13En Lincoln, provincia de Buenos Aires, el 13 de noviembre de 1901 nació Arturo Jauretche. Allí cursó sus estudios primarios y continuó en Chivilcoy y en la Capital Federal. Mientras estudiaba realizó diversas actividades. En 1932 obtuvo el título de Abogado otorgado por la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Buenos Aires.
Su vocación por lo político determinó que su constante labor literaria tuviera originales perfiles donde los matices del humor servían para reflejar la realidad nacional.
En 1923 se incorporó al radicalismo yrigoyenista y posteriormente integró el Frente de Orientación Radical de la Juventud Argentina, más conocido como Grupo “FORJA”, junto a destacadas personalidades: Gabriel Del Mazzo, Homero Manzi, Raúl Scalabrini Ortiz. Lucharon contra los antipersonalistas y en la denominada década infame se pronunciaron contra el imperialismo.
Fue uno de los protagonistas del hito del 17 de octubre de 1945 y al integrarse al naciente Justicialismo, la mayoría de aquel grupo radical ordenó la disolución.
Recuerda en “Prosa de hacha y tiza”, lo que expresó en la publicación clandestina El 45, desde su exilio en Montevideo en 1958
“La cárcel de Ushuaia, inhóspita y cruel, se reabrió para los presos políticos después de largos años de clausura dispuesta por la ‘tiranía sangrienta’. Inaugurábamos así el régimen de terror y persecución dictado por el espíritu de revancha de la oligarquía y el coloniaje que encontró inconscientes carceleros a su servicio.
De cara al viento sur, frente a los hielos
la noche va cayendo
larga, larga…
Es la noche polar; es la de Ushuaia.
Soledades del hielo y las estrellas
y de la negra cárcel clausurada.
Silencio de
los largos corredores
y en el silencio diecisiete almas!
El agua
que se filtra va cayendo
y en estalactitas queda helada.
Y hay un alma sola en cada celda
con la soledad del agua helada,
y está cada celda con su alma
en la noche polar amurallada.
Solas, solas,
diecisiete almas,
sin siquiera un diálogo de almas,
y el frío sube,
sube, sube,
hasta los mismos tuétanos del alma.
Sólo la Cruz del Sur tiene piedad;
sólo la Cruz del Sur, allá tan alta…
(Fragmento)
Ha de ser uno de los mejores homenajes seguir leyendo sus obras:
-“Los profetas del odio”.
-“El medio pelo en la sociedad contemporánea”.
-“Retorno al coloniaje”.
-“Prosa de hacha y tiza”.
“Filo, contrafilo y punta”.
En esas páginas, Arturo Jauretche reflejó significativos rasgos de la sociedad porteña, con testimonios insoslayables para la comprensión de parte de la historia de los argentinos.
Nidia Orbea Álvarez de Fontanini.
05 de abril de 1994.