros que visitaron nuestra ciudad.”

En otro párrafo, rememoraron que esa institución, “hace más de sesenta años… compró la casona de la familia Rosas Echagüe en la esquina de Comercio (San Martín) y Juan de Garay” y que tiempo después hicieron refacciones: “…cubiertos los dos grandes patios de la antigua casona, transformados en salón principal el de adelante y en sala de estar y sede del bar el de atrás.”

Las obras de arte exhibidas en esa sede en su mayoría eran óleos que habían merecido Premios Adquisición en sucesivos Salones de Arte, elaborados por Cesáreo Bernaldo de Quirós, Antonio Berni, Battle Planas, Koek-Kock Ouvrard, Ruffinengo, Daneri y Gambartes.

El atentado terrorista produjo daños en la Biblioteca “Dr. Nicanor Molinas” y en la Galería de Presidentes durante 119 años, siendo el Dr. Joaquín Ventura Roca quien desempeñaba esas funciones en el año 1972.

“No fueron identificados los autores”

En la edición del sábado 14 de octubre de 1972, en la sexta página, con un título destacaron que “no fueron identificados los autores” del atentado del viernes al mediodía.  Informaron que habían participado “cuatro jóvenes… con peluca y maquillados” y que “actuaban en terreno conocido.  Se comenta que no sólo cuatro serían los que participaron” porque habrían necesitado más para movilidad y observar, también para servir de apoyo tras la huida.

La carga explosiva -“trotyl– revelaba que la había armado una “persona con conocimientos plenos que suponen el manejo de artefactos de esta naturaleza”.

Comentaron  que durante la madrugada el Comisario Principal Manuel Villanueva y el Comité de Inteligencia hicieron requisas y allanamientos. En las inmediaciones de la Seccional Primera estaba prohibido transitar cerca de la zona policial.

El lunes 16 de octubre, anunciaron que mediante una “bomba con amonita” habían realizado otro atentado en San Lorenzo y Luciano Torrents.

El martes 17 de octubre, en la sexta página de “El Litoral” informaron que autoridades del Club del Orden convocaban a una Asamblea extraordinaria que se realizaría el 22 de ese mes a las 9, en los salones del Círculo Italiano de Santa Fe.

Celebración del 17 de Octubre…

En la quinta página de la edición del miércoles 18 de octubre de 1972, en el diario “El Litoral” informaron que se había realizado la noche anterior, el acto del Partido Justicialista en recordación de la jornada del 17 de octubre de 1945, con asistencia de residentes en distintos barrios de la capital santafesina, de Laguna Paiva y Coronda.  En la crónica destacaron que hablaron por la Juventud “Pablo Obed; Jorge Palacios, Jorge Arnau, Ricardo González, por la Junta Departamental Alcibíades Ballejos.  Vicepresidente de la Junta Ejecutiva Dr. Carlos Moya.  El Dr. Luis Casco “afirmó que el país va hacia el socialismo nacional como Chile, Perú y Cuba.  Criticó a los movimientos neoperonistas de Sapag, Tecera del Franco, Serú González y otros.

Los manifestantes avanzaron hacia el norte portando carteles y llegando a Marcial Candioti se encontraron con dos carros de asalto, policías y un tanque “Neptuno”, en Chacabuco explotaron varias bombas, hubo corridas hasta que rápidamente todos se dispersaron en distintas direcciones.

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“La creciente” – Poema de Julio Migno Parera

En la edición del lunes 15 de octubre de 1973, en el diario “El Litoral” publicaron un poema de Julio Migno Parera ilustrado por Juan Arancio, titulado “La creciente”.

La han achicado las provistas

escasean las raciones

y se tumban los horcones

como si fueran previstas,

no se ve ni a largavistas

asao, galleta ni tinto,

hay que hacerle aujero al cinto

pa tapar retorcijones.

Esto es pior que diez malones

como dice el viejo Pinto.

No se me ponga a llorar

que va a aumentar la creciente,

piense que en un redepente

se va a poner a bajar,

y otra vez güelta a bajar;

y otra vez güelta a quinchar

y a enderezar los horcones,

hacer pasear los talones

pa’ salir del trance fiero.

Aunque esta vida ’e costero

me quedó en los albardones.

“Un llamado indígena”…

En la misma página del diario del 15 de octubre de 1973, junto a una fotografía, este título:  “Un llamado indígena”

Informaban que los indios de Colonia Dolores estaban trabajando con barro y que la Escuela de Alfarería era una obra impulsada y sostenida por el Club de Leones de Villa Gobernador Crespo.

“…El aspecto es prácticamente lo único rescatable de la Colonia.  Falta dotar de elementos y medicina para que las Hermanitas Sara y Celia puedan hacer más efectiva su sacrificado trabajo por la comunidad.

Hay días que hasta 114 chicos comen en un comedor de dos ambientes que se caen a pedazos.  La solución ideal sería hacer uno nuevo,  Pero la gente se conforma con una remodelación de urgencia.  También la necesita la escuela de alfarería que sostiene el Club de Leones de Crespo y donde niños y niñas van aprendiendo un oficio.  Y ni qué hablar de la capilla… como el Cristo, cuya imagen se renueva.

Los problemas de Colonia Dolores quedan planteados sucintamente. Que esta vez las soluciones lleguen.”

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02-12-1975: Enfrentamiento político…

Mientras entre los argentinos se estaba desarrollando una guerra civil no declarada y la presidenta de la Nación estaba “atosigada” por las demandas de los periodistas y con evidente deterioro en su salud, en la edición del martes 2 de diciembre de 1975 en la edición del diario El Litoral, lograron publicar una solicitada con el título: Sylvestre Begnis Traidor del pueblo peronista. Sabido es que algunos sectores adherían al vicegobernador Eduardo Cuello y que en el seno del justicialismo aún persistían las polémicas en torno a verticalismo y antiverticalismo.

A pie de aquella solicitada, estos nombres: “Ovidio López, Lucio Amarilla y Gladys Onetto; Dres. Jalik, J. H. Vargas” (Heredia Vargas), Carlos Mota, Raúl Carignano, Néstor Capellini, Luis Pane, Juan Aguirrezábal – Secretario Prensa Virginio Viglieca – Asesores Gremiales Carlos Aurelio Martínez, Oscar Mesa, Santos Gómez – Héctor Bartomioli – Ruddy del Fusco – … Asesoría Femenina María P. de Rodríguez Alderete – Cora Coria – Teodorina Cantero – Norma Eicharu – Rosa Salik – Ofelia Ochoa y Gómez.  Triunvirato Dto. La Capital: Oscar Dunday – Isidoro Galeano – Adelina de Olmos.

 

Los hechos ratifican que en la marea generada por los intereses políticos de diversos sectores, tres décadas después el gobernador santafesino Dr. Carlos Sylvestre Begnis es recordado por sus obras, entre ellas la concreción del Túnel Subfluvial “Hernandarias”, luego rebautizado “Uranga-Sylvestre Begnis” en homenaje a su gestión y al gobernador de Entre Ríos.

03-12-1975: tumultuosas reuniones…

A fines de 1975 continuaban las investigaciones en torno a la gestión del ministro de Bienestar Social José López Rega y a un cheque firmado por la presidenta señora María Estela Martínez de Perón con relación a los fondos disponibles para la “Cruzada de Solidaridad” destinada a atención de necesidades de grupos con menores recursos.

En la edición del miércoles 3 de diciembre de 1975, en la primera página de El Litoral, destacaron mediante un título: “Tumultuosa reunión de Robledo con Diputados”.

En esa crónica referida al encuentro del ministro doctor Ángel Federico Robledo con legisladores nacionales, reiteraron lo expresado por la diputada Nilda Garré:

“El peronismo es un movimiento revolucionario, más que los adversarios, nos deben preocupar las defecciones e incorrecciones de nuestros propios dirigentes… El derrotero primario y ético es defender la potestad del poder que representan”…

 

En el párrafo siguiente, informaban que “Rubén Contesti enjuició a la conducción partidaria por intentar ‘a su manera’ el derecho formulado por la señora de Perón a las facultades parlamentarias para investigar áreas gubernamentales”, replicando Robledo -sin confianza del sector verticalista- que la decisión fue adoptada en una reunión de gabinete ministerial, pero no aclaró si con el consentimiento de la Jefa de Estado.  Otro título a dos columnas, advertía: Clima de desorden.

 

Se imponen otras rememoraciones relacionadas con testimonios del periodista Miguel Bonasso y los movimientos de la abogada Nilda Garré de Copello, luego esposa de Juan Manuel Abal Medida a mediados de la década del ’70;  diputada nacional recordada por el ministro Ángel Federico Robledo; también nombrada cuando advertían “lo bien que funciona la máquina de desmemoria”; en el primer lustro del siglo veintiuno, ministra de Defensa durante la presidencia del doctor Néstor Carlos Kirchner…   [165]

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Actividades de algunos terroristas…

En la sexta página del diario “El Litoral” del martes 30 de diciembre de 1969 informaron sobre las actividades de un grupo de terroristas que habían realizado diversos atentados.   Algunos fueron detenidos, entre ellos Atilio Ángel Cotorruelo de 29 años, estudiante de Sanidad; Ventura Bassutto de 20 años, estudiante de Ingeniería Química oriundo de Córdoba; Carlos Alberto Baneger -detenido en Las Flores-especializado en preparación de bombas y sustancias químicas, con centro de operaciones en República de San Salvador 2071 de Santa Fe.

Guillermo José Verdugo de 25 años, estudiante de ingeniería química oriundo de San Luis, domiciliado accidentalmente en 9 de julio 3344.  Pablo Amestoy, técnico químico residente en Urquiza 3630; Arnoldo Teófilo Fabaz de 19 años, estudiante de ingeniería química domiciliado también en República de San Salvador 2071 y residiendo en Helvecia.  En esa casa ocultaban el auto robado al Dr. Hugo Núñez usado para el asalto a la Cooperativa “Juan de Garay”, interviniendo el juez de instrucción en la 3ª Dr. Carlos A. Minella.

En otras páginas del vespertino santafesino, los días 30 y 31 de diciembre publicaron fotos y comentarios acerca de la trayectoria del corredor de automovilismo fórmula 1, Carlos Alberto Reutemann. Dos décadas después, candidato a la gobernación de la provincia de Santa Fe obtuvo el triunfo (1991-1995) y tras el período del gobernador Obeid, reelecto y en ejercicio durante el lapso 1999-2003.

Es oportuno tener en cuenta que el diamantino Jorge Obeid, residente en la capital santafesina, participó en sucesivos operativos siendo secretario general de la Regional  2 de la Juventud Peronista que abarcaba jurisdicciones de Santa Fe y Entre Ríos, fue candidato a diputado por la provincia de Santa Fe en las elecciones del 11 de marzo de 1973. Junto a Rodolfo Gabriel Galimberti viajó hacia el aeropuerto de Barajas en Madrid cuando estaban organizando el retorno de Perón a la Argentina y debieron esperar para dialogar con el Líder del Justicialismo, porque dos días antes habían llegado hasta Puerta de Hierro la inquieta e inquietante Norma Kennedy y Teniente Coronel Jorge Osinde. “El loco Galimba”, ya había anunciado la creación de “una milicia de la juventud argentina para la Reconstrucción nacional” y en sus discursos insistía: “…debemos ejercer esta violencia en forma orgánica”. Ha destacado el periodista Miguel Bonasso que “en el mismo mitin, Juan Manuel Abal Medina” -compañero de Nilda Garré- “exhortó a los jóvenes a convertirse en garantía revolucionaria del próximo gobierno popular y a prevenirse de los oportunistas. Así –ejemplificó– ‘la sangre derramada no será negociada’ quiere decir que el 25 de mayo los compañeros presos van a estar en la calle junto al pueblo. También quiere decir que es preciso terminar con la dominación imperialista, con todos los nexos que nos atan al imperialismo yanqui.  También significa terminar con el capitalismo y la oligarquía que le sirve de sostén y comenzar a construir una patria socialista.”  Luego, en Madrid fue entregada a Perón la renuncia de Abal Medina como secretario general de la Rama de la Juventud Peronista y devolvió el sobre “que seguía cerrado y se comprometió a recibir nuevamente a Rodolfo Galimberti.  Nada dijo, en cambio, sobre la posibilidad de nombrar a Jorge Obeid en lugar del destituido.  Cuando Abal salió, entraron Cámpora y José Gelbard, que almorzaron con el General, la Señora y el Señor López Rega”…

Jorge Obeid estuvo en mayo de 1973 en el Hotel Plaza de la capital federal junto al electo presidente Dr. Héctor José Cámpora cuando allí se alojaba el presidente cubano Osvaldo Dorticós Torrado -huésped oficial aunque estaban interrumpidas las relaciones diplomáticas desde 1962- y fue entonces cuando “Cámpora tuvo especial deferencia con los siete muchachos que conducían las Regionales de la JP: Juan Carlos Dante Gullo, Jorge Obeid, Miguel Ángel Mozé, Guillermo Amarilla, Ismael Salame, Raúl Orellana y Hernán Osorio”.  Fue así uno de los jóvenes de los brazaletes, los jefes de las Regionales que en esas circunstancias lucían “trajes y corbatas”.  Ha rememorado Bonasso que el Canca -Juan Dante Gullo-, “con Bettanín, con Obeid, con el Negro Amarilla y el Turquito Salame, salieron al balcón y vieron a la Plaza como la veían Perón y Evita. Luego les conectaron los micrófonos y esos chicos, que no llegaban en promedio a los veinte años, le pidieron al ‘gigante invertebrado’ que organizara cordones y dejara pasar a los invitados.  A partir de ese momento, dijeron, el control del acto estaba a cargo de la J.P.   Abajo en el sector más conflictivo de la Plaza, los periodistas registraron una escena nunca vista: los policías que habían gaseado a la multitud comenzaron a retirarse de sus posiciones, custodiados por Dardo Cabo y otros dirigentes juveniles que los preservaron de la furia popular.  /…/ En la inminencia del cambio de guardia, la multitud rugía: ‘Se van, se van / y nunca volverán’.”   Durante la campaña electoral habían repetido la consigna: “El Tío Presidente / libertad a los combatientes” y cuando “Abal Medina tuvo la versión de que ‘el ERP había tomado Devoto’, le encomendó al salteño Julio Mera Figueroa -en la década siguiente diputado…- que se acercara a la cárcel. Inmediatamente entró en la Alcaidía y por teléfono le dijo al secretario general que se acercara al penal donde ya estaban varios diputados; luego llegaron Bonasso con “Rodolfo Walsh y su última mujer, Lilia Ferreira”…

El periodista Miguel Bonasso en su libro referido a “los archivos ocultos del peronismo”, escribió que “a las nueve, Abal Medina subió a la terraza y se asomó sobre el muro con megáfono en la mano, para anunciar que ‘los compañeros’ iban a ser liberados esa misma noche… Según El Descamisado, en ese mismo momento ‘el compañero Cámpora informaba a dos dirigentes de la Juventud Peronista, Jorge Obeid y Hernán Osorio, que el decreto de indulto estaba firmado. Éstos se reunieron con los ministros de Justicia e Interior para completar la lista de presos”…

Llegó el momento de organizar el retorno definitivo de Perón y “la JP movía más de 100.000 activistas de nivel nacional” y tras el enfrentamiento en Ezeiza, “el santafesino Jorge Obeid llamó a ‘cerrar filas’ en torno ‘a nuestro líder, a quien pretenden aislar de su pueblo los provocadores’.   Y unos días más tarde redondeó la idea: el culpable de Ezeiza era el Ministerio de Bienestar Social’, pero la presencia de Perón en el País ya estaba arrojando efectos benéficos, ‘pese al cerco que quieren hacerle o que ya se hizo’.”

El ingeniero Jorge Obeid, electo durante la primavera de 1999, asumió las funciones de gobernador de la provincia de Santa Fe el 10 de diciembre de ese año, fue reelecto en el período 2003-2007.

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01-12-1975: homenaje al doctor José María Funes.

En la séptima página de la edición del lunes 1º de diciembre de 1975, informaron que ante el panteón de la familia de José María Funes habían hablado el Ingeniero Víctor F. Nícoli y los señores Julio Larrosa y Alejandro A. Damianovich.

El Ingeniero Nícoli destacó su vocación docente y recordó que el Doctor Funes, por iniciativa del doctor Manuel M. Cervera había creado el Centro de Estudios Históricos de la Provincia presidido por Cervera e integrado por Alfonso Durán, Félix Barreto, Clementino Paredes, Julio A. Busaniche, Ángel Caballero Martín, Eduardo Carasa y Salvador Dana Montaño.  Rememoró que también había impulsado la edición del primer número de la “Revista” “que tiene por fecha 9 de julio de 1929, cuando aquel Centro ya era reconocido como “Junta de Estudios Históricos”.  Destacó que el doctor Funes publicó su trabajo “Hispanoamericanismo” y en esas circunstancias expresó: “…me siento yo también dignificado como argentino”…

En la crónica de El Litoral¸ reiteraron que el doctor José María Funes, fue Director de la Biblioteca y Archivo Histórico (actual Archivo General de la Provincia), desde el 20 de noviembre de 1935 hasta el 22 de noviembre de 1954.  “Se dedicó por entero a enriquecer la Biblioteca y el acervo documental del Archivo, mediante amistosas gestiones ante particulares de los que logró valiosas donaciones y obtuvo de todas las reparticiones del Estado, el material histórico y administrativo que ya no necesitaban para sus tareas habituales salvado así valiosa documentación que corría peligro de ser destruida como ya había ocurrido en algunos casos.  Por su gestión se logró que el gobierno adquiriera la casa del Brigadier López para trasladar a la planta baja la Biblioteca y Archivo, en el primer piso funcionaba la Junta.   En octubre de 1961,  primer número de la Revista, codirector junto al Dr. Julio A. Caminos; presidió la Junta de Estudios Históricos en octubre de 1966 con retención del cargo.  Durante su mandato imprimieron el Nº 47 y reeditaron los números I y II, así como “Apuntes para la Historia de la Provincia de Santa Fe” de don Urbano de Iriondo.

En aquella séptima página del lunes 1º de diciembre de 1975, también destacaron que el doctor José María Funes fue Miembro de la Comisión Redactora de “Historia de las Instituciones de la Provincia de Santa Fe y que desarrolló una “proficua labor histórica, unas cincuenta publicaciones”.

El 16 de mayo de 1972, fue incorporado a la Academia Nacional de Historia como miembro de número, en una sesión pública. En su discurso de bienvenida, el académico Dr. Enrique de Gandia expresó:

“El doctor Funes es abogado y profesor.  Ha enseñado toda su vida Historia, Geografía, Instrucción Cívica, Derecho Constitucional en colegios y universidades.  Son miles sus discípulos que ha tenido.  A todos, como junto a historiadores, ha inculcado el amor a la verdad y el temor a la conciencia.  El doctor Funes es fundamentalmente un hombre de conciencia.  La conciencia es la verdad, la justicia y el amor.”

 

Sabido es por información en sucesivas ediciones que el Doctor José María Funes hasta 1965, fue “Miembro de la Academia Americana de la Historia y miembro correspondiente de la Junta Provincial de Historia de Córdoba, de las Juntas de Estudios Históricos de Salta y San José de Flores, del Instituto Argentino de Ciencias Genealógicas, del Instituto Bouchard de Estudios Históricos Navales y de la Asociación Argentina de Estudios Históricos (Buenos Aires); Profesor de Historia Argentina en la Facultad de Historia (Universidad Católica de Santa Fe), Vocal de su Consejo Asesor y miembro del Instituto de Investigaciones Históricas.

 

Rememoro su llegada a mediados de la década del ’40, al legendario solar de calle San Martín 1823 y su pausa en el lugar reconocido como “sala de profesores”, sector sureste con altas ventanas de empeñados vidrios y con viejas persianas de madera.

En la última década del siglo veinte, caminando por la calle Moreno encontré al costado de una ventana varios libros apilados como esperando al circunstancial recolector de cartones y papeles para la venta y obtención de mínimos recursos. Me detuve, leí su nombre y sentí el impulso de retirar algunos, por su valor documental y esencialmente porque en aquel momento en mi memoria ya estaban pulsando señales y claves que él iba dejando simplemente con su andar, erguido, luciendo originales anteojos, “impertinentes”…

Observo el anaquel de nuestra biblioteca familiar y necesito acercarme para tirar ese conjunto protegido dentro de una bolsa de plástico, algunos con vestigios de mojaduras en las amarillentas hojas: “Homenaje al Dr. Zenón Martínez y acto de imposición de nombre a diversas aulas de la Facultad”- I. Discurso del Decano-Interventor de la Facultad. Profesor Domingo Buonocore /  II. Homenaje por el alumno Eduardo Cullen. III. Elogio de Eusebio Gómez por el Prof. Luis Jiménez de Asúa. IV.  Conferencia del Profesor Amílcar Mercader sobre ‘El Abogado y el Proceso” / Santa Fe, República Argentina 1957; “Un santafesino en el gobierno de Mendoza”  (el General Don Pascual Echagüe, Interventor Nacional en Mendoza,  para “como decía el decreto de intervención -‘evitar las consecuencias que puedan surgir del desacuerdo’ y acaso culminar, como en San Juan, con un asesinato”.  [166]

Diciembre de 1975: más atentados y asesinatos…

En la edición del jueves 4 de diciembre de 1975, otro impacto desde otro título: “El Gral. Cáceres Monié y su esposa asesinados”.  Informaban que “el alto jefe fue acribillado cuando iba desde Villa Urquiza a Paraná con su cónyuge, la que fue tomada como rehén y ultimada”. Tales acciones fueron ejecutadas aproximadamente a las 19:05 y dejaron testimonio en un bar de Carlos Pellegrini.

Otra crónica estaba relacionada con el “estallido a vivienda de familia” y destacaban los daños en un edificio y en un auto estacionado (Fiat 128/72 S 177243). Allí vivían Nicolás Domingo y Osvaldo Acurssi  de 48 y 43 años.

Al día siguiente, viernes 5 de diciembre, informaron sobre la identificación de jóvenes después de sucesos en Tacuarí esquina Hipódromo de Barrio Jardín (Córdoba): cinco bolivianos, un peruano y tres argentinos. En otra columna, comentaban “otro atentado en Santa Fe”, en la calle Tacuarí 7334, hora 1:40, donde “tiempo atrás vivía un oficial de policía y ahora lo hacía su yerno”.

El sábado 6, en la quinta página, otro título “Nuevo atentado” y destacaban que en Hipólito Irigoyen 3052, en la propiedad de Francisco Prono de 44 años había explotado un artefacto de escaso poder.  En Hipólito Irigoyen 2486, propiedad de Orlando Pérez de 52 años, comerciante, otro explosivo de escaso poder.  Otro en Pje. Quiroga 5067.

A las 5:30 en Vera 2654, otro atentado explosivo afectó la propiedad del abogado Amancio Jorge Pedraza de 55 años: derrumbe de la pared del estudio donde prácticamente estallaron todos los vidrios y hubo destrozos en ventanas de madera.

En la sexta página de la edición del domingo 7 de diciembre de 1975, “otra bomba”: en Primera Junta 3568, en el domicilio de Leonardo Schulman de 29 años, soltero, funcionario del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos, afectó al automóvil Isard propiedad de su hermano José Ernesto.

En otra columna informaron que el gremialista Afrio Pennisi, vicepresidente 1º del Senado nacional, criticaba la gestión del gobernador de Santa Fe doctor Carlos Silvestre Begnis porque desde su punto de vista, “viene sufriendo las consecuencias del desgaste total”.

En la segunda página del lunes 8 de diciembre, destacaron que habían incautado más armas y en otra crónica, se destacaba la preocupación porque había “un sector protegido” mientras el pueblo debía “hacer conocer que quiere vivir en paz”.  Finalmente, esta conclusión: “los argentinos estamos enfermos moralmente”.

“Alegato sobre las Islas Malvinas”.

En la edición del martes 9 de diciembre de 1975, informaron que nuestro país acusó en la Organización de las Naciones Unidas a Gran Bretaña de “negarse a negociar” sobre las Islas Malvinas. El embajador argentino en Naciones Unidas Carlos Ortiz se  había referido a la resolución 2065/65  y a sucesivas insistencias, incluso a través de la resolución 3.160. “a proseguir sin demora las negociaciones”.  En la primera columna de la segunda página, destacaron: “Hemos cumplido por nuestra parte, el Reino Unido debe ahora cumplir con la suya”.

Mientras continuaban los intentos para recuperar la soberanía en el Atlántico Sur, una guerra civil no declarada seguía conmoviendo en distintas localidades del territorio nacional.  En la primera página, de la edición del 11 de diciembre de 1975, informaban sobre acciones contra la subversión: en la V Brigada de Infantería de Tucumán: el 8 de ese mes, durante un operativo en Yacuchina registraron un muerto y todos huyeron.  Cuando regresaban fueron atacados, murió un subversivo y quedaron heridos agentes del orden.

En Rosario, habían identificado a más personas y siete quedaron detenidas.

En la sexta página, cuarta columna, informaron que habían descubierto seis cuerpos acribillados en La Plata (provincia de Buenos Aires), en la Ruta 6 Km. 43, jurisdicción de Abasto y en el Establecimiento “Las Chinchillas” donde realizaron identificaciones y comprobaron que algunos tenían cincuenta impactos de bala.  Quienes se movilizaban en dos vehículos fueron capturados en Berisso.

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14-12-1975: sexto aniversario del Túnel Hernandarias…

El 13 de diciembre de 1969, fue inaugurado el Túnel Subfluvial “Hernandarias” que conecta las capitales de Santa Fe y Entre Ríos.  Seis años después, en la edición del domingo 14 de diciembre desde el diario El Litoral destacaron que tiene una longitud total de 2.939 metros y dos rampas de acceso con dos manos; calzada de 7, 50 m. de ancho. Construido con 36 tubos de 65,45 m., cada uno prefabricado en un dique seco, luego sumergidos y colocados sobre un lecho dragado, proceso que demandaba tres meses de trabajo.  En el espacio circundante, parques, sanitarios y albergue para delegaciones.

En las oficinas destinadas a la administración, durante la década siguiente en ese lugar solían realizar reuniones de gabinete convocadas por el gobernador CPN José María Vernet.  Pacientes -o impacientes- lo esperaban algunos ministros, subsecretarios o sus representantes, hasta que era observado el helicóptero y descendía, sonriente saludaba…

 

En aquella edición del domingo 14 de diciembre de 1975, comentaron que el doctor Agustín Zapata Gollán presentó al doctor Alberto Rex González antes de su conferencia sobre Arte milenario indoamericano y destacaron la proyección de diapositivas.

Anuncio de elecciones – Lucha antisubvesiva…

En la edición del miércoles 17 de diciembre de 1975, desde el diario El Litoral informaban que habría elecciones el 17 de octubre del año siguiente, para Constituyentes, autoridades nacionales, provinciales y municipales.  La decisión fue adoptada en reunión del gabinete, con la presencia de los ministros de Economía Dr. Antonio Cafiero, del Interior Dr. Federico Robledo; de Justicia Dr. Alberto Corvalán Nanclares, de Trabajo Dr. Carlos Federico Ruckauf, de Defensa Tomás Vottero, de Bienestar Social Aníbal de Marco; de Educación José Pedro Arreghi, de Relaciones Exteriores y Culto Manuel Aráuz Castex, también secretarios del área presidencial y jefe de la Casa Militar.

 

En la citada edición del 17 de diciembre de 1975, en el diario “El Litoral” en otras columnas informaban: “Arreghi contra la acción subversiva”.  En la provincia reconocida como cuna de la Independencia Argentina, continuaba la lucha antisubversiva y desde el Cuartel General de las Fuerzas antiextremistas de Famaillá, sesenta kilómetros al sur de San Miguel de Tucumán, el ministro de Educación había destacado la importancia del compromiso de “participación de la comunidad en la lucha para erradicarla” porque sabido era que “recluta en las aulas desde el jardín de infantes a la universidad, a los guerrilleros de mañana”.   Dijo en aquel momento que “con todos sus cuadros, con decisión y ahínco, sin medir riesgos ni hacer concesiones… luchará en todos los terrenos y modos de su competencia, para destruir la subversión, a sus artífices intelectuales y a sus cómplices y compañeros de ruta.”

En aquel tiempo, en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales continuaban manifestándose distintos grupos, pegaban afiches en distintos corredores y con aerosoles, algunos grupos pintaban sus leyendas apoyando a “ejércitos del pueblo”… o “fuerzas revolucionarias”.

Crecía la incertidumbre; acosaban las amenazas y el miedo…

 

El ministro se había trasladado en helicóptero hasta Santa Lucía para el actor de asunción del Tte. Cnel. Ernesto Alais, jefe del Regimiento de Infantería , acto presidido por el General Edgardo Vilas, de la V Brigada de Infantería.

En esas circunstancias, más declaraciones:

“La subversión armada y la violencia guerrillera n son sino la última etapa de un largo vasto proceso de subversión de valores, de perversión de las inteligencias y descomposición moral.

Esta subversión debe ser localizada y aniquilada en sus mismas raíces, bajo pena de luchar inútilmente contra un enemigo más potente quizá, en la retaguardia que en el propio campo de operaciones.

Lo hemos dicho y lo reiteramos, el fusil es la última etapa de la guerra revolucionaria –no es solamente en la escuela pública y privada, donde el marxismo sin Dios y sin bandera, tanto el que aparenta actuar dentro de la ley como el que abiertamente apela a la violencia, socaban las resistencias de nuestra juventud y preparan a los guerrilleros del mañana.”

 

El mismo día, en otra columna de El Litoral aludían a la “pena de muerte” y destacaban que el General Luciano Benjamín Menéndez, comandante del Tercer Cuerpo de Ejército informó que habían enfrentado a 690 guerrilleros con 35 piezas, pertenecientes distintas fuerzas, ex-montoneros, Partido Revolucionario de los Trabajadores…

El jueves 18 de diciembre de 1975, informaron que se había planteado “una grave crisis en la Fuerza Aérea”.   Al día siguiente, comentaron que estaba en proceso el juicio penal a José López Rega, a Carlos Alejandro Gustavo Villone y a José María Vanni, relacionados con el cheque librado sobre cuenta de la Cruzada de Solidaridad.

El sábado 20 de diciembre de 1975, en la primera página de El Litoral publicaron una foto de la presidenta María Estela Martínez de Perón, cerca del gobernador de La Rioja Dr. Carlos Saúl Menem.  En otra columna informaban que hubo represión contra los alzados en la Base de Morón.  A las 15, ataque intimidatorio y acuertelamiento, el lunes ya tranquilizados los ánimos, informaron que habían “superado la crisis”.

24-12-1975: Copamiento de Monte Chingolo…

En la edición del miércoles 24 de diciembre de 1975, en la primera página destacaron: “Sangriento choque contra guerrilleros extremistas”.  Habían intentado copar el Batallón de Arsenales 601 de Monte Chingolo y en ese enfrentamiento murieron 85 sediciosos y aproximadamente once personas más. El comandante en Jefe del Ejército General Rafael Videla visitó la zona.

Dos días después, a la medianoche hubo un tiroteo en una casa y en Córdoba, un atentado contra un sanatorio.  Videla habló desde la zona donde se desarrollaba el Operativo Independencia en la provincia de Tucumán:

“…Ciudad y Fuerzas Armadas debemos por fin unir los corazones y los brazos… alzando nuestras súplicas al Señor…”

“No cejaremos hasta el triunfo final y absoluto… que la ley de los hombres, caiga con todo el rigor sobre ellos.”

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06-09-1978: José Carmelo Busaniche…

José Carmelo Busaniche, nacido el 4 de mayo de 1910, destacado docente e historiador, falleció el 6 de septiembre de 1978.  Desde el diario El Litoral y por distintos medios rememoraron parte de su trayectoria.

No ha sido por casualidad que décadas después, su amigo a perpetuidad, el distinguido escritor Gastón Gori haya sentido el impulso de escribir:  [167]

“Cuando cada año indique como fecha el 4 de mayo será día muy sensible para nuestra vida cultural, pues será para el historiador y escritor, aniversario de su nacimiento.” /…/

“Fue un notable trabajador con documentos del archivo de la provincia al que concurría asiduamente y tomaba los apuntes que utilizaría sin demora publicando sus Hombres y Hechos en el diario El Litoral con lo que ha llegado ampliamente al público como anticipo de la edición del libro.”

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Modernización en las impresiones…

Sabido es que la primera impresión del diario El Litoral de la capital santafesina fue realizada mediante el uso de una máquina plana y que instalado en la calle San Martín 2655 desde principios de la década del ’40, para la impresión de las ediciones vespertinas utilizaron una rotativa “Marinoni”.

En mayo de 1980, comenzó una nueva etapa en los talleres de calle Rivadavia 3553 porque comenzaron a imprimir en “offset” con la moderna rotativa King.  Necesariamente se impuso una rápida evolución porque las notas elaboradas en equipos terminales equipados con pantallas eran transferidas en discos y funcionaba un equipo de fotomecánica para la composición.

Al año siguiente, en la página central de un suplemento, destacaron que ya era posible “jugar con los colores para que gocemos de una real imagen de las cosas”.

“…aunque con melancolía, nuestro diario ha dejado atrás el sistema ‘caliente’ de impresión, guardando como una vez guardara la rotaplana, casi como una reliquia, su ‘hermosa’ Marinoni.

Los ruidosos talleres de impresión, con sus linotipos, las pesadas páginas en plomo, el calor de la fundición y el armado de sus páginas ‘leyendo al revés’, han quedado atrás. /…/

Nuestros talleres han sufrido un cambio indudable: de la linotipo a las terminales, donde todavía nos se arriesga a escribir el mismo periodista, apegado a esta máquina de escribir y a su hábito de papel para leerse y corregirse; del fotograbado y matrizado a la fotomecánica; del plomo al armado, pegando las columnas de papel; de un cálido taller a la necesidad, en fin, de frescura de este nuevo.

Y por último, de la impresión en calor a la impresión en frío (offset) con finas planchas de aluminio.

Siempre en procura de mejor servicio.  Siempre tratando de alcanzar esa armonía tan difícil de la belleza del contenido y de las formas.  Parte innegable de nuestra tarea periodística.”

 26-04-1981:  “Informática con o sin analfabetos”…

Desde el diario “El Litoral” de la capital santafesina, en Notas y con el título “Informática con o sin analfabetos”, el 26 de abril de 1981, un destacado periodista santafesino “R.A.”, reconocido crítico de Arte Jorge Reynoso Aldao, explicaba que “a fines de esta década, para conseguir un trabajo común y corriente, el aspirante deberá saber operar algún tipo de computadora… el que no tenga nociones primarias de computación será declarado inepto para la mayoría de los empleos.  Advertía ese crítico de arte, que “mientras el tema preocupa a científicos, técnicos y educacionistas de las naciones más adelantadas, por estas latitudes recién nos estamos ocupando de la deserción escolar, que echa por tierra nuestro orgullo de país satisfactoriamente alfabetizado.  Postergándonos en ese anhelo que más de una vez vemos consignado… ‘Ya que no podemos ser los mayores hagamos lo posible por ser los mejores’.”   [168]

Septiembre de 1981: “El país en Santa Fe”.

No fue por casualidad que en el suplemento de El Litoral editado el sábado 19 de septiembre de 1981, en la tercera página imprimieran con recuadro y sombra, una nota de la periodista Susana Bachini, integrante del directorio de esa empresa.

Aquí, el texto completo:

“El destino de un hombre es su aldea, su propio fuego, y lo que guisa su mujer; sentarse delante de su puerta al atardecer y ver a su nieto y al nieto del vecino jugando en el polvo juntos…”  Esta melancólica  pero profunda imagen del poeta T. S. Elliot quizás nos ayude a configurar la nuestra, a poco que busquemos descubrir sinceramente aquello que podríamos llamar el ser santafesino.

Y precisamente hoy, que nos mostramos al país a través de la prensa nacional reunida con nosotros en la ciudad, bueno es hacerlo sencilla y tranquilamente, como es nuestra costumbre.

‘Lo que perdura no es un sustitutivo de lo que pasa’ sino que en Santa Fe, lo que pasa, aunque serenamente, es quizás lo que perdura.  Porque esta ciudad es sí, una ciudad serena, y esa condición la hace presentarse sin fuegos de artificios, sino con la aparente quietud de todos los días.

Y decimos aparente quietud porque justamente esa calma hace, tal vez, que el tiempo no sea, todavía, una cosa presurosa (aunque lo sea visto desde el devenir humano) y que cada paso se concrete sin prisas, meditado, aquilatado en su justo valor.  Sus hombres no tienen avidez de trascendencia y ello, que a veces nos parece un signo de falta de grandeza, ha sido, justamente, lo que ha permitido a Santa Fe ser memorial de piedra inamovible de las grandes glorias pasadas.

Porque ese aquerenciamiento, ese apego a la simpleza, a las cálidas siestas provincianas, hacen pensar, sí, hacen pensar al hombre que es un ser diminuto frente al gran misterio de la creación.  Ya nada se realiza entonces hasta no estar seguro de su belleza.

Quizás sin saberlo, hemos dejado de lado un tanto la funcionalidad de las cosas que nos rodean, no nos predisponemos al desarrollo fácil y hacia arriba.  Tratamos de crecer hacia adentro.  Tratamos de ver lo perdurable en todos los hechos de la vida.

Pareceremos a veces empeñados en la nostalgia, pero caminamos lenta pero seguramente hacia el futuro.  No es temor.  Nuestra tierra ha visto el heroísmo de sus hombres y el valor de sus luchas por la libertad.  Sólo que en el tiempo exacto.

Hoy hemos tenido, nuevamente, al país en Santa Fe.  Y nos abrimos en flor para recibir a nuestros hermanos argentinos, a nuestros hermanos periodistas.

Todos juntos hemos trabajado estos días.  Todos juntos deberemos seguirlo haciendo siempre.  Porque amamos lo mismo y queremos lo mejor para el país.

A modo de despedida digamos con el poeta: ‘Que los que vuelven a casa cuenten la misma historia de nosotros: de acción con un propósito en común, acción no menos fecunda aunque ni vosotros ni nosotros sepamos, hasta el juicio tras la muerte, cuál es el fruto de la acción…’.”

 

“Santa Fe en la historia del país…”

No ha sido por casualidad que debajo de aquel mensaje de Susana Bachini, en el citado suplemento “El país en Santa Fe” editado el 19 de septiembre de 1981, imprimieran una síntesis elaborada por el perseverante doctor Gustavo José Víttori, titulada “Santa Fe en la historia del país: jalones de un protagonismo relevante”.

Aquí, la reiteración de aquella síntesis:

“Circa 1527.  En el asiento de Sancti Spiritus (Puerto Gaboto) los españoles realizan la primera siembra de trigo en el Río de la Plata.  El hecho se produce en el sitio en que Garay, andando el tiempo, se proponía fundar la ciudad de Santa Fe.

  1. 1573. En el mes de setiembre, y a la altura de Coronda, el vizcaíno se encuentra con Jerónimo Luis de Cabrera -fundador de Córdoba- quien buscaba una salida fluvial a la mediterraneidad de las flamantes ciudad y provincia. Garay, para resguardar el territorio que pertenece a Santa Fe, se ve obligado a decir una ‘mentira histórica’ aseverando que ya había ejecutado el acto fundacional de la ciudad, tierra arriba, a la altura en que hoy se emplaza Cayastá y donde él había levantado su campamento. Logra así superar el entredicho, pero se ve precisado de efectuar la fundación realmente en ese sitio.
  2. 1573. El 15 de noviembre don Juan de Garay formaliza su empresa con el acompañamiento de 80 capitanes que bajan con él de Asunción y de los cuales sólo siete u ocho son españoles, mientras que los demás -hecho significativo- son ‘mancebos de la tierra’. Dicha fundación constituye la primera urbanización ordenada del Río de la Plata.

Circa 1574.  El arcediano Martín del Barco Centenera da en su poema el nombre de Argentina al terruño rioplatense y denomina por vez primera como ‘mozos argentinos’ a quienes en ese momento se encuentran trabajando en la erección de la recién fundada ciudad de Santa Fe.

157475. Se llevan a cabo las primeras yerras de ganado, cuyas marcas se conservan como el primer registro en la materia con fecha de 1576.  Es la primera marcación de ganado en el Río de la Plata.

Circa 1575-76: El primer maestro que holló estas tierras, don Pedro de Vega, enseña en nuestra ciudad en la primera escuela habilitada al efecto.  Y fue tal la importancia asignada a su tarea, que cuando se dispuso a dejar el lugar recibió orden del Cabildo de permanecer en su puesto porque dice textualmente el acta: ‘No se puede quedar sin maestro la ciudad’.

  1. 1580. Se produce la revolución de los 7 Jefes, levantamiento de los criollos instigados por Abreu, gobernador del Tucumán.
  2. 1660. Se da oficialmente por trasladada al sitio actual la ciudad de Santa Fe. En el trasplante se respetan puntualmente la traza originaria y el reparto de los solares.
  3. 1662. Por Real Cédula del 31 de diciembre Santa Fe es señalada como ‘Puerto Preciso’. Ello significaba que todo buque que hiciera el tráfico por el Paraná debía registrarse y hacer escala obligada en Santa Fe, siendo los contraventores castigados como contrabandistas. Este privilegio -del que es el puerto más antiguo del país- proporcionó una época de esplendor a la ciudad hasta que en 1780 el virrey Vértiz lo deja sin efecto, declinando luego todas las actividades.

Circa 1689. Se inicia la formación de la estancia del capitán Luis Romero de Pineda, que sería el núcleo originario de la futura ciudad de Rosario.  Varias veces propuesta para capital federal de la República, finalmente vio postergada esa aspiración por vetos de los presidentes Mitre y Sarmiento.  Hoy es uno de los principales centros industriales y portuarios del país, y la tercera urbe de la Nación en términos de habitantes.

  1. 1813. El 3 de febrero en el Campo de la Gloria, en las adyacencias del convento de San Lorenzo, el general San Martín y su Regimiento de Granaderos a caballo tienen su bautismo de fuego en la lucha por la emancipación de América.
  2. 1853. En el Cabildo de Santa Fe se sanciona, el 1º de mayo, la Constitución Nacional, que pone fin a décadas de anarquía y organiza el país definitivamente.
  3. 1856. Por iniciativa de Aarón Castellanos se funda la Colonia Agrícola de Esperanza que es organizada de acuerdo con el gobierno provincial ejercido por José María Cullen. Los colonos contratados, de origen suizo, ocuparon las tierras en las concesiones convenidas, desde el 8 de septiembre. Llegaron en total 1.162 personas. (*)
  4. 1866. Se lleva a cabo en esta ciudad la Convención Nacional que reforma el articulado de la Constitución de 1853.
  5. 1868. El 27 de noviembre se crea por ley provincial el primer establecimiento de estudios mayores de la provincia. Trátase de la Facultad e Jurisprudencia y la Academia de Práctica Forense que funcionaron durante 25 años en el Colegio de la Inmaculada Concepción.
  6. 1890. Se funda la Universidad de Santa Fe. Es su principal promotor el Dr. José Gálvez -entonces gobernador de la provincia- quien se había graduado en la institución antes mencionada.
  7. 1902. Con la asistencia del presidente de la Nación, Gral. Julio A. Roca, se inaugura en nuestra ciudad el segundo monumento erigido en memoria del Libertador San Martín en el territorio nacional.
  8. 1904. Se coloca la piedra fundamental del nuevo puerto de Santa Fe que es inaugurado en 1911.
  9. 1919. El 17 de octubre fue promulgada por el presidente Hipólito Yrigoyen la ley de creación de la Universidad Nacional del Litoral.
  10. 1941. Por ley 2952 se crea en la provincia el Ministerio de Salud Pública y del Trabajo, primero en su género en todo el país. La ley es promulgada el 5 de julio de 1941 y el doctor Abelardo Irigoyen Freyre fue quien ocupó por primera vez esa cartera.
  11. 1942. Con fecha 30 de octubre fue promulgada la ley 2998 de creación del Código Bromatológico de la provincia, que surgiera por iniciativa del Dr. Abelardo Irigoyen Freyre y del Dr. Braulio Mullor. Luego de muchos años sufrió modificaciones que quitaron en parte el espíritu primitivo de esa gran conquista en materia alimentaria.
  12. 1957. Sesiona en nuestra ciudad la Convención Reformadora de la Constitución Nacional que, el 25 de octubre, sanciona la incorporación del Art. 15 bis al cuerpo fundamental. El ‘artículo nuevo’ introduce en la Carta Magna los denominados ‘derechos sociales’.
  13. 1981. En el mes de junio se realiza en Santa Fe la Primera Reunión Nacional de Gobernadores. Asiste el gabinete nacional en pleno y clausura el encuentro el presidente de la República, Tte. Gral. Roberto Viola.”

 

Es oportuno tener en cuenta que tras el cese del presidente de facto General Jorge Rafael Videla (24-.03-1976 al 23-03-1981) asumió el Gral. Roberto Eduardo Viola, detentando ese cargo hasta el 12 de diciembre del mismo año, cuando fue reemplazado por el General Leopoldo Fortunato Galtieri, quien cesó el 1º de julio de 1982 tras el conflicto armado con el Reino Unido de Gran Bretaña durante la Gesta de las Malvinas (02 de abril al 14 de junio), siendo el último del autodenominado denominado proceso de reorganización nacional, el General Reynaldo Bignone hasta el 10 de diciembre de 1983, cuando asumió el presidente electo doctor Raúl Ricardo Alfonsín.  Cuando el general Viola convocó a la reunión nacional de gobernadores, detentaba el poder en la provincia de Santa Fe el contralmirante Carmelo Luchetta (31-03-1981 al 14-01-1982, luego asumieron “civiles”: Farmacéutico Roberto E. Cassís (15-01-82 al 25-02-1983) y doctor Héctor Salvi hasta el 10 de diciembre de 1983. Durante el Proceso, primero ocuparon el ministerio de Educación y Cultura en Santa Fe tres oficiales de la Marina, luego los civiles Dr. Eduardo Sutter Schneider (30-03-81 al 25-02-83) y su sucesor Prof. Antonio Mari Rousseau hasta que asumió el gobernador electo CPN José María Vernet y designó al ministro de Educación y Cultura Dr. Domingo José Colasurdo.

 

 

(*) Es oportuno tener en cuenta que el historiador Gastón Gori en varios libros relacionados con la inmigración en nuestro país, ha destacado que el 27 de enero de 1856 llegaron los primeros inmigrantes a la colonia de la Esperanza, siendo el 8 de septiembre el día de celebración de la Patrona de la ciudad y oficialmente reconocido para evocar aquel origen de la pujante ciudad de Esperanza.  También el titiritero-poeta José Bartolomé Pedroni, escribió “Nacimiento de Esperanza (8 de Setiembre de 1856)”… [169]

 

Sabido es que Gustavo Víttori en 1977, había presentado su libro “Santa Fe en clave”, con prólogo del destacado crítico de arte Dr. Jorge Taverna Irigoyen, reeditado a principios de la última década del siglo veinte por la Universidad Nacional del Litoral y la Fundación Bica; luego impreso en fascículos y distribuidos junto a sucesivas ediciones del diario “El Litoral”.

“La tradición cultural santafesina”.

En la edición del sábado 19 de septiembre de 1981 de El Litoral, en la cuarta página del suplemento “El país en Santa Fe” incluyeron una nota elaborada por el doctor Jorge Taverna Irigoyen, titulada La tradición cultural santafesina.

Aquí, el texto completo:

“Cuna de convenciones constituyentes y de pronunciamientos históricos, Santa Fe ha demostrado siempre al país su imagen de ciudad, culta, inquieta por las manifestaciones creadoras, custodia fervorosa de sus más diversas tradiciones.  En tal sentido, la cuatro veces centenaria ciudad de Garay, que fuera cantada primigeniamente por don Martín del Barco Centenera en octavos endecasílabos, ha mantenido siempre enhiesta -por sobre avatares políticos y sociales- la bandera que hicieran ondear sus hombres de altos ideales, con expresiones que enaltecen al espíritu.

La cultura santafesina se integra así al país más allá de las circunstancialidades de protagonistas o de las pretendidas divisiones federales.  Porque Santa Fe proyecta a sus artistas, a sus escritores, a sus investigadores del pensamiento y de la estética, con una generosidad sin medida y una amplitud paradigmática, haciendo que sus voces provincianas resuenen -clara y argentinamente- en todo el ámbito del territorio nacional.  Esta característica de sus creadores, de sus más viejas instituciones, de sus numerosos organismos de cultura, es la que ha permitido que, paralelamente, Santa Fe se ensamble en el concierto cultural del país, sin perder por ello la individualidad y la gravitación que, como cabecera de región le corresponden.  Individualidad y gravitación que, por encima de los fundamentales antecedentes históricos y sociales, tiene su origen en el vital pronunciamiento de los cultores de todas las épocas, que supieron asumir el difícil compromiso de dar expresión a sus ideas, a sus sensibilidades, a su potencial creativo, manteniéndolo siempre en una línea de autenticidad indiscutiblemente jerárquica.

Porque por encima de épocas más brillantes que otras en lo que a relieve y alcances de la obra de sus protagonistas se refiere, Santa Fe mostró al país, en toda hora, un permanente tono de autocrítica en sus realizaciones más diversas, exigiendo a sus cultores -en la continuidad de los diversos eslabones generacionales- firme voluntad de servicio, ética y vocación inalterables.   En este aspecto, la cultura se entendió siempre como una ‘cosa viva’.  No como una especulación del espíritu que termina en el ejercicio vacuo y hábil de una capacidad determinada.  Fue siempre y continúa siéndolo, tanto en sus hombres como en sus instituciones, una cultura vigorosa, plural en sus manifestaciones, regida por principios cívicos y orales de directa consanguinidad nacional.

Los claustros universitarios, los museos, las bibliotecas, las instituciones oficiales y privadas de cultura, los teatros, las escuelas de arte, las agrupaciones musicales, los talleres de investigación, concentran e irradian, en multiplicidad de facetas, las expresiones de la cultura santafesina.  Expresiones en las que conviven armoniosamente el artista maduro y el novel, el maestro y el alumno, los canales de la enseñanza y los del aprendizaje.  Expresiones en las que, por otro lado, se decantan más allá de corrientes y de ismos, ciertos acentos configuradores de una cultura con raigambre nacional, que nos identifica y define.  Una cultura que desprovista de folklorismos y de falsos componentes populares, testimonian la realidad de nuestra tierra, las tradiciones y símbolos vernáculos, el sentido y la proyección del ser argentino, sus afirmaciones y sus trasfondos más recónditos.

Esa cultura local tiene nombres y apellidos, desde sus clarinadas iniciales.  Y es el acendrado orgullo que alimenta no pocas emociones del santafesino ‘de ley’.  Pero en la más cercana perspectiva de este siglo, en las generosas décadas transcurridas pueden perfilarse -más allá de enumeraciones que siempre resultan falaces, cuando no aleatorias- algunas de las conquistas y logros que contribuyeron a cimentar nuestra cultura regional.

Desde la difundida imagen ‘forjadora’ de técnicos y especialistas, de nuestra Universidad Nacional del Litoral, verdadero ejemplo dentro de los más exigidos cánones educativos del país, por cuyas aulas desfilaron algunas de las más prominentes personalidades de la enseñanza superior, pueden ir eslabonándose innumerables instituciones, organismos, corporaciones culturales, fundaciones, etcétera, que han desarrollado dentro y fuera del medio una labor relevante.  Porque la cultura ha abarcado aquí, en todas las épocas, los más variados matices.  Propulsada por estructuras poderosas, tanto como de modestos recursos.  Sirviendo a una comunidad inquieta, con deseos de superación y de elevación a través de los siempre renovados valores de la inteligencia.  Componiendo, en fin, el significativo cuerpo de su maduración humanística y social, como pueblo que avanza y progresa dentro del contexto nacional.

Los claustros universitarios -a los que se sumara hace más de dos décadas la Universidad Católica de Santa Fe- han canalizado en gran parte la integración y el perfeccionamiento intelectual de las jóvenes generaciones.  Pero a más de otros establecimientos docentes  de dependencia nacional, provincial y municipal, que han satisfecho plenamente las necesidades y expectativas del medio, Santa Fe ha gozado con la actividad de otras fuerzas de cultura, decididamente gravitantes.  Estructuras como el IPCLAR (Instituto para la Promoción de las Ciencias, las Letras, las Artes y las Realizaciones) cumplieron una labor meritoria, que superó los límites nacionales.  Numerosas fundaciones, entre las que merece destacarse a ARCIEN, constituida hace poco más de cinco años, refuerzan coincidentemente esta acción de estímulo y proyección de las actividades creadoras. (*)

Específicamente en cada una de las áreas (sin entrar a considerar la importantísima acción de los organismos de cultura provincial y municipal, así como de los correspondientes a Nación), es significativo el alto número de asociaciones y grupos que propenden al conocimiento y divulgación de los valores litorales.  Entro de la Literatura, pueden citarse entre otras la Asociación Santafesina de Escritores, la filial de la SADE, el Nucleamiento de Escritores Argentinos, la Escuela de Oratoria Delfos, etcétera.

Cursos, certámenes, impresión de libros (en cuya empresa cumple una labor especialísima el Fondo Editorial de la Provincia), coloquios, lecturas de poemas, componen parcialmente algunos de los aspectos de esta labor.  En el campo de la plástica, las sociedades de Artistas Plásticos, de Dibujantes y Grabadores, el Foto Club Santa Fe, de Amigos del Museo, entre otras, se suman al movimiento cultural.  Como lo hacen dentro de la música, Amigos del Arte, el Mozarteum, Amigos de la Música, Amigos del Coro Polifónico, etc., u otras entidades similares en las actividades teatrales, cinematográficas, del ballet, del folklore y las artesanías.  Porque Santa Fe tiene un intenso movimiento de actos y actividades que se desarrollan durante todo el año.  Y los sectores museológicos (dentro de los que se cuenta con una decena de institutos de verdadera importancia), tanto como los festivales de música o de teatro independiente, las programaciones de galerías de arte, los cursos y conferencias que organizan las partes oficiales y privadas, los certámenes y simposios, dan a su panorama, sobre tradiciones conservadas y otras perdidas (Instituto de Cinematografía y Escuela de Teatro, entre estas últimas), un ritmo atrayente y seria diversidad.”

 

El doctor Jorge Taverna Irigoyen es un destacado crítico de arte, académico y autor de interesantes notas publicadas en el diario “El Litoral” de la capital santafesina y en diversos medios de difusión cultural. Reconocido integrante de grupos literarios, fundador y presidente de asociaciones culturales.  Desempeñó las funciones de Director General de Cultura desde el 17 de mayo de 1976 hasta el 18 de marzo de 1977, siendo ministro de Educación y Cultura el Capitán de Navío Orlando R. Pérez Cobo y detentando el cargo de gobernador el Vicealmirante Jorge A. Desimone.

 

(*) Siendo presidente de facto el Gral. Juan Carlos Onganía y detentando el cargo de gobernador de Santa Fe el contralmirante Eladio Modesto Vázquez (05-08-1966 al 14-07-1970), el destacado historiador doctor Leoncio Gianello asumieron las funciones de ministro de Educación y Cultura, subsecretario de Cultura el docente y escritor Dr. Leopoldo Chizzini Melo.  En aquel tiempo, mediante un decreto del Poder Ejecutivo provincial fue creado el IPCLAR y como también lo ha destacado Jorge Alberto Campana en su Crónica sobre la Política Cultural de los Gobiernos Santafesinos, “estaba organizado con un Comité Central que presidía el Gobernador de la Provincia y la integraban los Ministros de Educación y Cultura y Hacienda, Economía e Industria y un Comité Ejecutivo presidido por el Ministro de Educación y Cultura e integrado como vocal nato por el titular de la Dirección Gral. de Cultura, organismo que se convertía en el brazo ejecutor de las actividades dispuestas”. (Santa Fe, Ediciones Culturales Santafesinas, 1999, p. 100.)  Distintos medios de información, entre ellos el diario El Litoral de la capital santafesina, aludieron al nuevo aniversario de la fundación de la ciudad de Santa Fe y comentaron que aquel 15 de noviembre de 1968, siendo Directora General de Cultura la Dra. Edelweis Serra,  prácticamente inauguraron las actividades del IPCLAR al presentar en el Museo de Bellas Artes “Rosa Galisteo de Rodríguez” dirigido por el distinguido poeta y periodista Horacio Caillet-Bois, el Primer Salón Nacional de Escultura y Grabado, entregándose en ese acto el Primer Premio a los artistas Carlos de la Mota y Antonio Berni, respectivamente.

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ADEPA: historial… y defensa de la libertad de expresión.

En el suplemento “El país en Santa Fe” del diario El Litoral de la capital santafesina -sábado 19 de septiembre de 1981-, publicaron una nota del periodista Jorge Guillén, titulada “ADEPA: un historial de la defensa de la libertad de expresión”(*)

Aquí, la reiteración de lo escrito por el doctor Jorge Guillén:

“Desde un punto de vista estrictamente histórico ADEPA fue el resultado del firme propósito de 17 periodistas argentinos, reunidos con motivo de un encuentro de la SIP en octubre de 1962 en la ciudad de Santiago (Chile), de estructurar una organización que permitiese, sin ambages de ninguna naturaleza, adoptar indeclinables posturas de afirmación toda vez que desde el poder se pretendiese conculcar la libertad de expresión.

Su asamblea constitutiva tuvo lugar en el mes de diciembre de 1962 en dependencias del círculo de la prensa de Buenos Aires, recayendo la presidencia de su consejo ejecutivo en el director del diario ‘La Prensa’, de capital federal, Dr. Alberto Gainza Paz.

Elegidas sus autoridades instaló sus oficinas en la revista ‘Veritas’, funcionando posteriormente en la sede de la Asociación de Radioemisoras privadas Argentinas (ARPA) y en instalaciones cedidas por la agencia Olivé.

Su actual sede, la que por otra parte posee desde 1966, se halla ubicada en el edificio de Esmeralda 356, y ha sido testigo de una verdadera evolución cronológica de la libertad de prensa.

Ya en la asamblea fundacional de Santiago (Chile) puede apreciarse la necesidad de ‘afirmar la tradición espiritual del periodismo argentino y velar por el fiel cumplimiento de las normas éticas de la actividad periodística’ como uno de los elementos básicos para poder ‘defender la libertad de expresión en general y la libertad de prensa en particular, con el concepto de que sin ellas no es posible la auténtica democracia a que aspiran’.

Pero, indudablemente, no todo ha sido fácil para la actividad periodística.  En sus memorias deben anotarse también las clausuras, expropiaciones, encarcelamientos, persecución, los diarios obligados a imprimir en ‘papel de envolver’, y las dificultades bajo las cuales muchas veces debió desarrollarse el ejercicio de la función informativa.

ADEPA dividió incluso su evolución histórica en cuatro etapas: período en que la libertad e prensa estuvo comprometida; existencia de libertad de prensa pero con la presencia de hechos que tendían a desconocerla; existencia de la libertad de prensa; inexistencia de la misma.

En la reunión de la junta de directores de abril de 1980 se concluyó en que no podía decirse que ‘hubiese existido libertad de prensa’.  En esta declaración influyó, por cierto, la situación emergente de la aplicación de un arancel aduanero que grava el papel para diarios importado en un 40%.

Ello constituye un grave impedimento al libre ejercicio de la actividad periodística, el cual se ve agravado por la celebración ‘de un contrato viciado de insanable nulidad como es el de Papel Prensa S.A.’.

Esta situación compromete la existencia de la mayoría de los diarios y periódicos de nuestro país, y es un llamado de atención para las autoridades encargadas de solucionarla.

Pues, como bien señalaron aquellos 17 periodistas reunidos en Santiago (Chile) en octubre de 1962, sin libertad de expresión no hay democracia posible.  Ello nos retrotrae en la historia y nos hace recordar el lema de Mariano Moreno, que no era otro que el de un gran pensador, Tácito, ‘rara felicidad de los tiempos en que es permitido sentir lo que se quiere y decir lo que se siente’.”

 

(*) En aquel tiempo, el doctor Guillén tenía treinta y un años y tras las dificultades soportadas a partir del 24 de marzo de 1976, le habían asignado funciones en el Museo Histórico “Brigadier Estanislao López” de Santa Fe; aceptada la renuncia del periodista señor José Caso, lo designaron encargado de prensa y difusión en la Subsecretaría de Cultura cuando detentaba esas funciones el Doctor Fernán Serralunga hasta el 15 de noviembre de 1982, cuando asumió el subsecretario de Cultura Dr. Rafael López Rosas hasta y estaba a cargo de la Dirección General de Cultura el Prof. José María Junges, ambos hasta el 10 de diciembre de 1983 cuando asumieron las autoridades electas: el ministro de Educación y Cultura Dr. Domingo José Colasurdo, subsecretario de Educación el destacado docente Horacio Colombero y desde el 12 de diciembre, subsecretario de Cultura, el doctor Jorge Alberto Guillén hasta el momento de su Último Desprendimiento, en su despacho, al comenzar la jornada del lunes 2 de septiembre de 1985.

“A todos los rumbos…”

En el diario El Litoral de Santa Fe de la Vera Cruz, el perseverante Eduardo Barone Daneri se destacó como periodista y llegó a ser Jefe de Redacción.

En la novena página del suplemento “El País en Santa Fe” -sábado 19 de septiembre de 1981-, publicaron su nota titulada “A todos los rumbos desde una cuna cuatro veces centenaria”.

Tras evaluar sucesivos hechos y la situación geopolítica de la capital santafesina, fundada el 15 de noviembre de 1573 más al norte de su actual emplazamiento, Eduardo Barone Daneri escribió:

“Tal vez habría que remontarse a la fecha de su fundación, cuatro veces centenaria; o a la Real Cédula del siglo 18 que le acordó su condición de ‘puerto preciso’; o a las luchas por la defensa de la autonomía provincial; o a sus aportes para la organización nacional; o al nunca renunciado afán de sus hijos para consolidar los blasones de su cuna hidalga; aunque más concretamente cabría aunar todos estos datos y sumarles la decisión del gobierno de la provincia más allá por 1928, cuando se creó la comisión para el estudio de los caminos pavimentados, entonces inexistentes en el país, cuyas primeras manifestaciones fueron las rutas afirmadas Santa Fe-Rosario y sus prolongaciones a San Justo y Esperanza.

Estaban entonces dadas las condiciones para hacer de esta capital un revitalizado nudo de comunicaciones, que le anterior tendido de líneas ferroviarias había comenzado a despuntar. Pero faltaba la proyección regional e internacional.

Hacia delante

Para situarnos en ese proceso, cabría entonces comenzar con la referencia al 13 de diciembre de 1969, día del libramiento al servicio del túnel subfluvial Hernandarias” -actualmente nombrado Túnel Uranga-Sylvestre Begnis-, para entrar cronológicamente en el tiempo de las grandes realizaciones viales, que vinieron a confirmar definitivamente para la ciudad capital de la provincial, la privilegiada posición de nudo de comunicaciones.  A partir de aquella fecha, cual si se asistiera al efecto multiplicador de la aceleración de un impulso, comenzaron a surgir los puentes sobre los ríos Uruguay y Paraná y más recientemente sobre el Paraguay, completando aquel primer salto fluvial que fue el puente Paso de los Libres-Uruguayana, inaugurado en 1939.

Por sus puentes al país

A partir de sus grandes puentes urbanos, viales y ferroviarios, que en número de siete cruzan el Salado, la Setúbal y el Colastiné, la ciudad se proyecta hacia un sistema de comunicaciones terrestres que se distribuye hacia los cuatro puntos cardinales, siendo el este el de más reciente proyección a partir del túnel.  Por allí, cruzando la provincia de Entre Ríos, se llega a Uruguay y Brasil, aunque nos e detiene ahí la trascendencia de esta ruta, ya que su completo sentido este-oeste, configura el camino directo entre los océanos Atlántico y Pacífico, pasando por Córdoba, San Luis y Mendoza y llegando finalmente a Chile, adonde también se puede ir por Córdoba y San Juan.

Hacia el norte, tres rutas pavimentadas bordean ambas márgenes del Paraná.  Por el lado oriental, a través de la provincia de Entre Ríos, mediante su enlace con el túnel, se puede llegar a Goya, Corrientes y Posadas y continuar a Brasil y Paraguay y por el lado occidental, las rutas 1 y 11 llevan a Reconquista, Resistencia e, igualmente, a Corrientes y a ambos países vecinos.

Rumbo al noroeste, la ruta 34 que pasa por Rafaela y Sunchales, a la cual se accede por las números 19 y 166, la primera futura multitrocha, asegura la comunicación con Bolivia, a través de Santiago del Estero, Tucumán, Salta y Jujuy.  Finalmente, hacia el sur, la ruta 11, la autopista Santa Fe-Rosario, su prolongación por la autopista Rosario-San Nicolás y, la ruta 9 ya también prácticamente autopista, se accede al sistema que entronca con el resto del país, tanto hacia la costa atlántica como al suroeste.

Hasta aquí, en muy somera enumeración, las principales rutas pavimentadas, a las que debe sumarse para completar el sistema terrestre las comunicaciones ferroviarias de ambas trochas, que desde Santa Fe entroncan sin solución de continuidad hacia el sur, norte, oeste y noroeste, faltando la unión física con los rieles de la Mesopotamia, lo que se logrará cuando esté construido el cierre sur (Chapetón) de la presa del Paraná Medio, cuyo coronamiento será una nueva vinculación carretera y ferroviaria”.

(Hay que tener en cuenta que el proyecto “Paraná Medio”, tras sucesivas críticas por cuestiones administrativas y el posible impacto ecológico, no se concretó…)

“Pero este panorama no estaría completo aun para una sintética exposición, sin una mención siquiera escueta al transporte aéreo.  A la aeroestación de Sauce Viejo confluye el movimiento diario con la capital federal y el periódico con Resistencia y Córdoba.

En más de una ocasión se ha señalado la necesidad de establecer otras conexiones directas con el noroeste del país, mediante escalas de los respectivos vuelos troncales.

Y por último, el río.  Ese gran Paraná que canal de acceso mediante, acuerda a Santa Fe el privilegio de poseer un puerto de ultramar a 800 kilómetros del océano, dando lugar a que toda la infraestructura vial señalada, sirva de apoyatura para convertirlo en el receptor obligado de la producción de una vastísima zona de influencia.”

08-09-1982: “Esperanza en la historia”

El 20 de agosto de 1982, el escritor Gastón Gori habló durante un acto realizado en el Salón Blanco de la Municipalidad de Esperanza, en adhesión a la Fiesta Nacional de la Agricultura.  El 8 de septiembre de ese año, en el suplemento del interior del diario “El Litoral” de la capital santafesina, fueron publicados algunos párrafos de aquella conferencia:

“La colonia Esperanza cuyos actos de fundación datan del mes de setiembre de 1855 y cuyos primeros pobladores inmigrantes se establecieron el 27 de enero de 1856, por circunstancias bien conocidas conmemora sus aniversarios como si se hubiese fundado el 8 de setiembre de 1856, confundiéndose los festejos de su patrona religiosa con su iniciación en la vida histórica.  Se la considera la primera colonia agrícola fundada con inmigrantes europeos muy especialmente por ser la primera colonia fundada según el criterio de política de población del territorio, que no sólo subsistió sino que marcó el rumbo definitivo y permanente de la política de inmigración y colonización, con lo que hizo por primera vez realidad próspera aquellos sabios mandatos de la Constitución nacional, establecidos en ella como deberes de los que gobiernan.  Son numerosos los trabajos históricos que reseñan las vicisitudes de su fundación, de su desarrollo y de su ejemplo como centro agrario, eficaz fundador de una gran agricultura transformadora de nuestra economía en el siglo XIX.  Quizás ha llegado el momento de estudiar a esta colonia no ya con el propósito de abundar sobre lo conocido, sino para destacar su experiencia como modificadora de la realidad agraria en su tiempo; quizá también para que los argentinos, comprendamos que lo que se hizo en el siglo pasado en materia de colonización, no puede repetirse ahora puesto que son muy distintas las realidades del presente.

Se suele citar a Esperanza, como ejemplo de práctica democrática en la elección de sus autoridades locales, y ello tiene una enorme importancia, quizá esclarecedora de un aspecto de nuestra vida institucional, y bastaría sólo como escueto apunte, decir que habían introducido las prácticas suizas de sus aldeas al elegir en asamblea pública sus autoridades.  Muchos años antes, casi un siglo, de que en Derecho se discutiera la doctrina de la elección de los jueces por el pueblo,  en la Colonia Esperanza los agricultores reunidos en Asamblea votaron para nombrar juez de paz y comisario.

Eso es propio de una profunda democracia.

Madre de colonias, se llama porque de ella se expandieron familias numerosas hacia nuevas colonias de los contornos y aun, de lejanas fundaciones a las que llevaron sus experiencias.

La Argentina ha reconocido todo el valor histórico de Esperanza, y la conmemoración de sus aniversarios sigue teniendo importancia nacional, así como la tuvo su fundación.”

12-03-1983: Gastón Gori y la primera sociedad de escritores…

Don Luis Gudiño Krämer dejó insoslayables señales acerca del desarrollo de las  asociaciones de escritores santafesinas.  Destacado jefe de redacción del diario “El Litoral” de la capital de la provincia, sabía -y así lo publicó luego-, que “Alcides Greca fundó la primera asociación santafesina de escritores que presidió desde Rosario, como Mateo Booz la presidiría desde Santa Fe después”.  [170]

En la sexta página de la edición del 12 de marzo de 1983 de El Litoral, incluyeron una nota del escritor Gastón Gori con el título “La segunda Sociedad de Escritores de Santa Fe”, aludiendo a “la primera sociedad de escritores de Santa Fe, filial de la SADE (Sociedad Argentina de Escritores) con central en Buenos Aires… que prolongó lánguidamente su actividad hasta casi finalizado el año 1944.”  [171]

“Su herida de muerte no fue su condición de filial aunque nunca sus socios aceptaron plenamente que fuese tributaria de Buenos Aires, rindiéndoles cuenta de sus ingresos, que en definitiva era lo único que en aquel entonces interesaba a quienes recibían los aportes pecuniarios de las provincias, situación que perduró hasta la modificación de sus estatutos.  Lo que creó la discordia, en el seno de la filial Santa Fe, fue su no adhesión al acto organizado en honor de Luis Gudiño Krämer -socio conspicuo, cuando obtuvo el premio regional de la Comisión Nacional de Cultura en 1943.  Militaba Gudiño Krämer en el Partido Demócrata Progresista.  Era natural que fuesen sus correligionarios quienes auspiciaran el homenaje que adquirió entonces los contornos de futuro gran acto público al aire libre (cena por medio) y a él adhirieron numerosas personas con y sin militancia política, y escritores amigos.  Se vislumbraban síntomas de fervor en los discursos. La C.D. de la SADE, filial Santa Fe, no participó de ese acto y dejó definida su posición de… prescindencia política.  Con lo que desairaba a un socio destacado y restaba virtualidad a los estatutos, puesto que en los fines de la SADE no se excluye la adhesión a los principios democráticos ni a los pronunciamientos públicos en ese sentido.  De modo que Gudiño Krämer careció del lógico apoyo y reconocimiento de su institución de escritores, en ese acto, y la filial Santa Fe, quedó por ello metida en ámbito de negativas apreciaciones y ahogada en ese motivo de divisiones y alejamientos, agregados a la inercia que suele enfermar a este tipo de asociaciones.”

Segunda sociedad de escritores…

Sabido es que a partir del 4 de junio de 1943, diversos grupos sociales empezaron a manifestarse y “como era previsible, los diversos criterios llevaron a muchos escritores en el país a organizarse según sus simpatías políticas o sus disidencias con la sociedad Argentina de Escritores de ‘Buenos Aires’… o su directa adhesión política al gobierno que proveyó de abundantes recursos a la Comisión Nacional de Cultura a partir de 1945.  Se funda en Buenos Aires la Sociedad de Escritores, con repercusión en Santa Fe.  Ya no quedaba otra institución en esta ciudad.”.

Es interesante tener en cuenta lo expresado por Gastón Gori cuatro décadas después en aquella crónica:

“En ese ambiente, cuando apasionamientos ciudadanos, sindicales, etc., intensificaban el fenómeno nuevo de una Argentina distinta, que desconcertaba a muchos, se procuró en Santa Fe (desaparecida la filial de la SADE), crear la segunda agrupación de escritores que la sucediese con características independientes de la orientación de la cultura oficial y libre de connotaciones políticas, es decir, un imposible en ese momento, notoriamente alejada de la Sociedad de Escritores de Buenos Aires de tendencia oficialista.

Durante el mes de marzo de 1947 en círculos literarios de Santa Fe se habló mucho sobre la conveniencia de fundarla.  Confesé mi poco entusiasmo por ella, pues ‘no la veía’.  Y recién el 26 de abril se produjo la primera reunión autoconvocada por Leopoldo Chizzini Melo, Leoncio Gianello, José Rafael López Rosas, Fernando Birri, José Cagnin, Eduardo Raúl Storni, Gastón Gori, Miguel Brascó y Alberto Ferrando.  A esa reunión se llegó después de acordados algunos de sus objetos principales: ‘Agrupar a los escritores del Litoral, en defensa de sus intereses gremiales y de los derechos que acuerda la Constitución Nacional a los ciudadanos y a todos sus habitantes’… ‘por la libre expresión del pensamiento y de la educación del pueblo en las artes y en las letras’.

Chizzini Melo fue el más entusiasta promotor de la nueva sociedad; Miguel Brascó ofició de ocasional secretario y Leoncio Gianello aparecía junto a Chizzini Melo como las figuras más visibles de ese movimiento.

El 28 de abril hubo una nueva reunión, ampliada, con el fin de redactar los estatutos y según mis apuntes no faltaron quienes querían restringir la acción de la sociedad en cuanto a sus pronunciamientos a favor de la democracia y las garantías constitucionales (que un sector consideraba afectadas).  Ese germen de discordia fue decisivo para la institución en tal momento político de la Nación.  No se redactaron los estatutos en esa reunión, pero quedaron aclarados y aceptados los propósitos perseguidos y al mes siguiente en nota impresa, se convocó para el día 29 de mayo de 1947 a asamblea ‘para conversar en todo cuanto concierne al establecimiento de una asociación de carácter gremial con los siguientes fines: 1º) La defensa del ejercicio de la profesión de escritor y los derechos del hombre en cuanto éstos incidan directa y sensiblemente sobre aquélla; 2º) la difusión y fomento de toda expresión artística y literaria del Litoral; 3º) defensa gremial del escritor.  Firmaban la invitación: Leoncio Gianello, Carlos Carlino, Gastón Gori, María del Carmen Noverasco, Edmundo Blanco Boeri…” [172]

Gastón Gori destacó, que también la firmaban aquella invitación:  “…Alberto Ferrando, Miguel Brascó, Isaac Aizemberg, E. Raúl Storni, José F. Cagnin, José Rafael López Rosas, Fernando Birri“ -el inquieto e inquietante Quique Birri- “César Mermet y Leopoldo Chizzini Melo.”

Advirtió Gastón que “la nueva sociedad no tuvo el entusiasmo unánime de sus fundadores, quizá porque el fenómeno masivo que había avanzado en nuestra sociedad y en nuestra política exigía posiciones claras, definidas que, por otra parte, eran muy difíciles de ser tomadas.  Además, no pocos creíamos que dentro de un sistema federal, era necesaria la unidad en torno de la SADE central Buenos Aires, que debía reformar sus estatutos para tener mayor adhesión de las provincias.

La nueva sociedad, la segunda de Santa Fe, asilada en una ciudad; creada en momentos de adversidades evidentes, con innumerables pasiones actuando vivamente en la ciudadanía, no duró más que la rosa mutábile… No podía esperarse otra cosa.  De ella quedaron las elevadas intenciones que siempre movieron a los escritores a asociarse, y diez años después aquellos principios que sostuvo, se ampliaron y concretaron en la tercera asociación santafesina de escritores, que también tuvo su nacimiento mechado de implicancias políticas, caído el régimen anterior.”

Desde “El Bosque”…

Siento el impulso de reiterar una parte de lo expresado en “El Bosque”, relatos elaborados tras sucesivas vivencias y escritos en el bienio 1982-1983, sólo tres ejemplares impresos en edición artesanal, uno dedicado a mi hermana-compañera Ana María Amat.

Sobre una página, como título escribí: “¡Allí vamos!” y con recortes de diarios está representado un árbol con vigoroso tronco e irregular fronda formada con partes de dos notas publicadas en el diario “El Litoral” de la capital santafesina.

Es posible leer:

 

“No quiero comparar al pueblo con el oso del gitano que también baila al compás de la pandereta

Pero ¿le agradará al oso de veras esa música?  En materia de gustos musicales no han nada escrito.

Por ejemplo en los tiempos de Juan Manuel -dignísimo precursor de Juan Domingo, según los revisionistas amigos de Ottalagano-, la mazorca, eficiente ella, tenía por instrumento al violín, cuyo arco acariciaba no tan suavemente sobre el cuello de los infames salvajes unitarios.”

“Me reconoce Ottalagano que el pueblo en una dictadura grita, aplaude, baila al compás del tambor” y agrega él: ‘Pero a condición de que le toquen la música que le agrada por haberla elegido.”

“¿Encandilado? ¿Por qué no?   Será tan mezquino usted, mi contrincante como para negarle a un anciano, el derecho a tener también su corazoncito. Luis Di Filippo.  Ciudad.”

 

Un tal Luis Di Filippo… como solía decir él, sabido es que ha sido periodista, profesor de Literatura en escuelas secundarias, policía, político, diputado provincial hasta junio de 1943, cuando presidía esa Cámara el destacado profesor Dr. Leoncio Gianello, también distinguido colaborador del diario “El Litoral” de Santa Fe de la Vera Cruz…

Don Luis… como lo nombraban los jóvenes escritores que le acercaban sus trabajos inéditos y esperaban que los incluyera en la “Gaceta Literaria” que luego distribuían junto a sus originales “ensayos”…

 

En aquella página de “El Bosque”, cerca del gran árbol, como si fuera la estructura de un alto edificio, pegué el recorte de lo publicado en el diario “La Nación” de la capital federal, el 8 de marzo de 1983, día internacional de la mujer. Desde ese espacio recreado y recreativo, propuse al lector que advirtiera algunas diferencias, enunciadas por el coherente y perseverante Marco Denevi:

 

Puesto que el sufijo “oide” significa forma, aspecto, apariencia (como en humanoide y en esquizoide), la cosa se aclara: el intelectualoide sólo tiene la cáscara del intelectual, el disfraz, el envase pero no el contenido.  Como el oficio del intelectual consiste en una tarea de análisis crítico de la sociedad viva, y como toda la sociedad humana está plagada de defectos, de vicios, de faltas y de injusticias, de absurdos y de arbitrariedades, el intelectual suele convertirse en un rebelde, en un inconformista, en un cuestionador.  De ahí que los gobernantes lo miren con malos ojos. / El intelectualoide empieza por imitar ese inconformismo, pero en sus formas más visibles, más exteriores: cuida de un modo deliberado que su ropa, su pelo, su higiene personas y sus modales se adviertan, a simple vista y desde lejos, que él no se somete a las convenciones sociales.  Ésa es su tarjeta de presentación; a menudo maloliente. / Los anteojos (infaltables aunque no los necesite), un tremendo libro bajo el brazo y una expresión facial adusta y desdeñosa o sarcástica, lo ayudan a diplomarse, cree él, de intelectual.  Por poco que lo tratemos (si es que acepta algún trato con nosotros nada intelectuales), nos daremos cuenta de que su carácter ha renunciado a la simpatía, a la indulgencia, a la curiosidad, al buen humor, a cualquier matiz de afabilidad, de un extremo a otro lo atraviesa el desprecio. / Pero todos los análisis minuciosos y todas sus críticas feroces son puro plagio sin pizca de originalidad.  El intelectualoide es una máquina de repetición, un autómata mental que saca copias de lo que leyó.  Todo en él es obra de préstamo.  Eso sí, toma un solo préstamo por turno y devuelve los anteriores a medida que dejan de estar de moda.  Sus teorías son adhesiones ciegas, fanáticas e irrebatibles de la última bibliografía que consultó.  El resto no sirve.  Un dogma por vez, pero ese dogma no admite otros. / Admirable habilidad del intelectualoide, aprender, de la noche a la mañana, la última jerga puesta en circulación.  Se haría matar antes que dejar de usar ese vocabulario, a menudo hecho de barbarismos disparatados, de neologismos ridículos del  y de traducciones a la violeta, pero que para él son el santo y seña de la religión de los intelectuales.  Hablar como todo el mundo, respetar las virtudes expresivas y comunicativas del lenguaje: un prejuicio burgués.”

 

Aquí algunos párrafos de “El Bosque”

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En otras páginas de “El Bosque”, a principios de la década del ochenta había escrito:

 

“Seis meses después de fundado el diario ‘La Nación’ en Buenos Aires, nació ‘La Prensa’, casi con idéntico propósito.  Fundado por José C. Paz en 1869, La Prensa también constituyó otro puesto de combate.

Después de esta anotación, percibo otra orientación para analizar las influencias de ‘la prensa’.   En determinados momentos de nuestra Historia, algunos periodistas parecen estar atacando desde una invencible barricada.   Se empieza por una oposición desordenada, se continúa por la crítica exacerbada y poco a poco la palabra va tomando la forma de un fusil.

(Sigue preguntando uno de los duendes:

-¿Eso no es subversión?…)

Para tener un espacio en la ‘prensa’ hay que ser amigo del jefe de redacción o la amiga del director, o tener suficiente dinero como para pagar una SOLICITADA.

El hombre común, la mayoría de los escritores tiene pocas posibilidades de concretar publicaciones periodísticas.   Menos aún, si pretender revelar algunos datos que pueden aproximar a la verdad y a la Verdad.

(Sabido es que ¡hay excepciones!…

Se suele exigir y proclamar la ‘libertad de prensa’, pero pocas veces se procede en la misma dirección.

¿Se mutilan algunas notas?…)

Hay ciudades donde editan un solo diario y otras, que ni periódicos tienen.

(Cuando lleguemos al bosque…

¿Podremos estar seguros de que la prensa expresa ‘la verdad’ y que no hubieron “intereses creados” que alteraron la información?…)

Hay que esperar.   Todo tiene su tiempo.  Así está señalado en el Eclesiastés…

Mientras tanto, sigamos juntos, avanzando sin prisa…

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Marzo de 1984: acerca del Periodismo…

Es  oportuno  recordar que el Dr.  Jorge  M.  Taverna Irigoyen recibió el Premio Anual ADEPA-RIZZUTO, distinguido como periodista del año 1980 y reiterar algunos párrafos de lo expresado en aquellas circunstancias, publicados en marzo de 1984 en el Diario “El  Litoral”  de Santa Fe.  [173]

Al referirse a la ética periodística, el doctor Taverna Irigoyen dijo:

“El  tiempo que nos toca vivir no da concesiones. Porque  en  esta suerte de ‘aceleración de la historia’… todo individuo debe  asumirse a sí mismo en la más auténtica de las identificaciones y avanzar en la lucha con la certeza de que todo lo que deje de hacer se convertirá  en una  rémora  para  sus realizaciones futuras, y todo lo  que  deje  de cumplir en un reto para la integridad de su propia conciencia. En  tal sentido,  como nunca, somos artífices de nuestro destino en la medida  del convencimiento que tengamos de la verticalidad de nuestros  actos, de la sinceridad de nuestros principios, y de la oportunidad de  nues­tras definiciones existenciales. Más allá de disciplinas, de capacida­des, de éxitos y de reconocimientos, el hombre de este acuciante siglo XX  habrá de tener la seguridad de que su misión de protagonista,  de testigo y testimonio de una época, no le sea ajena ni circunstancial.

Específicamente  en  el campo de la información,  atravesamos  una verdadera época  aluvionaria’ en que las noticias  nos  desbordan  en tiempo  y  espacio. De un extremo al otro  del  orbe,  acontecimientos políticos,  sociales, religiosos, artísticos, deportivos,  económicos, científicos,  deslumbran y conmueven, interesan y desconciertan,  alegran  y entristecen. Son noticias que tienen puntos de referencia;  un origen, determinado número de protagonistas, una acción y un  desenlace, una cronología, derivaciones y aun interpretaciones que, a  veces, las torna diferentes de acuerdo con la fuente que informa. Y es a este último nivel que quiero detenerme. Porque se habla y se escribe  mucho sobre  la libertad de expresión, sobre el derecho al  juicio  crítico, sobre  la nefasta censura y su derivación progresiva, la  autocensura, sobre  la  mediocridad reflexiva de ciertos canales de  opinión,  pero poco se oye en torno de la ética de la información, a su fidelidad,  a su objetiva carencia de sectarismos.

La prensa del mundo no es sólo la que informa, sino también la que denuncia.  Los medios de comunicación, hoy más que nunca, se han  convertido  en  un arma poderosísima, de tan  sustanciales  alcances  que tanto  pueden hacer descalabrar a la banca más firme, como  llevar  al poder a determinada figura de determinado país, más allá de instancias electorales o de golpes de Estado.”

En  consecuencia, el destacado crítico santafesino  advirtió:  ”La ética  del  periodista  debe constituir, hoy y siempre,  la  más  alta  bandera,  la que debemos hacer flamear en todos los órganos de  prensa en  los que trabajamos con amor. La ética no puede ser sino la  máxima condición para que el hombre de nuestra era viva la noticia, la piense y la  penetre en su carnalidad más; íntima, sin  trastrocamientos  ni aviesos  oscurantismos. La  ética como razón,  como  principio,  como fundamento de igualdad, como materia constructiva, como testimonio  de fe, debe ser la primera luz que ilumine papel y cerebro de todo periodista que anhele alcanzar las armonías de un mundo libre y en paz.”

1985: Primer Encuentro Internacional de Escritores

Desde el diario El Litoral informaron acerca de la “XI Exposición Feria Internacional del Libro – Del Autor al Lector”, realizada desde el jueves 28 de marzo hasta el 15 de abril de 1985 en la capital federal.

En una crónica destacaron que con el lema “El escritor y la libertad de expresión” habían organizado el Primer Encuentro Internacional de Escritores y el “enviado especial” de El Litoral, anotó que asistieron “ochenta y dos escritores invitados -siete europeos, dieciocho americanos y cincuenta y siete argentinos (residentes en Buenos Aires y en provincias), en presencia del público que colmaba la capacidad del recinto”.  En la sala “Leopoldo Lugones” el escritor Ernesto Sábato pronunció el discurso de apertura; a la derecha estaba el secretario de Cultura de la Municipalidad de Buenos Aires Mario -Pacho- O’ Donnell -en la década siguiente senador nacional-, a la izquierda el secretario de Cultura de la Nación, el dramaturgo Carlos Gorostiza.  [174]

Terminado el discurso, los asistentes se pusieron de pie para aplaudir una vez más a don Ernesto Sábato, quien en ese tiempo tuvo la responsabilidad de presidir la CONADEP (Comisión Nacional Investigadora de la Desaparición de Personas).

 

En un lugar próximo a esa sala, Gastón y Víttori respondieron a las preguntas del periodista santafesino.

Gori nombró a los escritores que expresaron sus conclusiones acerca del tema “El escritor y la sociedad”:  el uruguayo Mario Benedetti; los cubanos Roberto Fernández Retamar y Norberto Fuentes; Elsa Joubert, sudafricana; Ana María Matute, española; los argentinos José María Castiñeira de Dios -nacido en Tierra del Fuego-, Antonio Di Benedeto, Luis Franco, Marta Lynch, Juan José Manauta, Víctor Massuh,  Antonio Salas; Julia Prilutzky Farny, ucraniana por nacimiento…

Ecos del Primer Encuentro Internacional de Escritores

En el suplemento semanal La comarca y el mundo -dirigida por el entusiasta periodista e historiador José Rafael López Rosas-, difundieron algunas impresiones bajo el título: “Dos santafesinos en el Primer Encuentro Internacional de Escritores”.

Ángulo superior derecho, fotografía del perseverante José Luis Víttori hojeando su libro “El escritor: medio y lenguaje” editado siete años antes y como fondo la colección Historia de la Literatura Argentina” de Ricardo Rojas.

 

Víttori integró la mesa sobre “Literatura y medios masivos de comunicación”, con representantes de Colombia, Bulgaria, Italia, Alemania Oriental, Estados Unidos, Cuba, y argentinos, con la coordinación de Félix Luna.

En aquella página, desde el ángulo opuesto, la fotografía del noble Gastón Gori dona su mirada y una sonrisa.  Vestido él también como es tradicional, aparece una vez más adelante de una enredadera, la matizada hiedra que conmueve con diferentes símbolismos.

 

Desde otros planos, las declaraciones de Víttori son la síntesis de su vocación literaria: “Para mí la lectura silenciosa es un acto privado que religa dos imaginaciones -la del escritor y la del lector- a través de un texto impreso en forma de libro.”  /…/

“Me inclino a considerar el libro un medio de difusión social, más personalizado, tal vez, que el periódico.”

“En la lectura de un libro suele darse una ‘afinidad electiva’ -una preferencia, una identificación-.  Por otra parte, detrás de cada medio de difusión social se agazapa un medio de comunicación interpersonal: las cartas de lectores o las polémicas en un diario.” /…/

“…le digo a los jóvenes escritores: no desalentarse, no desertar de la novela, del cuento, del drama, del ensayo, pero tampoco quedarse quieto; experimentar transponiendo la literatura de un lenguaje a otro, pasar a un medio acústico o a un medio audiovisual y ver qué ocurre, en el tránsito, en la ‘otra versión’, con nuestra metáfora y con nuestra escritura.”

José Luis Víttori es coherente en su vasto recorrido y en sus concepciones literarias se funden las impresiones de sus experiencias periodísticas

Aprende, aprehende, deduce, sugiere, intuye e instruye, educa: es un maestro, es un educador a distancia.

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1986 – Década del Fondo Editorial de la Provincia…

Por iniciativa del escritor y periodista José Luis Víttori que elaboró el anteproyecto de ley entregándolo al subsecretario de Cultura Dr. Juan Scaliter en los primeros días de marzo de 1976, meses después el gobierno de facto creó el Fondo Editorial de la Provincia de Santa Fe.   No ha sido por casualidad que desde el diario “El Litoral”, hayan comentado sucesivas publicaciones o criticado por la demora en editar las obras seleccionadas por Jurados integrados con representantes del gobierno, de la ASDE (Asociación Santafesina de Escritores) y SADE (Sociedad Argentina de Escritores) de Rosario.

Los tres volúmenes seleccionados durante el primer año recién fueron editados al año siguiente; los del segundo y tercero: dos años después, quedando un ensayo pendiente “La libertad, la existencia y el ser” del autor Miguel Virasoro, seleccionado en 1978 y editado en 1982. Dos de los seleccionados en 1979 también demoraron dos años y recién cinco años después, en 1984 se editó el volumen 9 – “José Cibils” (l52 pág.), con prólogo de Jorge Alberto Hernández (26 pág.) y cronología elaborada por la historiadora Catalina Pistone (10 páginas), tal como consta en la documentación recopilada en 1986, décimo aniversario del citado Fondo. No logró el subsecretario de Cultura Dr. Fernán Serralunga (en 1981), que se editaran los tres títulos seleccionados en 1980 porque había que seguir el orden correlativo publicando en la secuencia en que fueron seleccionados. Ese año se seleccionaron obras por última vez, cuatro títulos correspondientes a los volúmenes 13. “De la discordia y la melancolía” crónica santafesina -excedido en cantidad de páginas- por José Rafael López Rosas; Nº 14: “Puerto Gaboto” por Antonio Soler; 15. “Ensayo sobre la historia de Santa Fe” por Juan Álvarez; 16. Estudios sobre la lengua de Santa Fe” por Mirande, Donni y otras. Al asumir el gobierno electo en diciembre de 1983, habían transcurrido dos años sin convocatorias a concursos en ninguno de los tres géneros; estaban pendientes de edición siete libros –dos con exceso de páginas respecto de lo dispuesto por la ley de creación del Fondo -tales el ejemplar 12. “Tradiciones y recuerdos históricos” de Ramón J. Lassaga (537 páginas) y el citado de López Rosas con 329 páginas. El Subsecretario Dr. Jorge Alberto Guillén en menos dos años concretó la edición de tres títulos; el subsecretario Néstor Norberto Zapata presentó en el acto conmemorativo del décimo aniversario del Fondo Editorial -en el Museo Rosa Galisteo de Rodríguez, el lunes 10 de noviembre de 1986-, el volumen 13 con un conjunto de trabajos de López Rosas, que ya se habían empezado a publicar periódicamente en La Comarca y el Mundo.  En ese acto hubo un homenaje al escritor José Luis Víttori, autor del anteproyecto de creación del citado Fondo Editorial, presentado al subsecretario de Cultura Dr. Juan Scaliter, el 3 de marzo de 1976; que con varias modificaciones constituyó el proyecto de ley definitivo. Tales los datos que se corresponden con documentación, fotografías y crónicas publicadas oportunamente desde el diario El Litoral.

 

El destacado periodista y escritor José Rafael López Rosas, al final del autodenominado Proceso de Reorganización Nacional fue subsecretario de Cultura. Colaborador durante décadas en el diario El Litoral, dirigió y coordinó las ediciones del suplemento semanal La Comarca y el Mundo.

El sábado 12 de julio de 1986 -dos meses después de terminada la impresión de su libro De la discordia y la melancolía en la Imprenta Provincial-, refiriéndose a ese organismo López Rosas destacó:

“…entre sus valiosas impresiones señalamos la colección del Fondo Editorial de la Provincia de Santa Fe, donde se publican los libros que han sido premiados en los concursos convocados por la Subsecretaría de Cultura, entre ellos “Cuentistas provinciales” (1977) y sigue la enumeración incluyendo un libro sin editar hasta entonces, “Tradiciones y recuerdos históricos de Ramón Lassaga“.  [175]

 

Desde la séptima página de La comarca…, en la edición del sábado 22 de noviembre de 1986, con el título Reviviendo el pasado, el periodista “P.D.” refiriéndose al volumen 13 “De la discordia y la melancolía” -conjunto de crónicas que también fueron publicadas en suplementos semanales del diario “El Litoral”, que había sido seleccionado cinco años antes-, expresó:

“…que fuera distinguido en 1978 con el primer Premio Ensayo Histórico, otorgado por la Subsecretaría de Cultura de la Provincia de Santa Fe, a través de un jurado de selección compuesto por el Dr. Federico G- Cervera (por el Fondo Editorial de la Provincia), el Dr. Julio A. Caminos (por la Asociación Santafesina de Escritores) y el Sr. Andrés Ivern (por la Sociedad Argentina de Escritores, filial Rosario)”.

En el volumen 13, ese dato “1978” no está impreso y sabido es que ese Jurado intervino en 1981, como consta en actas archivadas en la Subsecretaría de Cultura, siendo ministro de Educación y Cultura el Dr. Eduardo Emilio Sutter Schneider; subsecretario el Dr. Fernán Serralunga, Director Provincial de Cultura el Prof. José María Junges.  [176]

¡Anécdotas!… Sólo efímeras anécdotas, casi en el deslinde.

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Julio 1991: Gastón Gori – Comisión Protectora de Bibliotecas

El miércoles 17 de julio de 1991, desde las páginas del diario “El Litoral” -con título a dos columnas y fotografía-, informaron:

“Preside Gori una comisión protectora de bibliotecas”.

 

En el Centro Cultural Provincial el Lic. Julio De Zan -subsecretario de Cultura de la provincia- informó que se había creado esa Comisión “por una ley que establece todo un sistema de apoyo y asistencia a las bibliotecas populares y que recibió el apoyo unánime de todas las bancadas de la Legislatura.  Lo cual es muy importante ya que significa el reconocimiento por parte de nuestros legisladores hacia la obra de las bibliotecas populares.  Este tipo de entidades -definió- significan para la sociedad moderna un modelo de organización intermedia, autónoma que se mantiene y autogestiona con el esfuerzo de sus propios miembros y que no tienen fines privados no de lucro sino que miran al bien de la cultura de un barrio, de una ciudad, de un pueblo”.  Aclaró: “hablamos de apoyo y de asistencia pero no de incorporación del sistema de bibliotecas populares al Estado. Todo lo contrario.  Entendemos que tienen que seguir siendo entidades autónomas que si van a tener futuro será siguiendo el mismo modelo con que han venido trabajando hasta ahora, es decir de las organizaciones libres de la comunidad.”  [177]

Entre los asistentes, la crónica menciona al director general de Museos y Bibliotecas Populares, el rosarino Miguel A. Jubany y con la presencia del concejal José Ángel, fueron presentados los miembros de la Comisión Provincial Protectora de Bibliotecas Populares:  Presidente Gastón Gori; secretaria Susana Squeff; vocales Adolfo Di Cesare, Susana Vigna, Clides C. Gajate, por la subsecretaría de Cultura Miguel Jubany y María del Carmen Depetris.

Quienes conocemos la trayectoria de Gastón Gori, observamos ese acto como un reconocimiento más a su generoso y prolongado apoyo a distintas bibliotecas populares, en diferentes localidades de la provincia, porque en cualquier circunstancia ha sido -y sigue siendo- un difusor la obra sarmientina y sabido es que esas bibliotecas se crearon mediante la ley Nº 419 del 23 de septiembre de 1870, cuando el polémico sanjuanino era presidente de los argentinos (1868-1874).  [178]

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1995: Campaña electoral – “Creo en Santa Fe”..

Tras la lectura de El Litoral y de distintos medios, incluyendo registros taquigráficos tras escuchar declaraciones por televisión, fue posible elaborar estos apuntes acerca de Política / Hombres y Hechos en la historia de los argentinos:

 

Ante el anuncio de los candidatos a gobernador y vice: Rolando Echeverría-Julio Gutiérrez, por el sublema Creo en Santa Fe que conduce Carlos Reutemann, surgieron críticas y el Dip. Gutiérrez optó por renunciar a esa candidatura y pasó a ser el candidato a Senador por el Departamento La Capital.

Obeid: diálogo con Cavallo…

Jorge Obeid, acostumbrado a la militancia política es consciente de que no hay que dejar pasar el tiempo y en consecuencia, el lunes 10 de julio de 1995 viajó a la capital federal para dialogar con el ministro de Economía Domingo Cavallo sobre las perspectivas financieras y crediticias con el propósito de avanzar en los programas de Pymes destinados a la promoción de “Pequeña y Mediana Empresa”.

Antecedentes de Rolando Echeverría

Comenzó su actividad política en el sur de la provincia de Santa Fe con motivo de las elecciones del 24 de febrero de 1946.  Se desempeñó en la Municipalidad de Roldán en 1952.  En 1955 retornó a la actividad privada como metalúrgico.  En 1973 retornó a la citada Municipalidad hasta que se produjo el Proceso del 24 de marzo de 1976.  Siguió militando en el justicialismo y en 1983 fue electo Intendente de Roldán.

Al ser entrevistado por periodistas, Echevarría recordó que en las elecciones del 8 de septiembre de 1991, “…acompañaba al doctor Domínguez, pero no soñaba con su renuncia”.

Se refería al Dr. Lorenzo Sebastián Domínguez -hasta entonces Intendente de San Lorenzo, electo senador en aquella oportunidad-, quien como suele suceder, fue convocado por el gobernador Reutemann para integrar su gabinete como titular del Ministerio de Salud y así fue como Echevarría ingresó al senado provincial por ser el primer suplente, luego fue electo presidente provisional de la Cámara.

En otro momento, Echeverría se refirió a su trayectoria política: “…asegura ser un dirigente de las líneas intermedias del justicialismo, surgido para intentar que la gente recupere la fe en su partido y en las instituciones.  No lo tomo con despecho –dice- ya que si el peronismo tiene a un hombre como Reutemann, es decir a un hombre que no es peronista, es ‘culpa’ de muchos dirigentes de primera línea del partido, que convirtieron al PJ en un quiosco donde todo se compra y se vende.  Creemos firmemente que el peronismo de Santa Fe está un poco anarquizado, pero que nuestra tarea en la Legislatura, tanto en la Cámara de Senadores como en la de Diputados, ha de ser eminentemente política para dar respaldo al gobierno de Reutemann y sacar adelante a este peronismo que no considero nuevo pero sí ordenado, más transparente y más sincero”.  [179]

“Unidos para crecer” junto a Carignano…

El embajador Raúl Carignano encabezó el sublema “Unidos para crecer” con los candidatos Lic. Carlos Ensinck para la Intendencia de Santa Fe y el Dr. Luciano Leiva -funcionario de la Cámara de Senadores- para Senador por el Departamento La Capital.

En una solicitada declararon que “Santa Fe necesita honestidad política.  Usandizaga, Natale y los partidarios de Chacho Álvarez están en la ‘repartija’ de cargos.  Ellos mismos reconocen que es una alianza electoralista, a pesar de sus notorias diferencias.  Esto nace del acuerdo entre Alfonsín y Bordón, para usar a la provincia de Santa Fe como ‘experimento’ opositor al Gobierno Nacional y sin verdaderas propuestas alternativas.”  [180]

(¡Todo es historia de la Historia de la humanidad!… que se genera en determinadas circunstancias y mediante actos que parcialmente suelen ser comentados en crónicas periodísticas…)

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29-03-1996: adiós a Oscar Fessler…

Alberto Marcipar escribió una nota titulada “Adiós al amigo, adiós al maestro”, refiriéndose al poeta y director de Teatro Oscar Fessler y fue publicada en el diario “El Litoral”, el sábado 30 de marzo de 1996.

Tras esa lectura tres meses después de comenzada la etapa de “jubilación”, sin imaginar en aquel tiempo que podría concretar este proyecto de aproximación al periodismo desde el siglo diecinueve, tampoco que soportaría sucesivas ausencias definitivas…, elaboré esta síntesis:

 

OSCAR FESSLER:  Nació en París. Poeta y  director de teatro.  Entusiasmado por la intensa actividad teatral que se proyectaba en la Argentina, llegó a Buenos Aires  a fines de la década de 1950 y estuvo vinculado a jóvenes directores de distintas provincias.  En Santa Fe, el intendente Ramón Lofeudo había designado a José María Paolantonio en la Secretaría de Cultura de la Municipalidad y por su intermedio, en 1958  Fessler aceptó dictar un curso en la recién fundada Escuela Municipal de Teatro que funcionaba en la reconocida Casa del Lago, construcción de líneas coloniales sobre el Parque del Sur que albergó a distintas escuelas.  En ese tiempo Carlos Thiel dirigía Teatro de Arte; Jorge Reynoso Aldao continuaba con sus experiencias como crítico de teatro en El Litoral.  En febrero de 1996 llegó a Buenos Aires y falleció al mes siguiente. Sensible a los dramas humanos, revisaba con frecuencia las consecuencias de las guerras y el trascendente significado del Holocausto generado por los nazis.  Filmó un documental sobre las experiencias vitales de los huérfanos de padres asesinados durante la segunda guerra mundial.   [181]

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Agosto de 1996: diálogo con Gastón Gori acerca de “Adverbio”…

El sábado 31 de agosto de 1996, en el diario El Litoral con el título “Oficio y compromiso del escritor”, el periodista Rogelio Alaniz difundió algunas evocaciones del distinguido escritor Gastón Gori -seudónimo del doctor Pedro Raúl Marangoni-, miembro Correspondiente de la Academia Argentina de Letras desde 1983.

Comentó Alaniz que en el lugar donde lo recibió Gastón, observó “los libros, las hojas desparramadas en la mesa.”

En el párrafo siguiente relató:

“Gastón se entusiasma con los recuerdos.  Sus palabras recuerdan un tiempo de escritores, asambleas, manifiestos nocturnos, pasión por la palabra.

Como en un friso imaginario, el sonido de su voz dibuja las líneas de una ciudad dominada por los tonos de una vida comprometida con la literatura y el destino frágil pero maravilloso de los hombres.”

 

El entrevistador preguntó acerca de “los grupos literarios” y en particular de “Adverbio”.  La respuesta de Gastón, amigo de José Luis Víttori y quien influyó para la incorporación de Víttori como miembro Correspondiente en la Academia Argentina de Letras, fue contundente:

“Nunca me convenció del todo.  Lo que más me gusta de esa época son los textos de José Luis Víttori, y muy en particular, sus cuentos.

El problema de José Luis es que le faltó la gran editorial en Buenos Aires.”  [182]

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Primavera de 1997: “El Litoral” en la escuela…

Desde las páginas centrales del suplemento semanal La Región, del diario “El Litoral” de Santa Fe dela Vera Cruz, el sábado 18 de octubre de 1997 informaron acerca de interesantes experiencias realizadas en la Escuela Nº 6312 “Juan XXIII” – Jornada Completa de Colonia San Joaquín (Departamento Garay).

Describían algunas actividades desarrolladas en el proyecto “Leer para crecer” que continuaron durante dos años, en el contexto del programa “Estímulo a las Iniciativas Institucionales promovido por el Ministerio de Educación de la Nación a través del Plan Social Educativo”.  En aquellas circunstancias, habían expresado el propósito de lograr que “para esa fecha esté habilitada una biblioteca pública para ser utilizada por la comunidad de la colonia”.

Mediante la co-operación con el Diario “El Litoral” de la capital santafesina, “…la escuela recibió diariamente 10 ejemplares que entregó a otras tantas familias durante una semana, de manera que en las cuatro semanas del mes los 40 grupos familiares radicados en la jurisdicción del establecimiento, tuvieron oportunidad de recibir el vespertino”.

Evaluada esa experiencia, la directora a Silvia de Engler dijo que “ésta fue la actividad que más satisfacción nos produjo ya sea por los resultados obtenidos como por las expectativas que generó nuestra iniciativa, a tal punto que las familias consideraron escaso el tiempo de una semana y nos han solicitado que la experiencia se repita”.

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26-07-1998: “Entre palabras y rotativas”…

Tras sucesivas lecturas de diversas ediciones del diario El Litoral de Santa Fe de la Vera Cruz, sentí el impulso de escribir “Entre palabras y rotativas”, páginas voladoras que entregué después de algunos diálogos.  Aquí, el texto completo:

 

Una aproximación al Diario El Litoral de Santa Fe -fundado el 7 de agosto de 1918-, permite reconocer los antecedentes de artistas santafesinos, acceder a publicaciones de escritores argentinos y valorar crónicas referidas a hombres, hechos y homenajes.  Es inevitable recurrir una vez más a la perspicacia de don Luis Gudiño Krämer –en un tiempo, jefe de esa redacción…- y transcribir parte de su relato acerca del encuentro con un “magistrado y profesor universitario” en las vísperas de su viaje a Europa.  Le había recomendado la lectura de “Crítica y Pico” y “Orientación”, dos publicaciones de Amaro Villanueva aún cuando estaba convencido de que “esta gente no lee nada, nunca se enteran de nada, pero ellos son los que van a hablar al extranjero sobre nuestra cultura…  Son en realidad un subconjunto del insólito conjunto integrado por los autocalificados intelectuales, sólo porque se dedican al cultivo de las artes, preferentemente de las letras.”

Esas aseveraciones motivan una breve reflexión sobre lo intelectual, que abarca todo lo relativo o perteneciente al entendimiento, incluyendo lo espiritual.  Es posible intuirlo como una potencia para conocer, una facultad para reconocer y una particularidad del espíritu humano al seleccionar los valores éticos y estéticos.  El resultado de ese análisis no puede ser tan lineal como se supone en un primer momento porque siendo el hombre un ser social, es imprescindible contemplar su egocentrismo y examinar su solidaridad.  En una carta del hombre del litoral destinada a un escritor, insistió en que

“…ese ruido estrepitoso que suele rodear al libro, se desvanece pronto, como el recuerdo de los premios oficiales.  El juicio valedero se va madurando lentamente en el seno del tiempo, en la conciencia de las gentes, y casi siempre coincide en la estimación de obras que en su oportunidad fueron consideradas con frialdad, sin mayor entusiasmo.  Se escribe para el porvenir, más que para los contemporáneos.”  [183]

 

Gudiño Krämer conocía el espacio donde vivía y reconocía la idiosincracia de sus pobladores.  Alguna vez, recordó que un periodista al entrar en el Club expresó con ironía: “soy un buen oligarca”.  El sagaz escritor interpretó la intención.  Él “no concurría a ese club, sino cuando como ahora, se pronunciaba alguna conferencia o se exponían grabados o pinturas, en el salón de actos del primer piso” porque “como en otros centros sociales, así disimulaba éste su verdadera actividad -la del juego al ajedrez, o en los billares, o manejando los naipes-… y justificaba los subsidios oficiales.  Allí, Marinello fue recordado con una cita: ‘Debe hacerse poesía, no de nuevas palabras, sino de nuevas esencias’…”

Es interesante parafrasear: Debe hacerse literatura, no con nuevas palabras, sino con nuevas esencias… y recordar que en otra oportunidad, don Luis agradeció una invitación y dejó otro testimonio insoslayable:

“Lamento mucho no poder concurrir a la comida con que sus amigos celebran la aparición de su último libro.

Lo lamento porque, venciendo una serie de molestias físicas y espirituales, creo que todos nosotros debemos tratar de superar, de una buena vez, las pequeñas divergencias y animosidades que mantienen prácticamente divididos a los hombres que deberían coincidir, por lo menos, en la simpatía común por las labores intelectuales a que se dedican con mayor o menor fortuna.  Lamentablemente vemos que en esta ciudad, junto con la mayor difusión de libros, se ha entablado una especie de competencia comercial, no sólo entre las empresas editoras, sino también entre las personas que pueden aspirar a premios o recompensas.  Así dejan las letras de ser motivo de polémica de ideas, escuelas o principios literarios, históricos o políticos, para convertirse en desdichada puja de intereses individuales.  Personalmente trato, siempre, de aislar razonablemente lo que corresponde a esa zona individual del egoísmo, aunque me reconozca hombre de pasiones políticas, filosóficas y sociales, y ellas tengan honda influencia en mi manera de entender el ejercicio literario, al que atribuyo mucha importancia, pues no puedo tomar con ligereza, como un simple juego personal, un oficio de tanta influencia sobre las inteligencias y la cultura como es el del escritor.  Entiendo así, con seriedad, también la función del que tiene oportunidad de publicar comentarios bibliográficos en los diarios; he tratado de ser fiel, no diría a un juicio crítico constructivo, sino a mi propio juicio, formado con aquellos elementos que constituyen mi cultura y justifican mi posición ideológica, mi gusto personal.”  [184]

 

En distintas circunstancias, al escribir o al hablar, se expresan algunas advertencias.  Pedro Chalita -fallecido recientemente en el exterior-, en sus cuentos que no son cuento, destacó: “Cualquier semejanza con hechos o personas reales, no es mera coincidencia”.  El abogado Alfredo A. G. Nogueras, logró difundir en el litoral un comentario con su punto de vista actual, acerca de las insoslayables relaciones entre constitución-democracia-legalidad.  En el párrafo final consta:  “Cualquier parecido con acontecimientos y personajes de la actualidad es mera coincidencia.”   [185]

Es tan evidente la oposición y tan innegable la capacidad del lector para elaborar sus conclusiones, que son innecesarias más palabras…

El silencio -del mismo modo-, incide en las pertinentes deducciones y es eficaz en breves pausas, porque permite elaborar críticas -y autocríticas- imprescindibles en el vasto y heterogéneo espacio de las comunicaciones.

Santa Fe, 26 de julio de 1998.  Hora: 19:15

Autorizada la reproducción por cualquier medio.

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27-02-1999:  Hugo de Arriba, pianista…

Tras la lectura de lo escrito por el periodista Manuel Mudry, publicado el 27 de febrero de 1999 en el suplemento La Región del diario vespertino “El Litoral” acerca de Hugo de Arriba, de 51 años, elaboré una síntesis a los fines de incluirla en la recopilación referida a Nuestra Identidad.  Aquí, reitero lo escrito en aquel tiempo:

Hugo de Arriba, “jamás pisó un conservatorio, nunca tuvo profesor pero eso no le impidió… convertirse en un verdadero maestro de ésos que le ponen música a la vida.  Amante del piano de cola y el acordeón, desde los seis años sube al escenario a regalar al público sus melodías.”

“Cuando tenía cuatro años, su abuelo lo acercó a un acordeón y a los seis los músicos Chachón Acosta y Aníbal Aguiar lo llevaron a un baile a tocar en su orquesta.”

Recordó que cuando tenía diecisiete años, tuvo “el placer de tocar en la orquesta de Armando Pontier, después con Varela Varelita y un corto tiempo con Omar el Antillano.

A los 21 años me fui de gira con un circo, donde aprendí muchas cosas que a uno lo hacen un poco vago por el solo hecho de ir de un lugar a otro…

Hice una carrera como oficinista pero finalmente retomé el trabajo que había dejado y creo que nunca más abandonaré estos de ser músico.

Estoy muy bien.  Tocando en muchos lugares de Santa Fe, y en donde me convoquen: confiterías, Club del Orden, Centro Italiano, Hipercar y hasta para algunas visitas importantes como ocurrió recientemente con una delegación extranjera.”

“El instrumento termina haciendo lo que uno quiere.  Lo que figura en el pentagrama es lo que alguna vez se le ocurrió escribir a alguien y refleja una vivencia, como lo haría un pintor o un poeta.  Después, cada uno tiene una interpretación particular que se transmite sin perder la esencia que inspiró al autor”.

Hugo de Arriba comentó que en Vera no tiene “campo de acción” para su vocación y expresa: “…es donde tengo mis afectos, mi familia.  Lamento que deba emigrar aunque eso también es cumplir con aquello de que ‘nadie es profeta en su tierra’.  Cada vez que me presento, la gente me pregunta de dónde soy y me causa un inmenso placer decir que soy verense…  Considera a su esposa Mary, a sus hijos Marisol y Gustavo los cimientos que, después de su madre, le permitieron construir una vida llena de música.  Ellos aprendieron a compartir su amor por los teclados.

Interrogado acerca de qué opina de la electrónica en la música, respondió:

“Es un sistema que le agregó cosas pero le restó el alma, que es lo principal. Nunca se logrará reemplazar al piano de cola con un sonido electrónico.  Además, no es lo mismo tocar con todos los músicos que tenerlos en una computadora.”

En ese tiempo, estaba en el proyecto de componer sus propias canciones…

“…darme el gusto de grabar un disco compacto para dejar algo.  Después quiero irme a tocar a Miami, no para ganar plata sino por puro placer.”

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 “El Orden” (1934-1954)

El matutino diario El Orden fue fundado en 1927. Dirigido por Alfredo Estrada y orientado por su jefe de Redacción Don Juan Sánchez.

Desde la primera edición fue aceptado por la comunidad santafesina.

Destacadas personas integraban el cuerpo de redactores y entre ellos, son recordados Francisco Magín Ferrer, Tomás Calle, Armando Molina, Antonio Leonhardt, más conocido por su seudónimo Teófilo Madrejón

En sucesivos años, colaboraron Carlos E. Carranza, Luis Di Filippo, Agustín Zapata Gollán, Antonio Juliá Tolrá, Raúl Beney, Rafael Bielsa, Juan de La Calle, Oscar Andino, J. Iván Polledo, José Eliseo Aguilar” -reconocido como Pepe Aguilar-, “Juan Mari Más, Melitón Gaitán, De la Silva, Salomonoff …

 

Sabido es que en el Museo de la Ciudad dependiente de la Municipalidad de la Ciudad de Santa Fe (capital de la provincia, República Argentina), conservan ejemplares del diario “El Orden” (1934-1954) y que hay algunos en el Archivo General de la Provincia, pertinentes al lapso (1927-1955).  Con la participación de la Asociación de Amigos del citado Archivo, anunciaron en el año 2004 que está prevista la microfilmación para facilitar la consulta de estudiantes e investigadores.

 

 

Tercera Parte

Al periodista y fotógrafo, doctor

Gustavo José Víttori Sambarino.

Siglo XXI

Enzo Nilo Víttori, periodista y empresario.

 

 

Falleció el domingo 11 de noviembre de 2001 “tras una larga dolencia Enzo Nilo Víttori, quien fue director de este diario por largo tiempo…

Nacido en Santa Fe, cursó estudios primarios en la vieja Escuela Francesa y egresó con el título de bachiller del Colegio dela Inmaculada Concepción, en el que fue alumno destacado y al que se mantuvo unido afectivamente a lo largo del tiempo y a través de distintas iniciativas. Ingresó a El Litoral siendo muy joven y  trabajó en el durante medio siglo.  Había iniciado la carrera de Medicina y de Derecho en las respectivas facultades de la UNL, las  que  debió  abandonar  para  representar  a su padre D. Pedro Víttori, en la sociedad periodística del diario.  En tal carácter desempeñó diversas tareas para más tarde acceder a la dirección como subdirector primero, y luego como director, miembro del Consejo de Dirección.

Junto a su amigo y consocio D. Riobó Caputto encararon el nuevo edificio de calle San Martín además de la renovación de sus linotipos y rotativas de doble producción, hasta llegar a la adquisición del nuevo edificio donde funciona actualmente.  También afrontaron ambos con firmeza difíciles circunstancias por la que atravesó el periodismo.

Estricto, implacable para exigir el buen uso idiomático y la exactitud en la información, supervisaba y corregía personalmente los textos aun hasta el armado de las páginas, sin dubitaciones, en una tarea cotidiana que no conoció pausas.

Fue huésped distinguido de S. M. británica en 1945 (apenas terminada la Segunda Guerra Mundial) y en 1950.  Realizó distintos viajes por países americanos en tareas afines con sus funciones e integró el Consejo Directivo de la Asociación de Empresas Periodísticas Argentinas (Adepa) formando parte de su Junta Directiva.

Paralelamente participó de distintas entidades de bien común a las que brindó generoso apoyo.  Fue presidente del Santa Fe Lawn Tennis Club (del que fue socio honorario) y del Club del Orden, socio vitalicio de los clubes Unión y Colón, de la Sociedad Rural, Automóvil Club Argentino, ex síndico de la Bolsa de Comercio y caballero de la Orden del Poncho.  Propició en su momento la instalación en nuestro medio de empresas que favorecieron la economía santafesina.

Durante años ocupó cargos directivos en la Asociación de Ex Alumnos del tradicional colegio de los Padres Jesuitas.  Juntamente con cuatro amigos ex alumnos instauró la Fundación Juan Castillejo S. J. -en memoria de quien fuera ilustre prefecto y dos veces rector del centenario colegio- entidad que colaboró en forma directa con obras en el santuario de los Milagros y en el colegio, y que mereció el reconocimiento del Cardenal Cushing, primado de Nueva York.

Durante su paso por el instituto jesuita, en 1933, fue distinguido junto con un pequeño grupo de estudiantes para figurar en un vitral (‘Adoración del Niño’) ubicado en el ala derecha del templo, sobre el sector del Patio de los Naranjos.

Impulsor de iniciativas culturales, organizó conferencias como muestras plásticas y merced a esa acción estuvieron en Santa Fe escritores y artistas renombrados en el quehacer cultural nacional, muchos de los cuales mantuvieron con él una relación de amistad que se prolongó en el tiempo.

Compartió con entidades ciudadanas sus inquietudes por el adelanto de la ciudad, y fue efectivo propulsor de muchas de ellas, tales como la prolongación de la nueva avenida Costanera (Alte. Brown) y de la peatonal San Martín, esta última con el apoyo de prestigiosas entidades privadas e intermedias.  En 1958, con un grupo de periodistas y gente allegada al automovilismo deportivo propicio una competencia del rubro, con handicap, de la que participaron los máximos exponentes del país.  La concurrencia fue extraordinaria y la recaudación permitió adquirir la sede de Alpi.

En el campo empresario, tuvo participación activa en la creación de diversas plantas fabriles, entre ellas Tool Research Argentina SA con sede en Sauce Viejo y planta en Rosario, firma de la que fue uno de los primeros directores y reelegido en distintos períodos.”

(Diario “El Litoral” . Domingo 11 de noviembre de 2001 – Primera Sección / Página 3.)

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Inundación 2003…

26 de abril de 2003: “Cuando el río suena, agua lleva…”

Es oportuno reiterar párrafos del libro Turbulencia salobre que necesité escribir durante la creciente y el desborde del río Salado teniendo en cuenta vivencias y diversas lecturas, incluso crónicas del diario El Litoral de Santa Fe de la Vera Cruz:

 

En la última semana de abril, la población santafesina es informada por distintos medios acerca de la creciente del río Salado.  El agua acosa a los habitantes de localidades del norte y también hacia el noroeste de la capital provincial, los vecinos han sido sorprendidos por el avance del torrente salobre.

En distintos continentes, se rememoran hechos y nombres relacionados con dramáticos acontecimientos: unos como consecuencia de fenómenos naturales, otros causados por una injustificada inercia o por acciones políticas desmesuradas.

 

Inundaciones: califican la situación de catastrófica.

Sa. 26-04-2003.  Tal es el título que desde la primera página del Diario “El Litoral” de Santa Fe de la Vera Cruz es también un llamado de atención.

Los evacuados y autoevacuados suman miles. El gobernador sobrevoló la zona afectada. Pronostican mal tiempo para los próximos días.   El gobernador Carlos Alberto Reutemann, a bordo de su helicóptero particular, sobrevoló esta mañana los departamentos San Cristóbal, San Justo, San Javier, Vera y Las Colonias, para evaluar la situación de las zonas más afectadas por el temporal de lluvias en el centro-norte de la provincia. Al momento, según datos aportados por Defensa Civil suman más de 1500 las personas evacuadas en la provincia y el total de las autoevacuadas triplicaría esa cifra. Carlos Filomena, el titular de esa Dirección Provincial, calificó de “gravísima” a la emergencia.  En tanto, el primer mandatario provincial admitió que la situación es “catastrófica” en algunas localidades y aseguró que la provincia realizó obras públicas contra inundaciones, pero no para la magnitud de las lluvias que hoy azotan el centro y norte santafesino. El gobierno provincial continúa realizando todos los esfuerzos necesarios para asistir a la población afectada por los anegamientos causados por un fenómeno meteorológico calificado como inédito y fuera de lo común por los habitantes de muchas zonas damnificadas como la localidad de Elisa, donde cayeron más de 300 milímetros y el agua ingresó a todas las viviendas, aunque en algunos lugares las precipitaciones fueron mayores y llegaron a sobrepasar los 400 mm. Para asistir la urgencia, se hallan trabajando en la región las áreas de Municipalidades y Comunas, Vialidad, Promoción Comunitaria, Obras Hidráulicas, Salud y Defensa Civil. El Comité de Emergencia, que se reunió anoche para evaluar la crítica situación, tiene como prioridad asistir la parte social, suministrando alimentos, ropas y cobertura de salud a los pobladores evacuados. A tales efectos, la provincia alquiló un helicóptero que opera con base en la ciudad de San Cristóbal, para atender los casos de salud de personas que han quedado aisladas por las inundaciones.

En nuestra ciudadEn Santa Fe, la situación es complicada la situación en varios barrios, que permanecen anegadas por las aguas. Las lluvias de esta madrugada provocaron que los vecinos de unas 25 viviendas precarias, en un sector de Guadalupe Oeste, debieran ser asistidas de urgencia por el Cobem y personal del Ministerio de Salud de la Zona V, aunque no fueron evacuados. Casi 200 personas permanecen alojadas desde hace unos días en un centro comunitario y en las vecinales de Nueva Pompeya y Altos de Nogueras, en el norte de la ciudad. Según un relevamiento efectuado en las últimas horas, el estado de salud de los evacuados es en general bueno, aunque se constataron algunos cuadros respiratorios leves entre los más niños.” (sic)  [186]

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Dos días después, seguí leyendo, mirando las imágenes proyectadas por televisión, escuchando comentarios desde radioemisoras, dialogando… y escribí:

Semana trágica…

Sábado 26 de abril de 2003: siguen bajando las turbias aguas del río Salado, día a día más contaminadas porque siguen arrastrando incontables objetos y animales…

En El Litoral destacan que creció “de los 5.01 metros que registraba el viernes, a 5,34 metros, lo que indica un incremento de 33 centímetros, según informó el Instituto de Limnología” y que “en el centro del cauce se registra una velocidad de dos metros por segundo”. Se ha observado que “ya se han producido derrumbes en las riberas -por ejemplo, en la costanera de Santo Tomé- y los especialistas anticipan que, cuando se retire la masa líquida, es posible que se desplomen las barrancas.”

Algunos datos permitirán transcribir otra historia de la Historia, que comenzó a la tarde del sábado 26, cuando algunos habitantes de Cabal necesitaron empezar a defenderse del avance del Salado[187]

Al día siguiente, los periodistas estaban ocupadísimos, porque era día de elecciones.   A la noche, por distintos medios se aludía a los indicios de acuerdo a las encuestas en boca de urna, a determinadas posibilidades de triunfo… Era otra, la turbulencia salobre que acosaba a distantes protagonistas.  En la inquietante Santa Fe de la Vera Cruz, se consideraban diferentes perspectivas.

A la tarde -desde internet-, el diario santafesino informaba en la primera página virtual, lo que la mujer pudo releer después en la edición tradicional.

Do. 27: “Hay más evacuados en la ciudad.”  “El Salado amenaza el oeste y familias de Cabal debieron abandonar sus casas. Se instalaron puestos sanitarios en barrios del norte. Varias familias de barrio Cabal se autoevacuaron y otras iban a ser trasladadas desde las primeras horas de esta tarde, debido a la crecida del río Salado, que complica el panorama en el oeste de esta ciudad. Avenidas que permanecen anegadas en algunos tramos, barrios muy comprometidos y una cifra de evacuados que aumentó en las últimas horas, es el panorama que se recogía esta mañana en Santa Fe, en particular en sectores del norte de la ciudad. Si bien la situación se describe como controlada, la persistencia de las malas condiciones climáticas no deja ningún margen para el optimismo. El Servicio Meteorológico Nacional anticipó que mañana continuará el mal tiempo, con lluvias -algunas intensas-, templado y húmedo. Ayer debieron ser asistidas 25 familias en jurisdicción de Guadalupe Oeste y hoy se hizo lo propio con 40 familias de Santa Rita y El Sabalito, ambos ubicados al este de Blas Parera al 9500. En ninguno de esos casos hubo evacuados pero se instaló un puesto sanitario, en Misiones al 5600, coordinado por la Municipalidad y Salud, para evaluar la situación de niños y adultos.”

 “Prevenir la hepatitis Cuadros respiratorios y diarreas fueron las principales afecciones detectadas”…

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Con el título “El hombre… un animal político”, inicié el siguiente relato y aquí, transcribo algunos párrafos:

 

La mujer sabe que en el oeste de la ciudad de Santa Fe, bajo el agua están -tal vez flotando o rotos-, casi todos los elementos, materiales y aparatos que luego necesitarán los almaceneros, carniceros, costureras, modistas, panaderos… para seguir trabajando.

Los nombres generalmente no son suficientes para nombrar…

Han informado por radio y televisión, que “Villa del Parque” está totalmente bajo las aguas del Salado.

Allí viven familias de distintos orígenes y con hábitos diferentes.

Ahí vive Mónica, desde que nació, junto a su madre y sus hermanos, sobrinos y sobrinos nietos…  [188]

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29-04-2003: “Arrollador avance del agua” del Salado…

Puntual, llegó el repartidor de El Litoral y ahora sí, la mujer se estremeció más.  Los fotógrafos en estos días, revelan sus impresiones y parecen quejidos, clamores, gritos…

Ella en ese momento tenía algunas dificultades para leer, porque perturba su visión la sustancia salobre que genera su propio organismo cuando está casi al borde del límite emocional.  Minutos después, siguió transcribiendo:

Ma. 29: “Arrollador avance del agua.”  “La ciudad y su zona de influencia viven una de las emergencias más dramáticas que se recuerden.  Los evacuados se cuentan por miles, La catástrofe superó cualquier previsión. El Río Salado bajaba a la altura de San Justo.  Recreo está totalmente anegado.”  “En masa, los vecinos de los barrios inundados salían de sus casas tratando de llevar consigo lo que podían. Hay más de 3.000 evacuados en la capital.  La asistencia llegaba tarde.”

“Drama: Con el paso de las horas, el agua invade cada vez más barrios de la capital santafesina, donde la catástrofe cobró sorprendente magnitud.”

“Peligra la estabilidad del puente en la autopista Santa Fe-Rosario. Con alfileres. El estribo oeste del puente que cruza el Salado en la autopista Santa Fe Rosario quedó prácticamente sin sustento por la erosión del agua.”

“El gasoducto amenazado.”–”Garantías: El intendente Roberto Schmidhalter aseguró que el puente carretero permanecerá abierto al tránsito de todo tipo de vehículos. Las autoridades de Vialidad Nacional y la concesionaria de Servicios Viales ‘le garantizaron la estabilidad de la estructura’. ‘El paso será lento pero seguro -dijo-. Para ello se ha montado un operativo con personal de la policía de la provincia y de la Municipalidad, que establecen una frecuencia de 15 minutos por mano y hasta tres camiones de gran porte por vez’, sostuvo Schmidhalter“.

(Dato preciso: Al mediodía, eran tantos los vehículos que terminada la jornada laboral y escolar  esperaban  en  los  extremos  del  puente  carretero  “Santa Fe-Santo Tomé”, que una  familia  -matrimonio,  hijo de diez años y mellizos de  siete-, estuvieron   en  el automóvil durante  seis horas para trasladarse  desde el centro de la capital santafesina hasta su hogar, en el santotomesino Barrio “Miguel Ángel Roverano“).  [189]

La EPE estudiaba cortes rotativos.”  Cuando la empresa provincial de energía eléctrica decida suspender tales servicios por razones de seguridad, una vez más los inundados casi a ciegas seguirán enfrentando a la adversidad…

(A principios de junio, informaron que hubo “daños millonarios en la planta de Santa Fe Oeste”, perteneciente a la sociedad anónima Centrales Térmicas del Litoral-. “Se malograron dos grupos de turbo gas de 20 MW cada uno.  Su reconstrucción significa un año de trabajo y una fuerte inversión que no se está en condiciones de enfrentar.  Solicitan el pase del personal de la EPE.”)  [190]

“El río Salado cubrió todo Recreo.” El pueblo entero está bajo agua. Más de 9.000 personas debieron salir de sus casas.  Los evacuados son alojados en la estación del Belgrano, en Santa Fe.  Gris, es el color que uniforma el paisaje de Recreo, desde que el río Salado creció desmedidamente y avanzó sobre el pueblo sin reconocer alturas ni latitudes ni clases sociales, para emparejar con 70 centímetros de agua todo su territorio.  Esta comunidad de alrededor de 13.000 habitantes no tiene registro histórico de una catástrofe similar…”

-”…el presidente de la comuna de Recreo, Juan Carlos Patricelli, calificó como de ‘desastre’ la situación que se vive en su distrito y no descartó que en las próximas horas se tenga que evacuar todo el pueblo. Patricelli se reunió con el gobernador y se llevó una ayuda económica de 20.000 pesos para atender la situación de emergencia, particularmente sanitaria, ya que ni siquiera hay agua potable en el lugar…”

 

En “El País de los Contrastes”, tres meses después “preocupa la bajante del río Salado en Tostado.

“Las reservas de agua llegan al 40% – La ciudad depende en un 70% del abastecimiento del curso hidrográfico”.  [191]

(En Tostado viven aproximadamente quince mil personas.

Siguen las polémicas y las improvisadas soluciones…

En consecuencia, no hay progreso, hay más atrasos, hay retrocesos.

Otro ATN -aporte del tesoro nacional-… ¿mejoraría la calidad de vida de quienes residen en ese lugar?…

¿Lo otorgarán?…)

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El Litoral difunde datos contundentes y esa información incrementa la angustia:

“Hay más de 50.000 personas afectadas: La inundación afectó más de 50.000 personas en el oeste y norte de la ciudad y anegó aproximadamente el 30% de la superficie de la capital de la provincia, según informó el intendente Marcelo Álvarez este mediodía antes de ingresar a la reunión del Comité de Emergencia Hídrica que encabezó Carlos Reutemann.”

-”En un alto de la reunión del CEH el secretario general de la gobernación Ricardo Spinozzi, habló de ‘catástrofe’ y pidió la colaboración de todos para tratar de superar la situación, aunque negó que la situación esté fuera de control. /…/ …descartó que por el momento vaya a evacuarse el Hospital de Niños, aunque no descartó ninguna posibilidad en virtud del comportamiento que está teniendo el río Salado y de que aún no llegó el pico de la crecida en la zona. También el funcionario dijo que el ministerio de Educación puso a disposición todas las escuelas, en caso de ser necesario su utilización para el alojamiento de evacuados” (sic).

En la Estación Belgrano: En la Estación del Ferrocarril Belgrano” -donde semanas antes se debatía acerca de la posibilidad de instalar un Casino-, “había unas 700 personas y las asistentes sociales que allí estaban no sabían cómo atenderlas.  Llegaban unas pocas donaciones de particulares, pero pasado el mediodía todavía no habían recibido víveres, pañales ni colchones. En la Vecinal República del Oeste (avenida Freyre 2765) sumaban más de 150 los evacuados y el Ejército seguía bajando gente proveniente de Santa Rosa de Lima, uno de los barrios que se inundó hoy por la crecida del Salado.   Dos jóvenes responsables de esa vecinal iban y venían sin saber bien qué hacer. ‘La gente está shoqueada” (sic) “muy sensible, y nos pide alimentos y pañales, pero no tenemos nada. Nadie nos trajo alimentos ni siquiera tenemos garrafas para calentarles un mate cocido, dijeron los jóvenes desesperados.  Idéntica situación se vivía en la Escuela 809 General López, de Mendoza al 4300.  Allí había unas 30 familias instaladas y tampoco se contaba ni con alimentos ni ropa…”

Desaparecidos:  “… la policía trabajaba activamente en procura de encontrar a dos menores reportados como desaparecidos en Santa Rosa de Lima…”  

# Piden plata al Banco Mundial: (Texto sombreado y con bordes) “Piden plata al Banco Mundial.  El gobernador Carlos Reutemann se comunicó esta mañana con los representantes del Banco Mundial, a fin de solicitarles la presencia de funcionarios de ese organismo multilateral en el territorio santafesino, a fin de observar el desastre provocado por las inundaciones. El mandatario pidió, asimismo, que le liberen a Santa Fe el segundo tramo de 50 millones de dólares perteneciente al crédito oportunamente acordado a su gobierno. Esa partida se destinará a la reconstrucción de las obras de infraestructura dañadas por el agua. Reutemann se comunicó además, con el jefe del Ejército, general Ricardo Brinzoni, quien le aseguró que el arma le brindaría todos los vehículos y logística disponible para hacer frente a la situación”.

# Desde el lunes 28, estuvo en Milán el actual ministro de Economía Dr. Roberto Lavagna, para participar en una “atípica asamblea del Banco Interamericano de Desarrollo” -BID- con el propósito de “tranquilizar a los tenedores de bonos argentinos… en cesación de pagos…

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Más horror en las páginas siguientes:

Berli: ‘Sufrimos la falta de un esquema de prevención.  El ministro admite que ‘la situación nos ha superado totalmente’.  Describió al fenómeno como ‘absolutamente inusitado’. -’Nos faltó información para hacer un esquema de prevención’, dijo.”

“Mons. Arancedo pidió actitudes de grandeza.”

“Recreo desespera bajo el agua.”

Cortan el tránsito en la ruta provincial Nº 39 …que vincula San Javier con Gobernador Crespo, por el socavamiento que sufrió una alcantarilla situada 1.500 metros al este de la localidad de La Brava.”

“La Estación Belgrano se colmó de evacuados” – “…Cada rincón, cada escalera, cada oficina está cubierta de gente que llegó con lo puesto y sólo alcanzó a salvar una frazada.  Se necesitaban colchones, pañales, víveres secos y hasta baños. – Hasta el mediodía, apenas contaban con un anafe, de dos hornallas, para 700 personas. – Piden que ya no se envíe gente al lugar.”

“Cientos de familias alojadas en centros de atención.”

Las historias de la huida.” Miles de santafesinos atraviesan hoy un momento traumático.  Algunos son extremadamente humildes, otros provienen de la clase media empobrecida.  Todos tuvieron que cargar sus cosas en carros y camiones, y escapar. – ¡Llega el agua, llega el agua!”

“El noroeste, cada vez más complicado” – “Sin detenerse. La masa líquida avanza desde el oeste a una velocidad llamativa.  Ayer se podía ingresar por varias cuadras hacia el oeste, por Estado de Israel.  Hoy el agua ya estaba llegando a Blas Parera. En los barrios se espera todo tipo de ayuda para sacar personas y bienes. Muchos no se animan a dejar sus viviendas.  Preocupa el ingreso del agua por el norte.  Se pronostican lluvias y tormentas.”

“Avance hacia López y Planes  Pasado el mediodía, el agua del río Salado ya había ganado importantes áreas del oeste de la ciudad, al punto de encontrarse a sólo 100 metros de la Av. López y Planes, en su intersección con las calles Iturraspe y Perú, entre otras. En Presidente Perón e Iturraspe  Por la mañana, el escenario era desgarrador en las inmediaciones de la avenida Presidente Perón e Iturraspe, en donde ya tenían más de 50 centímetros de agua dentro de las viviendas. El panorama se complicó enormemente en horas de la siesta, cuando todo quedó cubierto de agua. Durante la madrugada, el río impiadoso sorprendió a los vecinos de esa zona y de Barranquitas, aunque la mayoría ya estaba en situación de alerta… ‘Esto es una catástrofe. Perdimos todo’, se escuchó sollozar a un hombre mientras se tapaba la cara con sus manos.”   “A nado”.  Los vecinos desesperados abandonan sus hogares que quedaron anegados e intentan salvar sus pertenencias más valiosas.”  La TV impacta más imágenes…

“Villa del Parque, con el agua hasta el cuello” – “Sin tiempo para nada”.

“El torrente irrumpió con fuerza en la zona, sin perdonar ningún lugar.” – “El panorama más desolador se vivió quizás en Villa del Parque, el barrio ubicado detrás del terraplén Irigoyen, a metros del Parque Juan de Garay.   En poco tiempo el agua irrumpió con fuerza en la zona, dejando todo bajo agua.  Las caras de los vecinos sólo transmitían angustia y desesperación.  Algunos alcanzaron a levantar precarias carpas en los techos de sus viviendas, pero parecía una carrera inútil contra la correntada.  Allí pretendían esperar a que llegaran los vehículos dispuestos para trasladarlos a los colapsados centros de evacuados.  Otros empezaron a salir con lo puesto. Se les hacía difícil, porque el agua les llegaba literalmente al cuello.  A los gritos pedían auxilio pero no había nadie que respondiera a sus reclamos.  Sólo entre ellos se ayudaban como podían,  acarreando niños, ancianos y animales.  En este sector de la ciudad, ya no les era posible salvar las pertenencias por la fuerza del agua.”

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“Hay que ser…”

La mujer, después de una breve pausa, reanimada tras lo sentido y compartido, pudo seguir pulsando las teclas y transcribió algunos títulos e informaciones publicadas en la primera página del diario vespertino “El Litoral”:

 

Mi. 30:  “Lo peor ya está pasando”“Todo indicaba este mediodía que el Salado estaría dejando de crecer en las próximas horas.  Se viven situaciones dramáticas en la ciudad.  Al cierre de nuestra edición abrían una brecha en la avenida Mar Argentino.” – “Mucha gente sigue esperando ser rescatada sobre los techos de sus casas.  Los centros de evacuados se multiplican. – El agua llega al microcentro.”

 

    (El 4 de junio, el ingeniero Marcelo Berrón en una conferencia, destacó que “el pico del río en Santo Tomé -hidrómetro Inali- fue el miércoles 30 de abril, con 6.37 m. El puente de la autopista embalsó parte de los caudales, aproximadamente un metro.  Eso quiere decir que aguas arriba había 7.37 m. y ese pelo de agua hace que en el punto de entrada, el Salado invada la ciudad con la fuerza de una catarata”. [192]

“Voladuras en el terraplén Irigoyen” (Crónica con sombra y recuadro)  “El gobierno provincial ordenó cerca del mediodía la voladura de una parte del terraplén Irigoyen ubicado en el oeste de la ciudad, con el fin de abrir una brecha para que pueda escurrir el agua. /…/ Según explicó el ministro de Obras Públicas, Edgardo Berli, la brecha que se abrió es de unos 15 metros y se realizó a unos 200 metros de la ruta que une las ciudades de Santa Fe y Santo Tomé.  Berli no descartó que se amplíe la brecha para permitir que el agua se escurra más rápidamente.”

“Desabastecimiento” – “Ante el temor de que la situación se prolongue, la demanda en los supermercados aumentó de manera importante desde ayer, y para hoy las góndolas de las bocas de expendio estaban prácticamente vacías. Algunos supermercadistas decidieron racionar la venta de productos básicos, mientras buscaban la forma de reponer las mercaderías que faltan, lo que no resulta sencillo, puesto que la mayoría de los accesos a la ciudad está cortado.” (sic)

“Pileta” – “Lo que hasta 48 horas era la cancha de fútbol de un club de Recreo presenta hoy esta imagen.  En estas horas auxilian gente de Recreo Sur, ahora también inundada.”

“Catástrofe nacional” –  Enviarán en forma urgente 7 millones de pesos desde el gobierno central. Hay proyectos legislativos para apoyar posteriormente a la provincia con más dinero.” – “…según anunció esta mañana el presidente Eduardo Duhalde, quien a su vez calificó la situación de ‘catástrofe para todos los argentinos’.  Antes del anuncio Duhalde se reunió con la coordinadora de Políticas Sociales Hilda Duhalde” –Chiche González de Duhalde, esposa del presidente provisorio-, “el senador Oscar Lamberto y los diputados Jorge Obeid y Julio Gutiérrez.  También estuvieron el jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof, y todos los ministros, excepto los dos presentes en Santa Fe”, el ministro de Salud Ginés González García y el de Defensa  Juan José Álvarez.

“Proyecto” – “Por su parte Lamberto anticipó que el Senado analizará un proyecto de su autoría para una ayuda extraordinaria de 150 millones de pesos para afrontar las consecuencias del desastre.  El proyecto prevé otros $ 30 millones para Entre Ríos.  La ayuda sería parte de la segunda etapa anunciada por Duhalde tras el envío de los 7 millones de pesos para las necesidades inmediatas.  La estrategia oficial es lograr la sanción de la norma para evitar que el recambio de gobierno diluya el compromiso presidencial.  Duhalde dijo hoy que la Nación acompañará a la provincia de Santa Fe en su pedido ante el Banco Mundial, para que lleguen los 50 millones de dólares pendientes del crédito por 330 millones de esa moneda. Por su parte los diputados Obeid y Gutiérrez coincidieron en señalar que el proyecto de emergencia incluiría beneficios impositivos para las zonas afectadas, aunque no adelantaron detalles al respecto, hasta tanto Economía analice técnicamente la iniciativa.”

“En sus manos” – El ministro de Economía, Roberto Lavagna, deberá decidir los alcances del decreto que declarará a buena parte de la provincia de Santa Fe en situación de desastre.”

Ju. 01-05:  “El agua empieza a retirarse”  – “La principal preocupación de la gente era reunirse con sus seres queridos. Algunos ya comenzaron a volver a sus hogares, pero la angustia es evidente. El río bajó 10 centímetros en las últimas 12 horas. Suman doce los muertos y hay varios desaparecidos. Los albergues para evacuados superan el centenar. Aunque el dolor y la angustia persisten, hoy una leve sensación de alivio reinaba en algunos de los barrios afectados por el desborde del río Salado. Este inusual fenómeno ya provocó la muerte de, al menos, 12 personas… mientras que se desconoce el número total de desaparecidos”. Reiteró: “En las últimas horas el río bajó unos 10 centímetros y el agua en varios sectores del suroeste de la ciudad retrocedió hasta 200 metros. Esta tregua, sumada a la aparición del sol después de varios días, permitió que muchos santafesinos puedan regresar lentamente a sus hogares, aunque sólo para enfrentarse cara a cara con los catastróficos efectos que dejó la masa líquida, y empezar a poner un poco de orden en la casa. El drama que viven por estas horas los miles de evacuados y autoevacuados sobresale por encima de cualquier balance.

Ya suman 117 los lugares donde fueron alojados quienes perdieron todo bajo las aguas. En esos espacios hay necesidades diferentes, pero en la mayoría faltan medicamentos, colchones, ropa y artículos de higiene personal.  El buen tiempo también colaboró para que muchos salgan de sus refugios y, con gestos desesperados y lágrimas, pregunten por el paradero de algún chiquito desaparecido o algún familiar cercano, con quienes perdieron todo tipo de contacto.  A esto se le agrega las miles de personas autoevacuadas que buscaron alojamiento en casas de familias o en cualquier inmueble que tenga techo, a los cuales no les llega la asistencia alimentaria y sanitaria.”

“Abren brechas” – “Una importante masa de agua comenzó a escurrir hacia el este, luego de la apertura de brechas sobre la Mar Argentino, a la altura de Puerto Piojo, y el terraplén Irigoyen. La tarea se realizó entre la tarde de ayer y la mañana de hoy.  Con máquinas retroexcavadoras se abrieron brechas de 20 metros en la avenida que bordea el sur y el este de la ciudad y que, inundado el casco urbano, actuaba como dique de contención para el agua.  Esta primera bajante, de un metro aproximadamente, iba a permitir -además- que se independizaran los distintos sistemas de evacuación. Luego seguirá una etapa más complicada que involucra a las zonas más bajas donde la extracción se hará por bombeo.”

“La situación en los hospitales” –  “Lentamente tiende a descomprimirse la situación en los hospitales Iturraspe y Cullen, en tanto que el de Niños continúa completamente desalojado y su personal distribuido en los otros centros asistenciales.  En el Cullen, además de la guardia habitual de adultos, se incorporó una de niños atendida por los médicos del Alassia. A pesar de estar fuertemente dedicados a solucionar los problemas de salud emergentes de la crisis hídrica, en el Iturraspe y en el Cullen se atendieron también partos, cesáreas y otras intervenciones quirúrgicas de urgencia. En este último hasta se realizó una ablación de órganos, operación que pudo ser efectuada sin ningún inconveniente.  El donante fue un joven que arribó al hospital con una grave herida de arma de fuego y al producirse la muerte cerebral su familia accedió a la donación de sus órganos.  Según informó el subsecretario de Salud, Dr. Daniel Tardivo, hoy comienza un operativo de vacunación en todos los centros de evacuados.  Autoridades sanitarias destacaron la solidaridad y colaboración que vienen recibiendo de entidades benéficas y voluntarios espontáneos.”

“Teléfono útil” – “El gobierno santafesino habilitó hoy una línea telefónica que permitirá tramitar las autorizaciones para poder transitar con camiones de ayuda humanitaria por el túnel subfluvial Santa Fe-Paraná.

Según informó el Ministerio de Gobierno provincial, quienes necesiten ingresar con camiones de ayuda deberán pedir la autorización…” (por teléfono).

“Se cortó la ruta 2”“El director de Vialidad provincial, José D’Ambrosio D’Ambrosio, informó que esta madrugada se cortó el paso del tránsito por la ruta provincial 2, entre el cruce con la 5 y la localidad de Laguna Paiva, como consecuencia del ingreso de agua desde Recreo por la ruta 11.  D’Ambrosio dijo, además, que esta mañana se habilitó sólo para emergencia el puente de Santo Tomé y que se puede transitar por la mano norte de Juan José Paso. En tanto, pasado el mediodía iba a abrirse otra brecha sobre la avenida Mar Argentino, detrás de la cancha de Colón. En ese acceso, paulatinamente se están habilitando algunos tramos para transitar por el rulo del Parque del Sur y poder salir por otro acceso. Respecto a la situación en los caminos hacia el norte, dijo que ya se puede transitar por la ruta entre Emilia y María Luisa, pero no está habilitada porque aún no fue revisada por personal de Vialidad.  En el resto de las rutas, la situación se encuentra igual que ayer, pero se le sumó una interrupción en la ruta provincial 39, que une San Javier con Gobernador Crespo, donde se cortó por la rotura de una alcantarilla.”

“Incomprensible actitud de AFA” –  “En lo que bien puede catalogarse como otro verdadero despropósito, la Asociación del Fútbol Argentino decidió que tanto Unión como Colón deberán cumplimentar sus compromisos del próximo fin de semana.  De esta forma, pese a la catástrofe que asoló a nuestra capital y zonas aledañas, los rojiblancos fueron ‘obligados’ a viajar a Capital Federal para jugar el domingo el partido ante Chacarita Juniors. Por su parte, mañana se resolverá en AFA, el día y horario en que los rojinegros se medirán ante Banfield, en el estadio de Patronato de Paraná o en el 15 de abril de nuestra capital.”

“Ahora Monte Vera”“Desde esta madrugada está cortada la ruta provincial 2 debido al torrente de agua que proviene de Recreo y se descarga en el pueblo. Al este de la autovía el anegamiento era casi total, mientras que al mediodía, del lado oeste (el que concentra la mayor parte de la población) las calles estaban anegadas. Son 350 los evacuados hasta el momento, aunque desde la Comuna calculan que la cifra se incrementará.”

“Reutemann: ‘Es la mayor catástrofe del siglo’.” – “En una inusual apertura del año legislativo, solicitó colaboración a las cámaras. Pidió mesura y responsabilidad, ya que las aguas tardarán en retirarse.”

“Mensaje a la Asamblea Legislativa” – “El gobernador Carlos Reutemann cumplió el compromiso constitucional de entregar personalmente su programa de gobierno para el último período de su mandato, como así también un resumen de las obras ejecutadas, pero obvió la lectura del mensaje anual ante la Asamblea Legislativa. Ante una asistencia de 29 diputados y 11 senadores, Reutemann comenzó destacando que quería cumplir con su mandato constitucional de llegar al recinto, pero antes les señaló que ‘estamos inmersos en el mayor desastre del último siglo’.  No obstante, remarcó, ‘tengo deberes con todo el pueblo de Santa Fe, pero quería estar acá para rendir un sentido homenaje por el 150° aniversario de la sanción de la Constitución Nacional’.

-’He decidido entregar mi mensaje por escrito porque entiendo que mi tiempo y el de ustedes debe ser para todos aquellos que lo han perdido todo’, dijo en tono apenado, al tiempo que recibió el apoyo de un prolongado y caluroso aplauso.”

“Reflexiones personales” – A manera de diálogo y en forma intimista, el gobernador explicó al auditorio que integraban sus ministros, representantes de las Fuerzas Armadas y de la Iglesia, algunas de las razones del fenómeno climático y sus consecuencias.”  – “La catástrofe no sólo afecta la ciudad capital sino que abarca a siete u ocho departamentos que se suman a los dramas provocados por la laguna La Picasa y el aluvión de Cañada de Gómez, aunque acá hay que agregarle la pérdida de vidas humanas, que a esta hora son nueve, pero todos sabemos que este número puede variar en cada hora”. – “Este fenómeno hídrico, en su magnitud, hay que compararlo de máxima con lo ocurrido en las Torres Gemelas de Nueva York y de mínima, con el aluvión de Cañada de Gómez, multiplicado por el número que ustedes quieran”.

Otros vaivenes…

“El Banco de Santa Fe pasó a la entidad de San Juan” El Nuevo Banco de Santa Fe SA pasará a manos del Banco de San Juan, entidad que se adjudicó la licitación convocada por el fiduciario que administró el ABN Amro Bank, al resultar económica y técnicamente la mejor oferta entre las cuatro presentadas al vencer el plazo respectivo.

Vi. 02-05: “Problemas en el reparto de ayuda.  Procuran superarlos”                  “El gobierno confía en que los contratiempos quedarían solucionados en las próximas horas.  Posible desorganización en la entrega y recepción de mercaderías. El Salado sigue bajando frente a Santo Tomé: 6,09 m. A las 12.30. Habilitan al tránsito la ruta 11.  Restricciones en el Puente Carretero.  Algunos aprovechadores hacen su ‘agosto’.  Los muertos son 16.”  “Listado de personas buscadas” …distribución gratuita con el diario El Litoral, exhibida en quioscos y en todos los centros de evacuados; reiterada periódicamente por la señal Cable y Diario, frecuencia 17 Multicanal y 13 de Cablevisión.

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(Más que desborde…

Más que inundación…

¡Semana trágica!… en Santa Fe de la Vera Cruz.)

 

Podrá leer Turbulencia salobre

si se aproxima a “un lugar para el sosiego

y el asombro”: www.sepaargentina.com.ar

“N” – Nidia / Ensayo /

25-05-2003:  “Torbellino histórico”…

Reitero algunos párrafos del libro inédito Torbellino Histórico, escrito durante el otoño-invierno de 2003:

A la noche, desde el litoral se difundieron señales insoslayables.

Un título, es otro llamado de atención:

“El dolor de la ciudad en el aniversario de Mayo”.

 

El actual Arzobispo de Santa Fe Monseñor José María Arancedo -desde hace unos meses sucesor de monseñor Edgardo Gabriel Storni-, durante la ceremonia religiosa, en su Homilía destacó que “no hay país grande sin una generación con grandeza”.

Insistió en que vivimos “una nueva ocasión para encontrarnos y decidirnos a construir una nación seria y confiable, que se apoye en la solidez de la verdad, en la equidad de la justicia y en el compromiso de la solidaridad.”

Entre los argentinos, ese domingo 25 de Mayo de 2003, otro presidente electo por ciudadanos argentinos, había jurado “cumplir y hacer cumplir la Constitución Nacional”.  Enseguida necesitó concretar nuevos nombramientos y empezaron las sustituciones.  [193]

Desde el  viernes, estaba en la Capital Federal Don Felipe de Borbón, Príncipe de Asturias, en representación de su padre Juan Carlos, rey de España y tras saludar al presidente argentino, fue entrevistado por los periodistas.

Distintos medios difundieron esas imágenes y el Príncipe expresó:

“Naturalmente hay que darle un margen de confianza al nuevo gobierno.  Esperamos que la situación siga estabilizándose y que empiece a recuperarse la economía, como parece que ya lo está haciendo.”  [194]

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Crecientes del río Salado – Riesgos y advertencias…

A fines de abril del tercer año del siglo veintiuno, tras la lectura de datos publicados en el diario El Litoral y diversa información recopilada incluso con breves versiones taquigráficas, comencé a escribir casi otro ensayo: Turbulencia salobre.

Día a día, relacionaba esos hechos con otros acontecimientos y así fue como inicié otros apuntes, con el título Torbellino histórico.

Aquí, la reiteración de algunos párrafos de aquel torbellino que dejó señales en aproximadamente setenta páginas.

 

La mujer comprendió que si seguía investigando sobre aquel período recordado por Eloy Martínez, cuando “la Argentina era la sexta potencia comercial y militar del mundo”… no le alcanzaría el tiempo para seguir escribiendo.

Prefirió anotar otras referencias acerca de la actual turbulencia salobre, datos publicados en el diario El Litoral de la capital santafesina:

“… un expediente de 1996 ya advertía del riesgo. Ese año, la Municipalidad” -siendo intendente el santafesino Dr. Horacio Rosatti-, “solicitó la obra de cierre a Vialidad provincial, entre otras mejoras para la Circunvalación Oeste.  De aquella lista, se optó por ampliar calle Mendoza.”  Informan desde el litoral: “El 6 de septiembre de 1996, el entonces administrador general de la dirección provincial de Vialidad Claudio Tibaldo, recibió una nota de la Municipalidad” -Nº 190- “firmada por el ingeniero en recursos hídricos Raúl Jonas, en esa época secretario de Asuntos Hídricos” y “contenía una serie de solicitudes vinculadas con la obra vial de defensa contra inundación de la avenida de Circunvalación Oeste.”

Se destaca que “del último inciso, el punto 2) es -hoy más que nunca- el más importante… Su texto es notable y tristemente predictivo: alerta de lo que finalmente ocurrió”…

Alerta sobre la importancia de la defensa – “Esta obra resulta de vital importancia para toda la ciudad.  Es el único sector por el cual podría ingresar el agua proveniente de una crecida de mediana recurrencia.  Si no se procede a la ejecución de dicho cierre, la obra que se está ejecutando podría verse seriamente comprometida.   No solo la obra, sino la ciudad toda.”

En realidad, para entender hasta dónde puede llegar el agua si se produce un desborde fluvial y no hay eficaces defensas, sólo basta con mirar un mapa donde estén registradas todas las cotas…

Paso a paso, el periodista Luis Rodrigo desde El Litoral, reprodujo el recorrido de ese notable expediente que incluía el proyecto de construcción del “tramo tres de la totalidad del proyecto Circunvalación Oeste”, es decir “un cierre del sector detrás del Hipódromo de iguales características al resto de la defensa, que –cabe recordar- nunca fue superada por la inundación.”

-”Para mover los 168.144 metros cúbicos de suelo, la estimación económica fue de $ 781.869.60” (paridad uno a uno con el dólar).

-La totalidad de los proyectos tenían un costo aproximado de 3,7 millones de pesos. Debió opinar… la Unidad de Proyectos de la DPV” y al referirse al cierre de la defensa analizó la posibilidad de variar las cotas de 17,5 “a 15 m. (trámite separado); así ‘se protegería de igual modo las instalaciones del Golf-Club evitando una importante inversión total del orden de los $ 850.000.  Esa posibilidad o alternativa de menor costo, provisoria -que tampoco fue ejecutado por el Estado provincial- fue expuesta por el ingeniero Cayetano Giangreco”…

-”En diciembre de 1996, el expediente llegó al ministro de Obras Servicios Públicos y Vivienda, por entonces a cargo de Juan José Morín, durante el gobierno de Jorge Obeid.

-”La decisión fue devolver el expediente a la DPV ‘a fin de elaborar el proyecto Acceso a Calle Mendoza, desde Avenida de Circunvalación’.

-”En enero de 1997, así fue devuelto al organismo por el entonces subsecretario de Empresas, Obras, Viviendas y Servicios Públicos (hoy ministro) Edgardo Berli.”

-1998:  La Municipalidad de Santa Fe -utilizando parte del equipo perteneciente a Vialidad Provincial-, ante los riesgos debidos a la creciente del río Salado, “decidió improvisar una defensa, que demostró ser eficaz frente a aquella crecida.  Su traza no fue igual, pero sí parecida, a la que se usó ahora para hacer el cierre del anillo, tras el desastre.”

-El 10 de diciembre de 1999 asumió el gobernador Carlos Alberto Reutemann, y quien había sugerido acotar el proyecto, el Ing. Cayetano Giangreco desempeñó el cargo de “director de Vialidad, desde diciembre de 2000 hasta julio de 2001, siendo ministro de Hacienda y Obras Públicas el doctor en ciencias económicas Juan Carlos Mercier.”[195]

El viernes  6 de junio de 2003, “después de la inundación… los vecinos salieron a la calle a pedir respuestas”.

A la mañana “se realizó una ruidosa marcha que terminó en la Casa Gris.” – Convocados por la Federación de Entidades Vecinales, aproximadamente quinientas personas se reunieron para entregar un petitorio al intendente Arq. Marcelo Álvarez y solicitarle que los acompañara hasta la casa de gobierno, invitación que no aceptó.  Los manifestantes avanzaron hacia la plaza de Mayo con el propósito de entrevistar al gobernador Carlos Reutemann.

También participaron en esa marcha, algunos grupos de desocupados del MTL y del Movimiento Independiente de Jubilados conducidos por Raúl Castells que había llegado a esta ciudad. Por distintos medios se transmitió el pedido de Castells: “la renuncia y encarcelamiento” del intendente santafesino “por homicidio, por abandono de personas seguido de muerte, incumplimiento de los deberes de funcionario público y malversación de fondos.”  Al llegar a calle General López, continuaron junto a la “Asamblea de Inundados”.

Otro dato significativo:  “Siguen en aumento las enfermedades en los evacuados.  Los casos de hepatitis ya suman 155, de los cuales 25 se dieron en distintos albergues. – Son 111 los afectados con leptospirosis”  y los servicios de salud continúan con la aplicación de vacunas y la asistencia médica pertinente.

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Abril de 2003: Irak  –  Saddam, Bush y Blair.

A fines de marzo de 2003, estaba avanzando en la trascripción de diversa información publicada en la revista Reader’s Digest en el lapso 1943-1950 y mientras tanto, seguía acumulando en una mesa auxiliar cercana, las últimas ediciones de El Litoral santafesino y de distintas crónicas demostrativas de que algo parecido a aquellos negocios durante la segunda guerra mundial, parecen ser los acuerdos entre los aliados en la invasión a Irak porque en el diario El Litoral de la capital santafesina, en la edición del domingo 6 de abril de 2003, se destaca un título que abarca tres columnas:

“Bush y Blair ya planean hacer negocios en Irak”

En otro espacio, informaban:    “Bagdag, día y noche bajo fuego”.

 

Tres días después, en la primera página, el miércoles 9 de abril, -abarcando las seis columnas-, desde El Litoral, informaron: “Colapsa el régimen de Saddam”.

Luego, este comentario:  “Las tropas aliadas controlan Bagdag.  Manifestaciones de júbilo y saqueos en la capital iraquí.”

En la última columna con título destacado: “Rusia niega que aloje al dictador”.

Algunas versiones indicaban que Saddam estaba en la embajada de Moscú en Bagdag. Por su parte, los rusos afirman que es la CIA quien lo protege”.

En otra página -con recuadro y sombra- se alude a “Archivos secretos” y se reitera lo publicado por “el diario Nezavissimaia Gazeta, por una batalla entre servicios especiales rusos y estadounidenses por los archivos secretos de Saddam Hussein, los cuales estarían ‘ya probablemente en Moscú’.” Destacado: “…el mando estadounidense fue advertido previamente por los rusos del trayecto del convoy.  Además un avión espía sin piloto estadounidense siguió el movimiento del convoy desde su formación y transmitió imágenes en tiempo real a las unidades especiales estadounidenses que trabajan con a Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA)…”

Mientras tanto, “más de cien mil personas se manifestaron hoy en el centro de Moscú contra la invasión de Irak por parte de Estados Unidos y Reino Unido”; pidieron el “fin de la guerra” y “en otra de las pancartas se acusaba a Bush de ser ‘presidente de la guerra’.  Un grupo de cincuenta niños que estudian en la Escuela Árabe de Moscú portaban un cartel en ese idioma con el lema ‘Busch, asesino de niños’. (EFE-AFP).”

Muerte de periodistas…

En una de las páginas centrales, a tres columnas: “Condena internacional por la muerte de periodistas”.

“Amnistía Internacional denunció los disparos del ejército estadounidense contra dos edificios del centro de Bagdag donde se encontraban periodistas, donde ayer mataron a tres de ellos.

Dos camarógrafos, un español de la cadena de televisión privada Telecinco y un ucranio (sic) que trabajaba para la agencia británica Reuters, murieron a consecuencia del disparo de un tanque estadounidense contra el Hotel Palestina, que alberga a la mayoría de los periodistas extranjeros presentes en la capital iraquí.” También la organización de periodistas “Reporteros sin fronteras” acusó hoy al ejército estadounidense de disparar deliberadamente contra los periodistas y emplazó a Washington a que pruebe lo contrario…”  En Madrid, “varias decenas de periodistas manifestaron la mañana de hoy frente a la embajada de Estados Unidos en Madrid, y en esa capital también hubo una “PROTESTA EN SILENCIO” ya que: “Periodistas, camarógrafos y fotógrafos recibieron en silencio hoy al presidente del gobierno español José María Aznar en el Senado, colocando todo su material de trabajo en el suelo en señal de protesta por al muerte de dos colegas españoles en Irak. /…/ Aznar se limitó a saludar a los periodistas para luego ingresar en la sala de reuniones” donde lo esperaba “el grupo parlamentario de su Partido Popular.”  [196]

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28-08-2003: acerca de Juan Ma. Gutiérrez y su renuncia a la “R.A.E.”…

Tras la lectura del diario El Litoral -edición del jueves 28 de agosto de 2003-, elaboré está síntesis:

 

La Real Academia Española, en 1873 designó miembro correspondiente al porteño Juan María Gutiérrez, diputado constituyente en el Congreso reunido en Santa Fe de la Vera Cruz veinte años antes.  En aquel tiempo, las comunicaciones eran tan lentas que la documentación pertinente -Estatutos y Reglamentos de la Academia- llegó al destinatario dos años después.  Lo que podría haber sido un regalo de fin de años, resultó ser casi un regalo de Reyes, porque Gutiérrez el 5 de enero de 1876, escribió:

“Ayer he tenido la honra de recibir, por conducto del Sr. Cónsul de España residente en esta ciudad, una carta de V. S. fechada en Madrid a 30 de diciembre de 1873.  [197]

 

Sabido es que Gutiérrez rechazó ese nombramiento y publicó su carta en el periódico La Libertad.

// Aquí, en esta parte de América, poblada primitivamente por españoles, todos sus habitantes, nacionales, cultivamos la lengua heredada, pues en ella nos expresamos y de ella nos valemos para comunicarnos nuestras ideas y sentimientos, pero no podemos aspirar a fijar su pureza y elegancia, por razones que nacen del estado social que nos ha deparado la emancipación política de la antigua Metrópoli.

Desde principios de este siglo, la forma de gobierno que nos hemos dado abrió de par en par las puertas del país a las influencias de la Europa entera, y desde entonces, las lenguas extranjeras, las ideas y costumbres que ellas representan y tren consigo, han tomado carta de ciudadanía entre nosotros.  Las reacciones suelen ser injustas, y no sé si en Buenos Aires lo hemos sido, adoptando para el cultivo de las ciencias y para satisfacer el anhelo por ilustrarse que distingue a sus hijos, los libros y modelos ingleses y franceses, particularmente éstos últimos.

El resultado de este comercio se presume fácilmente.   Ha mezclado, puede decirse, las lenguas, como ha mezclado las razas.  Los ojos azules, las mejillas blancas y rosadas, el cabello rubio, propios de las cabezas del norte de Europa, se observan confundidos en nuestra  población con los ojos negros, el cabello de ébano y la tez morena de los descendientes de la parte meridional de España.  Estas diferencias de constitución física, lejos de alterar la unidad del sentimiento patrio, parece que, por leyes generales de la naturaleza que a las orillas del Plata se cumplen, estrechan más y más los vínculos de la fraternidad humana, y dan por resultado una raza privilegiada por la sangre y la inteligencia, según demuestra la experiencia a los observadores despreocupados.

Este fenómeno no estudiado todavía como merece, y que, según mis alcances, llegará a ser uno de los datos con que grandes problemas sociales han de resolverse, se manifiesta igualmente, a su manera, con respecto a los idiomas.

En las calles de Buenos Aires resuenan los acentos de todos los dialectos italianos, a par del catalán que fue el habla de los trovadores, del gallego en que el Rey sabio compuso sus cantigas, del francés del Norte y Mediodía, del galense, del inglés de todos los condados, etc. Y estos diferentes sonidos y modos de expresión cosmopolizan nuestro oído y nos inhabilitan para intentar siquiera la inamovilidad de la lengua nacional en que se escriben nuestros numerosos periódicos, se dictan y discuten nuestras leyes, y es vehículo para comunicarnos unos con otros los porteños.

Esto en cuanto al idioma usual, común, el de la generalidad.  Por lo que respecta al hablado y escrito por las personas que cultivan con esmero la inteligencia y tratan de elaborar la expresión con mejores instrumentos que el vulgo, cuyo uso por otra parte es ley suprema de lenguaje, debo confesar que son cortas en número, y aunque de mucha influencia en esta sociedad, tampoco tienen títulos para purificar la lengua hablada en el siglo de oro de las letras peninsulares, de que la Academia es centinela desvelado.  Los hombres que entre nosotros siguen carreras liberales, pertenezcan a la política o a las ciencias aplicadas, no pueden por su modo de ser, escalar los siglos en busca de modelos y de giros castizos en los escritores ascéticos y publicistas teólogos de  una Monarquía sin contrapeso.  Hombres prácticos y de su tiempo, antes que nada, no leen sino libros que enseñan lo que actualmente se necesita saber, y no enseñan las páginas de la tierna Santa Teresa ni de su amoroso compañero San Juan de la Cruz, ni libro alguno de autores que forman el concilio infalible en materia de lenguaje castizo”. /…/

“Por muy independiente que me crea, incapaz de ceder a otras opiniones que a las mías propias, confieso a V. S. Que no estoy tan desprendido de la sociedad en que vivo, que me atreva, en vista de lo que acabo de exponer, a hacer ante ella el papel de Vestal del fuego que arde emblemático bajo el crisol de la ilustra Academia”. /…/  [198]

 

Silvio Cornú explica la reacción de un exiliado español (1816-1894):

Ocho días más tarde, en el semanario Antón Perulero, aparece, bajo seudónimo, el primer artículo de Juan Martínez Villegas, dando comienzo a la polémica con Gutiérrez, quien firmará sus notas también con el seudónimo El Porteño.

Gutiérrez defendía la autonomía lingüística apoyándose en el criterio de que así, se afianzaba también la emancipación americana y Juan, el español planteó algunas de sus conclusiones:

“…la carta magna de Juan Sin Tierra, con ser obra de un tirano, hizo avanzar extraordinariamente al pueblo inglés, al paso que la magna carta de don Juan M. Gutiérrez, con ser producción de un liberal, tiende a hacer retrogradar a las repúblicas hispanoamericanas la friolera de cuarenta y tantos siglos, pues a eso equivale el tratar de reproducir en ellas la confusión de lenguas de la torre de Babel.”

 

La polémica continuó, y ya en el tercer milenio no se discute que distintas poblaciones hispanoamericanas hayan ido modificando aquella lengua castellana del siglo diecinueve, tanto que en el tercer año del tercer milenio, la Academia Argentina de Letras publicó el Diccionario del habla de los argentinos, incluyendo vocabularios que se usan en distintas regiones y voces del lunfardo

Esa obra es el resultado del continuo esfuerzo de Pedro Luis Barcia -presidente de la citada Academia” y de colaboradores de esa institución y del Departamento de Investigaciones Lingüísticas y Filológicas.

“La única realidad es el aula”.

No fue por casualidad, lo expresado por Pedro Barcia durante un diálogo con la periodista Verónica Chiaravalli del diario “La Nación” de Buenos Aires:

“…La educación es una tarea de siembra, y en la siembra que se deja de hacer se van sacrificando algunas generaciones. Por eso, no se puede perder más tiempo. ¿Sabe cuál es la frase que el general Perón no dijo, pero que, a lo mejor, pensó? La única realidad es el aula. Allí se juega todo. Tanto, que si el sistema es malo pero el docente es bueno el alumno igualmente avanza.”

Pedro Barcia – Febrero de 2004.

Miembro de la Academia Argentina de Letras.

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Estoy casi terminando de transcribir estos apuntes acerca del periodismo desde el siglo diecinueve, con los datos que pude recopilar tras sucesivas lecturas y con algunos agregados de recientes publicaciones a los fines de completar informaciones.

Desde mediados del siglo veinte advertí la trascendencia de… el Diario en la escuela y también la importancia de… ¡la escuela en el Diario!

En aquella época, profesoras de Castellano como María Dolores ­-Lolita- Rojas de Torregiani, Julia Sánchez Ghirardi (luego señora de Gómez, madre del distinguido poeta santafesino Julio A. Gómez Sánchez)… proponían la lectura de títulos impresos en periódicos, revistas y diarios a los fines de señalar errores ortográficos y advertir algunos disparates y aún recuerdo uno:  Joven electrocutado con una toalla mojada

Los alumnos de aquella casi legendaria Escuela Superior Nacional de Comercio “Domingo Guzmán Silva” en los tiempos en que dirigía la doctora Josefa Trento de Parera, hemos tenido el privilegio de leer en el diario “El Litoral” que acercaba puntualmente el responsable Melchor Baltasar Ortiz, diversos relatos históricos escritos por profesores ejemplares, los doctores José Carmelo Busaniche, Leoncio Gianello… [199]

Acerca del diario “El Litoral” ya he dejado algunas señales en una aproximación al Universo Vittoriano generado por la proyección de las obras del periodista y escritor José Luis Víttori.

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 J. Elva Sambarino Mayoraz (1920-2003)

En la edición del sábado 6 de diciembre de 2003, desde la tercera página del diario El Litoral de la capital santafesina, destacaron la trayectoria de la señora J. Elba Sambarino Mayoraz, madre del destacado ruralista Néstor Pedro Víttori Sambarino y del doctor Gustavo José Víttori Sambarino, periodista y escritor.

Con recuadro y en tres columnas, expresaron:

 

“Con J. Elva Sambarino Mayoraz desaparece una partícipe referencial de un tramo histórico en el que la ciudad podía enorgullecerse de su cultura y de su espíritu progresista, una época que, como ella misma decía, pertenece a un pasado irrepetible.

Nacida el 14 de agosto de 1920 en la ciudad de Rafaela, donde su pare se desempeñaba como gerente del Banco de la Nación Argentina… creció en el hogar formado por Néstor Pedro Sambarino, dirigente rural de vasta actuación que llegó a presidir la Confederación de Asociaciones Rurales del Centro y Litoral Oeste (Carclo), y doña María Luisa Mayoraz Aufranc, perteneciente a renombradas estirpes colonizadoras de la zona centro de la provincia.

Instalada la familia en Santa Fe, cursó sus estudios secundarios en el colegio San José Adoratrices, del que egresó con el título de maestra.

Casada con Enzo N. Víttori, quien durante décadas integró la conducción de El Litoral, primero como subdirector y luego como director, formó el hogar en el que nacieron Néstor Pedro Víttori,  actual presidente de Confederaciones Rurales Argentinas y Gustavo José Víttori, miembro del Consejo de Dirección del diario El Litoral y titular de la Bolsa de Comercio de Santa Fe.

Mujer con diversas inquietudes y un señalado interés por la política –que mantuvo hasta sus últimos días-, acompañó eficientemente a su marido en el ámbito de las relaciones institucionales y fue una activa promotora de actividades y reuniones culturales en una Santa Fe que, a mediados del siglo pasado, se destacaba por la calidad y variedad de su trama creativa.

Incansable lectora, devoraba por igual a los autores clásicos como a los grandes nombres de la novela policial.  Atraída también por las artes visuales, pasó de la lectura a la ejercitación de los pinceles a través de clases teórico-prácticas que, periódicamente –junto a  Raquel y José Luis Víttori-, recibía del maestro Juan Grela.  Por esos años, formó parte en reiteradas oportunidades de la Comisión Directiva de la Asociación de Amigos del Museo Rosa Galisteo de Rodríguez.

Sensible a la cuestión social en una época en que la pobreza era un hecho lacerante pero acotado, colaboró durante años con la Casa Cuna, para dedicarse luego con intensidad al Patronato de Leprosos, entidad que presidió entre 1962 y 1966, logrando durante la gobernación del Dr. Aldo Tessio la pavimentación de media trocha de la ruta 5, obra que aseguró el acceso al Hosp. Protomédico Manuel Rodríguez.  Negritas aquí

También desarrollo su faceta sociable y mundana, su modo fácil de hacer amigos en distintos puntos del país y en espacios diversos, incluso los deportivos. Buena jugadora de golf, alcanzó su máximo galardón en un torneo del círculo nacional realizado en La Cumbre Golf Club, donde, además de ganar en su categoría, terminó al tope de la clasificación general femenina.

Más extensa fue su actuación en las mesas de bridge, el juego ciencia de las cartas que la contó entre sus cultores más estudiosos y apasionados.  Esta disciplina la llevó a representar muchas veces a la ciudad de Santa Fe en los campeonatos nacionales que se realizaban en Mar del Plata.

Su entusiasmo por el bridge la impulsó a promover el juego mediante clases que alumbraron nuevas promociones de bridgistas, entre los que era común hablar e ‘la profe’ con cariño y tono admirativo.

Pero su mayor logro, su máxima conquista en los últimos duros años de su existencia -que no consiguieron mellar el sello de su carácter afable y su cortesía innata., fue la permanente compañía y el trato afectuoso que recibió de su familia y de sus muchos amigos.

En el tiempo previo a su fallecimiento, acaecido hoy a los 83 años, pudo recoger la merecida cosecha de una vida signada por una infrecuente y espontánea generosidad.”

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Advierto que se aceleran los latidos y se impone otra pausa.

 

Vínculos entre París y Santa Fe de la Vera Cruz…

 

Reitero algunos párrafos de mi libro inédito, titulado “Philippe Greffet (Lyon, Francia).

 

Hoy, martes 6 de diciembre de 2005 desde el diario “El Litoral” de la capital santafesina, informan acerca de “un sitio que refleja la calidez del interior” y destacan que “Santa Fe tiene casa en París.

La periodista Laura Burlando en su crónica indica que Jean Puyade -Profesor francés de Español y Letras-,  vivió siete años en Santa Fe desempeñando las funciones de Director Regional de la Alianza Francesa y Cónsul en el lapso 1990-1996.

“Concluida su misión en Santa Fe, Puyade se contactó en París con artistas e intelectuales argentinos” y decidió crear un espacio “de cortesía y cálida forma de relacionarse”.  En 1997, crearon La Casa Santafesina.

La cronista, comenta luego que “es impactante y emocionante para un santafesino estar paseando por las calles de París y ver un cartel con un logo del Puente Colgante junto a la Torre Eiffel que diga: “…organizado por la Casa santafesina”. La cronista relata que Jean Puyade dijo: -”…Le pusimos este nombre porque lo había prometido y segundo, porque recibimos todos los sábados en diario El Litoral en un bar’.

Este notable parisino, ha rememorado que “ya antes de pisar suelo santafesino”, lo primero que le impactó fue lo observado desde el avión: “una tierra inundada por los brazos del Paraná” y ha insistido en que “un lugar que nunca olvidará es Cayastá, donde están conservadas las momias ‘como un milagro de la naturaleza’…”  También ha comentado sobre el desborde del río Salado, el 29 de abril de 2003 porque “la inundación en Santa Fe emocionalmente los golpeó y prepararon un asado y un concierto de solidaridad para mandar a Los Sin Techo una pequeña ayuda”.

Jean Puyade “…recuerda con nostalgia las emisiones del Cine Club, donde pasaba dos o tres horas mirando películas.  ‘Tener el tiempo de perderlo, es un lujo que existe todavía en Santa Fe’. La soledad de las calles a la hora de la siesta.  Cómo se hace de la amistad un culto y se la conserva.  ‘Tengo amigos en París que no veo en un año, en Santa Fe nos reuníamos todas las semanas’.”  [200]

Insoslayable aporte del Doctor Gustavo José Víttori.

Quienes hemos podido aproximarnos a la trayectoria de Gustavo José Víttori -hijo del destacado periodista santafesino Enzo Víttori y de la serena y bella Elva Sambarino Mayoraz-, nacido el 5 de mayo de 1949, sabemos que desde su juventud  es un responsable estudioso de la historia de Santa Fe de la Vera Cruz.  [201]

Tal afirmación podría ser interpretada como que leyendo y releyendo sobre el pasado, ha logrado elaborar oportunas conclusiones.

No ha sido por casualidad que en 1976 comenzara a organizar su proyecto literario “Santa Fe en clave” tras leer abundante bibliografía y revisar hemerotecas

Tampoco ha sido por casualidad,  la reedición de ese libro veinte años después y luego, la actualización para la edición en dieciséis fascículos semanales entregados con el diario El Litoral de la capital santafesina. Al final de esa colección, Gustavo Víttori incorporó la bibliografía pertinente que incluye una nota publicada en Nueva Época, el 21 de diciembre de 1917 con el título “Evocación de Don Marcial Candioti – Homenaje a causa de su muerte” y diversas crónicas difundidas desde El Litoral en los años 1965, 1968, 1971, 1975, 1982, 1985, 1994 hasta 1996…  [202]

No ha sido por casualidad, que en distintas circunstancias y en diversos ámbitos de discusión se haya destacado como impulsor de racionales propuestas e iniciativas que lamentablemente no siempre fueron correctamente evaluadas por quienes debieran haber puesto en marcha sucesivos cambios, imprescindibles para lograr un eficiente y armónico desarrollo en la provincia de Santa Fe.

“Reportaje fotográfico a la ciudad de Roma”

Durante el otoño de 2004, el doctor Gustavo Víttori siendo presidente de la Bolsa de Comercio de Santa Fe, estuvo en Italia y semanas después, desde el diario “El Litoral” logró emocionar a los lectores con su Reportaje fotográfico a la ciudad de Roma[203]

Con lo expresado en aquella página, Gustavo Víttori aportó señales que sirven para elaborar sucesivas claves que confluyen en su tenacidad:

“El material para este trabajo -apuntes y fotografías- fue colectado en cuatro días de intenso recorrido urbano y se presenta en forma de falsees temáticos.  Imágenes y textos, vale aclararlo, constituyen una visión express –subjetiva y fragmentaria- de una de las ciudades más interesantes y complejas del mundo”.

 

No ha sido por casualidad que sintiera el impulso de comentar tal experiencia…

2004 – Miembro correspondiente de la Academia Nacional de Periodismo.

Distintos medios informaron que el 28 de octubre de 2004, el doctor Gustavo José Víttori fue incorporado como Miembro Correspondiente de la Academia Nacional de Periodismo en Santa Fe y lo presentó el académico titular Dr. José Claudio Escribano.

En esas circunstancias, Gustavo Víttori expresó:

“…Luis Ramírez integraba la expedición de Sebastián Caboto, el navegante veneciano que a las órdenes de la Corona española levantara en 1527 -cerca de donde confluyen los ríos Corondá, Carcarañá y Paraná-, el fuerte de Sancti Spiritus, primer asentamiento hispano en lo que hoy es la República Argentina, y distante unos 100 kilómetros del sitio en que se alza la actual capital de la provincia de Santa Fe.

En aquella tierra casi baldía, hollada cada tanto por grupos de indios trashumantes que se desplazaban de un lugar a otro siguiendo los ciclos de la naturaleza que les prodigaba alimento, Ramírez iba a escribir una carta-relación dirigida a su familia en España que, a nuestro criterio, puede verse como el embrión de un género periodístico -la crónica de viajes- en la cuenca del Plata.

Anthony Smith, un ensayista británico que escribió hace años un trabajo titulado La geopolítica de la información parece corroborar nuestra tesis cuando sostiene que el corresponsal extranjero o el periodista del siglo XIX que desempeñaban sus tareas en la prensa popular europea, se consideraban como herederos legítimos de los grandes exploradores y veían al mundo como su objeto de trabajo, análisis e investigación.

Y hablando de exploración y de investigación, Smith se introduce en un terreno resbaladizo -ayer y ahora-, por los obstáculos y trampas que le tienden a la percepción del “explorador-periodista” su carga cultural, sus convicciones y prejuicios, elementos que inexorablemente habrán de condicionar su mirada sobre las nuevas realidades que descubre a su paso. Es todo un tema, de todas las épocas, que conviene tener en cuenta cuando se habla de periodismo independiente, ese concepto moderno y valioso pero tan arduo de sostener pese a haberse convertido en un transitado lugar común.

Las anteojeras que crean la subjetividad, el ego, la ambición, las apetencias, las creencias, los propósitos -confesados e inconfesables-, las obsesiones, deben registrarse al menos en el plano reflexivo, no para desvalorizar el esfuerzo de quien busca, sino para estar conscientes de que estos factores actúan, nos guste o no, sobre nuestra visión de las cosas y nuestra evaluación de los acontecimientos.

Es interesante volver brevemente a Ramírez. Su relato, como su propia naturaleza es simple y llano. Tales son su sentido común y su prudencia que, a conciencia, evita hacerse eco de versiones exóticas sobre tribus indígenas que constituirían “generaciones disformes de nuestra naturaleza”. Tan sobrio es, en una época de desmesuras y fantasías, que según deja constancia, no las escribe “por parecer cosa de fábula hasta que plazca a Dios nuestro señor lo cuente yo como cosa vista y no de oídas”.

Ese Ramírez que tiene que ver para creer, agrega otra nota moderna en un imaginario poblado de adherencias medioevales, de inasibles fantasmagorías, de mitos viejos trasegados al continente que, por esos retruécanos de la historia, habría de adoptar el nombre del marino y cosmógrafo florentino Américo Vespuccio.

Ramírez es importante en nuestro análisis porque de su relato, y por oposición, se puede extraer lo que él no ve, lo que la crónica no dice. Y lo que no ve con claridad son los hombres que habitan la tierra; es decir, no termina de percibirlos en su dimensión humana. Desde las primeras líneas, las referencias a las tribus indígenas se detienen en su exterioridad, se pasean por su piel sin penetrar su tuétano. Se limitan a describir si andan vestidos o desnudos, si se horadan los labios, si se adornan con pinturas o se comen a sus adversarios. Una y otra vez, las referencias se hallan anudadas a los contactos establecidos con esos seres por dos necesidades básicas de los expedicionarios: obtener bastimentos para la sobrevivencia y noticias sobre la ruta que conduce a la plata y el oro, datos que traccionaban las naves río arriba con más fuerza que los vientos propicios.

Desde el comienzo, la carta refleja la obsesiva búsqueda de los metales preciosos. Apenas llegados al río de Solís reciben información de que, remontándolo, podían llegar a una sierra en la que “había mucho oro y plata y otro género de metal” al punto que no les costaría mucho “cargar las naos aunque fuesen mayores”.

Y allá marcharon. En ese peregrinaje, los indios fueron, a veces, requeridos proveedores de pescados, calabazas, abatíes y panes de mandioca; en otras, baqueanos que tenían la información del rumbo a seguir.

No se los veía como hombres que tuvieran para dar otra cosa que alimentos y noticias; y para recibir, algo más que cuentas de vidrio. Véase la deformación original de una relación que, con matices, se trabaría en términos parecidos en toda la geografía de América latina. Por acción del largo brazo de la historia, algunas de sus consecuencias hoy se perciben y padecen en la complejísima problemática social del Gran Buenos Aires y de los anillos de pobreza que ciñen a las principales ciudades del país.

En un pasaje de su relato, Luis Ramírez señala que, Paraguay arriba, la expedición había recogido muestras de oro y plata traídas por los aborígenes y que no las habían recibido en mayor cantidad “por no dar a entender a los indios teníamos codicia de su metal pues sabíamos de cierto lo había”. Y agrega que no querían tomar de los arroyos sino de la fuente. En pocas palabras: no querían porciones, lo querían todo.

Retengamos este dato, porque integra el ADN de nuestro país. Las ideas de una riqueza inagotable oculta en una geografía pródiga; la espera de un hallazgo milagroso que, de un día para el otro, pueda redimirnos de la pobreza; las acciones y hábitos extractivos y apropiatorios que afectan el patrimonio común; la ilusión de “hacer la América” en poco tiempo; la creencia de que una buena cosecha puede salvarnos; el dicho popular que afirma que “Dios es argentino”; el individualismo cerril disimulado en el ropaje de discursos solidarios, el espontaneísmo depredatorio, el cálculo de corto plazo, la carencia de políticas de Estado, se vinculan con la frustrante experiencia nacional de haber destruido en el último medio siglo la sólida plataforma de lanzamiento construida en las décadas precedentes con los materiales provistos por la Constitución de 1853 y sus posteriores reformas. Como ven, la aventura que Ramírez les contara a sus parientes es un punto de partida para esta reflexión compartida. En verdad, el relato de aquella experiencia que avanza hacia su quinto centenario es también un punto en la trama de una historia que se extiende hasta nuestros días, de un tejido en el que se anudan los hilos de la condición humana en el escenario preciso de la cuenca del Plata.

Aquel Ramírez casi ignoto, nos brinda una jugosa pieza para construir una proposición de orden periodístico, pero a la vez nos suministra material para ir más allá. En realidad, la apetencia de oro que imantó a la expedición de Caboto, ofrece otras lecturas que amplían el campo de análisis. El oro es un símbolo, una representación del poder que es, en definitiva, el gran tema. El objeto puede cambiar, pero la cuestión de fondo es la obtención de poder, de alguna clase de poder. La lección del fruto prohibido del árbol bíblico jamás se aprendió. Y la llegada de los europeos a la tierra para ellos desconocida y, en rigor, poco habitada, activó todas las fantasías. Cristóbal Colón llegó a imaginar en las nacientes del río Orinoco la localización del Paraíso terrenal, mientras otros expedicionarios buscaban con denuedo a la mítica Fuente de Juvencia, que expresaba la ilusión de alcanzar la inmortalidad. La mayoría, en cambio, aspiraba a cosas más tangibles, más sensoriales, más concretas; querían el poder temporal que otorgan las riquezas o el mando. Quien más, quien menos, todos tenían propósitos parecidos: poder sobre las cosas, sobre los hombres y sobre la muerte. Para bien y para mal, el hombre comenzaba a ocupar el centro del universo.

En ese contexto, una invención por entonces reciente había magnificado los efectos sociales de la palabra escrita: la imprenta de tipos móviles. El nuevo instrumento permitía ensanchar exponencialmente el campo de difusión de los productos del pensamiento. La modernidad se abría paso, trasponía la línea de creencias y límites cristalizados durante siglos. La palabra empezaba a circular, atrevida, por terrenos antes prohibidos o inaccesibles. Los relatos se multiplicaban. La palabra escrita, los textos impresos acometían sus propias aventuras exploratorias en un mundo que expandía sus bordes al compás de las expediciones marítimas.

En ese proceso lleno de vitalidad, que perforaba fronteras físicas y mentales, el poder de la palabra escrita crecía a través de su capacidad de convocatoria, de su eficacia instrumental para transmitir conocimientos, instalar dudas, estimular discusiones, construir imaginarios, promover rupturas, exigir explicaciones, impulsar acuerdos, difundir novedades, interpretar fenómenos, transformar el mundo.

En este revulsivo movimiento que agitaba a Europa impulsándola a otras playas, antiguas fábulas mutaban al encontrar nuevos espacios donde reproducirse. Así, el arribo a América, despertó en algunos protagonistas y escritores europeos la ilusión de haber llegado al sitio adecuado para iniciar la redención de la especie humana mediante la concreción de la “Utopía”, que al fin encontraba su lugar, su topos, desprendiéndose de la pesada carga del prefijo, de la “U” sustractiva que le impedía su realización terrenal. El hombre podría liberarse al fin de las cadenas que le imponen sus irresolubles conflictos y desarmonías -consigo mismo y con los demás- y que marcan, como un estigma pegajoso, su tránsito por el planeta. Pero el sueño duró poco. Es más, pronto se zambulló en un baño de brutal realismo, algunas de cuyas negativas consecuencias, como ya dije, hoy nos impregnan.

Es interesante consignar este antecedente y algunas de sus implicancias genéticas, porque volverán a aparecer bajo diferentes formas en el transcurso de nuestra historia y se harán visibles en los días que corren.

El periodismo, en suma, ha jugado y juega un papel de señalada importancia en el proceso de autoapropiación de los hombres y de las sociedades, y de efectiva resistencia a las fuerzas centrípetas del poder en cualquiera de sus manifestaciones.

Pero no nos adelantemos. Estábamos situados en la actual geografía de la provincia de Santa Fe a comienzos del siglo XVI, centrados en un lejano antecedente que juzgo válido en tanto se entienda que la esencia del periodismo radica en la acción de comunicar a otros, de comunicarse con otros; en la necesidad de decir, de contar, de analizar, de proponer y cuestionar.

Calcinada por los soles del subtrópico, borroneada por los tierrales que levantaban los vientos del este, oscurecida cada tanto por las mangas de langostas, atacada por las pestes y los indios, curtida por la soledad y las contrariedades, olvidada de la mano de Dios y del rey, la premisa de Santa Fe era sobrevivir, atender la pulsión del primum vivere que muchos siglos antes formularan los romanos con su proverbial sentido práctico.

La pequeña ciudad agobiada por las privaciones y los padecimientos, cuya atmósfera existencial penetrara como un escalpelo la pluma de Libertad Demitropulos en su novela Río de las congojas, no ha dejado rastros de documentos manuscritos con intención “periodística”. Hay sí, un monumental archivo público que acumula todo tipo de papeles oficiales y, también, de actos privados con efectos sobre terceros protocolizados por escribanos. Constituye, sin duda, una cantera de información para historiadores -e incluso para periodistas dedicados a la investigación-, pero es un ramal diferente al del periodismo tanto en la gestación como en la intención del material escrito.

En la publicación La ciudad de Santa Fe – Sinopsis para la obra de Censo Nacional aparecida en 1899, el escritor Floriano Zapata expresa que “Carrera manejaba diestramente la injuria y el sarcasmo, y por más que apareciera muchas veces fulminante, atrevido y desbocado, era imposible dejar de reconocerle brillantes dotes de escritor, de pasión y de alma. Las cóleras que suscitaban sus escritos, prueban que sus tiros daban en el blanco”.

Al cabo, habría de morir en su ley: atravesado por las balas de un pelotón de fusilamiento.

Era el sino de la época y así habría de ocurrir con las sucesivas publicaciones en el transcurso de la mayor parte del siglo XIX, largo ciclo signado por las guerras civiles y los variados intentos de organizar el país bajo una Constitución. Durante ese proceso de feroces enfrentamientos, la prensa no sería puente sino trinchera.

Para precisar el escenario en el que el periodismo gráfico comenzaba a tomar forma, conviene señalar que la ciudad de Santa Fe, la antigua cabecera jurisdiccional de territorios coloniales devenida capital de una provincia despoblada, contaba en 1800 con unos 4.000 habitantes y hacia 1853, año en que se sancionó la Constitución, con menos de 6.000. La villa del Rosario, que el año anterior se había convertido en ciudad, tenía en ese momento una población más o menos equivalente. De esa reducida cantidad de pobladores, la mayoría era analfabeta. Ambas referencias objetivas permiten dimensionar el círculo de lectores que podía tener una publicación periódica. Lo notable, en ese marco, era el empeño de algunos hombres por el combate a través de la prensa, así como la intensidad de sus pasiones y la virulencia de sus textos. Las luchas detonadas por los desacuerdos entre los clanes dominantes de la gente principal, asumían formatos ideológicos -y así se manifestaban en los periódicos- pero en esos planos se mantenían ajenos al pueblo llano, escaso en número, pobre en recursos e impedido de leer y escribir. En realidad, esos pobladores eran movilizados por lazos más primarios pero efectivos, como el afecto por un patrón respetado o la dependencia de un jefe político.

Obligado a migrar una y otra vez por las violentas reacciones que generaban sus publicaciones, este singular personaje que según Antonio Zinny “forma por sí solo una época en la literatura periodística del Río de la Plata”, recaló en Santa Fe hacia 1823. Su acción fue muy importante en el terreno educativo y le dio fuerza al anémico pueblo de San José del Rincón donde instaló una escuela y levantó una iglesia que actualmente integra el patrimonio cultural de la provincia. Pese a los trajines, sus duendes interiores se mantenían inquietos y en 1825, en una extensa carta dirigida al gobernador Estanislao López para rendir cuenta de sus actividades y notificarlo de sus proyectos, le expresaba que había uno que lo afligía especialmente y para el que le pedía toda su atención.

Se trataba de la redacción e impresión de tres periódicos. Para ello pensaba utilizar la imprenta que había pertenecido al general Carrera y cuyas partes se habían dispersado entre Santa Fe y Entre Ríos. Castañeda las había recuperado, pero según él mismo dice, le faltaban letras y utensilios. En esa instancia se produjo un hecho que él califica de providencial. Se hizo presente “un extranjero artista el más cabal que he conocido… nada quiere recibir y anda descalzo como yo. Se llama don Carlos de Saint Felix y es suizo de nación, capitán mayor que fue del ejército de ingenieros de Napoleón. Este señor no sólo me ha arreglado la prensa supliendo los instrumentos que faltaban, sino que también me ha hecho moldes y armarios de madera, fundido letras y ha provisto cuanto basta para una imprenta lujosa”.

Citamos completo este tramo de la carta porque vale la pena y ofrece elementos reveladores. No importa si, como discuten algunos historiadores, esta prensa llegó efectivamente a funcionar. Los personajes están por encima de ese hecho y contrastan con la realidad sociocultural de Santa Fe. Un periodista ilustrado y un ingeniero napoleónico, forasteros ambos en una ciudad todavía primitiva y careciente, proyectaban poner en marcha una máquina impresora para difundir textos que respondían a la lógica de la modernidad, pero pidiéndole permiso al poder de turno. Con los pies desnudos sobre el suelo arenoso del Rincón alentaban empresas y sueños difíciles de entender para las gentes del lugar. En el mismo espacio, dimensiones diferentes. Un proyecto de comunicación al que le faltaban receptores. Paradojas de un tiempo de transformaciones.

En cuanto a los títulos, Castañeda se los hace saber a López: “Población y rápido engrandecimiento del Chaco” (al que en su percepción correspondía buena parte de Santa Fe); “El Santafesino a las otras provincias de la antigua Unión”; y “Obras póstumas de nueve sabios que murieron de retención de palabras”, propuesta, esta última, que podía llegar a incrementarse con su propio caso si no lograba expresarse a través de la prensa.

Sus objetivos eran explicitados en la carta: promover en la provincia el gusto por las artes y obtener fondos para sus emprendimientos. Para llevarlos a cabo manifestaba necesitar que López acreditara y garantizara su persona, que asegurara a todos “que no es el león como lo pintan”, que si alguna vez había hecho algún daño, “fue provocado”, y que “al hombre no se le han de contar las peleas, sino la razón que tuvo”.

A continuación, el fraile escribía: “Protesto no tocar a la Iglesia Católica ni en su doctrina, ni en su moral, ni en la menor de sus ceremonias y ritos; porque estoy convencido que no es este tiempo oportuno para hacer innovación alguna en estas materias, principalmente sin preceder concordatos con la Silla Apostólica”.

El texto del indómito Castañeda exhibe, blanco sobre negro, dos límites infranqueables para un periodista de la tercera década del siglo XIX en Santa Fe -y en el país inconcluso-: el gobierno y la Iglesia.

A López, el gobernante, le rendía cuentas y mansamente le pedía apoyo. Es que el gobernador de Santa Fe era un caudillo áspero con ideas sustentadas en la experiencia política concreta y en la percepción directa de los hombres más que en la lectura de los filósofos iluministas. En el Estatuto dictado bajo su influjo en 1819, el artículo 5 equiparaba con los deudores del fondo público que hubieren sido ejecutados y con los acusados de algún crimen con prueba aun semiplena a cualquier persona que “por su opinión pública sea enemigo de la causa general de la América, o en especial de la Provincia”. A quienes incurrieren en tal supuesto se les suspenderían las prerrogativas de ciudadano, calidad que sólo recuperarían cuando “abjurando con hechos los errores abracen la causa del territorio”. Respecto de la Iglesia que Castañeda integraba como religioso, las entrelíneas dejan vislumbrar algunas diferencias que juzgaba inoportuno plantear. Esa actitud recuerda a la de Mariano Moreno, el revolucionario de Mayo, el numen racionalista, el apasionado lector y seguidor de Juan Jacobo Rousseau, que al hacer imprimir El contrato social escrito por el pensador suizo censuró el capítulo dedicado a la religión porque, según afirmaba, “en estas materias el autor tuvo la desgracia de delirar”.

El proceso es raro y bastante diferente de lo que suelen ser nuestras actuales representaciones mentales de aquel ciclo de transformaciones. Los gobernantes posrevolucionarios encarnaban realidades nuevas, voluntades de ser algo distinto pero eran, a la vez, astillas de la deshecha monarquía y formaban parte de un tejido cultural que los envolvía como una telaraña. Siglos de historia no se podían borrar de un plumazo.

Lo importante, sin embargo, era expresarse. Ese acto significaba algo así como un ritual de autoapropiación. Pienso, luego existo. Escribo, luego soy. A la salida de una monarquía absoluta, esa experiencia tenía una significación que cuesta dimensionar desde nuestra perspectiva. Y si además la idea se podía publicar, mucho mejor. No importaba a cuántos llegara, sino el hecho de hacerlo; de escribir e imprimir. Eran novedades existenciales fuertes que venían abriéndose paso a los revolcones y entre claroscuros en el rumbo marcado por las luchas de la independencia norteamericana y la revolución francesa. El siervo se convertía en hombre, el súbdito en ciudadano. Y el ciudadano quería poseerse a sí mismo, hablar, manifestarse, protagonizar y acceder a la propiedad, que era el modo de convertirse en dueño de su destino porque en la nueva escena política sólo los propietarios podían votar. Allí está la clave para entender la importancia que los ordenamientos modernos confieren al derecho de propiedad. La propiedad física era la contracara de la autoapropiación moral del hombre libre.

Por cierto, estos procesos que distintas personas experimentaban dentro del gran movimiento de la historia social, eran en los hechos menos sublimes de lo que aparecían en el plano discursivo. A cada paso, la condición humana les recordaba a los protagonistas la insolubilidad de sus contradicciones.

Como se ve, los periódicos se imprimían en Santa Fe pero sin la participación de santafesinos. De modo que hasta aquí, la ciudad es sólo una referencia física, el lugar donde la prensa proveniente de Buenos Aires se había instalado para esparcir el pensamiento político de intelectuales que representaban a la futura capital de la Argentina y a la Banda Oriental del Uruguay que, como consecuencia del Tratado de Paz, quedaría escindida del cuerpo de la Federación, hecho que gatillaría un feroz ciclo de desencuentro entre los argentinos.

La situación de Santa Fe en materia periodística es sencilla de comprender: la población era escasa -unos 5.000 habitantes en 1830- y mayoritariamente analfabeta. Tanto es así que, desde la expulsión de los jesuitas de los dominios de España en 1767, la ciudad se había visto privada del principal centro de enseñanza de la región en tanto el oscuro hueco de la ignorancia se agrandaba con el correr de las décadas. Esa decadencia, que nos permite una asociación con la flagrante pérdida de calidad educativa en la Argentina de nuestros días, explica la intensidad de ciertas pulsiones primarias. Como escribía Floriano Zapata en 1899, con la ausencia de la Compañía de Jesús se escurría un factor efectivo para “templar con la suavidad de la educación la rudeza de los instintos guerreros”.

Algo parecido podría decirse de Martín Dobrizhoffer (1718-1791), otro religioso ignaciano nacido en Austria, que convivió con indios abipones en la reducción de San Jerónimo del Rey, ubicada al norte de Santa Fe, experiencia que volcó en un libro de mucho interés. O del naturalista español Félix de Azara (1746-1821), que además de sus registros específicos, nos ha dejado descripciones y relevamientos poblacionales valiosos para reconstruir la historia santafesina.

Pero si estos escritos encierran pasajes que tienen el formato de crónicas, hay otros trabajos que representan más genuinamente a este género, como los que nos han dejado los hermanos John y William Parish Robertson -que trazaran el inolvidable retrato de Francisco Antonio Candioti, primer gobernador de la provincia-, Woodbine Parish, el mismo Charles Darwin -que incluye en su relato de viaje una incisiva viñeta sobre Santa Fe-. Y, hacia mediados del siglo XIX, Lina Beck-Bernard; su marido, Carlos Beck -autor de un libro en francés que aún no se ha impreso en español-, y William Mac Cann. Ellos nos aportan un gran caudal informativo e incluso de opinión mediante descripciones, enfoques, percepciones, observaciones, evaluaciones y acentuaciones del lugar y sus gentes, incluidas las que elaboraban los papeles oficiales que nutren el enorme repositorio documental del Archivo General de la Provincia de Santa Fe.

Otro clásico referido por las autoras son los Apuntes para la historia de la provincia de Santa Fe, realizados por Urbano de Iriondo (1798-1873), anotaciones que abarcan desde la fundación de la ciudad en 1573 hasta 1854, luego de que en ella se sancionara la Constitución confederal. El trabajo, acometido a edad madura, enhebra documentaciones y memorias vivas en textos que se fueron publicando en el periódico El Eco del Pueblo para convertirse en libro impreso en 1876, después de su muerte.

A estas dos obras principales, aunque relativamente breves, se deben agregar las Memorias de Domingo Crespo (1791-1871) que el varias veces gobernador provincial empezó a redactar en 1847 al tomar conciencia de la falta de obras que refirieran a la historia de Santa Fe, dato confirmatorio de cuanto antes hemos dicho sobre la pobreza material e intelectual del medio. Las autoras precitadas señalan que el texto compendia la primera mitad del siglo XIX y está dedicado a sus hijos para que aprovechen “la experiencia que se adquiere no ignorando los sucesos del pasado”, consejo que habría de extenderse a la ciudadanía cuando Manuel Cervera, previa autorización de la familia, las incluyó en el apéndice de su reconocida Historia de la ciudad y provincia de Santa Fe, aparecida a comienzos del siglo XX.

La lista se cierra con otras memorias: las de Manuel Leiva (1797-1871), convencional constituyente por Santa Fe en 1853 y las del ex gobernador Juan Pablo López (1792-1886), a las que debe añadirse una Historia de Santa Fe, escrita por José María Iriondo (1871-1940). En las obras de todos ellos puede rastrearse la sustancia periodística local que sólo llegó a manifestarse en apuntes manuscritos y compilaciones tardíamente convertidas en algunos artículos periodísticos y unos pocos libros.

Precisamente lo mismo iba a ocurrir diez años después, aunque con signo político contrario, durante la invasión de Lavalle a la provincia de Santa Fe. Nos referimos a la aparición, en 1840, del periódico El Libertador, que sumaba al título el lema “¡Viva la Federación, muera Rosas!” y según Zinny no duró mucho más tiempo que el de la permanencia del general Lavalle en la ciudad. Este autor cree que fue redactado por Juan Thompson o Luis Frías y señala que contenía documentos y boletines del autodenominado Ejército Libertador que, a su vez, le transfería su nombre al periódico.

La polaridad ideológica volvió a cambiar cuando llegó al gobierno provincial el general Pascual Echagüe, firme soporte político de Rosas aunque diferente en el tratamiento de sus adversarios. Durante su ciclo aparecieron cuatro publicaciones: El Eco Santafesino, redactado por Ruperto Pérez; El Voto Santafesino, dirigido por Severo González, un cordobés que era asesor del gobierno; El Sudamericano, que tuvo como redactor al uruguayo Marcos Sastre y cuyo lema era el consabido “Viva la Confederación, mueran los salvajes unitarios”; y, por fin, El álbum santafesino, que también estuvo a cargo de González y luego de Pedro Echagüe, como establece en una minuciosa investigación sobre títulos periodísticos, periodistas e imprentas de Santa Fe la Lic. Cintia Mignone.

La taba se volvería a dar vuelta en 1853 con la aparición de La Voz de la Nación Argentina, órgano informativo del Congreso General Constituyente que sesionaba en Santa Fe y habría de alumbrar la Constitución confederal de 1853. Indiferente a lo que hacían los hombres que la manejaban, la vieja máquina imprimía ahora ideas y proposiciones opuestas a las que estaba acostumbrada, mientras los periodistas de Echagüe migraban a las orillas del general Justo José de Urquiza para hacerle prensa al gobernador de Entre Ríos.

Casi al mismo tiempo, en Buenos Aires, el coronel Bartolomé Mitre hacía su profesión de fe en las páginas de Los Debates, cuya dirección había asumido. Miguel De Marco la transcribe en la biografía del ex presidente argentino. Es interesante repasarla. “La gran pasión de nuestros tiempos -dice- es la pasión del porvenir, es la pasión de la perfectibilidad social. El instrumento de esta pasión de actualidad del nuevo mundo moral, es la prensa, primer instrumento de civilización en nuestros días. La prensa ha salido del dominio de la legislación; ha cesado de ser un derecho político, y se ha convertido en una facultad, en un nuevo sentido, en una nueva fuerza orgánica del género humano, su única palanca para obrar sobre sí mismo”.

Y recordando luego a los precursores del periodismo argentino, les rendía homenaje diciendo que “su obra significaba el triunfo de la inteligencia sobre la fuerza bruta; la preponderancia de las ideas sobre los hechos; la apoteosis de la autoridad moral, dominando desde los sepulcros a los caudillos, que sólo han tenido cuchillos para oponer a la razón”.

Esta exaltación de la racionalidad reconocía implícitamente hasta qué punto ésta había faltado en las décadas precedentes y cómo su ausencia había desbocado las peores pasiones en una sociedad saturada de odios, muerte, dolor y deseos de venganza.

La valoración de la racionalidad como factor positivo de diálogo, acuerdo y organización resulta indiscutible. Sobre todo después de una larga experiencia histórica ensombrecida por la violencia recurrente y destructiva. Sin embargo, la confianza casi ilimitada de Mitre en la prensa reciclaba la utopía de un nuevo comienzo. La prensa era, en su visión, el instrumento poderoso que el género humano buscaba a tientas desde hacía milenios para redimirse a sí mismo; era, en sus palabras, una nueva fuerza orgánica del género humano, la única palanca para lograr su transformación. Parecía haberse encontrado el oro filosofal.

A la libertad del hombre, proclamada por las revoluciones norteamericana y francesa, se le proveía la herramienta necesaria para hacerla realidad. El entusiasmo desatado por la caída de Rosas, contribuía a creer en una nueva alborada. Ya no se trataba de la tierra nueva que ofrecía una oportunidad para armonizar la convivencia entre los hombres, ni el oro ilusorio que prometía cambiar pobreza por riqueza, ni la fuente de agua milagrosa que borraría la muerte y por lo tanto la angustia. El hombre nuevo nacería del ejercicio racional del periodismo, que iría removiendo antiguas adherencias y fulminando con su luz irresistible los escollos que dificultaban la resolución del intricando teorema humano y social.

Se iniciaba una nueva expedición a través de la geografía de las ideas y en busca del Paraíso terrenal, que ya se sabía, no estaba en las nacientes del Orinoco. Esta vez se trataba de una expedición al interior de la sociedad. Pero a poco de andar, la realidad demostraría que, aunque muy importante, el instrumento seleccionado no bastaba para semejante empresa.

En lo que a Santa Fe concierne, luego de la convención constituyente del ‘53 y hasta 1899, cuando publica su Sinopsis, Floriano Zapata enumera setenta títulos periodísticos publicados en esa segunda mitad del siglo XIX. Allí hay un poco de todo, advirtiéndose que las hojas políticas ya no estaban solas; junto a ellas aparecían periódicos y revistas que diversificaban los contenidos mediante el reflejo de las colectividades de inmigrantes, los intereses obreros y las actividades culturales que se extendían con la misma rapidez que se expandían las escuelas, las bibliotecas, las academias de arte, los teatros y, sobre finales del siglo, la primera universidad.

De todos maneras, la característica dominante era la política, porque los hombres de letras, los escritores, los historiadores, eran a la vez políticos militantes, y los periódicos, contradiciendo en los hechos la utopía del joven coronel Mitre, seguían siendo instrumentos de lucha. Por lo tanto, más que buscar la verdad en un libre ejercicio racional y en el juego abierto de dialécticas superadoras, se refugiaban en las estructuras blindadas del pensamiento partidario y blandían, desafiantes, las banderas de sus respectivos credos.

Al año siguiente -1912- el Dr. Manuel Menchaca asumía la gobernación de la provincia, convirtiéndose en el primer mandatario electo en el país por la Unión Cívica Radical y por aplicación de la Ley Sáenz Peña que establecía el sufragio universal, secreto y obligatorio para el segmento masculino de la población. Los tiempos se aceleraban, el cambio social motorizado por la inmigración masiva y la revolución educativa, abría nuevos espacios de participación, debate y aprendizaje. El flamante puerto de ultramar tomaba volumen de cargas y las entidades gremiales -empresarias y obreras- se reproducían por doquier. En ese colmenar activo que dejaba atrás las características aldeanas y autosuficientes de la vieja Santa Fe, los diarios se multiplicaban como medios de expresión de los nuevos actores que ensanchaban la trama social. Ese año, la población ascendía a 51.203 habitantes, cifra que comparada con los poco más de 6.000 vecinos de 1853, expresaba una tasa de aumento poblacional del 750 por ciento en 60 años. Entre tanto, el nivel de alfabetos perforaba el techo del 80 por ciento de los habitantes. Por consiguiente, había lectores y un mercado editorial.

Antes de que terminara la década surgiría, en 1937, La Mañana de Santa Fe, inspirada por el presbítero Antonio Rodríguez; y en 1942, apenas comenzada la siguiente, vería la luz Santa Fe de hoy, conducido por Luis Di Filippo y Zenón Ramírez. A partir de allí los títulos se empezarían a espaciar. El país ingresaba en otro ciclo de cambios. Declinaba de manera ostensible la asociación económica con el Reino Unido de Gran Bretaña, se nacionalizaba la economía, se promovía la industria del país, aumentaba el nivel de intervención estatal, se acentuaban las migraciones internas a las ciudades, se ponía en marcha un conflictivo proceso de inclusión social, se crispaba la confrontación política y renacían los violentos fantasmas del pasado. Otra vez prevalecían los desacuerdos y despertaban los odios que tanto daño habían provocado a lo largo del siglo XIX. Los diarios reflejarían estas divisiones, alineándose a uno y otro lado de la marca que separaba a peronistas y antiperonistas. El diálogo se tornaba imposible. La prensa acentuaba el sesgo ideológico y volvía a convertirse en trinchera. Se disipaba la apuesta a una discusión racional y conducente. Las críticas se endurecían y las respuestas del poder llegaban a través de duras medidas políticas y fiscales. Un tono levantaba el otro. La crisis era irreversible.

Hasta aquí, la cronología casi aséptica, la enumeración fría de apariciones y desapariciones de medios en las últimas décadas, hechos que poco dicen por sí mismos si no se encuadran en el mayor proceso de cambio que haya experimentado la humanidad.

Me refiero específicamente a la segunda mitad del siglo XX, al tramo que va de la posguerra a la globalización de las comunicaciones, las tecnologías, las finanzas y el comercio, ciclo que la Argentina recorrería a contrapelo de las tendencias dominantes y que la hundiría en la frustración y el desasosiego.

El fenómeno de descomposición que sufre el país desvela a analistas propios y extraños. En mi opinión, no puede hablarse de crisis porque ésta es una convulsión acotada en el tiempo y no una situación que, como en nuestro caso, se extiende por décadas. Vale decir al respecto, que en esos cincuenta años, el Producto Bruto Nacional creció menos del 50 por ciento, en tanto que la población se incrementaba por encima del 100 por ciento. La consiguiente reducción de los ingresos per capita, se agravaría con políticas de asignación y transferencia entre sectores, hechos que desbalancearían a la sociedad hasta el extremo de un agraviante desequilibrio. Se destruiría así un segmento importante de la clase media, que era un factor diferencial de la Argentina en el contexto Latinoamericano y un elemento estabilizador en los frecuentes tramos de turbulencias políticas.

Los sucesivos golpes de Estado rompieron la sacralidad institucional, y le abrieron la puerta al facto, el casuismo y la anomia, alteraciones que hoy se traducen en incontrolables conductas individuales, grupales y sociales. Al mismo tiempo, la intolerancia de miras cortas expulsaba del país a una parte significativa de su más calificada inteligencia privándolo de un recurso estratégico en lo que refiere a investigación, capacidad innovativa, desarrollo y competitividad internacional. En paralelo, la pérdida de calidad educativa reponía al analfabetismo como tema de análisis y discusión. Y ya se sabe que sin educación, la democracia pierde ciudadanos; la prensa, lectores, y la sociedad, capital humano.

La ruptura de la ley destruía imaginarios cohesionantes, producía desilusión, fuga de capitales e inhibía el diálogo, carencia que con el correr de los años adquiriría el tamaño de una patología social. Las persecuciones ideológicas y la fragmentación política ilegitimaban el poder al tiempo que animaban las más descabelladas aventuras. Militares salvíficos y guerrilleros mesiánicos nos hundían sin consulta previa en un mar de violencia inusitada y aberrante. Los custodios de la tradición y los representantes del “hombre nuevo” se enfrentaban sin cuartel convencidos del poder regenerador de sus respectivas virtudes. Al decir de Guy Fourquin, esta suerte de retorno al “estado de inocencia natural” ha producido en la historia consecuencias inmensas, porque “la confianza en su propia bondad corre pareja, como explica la psicología infantil, con la certidumbre de la culpabilidad de los demás. Y la violencia es la consecuencia lógica de estas dos convicciones unidas”. Una vez más aparecía una utopía redentora. Su protagonista era el “hombre nuevo”; el atajo, la lucha armada. Esta vez el arma, era literalmente el arma, contundente medio expresivo de una convicción integrista. La herramienta ya no era el ejercicio de la razón por los medios de prensa; la purificación llegaba por el fuego y la sangre. Como había ocurrido tantas otras veces, el terreno del reencuentro quedaría minado por largos años.

En ese contexto de coacción moral, riesgo físico, división social y retroceso del país, la prensa nacional, provincial y local hubo de desempeñar su tarea. Lo hizo condicionada por la degradación general y una atmósfera intemperante que a menudo forzaba posiciones no sostenibles en otras circunstancias. El balance sigue siendo provisorio hasta tanto se recreen las condiciones para un diálogo abierto y profundo.

La prensa sufrió, como el país, los avatares de la decadencia expresados, entre otros indicadores, por la disminución de títulos y la reducción del número de lectores. No obstante, no todo es negativo; sigue en pie y es uno de los sectores que más se ha modernizado, no sólo en equipos, sino en ideas, conceptos y contenidos. El periodismo de explicación, se abre paso como instancia superadora de las etapas ideológica e informativa; las contiene, pero las excede. En los diarios nacionales, regionales y locales se advierte con fuerza progresiva la puesta en valor de lo propio, no sólo como una respuesta de mercado sino como un saludable proceso de autodescubrimiento, de percepción y ponderación de lo que antes permanecía oculto en la vorágine de acontecimientos de gran escala. Y, porqué no reconocerlo, por la sumisión acrítica a visiones del mundo en la que lo importante siempre se ubicaba fuera de nosotros.

Durante demasiado tiempo, Santa Fe, por ejemplo, no fue noticiable para los santafesinos, ni materia de análisis o tratamiento. De allí el ominoso hueco informativo que oscurece largos periodos de su devenir. La ausencia relativa de escritos e imágenes autorreferenciales y de una sólida producción intelectual sobre sí misma fue percibida en su momento por Domingo Crespo, el ex gobernador que, como ya dijimos, se abocó a la redacción de sus Memorias cuando tomó conciencia -en 1847- “de la falta de obras que refirieran a la historia de Santa Fe”.

En ese campo, como en otros, se produce una manifiesta reversión. El periodismo moderniza sus enfoques y sus prácticas, redescubre a la sociedad en la que está inserto, la asume y la refleja. Los diarios agudizan sus análisis, valorizan los recursos visuales que la tecnología facilita, son concientes de que las noticias -aun las propias- no bastan y exploran nuevos espacios y fórmulas para mejorar la comunicación en términos de calidad, velocidad y exclusividad. No hay descanso.

Para terminar, vale la pena transcribir una reflexión de Floriano Zapata cuando terminaba el siglo XIX. Decía de la prensa:

“Si la observamos en todas las épocas, y prescindimos de miserias del momento… la veremos en general echando al surco la semilla de las ideas, que otros han de ver desarrollarse y fructificar en derecho propio.

“Gastadora conciente del progreso, ella ha franqueado el paso y allanado los obstáculos para que el pueblo de Santa Fe entre en las corrientes de una nueva vida y tome la parte que le corresponde en la ópima mies de la civilización universal.

“Ella ha desterrado con su predica incesante muchas preocupaciones que eran antes pasión, rectificado muchas falsas ideas que eran precepto, revolucionado muchas erradas opiniones que eran fe, arruinado muchas intolerancias que eran sistema…

“Ella ha contribuido, en fin, a suavizar las costumbres, a nivelar las clases, a desvincular los privilegios, a disipar las tinieblas de la ignorancia y poner al ciudadano en posesión tranquila de sus legítimos derechos”.

Pese al tiempo transcurrido, el juicio de Zapata mantiene vigencia. Allí radica el valor estratégico del periodismo ejercido en libertad. Ello no significa desconocer vicios, defecciones y lacras que también habitan su mundo interior. Sí, en cambio, reconocer su aptitud para promover transformaciones sociales positivas. Pese a los yerros inexorables, ese es su valor constante. Lejos de las utopías, con los pies en la tierra y sobrellevando sus propias contradicciones, tiene mucho que aportar a la construcción realista de una Argentina que debe olvidarse de los milagros salvadores y apostar al esfuerzo asociado, paciente y consecuente para labrar su futuro.

—o0o—

Periodismo desde la red de redes…

Siento el impulso de reiterar algunos párrafos de lo difundido en noviembre de 2004 en la trayectoria www.sepaargentina.com.ar Política / Dichos y Hechos / Tras la cola del perro de Alcibíades.

 

En los primeros años del siglo veintiuno es posible leer diarios editados en distintos continentes, si hay conocimiento de los pertinentes idiomas.

En torno a “la cola del perro de Alcibíades”.

Teniendo en cuenta que en esta aproximación al periodismo desde el siglo XIX en la provincia de Santa Fe, hay comentarios acerca de lo publicado el 29 de abril de 1894 en el diario Unión Provincial, escrito por Domingo Guzmán Silva sobre el Congreso Pedagógico Nacional con alusión a “la cola del perro de Alcibíades”, siento el impulso de reiterar lo difundido desde el diario “El Día” de España, el 27 de enero de 2004, en la sección “Criterios”, desde un sitio donde se expresaba Buenos días Florilán:

 

la Historia es una maestra. Y esta historia, que tiene una antigüedad de por lo menos 24 siglos, por acotada que parezca a ese tiempo pasado, fue tan buena en su formulación que aún hablamos de ella en el mundo globalizado en que vivimos… y es más, padecemos en mucho, su influjo…

Así, las dificultades con que nos tropezamos en la historia más reciente y en la vida diaria, inducen pensamientos y prácticas simplistas -casi mágicos-, orientados a tantear nuevamente con la remanida medicina de Alcibíades y de los atenienses: truncar las colas de más perros (o sucedáneos de perros) y ver sólo perros con rabos cortos, como formas de ensombrecer el interés y la responsabilidad sobre los problemas centrales que nos aquejan.

Sin embargo, en su lugar, podemos intentar también un acción directa y efectiva en la comprensión, planteo y ejecución de alternativas de solución, en un todo en contra de los Alcibíades que nos acosan con insensateces e imprudencias explícitas o solapadas, y con falsas percepciones, supuestamente más atractivas, que prometen respuestas totalmente esquivas a ser eficaces.

A poco de repasar acontecimientos cotidianos encontramos que en verdad estamos sometidos o siendo manipulados por hechos y simbolismos que se empeñan en distraernos al influjo de trivialidades o de impactantes noticias que muestran mucho pero esconden lo esencial, de detalles que encubren el todo, de generalizaciones que silencian diferencias, de formas que velan contenidos. Y no sólo consentimos en ser pasibles de esos tejemanejes sino que también generamos esas propias ambigüedades e improlijidades; aunque en pocas oportunidades -tal vez sólo esporádicamente, en la intimidad y cuando un rayo de luz está en el cenit del entendimiento- podamos admitir que somos o muchas veces hemos sido los responsables de esta estratagema de zapa que por allí criticamos.”

En el camino hacia el conocimiento y la verdad…

En el cuarto año del tercer milenio, sigue imponiéndose la tecnología de las comunicaciones, aunque suelen vivir millones de personas incomunicadas.

Con frecuencia, disponer de mayor información no significa saber más.  Hay una tendencia en la mayoría de los medios de difusión que tiende al impacto de las noticias –de cualquiera naturaleza y desde cualquier continente-, que propaga comentarios banales mientras se soslaya lo esencial y germinal: las causas que producen determinados efectos; sus consecuencias; las posibilidades de evitar la repetición de errores…

Propongo aquí, seguir avanzando por los senderos del periodismo, de la historia y de la literatura.

De la leyenda… a la historia de la Historia.

Sabido es que Sócrates (filósofo griego 469-309 a.c.) era “hijo de un albañil…

No escribió nada, más tenía la costumbre de hablar en los lugares públicos.  Existía entonces un gran interés por la sabiduría; había una variada multitud de maestros, llamados sofistas, que sazonaban acerca de la verdad, de la belleza y de la vida recta, instruyendo a la fuerte curiosidad de las imaginaciones juveniles.  Ocurría esto porque faltaban en Grecia grandes escuelas sacerdotales. En aquellas discusiones surgió este hombre, torpe y desaliñado de figura, descalzo, y reunió en torno suyo un grupo de admiradores y discípulos.”  [204]

Sócrates dialogaba y se ha reiterado que en distintas circunstancias, expresó:

“Sólo sé que no sé nada.”    (Y entonces, ¡algo sabía!)

“Conócete a ti mismo”.

 

En aquel tiempo, Platón (427-347), afirmaba:

“El hombre es un animal bípedo sin plumas.”  

(Pero puede “ volar” con la imaginación…)

“Si junto a la biblioteca tenéis un pequeño jardín, ya nada os falta.”

(Si puedes ver, leer, sentir…)

“La mayoría de los hombres en el poder se vuelven malos.”

[¿O ya eran y recién entonces se los ve y  reconoce?…

En Venecia se conserva una pintura “que representa”, la figura “de Sócrates (c.470-399 a.C.), filósofo ateniense, cuyo pensamiento influyó decisivamente en Platón y Aristóteles, y que fue condenado a muerte acusado de irreligioso, de corruptor de la juventud y de su discípulo Alcibíades.”

Rodean a Sócrates bellas jóvenes cubiertas con sutiles telas]   [205]

Un tal “Pericles”…

Dicen que el ateniense Alcibíades (n. 450 a.C.) era nieto de Pericles aunque a principios del tercer milenio algunos cronistas virtuales destacan que era un sobrino…

(Se ha escrito que “el pueblo de Atenas se levantó hacia la nobleza durante algún tiempo.  Bajo el mando de un gran demagogo, Pericles, miembro principal de la asamblea general ateniense…”

“Durante algún tiempo fue capaz de seguir generosamente a un jefe generoso… Mezclábanse en Pericles del más extraño modo la habilidad política y una verdadera pasión vivaz por las cosas profundas, elevadas y hermosas.  Fue dueño del poder durante más de treinta años.  Era hombre de extraordinario vigor y liberalidad mental, condiciones ambas que logró imprimir a su tiempo”…

El historiador griego Plutarco (que vivió entre los años 46-120 d.C.) expresó: “El poeta Ion dice… que el trato de Pericles era arrogante y soberbio, y… a lo jactancioso, se reunía en él cierta altivez y desprecio por los demás… No salía a la calle si no para ir al foro o al Senado.  Declinaba las invitaciones de sus amigos y todas las reuniones y recreos sociales; tanto, que en todo el tiempo de su magistratura, que fue considerablemente larga, nunca fue a cenar con amigos suyos más que una vez, que fue cuando la boda de su sobrino Euriptolemo, y sólo estuvo en ella hasta que terminara la ceremonia de la libación.  Consideraba que la libertad del trato quita toda distinción al cargo, y que la dignidad no se compadece muy bien con la familiaridad…”

No había entonces periodismo indiscreto que contara a todo el mundo las bajezas de los conspicuos y de los favorecidos por el éxito; pero el hombre común, no del todo satisfecho de sí, hallaba gran consuelo en el arte de la comedia, que florecía con exceso.  Los escritores cómicos satisfacían al anhelo casi universal de deprimir lo que por su excelencia aparente es ofensivo para nuestro amor propio. Tenaz e industriosamente arrojaron cieno sobre Pericles y sus amigos.  Pericles se retrató con yelmo; el yelmo le sentaba bien, y probablemente él lo sabía.  Esto causó gran regocijo e hizo felices a muchos porque dijeron que tenía una cabeza deforme, como una cebolla”… )  [206]

Un tal “Alcibíades”…

Se ha reiterado que entre los discípulos de Sócrates, estaba Alcibíades que fue general y jefe del partido democrático.

Se ha dicho y escrito algo así como que el vehemente Alcibíades, durante la expedición militar contra Sicilia, ordenó mutilar las estatuas de Hermes, que era venerado como dios de los comerciantes y viajeros; dios de los ladrones en la mitología… Enseguida se generó la reacción, tras ser acusado de sacrilegio debió huir de su terruño y a comienzos del tercer milenio por internet se expresa que se refugió “en España”… Subrayado aquí Evidente error, porque debió estar escrito Esparta.

[¿Podría haber sido allá?

Leamos otra crónica: “La paz y alianza defensiva entre Atenas y Esparta no pasaba de ser una solución eventual, pues seguía la lucha abierta entre las facciones demócratas y oligárquicas para aumentar su esfera de influencia. /  En Atenas, aquellos años estuvieron marcados por el ascenso político de Alcibíades, opuesto a Esparta y al pacifista Nicias.  La revuelta de los melios fue reprimida brutalmente (416 a.C.) lo que demostró que la asamblea democrática ateniense estaba dispuesta a imponer la supremacía del Estado ático.  Así se vio en la inmediata expedición a Sicilia, donde Siracusa, al frente de las ciudades dorias, había establecido su hegemonía, decantándose por Esparta y avituallando con su trigo al Peloponeso”. /…/

“Alcibíades presionó a favor de la guerra”. /…/

“Las tropas fueron puestas abajo el mando de Alcibíades, Nicias y Lamacos.  A Alcibíades se le ordenó regresar acusado del sacrilegio de haber mutilados los Hermes y profanado los misterios de Eluisis, por lo que huyó a Esparta.”]  [207]

Alcibíades y su perro…

Un relato legendario alude a su deseo de tener un perro y a su propósito de elegir uno de los más perfectos, sin importarle el precio.  Eligió un animal con una grande cola que lo distinguía de los otros de su especie.  De acuerdo a diversos relatos trasmitidos por distintos medios desde aquella época, Alcibíades además de ser vehemente solía proceder furiosamente y hasta con crueldad.  Así fue como decidió ordenar que a su distinguido perro le cortaran la cola y cuando los caminantes atenienses lo vieron así transformado, empezaron a hablar continuamente del perro descolado

Una vez más, la estrategia de Alcibíades había resultado eficaz porque en vez de hablar sobre él y sus vaivenes -lealtades y traiciones-, todos estaban muy entretenidos elaborando conjeturas sobre el derrabado… que aparentemente no tenía nombre, como tantos hombres que han peregrinado por el planeta Tierra sólo con un sobrenombre.

Un tal “Plutarco”…

También Plutarco nacido a mediados del siglo I, recordó aquella historia de Alcibíades y su perro, de los vecinos que se distraían sin razón aparente…

Han sido leídas algunas ediciones de sus discursos pero con mayor frecuencia se recuerdan algunos párrafos que han sido recopilados y publicados también en el siglo XX.

Releamos:

“La bebida sacia la sed, el alimento apaga el deseo de nutrirse; pero la plata y el oro no satisfacen nunca la avaricia.”

“De la misma forma que el hierro es comido por el orín, los envidiosos son consumidos por la misma pasión.”

“Deberíamos complacer más a quienes nos reprenden que a los que nos adulan; los primeros nos despiertan un sentimiento de dolor, mientras que los segundos, tratando de agradarnos, en realidad nos debilitan y nos abaten.”

“Muchas veces las nubes ensombrecen el sol y las pasiones el raciocinio.”

“Un jefe debe tener los ojos tan puros como las manos”.

“Una autoridad que se funda sobre el terror, sobre la violencia y sobre la opresión, es a un tiempo, una vergüenza y una injusticia.”

“Dulce es envejecer con el espíritu honesto, como en compañía de un buen amigo.”

“La muerte de los jóvenes constituye un naufragio; la de los viejos es un atracar en el puerto.”

“Tenemos que vivir, y no sólo que existir.”

(¡Algo sabía,  Plutarco!…)

 

Y tras estas relecturas, percibo impulsos de la memoria porque algunas experiencias en el siglo veinte han demostrado que se suele simular una amistad para obtener algún beneficio.  Todavía se dice “el perro es el mejor amigo del hombre”  pero ocurre con frecuencia que el hombre no es el mejor amigo del perro…

En determinadas circunstancias se afirma:

“Cuanto más conozco al hombre más amo a mi perro.”

Queda la duda acerca de si esa persona, como proponía Sócrates, ya habría logrado aproximarse al conocimiento de sí misma; eslabón  necesario para empezar a conocer a los demás.

Hay quienes utilizan frases como si fueran verdades categóricas: “Yo siempre tuve una línea de conducta”

Los oyentes, si algo las conocen, podrán imaginar una débil línea, sinuosa o quebrada, descendente y borrosa, mientras el hablante en su afán de “creer que es lo que no es”, la proyectará  inclinada o vertical, luminosa hacia lo alto y lo Alto, casi deslumbrante…

Misterios de una cola perdurable…

Resulta sorprendente que aquel talentoso Plutarco, haya ocupado parte de su tiempo para hablar del perro sin nombre -¡N.N!, no nominado y también desaparecido-; pero así suele acontecer aún a principios del tercer milenio en este planeta que gira, gira, gira… y nos mantiene pegados al suelo porque se impone la potencia de la ley de gravedad…  [208]

Es oportuno limitar esta mirada hacia la historia de la Historia de la Civilización –¿de la civilización?…-; reiterando que de acuerdo a la información de los veterinarios, cada año de los canes equivale a siete de los hombres.

En consecuencia, es admisible la afirmación de que el perro de Alcibíades murió antes que su amo, pero lo que no se ha comentado es si terminaron en la misma forma, porque al general griego algunos de sus contemporáneos decidieron asesinarlo y lo lograron.

Artificios iniciales de Alcibíades y perros…

Desde España, por la red de redes, llega el eco de un mensaje que es promesa de resonancia si quienes lo perciben están dispuestos a generar tal fenómeno de transformación:

“Para promover la superación de los artificios iniciales de Alcibíades y perros, tres puntos pueden ser pertinentes…  (Este subrayado y los siguientes, no están en el original.)

El primer punto estaría orientado a la redefinición de las finalidades y objetivos de las instituciones en general y de las instituciones educativas en nuestro caso, en el marco de las nuevas exigencias y requerimientos que configuran su dominio y accionar, en un ambiente ecológicamente especificado.”

(Sugiero no avanzar si no se ha entendido e interpretado. Releer.)

 

El segundo punto tiene que ver con una revalorización de la comunicación: del lenguaje hablado, gestual y escrito. Se aboga por el bien decir en sus formas más literarias, en sus formas más serias y en sus formas más fluidas propias de la pluralidad de oportunidades que dibuja la vida de relación. Se respalda este bien decir en sus formas y también de los contenidos que le son pertinentes. No sólo saber decir es el juego sino decir inteligente y creativo, en la línea de testimonios que se muestren como reflejo del bien pensar y de buenos pensamientos creativos e inteligentes, y -en la medida en que sean apropiados- asociados a valores de tolerancia y de promoción de la diversidad aún en la defensa o consolidación de derechos propios o ajenos… La pauperización del lenguaje y de recursos alternativos esconde muchas veces la falta de ideas, la carencia de argumentos, la imposición de autoritarismos que ya se presuponían perimidos o la sumisión a ellos, falta de conocimiento o inapropiada formación, insensibilidad manifiesta hacia la calidad y sus beneficios… A poco de observar cada uno puede encontrar que parte de las publicaciones impresas encargadas de informar, parte de los presentaciones de televisión destinados a entretenimientos y las transmisiones de radio que se nos ofrece tienen, mantienen o propician ese sesgo; algunos otros con tradición de calidad más consolidada son ejemplos apropiados de rumbos comprometidos con niveles más altos y flexibles de lenguajes expresivos, formas de decir y de pensar destacados.”  /…/

“…lenguaje y vocabulario no son sólo formas o maneras más o menos correctas y pertinentes de relacionarse… son dispositivos que promueven el pensamiento y las ideas, y en este sentido la ingerencia inicial de la familia y luego de la escuela en los jerárquicos niveles de organización no pueden desconocer ni delegar su responsabilidad: enseñar a saber decir es también enseñar a saber pensar!”

(Saber decir… saber pensar… saber comunicarse…)

 

El tercer punto se liga a una prometedora idea… /…/

“…rescatar el profundo sentido de conocer y de saber por el conocer y el saber en sí mismos, como una aventura, como una toma de riesgos, como el hábito por correr la ignorancia un poco más y percatarse de lo que en realidad se nos está queriendo decir”…

“…encontrar que el ‘uso más importante del conocimiento es cultivar nuestra curiosidad’.”

La verdad no es patrimonio de la ciencia ni de la escuela. Pero enseñamos en la escuela que la ciencia es un conjunto de verdades… y luego seguimos pensando que ¡sí, es así!” /…/

(¿Entonces?…)

 

“…La tarea definida consiste en que los alumnos vigilen en las clases las inconsistencias en las argumentaciones y propuestas injustificadas.

Las implicancias de esta propuesta son insospechadamente potentes. Por un lado pone en tela de juicio lo que nos dicen y aún lo que está escrito; por otro, contribuye a aceptar que el mundo es como es, con límites y regulaciones (incluidos juicios y prejuicios sociales, culturales, científicos y éticos); y por fin, que el mismo mundo puede ser cambiado si aprendemos a pensar críticamente, con mentalidad independiente que nos distancie de la sabiduría convencional y con la disposición de suficiente capacidad para cambiar lo que debe ser cambiado.”

“Apostar que las personas pueden pensar, apostar que a pesar de las crisis la gente puede ser ocurrente, aguda, ingeniosa, oportuna y sagaz en sus propuestas y apreciaciones, apostar que puede aprender el bien decir y atender al oportuno callar, que puede hacer de las diferencias un campo fértil de discusiones y de realizaciones más que de disputas estériles y fútiles, por cierto que ha de considerarse un inicio auspicioso…

¿Es posible actuar en este sentido, en ambientes y situaciones sociales difíciles y comprometidas? Respondería: sí, es posible y sí, es la escuela la que debería liderarlos, y lo diría casi más enfáticamente de lo que pueda sostenerlo con evidencias… Entiendo que las corrientes actuales de estudio de diversidad de inteligencias y de creatividad avalan este optimismo; además, puede ser una de las alternativas permitidas que tengamos habilitadas a poco que los conflictos se hagan más intensos y generalizados.

Dentro de la decepción que genera una crisis como la que estamos transcurriendo, algunos ejemplos advierten también que es posible la esperanza”…

Casi colofón…

“De todos modos, no dejo de advertir que esta página y sus referentes puedan ser un nuevo ardid o la triquiñuela solapada del mismísimo Alcibíades con su perro, distrayéndonos de lo que realmente importa para la consecución de un mundo mejor… ¡las ideas!

Por eso, ya que definitivamente casi nada es como aparece, y que casi nada es como se dice o como nos lo dicen… aventajado es pensar, discurrir es la mejor astucia…” /…/

“Pues en fin, mientras tengamos aptitud, lo mejor es, y seguirá siendo, PENSAR!!!”

………………………………………………………………………………………………………………………

Ecos cerca de los ríos…

Desde la lejana tierra de los griegos, es posible llegar hasta el río de la Plata -que no es tal porque está comprobado que “no hay plata”-; navegar por el ancho y extenso río Paraná, llegar al yacimiento arqueológico existente en el lugar donde el 15 de noviembre de 1573, el vizcaíno Juan de Garay fundó la primitiva ciudad de Santa Fe, con el propósito de “abrir puertas a la tierra” y que después, acosados por los ataques de los malones -así decían y dicen- y por las inundaciones, decidieron empezar a trasladar en 1651, trabajo que los ocupó durante una década.

Con el mismo trazado, se instaló Santa Fe de la Vera Cruz que limita al este con el caudaloso Paraná, al oeste con el río Salado; ciudad capital de la provincia que el brigadier general Estanislao López dijo que era la Provincia Invencible; lugar donde se firmaron pactos y se sancionó la Constitución Nacional Argentina el 1º de mayo de 1853, donde se reunieron los convencionales para sucesivas reformas y por eso, reconocida como “Ciudad de las Convenciones”, “Capital legal de la República” como ha dicho el talentoso abogado, escritor, académico Gastón Gori, Pedro Raúl Marangoni.

 

En Santa Fe de la Vera Cruz, República Argentina, “hemisferio sur” del planeta tierra porque así lo han convenido los cartógrafos…

Ahora, aquí… se impone otra pausa.

Gracias por la tolerancia, hermano-compañero.

Otoño de 2006.

Nidia Orbea Álvarez de Fontanini.)

 

[1] López Rosas, José Rafael. De la discordia y la melancolía.  Santa Fe de la Vera Cruz, Fondo Editorial de la Provincia de Santa Fe, volumen 13, mayo de 1986, p. 97.  Crónica titulada: “El periodismo de los tiempos heroicos”.

[2] Renna, Amílcar Damián.  Nueva Enciclopedia de la Provincia de Santa Fe. Tomo 4. Santa Fe de la Vera Cruz, octubre de 1994, Expresión, p. 399.

[3] Abad de Santillán, Diego. Historia Argentina. Tomo 2 . Buenos Aires, TEA, 1965, p. 3-4.

[4] López Rosas, José Rafael. De la discordia y la melancolía.  Ob. cit, p. 114.

[5] Rosa, José María. Historia Argentina. Tomo 3. Relato en la página 248. Luego el autor reitera una carta del chileno Zañartú, delegado de la Logia Lautaro de Chile en Buenos Aires dirigida a O’Higgins, refiriéndose a los enfrentamientos en Buenos Aires y destaca que todo era por “miedo, miedo, nada más… hay en este pueblo una disolución social, no por explosión de mina reparada sino porque los señores de la OO (logia) no se han entendido ente sí… se compone de gentes muy miserables; ellos decretaron la guerra a Santa Fe, a lo cual me opuse con un calor proporcionado a las consecuencias que preveía… tuve mis altercados algo graves con el V. (Venerable)… San Martín no tiene en este cónclave, secuaces.  Unos lo envidian, otros le temen, y ninguno lo ama.  Él bien conoce, y ha recelado que la orden de empeñarlo en una guerra con los montoneros tiene por objeto hacerle perder su opinión”. (p. 251). Reproducido el texto de la proclama en la página 252.

[6] Ese cargo fue ofrecido a José Miguel Carrera quien apoyó el nombramiento de Manuel de Sarratea, nacido en Buenos Aires el 11 de agosto de 1774. Sarratea falleció en Limoges, Francia, el 21 de septiembre de 1849.

[7] Rosa, José María. Historia Argentina. Tomo 3. Ob. cit., p. 258.

[8] Ídem, p. 263 y 265-267.

[9] Íd., p. 278.

[10] Martín Rodríguez nació en Buenos Aires en 1771, tenía cincuenta años cuando fue gobernador de Buenos Aires y falleció en Montevideo en 1845.  Bernardino Rivadavia, en 1826 le encomendó misiones diplomáticas en Inglaterra, Río de Janeiro y Francia.

[11] Abad de Santillán, Diego. Historia Argentina – Tomo 2.  Ob. cit., p. 130-131.

[12] Madariaga, Salvador de Bolívar. Tomo I y II. Buenos Aires, Editorial Sudamericana , 4ª edición, 8 de abril de 1976, p. 284.  Obras entregadas a la señora Nidia Orbea de Fontanini por las autoridades del Instituto de Cultura Hispánica de Rosario, junto con el diploma Mención Especial por sus ensayos sobre “Poetas españoles en las últimas cinco décadas”, durante un acto realizado en el Club Español de Rosario (provincia de Santa Fe), calle La Rioja 1051, organizado por la Asociación Literaria “Nosotras” presidida por la escritora Febe Cúccari de Ellena.    Sugiero leer Simón Bolívar – Caudillo hispanoamericano, una aproximación biográfica inédita e incluida en el Portal de SEPA (Servicio de Educación por el Arte) www.sepaargentina.com.ar  en la trayectoria HISTORIA / APROXIMACIONES BIOGRÁFICAS.

[13] Madariaga. Bolívar.  Ob. cit. El autor cita a “Daniel Florencio O’Leary. Panamá. El Congreso Internacional de Panamá en 1826. Desgobierno y anarquía en la Gran Colombia y del Libertador. Madrid, 1920.”

[14] Ídem, p. 197-199. El autor en páginas anteriores, alude al momento en que “los conspiradores eligieron por caudillo a Don Agustín Iturbide.  (Tomo II, p. 146-147), también hijo de un español y de una “criolla” –como San Martín- nacido el 27 de septiembre de 1783, dos meses menor que Bolívar.  Ingresado en el ejército “casi niño”, también como San Martín en el Ejército español cuando participó en el sitio de Orán y luego en la batalla de Bailén; buen soldado y pronto Coronel, “ambicioso deseaba una revolución, para la cual creía, con razón, indispensable el mando de un ejército; y entonces fue cuando el Virrey le dio el ejército del Sur (9-XI-20)”…

[15] Ídem, p. Tomo II, p. 22-23.  El autor en nota al pie de página, destaca: “Cuando escribí esta página creí haber inventado el neologismo monócrata-monocracia.  Meses después descubrí que lo había inventado antes el propio Bolívar, precisamente para designar el régimen a que aspiraba.” (Cita como fuentes: Cartas del Libertador, publicadas por Vicente Lecuona, Caracas, 1929, 10 volúmenes y un volumen adicional en 1948.

[16] Ídem.  Carta de Bolívar a Francisco de Paula Santander (p. 284-285).

[17] Íd. p. 246-247. En 1799, el Barón Carlos Humboldt y el joven naturalista francés Aimé Bonpland iniciaron un viaje de estudios por el Nuevo Mundo. # Es oportuno expresar que el escritor argentino José Luis Víttori, en el ocaso del siglo veinte, publicó Viajes y viajeros en la literatura del Río de la Plata Tomos I y II (Buenos Aires, Vinciguerra, 1999) y en ese libro menciona a los viajeros que el presidente Francia consideraba espías, entre ellos a los hermanos Juan y Guillermo Parish Robertson -también nombrados John y William Parish Robertson, o sólo los hermanos Robertson…  José Luis Víttori comenzó su labor periodística en el diario El Litoral de Santa Fe de la Vera Cruz (provincia de Santa Fe), fundado por Salvador Caputto asociado dos años después con Pedro Antonio Víttori, su padre. Víttori fue incorporado como Miembro Correspondiente en la Academia. Miembro del Directorio de esa empresa.  Desde su juventud dedicado a la Literatura, desarrolló una vasta obra (narrativa, ensayos…) y distintas editoriales imprimieron sus libros.

[18] Madariaga, Salvador de Bolívar Tomo I, p. 137 y 142.  En Italia, el inquieto Simón Bolívar “vio a Napoleón colocar sobre sus sienes la corona de hierro de los reyes de Lombardía” y después los tocayos Carreño –maestro-  y Bolívar -su alumno-, se retiraron porque se sintieron observados como si fueran espías y siguieron sus caminos hacia el norte italiano. Era el tiempo en que Bolívar culminaba otra etapa de experiencias en el seno de la cultura europea, compartiendo momentos inolvidables con Fanny Trobiand Aristeguieta, considerada su prima, quien a los veintiocho años era Madame Dervieu de Villars, esposa de un comandante y jefe de la Guardia Nacional francesa, que le duplicaba su edad y “practicaba sin duda el arte de atraer a su salón personas de viso.  Es muy posible que Humboldt haya ido alguna que otra vez”… Simón Bolívar “la idealizó hasta ver en ella una re-encarnación de su difunta esposa -quizá también de su difunta madre, puesto que, detalle significativo, solía llamarla Teresa”. (Madariaga, tomo I, p. 150-151)

[19] Ibídem, p. 147-148.

[20] Ídem, p. 151-152.

[21] Señales de Aimé Bonpland: Sabido es que a mediados del siglo diecinueve, el gobierno de la provincia de Buenos Aires decidió separarse del resto de la Confederación, y que desde 1850 estaba en el país el médico francés August Brougnes estudiando “sus posibilidades para la recepción de inmigrantes europeos” teniendo en cuenta “el creciente pauperismo agrícola que había visto de cerca en el meridión de Francia, su lugar de actuación”. En mayo de 1852 fue convocado por el ministro de gobierno provisorio del general Urquiza “proponiéndole se encargara de la organización de un vasto plan de colonización en la provincia de Buenos Aires.  Debido a que tras  la revolución del 11 de septiembre, esa provincia se separó del resto de la Confederación, esa iniciativa fue apoyada por Juan Pujol, progresista gobernador de Corrientes -que en ese tiempo abarcaba también el territorio de Misiones-, donde el perseverante Aimé Bonpland desarrollaba estudios sobre botánica y difundía sus conocimientos sobre técnicas agrícolas”…  /  El doctor Esteban Laureano Maradona, después de la destitución del presidente Hipólito Yrigoyen (06-09-1930), decidió alejarse de Buenos Aires. Vivió junto a indígenas de Estanislao del Campo en territorio formoseño. Allí lo nombraban Doctor Dios por su generosidad y obras. Vivió en ese lugar hasta que debilitado tras más de ochenta años de vida, su sobrino José Ignacio Maradona residente en Rosario fue a buscarlo para que trasladarlo junto a su hogar.  Sabido es que Maradona, fue un entusiasta lector de lo escrito por Aimé Bonpland en el siglo anterior porque tenía uno de sus libros en su modesta biblioteca.  Su sobrino durante una entrevista, destacó que “en Estanislao del Campo; la población había crecido, cuando él llegó había cuatro o cinco ranchos al lado de la estación del ferrocarril, que se llamaba Parada Guaycurú, con una población numerosa de indígenas en estado deplorable comenzando la obra que todos conocemos; vivía en la extrema sobriedad: una cama tipo hospital, en un rincón su único traje, regalo de su madre; una pila de escritos y libros: varios tomos de Humboldt, a quien admiraba, sobre él escribió un artículo titulado ‘El redescubridor de América’; varios escritos de Bonpland, Darwin, Zapata Gollán y muchos más.” (Reiteración de lo expresado en el libro Tras las señales del escritor José Luis Víttori, sucesión de acotaciones generadas durante sucesivas pausas referidas a relecturas que necesité hacer mientras estaba escribiendo “Universo Vittoriano”…  El doctor Laureano Maradona como era más nombrado, escribió varios libros y en uno de ellos, refiriéndose al espinoso”aromito”, expresó: “Tenemos una atracción particular por esta especie, quizás porque fue la primera que contemplaron mis ojos en días de la infancia, en las costas del río Coronda, de Nueva Esperanza, de las Barrancas; donde fue fundado el Fuerte, nada menos que por el primer Adelantado, en 1537, antes de partir para España.  Existe, lo de siempre: la confusión, el ‘aromito’ exhala un perfume que se difunde en el ambiente y no puede pasar inadvertido y un par de espinas, puede decirse bigeminadas, que sugiere lo de ‘espinillo’, como lo llama el criollo de las márgenes del Paraná.  Y aunque se lo haya nombrado ‘algarrobillo’ y ‘ aromito’ y aparezca como ‘tusca’, en el catálogo oficial, el binomio linneano es valedero de Humboldt (Federico Enrique) y Bonpland (Amado G.), pero como ‘aromito’ y no como ‘tusca’.”  # Sabido es que Bonpland estuvo en territorio correntino y misionero: Reitero lo expresado en mi libro inédito San Carlos… llanura luminosa:  “…apenas llegó al país el médico francés August Brougnes -en 1850- empezó a ‘estudiar sus posibilidades para la recepción de inmigrantes europeos’ teniendo en cuenta ‘el creciente pauperismo agrícola que había vito de cerca en el meridión de Francia, su lugar de actuación’ y escribió dos monografías que luego fueron publicadas para promover la colonización hacia el Río de la Plata.   Dos años después, en mayo de 1852 fue convocado por el ministro de gobierno provisorio del general Urquiza “proponiéndole se encargara de la organización de un vasto plan de colonización en la provincia de Buenos Aires.  Debido a que tras  la revolución del 11 de septiembre, esa provincia se separó del resto de la Confederación, esa iniciativa fue apoyada por Juan Pujol, progresista gobernador de Corrientes -que en ese tiempo abarcaba también el territorio de Misiones-, donde el perseverante Aimé Bonpland desarrollaba estudios sobre botánica y difundía sus conocimientos sobre técnicas agrícolas.  Así fue como el doctor Brougnes reclutó ‘a sus colonos entre los necesitados labradores del sur de Francia, sobre todo en las provincias vascas’.  Esas familias estaban integradas por 257 personas que embarcaron en Burdeos, pero sólo ‘unas 160 personas’ llegaron el 25 de enero de 1855 a Corrientes porque ‘entre la apreciable mortalidad infantil en la travesía y las deserciones en el camino –Montevideo, Las Conchas en Entre Ríos-, quedó sólo dicha cantidad’.”

[22] Madariaga, Salvador de Bolívar Tomo I, p. 152-153.

[23] Abad de Santillán, Diego. Historia Argentina – Tomo 2.  Buenos Aires, TEA (Tipográfica Editora Argentina), 1965,  p. 130.

[24] Ibídem, p.129.

[25] Orbea de Fontanini, Nidia A. G. Argentina-Santa Fe Hermanos Juan y Guillermo Parish Robertson. (Apuntes, seis páginas.)

[26] Renna, Amílcar Damián. Nueva Enciclopedia de la Provincia de Santa Fe. Tomo IV.  Santa Fe dela Vera Cruz, Ediciones Sudamérica, octubre de 1993, p. 399-401 e Historia Argentina  de Diego Abad de Santillán  (Ob. cit., p. 351-352.

[27] Legislatura de Santa Fe. Cámara de Diputados. 1932, tomo II, p. 950.  El diputado Gotfrid, comparaba aquella crisis de 1876 con la de 1932 y afirmo que “son causas inherentes al estado actual de los negocios del mundo; es a la verdad muy difícil mantener el equilibrio entre las dos formas del capital, cuando no hay reglas ni números que lo formulen, y en medio de la osadía del espíritu de empresa, de las facilidades atrayentes del crédito y de la prodigiosa rapidez de las operaciones comerciales.”

[28] Kenner, Leopoldo. David Peña y los orígenes del Colegio Nacional de Rosario. Rosario, Edición del Banco Provincial de Santa Fe Casa Rosario, 1974, p. 124-125.

[29] Kenner, Leopoldo. David Peña y los orígenes del Colegio Nacional de Rosario. Rosario, Edición del Banco Provincial de Santa Fe Casa Rosario, 1974, p. 124-125.

[30] Ibídem, p. 103-104.

[31] Cecchini de Dallo, Ana María. Los grupos políticos de Santa Fe 1852-1862.  Santa Fe de la Vera Cruz, Ediciones Culturales Santafesinas, 1992, p. 87 y 84.

[32] Kenner, Leopoldo. David Peña y los orígenes del Colegio Nacional de Rosario. Ob. cit., p. 97-98; 130-134.

[33] Ibídem, p. 136-137.

[34] Periódicos santafesinos del siglo XIX por Cintia Mignone. Diario “El Litoral” de Santa Fe, Colección “Los que hicieron Santa Fe”, 2004, p. 381.

[35] En 1884 se creó el Consejo General de Educación santafesino, el doctor Mariano Quiroga fue el primer presidente y dos años después, sancionada otra ley se constituyó otro Consejo que fue presidido por el doctor Pedro C. Reyna.

[36] Díaz Molano, Elías Ingeniero. Domingo G. Silva. Buenos Aires, Editorial Plus Ultra, Colección Los Argentinos, p. 205.

[37] Ibídem, p. 22.

[38] Ídem, p. 23-24

[39] Carlos N. Vergara. Director del Boletín de Educación (durante la presidencia de Domingo Guzmán Silva 1887-1904).  Destacado educador y escritor. Algunos libros editados: Educación Republicana (Imprenta, Litografía y Encuadernadora Benaprés, 1899 – ejemplares numerados v./h. Nº 88676);  La mamá – Libro primero de lectura y escritura. Buenos Aires, editorial Estada, 1910. Nuevo mundo moral. Buenos Aires, Ed. de Billetes, 1913; Fundamentos de la Moral, Buenos Aires, 1914; Filosofía de la Educación  (Buenos Aires, Ed. de Billetes de Banco, 1916. / Ed. García Santos, 1916); Ecología, ed. Cerban, 1921.

[40] De una crónica escrita por Domingo Guzmán con el título “Héroes Obscuros: Pancho”, publicada en el diario Nueva Época, en  Santa Fe dela Vera Cruz, 24 de julio de 1905.

[41] Busaniche, José Carmelo. Vida y obra de Domingo G. Silva.  Conferencia pronunciada el 15 de noviembre de 1936 y publicada al año siguiente.  También el Dr. Carmelo Busaniche fue profesor en la Escuela Superior de Comercio Domingo Guzmán Silva, donde en el nivel terciario se desarrollaba el “Curso de Contadores Públicos Nacionales” hasta que se incorporó a la universidad.   En el cuarto volumen de la colección “Nuevo Rumbo” -estructurada y dirigida por el escritor Luis Gudiño Krämer-, impresa en Librería y Editorial Colmegna durante la segunda quincena de abril de 1946, al final de la primera solapa después de algunas referencias a su trayectoria, consta: “Busaniche es autor de buenos ensayos biográficos, entre ellos los dedicados a Domingo G. Silva, el periodista y educador a quien tanto le debe Santa Fe…”

[42] Díaz Molano, Elías Ingeniero. Domingo Guzmán Silva. Ob. cit., p. 205-206.  El autor cita publicaciones en el diario Unión Provincial, el 10 de junio de 1905 y en el diario Santa Fe, el 27 de diciembre de 1914, relacionada con el total de ediciones, nota que Silva firmó con el seudónimo Ignotus.

[43] Diario “El Litoral”. Santa Fe de la Vera Cruz, el miércoles 3 de marzo de 2004.

[44] Díaz Molano, Elías Ingeniero. Domingo G. Silva. Ob. cit. p. 203. // Carlos Roxlo era hijo de los españoles José Roxlo y Carmen Miralles. Dedicó parte de su tiempo a la literatura, también se dedicó a la política.  En 1860 pertenecía al Partido Nacional. Fue diputado en 1901.  Periodista en el diario El país fundado por su amigo Lionel Aguirre.  El 5 de mayo de 1897, durante la revolución de Aparicio Saravia contra el gobernador Juan Idiar, desembarcó junto a Florencio Sánchez -y otros-, en el Puerto Sauce de Colonia (República Oriental del Uruguay)… En la segunda década del siglo veinte declinó su salud y también su estado de ánimo.  Falleció el 24 de septiembre de 1926.

[45] Kenner, Leopoldo. David Peña y los orígenes del Colegio Nacional de Rosario. Ob. citada, p. 22. / Cita en pie de página:  “6) Para detalles de este cambio, VID: Leopoldo Kanner ‘Proceridad y niñez de David Peña’ en el Boletín de la Academia Nacional de la Historia, vol. XXXVIII, Buenos Aires, 1965.”  Destacó el autor: “…puede afirmarse que sus primeros años transcurrieron en la vivienda de calle Libertad (actual Sarmiento) entre Córdoba y Santa Fe, próximo adonde hoy se levanta el diario LA CAPITAL.  Ahí llegaron a convivir cuatro generaciones y la morada debió ser muy amplia, pues a más del extenso patio con gran parral, David recordaba como un ensueño, que lo llevaban ‘o hacia una visita’ a su bisabuela, de cabello níveo, que en días de sol cordial, sentábase a bruñir cariñosamente, las onzas que iba trayendo de un cofre”.  Cita: a) Memoria Peña… fue concluida en 1926, cuatro años antes de su muerte y como todas, tiene yerros, pues si bien la perspectiva otorga serenidad al juicio, también trastoca aconteceres y fechas. No obstante, la misma es inapreciable, dado que contribuye a restaurar una época y la estudiantina del Colegio Nacional.”

[46] Ibídem, p. 24-26.

[47] Ídem.  Cita en página 26: “7) Versión proporcionada por el historiador Prof. D. Carlos Gregorio Romero Sosa, así como la genealogía de los salteños que vivían con Peña en Buenos Aires.”

[48] Ídem.  Capítulo V. “Nace el Colegio Nacional de Rosario”, con alumnos internos. (p. 75-84.)  Primer Rector: D. Enrique Corona Martínez.

[49] Ramón J. Lassaga dirigió la revista y desde esas páginas difundió parte de su obra literaria.  Ejerció la docencia en escuelas secundarias y en la Universidad, participó en Comisiones Examinadoras de las escuelas municipales y del “Colegio mercantil” junto a destacados educadores santafesinos, entre ellos Mariano Quiroga, Juan Beleno, Domingo Guzmán Silva…

[50] Aquel primer “Taller de Educación Manual”, desde el 1º de agosto de 1902 fue transformado en “Escuela Graduada”, luego en Escuela Industrial Provincial dependiente del Consejo General de Educación.  El 17 de diciembre de 1905 pusieron la piedra fundamental para la construcción del edificio en la calle Junín entre 9 de Julio y 1º de Mayo.  En 1908 fueron habilitadas las primeras aulas.

[51] Es interesante recordar que en aquel tiempo los arrendatarios debían pagar un canon, equivalente al 20 o 30% de la cosecha, en especie o en dinero.  Los bajos precios pagados a los agricultores, favorecieron el constante crecimiento de las exportaciones de trigo santafesino con precios muy competitivos, con relación a los tradicionales mercados de Australia, Canadá y Estados Unidos. Dos años después, esa sostenida tendencia provocó una abrupta baja en las cotizaciones de Londres que habían sido estables durante veinticinco años.

[52] Orbea Álvarez de Fontanini, Nidia A. G. Maradona – Tres personalidades.  (Inédito).

[53] Nota en Diario El Litoral por el historiador santafesino Dr. Julio Argentino Carmelo Caminos, fallecido en Buenos Aires el 7 de febrero de 1993.

[54] Capítulo – La historia de la Literatura.  Buenos Aires, Centro Editor de América Latina, mayo de 1968, p. 878.  Textos elaborados por Jorge Lafforghe y Jorge B. Rivera.  

[55] Gálvez, Manuel. Amigos y maestros de mi juventud.  Buenos Aires, Edit. Hachette, 1941.

[56] Primera página, de la primera edición, 7 de abril de 1886.

[57] Zapata, Floriano. Un duende. En: Almanaque Santafesino. Imprenta Progreso de Juan Benaprés. Santa Fe, 1893.

[58] Acta Nª 53. op. Cit. Acerca de Manuel Gálvez, es oportuno tener en cuenta que en 1889, Manuel Gálvez -de diecisiete años- logró la publicación de su primer comentario sobre el teatro de Ibsen.  Manuel Gálvez luego fue reconocido como destacado biógrafo, poeta, ensayista, historiador, tres veces propuesto para el Premio Nobel de Literatura. Intentó vivir con lo que le retribuían por su escritura y así fue como vivió con excesivas limitaciones. Casado con Delfina Bunge, en la década del cuarenta soportaron agresiones por sus adhesiones al movimiento nacional justicialista.

[59] Calvo, Luis María. Testimonio. Unión Provincial. Año X. N° 2.664. Santa Fe, viernes 17 de abril de 1903. c. 7 s/p

[60] Nómina completa de senadores en 1892:  1. ARTEAGA, Cipriano -General López-; 2. COMAS, Mariano -La Capital-;  3. GIMÉNEZ, Cayetano -Rosario-;  4. GOLLÁN, Daniel -San Lorenzo-; 5. LOZA, Florentino –Castellanos-; 6. MARADONA, Waldino B. -Las Colonias-; 7. PEREYRA, Casiano H. -San Martín-; 8. POZZO, Juan  -Vera-;  9. ROSAS, R. (o A) -s.d.-; 10. ROSAS, Santiago -Garay-; 11. SABROZO, Hilario –Caseros-; 12. TERROSA, Luis –Constitución-; 13. ZAPATA, Floriano -La Capital.

[61] Ibídem, p. 92-93.

[62] Ob. cit. “La Ciudad de Santa Fe en la visión de Floriano Zapata”, p. 5, nota “21. Calvo, Luis María. Testimonio.”

[63] Diario “El Litoral”. Santa Fe de la Vera Cruz, el miércoles 3 de marzo de 2004.

[64] Díaz Molano, Elías Ingeniero. Domingo G. Silva.  Buenos Aires, Editorial Plus Ultra, Colección “Los Argentinos”, 1981, p. 76-77.

[65] Ibídem, p. 92-93.

[66] Ídem, p. 36.

[67] Las primeras actas de ese período estaban escritas con caligrafía -casi tipo inglesa-, y “en las actas leídas en la Legislatura” -disponibles en su archivo-, se refleja el cambio de secretario porque son distintas las huellas en las actas manuscritas…” -ya no caligráficas-. Nacido en 1859, Malaquías a los veinte años se trasladó a Helvecia porque necesitaba descansar para mejorar su afección asmática, en ese tiempo escribió la novela titulada Una tumba en la selva y después regresó a la capital santafesina, escribió la novela Lucía Miranda y falleció en 1897, a los treinta y ocho años.

[68] José María de Pereda fue militar hasta 1854, diputado carlista en las Cortes durante el reinado de Amadeo de Saboya; miembro de la Academia Española en 1906.   Destacado novelista, publicó: El sabor de la tierruca, Pedro Sánchez, Sotileza, Peñas arriba, La puchera, La Moltálvez… (Datos en “Parnaso –Diccionario Sopena de Literatura. Barcelona, Editorial Sopena, tomo I, p. 590 y siguientes.

[69] Díaz Molano, Elías Ingeniero.  Domingo Guzmán Silva.  Ob. cit., p. 97-98.

[70] Ibídem, p. 68-69.

[71] Ídem, p. 39-40.

[72] Hugo Miatello: Destacado educador y agrónomo. Cerca de la capital santafesina funciona la Escuela Nº 360 “Ing. Hugo Miatello”, Ruta 11, Km. 451 (este).

[73] Díaz Molano, Elías Ingeniero.  Domingo Guzmán Silva.  Ob. cit., p. 51-54.

[74] Ibídem, p. 56-57.

[75] En 1892 integraron la Cámara de Senadores en la Legislatura Santafesina: 1. ARTEAGA, Cipriano -General López;   2. COMAS, Mariano – La Capital;  3. GIMÉNEZ, Cayetano – Rosario;  4. GOLLÁN, Daniel –  San Lorenzo; 5. LOZA, Florentino – Castellanos; 6. MARADONA, Waldino B. – Las Colonias; 7. PEREYRA, Casiano H. – San Martín; 8. POZZO, Juan – Vera;  9. ROSAS, R. (o A) s.d.; 10. ROSAS, Santiago               – Garay; 11. ZABROSO, Hilario – Caseros (Hilario Sabroso nació el 21 de octubre de 1825, inició la carrera militar como alférez en el batallón cívico de La Capital. Fue nombrado Teniente alcalde del juzgado de Paz del cuartel 1 de Santa Fe el 28 de diciembre de 1852, pero por incompatibilidad debido a su grado militar no pudo desempeñarse.  En 1860 fue electo diputado suplente por La Capital y a los pocos meses renunció a su banca para dedicarse a sus tareas específicas.  En 1868 durante la intervención del doctor Ibarguren, fue nombrado segundo jefe interino del batallón Republicano.  Participó en la comisión que participó en la creación jurídica de Santo Tomé; fue juez de paz en esa localidad durante un lustro (a partir de 1879); en 1880 obtuvo el grado de coronel y al año siguiente participó en la comisión encargada del nuevo enrolamiento en la ciudad de Santa Fe, abarcando el departamento La Capital.  Desde 1884 fue inspector de armas de la provincia.  Hilario Zabroso murió el 8 de junio de 1894); 12. TERROSA, Luis – Constitución; 13. ZAPATA, Floriano – La Capital  # 1904: Archivo de la Legislatura de Santa Fe. Cámara de Diputados. Sesión del 28 de marzo de 1904 presidida por Roque J. Niklison: Aprobaron los diplomas de los legisladores representantes de todos los departamentos: Dr. Juan P. Beleno -La Capital-; Natalio Ricardone (h), Emilio Lamas y Eduardo Oliveros -Rosario-; Dr. José Oliva -San Cristóbal-; Ramón Lecubarry -San Justo-; Ricardo López Jordán -San Javier-, Juan Arzeno -Castellanos-; Emilio A. Leiva -Caseros-; Cnel. Florentino Loza -Reconquista- y Benjamín Peyrano -San Jerónimo-.

[76] Díaz Molano, Elías Ingeniero.  Domingo Guzmán Silva.  Ob. cit., p. 74-75.

[77] Ibídem, p. 45-46.

[78] Idem, p. 47-49.

[79] Íd., p. 57-58.

[80] íd., p. 24.  El autor cita Unión Provincial, 2 de noviembre de 1896.

[81] íd., p. 101-102.

[82] Floriano Zapata estaba casado con Esmeralda Rodríguez Galisteo, hija del Coronel José Rodríguez y de Rosa Galisteo.  Luego, tío de Agustín Zapata Gollán quien a fines de la década del ‘40, des-cubrió el yacimiento arqueológico de “Santa Fe, la vieja”… como él mismo empezó a nombrar a la primitiva ciudad de Santa Fe, fundada por don Juan Garay el 15 de noviembre de 1573.

[83] Es oportuno reiterar esta información: En la sesión de prórroga del 31 de diciembre de 1895, se consideró el despacho de comisión sobre el proyecto de “expropiación por causas de utilidad pública” del terreno “comprendido en las calles 1º de Mayo y Tucumán, con 75 metros de frente a la primera, con todo el fondo hasta dar con la calle 4 de enero y ubicado en la ciudad capital de la provincia”, gastos que “se pagará de rentas generales”.   El Dip. Clusellas recordó que el Congreso Nacional dictó en “1887, una ley marcando la jurisdicción de un obispado, con asiento en esta capital, y recién hace pocos días, acordó también el sueldo en la ley de Presupuesto”.  En consecuencia expresó que “es necesario la existencia de un edificio que corresponde a la categoría de Catedral, por no tener suficiente extensión la actual Iglesia La Matriz.  El presbítero señor Seguí, antes de fallecer legó la construcción de ese edificio, gran parte de su fortuna y teniendo en cuenta esta circunstancia, el P. Ejecutivo ha elevado a la consideración de esta Cámara, el proyecto que se ha leído, por el cual se le autoriza para expropiar un terreno en la calle Tucumán entre 1º de Mayo y 4 de Enero”.  Advirtió que “el gobierno no cooperará más, que con el terreno, para la erección de esa obra que hará honor a Santa Fe” y pidió la aprobación del proyecto.  Sin debate, el proyecto fue aprobado en general.

[84] Santa Fe. Legislatura de la Provincia de Sana Fe. Cámara de Diputados, 1901, p. 172.

[85] Díaz Molano, Elías Ingeniero.  Domingo Guzmán Silva.  Ob. cit., p. 216.  Ediciones del 8, 9 y 10 de abril de 1902.  El Ing. Díaz Molano refiriéndose a aquella afirmación de Silva referida a que Ramón Lassaga era “el único habilitado para escribir la historia de esta provincia”,  escribió: “…en esto último, se equivocó, pues Manuel M. Cervera, en una labor silenciosa de hormiga, preparaba la suya que no tardaría en aparecer”.  No ha sido la primera ni será la última vez que por desconocimiento, sea destacada “la exclusividad” de determinados autores…  Durante la organización del acto de reconocimiento a la trayectoria de Gastón Gori con motivo del septuagésimo aniversario de su nacimiento (17 de noviembre de 1985), un poeta se animó a decir que el único que podría hablar sobre Gastón, sería José Luis Víttori. Los hechos demostraron que eran más, quienes habían leído la mayoría de sus obras editadas y estaban recopilando notas y crónicas para completar las señales y claves en sucesivos Caminos

[86] Díaz Molano, Elías. Domingo G. Silva. Ob. cit., p. 121-122.

[87] Víctor Mercante nació el 21 de febrero de 1870 en Merlo, provincia de Buenos Aires y falleció en  Los Andes (Chile), el 20 de septiembre de 1934.

[88] Díaz Molano, Elías Ingeniero. Domingo G. Silva. Ob. cit. p. 107-108.

[89] Ibídem, p. 115-116.

[90] Ídem, p. 110- 112.

[91] Horacio Caillet-Bois (primer director del Museo de Bellas Artes “Rosa Galisteo de Rodríguez” y en tales funciones hasta su jubilación, por decisión de los donantes del inmueble expresada en el documento pertinente), mientras hablaba acerca de Mateo Booz, dijo: “ Cuando, a pesar de la ordenanza municipal levantamos su busto en bronce, con la iniciativa del Rotary Club, en 1944, Zapata Gollán pensó la frase que iría en el pedestal: ‘A Mateo Booz, Santa Fe, su país’ No pudo dentro de su brevedad numismática, expresar mejor el homenaje de los santafesinos.” En el Parque “General Belgrano” –Parque del Sur-, en la capital santafesina, sobre un pedestal está el busto colocado como homenaje al distinguido cuentista santafesino: Miguel Ángel Correo, más reconocido por su seudónimo formado por dos palabras escritas en la Biblia: “Mateo” y “Booz”…

[92] Díaz Molano, Elías.  Domingo G. Silva.  Ob. cit. p. 60. “(8) ‘Nueva Época, 14 de mayo de 1901.”

[93] Sopena – Frases célebres y citas.  Barcelona, Editorial Sopena, 1988, p. 399.

[94] En 1941 habilitaron un Pensionado para estudiantes secundarios.  En 1962 incluyeron el Ciclo de Práctica Comercial y en el año 2003, inauguraron la Sala Maternal para niños desde los tres años de edad.  Han destacado la dedicación de Ana Noemí Lía Zas, rosarina, Rectora…  Desde 1987, con la Hermana Zas coordinamos actividades de educación por el arte -de vivir y convivir- cuando el talentoso Juan Carlos Durán presentó sus audiovisuales “Canto a Santa Fe” (cartilla y casete); “Y Dios creó al hombre”  – Homenaje a Juan Pablo II, Mensajero de la Paz en la Argentina, presentado en  la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, abril de 1987.

[95] Horacio Caillet-Bois (primer director del Museo de Bellas Artes “Rosa Galisteo de Rodríguez” y en tales funciones hasta su jubilación, por decisión de los donantes del inmueble expresada en el documento pertinente), mientras hablaba acerca de Mateo Booz, dijo: “ Cuando, a pesar de la ordenanza municipal levantamos su busto en bronce, con la iniciativa del Rotary Club, en 1944, Zapata Gollán pensó la frase que iría en el pedestal: ‘A Mateo Booz, Santa Fe, su país’ No pudo dentro de su brevedad numismática, expresar mejor el homenaje de los santafesinos.” En el Parque “General Belgrano” –Parque del Sur-, en la capital santafesina, sobre un pedestal está el busto colocado como homenaje al distinguido cuentista santafesino: Miguel Ángel Correo, más reconocido por su seudónimo formado por dos palabras escritas en la Biblia: “Mateo” y “Booz”…

[96] Díaz Molano, Elías Ingeniero. Domingo G. Silva. Ob. cit. p. 151-152.  El libro de Pío Pandolfo -destacado médico santafesino- fue publicado por Editorial Castellví de Santa Fe dela Vera Cruz, en 1947.

[97] Días Molano, Elías. Ob. cit., p. 155. Nota al pie: Silva, Domingo G. “Enseñanza secundaria.  Ideas y Sugestiones”. Editor Ramón Ibáñez, Santa Fe, 1909.

[98] Pandolfo, Pío. Semblanzas santafesinas. Santa Fe de la Vera Cruz, Editorial Castellví, 1947.

[99] Legislatura de Santa Fe. Cámara de Diputados. Diario de Sesiones 1934, tomo I, p. 346.  Es oportuno incluir más información registrada en el diario de sesiones acerca de los gobernadores y el tiempo de presentación de los presupuestos pertinentes: Gobernador Dr. Rodolfo Lehmann (1916-19), ningún presupuesto ingresó en término para la aprobación en la Legislatura. / Gobernador  interino Juan Cepeda (1919-20), el presupuesto para el año 1920 ingresó en la Legislatura el 30 de mayo de 1919. / Gobernador Dr. Enrique M. Mosca (1920-24). En la sesión del 4 de junio de 1920 presidida por el vicegobernador Clorindo Mendieta se consideró la nota enviada por el gobernador Enrique M. Mosca el 22 de mayo, informando que debido al breve tiempo disponible no era posible remitir ese mes el presupuesto general de gastos y recursos de la administración, porque exigía un “estudio sereno y consciente de los servicios públicos en todos los órdenes de la administración”.  El presupuesto de 1921 ingresó en la Legislatura el 19 de noviembre de 1920; el presupuesto de 1922, el 3 de junio de 1921; el de 1923 ingresó el 6 de octubre de 1922; en 1924 siguió vigente el presupuesto anterior. / Gobernador Dr. Ricardo Aldao (1924-28), vigente el presupuesto de 1923 para el año siguiente; el de 1925 fue presentado el 28 de noviembre de 1924; el de 1926 ingresó el 19 de junio de 1925; 1927 el 3 de diciembre de 1926; 1928 el 15 de julio de 1927. / Gobernador Dr. Pedro Gómez Cello (1928-30) y luego cuatro interventores. En los años 1929 y 1930 tampoco entra mensaje del Poder Ejecutivo. “En 1931 las Cámaras estuvieron clausuradas; recién en el año 1932 se cumple el precepto constitucional entrando el presupuesto en el término fijado por la Constitución.”.

[100] Legislatura de Santa Fe. Cámara de Diputados 1934, Tomo I, p. 346.

[101] Leí ese libro a fines de aquella década, en la Biblioteca del Museo Rosa Galisteo de Rodríguez de Santa Fe, 4 de Enero 1510 y lo releí tras la presentación de la segunda edición: Víttori, Gustavo Santa Fe en Clave. Edición Fundación BICA-UNL, julio de 1997. Acto realizado en el Foro Cultural de la Universidad Nacional del Litoral, el lunes 29 de septiembre de 1997, 9 de julio 2154.  Comentario en Cultura- Diario El Litoral.  Sábado 29 de septiembre de 1997, p. 5-6.

[102] Víttori, Gustavo José. Santa Fe en Clave. Ob. cit., p. 371-372; 374-375.

[103] El Brig.. Gral. Pascual Echagüe y su esposa Manuela Puig, en 1836, año siguiente a la compra de tierras en el noreste de la capital santafesina, fueron los padrinos en la ceremonia de inauguración de la piedra fundamental de la Iglesia de San Miguel de Paraná cuya construcción fue terminada en casi cuatro décadas después y sin las torres.  En aquel tiempo evidentemente las comunicaciones de orilla a orilla eran frecuentes y favorecían intercambios y excelentes negocios…

[104] Pérez Martín, José. Latitud Sur 31º  – Momentos estelares de Santa Fe. Santa Fe, Editorial Colmegna, julio 1975.  // Reitero lo expresado en Aproximación a la historia de la Biblioteca de la Legislatura de Santa Fe – 1881-1946 Primera parte: Hugo Wast recibió el “Premio Nacional de Literatura” por su novela Desierto de Piedra. Presidió la “Comisión Nacional de Cultura”; fue ministro de Justicia e Instrucción Pública y Director de la Biblioteca Nacional.  / Impulsó la enseñanza obligatoria de Religión y Moral en las escuelas argentinas: Ley Nº 12.978, reglamentada mediante el Decr. 18.411; sin efecto durante la segunda presidencia del General Juan Domingo Perón cuando comenzaron algunos enfrentamientos con la cúpula eclesiástica en el Episcopado Argentino y diversos sectores exigían la enseñanza “laica”…  En la capital santafesina, en el tradicional patio de los naranjos del Colegio de la Inmaculada Concepción es posible observar el busto colocado en su homenaje con este reconocimiento:  “Al Dr. Gustavo Martínez Zuviría ‘Hugo Wast’ – Escritor – Testigo de la Fe – MXMLXV.” (Sabido es que en la capital santafesina, funciona el Instituto Superior “Gustavo Martínez Zuviría” para formación en Bibliotecología y Escuela de Periodismo y Comunicación Social dependiente del Ministerio de Educación provincial.

[105] Ciruzzi, Marcela. “Mateo Booz y Santa Fe, su país”. Buenos Aires, Ediciones Culturales Argentinas, 1979.  Quienes hemos recorrido el valle de Punilla año tras año, sabemos que actualmente quienes coordinan viajes de turismo incluyen ese lugar para informar sobre la presencia de Hugo Wast en ese lugar, donde descansaba… ¡escribiendo!

[106] En ese tiempo era frecuente imprimir semanalmente novelas breves que se vendían a diez centavos en edición rústica y veinte centavos la “de lujo”, impulsada por la Editorial TOR, Talleres Gráficos de Juan P. Darré, de Buenos Aires.

[107] Capítulo – La historia de la Literatura.  Buenos Aires, Centro Editor de América Latina, fascículo 34, p. 796.  Textos elaborados por el profesor Alfredo Veiravé.   

[108] Díaz Molano, Elías. Domingo G. Silva.  Ob. cit., p. 109-110.

[109] Julián V. Pera nació en Buenos Aires, en 1849. Falleció el 24 de abril de 1816.

[110] Calvo, Luis María. Testimonio. Montenegro de Arévalo, Liliana.  La Ciudad de Santa Fe en la visión de Floriano Zapata. //  En el proyecto de Microfilmación impulsado por el Archivo General de la Provincia de Santa Fe en co-operación con la Asociación Amigos del Archivo, de acuerdo a la información publicada en el año 2004, incluyeron:  “Números sueltos. 83 legajos. 5 panfletos. 1835-1898. /  Panfletos y sueltos del siglo XIX que pertenecieron a la Colección Floriano Zapata.”

[111] Díaz Molano, Elías Ingeniero. Domingo G. Silva. Ob. cit., p. 134-136.

[112] Ibídem, p. 254.  El autor anotó: (6) “Unión Provincial”, 9 de agosto de 1904.

[113] Ídem, p. 141.

[114] Íd., p. 255-257

[115] íd., p. 214. El autor cita: (16) “Nueva Época”, 4 de mayo 1907.

[116] Leído el Estudio sobre Extracción Social del Grupo Dirigente Santafesino en la década 1920-1929” – Julio del Barco y otros.

[117] Diario Unión Provincial.   Santa Fe de la Vera Cruz, 5 de agosto de 1898.

[118] Díaz Molano, Elías Ingeniero. Domingo G. Silva. Ob. cit., p. 219-220.  Cita: (9) Leguizamón, Martiniano. “El gaucho.  Su indumentaria, armas, música, cantos y bailes nativos”. Buenos Aires, 1917. / Destacó el Ing. Díaz Molano que “Leguizamón nació un año después de Silva y ambos tuvieron inclinación muy parecida por el estudio de nuestro pasado histórico.”

[119] Ibídem, p. 168. Cita en pie de página “Santa Fe”, 12 de febrero de 1912.

[120] Ídem, p. 169.

[121] Íd., p. 87.

[122] íd., p. 207.

[123] íd., p. 153-154.

[124] íd., p. 240-241.

[125] íd., p. 241.

[126] íd., p. 242. Es oportuno reiterar que en 1923 al conmemorarse el Centenario de la Iglesia y Colegio de San José del Rincón, en los talleres de “Nueva Época” publicaron un folleto como homenaje al Padre Francisco de Paula Castañeda, maestro y periodista y destacaron también la trayectoria del rinconero Domingo Guzmán Silva.   / “Por su parte, la Junta de Estudios Históricos de Santa Fe, le rindió un homenaje en 1941 al auspiciar una conferencia a cargo de Don Félix G. Barreto”, texto luego publicado en un opúsculo.” El Ingeniero Díaz Molano terminó ese capítulo 18, dejando estas señales: “Este mismo libro que estamos concluyendo es un homenaje más.  Y seguramente, no será el último”.  Con respeto hacia quienes dedican horas a sucesivas lecturas y otras tantas a la elaboración de las pertinentes síntesis, expreso también que “este mismo libro que estamos concluyendo es un homenaje más” y tampoco será el último…

[127] En la ciudad de Santa Fe de la Vera Cruz, el Diario “El Litoral” actualmente tiene la administración y editorial en la calle Pedro Víttori, ubicada a la altura 2400 E.aO.; ex-Rivadavia -S.a N-, 3500 al 5399).

[128] Trascripción de la dedicatoria de Víttori en un ejemplar de Literatura y Región, 4 de noviembre de 1986.

[129] Orbea de Fontanini, Nidia A. G. Gastón Gori 1951-1974 “Caminos entre gramilla y bosque.  Reitero parte del texto relacionado con Waldino Baldomero Maradona:  Se había desempeñado como Comisario de Policía y secretario del Archivo de Tribunales.  El historiador Julio A. Caminos destacó que a fines de 1883 fue designado “jefe político el señor Salvio Montenegro, y Maradona, habla en su nombre en el acto de la instalación de la nueva repartición y “es buena prueba de su temperamento el declarar ciudad a la localidad de Esperanza el 1º de enero de 1884, siendo secretario de la jefatura política del departamento Las Colonias”, donde se habían instalado “70 centros agrícolas” en “apenas 29 años de existencia”.  En esa oportunidad, la iniciativa de Maradona fue apoyada por vecinos que firmaron el acta pertinente: “Salvio Montenegro, Luis Castronuovo, Cura Párroco, José Terragni, Amado Aufranc, Guillermo Lehmann, Daniel Tissieres, Nicolás Schneider, Federico Meiners, Miguel Pirola, Mario Sanguinetti, Conrado Hang, César Rígoli, Juan Carreras, Luis Tabernig, P. Mounier, Carlos de Wart, Filomeno Mihin, Adriano Guibert, Eusebio Aufranc, Carlos M. Reinhart, Rodolfo Bircher, Ignacio Grenón, Luis Lassaga (h), Guillermo Simón Grenón, D. Tissieres, Juan Castellano, Enrique Senn, J. J. de Caminos, José Alejo de Caminos, Olayo Meyer, Santiago Denner, Santiago Vogt, Juan Vefer, Enrique Vefer, Juan J. del Barco, Marcelo Bernard, Marciano Rigoli, Alfredo Houriete, Pedro Fernández, Carlos Sanoy, Antonio Rodríguez, Augusto Chapotier, Carlos Maurer, A. Pichón, R. Stoessel, Juvencio Ramírez, Cipriano García, Juan Mahín, Rosendo Chiarello, Rodolfo Bruhl, Luis Paillet, Augusto Robert, Arnoldo Graffner, José Parchet, M. Tissieres, C. Reyes, Julio Boutel, Enrique Gibelli, José Aufranc, Guillermo Ricant, Ventura Valenti, Pedro Bernasconi, M. Balsas, Basilio Berraz, Alfredo Arentin, J. Allet, Cayetano Ripamonti, Francisco Soutomayor, Waldino B. Maradona, Secretario ad-hoc.”

[130] Cámara de Diputados, 1934, t. I, página 346.

[131] Roverano, Andrés Atilio. El Río Salado en la Historia.  Santa Fe, Editorial Colmegna, 1955.

[132] id. 1932, t. I, p. 84-102.

[133] El doctor Enrique Mosca fue candidato a vicepresidente de la Nación por la Unión Cívica Radical, acompañando al Dr. Carlos María de Alvear cuando triunfó la fórmula Roberto M. Ortiz-Ramón S. Castillo; época de sucesivos fraudes. Asumieron el 20 de febrero de 1938 y tras diversas denuncias por negociados, renunció el enfermo presidente reemplazándolo Castillo hasta que fue destituido por el movimiento cívico militar del 4 de junio de 1943.  / El doctor Leandro Meiners fue electo gobernador de la provincia de Santa Fe en los comicios del 24 de febrero de 1946 -día de triunfo de la fórmula presidencial Juan Domingo Perón-Hortensio Juan Quijano- y murió en Buenos Aires tras un certero tiro mientras estaba en su escritorio en la Capital Federal, días antes de la prevista asunción ante la Asamblea Legislativa, el 4 de junio de ese año.  Proclamado por los electores el Dr. Waldino Súarez, asumió el 16 de junio y el 08-02-1949 fue reemplazado por el Coronel Dalmiro J. Adaro, Interventor Federal.

[134] Orbea de Fontanini, Nidia A. G. Biblioteca de la Legislatura de Santa Fe – 1982-1946 Primera etapa.  (inédito; Segunda etapa 1946-1986; Tercera etapa 1987-1996). Documento incluido en los CD “Hacíamos ayer…” y “Del vivir y vibrar…”, ediciones SEPA-Argentina fuera de comercio, donado a bibliotecas escolares y populares.

[135] Díaz Molano, Elías Ingeniero. Profesor en la Escuela Nacional de Comercio “Domingo Guzmán Silva” de Santa Fe de la Vera Cruz, autor del libro biográfico sobre ese maestro ejemplar. En la nota titulada “Un dirigente gremial – Raimundo J. Peña”, publicada en el diario “El Litoral” de Santa Fe el miércoles 8 de abril de 1987, el Ingeniero destacó: “Era un hombre alto y recio.  Lo recuerdo aún, pese a que yo era un niño entonces y sólo pude apreciar su físico de lejos o mirando hacia arriba.  Había casado con una maestra, Justina Pérez, de menor estatura, con quien compartió dichas y desgracias.  Tuvieron dos hijos, Alberto y Blanca Rosa, que aún viven. Ahora que los docentes primarios de nuestra provincia han reanudado las tareas, luego de enfrentar la actitud de un ministro que cree haberlos sometido”…

[136] Conocí a la señora Justina Pérez de Peña porque vivía en Calle Vera 2852, al este del hogar de nuestros tíos Juan Ochoteco y Juana Orbea.  La Señora de Peña fue docente en el Colegio de Nuestra Señora del Calvario, y solía encontrarla en las galerías del amplio patio donde había abundante fronda y simbólicas esculturas.

[137] Diario El Litoral. Nota titulada: Aquel Santa Fe de “El Alma que Canta”.  Santa Fe de la Vera Cruz, viernes 26 de junio de 1981, p. 6. El doctor Caminos en el siguiente párrafo expresó: “En los últimos días, he tenido oportunidad de leer en estas páginas de ‘El Litoral’ (edición del 31 de mayo, pág. 7), una interesantísima nota relacionada con aquel acontecimiento” y concluye ese párrafo con lo reiterado luego..

[138] Víttori, Juan Manuel. A 10 años del derrumbe.  Diario “El Litoral”, Santa Fe, lunes 27 de septiembre de 1993.

[139] Diario el Litoral. Santa Fe de la Vera Cruz, viernes 26 de junio de 1981, p. 6.

[140] Legislatura de Santa Fe. Cámara de Diputados. Diario Sesiones 1932, t. I, p. 145-146.

[141] Ibídem, p. 258-259.

[142] Ídem, 1932, t. II, p. 1657.

[143] López Rosas, José Rafael. “La última revolución santafesina”, crónica publicada en “La Comarca”… suplemento semanal del diario “El Litoral”, edición del 15 de septiembre de 1884; incluida como último tema en “De la discordia y de la melancolía” con el título: “La revolución radical de 1933” ,(Santa Fe. Fondo Editorial de la Provincia, vol. 13, Imprenta Oficial, mayo de 1986, p. 325-329). No está incluido en ese Volumen trece aunque está enunciado en la página 10, el tema “75. “Mitología de Santa Fe” que corresponde al trabajo de López Rosas publicado en La Comarca y el Mundo en la cuarta página de la edición del lunes 12 de julio de 1982, semanas después del cese del fuego en las Islas Malvinas, el 14 de junio como culminación del conflicto armado con el Reino Unido de Gran Bretaña generado al comenzar el Operativo “Rosario”, el 02 de abril de 1982.

[144] Anotado 1899, en la antología “Las provincias y su literatura- Santa Fe”, Ediciones Colihue, 1986, p. 58

[145] Víttori, José Luis. La región y sus creadores, p. 42.

[146] Ibídem, p. 43

[147] Gudiño Krämer, Luis Señales en el viento. Santa Fe, Colmegna, 2ª ed. corregida, 1946, p. 183-185.

[148] Ibídem, p. 43.

[149] Leído tras préstamo de la Biblioteca Pedagógica “Domingo Faustino Sarmiento” de la capital santafesina.

[150] Es el historiador José María Rosa, quien en su Historia Argentina (t. 13, p. 142), refiriéndose a los cambios en el gabinete en agosto de 1945, expresó: “Los almirantes exigieron a Teissaire que dejase el interinato de interior, y se constriñese exclusivamente a la cartera de marina. / Por lo tanto quedó vacante el ministerio político.  En cumplimiento de la Resolución se le ofreció a J. Hortensio Quijano, correntino de larga tradición radical.  Como Quijano aceptó, sus correligionarios lo expulsaron del radicalismo.  Pocos días después, el radical santafesino Amado Antille” -sabido es que fue Armando Antille- “firmante del manifiesto antigubernista de los líderes radicales) aceptaba la cartera de hacienda vacante por la renuncia de Alonso Irigoyen y J. Isaac Cocke,” -en realidad  John –Juan- Isaac Cooke- “radical bonaerense, ocupaba relaciones exteriores, dejada por Ameghino” (doctor César Ameghino.) / Antille y Coocke también fueron expulsados del radicalismo, como lo había sido Quijano.  Pero, contra lo esperado por los generales, por Perón y por ellos mismos, no arrastraron al radicalismo.  ¿Era, caso, negocio (sic) embarcarse en un buque que parecía irse a pique, cuando el porvenir se presentaba risueño en el viejo radicalismo?” // El historiador aludía a la Resolución impuesta por el general Humberto Sosa Molina “a veintinueve generales, de los cuales posiblemente sólo dos podrían considerarse firmes partidarios de Perón: Juan Pistarini y Humberto Sosa Molina.  Los demás aceptaron –por el momento- lo que creyeron el mal menor.  a) Deben continuarse las gestiones de acercamiento, ya iniciadas con el partido mayoritario, y en caso de no obtener resultado, promover la formación de un nuevo partido que levante la bandera de la revolución (…) b) Continuar fomentando el apoyo de las masas a los dirigentes de la Revolución, para que éstos puedan presionar con ellas como caudal electoral (…) Ver p.141.

[151] Aquí, la reiteración literal de lo impreso en aquella boleta: “VOTO para: Presidente del Comité Provincial  D. Eduardo Teisaire; Delegados al H. Comité Nacional: Titulares: Dr. Enrique M. Mosca / Dr. Carmelo P. Piedrabuena / Sr. Luis Ferrari / Dr. Eleogardo Troilo. / Suplentes Dr. Abraham Korob y Sr. Juan B. Feno. / Miembros de la Junta Electoral Partidaria: Titulares Sr. Juan A. Monti / Sr. Manuel Mougin / Sr. Enrique Arribálzaga / Suplentes: Dr. Raúl Pautasso / Dr. Francisco A. Caminos / Sr. Edmundo Sánchez. // Departamento La Capital – 3ª Sección – Delegado al Comité Provincial.  // Titular:  Dr. Pedro Gómez Cello / Suplente: Dr. Marcial B. Mántaras. // Delegados a la Convención Provincial: / Titulares: Dr. Enrique A. Candioti / Dr. Bernardo P. de Diego / Sr. Emilio García Iturraspe / Dr. Pedro A. Fuentes. / Suplentes: Dr. Armando W. Medrano, Sr. Arturo J. Saurit, Sr. José González Baeza, Sr. Dante Fornillo. // Para Presidente del Comité: Dr. Manuel J. Mántaras. // Para Delegado al Comité Departamental: Titulares: Dr. Pedro A. Fuentes / Dr. Ítalo A. Luder. Suplentes: Sr. Enrique Martínez / Sr. Mario G. Vadino. // Vocales: Señores Oscar L. Rodríguez, Gerardo R. Montemurro, Américo Bianchi, José Rosado, Serafín S. Colli, Unfrido Bianchini, F. –Félix– Gil García, Julián Maciel, Manuel Bonet, Leoncio López, Conrodo Municoy,” (sic) “J. del Pino González, J. Díaz García, Casimiro Lomello, Manuel A. Frutos, Tranquilo V. Marino, Francisco Madeo, Raúl A. Brengio, Carlos R. Fornillo, Rómulo R. Gardini, Mariano Cruz, Francisco Riva, Juan Sovrano, Marcelino Tejedor, Telesforo Andino, Carlos Caramante, Adolfo Collados, Federico Rivoire, Oscar Giacobe, José M. Orbea.”

[152] Gudiño Krämer, Luis. Tierra ajena. Buenos Aires, Lautaro, 1943, p. 84-85.

[153] Diez años después, durante la segunda presidencia del general Juan Domingo Perón, en Buenos Aires se generó un conflicto con las autoridades eclesiásticas locales -expresado luego en otras provincias- y esa legislación fue derogada.

[154] Diario “El Litoral”. Sábado 22 de septiembre de 1945, página de publicidad que abarca toda la página 7. Hallazgo por atención de la bibliotecaria Mary Tévez, en la hemeroteca del diario. Información con fotografías: Sanatorio “Meana” – Propiedad de los doctores Meana y Zamora. /  Empresa Constructora Vanoli y Quaglia Arq. S.C.A., Santa Fe-Rosario. Proyecto: Dir. Daniel Berjman Arq. S.C.A., Santa Fe-Rosario.  Terreno: 17,32 de frente por 51,60 de fondo.

[155]  Es insoslayable que el Partido Radical celebró ese triunfo al declarar que “por su patriotismo y amor a la libertad, abre una gran esperanza”. El Partido Demócrata Cristiano también rindió homenaje “al pueblo cordobés”, “por la defensa de los nobles ideales de justicia, libertad y fraternidad” y Monseñor Santiago Luis Copello fue el primero en abrazar al Gral. Eduardo Lonardi cuando asumió como presidente provisional.  Para los dirigentes del Partido Demócrata: “Desde Caseros no ha existido una revolución tan justificada como esta”.  / Es necesario rememorar otros cambios: mediante un decreto ley reemplazó la Constitución Nacional sancionada en 1949 declarando vigente la de 1853 con reformas, actitud que algunos políticos convalidaron en la fracasada Convención Nacional Constituyente reunida en el Paraninfo de la Universidad Nacional del Litoral en 1957, época de proscripción del Peronismo aunque algunos sectores estuvieron representados con nuevas denominaciones y finalmente se retiraron del recinto de las deliberaciones, el Paraninfo de la Universidad Nacional del Litoral.  Esos convencionales se alojaron en el solar que la ex-Fundación Eva Perón había construido en Recreo -al norte de la ciudad- para ser inaugurado como “Hogar de Ancianos”.  Muebles e instalaciones fueron destruidos por la vigencia del decreto 4161 -firmado por Aramburu, Isaac Rojas y Eduardo B. Busso, Luis A. Podestá Costa, Laureano Landaburu, Raúl C. Migone, Atilio Dell’Oro Maini, Francisco Martínez, Luis M. Igartúa, Pedro Mendiondo, Sadi E. Bonnet, Eugenio A. Blanco, Alberto F. Mercier, Álvaro C. Alsogaray, Juan Llamazares, Julio Alizón García, Arturo Ossorio Arana, Teodoro Hartung y Julio C. Krause. Ese decreto ratificaba el anterior “3855, por el cual se disuelve el Partido Peronista en sus dos ramas en virtud de su desempeño y vocación liberticida” y en consecuencia, en el artículo primero, prohibió en todo el territorio nacional: “… a) La utilización, con fines de afirmación ideológica peronista, efectuada públicamente, o de propaganda peronista, por cualquier persona, ya se trate de individuos aislados, grupos de individuos, asociaciones, sindicatos, partidos políticos, sociedades, personas jurídicas públicas o privadas, de las imágenes, símbolos, signos, expresiones significativas, doctrinas, artículos y obras artísticas, que pretendan tal carácter o pudieran ser tenidas como tales… Se considerará especialmente violatoria de esta disposición, la utilización de la fotografía, retrato o escultura de los funcionarios peronistas o de sus parientes, el escudo y la bandera peronista, el nombre propio del presidente depuesto, el de sus parientes, las expresiones ‘peronismo’, ‘peronista’, ‘justicialismo’, ‘justicialista’, ‘tercera posición’, la abreviatura ‘P.P.’, las fechas exaltadas por el régimen depuesto, las composiciones musicales ‘Marcha de los muchachos peronistas’ y ‘Evita capitana’, o fragmentos de la misma, la obra ‘La razón de mi vida’ o fragmentos de la misma, y los discursos del presidente depuesto y de su esposa o fragmentos de los mismos. / b) La utilización, por las personas y con los fines establecidos en el inciso anterior, de las imágenes, símbolos, signos, expresiones significativas, doctrina, artículos y obras artísticas, que pretendan tal carácter o pudieran ser tenidas por alguien como tales, creados o por crearse…” / En 1957, el convencional doctor Alfredo Palacios cuando ingresaba al solar que debió ser un Hogar de Ancianos convertido en alojamiento de los políticos electos, fue el único que manifestó su desagrado porque percibió que realmente estaban usurpando derechos del pueblo y silenciosamente, respaldando a los libertadores, quienes el 5 de marzo de 1956 en el límite del absurdo, habían firmado el increíble decreto 4l61.  Entre el 9 y el 12 de junio de 1956, la ley marcial sirvió para fundamentar el fusilamiento de civiles y militares que insistían en la defensa de los derechos humanos y de la democracia.

[156] Orbea de Fontanini, Nidia A. G. Hombres, hechos… y homenajes. (Cartilla) Santa Fe de la Vera Cruz, República Argentina, 26 de julio de 1998. Edición “MIDAS” (de la autora).  Distribución sin cargo. “MIDAS” en esas circunstancias era la sigla pertinente a mis inolvidables días de acción social.

[157] Zapata, Edgar Antonio. Historia de los gobiernos peronistas de Santa Fe. Santa Fe dela Vera Cruz, Ediciones Sudamérica Santa Fe de Amílcar Damián Renna, Coordinadores Jorge Rinaldi y Carlos Damián Renna. Agosto de 1994. Dedicatoria del autor: “A Estanislao Larramendi / Compañero y amigo de toda la vida. Paradigma del idealista puro; pasión y honestidad brindada durante su existencia al ‘peronismo’. / Como homenaje de quien abrevó en su fuente inagotable de / entusiasmo patriótico. / Enero de 1994.”

[158]  AOR (Aspirante a Oficial de Reserva) Eduardo Rodolfo Fontanini Doval -mi amado amante- y AOR Eduardo Nicanor Álvarez, con quien dialogábamos cerca del atracadero de la lancha en el puerto de Santa Fe, cuando ya estaba terminando el  franco de fines de semana…

[159] Gudiño Krämer, Luis Señales en el viento. Santa Fe, Colmegna, 2ª ed. corregida, 1946, p. 183-185.

[160] Ibídem, p. 43.

[161] Isaías, Jorge. En la página 44, impreso: “…está ensañando para ministro?”, evidente error…

[162] Ibídem, p. 44, 46-47.

[163] Pedroni, José. Cantos del hombre. Santa Fe de la Vera Cruz, “Editorial Castellví S.A”, 1953.

[164] Isaías, Jorge. Papeles inéditos.  Recopilación de documentos depositados en el Archivo General de al Provincia. Santa Fe de la Vera Cruz, Ediciones Culturales Argentinas, abril de 1996, p. 77-78.

[165] Escribió el periodista Miguel Bonasso acerca de Juan Manuel Abal Medina y de Nilda Garré. “…una noche en que Abal Medina y su mujer Cristina, habían salido a cenar con el abogado Mario Hernández y su esposa, una bomba provocó grandes destrozos en su casa.” (“El presidente que no fue, Editorial Planeta-Espejo de la Argentina, 4ª ed. 1997, p. 153.)  Miguel Bonasso, refiriéndose al charter del Regreso de Perón a la Argentina, en el otoño de 1982 y  tras su prolongado exilio en Madrid , comentó en ese avión viajaron  “jóvenes dirigentes en ascenso como la señora Nilda Garré de Copello” (p. 302). Luego destacó que “Nilda Garré iba sentada al lado de Juanita Larrauri, como representación de dos generaciones de mujeres peronistas. / La joven abogada, que había nacido en 1945, ‘pocos días después que los trabajadores le cambiaron la acara a una Argentina que parecía entregada”, escribía en una servilleta, a modo de diario: ‘Ver lo que veo, escuchar lo que escucho, acompañar al general en este momento glorioso, me compensa en todos mis dolores que la vida política me ha causado o pueda causarme en el futuro’.”  (p. 309)  Cinco páginas después, en su libro El presidente que no fue, Miguel Bonasso refiriéndose el retorno de Perón, destacó “la anécdota que otro custodio de la JP le confiaría después del aterrizaje a Nilda Garré: ‘El Viejo nos llamó, sacó fierros de un maletín y nos dio uno a cada uno, mientras él mismo se calzaba dos.  Uno de cada lado. Y nos dijo: ‘Bueno, muchachos, lo que falta, de ahora en más, se defiende con la vida’.”  (p. 313-314)  Sabido es que Miguel Barrau publicó su libro Historia del Regreso y aludiendo a aquellas circunstancias y a los apuntes de ese periodista, su tocayo Bonasso escribió: “La exhaustiva bitácora de Barrau, sin embargo, no registró un dato decisivo que Nilda Garré anotó de esta manera”: / “(17 de noviembre de 1972, 8 hora argentina, a bordo de un DC-8 de Alitalia cumpliendo vuelo regular 3584.) ‘Comisario de a bordo: El señor comandante me pide le diga que si usted considera que las condiciones de seguridad no son las adecuadas podemos pretextar ‘razones técnicas’ y aterrizar en alguno de los aeropuertos de alternativa.  Carrasco, por ejemplo. / Juan Domingo Perón: ¿A qué hora está prevista nuestra llegada a Ezeiza? C.: A las 11, hora argentina. J.D.P.: Dígale al comandante que le general Perón le encarece sea puntual.  / Sólo que Nilda Garré no iba en primera y confundió al interlocutor de Perón, porque no fue el comisario de a bordo, sino Pons Bedoya el que hizo la pregunta al General. ‘Por instrucciones del doctor Campera’, me diría el Brigadier veinte años después, en una intensa charla con él Ricardo Anzorena, que se centró sobre el mayor enigma del Regreso: ¿hubo un intento de Osinde para desviar al avión a Carrasco, que fue evitado por acción del Delegado.  / Pons Bedoya y Anzorena lo negaron y parecían sinceros. / Sin embargo no puedo omitir lo que me confió Héctor Cámpora en marzo de 1975, a escasos tres años de los acontecimientos: ‘Voy a confiarle algo que nunca dije, sobre el primer regreso del General Perón: usted sabe, Miguel, que yo no he sido hombre de la Resistencia, pero el 17 de noviembre me la jugué.  Por eso, para mí, será siempre el día más importante de mi vida.  Más que el 11 de marzo y más que el 25 de mayo. ‘Nosotros teníamos, ante una gran emergencia, la alternativa ‘B’, que era Carrasco, y Osinde propuso, por razones de seguridad, que el avión bajara en Montevideo.  Yo me opuse categóricamente y le advertí al comandante: ‘Vamos a bajar en Ezeiza y no hay que consultarle a nadie. Ni siquiera al señor General.  Aquí decido yo, porque yo fui el que contrató el charter’. / ‘Me la jugaba porque se imagina qué hubiera pasado si salía mal… Pero yo la tenía muy clara: si no íbamos a Ezeiza, no había proceso electoral.” // Bonasso en su libro reiteró crónicas publicadas en distintos diarios: Clarín de Buenos Aires, el italiano Corriere de la Sera  y el Exelsior mejicano, entre otros; se refirió a la acusación contra el ministro del Interior, el Bebe Esteban Righi –también cercano al presidente Kirchner en estos primeros años del siglo veintiuno-; “por no haber enviado ‘fuerzas de seguridad’ a cuidar el ‘flanco Este’ este palco y haber ordenado el ‘repliegue hacia el Mangrullo’ e los efectivos policiales que sí estaban presentes en el ‘flanco Oeste’…”  Destacó Bonasso cómo se habían analizado aquellos hechos en el seno del Movimiento y a las reuniones en la Cámara de Diputados, cuando el diputado Rodolfo Arce “responsabilizó a Righi por ‘la toma de Villa Devoto y otras cárceles del país’ y por las ocupaciones, que todavía no habían cesado, pero ya no constituían un problema. /  Hubo duras réplicas y el debate degeneró en un escándalo, que sólo pudo ser aplacado por la intervención de algunos diputados de los partidos frentistas y algunos justicialistas como Nilda Garré, Carlos Gallo y Julio Mera Figueroa, quien propuso que antes de abrir juicio sobre testimonios dispersos se iniciara una investigación ‘que no trascendiera los límites del bloque’.”  (Página 546-549)  // // En el capítulo treinta, refiriéndose a “la gira” de Cámpora-Solano Lima, Bonasso rememoró que el “miércoles 24 de enero” de 1973, “Solano Lima subrayó las diferencias ideológicas entre el marxismo y la posición ‘policlasista’ del Frejuli, pero concluyó con esta consigna: ‘Si no hay urnas, a las armas’. Abal Medina afirmó que a partir del 25 de mayo comenzaba una nueva etapa donde el método sería ‘la organización desde las bases para que el ejército popular siga desarrollándose. /  En esos mismos días, Ediciones de la Flor publicaba Todos los poemas de Paco Urondo, donde podía leerse un contracanto lírico a las preguntas que se hacía Lima: / ‘Mi confianza se apoya en el profundo desprecio / por este mundo desgraciado. Le daré / la vida para que nada siga como está.’ / Dos semanas después, Urondo caía detenido en una quinta del Gran Buenos Aires, junto con su compañera de entonces, Lily Masaferro, y el dirigente de las FAR Julio Iván Roque / El domingo 28, al mediodía, , fui con mis hijos pequeños y otros 2.000 peronistas a recibir al Tío en Aeroparque. Los viajeros llegaban exultantes, con los resultados de la primera gira.  Abal Medina salió de la pista junto a Lorenzo Miguel, mientas sonaban los bombos y los muchachos coreaban: ‘Abal / Medina, / la sangre de tu hermano / es fusil en la Argentina.’…” // Luego Bonasso comentó que “las avionetas de la ‘Escuadrilla de la Liberación’ siguieron levantando vuelo” y que “por la Rama Femenina solían viajar Irene Román o Nilda Garré, que aún no había formado pareja con Abal Medina y debía someterse a los ceremoniosos piropos del Candidato.” (Página 376.) // Luego Bonasso comentó:  “Nilda garré estaba realmente emocionada.  Cuando las avionetas de la ‘Escuadrilla’ descendieron en el aeropuerto de La Rioja, vio avanzar a una muchedumbre que venía a recibirlos con ramos de albahaca y estandartes negros con la silueta de Facundo Quiroga en rojo o carteles de fondo colorado, con el contorno del candidato Menem en negro”… (Página 385.)    //  Refiriéndose a la trayectoria del inquieto e inquietante Abal Medina, Miguel Bonasso y a su incertidumbre tras el movimiento cívico-militar del 24 de marzo de 1976, inicio del autodenominado proceso de reorganización nacional, destacó Miguel Bonasso en la página 33 del citado libro: “A los treinta y un años, el abogado Juan Manuel Abal Medina había sido ya secretario General del Movimiento Nacional Justicialista y había sobrevivido a dos alevosos atentados.  Los militares tenían más de un motivo para querer eliminarlo: era hermano de Fernando, el fundador de los Montoneros que había secundado a Cámpora en la vasta operación política que culminó con el regreso de Perón… sin un aparato que lo escondiera o lo sacara del país, apoyado solamente por algunos fieles como su nueva mujer, la diputada Nilda Garré, o el también diputado Julio Mera Figueroa, Juan Manuel Abal Medina no tenía otra posibilidad que meterse en una embajada. Una decisión dolorosa en lo personal, porque significaba alejarse de sus cinco hijos: el mayor de los cuales (Juan) tenía ocho años y la menor (Paula), dos.” /  “Nilda, que era menos conocida y tenía la ventaja comparativa de ser mujer y poder disfrazarse con mayor facilidad, era la encargada de salir a la calle para buscar posibles apoyos y descubrir, al fin de la jornada, que el mundo entero se había pasado una gigantesca goma de borrar”…  / “Ángel Federico Robledo la recibió con la expresión agria y desconfiada que lo caracterizaba.  Se veía que el asunto no le gustaba para nada.  Pero se comprometió a intentarlo: hablaría con el embajador mexicano en procura del asilo para Juan Manuel.  Había tenido una relación política con Nilda y Mera Figueroa cuando se conformó el Grupo de Trabajo en Diputados, y no le resultaba fácil negarse. Además era sabido que mantenía buenas relaciones con los mexicanos, originadas en una de las tantas movidas del vodevil isabelino: él había reemplazado a Héctor Cámpora como embajador en México.  /  Después de hacerla ir varias veces por su oficina, hasta ponerle los nervios de punta, Robledo le dio la respuesta: los esperaban el próximo jueves, 29 de abril, a las veinte horas.  ‘¿Cómo hay que hacer?  Sencillo, hija, toca el timbre y cuando le abran pregunta por el embajador y dice su nombre.  Los van a dejar pasar porque los van a estar esperando.’  Le pareció raro que fuera tan ‘sencillo’, allí precisamente, en uno de los lugares de Buenos Aires que debía estar más vigilado. Pero no tenían alternativas”. (En esa embajada estaba asilado el ex presidente Héctor José Campera. Fin del Capítulo 4 –  Arcos 2560, p. 33)  En el capítulo quinto, Miguel Bonasso propuso una aproximación a El país secreto y en el quinto párrafo expresó lo que pensaba el hijo de Campera durante el otoño de 1976 cuando ya estaba en marcha el autodenominado proceso de organización nacional: “…este golpe era distinto a los del 55 y del  66”… En los párrafos finales de aquel capítulo, Miguel Bonasso relató lo sucedido a “las siete y diez de la noche del jueves 29 de abril de 1976.  Nilda y su compañero iban en el auto de adelante.  Manejaba Juan Manuel, que no lograba ocultar su fisonomía con un bigote incipiente. /…/ Pasaron frente a la casona que ostentaba el escudo del águila y el nopal. /…/  Bonasso en la página 39, destacó: “Juan Manuel paró a una cuadra de distancia y Nilda se bajó, tal como habían convenido, cargando un attache con una muda para el prófugo.  Él se quedó en el auto, tenso, mirando a su compañera por el espejo retrovisor externo. / Bajo ciertas circunstancias todavía pesaban el estilo, el sexo y la clase.  Los policías le abrieron el paso.  La mujer era, a la vez, joven y ‘señora’, vestida con un tailleur ondulante, los saludó con una sonrisa seductora y tocó el timbre. Al cabo de un rato bastante largo, alguien que parecía (y era) el jardinero de la residencia, avanzó dificultosamente hacia la puerta. Ella le dijo: -Soy la doctora Garré y tengo una cita con el señor embajador. / El hombre sonrió, cortés, pero no abrió la puerta. / -El señor embajador -explicó- salió a una recepción. /  El diálogo se repitió con matices crecientes de exasperación por parte de la mujer y la curiosidad por parte de los policías, que se acercaron portando sus metralletas.  ‘Soy la doctora Garré’, decía Nilda y esa reiteración de la palabra ‘doctora’ surtió milagrosamente efecto: el jardinero entreabrió la puerta.  Ella creyó ver, entonces, que alguien encendía y apagaba luces en uno de los ventanales que daban al balcón del primer piso.  Creyó que alguien (¿Héctor chico?) le hacía señas.  Pero lo importante eran esos diez centímetros de apertura en la verja negra.  La doctora, sí.  Aparentemente esperaban una doctora.  Pero no una abogada, sino una médica.  La duda del hombre resultaría providencial, porque mantuvo abierto el diálogo y entreabierta la puerta, hasta que Nilda recibió un violento empellón que la hizo caer sobre el jardinero.  Cargado sobre ellos, empujándolos, venía el delgado Abal Medina, dotado de una fuerza excepcional, que lo sorprendió a él miso.  /  Los policías se dieron cuenta de que algo malo estaba ocurriendo.”  (Final del quinto capítulo, en la página 39.)  Dos capítulos después, Miguel Bonasso relató lo escrito en la página 45: “El jardinero, aterrado, ni atinó a protestar.  Los tres se replegaron hacia el porte.  Luego el hombre los dejó esperando en un banco  dio la vuelta hacia el garaje, perdiéndose en las dependencias de servicio.  La calle Arcos se fue llenando de patrulleros.  Los motorolas policiales informaban que acababa de asilarse Abal Medina.  /…/ La pareja desesperaba en la penumbra del porche, mirando detrás de la cerca de jardín las luciérnagas rojiazules de las patrullas. / -Robledo es un hijo de puta -murmuró Nilda-.  Aquí nadie nos estaba esperado. / -Por lo menos un irresponsable -asintió Abal Medina arrastrando, como siempre, la ere gangosa.  / A la hora y media apareció un desconocido con pinta de burócrata.  Era el ministro De Negri, que los hizo pasar, sin demasiadas ceremonias.  Habían cortado clavos, pero ya podían relajarse: esa moqueta beige que estaban pisando era el México profundo del que no podrían arrebatarlos.  /  Media hora después les informaban oficialmente que estaba concedido el asilo para el doctor Abal Medina. Juan Manuel le pidió -una vez más- que se quedara con él.  Ella insistió con una respuesta que le había dado muchas veces: si se iba del país, su marido anterior se quedaría con su hijo mayor.  Hubo un beso púdico, y ella salió hacia la Argentina de los generales con el consejero De Negri.  /    Abandonó la embajada acostada en el piso del auto. / Tenso, abstraído, Abal Medina tardó en darse cuenta de que Don Héctor y Héctor chico acababan de entrar en la sala para darle la bienvenida.” / En su escritos de “De Lastiri a Videla (Agenda Secreta)”, página 591 y siguientes, Miguel Bonasso menciona a Roberto De Negri: “Roque González Salazar, el diplomático que les había otorgado el asilo en abril de 1976, se pasó varios meses en  México, delegando el mando en el consejero De Negri y en el cónsul López Lira”… Raúl López Lira.  (página 617).  // Página 121: Relató Miguel Bonasso que Juan Manuel Abal Medina, con el tiempo fue cambiando sus almuerzos a solas por un lugar en la alborotada mesa de la cocina y se convirtió en el consentido de las muchachas… /…/ Estas conexiones domésticas le vendrían de perillas para burlar, con deleite, la más penosa restricción sufrida por los asilados, que era la de recibir otras visitas que no fueran del médico o el peluquero.  /…/ Lo cierto es que una noche de primavera Nilda Garré atravesó el cerco policial, alguien le abrió la puerta de rejas que daba al número 1650, alguien la acompañó por el sendero de lajas que conducía al garaje y se retiró (discreto) cuando dieron la vuelta por detrás de la mansión y salieron del campo visual del enemigo.  Allí se asombró ante ese gran jardín que se perdía en las sombras.  Allí divisó una silueta conocida. / Luego, tomados de la mano y en puntas de pie, sofocando a duras penas la risa, subieron las escaleras de servicio, hasta el cuarto de Juan.  / Ese fue el debut, pero no la despedida.  Los encuentros furtivos se repitieron.  Cada tanto un ‘óleo sagrado’ que no era el de Samuel) untaba la mano del guardián y la pareja disfrutaba unas horas de intimidad.  Sazonadas por las prohibiciones y los riesgos”. (Fin de la página 121.)  Sólo ella sabrá si es la misma Nilda Garré que asumió como ministra de Defensa designada por el presidente Néstor Carlos Kirchner, en funciones desde el 25 de mayo de 2003 (propuesto como candidato del PJ por el presidente provisional Dr. Eduardo Duhalde en oposición a la candidatura del doctor Carlos Saúl Menem; antes intendente de Río Gallegos (provincia de Santa Cruz); Convencional Constituyente de la Reforma sancionada el 25 de mayo de 1994 en Santa Fe de la Vera Cruz,  y gobernador de Santa Cruz, reelecto…  // Miguel Bonasso, al final de su libro incluyó “Post scriptum” (“Londres, abril de 1993. Buenos Aires, diciembre de 1996” (páginas 641-642), destacando algunos hechos durante la exposición el féretro con el cadáver de Héctor José Campos en el Salón Azul del Congreso de la Nación, el 9 de diciembre de 1991 durante la presidencia del doctor Carlos Saúl Menem, cuando “más atentos al chisme que a la sustancia, la mayoría de los cronistas recogieron como plato fuerte la movida de vaudeville que hizo Nilda Garré con Raúl Alfonsín, cuando lo sacó del Salón apenas un minuto antes de que se topara con Mario Eduardo Firmenich, que había sido su preso” (luego beneficiado como otros “guerrilleros” que habían reconocido su participación en secuestros, torturas y asesinatos, con el indulto que el presidente Menem también firmó a favor de los militares del Proceso que también estaban condenados, explicando que lo había hecho con el propósito de contribuir a “la pacificación”…  Aún continúan las protestas por tales indultos y en el Congreso Nacional siguen deliberando con el propósito de anularlos. ¡Todo es historia de los argentinos!…

[166] Integran también ese conjunto: “Conquista y Reconquista del Norte Santafesino” (Librería y Editorial Castellví, Santa Fe, Argentina, 1963. En la segunda parte, incluye “Reconquista Argentina del Chaco Austral / Crueldades contra los indios / Sublevación General. // Autonomía provincial / Iniciativas del Brigadier Estanislao López /…/ Campaña del General Manuel Obligado / Ley de colonización. / Fundación de Reconquista.” “La libertad de enseñanza y el Colegio de la Inmaculada Concepción de Santa Fe.  Santa Fe de la Vera Cruz, Librería y Editorial Castellví, noviembre de 1965.    “El Supremo Consejo de Indias y su Recopilación de Leyes”. Santa Fe, MCMLIV / Año II del 2º Plan Quinquenal. (Monografía presentada como tesis de Profesorado, en diciembre de 1951. Tiene una dedicatoria manuscrita: “Para mi buen amigo puertorriqueño  D. Miguel A. Correa, con estimación y afecto. J. M. Funes /Santa Fe, Argentina / 2. En. 1963”.  Evidentemente, como suele suceder, uno de los tantos libros que los autores dedican y que no llegan al destinatario…

[167] Gori Gastón. José Carmelo Busaniche. Santa Fe de la Vera Cruz, Municipalidad de la ciudad de Santa Fe, abril de 1998; p. 24.. Intendente: Dr. Horacio Daniel Rosatti. Secretario de Gobierno, Cultura y Acción Social Ing. Ezequiel Martín Balbarrey (intendente a partir del 10 de diciembre de 2003) – Subsecretaria de Cultura Prof. María Celia Costa. #  En la primera página Gastón necesitó expresar: “Agradezco al Dr. Julio Busaniche y al Ing. Jorge Busaniche la colaboración prestada y el material gráfico que ilustra este libro.  Agradezco a las profesoras Sr. Catalina Pistone y Sra. Nidia O. de Fontanini, también al Prof. Miguel Ángel de Marco  y al Ing. Víctor Nicoli sus testimonios sobre Busaniche. Agradezco también la colaboración de María Alejandrina de los Milagros Sebastián ya Mónica Marangoni, por cuya intervención y corrección de los originales manuscritos el texto pudo ser publicado.”

[168] Diario “El Litoral”. Santa Fe de la Vera Cruz, 26 de abril de 1981, pág. 6.  Al revisar esta página antes de la impresión en CD., dialogué con el periodista para confirmar su identidad. Rememoramos etapas anteriores de esas NOTAS y nombré al distinguido profesor en la Escuela de Comercio “Domingo Guzmán Silva” don Francisco Valdez, padre de nuestra amiga Delfina –Nena-, de Luis –periodista- y de Alberto, poeta. El señor Reynoso Aldao comentó que después de Valdez esas Notas eran elaboradas por don Luis Di Filippo, luego por él.  Supe también que por la continuidad y valor de esas precisas advertencias, la dirigencia de ADEPA (Asociación de Periodistas de Argentina) le había otorgado el Premio “Francisco Rizzutto”.  Es oportuno que reitere algunas señales de su trayectoria: el Fondo Nacional de las Artes delegó en su persona la representación en Santa Fe. Fue co-fundador de instituciones culturales en la capital santafesina, entre ellas el Centro de Estudios Hispanoamericanos organizado por el Dr. Agustín Zapata Gollán por sugerencia del gobierno de facto provincial (Ministro de Educación hasta el 19-03-79 Capitán de Navío Eduardo A. Carreras; hasta el 25-02-83 Dr. Eduardo Sutter Schneider;  Subsecretario de Cultura Dr. Fernán Serralunga (17-05-1976 al 16-03-1982); a cargo de la Dirección General de Cultura Prof. José María Junges (15-10-1979-10-12-83). En 1989 fue electo Tesorero.  Acerca de ese Centro en la primera revista América (impresa en la Universidad Nacional del Litoral, 27-05-1983) reiteraron el discurso del Dr. Zapata Gollán en el acto inaugural y en el apéndice se reitera el Acta de fundación, el 5 de octubre de 1981: “…reunidos en el Museo Etnográfico en su sede de calle 25 de Mayo 1470 de esta ciudad, las personas siguientes: Agustín Zapata Gollán, Víctor F. Nícoli, Francisco J. Menchaca, Mario Roberto Vigo, Jorge Reynoso Aldao, Francisco Magin Ferrer, Enzo Víttori, Jorge Tavrena Irigoyen, Constantino Ramos, Amador Alberto, José Luis Víttori, Julio A. Caminos, Federico Guillermo Cervera, Luis María Calvo, José María Candioti, Efren Lastra, Horacio Caillet Bois y Leoncio Gianello”.  Consta que “es una entidad cultural” que “no tendrá relación de dependencia con ninguna entidad u organismo oficial o privado”; la integran “dos clases de miembros: Miembros de Número” -”son veinticinco y esta cantidad es definitiva”, deben tener residencia en la provincia de Santa Fe- y  Miembros Correspondientes -”no tienen límite de cantidad”, pueden ser “con residencia fuera de la provincia y del país.   Se destacó la donación de libros concretada por el Ingeniero Víctor F. Nícoli y por  familiares del Dr. Antonio Ucha”, cuya voz todavía es eco en mi memoria.  El Estatuto fue aprobado por resolución Nº 527 del 23 de diciembre de 1982, suscripta por el Fiscal de Estado Dr. Jorge de Iriondo y el Inspector General de Personas Jurídicas Dr. Carlos Bernardo Gago y se autorizó a “esta asociación civil a funcionar como persona jurídica”. # Es oportuno rememorar que acerca del aprendizaje de COMPUTACIÓN:  El 3 de marzo de 1981, envié a la Directora Nacional de Enseñanza Primaria del Ministerio de Educación de la Nación Prof. Angélica Noemí Farías Sánchez de Chavarría, un ejemplar de mi primer poemario Poemas para Tioco y la tarjeta del acto, libro presentado por el escritor Gastón Gori. En el segundo párrafo expresé: “Desde hace casi treinta años estoy dedicada a la docencia en el nivel medio”… y después de aludir a otros antecedentes, expliqué que talas observaciones y vivencias, “m instaron a profundizar en la problemática de la lectoescritura-inicial, por cuanto como madre de cuatro hijos vinculada activamente a Club de Madres y reuniones con docentes, advertí que no siempre se considera el problema del niño desde el enfoque del trazado analógico y proporcional, más bien, se procura atender a la relación fonética-gráfica. Yo digo que esa relación es el primer paso para que el niño pueda expresarse gráficamente, pero subyace en ella, la relación gráfico-proporcional, que llamo así por estar vinculada al trazado (o dibujo) de las letras, en un orden progresivo de ritmos semejantes y de alturas iguales, así como de alturas iguales y direcciones opuestas (casos j, g., y, etc y l, ll, b, etc. Es por ello que me permito hacerle llegar mi proyecto ‘ERIMAG’, que si bien en su contexto incluye una reforma en la currícula de la escuela elemental; tiene una parte destinada a la enseñanza de lo que denomino LECTOCALIGRAFÍA para 1º y 2º grado, y a la incorporación de CALIGRAFÍA como materia de estudio, que estimo sería interesante que usted conociera, aunque descarto que por su nivel profesional, mi aporte puede resultar minúsculo”.  Ese proyecto que desde tal sigla indicaba “Educación Renovada = Infancia Mejorada = Admirable Generación”  (trayectoria no expresada en esa carta), estaba desarrollado con series de ejercicios prácticos y libro de lectura inicial “Cartas de Tío Roberto”.  Leído y analizado por dos destacadas docentes santafesinas: Sra. Julia Gil de Fernández –maestra que peldaño a peldaño llegó a ser Directora General de ese nivel en el Ministerio de Educación y Cultura de la provincia de Santa Fe- y la Prof. Nelly de Caravario -luego vicedirectora y directora en la Escuela Nacional de Comercio “Juana del Pino de Rivadavia” de Santa Fe.  A pedido de la subsecretaria de Educación Prof. Zulma Lagrange, presenté una copia utilizada por una comisión encargada de establecer pautas para tal enseñanza, fue incluido como Bibliografía consultada en el pertinente Boletín de Educación.  Tiempo después, desde el Ministerio de Educación de la Nación enviaron una respuesta con argumentos en torno a las dificultades existentes… A fines de ese siglo, distintos medios destacaban las dificultades de los profesores para evaluar las pruebas de nivel previas al ingreso en las universidades, aún en el primer lustro del siglo veintiuno el mayor escollo para avanzar hacia un correcto aprendizaje reside en las dificultades para LECTO-ESCRITURA… En otro proyecto, propuse que incluyeran enseñanza de MECANOGRAFIA en las escuelas primarias ya que la evolución en tecnologías educativas indicaban la posibilidad de uso de computadoras con teclados alfanuméricos… Casi una utopía, porque ni en las escuelas de comercio donde los egresados por el Estatuto del Docente obtenían título habilitante para esa enseñanza se disponía de máquinas para todos los alumnos y en la Escuela Juana del Pino de Rivadavia aún estábamos usando las heredadas de la Escuela  Superior “Domingo Guzmán Silva” a partir de 1949, cuando se trasladaron al nuevo edificio excepto una donada por una profesora y algunas adquiridas por la Asociación de Exalumnas. / El 17 de mayo de 1981, terminé la trascripción del “Proyecto de creación de la carrera de Profesorado en Actividades Prácticas y Computación”, lo entregué a la Directora Dra. Mercedes Anatilde Bértoli de Visentini, evaluado por los jefes de Departamento fue modificado y tiempo después, aprobado hizo posible que la tradicional escuela recuperara el nivel Superior. (El 25 de mayo de 1986, desde el diario “El Litoral”, una fotografía y un breve comentario indicaban que “se dejó inaugurado el gabinete de computación y las carreras a nivel terciario, de analista programador y analista en sistemas de computación y técnico en administración de empresas.  Las ceremonias contaron con la presencia del profesor Raúl Emilio Aguirre, quien fuera gestor de la nacionalización del establecimiento”. Raúl Emilio Aguirre, el poeta amigo de Leoncio Gianello, de José Pepe Aguilar, de Horacio Caillet-Bois… en la legendaria Peña del cardenal, en Esperanza. En la fotografía, a la derecha de la directora nuestra recordada profesora María Dolores Rojas de Torregiani –Castellano y Literatura-, nuestra inspectora zonal en la década del ‘70, Profesora Irasema Gómez de Leiva, esposa del Dr. Emilio G. Leiva, también ex profesor en esa escuela, vicegobernador hasta junio de 1943. / El domingo 1º de junio de 1986, desde el mismo diario en la página diez: “Informan sobre nuevas carreras en la Escuela Nacional de Comercio”… visita de la directora del establecimiento Dra. Mercedes Bértoli de Visentini y del coordinación del referido nivel, profesor Carlos Robledo”…  Una pausa es necesaria para percibir la elocuencia del silencio…   / El 22 de abril de 1981, desde la Dirección Nacional de Educación Media y Superior, solamente para Escuelas Nacionales de Comercio, el Director Nacional de la DINEMS Carlos V. Birnkmann firmó y ordenó el envío de la Circular Nº 17 con orientaciones acerca de las planificaciones -que en realidad debían estar preparadas antes de comenzar el curso lectivo…-  destacando que “los dominios de la personalidad pueden agruparse, según la mayoría de los autores en res áreas: a) cognoscitiva, b) afectiva, c) sicomotriz.  Las tres hacen referencia a las dimensiones lógicas; actitudinales afectivas y psicofísicas”.  En párrafos siguientes refiriéndose a los objetivos direccionales mencionó “algunos de los verbos que expresan operaciones no observables y encubiertas: son: conocer / entender / reconocer / comprender / adquirir / apreciar / valorar / ‘tener una actitud hacia’ / ‘estar convencido de’ / afianzar”.  Ese año, con el propósito de evitar las excesivas deserciones, impulsaron y se concretó un Seminario sobre Retención Escolar… Mientras tanto, los profesores ¡los maestros! en algunas escuelas de la capital santafesina debían trabajar con más de cuarenta alumnos por división; hasta cincuenta y dos en un quinto año del ciclo de Peritos Mercantiles… aunque estuvieran convencidos de la importancia de la educación personalizada.

[169] Pedroni, José. Monsieur Jaquin, 1956. “Con tu nacimiento se alegró la tierra. / Fue el día de la Virgen.  /  No fue un día cualquiera.  /  Júbilo de campanas / a lo largo de América.  / Fue el ocho de setiembre. / Alabado sea.”

[170] Gudiño Krämer, Luis. Escritores y plásticos del Litoral, p. 44-45.

[171] Gori, Gastón. La segunda Sociedad de Escritores de Santa Fe. “El Litoral”, 12 de marzo de 1983, p. 6.

[172] Don Blanco Boeri, el hombre -¡Hombre!- de inagotables anécdotas junto a mi amado amante, en apacibles sobremesas en nuestro hogar… Regente del Instituto de Cinematografía de la Universidad Nacional del Litoral, creado por otro amigo del alma: Quique Birri. # Eduardo –Pocho– y Quique, durante la niñez compartieron la alegría de tener un tío admirable: Valerio Birri, hermano de Juan Ramón -titiritero y pintor-, Desiderio nostálgico-, Máximo… y solían encontrarse en la legendaria casona de 1º de Mayo al 2770, vereda este, a cien metros aproximadamente del hogar de Fernando Birri (padre, destacado profesional, jefe del Cuerpo de Taquígrafos en la legislatura santafesina, Escribano… (Es oportuno reiterar lo expresado por “el periodista Miguel Cello, del diario “El Litoral de Santa Fe” en su libro Calles de Santa Fe ¿Por qué? ¿Por quién? (Santa Fe de la Vera Cruz, coedición Universidad Nacional del Litoral, Centro de Publicaciones y Ediciones de la Cortada, julio de 1997 Las calles de la ciudad de Santa Fe: la calle “1º de Mayo” es  reconocida con ese nombre, como “Homenaje de la Provincia de Santa Fe al pronunciamiento de Urquiza contra el gobierno de Buenos Aires, el 1º de mayo de 1851”…

[173] Texto incluido en el Plan Cultural Anual 1994, del Centromultimedios “Biblioteca de la Legislatura de Santa Fe”, Saavedra 1607, Santa Fe de la Vera Cruz. Programa 1. Difusión y Promoción Cultural, Subprograma 1. Informes periódicos a M.C.S. (Legajos mensuales enviados a 23 radios FM. de distintos departamentos para comentarios y entrega de copias a escuelas locales.)  Comisión Bicameral Administradora Ley 2388/1934: Presidente Dip. Martín Carrizo (departamento Las Colonias); Vicepresidente Dip. Pío Romani (departamento Las Colonias); Tesorero Senador Carlos Montini (departamento Constitución). Directora y Secretaria de la C.B. Sra. Nidia Orbea Álvarez de Fontanini (desde el 2 de enero de 1987, año de la puesta en marcha del primer plan cultural en ese organismo, creado en 1882.)

[174] Diario El LitoralLa comarca y el mundo.  Santa Fe, sábado 7 de julio de 1984.

[175]  Hasta julio de 1986, como está escrito en solapa del volumen trece al que se refiere López Rosas cuando escribe “últimamente en 1986 ‘De la discordia y la melancolía’…” -de su autoría-, en la última página tiene impreso: “El presente volumen se terminó de imprimir en el mes de mayo de 1986 en los talleres gráficos de la Imprenta Oficial de la Provincia de Santa Fe. Las correcciones de páginas fueron realizada por el autor.”

[176] A quienes disponen de ejemplares anteriores editados por el Fondo Editorial de la Provincia, puede sorprender -aunque no tanto-, que tras la primera hoja en blanco -como es en todas esas ediciones-, la tercera página no tenga impreso el logotipo del Fondo con la constancia: Fondo Editorial de la Provincia de Santa Fe, al pie de página Ministerio de Educación y Cultura de la Provincia de Santa Fe; ni la cuarta incluya la nómina de autoridades provinciales al momento de la edición; tampoco está impreso en la página siguiente, como correspondía de acuerdo al Reglamento del citado Fondo, quiénes integraban la Comisión Ejecutora del Fondo Editorial 1981: “Serralunga, Fernán (Subsecretario), Junges, José María (Director Prov. de Cultura), Andrade, Miguel (SADE-Filial Rosario), omisión lamentable porque ellos merecen tal reconocimiento. Es el único volumen que tiene alterada la diagramación inicial, no solo por las citadas omisiones, ya que en la portada todos incluyen arriba nombre y apellido del autor; en el centro el título del libro y  al pie: “Fondo Editorial de la Provincia de Santa Fe” . En este volumen trece, sólo está escrito: “Crónica  santafesina”, consideradas en 1981 como pertenecientes al género ensayo, según la convocatoria anual.  Algo extraño –casi misterioso- ocurrió con este volumen trece, diría un supersticioso; pero no es eso lo que escribió “P.D.” para la comarca, coordinada entonces por López Rosas; porque tal periodista en el último párrafo de su comentario expresó:  “Respecto de la edición, no podemos dejar de mencionar el atraso de este libro, premiado en 1978” -grueso error porque lo fue en 1981, como está documentado-, “…llega a manos de los lectores, ni mencionar las numerosas erratas” (sic) y falta de indicación de las páginas correspondientes a los capítulos detallados en el índice, que impiden a los estudiosos una rápida individualización de los mismos.” El comentarista “P.D.” omitió expresar que como por arte de magia, en la impresión de “De la discordia y la melancolía”, desaparecieron no sólo el índice con enunciado de temas y páginas pertinentes, también los datos relacionados con autoridades provinciales que concretaron la edición y para sorpresa de los lectores y la secuencia de títulos termina con “74. Mitología de Santa Fe” aunque lo último impreso es “La revolución radical de 1933”.  Quien desee leer sobre algunos mitos santafesinos, podría hacerlo si se acerca a la hemeroteca del diario “El Litoral” -o en algún archivo de “duendes”…-, porque Rafael López Rosas publicó ese relato en La comarca y el mundo, el 12 de julio de 1982 en la página 4, con el mismo título: Mitología de Santa Fe… que a juzgar por estas risueñas observaciones, también podría ser el título de una crónica sobre hechos y personajes reconocidos desde el legendario Fondo Editorial; ya que con aquella interrupción a partir de 1982-83, prácticamente se aumentó la brumosa lista de desaparecidos durante aquel insoslayable Proceso.

[177] Diario El Litoral. Santa Fe, miércoles 17 de julio de 1991, p. 5.

[178] Reiteración de párrafos del libro Gastón Gori – Caminos del Hombre y de la Humanidad. 1991-2000 “V – Caminos entre sueños y realidades”, Nidia Orbea Álvarez de Fontanini, inédito.

[179] El Litoral. Santa Fe, martes 10 de diciembre de 1991, p. 3.

[180] El Litoral. Santa Fe, lunes 10 de julio de 1995, p. 5.

[181] Marcipar, Alberto Adiós al amigo, adiós al maestro. Santa Fe, Diario El Litoral, sábado 30 de marzo de 1996, p. 12.

[182] Diario El Litoral.  Santa Fe, sábado 31 de agosto de 1996, Primera Sección, p. 12, c. 1 y 2.  Título: “Oficio y compromiso del escritor”.

[183] Gudiño Krämer, Luis. Señales en el viento. p. 199.

[184] Ibídem, p. 197-198. Un indicador insuficiente: la ficha bibliográfica correspondiente a este libro, en préstamo en la Biblioteca Pedagógica “Domingo Faustino Sarmiento” indica que en trece años y seis meses, la obra acumuló doce préstamos

[185] Chalita, Pedro. Cuentos que no son cuento.  Santa Fe, edición de ADEIS (Agrupación de Escritores Independientes Santafesinos, organizada por Silvia Braun de Borgatto), Colección Papiro Azul, 1993. / Diario “El Litoral”. Santa Fe, jueves 23 de julio de 1998, Primera Sección, p. 14.  Tribuna ciudadana – La actualidad de Macbeth” comentario de Alfredo A. G. Nogueras, abogado, ex presidente de la Comisión Investigadora del Banco de Santa Fe (gobierno del Ing. Jorge Obeid).

[186] Información en el Diario El Litoral de esa fecha, publicada en la sección “Locales y regionales”.

[187] Entre comillas, se transcriben los títulos y breve información impresa en la primera página de sucesivas ediciones.  (¡Gracias!… a quienes participaron en la pertinente composición.)

[188] La nombramos Mónica, es Ramona Hipólita Palacios, nació el 9 de diciembre de 1954. Discreta, puntual, responsable, solidaria.  Trabajó desde la adolescencia, a principios de la década del ‘80 terminaba la jornada laboral casi a las 22, tras soportar diferentes contrastes: los olores a empanadas fritas en aquella cocina y a los delicados perfumes de algunos clientes. Colabora desde 1979 en diversas tareas hogareñas y ocho años después, por sus antecedentes fue contratada en un ámbito oficial donde fue confirmada en 1991 y continúa en tal cargo, en actividad –ahora con licencia médica- porque la metástasis impone los límites. En los últimos veinticuatro años, ha faltado al trabajo, sólo por unos días, debido a paros, por alguna enfermedad o por fallecimiento de su hermano y de su sobrino.  En febrero de 2003, sintió dolor en una pierna y consultó al flebólogo -doctor Julio César Ulla Álvarez, a quien recuerdo junto a su madre y su hermanito a mediados de la década del ‘50-; tras los pertinentes estudios clínicos le hicieron una microcirugía. Semanas después, parecía estar resfriada, tosía con frecuencia y se agitaba; insistí para que consultara enseguida a un médico y así empezó otra historia clínica.  Le estaban haciendo estudios  para confirmar el diagnóstico porque empezó a sentir dolores en la espalda y en ese estado de paciente ambulatoria, tuvo que soportar los efectos de la turbulencia salobre que ha impactado en el espíritu de los argentinos y en hermanos de otros continentes.  Mónica estuvo alojada en el Colegio privado -de varones-, en Guadalupe junto a todos sus familiares y con ella fue posible dialogar telefónicamente dos veces: la primera vez dijo: “¡Estamos bien!…  tengo que hacerme otro estudio el miércoles…”; la segunda vez comentó: “Yo anduve por allá…” y prometió acercarse a nuestro hogar… Sé que cuando eso suceda, en el primer momento serán insuficientes las palabras y bastará con la elocuencia de las miradas y del silencio.  (Dos semanas después, estuvimos juntas y así fue…) #  El poema titulado Déjame que te diga (dedicado a ella), integra la selección de cuatro obras realizada por la Fundación Banco Bica de Santo Tomé -iniciativa y realizaciones de Myriam Morcillo-.  Impreso y distribuido sin cargo con el título “VII Encuentro con las Letras – Participan: Elvira Bello Leiva de David, Nidia Orbea Álvarez de Fontanini, Patricio Collins y Julio Luis Gómez”. Leído por la autora, en el acto de presentación, realizado el 2 de octubre de 1992 a las 20, en el Centro Cultural santotomesino.  En ese acto, participaron los guitarristas Rodolfo Baca y Daniel Bianchi (Alumnos del Instituto Superior de Música, dependiente de la Universidad Nacional del Litoral.) #  Sentí ese poema mientras cerca nuestro se hacía alarde de autoritarismo… y amenazas.  El espíritu liberó a esa poesía, casi como la Naturaleza hace caer  los  frutos  maduros, con espontáneo desprendimiento…   #  Mónica inició su Último Vuelo el martes 26 de agosto de 2003, aproximadamente a las cinco, a la hora que acostumbraba a levantarse para empezar sus jornadas.  Tal ausencia nos ha conmovido y sus compañeros de trabajo en la cámara de senadores, necesitaron participar ese definitivo desprendimiento, desde una página del diario El Litoral.  # Leyendo y releyendo El libro de oro de Sabiduría – 3.000 años de reflexiones sobre la vida” -, en la portada del agrupamiento pertinente a El dinero y el éxito,  está reiterado: “De quien opina que el dinero puede hacerlo todo, cabe esperar que hará cualquier cosa por dinero.  Benjamín Franklin“  (p.95)  En cada sección se incluye alguna biografía, en ésta se intentó una aproximación a la trayectoria de Eva Perón.   Necesito reiterar algo que aparentemente