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IDENTIDAD – SOLIDARIDAD

Voces de poetas desde Santa Fe

(Trayectorias – Poemas)

 

                                               Recopilación: Nidia Orbea Álvarez de Fontanini.

Invierno de 1989-Primavera 2006.

 

España Antigua.

Antonio Fuentes del Arco.

El río Paraná…

Francisco Javier de la Rosa.

Versos en la Capilla de Guadalupe…

Juan Baltasar Maziel

Soneto.

Canta un güaso en estilo campestre.

Pedro Tuella.

Décimas y pedido de ayuda para hacer un Santuario…

Bernardo de Vera y Pintado.

Versos al adversario…

Juan Francisco Seguí (el viejo)

Habla el General Ramírez…

Poetas y payadores…

Coplas.

María del Tránsito Gómez de Fuga.

José Bartolomé Pedroni

Situación.

Horacio Caillet-Bois.

Elogio de Santa Fe.

María Dolores Morcillo de Menvielle.

El despertar de un mundo.

Juan de Garay.

Los Siete Jefes.

Canto a Santa Fe.

Belgrano en Santa Fe de la Vera Cruz.

Patria.

El Arte.

Monseñor Alfonso Durán.

Al 25 de May

La Bandera de Belgran

San Martí

Beatriz Pura Sáen

Blasones de Pa

San Lorenzo.

José María Plaza.

José de San Martín.

María Elena Cernigoi de Rontomé.

Canto elegíaco a la muerte del General San Martín

José Cíbils.

Los Congresales de Tucumán.

Presbítero Antonio Rodríguez.

Mi Patria.

Ricardo A. R. Ríos Ortiz.

Muerte del Brigadier Estanislao López (1838)

En esta hora.

El río y el suicida.

José Pedroni

La invasión gringa.

Puerta.

José María Cullen.

Julio Migno Parera.

¡Indio!

¡Guacha…!

Agonizando.

César Actis Bru.

Mi Santa Fe en el alba.

Santa Rosa a la luz de la tristeza.

Raúl Antonio Mende Viroglio (Raúl Mende)

“Te Déum”.

Enrique Llopis.

Rosario de Santa Fe.

Irma Mercedes Díaz.

Canto a Rosario.

A la Plaza Pringles.

Ana María Dorado de González.

A Rosario con amor

Marcelo Ángel Allasino.

¡Sastre!

Vénnera Vecchio.

Liberar el canto.

A mi Santa Fe natal

El médico prestigioso.

Colonos honorables y atribulados.

Eduardo Ranea.

Canto a América.

Clelio Villaverde.

Leyenda de Ñanducita.

Intiyaco.

Pueblo en llano.

Clavijo, Marta Beatriz.

Colonia Aldao.

Díaz Geromet, Dardo.

Desazón.

Danilo Cortés.

Inundación.

La soledad.

A la sombra de un timbó.

Marcelo Lawryczenco.

El silencio.

Gloria Malinskas.

A Santa Fe. 87

Carlos Grande.

Por eso de andar caminos.

Pedro A. Vázquez.

Pa’ que sepan lo que pienso.

Rubén Hugo Torres.

Miguel de Cervantes y Saavedra.

Stella Maris Turbay.

Mujer latinoamericana.

Amílcar Bufano.

Te invito a mi país.

Leonardo Deb.

Interpretación del lugareño.

Adelia Beatriz Brunetti

Los vientos del otoño.

César Edgardo Bisso.

Interior

No saber

Sola.

Enigma.

Crescendo.

Pablo Sebastián Guastavino.

El general que debió volver

Voces del pueblo.

Inundaciones.

Félix A. Ramella.

Organillo.Enrique Butti

Céfiro.

Julia Kalbermatten de Czakó.

Sabiduría.

Nuestra herencia.

Belkys Larcher de Tejeda.

El recuerdo.

Luis Rodolfo Mallarino.

Comenzar de nuevo.

La calle.

Noemí S. Capdevilla de Tomás.

Si pudiera.

Ruth Repetto.

Querido mi Santa Fe.

Carlos Felipe Italiano.

Pobreza.

Gloria de Bertero.

Sed.

El hambre.

Romance a mi patria.

Oscar Segundo Gavotti

Latiendo.

Metamorfosis.

René E. Dutruel

Hijo de padres labradores.

Pablo Alcides Pila.

Los abuelos.

Patio de mi casa.

Arde el cirio.

María Laura Devetach.

Rezo de mujer

Soledad Angeloni de Lissa.

A Clelio.

Patricio Collins.

Su primera ausencia.

Un racimo de tiempo.

Ana María Giraudo.

La pala olvidada.

Lydia del Luján Morcillo de Collins.

Las flores blancas.

Félix Alberto Aguirre (Cholo Aguirre)

Río rebelde.

Teresita Beatriz Campana de Olivares.

Hay una pena…

Soplo de temor

Nelly Repetto Lannoo de Martínez.

Porque hay…

Kiwi (Héctor Rolando Rodríguez)

Rendido de cansancio…

Sonia Raquel Ramírez.

Alma mía.

Este sueño loco.

Muchacho de Malvinas.

Adriana Díaz Crosta.

Lustrabotas.

Maternidad pobre.

Cajóncuna.

Te quiero.

Oscar Ángel Agú.

Las antiguas alfareras.

Muralistas.

Juan Manuel Inchauspe.

Los tuyo

Hay momento…

Mirna Guerrero.

No saber

Norma Segades-Maniás.

La escritora.

Gastón Gori

Nacer, vivir.

El aire, sí el aire.

Los seis caminos.

Nidia A. G. Orbea Álvarez de Fontanini

Argentina, mi país.

Santa Fe de la Vera Cruz, mi ciudad.

En el lento y largo camino…

Angela Peralta Pin

En tierra de esperanzas…

Pasaron los hombres…

2006 – “Año de la memoria por la verdad y la justicia”.

Giovanna Mogno de Cimino.

Ya es tiempo.

Roguemos.

Nunca castillos en el aire.

Una estrella.

Horacio Guarany.

Desde los tiempos lejanos…

Nilda Olga Visentín de Robert

Poeta.

Poema nuevo.

Juan Carlos Gruski

La poesía.

El poeta.

Porque…

Armonía.

Abel José Cuevas.

Oración.

Nilda Binetti de Biamino (Chela)

El hachero.

Esa vieja casa.

Leoncio Gianello.

Himno a Las Rosas.

Leonor Naón de Valdivieso.

Humanidad de sueños desvelados.

Al río Coronda.

Lidia Esther Lobaiza de Rivera.

Novia de Océano.

Nelly Borroni Mac Donald.

Diálogo.

Casi nada.

Abre la puerta.

Intentos.

Hugo Mandón.

Enumeración del dolor1

Luis Fernando Gudiño (Luis Fribe)

Micrografías.

Un árbol fraternal…3

Horacio Carlos Rossi

Del Respet

Arcano Castellano.

Norberto Antonio.

Luché.

Creo.

Jorge Drenkard.

Esta soledad…

Llevo las edades…

Ezequiel Martínez Estrada.

El mate.

Nori Brunori

Abejas y pájaros.

Nelly Sálmonsen de Torné.

Villancico Navideño.

El rancho.

Bartolomé Vercelli

A veces…

Comprendo…

Danilo Doyharzábal

Los gritos. 184

Nelly Spinelli de Gerbaudo.

Linyera.

Liana Friedrich.

Vía Crucis.

Fernando Bi

No, desaparecidos.

Juan Carlos Dávila.

“Soneto” – Los pueblos…

Zulma Celia Geller Gruvman.

Ante “Los Dueños del Silencio”.

Andando.

Froilán de Arriba.

Era una vez un león.

Florentino Sánchez.

Llegó el titiritero…

Dolor

En qué galaxia…?.

Jorge Raúl Muñoz. 1

Semana Santa.

Canto a San Genaro.

Doctor Esteban Maradona.

A Gastón Gori

A la muerte del “Che” Guevara.

Desocupación.

María Paula Alzugaray.

Una mujer

Alfonsina Storni

El divino Amor

Paulina Simoniello.

Las poetisas.

Rubén Elvio Battión.

Soledad.

Beatriz Pérez Parachú de Irigoyen.

Entrega.

Javier Pérez Parachú.

Actitud mental

Amor

Edith Caliani de Villordo.

El eco ya es tarde.

Odila Elena Vega de Dávila.

El arco iris.

La estancia.

Amor otoñal

Araceli María del Valle Haberland.

Llega la primavera.

Rita G. Bonfanti

Vieja casa vacía.

Dolor

Silencio.

Al inmigrante.

María del Pilar Lencinas.

Cuando evoco la sangre.

Arte poética.

Pascual Silvano Reynoso.

Amor de Diciembre.

Vivir otra vez.

Martín Desiderio de la Peña.

Opus I

Elvira A. Bello Leiva.

No tengas miedo de soñar

María Beatriz Bolsi de Pino.

Los ausentes.

Sofía Acosta.

La Red.

Elisa Susana De Marco.

A la Paz.

Juan Carlos Durán.

Ecopaz.

Rubén Vela.

“Poemas indianos” – 1960.

“Poemas Americanos – 1963.

Definición.

“Poemas con pueblo”.

América.

Maneras de luchar

La palabra en armas.

Rodolfo Zanni

Poder ser

Oscar Luciani

Moneda.

Llanto.

Teresa Beatriz Guzzonato.

Labrador de ríos.

Humo de mayo.

Ana María Niel

Del Instante al Amor

Niñez de takirari

Cuerpo y se desliza.

Rubén Sevlever

Ciudad.

Jorge Franzini Doce.

Olvido.

Ausencia.

Tiempo y espacio.

Dios o como se llame.

Octaviano Alberto Depetris.

Libro, silencioso maestro.

Febe Cúcari de Ellena.

Ave de fantasía.

Monseñor Víctor A. Ferrero.

Al Puente Colgante de Santa Fe.

Compasión.

Miguel Ángel Zanelli

El vértice.

Tarde imprecisa.

Susana Médici

Prologofrenda.

Sponsus.

Marta Rodil

Tu casa vieja.

El Nacimiento en la Isla

Jorge Isaías.

La hora de la obscura certidumb

Griselda Bonafede de Bocco.

No supimos retener el verano.

Elvira Mónica Cuddé.

Por dentro.

Vamos.

Gustavo Torre

El reflejo final

Oscar Miguel Santa María.

Más allá…

Roberto Malatesta.

He leído muchos poemas.

No es difícil

En el resplandor

La chicharra no altera.

Raúl E. Suffriti

La espera.

Sublimación.

Alberto Romeo Montagna.

Partir

Lisandro Fierro.

Canto a Santa Fe y Santo Tomé.

Mario Alessandrini

Una zamba nueva.

Hugo Lorena.

A quien llegue a Santa Fe…

Nostalgias.

Poeta.

Lucas González Spagni

Dulce espejismo permítenos.

Macramé con hierbas de setiembre.

En el principio.

Oscar Grandov.

Parcela.

Gloria.

Rosaura Schweizer de Juliá Tolrá.

A San Martín.

A Sarmiento.

Canto a la selva santafecina.

Dulce engaño.

Elsa Amanda Hufschmid.

La vida.

Muerte.

María del Carmen Villaverde de Nessier

Había un patio.

Nosotros.

Para ser hombre.

Marta Poloni Russo.

¿Quisieras…?.

Ana Hilda Quinodoz dillanueva.

Para olvidar los muros.

Alba Yobe de Ábalo.

Pequeño fresno.

Sauce silbador

Una noche blanca…

Los ángeles grises.

Atrapo la memoria.

Teresita Yobe.

Poemas…

Zunilda Ceresole de Espinaco.

Llovizna isleña.

Canción de cuna para un Jesús litoraleño.

Nana para mi gurí

Orlando Vera Cruz.

Islero soy.

Gringa santafesina.

Volviendo a mi pueblo.

Tamboreando la puerta.

Cristina Faure.

La garza.

La muerte de la nutria.

Raúl Alberto Rossi

Bienvenido dolor

Angela Fernández.

Lo que amamos.

Eva Tuo de Piva.

Invocación.

Eternidad.

Nilce Uviedo Rasetto.

Enséñale a mi niña.

Mi país.

Fernando Aloi

Canto al asalariado.

Al padre Ignacio Aparicio.

Jorge Enzo Galetto.

Vivir caminando.

Julia Elena Burguener de Castañeda.

Río Salado.

Antonio Camacho Gómez.

La huida.

Miriam Belén Curletti de Wajsfedl

Encuentro.

León Steinberg.

Del festejo postergado.

Pasajeros de la eternidad.

Pablo Casa

Alma a la intemper

Mirta Edith Larc

Sino.

Minúsculo desorden.

Zunilda Gaite.

Posibilidad.

Abril 25.

Receta para dos: Omelette azul

Huellas calcinadas.

Nada parece despiadado.

Seré el grial

Alicia Marina Ambrosio.

En el camposanto.

Elisabet Ojeda.

Cartonerito.

María Cappiello de Palacín.

Aromas de los siglos. 314

Canto para un milagro.

¡Escucha… r

El río… es inocente.

Joyas de Santa

Miriam Patricia

A Clara, mi mad

Sergio Ferreira.

Los sobrevivientes.

Marta Carina Castellano.

Génesis.

Me recibes.

Ellos seguirán.

Marisa S. Martín Decoff

Poema “XII”.

Poema “XVIII”.

Lelio L. Gurruchaga.

Natividad del Señor

Ética y Poesía.

Solidaridad.

 

 

IDENTIDAD – SOLIDARIDAD

TRAYECTORIAS y  POEMAS…

“…la literatura es una red que manos anónimas y famosas tejen en todo momento, y cada escritor aspira, en el mejor de los casos, a no estropear la textura que lograron los clásicos (la red es tan sólida que admite incluso mala literatura), a aportar una hebra feliz, a combinar los colores exactos, a solidificar el sector que se está trenzando”…

 

Néstor Fenoglio

Fragmento del Prólogo

 En “Los juegos del Temps”

Centro de Publicaciones de la

Universidad Nacional del Litoral

Julio de 2000

 

Ahora, aquí, vivencias y emociones, voces y ecos en torno a la historia de la Historia de la América milenaria, de la “España antigua”, de la Argentina de ayer y de hoy.

No ha sido por casualidad que el talentoso Horacio Caillet-Bois, desde mayo de 1922 director del recién creado Museo de Bellas Artes “Rosa Galisteo de Rodríguez” en Santa Fe de la Vera Cruz y desde 1940  miembro adhonorem de Comisiones de Cultura durante sucesivos gobiernos de la provincia de Santa Fe hasta su renuncia a mediados de junio de 1958, sintiera el impulso de escribir acerca del tiempo de la conquista y del encuentro de las culturas: la indoamericana y la española aportando con sus versos, señales y claves para la elaboración de la historia de los santafesinos, de los argentinos, de los hispanoamericanos…

España Antigua

I

LA  RAZA

Invocación

Señora de naciones, España, pez del mundo,

Madre gloriosa, antaño, de estirpes sin segundo:

Cantera de leyendas, cuna de la hidalguía,

Hacha y tajo pujante contra toda herejía:

Inviolado portal de clausuradas rejas,

Universal museo de las coronas viejas;

Paradero y posada de las remotas sendas

Abiertas tras el oro natal de las leyendas…

Arsenal de las armas de todas las conquistas,

Troquel de los ensueños de los viejos artistas.

Atajo de las razas universal portillo,

Engarce de dos mundos en el terráqueo anillo;

Armería ciclópea cuyas armas hicieron

Familiar el renombre de quienes las blandieron;

Poema escrito en sangre de los viejos guerreros,

Anaquel de las Crónicas y de los Romanceros;

Relicario de siglos, cripta de tradiciones.

Nido de Santos Padres, caudillos y felones:

Quintaesencia de todas las grandezas humanas

Cuando alzaste la gloria de tus hoces ancianas.

Y cuño de pecados y de vicios crueles

En las horas siniestras de tus ciegos tropeles;

Tú fuiste la matrona principal de otros siglos

Con tu corte de ensueños, de lances y vestigios:

Tuviste en tus empresas de la hora lejana

Ese ímpetu de fuego con que el sol, de mañana.

Reduce a los leones morosos de las sombras

Tendiéndoles al paso sus purpúreas alfombras…

Así tú diste el raro prestigio de tus armas

A tus Milanesados, tus Flandes y tus Parmas,

Y llenaste de ensueños la noche medioeval

Con tu estirpe guerrera, fastuosa y monacal.

Tus tierras de Castilla fueron campos de audacias,

Y tus cortes, prestigio de las excelsas gracias.

Así fueron tus hijos, los viejos capitanes,

Fanfarrones y heroicos, devotos y galanes;

Bachilleres sin blanca, mendigos trashumantes,

Licenciados o reos, hidalgos o bergantes.

Que equivocando rutas en bajeles prestados

O dando encontronazos con orbes ignorados,

Partían a la busca de alguna encrucijada

Donde clavar un mundo sacado de la Nada.

Cachorros de tus ubres, aguiluchos de ayer,

Amaban a la gloria como a una mujer.

Y así como eran castos y en cofres de sonetos

Enviaban a las Cloris sus íntimos secretos,

También eran doctores en raptos y celadas

Y en consolar discretos hastíos de casadas.

A veces en sus vidas, llenas de raro ejemplo,

Dejaban la milicia por el claustro de un templo,

O buscando las rutas de la tierra sagrada,

Morían abrazados a la cruz de su espada…

En “Una gloria santafesina

Horacio Caillet-Bois – Vida y Obra”

Por Leonardo Luis Castellani-Conte Pomi, 1976.

 

Antonio Fuentes del Arco

Antonio nació “en Santa Fe, en los pagos de Lencinas” que es el lugar donde se instaló la población al decidirse el traslado hacia el sur, cerca de la confluencia de los ríos Paraná y Salado. Aprendió a leer y escribir en su ciudad natal, luego continuó estudiando en Córdoba y egresó con el título de Maestro de Artes, logro que al decir del historiador José Rafael López Rosas, “era todo un lujo literario para aquella Santa Fe compuesta por veinte manzanas mal pobladas”… Tiempo después, se alejó de su tierra natal.  Con su esposa vivió en Córdoba de Andalucía, en España y falleció en 1731.

El río Paraná…

“Del mal que ocupa entre ambos orizontes

por crespas greñas de encumbrados montes

sacaba febo sus cabellos rojos

y con dorados ojos

al Orbe está mirando,

las oscuras tinieblas desterrando

que es monarca fogoso

que destierra tinieblas, luminoso.

Y quando mas se encumbra,

al pobre, al chico, tal más grande alumbra

si en su Senit ardiente

ylustrando de rayos, corona su frente

monarca poderoso.

A todo su hemisferio ase dichoso,

y en círculo rotundo

muchas bueltas ba dando a todo el Mundo.”

 

Francisco Javier de la Rosa

Nació en Santa Fe de la Vera Cruz en 1722.  Lo escrito por biógrafos generan un dilema porque unos expresan que era hijo de Juan de la Rosa y de Felipa Melgarejo y otros, como reiteró el poeta e historiador Rafincho López Rosas “de acuerdo con la tradición, llegada hasta nuestros días, hijo de Carlos de la Rosa y de Rosa Setúbal”.  Aún destacan que vivió como un “ermitaño” hacia el noreste de la ciudad, y que tras el fallecimiento de don Juan González de Setúbal, se hizo cargo del Oratorio cercano con el propósito de construir un santuario para honrar a Nuestra Señora de Guadalupe porque “era un fervoroso devoto”. Con su perseverante esfuerzo logró levantar los muros, construyó un retablo tallado y fabricó las baldosas del templo dejando con incisiones grabados los versos que sintetizan la historia de la actual Basílica de Guadalupe.  De su obra pictórica se conservan un autorretrato y dos imágenes religiosas exhibidas en el Museo Histórico “Brigadier General López” de la capital santafesina, en el sitio de la antigua casona de los Diez de Andino. Francisco Javier decidió cruzar el río Paraná y desde 1794 sólo se sabe que estuvo en Entre Ríos…

Versos en la Capilla de Guadalupe…

“Ya la viste rematada

la Capilla destinada

a rendir nuestras creencias.

Y así veremos lograda

las eternas indulgencias

que nos otorga la Virgen

en el campo retirada.”

 

Juan Baltasar Maziel

Nació en Santa Fe de la Vera Cruz y fue bautizado el 16 de diciembre de 1727 –”de edad nueve días”-, hijo del Maestre de Campo Manuel Maziel y de Rosa de la Coizqueta. Como sucedía generalmente en aquel tiempo, estudió en Córdoba y egresó como Maestro en Artes y Doctor en Teología.  Después de ejercer cátedras en Chile y en Charcas, viajó a Buenos Aires y fue nombrado Consejero, Provisor y Gobernador del Obispado.  Sacerdote en la Iglesia de San Ignacio. Designado Cancelario del Convictorio Carolino por el virrey Vértiz, donde dictó cátedras de Latinidad y Filosofía. Es reconocido como precursor de la poesía gauchesca. Escribió sonetos que fueron recopilados y tiempo después, publicados por los escritores Paul Groussac y Ricardo Rojas. En “Canta un guaso en estilo campestre”, el primer verso coincide con el escrito por el poeta José Hernández en su “Martín Fierro”: “Aquí me pongo a cantar”

Soneto

Se consuela a los portugueses

vencidos por el Excmo. D. Pedro Cevallos.

Cuando el invicto Eneas

vio rendido al joven Lauso,

sintiendo de su suerte el fatal hado

maldice el polvo que mordió rendido;

no te aflijas, le dijo condolido,

por ser despojo de mi brazo airado;

que el mayor timbre de tu orgullo osado,

es ser mi espada la que así te ha herido.

Tal es ¡oh generosos lusitanos,

la gloria que revela vuestra caída

cuando del gran Cevallos sois trofeos!

Pues mucho gana quien se rinde a manos

de este hijo de Minerva, que la egida

blandió mejor que Ulises y Teseo.

Canta un güaso en estilo campestre

  los triunfos del Excmo. D. Pedro Cevallos.

Aquí me pongo a cantar

abajo de aquestas talas,

del mayor guaina del mundo

los triunfos y las gazañas.

Del señor de Cabezón,

Que por fuerza es camarada

de los guapos Cabezones

que nada tienen de mandrias.

He de puja el caballero,

y vien vaia toda su alma,

que a los Portugueses jaques

a surrado la badana.

Como a obejas los ha arriado

y repartido en las pampas,

donde con guampas y lazo

sean de nuestra lechigada.

De balde eran, mis germanos

sus cacareos y vravatas,

si al columbear a Cevallos

no lo ha hecho así el come gente

O más aina: come Bacas,

vuestro Don Pina Bandeira

salteador de la otra Banda,

que allá por sus andurriales

Y siempre de disparada,

huyendo como abestruz

aun se deja atrás la gama…

Ya de Santa Catalina

Las batatas las baranjas

no les darán en el Pico

aunque más griten chicharras.

Su colonia, raz con raz,

disque queda con la playa,

y en ella ¿quando la otra

harán de azulejos casas?

Perdone Señor Cevallos

mi rana silvestre y guaza,

que las germanas de Apolo

no habitan en las campañas.

 

En Antología “La Literatura Virreinal”

Volumen 5 – “Juan Baltasar Maciel”

CEAL (Centro Editor de América Latina)

Septiembre de 1967.

 

Pedro Tuella

Está incluido como poeta santafesino porque este español, nacido en la Villa Naval en la provincia de Huesca, llegó al Río de la Plata en 1759 y luego a la Capilla del Rosario, siendo reconocido como versificador, pedagogo -dicen que también picapleitos-, fue nombrado maestro en la única escuela de esa localidad.  Casado con Incolaza Costey el 4 de julio de 1778, como lo ha expresado el historiador José Rafael López Rosas, siendo también “medio pulpero”, compró solares y en “1785 recibe el nombramiento de administrador particular de Tabacos y Receptor de Alcabalas”. Fue amigo de Vicente Anastasio Echevarría, hermano de María Catalina Echevarría nacida el 01 de abril de 1872, hijos de Tomasa de Acevedo y de Fermín Echevarría y esa niña, huérfana desde la niñez, fue adoptada por Pedro Tuella y su familia, educada en Rosario como si fuera descendiente directa; luego casada en 1810 con Manuel Vidal, vivieron en la casa contigua a los Tuella, para prestarles el necesario apoyo.  Cuando Manuel Belgrano llegó a Rosario con el ejército que debía avanzar hacia el norte, le encomendó a María Catalina la confección de una bandera que realizó con “dos franjas: una blanca y otra celeste sin otro aditamento” utilizando materiales de la Tienda de sus padres adoptivos. (Sabido es María Catalina Echevarría de Vidal falleció el 18 de julio de 1866 en San Lorenzo, en su casa cercana al Convento y fue sepultada en ese templo.)  El historiador Juan Álvarez destacó que Pedro Tuella era un y “hombre aficionado a escribir”, por lo expresado por el historiador Juan Álvarez.  Han reiterado el texto de una carta donde Pedro Tuella alude a costumbres de aquel tiempo: “…comimos, me acosté a la siesta… ahora voy a tomar un mate, y tal vez después, a sacar un pacú, aunque la tarde no está muy buena”. Sus décimas fueron publicadas en “El Telégrafo mercantil Rural, Político e Historiográfico” de Buenos Aires. Otras obras publicadas: “Relación histórica del pueblo y jurisdicción del Rosario de los Arroyos en el gobierno de Santa Fe, provincia de Buenos Aires”. Escribió versos “para su amigo, el coronel don Pedro de Acevedo; otros, que escribe con motivo de los festejos de la Virgen del Rosario y un soneto contra una araña de seda que le arruinó un naranjo, poesía ésta, que Hipólito Vieytes, se negó a publicar en el ‘Semanario de Agricultura”…, dato que ratifica una vez más la potencia de los censores con el propósito de aniquilar a los creadores, como lamentablemente se advierte en este primer lustro del siglo veintiuno algunas veces con sutiles métodos y otras con contundentes negativas.   “En 1809 publica un poema titulado ‘Odio a Francia’ con esta dedicatoria: ‘El discípulo de la calandria del Paraná, don Pedro Tuella, al cisne de la ribera argentina don Gervasio Algarate, ambos aragoneses”.  Al desembarcar en 1811 una escuadrilla española, el poeta Algarate lo visitó y breve tiempo después -casi como sucedió a mediados del siglo siguiente con el presidente argentino doctor Arturo Frondizi tras su encuentro con el Che Guevara-, Pedro Tuella “por iniciativa de Vieytes, es separado de sus cargos al par que le son confiscados sus bienes. Este infausto desenlace le aplasta físicamente y moralmente, muriendo así el 28 de febrero de 1814”.

Décimas y pedido de ayuda para hacer un Santuario…

“Tres siglos ha y no cabales

que el diablo con alegría

en esta tierra tenía

afligidos a los mortales.

Hoy son terribles los males

y brama con desconsuelo,

porque a la Reina del cielo

(que al Diablo quitó el poder)

Capilla le van a hacer

en este dicho suelo.

……………………………………………………..

“Pasajero, si caminas

en busca de tu fortuna

la hallarás sin duda alguna

si a la caridad te inclinas,

nó del Potosí; en las minas

sólo hay riquezas; pues más

seguras las hallarás

si a la Virgen del Rosario

para hacer su santuario

una limosna le das.”

Bernardo de Vera y Pintado

Bernardo nació en Santa Fe en 1870, hijo de José Vera y Mujica y de María Antonia López Almonacid Pintado.  Estudió en la ciudad de Córdoba.  Residente en Santiago de Chile, en la Universidad de San Felipe obtuvo los títulos de Licenciado y Doctor en Teología. Era primo político de Bernardino González Rivadavia. Han reiterado que por sus actitudes contrarias al gobierno español estuvo detenido y el 25 de mayo de 1810 fue alojado en el Cuartel de San Pablo, luego lo trasladaron al castillo de Valparaíso que entonces era otro espacio destinado a los prisioneros. Cuatro meses después, encendida la chispa de la revolución en aquel territorio, apoyó ese movimiento y fue nombrado diputado de las provincias del Plata ante el gobierno chileno. En 1812, su primo tan conocido como Bernardino Rivadavia, le pidió que regresara a Buenos Aires y prefirió responderle con una carta: “…Sería imprudente dejar el país donde soy conocido y buscado como abogado, a menos que pudiese en tal caso retirarme a Santa Fe, en donde me ha tocado un pedazo de tierra por muerte de mis padres…”  En 1819 logró poner en escena la tragedia titulada “El triunfo de la naturaleza”.  Emigró de Chile tras la batalla de Rancagua y en Mendoza conoció al general José de San Martín, quien lo designó Auditor de Guerra, funciones que desempeñó hasta la después de la batalla de Chacabuco, combate que lo inspiró para escribir su obra de teatro “Introducción a la tragedia de Guillermo Tell”. El tesonero santafesino cruzó otra vez la cordillera y en Chile se dedicó al periodismo y a la literatura. El gobierno chileno le pidió que escribiera una canción patriótica y luego adaptada, es el “Himno de Chile” que por primera vez fue cantado con la música del Himno Nacional Argentino.  Después, Manuel Robles compuso la música y el poeta Eusebio Lillo elaboró la letra definitiva en 1847. Bernardo de Vera y Pintado murió en agosto de 1827 en Chile.  Su trayectoria fue evocada en la capital santafesina en 1950 “Año del Libertador General San Martín” cuando por iniciativa del senador José M. Rivas del departamento Belgrano ingresó en la Legislatura el proyecto de ley que “por el que se cambia el nombre de la localidad de Fives Lille, del Depto. San Justo, por el de “Vera y Pintado”. Con despacho favorable de la Comisión de Negocios Constitucionales y Legislación de la Cámara de Diputados el 26 de julio de 1951, fue sancionado el 3 de agosto y es la Ley Nº 4002 de agosto de 1951.

Versos al adversario…

………………………………………………………

“Guerra declaro a todo monigote,

y pues sobran justísimos pretextos

palo habrá de los pies hasta el cogote”.

……………………………………………………….

Versos publicados en el periódico

 “Interrogante y respondente”. (Chile)

Juan Francisco Seguí (el viejo)

Ministro del gobernador Brigadier Estanislao López. Nacido en Santa Fe, Doctor egresado de al Universidad de Charcas y como su padre era un “godo empecinado” al decir del historiador Ramón Lassaga, no lo admitió en su hogar cuando regresó porque no aceptaba su nueva posición “libertaria”… Eran evidentes sus aptitudes para la escritura, en prosa y versos. Comenzó en Buenos Aires su labor profesional y participó en el Cabildo Abierto del 22 de mayo de 1810, regresó a su ciudad natal y fue uno de los revolucionarios que se desempeñó como cabildante y ministro. Influyó para la sanción de la primera Constitución provincial (1819).  El historiador José Rafael López Rosas ha reiterado que después de la invasión de Francisco Ramírez al territorio santafesino, escribió una obra de teatro con versos endecasílados y octosílabos.

Habla el General Ramírez…

Calla Monterroso, calla,

Porteños fueron y basta.

No hay más que reflexionar.

Mi ejército es de otra casta

que no sabe disparar.

Su jefe al frente de él

siempre se la vio avanzar.

¿Quién no seguirá el ejemplo

que es tan digno de imitar?

 

Poetas y payadores…

Sabido es que en sucesivos ensayos publicados tras investigaciones acerca de la literatura en la Provincia de Santa Fe, no han registrado los nombres de todos “los payadores” que ayer como hoy, han cantado coplas o décimas para expresar sus sentimientos, sus padecimientos ante la opresión y sus conclusiones en torno a determinados hechos y protagonistas… El historiador José Rafael López Rosas, reiteró coplas difundidas en tiempos del Brigadier General Don Estanislao López:

Coplas

Viva Don Estanislao,

su poncho y su chiripá.

La tierra que está pisando,

los laureles que nos da!

Durante la invasión de Juan Galo Lavalle,

sus tropas acosaron a la población mediante saqueos,

violencia con las mujeres… y perduró el eco

de los cantos en las pulperías:

Don Juan Lavalle

gloria te den,

pero no vuelvas

por Santa Fe.

Que tu venida

muy triste fue,

don Juan Lavalle

gloria te den.

¿Habrá sido José F. Seguí (el joven) el autor de los versos

alusivos al avance del ejército de Buenos Aires conducido por

el General Juan José Viamonte logrando la ocupación

de Santa Fe de la Vera Cruz?

En dos polos se afianza

la máquina de este orbe,

y en el medio sin que estorbe

se halla un Atlas con pujanza:

así en Santa Fe la lanza

cual este, mantiene Vera

y con unión verdadera

de aquella López, Rodríguez

advertirás, si los sigues,

sostienen toda su esfera.

Espantado huyó Viamont

ante la turba infernal,

pues la bravura oriental

le amilanó el corazón.

Al frente vio de la acción

a su ponderado jefe

y al momento, que me deje

dijo, es cuerdo mejor

no sea que por el honor

aquí se me despelleje.

…………………………………………………

El autor con su arte, logró dejar algunas señales

de aquellas sangrientas luchas en la “Provincia Invencible”.

Ante la invasión de Eustaquio Díaz Vélez en agosto de 1816,

el poeta elaboró otra crónica en octosílabos…

…………………………………………………

Antes que aquellos llegasen

de la Mar el comodoro

creyó ser de su decoro

que a la Ciudad la baleasen.

Ordena al momento pasen

a infundir consternación

con diez tiros de cañón

cada buque, y se retire,

que poco importa que expire

la inocente población.

Al frente de Santa Fe

por el Negro, conocido,

desde donde ser batido

debía el Pueblo, yo lo sé;

mas, la gente que los ve,

en tropel se echan al río,

con el más gallardo brío

avanza el Gobernador.

Infunde a todos valor

gritando este triunfo es mío.

………………………………………………..

El Comandante Yupes fue payador en las montoneras

y teniente coronel admirado por su coraje porque estuvo

junto al Brigadier López en Añapiré y luchó por la autonomía.

Tras la lucha en Puente Márquez en  1829, respondió con sus octavas

a los audaces unitarios que criticaban a su jefe, al general Facundo Quiroga

y también al Brigadier General Don Juan Manuel Ortiz y Rozas…

López, Rosas y Quiroga,

y el fraile San Juan Bautista

se están poniendo a la vista

porque van entrando en boga.

Y “aquel cierto olor a soga”

causa mal a los sicarios.

-Humilde y divino Antonio

rogad por los unitarios!

…………………………………………………

El 3 de febrero de 1852, el combate de Caseros conmovió

a los milicianos y algunos gauchos poetas empezaron a cantar:

Vivan los santafesinos

y el ejército entrerriano!

Viva Urquiza y Virasoro!

muera Rosas el tirano!

…¿Sabrían esos payadores cuánto tiempo antes del combate

de Caseros  “Urquiza  se ha reunido con Virasoro en Concordia

en una carrera de caballos?… o sólo cantaban coplas, contentos,

porque sobrevivían, tras aquel 3 de febrero de 1852, cuando a las 9 de la mañana, el Brigadier Rosas había dicho al coronel Chilavert,  héroe del Combate de Obligado y jefe de la artillería: “Sea usted el primero en romper el fuego contra los imperiales que están a su frente”… sin imaginar entonces que la caballería de Urquiza se impondría; que él, herido en una mano a las dos de la tarde determinaría el final de la batalla; que enseguida el general entrerriano se instalaría en la residencia de Palermo  y a don Vicente López y Planes – al autor del Himno-, nombraría gobernador provisorio de Buenos Aires e inmediatamente, con  fraude integrarían la nueva legislatura bonaerense…

María del Tránsito Gómez de Fuga

De Relaciones pa’ mi pueblo

Ediciones de la Cortada / Febrero 2001.

Prólogo: Delia Samaniego.

Santa Fe de la Vera Cruz.

Integrante del Taller “El Patio” conducido por

María del Carmen Villaverde de Nessier

en la capital santafesina.

……………………………………………………………

ÉL:         Bailaremos en la estancia,

               vamos a zapatear gatos,

               ponete linda mi guaina

               pasaremos un buen rato.

ELLA:    Me gusta zarandear gatos,

               escondidos, chacareras,

               me pondré blusa floreada

               y una ancha poyera.

……………………………………………………………

ÉL:         Cuando te vi me gustaste

               fue ayá, en el camino,

               varias veces te crucé

               ¿vos creés en el destino?

ELLA:    Yo creo en el destino

               y verte no fue casual

               te seguí un montón de veces

               atravesando el canal.

……………………………………………………………

ÉL:         Pasé por la pulpería

               y me tomé varias copas,

               para tener más valor

               y hablar con usté, mi moza.

ELLA:    Si para hablar de una vez

               varias copas se ha tomado,

               ¿qué pasaría mocito

               si pidiese usté mi mano?

…………………………………………………………….

ÉL:         Debajo de aquel ombú

               tomaremos varios mates,

               después te mostraré el ancho,

               ya verás que obra de arte.

ELLA:    Siempre que paso lo miro,

               no sale de lo vulgar

               techo de una sola agua,

               ¿no lo pensás arreglar?

……………………………………………………………

ÉL:         Habrá yerra en la estancia

               también asao con cuero,

               tenés que ir chinita

               vos sabés cuánto te quiero.

ELLA:    Marcá nomás animales

               Comé el asao con cuero,

               yo me voy con el Rosendo

               porque me invitó primero.

……………………………………………………………

ÉL:         Vengo bajando del cerro

               para tomar unos mates,

               traigo ramitas de yuyos

               pa’ que los males te saquen.

ELLA:    Tomaremos unos mates

               pero yuyos no pondré

               pa’ curar todos los males

               tengo pluma ‘e caburé.

……………………………………………………………..

ÉL:         Vivo pensando en usté

               y aunque no crea sentía,

               unas juerzas poderosas

               y escribí una puesías.

ELLA:    ¡Ah!, gaucho enamorado

               se te da por escribir

               pior seria si cantaras

               ¡cómo me harías reír!

……………………………………………………………

ÉL:         Te quiero tanto mocita,

               en el pecho siento juego

               dame un poco de esperanza

               te lo pido, te lo ruego.

ELLA:    Al caminar sos tan pavo

               como lo sos al hablar,

               sos muy duro de entender

               con vos nome viá a casar.

……………………………………………………………

 

 

José Bartolomé Pedroni

Nació en Gálvez el 21 de septiembre de 1899 y falleció en Mar del Plata el 4 de febrero de 1968. Trabajó como tenedor de libros en Sa Pereyra en el comercio del padre de quien luego fue su esposa: Elena Chautemps. Después del nacimiento del primer hijo residieron en Esperanza (departamento Las Colonias).  Director General de Cultura de la provincia  (1962-66). No incluía entre sus obras su primer poemario “La divina sed” y por ello, suelen indicar que el primero fue “La gota de agua”, siendo en realidad la segunda y ya calmada aquella sed…  A pedido de una editorial escribió “La hoja voladora” referida a la trayectoria de Domingo Faustino Sarmiento e incluyó una autobiografía.

Situación

Paloma, espiga y ancla

a 31 grados y 25 minutos de latitud Sur

-línea del río y de la calandria-

y 60 grados y 56 minutos de longitud,

está mi tierra: Esperanza.

Es un pequeño punto palpitante

hacia el norte del mapa,

hoja de trigo verde,

corazón de la pampa.

De “Monsieur Jaquin”.

Horacio Caillet-Bois

Estudió en el Colegio de la Inmaculada Concepción de los padres jesuitas, en la capital santafesina. Integró al ingresar a cuarto año la “Academia Literaria” conducida por el talentoso Padre Pedro Marzal y como estaba previsto previa aprobación de los otros académicos (la mitad ya había salido bachiller).  Ejerció la presidencia en 1916, año de la edición de la “Antología de la Academia” con prólogo de Zorrilla de San Martín “y con siete poesías del único poeta que había despuntado, el presidente Horacio” escribió décadas después su amigo el distinguido cuentista Leonardo Luis Castellani Conte-Pomi S. J. quien destaca que “al año siguiente, ya bachiller el poeta, produjo casi todos los otros poemas de su primer libro y fue a Santiago del Estero como pinche de la Intervención Federal: en cuya ciudad escribió su Loa a Santa Fe y Loa a Santiago del Estero, dos espléndidos florones de su libro; y el primero, el mayor poema a Santa Fe desde su fundación por Juan de Garay. Al año siguiente, fue secretario de la Intervención a Mendoza, de donde procede su esposa María Isabel Vera… Escribió Las urnas de ébano y su extensa novela; y después despidió a la Musa: no publicó nada más durante 50 años. Horacio Caillet-Bois recibió premios por sus poemas siendo estudiantes y luego, por su libro Poemas el Tercer Premio Nacional.

1922: Primer Director del Museo de Bellas Artes “Rosa Galisteo de Rodríguez y hasta 1959 cuando renunció para dedicarse más al periodismo. Sus Editoriales desde la radio LT 9 de la capital provincial, eran oportunos llamados de atención acerca de hechos y protagonistas de la historia santafesina, argentina y de distintas latitudes: “Guerra en Vietnam”, “Asesinato de Kennedy”, “Regina Pacini de Alvear”, “La cuestión con Chile y el arbitraje”, “Huelga general”… Su amigo Leonardo Castellani expresó: “…llevó desde muy temprano la misma cruz que él notó en su gran amigo Mateo Booz: la ingratitud de su coterráneos y la envidia de sus colegas, que se traducía en innumerables pinchazos y heridas”. Obra édita: “Poemas” y “Las urnas de ébano” (1921). Novela “La ciudad de las losas y de los sueños” (1923).  Integró sucesivas Comisiones de Cultura por decisión de autoridades del gobierno de la provincia de Santa Fe.   Falleció en diciembre de1968, “en serena y buena vejez, a los 70 años, dejó ya hechos anticipados cinco o seis ensayos”.

Elogio de Santa Fe

                     I

Dulce ciudad, ciudad desvanecida.

Vergel antiguo, pazo solariego,

Vetusto alcázar donde aún anida

El especioso aroma del espliego.

Yo no sé qué remoto sortilegio

Puedan tener tus calles coloniales,

Ni qué niebla sutil es privilegio

De tus viejas casonas señoriales.

Yo no sé de qué cofre misterioso

Se difunden los oros de tu ocaso,

Ni qué dulces sandalias de reposo

Calzaron tus cansados pies, de raso.

Yo no sé con qué tintas opalinas

El añil de tus cielos decoloras

Para cubrir de pálidas cortinas

La ventana irreal de tus auroras;

Ni qué nube de bálsamo oblatorio

La noche azul eleva en tus confines

Para cubrir el tálamo ilusorio

Que nos tiende el amor en tus jardines;

Ni al escuchar Dios sabe qué leyenda

Te enardeces de pronto a sus ejemplos

Para abrir a los lados de tu senda

Los sepulcros vacíos de tus templos…

Yo sólo sé que en tu señero ambiente

Pasa el ritmo del mundo sin alarde,

Y que en la sede de tu paz se siente

Latir más puro el astro de la tarde.

Yo sólo sé que bajo aquel beleño

Que envaguece de luz tu faz sombría,

Suena mejor mi advocación de ensueño;

“-Brujas-la-Muerta de la patria mía…”

Yo sólo sé que en vetusta estancia

Donde reposan tus guerreros lares,

Tienen todas las cosas la fragancia

De las viejas alcobas familiares.

Yo sólo sé que las aguas hilan

De tus relojes un joyante velo,

Y al litoral del trópico encandilan

Las magníficas lunas de tu cielo;

Yo sólo sé que en la vitela antigua

Que aforra tus blasones empolvados,

Y en el rojo damasco que atestigua

La visión secular de tus estrados,

Flota aún el recuerdo venerable

De aquella edad de gola y cofradía,

Como dura en la pátina del sable

La vejez del señor que lo blandía…

II

Suena aún, como un doble de atabales

Y de bárbaras cajas pregoneras,

La hazaña de los rudos senescales

Que a esos predios trajeron sus banderas.

Tas el pendón del fiero Adelantado,

Como detrás del cóndor los neblíes,

Cayeron en las armas de solado

Las tribus de los indios calchaquíes.

T ante la cruz desnuda de su espada

Por la gracia de Dios y de rodillas,

Fundó Garay, bajo la selva alada,

Esta nueva ciudad de ambas Castillas.

Mas en felino acecho los salvajes

Enherbolando flechas y azagayas,

Entre tupidas abras de follajes

Oteaban con rencor las atalayas.

Y la ciudad, con evasivo paso,

Fue dejando los páramos bravíos

Para buscar en otro rumbo, acaso

La hospitalaria margen de los ríos…

                     III

Así la vida recobró sus fueros,

Y en la paz colonial llena de aromas

Floreció con sus blancos jazmineros

Y sus naranjos de sabrosas pomas.

Desde el predio solar de sus maniguas

Hasta los muelles de sus viejos puertos,

En un desborde de ánforas antiguas

Volcó, sobre los ríos, sus desiertos.

Devota del Señor y de las leyes

En su vida -crisálida sin orto-

Vio discurrir sus diminutos greyes

De novena, chorrera y calzón corto.

T en esa hora mustia y anacrónica

De empolvados recuerdos peregrinos,

Se detuvieron, con la cuerda afónica,

En el reloj del tiempo, sus destinos…

                     IV

Hoy vivimos quizá los mismos años.

La vida aquélla se prolonga en ésta.

-(Tratamos de enjoyar el cumpleaños

con un poco de púrpura y de fiesta…)

¡Oh, ciudad de mi infancia que aún no has muerto.

Vives la insomne vida de las hiedras,

Pues has llegado hasta ese linde incierto

Donde cuentan los años por las piedras!

¡Oh, simétricas calles y alamedas;

Plazas de césped a cordel trazadas;

Tiendas, comercios, bares y almonedas,

Casas del centro limpias y ataviadas:

Nada sois junto a aquellos viejos lares,

Desde cuyos aleros de baldosas

Los naranjos, floridos de azahares,

En tálamo nupcial nievan las losas…

Viejo Cabildo, que otro tiempo fuiste

Reliquia inmemorial de nuestros fastos.

¡Oh, no quieras saber lo que hoy existe

donde antes fueron tus solares vastos!

¡Reloj de San Francisco, cuyo inerme

cuadrante de marfil, es un abismo,

y en cuya caja sepultado duerme

para siempre jamás el Tiempo mismo:

Sobre la misma rueda de engranaje

Siguiendo tu camino numerado,

Sólo Dios sabe qué profundo viaje

De siglos y de siglos has marchado…!

¡Muros de aquella misma sacristía,

Llenos del oro interno de las Arcas,

Donde el cebado tigre se escondía

Para asolar la paz de estas comarcas!

¡San Antonio, vetusto cementerio

Del antiguo jardín entapialado,

Florecido de rosas de misterio

Como un viejo esqueleto coronado!

¡Colegio de los Padres jesuitas,

Junto a cuyos grietados corredores

Se cubrían de rosas las ermitas

En plenitud de gajos trepadores:

Entre tu viejo templo de sillares

Y tu envigado pórtico de antaño,

Dentellaban tus muros seculares

De ventanas, cerradas todo el año!

¡Oh, las tardes divinas de tus huertos,

Y la luz matinal de tus cornisas,

Y tus patios profundos y desiertos

En las horas de clases y de misas!

¡Oh, Colegio que abriste la quimera

De mis ensueños al azul inmenso,

Para evocarte allí donde yo quiera

Me bastará el aroma del incienso!

¡Santo Domingo… San Francisco… Abuelas

que vais a las novenas vespertinas;

Calle Amenábar llena de cancelas

Y de viejas casuchas peregrinas!…

Allí la tapia de leproso manto

Tras la cual, como bajo un sortilegio,

Duerme empolvado el surtidor de encanto

Bajo la aguja de un ciprés egregio.

Más allá la casona linajuda,

Desde cuya terraza hasta la tapia

La doble hilera de árboles saluda

Con etiqueta llena de prosapia.

Acullá, sobre el río, las viviendas,

Y las islas al pie de las barrancas;

Y bajo el sol, como otras tantas prendas

Tendidas a secar, las naves blancas…

Y en esas tardes llenas de misterio

Bajo el añil cerúleo del paisaje,

Cuando una enorme paz de cementerio

Tremula en la ciudad como un cordaje.

Nada es igual al eco con que entonces,

Sobre el mar de tejados coloniales

Se prolongan unánimes, los bronces

De las viejas campanas parroquiales…

Y a veces, cuando al largo de una calle,

Donde ven las persianas sin ser vistas,

Pasa un grupo de Hermanos de La Salle

O algún colegio de seminaristas,

La sombra conventual que se acrisola

Nos tiende velos de ilusión tan grandes,

Que semeja la calle, triste y sola,

Un beaterio místico de Flandes…

                     V

¡Santa Fe, Santa Fe, ciudad reclusa,

Ciudad hecha de aroma y de misterio.

Para el huérfano amor, soñada inclusa

Llena del humo azul del sahumerio:

Cuando deje tus mágicos vergeles,

Cuando haya de partir ya sin remedio,

Cuando suelten amarras mis bajeles

Tras esa linde azul del otro predio.

Entonces quiero que tu tierra guarde

Mi sepulcro mortal eternamente,

Con la cabeza vuelta hacia la tarde

Y los cansados pies hacia el oriente!…

De “El elogio de las villas”.

Mayo de 1918.

María Dolores Morcillo de Menvielle

Maestra de reconocida trayectoria en escuelas rurales y urbanas en la provincia de Santa Fe. Su obra obtuvo la primera distinción en 1965 y desde entonces recibió premios en sucesivos certámenes nacionales.  En 1973, su “Romance de la Ciudad enterrada” fue el texto seleccionado por la “Comisión de Homenaje al IV Centenario de la Fundación de Santa Fe” presidida por el poeta Alcides Piedrabuena, para el espectáculo de danzas, luz y sonido en el acto realizado en la capital de la provincia (1573 –15 de noviembre- 1973). En 1983 obtuvo el Primer Premio en el Concurso Nacional con tema dado, auspiciado por la Secretaría de Cultura de la ciudad de Santa Fe. Ha sido cofundadora de diversas asociaciones intermedias. Obras éditas: 1977 – “Emociones del camino”, poemas; 1973 – “Himno a Juan de Garay”, presentado en el Teatro Municipal “1º de Mayo” de Santa Fe de la Vera Cruz. “Vuelo sin distancia”, “Viajeras en el tiempo”. 1978 – “Desenraizando voces”, compartido; 1979 –”La sombra de la muerta”; 1980: “Florilegio”, compartido; 1981: “Mi bergantín azul”, 44 sonetos ilustrados por Lily Collins de Nardín; “Flor de caraguatá” poemas gauchescos”. 1990: “Cuando caen las hojas” y “Romance de la ciudad enterrada” ambos con prólogo de la escritora Nidia Orbea Álvarez de Fontanini. Distinguida sonetista, sus obras integran varias antologías, entre ellas “Palabras para compartir…” edición SEPA (Servicio de Educación por el Arte).

El despertar de un mundo

Los sueños revivían al soplo de la aurora.

Las puertas se cerraban y el corazón en llamas…

buscando el horizonte de la tierra soñada.

Y se abrió una puerta con los ojos azules

y las manos trenzadas a la Cruz de madera…

¡Se aunaron los sueños con los del Almirante

con la Fe que nacía, prendida a las estrellas!

Y del Puerto de Palos puso firme la proa.

De Occidente los vientos en los mares inciertos…

como aves marinas danzan las carabelas,

besadas por las brumas con sus roncos acentos…

Se alargan en el viaje los sueños españoles…

Las dudas, los rencores, rondan entre las sombras.

El sol dora las aguas con una verde rama…

La esperanza respira perfumes de alboradas

y la palabra: ¡Tierra! con la Cruz se inaugura.

                                                               “De “Cuando caen las hojas”, 1990.

Juan de Garay

Una sed insaciable de aventuras

con la luz augural y vespertina,

detonaban en su alma vizcaína

retempladas en nobles armaduras.

En panoramas llenos de bravuras,

jamás su hombría y voluntad declina.

Tan solo ante la Cruz, su frente inclina,

resignando sus horas de amarguras.

La raza arisca de la tierra indiana

ha estrenado su puerta americana

unida por la sangre a la española.

En esta Santa Fe del visionario,

donde vivió su gloria y su calvario,

con orgullo su nombre se enarbola.

En “Palabras para compartir”…

Volumen 3, 1989

Edición SEPA – Argentina.

Los Siete Jefes

                     Año 1580

La ciudad orquestada por la selva

silenciosa dormía sus fatigas.

Garay estaba ausente en Buenos Aires

pensando acaso, en su ciudad tranquila.

Cuando de pronto despertó alarmada

por el ruido de armas y protestas.

Un “Bando” exigente proclamaba

el mando por los hijos de esta tierra.

Eran siete mancebos paraguayos

que con Garay llegaron de Asunción.

Eran siete valientes esos jefes

en diapasón de sueños embrionarios.

Fueron siete los criollos: Diego Ruiz,

Lázaro de Benialbo, Domingo Romero,

Rodrigo Mosquera, Diego de Leiva,

Pedro Villalba, Pedro Gallegos.

La insurrección con sangre sofocada

con cinco vidas de aquellos rebeldes

enlutaron de pronto el corazón

de aquella gente aguerrida y fuerte.

Ese gesto que la historia registra,

pudo haber sido el grito de la raza

demandando derechos adquiridos

despegado un poco de la madre.

Pero aquel hecho fue el primer paso rubricado con sangre en nuestra historia, enarbolando la palabra ¡LIBRES!…

Enarbolando La palabra ¡PATRIA!…

Garay retorna presuroso y triste

para calmar al pueblo perdonando,

pero los ánimos no son los mismos

y se elevan los odios y reclamos.

De “Romance de la Ciudad enterrada” (1973)

Edición Septiembre de 1993.

Canto a Santa Fe

Las selvas norteñas perfuman sus sienes

con cantos de aves, guaridas de pumas,

o el repiqueteo del hacha en la savia

mientras el progreso abre sus penumbras…

De pie, con su bota afirma su planta

sobre las hermosas llanuras del Plata,

y luego en abrazo fraterno se entrega

al río leonado que besa su estampa.

Los surcos abiertos elevan la espiga

con mantos dorados o mantos azules.

Las cintas de agua o cintas de acero

cantan al progreso de cielos sin nubes…

Acunó la historia sus primeros sueños,

con la magna gesta de “Los Siete Jefes”.

La voz de una raza ya definía

y de aquella sangre brotaron laureles!

Aquí se plasmaron “Pactos” y “Tratados”.

Se afianzó por siempre la unión de los pueblos.

Se alzó jubilosa la fuerza del brazo

buscando la antorcha de paz en su suelo…

La tierra que lleva por nombre un mensaje,

comparte con todas su FE, con orgullo…

Por rieles de tiempo va marchando airosa

escalando siempre con paso seguro!…

Belgrano en Santa Fe de la Vera Cruz

Santa Fe tuvo la gloria

de cobijar su grandeza.

Las campanas repicaban

y flameaban las banderas.

Son aguerridos soldados

por sus calles desfilaron,

y el pueblo henchido de gozo

con mil voces lo aclamaron.

Y todo se lo ofrecieron

con desprendimiento heroico.

Un batallón de “Blandengues”

para los anchos caminos…

Entre aquellos varones

con ansias de libertad

marchaba un joven bisoño

¡que un día sería inmortal!…

Y hasta una mujer, la Denis,

para orgullo de esa tierra,

le entregó todos sus bienes

con patrio amor sin reservas.

El héroe le contestaría:

“Usted ha conmovido mis sentimientos

de ternura y gratitud de mi corazón,

al manifestarme los suyos del más

generoso patriotismo.

La JUNTA colocará a usted en el catálogo

de los beneméritos de la patria

para ejemplo de los poderosos que la miran

con frialdad”

Y refugió su presencia

el templo Dominicano,

que entre perfume de mirra

fuera buscando descanso.

Y el héroe que así llegaba

con su genio de guerrero

impuesto por esta patria

defendiendo sus derechos,

alma de monje tenía

y gran pasta de maestro.

En idioma guaraní

quedarían sus desmayos,

sus afanes y desvelos

en los campos desangrados…

Dios y patria fue su lema,

desenvainando su espada

con el gesto de un cruzado.

Su palabra fue simiente.

Su palabra fue simiente

con más poder que las armas,

floreciendo en libertad

en la tierra paraguaya.

También fue Santa Fe la cuna

de “Pactos, Tratados y Convenciones”.

Ha germinado en su entraña provinciana

el rompimiento con todo tutelaje,

siendo Don Francisco Antonio Candioti

“El Príncipe de los gauchos” el primer

Gobernador elegido por el pueblo

y la primera provincia independiente.

Del Cabildo, donde un día lejano

levantaron sus voces de patria,

ha quedado tan sólo el recuerdo

con laureles ceñidos a la historia.

De “Romance de la Ciudad enterrada”.

Edición Septiembre de 1993.

Patria

¡Patria” en la costa bravía

azotada por los mares

y escrita allá con orgullo

sobre la cresta del Ande!

¡Patria dicen las blancuras

sureñas de nuestra tierra,

donde se levanta el paño

que no es símbolo de guerra!

¡Patria! en el hacha sangrando

sobre el tronco del quebracho,

letanía de los montes

del esforzado trabajo.

¡Patria! en el rancho dormido

entre verdes pastizales,

en sabanas azuladas

o en ondulantes trigales!

¡Patria! acaso van diciendo

cuando suenan las guitarras,

entreveros de tacuaras,

alarido de indio y pampa,

en los cantos pastoriles

de “Cielitos” y “Malambos”,

entre espuelas del gauchaje

o en esquinazos de “Tangos”!

¡Patria!  yo te reverencio

con este modesto canto,

que me viene de muy lejos,

mi criolla sangre surcando!…

El Arte

El tiempo que todo lo envejece

o lo destruye

arrinconando olvidos…

El tiempo,

en los milenios eternales

del mundo de los hombres,

desparrama almanaques

en pálidas cenizas…

Sólo el arte es eterno.

Sólo el arte enaltece a la materia

y sublimiza al hombre.

Sólo el arte despierta

la tumba de los muertos

y embellece la vida…

Yo siento,

cuando admiro un cuadro

o cuando trepan en el espacio

mil cuerdas abrazadas al silencio,

mi alma se eleva en espiral de sueños

muy lejos de la tierra…

En esos momentos,

creo llegar hasta los mismos cielos,

donde navegan,

las barcas desconocidas,

principio de la vida y de lo eterno!…

 En “Palabras para compartir…” Vol. 2 – 1989

SEPA (Servicio de Educación por el Arte)

Monseñor Alfonso Durán

Nació en 1883 en Puerto Rico. Sacerdote.  Recién ordenado publicó “Hojas del corazón” y luego “Páginas del alma”.  Han destacado su colaboración con Monseñor Agustín Boneo en la Diócesis de Santa Fe. Organizó y puso en marcha la “Casa-Cuna Hogar Atanasia Hernando de Durán”, nombrada así como homenaje a su madre, sepultada en el cementerio municipal de la capital santafesina. Por su iniciativa, el 11 de junio de 1934 se creó la Asociación del Magisterio Católico de Santa Fe. Reconocido como un “poeta de alto vuelo y técnica esmerada”. Publicó sus trabajos en los diarios “El Litoral”, “El Orden” y “La Mañana” de Santa Fe de a Vera Cruz; en “La Capital” de Rosario y en los diarios “La Prensa” y “La Nación” de Buenos Aires.  Miembro fundador de la Junta Provincial de Estudios Históricos de la Provincia de Santa Fe. En el ámbito literario, son recordadas sucesivas ediciones: en 1919 publicó “Los Argentinos”, poemas alusivos a la Gesta de la Independencia, ilustrados por Enrique Estrada (391 páginas, incluye catorce cantos dedicados al General José de San Martín). En 1925 publicó la novela “Las mártires ignoradas”. Otros libros: “Bajo el sol cotidiano”, “La ruta del ensueño”; “Lo humano y lo divino”; “Otro poco de siembra”; “Estanislao López y la tragedia de Barranca Yaco”…  Edición póstuma: “Las ánforas sonoras”. El doctor Marcos Curzón rememoró que era frecuente su presencia en algunas reuniones de la comunidad israelita y que envió una carta de felicitación cuando se creó el Estado de Israel, cuyo original se conserva en el Instituto de Investigaciones de la Diáspora, en Tel Aviv y una copia, en sede santafesina. Monseñor Alfonso Durán falleció en Santa Fe de la Vera Cruz, el 31 de mayo de 1956..

Al 25 de Mayo

Sol de la libertad, tres veces salve.

Yo te saludo en el hermoso día

En que tu resplandor alumbró un mundo,

Y palpitando en mágica alegría

Cien pueblos y otros cien su frente alzaron

Con vértigo profundo,

Cuando entre los matices de la aurora

Y la explosión de tu sagrada lumbre,

El Ángel de los libres divisaron

Del Ande excelso en la empinada cumbre.

¡Día feliz!… ¿Por qué quiso el destino,

Por qué el Hacedor plugo el arcano

                     Que en medio de tu carrera

Luz inmortal de libertad surgiera

                     En el pueblo argentino,

Hijo glorioso del glorioso hispano?

¿Quién dará hoy a mi acento el estampido

                     Del trueno que revienta

En la región del aire dilatada,

Para que de mi voz vibre el sonido

En cuantos pueblos unen sacros lazos,

Bajo la hermosa bóveda estrellada

Donde la Cruz del Sur abre sus brazos?

¿Quién en mi mente prenderá hoy el fuego,

Quién en mi corazón prenderá el rayo

Para seguir, oh libertad, el vuelo

                     Con que cruzaste el cielo

                     Al resplandor de Mayo,

Dejando en pos de ti la huella eterna

                     De mágicos fulgores,

Y vertiendo en el seno de tus hijos

                     Anhelos, esperanzas,

Como lluvia inmoral de gayas flores?

Yo sólo sé que al agitarse extrañas

                     Las orlas de tu manto

De tus hijos heroicos en la frente

Retumbaron de pronto las montañas,

El glorioso león, jamás rendido,

Se estremeció de espanto,

Y al querer sacudir en lid potente

                     Su encrespada melena,

Se sintió vacilar, lanzó un rugido

Y exánime cayó en la ardiente arena…

¡Ah! ¿qué importa que sangre tan preciosa,

                     Oh pueblo americano,

Que al fin es sangre del glorioso hispano,

Se derrame en la lucha gigantea,

Si luego surgirá el Sol de los libres,

El sol de Salamina y de Platea?

¡Hurra, argentinos, por la Patria amada!

¡Hurra, patriotas, como fuertes, bravos,

tremolad vuestra enseña inmaculada,

cien veces muertos, pero nunca esclavos!

Ruido de libertad, murmullo de alas

                     Pueblan el firmamento

                     Y al mágico concento

De tus cantos de triunfo y de laureles,

Se une el himno salvaje de tus pampas,

El fragor de tus fieros huracanes

Y las llamas de luz con que te alumbran

                     Tus férvidos volcanes.

Pero jamás en tu pujante saña

Lleguen a herir a esa tu Madre España,

                     Oh América querida.

Ella te dio su religión, su idioma

                     Y legendaria sangre

                     Inoculó en tus venas.

Y blasón será siempre a su memoria

Ese ímpetu genial y tradiciones

Con que hoy te alzas al par de las naciones,

Roas ya tus coyundas y cadenas

                     Y aunque del astro hermoso,

Que entre cascadas de esplendor fulgura,

Se eclipsará por siempre la luz pura,

                     O del inmenso océano

No quedará en el seno ni una ola,

                     ¡Oh pueblo americano,

siempre en tu corazón ardiera el fuego

de una sangre inmortal, sangre española!

La Bandera de Belgrano

Belgrano, nombre que alienta

El corazón argentino;

Belgrano, nombre divino

Que nuestro valor sustenta;

Genio que en la lucha cruenta

Rasgó extranjeros pendones;

Uno de aquellos capeones

Que como bravos lidiaron

Y sobre su gloria alzaron

La gloria de tres naciones.

               Lentamente mira al cielo

A esconderse ya el día

Y no ve en su batería

Los colores de su anhelo.

Un profundo desconsuelo

Siente en su alma resurgir…

-¡No lo puedo consentir!-

clama con voz altanera,

-¡Mi patria tendrá bandera,

Mi Patria debe existir!

               Calló Belgrano; su grito

Fue, en su majestad, intenso

Como el estampido inmenso

Entonces, como el proscrito

Del trueno en el infinito.

Soñó en su Patria, en sus glorias,

La vio alzarse en las Historias

Coronada de laureles,

Bajo infinitos doseles

Tachonados de victorias.

               Alza de nuevo a la altura

Su mirada centellante

Y siente en su alma, al instante,

Rayo de lumbre más pura.

Es que en su mente fulgura

Un sublime pensamiento

Y con impávido acento:

¡Será mi bandera -exclama-

blanca cual mi ardiente llama,

azul como el firmamento!

               Con empuje sobrehumano

Nuestra bandera enarbola

Y la bandera española

Cayó sin ultraje vano.

¡Viva -les dice Belgrano-

Nuestra Patria, antes cautiva!

Y en su entusiasmo se aviva

Y su valor se agiganta

Y al mirar la enseña santa

Todos repitieron: ¡Viva!

               Del sol el último rayo

Alumbró nuestra bandera,

Y fue su luz postrimera

Un beso de su desmayo;

Y como en días de Mayo

Se oyeron himnos de gloria,

Himnos de triunfo y victoria

Que vibran eternamente

En nuestra argentina Historia.

San Martín

               Siente en su alma el fragor de la pelea

En sus venas la llama de la gloria;

Siente el fuego que inflama la victoria

Y en su mente sublime centellea.

               Mira absorto la empresa gigantea

Que hoy con lampo inmortal brilla en la Historia

Y hollando del temor la vil escoria

Surge en su ser la colosal idea.

               “Hermanos, libertad”, gritó con saña

su voz lanzando a la región del viento

como estallido de volcán rugiente.

               Y Dios al contemplar tan grande hazaña

Rasgando el anchuroso firmamento

Selló la libertad de un continente.

Incluidos en “Las Fiestas de mi Colegio”

        1. Pablo Schneider S. V. D.

Editado en Buenos Aires, 1959.

 

Beatriz Pura Sáenz

Nació en Rosario. Docente, profesora de Castellano y Francés por concurso.  Actuación teatral dirigida por la profesora María Teresa Correas. Obtuvo el Accesit al Primer Premio de la Alianza Francesa de Buenos Aires por su trabajo en francés, sobre “Polyucte”, tragedia de Pierre Corneille. Distinguida con el Primer Premio en concurso de Sonetos convocado por la Asociación Literaria “Nosotras” de Rosario.  Sus obras fueron publicadas en diarios y revistas literarias.  Una selección de poemas de su libro “Isla de Sol” integran la edición “Prosa y Poesía 1981” de la Asociación Literaria “Nosotras”.

 

Blasones de Paz

Celeste y blanca cual la veste pura

del lirio de María Inmaculada,

tutela de la paz tan esperada,

sea tu mando mensaje de cordura.

La triple entonación gane en altura

en la voz de las voces hermanadas

suba el Himno en mágica alborada

la aspiración total de las criaturas.

Elocuencia trasunta en mis blasones

sube del corazón al labio mudo,

ni águilas, ni lobos, ni leones,

las querellas no cuentan entre hermanos:

Si hay laureles en torno del escudo,

Sellando la conquista, están las manos…!

San Lorenzo

Un extraño propagó en la orilla

el suave gualdrapeo, gualda y fuego

del pabellón ibero, y  en las quillas

las tumultuosas aguas se partieron.

Dejando la emboscada del convento

son un rayo blandiendo los aceros

jinetes de corceles como el viento,

los recios y viriles granaderos.

Y en el tres de febrero, pleno estío

escribe San Lorenzo junto al río

el acta bautismal de nuestras huestes,

recoge el pino a San Martín herido

y el Paraná arrulla a los caídos

bajo el palio del cielo azul celeste…

José María Plaza

Residente desde la niñez en Rufino (departamento General López, provincia de Santa Fe).  Tenía once años cuando escribió un poema dedicado al General José de San Martín y fue felicitado por sus maestros. Siendo adolescente, presentó un opúsculo titulado “Mi poemario”.  Escribió la letra de composiciones musicales que fueron difundidas desde distintas radioemisoras argentinas. En 1972, en el Festival Internacional de la Canción de Rosario, fue premiada la zamba “Nacimiento del vino” con inspirados versos de Plaza y música de Raúl R. Miguelena. Han destacado su canción “El Juguete Perdido”, también con música de Miguelena, ganadora del Certamen Pre-Cosquín 1975, en la voz del conjunto nativista “Los Llajta Sumaj”.   Sus poemas son difundidos desde el diario “La Capital” de Rosario.  Ha participado en varia antologías. Obra édita: 1981: “Territorio del alba”, poemario editado por la Municipalidad de Rufino.

José de San Martín

                                          En el bicentenario de su natalicio.

                     I

Insobornable corazón guerrero.

Hijo dilecto de la patria mía.

Hoy recorre tu ardiente geografía

la gratitud de un continente entero.

En el combate desnudó su acero

cuando el sueño de América crecía,

y en mortajas de sol desfallecía

el ímpetu invasor del extranjero.

José de San Martín, héroe abnegado:

todo cabe en su vida de soldado

como en el templo de la Pasión Divina…

Y fiel a sus indómitas hazañas,

 lo arrulla para siempre en sus montañas

¡mi querida República Argentina!

                     II

Fue en Yapeyú donde por vez primera

floreció en dianas su inicial gemido,

y presintió el glorioso cometido

de sus batallas en Bailén y Albuera…

Pero estaba la tierra misionera

rondándole la sangre  y el latido,

donde empollaba un cóndor encendido

en el fulgor de su existencia austera.

Su heroísmo llegó hasta el sacrificio,

y su temple no supo de altiveces

embanderado de alba y gallardía.

Y hoy, a dos siglos de su natalicio,

nos parece mentira muchas veces

que este patriota haya existido un día…

            En “Territorio del Alba”, 1981.

María Elena Cernigoi de Rontomé

Nació en Resistencia, provincia del Chaco.  Reside en Santa Fe de la Vera Cruz.  Maestra Normal Nacional, se desempeñó como docente y directora en escuelas nacionales.  “Declarada madrina de la Casa de la Educación, Escuela Nº 114, de primera categoría del pueblo de Colonia Elisa (provincia del Chaco). Destacada poeta, su obra integra varias antologías del Fondo Editorial Bonaerense y otras del editor Oscar Abel Ligaluppi de La Plata (Buenos Aires), quien la incluyó en el “Diccionario de Poetas Argentinos”.

Canto elegíaco a la muerte del General San Martín

Durmió el genio

inmortal…

Y en su agonía,

tal vez las glorias

de la patria viera…

Lejos, en su destierro,

de humilde vida,

el paladín de América.

Lejos, en su destierro,

única luz…

su hija Mercedita,

que alegró su vejez

donde yacía…

Numen de lauros

que a la paria diera,

el paladín de América

Boulogne Sur Mer,

acaso entristecía…

viendo besar a su hija

el instante postrer

de su agonía…

¡Ay! besar su esposa

y Mercedita…

sus labios, sin mancilla!

¡Bendito el vencedor!

Do extraña tierra

y soledad moría,

el gran patriota

en quien su espada

era luz y vida…

por libertar su patria

¡América-Argentina!…

Se apagó el héroe

como caen los astros,

y los rayos de luz

resplandecían…

Eran sus glorias,

sus lauros, sus olivas

y el nombre: San Martín,

que no moría.

Integra “Antología Poética 3”

Oscar Abel Ligaluppi – FEB La Plata (Bs.As)

 

José Cíbils

Nació el 8 de agosto de 1866. Poeta, periodista y político.  Tenía diecisiete años cuando publicó su primer libro “Crisálida”.  Fundó “El Nuevo Día” y sus trabajos fueron publicados en diarios de la capital santafesina y en la ciudad de Rosario.  Legislador provincial.  Obras editadas: “1886 –”Rimas y estrofas”; 1903 “Flores nativas”; 1905 “Laureles”; 1909 “Oda al Iguazú”; “Ondas de Luz” y “Poesías Líricas”; 1915 “Auras de Salud”.  Falleció el 3 de octubre de 1919 en la capital santafesina.  Obra póstuma: en 1921, “La canción ideal – brillazones”.

 

Los Congresales de Tucumán

Congresales ilustres de la Argentina

Que iluminando heroicos la patria historia,

En Tucumán jurasteis con voz divina

La santa Independencia, que es nuestra gloria.

               Fuisteis grupo selecto que el pueblo un día

Formó, para que en premio de sus hazañas,

Sancionara una Patria que ya sentía

Palpitar en el fondo de sus entrañas.

               Fuisteis nobles heraldos de voz sonora

Y anunciasteis altivos a todo el mundo

Que surgía esplendente, como una aurora,

La libertad, que luego fue sol fecundo.

               Como claros clarines disteis las notas

Que en esa bella aurora color de grana

Vibraron en las filas de los patriotas

Con los nombres sagrados de eterna diana.

               Vosotros fuiste foco de fuego vivo

Y fragua esplendorosa que en pura esencia

Fundiera los anhelos de un pueblo altivo

Para darle los rumbos de otra existencia.

               Desde entonces del pueblo sois las deidades,

Pues prendisteis la hoguera de viva lumbre

Con que esparce torrente de claridades

La República en marcha, de cumbre en cumbre.

               Y en el pórtico lleno de resplandores

Del templo de la Patria, que es templo augusto,

Miramos vuestros nombres de redentores

Por haber sancionado lo que era justo.

               Aún vibra vuestro verbo, del que sublime

El gran sol argentino se iba formando:

Verbo que con su acorde que nos redime

A través de los siglos irá vibrando.

 

Presbítero Antonio Rodríguez

El Padre Antonio Rodríguez -poeta-, cumplió su misión evangelizadora en la Diócesis de Santa Fe. El 17 de abril de 1932, el templo recién construido en Laguna Paiva fue bendecido y consagrado al Sagrado Corazón de Jesús y asumió el Cura Párroco Antonio Rodríguez. A fines de la década del ’40 ejerció como Profesor de Religión en escuelas de enseñanza media de la capital santafesina.  Su misión pastoral abarcó una continua dedicación a Obra de Barrios, generada por su iniciativa y sostenida por su perseverante acción apoyada también por pequeños comerciantes y vecinos.

Mi Patria

Ciudadanos de América Libre

a la joya del sud contemplad,

a la cuna de Güemes y Pringles,

de Belgrano, Moreno y de Paz.

Contemplad a la niña del Plata

con sus montes, su cielo y su sol;

con sus bosques de verde esmeralda

que Natura a su suelo entregó.

Sus praderas, sus sabanas verdes

por do cruza cual dueño y señor

el motor que a los pueblos advierte

que es progreso su marcha veloz.

Contemplad desde el Trópico al Fuego,

contemplad desde el Andes al mar,

y veréis de mi Patria los pueblos

que disfrutan dichosos la paz.

Escuchad, el clarín ya no suena

como ayer entusiasta en la lid,

la campana que tañe en la escuela

es el nuevo sonoro clarín.

Del tambor no se escucha el redoble

que mandaba en otrora cargar,

ni se escuchan de jefes las voces

que decían: -¡Morid o triunfad!

Nuestra enseña de Mayo gloriosa

ya no marcha al tronar del cañón,

hoy izada a los vientos tremola

cobijando la paz y el amor.

Ya del Andes el cóndor no grazna,

ya las armas no chocan allí,

porque el sable y el hacha y la espada

ya no pueden la muerte esparcir.

Ya no hay nubes que empañen el cielo,

ni rey astro que eclipsen su luz,

hace tiempo cobardes huyeron

al saber que era libre el Sud.

¡Escuchad! No es el canto de guerra

que entonaron los bravos de ayer,

es el bello cantar del que siega

y en gavilla coloca la mies.

En el yunque el obrero redobla,

son sus armas la sierra sin fin,

el serrucho, cepillo y garlopa,

y el arado que dicen ¡vivir!

Contemplad desde el Trópico al Fuego,

contemplad  desde el Andes al Mar,

y veréis de mi Patria los pueblos

que trabajan gozando la paz.

Incluido en “Las Fiestas de mi Colegio”

        1. Pablo Schneider S. V. D.

Editado en Buenos Aires, 1959.

 

Ricardo A. R. Ríos Ortiz

Nació en Santa Fe dela Vera Cruz, capital de la provincia. Desarrolló actividades jurídicas y artísticas. Pintor, escultor, poeta, cuentista, ensayista, su obra es difundida en diarios y revistas de diversas localidades. Pronunció conferencias sobre temas históricos y literarios. Integra asociaciones intermedias y desempeña cargos en comisiones directivas. Miembro de Número de la Junta Provincial  de Estudios Históricos de Santa Fe. Presidió la Asociación Sanmartiniana de Santa Fe.  En lo Jurídico, ha sido fiscal, juez y miembro de Cámaras de Apelaciones Laborales y Penales en las ciudades de Resistencia (Chaco); Reconquista, Rosario y Santa Fe. Publicó catorce libros, uno compartido, cinco premiados. Le otorgaron veintiocho premios literarios (dos en España, uno en Austria).  1969-1971: Primer Premio Nacional de Literatura Región Litoral.  Integra diversas antologías editadas en la Argentina y en España. El poeta y promotor cultural don Amalio García, de Paraná, provincia de Entre Ríos, en la edición Nº 24 de “Arco Iris” (abril de 1982), incluyó el poema “Madre puma” de Ricardo A. R. Ríos Ortiz: “Un niño que se ha perdido / en el cajón de la sierra / y un grito que nombra en vano/ rebotando en las laderas. /…/ la caza le llevó un hijo / y otro le trae la sierra. // Nada más. El niño hambriento / se prende a la hinchada teta.”   En el diario “El Litoral” de Santa Fe el sábado 16 de noviembre de 1985: “Al nombrar a los cuentistas de la generación del ’55, Edgardo Pesante anotó: ‘Sin estar adscriptos a grupos, pero en contacto muchas veces amical con sus integrantes, señalamos narradores -que publican libros de cuentos- como Ricardo Ríos Ortiz (1928), Felipe Justo Cervera (1930), Carlos Catania (1931) y Juan José Saer (1937)’…”  Ricardo Ríos Ortiz, “presidió la Asociación de Artistas Plásticos del Chaco y Vocal Primero en la de la ciudad de Santa Fe.  Ha expuesto sus obras en salones del Chaco, Córdoba y Santa Fe, pintando al óleo con espátula en dos líneas: figurativa o surrealista.  También talla en madera y practica la miniescultura en base a fundición de plomo, con piezas premiadas en concursos de orden internacional.”

Muerte del Brigadier Estanislao López (1838)

Vierte tu lágrima pura:

Santa Fe ¡Llora tu duelo!

Viste sus negros crespones

que tu caudillo se ha muerto.

Un disparo de cañón

da la noticia a su pueblo

y a cada cuarto de hora

repite su pregoneo.

El Brigadier ya no está.

Santa Fe, ¡Llora tu duelo!

Con auxilio religioso

recibió el adiós postrero

de sus hijos, que bendijo

mientras rodeaban el lecho.

Cuatro y media de la tarde.

15 de junio.  El silencio

bajó a los labios cansados.

Hipa en susurros el viento.

Ya se fue tu protector.

Santa Fe, ¡Llora tu duelo!

Vestir sayal franciscano

pidió en mortaja y su cuerpo

viste sayal franciscano.

Afuera solloza el pueblo.

Muchedumbre desolada.

Mujeres, niños y viejos

acompañan a los hombres

en coro con sus lamentos.

Ya estás sola frente al río:

Santa Fe, ¡Llora tu duelo!

Cuando encienden las estrellas

la gruta del firmamento

allega Luis Zuviría

la sencillez de su féretro.

Sosteniendo un crucifijo,

juntas las manos al pecho,

la beatitud toma formas

sobre su rostro sereno.

Tiembla el blasón federal.

Santa Fe, ¡Llora tu duelo!

No ha perseguido riquezas

ni las heredan sus deudos

aunque pulsaron sus manos,

de la Nación, los dineros.

-“¡Con fe cumplí tus designios!”-

ha de decirle al Eterno

cuando se rindan las cuentas

de la vida y de los hechos.

El Brigadier no respira.

Santa Fe, ¡Llora tu duelo!

Su brazo que fue invencible

reposa por siempre quieto.

Sólo la muerte ha podido

rendirle y el universo

recobra las energías

soberbias, que en él ha puesto.

Tres de la tarde.  Conducen

la egregia caja de cedro

y el Convento San Francisco

recibe el despojo eterno.

Cubre la losa su tumba

al lado del prebisterio

y el silencio se aglutina

como cuidando su sueño.

Vierte tu lágrima:

Santa Fe, ¡Llora tu duelo!

Último capítulo del libro “Canto a Estanislao López”

Publicado en Revista de la Junta Provincial

de Estudios Históricos de Santa Fe – Nº 51.

En esta hora

En esta hora en que el amor florece

y los ojos se buscan para darse

y los pasos resuenan imantados

por las calles,

en esa hora del crepúsculo

sin estrellas ni sol ni luna clave,

en la misma ciudad en que te encuentras

tan cercana y distante,

nada tengo en mis manos… ¡Un vacío!…

¡Nada más que un vacío!…

En esta hora en que el amor florece

quizá un impulso titánico se abre

y hallas tus ojos clavados a lo lejos

buscando mi fantasma… para darse.

Quizá todo está en mí y es que no existes

en esa dimensión… ni cabes…

O acaso entiendes que los dos tememos

que el ardor de este sueño llegue tarde.

Y que es más duro el clamor de las esperas

porque ninguno de los dos irá a buscarse.

En esta hora en que el amor florece…

En “Antología Poética 3”

Fondo Editorial Bonaerense.

Oscar Abel Ligaluppi – Octubre 1981.

El río y el suicida

No quedaron rumores en el lecho del río

ni se quebró su cauce,

ni oscuras zigzaguearon las aguas, curso abajo,

carrileras del cuero que ya no volvió al aire.

Lo tomó, simplemente, con esas manos frías

¡Tan umbrosas! ¡Tan ágiles!

¡Tan sedientas de formas en el vaivén perenne!

¡Tan indemne de lágrimas, porque el agua es su carne!

Tamborileó en sus fibras el chapalear luctuoso

que no sabrá de cruces.  Desandando el desbande

volvieron a sus núcleos los cambiantes cardúmenes

y el alga y el reptante

tritón que no se advierte,

pero que mora y pare.

Devoró su energía. ¡Nada más!  ¡Vivo a vivo!

Victorioso y buscado continuó hacia delante.

(Diluido en su vientre el raído despojo.

O en panoplias de arena.  O en barrancas distantes).

El río siempre río sólo dijo su orgullo

y en un grito diamante

lanzó el brillo del rayo del sol que se refleja

y en rebote entre piedras enfatiza su alarde.

Quizá el piar luctuoso de un pájaro en las ramas

fue sólo el rezo grave,

el único infructuoso que la creación entera

le deslizó en la tarde,

antes que el alma toda trenzada entre sus redes

se hundiera sin rescate.

 

José Pedroni

Nació el 21 de septiembre de 1899 en Gálvez, departamento San Jerónimo, provincia de Santa Fe. Perito Mercantil Nacional, trabajó como tenedor de libros en varias empresas, entre ellas en Sa Pereyra la perteneciente a quien luego fue su joven esposa, Elena Chautemps.  Después de cumplir con el servicio militar el matrimonio con el primogénito vivieron en Esperanza donde el titiritero-poeta desarrolló la mayor parte de su obra.  Su primer libro “La divina sed”, él prefirió no incluirlo en la lista de títulos editados y en consecuencia, es considerado como tal “La gota de agua”.  Uno de los más difundidos es “Gracia plena” que como lo destacó su amada Elena en distintos reportajes, no fue escrito mientras se estaba gestando el primer hijo ni enseguida del nacimiento, sino años después. Leopoldo Lugones en un comentario publicado en el diario “La Nación” de Buenos Aires, lo reconoció como “el Hermano Luminoso”. La Editorial Biblioteca “Constancio C. Vigil” de Rosario publicó parte de su obra hasta que como consecuencia de procesos socioeconómicos, en la década del ’70 fue “una desaparecida” más. La subsecretaría de Cultura de la provincia de Santa Fe, en 1996 en Ediciones Culturales Santafesinas publicó “José Pedroni – Ochenta poemas” con prólogo de Miguel Brascó, uno de los integrantes del legendario grupo literario “Espadalirio” en la década del cuarenta. Una recopilación de cartas y notas escritas por Pedroni -encomendada al poeta Jorge Isaías por el citado organismo-, fue publicada con el título “Papeles inéditos”.

La invasión gringa

1.

Hoy nadie llegaría.

Pero ellos llegaron.

Sumaban mil doscientos.

Cruzaron el Salado.

Al cruzarlo, afanosos,

lo probaron.

Y los hombres dijeron

-¡Amargo!-

Pero siguieron.

En la espalda traían clavados

dos ojos de fuego,

los de Aarón Castellanos,

salteño.

Los barcos

(uno… dos…

tres… cuatro…)

ya volvían vacíos

camino del Atlántico.

Su carga estaba ahora

en un convoy de carros:

relumbre de guadañas;

desperezos de arados;

hachas, horquillas,

palos;

algún fusil alerta;

algún vaivén de brazos;

nacido en el camino,

algún niño llorando.

El trigo lo traían las mujeres

en el pelo dorado.

Hojas de viejos libros

Volaban sobre el campo.

¿Dónde se hallaba el oro,

de todos alabado?

El oro estaba en un pequeño árbol;

el oro era un engaño;

sólo pequeñas flores

de oro perfumado.

Aromitos floridos,

Orillas del Salado.

Los indios

-un indio cada árbol-

iban retrocediendo;

no podían mirarlos.

Los ojos renegridos se cerraban

frente a los ojos claros

que tenían la fuerza

del cielo diáfano.

-¿Cómo hacer

para ahogarlos?

“Esperemos la noche

juntadora de pájaros”.

Con la noche salieron de caza

los ojos malos.

Y se llenó la noche

de pájaros asustados.

Pero del fondo de la tierra

ya subía el milagro:

el linar de las flores azules,

el linar azulado,

donde los ojos gringos

fueron multiplicados

Un niño que pregunta

cuándo vuelven los barcos.

Una mano de madre que detiene

la pregunta en los labios.

Un hombre con los ojos

clavados en el campo.

Una mujer que escribe:

-Ya llegamos.

Hay árboles enormes;

muchos pájaros;

una cruz en el cielo, luminosa;

un río amargo.

        1. Su lengua era difícil.

Sus nombres eran raros.

Los gauchos que murieron

sin poder pronunciarlos.

Bérlincourt se llamaban,

que es un hilo enredado.

Zingerling se llamaban:

campanita sonando.

(Más atrás ya venían

los nombres italianos,

Boncompagni adelante:

el vino derramado).

Una mujer que escribe:

-Nos casamos.

La tierra es nuestra ¡Nuestra!

Todo lo que tocamos

va siendo nuestro:

el buey, el horno, el rancho…

Nuestros todos los árboles;

nuestro un único árbol,

tan grande, tan coposo,

que da gusto mirarlo.

Es una nube verde

asentada en el campo.

7.

Y como todo vuelve

-flor, golondrina, barco-,

un día serenísimo volvieron

los cantos ahuyentados;

volvieron uno a uno,

como pájaros.

Iban de boca en boca

los pájaros cantando;

de la boca del mozo,

orilla del Salado,

a la boca del hombre

que derribaba el árbol;

de la boca del hombre,

derribando,

a la boca del ama que tejía

con los ojos cerrados.

Del lado “de la tierra”

la música y el canto.

Del lado de Esperanza

el trigal avanzando.

Puerta

El hombre y la mujer frente a la buena tierra,

tierra de Santa Fe: la puerta de la tierra.

El hombre y la mujer que ya en la tierra entran;

la mujer con su miedo y el hombre con su fuerza.

El hombre y la mujer sobre la tierra nueva.

El hombre que en el puño la levanta y la alienta.

La mujer que en la mano del hombre la contempla;

la mujer que en la mano, como a una igual la tienta.

Hombre y mujer mirándose para decirse: “¡Nuestra!”

El hombre y la mujer bajo las ramas negras.

El hombre desmontando para encontrar la tierra.

La voz de la paloma que al hombre desconcierta.

La voz de la Calandria que a la mujer alegra.

El hombre con el hacha para encontrar la tierra.

La mujer con el agua para que el hombre beba.

El pie del hombre que ara señalado en la gleba.

El pie de la mujer sobre la banda hierba.

Del pie del hombre el trigo, la liebre y la culebra.

Del pie de la mujer el pájaro que vuela…

Vuela cantando el pájaro del color de la tierra.

De “Monsieur Jaquin” – 1956.

José María Cullen

El gobernador Cullen visitaba la colonia cada domingo,

y más a menudo, cuando las ocupaciones se lo permitían,

atendiendo a todo hasta en los menores detalles.

Carlos Beck Bernard – “La Republique Argentine”

Lausana, 1865.

José María Cullen va a Esperanza el domingo.

En Santa Fe lo llaman “El protector del Gringo”.

La verdad es que es fría la casa donde manda

bajo el retrato duro, con la visita blanda.

Y mejor que la alfombra de su despacho helado

es el tapiz de trigo con pájaro bordado.

José María Cullen va a ver la gente nueva.

La Liebre huye a su paso y el ánade se eleva.

Más allá del Salado la tierra está sembrada.

José María Cullen va a verla conquistada.

Se detendrá en la casa de don Martín Gazpoz,

sólo para mirarlo con su barba de dios.

Se detendrá en la puerta de la recién casada,

a hablar del pan, del árbol, de la lluvia esperada.

Verá al comisionado, visitará el cantón,

hará hacer un disparo, de alegría, al cañón.

Después irá a la fiesta de gringos congregados

Y los oirá cantar con los ojos cerrados.

Allí, de mano en mano, será su mano franca

una flor, y en los hombros una paloma blanca.

Para ayudar a todos a encontrar el olvido.

Para que nadie llore sino solo y sin ruido.

José María Cullen va a Esperanza.  Un profundo

pensamiento lo abstrae, porque va a ver su mundo.

José María Cullen con gente de su mando.

Es el Gobernador y está como soñando.

 

Julio Migno Parera

Poeta nacido en 1915 en San Javier, provincia de Santa Fe.

Residente en Cayastá (Departamento Garay) y en la capital de la provincia.

Libros editados: “Yerbagüena”, “Miquichises”, “Chira Molina”, “Palo a  y “Camperas”. Designado en 1984 en el Instituto Provincial de Arte “José Pedroni” de Santa Fe, integró el grupo de difusión folklórica de “Raíces de mi tierra litoral” conducido por el profesor Carlos Mariano Busaniche. Intervino en un panel junto al poeta entrerriano Linares Cardozo en el “Cursillo sobre la Música y el Canto Regional en la Escuela Primaria (15 y 16-08-1985, moderador el periodista Juan Carlos Bettanín, durante la gestión del subsecretario Dr. Jorge Alberto Guillén). Su canto fue interpretado y difundido por distintos medios por el destacado cantautor Orlando Vera Cruz. Última obra editada: “Summa poética”, comentada por el poeta santafesino César Actis Bru desde el diario “El Litoral” de la capital santafesina.

¡Indio!

“Podés dirte al pueblo” -le dijo el patrón-

y el  pioncito contento, ensiyó.

Con las ansias fresquitas y el cabayo cansao

yegaba al pueblo en una tarde linda;

desensiyó apurao en el bolicho

porque el ruido ’e la banda le yegaba a los óidos

y el racimo ’e muchachas le agrandaba las vistas.

¡Qué linda la retreta pal pioncito sufrido;

la plaza como jaula, s’enyenaba de risas!

Requintó el de ala oscura, ciñó bien el pañuelo,

s’estiró las bombachas

y elijió flor, requiebro y picardía.

Cuando pasó su “gusto” se arrimó decidido

y acunó un: “Güena moza, dése güelta,

quiero verle las luces que ha encendido”.

La muchacha, lanciada por las risas

güelta la cara, le insultó el cumplido

cuando le dijo con mirada de asco:

“¡Indio!”

Sin habla y triste se miró las puntas

de las botas sin briyo,

apuró el tranco, se tomó unas cañas

y acarició su pingo…

Cuando el patrón le dice:

“Podés dirte pal pueblo, muchachito”,

con un: “es largo el tiro, no me gusta”,

quiere decir: “¿Pa que me digan indio?”

¡Guacha…!

Su delito: haber nacido;

su herencia una palabra:

¡guacha!…

Como se da un ternero en una yerra,

la regalaron indefensa y mansa;

l’acetó una comadre, no porque juera linda, suave y güena,

sinó porque’era guacha.

Tuvo nombre,

y tamién una madre sin entrañas.

¡Nunca le festejaron un cumpliaños

ni le dieron la miel de una palabra,

ni un vestidito nuevo,

ni una muñeca, para las dos cunas de sus manos blancas,

que sólo conocieron hacha y sangre,

pagos a cuenta de su crimen:

¡Guacha!

Pa sus ojos los cuadros del disprecio y del odio,

pa sus óidos, el látigo de las malas palabras,

pa su cuerpo el rebenque,

pa su boca la mano con premio ’e cachetadas…

                     ¡Guacha…!

Hizo juego en invierno

pa cebar mate a la patrona en cama;

manió lecheras en heladas crudas,

y los pocitos de su linda cara,

s’hicieron dos descansos ¡güelta a güelta,

p’al rocío ’e las lágrimas.

En un amanecer, como vivió se jué…

Con las vistas al suelo cayó en colchón de escarcha; mi flete sofrenó cuando la vido,

y aunque había poca luz, ella sobraba,

pa divisar dos alas bien abiertas

sobre los hombros fríos de la guacha.

Agonizando

La tarde, armada a cuchillo

de horizonte cortador,

emponchándose de noche

viene degollando al sol.

Las lanzas del pajonal

formadas en escuadrón,

esperan a punta y filo

viento que silba’e dolor.

Los griyos van serruchando

las tablas a la oración,

mientras yega el “carpintero”

p’hacer gratis el cajón.

Arriba, como apuradas

velas pálidas s’encienden,

y una mortaja de sombras

al sol degoyao engüelven…

Se fue…: bañao en su sangre

se acostó sobre el poniente…

Potros de nubes ariscas

lo iban cinchando a la muerte.

El ala del “cortavientos”

pone en un cielo celeste,

su negra firma ’e testigo

yamao en horas urgentes;

Las campaniyas camperas

son los clarines de nieve

pa embocaduras del viento

bagual zafao del palenque.

Mi raza como ese sol

desangrándose valiente,

mira al tiempo matador

agonizando de frente;

y cuando en horas de luto

caiga en s’último poniente

será pa’ salir Lázaro

de las guitarras dolientes.

De “Amargas Camperas”.

  2ª ed. 1948

César Actis Bru

Publicó sus primeros poemas en páginas literarias del diario “El Litoral” de la capital santafesina y en septiembre de 1982 publicó el poemario “Palabras hasta aquí”, con prólogo de su amigo Edgardo A. Pesante, escrito en octubre de 1981. Abarca “Flores del año (1973) – “Con las mismas palabras” (1976 – “Canción triste” y “Mínima palabra” (1979) – “Historia de Nosotros” (1980).

Mi Santa Fe en el alba

Es de rojo tu cielo en este otoño,

tus cautivos cabellos en los árboles;

prendo tu paso de sonora

muchacha entre los plátanos

con el rojo flamante de tus pechos

y el girasol de nube de tus labios.

Es de rojo tu cielo en este otoño,

Santa Fe del encanto,

cielo tuyo que lo llegas a mí,

bebedor en los ojos de las albas del año.

Es de rojo y ayer tu voz de campanarios,

la plaza de las horas,

el sueño de las calles,

las palomas que trepan a los vientos

por tu escala de marzo.

Es de rojo tu cielo en este otoño.

Soy de rojo también, malherido en tus manos,

sombra puesta en el sauce,

jacarandá y azules paraísos de blanco.

Amo tu sonrisa de muchacha en los plátanos.

Y así cuando te escucho,

Santa Fe de mis años,

hondos aires del agua se me suben y siento

que es un cántaro rojo mi corazón andando.

Publicado en “El Litoral” 30-04-1974

Santa Rosa a la luz de la tristeza

                                          A Héctor Actis

Camino del arroz te encuentro en el ocaso,

Reducción Santa Rosa de los indios Calchines,

a ti, serenamente

tendida como un cuero del San Javier a orillas

que gira hacia el oriente.

Desciendo por tus calles

donde corre la arena a los pies del naranjo,

las plantas de la esponja,

los zapallares,

nocturnales tensos jazmines del verano.

Parado en tus entrañas

a mi espalda está el Sur;

a la derecha huelo el aire

de los viejos galpones que comían mandarinas tempranas

maderamen de sauce,

las nutrias, las iguanas

y humedad en el otoño con las aguas gigantes.

En este novilunio soy de lágrimas

desmedido de sombras que llegan a mojarme,

y el ruido de la noche se me prende a los labios;

alzo mi corazón y te conjuro,

te ruego, te lo canto:

“que te mojen los soles y lluvia no te falte;

que tengas mucha luna, mucho pez, muchas aves;

que te muevas eterna de panal y de nido,

y que haya un pájaro siempre donde duerme mi padre”.

Publicado en “El Litoral” 03-03-1974

Integra su libro: “Palabras hasta aquí”

Raúl Antonio Mende Viroglio (Raúl Mende)

Nació en Egusquiza, departamento Castellanos, provincia de Santa Fe, el 11 de marzo de 1918. Hijo de Herminia Viroglio y de Carlos Mende Brun. Hermano de Azucena Luisa -casada con Antonio Grande- y de Gloria María, más conocida como “Gloria de Bertero”, distinguida escritora. Raúl Antonio estudió en el Colegio “San José de Esperanza”; egresó como bachiller en 1935; cursó estudios de Medicina en la Universidad Nacional de Córdoba y en ese tiempo presidió el Centro Universitario. Designado practicante por concurso en el Hospital de Clínicas (1941-1942), fue médico especializado en Cardiología en 1942 y al año siguiente regresó a Esperanza y adhirió a la revolución del 4 de junio de 1943. En los comicios del 24 de febrero de 1946 fue electo Intendente de la Municipalidad de Esperanza (departamento Las Colonias). Sus vínculos con autoridades del gobierno nacional lo impulsaron a trasladarse a la Capital Federal. Redactó la “Doctrina Peronista” que en la primera edición destacaba ser una doctrina cristiana. Designado secretario de Cultura de la Municipalidad de Buenos Aires (1949) y desde el 10 de noviembre de ese año desempeñó el cargo de Secretario de Asuntos Técnicos de la Nación.  Ante la convocatoria a la reforma de la Constitución de Santa Fe, decidió regresar a su provincia natal para jurar como convencional constituyente. El 1º de marzo de 1951 comenzó a funcionar la Escuela Superior Peronista “Juan Domingo Perón” dirigida por el doctor Raúl Mende.  Al asumir el general Perón la segunda presidencia, el 4 de junio de 1952 confirmó a varios integrantes del gabinete que desempeñaban hasta entonces, entre ellos en Asuntos Técnicos al Dr. Raúl A. Mende. Fue una de las personas que acompañó a Eva Perón durante sus últimos días, hasta el 26 de julio de 1952 a las 20:25, momento de su Último Desprendimiento.  Raúl Mende en su labor literaria es “Jorge Mar”. En la revista de la Universidad de Buenos Aires que dirigía el Padre Hernán Benítez publicaron una obra de teatro titulada El baldío, escrita por Mende en 1949, con prólogo del mencionado sacerdote que era el asesor espiritual de Eva Perón. El autor situó la última escena en la Ciudad Infantil, obra de la Fundación Eva Perón que fue construida pensando en el disfrute de cualquier niño argentino que se acercara a ese extenso solar para descubrir que todo había sido hecho a su medida.  Los personajes centrales son un matrimonio integrado por víctimas de la segunda guerra -la que terminó cuando arrojaron la bomba atómica sobre Hiroshima en 1945- y su hijito. Juntos habían visitado esa sorprendente ciudad y  cuando culminaba el recorrido, Julia -la madre- expresó su gratitud  “a esta tierra y todos sus hijos…  Ellos dicen que quieren construir una NUEVA ARGENTINA. No se dan cuenta que están construyendo una Nueva Humanidad…”  El autor completó ese panorama anunciando que “empieza a oírse el tañido de una campana que en la pequeña capilla de la Ciudad Infantil está llamando a la oración” y los tres “caen de rodillas” mientras se desliza un imaginario telón. Fue puesta en escena en el Teatro Nacional “Cervantes” en 1951 y la actriz principal fue la talentosa Fanny Navarro. / Una crónica de principios del siglo XXI indica que no se ha encontrado el texto original. Hay que tener en cuenta el Decreto 4.161 del 5 de marzo de 1956 –firmado por quienes detentaban el poder en la autodenominada revolución libertadora-, se prohibió la tenencia de libros, insignias, banderas, aparatos e instrumentos donde estuviera impresa o grabada la palabra Perón, entre ellos la mayoría de los bienes de la Fundación “Eva Perón”… Raúl Mende, conmovido por los relatos acerca de la fundación de la Colonia de la Esperanza, escribió un poema alusivo al accidente que provocó la muerte de la adolescente “Ana Esser”:  Santa Fe le dio el beso de la tierra soñada / y otro beso de sangre, de dolor y de fuego: / Ana Esser, la rubia jovencita alemana  / que soñaba las tardes enteras en el puerto / se abrazó con el río y para siempre en silencio; / siete leguas faltaban de caminos de tierra… / siete leguas que ahora poblarían sus nietos. /…/”.  Escribió “Romances de la Revolución”…

“Te Déum”

Es espacio está lleno

de músicas y versos…

Banderas en el aire,

banderas en el cielo…

¡Es la Patria que reza

en la punta de los mástiles: TE DÉUM!…

Porque nacimos de otra Patria grande

que no pudo vencer ningún imperio;

y que al darnos la sangre de su sangre,

nos dio también la sangre de su Credo…

Porque nacimos de ella:

TE DÉUM…

Te alabamos, Señor, te damos gracias

con la Patria, por eso…

Porque al nacer tuvimos,

para pensar, la frente de Moreno,

para sentir, el alma de Belgrano,

y, para armar ejércitos

dominadores de hombres y montañas,

un Don José de San Martín entero…

Porque tuvimos hombres:

TE DÉUM…

Te alabamos, señor; te damos gracias

porque nacimos en la Patria de ellos…

Porque andando los años,

soplaron muchos vientos

acarreando tormentas,

desparramando miedos

por todos los confines de la Patria,

pero no nos vencieron…

Porque no les fue dado doblegarnos.

¡TE DÉUM!

Te alabamos, Señor, te damos gracias

porque somos un pueblo

soberano, Señor de sus destinos,

en este mundo viejo

donde sólo hay esclavos

y hay imperios…

Porque tenemos pan,

y trigo en los graneros..

¡y es nuestro pan el que los hombres llaman

cada día ‘el Pan nuestro’

cuando rezan, con hambre

la divina oración del Evangelio!…

Porque tenemos paz…

¡y porque descubrimos su secreto!…

Lo dijimos al mundo,

pero no quiso el mundo conocerlo…

¡Demasiado sencillo:

“La victoria no da ningún derecho”!

Porque tenemos paz:

¡TE DÉUM!

Y te damos las gracias

Señor, porque tenemos

una bandera limpia…

El corazón más bueno

que pudo dar la Paria

la arrebató del cielo…

Y cuando va pasando por la tierra,

llevando paz y amores recogiendo,

es verdad que parece

que por la tierra está pasando el cielo…

No la manchó la sangre

de ninguna traición.  Ningún imperio

la tuvo prisionera.

Y jamás la temieron los hombres libres

de los otros pueblos…

Por la bandera nuestra:

¡TE DÉUM!

te alabamos, Señor, te damos gracias,

porque nos diste, al dárnosla, tu cielo..

Y porque todos juntos:

¡un solo corazón y un solo pueblo!

Para darte las gracias

te cantamos:  ¡TE DÉUM!

(Publicado en el Boletín Nº 58 – Año XII

Colegio de Funcionarios Públicos Jerarquizados

de la Provincia de Santa Fe. Página 26.)

 

Enrique Llopis

Nació en Rosario, provincia de Santa Fe, República Argentina. Inició sus estudios musicales a los ocho años: canto, guitarra y contrabajo. Integró grupos artísticos y pueblo tras pueblo difundió su mensaje musical que es lenguaje universal.  Trabajó con el español en el exilio Rafael Alberti, junto a Hamlet Lima Quintana, Elvio Romero y Armando Tejada Gómez.  En distintos escenarios, estuvo cerca de Horacio Guarany, Ariel Ramírez, Litto Nebbia, Mercedes Sosa, Enrique Mono Villegas, León Gieco, Alfredo Zitarrosa… En 1977 participa en la URSS en el “Quinto Festival de la Canción Clavel Rojo” y obtuvo el Primer Gran Premio. Luego cantó en Portugal, España, Francia, URSS, República Democrática Alemana, Italia, Venezuela y Paraguay.  Interpretó al poeta Federico García Lorca junto al músico y compositor Rodolfo Mederos. En 1984, interpretó en el reestreno de la Cantata “La Forestal” -sobre la base documental del libro referido a “la tragedia del quebracho colorado– dirigida por el rosarino Néstor Norberto Zapata, presentada en el Teatro Municipal “1º de Mayo” de la capital santafesina, entre otros. En 1986, su grabación “De viajeros y desterrados” en “CBS” fue seleccionado como uno de los cuatro mejores de ese año. Puso en marcha “un proyecto editorial de contenido federalista al inaugurar ‘Ediciones De Aquí a la vuelta’.”   En 1989 le otorgaron la “Orden de la Esperanza” junto a los talentosos Osvaldo Pugliese -músico- y al actor Carlos Carella, otorgada por el Vicegobernador de la Provincia de Santa Fe Antonio Andrés Vanrell. Por su trayectoria, fue distinguido con el “Premio Discepolín” instituido por el gobierno de la provincia de Buenos Aires. En 1990, declarado “Ciudadano Ilustre de la ciudad de Rosario” por el Poder Ejecutivo y el Concejo Deliberante Municipal. En 1991, en Madrid grabó “El viento que viene y va” junto al poeta español Rafael Alberti.  En 1992, asumió las funciones de Subsecretario de Cultura de la Municipalidad de Rosario y ese año, “Alberti viajó a la Argentina para realizar recitales conjuntos en las ciudades de Rosario y Buenos Aires, siendo unánime la adhesión del público y la crítica especializada. La obra está basada en el libro ‘Baladas y canciones del Paraná’ que Alberti publicara en 1954 durante su exilio en la Argentina. Diputado Nacional (1995). Al año siguiente publicó el ensayo “Algunas reflexiones sobre política cultural”. Subsecretario de Cultura ad honorem de la provincia de Santa Fe durante el primer gobierno del Ing. Jorge Obeid (18-12-95 al 01-07-97). Una vez más se intentó “la integración de Cultura con el medio” con el primer antecedente durante el gobierno del CPN José María Vernet, expresado en la resolución ministerial “Nº 322/84” -proyecto de coordinación encomendado, planificado programado por la docente y escritora Nidia Orbea de Fontanini-, cuando como lo ha destacado el cronista Jorge Campana en su libro Crónica sobre la Política Cultural de los Gobiernos Santafesinos – 1920-1999” (Ediciones Culturales Santafesinas), “Cultura movilizó a estos efectos a todos sus organismos (orquestas, coros, museos, áreas de letras, folclore, etc.) que debieron actuar en la organización y planificación de los distintos trabajos”. Como expresó Campana, los “Complejos Educativos Culturales Integrados” al ser evaluados, fueron dejados sin efecto mediante el Decreto Nº 2010/96”, tiempo de creación de la “Dirección Provincial de Educación Artística”, encomendado “ese sector a la Dra. Raquel Busaniche”. Continuaron los Concursos Literarios, algunos Congresos, se desarrolló el programa “Santa Fe canta con todos” y convocaron al Certamen Provincial de Coros… Aceptada la renuncia de Llopis el 1º de julio de l997, al año siguiente  siendo presidente el reelecto doctor Carlos Saúl Menem,  fue designado y se desempeñó en la Subsecretaría de Cultura de la Nación. Al año siguiente, grabó en los Estados Unidos su CD “Tributo a Horacio Guarany”, con arreglos de Julián Navarro y la participación del santafesino Heráclito Catalín Rodríguez, más conocido como Horacio Guarany.  Grabó con el apoyo de la Junta de Andalucía, “El viento que viene y va”: voces de Rafael Alberti y Enrique Llopis, con la Orquesta Filarmónica ciudad de Praga dirigida por el maestro Benjamín Torrijo y editada por EMI España.  Enrique Llopis participó en conciertos auspiciados por la Fundación Rafael Alberti y la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (2003).  Director Artístico en el disco “Certamen de Cantautores Carlos Cano, Granada 2003”.

Rosario de Santa Fe

Recuerdo que nunca olvido
Rosario de Santa Fé
el pago donde he nacido
lejano rincón querido
porque vibras al latido
de mi esperanza y mi fe
Sos cuna de mi bandera
que a orillas del Paraná
flameaba por vez primera
para que el mundo supiera
que en esta gaucha bandera
nacía la libertad.
Cuna de mis recuerdos
que en esta zamba va mi cantar
llanto que desde el alma
florece el canto para evocar
porque no hay como la ausencia
para sentir la querencia
Recuerdo noches divinas
debajo de un cielo azul
bellas noches rosarinas
aromadas de glicinas
lejanas noches divinas
en mi recuerdo estás tu
Y al viento le doy mi canto
Rosario de Santa Fé
con toda emoción un canto
al pago que quiero tanto
porque me diste el encanto
de cobijar mi niñez

Irma Mercedes Díaz

Nació en Córdoba. Residente en la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe. Participó en Cursos de Literatura y de Teatro. Obtuvo el primer premio en los Juegos Florales de la Universidad Popular de Rosario. Su trabajo “La Tranquera” fue premiado por el Centro de Residentes Riojanos en Rosario y “Meridiano Artístico” la premió por “Carbonero”.  Integra la Selección “Prosa y Poesía ’81” -edición de la Asociación Literaria “Nosotras” de Rosario-, con su poemario “Mucho tiempo de silencio”.

Canto a Rosario

Así en sus sueños te forjó Belgrano

cuando te hizo cuna de la patria

para honra y orgullo de tus hijos,

para gloria inmortal de tus barrancas.

Así, con ese canto de labriegos

que desde lejos llega hasta tus aguas.

Canto que dice de mazorcas prietas

que luego aquí, en tus barcos, se desgranan.

Canto que dice del trigal maduro

y del hilo de oro de las parvas;

de abiertos surcos, de gavillas tiernas

y de manos tostadas

que a puñados te envían la cosecha

que tu puerto reclama.

Así en sus sueños te forjó Belgrano.

Las estrellas alumbran madrugadas

de obreros esforzados y tenaces

que no conocen pausa en la jornada;

herederos de aquellos pobladores

que de una villa tímida y callada,

te convirtieron en ciudad ruidosa

desde que suena el pito de tus fábricas.

Y casi sin pensarlo, simplemente,

de noche a la mañana,

desde tu mismo río hasta tu parque

amaneciste toda adoquinada.

                              * * *

Ellos, callado el labio a la fatiga.

Ellas, sin pronunciar jamás: -Estoy cansada.

Esos fueron los padres de Rosario

construida de noche a la mañana.

                              * * *

Así fuiste creciendo día a día:

te dieron catedral, te dieron plazas,

caprichosa avenida de magnolias,

y boulevard con sus palmeras altas;

mientras tus rascacielos,

por contemplar al Paraná se alzan

por encima del hombro de los otros

edificios, de estructura más baja.

¡Y allá, tu Monumento

pregonándote cuna de la patria!

¡Un linar florecido

que te envió la pampa

y copos de algodón que desde el Chaco

a ti llegaron en ardiente ráfaga,

se han quedado prendidos en tu mástil

para gloria inmortal de tus barrancas!

A la Plaza Pringles

Es un pañuelo verde con los bordes de piedra

que un hábil jardinero se ha empeñado en bordar;

y en cada primavera caléndulas y rosas

ofrecen su frescura a la febril ciudad.

En un banco un anciano, que repasa recuerdos;

las voces de los niños que vienen a jugar;

y las mansas palomas picando en los canteros,

nos están invitando al sosiego y la paz.

 

Ana María Dorado de González

Tenedora de Libros, empresaria. Integrante de la Asociación Decana de Mujeres de Negocios y Profesionales. A los doce años elaboró sus primeros trabajos literarios. En 1942 obtuvo un premio en el Concurso Provincial.  Publicó en diarios y revistas literarias.  Intervino en programas de difusión cultural en Radio Nacional y LT2 de Rosario. En 1979 obtuvo un premio otorgado por la Dirección de Cultura en el Concurso Plaza de los Poetas “José Pedroni” de Acebal.  Integrante de la Asociación Literaria “Nosotras” de Rosario, ejerció la Presidencia en 1981. “Viajó a los EE.UU. de Norteamérica. Por su intensa labor cultural y literaria fue distinguida en repetidas oportunidades. Dictó conferencias y colabora con publicaciones del país y del exterior”.  Seleccionada, participó en ediciones del Fondo Editorial Bonaerense; en “Prosa y Poesía 1981” editado por “Nosotras” de Rosario.  Otros títulos de sus obras: “El Circo”, “La Casa Tapiada”…

A Rosario con amor

Desperezarse y agilizarse,

buscando dentro la propia fiebre,

tenderse, alzarse y aquilatarse,

requiere esfuerzos y a veces hiere.

Sin la prosapia de fundadores,

sin las estirpes de pobladores

con aletazos de sinsabores

grises las plumas de tus pichones,

tal como el cisne nació Rosario.

Que tiene el cuento que no lo tenga,

de albo y hermoso a ciudad nuestra?

Cantarle loas a su estructura

sus monumentos y su cultura,

poco demuestra de su inmodestia

del privilegio de su presencia.

Cerca del río, cerca del campo,

Del centro cerca y lejos del antro…

No hay resquemores para mi tierra…

Sólo requiere la ciudad nuestra,

de la incontable fe del portero,

que ponga llaves de cancerbero

al que desnuda su desvergüenza,

nombre Rosario y no su grandeza.

Manifestarse es nutrirse dentro

con la belleza del río entero.

Ubica el cielo para su gloria

al colocarlo para la historia,

de sus barrancas cuna y quimera,

sueño y proclama de la bandera.

Artistas que del mito del privilegio,

No soñaron siquiera por verlos lejos

Rosario fue en la historia del cisne calco:

un cuento para chicos, celeste y blanco.

Si los museos, y los aviones,

el parque, el nido de los gorriones,

todos trinaran, resplandecieran

como en los cuentos y las leyendas…

todo Rosario, de la Argentina,

a Dios sus loas le cantaría

una plegaria para la encíclica

desde un peldaño de su Basílica

“que Él proteja nuestra cordura”…

que no permita ya la locura.

Desperezado o amordazado,

cuenta la gloria que lo creó,

y como el niño en su ventana

canta Rosario cada mañana

“MUY BUENOS DÍAS MI SEÑOR SOL”.

 

Marcelo Ángel Allasino

Marcelo Ángel Allasino, bancario, poeta.  Hermano de don Juan B. Allasino, un chacarero-historiador que vivió en Sastre, departamento San Martín y cuyas notas y epístolas, motivaron al escritor Doctor Rodolfo Doval Fermi a escribir y editar “La Vida de un Chacarero”. Marcelo Ángel, en 1941 escribió el poema “¡Sastre!”.

¡Sastre!

En la quietud melódica de tu plaza

perfumada de músicas sin ocaso,

como un ensueño loco, vaga mi infancia

bajo el cielo purísimo y azulado…

Tu cielo, hecho de rosales azules

deshoja entre mi lira las vibraciones

del agua milagrosa que en los guijarros

enhebra, como plata, sus níveas flores…

Vénnera Vecchio

Nació en la ciudad de Santa Fe, donde reside. Ejerció la docencia en escuelas provinciales: maestra, directora y supervisora de escuelas primarias, ascensos por concursos.  Jubilada, continúa aportando sus experiencias en proyectos de educación por el arte, asistemáticos. Obras y Distinciones: 1976 – Cantos de la maestra. / 1977. Cantos de Amor y de Patria. (Edición artesanal, ilustrado por la pintora Doris Blaser de San Carlos Centro, provincia de Santa Fe.) / 1980: Premio estímulo de la Sociedad de Escritores de La Plata (Argentina), por su producción literaria. / 1993: Sicilia imaginada.  (Edición artesanal, traducida al italiano por la Prof. Antonieta Crespi. / 1996: Mención de Honor en el Certamen de poesía realizado en Salzburgo (Austria) organizado por el Magazín Cultural Latinoamericano “Xicóatl”. / 2003: “Cosecharás tu siembra” (Alumnos de Escuelas de San Carlos). Presentación en la Feria del Libro de Santa Fe, a cargo de la Prof. Alba Yobe de Ábalo, presidenta de la SADE, Filial Santa Fe.  No ha sido por casualidad que Vénnera Vecchio en su libro “Cosecharás tu siembra”, canto a la heroica fundación de la Colonia San Carlos haya reiterado lo expresado por Romano Guardini, filósofo italiano: “El hombre está ordenado, hecho para el encuentro y se realiza frente al otro”.

Liberar el canto

Fluye el tiempo…

Pétalos de piedras

guardan cenizas pálidas.

Inadvertidamente regresan ecos

de antiguas palabras

y emergen imágenes primigenias,

resplandecientes, serenas.

Señor: ilumíname para hallar la llave

de la “gran memoria”

y abrir los recintos clausurados.

Y aquello memorable

que marcó el destino

de los antepasados

libere mi canto.

A mi Santa Fe natal

Rodeada por campos ubérrimos

y ríos impacientes,

progresista y hermosa,

enaltecida por una gesta lugareña

que abrió un espacio histórico

de federalismo digno.

¡Santa Fe!

brindase a la Patria que nacía

la luz de tus ideas

y los valerosos hombres que el tiempo requería.

Mas aquello virtuoso que compromete gratitud y estima

es la aceptación del “aluvión inmigratorio”

que en ti halló la tierra soñada.

¡Recibiste alborozada a tantos gringos!

Abriste de par en par las puertas

para que avanzaran al encuentro

de la nueva jornada;

empeñada en ofrendar un sitio digno

esperaste que cumplieran el tiempo del arraigo

y prosperaran sus destinos.

Y les brindaste el respaldo de las instituciones,

Cimiento y sostén de vida democrática.

Y tu propio corazón munífico

hizo honor al precepto cívico

de “respetar al que sabe jugar su destino

sobre la carta única de su dignidad”.

De “Sicilia imaginada”

Santa Fe de la Vera Cruz,

Distribuidora Litar, 1993.

El médico prestigioso

                     I

En la capital de Suiza, entre libros y escalpelos,

el joven Teófilo Romang

define su vocación por la medicina.

Mas hay algo que posterga aquel anhelo

de conocer otras tierras

hasta que una palabra precisa lo desvela,

una palabra nombra con el nombre: Colonia San Carlos

el sitio hacia donde se dirige.

                     II

Tiene veintiséis años cuando arriba

y tiende un puente de comunicación amistoso,

que está dispuesto a preservar.

Pronto llega a otros ámbitos para cumplir su misión:

Santa Fe y Esperanza

mas puntualmente regresa

y afronta situaciones que ponen a prueba su formación.

Desde el más leve síntoma hasta el desgarro o fractura

a que  se expone el jinete en su tarea

él revela su erudición.

Hay quienes se conmueven ante su lenguaje afable

y cuando percibe el brillo de miradas agradecidas

estrecha esas manos curtidas y transmite seguridad,

su más preciado don.

La asistencia médica es su vocación.

                     III

Atraído por ideales magníficos

anticipa en su memoria otros sitios

que han de poner a prueba su decisión.

Llega a Helvecia, tierra virgen que recorre,

mensura y coloniza;

ahí aspira el aire puro de su anhelo:

hundir raíces de prosperidad.

Romang es la colonia en la que deja en custodia su nombre, repetido con unción desde entonces.

¡Dr. Teófilo Romang!

Médico y fundador,

latido suizo y argentino en ese humanitario corazón.

Los sancarlinos reservan su justa recordación

a quien estuvo cerca de los primeros colonos

y generosamente los asistió.

Colonos honorables y atribulados

                     I

Cuando aquella familia emigra

ya conoce el destino de trabajo y de furtivo llanto

que traen la distancia y los cambios.

Quieren que ese lugar elegido

ofrezca amparo a los hijos,

a pesar de las manos vacías

que pretenden honrarlo.

Al arribar construyen la vivida

entonando a viva voz una romanza

cavan impacientes el pozo

ayudado por colonos leales

y contemplan esa tierra oscura

como las dudas que los perturban.

Comienza la etapa de romper el manso transcurrir de los días

para atacar palmo a palmo el erial

hasta cubrirlo con la simiente

y esperar el soplo de la naturaleza y de la suerte.

El hombre y la mujer comparten los avatares del trabajo

los días felices los hallan laboriosos y perseverantes

mas agobiados por los requerimientos

de la tierra silenciosa.

                     II

Afectados por las adversidades,

ya han excedido el tiempo estipulado en el contrato.

Del lado donde parten las tristuras

presurosas llegan las nubes oscuras.

¡No han de ser dueños de la tierra!

Tantos pies helados por el frío de la escarcha

que asciende implacable

hacia cada corazón angustiado;

tantas manos curtidas apretando las riendas

para encontrar el recto camino;

tantas huellas transitadas mientras los rostros serios

tanta conversación exaltada en torno a la mesa

para intentar salir adelante y no darse por vencidos…

                     III

Ellos pagan a la administración durante cinco años

lo estipulado:

el tercio de las escasas cosechas

mas para cubrir la deuda no alcanza.

Hasta que llega la única decisión posible:

con valor y dolor

el colono se presenta ante el juez

para entregar la concesión

“con todo lo edificado y plantado”.

En el acta consta: el rancho

que sus manos levantaron con amor;

el pozo de agua fresca y cristalina

que alivió tantas fatigas;

los árboles de incomparable belleza

cuya sola vista alcanza para amenguar la pena;

el arado histórico que trazó el primer surco

y el carro de cuatro ruedas que acompañó las ideas y las vueltas

con su carga de cereal y de fatigas.

Entrega los animales y su caballo favorito

a quien tanto quiere: ¡Estrella!

Con el corazón estrujado el colono regresa

y su mirada trasunta el ancho y la hondura

de su tristeza.

Piensa en los queridos nietos

que quizás alcancen el tiempo floreciente de buenas cosechas

y halla cierto consuelo.

                     IV

Los colonos honorables y atribulados,

a pesar de los esfuerzos,

no pudieron ser dueños de la tierra.

Ellos no sabían al salir de aquella aldea

que en pleno día podía alcanzarlos la amargura

de una larga noche de penurias.

Ellos no sabían que el tiempo se apropia de los sueños

y los convierte en el polvo de la melancolía.

Ellos se enamoraron de esa tierra

con su casa, su trigal y su arboleda,

con su rosal estremecido de fragantes rosas y de espinas

y vieron congojados cómo los pétalos uno a uno, caían.

¡Oh, la humilde grandeza

de esos colonos honorables y atribulados!

¿Entrego mi copa de poesía:

la historia reverbera y aún apena!

De “Cosecharás tu siembra”.

Nacimiento de la Colonia San Carlos.

Septiembre de 2002.

Inadvertidamente

regresan los deslumbramientos

y nuevos anhelos atraen con sus tenues reflejos.

Primavera interior:

derrama los destellos de tu lozano esplendor.

¿En qué lugar del “universo sellado”

comienzan a surgir vivencias

que buscan el ropaje del presente?

¿Puede aquello pensativo exhalar resplandores

que generan inesperada estampida

hacia niveles de creatividad?

¿Dónde mi ser nutre la decisión

de alcanzar escalinatas

que conducen a los jardines secretos?

Absorta

               expectante

                              devota

accedo a laberintos poblados de aciertos

y de agonías

atesorados en mi peregrinar por la vida.

Allí derrama sus bienaventuranzas

inagotable energía espiritual.

Allí reside el sugestivo vigor

de la aspiración a “ser más”.

Me ilumina la meditación

y avanzo.

Me precede el silencio

y descanso.

El pensamiento que aún guarda el pudor y la pureza

-de la gracia primera-

libera su virginal latido

y asciende

Y emerge la palabra.

De “Cerebro: Universo sellado” – Poemas

Septiembre de 2006

Eduardo Ranea

Nació el 11 de diciembre de 1914 en San Cristóbal, residente en San Vicente, departamento Castellanos. Durante veinticinco años fue actor y director de teatro vocacional y escribió varias obras, entre ellos: “Patio criollo”; “Los colonos de la fe”.  Colabora con diarios y revistas literarias de distintas provincias. Participó en muestras y exposiciones de poemas ilustrados. Le otorgaron distinciones y premios. Su obra integra varias antologías. Datos biográficos y bibliográficos fueron publicados en enciclopedias y diccionarios.  El poeta y editor Oscar Abel Ligaluppi lo incluyó en “Diccionario de poetas argentinos”, Fondo Editorial Bonaerense, 1984.

Canto a América

América le canta a su futuro

desde aquel mismo instante en que naciera,

al hacer realidad primer quimera

en lograr libertad en trance duro.

Y si su porvenir creyóse oscuro

y lograrlo imposible pareciera,

con lucha, con constancia y sabia espera

se lo afianza a la historia ya seguro.

Si aquel futuro que costara tanto,

con tanta sangre, tanto sufrimiento,

tristezas y dolores, mucho llanto,

lo hacemos peligrar por algo insano

de coartar libertad aun en intento,

tendremos que entender fue canto vano.

La libre América nació del sueño

de quienes la deseaban liberada

de odios, esclavitud, emancipada

de todo el que creyera ser su dueño.

Por eso los que ponen tanto empeño

de creerla para ellos heredada,

América al instante es traicionada

Por grupo tan bastardo cual pequeño.

El Pueblo Americano tiene anhelos

de paz y libertad, sin la desgracia

de sufrir a traidores tiranuelos.

Por aquel primer sueño, a su conjuro,

sólo pide una eterna democracia

para seguir cantándole al futuro.

Integra “Americanto”

El Editor Interamericano

Oscar A. Ligaluppi. La Plata, 1988.

Clelio Villaverde

Maestro, desarrolló la mayor parte de su obra en San Cristóbal. Narrador, escritor, titiritero, artista plástico.  Promotor de la Literatura Infantil-Juvenil, junto a la educadora Marta Salotti y a Dora Pastoriza de Etchebarne, en el Instituto Bernasconi de Buenos Aires concretaron experiencias visitando asilos y leyendo en las plazas. Director de escuelas de nivel primario. Director de Cultura, Supervisor de los primeros Centros de Alfabetización.  Post Grado en Literatura y Cultura General y Educación Rural en las Universidades de Mendoza y Buenos Aires. Miembro, por invitación, del Programa Regional de Desarrollo Educativo de la OEA.  Delegado por el Consejo Nacional de Educación, en Congresos de distintas localidades.  Coordinador de la revista “Estudiando” editada en la capital federal. Organizador del Festival de Coros Infantiles en Rosario. Ricardo Pose, ha destacado que junto a su hermana María del Carmen Villaverde de Nessier, “entregó para todos los maestros, poemas y poemas en un afán inmenso de proponer poesías en la escuela para ajustar asombros escondidos en jóvenes y niños”.  Su primer libro: “Poemas con ofertorio”. En junio de 1961 desde el diario “La Prensa” de Buenos Aires comentaron el poemario “Cantos para un duraznero en flor”. Su hermana María del Carmen, presentó en la “X Feria del Libro de Santa Fe”, el libro “Clelio Villaverde 50 poemas”, edición de la Universidad Nacional del Litoral que en la portada destaca: “50 POEMAS –  Clelio Pedro Villaverde y María del Carmen Villaverde de Nessier, porque juntos plasmamos esta obra.” Se refirió a Clelio el escrito y periodista Jorge Conti destacándose la presencia del “Intendente” de Ñanducita.  El ¡maestro! Horacio Colombero, Coordinador Técnico de la Dirección Provincial de Educación Primaria y Pre-escolar del Ministerio de Educación y Cultura de Santa Fe, el 1º de julio de 1982 habló con motivo de su fallecimiento y finalmente expresó: “Clelio, hermano y amigo, quedas en el espíritu de tu gente y de tus niños en tu PUEBLO, ese pueblo del que una vez dijeras: Pueblo de nacer y de jugar… / de ir a la escuela / y de volverse hombre para amar…” En diciembre de 1983, Horacio Colombero asumió como Subsecretario de Educación durante la gestión del ministro Dr. Domingo José Colasurdo.

Leyenda de Ñanducita

La pampa extensa,

después de la hondonada,

arroyo sin nombre

y la maleza brava,

era el paisaje

que acunó este cuento,

en lejanas épocas,

tras de los recuerdos.

En el toldo escueto,

montarás y agreste,

un cacique macho,

defensor del suelo,

tenía una niña,

ágil y ligera,

espigada y fina,

buena en la carrera.

Ñanducita el nombre

de la guaina aquella

por lo presta y pronta

para hacer la legua

que alejaba el toldo

de la arisca selva.

Ñanducita dulce

y andariega ella.

El padre cacique

murió en una hazaña.

Ñanducita, triste,

salió una mañana

rumbo al lucero,

rápida, asustada,

hacia algún encuentro,

sin decir palabra.

Diz que no volvió.

Se fue con el viento

haciéndose leguas

detrás del secreto,

con un chal de plumas

que cuerpeaba al viento,

con los ojos fijos,

oteando un recuerdo.

Quedó la leyenda;

y un día,

se alzó la frontera:

“Fortín Ñanducita”

dijo se llamara

la avanzada aquella,

por un cuento indio

contado en las albas,

junto a las hogueras.

¿Dónde andarás, india

de esta tierra mía?

¿O serás la mancha

de la vía blanca

que cruza la noche

sobre nuestra escuela,

sobre nuestros sueños,

sobre nuestras tierras?

Ñanducita, hija de Cacique,

princesa salvaje,

desde la Vía Láctea

cuidando serena,

velas por las tierras

que fueron muy tuyas

antes, pero mucho antes

de que fueran nuestras.

 

Su hermana María del Carmen Villaverde de Nessier, organizadora de la División Literatura Infantil y Juvenil en la Subsecretaría de Cultura de la provincia de Santa Fe en 1973, lo incluyó en el “Boletín Informativo 5” de 1983, durante la gestión del destacado periodista, poeta y político Dr. José Rafael López Rosas. Escribió estas referencias históricas: “La localidad de Ñanducita es un pequeño pueblecito rural en la provincia de Santa Fe. Constituye un distrito en el Departamento San Cristóbal… En 1858 se instaló un destacamento de 52 indios del Sauce con un Sargento Primero a cargo de la dotación y se formó un fortín de línea…”  De su canto…  “Me descalzo  para sentir la presencia bajo mis pies, del desperdicio de verdad que se hace en este camino de la tierra. Aquí he encontrado migajas de la verdad”… Del Homenaje a Clelio Pedro Villaverde. Asoc. Arg. de Lectura (Filial Santa Fe), Colegas y amigos.               Adhesión SEPA (Servicio de Educación por el Arte).

Sala Marechal, Invierno de 1983

Intiyaco

Sombra del norte arisco,

cielo de inmenso azul

INTIYACO de la tierra

de mi norte provincial

ardiendo estrellas

de noche

y ardiendo sol.

Hay un silencio de pájaros

y un canto en ritmo folk

del bombo y de la guitarra

para decir un adiós.

Un cardo de estrella roja

en el monte floreció

y me queda la esperanza

de un regreso al sol.

Inti para mi piel

en entrega vegetal

y rayo acariciador.

Se viene a este sol del norte

para volverse a otro sur

con nostalgia permanente

de luz.

Sol – Inti – amor

valen símbolo de tierra

que conquista

apenas llega

por los ojos que la pueblan

los pájaros que la cantan

los árboles que la sombrean y el sol que las quema.

                                          3-12-69 Intiyaco.

Pueblo en llano

Pueblo llanero señalando en huellas,

con barrios hacia todas las salidas

por donde escapan viajes sin medida,

siguiendo rutas que marcan estrellas.

Pueblo estirado, en la pereza aquella,

yo me pasé las siestas detenidas,

en veranos de notas sostenidas

por chicharras y trenes en querella.

¡Cómo te pienso con tu viento norte!

La cuerda tensa de tu azul guitarra;

sin río, sin mar, sin elevado monte.

Pueblo nortero, seguidor de huellas,

tras los días de sol y de chicharras,

noches profundas regalando estrellas.

Del libro “100 poesías” (1982)

In memoriam –Homenaje en

“Palabras para compartir…”

Volumen 3 – 1989.

Clavijo, Marta Beatriz

Publica sus poemas en ediciones del “Club de Poetas de Baigorria”, Granadero Baigorria, departamento Rosario.

Colonia Aldao

Aldao pueblo chico de casas ajas,

de gringos colonizadores que con sus sudores

forjaron todo lo que tienen.

Gente sencilla, de corazón grande

y moralidad estricta,

forjadores de la tierra y tamberos de alma.

Mirara sus campos es regocijarse con su belleza,

mirar correr a los animales

en ellos es sentirse en libertad

y que la pureza aún existe.

Amanecer en ellos, es renacer cada día

y cada día con más fuerzas

para seguir luchando

por todo eso que lucharon sus abuelos.

Con el corazón abierto y las manos extendidas

para todo el que pase por ahí.

En “Hojas Sueltas”

Club de Poetas Baigorria.

Granadero Baigorria – 2004

Díaz Geromet, Dardo

Recitador, folklorista y poeta de Laguna Paiva, uno de los pueblos santafesinos que empezó a crecer en 1908, alrededor de la estación ferroviaria. Desde su juventud empleado ferroviario hasta que en 1992, debió iniciar su retiro voluntario al concretarse la privatización del taller de reparación de vagones después de cuarenta y un años de trabajo.  Comenzó como aprendiz y tras sucesivos ascensos fue Jefe de Control de Calidad hasta su cese después de cuarenta y un años de servicios.

Desazón

Laguna Paiva duerme

su letargo de paz,

oxidados, los rieles

olvidados están.

Laguna Paiva duerme

cubierta por un manto

de nostalgia indolente,

de sopor y presagio.

Laguna Paiva duerme

su modorra de tiempo,

la maquinaria inerte

agoniza en silencio.

Laguna Paiva duerme

al arrullo del viento,

en sus grises galpones

oscuros y desiertos.

Laguna Paiva duerme,

ya no se oye el rumor

ni se siente el calor

de sus fraguas candentes.

Laguna Paiva duerme

su calma provinciana

sin valorar el presente,

sin bregar por el mañana.

Laguna Paiva duerme

su fiaca en el andén,

los huesos se conmueven

de Boasi y Jacoumé.

Laguna Paiva duerme,

¿será un fatal augurio?

Con cemento en sus calles

y luces de mercurio.

Laguna Paiva duerme

al costado de la vía,

¿no será que presiente

su fatal agonía?

Laguna Paiva duerme,

se ha extinguido el humo

de los trenes ardientes

y en el sesenta y uno.

Laguna Paiva duerme

y el Ferroviario de Bronce

espera el nuevo día

mirando al horizonte.

Laguna Paiva duerme,

¿será una pesadilla?

¿No volverán los trenes

a sembrar semillas?

Diario “El Litoral” de la capital santafesina.

Sábado 31 de marzo de 2001

“La Región”  – De Arte y Artistas.

Nota de Oscar Rubén Paúl.

Danilo Cortés

Nació el 6 de abril de 1938 en las Islas del departamento Diamante, en la provincia de Entre Ríos.  En 1949 se trasladó a Santa Fe, su lugar de residencia hasta sus últimos momentos. Obras publicadas: 1992 Antología “Las alas del canto”, junto a autores santafesinos. Invitado especial participó en dos Antologías editadas en Carlos Paz (Córdoba) junto a cincuenta autores cordobeses.  1998: su Antología Poética 1972-1995, con prólogo del poeta Danilo Doyharzábal.  Falleció en abril de 2006. En su libro “El Corazón Dividido – Memoria de dos orillas”, escribió en la primera página estas palabras: “dedicado / A mi maestra, / a la que me enseño / a leer y escribir, / a la que comparte mis / aventuras y desventuras / desde hace cuarenta y cinco / años, a la madre de mis hijos. / A mi mujer… a mis hijos.”   Fue presentado en la Secretaría de Cultura de la provincia de Santa Fe (San Martín 1842) con actuación del Coro Independiente “Canto compartido” dirigido desde 1998 por el compositor Mario Sosa, guitarrista. Ausentes autoridades de esa secretaría y del departamento de literatura, el joven Sergio Abbiate agradeció que le hubieran encomendado esa presentación y leyó varios poemas, entre ellos “Como los pájaros”, “A la sombra de un timbó”…

Inundación

“Dedico este poema a todos los amigos

afectados por la inundación del 2003”

29 de abril, en el sector oeste

y sur de la capital santafesina.

Estaba con mi derrota

buscando alguna esperanza;

pensaba, que la tardanza

en conseguir soluciones son…

como hilera de botones

que si no tuvieran ojales,

o como bosta de zarzales,

y que el zorzal me perdone.

Pensaba que el corazón

es un obsoleto,

que está vacío de afecto,

de paz, de amor y bondad,

que entiende de caridad

solo si sobran raciones;

y a las buenas intenciones

las mata la realidad.

¡El pecho a la adversidad!

que lo pongan los de abajo;

en este mundo el trabajo

parece una indignidad.

Yo he visto en la tempestad

cuando se pide una ayuda,

como la gente menuda

se arremanga y colabora,

y como en las tristes horas

de angustia que vive un pueblo,

una bandada de cuervos

van a lucir su figura.

Y he visto como la fe

en disputa con las brujas,

con políticos en puja

y empinados funcionarios,

mueven desde el Serpentario

flor y nata sin fastidio;

liberan a los oficios

en cacerías de conejos

y salen a dar consejos

sin soluciones ni alivio.

Y he visto como amamantan

pichones que los suceden;

como cuando quieren pueden

y como pueden también,

disfrutar con sensatez

la noble misión cumplida.

No hay más pobre en esta vida

que el que perdió la honradez.

La soledad

La soledad no es tiempo,

no es distancia.

Es el momento justo

en que me habita,

rodeado de rugiente

muchedumbre puedo sentirme

solo; sin visita.

La soledad no es triste,

no es alegre,

es solo eso;

soledad que existe;

compañera sutil y necesarios

silencios prolongados

en horas tristes.

La soledad cohabita

con la espesa y abigarrada

fronda de los pensamientos

intrincadas formas

de labrar la idea,

inútil vanagloria de conocimientos.

Sube la idea,

aumentan los reclamos,

se agranda la injusticia,

crece el palo;

socavón profundo al que se arroja

la soledad que acompaña a los humanos.

Cuando el alba

te arroje la certeza

de que somos y vivimos

cual gusanos,

la soledad será tu consejera.

La soledad que entiende

a los humanos.

A la sombra de un timbó

Cuando nos compremos casa,

plantaremos un timbó;

por si alguno de los dos

decide marcharse un día;

que no falte la alegría

y en la copa más saliente,

se pose el canto imponente

del zorzal, con su armonía.

Si fuera yo el que se va,

y en sus ramas un hornero,

hace su casa primero y

luego cría los pichones,

acordate las razones

de vida que nos juntó;

que por ahí estaré yo

defendiendo esas razones.

Si fuera yo el que se queda

del árbol voy a cuidar,

bajo su sombra esperar

paciente, el silbido largo;

que se produzca el milagro

y en los nietos… verte andar.

Y cuando el árbol maduro,

eche al suelo sus semillas,

debajo, estarán las sillas

esperando por los dos,

así el hermano timbó

no notará nuestra ausencia,

y hará sombra con frecuencia

a la sombra del amor.

 

En “El Corazón Dividido – Memoria de dos orillas”

Presentado el jueves 08-06-2006 en la

Secretaría de Cultura de la Provincia de Santa Fe

 

Marcelo Lawryczenco

Nació en Laguna Paiva, departamento La Capital. Hijo de Pedro, inmigrante ucraniano y de Eugenia, niña que desde Polonia llegó a la Argentina.  Marcelo estudió en la Escuela Primaria Nº 688 y en el Colegio Nacional de Laguna Paiva.  Destacado dibujante. Desde 1967 reside en Buenos Aires y sus dibujos fueron publicados en las revistas Humor, Sex-Humor, entre otras de distintas provincias, de Chile y España.  Participó en concursos y obtuvo diversos premios. Diseñador para la industria textil. . En sucesivos diálogos, insiste en que “escribe inspirado ‘en la situación del pueblo’ que lo vio crecer” y regresa periódicamente para visitar a su familia.

El silencio

Este silencio que ya ocupó

con sus dentadas cifras de abandono

el esqueleto extendido del pueblo,

hoy abate mi alegría visitante.

Este silencio desconocido,

oscura serpiente que domina

las torres y las vías

y se arrastra hasta los límites de las palabras.

El que espera en un asiento desgarrado,

el que borra de las pizarras los horarios,

el que doblegó todos los silbatos

y se impuso a la última campana.

Este silencio que viene de trazar

las arrugas del ferroviario

y se enrosca en la señal paralizada,

me recorre las estaciones del alma

como una procesión de obreros condenados.

Cómo defenderme de este silencio

que pasó sobre la mueca final de los martillos

y se esconde tras las ventanillas quebradas

y los trajes desechados de los guardas.

Cómo evitarlo si ya trepó a mi sombra

y lo siento cortante en mi garganta

cuando esgrime la recordada hora

que convocaba a los talleres.

A mi alrededor, desmantelados de esperanza,

todos visten este mismo silencio

como una ropa de trabajo.

Desparramadas herramientas

hablan de un ciclo

que agotó sus vapores galopantes.

Cuando la barrera apunta al infinito

la ausencia del tren del norte

sube mi pena hacia los escombros de la vigila

para apagarse junto al farol del señalero.

Nunca tanta despedida cancelada

desanimando la puntualidad de estos andenes.

Ya quemo el último carbón de mis recuerdos

y guardo atado este paisaje.

La tarde gris y lenta

me llevará en sus sombras

como un tren de carga.

Me faltaba este silencio,

ahora viajando en mi sangre,

para profesar mi dolor distante.

Diario “El Litoral” de la capital santafesina.

Sábado 31 de marzo de 2001.

“La Región”  – De Arte y Artistas.

Nota de Oscar Rubén Paúl.

Gloria Malinskas

Residente en el sur de la provincia de Santa Fe. Publica sus poemas en ediciones del “Club de Poetas de Baigorria”, Granadero Baigorria, departamento Rosario.

A Santa Fe

Allí donde la Setúbal

baña las orillas mansas

y un cielo de añil recoge

el gozo de las aves al desperezarse,

allí permanece un sueño

intacto en su candor y su esperanza.

Santa Fe fuiste como te hice

dentro de mi alma

grabado tu recuerdo con el temple

de los sentimientos y la nostalgia.

Han vibrado en tus calles mis sentidos

y he vivido en ti alegrías,

tristezas y reencuentros.

Allí en los años que el tiempo

regaló a mi infancia

jugué con la arena de tus playas calmas,

corrí sobre el verde de tus plazas

y absorbí el dulce néctar del saber

en aquellas cálidas aulas.

Robé momentos de juventud

a tus siestas polvorientas

en aquellos eneros de sol

en una Guadalupe extensa.

Mis pies desde tu costanera

por el puente colgante

deshilvanaron sendas

y en las noches me encandilaron

los fulgores de tus calles céntricas.

Se conmueve mi ser al evocarte

y no es pena lo que inunda

los bordes indecisos de mis párpados

sino el latir de tu propio fuego

en la hoguera encendida que es mi pecho.

En “Hojas Sueltas”

Club de Poetas Baigorria.

Granadero Baigorria – 2004

Carlos Grande

Nació en la Estancia “La Providencia” de Rafaela, departamento Castellanos. Hijo de Atilio Grande y de Azucena Luisa Mende Viroglio. Reside en Santo Tomé, departamento La Capital. Cursó estudios secundarios en el Liceo Militar “General Belgrano” de Santa Fe. En 1969, egresó como Médico (Facultad Católica de Córdoba) y dos años después se trasladó a Santo Tomé, donde sigue ejerciendo esa profesión.  Es oportuno destacar que el 20 de agosto de 1985, por su iniciativa junto a la enfermera Delia Franklin comenzó a funcionar el Centro Comunitario “Juan Domingo Perón” situado en Avda. 7 de Marzo y Juan José Paso, en el Barrio “El Tanque” de la ciudad de Santo Tomé. Algunos libros editados: 1983 “Cuando me dio por hablar” / “Por eso de andar caminos” / Consejos a un hijo Criollo” El viernes 24 de julio de 2005 participó en el acto cultural  realizado en el Salón Comunal de San Genaro como integrante del Ciclo Literario “Palabras con cielo” organizado por la doctora Marilyn Jullier, poetisa y promotora cultural. Su fecunda labor ha sido reconocida por distintos medios y difundida en sucesivos programas de televisión.

Por eso de andar caminos

1

Por fuerza de algún destino

me tocó venir al mundo

ignorante y a los tumbos

comienza así mi camino

el campo hizo de nido

y dende allí, nace mi rumbo.

2

Mi padre quiso enseguida

bautizarme con su suelo

me hablaba mirando al cielo

de fletes y parejeros

y cubría por las noches

mi sueño, con sus desvelos.

3

Mi madre muy ocupada

ropas y ropas tendía

en el afán que tenía

que no nos faltara nada

por las noches se quedaba

mientras la ropa zurcía.

…………………………………………

5

Entre juegos y trabajos

se fue iniciando la cosa

primero… parecen rosas

después le entrás a arisquear

y… cuando querés acordar

ya no son más mariposa.

6

De esa forma aprendí

a labrarme un porvenir

la tierra supe carpir

sembrarla también sabía

y si la lluvia caía

el sol la hacía salir.

7

Era cuestión de observar

que una plaga no llegara

hormigas, isocas, heladas

venían sin previo aviso

y el campo quedaba liso

donde la vida verdeaba.

8

Cuántas veces en silencio

el sol se supo ocultar

langostas, pucha que mal

a ramazos las mataba

y uno solo les ganaba

cuando no quedaba más.

9

Si todo seguía parejo

el fruto al fin florecía

cortábamos con maestría

hiladas de no acabar

soles que hacían secar

con la paja… nuestras vidas.

10

Llegaban los maquinistas

y junto a él, peón de cuadrilla

ansí, se inicia la trilla

bolsas que vienen rodando

y el polvillo va adornando

a todo aquel que se arrima.

11

¡ Polvo lindo pa’ picar!
el del mijo era el peor
un verano, con calor
entre el sudor y el trabajo
caminando sin descanso
andaba en ese dulzor.

Pedro A. Vázquez

Nació en San Bernardo (departamento Nueve de Julio, provincia de Santa Fe).  Guitarrista, folklorista, cantautor. En su poema “Por nacer en San Bernardo”, escribió: “…Cuando me hice muchachón / pude armar una tropilla / y en mis andanzas sencillas / amansé unos redomones”… /…/ “Siempre he sido silencioso / y bastante pensador, / acostumbrao al rigor / de muy chico me hice mozo”… /…/ “Yo no cosecho dinero / y cosecho la amistá, / yo vivo la realidá / porque eso es lo que más quiero”…  1993: Poemas inéditos integran el libro “Soy poeta pájaro y cantor” ilustrado por José A. Sánchez, edición que incluye obras de otros autores del norte santafesino. En ese tiempo, algunos poemas fueron seleccionados e incluidos en programas de difusión cultural del Centromultimedios “Biblioteca de la Legislatura de Santa Fe”.

Pa’ que sepan lo que pienso

Como tensando las cuerdas

vi’a improvisar con certeza,

y aunque no tengo riquezas

de algún bien material,

tengo un poco de moral

que es un caudal que no pesa.

Aunque a veces esté triste

sin solucionar mi drama,

no me recuesto en la cama

donde duerme el orejero,

ni me ando cubriendo el cuero

como pescao con escamas.

Y si alguna vez cantando

los versos que preparé,

los intereses toqué

de algunos equivocao,

quiero que tengan cuidao

pa’ no enfrentarme otra vez.

Perdón si soy atrevido

y no me puedo callar,

es que no sé soportar

tantas mentiras de gente,

que salen como vertientes

de su boca al hablar.

Más de uno suele decir

que no sirve lo que digo,

pero siempre habrá testigos

creyendo en mis opiniones,

valorará mis canciones

el aliento de un amigo.

No me importa lo que piensen

y pueden seguirse riendo,

yo seguiré defendiendo

al humilde y al sencillo,

no uso el betún que da brillo

por eso no los entiendo.

Que es medio antiguo mi canto

creo que dicen por ahí,

y que le falta matiz

pa’ la época en que vivimos,

y yo creo que crecimos

porque hubo una raíz.

Mis versos son dirigidos

al que me preste atención,

basta un solo corazón

que valore mis versiones,

no me gustan los salones

yo soy cantor de jogón.

Me queda grande la alfombra

y escenarios con telones,

las destacadas reuniones

me dan miedo y me incomoda,

¡y… ni qué hablar de esas jodas

de aplausos con falsetones!

Les vuelvo a pedir perdón

por ser tan atropellao,

¡es que tengo un entripao!

que no puedo digerir,

y creo que puede salir

¡en un canto improvisao…!

En “Soy poeta pájaro y cantor” – 1993.

 

Rubén Hugo Torres

Rosarino. Escribano. Ensayista y poeta. “Es un estudioso de la vida de Miguel de Cervantes y Saavedra, cuyos lugares históricos ha visitado en España, dando conferencias y escribiendo medulosos artículos sobre esa materia”. Al editar un soneto dedicado al talentoso poeta español, recomendó la lectura del libro “Espíritu del Quijote” por Luis Ricardo Fors, editado en Buenos Aires en 1916 y reseñas del académico inglés Jaime Fitzmaurice Kelly, titular de la cátedra de español en la Universidad de Londres, editorial Cludoc, Buenos Aires, 1944). Integra el grupo literario “Club de Poetas Baigorria” de Granadero Baigorria, Rosario.

Miguel de Cervantes y Saavedra.

                                          (1547-1616)

Esbozo haré del grande socialista

que ingenioso escribió el genial QUIJOTE

con su locura, lúcida y su lote

de práctica cordura sensualista.

En cifrados mensajes de idealista,

a la vez que manejó el azote,

bien desbarató el mal con su guisote

de dura y cruel pobreza negrerista.

De la nueva dulzura, o Dulcinea,

en pos, supo vencer la Inquisición

y la Real censura de la Idea.

¡De la oprimida mente, la expresión;

de España y todo el mundo, la Justicia

distributiva alienta, por Felicia!…

En “Hojas Sueltas”

Club de Poetas Baigorria.

Granadero Baigorria. 2004

Stella Maris Turbay

Poeta de Reconquista (departamento General Obligado, provincia de Santa Fe). Su obra reconocida con diversas distinciones es difundida por distintos medios, entre ellos páginas literarias del diario “El Litoral de Santa Fe” (“Desde el alma santafesina”, sábado 7 de marzo de 1998).

Mujer latinoamericana

Frágil como junco que al viento se desangra

y sin romperse se eleva nuevamente,

esperando el latigazo de la noche que se pierde

en la tenue luz de la niebla que desciende.

Acuestas tu cabeza cansada de mil soles

que con rayos de oro y plata, adormece corazones,

y esa misma claridad se levanta con sus brazos

como cuna que se mece en cuentos soñados.

Y es tu risa disfraz de tus penas guardadas,

y es tu voz cantinela de dolores que se esfuman

en gestos suaves de amable cortesía,

en dulces palabras que son tierna compañía.

Olvidas tus dolores por la angustia de los otros

y es tu propia angustia quien lame tus entrañas,

pero vuelve tu sonrisa cristalina en la mañana

como gota de rocío que se posa en tu mirada.

Ayer te vi, recorriendo con la mente,

tu pasado, tu presente, tu alegría y tu nostalgia,

tu silencio es un grito de amor que se levanta

de las ruinas del alma llorando en madrugadas.

Hoy eres flor que se ríe con el alba,

agua cristalina que corre entre montañas,

eres aquel junco que frágil se levanta

y el duro roble que se yergue de esperanza.

De su libro “Yo, Latinoamericana”

Editorial Agon.

Amílcar Bufano

Poeta. Sus obras han sido publicadas por distintos medios, con trascendencia nacional y en el exterior.  Su obra “Te invito a mi país” editado en 1977, revela su tendencia al soneto, que logra plasmar con un relevante tono lírico.

Te invito a mi país

Te invito a mi país, vente conmigo…

Hay libertad total para el viajero;

Puedes llevar contigo, si deseas,

tu corazón, tus ojos y tu cuerpo.

Viviremos sin ser y sin esencia

la hora meridiana del ensueño,

ciegos ante la luz, sordos al ruido

y mudos al dolor de nuestro pecho.

Se confabulará nuestro albedrío

Contra nuestra materia desgastada

que habrá de equilibrarse, exactamente.

Tendremos un espíritu astronauta

para volar el tiempo sin distancia,

de tu cuerpo y el mío y el de todos

en una edad carente de palabras.

Haremos la incursión loca, colgados

del prisma – realidad del existir

y seremos un péndulo que llegue

hasta donde termina el porvenir.

Un columpio del Todo hasta la Nada

y de la Nada al Todo, sin profetas,

para gustar mejor de la poesía

desde mi ágil columpio de poeta.

Te invito a mi país, vente conmigo.

Si es que quieres vivir, puedes vivir.

Si mueres, reinarás en lo Absoluto.

Piénsalo bien.  Te invito a mi país…

De “Te invito a mi país”, 1977.

In memoriam en “Palabras para compartir…”

Volumen 1 – Octubre de 1989

Edición SEPA – Argentina..

Leonardo Deb

Nacido y residente en Santa Fe de la Vera Cruz, capital de la provincia. Cursó estudios primarios y secundarios en esa ciudad. Destacado alumno en el curso de Peritos Mercantiles de la Escuela Nacional de Comercio “Domingo Guzmán Silva”, fue el Abanderado. En la sede de esa escuela, integró el equipo de redacción de la revista estudiantil “Etapas”, editada por iniciativa la Comisión de apoyo a la Biblioteca “Amadeo Ramírez” presidida la Profesora Beatriz Aguinaga. Abogado. Poeta, ha demostrado su acercamiento a la Fotografía. Su poema “interpretación del lugareño” fue incluido en el quinto volumen de la serie “Palabras para compartir…” edición SEPA (servicio de educación por el arte) presentado por la escritora Nidia Orbea de Fontanini en octubre de 1991 en la Sala General San Martín del Museo “Rosa Galisteo de Rodríguez” de la capital santafesina. Ha desempeñado funciones de asesoramiento ad-honorem.

Interpretación del lugareño

Con el silencio a cuestas

y amarrada a la franqueza del horizonte,

la tarde le transcurre al hombre

con la pasividad con que transcurren las cosas conocidas

(o una sospecha clara de objetos y motivos)

que le es tremendo, por su sola presencia:

Un mate, la arcilla arremolinada entre los dedos del pie,

las redes tendidas al sol, el silbido de un pajonal.

Más allá de todo eso, acaso jamás sospeche que está lo más importante:

Está el roce ardiente de esta existencia tan leve

                     (pero tan amiga)

Están los miedos tamizados de crecientes y heladas

Está la piel amada, como en secreto (que no es tal, porque

 siempre se le ha develado)

Está la pobreza terca (que no le importa, porque así fue siempre)

Quizás por eso, por tan inusitada colección

de ceremonias y espineles cansados

el hombre se ha confinado sin más remedio

a este destino de ser costas,

a estas explicaciones que aparecen sin preguntas,

y a este permitir que los sauces lloren sobre las canoas

y sobre el corazón.

Acostumbrarse a esta felicidad chiquita y acurrucada

que debe ser el caballo mejor ensillado (y esto sí lo sabe bien)

para seguir adelante.

                                                    Junio de 1991.

 

Adelia Beatriz Brunetti

Destacada escritora santafesina. Autora del libro “Zoilito Verón”, Faja de Honor de la SADE (sociedad argentina de escritores) en Literatura Infantil y Juvenil (1983). Educadora por el Arte. Profesora de Declamación. Recibió diversas distinciones y premios, entre ellos en “Poesía” el premio “Hugo Mandón” de la SADE Filial Santa Fe; (1986); Premio Internacional de Poesía “Fundación Givré”; Premio en Poesía “Cuarto Centenario de Corrientes”; “Premio Asociación de Profesionales Argentino-Árabe”; Premio de Ensayo en Salzburgo, Austria. Otras ediciones: 1986 “Los sueños de otoño” (Poemas); 1986 “Mirando mentiritas”, Teatro.  Distinciones: 1983: Faja de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores de Buenos Aires por “Zoilito Verón”. (Adoptado como texto en las escuelas de la Capital Federal y en las provinciales.  Figura en la Biblioteca Infantil Juvenil de Munich, Alemania – Integrando la Sección Argentina. Mario Barissi, uno de sus destacados alumnos, director de teatro, el 20 de agosto de 2004 presentó la edición en CD con narraciones orales de “Zoilito Verón” en “X Feria del Libro de Santa Fe”. Adelia Brunetti inició su Último Vuelo el 9 de abril de 2006.

Los vientos del otoño

Los vientos del otoño

desde su dulce región meditativa

interrumpen salmodias

de duendes -habitantes de la hiedra-

que en reposo sutil

bajo la luna

disipan las postreras velas

en el templo brillante del verano.

Envueltos en túnicas fugaces

semejan invocar

con expresión de entrega

y mansedumbre

la sonora presencia de los vientos

para vibrar con ellos en el aire

o acariciar pisadas en la tierra.

Una camina como fundida en esas voces.

Ellas nos llevan

melancólicamente

al recóndito mundo

de los sueños.

En “Palabras para compartir…” Vol. 3 – 1989

SEPA (Servicio de Educación por el Arte)

César Edgardo Bisso

César Bisso nació en 1952 en Santa Fe (República Argentina). Sociólogo. Residente en Buenos Aires; profesor en la Universidad Nacional de Buenos Aires y en otras privadas. En 1973 recibió el Premio “José Cibils” otorgado por la ASDE (asociación santafesina de escritores) de la capital santafesina. Coordinó actividades de Talleres Literarios, en la ciudad de Santa Fe y en la Universidad Tecnológica Nacional (1991-1995). Diversas instituciones le otorgaron distinciones, entre ellos, el “Premio Internacional Honorarte (2003)”. Seleccionado e incluido en varias antologías. Títulos de algunos libros editados: 1973 “Poemas del taller”; 1976 “La agonía del silencio”; 1986 “El límite de los días”; 1990 “El otro río”; 1991 “A pesar de nosotros”; 1996 “Contramuros”; 1999 “Isla adentro”…  2005 “Coronda”, selección de poemas (incluso inéditos) publicados por la Editorial Arquitrave de Bogotá). En la XI Feria del Libro de Santa Fe – 2005, presentó su antología poética “Las trazas del agua” editada por el Centro de Publicaciones de la Universidad Nacional del Litoral.  Como co-autor, ese año logró la publicación de “Discutir el presente, imaginar el futuro – La problemática del mundo actual” (Editorial Prometeo de Buenos Aires). Algunos poemas fueron traducidos al inglés, italiano, francés y portugués.

Interior

Dejo el mundo afuera.
El agua emblandece al barro
y mendiga sed.
Convenciones de juncos agarbados.
Desorden del viento.
La belleza está allí: silenciosa, cauta.

El ojo usurpa restos del alba.
Ningún pájaro es vuelo que libera
si escala su propia altura.
Sólo el agua va. El ojo permanece.

Tomo al mundo por el ojo
y nada oculto tras la maleza.
Lo que no alcanzo, inmóvil goza
en el misterio de la mirada.
Dura el intento y mientras intenta
anima.

No hay otro lenguaje.

                            Cielo.

                                  Agua.
Isla.

No saber

El río persigue lo que no fue dado.
¿Bastarían credo, mirada, diálogo,
ascender al espacio de inmortal verdor?
De haber diluvio, sacramento, caos
en el cielo y en la tierra ¿tendría
la eternidad rumbo de aguas estancadas?

Están brotando ojos en medio de la isla.
Alrededores de espuma. La serpiente ignora
y desliza fuego de cometa terrenal. El destino
no existe en su veneno ni en mis palabras.
Miro el río. Estremece no saber lo que da.

Sola

Isla en medio de mí.

Mansa
como manos de agua
mira tan adentro
y me atraviesa.

Isla quieta
sola y bella dama
penumbra silvestre
voz de luna
abrigo de hojas
silencio
brote del asombro.

Una isla en medio de mí
muy adentro.

Enigma

Pregunto a la isla: ¿quién es tu dios,
blasfema el sauce, adora el ceibo,
revelan las aguas el saber perdido,
eres sólo eternidad que resplandece?

Si nombro las cosas, aliento otra duda.
Entonces miro. Y callo. En el silencio
comienzo a construir mi fortaleza.

Crescendo

Voy hacia la luz más alta del río.
Transito el sendero de los pájaros.

La tierra se ha perdido. Nada
sublima este paisaje moribundo
sobre un cielo caído de repente.

Presiento el destino del vuelo.
Se esfuma el árbol. La mirada.

No arrojo corazón ni osamenta.

De “Isla adentro” – 1999.

 

Pablo Sebastián Guastavino

Perito Mercantil egresado de la Escuela Nacional de Comercio “Domingo Guzmán Silva” de Santa Fe. Colaborador en la revista “Etapas” editada por la Comisión de la Biblioteca “Dr. Amadeo Ramírez” en la citada escuela. Abogado. Sus poemas fueron difundidos por distintos medios. Obra édita. 1985: “Luces del día” con prólogo del poeta Horacio Rossi, edición Mainumbí, Santa Fe de la Vera Cruz. En 1988, invitado por autoridades del Centromultimedios “Biblioteca de la Legislatura de Santa Fe”, participó en la muestra de poemas ilustrados presentada en la sede de ese organismo -25 de Mayo 1908- junto a los poetas santafesinos Trudy Pocoví, Néstor Fenoglio y Fernando Vaschetto. Semanas después, el 21 de abril de 1988, presentados por la escritora Nidia Orbea de Fontanini directora de ese servicio integraron un panel en la Sala “Rulfo” durante la “X Feria internacional del Libro” en la Capital Federal y las obras fueron donadas a los asistentes.

El general que debió volver

Mira la orilla, las olas

que van rompiendo en la playa

el sonido le recuerda

fragor de antiguas batallas.

Es blanca y pura la espuma

Como sus canas, la nieve

De los picos de Los Andes

Condecoran sus sienes.

De regreso a su morada

la tristeza le alcanza

cuando llega pulsa grave

las cuerdas de su guitarra

bordoneando un consuelo

para apagar el dolor

de ver su pueblo distante

sometido a la ambición.

Las calles, las gentes en el

exilio de Boulogne Sur Mer

silentes lo ven preguntar

¿Podré algún día volver?

y se dice: he de volver

cuando aprendan lo necio

que les exige el poder

sangre de hermanos por precio.

Pero muy lejos de casa

Un día al imposible fue

Soñando libre su tierra

Empeño de su bienquerer.

Acaso sea por eso

-murió sin poder volver

que aquí hizo falta siempre

alguien que nos quiera bien.

En “Palabras para compartir…” Vol. 5 – 1991

SEPA (Servicio de Educación por el Arte)

Voces del pueblo

Nazco a comprender las voces del pueblo

 cargadas de sentido, de saberes, de intuiciones

que alientan, esperanzan, consuelan a los hombres.

Las tengo en anhelante presencia

en dichos, libros, sueños, poemas, leyendas.

Van por campos y poblados cabalgando

sobre palabras posibles.

Hablares de mi tierra:

del criollo, del guaraní, del castellano.

Sonidos desta mi tierra

desde el siku a la flauta traversa

-el tiempo decide.

Voces del pueblo como trinos

en este nuestro continente de pájaros

ardiendo entre sentimientos y luchas

son fuegos que se apagan y que se prenden

hogueras que iluminan y que calientan

conquistas y tragedias enormes.

Voces del pueblo se cantan, se recitan, se sentencian,

por las creencias, en la necesidad de creer,

cuando las penas son estampidas por las calles.

Voces del pueblo hechas de viento, brisa, aura,

y así de nosotros todos:

                              vibrando en las gargantas

en el trato de hombres y mujeres.

Voces del pueblo: fuertes, perdurables y sabias

para la verdad, para abrazar la sensatez en pleno.

En la alegría de las fiestas

donde habita la esperanza de la confraternidad.

Voces del pueblo, estrellas que atesoro.

Resisten perduran y quedan

en la bitácora del pueblo.

Inundaciones

Mi patria careció de colores

un sepia pardo lo cubría todo

y variaba sólo en matices.

El río corría un desconsiderado trajinar

llevándose todo: lo que flota,

lo que se hunde.

De convivencia aprendieron en los árboles

Las arañas, las hormigas, las avispas.

Se anegaron los huertos, los jardines, las casas,

los ojos, los proyectos.

La gente trabajaba en las defensas

hombreando bolsas, paleando

con sus armas posibles,

vigor de la urgencia en musculaturas pequeñas

y el calor, y la humedad y las alimañas

y el desaliento de un río creciendo implacable.

El río nos traicionó

desatinado, doloroso: quitaba, ahogaba, rompía.

Cuando la tierra fue del río

hubimos de seguir como pudiendo.

                                          De “Luces del día”. 1985.

Félix A. Ramella

Destacado poeta de Sunchales, departamento Castellanos. Su primer libro publicado en 1936 con el título “La Epopeya del Fuerte”, como él mismo lo expresó: “…un justiciero homenaje a mi pueblo natal con motivo de su cincuentenario”. En Buenos Aires, el 15 de noviembre de 1937 se terminó de imprimir el poemario “Sed de estrellas” -en mayoría sonetos- y en la primera página el autor destacó: “Éste es, lector amigo, en realidad, mi primer libro. Las composiciones que lo integran fueron todas producidas en plena juventud, vale decir, entre los veinte y veintidós años”.

Organillo

Mediodía.  En la calle un organillo

tortura un vals acompasado y lento,

y se despierta el barrio con sencillo

respeto al escuchar ese lamento.

Desde mi estancia lo oigo y, al momento,

voy a la puerta. Todo el conventillo

se alboroza.  Devana el instrumento

de notas quejumbrosas un ovillo…

Niños que juegan dejan ya su juego.

Va pidiendo limosna el viejo ciego

Guiado por un pobre lazarillo…

¡Mientras en la quietud del barrio suena,

con una humana y prolongada pena,

el torturado vals del organillo!

En “Sed de estrellas” – Noviembre de 1937.

Enrique Butti

Escritor y periodista residente en Santa Fe de la Vera Cruz.  En el diario “El litoral” de esa ciudad, “está a cargo del suplemento cultural”. Logró la publicación de algunos poemas en la revista literaria “La ventana” Nº 4 de noviembre de 2001 editada por la Dirección de Cultura de la Secretaría de Extensión de la Universidad Nacional del Litoral.   Esa revista, en agosto de 2003 incluyó “Traducción de Fernando Pessoa, reiteración del “Cuaderno de traducciones Nº 26 editado por la revista Poesía El soplo y el viento, Santa Fe, diciembre de 1997.

Céfiro

Amo el verano por esta tarde

en que todo ha quedado suspendido

en la que sólo se levanta y vuela

señorea y retiembla

la brisa deseada toda la noche

toda la mañana y la siesta fulgurante.

La chicharra y los grillos se despiertan

atrapados ellos también

en el ejercicio del primer canto

la enorme vibración

del aliento retenido toda la noche

la mañana y la siesta fulgurante.

La brisa envuelve cada cosa

y se lleva con ese aliento retenido

la pobre vanidad de vanidades,

como hojas, troncos, techos

que arranca el tornado,

hijo feroz de esta brisa.

Renace

lo que no debería haberse olvidado nunca:

todo lo retenido

pesadillas o ilusiones

son ya cenizas al viento.

Te pasó cerca la muerte

decían en mi infancia

cuando alguien se sacudía

sin razón con un escalofrío.

 

Julia Kalbermatten de Czakó

Nacida en Pilar (provincia de Córdoba) y santafesina por adopción. Obtuvo distinciones y entre ellas, en concursos convocados por ERA (Escritores Rafaelinos Agrupados).  1980: Premio Estímulo en el concurso nacional de Literatura “Manuel Gálvez” organizado por SADE (Sociedad Argentina de Escritores) de La Plata (provincia de Buenos Aires), entre 5.234 participantes. 1984: “Quijote de Plata” en el concurso internacional convocado desde San Lorenzo, provincia de Santa Fe. 1985: Mención honorífica por “Sombra de una huella” concurso del Fondo Editorial de la Municipalidad de Rafaela (Departamento Castellanos).

 

Sabiduría

En la áspera y agridulce rutina,

en las sutiles espinas

de las paredes transparentes,

van quedando

jirones de tibias esperanzas.

Mientras

en los rostros cincela

arrugas de sabiduría,

el tiempo.

Nuestra herencia

Ayer.

Su majestad con botas negras,

la soberbia, silenció las esperanzas.

Hoy.

En su lecho de muerte

apacigua a su implacable juez

enarbolando la indulgencia.

Mañana.

Aleteará sobre los pájaros,

el ave siniestra del caos.

Nuestra Herencia.

            De “Celebración” – Poemas.

               Municipalidad de Rafaela – “ERA”.

               Mayo de 1986

Belkys Larcher de Tejeda

Nació en Coronda (departamento San Jerónimo, provincia de Santa Fe). Egresada del Instituto Superior del Profesorado de esa ciudad con el título de Profesora de Castellano y Literatura. Socia de la ASDE (asociación santafesina de escritores) fundada en octubre de 1955 en la capital de la provincia e integrante de la Comisión Directiva. Participó en Congresos y Simposios donde expuso sus investigaciones sobre autores americanos, en distintas localidades argentinas y en “Carson City – EEUU”.  Obras publicadas: 1992: “Desde mi orilla”; 1993 “Nuestras raíces”; 1995 “Mujeres galardonadas con el Premio Nobel de Literatura”; 1997 “Apuntes para un acercamiento a la literatura corondina”; 1998 “Desde la raíz”; 2000 “XX Simposio Internacional de Literatura del Mundo hispánico” y “Abrazo de la memoria”, poemas; 2003 “Los juegos de la luz en la poética de Estrella Quinteros” y “Bocetos literarios”, ensayos; 2004 “Fue un sueño de amor”, “Antología poética” -CD- y “Delirios y pesadillas en la literatura”; 2005 “Aquerenciado rubí”. Obtuvo Mención de Honor en el Certamen Trienal “José Pedroni” por su obra “Hijos de amor y de tiempo”, poemas.

El recuerdo

Todo fue en un minuto.

Una presencia vieja

lo hizo emerger / trémulo

superando escaleras

potenciando armonías

deshojando / vallas polvorientas.

Lo dejó caer / luego

saneado / resplandeciente / y áureo

sobre el ofuscado campo

                     del presente.

Todo fue en un minuto.

Una mirada en el papel

se convirtió / en aquella

metódica hilandera / de olvidos

que trenzaba búcaros

de ilusiones / como espuma y

días olorosos / a viento y a temblores.

Fue suficiente un minuto

para ver que la brasa

                     aún / ardía.

“En Bandada” – Antología

Agosto 2005.

Luis Rodolfo Mallarino

 

Luis Rodolfo, hijo de Carlos Alberto Mallarino de los Santos e Isabel Navarro Moreno, nació el 26 de noviembre de 1939 en la ciudad de Santa Fe de la Vera Cruz, capital de la provincia de Santa Fe, República Argentina. Fue el primero de cuatro hermanos: Carlos Alberto, Blanca Estela y Mario Roberto.  Ha destacado que “vivió toda su infancia y adolescencia en su ciudad natal. Cursó estudios primarios en la Escuela Nº 38 ‘Brigadier Gral. Estanislao López’ en el Barrio de Guadalupe en Santa Fe”.  Comenzó sus estudios secundarios en la Escuela Nacional de Comercio “Domingo Guzmán Silva” y dos años después, continuó en el Colegio Nacional “Simón de Iriondo” egresando con el título de Bachiller. “En 1953, a los 14 años de edad, se recibió de Profesor de Música en el Conservatorio de Música ‘Schneider’. En 1957, luego de finalizar la secundaria viaja al sur del país, más precisamente a la ciudad de Allén en Río Negro para trabajar junto a su tío” -capataz en unas plantaciones de manzanas- y realizó trabajos de oficina durante dos meses. En 1960 ingresó al servicio militar en la Marina con destino a la Base de Puerto Belgrano; navega en alta mar a bordo del Portaaviones A.R.A. ‘Independencia’.  A los 23 años, en 1962 vuelve a Santa Fe y en 1963 se traslada a Rosario para comenzar la Carrera de Odontología en la Universidad Nacional de Rosario, de la cual egresa en 1969 a los 29 años de edad con el título de Odontólogo Cirujano. Durante sus días de estudiante fue perseguido por la policía por alentar rebeliones contra el poder militar: era la época de Onganía, fue entonces que se compromete con la democracia y la libertad.  Por ello fue continuamente vigilado durante toda su carrera universitaria” que la realizó “becado por la Universidad.  Además, debió trabajar durante toda su carrera en los comedores escolares de la UNR y en el Comedor Universitario; también mientras cursaba realizó algunos trabajos como oficinista en algunas empresas para mantener su carrera. Fue ayudante ad-honorem de cátedra, en Histiología y Embriología Dentaria. Al recibirse de Odontólogo trabajó un año en Santa Fe y luego se trasladó a Romang. En 1972 fue elegido Vicepresidente Comunal de Romang, acompañando al Presidente Amaro Fontana, en elecciones democráticas. Ya en Romang se preocupó por lo social y fue co-fundador del Hogar de Ancianos de Romang y del Periódico ‘Comunidad’ a cargo del Grupo Cooperativo Comunidad de la misma localidad.” Cursó distintas carreras, entre ellas “Profesorado de Historia y Geografía en el Instituto Superior del Profesorado de Reconquista (Santa Fe) en donde toma contacto con la filosofía y la psicología.” Asistió a la Escuela Municipal de Bellas Artes de Reconquista adquiriendo conocimientos sobre “Teoría del Color y la perspectiva, etc.  Todo esto va enriqueciendo y madurando su personalidad como escritor y poeta.” Fue co-fundador de la SADE (Sociedad Argentina de Escritores) Filial Romang, junto a Héctor Soneyro.  Desde 1982, uno de los primeros adherentes a la iniciativa de la escritora Nidia Orbea de Fontanini para la organización del CEL (Círculo de Escritores del Litoral) y recibió diploma como co-fundador en septiembre de 1983. Junto a varios escritores, co-fundaron el SER (Sociedad de Escritores Romanenses). Puso en marcha y dirigió el Taller de Escritura dependiente de la Comuna de Romang. Luego, fundó, dirigió y sigue coordinando las actividades del Taller Independiente “Voces del alma” integrado con escritores locales.   Co-fundador de la “Asociación Italiana” de Romang y “desde aquella época su vicepresidente.   Es coreuta del Coro Polifónico de Romang,  el registro amplio de su voz le permite ser tanto tenor, como Barítono y Bajo.” Actualmente se encuentra casado con Lina Bieri, con quien tuvo tres hijos: Juan Pablo, Constanza Carolina y Sofía Victoria.  El primogénito, falleció en 1986, a los once años de edad, en un accidente ocurrido en Brasil al encontrarse de vacaciones con su familia en las Cataratas y que como él suele destacar, “este acontecimiento lo marcó para siempre”.  Jefe a cargo del Servicio de Odontología del Hospital “Jonas Salk” (SAMCO) de Romang.

Comenzar de nuevo

Abonando mi tristeza

creo sutiles formas

que nada me dicen.

Entonces, polarizo mi alma,

evadido del lugar, con

pensamientos que se marchan

en imágenes fileteadas

de tachones, para comenzar

otra nueva que no llega.

Deshilacho telas

de retratos viejos.

Tejo nuevos lienzos.

Ahora, todo es blanco,

puedo comenzar de nuevo.

La calle

Estrecha, bordeada de malezas

y una ochava de alambre con

postes que la enhebran,

se pierde polvorienta

al final de la perspectiva.

Seres desencajados,

parecen restos humanos

que caminan las huellas,

 y caminan, y caminan, hacia

algún lugar en la mente,

doblando en sus pensamientos

los sentidos, y no ven la vida

para adentro.

Caminantes, parecen fantasmas,

flotando irreales, polvorientos.

El frío adormece sus gestos

en el largo serpenteo de la calle.

Un carro la recorre lenta,

levantando el premonitorio polvo

de sus tiempos, hasta perderse

en la agonía visual de la distancia.

De “El viento me ata”, 1981.

Noemí S. Capdevilla de Tomás

Maestra. Residente en Santa Clara de Buena Vista, departamento Las Colonias. Madre de tres hijos. Escribe poemas y cuentos.  Ha recibido diversas distinciones.

Si pudie Educación por el Arte)

Ruth Repetto

Nació en Santa Fe. Licenciada en Filosofía y Latín. Egresada de la Escuela de Teatro de la provincia de Santa Fe. Egresada de la Escuela Abierta de Psicología Operativa de Buenos Aires (Operadora Grupal).  Delegada al XVII Congreso Internacional de Orientalistas realizado en Ann Arbor (Michigan, Estados Unidos) y representante de Prensa del Congreso ante la Feria mundial realizada en Montreal (Canadá) Cronista de Arte de la Asociación Latinamericana de la Prensa Extranjera (ALAFE). Miembro del Comité Organizador de las Primeras Jornadas de Biopsicosíntesis realizadas en Buenos Aires.  Organizó ciclos sobre “Enfoques actuales de la Psicología” y “Literatura de Vanguardia – Su expresión e Imagen” con auspicios de la Subsecretaría de Cultura de la Nación y apoyo del Fondo Nacional de las Artes.  Participó en el Salón “Recital de Cuentos y Relatos” organizado por Talleres Literarios de la SADE (Sociedad Argentina de Escritores) en el Teatro General San Martín de la capital federal y en la audición “Poetas del Interior” conducida por la escritora Lidia Balkenende en Radio Nacional – Buenos Aires, incorporada como integrante del “Museo de la Palabra”. Es Socia Activa de la SADE (Buenos Aires y Santa Fe) y de la Sociedad Argentina de Autores –ARGENTORES- de Buenos Aires. Autora de obras teatrales puestas en escena. Publicó en ediciones compartidas y en Antologías de su provincia natal y de Buenos Aires. Ha recibido diversas distinciones y premios en varias provincias. Obras editadas: Poemarios: “Límite Amanecido”; “Luna de Encuentro”. El 11 de junio de 1993 presentó tres libros en el Centro Cultural Fundación Banco BICA de Santo Tomé: “Poesía e imágenes” comentado por Estrella Quinteros; “Sujeta en la Trama” por Zunilda Ceresole de Espinaco y “Testimonios” -narrativa y poesía- presentado por Danilo Doyharzábal. .

Querido mi Santa Fe

Santa Fe, aún no es antaño

cuando todavía tenías tus cuarenta cuartos,

el conventillo de los Iturraspe

redondeaba la esquina, mitad hacia un lado

y otra mitad de calle,

sobre los adoquines, galopaba sonora

la lluvia engañosa, fresca del verano

y tus ventanas abiertas crujían en la noche

apresando la espera

fatigado descanso con sillas de vereda

como un respiro leve

hasta las madrugadas partidas al conchabo,

hasta adormilar siestas

moribundas magnolias

porque todas las leyendas

florecían de patios

porque todas las miserias

las contaban tus cuartos;

de vez en cuando un grito, una pelea, una muerte,

curtidos de silencio el cuchillo y espanto;

cuánta virginidad se fue en”la sopa”

y algún chocolatín de infancia

cuánta sonrisa se aguantó la gripe

de un descarnado junio, con los pies descalzos,

tu piel ceniza y humo desplomó a pedazos

la sangre de ladrillos y te clausuraron.

Hoy ya no existes porque crecer;

ahora saltas tus oscuras corrientes bajo el charco

y se unen las fronteras,

triunfo federal bajo las aguas.

Santa Fe de Guadalupe, río y playa,

no te nombro la inquietud

por el verano de tus parques

o la vorágine ansiosa de boliches

de servilletas olvidadas en bolsillos lejanos.

Santa Fe que fabricas los jóvenes más químicos

algunos te fueron emigrados,

pero otros te sostienen y siguen avanzando,

tus artistas requieren de agónicas paletas

tus húmedos paisajes y el teatro sigue andando:

Santa Fe, adolescente de 400 años

me fui yendo de a poco

estoy partida en dos,

y siento que te llevo en la nostalgia.

Plaqueta ilustrada por Ángel Wernly

De Ruth a sus amigos: “Felices Fiestas”.

Carlos Felipe Italiano

Nació el 13 de diciembre de 1953 en Córdoba.  Profesor de Lengua y Cultura Italiana, egresado con el mejor promedio de la promoción 1975. Ejerce la docencia en nivel primario y secundario.  Ha publicad varias obras. Colabora con el diario “La Capital” de Rosario, entre otros.  Obtuvo varios premios.

Su poemario “Espacio Poético” integra la Selección “Porosa y Poesía 1981”, edición de la Asociación Literaria “Nosotras” de Rosario.

Pobreza

Miré, detrás de las ventanas

una ciudad se aferraba entumecida

al frío y a las luces,

las cruces

de las cúpulas teñían de herrumbre

un cielo amordazado.

Y yo, que conservaba alguna vida en mis dedos

(irónicas estrellas)

descubrí en ellos los últimos acordes

de la voz de un habitante.

¡Precoz profeta!

Mi vista era una nube más

que partía hacia la acera,

mis palabras, una tinta aguada

por los siglos y los poetas..

Detrás de las ventanas pude

componer

unos cuantos versos enredados en ideas

agónicas,

como la silenciosa esclavitud

de cada hora mía transcurrida.

 

Gloria de Bertero

Gloria María von Mende nació el 19 de mayo de 1926, en Felicia (departamento Las Colonias), provincia de Santa Fe, República Argentina. Hija de Herminia Viroglio y Carlos Mende Brun. Casada con Domingo Carlos Bertero, padres de María del Carmen y Raúl Domingo. Distinguida poeta, escritora y promotora cultural. Vocal titular de la Asociación Amigos de la Manzana de las Luces. Integra la Fundación “Givré”. Se destacó como Consejera Ejecutiva del Club del Arte 1975, 1976, Capital Federal y Miembro de Número del citado Club. Fundadora del Grupo Literario “Grupo Cinco”. Socia de la SADE (Sociedad Argentina de Escritores) de Buenos Aires. Integrante de la Pequeña Cofradía Latinoamericana – Manzana de las Luces (1983-1984). Desarrolló una fecunda labor de difusión cultural en distintas localidades santafesinas y en la provincia de Buenos Aires y electa secretaria; en 1985 organizó la             Conferencia “Santa Fe en Buenos Aires”, entrevistas y mesa redonda con Elena Chautemps, esposa del poeta José Pedroni (nacido en Gálvez, 1899; residente en esperanza hasta su fallecimiento 04-02-1968). Participó en la capital federal en encuentros con escritores y presentó muestras y exposiciones en diversas localidades, entre ellos en 1985 en Buenos Aires al pianista y compositor Remo Pignoni de Rafaela, provincia de Santa Fe; presentación de la pintora Betty Flores de Beltramino -óleos y pasteles-, de Rafaela y “Mario Vecchioli, poeta de Rafaela”. Al año siguiente, presentó al escritor Lermo Rafael Balbi y su obra teatral “Adiós, adiós, Ludovica” incluyendo muestras con ilustraciones de artistas de Rafaela. Por su trayectoria, incluida en diccionarios: “Quiénes son los escritores argentinos” y “Diccionario biográfico de Mujeres Argentinas” de Lily Sosa de Newton. Recibió varias distinciones y premios, entre ellos en 1986 el “Premio Alicia 86” y destacada con la nominación de “Embajadora del Interior” por la institución: “Reconocimiento Alicia Moreau de Justo, una actitud en la vida”. Obras editadas: 1973 “Cuentos Elegidos”;1979 “La semana que empezó un viernes” – Alegorías; 1979 “Atrevimiento”;1980 Cuentistas Argentinos; 1982: “Pregón Literario” – Antología de cuentos premiados en el concurso “El Quijote de Plata V”, San Lorenzo, provincia de Santa Fe; 1983: “Cuentos del Litoral”. Antología de Cuentos premiados en el Concurso Santiago Ellena Gala, Rosario, provincia de Santa Fe… y en más Antologías. Entre sus libros editados, son mencionados: 1979: “La Sed” (Poemas); 1983: “La grieta”  (Cuentos y leyendas); 1988 “El taller Literario.  Seguimiento en la Argentina”, ensayo; 1991 “Por las heridas del tiempo” (Cuentos); 1995: “Quién es Ella en Santa Fe” (Tomo I); 1998: “Al Oeste” (Cuentos, leyendas, alegorías…); 1995: “Quién es Ella en Santa Fe” (Tomo II). En CD difundió poemas con el título “Bajo todos los cielos” e incluyó obras de destacadas artistas plásticas santafesinas. En 1992 recibió la Faja de Honor de la SADE (Sociedad Argentina de Escritores) de la capital federal.

Sed

Tengo sed

de aires sin cuadricular

sin humo que oscurezca las pupilas

de caminos abiertos al horizonte

de seres ricos -hablo del espíritu-

de risas clarificadas, miradas que miren

cosas que se llamen y sean.

Sed de hormigón humanizado,

contagio de los seres que lo habiten.

Quiero que sepan lo que preciso

hasta las piedras.

Sed de ser antigua, pero nueva

y en el crisol del espíritu

revolcarme

hasta nacer purificada.

Sed de que el agua sea clara, clara

y acaso de esa Paloma del Arca.

Sed de una íntima paz

de una mano apoyada en mi espalda.

Sed

de que el prójimo sea prójimo o nada.

El hambre

Esclavo de pasiones,

inmerso en sus porcientos,

vive gris en su cáscara

el Hombre.

Estadísticas enfriadas por computadoras

cuantifican el hambre en su resultado final.

Por saberlo,

no dejarán de hincharse los vientres,

ni exhalará su infancia

olor o nutrición o risas

indispensable pedestal de vida.

Ni serán sus bocas otra cosa que paréntesis

encerrando lamentos injustos.

Y el hombre sigue en su cáscara.

Yo grito mi tormento sin sueño,

grito mi apuro por quebrar sus lápidas:

esas las que no los dejan ver

ni oír

ni nada.

Pero por dónde comenzar a agrietarlas,

partirlas,

hasta que sangren su propia salvación.

                                          De su libro “La Sed” – 1979.

Romance a mi patria

Llora en la noche mi patria

por la sangre derramada.

Ya dio mensaje el Pampero:

Que la seque en la mañana

y que después la eche a correr

con su tierra entremezclada,

así juntará a sus hijos,

-sangre y tierra hermanadas-

y hará que crezcan trigales

donde se sembraron balas.

Mi patria llora y espera

que llegue otra vez el alba

en que sus hijos desfilen

frente a la celeste y blanca.

Mi Patria que está llorando

con sus lágrimas enjuaga,

todo el dolor que la inunda:

dolor de madre que ama.

De “Bajo todos los cielos”

(Siglo XXI…)

 Oscar Segundo Gavotti

Nació el 14 de octubre de 1950 en Cañada Rosquín, departamento San Martín.  Reside en Rosario. Cuentista y Poeta.  Su poemario “Sobreviviendo” fue seleccionado e incluido en “Prosa y Poesía 1981” editado por la Asociación Literaria “Nosotras” de Rosario. En 1983 publicó “Poesía en cuatro movimientos” (Editorial Pegaso). Integrante del “Café de la Rivera (asociación cultural de Rosario) y de la SADE (Sociedad Argentina de Escritores) filial Rosario. Sus obras fueron difundidas desde diarios y revistas literarias; integran varias antologías, entre “Antología poética 3” editada por el Fondo Editorial Bonaerense (La Plata); “Antología 2 – El amor en la poesía hispanoamericana), recopilación de Oscar Abel Ligaluppi, quien lo incluyó en el “Diccionario de Poetas Argentinos”. Otros libros: “Memorias de un amnésico” (novela); “Parapsicología y Defraudación” (ensayo)…

Latiendo

Es tanta la tristeza

y tan intensa la depresión,

que todas las defensas

que ostentaba con soberbia,

y decía (pensaba) me protegían,

fueron pisoteadas

cual ideas perseguidas,

y alcanzadas.

Sólo sé que alguna

no ha sido apresada,

no sé cual de ellas,

pero es la que está evitando

la destrucción.

No sé si es preferible

que logre conocerla;

tal vez ignorándola

se mantenga sólida,

poderosa, potente, eficaz,

para posponer el final.

Metamorfosis

La máquina ordena:

cien aviones al norte,

cincuenta al oeste,

más hombres que avancen

cueste lo que cueste.

Los técnicos la observan

orgullosos por su ingenio,

¡una máquina sin dueño

y sabe más que nosotros!

Mil bombas enseguida,

menos no alcanzan,

máquinas que las lanzan

hacia el espacio enemigo

ya no  hay un abrigo

para nadie que respire.

Todos deben colaborar

para destruirlo todo,

de uno u otro modo

se debe terminar.

El cambio fue muy brusco,

no logró entender,

todo comienza a caer

aparatos y orgullo,

cada uno en lo suyo

pero sin saber qué hacer.

Esos hombres titubean,

la duda los ha invadido

todos han perdido

ese porte de demencia,

esta nueva vivencia

tiene su explicación

no solo ellos saben

el caos producir,

Dios ha hecho lo suyo

¡comiencen a vivir!

 

René E. Dutruel

Nació el 11 de enero de 1920 en Esperanza (Departamento Las Colonias). Descendía de familias inmigrantes. Estudió Filosofía y Teología en el Seminario Metropolitano de Santa Fe. Perteneció a la Academia Literaria “San Agustín” del mencionado Seminario. Publicó sus trabajos en diarios y revistas literarias de distintas localidades; en varias antologías editadas en la Argentina.  El editor interamericano Oscar Abel Ligaluppi de La Plata (provincia de Buenos Aires), lo incluyó en el Diccionario de Poetas Argentinos (1984, Fondo Editorial Bonaerense) y recibió diploma como socio adherente del citado Fondo. Cura Párroco de Santa Clara de Buena Vista (hasta su fallecimiento). Incluido en “Palabras para compartir…”, vol. 3, edición SEPA (Servicio de Educación por el Arte, Santa Fe, Argentina). Integra “Nuevos autores nacionales”, Editorial Libros de América, septiembre de 1983. Participó en varias antologías publicadas en distintas provincias. Incluido en el “Diccionario de Poetas Argentinos” del Fondo Editorial Bonaerense.  Colaboró en varias revistas y en diarios de distintas localidades: Revista Literaria Guadalupe; Sígueme (de Tucumán); Respuesta y El Colono (de Esperanza) y Presente, periódico de Gálvez, provincia de Santa Fe.  La escritora Nidia Orbea de Fontanini conoció al poeta, conserva parte de su obra inédita y ha expresado: “Más allá de su baja estatura física y de su mirada clara, dejó sus señales perdurables: su amor al terruño, su confraternidad expresada en versos que en su mayoría siguen sin editar”.

Hijo de padres labradores

Un pedazo de tierra esperancina

Labrado con amor, con entereza

Abre un surco, el arado despereza

Mi padre con su mano campesina,

Y mi madre labriega que camina

Por el surco esparciendo una promesa

Tras la simiente el pan para la mesa,

Mansa la tierra grávida germina.

Un padre, laborioso campesino

Y una madre labriega y chacarera

De la tierra fecunda, agricultores.

Un campesino afán fue su destino

En comunión de vida dispusiera

Ser el hijo de padres labradores.

Pablo Alcides Pila

Nació en 1936 en Reconquista (departamento General Obligado, provincia de Santa Fe). Durante treinta y cinco años fue docente en escuelas primarias, secundarias y terciarias y personal directivo en esos niveles.  En 1954 presentó su primer poemario: “Cuerdas de medianoche”.  Sus obras fueron publicadas en diarios y revistas literarias de distintas localidades y han sido comentadas en libros y enciclopedias argentinas y en París, en 1985. Obtuvo diversas distinciones.  Conduce programas de radio y televisión dedicados al rescate de la cultura popular y a la difusión folklórica, declarados de interés municipal por el Concejo Deliberante y la Municipalidad de Reconquista.  Obras éditas: 1954: “Cuerdas de medianoche”; 1977: “Tablas de dos” -poemas-; 1976 “Nuestra Gente” trabajo de investigación folklórica, reeditado en 1980 por la División Folklore y Artesanías de la Subsecretaría de Cultura de la Provincia de Santa Fe; 1987 “Reavivando brasas” -investigación folklórica- y el poemario “Norte de Santa Fe: hombre y paisaje; 1991 “Antología para una identidad Parte I y en 1992, Parte 2.  Seleccionado e incluido en antologías y libros compartidos. Por su trayectoria ha sido designado “Abanderado de la ciudad” por la Municipalidad de Reconquista, el 20 de junio de 1991 y declarado “Ciudadano Distinguido de la ciudad de Reconquista”, el 27 de abril de 1998.

Los abuelos

Retornan los abuelos

desde su historia casi milagrosa

hinchada de semilla y de malones.

Patriada antigua de gringos y paisanos,

silenciosos y encorvados todos:

unos sobre la tierra

otros sobre el caballo.

Silenciosos y encorvados todos

se hundían

prolongados en la hoja del arado

o se hundían heroicos lanceros en el monte.

Ellos no gritaron en la siega

ni empujaron a gritos la frontera.

Transitaron este pueblo

cuando era laguna y quebrachales,

encaramados al sueño de la espiga

y con la luna encendiendo la vigilia.

Francamente se tendieron las manos

y amasaron el barro.

Porque ellos, gringos y paisanos,

hicieron el pueblo ladrillo por ladrillo

mientras dormían junto al horno, juntas

la mancera y la carona.

Todo ha crecido desde entonces:

el pueblo y el olvido.

¡Tan silenciosos fueron los abuelos!

Hicieron la casa, el pan, los hijos,

Les dieron la escuela y los domingos

y partieron.  Partieron

con su tiempo de carros y silbidos.

Cuando duerme, fluorecida,

la ciudad que hicieron,

presiento sus espectros, encorvados

sobre el arado filoso y el caballo viejo.

                                                    1971.

Patio de mi casa

Desde el árbol me llega el canto herido

del último zorzal que el sol abrasa,

y penetra en milagro en esta casa

ese silbo de dardo sostenido:

el abuelo despierta del olvido

y en polvorienta bruma se desplaza;

retorna la hija ausente de la plaza

con su risa de niña, que se ha ido.

Canta el zorzal la vuelta del amigo

que alguna vez partió tras la esperanza.

Todo lo que no está vuelve conmigo

llamado por el canto que se lanza

y convierte el amor en un testigo.

Vibra el zorzal cuando la sombra avanza.

                                                                            1981

Arde el cirio

Les presento a mi padre. Aquel que vuelve

cada noche en la estrella y en la sombra,

el que mira mis ojos y el que nombra

los dilemas que oculto, y los resuelve.

Nunca llega a culparme, ni me absuelve:

soy uno en este mundo que se asombra

de todo lo queda, ya siendo sombra,

este finado padre, cuando vuelve.

No se escucha su voz, pero en mi pecho

cabe como campana de la tarde:

eco nomás bajo apacible techo.

No lo veremos más, pero lo siento

en el cirio tenaz que siempre arde

más y mejor cuanto mayor el viento.

                                                                1983.

De “Pájaros en el camino”

Septiembre de 1998.

María Laura Devetach

Nació en Reconquista el 5 de octubre de 1936; hija de Julia Laura Isaía y José Ricardo Devetach.  Casada con Gustavo Roldán; hijos Laura y Gustavo Roldán. Maestras. Licenciada en Letras Modernas en la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Nacional de Córdoba en 1960. Siendo destacada alumna, en 1958 se desempeñó como Ayudante de Cátedra en Literatura y en Literatura Italiana. Titular en la Escuela de Arte de esa Universidad. Ha reiterado que desarrolla su labor docente y es “ama de casa”. Dedicada al periodismo, escribió libretos para radio y televisión. En 1964 obtuvo el premio del Fondo Nacional de las Artes por el libro “La Torre de Cubos”, editado en 1969 y reeditado, en 1984 traducido al checoslovaco. En 1969, en el Concurso Internacional del Cuento Infantil se le otorgó el premio CRAV-IBBY por su relato “Monigote en la Arena” y es oportuno reiterar su prólogo: “A orillas de un brazo del Paraná está Reconquista.  Allí nací yo, allá por el año 36.  Por esos parajes de Santa Fe hay algunos lugares que tienen una arena increíble: ¡comp. Para dibujar monigotes!”

En 1978, segundo premio del Concurso de Poema Ilustrado organizado por la Sociedad Argentina de Escritores.  Reelaboró cuentos tradicionales, entre ellos “Historia de Ratita y Cuento de Cuento”:  Recopiló dichos, rondas, poemas y coplas que incluyó en sus textos y luego publicó como breves antologías bajo su dirección. Colaboró en las revistas Billiken, Humi y Vivir.  En 1986, integró el jurado del premio Casa de Las Américas y ese año recibió el Premio Nacional de Literatura Infantil, en la Argentina.  Pronunció conferencias y como invitada integró paneles en Ferias del Libro de distintas localidades, en la Feria Internacional del Libro “Del autor al lector”. En el lapso 1985-1989, coordinadora de talleres de lectura de la Dirección Nacional del Libro de la Secretaría de Cultura de la Nación. Asistente a Seminarios-Talleres de Literatura Infantil y Juvenil. Asesora-Madrina de la Biblioteca Infantil Enrique Banchs de la Municipalidad de Buenos Aires (1889-1990).  Asesora literaria en ediciones “Caracol” de Editorial Estrada, entre otras instituciones privadas. Títulos de algunos libros publicados: 1977 “Los picaflores de cola roja; 1978 “El abuelo del tatú”; 1986 “Cura mufas”, “Cuentos que no son cuentos” y “Cuentos de Paí Luchí, el mentiroso”; 1987 “El pago de los viejitos” traducido al portugués dos años después; “Los derechos de los niños” (reed.) “Mariposa del aire” antología de poemas de García Lorca; en 1991 publicó varios cuentos; en 1992 editó “El hombre que soñó”, “Ayer pasé por tu casa” y “Barril sin fondo”; 1993: Vidas y milagros”, “Historia de amor”; 1994 “Pobre mariposa”; seis títulos en 1995 y continúa… Escribió obras de Teatro que fueron representadas en Buenos Aires y Córdoba.  Otras obras editadas en Buenos Aires, para adultos: 1965 “Los desnudos”; “1988 “Para que sepan de mí”, poesías; 1991 “Oficio de palabrera”; 1994 “Se me pianta un lagrimón”… Integra la Lista de Honor ALIJA 1991 por su Colección Los Morochitos; en 1993 por “Milongas tamaño alpiste”; en 1996 por “Pobre Mariposa” y “Se me pianta un lagrimón”; en 1999 por el mejor texto “La loma del hombre flaco”. Costa Rica le otorgó Mención de Honor en el Premio Mundial José Martí 1997.  En Venezuela recibió Distinción Banco del Libro “A los mejores de 1997” por “El garbanzo peligroso”. En la IX Feria del Libro Infantil organizada por le Fundación El Libro, recibió el “Premio Pregonera de Honor por la Trayectoria”. En 1998 reconocimiento a la Trayectoria en el Concurso Nacional de Narrativa Infanto juvenil que lleva su nombre.

Rezo de mujer

Señor no quiero

ser la señora

que murió

por falta de ayuda

doméstica

no quiero ser la doméstica

que murió

por falta de ayuda

de persona

no quiero ser la persona

que murió

simplemente

por falta de ayuda.

De “Para que sepan de mí”. Buenos Aires, 1998.

Soledad Angeloni de Lissa

A Clelio

Hoy se detuvo un pájaro en su vuelo,

un maestro calló su silabario,

quedó trunca una nota de la escala

y un cuento sin abrir en el armario.

Por un rayo de sol subiste quedo,

eras la nube azul hecha silencio,

y en pos de ti un cortejo transparente

flotaba en el abismo hacia el Misterio.

Eran duendes tocando campanillas,

eran hadas con mágicas estrellas,

y príncipes valientes cabalgaban

llevando tras de sí níveas doncellas;

eran dragones verdes y espectrales,

cánticos de sirenas argentadas:

personajes fugados de los libros

para estar junto a ti, en la Alborada.

Y en esa tu morada de lo Eterno

mientras los astros van marchando lentos,

no sé que pensarán los que te nombran

yo sé que sólo estás… contando cuentos.

Homenaje al Docente Clelio P. Villaverde

Fallecido el 1º de julio de 1982

Colega y amigo de la autora.

Publicado Diario “Última Edición”

Vera, 23 de julio de 1982.

Patricio Collins

Destacado poeta santafesino.  Hijo de Juan Collins y de Lydia del Luján Morcillo de Collins. Su obra ha sido difundida por distintos medios y ha recibido varias distinciones. Invitado, participó en ciclos culturales organizados en la capital santafesina y en otras localidades.

Su primera ausencia

Los ángeles concluyen

un poema de otoño,

en ese mes de junio

de las últimas rosas.

Cuando se anuncian los primeros fríos

y el corazón se llena de nostalgia.

Desandemos los días, buen hermano,

para hallar el camino que nos lleve

hasta ese mes de otoño

Nuestra madre cumplía

con las rosas sus años.

Ya no está con nosotros

en este mes de junio,

y las últimas rosas

me recuerdan a ella.

Y el rocío las moja…

como moja mis ojos.

En “Palabras para compartir…”

Volumen 5. Presentado en el

Museo “Rosa Galisteo de Rodríguez”

de Santa Fe. Septiembre 1991

Un racimo de tiempo

¿Se olvidarán mis ojos

de las luces tempranas

que alumbraban las risas?

¿Del terciopelo azul de la inocencia?

¿De la emoción chispeante de los días

en la copa de soles?

¿Y escuchará mi corazón acaso,

el murmullo gozoso

de las horas felices?

Un racimo de tiempo

como las uvas dulces

se me gastó en la vida.

En la edad del otoño

rememoro mis días con nostalgia.

En el tren de los años se me fueron

aquellos que me amaron sin medidas.

Un violoncelo gime su tristeza

en la comarca azul de mi regreso

deseo naufragar en la corriente

de bondadosos ríos,

que caen desde mis ojos hacia el alma.

Leído por el autor en “VI Encuentro con las Letras”

Octubre de 1992 – Fundación BICA Santo Tomé

Idea, organización y presentación: Myriam Morcillo.

 

Ana María Giraudo

Ana María Giraudo, nació durante el verano de 1945 en Ataliva, un pueblo del  departamento Castellanos, provincia de Santa Fe, República Argentina. Desempeño en áreas de nivel terciario y perfeccionamiento docente en el Ministerio de Educación y Cultura de la Provincia de Santa Fe. Invitada por la educadora por el arte Nidia Orbea de Fontanini que organizó el Curso de Actualización en Actividades Prácticas desarrollado en 1981 en el Centro Comercial de Santa Fe, planteó diversos enfoques sicológicos y co-operó en la elaboración de los dos documentos de apoyo entregados a los docentes participantes.

El jueves 28 de diciembre de 2003, en la sala cultural de La Urdimbre, en la capital santafesina, presentó su primer libro, relato autobiográfico titulado “El matiz del arco iris…” con prólogo de su amiga Julia Beatriz Gagneten.

La pala olvidada

Hoy vi olvidada, en un rincón del patio

una vieja pala,

pala de puntear.

cabo de metal, empuñadura de madera,

empuñadura con el  rastro de una mano.

empuñadura gastada con el sudor y el esfuerzo…

Y te vi papá,

te vi nítidamente en mi recuerdo,

te vi joven, fuerte, con la sangre latiendo en las venas,

te vi empuñando esa pala

para hacer la huerta,

para trazar surcos en aquella tierra gringa…

Para que a nosotros, tus hijos

no le faltara el rico y nutritivo alimento,

y creciéramos sanos y robustos…

Y te veo ahora,

mano trémula, fuerzas esquivas,

fuerzas olvidadas en un rincón, como la pala.

y veo la nostalgia en tu mirada,

tu impaciencia ante todo este tiempo de vida transcurrido.

y percibo el rechazo

a todos esos días que al acumularse,

se convirtieron en tu vejez…

Y ahí está inmutable la pala,

testigo implacable de tu juventud, de tu fuerza,

cómplice secreta de tu responsabilidad de padre…

¡y no nos faltó el alimento, no nos faltó el abrigo,

el hogar, la escuela, el cumplimiento del deber,

tu lucha, tu  empeño, tu ejemplo…

 La pala fue cómplice de todo eso…

Y ahora este afán de segregar, de sectarizar,

de dividir y amontonar…

de no responder a la  necesidad del  hogar…

¿Qué nos está pasando?

qué hacemos para que esas manos fuertes de otrora

puedan sobrellevar, cerca muy cerca, junto a nosotros

el peso de estas manos trémulas de hoy…

Mayo de 2006.

Incluido en el CD “Del vivir y vibrar”

SEPA (Servicio de Educación por el Arte)

Lydia del Luján Morcillo de Collins

Su obra poética, inédita.  Descendientes acercaron un poema inédito a la escritora Nidia Orbea de Fontanini y fueron incluidos como “Homenaje” en el quinto y último volumen de la serie “Palabras para compartir…”, editado en Setiembre de 1991 – “Mes de la Educación” por el Servicio de Educación por el Arte y donado a bibliotecas, docentes y estudiantes.

                 “Los muertos / no mueren / por completo

cuando / mueren.”

José Ortega y Gasset

Las flores blancas

Me gustan las flores blancas.

Nada mancha su color

Como el alma de los niños,

Una gota de rocío

O el principio de un amor.

Me gustan las flores blancas,

Las miro con emoción,

Siento el lazo que las une

A mi propio corazón.

Me gustan las flores blancas

Y las quiero con razón,

Acompañaron mis sueños

Con un ramito en mi mano…

De azahar.

Me gustan las flores blancas,

Son pureza y son amor.

 

En “Palabras para compartir…” – Vol. 5

Leído en el acto de presentación en el

Museo de Bellas Artes “Rosa Galisteo de Rodríguez”

de Santa Fe. 18 de octubre de 1991

Félix Alberto Aguirre (Cholo Aguirre)

Félix Alberto Aguirre, nació en San Lorenzo el 12 de febrero de 1928 (hay referencias a 1930) en Santa Fe, República Argentina. En 1945 presentó por primera vez su obra y desde entonces actuó junto a “Félix Roberto Aguirre. Debutó en 1945 y durante su trayectoria actuó con José Sala, Edgardo Donato, Héctor Varela, Argentino Galván y Juan Sánchez Gorio”.  Entre sus obras más difundidas: “Río rebelde”, “Trasnochados espineles”; “Río manso”; “Juan Payé”; “Cuando vuelvas”; “Regalito”; “Anocheciendo”; “El chamamesero”; “Río de usted”; “El cosechero”; “Chamigo”; “Mamita”; “Fiebre”; “Che cuñataí”; “La noche que mes esperes”; “Tristeza de ayer”; “Déjeme cantar”; “Irónica”; “Tu pelo negro”, “La milonga del turco”… En la filmografía argentina, ha registrado:  “Al diablo con este cura” (1967); “El galleguito de la cara sucia” (1966)…

Río rebelde

            Letra y Música: Cholo Aguirre

Tiré tu pañuelo al río

para mirarlo cómo se hundía

era el último recuerdo

de tu cariño que yo tenía.

Se fue yendo despacito

como tu amor pero el río un día.

A la playa al fin me lo volverá

pero yo s bien que nunca jamás

podré ser feliz sin tus alegrías.

Te recordaré en mi soledad

en el nido aquél que quedó sin luz

cuando comprendí que ya no eras mía.

Teresita Beatriz Campana de Olivares

Nació en 1948 en Barrancas y reside en Coronda, departamento San Jerónimo. Maestra Normal Nacional. Profesora de Castellano y Literatura.  Desde 1970: docente en nivel medio, desde 1996 Vicedirectora de la Escuela de Enseñanza Media Nº 1201 de Coronda. Expuso sus obras en muestras y exposiciones en distintas localidades.  Participó en jornadas de Literatura.  Integró Jurados. Participó en ediciones colectivas en la capital santafesina, en Coronda, Gálvez, Rosario y en Salta.  Su labor ha sido reconocida por diversas instituciones.  Integra la Antología “En Bandada” junto a veintidós escritores de distintas provincias.

Hay una pena…

…allá en el fondo.

Diminuta, a veces,

agigantada, otras,

pero siempre presente.

Y se ahoga

escondida

cuando puedo acallarla.

O cabalga

victoriosa

en el brillo de una lágrima

cuando roba, sutilmente,

mi apagada

risa

cotidiana.

Soplo de temor

Sueño a sueño,

entrelazando aciertos

y remendando errores

lo fuimos construyendo.

Un micromundo

irrepetible.

Victoriosamente nuestro.

Pero, a veces,

en la cotidiana contemplación,

un soplo de temor

me estremece.

Es la inevitable

presencia

del miedo

a perderlo.

De “En Bandada”

Antología 2005.

Nelly Repetto Lannoo de Martínez

En la ciudad de Rosario “incursionó como medio soprano.  Conciertos en el Museo Municipal de Bellas Artes; en el Colegio “Dante Alighieri”, en Acción Católica de Buenos Aires y en Radio Nacional de Rosario. Seleccionados sus “Poemas para todos” fueron editados en “Prosa y Poesía 1981” edición de la Asociación Literaria “Nosotras” de Rosario.

Porque hay…

Porque hay una palabra  justa

en el momento preciso,

de la angustia hermana.

Y una serena palabra que aquieta

los agresivos vientos del espíritu.

Porque hay una palabra que aconseja

con la simple sabiduría

del que sabe de noches

y nos regala el día.

Una palabra santa del apóstol

que penetra sombras y nos purifica.

Y para la vanidad, la galante palabra

para aventar los melancólicos grises…

Y la palabra de amor que nos enciende

en la fusión del seno compartido.

La palabra de amor de claro río.

Del que nunca traiciona y que se entrega.

Porque hay veneradas raíces

y somos flor y fruto,

y por la magnitud del hijo.

Del hijo que es la vida repetida

y la savia heredada que prosigue.

Porque hay un además de brisa que acaricia

y nos da la ternura apetecida.

Y hay una mano fuerte que sostiene

y evita la caída…

Y un pañuelo hay en la mano

que nos enjuga el llanto

de cualquier olvido.

Y olvidamos porque ya sabemos

que hay manos que semejan nidos..

Y hay proezas anónimas,

en los hábiles dedos del cirujano.

Y hay manos, siempre manos

que no nos abandonan,

desde que nos reciben en el mundo

y nos despiden posadas en los párpados

cuando nos vamos…

Porque hay un silencio

que nos escucha,

elocuente silencio, piadoso y solemne.

Un silencio que calla

lo dolido derramado en él

y lo acompaña…

El que detiene el grito sin gritarnos,

y si gritamos, nos responde

en un idéntico eco compartido:

la palabra-silencio del amigo…

Porque hay unos ojos que no nos abandonan

que nos vieron nacer y nos conducen

húmedos o sonriendo,

vigilando si una brizna

se atreve a lastimarnos.

Porque hay este amor y otros amores

Vale la pena este seguir viviendo…

 

Kiwi (Héctor Rolando Rodríguez)

Desde la comarca y el mundo, el segundo sábado de marzo de 1985, Enrique Butti  informaba que Kiwi “nació en Santa Fe, en 1941” y en otra publicación está escrito como lo ha reiterado la escritora Nidia Orbea de Fontanini: “…nació el 26 de febrero de 1942, vive en Alto Verde desde 1972 y escribe poemas en dos o tres líneas.  Es evidente una diferencia de un año y si hay error… sea un regalo por los primeros pasos de Kiwi.  Es oportuno destacar que Poemas de Kiwi, seleccionados por Roberto Aguirre Molina fueron publicados en ‘Ediciones Delanada’, colección ‘El soplo y el viento’, 6 de noviembre de 1986”. Mientras  escribía Universo Vittoriano referido a la trayectoria del escritor y académico José Luis Víttori, anotó: “Leí y releí los versos escritos por Kiwi:  ‘Cuando te conocí eras tan / alto que yo te llegaba al corazón. / Ahora estarás tan crecido / que seguramente tus ojos se empañan de estrellas’. /…/ Se impone regresar a este universo, donde seguimos creciendo y donde Kiwi, es el iluminado que cuando llega la inundación, levanta sus muebles y sigue viviendo en la barranca, lee y cocina; contempla ‘las puestas de sol sobre la laguna crecida’. Kiwi, es el hombre del litoral que prefiere leer ‘literatura mística en general; las cosas de los sufis sobre el amor -el Amor es lo que más me interesa: la plenitud, la unión, la cumbre, la identificación Dios igual Amor-.  Y desde luego, la Biblia… Lao Tsé dice: El que usa la propia luz para regresar a su claridad, eso siento yo también.  Cada uno enciende su propia luz para retornar a su claridad… Llegar al punto donde todo se une.  Es el mensaje de Cristo, también; la Comunión, ser una sola cosa con Dios, ser una misma cosa con el Padre, con el Uno.  Todo lo que impide ese acercamiento es el Mal.  El resto son ramificaciones, elucubraciones que nos hacen perder por las ramas, en laberintos.  Pero la raíz es ésa: para luchar hay que estar en el Centro…’ Kiwi, es el poeta que cuando tenía treinta años, llegó a Alto Verde con su figura leve y su canto potente… /…/  Kiwi, es el artesano que amasa el barro recogido en su lugar y crea formas de semejante naturaleza -grandes orificios simulando órbitas oculares y bocas imitando gritos abortados.  Kiwi, es el ceramista prudente que cuida su pieza hasta que esté seca para entregarla -sumisa- al poderoso fuego porque sabe que así logrará la transformación necesaria que asegure su dureza.”

 

Rendido de cansancio…

Rendido de cansancio

me recuesto en el pasto.

El susurro del viento en las totoras

me serena y adormece.

En tanto las aves acuáticas

canturrean.

Descansa, reposa,

late.

En nosotros está el pulso

del seno de la tierra.

Plaquetas entregadas en “Ferias del Libro” – Apoyo de SEPA

A la Biblioteca-Taller “Aprender” de Alto Verde,

organizada y conducida por la poetisa Sonia R. Ramírez.

Sonia Raquel Ramírez

Nació el 31 de marzo de 1955 “a orillas del Paraná, hija del pescador don Ignacio Ramírez y su esposa doña Elena Verón. Creció allí hasta los siete años, en la Isla El Palmar”. Curso primer grado a los ocho años, y terminó séptimo en 1969.  “Fue una de las abanderadas en la Escuela Nº 95 ‘Simón de Iriondo’  de Alto Verde.  A los trece años ingresó como miembro del Grupo Juvenil de la Parroquia Jesús Resucitado; comenzó allí su labor comunitaria y cultural.  Participó en un grupo de teatro barrial a cargo del Sr. Jorge Meyer y del Pbro. Aldo Büntig.  Se destacó como Guía Scout tomando su promesa y formando un grupo de niñas aspirantes de Alto Verde, con quienes realizó diversas actividades culturales al servicio de la parroquia.  Comenzó sus estudios secundarios en la Escuela Normal ‘Gral. José de San Martín’, fue becada en segundo año en el Instituto Becario de la Prov. de Santa Fe y en el tercer año por su profesora de Castellano Srta. Haydeé Andino. En 1972 comienza su labor política-social; en 1974 es designada Promotora Cultural en la Secretaría de Cultura de la U.N.L., situación que le permite adquirir una importante experiencia, sustento de su iniciativa de creación del Centro Comunitario, organizando allí un Centro de Educación del Adulto y ejerciendo la docencia.  A través de la campaña ‘El libro y el medicamento’ intenta crear una biblioteca y un botiquín, como servicios a la educación y a la salud en la zona.  Desde allí se fomenta el primer proyecto cooperativo para los Pescadores, origen de la Cooperativa Pesquera que impulsa a través de sucesivas reuniones con isleros. En 1978, comienza su carrera como Vendedora del Círculo de Lectores, logrando premios trimestrales y mensuales por su nivel de ventas.  Al año siguiente organiza un Costurero particular,  pequeña empresa para fabricación de ropa para niños y futuras mamás”… En 1980 nacieron sus hijos, gemelos y reinicia estudios secundarios en tercer año en el Colegio Nacional Simón de Iriondo de la capital santafesina y dos años después, egresó como Bachiller en el EEMPA Nº 1146.  Siguió estudiando, en 1985 se inscribió en la carrera del Profesorado en Letras en la Escuela de Profesorado de la Universidad Nacional del Litoral y obtuvo una beca otorgada por esa universidad. Una próxima maternidad le impidió continuar los estudios. En 1986 fundó el periódico barrial “En marcha…” que luego aparece con el título “Ser”.  Desde entonces trabajó con la comunidad de la zona y la Secretaría de Asistencia y Promoción de la Comunidad de la Municipalidad de Santa Fe. En 1990 elaboró un anteproyecto de Panadería Artesanal con supervisión de la Prof. en Asist. Social Srta. Noemí Bassi, aprobado por el Ministerio de Agricultura y Ganadería y por el Consejo Federal de Inversiones. Ese año cursó estudios de “Dirección de Ventas” en el Instituto ADVC de Santa y en 1991, especializada en “Marketing” en el citado Instituto de Agentes de Ventas y Comercialización.  Ese año logró poner en marcha la “Biblioteca Taller “Aprender” en Alto Verde, “con apoyo de la Comisión Provincial de Bibliotecas Populares – Prof. Miguel Jubany-; del Ministerio de Educación y Cultura a través de Educación no formal -inclusión de talleres con salidas laborales que funcionan en la misma seda, por lo cual el proyecto es de avanzada: un centromultimedios al servicio de la comunidad, integrando las asociaciones intermedias y conexión con otras bibliotecas de la zona. Ese año concretó su proyecto “Comedor Comunitario en la zona de la Boca” con aprobación de la Dirección de Acción Social de la Provincia. Desde 1989 realizó trabajos adhonorem apoyando servicios a la comunidad en la zona. Colaboró en el Programa “PASA” (Programa de Asistencia Social Alimentaria) del gobierno de la provincia de Santa Fe. En 1993, con apoyo de SEPA (Servicio de Educación por el Arte” y del Centromultimedios “Biblioteca de la Legislatura de Santa Fe” -comisión bicameral integrada por el Dip. Martín Carrizo, presidente; vicepresidente Dip. Pío Romano y Tesorero Sen. Carlos Montini-, publicó “Sonia Raquel Ramírez y su canto a la vida” que incluye “El Vencedor” -relato- y “Poemas”, entre ellos…

Alma mía

                                                               (Canción)

Niño, almita mía,

hijo de mis sueños,

hombre del día nuevo

fuego, sol, amanecer.

Has nacido entre manos extrañas

Entre caras oscuras

Entre hombres y armas mal usadas.

Cuán pequeño eres.

Cuánta realidad vivida.

Cuando crezcas niño

cuando crezcas tú serás, tú serás

un hombre entero

un buen obrero

y en la Patria, en la Patria que forjemos

tú serás, tu serás el Hombre Nuevo.

                                                    16 de mayo de 1975.

                                                                  Nacimiento de Leandro y Jorge.

Este sueño loco

Este sueño loco se le escapó a un niño

se ocultó en el bosque y perdió el camino.

Se lo encontró un lobo y se lo comió

y ese lobo malo profundo durmió…

Y los pajaritos hicieron sus nidos

en las orejonas del lobo feroz…

Y los conejitos pasearon sus crías

por la barriguita del lobo feroz..

Y las ardillitas tomaron agüita

en el arroyito del lobo feroz.

Y los ratoncitos comieron el queso

que el lobo rabioso un día les quitó…

Los animalitos hicieron un baile,

en honor del sueño que al lobo durmió.

El sapo Don Juan le cantó a coro

con su guitarrita: clok, clok, clok, clok, clok…

Pero con la bulla de la algarabía

el lobo enojado pronto despertó.

Y a todos corrió, y a todos corrió.

Y el sueño asustado al ser liberado,

llorando un poquito al niño volvió.

Y al niño durmió, y el niño durmió.

                                                               Día del Niño / Agosto de 1975

Muchacho de Malvinas

He querido escribir una poesía

entrelazando tu nombre en estas líneas

en homenaje a todos los que fueron,

héroes y mártires de la Guerra de Malvinas.

Soldado… tantos otros estuvieron contigo,

Compartiendo tu suerte, aguantando trincheras.

Quién sabe cuántos miedos golpearon a tu puerta;

pero tú no cedías porque estabas alerta.

Tú estabas.

Allí caminaste el suelo de las Malvinas nuestras,

y bien celeste y blanca flameó nuestra Bandera

conoces sus neblinas y su diáfano cielo.

Y junto y dentro de ellas te hicieron prisionero

las manos poderosas del feroz enemigo.

Con tu sudor valiente escribiste la historia

y en tu retina aún quedan fragmentos congelados

de aquellos que cayeron por el fuego asfixiante

de cañones extraños.

Te hicieron extranjero en nuestra propia Patria,

pusiste de tu fuerza como un pobre vasallo,

padeciste derrota, desechaste el miedo

y en medio del desastre soportaste la muerte.

Te aferraste a la vida y volviste como héroe

La gloria es de aquellos que hoy están ausentes.

Qué puedo yo decirte vecino combatiente

muchacho valeroso, soldado de mi barrio

sino más que abrazarte y decirte “te quiero”.

        1. Dedicado a los cinco soldados de

                                                     Alto Verde que combatieron en las Malvinas.

Adriana Díaz Crosta

Poeta, residente en Santo Tomé. Participó en Antologías orales.  Incluida en “Palabras para compartir” 2 y 3, edición SEPA (Servicio de Educación por el Arte, 1989). Publicaron sus poemas en el periódico “La Unión” de Esperanza.  Miembro fundador del Club de Letras “Metáfora”.  Expuso Poemas Ilustrados en el Teatro Municipal 1º de Mayo, en la Sala Cultural del Banco Bica de Santo Tomé y en el hall del diario “El Litoral” de Santa Fe de la Vera Cruz. Participó en la exposición “Los Unos y los Otros” (Foto-poemas) y a través del Departamento de Extensión Cultural de la Universidad Nacional del Litoral en la Biblioteca Pública “General Obligado” de Reconquista. Coordinó el Primer Encuentro de las Artes y la Comunidad, en el Club Municipal y obsequió su Hoja de Poesía “Jarabeluna”.  Publicó más de cien poemas de su “Canto por vos Argentina”. El 18 de agosto de 1989, en el Centro Cultural “Fundación Banco Bica” presentó “Rehenes”: sus poemas y xilografías de Geraldhyne Fernández de Gasparotti.

Lustrabotas

Rehén

               de un perpetuo junio

junio de amargas sales.

Acuñador del lustre

calca en charol

su muesca de sauce.

Su mueca

arraigada de lluvias

lustra y lustra

un racimo partido de luna

en los zapatos del ALBA

                                          De “Rehenes”, 1989.

Maternidad pobre

Flor morocha

chapotea

goterones por su pollera astillada.

Destripa

los huracanes del hambre

al transitar por su cántaro

la raíz de un pichón de vasija.

Torrado de salitre y noche

cántarovientre

tamborilea vendimias y arroroes.

Su cigüeña no es extranjera

es autóctona y suburbana

y trepa

al andamio de la vida

para abotonar la rosa iniciada.

Cajóncuna

Embebido por calostro de auroras

Sumergido en la quilla de un navío de madera

-cajóncuna en tus juegos-

cincelas sueños con hojas y pólenes

sobre tibias hogazas de ausencia.

Duende niño estambre del lucero

por tu boca

la ceniza es laurel y es pétalo.

Tras las fronteras de ahuecadas raíces

geranio de salitre

restallas incandescente

en líquidas hambrunas desveladas.

En “Palabras para compartir…” Vol. 2 – 1989

SEPA (Servicio de Educación por el Arte)

Te quiero

Te quiero

desde la punta de mis dientes

hasta la saliva sublevada

cuentagotas de la bronca.

Te quiero pese a tus achaques

a la polio que te sobrevino

estás de vuelo corto y deforme

ceibo carbonizado

virgen trotacalles.

Te quiero tierra de nadie

terrón con sarro

corazón de violeta y grela

de malones bicicleteros

de laburantes cuajados.

Te quiero país de los disfraces

con mal aliento y estreñimiento

de frac cortando alambras.

Te quiero azul, celeste… blanca,

patria fuelle mudo, descascarado

garaba taconeando en un bache.

Te quiero con tus vacas flacas

tus duendes de contramano,

tus desmemoriados

y el esqueleto de tu bandera empiojado.

Me niego, me niego

a tus zapatos con caries

a tus círculos que también son cárceles.

Te quiero, paisana, gringa, gallega

de pie y descalza y sangrante.

Te quiero cabecita negra, como nunca te quise antes

(aunque no sé, si este amor alcanzará para salvarte).

En “Palabras para compartir…” Vol. 3 – 1989

SEPA (Servicio de Educación por el Arte)

Oscar Ángel Agú

Nació en 1947 en Hersilia, departamento Las Colonias, provincia de Santa Fe. Reside en la capital santafesina. Profesor de Filosofía; ejerce en escuelas de enseñanza media.  Publicó su obra por distintos medios e integró varias antologías.  Integrante de la Comisión Directiva y Presidente de la SADE (Sociedad Argentina de Escritores) Filial Santa Fe. Integró jurados en concursos provinciales y nacionales. Obra édita: “El Encuentro” (1977, compartido); “Desde el parque” 1985; “Cadencias” (minilibro, 1986); “Paisajes de luz” (1989); “Disolución de los límites” (1991); “Crónica de una herencia” (1996). En la colección “El Arca del Sur” publicó los cuadernillos Nº 3 “Manantiales”  (1994) y Nº 30 “Figura de Mujer” (1995).  En noviembre de 1996 concretó la primera muestra de una “experiencia grupal llevando la poesía de la mano de la música y la danza”, denominada  “Destinoamor” y presentada en el Banco Bica de Santo Tomé, provincia de Santa Fe. En 1999 junto a Horacio Rossi y otros escritores, lograron editar “En Bandada” presentada en “La Casa del Sur” en la capital santafesina y luego en distintas localidades.

Las antiguas alfareras

Las antiguas alfareras cantan

mientras sus manos sueñan con el barro:

lo acarician, le dan el espíritu del cuenco.

Buscaron la forma de la mano,

el vacío interior que le da sentido

que le da espacio y retiene al agua.

Las alfareras cantan recientes canciones

arrullan la voz mientras la forma queda,

mientras el sueño cobra sentido.

Han descubierto el barro,

el que es necesario, el que endurece y no se parte

al que le soplan su aliento en tanto cantan.

Gorma de mano tiene, forma de mano;

en él el agua brilla

en él el grano queda

en él la alfarera canta.

Muralistas

Lentos movimientos han preñado las manos de rituales mágicos:

han quedado prendidos en la roca.

Inauguró pigmentos, su mezcla, su tersura

a veces, por puro azar, otras

intentando lo que nunca.

Plasmó los rituales de la caza,

(manera de que la memoria perdure)

esa necesidad imperiosa antes del invierno

para que la manada humana resista.

Plasmó el arco, la flecha, los cazadores;

aventuró la mano, la forma de las mujeres,

la fogata, su entorno y crepitar.

Tomó de los rituales lo mejor: los mejores cazadores,

los animales más desafiantes, el desafío mismo,

las mejores danzas.  Y tomó, además,

lo mejor de sí para enjaezarlo roca.

De “Luz inagotable” (compartido).

Edición SADE – Santa Fe

Octubre de 1997.

Juan Manuel Inchauspe

Nació en 1941 en Santa Fe. Desde el quinto volumen de la serie  Palabras para compartir… difundieron “algunos datos para  la biografía de Juan Manuel… Estuvo vinculado a grupos literarios integrantes del Departamento de Extensión Universitaria de la Universidad Nacional del Litoral.  Publicó notas en diarios y revistas de Santa Fe.  Ocupó un cargo en el Ministerio de Educación y Cultura de Santa Fe, en la Subsecretaría de Cultura. Impulsó la publicación de ‘Poesía nuestra’, páginas con obras de autores santafesinos.  En 1984 le fue encomendada la organización de ‘Casa de la Poesía’ en Santa Fe, durante la gestión del Subsecretario Dr. Jorge Guillén.  Participó en la recopilación de trabajos para la Antología Poética santafesina que auspiciaba esa sustituyendo al poeta Lermo Rafael Balbi en la última etapa de selección y diagramación, conjuntamente con el poeta César Actis Bru.  Cooperó en la organización de actos que promovían la cultura literaria nacional. Adhirió a Ferias del Libro en Santa Fe, Capital Federal y Corrientes. Publicó ‘Poemas 1964-1974’ y ‘Trabajo nocturno’.  Hay poemas dispersos en páginas de diarios… El 6 de junio de 1991, partió hacia el único rumbo posible, y  transpuso el umbral en silenciosa despedida…”

Los tuyos

Has llorado, en secreto, a los tuyos.

Lenta, inexorablemente, los has visto partir

alejarse para siempre.

Has sentido, en tu corazón,

el desprendimiento de una rama que cae.

Y luego has borrado

las huellas de esas lágrimas,

has contenido, en el límite infranqueable,

los bordes de tu propio dolor

y lo has devuelto a tu pobre vida,

a los días siguientes, a las horas,

para que permanezca allí.

Oculto

como una invisible y constante

cicatriz.

En “Trabajo nocturno”

Noviembre de 1985.

Hay momento…

Hay momento en que la palabra

no está en ninguna parte.

Hasta el mismo corazón parece estar

fuera de su centro.  Hasta la cabeza.

¿Cómo escucharé entonces la

melodía oculta

si no puedo inventar el vuelo

de estos pájaros fríos, pequeños?

Afuera las últimas estrellas tiemblan,

vacilan.  La frialdad es perfecta.

Todo parece estar en su justo lugar.

Sólo yo sé que esa noche no debe

Volver.

In memoriam – Homenaje en

 “Palabras para compartir…” – Vol. 5

presentado en el Museo de Bellas Artes

“Rosa Galisteo de Rodríguez” de Santa Fe.

18 de octubre de 1991

Mirna Guerrero

Nació en 1968 en Formosa.  Desde los seis años, reside en Santo Tomé (provincia de Santa Fe). Participa en talleres Literarios y en movimientos de defensa de los derechos sociales. Integra la selección “En Bandada” junto a veintidós escritores de distintas provincias, con su “Himno artesanal” titulado “Si te atraviesa un río”

Durante la primavera de 2006, residente en Misiones.

No saber

Ahora que sabemos

el estremecimiento

sigue serpenteando una tristeza

el ojo abrevia lo perdido

y se alegra de ver la vida

al costado de las calles

esperando un abrazo breve

dedos pequeñitos entibian la mañana

alborotan las huellas del barro

con el juego eterno de los pobres

y de todos

en definitiva

¿qué es la esperanza si no

un río que siempre

pasa

 y nos resucita?

De “En Bandada”

Antología 2005.

 

Norma Segades-Maniás

Nació en Santa Fe de la Vera Cruz, el 5 de junio de 1945.  ¡Maestra!… Recibió diversas distinciones por su obra literaria. Le otorgaron el Premio “Alicia Moreau de Justo” a “Una actitud de vida”.  Por su aporte a la cultura: “Premio Nacional a la Excelencia Humana” y “Ciudadana Santafesina Destacada por su talentoso y valioso aporte al arte literario y periodismo cultural.  Ha actuado como jurado de certámenes en el orden nacional e internacional y es co-directora de la Gaceta Literaria de Santa Fe”, edición de la ASDE (Asociación Santafesina de Escritores” cuya Comisión Directiva integró siendo luego Presidenta. Obras éditas: “Más allá de las Máscaras” (1989); “El vuelo inhabitado” (1990); “Habitantes del paisaje” -compartido con el poeta Danilo Doyharzábal-, capítulo “Mi voz a la deriva” (1990-1991); “Tiempo de duendes” (1991); “El amor sin mordazas” (1992/1994/2004); “Crónica de las huellas” (2000/2004); “La memoria encendida” y “Pese a todo” (2004); “Desde otras voces – Alebrijes” en noviembre de 2005, edición del Centro Educativo Cultural en la U.T.N. Facultad Regional Santa Fe – Directora general: Madreselva Lucero, colaborando “Asociación Cultural La Reja de La Tapera” de la capital santafesina.

La escritora

“…porque hasta el último hálito de vida

voy a aferrarme a la conciencia.”

            Leticia Ricárdez

(México)

La voz estalla en huecos de conciencia

con un gesto de espiga reclamándole al siglo sus silencios culpables.

La voz se eleva triste, sin ritmo de panfleto admonitorio

ni cadencia de muerte multiplicando coágulos

ni palabras convulsas.

La voz busca engendrarse

con semen de fogatas pulsando en la vigilia,

en el cántaro azul de una esperanza ejercida a mansalva.

La voz quiere ser clara como el agua en la lluvia o la luz en la aurora.

La voz quiere ser largamente pura.

Pero ella no suscribe al disimulo,

renuncia a los secretos, abdica a los disfraces, reniega de mordazas.

Entonces ya no puede consentir los dolores encrespados,

admitir los vendajes que ciegan las pupilas,

omitir la denuncia.

Entonces se apasiona,

entonces se derrama como un bálsamo tibio

entre todas las llagas rigurosas, entre todo el agravio,

entre todos los odios que invaden la intemperie cuando la vida exhibe

sus colmillos de eclipses y penumbras,

inventa algunas treguas tutelares,

alguna fe propicia que le encienda horizontes a pesar del espanto,

algún síntoma breve de escasas indulgencias malheridas,

un resto de plegaria agazapada

que funde otra liturgia…

pero en el fondo sabe

que algo viene creciendo a través de la pena

que, más allá de la quietud del viento, el hambre anda en jaurías,

que tiene el corazón de pie en las coordinadas del más hondo cansancio,

que tiene el corazón sobre la furia.

De “Desde otras voces – Alebrijes”.

Edición Universidad Tecnológica Nacional.

Noviembre de 2005.

 

Gastón Gori

Pedro Raúl Marangoni nació el 17 de noviembre de 1915 en Esperanza, departamento Las Colonias.  Abogado.  Publicó todas sus obras con el seudónimo Gastón Gori. En la década del ’70 dejó de ejercer su profesión y se dedicó más a la Literatura. Recibió premios y distinciones, entre ellos: 1982 Premio “Aníbal Ponce”; 1983, incorporado como Miembro Correspondiente en la Academia Argentina de Letras.  Fue reconocido “Ciudadano Ilustre” por autoridades de la Municipalidad de Santa Fe y de Esperanza y por su trayectoria fue distinguido como “Ciudadano de Honor” en el Congreso Nacional. Su primer libro: Ensayo “Anatole France”, escrito cuando tenía veintidós años.  Desde entonces hasta el momento de su Último Vuelo, el 17 de noviembre de 2004 a los 89 años, presentó 89 ediciones.

Nacer, vivir.

I

Conocí el aire -seguro- al mismo tiempo

que el dolor;

en el llanto respiré su suavidad,

sin saberlo;

en lágrimas y berridos

estuvo en mí, para siempre.

Si no era de dolor

¿por qué el llanto?

Si no era de dolor

¿por qué para siempre el aire?

¿Algo que no duela

puede más que el aire y el llanto?

Lo conocí al aire, lo respiré

asomando al mundo, y fue también el llanto.

Deseé entonces lo respiro

y sé que existe.

II

Luego fue la luz

-la que no engendra-

y fue mirar,

y callar, y moverse unas sombras

en la luz,

y creer que los ojos dibujan

los contornos del mundo.

¿Existía -entonces-

ese rotundo

trozo de universo?

III

La tierra y su fundamento

sentía a mis pies.

Conocí la tierra;

su dulcedumbre

y la lumbre

del sol que la calienta.

Conocí cómo ensucia su polvo

el rostro

dulce,

el rostro torvo,

y sin embargo es sustancia

y fuerza

como el aire, como la luz.

Desde siempre -del nacer la vida-

siempre el aire, siempre luz y tierra.

Y el amor.

Cercano o lejano el dolor

respirando en la luz o la tierra

o el amor y su belleza.

IV

Conocí el agua

en las primeras lágrimas;

en el principio de la vida estaba.

¡El agua tibia llorada!

Después fue su linfa corriendo,

rápida,

-años veloces dispersados-

y ese bello encontrarla cayendo

en sauces que lloraban,

en las corrientes turbias

o en espumas blancas,

era encontrar el agua

aquella fuera de mí,

y era sentirla, a veces,

otra vez, en las lágrimas.

Y el amor siempre

con su sustancia,

con su fundamento de aire,

de luz, de tierra,

de agua, sí, apenada.

Todo fue respirar el aire,

con dolor;

y ver la luz y pisar la tierra,

y sentir la vida

en las lágrimas.

V

Quizá alguien responda

con palabra y flor,

sobre el fundamento de la vida

y del amor.

Y de lo que inevitablemente nace

 y crece

sufre, ama y muere.

Sábado 25 de abril de 1987.

Publicado en “La Comarca y el mundo”

Diario “El Litoral” de Santa Fe.

El aire, sí el aire.

Amo el aire.  El aire no tiene dueño.

Limpio de especulación.

Lo respira el joven y el viejo,

la novia y el viudo;

lo respira el hombre.

¡Nadie posee un latifundio de aire!

Amo el aire que es del hombre que lo respira,

de la flor abierta en su cubertura transparente,

de la inocencia del niño

inaugurador, a su vez, del mundo.

Lo amo porque no repara en él la novia dichosas

y lo respira, y lo bebe en su sonrisa,

y permanece humilde en sus dulces azahares.

Amo la inconmensurable suavidad del mundo.

Venid aquí, hacia este lado, y marchemos juntos,

sobre la tierra apenas, en el aire casi todo.

Venid donde mi alma está iluminada

y ardida en el aire,

es también vuestro sitio,

el bello, el puro aire de toda la vida,

el aire puro sin precio

que respira el hombre, cada vez más bello:

¡Oyes las proclamas y los gritos del triunfo?

Amo la inconmensurable suavidad del mundo:

el aire que es del hombre,

de la planta, de la flor, del insecto,

de todo el que transita por la vida,

del silencio, la música y el ruido,

del llanto inicial, del estertor de la muerte.

Lo amo en su  inmensidad liviana

que no pesa con la muerte,

ni con la dicha, y el dolor,

ni con la eternidad suficiente del amor.

¡No podéis, ah señores, hacer nada contra el aire!

                     II

El aire agitado y violento

y fuerte de alas infinitas,

es el viento.

¡Vengan todos aquí, unámonos en el viento fuerte

y sintámoslo arrasar los cimientos!

Este es el aire, el que respira el hombre,

y se ha vuelto terrible y justiciero

y arrebata al mundo con su vuelo.

Aquí está el hombre sacudido

en el remolino bravo de la historia.

Respira el aire y lárgate, hermano, en las furias

sacudidas, en los vientos magníficos

que pulen la cara del mundo,

que limpian el rostro del hombre,

su vida levantada en arrebatos tremendos

y hermosos

del aire enriquecido de rabia viento,

de amor aire,

ternura brisa,

tormenta hombre y humanidad libre!

Es el aire,

el manso aire de todos los días,

y este es el viento,

el hermoso viento de la historia,

el viento en el mundo.”

En “Gastón Gori – ‘amigo a perpetuidad’

de Palabras para Compartir” – Volumen 4 – 1990

Ediciones SEPA – Servicio Educación por el Arte.

Los seis caminos

Dije: – Este camino serpenteante entre bosque

y bosque y liana y enredaderas altas,

va hacia alguna parte.

Hice el camino entre bosque y bosque.

Dije: -Este camino al borde del río vasto

a la distancia, entre ribera y ribera

de piedra y pasto

va hacia alguna parte.

Hice el camino de ribera a ribera.

Dije: – Este camino hacia el horizonte limpio

y rojo de luz y fresco de sombra,

y entre luna y sol,

va hacia alguna parte.

Hice el camino entre horizonte y luna.

Dije: -Quién pudiera llegar por el camino

de la luz hacia la difusión del universo,

quién pudiera llegar.

Hice el camino de luz hacia el universo

yendo hacia alguna parte.

Nada había al final de bosque y bosque,

al final entre las riberas

y entre la luz y la sombra de luna y sol,

y me perdí en la difusión del universo.

Pedro hice los cuatro caminos alegremente.

La tristeza agobia al nardo del bosque;

agobia la mortecina luz de la tarde;

corre triste y silenciosa agua

entre ribera y ribera,

y triste es la sombra del horizonte.

Mas fui sin tristeza hacia la tristeza.

Quinto Camino

Dejé lo que entre bosque y bosque

a la sombra de la nada

me llevaba.

Dejé el verdor de las riberas

y sus pastizales altos y piedras,

y las aguas que corrían,

y la desembocadura

y su incertidumbre.

Dejé el horizonte y la anoche

y la luna y el sol que me indicaron

un sendero de luz,

pero hallé la sombra.

El universo inexplicable en definitiva

o demasiado claro en su final

-de hierro y derrota sideral-

dejó de llamar a mi angustia

y a lo eterno y a lo mortal.

Mas hacia alguna parte mi vida

se encaminaba sin saberlo

después de andar por cuatro caminos.

Y caminé hacia el Hombre,

hacia el minúsculo ser en su naturaleza;

y lo vi débil y lo amé

y por ello me amé a mí mismo

en todos los hombres.

No busqué este camino.

El camino se me acercó en el beso

del amor, en el llanto de alguien invisible,

en la alegría de otros

y en mi propia alegría.

Este no es un andar en desconcierto:

es una manera de estar en el mundo

con todos los que buscan justificación,

es estar en el Hombre.

No me conduce a nada más que al Hombre,

no me conduce a nada más hermoso

que el Hombre, y su vida y su muerte.

Este camino me deja estar apasionado

e ilimitado en la esperanza;

este camino es nada más que vivir

y amar y confiar y creer y desear.

Embellecido está con ensueños.

Donde no había nada porque a nada

llevaban los otros caminos,

está el Hombre.

Estamos amándonos y padeciéndonos

nosotros los Hombres.

Y ésta es una obligada ruta sin salida,

y ni siquiera busco evadirla

ni encontrarla.  Me basta haber hallado

y estar con el Hombre..

Y tengo con él bosque y ribera,

horizonte de luz y sombras,

y seguridad en el universo.”

Para “El Litoral” – Santa Fe

Título: Tránsito por los cinco caminos.

El quinto camino.

Sexto camino

Dije: – Más allá del Hombre brilla un sexto camino

de luz, de eternidad, inmensurable,

de vida y de muerte, de misterio o de milagro,

de la nadas en el todo,

o del todo en la nada perfecta.

Intenté el sexto camino de luz,

de eternidad, de absoluto;

intenté el temblor de hallar a Dios,

el más allá de la vida.

Mas lo

hice con orgullo,

-firme en la desesperanza-

y cuando grité la angustia de lo absoluto

lo hice con desesperación;

de rodilla en la tierra,

de rodilla ante el árbol, la flor,

la mesa del pan,

lejos de la eternidad…

Hice el sexto camino sólo en su embocadura,

lo hice, sí, de rodillas

mas lo hice entre riberas

y liviandades del alma.

Dije: -Este es camino para hacer de otra manera,

mas yo la ignoro en su recta luz,

y me enturbio de humanidad soberbia,

amatoria y rendida sin rendimiento.

¿Es todo, en definitiva?

¿Queda algo más en la voz?

¿Queda algo más de sufrimiento?

A ciegas voy por el sexto camino

y esto es un derrumbe de infinito…

En “Canto a la ciudad – Corazón legal de la República” –

“Los seis caminos” – Ediciones Litar, noviembre de 1981.

 

Nidia A. G. Orbea Álvarez de Fontanini

Nació en Santa Fe de la Vera Cruz, en el hogar de su abuela materna Teodora Ramos de Álvarez, en calle Cándido Pujato 2923, el 24 de mayo de 1932. Profesora titular por concurso en escuelas de enseñanza media y técnica de la ciudad. Coordinadora y redactora del Plan de Estudios de la Carrera de Enfermería Profesional mediante contrato de la Universidad Nacional del Litoral (1975-1976), plan aprobado por el Consejo Superior y sin concretarse por cambio de gobierno el 24 de marzo de 1976. Autora del proyecto “Lectocaligrafía inicial” y libro inédito “Cartas de Tío Roberto” (1980-81), bibliografía consultada por autoridades del Ministerio de Educación de la Provincia como consta en el pertinente Boletín Abril-1981. Jefa de Departamento de materias afines hasta 1981. Desarrolló el primer plan de Orientación Vocacional en la Escuela Nacional de Comercio “Domingo G. Silva de Santa Fe” y coordinando con otros docentes, elaboró un proyecto que fue aprobado y distinguido por las autoridades nacionales. Autora del proyecto de creación de la carrera de “Profesorado en Actividades Prácticas y Computación” que modificado y aprobado, significó que esa Escuela recuperara el nivel Superior.  Designada en enero de 1984 Jefa del Departamento de Evaluación del Instituto Superior de Perfeccionamiento Docente, renunció y le encomendaron la Coordinación de áreas de Educación y Cultura del Ministerio de Educación y Cultura de la provincia de Santa Fe (1984-1986), proyecto que había elaborado y fue aprobado en Jornadas y Congresos de la capital santafesina y en Buenos Aires, durante el período preelectoral. Secretaria Técnica del IPA (Instituto Provincial de Arte José Pedroni). Coordinadora del Plan Cultural 1987 impulsado por la CGT Regional Santa Fe y asociaciones intermedias, concretado con servicios a distancia en distintos departamentos. Elaboró ponencias con grupos de docentes para el Congreso Pedagógico Provincial. Integró la Comisión Organizadora Provincial del Congreso Pedagógico e intervino en la redacción del Informe Final (1988). Publicó siete obras pedagógicas, con tres reediciones. Literatura: primer libro editado “Poemas para Tioco”, presentado por el escritor Gastón Gori el 24 de octubre de 1980 en la Sala Leopoldo Marechal del “Teatro Municipal 1º de Mayo” de la capital santafesina. Escribió el prólogo en el poemario “Los Gritos” de Danilo Doyharzábal (1988) y en “Romance de la Ciudad Enterrada” de María Dolores Morcillo de Menvielle (1993). Invitada, ha presentado obras de diversos escritores en varias localidades. Desde principios de la década del ’80 siguió publicando y donando sus obras a estudiantes, docentes y bibliotecas. Las dificultades para editar treinta libros inéditos, la impulsaron a presentar en noviembre de 2004 el Portal “Un lugar para el sosiego y el asombro” desde SEPA ARGENTINA (Servicio de Educación por el Arte) www.sepaargentina.com.ar que abarca aproximaciones al Arte, Ecología, Historia, Literatura, Política… Ha donado a bibliotecas y escuelas, con parte de su obra édita e inédita, cinco CD: 2005 – Decíamos ayer…  Hacíamos ayer… 2006 – Del vivir y vibrar (mayo), Soberanía (septiembre-Mes de la Educación, “A Centro de Ex Soldados combatientes en Malvinas – Santa Fe); Homenaje… al Patriarca de los pájaros – Gastón Gori 1915-2004 (17 de noviembre: El día de los pájaros), en el “Primer Encuentro por el Arte de vivir y convivir”, declarado de interés por la Cámara de Diputados de Santa Fe y por el Concejo Deliberante de la Municipalidad de Santa Fe (iniciativa del concejal Leonardo Simoniello, ex alumno de la Escuela Nacional de Comercio “Domingo Guzmán Silva” de la capital santafesina.

 

Argentina, mi país

Imagen indígena, llena de sombras,

dibujada con perfiles ignorantes,

nacida del horror y del misterio

de una constelación de hombres errantes.

Mi Argentina…

exportadora de talentos.

Cuando en ti fielmente posen la mirada

descubrirán el brillo de tus artes

y la virtud señera de tus hombres.

No más imagen indígena,

llena de sombras…

Asombrarás al mundo

y será la Cruz del Sur

la que siempre marque tu rumbo.

                                                           Octubre de 1981.

Santa Fe de la Vera Cruz, mi ciudad.

Yo te contemplo en esta siesta otoñal

y te veo como antes silenciosa…

mas no hay vestigios de tus casas de adobe,

ni queda lumbre de aquel viejo candil.

Besa tus costas donde echan raíces

el timbó, el ceibo y el laurel;

el caudaloso Paraná, tu río amante,

mudo testigo de tu crecer incesante.

La fina lluvia borra matices,

pero yo advierto que te elevaste,

y que las cúpulas majestuosas de las iglesias

que en ti lucían,

se han eclipsado con nuevas torres edificadas,

que te perfilan ya más moderna

aunque conserves íntimamente,

aún intactas, las más valiosas: tus tradiciones…

que son los himnos de tu cultura;

canto de un pueblo noble y creador

En “Antología Poética Platense”

Edición del Núcleo Literario Platense.

Noviembre de 1982.

Centenario de la Fundación de La Plata.

Entrega de Medalla de Plata a la Producción

Literaria, entregada a la autora, entre otros escritores…

En el lento y largo camino…

Mientras hay hombres que luchan incansablemente

negándose toda tregua,

inmersos en la búsqueda de la verdad,

sobre la cual se edifica la paz…

tantos otros, agazapados y a la par

rondan vestidos de gris,

en oscuros caminos de obsecuencia y deslealtad.

Lento y largo se hace el camino.

Lento y fangoso…

Es difícil para andar, más aún para crear.

Recogen los hombres grises

en papeles a raudal,

no pocas falsas noticias

con calumnias y argumentos,

que disfrazan la verdad.

Y quienes aman la Vida

más para dar que esperar,

antes que ser obsecuentes

desean poder hablar.

Entonces hablando dicen:

¡Oh… mi Dios!

Dadme fuerza para luchar.

Nunca quisieran caer

o negar la realidad.

Dios es justicia final:

entre el lodo y la mentira

fulgurará la verdad.

Siempre habrá hombres que busquen

antes que el bien, hacer el mal.

No nos asuste su grito,

tan solo es ruido, no es un cantar.

Antes que echar a llorar

formemos legiones fuertes

edificando la Paz, sobre bases de Verdad.

En ese otoño del 81, quedaron más signos…

 

o o o o o o

 

El Director General de Enseñanza Normal y especial de la provincia, señor Rafael Figueroa Oliva, generó un proyecto sobre “escuelas rodantes y flotantes” que fue aprobado en el Primer Congreso de Instrucción Pública (San Luis, 1936) y aprobado luego en la legislatura santafesina, fue licitada “la primera Escuela Rodante de la Provincia de Santa Fe destinada al obraje ‘Los Guasunchos’, Departamento 9 de Julio”.  El ministro Dr. Lorenzo de la Torre, los inspectores Ramón Gudiño y Guillermo Fradegrada, apoyaron el nombramiento de Angelita, teniendo en cuenta “la actuación cumplida” en el paraje “El Amargo”, “una casilla de madera que a su vez se dividía en un aula y dos compartimientos de cocina y baño.  El tractor la llevaba de destino en destino, arrastrando además un carrito aguatero”.

 

Angela Peralta Pino

Maestra de los montes,

testigo de los duelos

en duros quebrachales

donde dobló el hachero

su espalda hasta el ocaso.

Silenciosa en la noche

sin dudas, sin temores,

forjaba en cada instante

promesas de alboradas.

Fecunda siembra diaria

de sílabas   y palabras.

La luz de su talento

crecía con los vientos.

Dolor y tempestades

fraguaron su entereza.

Comprendió a los humildes,

optó por la pobreza.

En la mano callosa

de los tímidos padres,

halló el gesto fraterno

de la mano tendida.

En repasos precisos

halló la recompensa

y en silencio encontraba

más miradas amigas.

Crecieron sus sueños

entre claros de luna

y lloviznas matinales,

con asombro creciente.

Recorrió los obrajes

con su liviana alforja

y tras las apariencias débiles

ha sido inigualable su coraje.

Serena reconoció el límite.

Aceptó la prolongada pausa:

guardó los ecos del quebrachal

y el murmullo de voces infantiles.

Fiel a su vocación

no buscó título ni medallas,

como atributos accesorios

a su sublime misión.

  Seleccionado y leído en “Encuentro con las Letras”

Fundación Banco BICA – Santo Tomé

Viernes 3 de septiembre de 1993.

Coordinación y conducción: Myriam Morcillo.

En tierra de esperanzas…

En tierra de esperanzas

germinó la semilla de un jardín anhelado.

En mañanas inciertas

las ramas regalaron sus nuevos brotes.

En siestas apacibles

se tejió la urdimbre de los sueños.

En atardeceres serenos

compitieron realidades y ensueños.

En noches de quimera

creció la cordial confidencia.

Había llegado el tiempo

del vuelo imaginado en cautelosos días.

El siglo celebraba

su tercer lustro henchido de tropiezos.

El camino hacia el sur

era asombro y cómplice promesa.

Con sombras en letargo

los cobijó la noche en la vigilia.

La tala fue el comienzo

del rito de mover maderas olorosas.

Como José en un tiempo,

ensayaron los aprendices nuevos.

                                                                                                                                                                                                      1989

Pasaron los hombres…

Pasaron los hombres

hachando los bosques.

En el ocaso

se prolongaban sus escuálidas sombras.

Quebracho y algarrobo

pino y peteribí

todos sirvieron con su sombra

y vibrando ante la tempestad

conmovieron con su resonancia

proyectada desde un misterioso diapasón.

Otros hombres cargaron lo talado.

Otras sombras ambulaban por los caminos.

                                                                           1995

2006 – “Año de la memoria por la verdad y la justicia”

                              1956

Como en mil ochocientos diez…

hablan los hombres cerca del Cabildo

de hermandad fragmentada y de libertad.

Exilio, desazón. En marzo más persecuciones.

Rebelión en junio, represión y ley marcial

como anuncio del desenlace y los fusilamientos.

                              1976

El eco lúgubre desde el basural…

acosa y despierta al huérfano del ’56

que aún sufre, perdona y no olvida.

Mientras duermen los niños y velan las mujeres

guerrilleros del pueblo secuestran, torturan y matan.

Agobia el terrorismo en pueblos y ciudades.

Voces de orden retumban en los cerros tucumanos.

Miles de disparos, cientos de heridos lejos del hogar.

Agónicos lamentos de Soldados de la Patria.

Es verano. Asesinos claman por justicia y libertad.

Día a día más delaciones y se acelera la diáspora.

La grieta del cincuenta y seis ya es el abismo.

                              2006

Casi como en mil ochocientos dieciséis

siguen hablando los hombres en sus provincias:

de hermandad fragmentada, de independencia.

Dicen desde Buenos Aires: “Año de la Memoria”…

Definitiva ausencia aunque acataron Constitución y leyes:

violentos hermanos los acribillaron cerca del Aconquija.

“Por la verdad y la justicia”, insisten casi distraídos.

Hay un clamor: ¡Honra a las Madres de la Plaza del Silencio!

…por la dignidad que emerge del fraternal amor, sin olvido.

            Sábado 10 de junio de 2006.

               Como hace cincuenta años:

               incertidumbre y desencuentros.

Como hace treinta años:

dolor y confusiones.

Como hace veinticuatro años:

renovada promesa hacia el encuentro

               A Víctor Hugo Vargas,

               por sus “maneras de luchar”

 

Giovanna Mogno de Cimino

Nació en Padova (Italia) y reside en Santa Fe de la Vera Cruz, República Argentina. Egresada de la Escuela “Dante Alighieri” de la capital santafesina, donde luego se desempeñó como Profesora de Italiano. Realizó estudios superiores de Lengua en la Universidad de Córdoba. Participó en diversos cursos de Perfeccionamiento Docente y de Relaciones Públicas. Ha sido Profesora de Italiano en la Escuela Nacional de Comercio “Domingo Guzmán Silva”; en el Colegio Nacional  “Simón de Iriondo” y en el Instituto Privado de Educación Integral “Leonardo Da Vinci”.  En noviembre de 1991 presentó su poemario “Campanas de Navidad”.  Con auspicios del Vice Consulado de Italia en Santa Fe y de Distribuidora Litar S. A., el 16 de abril de 1993 presentó su poemario bilingüe “Finestre Aperte – Ventanas Abiertas” en la sede del Jockey Club de Santa Fe, Ciclo Artístico 1993.

Ya es tiempo

Es tiempo de reflexionar:

de ponerse alas y de intentar volar;

de tratar de planear; de observar

el mundo, de ver si hay algo

que aún mínimamente

podamos ayudar a cambiar;

para bien, no para mal.

Es tiempo de comenzar a pensar

que siempre hay alguien esperando

la sonrisa que le podamos brindar.

Roguemos

Antes que

comencemos a hacer

de alegría un derroche…

Roguemos

para que a todos los hombres

se les haga más clara su noche.

De “Campanas de Navidad”, 1991.

Nunca castillos en el aire

Que nunca te alcance la pereza,

no te doblegues ante la injusticia

y haz del amor un himno de vida.

Que la adversidad, te sea siempre

contraria;

constrúyete una casa

con grandes bases, sólidos cimientos…

Y bien aireada.

Una estrella

Mira…

te regalaré una estrella;

de todas,

la que te parezca

más bella.

Solo que debes

hacer algo

para llegar a ella.

Mirar dentro de ti

y todo lo malo,

si lo hubiera, sacudir.

Consolar a quien

tuviera un dolor y

defender siempre el amor.

Te regalaré una estrella,

podrás tomarla,

es justo… aquella.

Solo que debes

hacer algo

para llegar a ella.

De “Finestre Aperte – Ventanas Abiertas”

Marzo de 1993.

Horacio Guarany

Heráclito Catalín Rodríguez ha reiterado: “nací en el Chaco santafesino, me anotaron en un pequeño pueblito llamado Las Garzas, mi padre fue uno de los tantos argentinos que dejaron su vida y sudor hachando montes por la zona de Intiyaco, Guasuncho Villa Guillermina, Lanteri, Las Garzas y vaya a saber cuántos lugares que quedaron desolados, convirtiéndose esas tierras en páramos eternos por culpa de la desangrante Compañía taninera “La Forestal” Argentina, nombre que nunca pude comprender, por cuanto los beneficios que dejaba esa tala indiscriminada y brutal iban a parar a Inglaterra, y ése fue uno de los tantos males que ha sufrido nuestro país a lo largo de su historia.”  Ha expresado también: “Mi madre era chacarera y arrancaba con uñas y dientes con su arado a mancera y bueyes flacos algo de maíz para poder criar a sus catorce hijos, a los que Dios había mandando, aunque alguien en camino les había robado el pan que dicen suelen traer bajo el brazo.”   Es ineludible destacar que no ha sido por casualidad que a Heráclito Rodríguez lo reconozcan por su seudónimo: Horacio Guarany y tampoco que haya sido distinguido en distintos continentes por sus obras y su canto.   Peregrino por voluntad para expresar sus sentimientos y para lograr la resonancia de su canto y también andariego por necesidad, cuando la violencia durante la década del ’70 lo obligó a emigrar.  No ha sido por casualidad que desde Madrid, en 1978 haya necesitado escribir lo reiterado en su libro La Creciente: “Y después, ahí cerquita nomás, / como si nada hubiera pasado desde entonces, un largo y triste vino de Alto Verde me da una puñalada / que me duele en los huesos y en el ama! / Y sigo amando, y sigo recordando, y sigo volviendo cada siesta. / ¡Tan lejos! / Hace calor aquí, pero es distinto.  / Mi corazón, mi torpe y porfiado corazón, vuela en la siesta / de este domingo tan español y antiguo, como un perro triste / que siempre va a echarse a su rincón. / Allá mi corazón, aquí mi pena, aguardando en Madrid que zarpe el barco / hacia la infinita riqueza del origen y el árbol nuestro, con la raíz adentro, ¡bien adentro de la tierra! / ¡Ay mi tierra! / Madrid, 1978”.   El 18 de agosto de 2001, en su hogar en Plumas Verdes, a las 9 y 15 minutos, escribió: “…Tú que todo lo tienes, que acumulas todo y que todo te sobra, mira hacia adentro de tu tierra, mira alguna vez tu país y piensa si su dolor no es más importante que los tours que te aburren por el mundo y dedícate aunque sea unos segundos a encontrar la forma, la manera, el ingenio de sacar tanta miseria y soledad en medio de la abundancia mal habida y derrochada; destapa los tachos donde arrojas las sobras y basuras y verás cuánto se podría hacer si el reparto fuera un poquito más parejo.  / ¡Piensa! ¡ Piensa, hermano! ¡Piensa antes de que llegue la tormenta! ¡Piensa! / Piensa con la mano en el corazón, no en el bolsillo! / Amen.”  Es  oportuno reiterar lo expresado por este destacado santafesino en la contratapa de su libro La creciente (Alto Verde querido). “Santa Fe querido: la vida a veces nos suele jugar travesuras y nos obliga a emigrar a otros lares dejando no sólo el calorcito del nido sino también toda esa inexplicable variedad de cosas queridas de la niñez y de la infancia.  Yo fui uno de ellos: te dejé cuando empezaba a volar y necesitaba más cielo, más espacio; pero nunca te olvidé, nunca dejé de sentirme santafesino y muchas veces, recordándote en lejanos países, sin que lo sepas, tu solo nombre me arrancó una lágrima y un largo suspiro de añoranza.  Esa humilde lonja de arena generosa, el Alto Verde, que nunca pregunta qué traes sino qué necesitas, ocupó más de una vez mi memoria reflejada en una canción o un poema.  Ahora te alcanzo mis recuerdos de lo vivido allí: cómo fue o cómo me hubiera gustado que fuera, a veces son sólo sueños míos de recuerdos que no mueren ni morirán jamás. / Te abraza fuerte / Horacio Guarany – Plumas Verdes, Luján, 2005.”

 El gobierno de Santa Fe, el viernes 19 de mayo de 2006 lo ha reconocido como Embajador Cultural de Santa Fe durante el acto realizado en el despacho del gobernador Ingeniero Jorge Obeid. Dijo entonces lo que una vez más fue un llamado de atención acerca de las responsabilidades

Desde los tiempos lejanos…

Desde los tiempos lejanos,

desde los lejanos tiempos,

el hombre vive sediento

por la riqueza alcanzar,

la riqueza es trabajar

y dar los frutos al viento.

Cosechar mieses y espigas,

dorar el hierro en la fragua,

que corran libres las aguas

regando todos los campos,

cubre a mi patria un gran manto

¡y tiene rota la enagua!

La riqueza no es tener,

riqueza es tener y dar

porque quien no sabe amar

no puede amores pedir,

rico es quien puede sentir

la inmensa dicha de dar.

Puede el hombre hasta esquivar

el bulto si le parece,

pero el árbol que no crece

frutos no debe esperar,

desde adentro de la mar

salen los mejores peces.

Ciego el hombre en su ambición,

cierra el puño y acapara,

no ayuda a nadie ni ampara,

echa oro a su rincón,

la tierra tapa al cajón

la rueda gira y no para.

Hay gente que gana mucho,

sin trabajar siempre cobra,

parásito que ruin obra

con una pasión tan alta,

justo lo que a uno le falta

es lo que al otro le sobra.

De “La creciente (Alto Verde querido)

Edición Universidad Nacional del Litoral

Septiembre de 2005

Nilda Olga Visentín de Robert

Nilda Olga Visentín nació el 13 de mayo de 1929 en Santa Fe de la Vera Cruz. Docente y poeta. “Publicó sus obras en diarios y revistas argentinas, de México, Canadá y España. Algunos poemas fueron incluidos en selecciones y antologías: Selección poética I  y II (Edición del Rotary Club de Santa Fe.) / Antología poética argentina. / Un siglo en la poesía Argentina; Creadores literarios argentinos. – Antología 1 El amor en la Poesía Argentina, edición del Fondo Editorial Bonaerense dirigido por el escritor y editor Oscar Abel Ligaluppi. Participó en exposiciones de Poemas Ilustrados.  Integró la comisión Directiva de la Asociación de Escritores Santafesinos (ASDE) y fue administradora de la Gaceta Literaria, revista de literatura de difusión periódica editada por esa institución fundada en octubre de 1955.  No fue por casualidad, lo destacado por nuestra querida amiga Nelly Borroni Mac Donald  (nacida el 20 de octubre de 1929 y fallecida el 1º de diciembre de 1985):  ‘Lo que ocurre en Nilda puede aflorar en cualquier instante sin calendarios mediadores. Necesita contar, doler, reconvenir, abrazar, compartir y colocar otro cubierto en su mesa, porque sabe que el nuevo comensal traerá el paliativo para su sed de diálogo.’ Una señal acentúa los rasgos del esbozo de su perfil: en el primer tomo de Quien en ella en Santa Fe, editado en noviembre de 1995 por Gloria von Mende de Bertero -santafesina residente en Buenos Aires- se incluyen referencias a su trayectoria y es oportuno reiterar dos párrafos: ‘Supo ganarse por su actuación, cordialidad y por su responsabilidad en el ejercicio de sus funciones, cariño y respeto. Dos meses antes de su muerte, ocupaba el cargo de administradora de la Gaceta Literaria de Santa Fe, donde demostró una vez más su dedicación al oficio que amaba.  Al solicitar sus datos, nos adjuntó -en acto generoso-, los de Nelly Borroni Mac Donald, segura -dice en su carta- ‘que la trayectoria de Nelly será apreciada por usted’.  Nilda Olga Visentín falleció el 17 de febrero de 1988, en su ciudad natal.  Al año siguiente, la ASDE y la comisión administradora de la Gaceta Literaria organizaron un homenaje en el día del escritor -colocación de una placa recordatoria en su tumba-, y en esas circunstancias, la escritora Nora Didier de Iungman dijo: ‘Sabemos que el espíritu de Nilda (su calidez, su humildad, su vocación para el amor), preservará unido a cada uno de nosotros y a la entidad -ASDE-, a la que perteneció durante tantos años dando lo mejor de sí para poder reunir a todos los que están por la palabra’. Distinciones: A partir de 1970 recibió diversos premios y distinciones, entre ellos -Premio en el concurso anual “Ciudad de Santa Fe”. / Primer Premio en el “Centenario de Santo Tomé”. / Medalla de oro y diploma de honor en el Concurso anual “Ciudad de Santa Fe, en 1972. / En mismo certamen, Medalla de Plata y Diploma de honor. / “Pluma de Plata” en el Concurso Anual Nacional de Poesía… Algunos títulos de obras publicadas:  1975: – Desenraizando voces (Con otros escritores) / 1976: – Mayo al mediodía. / 1978: – La rosa cautiva y la llama.”

Poeta

Fugitivo de materia y tiempo

encadenó sus días a un mundo

sin calendarios.

Resignó los sorpresivos vitrales

de sus desmanes,

al dulce veneno de la eterna búsqueda,

sin haber logrado ajedrezar

los no y los sí.

Como el poeta existió

al abolirse sujeto

subsistió su verso.

De “La Rosa cautiva y la llama”. 1978.

Poema nuevo

Cuando alguna vez escriba un poema

su perímetro encerrará tu voz

que recorrerá los infinitos de mi piel

como la crucifixión de una fogata joven

y un dolorido interrogar

sembrará de tempestades mi memoria

que sin violar la materia

habitará el fuego.

Cuando suba la flor sobre el estiércol

y la luz y el calor de tu ecuador me llegue,

el aliento del pan dorado me cubrirá

entonces

despertaré asombrada

al ver crecer la carne corroída

por la mañana verde.

Quizás así

tu voz y mi corazón emprendan la tarea

de encender la chispa

de un nuevo poema.

Seleccionado y publicado en Antología 1.

Serie “El amor en la poesía Argentina”.

La Plata (Buenos Aires), Fondo Editorial Bonaerense

dirigido por el poeta Oscar Abel Ligaluppi.

Marzo de 1983, p. 261.

Juan Carlos Gruski

La poesía

Ansiedades del poeta es la poesía,

que corre raüdamente por sus venas,

azul, marrón, verdes o rojas las venas

policromo la luz de la luz de la poesía…

Estremecer de amor es la poesía,

con sentimientos dispersos en las venas;

conmoción entre la sangre de las venas,

como diosa se yergue la poesía.

Alumbra con la fuerza de la vida;

duele su transcurrir entre la vida;

sueña por los altos sueños del poeta.

Es dulce sufrimiento la poesía;

es esencia del canto la poesía

y nunca morirá, mientras viva un poeta.

El poeta

El poeta es el alquimista de palabras;

Demïurgo humano de lejanos tiempos;

esencia del polen de todos los tiempos,

preso que libera en las palabras.

Él sueña con el mar y en las palabras,

capta amor, dolor, suceso de los tiempos;

en sus venas no se detienen los tiempos,

cumple con todos los ritos de palabras.

El poeta sufre en lágrimas y palabras;

corre sobre la violencia de los tiempos,

con sus inofensivas armas de palabras.

Se lo ve caminando sobre los tiempos,

iluminado, brindando sus palabras;

testigo inmutable de todos los tiempos.

En “Palabras para compartir…” Vol. 2 – 1989, p. 41-42

SEPA (servicio de Educación por el Arte)

Porque…

Porque camino

entre las sombras

de la angustia,

urgencias y exigencias,

busco la luz de tu amor;

la serenidad de tu alma;

la tolerancia de tu ser!…

Armonía

Cuando camino

este sol

y me hundo

en la armonía de la luz,

sé que tus manos

acarician mi vida;

siento que tus labios

besan mi tiempo…

En “Palabras para compartirVol. 4 – 1990, p. 47.

Septiembre: Mes de la Educación.

Octubre: Mes de la Familia.

SEPA (servicio de Educación por el Arte)

 

Abel José Cuevas

Abogado. Juez. Poeta. Se desempeñó en la Inspección Regional Litoral del Consejo Nacional de Educación Técnica con sede en la capital santafesina. En 1977 publicó el poemario “Cosecha Del Día… Cosecha Diferida”, dedicado a su esposa, a sus hijos Danilo Abel y Miguel José Carlos y a “La Capital” de Rosario.

Oración

Pueblo mío que estás por los suelos,

angustiado por tantos gobiernos,

y que otrora salvaras a pueblos,

que Dios te bendiga.  A tus pies,

yo me postro y rezo:

“Recuerda, Argentina, que somos tus hijos,

que también los otros lo fueron, los grandes,

y en honor a ellos, de tu misma sangre,

te imploro, te exijo, madre de mis hijos,

que luches,

¡que no te acobardes!

No busques en otros lo que tú ya tienes;

no esperes que nadie hoy venga a salvarte.

Sé tú misma, ¿quieres?

Y arroja terrible del solar nativo

a quienes mancillan

el amor fraterno,

y tapan tu cielo con un simple harnero…

Argentina mía, madre de mi pueblo,

yo no puedo verte

postrada en el suelo.

Pueblo, pueblo mío,

si ella no puede…

levántate y anda,

¡levántala al Cielo!

En “Cosecha Del Día… Cosecha Diferida”.

Diciembre 1977.

Nilda Binetti de Biamino (Chela)

Nilda Binetti más conocida como Chela Binetti “rememora que su primera maestra -en primero inferior y superior, en la Escuela Normal ‘General José de San Martín’, en la capital santafesina-, fue la señora Anita Pascualini de Di Filippo, mujer cariñosa y responsable que dejó señales perdurables en su espíritu”, esposa del político, periodista y escritor Luis Di Filippo.  Terminó el nivel primario en la Escuela Provincial Nº 1 “Domingo Faustino Sarmiento” con la distinguida maestra Angela Trento de Cagnolatti.  Siendo estudiante del nivel secundario ejercía como profesor de literatura el escritor Di Filippo y de ese tiempo suele reiterar una anécdota referida al “apodo” que empezó a expresar para nombrarla y que aún pronunciaba tras haber egresado.  Ya viudo y viviendo en la casa del sur de la ciudad capital, “Chela se animó a entrevistarlo en ese lugar, porque quería leerle un soneto.

El distinguido ensayista, sorprendido le dijo: ‘-Yelo… ¡un soneto!’…”  No fue por casualidad que tiempo después, Di Filippo publicara sonetos de Chela Binetti en las primeras páginas de “Gaceta Literaria”, la revista de la ASDE (asociación santafesina de escritores) que presentó el 1º de junio de 1981 y dirigió hasta su último tiempo.  Destacados músicos adaptaron sus poemas para diversas composiciones: “El hachero” con ritmo de “guarania” es obra del destacado maestro de vocación y artista Juan Carlos Dávila, residente en la ciudad de Santo Tomé, provincia de Santa Fe.

El hachero

Gime el quebracho en el hacha

hachero del norte santafesino

tiene grietas en las manos

los ojos que miran fijos

fornido, de piel morena

es este gaucho argentino.

Trabaja, duro trabaja

para alimentar a sus hijos;

cuando el sol despunta, pasa

hacia el monte su destino.

Canta bajito su copla

Que-bra-cho pan y ta-ni-no

El vino que lo acompaña,

las alpargatas su sino

las bombachas batarazas

quebracho, pan y tanino.

Esa vieja casa

Hoy he ido a la casa rosada

y en el fondo vi el duraznero

que en agosto se viste de enero

con follajes en flor nacarada…

“Cascarón de humedad su fachada”

aún florido el malvón del cantero,

y la puerta que aquel carpintero

construyó con sus manos ajadas…

Hoy he ido a la casa rosada

a escuchar en silencio sus voces

que me traen nostalgias pasadas;

que me dejan del tiempo sus roces

como cuentas de perlas gastadas,

gota a gota en días de goces…

Publicado en “Gaceta Literaria” Nº 58

con Dibujo de Richard Pautasso.

Leoncio Gianello

Nació el 12 de septiembre de 1908 en Gualeguay (Entre Ríos).  Maestro Normal Nacional. Estudió Abogacía en la universidad Nacional del Litoral. Luego recibió el título de Doctor en Ciencias Jurídicas y Sociales, “fue profesor de Historia en la Escuela Superior Nacional de Comercio “Domingo Guzmán Silva, entre otras. Residió en Santa Fe de la Vera Cruz; desde ese lugar difundió la mayor parte de su obra y por eso se lo incluye en la nómina de escritores santafesinos. En 1939 participó en los actos del cincuentenario de la fundación de “Las Rosas” y tras esas vivencias escribió el “Himno a Las Rosas”.  Co-fundador de la ASDE (asociación santafesina de escritores) en octubre de 1955; ejerció diversas funciones en sucesivas comisiones y fue Presidente. Dedicó la mayor parte de su tiempo libre a la investigación histórica y a la elaboración de sucesivos ensayos. Desarrolló diversos enfoques sobre la vida del general José de San Martín, publicados en diarios de distintas localidades y en revistas literarias.  Por esa fecunda labor le otorgaron las Palmas Sanmartinianas que es el máximo reconocimiento de la Academia Nacional  Sanmartiniana.  Integró la Academia Argentina de Historia y la Junta Provincial de Estudios Históricos de Santa Fe. En su provincia natal, recibió el máximo premio por su Canto a Entre Ríos y tiempo después, el Gran Premio por el Canto a San Martín. Ha sido Miembro de Honor de la Asociación Entrerriana General Urquiza de la Capital Federal. En Madrid, en 1966 inauguró el Instituto Español Sanmartiniano y luego fue declarado  Miembro de Honor.  En la capital española, dirigió el Colegio Mayor Argentino “Nuestra Señora de Luján”. Durante distintos gobiernos de facto, asumió las funciones de Ministro de Educación y Cultura en la provincia de Santa Fe y en Entre Ríos. Integró el grupo “Espadalirio” -junto a Gastón Gori, Fernando Birri, Miguel Brascó, Victorino De Carolis, encargado de las ediciones… Fue uno de los fundadores de la ASDE (Asociación Santafesina de Escritores), en la primavera de 1955; integró sucesivas comisiones directivas y fue electo Presidente. A fines de la década del ’80 realizó un viaje a España y revisó documentos del Archivo de Indias para completar diversos trabajos. Algunas de sus obras editadas: 1945: Novia y el día. (Edición Espadalirio) / 1948: Florencio Varela. (Buenos Aires, Editorial Kraft.) / (Se ha reiterado que la aceptación de aquel primer libro prácticamente significó su incorporación en la Academia Nacional de la Historia, institución donde fue electo vicepresidente en varios períodos.) 1966: Historia del Congreso de Tucumán (Adhesión el sesquicentenario de la declaración de la Independencia – 9 de julio de 1816). / Belgrano y otros ensayos (Santa Fe, Editorial Colmegna) / 1982: Casi antología. (Durante un diálogo me reveló que él quería otro título: Cuenta saldada porque con esa edición después de varias décadas cumplía con la promesa de editar poemas, pero como suele suceder prefirió aceptar la sugerencia de sus amigos.) / 1992: Doce ensayos (en la misma editorial).  Ricardo Levene… – El poeta Luis N. Palma – La idea de continentalidad – El gran ausente de Ayacucho – Bolívar en Madrid – Temario de Epifanía – El ambiente histórico en la época de Dante – El… Plan  de Aranda – Iberoamérica en el día de la raza. – Los caminos de la Revolución – Fray Mamerto Esquiú – Evocación Bolivariana. Fue reconocido como ciudadano ilustre por la Municipalidad de Santa Fe. Falleció el martes 22 de junio de 1993, tenía 84 años. En los actos del 9 de julio de ese año, organizados por la Municipalidad de Las Rosas le rindieron un homenaje.  La ASDE, asociaciones de escritores con sede en la capital convoca al Concurso “Leoncio Gianello” como reconocimiento a su trayectoria.

Himno a Las Rosas

Esta tierra poblada de escuelas,
en la que el trabajo dice su canción,
donde vuelca el cereal su abundancia,
es la misma que Kemmis sonó!

Esta tierra de hermosas mujeres
¿Acaso le dieron el nombre de flor?
Esta tierra vestida hoy de fiesta
es la misma que Kemmis soñó!

Es Belgrano Patrono de Gloria,
es la virgen Patrona de Fe,
marchemos haciendo el Futuro
con las recias virtudes de Ayer.

Hoy, el precio en riqueza agranda,
al desierto, ha vencido la mies,
y Las Rosas, pueblo de Esperanzas,
entona al progreso su canto de fe…!

En la vieja y lejana Inglaterra
fue que Kemmis un día encontró
dos heráldicas rosas de guerra:
la Roja de Lancaster, la Blanca de York;
las reunió con visión de profeta
en esta otra patria que su alma sintió
y de un sueño de Paz y Progreso
el pueblo de Las Rosas nació!

Es Belgrano Patrono de Gloria,
es la virgen Patrona de Fe,
marchemos haciendo el Futuro
con las recias virtudes de Ayer.

Las Rosas, departamento Belgrano.

Lugar reconocido en 1863 como “Los Esteros”,

abarcando aproximadamente dieciséis leguas cuadradas.

Denunciados al año siguiente por la señora Melania Dagot de Ángeles,

fraccionados y vendidos, luego los hermanos Alfredo y Enrique Dickinson

 establecieron allí la Estancia “Las Lomas”, origen del pueblo

cuyos planos fueron aprobados mediante decreto

del 5 de diciembre de 1888, tiempo de la inauguración de la línea

del F.C. Central Argentino desde Cañada de Gómez a Gálvez.

En esas circunstancias, el inglés Guillermo Kemmis fundó en 1889

el pueblo “Las Rosas” con aprobación oficial el 15 de febrero de ese año.

La rivalidad se acentuó al ser habilitado al año siguiente el segundo tramo

 y una calle separaba ambos pueblos, es el actual Bulevar Santa Fe.

Kemmis logró imponer sus influencias para que nombraran a la estación

como a su pueblo: “Las Rosas”. El 25 de enero de 1892 se estableció

la Comisión de Fomento; el 14 de septiembre de ese año el gobierno

mediante un decreto estableció la fusión de los pueblos Las Lomas y Las Rosas,

se cumplió así otro “sueño” del inglés William Kemmis.

En decreto del 30 de agosto de 1967 fue reconocida “Ciudad”.

 

Leonor Naón de Valdivieso

Nació e Coronda, departamento San Jerónimo, su lugar de residencia. Obtuvo el Primer Premio en Poesía otorgado por el Círculo de Mujeres de Acción Católica de la ciudad de Coronda en el Certamen “Palabras a mis nietos”. Mención especial en poesía de Editorial Pegaso de Rosario. Colaboradora honoraria en la Biblioteca Popular “Cnel. José Rodríguez” de Coronda por participación en cuadernos “Rescatando el pasado”. Primera Mención de honor en categoría Cuento Certamen organizado por la Biblioteca Popular “Gral. San Martín” de San Cristóbal. Integra la primera Antología alusiva a la Gesta de las Malvinas editada en 1988 por el Departamento de Educación y Cultura de la CGT Regional Santa Fe, Secretario general Raúl Sarla, coordinadora Zunilda Ceresole de Espinaco; presentada en el Centro Cultural Provincial el 8 de junio de 1990. Publica su obra en diversos diarios y revistas de la región, entre ellos Gaceta Literaria (edición de la Asociación Santafesina de Escritores con sede en la capital provincial); diario “El Territorio” de Resistencia (Chaco); publicación del Club de Leones de Coronda; periódicos “Caminos y Costero” de Coronda…

Humanidad de sueños desvelados

Sigilosamente sigue pasando

la senda sin fin de los recuerdos,

el silencio es la quietud que abruma:

fragancia marchita del olvido.

Altares en ruinas, ceniza y herrumbre,

los días son escombros.

Sed y angustia que no es posible

compartir con nadie,

sabor de lo que definitivamente ya no es.

Aguas turbulentas bajo una superficie serena

en este afán de pretender horas

que sólo traen ausencias.

Tan sólo breves instantes, huidizas armonías

Como las huellas de alguien que pasa

y desaparece a lo lejos.

Poder creer: como se cree

en la inocente ingenuidad de un niño,

que sigan importando las cosas cotidianas,

el tibio sol, las sonrisas, una esperanza,

aprender a contener una lágrima

y acostumbrarse a los sueños desvelados.

Detener la mirada en el vuelo de una paloma,

elevar los ojos para no olvidar el cielo

y guardar en el alma un poema sentido.

En “Palabras para compartir…”

Vol. 4 – Octubre de 1990 – “Mes de la Familia.

Edición SEPA (Servicio de Educación por el Arte)

Al río Coronda

Momento de serenidad

calma que parece flotar

en silencio de eternidades.

Río que guardas en viejo arcón

todo lo bello de tu paisaje.

Juncos sedeños en la ribera

Bañándose desnudos en agua fresca,

suave caricia marcada en ondas.

Rumor de ensueño en el aire,

rítmico vuelo de nívea garza.

Sauces de caídas ramas

lloran un temblor extraño

con raíces hundidas.

Ondulado reflejo verde y cielo

siempre igual y diferente

en acción mansamente hipnotizante.

Ternura del alma por tu adiós continuo

y el encanto dormido de tus aguas

que abre el sol con su llave de colores.

Emoción transfigurada en el verso

sentido… espiritual…

como una pena.

En “Palabras para compartir…”

Vol. 5 – Edición: Noviembre de 1991

SEPA (servicio de educación por el Arte)

Lidia Esther Lobaiza de Rivera

Nació en Coronda, departamento San Jerónimo, provincia de Santa Fe. Maestra Normal Nacional.  Profesora de Castellano y Literatura. Poeta y cuentista.  Participó en varios salones de Poemas Ilustrados, en Antologías orales y fue seleccionada para ediciones de Antologías en la capital provincial, en Rosario… Integra la primera Antología de Poemas alusivos a la Gesta de las Malvinas, edición de la CGT Regional Santa Fe durante la gestión del secretario general Agustín Sarla, coordinación a cargo de la escritora Zunilda Ceresole de Espinaco. En 1987, Premio Medalla de Plata e inscripción en el “Libro de Oro” de la Biblioteca Popular Cnel. José Rodríguez de Coronda, poema “Canto de Aniversario”.  Integró Jurados. Ha participado en Ferias del Libro de distintas localidades disertando sobre su obra y la de diversos autores santafesinos. Por su trayectoria recibió varios Premios. Reconocida como Ciudadana Ilustre en la ciudad de Coronda.

Novia de Océano.

Se fueron, con cifras de soldados,

con sus caras de ángeles,

cargando,

sin saberlo,

sus maderos…

ay!

               mi niña Malvinas:

qué caro van a pagar el amor que te profesan…

ay!…

               la niña

                     tan niña

                              perdida en el océano…

La primera explosión:

                     es el espanto,

ojos de sombras partidas,

agrandándose

en las órbitas sepulcrales de la noche,

sangre delgada,

corriendo

como hilos de lágrimas,

sobre la turba desconocida y fría.

ay!…

sus manos, sus piernas,

sus brazos, sus cabezas,

cada una

                     de sus jóvenes células futuras

yaciendo

bajo un cielo

                     de grises pinceladas,

irónicas cejas de la muerte…

Después,

                     se agrandó el eterno silencio,

aguardando

el lejano sollozo de todo un continente…

semillas de rocío

transmutadas en hombres

por un ocaso de guerra inexorable

arrasando

en huracán de miedo y sacrificio

el recuerdo celeste

de aquella otra tarde

rebosante de luz

de primaveras

cuando el ósculo de niño-adolescente

hacía vibrar la savia nueva…

ay!…

               mi niña Malvinas,

qué precio están pagando

por envolver tu inmaculada geografía

                     en la bandera,

y llevarte,

                     en la flama ritual de la victoria

hasta el mapa incompleto de esta tierra…

Allí quedaron…

                     en cuerpo y alma

flotando en las brumas heladas,

en vuelos de albatros sin retorno…

allí reposan

                     sus gestos, sus vigilias,

                     sus miradas, sus rezos…

como una nueva riqueza

                     para ese suelo que buscaron:

de cara al atropello,

de frente a la desgracia,

como un clarín de Patria,

gritando su verdad,

galopando

                     los invencibles caballos de la historia.

ay!…

               mi niña Malvinas:

en nombre de las madres,

en nombre de mi pueblo…

cómo te estoy llorando!…

No te olvides

                     Malvinas

                              de sus huesos

volverlos debes en cenizas claras,

encenderlas como insignias

                                         en los pechos

para que sean fragancias en un latido,

en la resurrección vital de la esperanza…

ay!…

               mi niña Malvinas…

                              un deseo…

                                         un anhelo…

                                                    una plegaria…

No te olvides de ellos,

los que por ti murieron…

no te olvides de ellos:

también son ARGENTINOS…

En “Palabras para compartir…” Vol. 5

Ed. SEPA – Presentado el 18-10-1991

Museo “Rosa Galisteo de Rodríguez” de Santa Fe

 

Nelly Borroni Mac Donald

Nació en Santa Fe, el 20 de octubre de 1936. Poeta, narradora.  Documentalista, guionista de televisión.  Dirigió la revista literaria “Apertura” y logró editar varios libros de autores santafesinos. Durante varios años Jefa de la División Producción del Centro Provincial de Tecnología Educativa. Recibió premios y distinciones. 1968: Primer premio Salón de Poesía y Grabado organizado por la Dirección de Cultura de la Provincia de Santa Fe y “Premio Ciudad de Santa Fe”, organizado por la biblioteca Municipal. Obra édita: 1970: “Plural” (poemas – Primer Premio) 1972:  “Operación olvido” (cuentos, Premio Municipal). 1974: “En la víspera” (poemas, Premio Poesía otorgado por ASDE). 1981: “Tiempo recopilado”, volumen 8 del Fondo Editorial de la Provincia de Santa Fe, editado en 1984.  Ediciones colectivas: 1967 “13-19”; 1969 -”Provincia poética”, edición de la Dirección de Cultura de la Provincia de Santa Fe; 1970: “Poesía más poesía”; 1977 – “Cuentistas provinciales” edición Fondo Editorial de la Provincia de Santa Fe; 1979 -”Antología de cuentistas argentinos” y 1980 -”Cien años de poesía argentina”, ediciones del Fondo Editorial Bonaerense.

Inició su Último Vuelo el 1º de diciembre de 1985.

Diálogo

I

Me sumo

a todo lo que signifique

gritar

avanzar

interpelar

a todo lo que nunca

se detenga

se aplaste

se deforme

pero te pregunto:

¿Adónde vamos?

                     II

Hermano,

tu vida también tiene

un pueblo con historia

para gritar tu orgullo

para llorar

para escribirla

para compararla.

Tienes una geografía

donde los ríos

también se llaman ríos

donde hay peces que viven

y se multiplican

de la misma manera.

Tienes una tierra

con épocas de lluvia

de siembra

de cosecha

de espera.

En tu pueblo hay calles

y casas con puertas y ventanas

con hornallas

manteles

y relojes.

En tu pueblo

también lloran los niños

cuando nacen

y siguen llorando

como en todas partes.

En tu pueblo

hay alguien que manda

y muchos que obedecen

cantidades de papeles

que no se leen

y de palabras

que no se escuchan.

En tu mapa

el sol también sale

por el este

y el horizonte engaña

por todos los extremos.

Los árboles siguen

midiendo el tiempo

con las hojas

los gallos

se cuentan cosas

todos los amaneceres

y el cielo

sigue siempre arriba

muy arriba.

…………………………………………….

De “Tiempo recopilado” (1981)

Vol. 8 – Fondo Editorial de la

Provincia de Santa Fe.

Casi nada

…Y aunque yo tengo poco

casi nada,

descubrí la ilusión de una ventana

un regalo de un árbol

y un poquito de cielo,

un rectángulo azul o gris o verde

con un guiño de ramas

y de tiempo.

Un asombro de nubes y de viento

un capricho de sol

quizá de lluvia

un rectángulo lleno de sonidos

que es como un ojo del color del tiempo.

…Y aunque yo tengo poco

casi nada

todos los días abro la ventana

y me crecen dos alas en el alma.

Abre la puerta

Abre la puerta hermano

y hazte viento,

y saldrá de tu casa lo

que tienes

y entrará hacia tu casa

lo que existe.

Abre la puerta hermano

y hazte sueño.

Intentos

Tengo que revivir

y no sé cómo

tengo que renacer

y no me encuentro.

In Memoriam…

En “Palabras para compartir…” Vol. 1 – 1989

SEPA (Servicio de Educación por el Arte)

Hugo Mandón

Hugo Mandón nació en 1929 en Larrechea, departamento San Jerónimo,-provincia de Santa Fe, República Argentina. Co-fundador del Grupo “Adverbio”  junto a Gastón Gori, Miguel Brascó, Muñoz Unsain, Francisco Paco Urondo y José María Cocho Paolantonio, entre otros.  Primer presidente de la SADE (Sociedad Argentina de Escritores, filial Santa Fe).  Dedicado al periodismo, elaboró libretos y participó en programas de LT 10 “Radio de la Universidad” Nacional del Litoral. Esposa: Nydia Ferrari; hijos Laura Susana y Héctor Manuel.  Libros editados: “De la isla triste” / “Vengo de andar país” / “La gente y su sombra” / “Sutil  y de aguas dulces”, poemas inéditos que la escritora Silvia Braun de Borgato seleccionó para la publicación realizada con la colaboración de Horacio Rossi, después de su Último Vuelo desde Santa Fe de la Vera Cruz, capital de la provincia, el 11 de febrero de 1981.

Enumeración del dolor

Para Nydia, conmovida.

Puedo esta noche enumerar el dolor

porque me lo han narrado en la vieja sollozante

esta mañana, sin casa, sin muebles, sin perros

esta mañana y para siempre

extranjera casual sin pasaporte en el país de la Caridad

árbol solo a partir de hoy en el erial de piedra apática

en la indiferencia  helada del vidrio empañado, en el fondo de los

         caminitos que acercan a los cementerios

vieja sin perros, sin la madera apolillada y respetable

sin la enredadera que una vez floreció azul y el mate caliente

chico como un puño vivo en la bombilla de los besos

de la palabra, de la saliva sin uso, de la tarde desmayada vieja

sin gente ni cerca ni a la distancia, bandera doblegada

toda la vida, un universo según se dice, desgarrado,

roto, náufrago sin nombre en la islita de un pasillo sin voces,

sin pasos

puedo enumerar, no las lágrimas porque ellas son fugaces

pero sí, los espacios silenciosos entre los hipos del dolor

los paréntesis entre los vagones del recuerdo

bostezos de paisajes domésticos una vez compartidos

una vez creídos definitivos y sobados con tibieza

una cama vetusta donde alguien murió y otro nació sin querer

un ropero con el espejo quebrado por un signo maligno

perchas sin ropa, un reloj despertador roto, un cuadro musgoso

quizá un apagado florero, un resto de regalo de bodas

para siempre sin flores, amarillento como la piel de un muerto

y puedo seguir, indefinidamente

porque indefinida, profunda, extensa es la tristeza

universal en la cabeza inclinada del hombre frente a ella

y trémulas sus pobres manos secas

cuando las tiende, en la oscuridad, hacia otra mano

en este caso la mano vieja sollozante

ya sin casa, sin muebles, sin perros

a punto de quedarse, oh desolada, sin historia

sin siquiera un fantasma de la que fue su identidad.

                                   Agosto de 1979.

Incluido en el libro póstumo

“Sutil y de aguas Dulces”.

Luis Fernando Gudiño (Luis F. Oribe)

En 1927, en San Justo, provincia de Santa Fe, nació Luis Fernando Gudiño.  Periodista, poeta y narrador, firmaba con el seudónimo Luis F. Oribe. Comenzó su labor periodística en la Redacción del diario “El Litoral” de la capital santafesina y ascendió al cargo de prosecretario.  Colaboró con la publicación de sus trabajos en ese diario y en “La Capital” de Rosario.  En 1954, en esa ciudad obtuvo el segundo premio en un certamen de poemas ilustrados. En 1956, en la redacción de la revista Síntesis de Rosario seleccionaron y publicaron uno de sus cuentos. En 1958, Hombre de la tarde fue distinguido con el tercer premio en el certamen organizado por el diario “La Razón” de Buenos Aires. Un año después, Rosa Troiani lo incluyó en Cuentos del Litoral. (Buenos Aires, Ediciones Culturales Argentinas, 1959). En un certamen provincial convocado por periodistas, obtuvo un premio por su ensayo titulado La libertad de prensa. En 1967 incluyeron cuentos de Luis F. Gudiño en la selección “13-19” editada por iniciativa de Eduardo Raúl Storni (1909-1981), siendo presidente de la ASDE en el período 1961-1965 (Asociación Santafesina de Escritores fundada en octubre de 1955).

“L. F. Oribe -seudónimo literario de Luis Fernando Gudiño (1927-1978)- dio a conocer ‘Hombre de la tarde’ y ‘Regreso’, y no agregó ningún título al único libro publicado: ‘El río Paraná, protagonista’, ensayo de 1959”.

Micrografías

Cada segundo

contiene la acechanza

del pasado

y del futuro.

Pero todas las horas

duelen por igual

en el silencio

y cada minuto

tiene un nombre

que nos recuerda

el rostro

del tiempo.

(Cuando lo comprendas,

sólo entonces,

sabrás que vivir

y morir

no es

un mero

accidente).

Un árbol fraternal…

Un árbol fraternal

y cerca

un río,

flores

pájaros

y tal vez

silencios.

¿Para qué más?

(A veces

también quisiera

que no fuera

una mera ilusión

sentir tu mano

sobre mi frente).

 

Horacio Carlos Rossi

Nació el 4 de octubre de 1953.  Poeta. Reside y trabaja en Santa Fe de la Vera Cruz (capital de la provincia, República Argentina.) En 1971 recibió el Primer Premio intercolegial  – Municipalidad de Santa Fe y Medalla de Oro. Co-fundador del grupo “Tupambaé”, ha participado en encuentros con escritores bajo la bignonia, en el hogar del talentoso escritor y académico Gastón Gori, quien en varias oportunidades lo mencionó al ser consultado acerca de los poetas que destacaban.  En 1984 fundó el grupo literario “Mainumbí” y concretó ediciones de varios autores.  Desde entonces ha continuado con servicios de difusión cultural en distintas localidades, incluso mediante un “Puente cultural Salzburgo-Latinoamérica – Revista Xicóatl” (2002). Integró Jurados. Publicó poemas en “La Red”, página de difusión cultural; en diarios y revistas literarias.  En 1989 presentó su primer poemario “…Del aire hallado”; 1994 “Pluma de polen”; 1994 “¡AH!mor… (poemas); 2003 “Lambrusco” (novela)… Junto al escritor Oscar Agú, recopilaron obras de autores santafesinos editados con el título “En Bandada” en agosto de 2005. Ha expresado: “Los hombres al morir marchan hacia la disolución en el Amor general de la tierra… desde allí suben sus almas hasta las flores, donde se asientan a esperar… un pájaro de los dioses, el mainumbí llega entonces a libar en las flores… y así libera las almas, que regresan al aire, a la luz y al tiempo…”

Del Respeto

Porque soy parte de la espiga y la nube

no puedo no respetarte

porque soy parte del silencio y la estrella

no puedo no respetarte

porque soy parte de la sangre y del tiempo

no puedo no respetarte

parte del conocimiento y del cansancio

parte de los días y de los ríos

parte del amor y de las glicinas

parte de las tierras y los esfuerzos

parte del clima y de los nombres

de la mudanza y de los cuerpos

de las piedras y la sinceridad

del trabajo y de los insectos

del mar y las claridades

de la pasión y de los árboles

y los tejidos y de las palabras

y de los pensamientos y del sudor

y de pasajes y del llanto

y de la línea

porque soy parte

de la vida

no puedo

no respetarte.

Septiembre de 1990.

Arcano Castellano.

Todo junto, se escribe separado…

Separado, se escribe todo junto.

Ante la tal materia de este asunto,

de maravilla, quedo horrorizado!

Porque, en toda la tierra, no he encontrado

una substancia, humana ni divina,

en la que la harmonía desafina,

con tan fea gestión, de tal mal grado!

Por eso, es que se ha apoderado,

el terror, de mi ceño cejijunto;

de roer mi calma se ha beneficiado,

tan!, que repetiré, aún difunto:

“Todo junto se escribe separado…

Separado se escribe todo junto!”

En “Región de las tenues voces”.

Colección “El soplo y el viento Nº 14

Poetas de Santa Fe – “Ediciones de la nada”.

 

Norberto Antonio

Nació el 15 de octubre de 1951 en Rosario (provincia de Santa Fe). Reside en La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires. Primer libro editado: 1976 “Parches y remiendos”. Obtuvo la Faja de Honor de la SADE (Sociedad Argentina de Escritores) en   1974 y Mención de la Municipalidad de La Plata en 1975…

Luché

Por la ambarina hosca

por las zanjas de greda y tinta

por los tabiques

por las pestilentes humedades

en el ensamble de un siglo con el otro

por mamá

por conflagraciones de catedrales

por un carillón de ideas banales

por un plato de comida

por un litigioso descanso

por la rapaz manera de esconderme entre los pinos

por robar dos alegrías

por mí.

Creo

Lo que me hace vivir

lo que realmente me hace vivir

gritar un hijo

regar las plantas

pisar la arena de las playas

sentirme alcoba y meterme dentro de mí mismo;

eso que pretendo cada día

el porqué de amar a una mujer y poseerla

la causa

el motivo de buscarme en el espejo cuando río

la caricia cotidiana que recibo por las noches;

lo que me hace vivir

lo que realmente me hace vivir

lo que me da VIDA

no es precisamente este abril

con su miseria.

 

Jorge Drenkard

Poeta. Residente en Colastiné, departamento La Capital, provincia de Santa Fe. Publicó “Viaje al silencio”, poemas con ilustraciones del autor, “entre otras obras que revelan una sutil percepción cotidiana y una bella concepción literaria” como lo destacara oportunamente la escritora Nidia Orbea de Fontanini.

Esta soledad…

Esta soledad desprende las hojas

como cantos lejanos de la primavera.

Cerca está el fuego secando lágrimas

ahuyentando cenizas del ardoroso hogar.

Golpe a golpe se cumplen los tiempos,

tiempos que no necesitamos salmodiar,

tiempos que son el tiempo,

la mirada mínima sobre una mano

que ha de actuar, moviendo los dedos

hacia la vida, sin más protección que ella misma.

Esta soledad es el inicio de otra nueva

y en ambas están contenidas el sol, la luna,

el frío, las hojas, las certeras vicisitudes de vivir.

Es tal vez el círculo perfecto o la línea interminable

pero he de terminar y he de seguir,

el ocaso prontamente me llegará hasta los ojos,

y dormiré todos los sueños.

En “Palabras para compartir…” Vol. 3 – 1989

SEPA (Servicio de Educación por el Arte)

Llevo las edades…

Llevo las edades bajo la piel,

tejidas en horas, el gran tiempo

más grande que un instante.

El precio de la vida es la vida

y todo afán lo paga.

No resisto si me sacas el amor,

en la ventura es alimento

en la desventura es consuelo.

Las edades trazan el camino,

el último descanso es un esfuerzo,

suspendido entre pena y soledad,

aquel esfuerzo será fruto,

y el amor esplendor del rostro,

aún cerrados los ojos

aún apagado el ardor

el corazón ve con el alma.

En “Palabras para compartir…” Vol. 5

Último de esa serie editado en 1991

SEPA (Servicio de Educación por el Arte)

 

Ezequiel Martínez Estrada

Nació el 14 de septiembre de 1895 en San José de la Esquina (departamento Caseros, provincia de Santa Fe).  Falleció el 4 de noviembre de 1964 en Bahía Blanca (provincia de Buenos Aires. En 1918 publicó su primer poemario “Oro y piedra”; en 1922 “Nefelibal”; 1924 “Motivos del cielo”; 1929 “Humoresca”, 1959 “Coplas de ciego”. Es oportuno rememorar lo expresado en una de las coplas que integran esa edición: “Ningún maestro escuela / podrá jamás explicar / el olor de la canela”.  En la copa XLIV, con humor expresó: “Desnudábase una joven / e iba plegando la ropa / cuando advirtió que se hallaba / en la plaza y no en la alcoba.”  Destacado ensayista; entre sus obras más difundidas: 1933 “Radiografía de la pampa”; 1940 “La cabeza de Goliat”; 1948 “Muerte y transfiguración del Martín Fierro”…

El mate

De ti a mí, mano a mano,

el mate viene y va.

El mate es como un diálogo

con pausas por llenar.

(Darío lo ha llamado

calumet de la paz.)

Niño que se ha dormido

cansado de llorar

y aún suspira, la lluvia

cae sobre la ciudad.

El brasero sus brasas

aviva fraternal

y como en la charada

llena todo el hogar.

De ti a mí, mano a mano,

el mate viene y va.

Nos quedamos callados

mirando sin mirar

un cuadro, un libro abierto,

un reflejo fugaz.

Tenemos una pena

como de soledad;

nos falta un hijo y algo

que no tendremos ya.

El reloj da la hora

de la serenidad

y grano a grano cuenta

arenas en el mar.

La lluvia se diría

que liquida el cristal.

El brasero calienta

el frío del hogar.

De ti a mí, mano a mano,

el mate viene y va.

Hace poco perdimos

un amigo ejemplar,

perdimos un hermano

de exquisita bondad.

Se le acabó la vida

antes de comenzar.

Presente en el silencio

sabemos bien que está,

Pero callamos porque

no podemos hablar.

Tú principiaste un cuadro,

yo un libro; y ahí están

sin terminar las manos,

la estrofa sin final.

De ti a mí, mano a mano,

el mate viene y va.

Llevamos siete años

de vida conyugal

y nuestro amor reclina

su frente en la amistad.

De los viejos proyectos

casi no hablamos más;

hay algo que nos dice

de un fracaso brutal.

Nos miramos con pena

durmiendo sin soñar;

nos ha engañado el sueño,

ya no soñamos más.

De ti a mí, mano a mano,

el mate viene y va;

viene a mí fervoroso,

casi frío a ti va.

No hay más que las brasas

ni más calor, quizás.

Mi cigarrillo quema

sustancia sideral

y como se ve poco

no nos vemos llorar.

En “Antología 1”

“El amor en la poesía argentina”.

Fondo Editorial Bonaerense.

La Plata, marzo de 1983.

Nori Brunori

Desde San Genaro (departamento San Jerónimo) ha participado con sus obras en diversos actos culturales.  Presidenta de la SADE en la filial de esa localidad. Coordinadora del Grupo Literario “Amigos de las Letras”.

Abejas y pájaros

La casa que dibujé con tanto esmeró,

llenándola de hijos y de sueños, ya no es mía.

Es de los zorros y los pájaros.

Usurpa, la madreselva salvaje, en su albedrío

el espacio de patios, verjas y naranjos,

poniendo frescor en al tierra seca del estío.

Las glicinas trepan hasta el cielo añil…

¡Sus pérgolas violáceas ganó el pino!

¡Me ahuyentan las avispas, dueñas de los higos!

El jazmín blanquiazul flora, y no le importa

si estoy o no cuidando de esa casa mía…

Cubrió la campánula azul el techo blanco.

Residen, las arañas; cortinan el alero…

Por el granado pasea su peso negro

el abejorro, borracho de su ruido.

Todo es armonía salvaje, primitiva,

gorriones que discuten; amasan los horneros,

arrullan las palomas; aromas, nido, trinos.

…Pero llegó el hombre, insaciable

ladrón de soledades y entre sombras

mutiló, arrancó hasta los sueños

que quedaron allí, desperdigados,

en hojas tan escritas, estantes enmohecidos.

¡Destruyó, maldito el hombre!…

¡hasta el hálito pegado en las paredes!

…bendigo las abejas que la enmielan,

miro el cielo, mi amor, entre azahares,

memoro tus manos, tejiendo mimbres,

injertando brotes, la rodilla en tierra;

respirando aromas, oyendo los pájaros.

De “Antología Sangenarina” – Tercera.

Poesía y Cuento. Octubre 2005.

Nelly Sálmonsen de Torné

Nació en Buenos Aires. Residente en Rosario (provincia de Santa Fe). Bachiller. Estudió Dibujo y Pintura.  Profesional de Turismo. Integrante del Grupo “Caracol” y de la Asociación Literaria “Nosotras” de Rosario. Sus poemas fueron publicados en diarios y revistas. Participó en salones de Poesías Ilustradas. Obtuvo distinciones, entre ellas el cuarto premio por “Villancico Navideño” presentado en el grupo Caracol. Socia con activa participación en SADE (Sociedad Argentina de Escritores), filial Rosario. Publica en ediciones del grupo literario “Club de Poetas de Baigorria” de Granadero Baigorria, Rosario.

Villancico Navideño

Por un camino de estrellas

vendrá un burrito orejón,

camino de luna y tierra…

un burrito de turrón…

Vendrá a recibir al niño,

al niño que llegará,

trayendo amor, armonía,

y su bendición de paz.

Del cerro viene bajando

trayendo leña con él,

por un camino de flores

el bueno de San José.

Hará con ella una cuna

que María vestirá

con las hojas del trigal..

en esa cuna más tarde el niño descansará.

Albahaca, menta y tomillo

engalanados están,

con gotitas de rocío,

para el pesebre adornar…

Todo se iluminó

al llegar el niño Dios;

lo guiaba una gran estrella

por los senderos en flor…

Por el valle y la montaña

la noticia se extendió…

con asombro y alegría

la noche que esto ocurrió.

Haber llegado el niño…

todos iban hacia Él…

le cantaban los pastores

canciones de luna y miel.

Todos llevan lo que tienen

para al niño regalar…

Mieles, arropes y dulces,

quesillo de cabra y pan…

Llegarán los Reyes Magos,

al niño regalarán:

todo su amor y alegría

envueltos en mazapán.

Poemario “Manojos de nostalgias y sueños”

Incluido en “Prosa y Poesía 1981”.

Edición “Nosotras” – Rosario.

El rancho

No séai de llover en mi rancho,

trabajé duro pa’eso, con adobe yo lo armé.

El lazo no ei de aflojar

hasta poder terminar.

Adornaré su paré

colgando allí mi guitarra

que con lazos de mi patria

pondrá marco a su belleza.

Estará sobre el fogón

la pava siempre dispuesta

pa’ brindarme un cimarrón

cuando así yo lo quisiera.

El canasto con los marlos

con que preparo el asao,

está aguardando ansioso

pa’ que los vaya a usar…

Siento acercarse un galope…

¿quién a mi rancho se llega?

¡Si es Zoilo! hermano del alma

que viene de muy ajuera…

¡Llega justo compañero!

Me acompañará con un trago,

luego vendrá el churrasco,

dispacito se está asando…

Conviersemos mientras tanto,

Cuénteme, amigazo mío:

¿cómo de lo han tratao,

cuando ha juido pa’ otros pagos?

En “Hojas Sueltas”

Club de Poetas Baigorria.

General Baigorria – 2004

 

Bartolomé Vercelli

El talentoso Lázaro Flury -Premio “Florián Paucke” 1985 a Conductas Destacadas otorgado por la Subsecretaría de Cultura de la Provincia de Santa Fe-, escribió acerca de Bartolomé Vercelli: “Es hijo de laboriosos campesinos de la fértil campiña de Gálvez, donde bebió los llanos, los relentes y sus embrujadas noches de luna. /…/ Nuestra amistad se estrechó cuando un día compartimos la misma tribuna en Gálvez, para pedir con ardor la libertad de Sacco y Vanzetti. Desde su heredad, cercana a la mía, comenzó a escribir asiduamente en “La voz del Oeste” que yo dirigía en San Jorge como un Quijote perdido en la pampa cubierta de cardos y abrojos… También publicaba sus versos inflamados de amor y de protesta en la revista “Heraldina” de Gálvez, que dirigían los hermanos Carrión de Gómez. Su mayor mérito sin duda estaba sustentado en su vocación telúrica, donde su acento bucólico afloraba con incomparable naturalidad.  Quería a su pueblo, a su hogar campesino, a su gente”. Publicó los poemarios “Poesías” en su tiempo de juventud y “Poemario” en su madurez poética.

A veces…

A veces recuerdo las tardes de Gálvez.

La tierra, el cereal y el lento crepúsculo;

la copla del viento en los eucaliptos,

los amigos y el diálogo nocturno.

El rostro agreste incorporado al trigo,

el verde manifiesto de la tierra labrada,

Gálvez y mis correrías de sábado

y la luna de marzo golpeando en las espaldas…

De “Poemas”

Comprendo…

Comprendo que no piso en la memoria

sino que me aparto del aire

y entro en la noche,

en lo estéril que nadie mira,

en lo estéril de un túnel sin salida…

No sé si es así, pero la palabra

también se borra,

como el nombre del agua

de un mismo río,

sin que pueda verse dos veces.

De “Poemario”

 

Danilo Doyharzábal

Nació en Santa Fe de la Vera Cruz, el 26 de junio de 1940.  Poeta.  Recibió Primeros Premios en certámenes nacionales.  Publicó en Uruguay, Perú, Chile, Colombia… En Estados Unidos publicaron dos poemas de su autoría traducidos al inglés; cinco de sus poemas fueron difundidos por la B.B.C. de Londres. Miembro fundador de la Agrupación Anaconda (San Nicolás).  Poemarios: 1986 “El Grito”; 1988 “Los Gritos”; 1990 “Habitantes del espacio” (con Norma Segades-Maniás); 1991 “La luz decapitada”; 1992: “Intimidad de los espejos”; 1993 “El cielo de adentro”; “memorias del Barrio”: “El Tribuno del Ángel”, 1998 “Orfandad de las brújulas”.

Presidente de la SADE – Filial Santa Fe. Integró la Antología SADE “Luz inagotable” (1998)

Uno es la propia voz,

el propio cielo;

bandada de palabras,

siempre en vuelo.”

Danilo Doyharzábal

Los gritos

Esta angustia de hacer versos.

De gritar en mis poemas

el viejo dolor del pueblo.

Hacerme pobre en el pobre.

Sentirme negro en el negro.

Ser chacarero en el campo,

en las fábricas obrero.

Capaz con las herramientas,

con la palabra sincero.

Compañero en las jornadas

y en la lucha compañero.

Yo soy hermano de todos,

llanto,

sudor,

hambre,

sueño,

mal de chagas, paludismo,

muerte anónima del pueblo.

Mis poemas no se esmeran

en intentos académicos,

escribo lo que me dictan

voces de pan duro y miedo.

Mis gritos tienen el filo

de los machetes cañeros,

vienen abriendo picadas

en la conciencia del pueblo.

¡Qué angustia la angustia mía,

esta angustia de hacer versos!

En mi mochila yo traigo

el dolor de los que han muerto,

de los que van río arriba,

ojos hinchados y abiertos,

su reclamo acribillado

por los capangas siniestros.

Si comentan mis poemas

en rueda de compañeros,

no digan que soy poeta:

digan que no temo al miedo.

Que lo que escribo me expresa

tal como soy y pienso.

Si hasta me duelen las manos

cada vez que escribo un verso,

y me crecen de la sangre

los mudos gritos del pueblo.

De “Los Gritos”, 1988.

Nelly Spinelli de Gerbaudo

Nació el 20 de junio de 1926 en San Genaro (Santa Fe). Vivió la mayor parte de su vida en Rafaela.  Docente en escuelas primarias. Encargada del Museo Histórico y de la Biblioteca Pública de la Municipalidad de Rafaela. Integrante del Coro Polifónico municipal. Integró libros colectivos.  Sus poemas y cuentos fueron publicados en diarios y revistas de la región.  Participó en recitales y desarrolló una fecunda labor como promotora cultural. Co-fundadora de Escritores Rafaelinos Agrupados (ERA.  Falleció el 16 de febrero de 1984.

Linyera

Y va, viejo de tiempo,

el corazón desierto

cargando con las cruces

de tantos sueños muertos.

Las uñas de la vida

le trizaron el alma

y anduvo los caminos

sin encontrar la calma…

Tal vez, en el bolsillo,

junto al tabaco seco

se le arrebuje un nombre

que duele en el recuerdo;

y lo vaya mordiendo

para tornarlo olvido

porque vive muriendo

por el ayer perdido.

Quizá, alguna noche,

dormido en una huella

la muerte le haga guiños

colgada de una estrella.

Y acaso aquel recuerdo,

ese que duele tanto,

le florezca en sonrisas

mezcladas con su llanto.

Liana Friedrich

Nació el 10 de marzo de 1951 en Jesús María (Córdoba); santafesina por adopción. Vivió en Rafaela, residente en Sarmiento.  Profesora de Castellano y Literatura. Recibió Primeros premios y distinciones en distintas provincias. Publicaciones: 1983: Cuentos sobre el Litoral (antología de Asociación Literaria “Nosotras” de Rosario). 1984, Ensayos: “Gastón Gori y sus poemas”; “Vecchioli, más que postmodernista, personalista” (Premio Fondo Editorial de la Municipalidad de Rafaela, ed. 1985.) Colabora en distintos medios periodísticos de la región.

Vía Crucis

Caminamos hasta agotar

las cuatro esquinas florecidas,

atardeciendo las siestas,

amaneciendo las noches,

acaudalando las miradas,

anclando en las penínsulas

más ardientes de la tierra.

Las alas de los sueños

persiguieron las cascadas de sangre

que masticaba su furia de palomas.

Aletargamos los relojes

para cruzar el río de latidos

más allá del tiempo y del olvido,

triturando, segando, desgarrando,

abarcando pinares rumorosos

y asombrados follajes renacidos.

Compenetrados en el húmedo temblor

de azotadas cortezas desgarradas

corrimos para desfallecer los cuatro rumbos

y descansamos después del cataclismo

gozando apenas los racimos afiebrados,

contorneando las rosas detenidas

hasta que echaron a volar las mariposas

para empezar de nuevo.

Fernando Birri

Nació en Santa Fe de la Vera Cruz en 1925. Poeta. Incursionó en el campo del Teatro. 1950-1953: Estudió en el Centro Sperimentale di Cinematografía de Roma. Regresó a la Argentina en 1956: “Peleamos por un cine realista, nacional, popular y crítico” decía Quique Birri. Fundó el Instituto de Cinematografía de la Universidad Nacional del Litoral y ese talle-escuela se convirtió en el epicentro reconocido como “la escuela documental del Litoral” con producción de cortometrajes y largometrajes. En 1982 fundó el “Laboratorio de Poéticas Cinematográficas” del Departamento de Cine de la Universidad de los Andes de Venezuela. En 1984: Miembro de Honor del Comité de Cineastas de América Latina durante el VI Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano en La Habana (Cuba). Filmografía: 1959 “La primera fundación de Buenos Aires” y “Buenos días, Buenos Aires”; 1958-1960: “Tire dié”; 1961: “Los inundados” basado en el cuento de Mateo Booz; 1963: “Pampa Gringa”; 1966: “Castagnino, Diario Romano”; 1967-1968: “ORG (Italia)”; 1984: “Rafael Alberti, un retrato del Poeta por Fernando Birri” (Italia)  y “Remitente: Nicaragua (Carta al Mundo)”; 1985: “Mi hijo el Che” (Argentina-España-Cuba)… Recibió primeros premios y Premios especiales en Festivales Internacionales.

No, desaparecidos

No desaparecidos.

El taco de sus botas

sucio

de sangre

y de cinismo,

no hundirá

vuestros nombres

en las aguas

del río del olvido.

Junta de chacales

acorralados,

querrán borrar sus huellas

sucias de sangre

y de cinismo,

ocultar

en negra desmemoria

sucia

 de sangre

y de cinismo,

vuestra memoria

de otras claras mañanas

con bombos y guitarras.

Querrán, desaparecidos.

Pero la pampa es verde,

verde nuestra memoria.

No se hunde a nadie

en el olvido

por sucio, cínico, sangriento

decreto.

Porque un viento secreto

mueve los yuyos

y como yuyos creceremos

y nos multiplicaremos

bajo la Cruz del Sur

como yuyo infinito.

Querrán.

Pero no, desaparecidos.

Verde es vuestra, nuestra

memoria.

Verde los yuyos.

Verde el rocío…

                              Roma, 5 de Mayo de 1983.

En “Fernando Birri – Pionero y Peregrino”

 Noviembre 1987.

Juan Carlos Dávila

Maestro, Director, Supervisor de distinguida trayectoria. Casado con la maestra y poeta Odila Elena Vega. Juntos han editado: 1995 “Porción de hojas sueltas”; 1998 “Gotas de miel”; 2003 “Destellos” (Comentarios y Poemas) y 2005 “Reminiscencias” (poemas, relatos y comentarios).  Desde el diario “El Litoral” de Santa Fe de la Vera Cruz, el 4 de noviembre de 2005 la escritora Zunilda Ceresole de Espinaco, expresó que el talentoso y perseverante Juan Carlos Dávila, “es un escritor de arraigada cultura filosófica y humanista.  Tiene una nutrida obra que abarca poesía, narrativa, pedagogía y didáctica, dramaturgia e historia. Ha sido declarado Ciudadano Destacado por el Honorable Concejo Municipal de Santo Tomé, el 28 de diciembre de 2000”… Es justo destacar que sigue educando por el arte de vivir y convivir, con entusiasmo y actualmente, con la experiencia de noventa y un años de vida.

 

“Soneto” – Los pueblos…

Los pueblos que permiten opresiones

y abuso de los malos gobernantes,

y ensayan, solamente, vacilantes

algunas inocentes reacciones.

Los pueblos que no tienen convicciones

y viven angustiados y anhelantes,

sujetos al rigor de los mandantes,

que exigen, sin tener contemplaciones.

Son pueblos que declinan sus derechos

en manos de cualquier aventurero

que intenta conculcar su libertad.

 Son pueblos convertidos en desechos,

que arrojan su prosapia al basurero

y dejan pisotear su dignidad.

 

Zulma Celia Geller Gruvman

Nació en Arequito (departamento Caseros) el 24 de octubre de 1937. Hija de Catalina Gruvman y de León Geller.  Hermana de la escritora Graciela Geller, residente en Ceres y luego en la capital santafesina. Al nacer advirtieron que tenía cataratas congénitas y fue operada a los tres meses, luego usó lentes telescópicos importados desde Estados Unidos y cursó la educación primaria en la Escuela Nº 2 “25 de Mayo” (1946-1952). Trasladada su familia a Paraná, completó los estudios secundarios en el Liceo “Paula Albarracín de Sarmiento” (1953-1957) obteniendo el mejor promedio y medalla de oro.  Autodidacta en el aprendizaje del Sistema Baile que en aquel tiempo sólo ensañaban en las ciudades de La Plata y Buenos Aires.  Desde 1961 se dedicó a la instrucción de ciegos y desarrolló una fecunda obra destacándose en el lapso 1975-1984 por su labor como maestra en las cárceles atendiendo a presos ciegos. En ese tiempo estudió Psicopedagogía en la Facultad Católica “Teresa de Ávila” de Paraná, filial de la Pontificia Universidad Católica de Buenos Aires.  Recibió diversas distinciones, entre ellas el Premio “Alicia 88” otorgado por la Institución “Alicia Moreau de Justo – Una actitud de vida”.  La escritora santafesina Gloria de Bertero -residente en la capital federal-, en su libro Quién es Ella en Santa Fe, destacó que “la Sociedad Argentina de Escritores de Entre Ríos la cuenta como prosecretaria, revisora de cuentas y  protesorera durante los años 1981 y 1988, siendo actualmente -1995- primera vocal.  La Vida de Zulma Geller es una ininterrumpida lección de amor y voluntad.” La santafesina Zulma Celia Geller Gruvman, a los sesenta y ocho años de edad falleció súbitamente, el 20 de noviembre de 2005 en su casa de la calle San Martín, en  Paraná, capital de la provincia de Entre Ríos.

Ante “Los Dueños del Silencio”

I

Año 1976
¿Quién? ¿Por quién? ¿Por qué?
¿Cómo? ¿Dónde? ¿Cuántos?…
Silencio. Espaldas.
Preguntas, preguntas.
Sin aire, sin luz.
Silencio. Espaldas.
Preguntas, preguntas.
Son pasos, son botas.
Son rejas en cruz.
Estrellas sin cielo.
Las chispas del “dueño”.
La muerte, la vida.
Apuestas al muro.
La voz ya ni es llanto.
Sórdidos, oscuros

los hierros se enlazan,
con caños, con manos,
que estallan en fuego,
en fuego, en fuego…

II

Año 1983
¿Dónde están sus voces?
¿Dónde sus miradas?
¿Sus risas, sus nombres, sus huellas?…
¿Cuántos fueron, cuántos?…
Silencios. Espaldas.
Preguntas, preguntas.
Las fosas reclaman.
La tierra es la espera.
Pero el viento es libre
y alza las mareas,
vuelve a las partidas
de olas encrespadas.

III

Año 1988
Los nombres son hombres,
los números callan.
El sol no reseca
la piel del silencio.
Las espaldas pugnan,
acechan, sus péndulos.
Son horas, son días,
son años, son ellos.
Los ojos vacíos.
Jadeante el aliento.

17/1/1988

Andando

Tengo mucho que andar y siempre anduve.
Desde antes de nacer, de siglos antes.
No sé de qué comienzos vengo andando,
en busca de un mañana interrogante.
Correr tras de una meta que se sueña,
para llegar… ¿Llegar?… ¡No, no es posible!
Yo prefiero el camino de las búsquedas.
Vengo andando desde abajo, lentamente…
Cada llegada es un punto de partida.
No, no es una ambición desenfrenada
ni es seguir tras un signo inalcanzable.
Es simplemente ir abriendo más senderos.
Es tratar de vivir la vida en “vida”.
Es existir a través de la existencia.
Vengo andando y no llegaré nunca.
Voy buscando y cada logro es un comienzo.
Cada camino me traba la marcha en sus recodos.
Yo lucho y lucho… y cuando venzo,
prosigo mi rumbo hasta enfrentar el próximo.
Así se vive, para vivir en pleno.
Sin pensar: “hasta aquí voy” y después “nada”.
Se existe si se piensa hacia adelante.
El quedar en un fin, es ir retrocediendo.

El esperar sin lucha, es la derrota a cuestas.
Yo vengo andando y respiro en las piedras.
Yo vengo andando y el invierno es mi amigo.
Yo vengo andando porque mi tiempo es breve.
Me detengo un instante ante las fuentes,
cuyas aguas frescas y transparentes,
renuevan mis ansias de marchar,
me vivifican la sangre adormecida y…
vuelvo a buscar, arribo a cada puerto
y otra senda me aguarda y otra senda y…
Tengo mucho que andar y siempre anduve.
Dudé antes de nacer, de siglos antes.
No sé de qué comienzos vengo andando.
Voy abriendo camino tras camino.
Vengo andando y andaré, no habrá imposibles.
La muerte no interesa. Yo “prosigo”.

 

Froilán de Arriba

Poeta residente en la ciudad de Vera. Esposa: Elena Chemes; hijos María Elena, Susana, María Isabel, María del Carmen, Liliana.  Nietos: María Paula, María Valeria, Carolina, Matías y Martín Lapisonde; Sebastián, Gimena y Pablo García; Ignacio, Esteban y Laura Brufau; Francisco, Pablo Agustín y María Amelia Vila; Jacinto y María Soledad González. Socio fundador del Centro Comercial de Industrial de Vera. Autor de “Reflexiones útiles – Versificadas” publicadas en mediados de la década del ’80.  Falleció el 1º de agosto de 1991 a los 76 años.

Era una vez un león

Era una vez un león

que transitó por la historia

con felonía y audacia

supo cubrirse de gloria.

Evadido de la jaula

que Bretaña lo encerraba

de agresor y aventurero

por el mundo se lanzaba.

Su selva fueron los mares

donde su presa acechaba

cuando no invadía naciones

con islas se conformaba.

Y así pasaron muchos años

que de sus triunfos gozaba

y cuando fue envejeciendo

y sus fuerzas declinaban

se le fueron dispersando

las presas de entre sus garras.

Las que le iban quedando

eran unas “Las Malvinas”

que por sorprendida y débil

le arrebató a la Argentina

que paciente y tolerante

también le llegó su día

de librarse del león

que impune la sometía.

A así fue que este león

tan arrogante y altivo

quiso crujir nuevamente

en los mares argentinos

de seguir apoderándose

de lo que nunca suyo ha sido.

Pues aquí nuestros soldados

hijos del pueblo argentino

le retorcieron el rabo

gritando como felino

le cortaron la melena

le golpearon el hocico

para que vuelva a su jaula

humillado y convencido

que lo que audaz usurpara

para siempre lo ha perdido.

El pirata de los mares

pierde un botín apreciado

que allá lejos mantenía

sabiendo que era robado.

Con artereza y soberbia

con inhumana osadía

pretende disimular

a su inmoral cobardía.

Agresor y despiadado

viene a aventurar su suerte

tratando por cualquier modo

ocasionarnos la muerte.

Con traición y cobardía

nos hundieron “El Belgrano”

y allí perdieron la vida

muchos de nuestros hermanos.

Bendito sea los malditos

con designios de asesinos

que han motivado la unión

de todo el pueblo argentino.

Y si hasta ahora habemos ganado

nuestra primera batalla

ya unidos somos más fuertes

para si otros faltaran

y al león ya sin melena

le cortaremos las garras.

Y le advertimos también

vaya poniendo en remojo

las barbas de Gibraltar

víctima de otro despojo.

La razón de nuestra parte

defendamos con firmeza

que la verdad y justicia

nos seguirán dando fuerzas.

                              Vera, 8 de mayo de 1982.

02-05-1982: Hundimiento del Crucero

durante la Gesta de las Islas Malvinas

(02 de abril al 14 de junio de 1982).

Florentino Sánchez

Nació en Santa Fe de la Vera Cruz, el 29 de diciembre de 1946.  Estudió Artes Plásticas en la Escuela Provincial de Santa Fe “Prof. Juan Mantovani” -dibujo, grabado y pintura, 1961-1968-; se especializó en xilografías con el grabador Sergio Sergi (1972). Sigue dibujando con distintas técnicas: tintas, bolígrafos, fibras, aguadas… y desde 1969 expone en grupos o individualmente. Es actor desde 1964, integrando el elenco de “Teatro de Arte” en la capital santafesina; es escenógrafo desde 1967; egresó como actor y director teatral de la “Escuela de Teatro” en 1970 y al año siguiente, participó en talleres de perfeccionamiento con Antonio Nocera. En 1967 participó en un taller de dramaturgia con Griselda Gambaro   y en 1998, con Ricardo Monti (1998); es autor de obras de títeres, de versiones teatrales y de obras breves.  En 1969 participó en el taller de Teatro de Títeres a cargo de Alexis Antiguez, en Córdoba; en 1982 en uno de música relacionado con títeres y dirigido por Osvaldo Maggi.  Desde 1973 es docente y promotor de Teatro de Títeres. Desde la creación del Instituto Provincial de Arte “José Pedroni” (1984),  fue designado para continuar su labor de Promotor Cultural en la Subsecretaría de Cultura de la provincia de Santa Fe.  Organizó el Departamento de Títeres  junto al joven y perseverante Guillermo Thiel, investiga en las técnicas de bunraku, mamulengo, máscara y varilla. Desarrolló una fecunda labor en escuelas de distintas localidades. Desde principios de la década del ’70, ha sido convocado para dictar clases en talleres de Teatro de distintas provincias: “Taller Nuestro Teatro” de Mendoza;  “Escuela Municipal de Teatro” de Necochea y “Escuela Privada de Teatro” de Tandil, en la provincia de Buenos Aires; en el “Taller Municipal de Teatro” de Victoria, provincia de Entre Ríos. “Fundador del ‘Teatro del Cisne’, organismo que difundió el teatro de Títeres en Tucumán, Anca Juli, Salta, Jujuy, Resistencia, Formosa, Paraná, Concordia, Colón, Victoria, Necochea, Tres Arroyos, Claromecó, Bahía Blanca, Junín, Chacabuco, Rojas, Allén, Río Negro, Neuquén, en otras más”, tal como el SEPA (Servicio de Educación por el Arte) difundió en la página voladora que sirvió como alfombra mágica durante algunos viajes de ‘Bartolito, el presentador’…”

En el período 1984-1987: “asesor adhonorem en la Subsecretaría de Cultura de la Provincia de Santa Fe; asesor a cargo de la Dirección del Teatro Municipal de Santa Fe (1985); constructor de dos salas teatrales en Necochea (Buenos Aires) y Victoria (Entre Ríos), Ex-Jefe de Promotores Socioculturales de la Provincia de Santa Fe, Gestor del Primer Monumento al Teatro Independiente en Murphy (Santa Fe), Gestor del Paseo del Teatro en Ambrosetti (Santa Fe), Promotor Cultural de Títeres para el Gobierno de la Provincia de Mendoza.”  También ha participado en radioemisoras de Venado Tuerto y Wheelwright en su provincia natal; en canales de televisión de Santa Fe y Rosario. Ha co-operado “durante un año en programas culturales para tecnología educativa del Ministerio de Educación de la Provincia de Santa Fe”. Ha participado en filmaciones y recibió premios nacionales e internacionales. Fue Secretario Gremial de A.M.A (Asociación Mendocina de Actores), integrante de la Federación Argentina de Trabajadores del Teatro Agremiados” y uno de los impulsores de la “Ley Nacional de Teatro”… En 1992 fue destacada su interpretación del “Cyrano de Bergerac” en el Patio Cultural “Catedral” de la capital santafesina durante la gestión del subsecretario Enrique Llopis.  Invitado, participó en actos culturales durante sucesivas Ferias del Libro en distintas localidades santafesinas y en otras provincias. Desde el escenario propone actitudes tendientes a preservar los bienes naturales. Expuso dibujos y pinturas en salas y museos de distintas localidades. Sus expresiones artísticas fueron valoradas por instituciones que lo invitaron para disertar sobre el desarrollo cultural santafesino y regional.  En la provincia de Misiones sigue promoviendo reuniones con grupos indígenas (comunidad m’byá, entre otras).  Invitado por el gobierno cubano participó en el Congreso internacional realizado durante el otoño de 2006 en esa isla y concurrió como coordinador de grupos argentinos.

“Dame tu mano,

toma la mía,

y juntos vayamos

hacia aquel arco iris

que porfiadamente

aparece detrás

de la represa.”

Florentino  Sánchez

Llegó el titiritero…

Con la mochila al hombro,

el gesto cansado y los

pies destrozados de

subir y bajar cuestas

llegó el titiritero a

la escuelita de campo.

Armó despacito

el teatrino humilde

y treinta gurisitos

de pelitos chuzos,

panza chifladora

y chuecas patitas con

ojos gastados de

pelear la vida,

miraron sonrientes

el amor eterno

de Juan y María

y gritaron ¡feo!,

el común epíteto

al fantasma malo

que no es otra cosa

que el vecino enfermo

de amor por la bella.

Magia renovada,

muñequitos pobres,

se escapan a veces

de la mano presta

del titiritero…

y aquel veinticinco

fecha de la Patria

los duendes del monte

miraron sonrientes

el sol que se iba

con el canto alegre

de treinta gurises

que vivaron hurras

a la magia-títere del

viejo Javier.

La luna celosa de

tanta alegría,

acompañó la vuelta

del titiritero andante.

Treinta monedas

tintinean inquietas

en el bolsillo gastado

de su viejo Jean.

Se lleva la risa,

las manos ansiosas,

mocos de gurises y

por solo hoy, la

alegría eterna

de poder comer.

Dolor

¿Qué se puede hacer

con tanto dolor?

Sesenta flores, sesenta,

todos los meses.

Cargo la mochila

sobre mis espaldas

y con el sol de frente

grito a los cuatro vientos.

Mas, parece que el hermano,

más perfecto de la creación

sufre de una sordera congénita

y es ahí cuando

quisiera, también, cantar

al amor,

a las cosas bellas,

al arte y la creación;

pero no me sale, no puedo.

¿Qué se puede hacer

con tanto dolor?

Me duelen los sesenta niños

muertos por el hecho de ser niños,

por portación de ternura

por aquella malahijaputez

de los poderosos.

Es entonces cuando la Poesía

y la Belleza es mala palabra

(como diría Armando)

porque no me creo con derecho

porque no encuentro las palabras

porque se transforman

en palabras huecas

y mi canto ruge,

desde mis entrañas,

un grito desgarrador

¿qué se puede hacer

con tanto dolor?

¿cómo?

¿de qué forma?

Son sesenta muertes

Inocentes,

todos los meses,

la niña-muerte

se lleva sesenta niños

¿cómo no rugir de dolor?

si los vi

con sus ojos,

sonrisa,

mocos de niños-tristes

y eso duele

¿cuántos de los que vi

ya no están más?

Cuántos de los que acariciaron

mis títeres, en la misterio-magia de una

función, ya se fueron.

Es estúpido preguntar

¿adónde?

Nada puede existir que los

lleve al más allá

arrancándolos tan cruelmente

de este acá…

Se fueron.

Me arrincono entonces

para llorar solitario.

Mientras espero el milagro.

Mas no esperaré mansamente,

combatiré como pueda

hasta que me salgan alas,

o una bala me pare…

○○○○○○○○

En qué galaxia…?

¿En qué galaxia estará?

¿Qué mundo corresponderá

a la felicidad?

¿O será que este es el que

los dioses señalaron?

Quizás, a lo mejor la búsqueda

de la tierra sin mal,

como dicen los mbyá es

el camino que los humanos

debemos recorrer.

Pobres aquellos que lo buscan

en el dinero.

Pobres aquellos que no saben,

debo callar,

el solo pensarlo me cerca

a ellos…

 ○○○○○○○○

El monte se perfuma

de orquídeas cristalinas,

la primavera le presta

su olor.

El sufrimiento de los m’byá

se mezcla con ellos

y ñamandú fuma en paz

mirando la imperfecta tierra

torturada… El fin se acerca.

El monte se perfuma

de orquídeas cristalinas,

la primavera le presta

su olor.

El sufrimiento de los m’byá

se mezcla con ellos

y ñamandú fuma en paz

mirando la imperfecta tierra

torturada… El fin se acerca.

Jorge Raúl Muñoz

Nacido en Rosario el 14 de junio de 1940, se radicó en San Genaro en el año 1955, año en que empezó a escribir poesía. Alentado por el maestro Alberto Maritano, a quién lo unió una entrañable amistad, publicó su primer libro en 1962: “Cantos Agrestes”.Su segundo libro “Andar en el viento” obtiene el premio Mención de Honor en la Fiesta de las Letras Argentinas, Bs. As. Luego aparece su libro “Tiempo de recordar”, un conjunto de versos que recuerdan su vida en la campaña. En 1983 la Asociación de Escritores Santafecinos le otorga el Segundo Premio Provincial de Poesía por su libro “Las lámparas del crepúsculo”. “Por los antiguos días” aparece en 1985 con tapa de Juan Arancio. Al año siguiente, 1986 publica “Alabanza al sol” con comentarios previos de Gastón Gori y el Dr. Modesto Montechia; el poema que inicia el libro recibe el Primer Premio Nacional de Poesía en la Plaza de los Poetas “José Pedroni” de Acebal, Capital Provincial de la Poesía. En 1986, con motivo de celebrarse el Año Internacional de la Paz, se organizan en Santa Fe dos certámenes de poesía alusivos a la fecha de conmemoración, auspiciados uno por el diario La Capital y el Grupo Literario Caracol y el otro Plaza de los Poetas “José Pedroni” de Acebal. Muñoz fue ganador del Primer premio en los dos certámenes: medalla de plata por La Capital y el Brigadier de bronce por Acebal. Su poesía se encuentra en textos escolares y en varias antologías y en la reciente Enciclopedia de Santa Fe.  Dos de sus poemas fueron seleccionados para integrar un libro que editara la Cámara de Diputados de la Provincia de Santa Fe en homenaje a José Pedroni y Gastón Gori.

Semana Santa

Una quietud de tardes amarillas

se despereza sobre el campanario;

nudosos dedos palpan un rosario

germinador de bíblicas semillas.

Humos de pan, hogaza perfumada;

sacrificio y vigilia del cordero;

bendición del olivo y del romero;

ecos de procesión y retirada.

Un llanto de oración en la alquería

con susurros de suave avemaría

en quietud silenciosa se devana.

Los pájaros retornan al boscaje

cruzando la tersura del paisaje

con el beático son de la campana

En “Algunos Poemas”

Año del Centenario  1891 -15 de octubre -1991

Prólogo – Apuntes del escritor Oscar Grandov.

Incluido en “Palabras para compartir…” Vol. 5 (SEPA)

Canto a San Genaro

San Genaro agrario desde el tiempo

que trazaron tu ruta los arados.

Naciste desde un páramo de lluvias

que azuló los linares de tus campos.

Aventó la semilla el inmigrante

que germinó en tu húmeda corteza

y lentamente se diluyó el desierto

ante el milagro dorado de la siembra.

Ya se fueron los tiempos del abuelo

de la yunta, la horquilla y las estevas,

el progreso trazó una nueva senda

de tractores, de camiones y de escuelas.

Hoy amaneces en tambos soñolientos

entre ruidosos motores de las trillas.

Avanzas hacia la luz de tu futuro

por un surco de trigo y nuevo día.

A cien años de tu nacer agrario,

te cantamos con un ramo de espigas

del cereal de la paz que tanto amamos

para un nuevo mañana de alegría

De “Las lámparas del crepúsculo” incluido en

“Antología Poética” – Septiembre de 1998.

Edición auspiciada por el Gobierno de la Provincia

Ing. Jorge Obeid;  Subsecretaría de Cultura

Lic. Raúl Bertone y Senador CPN. Hugo Fermín,

Departamento San Jerónimo.

Doctor Esteban Maradona

Un largo sueño

desvela tus días,

un largo sueño de interminables chacos

con voces aborígenes

y soles tropicales

sobre la densa pobreza,

y una antigua luna de rituales

que iluminó tus noches apostólicas.

De tus manos nacían palomas de Picasso.

Eras el patriarca de lo desconocido

en los murales mismos de la vida,

en el misterio nocturno del rumoroso chaco.

Una larga senda

matizada de hierbas y mariposas

perfumó tu solitaria medicina.

Viejo Esculapio de místico cayado

sobreviviste en un histórico olvido,

como una sombra más

entre la multitud de sombras

que te veneraban.

Un vuelo de pájaros otoñales

regresará tu alma a Estanislao del Campo.

(Memoria insoslayable: Dr. Esteban Laureano Maradona

Nació el 7 de julio de 1895 en Esperanza (Santa Fe).

Último Desprendimiento: Rosario, 14 de enero de 1995 a las 07:05.

A Gastón Gori

“Te limpiaremos la cara de sellos

 y registros.  Sin alambres,

serás libre tierra prisionera”

Gastón Gori

Desde la pampa gringa que levanta

un nebuloso sueño de manceras;

de estevas duras y cansinos bueyes,

de madrugadas humeantes en la gleba,

recuerda el monte forestal sus chacos

de tanino, de abejas y colmenas.

Fueron rubias estirpes labradoras

de allende al mar en la feraz corteza.

que fundaron pueblos y caminos

entre gaviotas y parvas veraniegas,

sobre aromas de azules alfalfares

en páramo de mieses y cosechas.

Allí tu canto eólico y egregio

anduvo en el obraje adentro de la madera

golpeando con el hacha la injusticia

que en el hachero vivo se revela

en largas frustraciones y miserias

en un tiempo de angustias y de espera.

Allí tu canto eólico y egregio

anduvo obraje adentro de la madera

golpeando con el hacha la injusticia

que en el hachero vivo se revela

en largas frustraciones y miserias

en un tiempo de angustias y de espera.

El pájaro y la flor, en tu ternura,

cobraron los colores de la vida

en el diario trajinar del hombre

que es herramienta, es libro, y es familia.

Así la historia galopó en tu pluma

porque la historia mide tu medida.

En “Imágenes sin tiempo”.

Enero 2001.

A la muerte del “Che” Guevara

Alza tu memoria

el Ñancahuazú bravío

partícipe de la heroica gesta derrumbada.

El grito de América

ahogado en la maraña

por sobre el hambre, el dólar y el estaño.

Así, el madero,

como a Cristo rendido,

crucificó tu lírica avanzada.

Convocaba tumultos tu aventura

que sepultó la soledad y el fuego

invocando los corajes dormidos

para aserrar amarras y cadenas.

Alto, en los pájaros,

volaron los ideales y la dignidad del hombre

borradas por la áspera metralla.

Rotos los cristales

de altos puños

embanderados de lucha y de justicia.

Amarga la pólvora

mordida en la refriega.

Amargas las jornadas

laceradas por la sed y la emboscada

donde la valentía marchitaba sus flores de coraje

y la vida se diluía como arenas de sangre.

Sólo el recuerdo de tus pasos heroicos

en las piedras dormidas.

Sólo el recuerdo de tu voz encendida

en ardientes proclamas.

Sólo el recuerdo de tu capitanía

general de los parias marginados.

Tu sudor guerrillero olía a patria.

Tus manos cercenadas

se truecan en palomas

que se posan sobre el fusil despierto;

y es alto tu mensaje Comandante Guevara.

Desocupación

Arma un robot

millares de automóviles

en una fábrica gris

recién montada.

Alguien detrás de una computadora

mueve el complejo

engranaje de una máquina.

Alquimia

de un presente cibernético

donde el Hombre

modula su desgracia.

Legiones de hambrientos

sin trabajo

enmarcan este cuadro

de progreso

En “El Alfarero Invisible” – Mayo de 1995

“A manera de prólogo”, conclusiones del investigador

 Hugo Echagüe aludiendo a la obra de Muñoz

en “Influencia de la Inmigración en la Literatura del Litoral”.

María Paula Alzugaray

Poetisa de Coronda (departamento San Jerónimo, provincia de Santa Fe). Sus poemas fueron difundidos en encuentros con escritores en esa localidad y por distintos medios. Integra el quinto y último volumen de la serie “Palabras para compartir…”, edición octubre de 1991 del Servicio de Educación por el Arte generado por la escritora y educadora Nidia Orbea de Fontanini.

Una mujer

Mujer de brisas y corazón robado,

de senos de paloma y hombros de flores.

Mujer con mariposas en el vientre.

Mujer de todas las mañanas lloviznadas de Octubre

que enhebró sus besos con hilillos de sangre

para que no deformaran su alma

y las fuerzas de una bandolera bohemia,

que contempló todas las orquídeas desnudas

y dio fe de su dogma casto.

Un cáliz con manzanas, quizás?

O sólo un pañuelo sucio,

lleno de pudores que trató de ocultar

bajo un sendero de tréboles,

donde golpeó muy duro puertas

en los recintos ya perdidos

de los últimos sonetos desesperados,

que volcó con un grito de dolor

sobre calladas horas transcurridas.

Mujer que a veces entreperdió aquel cofre

sometido con recuerdos

tras la danzante travesía plena

que fue lavada junto a retazos

de una vida sabrosa y pecadora.

Mujer que ahondó abismos de dulzura rosa

y sopló luego un cariño intenso

a todas las márgenes del viento,

viento que capturó y enterró su espíritu

y así de alguna manera retuvo

el verdadero perfume azul de las verbenas.

Mujer, volverán esas ansias a volar?

Remontándote así, por lo bajo

lograrás algún día, el canto

de un romancero con palabras de azúcar

y entonces sabrás del amor

aprehendido en la piel.

En “Palabras para compartir…”

Volumen 5. Octubre de 1991.

Ed. SEPA – Nidia Orbea de Fontanini

 

Alfonsina Storni

Alfonsina Storni nació en 1892 en Sala Capriasco (Cantón Tesino, Suiza) y el 24 de octubre de 1938, en Mar del Plata decidió el último momento de su vida.  Títulos de algunos libros editados: 1916 “La inquietud del rosal”; 1918 “El dulce daño”; 1919 “Irremediablemente”; 1929 “Languidez”; 1925 “Ocre”; 1926 “Poemas de amor”; 1934 “Mundo de siete pozos”; 1938 “Mascarilla y trébol”.  Incluida en antologías.  Reconocida como “una de las más altas expresiones de la lírica femenina de hispanoamérica”, como lo expresó el poeta Oscar Abel Ligaluppi de La Plata, en el “Diccionario de Poetas Argentinos” editado en 1984.

El divino Amor

Te ando buscando amor que nunca llegas,

te ando buscando amor que te mezquinas,

me aguzo por saber si me adivinas,

me doblo por saber si te me entregas.

Las tempestades mías, andariegas,

se han aquietado sobre un haz de espinas;

sangran mis carnes  gotas cristalinas

porque a salvarme, oh, niño, te me niegas.

Mira que estoy de pie sobre los leños,

que  a veces bastan unos pocos sueños

para encender la llama que me pierde.

Sálvame, amor, y con tus manos puras

trueca este fuego en límpidas dulzuras

y haz de mis leños una rama verde.

 

Del libro Irremediablemente, 1919.

Paulina Simoniello

Paulina Simoniello nació en Esperanza, el 8 de marzo de 1903. Su madre: Rosa Di Lorenzo y su padre, Arcángel Simoniello.  Estudió en Esperanza, egresó de la Escuela Normal Nacional mientras avanzaba en estudios musicales y sucesivas aproximaciones a la Literatura. Aprendió varios idiomas: francés, griego, hebreo, inglés, latín, portugués y varias lenguas “indoamericanas”. Casada con el pintor José García Bañón, celebraron el nacimiento de un hijo: Abelardo quien la ha recordado al conmemorarse el centenario de su nacimiento con una interesante crónica publicada en el diario “El Litoral de Santa Fe”.  Siendo profesora superior de piano, avanzó en estudios de órgano.  Durante varios años fue organista en la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen, en la capital santafesina. Luego, en Buenos Aires dio “recitales en las Iglesias de San Nicolás de Bari, El Salvador, Nuestra Señora del Carmelo y Patrocinio de San José”. Gloria de Bertero, también esperancina en su interesante recopilación de aproximaciones biográficas referidas a mujeres santafesinas, ha destacado:  “Al dejar Santa Fe, dona su biblioteca a la filial local de la Sociedad Argentina de Escritores.  En los últimos años, son múltiples los actos que se llevan a cabo con su presencia.” Paulina Simoniello, falleció en Buenos Aires, el 24 de mayo de 1979. Algunas de sus publicaciones: 1924: Quimera (Poesías) /  1928: Éxtasis ( Poesías) / 1931: Cura-Ocllo (Poema histórico, drama de la raza quichua.) / 1933: Yvoty (Poema histórico) / 1938: La maestra y el médico. /  1947: Flores de Pasión (Edic. Universidad Obrera de Santa Fe, p. 89 a 121) / 1948: Hechizo (verso y prosa) / 1952: La ciudad encantada (romance, el mito de la Ciudad de los Césares basado en tradición oral araucana.) Mientras tanto, tradujo distintos libros escritos en idioma italiano. Entre ellos: Sirtes entre los escollos “traducción del italiano del poema de Vincenzo Granato” que incluye Joyitas (sonetos y romances). / 1974: Incursión por la noche obscura del alma. (Dieciséis cantos en la primera parte; en la segunda con el título Luz en las tinieblas (Prosa y versos)… Ensayos: “La poesía de América” subtitulado “Por las tierras del oro y las leyendas de los héroes y santos, de sabios y de poetas” y “Por las tierras de los lagos fantásticos del sur. Narrativa: En las catacumbas. / Mil cartas. / La maestrita herida.

Las poetisas

Cuánto ensueño de amor gastado en verso.

Cuántas semillas áureas, de ilusión,

en el surco candente de un renglón

clamando, por vivir, al universo.

Hoy que contemplo ese caudal disperso

de tiernos pensamientos y emoción,

inquiero a mi extenuado corazón

y me responde en un sentido inverso.

En alas de altivez sin fundamento,

me fabriqué una torre… de Babel.

Y advertí al fin de mi descendimiento,

que la torre una pila es de papel;

una columna azul sin basamento

de humo voluble, caprichoso y cruel.

De “Flores de Pasión”.

Vol. 9, Docencia Libre, 1947.

Universidad Obrera de Santa Fe

Rubén Elvio Battión

Santafesino. Distinguido Profesor de Matemáticas en la Escuela Nacional de Comercio “Domingo Guzmán Silva” de Santa Fe. Poeta y narrador. Títulos de algunas obras editadas: 1951: “Pavesas”; 1999: “Llueve”…

Soledad

¡Soledad!… ¡Soledad!

Estoy contigo.

Mis recuerdos me acompañan.

Estoy con el Silencio.  ¿Sientes?

Ronda siempre a mi lado

como un fantasma somnoliento.

Es una brisa quieta, opaca y fría,

como una pesadilla agonizante

que revive fénixmente,

en mis trémulos crepúsculos

de melancólicas nostalgias.

Imploro en homenaje a mis desvelos,

que lo lleve lejos, muy lejos;

allá, donde las almas se diluyen,

donde los sueños se vacían,

donde se disuelven la fe y las esperanzas,

donde el canto se pierde lentamente.

Allá… tras la noche,

en la arcana eternidad de las tinieblas.

Odio mi Silencio

porque es el reflejo de mi alma;

siempre sola, como un canto nocturno

en el espacio desierto.

Tengo ansias de voces, de sonrisas,

de manos, de miradas.

Si llegar yo pudiera… mas,

estoy solo… con mi Silencio.

Te has ido, pero quedas.

Te recuerdo.

Te recuerdo porque espero.

(Recuerdos: ¡no huyáis de mí!)

Ven, ven a compartir mi soledad.

El tiempo estará en mí,

aguardando tu retorno.

¿Vienes? …Sí, sí, vienes.

Ya se oye tu rumor lejano.

Ya una música de besos ronda mi Silencio.

Mas no… no eres tú.

Es mi eco, mi delirio

de un espejismo infuso,

que llenó mi apagado Silencio.

Estoy solo… sólo con mi Silencio.

 

Beatriz Pérez Parachú de Irigoyen

Poetisa.  Publicó en el diario “El Litoral” de Santa Fe y en varias revistas literarias. En 1989 integra “Palabras para compartir…” Tercer volumen. Homenaje en edición SEPA (Servicio de Educación por el Arte).

Entrega

No quiero ser, quiero ir siendo río

y sortear escollos encontrando siempre cauce.

No quiero ser, quiero ir siendo bálsamo

y saber encontrar penas que paliar con ternura.

No quiero ser, quiero ir siendo equilibrio

y brindar firmeza a la sutil cuerda floja

de los sentimientos recíprocos.

No quiero ser, quiero ir siendo paciencia

y sin dimensión de tiempo

conciliar lucha y renunciamiento.

No quiero ser, quiero ir siendo cadencia

y encauzar inquietudes

acunando sus apremios.

No quiero ser, quiero ir siendo templanza

y trocar tristes e impotentes rictus

en sonrisas plácidas.

No quiero que la felicidad sea,

quiero que la felicidad vaya siendo en mí

agua de manantial

que se vuelque gozosa en los demás

y al evaporarse suba cual incienso

hasta Ti, Señor.

En “Palabras para compartir…” – 1989

Javier Pérez Parachú

Poeta. Publicó en el diario “El Litoral” de Santa Fe de la Vera Cruz y dejó una importante obra inédita.  En 1969 editó “Pensamientos”. Integra “Palabras para compartir…” – Homenaje en el segundo volumen.

Actitud mental

Enfoca tu conciencia en lo eterno de lo efímero

y vivirás en lo sereno de lo agitado,

en lo bueno de lo malo,

en lo inmutable de lo mutable.

Aprovecha la maravillosa oportunidad

de la convivencia

para observar y observarte.

Ella te brinda todo lo necesario

para alcanzar la sabiduría

en tu solitaria meditación.

Sólo cuando el verte tal cual eres

no turbe tu paz,

iniciarás la marcha hacia lo que debes ser.

Amor

Lo que importa es

Cultivar la percepción del amor,

no la ilustración del cerebro.

o o o

Nunca odiar, que es error;

Siempre amar, que es verdad.

o o o

Sólo cuando amamos

nos sentimos felices de ser amados.

 

Edith Caliani de Villordo

Nació en 1935, en Progreso (Departamento Las Colonias); residente en la capital santafesina. Hija de Amalia Bonvín y de Luis Caliani. Perito Mercantil egresada de la Escuela Nacional de Comercio “Eva Perón” de Santa Fe, actual “Juana del Pino de Rivadavia”. Inició estudios de abogacía que abandonó para dedicarse a la Literatura. Esposo: Jorge Alberto Villordo; Hijos: Carlos Alberto, Jorge Raúl, Crina de los Milagros y Mariana Valeria. Miembro de la ASDE (Asociación Santafesina de Escritores) y eficaz colaboradora en la revista literaria Gaceta Literaria, editada por esa institución. Recibió varios premios y distinciones. Incluida en el ensayo La Mujer en la Poesía Hispanoamericana, obra de la escritora Nidia Orbea de Fontanini (1984), presentación en la Semana del Escritor con auspicios de la Subsecretaría de Cultura de la Provincia de Santa Fe. Incluido su poema “El Señor don Zorro” y la narración “La siesta del yacaré” en el libro “Desde Santa Fe… para los niños”, edición del CEL (Círculo de Escritores del Litoral, nucleamiento convocado por la escritora Orbea de Fontanini) con apoyo del Ministerio de Educación y Cultura de la provincia de Santa Fe, donado a escuelas como adhesión al Plan Cultural 1987 (RM 129 del 16-03-1987), subprograma “Encuentros con escritores en las Escuelas –1984-1987”. Publicó comentarios sobre ediciones de autores santafesinos en el diario “El Litoral” de la capital santafesina y en “Gaceta Literaria” de ASDE. En 1993 logró editar “Umbral del canto”, poemas. Inició su Último Vuelo el 16 de marzo de 2001.

El eco ya es tarde

Me siento morir un poco

como una lluvia vieja.

¡Oh esta penumbra

de tallos helados

al borde de una lágrima!

Pero ¿eres de verdad un río

que unes tanto llanto

en un solo hilo

o agua memorizada

de apretar los ojos?

Hay el temblor de las hojas

apagando quietamente

el trino aún desconocido.

Hoy el agua y los espejos

acercándose a mí

para mirarse

en el paisaje majestuoso

de una sombra.

Hasta el eco ya es tarde

entre el vuelo

y la memoria.

Hasta el eco ya es tarde

entre el vuelo

y la memoria.

                                          De “Umbral del Canto – Poemas, 1993.

Odila Elena Vega de Dávila

Nació en 1921 en Santa Fe de la Vera Cruz.  Reside en Santo Tomé. Maestra Normal Nacional.  Ejerció la docencia durante cuarenta años. Sus obras han sido publicadas en diarios y revistas, en selecciones y antologías.  En 1989 presentó su primer libro “Poemas Otoñales”. Ese año, por invitación integró “Palabras para compartir…” volúmenes 2 y 3, con varios poemas, entre ellos “Puente Colgante”: Cayóse un coloso / de hierro y acero, / de cables torcidos / y vigas muy firmes”…  versos que reflejan su sensibilidad ante hechos y circunstancias que significan pérdidas del patrimonio arquitectónico y cultural. Participó en sucesivos ciclos de “Encuentros con las Letras” conducidos por Myriam Morcillo en la Fundación “Banco Bica” de Santo Tomé. Desarrolla una fecunda labor de promoción cultural junto a artistas santotomesinos y santafesinos.

El arco iris

Nace después de una lluvia

cuando los rayos solares

rasgan la bruma del cielo

con su esplendente fulgor.

Rayos de sol que, en la altura,

pintan las nubes de lilas

y de naranja los cerros

que allá muy lejos se ven.

Gamas de añil que, tendidas

por el azul firmamento,

con el vapor de la lluvia

forman un manto de gris.

¡Pocas visiones tan lindas

como la de un arco iris!

¡Cuánta emoción nos inspira

cuando lo vemos lucir!

Muestra, brillantes y curvas,

franjas de bellos colores

que van, de nubes espesas,

al horizonte a morir.

¡Lástima que esos colores

en un momento se esfuman

cuando, al correr de las nubes,

desaparece la luz!

Quizá los lleve algún ángel

a la mansión de los santos

para afanarse y, con arte,

pintar el trono de Dios.

La estancia

Carcomidas paredes

y las rejas oxidadas,

Las ventanas ya sin vidrios,

sólo restan del ayer.

Un aljibe abandonado

ve crecer musgos y helechos

como ansiosos de frescura,

en las ruinas del brocal.

Una encina corpulenta

se levanta majestuosa,

cual si fuera el testimonio

de un pasado más feliz.

La grandeza de la pampa

fue la cuna del gauchaje,

la reserva de la patria

y el crisol de la nación.

De los patios de la estancia

se lanzaban pelotones

a luchar contra los indios

que avanzaban en malón.

Hoy, sumida en el silencio,

muestra  un campo desolado

que tan sólo cobra vida

cuando luce alguna flor.

Y los vientos la sacuden

cuando soplan iracundos,

como si un poder ignoto

la quisiera castigar.

Pero cuántos episodios

presenciaron sus paredes,

que conservan la memoria

de ese tiempo que pasó.

El amor de los pioneros

que labraron su fortuna

cimentando con su esfuerzo

la riqueza nacional,

se refleja en esos muros

y se guarda en viejas arcas

que, al correr de tantos años,

el olvido sepultó.

Y así pasa la existencia,

que retorna como historia,

destruyendo muchas cosas

que tuvieron su valor.

En “Palabras para compartir…” Vol. 2 – 1989.

SEPA (Servicio de Educación por el Arte).

Amor otoñal

    Llegaste a mi existencia como llegan
las cosas imprevistas y casuales.
En el otoño de la vida misma,
vi renacer de nuevo la esperanza
porque un amor tranquilo  y sosegado,
pero dulce, profundo y reflexivo,
hizo vibrar mi corazón de gozo
y transformó ese mortecino otoño
en otra floreciente primavera.
Las cosas  ya no cuentan y los años
pasados, corresponden al recuerdo,
pues yo  me siento, más que nunca viva
al amar y saber que  soy amada.
Es cierto que el amor no tiene edades,
ni trata de explicarse con razones;
se quiere y nada más, porque se quiere
y se vive, también porque se vive.
Quiera Dios que, a  lo largo del camino
que iniciamos unidos, no encontremos
espinas que desgarren nuestras carnes
y llenen de amargura nuestras almas.
Que hallemos  paz, tranquilidad  y suerte
al  transitar por el sendero, juntos,
despacio y enlazadas nuestras manos,
en el tramo postrero del destino.

En “Reminiscencias” – 2005.

Araceli María del Valle Haberland

Su poema “La primavera” escrito cuando tenía diez años, siendo alumna de  la Escuela Provincial Nº 612 “Manuel Gaete” de Coronda (Depto. San Jerónimo), integra la serie “Palabras para compartir…”, quinto y último volumen editado por SEPA (servicio de educación por el arte), presentado en el Museo “Rosa Galisteo de Rodríguez” y distribuido en varias escuelas.

Llega la primavera

Primavera está llegando…

¡Llega, llega!  Va a llegar…

Toda vestida de rosas

es como Dios la va a dar.

Los pastos que están secos

¡pronto verdes estarán!

Y los cantos de las aves

¡adiós al frío dirán!

Y los canteros que están verdes

coloridos lucirán

y las suaves mariposas

¡adiós al frío dirán!

Sí, los tiempos mejores

pronto vendrán.

Las colinas y los amos

Sus mil tonos mostrarán.

Está llegando la Primavera.

Todos muy contentos estamos.

¡Que vuelva!

Con alegría nueva la esperamos.

Rita G. Bonfanti

Santotomesina, hija de inmigrantes italianos. Química Analista Industrial y Bromatológico, título otorgado por la Facultad de Química de la Universidad Nacional del Litoral. Ex-docente en escuelas  secundarias, bachilleratos de adultos, nivel terciario y universitaria. Guía de Turismo; Profesora de Italiano y de Danzas  Nativas.  Primer “concejala” integrante del Concejo de la Municipalidad de Santo Tomé. Participó en talleres literarios. Fundadora y  coordinadora del  “Mini Salón de la Mujer”, entidad privada abierta a la comunidad. Vinculada en los últimos años al Grupo de Lectura “Poenautas Conjurados” de Bariloche, el 3 de Marzo de 2006 presentó en la Sala de Prensa Municipal “Isabel Moreiras” en el Centro Cívico de Bariloche un poemario en CD, titulado “De mi piel manuscrita”.

Vieja casa vacía

En el patio, bajo la galería
con las lluvias del este
danzan de macetas.

Notas del piano
vibrando Mozart, Chopin, Schubert y Strauss.

En las habitaciones el respiro de sueños.
¡Espejos desplateados
Luces de arañas que no están iluminando
rostros tan queridos!

Paredes desteñidas, huellas de cuadros
la majestuosidad del roble del viejo mobiliario
Porcelana y cristal en arco iris
la historia de mi madre en la vitrina
uniendo plata vieja a los recuerdos.

Un balcón con su bronce sin bruñir
por donde se escaparon las quimeras.
El garaje, el altillo, la escalera
la glicina y su aroma por doquiera.
¡Felicidad de antaño!

El brindis de copas levantadas
la sucesión de fechas que no olvido.
¡Vieja casa vacía!
No sólo hay materia en tu estructura…
La vida familiar tejió la urdimbre
en cada rinconcito del hogar.

Dolor

Sentí la flecha
El dolor secreto envolvió
la sombra de un suspiro
Llaves de amapolas cerraron las heridas.

Recordé el primer gesto de amor
y el oro de los naranjos
derramado en la arena
de la piel manuscrita.

Tu palabra final
fue el último trazo.

Silencio

Hay un silencio eterno
que nació en el cosmos
y lo abraza.

Un silencio de siglos
que no tiene vejez
y no tiene dolor.

Un silencio arco iris
para cada emoción
que argamasa mi río.

Al inmigrante

El pueblito de Europa
te quedaba chico
Argentina ofrecía su promesa
y el Atlántico trajo tu navío.

El surco abriste
sembraron tus manos los trigales
y recogieron el oro
hecho semilla.

En el atardecer de esta tierra
que te retuvo para siempre,
hay nostalgia en tus ojos
imágenes nubladas.

Las barcas en el lago,
la vaca en el establo,
la polenta en el fuego.

El ayer es Italia.
El presente la risa de los nietos,
en la Patria criolla conquistada.

María del Pilar Lencinas

Destacada escritora residente en Reconquista (departamento General Obligado).  Ha recibido diversas distinciones.  Integra antologías. Dirigió una revista literaria y logró la publicación de sus obras en diarios de distintas localidades.

 

Cuando evoco la sangre

                                          “Hay grandes charcos de sangre en el mundo

                                          a dónde va toda esa sangre derramada”

                                          -Prevert-.

Yo, vi un relámpago de sol en la madrugada,

cubría la sangre vertiendo de todas las manos del mundo

cuando otros, ritualmente a esa misma hora en nombre del amor

mutilaban el cerebro de los humanos para que no los habitaran ideas.

Así, miles de manos usurpan momento a momento la vida de nuestras manos

dejando la huella de sangre como única y certera señal

que por ese camino, han transitado los hombres.

Arte poética

Un día como un relámpago furioso

la poesía vino hacía mí.  Fue un regalo de los dioses.

Hace tiempo, he comprendido que los ángeles me alumbran.

También, comprendí de las palabras y sus formas

y de las ideas y estructuras que funcionan a veces

sin el consentimiento de mis ángeles.

Pero soy feliz, como aquel día del primer relámpago.

Pascual Silvano Reynoso

Docente que ascendió a cargos de conducción y supervisión escolar, Jefe de Supervisión en la Zona Norte del Ministerio de Educación y Cultura de la provincia de Santa Fe desde el 12 de septiembre de 1985.  Residente en Santo Tomé se dedica a la narrativa y poesía.  En 1977 su cuento “La mancha de humedad” integra la antología de “Cuentistas Provinciales” editada por la subsecretaría de Cultura de la provincia de Santa Fe. En 1983, siendo integrante del Círculo de Escritores del Litoral desde septiembre de ese año, junto al joven Carlos Antognazzi logró concretar la co-edición de “Historias de Hombres Solos”, conjunto de cuentos que presentaron en Santo Tomé. Continuó con publicaciones en diario y revistas.  Junto a la poetisa Alba Yobe de Ábalo publicaron sus obras en plaquetas distribuidas en diversos actos culturales. En 1991 publicó “Pasajeros de la vida” y luego, con fines didácticos editó “La Bichiescuela del Litoral” refiriéndose a las propuestas educativas de la Granja “La Esmeralda” de la capital santafesina. El compositor José María Aguilar integró en su repertorio Letras de Pascual Reynoso, entre ellas: con ritmo de zamba “Para nombrar amigos”, el chamamé “Camino de Avellaneda”, y la “Cuequita del Pichicho” pertinente al cancionero infantil, entre otras… El 6 de agosto de 2000 presentó su libro “Yo fui Maestro” en la VI Feria del Libro de Santa Fe de la Vera Cruz y luego en la Biblioteca Popular “Bernardino Rivadavia” de Santo Tomé, con presencia de autoridades locales.

Amor de Diciembre

  Sabrás en diciembre que te he amado
en las horas y minutos de este año
guardando por temor al desengaño,
en secreto este amor, atesorado.

Quiero entregárselo en este tiempo, ahora
cuando todos los frutos ya maduran,
los rayos del sol queman y fulguran
y mi sangre se torna arrolladora.

 Quiero amarte, ya mismo, en este día,
bebiendo tu sonrisa placentera
al final de la huidiza de la huidiza primavera
que tiene auras de brisa todavía.

 Quiero tenerte en diciembre y es por eso
que invocando a la fuerza del verano
espero la caricia de tu mano
y el turgente contacto de tu beso.

 Será un amor de diciembre, ya lo ves,
hasta que suenen doce campanadas
y digamos, las copas levantadas:
¡ fue nuestra vida, vivida en un mes…!

Vivir otra vez

   Santo Tomé, mi ciudad,
tiene en su seno una casa
donde la vida se pasa
cantando felicidad

Aquí matizan sus días
mujeres y hombres de edad
aunando sus alegrías
en un crisol de amistad.

Club de Abuelos se llama
este querido solar
que va sembrando su fama
de institución ejemplar.

El canto siempre se eleva
en voces del grupo coral
y el folklore  siempre renueva
el hondo sentir nacional

El teatro da sus funciones,
el arte muestra creadores,
el deporte hace campeones
el alma vibra de amores.

Aquí se alarga la vida
con optimismo y con fe,
no hay existencia perdida
¡ Se  viene a vivir otra vez !

 

Martín Desiderio de la Peña

Poeta. Esposa: Norma Vanrrell. Hijas María José y María Verónica. Nieta: María Sol. En septiembre de 1983, co-fundador del CEL (Círculo de Escritores del Litoral) organizado por la escritora Nidia Orbea de Fontanini. Desde fines de esa década, coordinador de visitas guiadas en la Cámara de Senadores de la Legislatura de Santa Fe. Falleció el 12 de febrero de 2006 a los 63 años.

Opus I

Como latidos del corazón

el poeta en soledad

escucha los ritmos de su alma.

Ve pasar las sombras de los muertos

que se reflejan donde antes han vivido.

Descubre esas presencias,

toma sus sueños más fantásticos

y los hace realidad.

                                         1986

En “Reminiscencia”.

Poemario, 1987.

Elvira A. Bello Leiva

Nació en Esquina (provincia de Corrientes” y ha sido santafesina por adopción. Profesora de Castellano y Literatura egresada del Instituto Nacional del Profesorado Secundario de Paraná (Entre Ríos). Profesora de Declamación egresada del Liceo Municipal de Santa Fe. En Rosario concluyó el Profesorado Normal Nacional de Dibujo y completó estudios en la Escuela Provincia de Bellas Artes de Santa Fe.  Ejerció la docencia en los niveles medio y superior. Poeta, narradora y organizadora de Grupos de Recreación, Clubes de Narradores, Talleres de Creatividad; cursos y presentaciones en Teatro, radio y televisión. Como pintora y dibujante, en la capital santafesina y en distintas localidades, ha presentado muestras individuales y en grupos. Ilustró textos publicados en periódicos y libros. Destacada profesora en el Instituto “Sara Faisal” de Santa Fe. Integró la Junta Nacional de Clasificación Docente con sede en Santa Fe de la Vera Cruz. Participó en “Encuentros con las Letras” organizados y dirigidos por la educadora por el arte Myriam Morcillo, con auspicios de Fundación “Bica” de Santo Tomé.

No tengas miedo de soñar

No tengas miedo de soñar.

Verás tu vida

navegar entre nubes de esperanza.

Verás la tierra

henchida de ilusión como una danza…

La armonía de todos los matices,

si sueñas en colores,

como en el arco iris

formarán una escala

que habrá de dibujarte

caminos en el aire

como en el agua

y en un ritmo celeste de canciones

se mecerán tus sueños en el alba.

Cada sueño que sueñes

será una realidad imaginada

en un mundo creado por ti mismo

de amor y de bonanza…

Y cuando llegue el día del gran vuelo,

no estarás solo:

entre ángeles musicales

y nubes blancas,

llegarás a la cumbre de los sueños

en un cosmos de imágenes aladas

y habrán de acompañarte para siempre

¡todos los sueños que soñabas!

En “Más allá de mis miedos”.

Mayo de 1996.

María Beatriz Bolsi de Pino

Nació en Ceres (departamento San Cristóbal), reside en la capital santafesina. Profesora en Letras egresada de la Universidad Nacional del Litoral.  Docente e Investigadora Universitaria. Directora del Proyecto de Investigación “La lengua oral en el aula universitaria”. Recibió distinciones en certámenes nacionales, provinciales e internacionales. Hasta 1998 coordinó el Taller Literario de la SADE (Sociedad Argentina de Escritores) Filial Santa Fe, para jóvenes y adultos. 1991-1999 Vicepresidenta de la SADE Filial Santa Fe y desde 2005, Presidenta. Obra édita: Poemas: 1991 -”Los caminos del aire”; 1999 “El trazo infinito”. 2005: “Imprevistas Criaturas”. Seleccionada parte de su obra, fue incluida en varias antologías.

Los ausentes

“Siempre estarán aquí, junto a la niebla amargamente intactos en su paciente polvo

              que la sombra ha invadido.” (Olga Orozco)

A veces

no hay un sitio

donde encontrar refugio.

No hay asilos de tiempo.

Como pozos a la distancia

                     como viento que deshace

                              todas nuestras certezas.

un martes

                     que es un jueves

que es domingo

en el minuto descuidado

llegan.

Y se retira el sol

que con cerrojos guardábamos

para que no lloviera.

En las sillas del comedor

se instala el frío.

Un grito de pájaros

remonta

el río más largo.

Cuando bajan del tiempo

los ausentes

un universo nuevo

se descubre en la casa.

Trepan

sus sombras

y ruedan

y huelen diferente

las flores del naranjo.

Ubican sus retazos en el lugar preciso

donde la magia les devuelve la vida.

Utopía de nido recobrado.

Algo de nuestra sangre

los reconoce

cuando

aromando

el aire los disipa.

Y el adiós

-que sólo es tregua-

no logra restañar

el color del olvido.

De “Imprevistas Criaturas” – 2005.

Sofía Acosta

Nació en Santa Fe el 24 de octubre de 1925. Hija de Sofía Spolletti y José Alejo Acosta. Poeta y cuentista. En 1949, Profesora de Historia egresada del Instituto del Profesorado de Paraná, provincia de Entre Ríos. Estudió italiano en la Escuela Dante Alighieri de esa ciudad.  Ejerció la docencia en la Universidad Católica de Santa Fe y en diversas instituciones. Participó en encuentros, simposios y congresos en distintas provincias argentinas y en México, en 1968 y 1972, con presentación de trabajos. Publicó varias obras en ediciones de la Universidad Nacional del Litoral; en Buenos Aires y Santa Fe; en Perú y México…  Sus poemas integran antologías argentinas, españolas, norteamericanas, inglesas…

Aquí, un fragmento del poema publicado en 1980:

La Red

Sí. Yo tengo desde siempre un río alucinante,

claro y oscuro son de apresuradas y nítidas palabras,

un dolor hecho a flor abierta desde adentro,

un barrio tibio de islas y una arena

marcada con mis pasos.

Un río que me azota con su lento tropiezo

Su no irse jamás y no quedarse

tosca arcilla en mis dedos.

Un río adiós continuo,

un río hecho regreso frente a la costa brava

donde el pasto sediento aprisiona los pájaros

y la muerte convida dulcemente y espera.

Elisa Susana De Marco

Nació en Rosario, ciudad de residencia.  Poeta y escritora. Profesora de Inglés.  Docente y funcionaria en la Universidad Nacional de Rosario. Profesora y personal directivo en la Escuela Nº 623.  Integrante de la Asociación Literaria “Nosotras” de esa ciudad y miembro de la Comisión Directiva. “De sus viajes por el mundo recogió interesante material para su charlas audiovisuales ‘Música e imágenes a través del mundo’ que ofreció en numerosas instituciones culturales y educacionales de Santa Fe y Rosario.   Recibió premios en distintas provincias argentinas y en España.  Sus obras fueron publicadas en ediciones compartidas. Su poemario “Imágenes” integra la Selección “Prosa y Poesía 1981” editada por la Asociación Literaria “Nosotras” de Rosario. Recibió premios en la Argentina y “premio internacional del Instituto Tello Téllez de Meneses, Palencia (España).

A la Paz

Sé que florecerás

en toda la tierra,

cuando el hombre

reconozca que el amor,

mueve al mundo.

Sé que reinarás,

cuando todos los hombres

sin distinción alguna,

unidos sus esfuerzos,

trabajen alegres y gozosos

para mejorar la humanidad.

Sé que llegarás,

cuando en su corazón

comprenda el hombre,

que el que está a su lado,

sufriente y necesitado,

es un hermano.

Sé que imperarás,

cuando no haya diferencias,

por el color, religión

o nacionalidad.

Cuando al fin la tierra

una nación tan sólo sea.

Si así tratamos de pensar,

obrando con amor y caridad,

yo sé que Dios nos premiará,

y tú, ¡Oh! Paz,

entre los hombres,

eternamente vivirás.

Juan Carlos Durán

Poeta. Cantautor. Recitales artísticos en distintas provincias. Encuentros didácticos (1984-1987) auspiciados por la Subsecretaría de Cultura de la Provincia de Santa Fe. Parte de su obra fue editada por ambas Cámaras de la Legislatura de Santa Fe. Presentó su Cantoral “Y Dios creó al hombre” en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires en abril de 1987, adhesión a la visita de S. S. Juan Pablo II a la República Argentina. Obra édita: “Y Dios creó al Hombre” – Cantoral, Año Internacional de la Paz. 1992: “Paz con Dios Creador” – Cantata Ecológica (ECO 92, Cumbre en Brasil, por la defensa ecológica).

Ecopaz

            En su casa de amor

            no entra la muerte.

Dar la paz es labor

que distingue

a los Hijos de Dios.

A la paz llegarás

con la fuerza

que da la verdad.

Lucharás por la paz

con el arma

templada en tu paz.

Servirás a la paz

si respetas

lo que es libertad.

Pedirás ver la paz;

defendiendo la vida,

podrás.

Paz con Dios Creador.

Paz con todo

lo dado por Dios.

Sí a la paz.  Sí al amor.

Al violento

diciéndole no.

Claves son, de la paz,

desarrollo

y solidaridad.

El desear de la paz

con justicia

se debe abonar.

Orbe y paz se unirán

sin fronteras,

si hay sólo una paz.

Dar la paz es labor

que distingue

a los Hijos de Dios.

De “Paz con Dios Creador”

Cantata Ecológica

Junio de 1992.

Rubén Vela

Mi voz viene de adentro,

de lo interior del alma,

y no tengo vergüenzas.

 

“Arte Poética”

Incendiarse

en

la

palabra.

Crecer

en

libertad.”

De “poemas Australes” – 1960

Buenos Aires, Editorial Losada.

 

Nació el 3 de mayo de 1928 en Santa Fe de la Vera Cruz (capital de la Provincia de Santa Fe, República Argentina).  Hijo de Esther Suso y de Antonio Vela -destacado tenor-; hermano de Elba.  Luego vivieron en Buenos Aires y allí cursó estudios secundarios.  En 1944, integró la redacción de la revista colegial dirigida por Horacio Jorge Becco y cuatro años después se expresó desde el teatro de títeres, con la dirección de Mané Bernardo. En 1949 fue convocado para el servicio militar obligatorio y en ese tiempo escribió los primeros poemas.  Ya estaba comprendiendo que las palabras serían sus armas, que sus maneras de luchar estaban directamente vinculadas con la Literatura.

Con el apoyo de Luis Seoane y Arturo Cuadrado, en 1953 logró publicar “Introducción a los días”.  Raúl Gustavo Aguirre ya estaba conduciendo el grupo “Poesía Buenos Aires” y le propuso que se integrara.  Ese año concluyó la elaboración de un primer proyecto y el 25 de septiembre de 1954, concretó la Presentación de la Nueva Poesía Argentina que incluyó poemas suyos, del promotor de esa iniciativa, el perseverante Raúl Aguirre, del santafesinos Francisco Urondo…  Ese año, la misma editorial difundió la primera edición de “Verano”.   En 1955 publica Escenas del prisionero dedicado a Raúl Gustavo Aguirre y en el tercer momento: “-El poeta comienza a verificar su destino. –Me estoy vistiendo ajeno. / Nada de lo que tengo es mío.  Ya se vislumbraba que para Rubén también las fronteras podrían existir en la imaginación y estaba convencido de ser un argentino, latinoamericano… ¡universalista!

Siento el impulso de reiterar, de su libro La palabra en armas:

En la tierra

A Nina

Hemos construido días perfectos sobre la abundancia de tus palabras dichas en silencio. La dura soledad  de tu cuerpo y en mío en una misma soledad.

Hemos hecho crecer ese silencio en la sed de nuestros hijos.

Hemos ganado nuestro amor.

(“La Palabra en armas” – 1971.

Buenos Aires, Editorial Losada.)

 

Rubén Vela presidió la SADE en la capital federal (1987). Ha sido delegado argentino ante la UNESCO; miembro del Pen Club de Brasil;  Miembro Correspondiente de la Academia de Bellas Artes de Brasil;  miembro del Consejo Asesor del Instituto del Servicio Exterior de la Nación; Consejero y Vicepresidente del Consejo de la “Fundación El Libro”.  El gobierno de su provincia natal le otorgó “Medalla de Oro” y recibió el primer premio en el concurso Trienal de Poesía “José Pedroni”; Faja de Honor de la SADE… entre otros. Han reiterado que “el Gobierno de la provincia de Santa Fe, editó 75 ejemplares de sus poemas para ser distribuidos en escuelas, bibliotecas, hospitales y establecimientos carcelarios de esa Provincia”.  Es Licenciado en Diplomacia egresado de la universidad del Salvador. Ha sido Embajador en Bolivia, Brasil, España, Costa Rica, Corea y Zaire.

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Nombro con emoción a José Suso y a Juana Rossi -bisabuelos, tatarabuelos…- porque pertenecemos a su esencial descendencia.

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“Poemas indianos” – 1960

América

Alta luz del silencio
sobre la noche
tu mansa voz de luto
me desnuda.

Y es de nuevo América
un hombre partido en dos
una mujer asesinada
una larga memoria de violencias.

América

Allí, la tierra dio frutos
y el sol, hombres dorados.

Y una mujer y su ardiente camarada
trasvasaron el agua de diamantes
que corre de una a otra vena.

América

Llenándote de hojas y de días

de horizontes navegadores

tu estatura me aniquila

tu aurora llagada

donde sólo la piedra permanece.

América

El hombre y la mujer
desnudos como el río
de las generaciones
y el pájaro embriagado
que lanza su grito jubiloso
hacia la aurora.

De “Poemas Indianos” – 1960.

Cuadernos de Poesía del

Movimiento Artístico del Mediterráneo

Valencia, España.

“Poemas Americanos – 1963

Definición

 

América sin el Arco del Triunfo.
América sin el David de Miguel Ángel.
América sin la Venus de Ampurias.
Nueva e intacta América
que ignoraba la locura de Paolo Uccello.

Porque cuando digo América
digo la América que cantó Pablo Neruda,
que cantó el cholo Vallejo,
que cantó Huidobro como un nuevo maldito.

Que cantaron los hombres
del tabaco y de la hechicería.

“Esto es América”, me decían,
mostrándome las altas cordilleras,
el suicidio del sol sobre los trópicos,
los grandes ríos furiosos.
Sólo vi pies descalzos,
criaturas americanas
sobre el hambre y el frío
como frutos desnudos.
“Esto es América”. Sobre las tierras
indias del centro y del sur
vi desolación. Y, al borde,
las grandes ciudades opulentas, sólo
al borde.

De “Poemas Americanos” – 1963

Buenos Aires, Editorial Losada.

“Poemas con pueblo”

América

Hoy por ti, mi pueblo americano.

Inmenso como un pájaro

de alas extendidas

hacia el sol que nunca se pone.

 

Hoy por ti, mi pueblo americano.

Por los hombres que nacen

desde el fondo del cobre

como orquídeas salvajes.

 

Hoy por ti, mi pueblo americano.

Mi raza campesina.

Raza entera de hombres

con los pies en la tierra

y con tanto dolor

como cabe en el mundo.

 

Para hablar y respirar,

sólo por eso,

¡hoy por ti, América, mi pueblo!

De “Poemas Australes” – 1966.

Buenos Aires, Editorial Losada.

Maneras de luchar

Que no me digan
que escriben simplemente,
que dicen el poema
sin pensarlo siquiera.
Que él nace porque sí.

Es un arduo trabajo,
un oficio de herreros,
un hacer proletario.
Un cansancio que continuará mañana.

Que no me digan
que se hacen poemas sin sudores,
sin una larga y violenta jornada de trabajo.
Tengo las manos como las de un labriego,
duras, gastadas, llenas de poemas.

De “Los secretos” – 1969

                                               Buenos Aires, Editorial Sudamericana.

Premio Trienal de Poesía “José Pedroni”

otorgado por la Subsecretaría de Cultura

de la Provincia de Santa Fe.

La palabra en armas

I

La palabra en armas

su porfiada vehemencia

su penetrante ardor

su insolente

               su incómoda

                     sencillez.

La palabra en armas

tiene el sueño liviano

despierta en cualquier momento

se levanta

toma el día en sus manos

hace salir el sol

o provoca el diluvio.

Con elemental rudeza

acontece en sí misma.

Se festeja

creando la fraternidad.

Es un solo lenguaje.

Es un viejo lenguaje.

Es el común y terrible lenguaje

de los hombres

que han sabido ganar su libertad.

(La libertad hay que ganarla

                     como la mujer

                     como los hijos

                     como la poesía

                     como la amistad)

De “La Palabra en armas” – 1971.

Buenos Aires, Editorial Losada.)

 

Rodolfo Zanni

Nació en Italia, reside en Casilda (departamento Caseros). Su obra es difundida en diarios y revistas. Su soneto “Poder ser” fue incluido en “Cuaderno de Cultura Nº 2” editado en noviembre de 1994 durante la gestión del subsecretario de Cultura Dr. Jorge Alberto Guillén.

Poder ser

Como quisiera ser la tenue brisa,

que cuando llega a ti, se vuelve canto,

ser luz, ser flor, aurora y dulce encanto

y el arrebol, que pronto en ti se irisa.

Poder seguirte así, tal cual tu sombra,

y acompañarte siempre, siempre por tu senda,

ser un suspiro en ti, y en noble ofrenda

brindarte el mundo, que de ti se asombra.

Ornarte con el brillo de mil luces,

en un beso brindarte mi ternura,

y ofrecerte con amor mi corazón.

Pequeño ser soy yo, a quien seduces,

soy un esclavo más de tu hermosura,

y estás grabada en mi alma hecha visión.

Oscar Luciani

Nació en 1933, en Firmat, departamento General López. Su poemario “Fragua y Yunque” obtuvo el Premio Trienal de Poesía “José Pedroni” otorgado por la subsecretaría de Cultura de la Provincia.  Algunos de esos poemas fueron incluidos en “Cuaderno de Cultura Nº 2” editado en noviembre de 1984 durante la gestión del Subsecretario Dr. Jorge Alberto Guillén.

Moneda

El hombre da

y

niega.

En esas

dos actitudes

sustenta

el acontecimiento

de ofrecerse a sí mismo.

Llanto

Cuando miro

a quien está muerto,

no pienso demasiado en lo que fue,

en lo que es,

en lo que será.

Mi gran dolor

nace de la negación,

de lo que pudo

haber

sido.

Del libro “Fragua y Yunque”.

Teresa Beatriz Guzzonato

Teresa Beatriz Guzzonato, nació el 11 de diciembre de 1956 en Santa Fe de la Vera Cruz (República Argentina, donde reside.  Licenciada en Edafología.  Premiada en la Selección Poética del Rotary Club de Santa Fe.  Participó en Antologías  y en la revista Banco Club de Santa Fe, también en Muestras de Poesía Ilustrada. Incluida en “Desde Santa Fe para los niños…”, edición del Círculo de Escritores del Litoral destinada a bibliotecas escolares en el contexto del programa “Encuentros con Escritores en las Escuelas” – Plan Cultural 1984-1986 y Plan Cultural 1987 aprobado por Resolución Ministerial. “Incursiona en la fotografía y la pintura, con las que ha realizado exposiciones en diversas localidades de la provincia de Santa Fe, ha participado en muestras colectivas en Santa Fe y Buenos Aires, e ilustrado libros de autores santafesinos”. Integrante de la SADE (Sociedad Argentina de Escritores), filial Santa Fe.

Labrador de ríos

Tus manos modelan el agua,

labrador incansable de los ríos.

Yo admiro tu obra.

Tú acomodas las ondas

que dan la rizada imagen

de la superficie.

Menguas los remolinos

para que no dispersen

el algodonoso camino de las nubes

reflejado en tus llanuras.

Tú les hablas a los peces,

pides que sus voces no despierten

el sueño de la luna

en el seno calmo de las profundidades.

Tú eres quien ara las orillas,

quien siembra las olas

y cosecha la espuma.

Amasas la arcilla

y das formas a las riberas,

pones sauces en el límite

de tus campos

y esquilas las flores azules

del inquieto rebaño de camalotes.

Convídame con un poco de tanta frescura

y tanta sombra,

y déjame ser,

solamente,

un pasajero de la tierra

que se inclina ante tu labor.

Humo de mayo

Caricia gris

la del humo entre los árboles,

surgiendo entre verdes

chimeneas coposas,

pincelando el aire

de figuras

mitad serpentinas

mitad mariposas…

Mitad tristeza

la caricia gris del humo

aleteando por el cielo de la tarde.

En “Antología Poética  Selección 1985”

Editor Augusto Zorreguieta

“Ronda Literaria”, Lomas de Zamora.

Provincia de Buenos Aires.

 

Ana María Niel

El 6 de junio de 1948 nació Ana María Niel, en Santa Fe de la Vera Cruz, capital de la provincia de Santa Fe, República Argentina.  Maestra Normal. Egresó de la Escuela de Diseño y Artes Visuales en 1974. Integra la Asociación de Artistas Plásticos de Santa Fe. Si alude a tal actividad artística expresa: “-…lo de plástica, porque soy inflamable”. Sus hijos: Leonardo Alberto, 1967; Fabián Ernesto (1968); Ruy Alexis (1971) y Carolina Marcela Gatti Niel (1973). “Los Niel son una familia de artistas” y han presentado muestras retrospectivas en la “Alianza Francesa” de Santa Fe y en el Diario “El Litoral” de la capital santafesina. Invitados por “Casa de la Cultura Indo-afro americana” expusieron como Familia de Artistas Latinoamericanos. Igualmente, “a pedido de una agrupación de Derechos Humanos expusieron en los Ángeles (California), como ‘Familia representativa latinoamericana’  y esa producción artística les fue donada”. Invitada, desde 1973 participó en Salones, Muestras y Exposiciones en diversas provincias.  El 28 de marzo de 1988 expuso en el Centromultimedios “Biblioteca de la Legislatura de Santa Fe” y con auspicios de la Comisión Bicameral Administradora esas obras fueron expuestas el 17 de abril de 1988, en la Sala “Julio Cortázar” de la XIV Feria Exposición Internacional del Libro “Del Autor al Lector” donde se proyectó el audiovisual “Museo Histórico de Santa Fe” con presencia de artistas santafesinos y residentes en la capital federal.  Desde 1984 desarrolló una fecunda labor en Talleres de Arte con niños y adolescentes como Promotora Cultural del Instituto Provincial de Arte “José Pedroni” hasta septiembre de 1990 cuando fue dejada sin efecto la creación del “IPA José Pedroni” y hasta la actualidad, continuó contratada desde la Subsecretaría de Cultura con tales talleres en los Barrios “Las Flores II” y “El Pozo”. Muestras Anuales de esos trabajos de niños y adolescentes, fueron presentadas por invitación en diversas sedes: 1987 con auspicios de la Presidencia de la Cámara de Senadores en la sede de la Biblioteca de la Legislatura de Santa Fe; luego en la Sociedad Médica de Santa Fe, en ATE (Asociación Trabajadores del Estado)…  Distintos medios han comentado esas Muestras que también se concretaron en la sede de la Subsecretaría de Cultura de la Provincia; en la Sala “Ricardo Supisiche” del Centro Cultural Provincial de la capital santafesina; en el Museo Municipal de Artes Visuales… En esos Talleres de Arte sigue desarrollando una perseverante acción tendiente a orientar hacia el adecuado uso del tiempo libre, trabajando con otros docentes y con grupos de madres.  Acompaña a los jóvenes con problemas de conducta alentándolos para un cambio de actitudes, aun en lugares de detención o protección.

Inició su Último Vuelo el 12 de junio de 2007…

 

Del Instante al Amor

Buscaré hallar Tu Voz

entre las voces,

Amor de ventanas silenciosas

abeja laboriosa indescriptible.

Azul nido de blancas escaleras

Mutante con diez alas diferentes,

que orlado de tules y de lunas,

de oleajes y de espuma,

con penachos barrocos

se enaltece.

De tantas multitudes

te has ungido.

Reflejo, holgado peregrino.

De verdes ilusiones

y borrascas,

horadando las sentidas pasiones

calcinantes de cuerpos arenosos.

Y es tu lecho el asiento,

duro y blando

que osamos vislumbrar

los entendidos.

Niñez de takirari

Todo lo que toco tiene Sol.

Todos los colores me dan Luz.

Los que rechazamos

y los que absorbemos,

la lluvia, las noches,

el frío, los truenos,

las manos colmadas

y las manos huecas.

Gemidos se escuchan

y sonidos,

notas candorosas

y bramidos,

y todo esto es Luz.

Se mueve en el árbol

la hoja prieta,

otra hojita cae

y es su meta

la gravitación.

Sigo con mis ojos,

indiscreta,

sigo con mis ojos,

pandereta.

Poema musicalizado por la autora.

Cuerpo y se desliza

Solo, triste aún,

con mi caja

para golpear,

y este dolor lastima.

Voy camino

a algún lugar

de amigos varios,

y el andar me cuesta.

Quiero ver, sentir,

tocar, pulsar

entre los corazones

uno más, tantear,

cercano al mío,

que a veces lo roce.

……………………………….

Poder comprender

si no me ven,

si allí no están,

las voces que conozco.

Poder recordar

cómo era amar,

cómo era ser amado.

Y si alguno allí,

aún siendo yo

parece indiferente,

tratar de entender

que sin amor

se empobrece la gente.

                                                                                           Poema musicalizado por la autora. / Canción.

Rubén Sevlever

Nació en 1932 en Rosario.  Colaboró en diarios y revistas literarias.

En 1980 obtuvo el Premio Trienal de Poesía “José Pedroni”  otorgado por la subsecretaría de Cultura de la provincia de Santa Fe. La Editorial “Biblioteca Constancio Vigil”  de Rosario, publicó su libro “Poemas 1956-1966”.  Su poema “Ciudad” integra “Cuadernos de Cultura Nº 2” editado en noviembre de 1984 durante la gestión del subsecretario Dr. Jorge Alberto Guillén.

Ciudad

Ciudad,

ciudad o albura recortada en prismas,

en constancias de azul descendido a callejas

donde todo eco resuena.

Ciudad que rige altas ruedas,

almas, columnas, capiteles,

arborescencias, espacios, grises doseles;

ciudad de ardiente lengua de tristísimos alcoholes.

Ciudad que demuele sus panes devorando ríos,

horas como cristales, negros trigos, estambres,

sueños, cenicientos legajos y peces que no alumbran.

Ciudad que amanece sus rituales con monedas;

ciudad que tiene alientos y plazas y campanas

y enmohecidas estatuas con huecos de cemento.

 

Jorge Franzini Doce

Nació el 27 de agosto de 1934 en Emilia (provincia de Santa Fe). Bachiller. “Poéticamente, autodidacto”.  Casado. Jubilado bancario.

Olvido

Una memoria en letanía,

evoca recuerdos con nostalgias…

amarillentas imágenes atrapadas,

en antiguos retratos escondidos,

nos conceden otros tiempos:

y es el polvo milenario,

que en un soplo se disgrega

en partículas suspendidas,

que danzan animadas,

en el tenue haz de luz que nos enfoca.

Es el tiempo que se filtra en la mirada.

La distancia de antepone…

el silencio se contiene…

y el olvido (que no existe)

se disfraza de memoria.

El recuerdo ya se ahoga,

en piadosa eternidad…!

Ausencia

Cuando el espejo de tanto consultarlo,

me devuelva el rostro envejecido.

Cuando mis manos,

ya torpes y ajadas

sólo se encuentren con la nada.

Cuando mi voz se derrame en las sombras,

y en el silencio ni mi llanto se oiga.

Cuando en mi boca no se aquiete,

ni el susurro de un suspiro,

y en mis afiebradas noches

ni tu nombre se nombre;

haré entonces,

el balance de mi vida:

y sin reproches…

y sin desprecios…

me despojaré del alma.

Despaciosamente y en silencio,

me habré ido…

y tú no estarás conmigo…!

Tiempo y espacio

Ya he nacido…

y transito misteriosos laberintos,

de la mano de mi cómplice destino.

Me arrojo a las fauces de los días,

me acunan los insomnios de las noches.

En los sueños de los sueños,

mi conciencia se acobarda…

mi figura se deshace y desfigura

me despierto en lo solo de la nada

ya no soy…

mi sombra,

opacada en otra sombra,

sigilosa me traiciona.

Ya no hay tiempo…

¡el espacio me devora…”

Dios o como se llame

Antes…

que la bandera,

del armisticio, de la tregua, de la paz.

(o como se llame)

se enarbole en mi barba

y en mis cabellos canos.

Antes…

que acudan los lazarillos de mis ojos.

Las gafas, los lentes, los anteojos,

(o como se llamen)

a leerme un último poema,

aquél donde solía,

pedirte que me ames.

Antes…

Que mi viejo bastón de temporadas,

de lumbago, de reuma, de artrosis,

(como se llamen)

me acaricie,

y de mi dolor se apiade.

Antes… mucho antes…

Recordaré:

que fui joven…

que fui amante…

y también el único elegido,

que por siempre te ame.

¡Oh Dios…!

(o como te llames).

Octaviano Alberto Depetris

Poeta de El Trébol (departamento San Martín, provincia de Santa Fe). Susana G. de Bonardo ha expresado que “es una persona sencilla que escribe poesías tan simples y sensible como él.  En ellas describe sus vivencias, sus recuerdos, sus sueños, su esperanza…  Le agrada trabajar y contar sus experiencias a los niños y adolescentes de las distintas escuelas de la localidad y zonas vecinas… Su vocación fue ser maestro.  Su sueño, escribir poesías”, logrando aunar en el sentido misional de su existencia: educar-educándose, por el arte de vivir y de convivir.  Es oportuno reiterar lo destacado por la escritora Nidia Orbea de Fontanini: “En ‘Amor y nostalgia’, anuncia su poemario con dos advertencias: ‘No te mientas a ti mismo, muéstrate como sos.’ / ‘La sencillez es un don y la humildad un premio’.  La primera página de ‘Mi sentir de poeta’, alude a ‘LO ESENCIAL’ en el pensamiento de A. Guillén Zelaya (hondureño); conceptos que DEPETRIS evidentemente comparte. Aunque una síntesis es aparente mutilación, es oportuno transcribir algunos párrafos:  ‘Lo esencial no está en ser poetas, ni artista, ni filósofo. Lo esencial es que cada uno tenga la dignidad de su trabajo, la alegría de su trabajo, la conciencia de su trabajo. /  El orgullo de hacer las cosas bien, el entusiasmo de sentirse satisfecho, de querer lo suyo, es la sana recompensa de los fuertes, de los que tiene el corazón robusto y el espíritu limpio’. / ‘El que siembra el grano que alimenta nuestro cuerpo vale tanto como el que siembra la semilla que nutre nuestro espíritu, como que en ambas labores va envuelto algo trascendental, noble y humano: dilatar la vida.’ /  Nadie se avergüence de su labor, nadie repudie su obra, si en ella ha puesto el efecto inteligente y el entusiasmo fecundo.  Nadie envidie a nadie, que ninguno podrá darle el don ajeno ni restarle el propio.  La envidia es carcoma de las maderas podridas, nunca de los árboles lozanos.  Ensanche y eleve cada uno lo suyo, defiéndase y escúdese contra toda mala tentación que en la satisfacción del esfuerzo legítimo se nos brinda la actividad y el sosiego.’ / ‘Lo triste, lo malo, lo dañino, es el enjuto del alma, el que lo niega todo, el incapaz de admirar y de querer. Lo nocivo es el necio, el inmodesto, el tonto, el que nunca ha hecho nada o censura todo; el que jamás ha sido amado y repudia el amor; pero el que trabaja, el que gana su pan y nutre su alegría, el justo, el noble, el bueno, para ése sacudirá el porvenir sus ramajes cuajados de flores y de rocío, ya tale montes o cincele poemas. / No se sienta menos.  Nadie maldiga a nadie.  Nadie desdeñe a nadie.  La cumbre espiritual del hombre ha sido el retorno al brazo de las cosas humildes’.” Octaviano Alberto Depetris, ratifica sus convicciones cuando en la portada de uno de sus libros, manifiesta: ‘Quiero devolver algo de lo mucho que me enseñaron’.”

Libro, silencioso maestro

(Feria del Libro Escuela “Laprida”.)

Tú, en la escuela desde un banco

muestras hojas con letras y figuras,

enseñas en silencio y con ternura

a criaturas ataviadas de blanco.

De ti, el niño estudia y aprende,

el adolescente de ti quiere aprender,

el adulto comprende que poco sabe

y que a tus páginas ha de volver.

Sos, donde esperanzas e ilusiones

llegan a la meta anhelada,

sos temple de los corazones

y dulzura del alma afiebrada.

Entre tus tapas, páginas silentes

atesoran de la vida el saber,

en ellas, exhibes nuestros derechos

y pones de relieve nuestro deber.

Es el silencio tu más nítida voz

que atrae con sutil expresión,

el que dicta con amor sos,

llegando a lo profundo del corazón.

Libro, maestro eterno, silencioso,

lleno de bellísimas virtudes,

das aliento al mundo laborioso

y viertes paz a todas latitudes.

No es sedentaria tu enseñanza,

no es invulnerable tu frontera,

tras ella existe quien espera

tu palabra noble sin tardanza.

Fuiste y sos blasón del hombre

quien te toma entre sus manos,

por doquier está escrito tu nombre

y tu nombre une como a hermanos.

En cada hoja un tema, una lección,

maestro que en silencio expone

 y que pausado exalta sus dones

 aprobando en voz baja y emoción.

No aceptas maldad ni herejías,

no das albergue al perverso,

compartes de las sanas alegrías,

porque sos maestro del universo.

No arrojas semillas en desiertos

ni las esparces sobre la tundra,

sos luz del sol que alumbra

el sendero de los aciertos.

¡Oh! maestro de las épocas todas,

siempre del saber serás paladín,

la belleza interna que ofreces

es como flor de hermoso jardín.

                                          5/10/1986

Febe Cúcari de Ellena

Rosarina. “A los diecisiete años fundó el periódico ‘Aliento’ en la localidad de Clarke (Santa Fe). Profesora en Letras. Periodista. “Becada en Roma (cursillo sobre Historia del Are) y por la Universidad de Miami (cursillo en inglés). Dictó y organizó conferencias. Directora de  Teatro. Crítica cinematográfica y teatral.  Miembro del Instituto Argentino de Cultura Hispánica de Rosario. Miembro de SADE (Sociedad Argentina de Escritores) Filial Rosario.  Presidenta de la Asociación Literaria “Nosotras” de Rosario, durante ocho períodos alternados. Presidenta de las Jornadas Humanísticas: “El Hombre en la Era Atómica” (1971). “El Hombre en la Era Tecnológica” (1976).  Su obra integra 27 libros compartidos, editados por su iniciativa. Incluida en el “Diccionario de Poetas Argentinos”, recopilación del poeta Oscar Abel Ligaluppi, Fondo Editorial Bonaerense, 1984.

Ave de fantasía

El poeta se baña en luna y azul,

y escribe en un delirio de figuras,

arco iris reflejando curvaturas,

gotas de lluvia y nubes de tul.

El poeta se siente, abedul,

pájaro y flor. Musicales criaturas,

del verso dueñas. Dueñas de venturas

extraídas de mágico baúl.

Giros de sol, va creando el poeta,

luminosidades, de agua en cascadas,

danzan y acunan, rosadas quimeras.

El vate iluso, el alma, aquieta,

entre celajes y brumas, las hadas,

velan su sueño, de glorias primeras.

En “Direccional Poético Amor”

Edición “Ronda Literaria”, 1993.

Monseñor Víctor A. Ferrero

Nació en Zenón Pereyra (Dto. Castellanos, prov. de Santa Fe), el 6 de septiembre de  1898. Cursó sus estudios en el Seminario de Guadalupe, en la Capital  de  la Provincia.   Ejerció su apostolado sacerdotal en Zenón Pereyra, San Guillermo  y Carcarañá. El 5 de mayo de 1935 se hizo cargo de la Parroquia de San Jorge, donde permaneció durante treinta y siete años.

El Reverendo Padre Víctor A. Ferrero, el 29 de diciembre de 1964 fue  designado Prelado Doméstico de S.S. Pablo VI y recibió el título honorífico de  Monseñor. Participó en certámenes literarios y su obra inédita fue editada en 1986, Año  del Centenario de la Fundación de San Jorge, por iniciativa de  Mujeres  de Acción  Católica y Biblioteca Popular “Rivadavia” de esa localidad, por ser  ”expresión espiritual de uno de sus sacerdotes para señalar que a la par del humo de  las fábricas ascendió hacia su cielo la exquisita fragancia de  la  poesía”.  Monseñor Ferrero entró en la inmortalidad el 27 de julio de 1980.

 

Al Puente Colgante de Santa Fe

Es el Puente que contempla vigilante la porfía

de continuas caravanas, que se aprestan a pasar…

Con sus torres gigantescas, a los tiempos desafía,

en los fondos pintorescos de un añoso boulevard.

Encorvado por el agua, prisionero del destino,

de mil lunas amorosas lo bañó la claridad;

día y noche, sin descanso, centinela del camino,

en sus hierros impasibles, se rindió a la tempestad…

En su largo encadenado, confundido con el Puente,

dialogando con el tiempo, pasó el tiempo indiferente

a los hombres y a las cosas que se agolpan a sus pies.

Yo me abrazo a sus barandas, yo me abrazo a sus pilotes,

como lo hace, con sus mallas de intrincados camalotes

la Setúbal espaciosa de la vieja Santa Fe…

 Compasión

Cuántas penas en sus ojos de mirada cariñosa…

De sus dueños y su casa, ya no tiene dirección,

mira  siempre a todas partes por si un alma generosa

interpreta sus angustias y se llama a compasión…
Es un perro abandonado por la vida despiadada,

a la vera del camino lo llevaron a perder.

Siempre espía una caricia, siempre espía una mirada

de algún alma compasiva que lo sepa comprender…

-No te vayas, perro bueno, mira… quédate conmigo,

tú serás en adelante, tú serás mi fiel amigo…

En mi casa falta un alma quiero un perro como vos.

El idéntico infortunio del destino nos iguala,

compartamos nuestros días en la buena y en la mala,

la comida si no sobra dividimos para dos…

Miguel Ángel Zanelli

Nació en Santa Fe.  Comentó obras literarias en diarios de distintas localidades, en radioemisoras como LT 10 Radio de la Universidad Nacional del Litoral y “Señales” de Buenos Aires. Pronunció conferencias en su provincia natal y en Entre Ríos. Profesor en el Centro “Santa Teresa de Ávila” de Paraná, capital entrerriana; dependiente de la Universidad Católica Pontificia de Buenos Aires. Redactor en la sección cultural del diario “El Interior”. Director del Instituto Superior de Bibliotecología dependiente del Ministerio de Educación y Cultura de la provincia de Santa Fe. Director de la Biblioteca Central de la Universidad Nacional del Litoral.  En la década del ’70 con el escritor Edgardo Pesante coordinaron las actividades del Taller Literario de la ASDE (Asociación Santafesina de Escritores), institución en la que se ha desempeñado con diversas funciones en el seno de sucesivas Comisiones. La talentosa poeta y documentalista Nelly Borroni Mac Donald concretó el proyecto de ediciones de la “Colección Apertura” y el quinto volumen “La búsqueda” es un poemario de Miguel Ángel Zanelli presentado durante la primavera de 1971.

El vértice

En el principio de las cosas

en la esfera del tiempo

están posados mis ojos.

El pasado es trémulo camino hacia los mares,

es agitación de una savia venidera.

El futuro está dormido sobre las raíces de mi espada.

Todo converge hacia el oro que retorna,

la rosa blanca de la aurora

besa el corazón del silencio,

el fragor enrojecido del deseo

abraza la fermentación del lodo.

El mal cae fatigado ante la ausencia,

el bien lanza al cielo sus manos y su garganta.

Ahora estoy en la unidad,

sin ser rueda, molino o herramienta,

siento la pulsación de las abejas,

el hambre jubiloso de los árboles

y la loca sinfonía de las voces.

Veo el mundo como una planta,

un río, una serpiente o una estrella,

me adueño de las sombras que se asoman en todos los rincones

y con el sol en mis manos

descubro al tiempo en el abismo.

En esta soledad crecen los misterios

de la humedad gozosa

de la semilla salvaje

y de una esperanza cuyo secreto está en los límites.

Entonces la voz de la aventura

se convierte en oro inmóvil

en estrella silenciosa

en sabia roca de perenne encuentro.

Y la luna, antes dueña de  las olas

no es ya la tejedora del destino de los gritos,

y la retorta del mar

es tan solo un espejo sin latido.

Solo el alma con sus números y sus sonidos

vibra sin infinito y sin tiempo

sin astillas ni caminos.

Tarde imprecisa

En esta tarde de fantasmales pensamientos

de pálidas visiones,

de libertad íntima,

busco el misterio en el fondo del olvido,

evoco las cosas

los seres

las palabras

las risas

los llantos

las protestas

las luchas

los anhelos de dicha

que se estremecen en las almas nostálgicas

como una canción vacilante en un día nublado

o como el soplo de murmurantes calles

emergiendo de la lejanía.

Las pisadas del crepúsculo

apenas se oyen en la tarde,

en el cruce de todos los caminos

se encuentran los jinetes del horizonte

y los juglares que buscan

lo que no fue jamás

y que está escondido

en el nido de la magia

o en las pálidas voces

que viajan en el viento.

En los rincones del silencio

los habitantes del espejo

formulan la sobrenatural pregunta

a los mensajeros de la luna

y juntos comienzan

la investigación prodigiosa.

 

Susana Médici

Nació en Cañada de Gómez (departamento Iriondo, provincia de Santa Fe), donde realizó sus estudios secundarios.  En 1967 egresó de la Facultad de Filosofía y Letras de Rosario. Luego ingreso en la Facultad de Medicina y en 1975 cursaba el último año. Con prólogo del crítico literario Eugenio Castelli, publicó “Raíz de Angustia” en abril de 1975.  En el penúltimo párrafo destacó: “…puede advertirse también ya el acceso a cierto nivel de logro, sobre todo cuando maneja un verso más corto, más ceñido y más ascético en la traducción de su mundo interior”…

Prologofrenda

Desde un corazón

que sintió borbotear los ríos de ternura

como los trópicos de aguas llenas,

que creyó llegar al cielo con las palmas

de las manos temblando,

que ancló sus dos pies

en enormes montañas secas de arena,

que anduvo tambaleante

largas estepas desérticas

bebiendo sus propias lágrimas

para calmar su sed

y no agotar sus venas,

en ráfagas de manos vacías,

con el perfume de las pupilas gozosas

emocionadas,

brillando tiernas,

a modo de comunicación y resonancia

con aquellos que sean

mis “ecos”,

mis “cómplices” en el sentir

…o no lo sean.

Contando con que me interpreten,

disimulen mis errores: me comprendan.

Para los que, como yo,

así sienten, lloran, aman,

dan, ríen, recuerdan…

a todos… estos apenas balbuceos

con pretensión de poesía primigenia.

Sponsus

¿Es posible que no oyeras

mi grito

como arrancado del fondo

de la tierra…?

…hombre-máquina:

…si te vieras…

…y me vieras…!

De “Raíz de Angustia”, 1975.

Marta Rodil

Hilda Marta –Rayito– Mancinelli de Rodil, participó en las reuniones del Taller Literario de la ADE (Asociación Santafesina de Escritores) y así lo ha destacado en el acto realizado en noviembre de 2000, en el acto realizado en el Centro Balear de Santa Fe al recibir el premio”Imprenta Lux” otorgado por unanimidad por su obra “Técnica mixta” y la pertinente edición entregada por la presidenta Norma Segades-Maniás.  En esas circunstancias realizó “una ferviente defensa de los talleres literarios”. Sus ediciones incluyen reproducciones de obras de los pintores Ricardo Supisiche, Oscar Esteban Luna, Oscar Gigena…

Obras editadas: “Los horizontes del agua” (1986); “La canción incesante” (presentación en la Sala Cultural de la Fundación Banco BICA, el 17 de octubre de 1986); “La luna en la maraña” (1991); “Puerto perdido”, investigación antropológica cultural editada por la Universidad Nacional del Litoral (1994). “En el tren”, selección y comentario de autores latinoamericanos sobre el tema (1996); “Nombrarte amor” (1998)…

Tu casa vieja

Bajo las casuarinas

nos esperaba tu casa.

Vestida de bohemia

y descalza de relojes,

tejía sus trenzas de fronda,

de paz y frescas siestas,

entonando los aires

de siempre vacaciones.

El tiempo se aposentaba

entre el guisar entusiasta de tu madre,

adormecidos ya sus duendes

de pinturas, bordados y tapices,

y el olor a pipa, las pocas palabras

y el sabio silencio de tu padre,

cuando no recorría

el perfil de una sirena

bajo el espinel de la laguna.

Me convidaban su ternura

el regazo de un sillón,

y el beso verde y cálido de un mate

que saltaba de tu mano a otras manos,

el cáliz rojo del vino,

un libro de tus libros,

la riqueza más rica de la casa,

o el lecho dispuesto

a desnudarnos de pesares.

El patio, escenario

de sombras, chirimoyos y magnolias,

albergaba una canoa con velamen

corsario de aventuras,

alguna malla para atrapar

la boga del crepúsculo,

dorados enigmas de la noche

o algún cachorro de la luna,

y un motor hipnotizado

por remotas islas

de horizontes curvos.

Ladraba el tren,

jugando a la escondida en los cañaverales.

Y los gatos, que salían a rondar

de incógnitos cuartos,

nos revelaban secretos de penumbras

por las rendijas de tus ojos oblicuos.

No había tiempo de llegar,

de irse o de quedarse.

Pero al venir

a rescatarnos la aurora,

debíamos sacudir el encanto

que nos retenía

desandando el camino de casuarinas.

Plaqueta ilustrada por Oscar E. Gigena.

El Nacimiento en la Isla

Anuncian las buenas nuevas

los angelitos del viento.

Para indicar el camino

prende y apaga el lucero.

María es linda y trigueña

y el gurisito moreno;

el buen José es dulce y fuerte,

¡vayamos todos a verlos!

Un cuero de corderito

tiene por cuna su niño.

Lo arrullan ¡gu-hú-gu-hú!

torcacitas a Jesús.

Una corona de flores

los niños le tejerán,

con la flor del camalote,

con flor de jacarandá.

Pan casero y torta asada,

huevitos frescos, pescado,

leche y miel de lechiguanas

le llevamos de regalo.

 

En “Palabras para compartir…” Vol. 2 – 1989

SEPA (Servicio de Educación por el Arte)

Jorge Isaías

Nació en 1946 en Los Quirquinchos (departamento Caseros, provincia de Santa Fe). Licenciado en Letras (Universidad Nacional de Rosario). Presidente y Secretario de la SADE (Sociedad Argentina de Escritores), filial Rosario. En 1971 comenzó a editar la revista “La Cachimba” (Poesías).

Algunas obras editadas: 1970 “La Búsqueda Incesante”; 1973 “Poemas de Silvo y Navajazo”; 1975 “Oficios de Abdul”; 1976 “Crónica gringa”; 1978 “Cartas Australianas”; 1979 “Poemas de Amor”; 1982 “La Memoria más Antigua”; 1982: “En carne viva”…  En 1983 personal de la Delegación Zona Sur de la Subsecretaría de Cultura de la Provincia de Santa Fe con funciones de promotor cultural; comenzó a publicar “Ediciones del Peregrino”.

En 1991, la subsecretaría convocó a Concursos, entre ellos el “Certamen Trienal “José Pedroni” y el jurado integrado por María del Pilar Lencina, Roberto Retamoso y Julio Luis Gómez  “le otorgó el primer premio (édita) a la obra “Crónica Gringa”.   A fines de ese año, al asumir el primer gobierno Carlos Alberto Reutemann, siendo ministro de Educación el doctor Danilo Kilibarda, el 11 de diciembre de 1991 Jorge Isaías asumió las funciones de subsecretario de Cultura desempeñándose hasta el 20 de abril de 1992, sólo cuatro meses. En 1993 le otorgaron el Premio “Poesía – Bodas de la Plata de la Fundación Héctor Astengo” de Rosario.  Recopiló “Papeles Inéditos” de José Pedroni para “Ediciones Culturales Santafesinas”.  Intervino en la edición del periódico de difusión cultural “El Santafesino”.

La hora de la obscura certidumbre

Como la bestia

que irrumpe luego del letargo

lento del invierno y saca su lomo

barroso hacia la luz, armo en la miseria

y el ocio de mis días, estos versos.

Armo en el tembladeral de los días muertos,

un sin fin de recuerdos que mi pena enhebra

junto al cabello que creí amar hace ya tiempo.

Como para no caer fulminado entre los vivos,

suelo escribir historias y largos hallazgos de mi pena.

Como si mañana fuera a morirme, la cara vuelta al cielo,

en el aire tenso de junio: armo mis versos.

Quiero dar fe de mi vida, de la humilde vida de un hombre

acosado por el odio, el poco amor que debe salvarse

a tientas, a golpes, a pobres esquiva palabra.

¿Qué debe hacer un hombre, entonces,

solo, entristecido por las hojas pudriéndose

en la tierra que pisa, junto al árbol que muere

con su raíz rota por la incesante ferocidad

del hacha o la tormenta?

¿Qué exorcismo apelar para que ese minuto en que el poema

nace no sea arrasado por la red vandálica del tiempo,

que todo lo humilla y lo destruye?

¿Qué hacer para retener el segundo en que agitamos

al compás, los cuerpos desnudos, amados y felices?

Si el óxido viene ganando sobre el tozudo acero

y la podredumbre nos va enterrando la entraña de a poquito

y la mujer que amamos, cae con su pálida piel

desvastada por la gris memoria de todos los otoños idos…

En “Cuadernos de Cultura – Nº 1”

Subsecretario de Cultura Dr. Jorge Guillén

Junio de 1984.

Griselda Bonafede de Bocco

Nació el 14 de enero de 1947 en Devoto (provincia de Córdoba). Cursó estudios primarios en la Escuela Nº 338 de Bauer y Sigel (departamento Castellanos, provincia de Santa Fe) y aprobó el nivel secundario en el Centro de Bachillerato de Adultos de Sunchales.  Profesora de Nivel Primario egresada del Instituto de Profesorado de Rafaela. Reside en Sunchales desde principios de la década del ’70 y ejerce la docencia.  Sus obras fueron publicadas en distintas localidades. Integrante del Centro de Estudios de la Lengua de Sunchales.

No supimos retener el verano

No supimos retener el verano

cuando la higuera nos regalaba frutos.

Muy atrás quedó el apuro

de pisar con azúcar, en un plato

el higo ya maduro.

Y la granada roja que rompimos

para extraer su sangre

y beberla con vino.

¡Qué perfume aquel de las retamas

nacidas en el bosquecillo misterioso!

Piedad, no hubo para el pozo,

ni para el jazmín que murió enredado

en el tejido a rombos

y el eucaliptos que jugó a ser vigía

se desdobló armonioso.

Yo creo que la magia se apretujó

en las tres cuadras que cubrimos

para cambiar de casa.

Casa de pintura clara y sin ladrillos flojos,

con duras puertas cancel y ventanas sin llantos.

¡Ah! cementerio éste de sueños vegetales

que enterró los veranos.

 

Elvira Mónica Cuddé

Integrante de la SADE (Sociedad Argentina de Escritores) Filial Santa Fe; Tesorera (1982-1984). Miembro de ALEA (Amigos de las Letras y de las Artes). Su obra fue difundida desde distintos diarios y revistas literarias de la provincia de Santa Fe, del Chaco y Córdoba. En 1980 participó en una “Revista Oral” de ALEA, presentada en la Casa de la Cultura de Presidencia Roque Sáenz Peña (provincia del Chaco). Sus poemas fueron recitados en radioemisoras de las provincias de Chaco, Entre Ríos y Santa Fe.  Obra édita: 1977: “Amistad”, presentado por ALEA en aquella localidad; 1985: “Tiempo de amor” presentado por SADE Santa Fe; 1986: Participó en la muestra de “Poemas ilustrados” organizados por esa institución; 1992: “Paisaje interior”, con prólogo de la escritora esperancina Irma Quartarone.

Por dentro

En el mundo de la idea,

los recuerdos y los sueños

se saludan.

Se confunden en la mente

con historias olvidadas,

 sumergidas en submundos

de satíricas mareas,

y entorpecen la memoria,

desdibujan el paisaje,

donde el pensamiento

erige monumentos;

monumentos a la vida,

monumentos al amor…

El amor…

imagen viva de lo eterno,

de lo puro en su esplendor…

Y resuenan las campanas

del cerebro e

n su cálido interior,

y feliz rescata el Hombre

de la vida, lo mejor.

Vamos

Dame la mano

y caminemos,

quiero escuchar

tus palabras

mientas

las aves vuelan

de rama en rama.

La arboleda toda

plena de aromas

se muestra ingenua

como paloma.

De la vertiente

el agua fresca,

fluye con fuerza

y tiene tu alma

su gran pureza.

De “Paisaje interior”.

Noviembre de 1992.

Gustavo Torres

Santafesino. En 1986 envió su poema “El reflejo final” al Concurso Nacional “Pegaso Ediciones) de Rosario y obtuvo mención especial.  Invitado por la escritora Nidia Orbea de Fontanini, integró con ese poema el segundo volumen de la colección “Palabras para compartir…” del Servicio de Educación por el Arte y “con esta publicación inicia su etapa de difusión de su obra”.

El reflejo final

¿Será que estoy al borde del abismo,

a punto de perder la celeridad de mi voz,

ante el difícil juego de ser yo?

El miedo huele a sangre y a mar,

a viento gris, río y trueno.

Es una estación por llegar

donde las hojas suelen volar.

En el tiempo se desnuda ante mí,

y se entrega en soledad.

¿Dónde ha quedado mi libertad

y mi pasaporte para amar?

Siento al ver lo que nadie ve,

porque miro con el corazón.

Fui aquel mendigo azul,

el que bailó para el rey,

el que empuñó el fusil

en aquel mundo sin ley.

Quiero esperar el ocaso

como un pasajero perpetuo

al canto que nace del árbol

ponerle melodía y verso.

La indómita luz se apoderó de mí,

trastocando todo mi ser,

como aquella música infernal,

con un último reflejo final.

En “Palabras para compartir…” Vol. 2 – 1989

SEPA (Servicio de Educación por el Arte)

Oscar Miguel Santa María

Poeta de Villa Constitución (departamento Constitución). Obra édita: “Tres poemas de amor y un espacio vacío” (1991, prólogo de Sandra Ortolá, obra donada a APRIM -Asociación Pro-Readaptación Integral del Mogólico) y “Quince poemas de amor – Dos manos” dedicado a la Escuela Especial Nº 2046 “Bertha Guzmán” (octubre de 1991).  En la tapa y en la última página reproducidas sus dos manos, y al final del libro este dato: “Por decisión del autor la primera edición de sus obras son donaciones a instituciones de bien público”.  En 1991, integró la edición de “Palabras para compartir…” quinto volumen, edición SEPA (Servicio de Educación por el Arte), donada a estudiantes y bibliotecas escolares y públicas. 1992: “Cuarenta y cinco poemas de amor con mis amigos”. Entre los amigos, incluyó poemas de Nidia Orbea de Fontanini reconociendo en todas sus ediciones que es “madrina de mis escrituras… de todos mis libros”. En la primera página: “Agradezco al Senador C. Montini representante del Departamento Constitución, por haberme elegido para colaborar con un libro destinado a una institución reconocida por sus servicios a la comunidad de Empalme Villa Constitución y zona. Oscar Miguel Santa María”.

Más allá…

Más allá de cada palabra dicha,

de cada idea nacida o apenas despierta

en medio de la loca oscuridad

de mis noches en soledad

hay un hombre.

Solo uno, que soporta el peso

de una lágrima

la herida que recorre lentamente

el desierto de un cuerpo…

Las mudas risotadas de una muerte

que está siempre por llegar

escondida detrás de alguna sombra

o de alguna luz.

Hay solo un hombre

y el universo juega

a aplastarlo

lentamente…, sordo, soberbio

y siempre más allá.

Roberto Malatesta

Nació en 1961, en Santa Fe de la Vera Cruz. Publicó varios poemarios: 1987: “Casa del sur”; 1991: “La prueba de la soledad”; 1992: Del cuidado de la altura del níspero”; 1992: “Las vacas y otros poemas” Premio de Poesía de la Municipalidad de Santa Fe de la Vera Cruz; 1998: “Flores bajo la lluvia”; junio 2003: “No importa el frío”, ediciones “El Arca del Sur”. .

 

He leído muchos poemas

He leído muchos poemas por estos días,

he subrayado, entre tantos, algunos versos,

de éstos, sólo unos pocos he guardado en mi corazón.

La biblioteca de mi corazón tiene escasos volúmenes.

No es difícil

No es difícil que un día pase

y un poema cite, naturalmente, como ocurre

en los trópicos con las lluvias.

No es difícil que su enseñanza minúscula

sufra la levitación necesaria tal que la palabra

alcance, al menos, el ritmo aconsejable

para decir lo indecible de la espuma de un día

ágil para huir entre mantos de niebla.

De “Las vacas y otros temas”.

Marzo de 1994.

En el resplandor

Cubro a mis hijos por la noche,

ellos ya duermen,

los cubro para que no tengan frío

y para calentar mis manos

en el resplandor de su silencio.

Ellos duermen,

yo estoy cansado, y satisfecho

La chicharra no altera

La chicharra no altera

mi vida: la acompaña.

Ella ocupa su sitio,

la rama del laurel.

El hombre, tatuados sus ojos

de oscuridad, no entiende

que la chicharra está narrando

la historia desde los orígenes

del universo.

De “No importa el frío” – 2003.

  Raúl E. Suffriti

Raúl E. Suffriti egresó como Perito Mercantil en la Escuela Nacional de Comercio “Domingo Guzmán Silva” de Santa Fe. Desde su juventud se dedicó a obras solidarias siendo integrante de la Asociación Católica Argentina. Casado con Elsa Cánepa, mujer ternura que siendo casi adolescente, integró el “Club Benéfico Las Violetas” creado a principios de la década del ’40 por Cachito Arrizabalaga -y grupo de alumnas del Colegio Nuestra Señora del Calvario-, con apoyo de la señora María Salomé Freyre de Iriondo, esposa del ex gobernador Dr. Manuel María de Iriondo  y fue en el hogar de los padres de Elsa donde se realizaron algunas reuniones previas a encuentros y entretenimientos a los niños del Hogar Casa Cuna “Atanasia Hernando de Durán”.  Raúl Suffriti publicó su libro En Búsqueda como primera edición del Centro  Editor del Servicio de Educación Popular Santa Fe en 1998. Está expresado en el prólogo que ese fondo editorial “tendrá como objetivo estimular la creatividad y permitir expresarse a muchos compañeros que, teniendo esta inquietud, carecen de medios económicos de relaciones sociales que se lo permitan. Un primer paso es la publicación de esas poesías, que constituyen la recopilación de treinta años de vida del autor”.

En sucesivos poemas confluyen emociones y tiene resonancia un nombre: Elsa, su mujer ternura, Elsa Cánepa.  No ha sido por casualidad que Raúl en el verano de 1953 escribiera: Tu mirar. Cual lucero / que en mi camino / me guía. / Así son tus pupilas / aladas, serenas / que pureza destilan.  /  Si un acaso / mi alma entristece / tu mirar / levanta serena, engrandece.// Y si una dulce alegría / aventa el espíritu / tu suave mirar / es beso y caricia. // Ah, si pudiera / Elsa tenerte / siempre, siempre / a mi lado siempre!

De la fecunda obra de Raúl Suffriti, estos poemas…

La espera

Si en esta espera

he de perderte

sólo la paz es la fuente

del destino y de la suerte

sólo la paz… en la muerte!

                                          Santa Fe, 27 de agosto de 1981.

Sublimación

Solo el ave es capaz

en un solo aliento

hasta las cimas llegar

olvidando más acá

su comida y su chacal.

Que otros mundos

que otros aires,

mejores y distintos

se descubren, mas no

en el llano o el bajío.

Para verlos, cabe solo

cerrar los ojos al oro

negar la sumisión al amo

y esperar a la locura

de la amistad y del amor

la lealtad o la generosidad.

La mano tendida

sin pedir..

ni esperar nada.

                                         Santa Fe, Mayo de 1982.

Alberto Romeo Montagna

Nació en Santo Tomé, departamento La Capital, provincia de Santa Fe. Cursó estudios primarios en la Escuela Provincial Nº 15 “Juan de Garay” y secundarios en la Escuela Comercial Nº 443 de esa ciudad. Contador Público Nacional egresado de la Universidad Nacional del Litoral. Ha expresado: Soy Alberto Romeo Montagna / pintor autodidacto, / nacido el 16 de Octubre de 1956 /  en esta tierra santotomesina, / donde aprendí a amar, / amar la luz  y sus colores, / amar la naturaleza y sus formas, / amar la humanidad y sus mujeres, / amar el amor, / amar a la vida.

Partir

Hoy me siento solo,

triste,

vacío,

sin saber quien soy

sin horizontes,

sin nada, nada,

en esa eterna confusión

esa eterna confusión

que llena mi vida,

que la dobla

que la parte

siento en mí el vacío del infinito

el vacío de la muerte

tal vez sea que la tenga tan cercana

que me quiere atrapar

que me quiere atrapar y me tiende sus manos

y,

yo le escapo

le escapo y trato de huir

de alejarme de ella

y trato

pero llegará

llegará y no será en un día muy lejano

y de allí en más

de allí en más el infinito

el infinito del tiempo

el infinito de la soledad

la soledad de una tumba fría

húmeda

solo

solo en la oscuridad de la muerte

sin sufrimientos ni dolor

sin frío ni calor

borracho

borracho de eternidad

borracho con esa última bocanada

la última bocanada de aire de este mundo

de ese suspiro

de ese suspiro que separa el alma del cuerpo

de ese cuerpo

de ese cuerpo que tan solo sirvió para portarla

de ese cuerpo que aprendimos a querer

a quererlo tanto que olvidamos que tenemos alma

y que por tanto tiempo no la sentimos

la olvidamos

la dejamos en un rincón del cuerpo

pero nos acordamos de ella

nos acordamos de ella sobre el final de nuestra vida

sobre el final de nuestra vida física

cuando sentimos la muerte cercana

y sabemos que a nuestro cuerpo

aquel que tanto quisimos,

y  al que tanto cuidamos

hay que dejarlo

y, ante la incógnita de nuestro destino

¿qué hacemos entonces?

Recordamos que tenemos alma

y nos aprehendemos de ella

es nuestra única salvación

ella nos llevará por el infinito

ella nos mantendrá con vida

y es nuestra última esperanza ante la muerte

pero ella está muerta

y la matamos nosotros

si, nosotros mismos

y lo hicimos cuando la olvidamos

cuando la dejamos allá

en un rincón del cuerpo

como un trapo viejo

y ahora,

y ahora la usamos

la usamos para limpiarnos

porque estamos sucios

pero ella nos limpiará

nos sacará la carroña

y la dejará allí

en el frío y la humedad de esa tumba

y… partirá

partirá blanca y pura

llevándose consigo

lo puro.

Lo poco puro que de nosotros quede.

          Lisandro Fierro

Décimas al río Juramento, llamado Salado,

a su Paso por Santo Tomé.

Viejo Río Juramento
que aquí, llamamos Salado
vive a tu vera aferrado
Santo Tomé en crecimiento.
Yo te canto lo que siento
cuando recorro tu orilla
veo la Luna que brilla
en tus aguas tan tranquilas
viejo río que asimilas
del mundo sus maravillas.

Veo el Sol que se refleja
en fulgente pincelada
siento el alma arrebatada
por la luz que en ti se espeja.

Fuerza interior que forcejea
para expresar su contento.
Viejo río Juramento
quiero cantar tu belleza
en un canto que es simpleza
con humano sentimiento.
En un tranquilo fluir
corren tus aguas, serenas
ellas aventan las penas
dando razón al vivir.

Parecen ellas decir
al hombre que las contempla
no desfallezcas, retempla
tus sueños y tu vigor
vive tu vida al calor
del sueño que a tu alma templa.
Estrella que se retrata
como buscando otro cielo
ave que cruza en su vuelo
y nuestro sueño arrebata.

Visión perfecta y grata
de un paisaje diferente
y hasta el alma indiferente
se rinde a tus encantos
haces que olvide quebrantos
y piense en Dios nuevamente.
¿Por qué tu orilla me atrae?
¿Por qué te buscan mis ojos?
No me avergüenzan sonrojos
decir que verte me abstrae.

Que contemplarte distrae
de odios y de ambición
que eres más que distracción
eres vivir otro mundo
eres sentir lo profundo
que vive en el corazón.
Te veo crecer a veces
como si tú pretendieras
al salir de tus riberas
demostrar tus robusteces.

Pero luego restableces
el curso de tu correr
vuelves de nuevo a tener
como una cinta de plata
esa figura tan grata
que no cansa nunca ver.
Tú eres un viejo amigo
que encuentro si necesito
cuando hastiado y contrito
busco tu paz y tu abrigo

Viejo río, te bendigo
tú me hablas, yo te escucho
te doy gracias por lo mucho
que me diste sin cobrarme
gracias sí, por escucharme
y creer por lo que lucho.

De “Décimas para el litoral”

Santo Tomé, 1994.

 Canto a Santa Fe y Santo Tomé

Se fundieron en Ti todas las razas
la estrella, la cruz, la medialuna
el pobre que llegó e hizo fortuna
el hambriento que encuentra aquí su hogaza.

Yo te canto Santa Fe
como te canta el zorzal
sos parte del Litoral
y jamás te olvidaré.

Si un día tu pampa fue
como tierra prometida
en ella diste cabida
al honrado labrador
hoy yo quiero ser cantor
que a su provincia no olvida.

Por eso Santa Fe te amo
con amor sencillo y puro
ni tengo ningún reclamo.
mi verso por ti inflamo
del más puro sentimiento
te digo lo que hondo siento
porque tú formas mi vida
y mi alma conmovida
te canta con dulce acento.

Te canto Santo Tomé
y en mi canto te bendigo
tú mereces cuanto digo
al cantarte en chamamé.
Sos parte de Santa Fe,
de su tierra Litoral
el boyero y el zorzal
me inspiraron este canto
pues tienes todo el encanto
de este mundo sin igual.

Santo Tomé, el Salado
te arrulla con su fluir
sus aguas me hacen decir

lo que mi verso ha captado.
A Santa Fe has guardado
en constante vigilancia
fuiste El Paso, la distancia
nada influyó en tu crecer
pues tienes siempre en tu haber
tu provinciana arrogancia.

Pues eres Santo Tomé
hoy Ciudad que a nada envidia
que puja, trabaja y lidia
sin perder jamás su fe.

Por eso en un chamamé
quiero humilde recordarte
para que sepa la gente
que aquí, donde empieza el Puente,
de Santa Fe, está una parte.

Yo le canto a Santa Fe
porque soy santafesino
porque ha querido el destino
que un día me afinqué.

Le canto en un chamamé
evocando a su gloria
recordando a su historia
sus gauchos y al Brigadier
hechos heroicos de ayer
que hoy viven en su memoria.

Garay la fundó un día
para a la tierra abrir puertas
y en horas duras e inciertas
fue fuente de rebeldía.

Mancebos de alma bravía
que libres querían ser
la tierra los vio nacer
y ella les dio su verdad
que es amar la libertad
para el vivir merecer.

De “Décimas para el Litoral”.

Santo Tomé. 1994.

Mario Alessandrini

Nació el 26 de octubre de 1961 en Díaz, departamento San Jerónimo. Poeta y cantautor. Hijo de un maestro rural, sus vivencias siendo niños están reflejadas en sus poemas.  Títulos de algunos libros: “Por darme el gusto nomás”; “Sentimiento nacional de identidad” y “Por lo nuestro a puro pulmón”.  Otras han sido grabadas por interpretes de renombre en el cancionero folklórico. Recorre distintos escenarios del país con su guitarra y su Poesía.  Difunde sus obras en ediciones del “Club de Poetas de Baigorria”, departamento Rosario.

Una zamba nueva

Una zamba nueva

parió mi guitarra

desde sus acordes

la sentí volar.

Una noche clara

de luna y desvelo

trenzando pañuelos

en mi soledad.

Una noche clara

trenzando pañuelos

me trajo consuelo

a mi soledad.

Con alas de Ángel

la vi desplegarse,

siluetas de cielo

me dejó al pasar.

Y una suave brisa

se volvió caricia;

me entregó sus alas,

me enseñó a soñar.

Toda su ternura

se volvió caricia

y aplacó mi prisa

de querer andar.

Celestes sus ojos

blanca su sonrisa,

se vistió mi zamba

de ARGENTINIDAD.

Por un nuevo rumbo

me invitó a seguirla,

ojalá en mi patria pueda retoñar.

Aún me quedan fuerzas

y tengo esperanzas

que esta tierra un día

crezca de verdad.

Matizando acordes

tejiendo nostalgias,

me mostró la senda

de la libertad;

y al verla en lo alto

cubrirse de magia,

compartí un instante

su tiempo de paz.

Compartí un instante

cubierto de magia

y al verme en lo alto

de la libertad.

Fruto de mi suelo

fecundó callada

presa del destino

por un ideal;

tenaz en su lucha

no calló por nada

y se entregó mansa

en una amistad.

No calló por nada,

ni entregó su canto,

soportó el quebranto

de la adversidad.

Celestes sus ojos,

blanca su sonrisa,

se vistió mi zamba

de ARGENTINIDAD.

Por un nuevo rumbo

me invitó a seguirla,

ojalá en mi patria

pueda retoñar.

Aún me quedan fuerzas

y tengo esperanzas que esta tierra un día

crezca de verdad.

En “Hojas Sueltas”

Club de Poetas Baigorria.

General Baigorria – 2004

 

Hugo Lorena

Nació en Santo Tomé, departamento La Capital, provincia de Santa Fe. Difunde su obra por distintos medios e invitado, participa en diversos actos culturales organizados en distintas localidades.

Su libro “Mundo verde” fue presentado en noviembre de 2005, en el Centro Cultural de la Municipalidad de Rafaela, departamento Castellanos.

 

A quien llegue a Santa Fe…

A quien llegue a Santa Fe

¡Salud!…viajero llegado

a nuestro Edén litoral,

con auroras de zorzal

y aromas de río Salado.

Capital del alfajor,

del folklore y la cerveza.

Buen vino y de sobremesa

un guitarrero cantor.

Las llaves de esta ciudad:

EL CORAZÓN DE SU GENTE,

que te ofrece complaciente

su más sincera amistad.

Si además quieres paisajes,

playas, ríos y pesquero

busca esa llave viajero

y goza de tu hospedaje.

En “Noches sin Soledad”

Año 8 – Nº 8- Rosario / 2005

Nostalgias

Parado estoy frente al fogón y el leño,
desprende roja y fulgurante llama,
y la que fuera otrora una frondosa rama,
consumiéndose va, como en un sueño.

Del silencio y la quietud, se oye el lamento,
hasta el gemir de los muebles se percibe,
y afloran los recuerdos que recibe
mi corazón, ahogado de tormento.

Clavados mis ojos en el fuego
como hechizados por misterioso influjo,
o por ese rojo e incandescente embrujo
que todo destruye, como en macabro juego.

Y tu imagen se parece anhelante,
ante el cristal de mis ojos empañados,
tus labios resecos y apretados
como callando un grito suplicante.

Y tras el vidrio, en mi ventana te recuestas,
contemplando el rocío que marcara,
en la blancura impecable de tu cara,
el cristal de una lágrima superpuesta.

Y tu voz, que me llega dulcemente,
hablándome de ese amor que floreciera,
esa tarde feliz que me ofrecieras,
la pureza de tu amor adolescente.

Pero es sólo tu voz y es por tu ausencia,
que el frío de esta pieza se agiganta,
y los fantasmas del recuerdo se levantan,
gritándole tu nombre a mi impaciencia.

Las ventanas abiertas ansiosas esperan,
el canto de los pájaros callados,
que en las ramas desnudas están posados
como si sólo pintados estuvieran.

Las paredes opacas y en el piso,
un montón de baldosas desparejas,
y tras un marco enmohecido va la reja
tejiendo telarañas, como rizos.

Todo está quieto… las casas despintadas, frías,
la razón de la existencia se halla ausente.
Hasta en la calle la ausencia de la gente,
aletargada pareciera en pleno día.

Parado estoy frente al fogón y el leño,
hecho cenizas desprende tenue humo,
y como aquella rama, en recuerdos me
consumo,
en silencio y lentamente, como si fuera en
sueños…

Poeta

Si has notado que el cielo es más celeste
cuando te detienes a mirarlo fijamente,
si escuchaste que el viento mansamente
pareciera que hablara y te detienes.

Si te excita la flor que otro tiene
y al estar ante tu mano no la cortas,
si al contarlo se te burlan y no te importa,
ENTONCES TIENES ALGO DE POETA.

Si escuchas del río su murmullo
y de la lluvia su incesante letanía,
si piensas que no existe lejanía
si el fuego del amor está encendido.

Si lloras al morir un ser querido
y también cuando sientes alegría,
si sonríes al nacer un nuevo día,
ENTONCES TIENES ALGO DE POETA.

Si sueñas con cruzar el mar bravío
con tu góndola de sueños solamente,
si miras arder el fuego fijamente
durante horas, en silencio y quieto,
si sientes por los otros el respeto
que te niegan porque eres diferente,
el barco de papel vendrá a tu río,
PORQUE TIENES ALGO DE POETA.

Si comen en tus manos las palomas
y le silbas a los pájaros en su vuelo,
si volar como ellos es tu anhelo
posando tus alas en las estrellas,
si eliges de las flores la más bella
y sin cortarla le dedicas tu poema,
si cuando hablas de amor tu sangre quema,
ENTONCES ERES YA TODO UN POETA.

Lucas González Spagni

Hijo de Nora Spagni y de Eduardo González Paz. Paula, su hermana.

En la primera página de su poemario “Elogio de los sueños” escribió esta dedicatoria: “A Gilda, / porque juntos conocimos el amor universal / y porque gracias a ello resonaron en mí todos los tambores revolucionarios juntos, y / porque ese amor nos hizo vencer todas las fronteras conocidas, y oque me hago responsable de un amor colosal / agradecido estoy a los hermanos y hermanas / de este planeta y de otros / que con sus miradas me dictaron este libro, / y porque ya no es más mío / con el amor más grande reunido en todos los tiempos, / porque me hice cargo de esa osadía, / ya no es más mío / ya es de todos.  /  A mi hijo que es el niño más hermoso  del universo entero.  / Sin exagerar, lo juro. / Y a la tribu familiar más preciada, la mía.”

 

“La revuelta y solamente la

revuelta es creadora de luz;

y esta luz no puede tomar sino tres caminos:

la poesía, la libertad y el amor”.

            (André Bretón)

Dulce espejismo permítenos

Dulce espejismo de palabras candentes y sonidos

permite, como el péndulo de las décadas

surgir, emerger de las entrañas del planeta

como los girasoles blancos perfumados de estío

a esta gota de tuétano que ruge amor

pero osadamente perseguir como un duende

los ecos de un erque cercano

que avisa de la solemnidad destellante

en el altiplano celeste abierto.

Adorable espejismo

permítenos fundirnos.

Macramé con hierbas de setiembre

Como una tela araña tejida con

baba multicolor del paraíso que nos recuerda

de cada instante, así este suspiro.

De igual a igual

con las criaturas más bellas.

Se me deje sentir la omnipresencia de Dios

al vernos, lo absurdo aferrado a cada gajo

danzante de setiembre.

Macramé de coros sublimes, jadeantes

y transpirados, como hierbas que se enamoran

para despegar

de tanta savia entumecida.

Paloma que fluye de otros hilos

¿podríamos hacernos libres

de esta marea salvaje?

En el principio

En el principio

la sagrada maravilla

de los cerros pintados de oro

la comparsa en su forma creadora

los prados de lila

con el crepúsculo rojizo

causa del silencio redentor

fuente de la espiritual rama que

florece.

En el principio

el trono con su culto que alza la paz

la adoración de lo femenino

el honor de la diadema más dulce

la salutación en el valle que brama

algarabía

los cielos en la procesión de lo fértil

fe que inflama su porvenir

claridad de la vid más suave que

reanima.

En el principio

el santuario del horizonte

de los escalotibios de tu original pasión

divino nido rodeado de helechos de

lo santocasero.

En el principio las cancionetas con su turno disposición

al sol con su ensoñada disposición a lo que vive.

¡oh rumbo a lo que azulsueña!

Esto fue desde el principio.

El canto que se elevó

“Sean la paz y el amor universales sean por siempre, sean, sean!

                                          (a lala)

Lala… nombra a su abuela materna:

            Nora Prono Gervasoni de Spagni

Oscar Grandov

Desde San Genaro, departamento San Jerónimo en la provincia de Santa Fe, Oscar Grandov durante una entrevista, en enero de 1969, meses antes de que el hombre se posara por primera vez sobre la Luna, expresó: “En poesía, en mis trabajos, me encuentro ante dos maneras fundamentales; una de ellas tiende a ser accesible, simple, fácil, incluso apela a formas tradicionales: el soneto, las coplas, el romance; y otra que surge a veces, en determinadas circunstancias, en forma de versos libres, sin rimas y con imágenes más difíciles que pienso, exige cierto esfuerzo constante en el lector, cierto adiestramiento en la lectura de las nuevas técnicas.  En las dos formas me siento muy cómodo y pienso que cada una de ellas responde a distintos estados anímicos… Como todo ser humano, me ha tocado vivir experiencias dolorosas y experiencias felices; de modo que, según ellas así son mis poesías.  Pero en términos generales creo que todos mis trabajos dan una visión sonriente de la existencia, porque esa es, justamente, la visión profunda que yo tengo de la existencia en base a mis convicciones filosóficas y, tengo que decirlo, también religiosas.  Así es que aunque uno viva y exprese experiencias que pueden lindar con la angustia, encuentro que siempre todo eso tiene un sentido, una razón de ser, que, en última instancia, nunca es desesperante.” Obras editadas: 1964: “San Genaro en la vida de Juan Lazarte”; 1966: “Pueblo y Escuela”; 1966: “Alberto Maritano.  Realidad y símbolo”. 1969: “Leonardo – Variaciones sobre una leyenda” y “Antología Poética de Leopoldo Marechal” (Selección, estudio preliminar y notas). 1974: “El agua de la fuente”. Edición Homenaje 2005: “Homenaje… en memoria de Oscar, a diez años de su fallecimiento”.

Parcela

Cómo trabaja la muerte

bien entre pausas y dúctiles esperas…

Tú, por ejemplo cómo te has vuelto

puro desconcierto, hechura de fábula.

Y cómo sobre el pliego de tu rostro

otros ángeles anuncian su asombro.

Parece como si todo me necesitara

para crecer, para hacerse:

la piel de mi tiempo, si la vieras, te daría

la impresión de una tierra incesantemente

roturada.

Me he parado en la esquina de estas cosas

un momento para ver

por qué me ha elegido así la muerte infatigable

y por qué tú, los ángeles

(acaso un solo ángel

esencial: tú siempre),

necesitan mi corazón

para brotar su sonrisa

de milagro y su confusión y su clara

eternidad.

…Puede que todo esto sea borrador y ensayo

de la Belleza.

Gloria

Viene la hierba y escribe la palabra estrella

y se hace el capitel altísimo.

Sobre el basamento de nuestra sangre

el capitel altísimo.

Por andamiajes de nuestros días

y por estructuras de polen:

el capitel altísimo.

Queda emplazado el órgano en el viento

y sube rápido el trino de la luz.

Quemadamente las manos levantan un gótico sueño.

Y nuestras hondas tinieblas

se petrifican en racimos que también refulgen

porque ya se derrama el amor en sangre.

Y nuestro costado es una barroca herida

que canta.

Y en sangre.

En la tierra sujetamos el beso de la primavera

con nuestras rodillas.

En la tierra ahincamos nuestra fe.  Sembramos

en la tierra la arquitectura de todo el deseo.

Y he aquí que el surco se alza en ritmo de columnas

y el mármol es una divina savia que rige techumbres de alegría.

He aquí encendidas por doquier todas las pieles.

He aquí los naufragios sustentando un orden nuevo.  El rumbo de la agonía

se presiente en un dolor de rosas espléndidas.

Ya no queda sino amar la espina más terrible.

Pero con una aguda exaltación.

Hasta que se desgarren interminablemente las campanas.

                                De “El agua de la Fuente” – Poemario – 1974.

Rosaura Schweizer de Juliá Tolrá

Destacada educadora santafesina, nacida el 24 de diciembre de 1903 en Jobson (actual Vera). Casada con el doctor Antonio Juliá Tolrá, residieron en San José del Rincón. Desarrolló una fecunda labor de difusión cultural en distintas provincias. En 1944 publicó “Cántaro de ternura” (Versos), en “Ediciones Castellví de Santa Fe de la Vera Cruz”, dirigida por Raúl Castellví. En 1958, durante la presidencia del doctor Arturo Frondizi logró integrar el primer contingente turístico a la Antártida Argentina organizado por el gobierno nacional y luego escribió Diario del primer viaje de turismo y publicó un conjunto de poemas con el título Antártida Argentina.

Sus trabajos fueron incluidos en diarios y revistas.  Integra antologías.

A San Martín

Amor de los amores argentinos,

que reinas en la historia de mi patria:

¡José de San Martín! desde la muerte,

sigues siendo una antorcha de esperanza.

Nombre de santo, porque santo fuiste

en la faz inmortal de tu cruzada,

nombre santo, que pronuncia el alma

en patriótica unción, arrodillada.

¡José de San Martín! la patria nuestra

se retempla al calor de tu recuerdo;

necesita forjar sus juventudes

en la lámpara viva de tu ejemplo.

Eres en la hora trágica del mundo,

fuerza votiva que levanta el alma,

clarín en toque de atención, llamando

argentinas reservas olvidadas;

clarín de guerra para las conciencias

que estaban en sopor, amodorradas,

y las despiertas para que ellas digan

en eclosión de fuerzas renovadas,

que somos dignos de tu generoso

afán de bien y de tu limpia espada.

Vuelve a nos, San Martín, simbolizados

tu alma grande y tu espíritu sin tacha,

en nuevo fuego de altivez patricia

infiltrada en la savia de la patria.

Que tu espíritu anide, trasmutado en sol,

en la bandera azul y blanca,

y le grite al mundo descreído,

desde el movible mar de tus dos franjas,

que en tu tierra, la tierra en que naciste

¡oh venerable “Santo de la Espada”!

la libertad no puede ser hollada;

porque viven tus hijos, guardadores

de tu herencia sagrada,

y allá arriba, la sombra de tu sable

tutela nuestra patria idolatrada.

…………………………………………………………….

Doblen lentas las voces campaneras

en el viejo convento centenario,

donde nació tu estrella de victoria,

sobre el mismo escenario

que acuna el Paraná con sus canciones

y el pino guarda con amor de hermano;

Doblen lentas las voces campaneras

pero canten las almas ¡ALELUYA!

si es que en la nueva juventud despierta

siquiera un rayo de la lumbre tuya.

A Sarmiento

Porque de humilde cuna te elevaste

y tuviste por madre la pobreza;

y te ofendieron, porque consagraste

el talento, por sobre la riqueza;

porque tuviste la genial grandeza

de querer aprender y serlo todo,

y porque no domaron tu fiereza

aunque te salpicaron con el lodo;

por tu inmenso dolor de incomprendido

que te hizo roble, y se guardó tu llanto,

y al no mostrar tu rostro de vencido,

hizo un gran pedestal de tu quebranto;

eres bandera de esperanza fuerte,

ídolo eterno de una fe consciente

que lleva como Biblia, el Alfabeto;

y a más de medio siglo de tu vida,

nuestra Patria te aclama, agradecida

por la senda de luz que le has abierto!

Canto a la selva santafecina

Para ti mi saludo,

¡Oh tú, Selva! maestra

de mis primeros cantos

y del soñar poeta,

cuya rara belleza

mis versos inspiró.

En ti cantan las hachas

la mejor elegía,

en ti dice el trabajo

la mejor poesía

que pudiera ofrendarse

a los pies del Señor.

Aquí el alma dialoga

con su padre divino,

porque en este pedazo

del gran  suelo argentino,

se agiganta el esfuerzo

y ennoblece el sudor.

En tus frondas inmensas,

en tu rumor de nido,

aprendí el gran misterio

en que vive escondido

el secreto infinito

de tu gran soledad;

y asimilé el secreto,

clave de poderío:

hay que forjar la vida

en un luchar bravío,

y aprendiendo a elevarse,

hay que aprender a dar!

Como tú, que desangras

Por tus quebrachos rojos,

y te das para el mundo,

como nos da gozoso,

por sus venas abiertas,

su agua el manantial!

Allá van tus soldados,

“tus cachapés” de gloria,

que al chirriar de sus ruedas

están haciendo historia,

laborando en el barro

para un mundo mejor.

En el pértigo duro

van los hombres guiando,

y bajo de las lluvias

y del sol, van soñando

para sus hijos, otro

mundo de redención.

Porque dormí en su seno,

porque bebí tu agua,

porque admiré tus tardes

y saludé tus albas

y tu nostalgia madre

revive en mi canción;

¡Selva! te reverencio

y te traigo mi rezo

y con una infinita

emoción, te confieso:

¡que es tu savia que canta

dentro de mi corazón!

De “Cántaro de ternura” – 1944.

Dulce engaño.

En lo íntimo del alma,
me siento como un árbol.
Retoño con el buen sol
y el aire grato.
Y el corazón descubre
un nuevo gozo.

Se olvida de los años…
en cada amanecer
acuna un sueño,
sus planes… su ilusión…
¡Su dulce engaño!

Yo sé que todo ello es pasajero,
que llegará el invierno y su tristeza.
Mas, dejo al corazón, que como el árbol,
¡dulcemente florezca!.

Tiempo…
¡TIEMPO!… Seis letras te dibujan.
Presencia sin presencia visible.
Desde el principio de la vida, andando
sin detenerte nunca,
ni volverte hacia atrás, rectificando.

¡TIEMPO! Esencia, vida sin fin,
inextinguible soplo,
invisible reloj de marcha eterna
que lo involucra todo.

En eras te dividen…
En etapas extensas…
En años: las edades,
En horas: las esperas,

El amor: en minutos
¡y la muerte,
en un punto!
¡TIEMPO! Infinito dador de toda gracia:
gracia de amor… de olvido… de consuelo.
¡Sembrador de esperanza!
¡Ave de eterno vuelo…!

Aprender tu valor, es ya ser sabio.
En Pasado o Futuro, no podemos
ordenar nuestra marcha.
Es el Presente,
el HOY que nos regalas,
el Talismán a mano,
¡Realicemos en el HOY nuestro trabajo!

De “Desenraizando voces”

Antología. Santo Tomé, 1976.

 

Elsa Amanda Hufschmid

Ha expresado Elsa Amanda Hufschmid en el siglo veinte:  “Nací un 8 de diciembre de algún año de este milenio. Hace seis años me di cuenta de golpe que no era nadie, que nada había hecho por mí. De pronto estaba más sola que una lechuga, y para peor con bastantes años sobre mis arrugas… Decidí que mi diván de psicólogo estaba en una biblioteca, y comencé a descifrar mediante escritores, buenos o mediocres, quién podía ser y que podía hacer, al vivir cien vidas y meter en mi imaginación todo lo maravilloso e insólito que me descubrían… Supe que nada sabía y que hasta el final la lectura sería mi amiga fiel. Hoy cometo una infidencia, quiero ser escritora, quizás escribiré mi primer novela titulada: ¿Quién soy?”

Es poeta y narradora. Seleccionada, integra antologías. En una luminosa tarde de agosto de 2004 comenzó a ser difundido su libro “De mí…” -poesía y relatos breves-.

En el año 2003, junto a la escritora Idilia Vouillóz condujo todos los jueves el Taller Literario “La Madeja”, en la Biblioteca del “Centro Español” de la capital santafesina. Luego, continuó con la conducción de ese taller y ha organizado sucesivos encuentros, entre ellos una evocación en torno al poeta Mario Benedetti concretada en la X Feria del Libro de Santa Fe.  En el citado taller, coordinó el ciclo de Homenaje a “El Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha” (2005).

Integrante de la SADE (Sociedad Argentina de Escritores, filial Santa Fe), en la Asamblea de diciembre de 2003 fue electa Vocal 3ª y sigue integrando esa comisión directiva con activa participación en sucesivos actos.

Su obra titulada Hoy, 26 de agosto del 2003 obtuvo Mención de Honor en el Concurso “Ocurrió Hoy”, convocado por la Municipalidad de Venado Tuerto, provincia de Santa Fe.  Aquí, dos poemas inéditos…

La vida

Es el mar como la vida

o es la vida toda, un mar.

Desde que nace puja,

grita, duele, sangra.

Rugiente o calmo,

en graciosas espumas plateadas,

montando a pelo caballos mojados;

rompiendo a puño piedras ya gastadas,

lamiendo playas en sensuales movimientos.

Recogiendo a lo largo de sus milenios

escarabajos sucios, podridos huesos,

transparentes flores azules.

Llegando a puerto, ya cansado,

entregando a la tumba sus despojos

y subiendo en fino rocío

hasta más allá de las nubes;

acompañando pájaros;

abandonando solo por un instante a la vida,

que volverá siempre, como el mar, por los siglos.

Muerte

Y estás allí.  Muerte feroz.

Impávida, a la espera.

Nada molesta tu pétrea seguridad.

Todos nosotros, tras la puerta,

socavamos ciencias para vencerte.

Dilapidamos sangre

creyéndote lejana.

Pero tu seca risotada

nos golpea en el costado más débil.

No presumas el triunfo,

piensa que fue la Vida

tu reina y rival.

Siempre es Ella la que permite

tu existencia.

Somete tu arrogancia

ante su relevante belleza.

Dobla tu negra impertinencia

de rodillas ante su luz.

No lo olvides.

María del Carmen Villaverde de Nessier

Maestra. En 1973 organizó la División Literatura Infantil y Juvenil de la Subsecretaría de Cultura de la provincia. Pionera por su iniciativa “Feria del Libro Infantil y Juvenil” impulsada desde ese organismo y concretada durante más de una década en distintas localidades. (1989: X Feria Exposición de Libros para niños…)  Promotora de la lectura por distintos medios: programas en radioemisoras, fichas bibliográficas y síntesis de cuentos difundidos en diarios y revistas literarias.  Organizó la filial Santa Fe de la Asociación Argentina de Lectura.  Integrante activa en esa asociación, coordinó la puesta en marcha en Santa Fe del CEDOC-LI (Centro de Documentación de Literatura Infantil). Profesora en la Universidad Nacional del Litoral.  Integró Jurados y participó en mesas redondas, paneles, seminarios, congresos… en distintas provincias argentinas y en el exterior.  Seleccionada, integra el libro “Desde Santa Fe para los niños…” co-edición del Círculo de Escritores del Litoral y Ministerio de Educación y Cultura de Santa Fe destinado al programa “Encuentros con Escritores en las Escuelas” pertinente al proyecto de coordinación de las áreas de Educación y Cultura (1984-1987).

Había un patio

…Había en el patio

dos olivos de copa,

uno junto al aljibe,

otro profundo

gris,

verde-gris,

entre mi casa

y el espacio de correr,

de esconderse con miedos

cuando los tochis

jugaban con el eco

de las noches.

…Había un patio

con árboles de hojas

en los que el viento del invierno

rumoreaba…

estirando los cuentos

de Asturias y de Hadas.

¡Había tantos árboles

en casa!…

Había flores

y muchas…

multiplicadas mariposas.

Había cielo en el piso

Cuando el jazmín celeste

se volcaba

buscando nuestros ojos,

yo corría a esperarlos

y hacía coronitas

para asombrar

mis búsquedas románticas

de tripular los días

en las hojas.

…Había un patio…

Nosotros

Hemos llegado.

Así diremos una vez

y ataremos

a nuestra cintura

los cantos de la tarde.

Habrá casi un incendio

de pupilas

sin Tú ni Yo

con un NOSOTROS

en una sola alma.

Poseyendo el paisaje

definitivamente,

descubriremos hasta el eco

de las palabras

y en unión trinitaria

dibujaremos de verdad

el tiempo de la Pascual.

Segundo Premio – Certamen “Poesía 1983”

Dirección de Cultura de la Provincia de Santa Fe

En “Palabras para compartir…” Vol. 2 – 1989

SEPA (Servicio de Educación por el Arte)

Para ser hombre

Para ser hombre

tendrás escuelas

muchos proyectos

dibujos,

libros,

algunas horas de soledad;

espacios llenos

de rinconcitos

y poco tiempo

para mirar.

Para ser hombre

serás muchacho

con “una esquina”,

peleas a ratos,

tiempo de espera

nostalgias

celos…

y muchas ganas de trabajar.

Para ser hombre

¡Y de verdad!

serás valiente

con poco miedo

el necesario

y nada más.

Dejarás lejos…

en tu memoria…

el barrilete

en el campito

y una isla llena

de tus ensueños

para los tiempos

de las historias

en el umbral.

Para ser hombre,

bueno… Dieguito,

para ser hombre

tendrás que andar.

Del libro “Poemas para Diego”.

Marta Poloni Russo

Nacida en Entre Ríos, residente en la capital santafesina. Desempeñó el cargo de vicepresidenta de la SADE Filial Santa Fe.  Escribe cuentos y poesía.  Integrante del Grupo “Orión”, autores de la citada institución.  Participó en encuentros con niños y adolescentes en escuelas de distintas localidades con excelentes resultados. Participó en la Feria Exposición de Libros para niños y adolescentes, organizada por la División de Literatura Infantil de la Subsecretaría de Cultura de la provincia de Santa Fe (1984-1987) y en el programa “Encuentros con Escritores” -en escuelas de distintos niveles-, estructurado por la coordinación de áreas de Educación y Cultura.  En el día de la provincia de Santa Fe, integró el panel auspiciado por la Subsecretaría de Cultura provincial en la XII Feria Exposición Internacional del Libro “De autor al Lector” en la capital federal, coordinado por la escritora Nidia Orbea de Fontanini. Colaboró en la Asociación Taller iniciación por el Arte  “José Pedroni” fundado por María B. Dagatti de Assenza en el área de Literatura.  Integró la Comisión Provisoria de Apoyo al Congreso Pedagógico Nacional representando a la SADE filial Santa Fe.  Participó en las Jornadas de Educación por el Arte -Plan Cultural 1987 del Ministerio de Educación y Cultura de Santa Fe- y en el Congreso de Literatura Santafesina de ese año, siendo coordinadora del citado plan, la educadora por el arte Nidia de Fontanini. Participó en seminarios, congresos y encuentros en distintas localidades. Publicó su obra en diarios y revistas literarias. Seleccionada e incluida en “La mujer en la poesía hispanoamericana” (1984); “Antología de escritores santafesinos” (1985, edición Ronda Literaria, de Lomas de Zamora, Buenos Aires); “Desde Santa Fe para los niños…” (1987, edición CEL Círculo de Escritores del Litoral y MEC) y 1989 “Palabras para compartir vol. 1, 2, 3, edición SEPA (Servicio de Educación por el Arte). Libros publicados: 1986 “El perro guacho”; 1987 “El pan de tu boca”; 1987 “Juanita Piernas Largas”…

¿Quisieras…?

¿Quisieras darme tu mano?

Bello hueco, alforja con destino

se sacuden tus víveres

dentro

alimento cotidiano

gusto a sal, de vida,

de amor

de emoción, de impaciencia.

¿Quisieras darme tu mano?

Ana Hilda Quinodoz de Villanueva

Nació en Nogoyá (Entre Ríos). Pintora. Colaboró en diario y revistas. Poeta y cuentista, mereció varias distinciones nacionales.  En 1981 publicó su poemario “Simplemente soñando”, edición compartida en Rosario (Santa Fe). Integró el Taller Literario de la ASDE (Asociación Santafesina de Escritores) conducido por Miguel Ángel Zanelli y Edgardo Pesante. Participó en el Plan Cultural 1984-1987, en el programa “Encuentro con escritores” en la Subsecretaría de Cultura del Ministerio de Educación y Cultura de Santa Fe y en la edición “Desde Santa Fe, para los niños…” del Círculo de Escritores del Litoral como apoyo al citado programa. En 1988, la Editorial de Entre Ríos publicó “San Benito mi ángel rubio”, cuentos para niños y adolescentes, síntesis de sus vivencias en la estancia de sus padres “San Benito” en el distrito Montoya (departamento Nogoyá). Recibió diversos premios y distinciones.

 

“¡Ay…!

no sé qué me pasa muy dentro del pecho

cuando me conversan tristes los recuerdos…

parece que quiere detenerse dentro

este golpeteo marcando mi tiempo.”

        1. H. Q. de Villanueva

Para olvidar los muros

Ven a buscarme.

La espera me consume,

las noches son tristes y vacías.

No anuncies tu llegada,

llégate de improviso

como los vientos del otoño

con sus ríos de pájaros fugaces

y de hojas amarillas.

Un tren acongojado de amapolas

traerás para el cortejo.

Entra a mi cuarto y búscame

por las escalinatas de palabras

o dormida,

volando el pensamiento

por los mares azules del encuentro.

Las alas están siempre en los zapatos

preparadas,

el alba será blanca como un lirio.

Levántame hasta el fin,

llévame a la luz que no lastima,

al fuego consagrado,

a la cima que busca el corazón.

Del ensayo y selección de poemas:

“La mujer en la poesía hispanoamericana”

Nidia Orbea de Fontanini. Junio 1984

“Mes de las Letras”.

Alba Yobe de Ábalo

Nació y reside en Santa Fe de la Vera Cruz. Docente especializada en Jardines de Infantes; ejerció la docencia en distintos niveles y fue designada Supervisora Escolar en jurisdicción provincial. Ha publicado en diarios y revistas literarias.  Seleccionada integra varias antologías.  En 1983 presentó su poemario “Limonero Desvelado”.  En septiembre de ese año, adhirió como co-fundadora al Círculo de Escritores del Litoral y se desempeñó como Secretaria. Recibió diversos premios y distinciones.  Secretaria de la SADE (Sociedad Argentina de Escritores) Filial Santa Fe, en el trienio 1985-87 y desde entonces fue electa para distintas funciones, fue presidenta durante dos períodos consecutivos (finalización de mandato en 2005). Es Vocal en la Comisión Directiva de SADE Buenos Aires.

Pequeño fresno

Pequeño fresno que llegó a mi ventana

con su tronco frágil, endeble

extremadamente fino.

Imperceptiblemente engrosó su figura

mientras extendía sus ramas

como queriendo tocarme.

Fui testigo de su crecimiento.

Me sorprendí ante sus yemas,

cambió el verde por dorado tantas veces…

como cambió mi niñez… en adolescencia,

mi inocencia en picardía.

Hoy es sombra pródiga.

En él anidan y palpitan

inquietos plumones grises

que acunan amaneceres y ocasos.

Desafía las tormentas y los soles del verano.

Lo miro paciente, esperando el vuelo

de la tardía hoja amarilla,

como miro serena las hebras plateadas

que me argentan día a día

Sauce silbador

Allí está.

Modelando la costa desde siempre

con sus prolongaciones

al seno de la tierra.

Sus múltiples brazos flexibles

agitan camalotes y paja brava

meciéndolos en susurros,

acunando siestas interminables.

Llorando las horas

en secreto con el agua amarronada.

Sauce silbador, se escapan tus sones

en el cauce rumoroso de este Paraná

que necesita del arraigo de tu tronco

para sentirse galopar, torrentoso,

poderoso e indomable,

hasta desdibujarse en el Plata.

En “Palabras para compartir…” Vol. 2 – 1989

SEPA (Servicio de Educación por el Arte)

Una noche blanca…

Cuando en la soledad

de tu atardecer otoñal

esta prenda acaricie

la curva pronunciada de tu espalda…

En ella va mi tiempo,

mi deseo de caricia-presencia

para desdibujar apenas, tu soledad.

Mientras tejo imagino

tus ojos velados por el tiempo,

las manos de caricias ásperas

y temblorosas.

Tu nombre…

un nombre…

no sé cuál.

Y ese esperar… esperar qué,

esperar a quién…

Tejo punto por punto, vuelta tras vuelta;

junto a las hebras mi sentimiento

mi capacidad de AMOR.

Y allí estaré… apretándote a ti

en este vellón tibio

para que me hables,

para acompañarte… Porque esperaste

y no llegaron, ni los hijos, ni los nietos.

No los disculpes.

El “Hogar” es tan frío y tan solo

de ancianas como tú…

Se escapó la tarde en esa espera…

Y la alcanzó la noche.

Otra noche blanca como tantas…

En “Palabras para compartir…” Vol. 3 – 1989

SEPA (Servicio de Educación por el Arte)

Los ángeles grises

Allá van…

los ángeles grises trotacalles,

la angustia retorciendo sus entrañas,

compartiendo mendrugos

y el hálito caliente

cuando las sombras frías devoran

los últimos destellos de luz.

Sus rasuradas cabezas

enmarcan la pena

que escapa hiriente entre parpadeos

y el andar,

encorva con vergüenza sus espaldas.

El niño-adulto

de edad más corta que su pena,

carga con el hermano

que le pusieron a cuestas

por ser mayor

y lo lleva a rastras

como lleva sus sueños

su pobreza, sus perros…

¿Cuál es su horizonte?

¿Dónde anidan sus sueños?

¿Qué fuerza interior

los sostiene esperanzados

para transitar la vida?

¿Por qué otro mundo,

si somos de la misma greda?

En “Noches sin soledad” – Año 8 Nº 8 / 2005.

Publicación anual dirigida por Stella Faccioli.

(Radios “FM San Lorenzo 96.3 Mhz” de San Lorenzo

y “Radio Del Paraná AM 1580 Khz.” de Rosario.

Atrapo la memoria

Sigo paciente la hebra

que tejió la historia

de los que  me precedieron.

Penetro en la dureza de la piedra

que atrapó la memoria.

Descifro caracteres con avidez;

me revelan situaciones predecibles:

gestas, batallas, dolores profundos,

mentes creadoras, innovadoras

desfilan incesantes.

La hebra en laboriosa urdimbre

con el arte de las tejedoras ancestrales,

hila y teje en atenuado ritmo

y apagado matiz,  al acercársenos.

Siglos de luz y milenios de oscuridad

envuelven nuestros orígenes,

cercados por Saharas y Mediterráneo;

la Siria Histórica y la España Al-Andalus.

A través de cuencos de piedra, emergen

miradas de terciopelo, acariciantes,

hondas y firmes voluntades,

tempestades de talentos,

horizontes culturales,

en intento de recuperar,

con espíritu asombrado,

la antigua sabiduría aprisionada,

por una  modernidad  enceguecida

y  una sofisticada violencia armada.

                                                               “Inédito:   03-06-2006”.

Teresita Yobe

Maestra.  Ha participado en diversos programas culturales. Tiene una significativa obra inédita que ha merecido distinciones. A fines de 1989 publicó por primera vez sus poemas, incluyendo cuatro -sin títulos- en el tercer volumen de la serie “Palabras para compartir…” (edición del Servicio de Educación por el Arte), proyecto generado por la escritora y educadora Nidia Orbea de Fontanini, destinado a la promoción de la lectura mediante la donación de esos libros a escuelas de distintas localidades. En el cuarto volumen, presentado en el Centro Comercial de Santa Fe en octubre de 1990 – “Mes de la Familia”, incluido el relato breve “La alarma del despertador” y tres poemas, también sin títulos.

Poemas…

Los días pasan y al pasar me dejan…

la huella impresa de su forma etérea,

a veces triste, otras veces alegre…

mas en el fondo de mi ser se eleva la voz querida

¿será que un día tus labios rían,

porque en tu corazón anida la alegría?

  o o o o o

¡Basta ya! Detente, no volverás a sentarte

como en un trono, no en mis recuerdos.

No volverás a ser ternura que estremece.

No lograrás que lágrimas amargas surquen mis mejillas.

Basta ya, detente: he dejado de quererte.

  o o o o o

Tiempo, quiero imaginarte y no puedo.

Tiempo, quiero detenerte y no consigo.

Tiempo, sé mi amigo y bríndame el consuelo del olvido.

En “Palabras para compartir…” Vol. 2 – 1989

SEPA (Servicio de Educación por el Arte)

Zunilda Ceresole de Espinaco

Llovizna isleña

El gris invadió

como avanzada exterminadora

de luces y de trinos.

El río despoblado de canoas

siguió viajando

cumpliendo con su sino.

El viento gélido,

jinete apocalíptico

castigó a su paso indiferente.

Y la isla

tornóse prisionera

de una cercenante llovizna vespertina.

Por un rito

de natural magia, esfumáronse las formas

plegándose a la pléyade de sombras.

Todo el paisaje

se vistió de desdibujados espectros insinuantes

que la gloria del agua seducía.

Desde la casa blanca,

esa atalaya alba junto al río,

sentí que tal como el paisaje,

una llovizna de

tristeza me envolvía.

En “Palabras para compartir…” Vol. 2 – 1989

SEPA (Servicio de Educación por el Arte)

Canción de cuna para un Jesús litoraleño

Que cante el jilguero,

que grite el chajá,

que un niño isleño

ha nacido acá.

Que canten a coro,

chingolos, cigarras

brasitas de fuego

todos con guitarras.

Que bailen las garzas

y nade el carpincho,

y griten bien fuerte

todos los pirinchos.

Que las campanillas

pétalos azules,

formen para el niño

corona de tules.

Que los rojos ceibos

abran sus corolas,

para que la dicha

expanda aureolas.

Que los siriríes,

levanten el vuelo,

formando estrellas

aladas del cielo.

Que la dicha reine,

reine la amistad,

un gurí isleño

ha nacido acá.

Y que la alegría,

La bondad y la paz,

Reinen en la isla

siempre más y más.

Nana para mi gurí

Gurisito costero flor

del estero,

pompón de aromito

cierra los ojitos.

Gurí chiquitito,

ojos de biguá,

tu madre te acuna

de aquí para allá.

El sapo ya croa,

la chicharra canta,

que te duermas pronto

es mi esperanza.

La luna te mira,

la garza suspira,

duérmete chiquito,

cierra los ojitos.

Gurisito costero,

amor de mi amor,

siempre te proteja

mi Dios, mi Señor.

 

En “Palabras para compartir…” Vol. 3 – 1989

SEPA (Servicio de Educación por el Arte)

Orlando Vera Cruz

Nació en Santa Fe, el 7 de agosto de 1944 y desde sus primeros años vive en Santo Tomé.  Su vocación por lo folklórico se gestó en la niñez porque con su familia compartía vivencias en Fortines Tradicionalistas y con grupos de música y danzas nativas.  Estudió canto y guitarra.  Suele recordar que siendo alumno de la Escuela Nº 15 “Juan de Garay” de Santo Tomé logró la primera aproximación a la poesía del santafesino Julio Migno Parera, residente en Cayastá y en la capital santafesina. Con jóvenes santotomesinos formó el grupo “Los litoraleños” y luego comenzó su trayectoria cultural como solita.  Por su participación en el Canal 13 de la capital santafesina, obtuvo el Premio “Martín Fierro” otorgado por APTRA en 1973. En 1974, en el festival folklórico de Cosquín (provincia de Córdoba, República Argentina), obtuvo el premio “Revelación” y al año siguiente su “Consagración”.  Ese año, logró editar un disco que incluía “Costera, mi costerita”, un tema que también fue incluido en el repertorio de enseñanza musical en escuelas de distintos niveles y en centros de recreación infantil. En 1975, le otorgaron el premio “Palmera de Plata” en el festival folklórico de Guadalupe (en la capital santafesina); en 1977 recibió el “Gurisito de bronce” en el Festival Paso del Salado y ese año, viajó a Venezuela invitado por Consejo Nacional de Cultura. Cinco años después, en 1982 viajó a Europa con auspicios de la UNESCO.  En 1984 durante la gestión del subsecretario Dr. Jorge Guillén, participó en el programa “Raíces de mi tierra litoral” impulsado por el Ministerio de Educación y Cultura desde la citada subsecretaría, por el coordinador general Prof. Carlos M. Busaniche.  Otros premios y distinciones: 1988 “Banano de Plata” en el Festival de Clorinda (provincia de Formosa); 1991 “Cóndor de Plata” en la ciudad de La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires; reconocido como “Padrino del 25º Aniversario del Festival del Noreste Argentino” en la ciudad de Reconquista, provincia de Santa Fe; le otorgaron el “Magazine 94” y “Monumento de Cristal 95” en la ciudad de Rosario. 1994 y 1996 “Primer Premio a la Excelencia”… Estrenó sus canciones en escenarios de distintas provincias argentinas, en Teatros y festivales provinciales y nacionales.  Invitado a compartir experiencias en aulas de distintos niveles, desarrolla una fecunda labor como promotor cultural difundiendo la obra del poeta Julio Migno y sus creaciones. Desde 1984 ingresó en “EMI-Argentina”, compañía discográfica que editó ese año su disco “Verdades”, en 1985 “Qué tendrás pago”; 1986 “Pilchas Gauchas”; 1988 “Provinciana”; 1990 “Corazón de río); 1992 “El canto santafesino” –en vivo-; 1993 “Santa Fe a lo gaucho”; 1995 “Secretos del río”; 1997 “Paraná entero”… y sigue difundiendo su canto por distintos medios y con evidentes reconocimientos…

Islero soy

Soy Juan soldado y soy cantor

Desde mi pueblo vengo yo

Con este canto que es de amor

Y herido voy.

Soy Juan Soldado o federal

Pájaro triste del amor

Y en el pueblo mi cantar

Y herido voy.

Como este pájaro cantor

Herido el pecho llevo yo

Rojo dolor, rojo dolor;

Mi canto es monte y soledad

Es río grande, Paraná;

Se va mi vida por cantarte litoral.

Desde la costa vengo yo

Con un cantar de la región,

Es pampa y río, mi canción,

Islero soy.

Mi Santa Fe me dio su luz

Y en este vuelo que emprendí

Soy Juan Soldado

Para cantarte mi país.

Como este pájaro cantor

Herido el pecho llevo yo

Rojo dolor, rojo dolor;

Mi canto es monte y soledad

Es río grande, Paraná;

Se va mi vida por cantarte litoral.

Gringa santafesina

Con mi guitarra y “la costerita”

Me anduve floreando por mi Santa Fe

Gringos y criollos bailaban con ella

Y me la trataban a cuerpo de rey.

Mi “costerita” se me ha vuelto gringa

Y parla de amore pero en piamontés

Menos mal que a cambio me encontré

Una gringa, que me ceba mate,

Me dice “negrito” y me habla de che.

Menos mal que a cambio me encontré

Una gringa, que me ceba mate

Y me habla de che.

Con mi guitarra y mis canciones

Me he ganado la vida siempre de buena ley

Amores tuve de varios colores

No importa en mi tierra el color de la piel.

Mi “costerita” se me ha vuelto gringa

Y parla de amore pero en piamontés

Menos mal que a cambio me encontré

Una gringa, que me ceba mate,

Me dice “negrito” y me habla de che.

Menos mal que a cambio me encontré

Una gringa, que me ceba mate

Y me habla de che.

Que me ceba mate

Y me habla de che.

Volviendo a mi pueblo

Recitado:

He buscado en vano

En noche europea

El rumbo de la patria,

la cruz del sur;

Y tampoco brillan

para mi consuelo

Nuestras tres Marías

Con toda su luz.

Si allá en mi Argentina

Un lucero grande

Muy de madrugada

Prende su candil

– Por qué se me niega

Esa agüita clara

Que tanto la preciso

Para poder vivir…?

Yo quiero volver a mi pueblo

Y andar por sus calles soleadas

Buscando la tierna mirada

Aquella que me enamoró.

Yo quiero volver a mi pueblo

Y verme con viejos amigos

Aquellos que nunca partieron,

Aquellos que nunca olvidé.

Si una guitarra me llevó

A andar caminos

Cual peregrino de la distancia

Ella es la misma

Que hoy me trae a tu puerta

Hasta tu puerta mi viejo amor.

Quisiera volver a mi río

Y andar por su playa dorada

Llevando tu mano apretada

 

 

Sabido es que Evaristo Fernández Rudaz nacido en Paraná (provincia de Entre Ríos), el 26 de octubre de 1899 descendiente de varias generaciones de entrerrianos y por línea materna suizo-francesa, fue un autodidacto, guitarrista y cantor hasta que llegó a Reconquista y comenzó su destacada trayectoria como folklorista. Aquí, la letra que el perseverante y talentoso Orlando Vera Cruz escribió los versos para una de sus composiciones musicales con ritmo de chamamé…

Tamboreando la puerta

Letra de Orlando Vera Cruz

Música de Evaristo Fernández Rudaz.

Aquí me tiene sargento
junto al rancho donde ayer
este matrero de hoy día
gente honrada supo ser.
Tres años pasé en el monte
sin la guaina y sin el rancho
ya jué pa’ andar diciendo
le comieron los caranchos.

Desconfiando un corralito
me juí por salvar mi cuero
que es mejor volar a tiempo
que andar rompiendo chiqueros.

Pero el rencor se amontona
cuando se entra a matrerear
quien deja carne en el rancho
nunca se suele olvidar.

Y entre juir nomás por juir
como el indio por la peste
es mejor sin tantas güeltas
acostar o que te acueste.

Y entrando a pitar el juez
yaguá que a buscar me venga
donde se plante mi taba
que no espere suerte el rey.

Por eso esta noche Negra,
Negra tentación me trajo
y entre negruras del monte
con negra intención barajo.

Al tamborearle la puerta
Huirajú que está en mi nido
y aguante el simbrón del lazo
o largue lo que ha comido.

 

Cristina Faure

Nació el 24 de febrero de 1966 en Santo Tomé (departamento La Capital).  Hija de Néstor Faure y de Cristina Leonor Borovina. Cursó estudios primarios en el Instituto “San José” de Santo Tomé y secundarios en la Escuela Nacional de Comercio de esa ciudad. Casada con Julio César Ackuafresca, padres de Ana Carolina y de Mariela Soledad. Poeta, artesana con maderas… sigue estudiando. Integró “Palabras para compartir…”, volumen 5 presentado en el Museo “Rosa Galisteo de Rodríguez” el 18 de octubre de 1991, edición SEPA (servicio de educación por el arte) donada a escuelas de distintas localidades.  En ese libro incluyó sus poemas “La garza” y “La muerte de la nutria” que fueron leídos durante las clases en diversas escuelas y luego los docentes la convocaron para encuentros, entregándole dibujos alusivos elaborados por los niños.

La garza

Posaba su esbelto cuerpo

la inmaculada garza,

a la orilla del gran bañado.

Metió sus patas

en las cristalinas aguas

que dejaba entrever el barroso fondo

y lo que había en ellas.

Divisó la ágil garza

el lomo de un pequeño pececito

que atrapó ágil y lo devoró ansiosa.

Comía la garza hambrienta

penetrando su pico bajo el agua.

Satisfecha alzó vuelo,

casi tocando el agua.

Desde lejos parecía un punto

que se agrandaba rápidamente.

Pasó mansa delante de mí

Y se perdió en el atardecido horizonte.

                                                                       23/9/90

La muerte de la nutria

Asomaba la nutria su pequeño hocico

de entre el tupido camalote

y comía con dentelladas constantes

los tiernos y carnosos brotes.

Se sumergió placentera

en las cálidas y mansas aguas.

Nadó danzando, como con una sinfonía

suave y delicada.

Se mecía lenta y romántica,

daba vueltas, iba y venía.

Salió a la superficie a respirar

y gozar del reconfortante sol.

Subió por el barroso barranco

y un estruendoso ruido,

congeló su corazón

y quedó tirada inmóvil e inerte,

cerrando lentamente sus ojos.

Tomó el cazador su presa,

la bala había dado en el blanco

haciéndole una floreciente herida,

sangrienta, en la pequeña cabecita mojada.

Al alzarla, notó que

el hinchado vientre se movía

y apenado ayudó a nacer

lo que fueron, dos indefensos cachorritos.

Son tal cual era su madre.

Culpable, los crió en su casa,

y día a día al verlos crecer

se le colmaba de dolor el pecho.

Miró entonces el arma,

que yacía colgada en la pared

desde aquel cruel día.

24/9/90

En “Palabras para compartir…” Vol. 5

Edición SEPA (Servicio de Educación por el Arte)

Presentado el 18 de octubre de 1991- Hora 19:30

En el Museo “Rosa Galisteo de Rodríguez”- 4 de Enero 1510.

Raúl Alberto Rossi

Nació el 10 de febrero de 1932 en Cruz Alta, provincia de Córdoba.  Desde la niñez reveló su vocación por la Música y las Letras. Titular de la cátedra de Lengua Castellana durante diez años en el Instituto San José Obrero de Roldán, departamento San Lorenzo. En ese tiempo, fundó la revista “El Mangrullo” junto a otros docentes. Profesor de Música y autor de “más de ochenta composiciones, algunas de ellas con letra”. Su primer libro editado en 1969: “Eco Otoñal” (poemas) y en 1981, del poemario inédito “Magnolias en la Sombra”, la Asociación Literaria “Nosotras” de Rosario seleccionó los poemas que integran “Prosa y Poesía 1981”.

Bienvenido dolor

Dolor, has vuelto, ya no e esperaba

en éste, mi crepúsculo temprano;

deberé recorrer lo que quedaba

contigo de la mano…?

Dolor, hermano mío, cuántos años

que ya  no caminabas a mi lado…!

me han parecido, a veces, tan extraños

mis pasos sin sentirte en mi costado…!

Has llegado, esa vez, íntimamente

como una flor en una tibia mano,

no me digas que ha sido casualmente,

tú no vienes en vano…!

Qué has querido traerme silencioso

rebozado en tu gris sabiduría…?

verdades viejas que olvidé de ocioso…?

otras nuevas que yo no conocía…?

Bienvenido, dolor, que no me olvidas,

bienvenido, dolor, aunque me hieres,

yo conozco tus idas y venidas,

puedes quedar si quieres…!

Y no olvido las leyes de tu juego,

tú eres el precio por templar la idea,

por eso es que jamás lancé mi ruego

para apagar tu llama que caldea.

Bienvenido dolor, no te esperaba,

en éste, mi crepúsculo temprano,

deberé recorrer lo que quedaba

contigo de la mano…?

 

Angela Fernández

Nació en Rosario. Residente en la Capital Federal. Sus poemas integran diversas antologías. Integrante de la SADE (Sociedad Argentina de Escritores) y de la “Sociedad Argentina de Estudios folklóricos”.  Libros editados: 1973 “Instantes”; 1976 “Las mieses de otro tiempo”; 1979 “Lo callado”; 1981 “El peregrino”; 1982 “La lumbre olvidada”; 1983 “Los jardines ignorados”… Incluida en el Diccionario de Poetas Argentinos, recopilación de Oscar Abel Ligaluppi de La Plata publicado por el Fondo Editorial Bonaerense en 1984.

Lo que amamos

                                                                A mi hermana Elena

Caserón de provincia,

donde quedaron encerrados

los duendes de mi infancia.

Recorro tus paredes y tus baldosas.

Huele a primavera

la galería del patio.

Florecen las glicinas

del color de los lilas,

y los canteros se cubren de rosas.

Desde la ventana mis ojos

se agrandan, viendo caer

las hojas del otoño.

O las gotas de agua

en la tarde de lluvia.

Y en cada rincón

la bondad de mi madre,

su amor silencioso,

su mirada de caricia perdida

y el tibio pan amasado con sus manos.

Casa hecha de amor y de alegría.

Hoy cofre de mis recuerdos

donde nacieron mis sueños

y mi melancolía.

Todo cabía en ella.

El amor que no fue

y el que fue sin quererlo.

Integra “Antología 1”

“El amor en la poesía argentina”

Fondo Editorial Bonaerense.1983.

Eva Tuo de Piva

Nació en Junín, provincia de Buenos Aires. Cursó sucesivos niveles en Córdoba y egresada de la carrera de Obstetricia, decidió ejercer en la provincia de Santa Fe.  Reside en Rosario.  Socia de la SADE (Sociedad Argentina de Escritores) Filial Rosario; de la Asociación Literaria “.  Integrante del grupo rosarino “Caracol”, ha participado en Salones de Poemas Ilustrados.  Seleccionado su poemario “Algo mío”, integra “Poesía y Prosa 1981” editado por la Asociación Literaria “Nosotras”. En su obra refleja su dolor “por la hija que partió”… y en el día de la madre, escribió este verso en un último terceto: “…Al sueño le pido: Házmela soñar”.

 Invocación

Al Maestro Luis Braille, inventor del sistema

de lectura para ciegos, lleva su nombre.

Me siento niña ante tu grandeza.

Quiero escrutar tus rutas,

tus designios

y al mirarte en el bronce

empequeñezco.

Cuándo heredaste el misterioso ideal?

En qué momento tu mente esclarecida

aleteó en Mundos Superiores

donde los arquetipos vibran

y volvió aquí trayendo seis estrellas?

Cómo supiste que te entenderían?

Maestro BRAILLE, mago ciego, clarividente,

ariete entre borrascas y monzones,

punta de lanza derribando noches!

Cómo puedo acercarme sin descaro

un poco a ti, yo que soy ciega

con ojos de luz?

 Es mi vergüenza lo mezquino que hago!

Tu pragmatismo destruye este loco esfuerzo mío

y lo vuelve ridículo, desteñido, pesado.

Oh, MAESTRO de CIEGOS, compadéceme!

Tú que fuiste leal con tus ideales,

tú que donaste tu sabiduría

enséñame que mire desde adentro.

Eternidad

Siento el rumor de mis pasos

en esta eternidad que nos es dada,

y en esta vida huyente y acosada

que a cada instante me tiende sus lazos.

Seres solemnes me miran silenciosos,

me incitan a la lucha

me quieren en la brecha;

no puedo someterme, defiendo denodada

la estrecha ruta, con mirada incierta.

Mientras soplan los vientos,

geometrizan las olas en la arena…

y la lluvia cae, estoy ausente.

Sigo escuchando el rumor de mis pasos;

voy marchando;

entraré en esa eternidad

pausadamente.

Nilce Uviedo Rasetto

¡Maestra!

        Como el árbol has de dejar tus frutos

Y entregarás tus hojas para verlos crecer.

Porque será el otoño que los dará a los vientos.

Para que así el verano te los vuelva a nacer.

                                          Nilce Uviedo

 

Nilce Uviedo Rasetto nació el 19 de marzo de 1938, en Barrancas (departamento San Jerónimo). Cursó los estudios primarios  en  la Escuela Nº 15  “Juan de  Garay” de Santo Tomé, y los secundarios en la Escuela Normal Nacional “General José de San Martín” de la capital santafesina, egresando con el título de Maestra  Normal  Nacional.  Su primera experiencia al frente de alumnos fue en Montes de Oca y luego en San Lorenzo, Colonia  San  José  y Escuela Nº 15 de  Santo Tomé.  Estaba cursando la carrera de Notariado y decidió dedicarse exclusivamente a la educación. Concluyó los estudios como “Perito en Psicopedagogía”.  Militante en la Acción Católica Argentina, paralela a su labor docente desarrollo acciones solidarias y fue catequista en distintos ámbitos rurales y en localidades de la costa santafesina. Con su bombo legüero acompañaba el ritmo de sus canciones en reuniones con alumnos, otros docentes y padres. Sucesivos concursos determinaron que fuera designada en la Escuela  Nº  860 de  San José, luego en Los Laureles, Rincón Norte y en la Escuela Nº 316 “Guillermo  Lehmann” de Esperanza.

Falleció el 17 de julio de 1974 en el kilómetro 9 de la Ruta 19 hacia Córdoba…

   Enséñale a mi niña

Enséñale mi niña
a ese hijo que circunda tu vientre
tu sorpresa de verle así de pronto
esperando otra vida.

Enséñale mi niña
a respirar la brisa de tu asombro,
a saber del fulgor de otra inocencia,
o de aquella quizá…
que calaron de pronto
tus catorce años nuevos,
nuevos de tu vergüenza,
viejos de tu esperanza sin fronteras.

Estrenados en luna y pajonales,
florecidas de pronto en tu cintura
de amapola y fragancia.
Enséñale mi niña
tu patio, abandonado de rayuelas.

Tu inseguro alimento,
tu lección sin respuestas.
Tus noches hoy mordidas
de soledad segura.

Enséñale mi niña,
tu muñeca de trapo algo gastada,
tu saco de franela regalado,
tu sueño de rosal y enredadera.
tu amanecer de frío y de silencio,
tu dolor estrenado…

Enséñale mi niña
a ese hijo que descarna tu infancia.

Mi país

Hoy mi país, amaneció con ansias,
de no sentir más quejas,
ni halagos olvidados.

De no escuchar consejos,
de ser él por él mismo.
De andar sin que nadie señale.
sin gente que critique,

Sin personas que miren,
buscando en el ropaje
aquello que no rime.

Hoy, mi país,
amaneció con ansias,
empezar sí de nuevo:
con un mapa sin forma,
con casas sin revoque,
con amigos sinceros,
que sólo busquen almas.
que le hablen sin señales,
que agitando banderas,
entre surco de espigas…
…le devuelvo la calma…

 

Fernando Aloi

Ha expresado: “No sólo escribe el poeta, que al fin es un soñador, puede hacerlo quien lo sienta, eso es lo que hago yo.  Lo mío es humilde, lo de aquél tiene valor; no tengo gloria ni fama, sólo soy un soñador. Nació en Arequito, provincia de Santa Fe, el 7 de enero de 1933.  Integra el grupo de poetas cuya obra es difundida desde “Club de Poetas Baigorria” de Granadero Baigorria, departamento Rosario.

Canto al asalariado

Obreros y empleados de míseros salarios,

caminan hermanados por la desilusión,

rostros entristecidos, cual viejo campanario

curtidos por heladas, por lluvias, por sudor,

con la cabeza gacha van todas las mañanas

exhalando suspiros de amargo sinsabor

con rumbo a su trabajo, tarea cotidiana

para ellos rutinaria, pero engorda al patrón.

Salarios de convenios, viejos, amarillentos

del empresario el cuento; -más, no puedo pagar-

pero ha comprado campos, mansiones, autos nuevos,

cheques imaginarios, cuentas de buenos saldos, “los libró el personal”…

están desamparados, no existe la justicia, reina la indefensión

los gremios han atado las sórdidas cadenas del vil capital,

y mientras hacen cuentas si del jornal les queda migajas por cobrar está acechando artera, infame y despiadada, la desocupación.

Obreros y empleados, sufridos jornaleros de la incomprensión

jamás bajen los brazos, peleándole al trabajo hasta el último round,

la luz de la esperanza alumbrará el camino que un día oscureció

despertará el badajo golpeando el campanario de la liberación,

un pasar mejor

quizás una mañana, posado en tu venta, te brinde su homenaje

un pájaro cantor.

En “Hojas Sueltas”

Club de Poetas Baigorria.

General Baigorria – 2004

Al padre Ignacio Aparicio

Allá lejos y hace tiempo, en el año sesenta y dos

la vida me obsequió, en el pueblo Los Quirquinchos

un dilecto amigo; hoy al saberlo me conmovió

el Padre Ignacio Aparicio “está en manos de Dios”.

Por ser tan bueno y tan santo, tal vez lo estén esperando

pero debe estar dudando… quedarse más, y resista

querrá seguir predicando con su virgen peregrina,

para que en nuestra Argentina vuelvan la paz y justicia.

Cuando yo lo conocí, enorme cura, sin par

todo su capital… no sé para qué lo anoto

una vetusta moto, que por caminos polvorientos

empujada por los vientos lo llevaba a predicar

a Capillas del lugar, con él rezamos en la de Handen

ganando a otro amigo cordial, su hacedor, Maestro Reixach

quien a temprana edad se volara al alto cielo,

anida en mí anhelo que Allá se han de encontrar.

Hace años no lo veo, cosas de la vida, pero atento a noticias

de aquel se iba, a Rosario trasladado

nunca jamás olvidado por esa feligresía;

al tiempo salió un día, sorpresivo y muy barbado

recorriendo poblaciones con su virgen peregrina

recibiendo en todas ellas una triunfal bienvenida,

inmensamente querido, al servicio de los pobres

por radio y tevé largos años, ayudando a desvalidos.

Me contaron que empeñó su moto a un panadero

no le alcanzaba el dinero, y así su deuda pagó;

de su vida, la razón, discípulo de Madre Teresa,

en sus bolsillos: pobreza… “millonario” el corazón;

yo le suplico al Señor no se apague “esa velita”

que su fiel virgencita lo acompañe, hasta el fin de sus días,

y al emprender la partida lo ha de llamar a su lado

Dios, que es justo habrá premiado, a quién fue un santo en vida.

 

…y el 30 de octubre de 1998

Su piadosa virgencita, derramando un lagrimón, apagó aquella velita y  al cielo lo encomendó, a las alturas voló su alma de amor infinito, nos dejó el Padre Aparicio… lo llamó a su lado Dios.

 

En “Hojas Sueltas”

Club de Poetas Baigorria.

General Baigorria – 2004

 

Jorge Enzo Galetto

Nació el 12 de noviembre de 1962 en Rosario (provincia de Santa Fe), su lugar de residencia. “Ha realizado viajes de estudios por Brasil. Obtuvo el premio “Asociación Antártica Argentina” en el XII Certamen Nacional de Poesía “José María Sobral” organizado por la nombrada entidad de la Armada Argentina” y en el V Certamen Literario Nacional Atilio Giraudo (Arrecifes, provincia de Buenos Aires).Diversas antologías incluyen sus poemas, entre ellas las publicaciones del poeta platense Oscar Abel Ligaluppi, ediciones del Fondo Editorial Bonaerense quien lo incluyó en el “Diccionario de Poetas Argentinos” en 1984. Integra con su cuento “El guante”, la Antología 88 “Nueva Narrativa” (Pegaso Ediciones, Rosario).

Vivir caminando

Caminando solo en la noche oscura,

desafiando al mundo y mi locura;

Caminando erguido sin ningún temor,

en la noche fría aunque llena de amor.

Caminando siempre sin saber por donde

Solitario y triste, como un pobre conde.

Caminando así, como si supiera

donde llegaré yo en la primavera;

Caminando iré en la noche fría

sin nada que leer, ni una poesía;

Caminando simplemente caminando,

sin saber a donde ir, estoy andando.

Caminando yo no sé donde he ido,

pero hoy me encuentro solo y abatido;

Caminando siempre sólo por andar,

quedaré tendido en algún lugar;

Caminando estoy en cualquier sendero,

Caminando vivo, caminando muero.

En “Antología Poética 3”

Serie “1.800 poetas argentinos”

Oscar Abel Ligaluppi

Fondo Editorial Bonaerense – 1981.

 

Julia Elena Burguener de Castañeda

Nació en 1933, en Calchaquí (departamento Vera) y desde mediados del siglo veinte, residente en Villa Ocampo (General Obligado). Cuatro hijos, once nietos “dispersos en distintos rumbos”. Ejerció el magisterio y luego aprobó los estudios secundarios obteniendo el título de Maestra Normal Nacional en 1966 logrando ascensos hasta jubilarse como Directora de escuelas rurales del norte santafesino.  Su obra es difundida en diarios y revistas de distintas localidades; integra ediciones colectivas: “Selecciones” y “Antologías”, entre ellas “Luz inagotable” y “Dar a luz” impulsadas por la SADE (Sociedad Argentina de Escritores) Filial Santa Fe.  Incluida en publicaciones de la ASDE (Asociación Santafesina de Escritores). Obtuvo diversas distinciones.

Río Salado

Arriando tropillas de leguas y arroyos

viene desde el norte por la arteria patria.

En los salitrales caliente de soles

entibia sus aguas.

A su cauce largo le cantó Pedroni

allá por el tiempo de arados y gringos.

El río salado!

Era el río amargo que regó la historia

de los pagos indios.

Era el río manso que acuné esperanzas

a orillas del trigo.

Ya la pasar el tiempo, destroncado el monte

que amparó su sueño y guardó los nidos,

sobre la planicie desnuda de árboles

lo detuvo el hombre con su ingeniería

de torpes caminos.

Para más, la lluvia.

Le cayó la lluvia de abundancia inédita

y crecido el cauce, entró por las puertas

de la inoperancia de los que gobiernan.

Y entonces su lengua de monstruo gigante

despertó el bramido.

Instauró los miedos.

Acalló el asombro.

Proclamó en un grito todo el poderío

de la fuerza y de barro, de amargura y llanto

de atropello y muerte desatada al viento

como los malones sobre el caserío.

El río salado desató la furia

que guardó en su vientre a través de siglos,

(El 29 de abril de 2003, el río Salado

continuando su cauce inundó el sector oeste

y sur de la ciudad de Santa Fe de la Vera Cruz.)

Antonio Camacho Gómez

Nació en 1930 en Roquetas de Mar, Almería, España. Periodista y escritor. Integrante de la SADE (Sociedad Argentina de Escritores), filial Santa Fe. Han destacado que fue “jurado en certámenes literarios, ha dado conferencias en Santa Fe (Argentina) e intervenido en programas radiales sobre literatura e idioma.  Editó ensayos, poemas y cuentos en los diarios ‘El Litoral’, de Santa Fe, donde fue crítico literario y secretario de redacción; ‘La Capital’ de Rosario; ‘El Día’ de La Plata; ‘El Territorio’ de Posadas, en el que ejerció la crítica de arte y otros medios argentinos, y en “La voz de Almería (España).”  Le otorgaron el premio “Santa Clara de Asís.   colabora” En 1952 publicó “Flores y abrojos” poemas y en 1955 “La edad tonta” (Teatro).  Autor de “El polvo de la sandalia” (Teatro; “El esclavo y otros relatos” (Cuentos); “Musas sin alba”, poemas… Sus obras integran antologías.  El poeta y recopilador Oscar Abel Ligaluppi de La Plata (provincia de Buenos Aires) lo incluyó en “Diccionario de Poetas Argentinos” (1981).

La huida

Te fuiste a jugar

con el agua, la luz

y los muchachos.

Todo seguía igual:

la gente,

la calle,

la casa.

Sólo el pino era mío,

perenne y vertical.

Te fuiste como la tarde,

morena y ondulada,

viento y veleta,

canto rodado

de espalda a las rosas.

El río era apenas un nombre

para seguir tu huella

fugitiva y vital.

¡Qué duro el paisaje

de tu ausencia!

¡Qué duro el silencio

de calma mineral!

Te fuiste a jugar

con el agua, la luz

y los muchachos,

muy lejos de la mar.

Integra “Antología 1”

“El amor en la poesía argentina”

Fondo Editorial Bonaerense 1983.

Miriam Belén Curletti de Wajsfedl

Nació el 2 de enero de 1941 en Reconquista (provincia de Santa Fe). Licenciada en Economía. Docente universitaria. Realizó un viaje de estudios a Israel. Obtuvo distinciones y entre ellas, Primer Premio y Medalla de Oro por su trabajo “El gaucho prototipo de la raza”. Integró jurados literarios.   Ha publicado en diarios y revistas de distintas provincias. Títulos de libros editados: 1979 “De un tiempo que fue mío”; “Tu vientre vegetal”, “Vietnam”; “Dalila hoy es primavera” (cuentos)… Seleccionada, integra varias antologías y el poeta y recopilador Oscar Abel Ligaluppi de La Plata (provincia de Buenos Aires) la incluyó en “Diccionario de poetas argentinos”, edición del Fondo Editorial Bonaerense en 1984.

Encuentro

Trepadora de muros,

en el otoño mi mano

encontró tu calidez de nido.

Poco a poco,

las hojas degolladas sucumben

y en el viento rural,

galopando inexorable

tu amor me abraza y sobrecoge.

Integra “Antología 1”

“El amor en la poesía argentina”

Fondo Editorial Bonaerense 1983.

León Steinberg

Abogado. Poeta y escritor.  Nació en Villaguay, provincia de Entre Ríos.  Residente en Rosario, provincia de Santa Fe. Títulos de algunas obras: “1944 “Reflexiones sobre la naturaleza humana”; 1945 “Ensayos morales”; 1972 “Meditaciones – Poemas morales”; 1973 “Eternidad y fugacidad de la vida”; 1974 “Balada  del junco pensante de Pascal”; 1979 “Meditaciones”; “Milagro”; “El milagro olvidado”…  Fragmentos de “Meditaciones” fueron publicados en “Prosa y Poesía 1981”, edición de la Asociación Literaria “Nosotras” de la ciudad de Rosario, presentada en el Club Español de esa ciudad.

Del festejo postergado

Ay qué pena,

qué pena, qué pena,

que el hombre no haya fijado

para festejar debidamente

su propia grandeza,

de haber sido creado

a imagen y semejanza

de Dios!

O también para festejar

ese milagro de que

la inteligencia cósmica,

que da la vida y gobierno el universo,

infinito y eterno,

se haya hecho consciente,

y resplandezca con tanta evidencia en su ser!

Ay, qué pena, qué pena,

qué pena que el hombre no haya fijado un día

para celebrar su propia grandeza!

Un día de fiesta para el recuerdo

de haber dejado de ser bestia, y que

entre otros números,

podría festejarse con varios desfiles,

incluso uno caminando en cuatro pies,

por voluntarios, y luego

un desfile en dos pies, por los mismos,

como para festejar la graciosa verticalidad,

y el hecho tan milagroso de haber dejado

la bestia tras de sí!

A veces pienso que es posible,

que todavía no se ha fijado ese día,

por razones de modestia,

o también para no herir ni ofender

con tales fiestas

al mundo animal,

tan puro en su cósmica dignidad

y que no ha tenido el privilegio

de haber sido creado

a imagen y semejanza del Señor.

Pero también es posible

que no  se haya creado ese día

para festejar la grandeza del hombre,

debido a que serían festejos prematuros,

muy prematuros,

y debido a que la graciosa verticalidad del hombre

con el arte tan difundido,

de caminar en dos pies

y de ese bipedismo que parece ser

una de las conquistas definitivas

de nuestra civilización,

es en muchos casos, posición simulada,

por lo que es preciso esperar

para esas fiestas,

otros tiempos,

como ya lo dijeron los profetas de Dios!

 

o o o o o o o

 

“El cosmos en que vivimos, eterno como es, hace que también el hombre se sienta eterno, y esa eternidad constituye por una parte, en cierto aspecto, un gran bien, porque contribuye poderosamente a dar sentido a al vida, y por la otra esa misma eternidad viene a ser una fuente inagotable de locuras y tonterías, que se concretan, por lo común, en violencias y ambiciones absurdas de toda clase.  Lo ideal para una sabia cordura, tanto para la vida individual como colectiva, estaría en poder vivir como dentro de un justo medio entre el sentimiento de eternidad y la fugacidad de la vida, pero ocurre que el sentimiento de eternidad tiene un poder que casi no admite limitaciones ni restricciones.  Aunque también sucede que esta protección que significa sentirse eterno, no se mantiene siempre.  El Cosmos tiene su propia metafísica y, al parecer, en virtud de ella, no tiene mayor interés en los ancianos y cuando el Cosmos se desinteresa de ese aspecto, es difícil dar con otra eternidad para vivirla, salvo cuando existe una auténtica fe en Dios.  Recordamos que el ‘Eclesiastés’, cuyo contenido expresa como pocas obras, la nada y la fugacidad de la vida del hombre sobre a tierra, está incorporado a la Biblia -para su frecuente lectura, junto a los Salmos y a los Proverbios- y como un elemento moderador sin duda, del sentimiento de eternidad.”

Nota del autor, pie de página.

En “Prosa y Poesía 1982”

Pasajeros de la eternidad

Como pasajero

de la eternidad,

el hombre,

con su vida,

recorre,

lo que se ha dado

en llamar

un viaje

-fugaz-

y sin retorno,

viaje que,

como se sabe,

comienza cuando nace,

y concluye

cuando muere.

Pero no obstante

ese viaje fugaz,

hace pie firme

sobre el fragmento

de eternidad,

que Dios le ha dado,

fragmento cuya porción

se mide,

simplemente

por la distancia que media,

entre la cuna

y la fosa,

y esa porción de eternidad,

se extiende,

como un puente,

sobre el abismo

de la infinita Nada,

puente por demás frágil

y quebradizo,

para cada uno de los viajeros,

fragilidad, con frecuencia,

olvidada,

de modo que existe

siempre el riesgo,

siempre grave,

de precipitarse

aún prematuramente

al vacío.

De todos los engaños,

que sufre el hombre

en su vida,

sobre la tierra,

ninguno tan grave

como el engaño que le hacen

la eternidad y el tiempo,

porque como hace

pie firme,

en lo eterno,

no siente correr el tiempo,

que lo lleva

hacia la Nada.

Pero el fraude es

por demás simple,

aquí si se quiere, es

de esos cuentos tan comunes

que una vez sucedido,

nos dejan perplejos

ante el tonto

tan neciamente sorprendido,

porque el hecho es que

el tiempo corre

públicamente,

y los días y las noches

se suceden ante la vista

de todo el mundo.

Además, está el tic-tac

de los relojes

y hay calendarios

por todos lados.

Por otra parte

no es ningún secreto,

que la gente envejece

y que después de

un tiempo razonable,

los viejos

se vuelven finados,

fuera de que hay

abundantes cementerios

por todas partes,

y aunque no se los ubique

en el centro de las ciudades,

ni de los pueblos,

ni a lo largo de los caminos

y de las calzadas,

hay que ser ciego para no verlos.

Sucede también que el hombre

en cierto modo,

va viviendo como en público,

pero va envejeciendo

y va muriendo en privado,

tan en privado y en secreto,

que ni él mismo,

se da por enterado,

y esto a pesar de todo

lo que por fuera ve

y lo que por fuera oye.

Con todo, como se sabe,

los seres humanos

viven alegremente sobre el puente

quebradizo,

que se extiende sobre el abismo

de la infinita Nada,

y revelan de mil maneras

esa alegría,

incluso se inclinan

por peleas a muerte

por necedades,

por ambiciones,

por vanidades,

por fruslerías y bagatelas

y en el tropel

de las guerras en que

se combaten y se matan,

nadie recuerda que

la porción de eternidad

se agota,

y en la batahola,

nadie oye los crujidos

del puente quebradizo

sobre el que la gente

se entretiene

de esa

y también de otras

maneras.

Pero es preciso conceder

que, por la gracia

de Dios,

Bendito sea Su

Santo Nombre,

es muy bonita y divertida

la fiesta de la vida

del Hijo del Hombre,

en el puente de la eternidad

tendido sobre el abismo

de la Nada.

Pablo Casals

Luis Pablo Casals, poeta santafesino. Empleado en comercio del centro de la ciudad capital de la provincia. Participante en el Taller Literario “Temps era Temps” conducido por Sergio Ferreira, presidente de la SADE (Sociedad Argentina de Escritores) Filial Santa Fe. La destacada poetisa Ana María Lahitte, en febrero de 2005 escribió acerca de su libro inédito: “Cuando leí el texto provisorio de Pablo Casals me confió, pidiéndome una opinión sobre su trabajo -aún sin título- recuerdo que me desorientó la firmeza del pulso interior en la voz del poeta novel que, sin vacilaciones ni alarde alguno de hallazgos originalísimos, me tendía simplemente poemas, con una lucidez y una madurez poco comunes en un caso inicial”. El texto completo de esas valoraciones está impreso en la contratapa de “Conjuro de la tierra y los muertos”, octavo volumen de la “Colección de la Abadía” (Editorial Ciudad Gótica, noviembre de 2005. Libro dedicado: “a Carolina, mi única fe.”  En la contratapa también se destaca que ha sido “declarado de interés por la Comisión de Cultura de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación”.  En la primer solapa, primer plano del rostro de Pablo en fotografía de Mingo Barrionuevo y estas señales: No soy siquiera / el dueño de mi sombra / sólo voy a arrastrarla / hasta hacerla desaparecer.

Alma a la intemperie

Es como si se fuera

a destrozar el viento

en la lluvia,

como si las ropas pesaran más

que todas las miradas

y las culpas.

Los pasos se disuelven

entre baldosas líquidas y

los ecos huyen por la esquina.

¿Será que las sirenas aúllan

para algo más que aterrorizarnos?

En “Conjuro de la tierra y los muertos”

Noviembre 2005.

 

Mirta Edith Larcher

Poeta y dibujante de Coronda (departamento San Jerónimo, provincia de Santa Fe). Miembro del grupo “TEAAS” de esa localidad, destacado en la provincia por sus aportes a la difusión cultural desde la narrativa, el ensayo y la poesía. Junto a seis autoras de ese grupo, con obras inéditas integró la serie “Palabras para compartir…”, libros editados por SEPA (Servicio de Educación por el Arte) y donados a bibliotecas y estudiantes en el contexto de programas de educación permanente por el arte generados por la escritora y educadora Nidia Orbea de Fontanini. Cedió sus “aguadas” reproducidas en el volumen 5, presentado en octubre de 1991 en el Museo “Rosa Galisteo de Rodríguez” de la capital santafesina y que incluye sus poemas “Entornado tiempo…” y “Sino”. Ha participado en encuentros, muestras de poemas ilustrados, congresos y Ferias del Libro de distintas localidades. Sus obras son difundidas por distintos medios, entre ellos el diario “El Litoral” de la capital santafesina que la incluyó en páginas literarias, entre ellas en la del sábado 7 de marzo de 1998 con “Minúsculo desorden”.

Sino

Por un impulso guía inevitable

estas irritadas murallas de la espera

disipadas consigo.

Cuántos mustios tintes grabados

en simétricas jornadas de silencio

consigo emigraron.

Yo fui la sirena colosal sin atavíos

habitante erguida en el país de tu nostalgia.

Lo sabía… lo sabía…

Hoy mantengo la cima de la hoguera

en esta fiesta tardía de reencuentros.

Hoy eres la silvestre constelación

del follaje suntuoso en la retina

que abarca mis cavernas

las abrevia

y suaviza agujas de fiebre

reservadas a la garganta nocturna

en mi diario secreto llorado a la brizna.

Somos

los agazapados amantes furtivos

que proclaman

el renovado brote imperturbable

en este valle atónito del goce

estas pestañas húmedas de regocijo breve

que enmudecen al fin

a la memoria.

Somos

ante el limen arqueado de los éxtasis

un regazo de entregas.

En “Palabras para compartir…”

Volumen 5. Octubre de 1991.

Minúsculo desorden

Necesito diferenciar adjetivos llamaradas

dejar cesante la problemática rutina.

La informalidad de ciertos respetables actos cada día.

El pocillo blanco el lunes blanco el martes blanco.

Los zapatos negros lunes negros martes negros…

Necesito la poesía en la mañana

y también el mate y música gatos perros aves y quedarme

de lecho en sueño de sueño en letras.

El pocillo blanco el lunes blanco y el martes blanco.

Los zapatos negros lunes negros martes negros…

Quiero un jueves primavera bullicio de cardenales

después de la llamada del miércoles escuela cucharas budineras.

Viernes arrebato silencio nomeolvides

para un sábado de otoño junto al fuego.

Quiero que te olvides de las flores

el domingo

y de ravioles

de jardines agendas clasificados y la nada en coche.

Porque no es tan así como se dice.

Ni el blanco es todo siempre blanco

ni lo negro es siempre cuento.

En “Llaves para mi ausencia”.

Poemas – Mirta E. Larcher de Molver.

Zunilda Gaite

“Maestra Normal Nacional, con perfeccionamiento docente en el área Lengua a través de cursos y talleres en el Instituto Superior del Magisterio y otras instituciones de su ciudad natal. Incansable autodidacta. Escribió durante su carrera en el magisterio, poemas y cuentos infantiles para sus alumnos, a quienes infundió su amor por las Letras en trabajos de aula-taller.  Realizó publicaciones infantiles, artículos pedagógicos, un apéndice de educación preprimaria (inédito) y otro de sinonimia, en revistas, enciclopedia y diccionario de difusión nacional, editados por Fabril Editora, Codex y La Obra. Participó en un intercambio literario internacional. Publicó un libro de poesía para adultos en Ediciones Amautas. Participó en mesas de debates, lectura de poemas y otras actividades literarias en la Pcia. de Córdoba, mesa de lectura de poesía en la Feria del Libro de Santa Fe y en el Ciclo Literario Palabras con Cielo en Santo Tomé, Santa Fe. Trabajó en Comisiones Directivas de Asociaciones y Delegaciones dedicadas a la Cultura en la ciudad de Santa Fe. En octubre  de 1990, Ediciones Amautas (Córdoba), publicó su poemario El cielo de las palabras (Dedicatoria manuscrita: “Para Nidia por su exquisita sensibilidad y porque también conoce el amor. / Con todo cariño. / Zunilda Gaite / Sta. Fe, junio de 2006. Actualmente integra la Subcomisión de Cultura de la Comisión Directiva de A.S.D.E. (Asociación Santafesina de Escritores) con sede en la capital provincial.

Posibilidad

Anhelo encontrar un día

esa esencia verdadera

que habita aún más allá

del accionar cotidiano

y el espacio en que trascienden

las tradicionales reglas.

De “El cielo de las palabras”, p. 63.

Abril 25

En el día de San Marcos

En el día de la miel,

Quizás los palos borrachos

No dejen de florecer.

O tal vez se deshilachen

como copos al caer

en tibia lluvia nevada

de suave y dulce placer.

Extrañamente ese día

yo te vine a conocer,

justo el día de San Marcos

y en el día de la miel.

Exactamente aquel día

yo me puse a recordar

sueños de cielo y de luna

que debieron terminar.

Sentí el calor de mi pueblo

suspendido en tu mirada

y el abrigo de una manta

en cada noche estrellada.

Escuché el rumor del agua

en tu silencio encantado

y el murmullo de las aves

cuando el sol ha madrugado.

Pedí canción a cigarras

a las horas del ayer

y valor en el deseo

de querer cambiar la piel.

Y quise habitar el tiempo

e igual que entonces poder

abrir de nuevo contigo

esperanzas de mujer.

De “El cielo de las palabras”, p. 46-47.

Receta para dos: Omelette azul

Ingredientes:

Se necesitan:

               -Sin cuenta besos.

               -Un poco de vino.

               -Muchísima música.

               -Un retazo de cielo.

               -Y esencias de vida (a gusto).

Preparación:

Lentamente:

-Se dispone un abrazo tibio en forma de anillo.

-Se coloca, en un hueco, un montón de besos tan dulces y enhebrados como un racimo de cerezas maduras.

-Se humedece con sorbitos de vino color rubí.

-Se le agrega la nana que cantan las cigarras, los grillos y las ranas.

-Se lo cuece sobre las brasas encendidas desde muy temprano.

-Y se lo sirve con un puñado de estrellas, perfumadas por el amanecer.

De “El cielo de las palabras”, p. 34.

Huellas calcinadas

Salí a buscar / tu angelical silueta

– con la terquedad de un niño –

y al verte, ovillada, entre la hierba

floreció tu nombre

bajo un cielo / de glicinas.

Un sauce, displicente,

acompañaba tu figura

/ cuando quebraste la tarde /

– estremeciendo – el cristal cautivo.

El dolor / estalló en tus ojos /

como chispas de diamante

/ en la tormenta de la vida /

y vi rodar un río desbordado,

sobre el lecho arisco,

rastreando las huellas – calcinadas –

del destierro / y el olvido.

Nada parece despiadado

 En el espejo de los seibos /

 agita su plumaje la tarde. /

 Hilos de seda / ha extraviado

 la madeja de la vida  /

 desatando sus caprichos.

 Son consuelo / el aroma /

 y los dones de la brisa.

 Bandadas de golondrinas /

 celebran el triunfo /

 del rumbo / y la esperanza.

 Acaso de / tanto ir y venir /

 ignoren decir basta.

 Adentro de la piel  /

 nada parece despiadado /

 en la plenitud del alma.

Seré el grial

Presidiré,

con el manto

bermejo

del otoño,

el refugio

de tu savia

en mis raíces.

Seré el grial

que buscas,

colmado

de nutrientes,

para pujar

tu espíritu

por el  camino

propicio

de la vida.

Alicia Marina Ambrosio

Cursó estudios secundarios en la Escuela Nacional de Comercio “Juana del Pino de Rivadavia” de la capital santafesina. Desde mediados de la década del ’80 personal de la subsecretaría de Cultura de la provincia de Santa Fe, actual Secretaría de Cultura.

Profesora de Letras. Distinguida con el Premio “Gastón Gori” 2003, por la SADE (Sociedad Argentina de Escritores) Filial Santa Fe. Integra Jurados.  En la Secretaría de Cultura de la Provincia expuso fotografías y poemas, luego muestras itinerantes en distintos departamentos.

En el camposanto

Silencio en el campo santo.

Sólo la cruz se mantiene enhiesta

Velando el descanso de los antiguos guerreros.

Aquellos, que  soñaron con una tierra libre

Del dominio extranjero y la corrupción vernácula.

Aquellos, que derramaron dolorosamente su sangre,

Guiados por la sola fuerza del corazón

Y la pasión por una América morena y unida.

Aquellos, que ignoraron las leyes monárquicas

Y que se dejaron seducir por la penetrante mirada

De los criollos ojos del General San Martín.

Aquellos,  pobres y analfabetos soldados de mi patria,

Que siguieron a ciegas las utopías revolucionarias de 1810.

Aquellos, que sin tener nada nos dejaron todo.

¡Ay, aquellos!

Sí. Triste silencio en el Campo de la Gloria.

Despertemos de nuestro fatídico letargo.

¡Alcemos nuestras voces acallando el ominoso silencio!

¿Sólo la Cruz seguirá siempre enhiesta?

¿Acaso no seremos capaces de honrar nuestra historia

tomando sus  olvidadas banderas y siguiendo el camino

que con su propia vida

nos señalaron aquellos honestos

guerreros de nuestra  Patria?

“Campo de la Gloria –  San Lorenzo”.

Autora del Poema y de la Fotografía:

“Crepúsculo en Campo de la Gloria” – San Lorenzo

Obra expuesta en sede de la  Secretaría de Cultura

de la Provincia de Santa Fe. Otoño de 2006.

Elisabet Ojeda

Publica sus obras en ediciones del “Club de Poetas de Baigorria”, Granadero Baigorria, departamento Rosario.

Cartonerito

Ojitos negros, carita sucia,

Manitas tristes de trabajar,

tu rezo diario es juntar cartones,

para la leche y el pan comprar.

Tienes el alma de penas llena,

y los silencios colman tu piel,

hoy tu juguete es trajinar calles,

que de impotencia cubren tus pies.

Eres adulto con siete años,

casi es de anciano tu madurez,

no crees justo tener sonrisas,

viendo que el mundo marcha al revés.

Tu ropa nueva tiene mil parches,

así en tu alma los hay también,

aún así crees que en este mundo,

un gran milagro va a suceder.

Ojitos negros, carita sucia,

Manitas tristes de trabajar,

tu rezo diario es juntar cartones,

para la leche y el pan comprar.

En “Hojas Sueltas”

Club de Poetas Baigorria.

General Baigorria – 2004

María Cappiello de Palacín

Hija de inmigrantes, nació el 10 de abril de 1924 en la ciudad de Rosario y desde la niñez reside en la capital santafesina. Docente. Perito en Oratoria. Instructora de Control Mental; Terapista Reiki, Shiatzu. Colabora en diarios y revistas de distintas localidades. Recibió varias distinciones, entre ellas “Medalla en XV Concurso Literario FATSA -Dr. Federico Dardo Núñez-, diciembre 2000, Buenos Aires. Participó en la IX Edición de Letras de Villancicos del Coro Polifónico de Madrid (España) y fue invitada a participar en la siguiente edición. Sus obras fueron editadas en varias antologías, entre ellas “Latitudes Literarias” (2003); “Mundo Literario” (2004). “Publicó sesenta y cuatro poesías de su autoría en el libro ‘Plenitud’ en diciembre de 2005” y esa obra tras su presentación fue comentada en el diario “El Litoral” de Santa Fe de la Vera Cruz.

 

Aromas de los siglos

El paso de los siglos

no puede borrar los sueños

que el alma humana

fue tejiendo en las gasas

de las noches

y los tules de las madrugadas.

En las invisibles alas

que usa el viento

envueltas en sus corrientes

nos trae también

aquel aroma insólito y extraño

de cosas olvidadas

que hoy tienen vigencia.

De “Plenitud” – Diciembre 2005, p. 14.

Canto para un milagro

Por los caminos siderales,

Caminos enigmáticos,

un dulce ser de alba túnica

se ha extraviado.

¿Qué será del mundo,

y del venidero tiempo,

si el Ángel de la Paz

se halla perdido?

Roguemos a Dios,

y a sus estrellas,

que formen para él

nuevos senderos,

con luces de arcoiris

y cantos de arcángeles,

mientras caen sobre la tierra

perfumados pétalos de flores,

como un mensaje de amor,

mensaje puro,

para que sin ruidos,

estruendos o algarabías,

sepulten a la soberbia,

la maldad y el egoísmo.

De “Plenitud” – Diciembre de 2005, p. 16.

¡Escucha… río!

Tú eres, “Río Salado”;

emblema misterioso

de los tiempos…,

y de la vida,

que ayer, era hermosa,

tan calma…, tan tranquila,

como el alma de aquellos…

que regían los pueblos.

Pero hoy,

como tus aguas,

sin freno… y enloquecidos,

nos enseñan sin recato;

que los tiempos…

de paz y de bonanza…

tristemente, se han ido.

Ayer…

tu ninfa pura;

curaba las heridas.

hoy

esta amarga,

oscura… y enfurecida,

llevándose…

consigo la esperanza;

se llevó también, con ella…,

la ayuda prometida.

Hoy…

sombría  tu  corriente,

solo nos ha dejado

tristes recuerdos…;

y con angustia,

al pobre corazón

acongojado.

Se irá el invierno,

vendrá la primavera,

gozosa con sus flores;

que enfermos…

y sin clemencia;

brindaremos con llanto,

a nuestros muertos…

El río… es inocente.

Debemos seguir viviendo…

debernos superar la angustia…

sin olvidarnos de aquellos,

que sus alegrías o sus vidas…

se han diluido en el agua.

Una vez más; hemos visto,

que es culpa de la desidia,

del desamor de esos seres

que solo buscan poder,

para sentirse mejores…

envueltos en la soberbia

que sustenta…  su egoísmo.

Él….  es inocente,

el río… pasa y espera.

el río… es como un niño,

prisionero de su lecho

pero no olvida, recuerda…

la tierra que le robaron.

Ayudado por las lluvias,

y por la maldad de los hombres,

un día… aun sin quererlo;

corre, se agita, se encrespa,

avanza sobre la tierra

para abrazarla de nuevo.

Desata así la tragedia,

creando cruel sufrimiento,

que es difícil de narrar…

¡Sí!

¡Los ojos que lo han visto,

están secos de llorar!

Es responsabilidad del humano,

cuidar los bienes del mundo,

los que se creen capaces…

los que se sienten muy justos…

y asumen  responsabilidades,

deben guiar a los otros,

para que sanen la tierra…

¡esta tierra maltratada!

Esta tierra  torturada,

obligada por el hombre

que la mutila y no la cuida,

en su dolor desgarrante…

llevada por su honda pena…

que no puede contener

en un llanto prolongado,

nos está mostrando sus llagas…

como una muda advertencia,

¡que se muere…! ¡que se muere…!

¡poco a poco!

      Joyas de Santa Fe

Los días, los años

de los siglos; han pasado,

y al recordarlos

son hoy una mezcla

multicolor y única,

como son los velos

de una danzarina

en candenciosa danza

vaivenes, movimientos,

como lo hacen tus aguas

hermoso Paraná.

Con tu fluir constante

siempre nos estás contando

historias; de tiempos

que se fueron

rodeados de perfumes

que aún huelen, …

los recuerdos

En tu ribera,

flameó por  vez primera

nuestra bandera patria

copiando, del cielo, los colores

que desde lo alto vio

cuando emigrantes

llegaron desde lejos

para mezclar su sangre,

su sudor, y sus fuerzas

y hacer de nuestra tierra,

el bello paraíso;

que todos hemos soñado.

Debajo de aquel pino

histórico y famoso

el alma, en su añoranza

escucha en sus ensueños

los ecos de la lucha,

de esa batalla heroica,

que engrandeció el amor,

también el sacrificio.

Allí quedaron por siempre,

y no los borra el tiempo

los nombres de argentinos

que como luz de faro

alumbran tu pasado,

tu presente, tu suelo

mi amada santa fe.

Miriam Patricia Marsó

Nació el 27 de enero de 1967, en Rosario (provincia de Santa Fe). Reside en Sauce Viejo (departamento La Capital). Asistente al taller literario conducido coordinado por la Prof. Norma Rossetti en el Museo “Rosa Galisteo de Rodríguez”, en la capital santafesina. Integrante del taller literario “Fundación Bica” de Santo Tomé, integró la Antología 2 editada el 15 de marzo de 1999. Ha participado en Certámenes y sus poemas han sido seleccionados e incluidos en antologías. En noviembre de 2002 publicó Ouroboros, poemas.

Junto a los escritores Mirna Guerrero y Marcelo Fiorentino impulsó el taller literario “Tinta de Sauce ” de Sauce Viejo y desde el año 2003 es la única coordinadora. En páginas literarias del diario “El Litoral” de la capital santafesina, hay publicado varias obras, también en periódicos de las ciudades de Santo Tomé y San Carlos.

Desde el año 2004, convoca al Encuentro Regional de Escritores”, en Sauce Viejo.  Ese año asistió a encuentros convocados en distintas localidades, incluso en Asunción del Paraguay con asistencia de escritores uruguayos. En octubre de 2005, publicó Biografía de una catástrofe, recopilación de informes, fotos y poemas referidos al desborde del río Salado y la inundación que afectó a un tercio de la población santafesina residente en el sector oeste y sur de la capital santafesina, el 29 de abril de 2003.  Con prólogo de la escritora de Santo Tomé Dra. Marilyn Jullier, publicó el poemario Clara con auspicios del Sindicato de Luz y Fuerza de Santa Fe, institución que también apoyó la edición de Por un camino azul (diciembre de 2005) y es oportuno destacar que el distinguido poeta santafesino Horacio Rossi, escribió “Palabras para Miriam Marsó, a propósito de sus palabras”, prólogo del citado libro.

 

A Clara, mi madre

               Busco incesantemente

en las paredes ambiguas del cielo

una puerta que se dilate allá en la distancia

   y te encuentre Madre   cerca de Dios.

Mis ojos se tiñen de azul               buscándote

Asciendo a las nubes que se desplazan una a una

Inventando el camino      etéreo camino

   que busco  con desesperación.

Me visto de brisa -por un momento…-

me transformo en ave

ahora soy lluvia densa    y caigo atónita

y me golpeo                     y reacciono.

¡Todo es utópico!    ¡Todo es mentira!

disfraz de adulto   velo untado de falso color

   no te encuentro

aunque arañe soles          con mi palabra…

vos eres parte de esta tierra        polvo con alas

alma serena     sonrisa tácita

               ausencia sin comprensión

no logro verte       sólo extrañarte

y con mis recuerdos        y con mi tristeza

Madre    persisto…

                              buscándote.

De “Clara” –  Poema impreso en la contratapa.

Editado en Sauce Viejo, septiembre de 2005.

Escucho

el sonido de la noche

madre que mece las tristezas

transforma las ilusiones.

De “Por un camino azul”.

Sauce Viejo, diciembre de 2005, p. 65.

 

Seguir peregrinando

sin respuestas

en esta vida abismal

donde encontramos el cielo

 y lo perdemos.

De “Por un camino azul”.

Sauce Viejo, diciembre de 2005, p. 68.

Miente el tiempo

en su ritmo agotado

mientes     miento

somos una cadena

una máscara multifacética

de la cual no podemos huir.

De “Por un camino azul”.

Sauce Viejo, diciembre de 2005, p. 79.

 

Ser alguien

 

Ser todo    nada    serlo

               Con cuerpo    alma     gaviotas trémulas

del desconcierto

 

Ser alguien

               En este mundo cósmico

no conquistado

               de un tiempo fugaz

                     Como un hálito divino.

 

De “Por un camino azul”.

Sauce Viejo, diciembre de 2005, p. 102.

 

Sergio Ferreira

1999-2000: Presidente de la SADE (Sociedad Argentina de Escritores) Filial Santa Fe, después de haber desarrollado una intensa labor de promoción y difusión literaria en distintos ámbitos, incluso desde una página en “la red de redes”, internet.  En 1997 fue Coordinador, a los fines de la edición de “Luz Inagotable” con autores integrantes de SADE Santa Fe, editado por el Centro de Publicaciones de la Universidad Nacional del Litoral (Rector Ing. Mario Barletta; Secretario de Extensión José Manuel Corral y Director del Centro José Luis Volpogni). 1998: Dirección de la “Colección Orión” -grupo de la SADE Santa Fe-, proyecto editorial cooperativo.  Desde ese año, Coordinador del Taller Literario “Temps era temps”, junto a Amor Perdía, lograron editar “Los juegos del Temps” en julio de 2000 (UNL) y tras el traslado de Perdía sigue desarrollando esa coordinación (2006). Algunas de sus obras publicadas: 1995: “Dos Náufragos, un Cronista y Catorce Certidumbres”; 1996 “La Epopeya, El Emisario, Los Salvos y El Escritor”; 1998: “El testamento, La Tribu y el Árbol en llamas”; 2000 “En el País de las Máscaras); 2001 “Últimas  nociones de la fe y los buenosaires” (libro y CD); 2004 “Éxodos”; 2006 “Esperando a Gabrag” (primero de la serie Abril del 91, Colección de la Abadía, editorial Ciudad Gótica, Rosario, provincia de Santa Fe.

Los sobrevivientes

Apiñados junto a la charca

                     -anoche soñé que un grillo,

                     ése, porfiaba que el ocioso lamento de una rana-

ahuyentamos el asedio de las moscas

en torno a los ojos.

El silencio del viento

del hambre de un cachorro

a veces de una oración.

Rezar cuando se ha quebrado la fe

es vana manifestación de la nostalgia.

En el último recuento

hubiésemos cabido sobre un buen carromato.

Alguien que eligió salvar del incendio

un puñado de esmeraldas,

                     ahora extraña a la esposa

al perro,

juega con esas piedras

vacías de valor

tan lejos de la ruta mercantil.

Canta con una voz sin amenaza

una canción de loco.

De pronto

                     aquél

alza la mirada al cielo.

Lentamente lo imitamos.

Chilla un pájaro carroñero

en cada amplio círculo que traza.

El sol nos ciega todavía.

Todos los ojos en el desierto celeste

                     -será que Las Escrituras

                     nos hablaban de dioses no nacidos aún?-

A nuestro pesar

aquí seguiremos esperando.

Atentos.

Por siglos si hace falta.

Hasta el sol se apague.

En “La espera de Gabrag” – Junio de 2006

Editorial Ciudad Gótica – Rosario.

Marta Carina Castellano

Integrante del Taller Literario “Temps era temps” coordinado por Sergio Ferreira y Amor Perdía. En septiembre de 1999 logró la edición de Realidades imperfectas, un conjunto de relatos y poemas dedicados a “los náufragos, por la fe plena”

En julio de 2000, la Universidad Nacional del Litoral editó Los juegos del Temps que incluye obras de escritores pertenecientes a ese grupo.

Génesis

En un tiempo sin palabras

las miradas fueron el brote.

El pistilo y el estambre.

El cuello besa la gota lágrima,

no hay surcos ni estampidas.

Todo se anuncia y se ratifica:

orgasmo, nube, verde, aroma.

Complicidad de geografías mudas.

Y, después, la sangre caliente.

El relincho y cataratas

ombligos, piel, junglas amarradas.

El hombre nace y desbarata.

Maúlla, suda, grita y no calla.

Nace, todo, a través de la garganta.

De “Los juegos de Temps” – Centro de Publicaciones

de la Universidad Nacional del Litoral.

Santa Fe de la Vea Cruz, 2000, p. 21.

Me recibes

Me recibes en tu casa,

me recibes en tu mesa,

me recibes en tu alma,

me recibes en tus besos,

me recibes, me recibes,

y sin embargo, siento

que quedo vacía de darme

y que estás lleno de tenerme.

De “Realidades imperfectas” – Septiembre  1999.

Santa Fe de la Vera Cruz, Ediciones de la Cortada, p. 47.

Ellos seguirán

Manos anudadas.

Anillos desteñidos por el tiempo

del hacer y el padecer y el esperar.

Corazones cansados con alientos secos.

Rostros pergaminos.

Pies muy chicos y gastados.

Pero aunque no queden fuerzas,

ni ganas, ni paciencia en los cuerpos;

siempre seguirán los ojos

reclamando justicia.

De “Realidades imperfectas” – Septiembre  1999.

Santa Fe de la Vera Cruz, Ediciones de la Cortada, p. 47.

Marisa S. Martín Decoff

Nació en Rosario en diciembre de 1969. Estudio Letras en la Universidad Nacional de Rosario (provincia de Santa Fe). Poeta y ensayista.  Coordinadora de “espacios integrales de Literatura y educadora popular”.  Publicó Testimonios del Forastero en la poesía de Patricia Buccella, declarado de interés educativo provincial por el Ministerio de Educación de la provincia de Santa Fe, por la Subsecretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad de Rosario.  La Universidad Nacional de Salta editó Los ríos profundos, la voz de otro origen.  La “Fundación El Libro-ALIJA e Instituto Summa de la capital federal: Cuéntame Versiones y diversiones en la gran aldea. Es columnista en revistas literarias rosarinas. Escribió el prólogo de “Vibraciones” de a poeta Margarita Madariaga. El Servicio de Educación por el Arte desarrollado por la escritora Nidia Orbea Álvarez de Fontanini, la incluyó en los encuentros con escritores de distintos departamentos realizado en la XII Feria del Libro de Santa Fe (15 de septiembre de 2006).  Previsto en el plan 2006 del citado servicio el programa pertinente a “Noviembre: mes de las Artes y de la Soberanía”, coordinó actividades en Rosario y en Victoria (Entre Ríos) mediante fotomontaje y taller referido a La persistencia de los pájaros, culminación de la “Semana de los Pájaros” y “Homenaje al Patriarca de los Pájaros – Gastón Gori” (2002 – 17 de noviembre – 2004), “Primer Encuentro por el Arte de vivir y convivir” declarado de interés en la Cámara de Diputados de la provincia de Santa Fe y por iniciativa del concejal Leonardo Simoniello, declarado de interés en el Concejo Deliberante de la Municipalidad de Santa Fe.

 

Poema “XII”.

“No cesa la belleza,

inaudible aún

amanece sin embargo,

quietud de la palabra, la palabra,

diafanidad: su gesto cotidiano.

En “Poemas de la partida  y otros regresos”.

Edición “Ciudad Gótica”, Rosario.

Diciembre 2005, p. 35.

Poema “XVIII”

Junto a los zapatos que no calzo

habita un silencio humedecido

el hombre absorto

que los mira,

aduce con su pena la intemperie,

espera

               -sin embargo-

salir con ella

temprano

a caminar.

En “Poemas de la partida  y otros regresos”.

Edición “Ciudad Gótica”, Rosario.

Diciembre 2005, p. 44.

Lelio L. Gurruchaga

Escritor santafesino residente en la ciudad de Rosario. Docente en la Escuela Superior de Comercio “Libertador San martín” dependiente de la Universidad Nacional de Rosario. En abril de 1997 publicó su primer libro Pensamiento y poemas y meses después, A mis Nietos.

Editó una serie de trabajos en doce folletos numerados correlativamente, conjunto titulado Dodecaedro. En 1999 participó en el “XIX Congreso Mundial de Poetas” en Acapulco, México, con destacada participación. Sus poemas integraron la “Sesión de trabajo sobre poesía iberoamericana” y fueron editados en la Antología del Pensamiento mexicano, en edición bilingüe.  Participó en el “XXV Congreso Mundial de Poesía” realizado en Los Ángeles, en agosto de 2005. Han destacado que “varios de sus libros fueron elogiados por alumnos hispanoparlantes del curso ‘Economic Problems of Latin América’ que dicta el Prof. Dr. Osvaldo Baschetta en el Queen College City, University of New York.”  Otras obras editadas: 1998: Ideas, Vivencias; 1999: Impresiones, Cosas; 2002: Sustrato; 2003: Cedulario, Emocional; octubre de 2005 Nocturno –Poemario, recordando a Vincent Van Gogh en el 115 aniversario de su muerte, incluye CD-; octubre 2006 Amor, simplemente amor (Poemario, con CD. que recibí mediante correo, a principios de noviembre y con esta dedicatoria: “Para mi estimada amiga Nidia Orbea con todo mi cariño y afecto.  Lelio R. Gurruchaga / 07-11/2006.)  / No ha sido casual que tras esa lectura sean algunos de sus poemas, casi el colofón de esta recopilación iniciada a fines de la década del ’80, siglo XX…

Natividad del Señor

Época de censo en el mundo de Augusto,

cada cual a su ciudad concurre a inscribirse,

encinta María con José su esposo van a Belén

donde llegará el tiempo de parto.

La Natividad transformará en viva luz

el cáliz de la esperanza,

establo de Belén alto mirador

de la simiente que dará color a los pétalos.

Diáfano y radiante llega el instante divino,

Atemoriza a pastores que velan sus rebaños,

Presto el ángel les anuncia:

“No os alarméis, ha nacido el Mesías”

Testimonio de la gloria de Dios,

relumbran en torno del ángel.

Legiones de ejércitos celestiales

pregonan paz para los hombres,

Alabanza que besa la frente de todo lo plebeyo,

dulzura del panal del divino niño

penetra humildes ventanas abiertas al encanto,

designio de su gracia artífice del amor.

Su fecunda bondad accede a conversar conmigo

dando fuerza y vigor a mi decir

a mis sueños y esperanzas en el bien común

al amor por el prójimo tanto como la luz da a la flor.

Con sabiduría vuelve transparente

el río de la vida y vicisitudes

y me permite reconocer en él

a mi hermano no afortunado.

Percibir su existencia cautiva

del poderoso que no le conciente crecer

sometiéndolo a vil explotación,

a estado de pobre escaso de subsistencias.

Dios, en su conversación,

me convoca a reflexionar sobre

circunstancias propias del mundo lacerado

y comprender su salmodia convertida en queja.

Con claridad me muestra

ojos miopes que no ven claro

la realidad social y cultural

del sistema que los entrampa.

Con palabra austera

emplaza a mi pluma para la denuncia

de iniquidades en el paralogismo que impide

al hombre lograr su justa comunión negada.

Justicia y sentido de la dignidad humana

reivindica mi conversación con Dios

recordando ese 1º de mayo,

Día internacional del trabajador.

En Nocturno. Editado en Rosario, 2005, p. 20-21

De “Trilogía de la Fe” en Nocturno – Rosario, p. 7.

Ética y Poesía

Honro la presencia ética en la poesía

aportada por poetas de  pluma sensible

demandando valores básicos para

la persona humana en concreciones históricas.

Valoración ética de los derechos humanos

expresada como norma contundente

en nuestra prédica en pro

de esos derechos con visión moral.

Protesta y afirmación

de opción humanista

a favor del hombre por encima de

cualquier realidad ideológica.

Reconocimiento de la entidad persona,

autónoma digna y original

constituye el núcleo del derecho ético

y sostén de probidad en nuestra poética.

Bardos del mundo afirmando

valores de libertad y educación,

consolidemos matrices de lo que se intenta

modernidad sin disminuidos.

Instemos para que el progreso

sea fiel a los valores inherentes

al ser humano dentro

del marco cósmico del factor ético.

Ayudaremos a construir un mundo diferente.

En Nocturno. Editado en Rosario, 2005, p. 26.

Solidaridad

Una calle imaginaria en una también

imaginaria aldea tercermundista,

un grupo de niños hurgan un hueco

en busca de un trozo de favor.

Cabellos ensortijados piojosos,

rostros jamás visitados por la esperanza,

en alterados cuerpos patéticos

viven el desmayo de la miseria.

Ojos desorbitados

esperan temeraria sorpresa,

de encontrar comida contaminada

entre restos malolientes.

Atrevida y grotesca escena protagonizan

otros parias de la desventura,

inhalando bolsas de pegamento

que los acerca al placer del ostracismo,

destierro al universo del olvido

donde dejan de tener presente el final,

que llegará a la hora señalada

como carroñero al lugar preciso.

Solidaridad despistada,

solidaridad perversa,

con mi voz en alto te increpo

Enrostrándote tu quehacer negado.

 

En “Amor, Simplemente amor” – Octubre 2006.

Primer poema en la octava página.

Nidia Orbea Álvarez de Fontanini.

(Recopilación 1989-2006.)