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Argentina 2004 – Grietas en el Ministerio de Justicia…

Ecos en la isla Margarita.

Del nido de víboras al submundo de las mafias.

Razonables reacciones.

Declaraciones del ministro Béliz.

Martín Rodríguez Yerra.

 

Ecos en la isla Margarita…

Jueves 22 de julio de 2004. El presidente argentino Néstor Kirchner y su comitiva están en la isla Margarita, sonrientes y dialogando con los venezolanos.  El presidente venezolano Hugo Chávez y su amigo patagónico, comentan sus sueños en voz alta y frente a los micrófonos, mientras en “las carpetas” se van renovando las hojas…  como sucede con las ramas de los árboles de… ¡el bosque!

El lunes 19, el presidente argentino al ser consultado sobre los conflictos generados a partir del ataque a la legislatura de la ciudad de Buenos Aires el viernes anterior, dijo:

“Tengo cosas más importantes que hacer”…

(La mayoría de los porteños que lo escucharon -también habitantes de otras provincias-, se preguntaron qué podría ser más importante que la seguridad de la población y el resguardo del patrimonio del Estado y de los bienes privados… y evidentemente para saberlo, hay que llegar a ser titular del poder ejecutivo nacional.)

Antes de partir hacia Bolivia -primera escala de los viajeros para avanzar en el análisis de posibles relaciones comerciales-, el presidente Kirchner nombró al reemplazante del jefe de la Policía Federal Argentina  Eduardo Héctor Prados, en funciones desde octubre de 2003 y al comisario mayor Jorge Oriolo como subjefe.  [1]

Recién a la tarde -cuando habían terminado de deliberar en la legislatura porteña-, se supo el nuevo titular era el doctor Néstor Valleca -abogado; criticado por organizaciones intermedias defensoras de los derechos humanos por su relación con la represión realizada “con balas de goma y gases lacrimógenos”, el 9 de septiembre de 1998 -siendo jefe de la seccional 19ª-, mientras algunos grupos protestaban y pintaban leyendas agraviantes sobre muros, veredas y calle, en el barrio de la Recoleta, frente al domicilio de Miguel Etchecolatz, ex-jefe de la policía durante el autodenominado Proceso de reorganización nacional.

También lo rechazan por haber participado en las investigaciones internas realizadas en esa fuerza de seguridad tras los hechos del 19 y 20 de diciembre de 2001 que culminaron con muertos y heridos, también determinaron la inmediata renuncia del presidente doctor Fernando de la Rúa.

Mientras tanto, el ministro Béliz manifestó frente a periodistas que el presidente Kirchner conocía esos antecedentes, pero no los consideró “relevantes” ante la posibilidad del ascenso.

Los números suelen ser señales insoslayables y la frecuencia en el cambio de autoridades en la administración nacional -salvo tras fallecimientos-, indican que no se supo o no se pudo seleccionar correctamente antes de asignar las funciones a determinadas personas.  Sabido es que a partir del 25 de mayo de 2003 ya se produjeron tres nombramientos en la Jefatura de la Policía Federal Argentina: comisarios generales Roberto Giacomino, Eduardo Prados y Néstor Valleca.

Distintos medios de comunicación difundieron el informe del “Centro de Estudios Nueva Mayoría” y en consecuencia, desde el 10 de diciembre de 1983 -cuando asumió el presidente doctor Raúl Ricardo Alfonsín- hasta la actualidad, “diez comisarios generales” resultando así que un tercio corresponde a funcionarios seleccionados por el presidente Kirchner.

Hay que tener en cuenta lo expresado por el ministro Béliz acerca de las comunicaciones entre organismos nacionales mientras se concretaba ese ataque al edificio -implícitamente a la institución legislativa donde prácticamente quedaron privados de la libertad los diputados y el personal, sin posibilidades de actuar la policía.  Destacó el doctor Béliz en que “cuando los canales de televisión estaban pasando los incidentes, había llegado a la Secretaría de Seguridad Interior un parte de la Policía Federal y de la Side diciendo que no había ningún tipo de problema en el lugar”.

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Las comunicaciones telefónicas entre el sur y el norte, indican que no son tan buenos aires los que se perciben a orillas del río de la Plata. Algunos medios de comunicación anticipan que el presidente doctor Néstor Carlos Kirchner “analizará muy bien y se tomará el tiempo necesario” antes de decidir qué corresponde hacer en el área del ministerio de Justicia y Seguridad y al mismo tiempo, como este hombre del sur suele actuar sorpresivamente, otros señalan que tal vez produzca cambios inmediatos.  Eso dependerá de la predisposición de los candidatos para aceptar ciertas responsabilidades en un contexto sociopolítico tan complejo y expuesto a tantas imprecisiones y rectificaciones.

Quienes están acostumbrados a evaluar los movimientos  y las expresiones de los políticos, advierten enseguida las pequeñas grietas que pueden terminar desmoronando la pirámide.   El doctor Gustavo Béliz suele describir algunas situaciones reflejando sólo aquello que está en la periferia del conflicto y es razonable que así sea porque en el arte de la conducción hay reglas que no se pueden alterar.  Elabora estrategias y al mismo tiempo, proyecta la táctica.   El prudente doctor Norberto Quantín, lo acompaña en la gestión ministerial cumpliendo con sus funciones de secretario de Seguridad y en distintas circunstancias ha manifestado la necesidad de que todos actúen conforme a la legislación vigente. Juntos dialogan con los periodistas y el secretario en varias oportunidades, ha completado la información expresada por el ministro.  Esas declaraciones son señales de un mutuo entendimiento.

En la casa rosada, se ha impuesto un estilo de conducción estrictamente verticalista y la población desconoce cuándo se realizan las reuniones del presidente con los miembros de su gabinete.

Desde La Nación, el sábado 24 de julio trascendió que “A Quantín se le pedirá la renuncia en unos días por diferencias filosóficas con el Presidente en materia de seguridad”  y  el periodista Mariano Obarrio destacó que así lo “afirmó tajantemente un encumbrado ministro del gabinete”.

Así como en 1982 quien detentaba el poder ejecutivo ordenó el comienzo del Operativo Rosario con la orden de no matar, en este cuarto año del siglo veintiuno el presidente Kirchner ha decidido que las fuerzas de seguridad no deben portar “armas letales”… aunque tengan que enfrentar a grupos violentos que usan hondas para arrojar piedras y hasta son capaces de imitar a las jirafas que vencen al león sólo con una fuerte coz.

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Donde aparentemente rige la ley de la selva también es posible conmoverse cuando se observan las imágenes de distintos canales de televisión enfocando desde diferentes ángulos. En los primeros días de julio, se generó el audaz avance de militantes de la Federación Tierra y Vivienda –FTV que lidera el maestro Luis D’Elia, actual legislador; dirigente piquetero que suele ser distinguido por las autoridades nacionales-, también uno más entre los violentos vecinos entraron en la comisaría 24 de La Boca con pancartas y gritando consignas, algunos encapuchados y con palos… dispuestos a romper vidrios y destruir muebles y algunos documentos.  Después, el legislador dijo que estuvo acompañándolos y dejó que actuaran libremente, porque así evitaba otras reacciones con peores consecuencias.   En el Reino del Revés -como cantaba la talentosa María Elena Walsh-, cualquier grupo de habitantes “del suelo argentino” empujado por intereses personales o sectoriales, invaden jurisdicciones y co-accionan “sin pena” y en los últimos tiempos, “con gloria”… porque en el litoral se destacó que durante esos actos de vandalismo, acompañaban a esos inquietos e inquietantes vecinos, el subsecretario de Seguridad José María Campagnoli y Francisco Maritello, jefe de asesores del ministerio de Justicia, cuñado del ministro doctor Béliz.

(Ese grupo protestaba por la muerte de un compañero de esa organización intermedia que conducía un comedor escolar, había sido amenazado y a pesar de las denuncias identificando al agresor, la policía no impidió ese fatal desenlace.  En otras manifestaciones, son censurados “los policías de gatillo fácil”…)

Los periodistas no están obligados a revelar sus fuentes de información y en consecuencia, se suceden los rumores.  Unos dicen que es factible que el área de Seguridad se traslade al ministerio del Interior, actualmente a cargo del consecuente Aníbal Fernández y otros ya nombran a Alberto Iribarne -militante en el justicialismo porteño, secretario de seguridad mientras el doctor Eduardo Duhalde fue presidente provisorio, titular de la Sigen -Sindicatura General de la Nación-; amigo del otro Fernández, su tocayo, el jefe de gabinete Alberto Fernández.

También han aludido a Marcelo Saín que se desempeñó en el área de seguridad designado por el gobernador bonaerense Felipe Solá y al doctor León Arslanián, aunque ellos están actuando en “otros territorios”…

Según lo reiterado por distintos medios, Alberto Iribarne sería la persona que habría aconsejado al presidente Kirchner que se estableciera “un doble cordón policial sin armas”, para prevenir posibles disturbios frente a la legislatura de la ciudad de Buenos Aires.

Como suele suceder, antes de las nuevas designaciones habrá que prever los nuevos destinos de quienes renuncien o sean prácticamente obligados a renunciar.  Hay un recurso eficaz: la inclusión en las listas de candidatos para futuras elecciones y así sigue repitiéndose el entretenimiento que tradicionalmente sirvió para sucesivas generaciones: “Pasará, pasará, pero el último se quedará”… mientras otros grupos seguirán insistiendo en que “cada cual, cada cual, atiende su juego”.

Tales costumbres determinan que el Congreso Nacional periódicamente se asemeje a una original pista de aterrizaje donde confluyen más que eficaces pilotos de tormenta, atormentados y disputados senadores

Mientras tanto, no necesita ser explicada la limitación con que actúa el vicepresidente Daniel Scioli cuando debe reemplazar al doctor Kirchner durante sus frecuentes viajes a distintos continentes.

¡Es imposible imaginar una construcción sobre los médanos!…   Y ya se sabe qué pasa con los castillos de arena cuando el oleaje sorprende con su potencia y provoca zozobra en quienes no saben avanzar con la marea

No ha sido por casualidad que el presidente Kirchner haya decidido adelantar en siete horas su regreso desde la paradisíaca isla Margarita para instalarse en la Quinta de Olivos

(Aunque podría subsistir la tentación de deshojar margaritas para vislumbrar quien “me quiere mucho, poquito o nada”… lo lógico será ensayar otro método para lograr certeras conclusiones.)

Del nido de víboras al submundo de las mafias…

El canal “Todo Noticias” de la capital federal, trasmitió diversos diálogos entre periodistas y las autoridades del ministerio de Justicia y Seguridad.  Una vez más, el doctor Gustavo Béliz expresó otra denuncia porque está convencido de que hay otra confabulación en su contra impulsada por “sectores mafiosos de la Policía Federal y de la SIDE con ramificaciones en el Poder Judicial”.   Insistió en que “hay algo que está fallando en la información, son organismos con recursos millonarios y tienen que dar una respuesta adecuada.”

Sabido es que Héctor Icazuriaga y Francisco Larcher son para el presidente Kirchner sus amigos y dos pilares en la Secretaría de Inteligencia.  Por errores de expresión -según ha insistido el ministro del Interior Aníbal Fernández -padre de un estudiante de medicina de diecinueve años, como lo ha destacado durante el almuerzo con Mirtha Legrand a fines de esta convulsionada semana-, se generó otra confusión en torno al atentado de la AMIA cuyo décimo aniversario se conmemoró el 18 de julio con la asistencia del presidente y de algunos colaboradores directos. Según lo declarado ante la justicia por el señor Kabul, durante el diálogo en el despacho del presidente en la Casa Rosada, hablando de otros asuntos el doctor Kirchner dijo que se habían encontrado los casetes relacionados con aquella causa judicial.  Luego trascendió que la SIDE había informado incorrectamente en tal sentido al presidente, porque sólo se han hallado los recibos sobre las pertinentes entregas en su oportunidad y para que se incorporaran en los legajos respectivos.

Para el ministro Béliz esos hechos significaron para el gobierno nacional “un papelón” aunque el ministro del Interior insiste en que sólo fue “una equivocación”, que el presidente es “un excelente comunicador” y que tales declaraciones fueron consecuencia de una “expresión equivocada” sin intenciones de llamar la atención…

Una vez más, obtuvo el efecto no deseado.  El perseverante presidente de la AMIA, Abraham Kaul durante el acto del domingo frente a la sede de Pasteur 633, había acusado a los culpables desde el punto de vista de la institución que representa: a “la SIDE”, “el Juez Galeano”, el ex-presidente doctor Carlos Menem…   El presidente de la Amia, mirando al presidente Kirchner -que prefirió no subir al palco-, afirmó que con sus declaraciones había encendido “una vela de esperanza”, simbólica manifestación porque durante una década los familiares y amigos de la víctima del atentado realizan actos para la memoria activa y dejan una vela encendida debajo del espacio donde están los nombres de los fallecidos.  Con énfasis, casi al mediodía el señor Kaul miró a Kirchner e insistió: “No deje que se apague.  No deje que se apague”.

Al día siguiente, una ráfaga inesperada impactó sobre la lumbre.

Estuvieron en el despacho del presidente Kirchner los integrantes del Comité Judío Americano y con ellos Abraham Kaul.   El doctor Kirchner habló sobre diversos temas y aludió a “45 de los 66 casetes” que habrían desparecido cuando comenzó la investigación por aquel atentado.  De acuerdo a sucesivos comentarios, aquellas grabaciones eran “escuchas telefónicas” que la Side y la PFA; los diálogos están incorporados en uno de los cuerpos del abultado trámite judicial y las cintas son imprescindibles para la pertinente validez de lo registrado “cuando agentes de la Side y de la Policía bonaerense negociaban la entrega del entonces único sospechoso, Carlos Telleldín… desde la casa del reductor de autos en la localidad de Villa Ballester, mientras Telleldín se encontraba en la capital misionera, Posadas, hacia donde había escapado”, conforme lo reiterado por la agencia Télam.

Como suele suceder, terminado ese encuentro al anochecer, en el sector de Prensa de la casa de gobierno y ante los periodistas, Abrahan Kaul destacó que se sentía “impactado” por la noticia del hallazgo de esos 45 casetes y que había pedido al presidente que se enviaran a la Justicia, mientras a su lado estaba silencioso Parrilli.  Inmediatamente ese dato impulsó al juez federal Claudio Bonadío a investigar sobre ese hallazgo y ni los organismos mencionados ni en la “Unidad Especial AMIA” del ministerio de Justicia estaban informados sobre la disponibilidad de tales casetes.

El presidente Kirchner aclaró que se había referido al “hallazgo de remitos” donde consta a quienes fueron entregados entre 1994 y 1995 y también  el jefe de Gabinete Alberto Fernández dijo que “se trató de un error de interpretación” y así le informó “el lunes cerca de las 20” al titular de la AMIA y lo invitó a que observara el material al que se había referido el presidente ese mismo día.  Abraham Kaul estuvo con ese fin en la casa de gobierno y mientras tanto, los periodistas entrevistaban a quienes participaron en esa reunión y entre ellos a Jacobo Kovadloff, consultor del Comité Judío Americano. En declaraciones a “Radio Uno”, contestó: “Yo no llegué a escuchar lo que el presidente dijo en español, hay gente que dijo que el presidente sí se refirió al hallazgo de los casetes y a mí me pareció que el traductor sí lo dijo en inglés. Espero que haya sido solamente una confusión no intencionada”. Desde “Radio Diez”, el doctor Pablo Jacoby, abogado de familiares de las víctimas de aquel atentado que integran “Memoria Activa”, destacó que “los familiares de las víctimas estaban muy ansiosos con el tema de los casetes.  Ahora esa esperanza se desvaneció.  Si el presidente dijo que dijo, está muy mal asesorado. Y la situación que plantea Abraham Kaul es un mamarracho”. La doctora Marta Nercellas, abogada de la DAIA, dijo: “El asunto merece un poco más de seriedad.  No se puede seguir creando expectativas falsas… Nos alegramos con decisiones políticas que luego, en la práctica, resultan nada”.

Desde el gobierno nacional, desmintieron lo dicho por Kaul porque se trataría de un “malentendido” ya que lo encontrado fue un recibo donde consta quién retiró esos casetes.

(Es oportuno tener en cuenta que desde el 18 de julio de 1994, la “División Protección al Orden Constitucional” de la Policía Federal investigó acerca de los posibles responsables del atentado y que el juez Juan José Galeano viajó con el entonces Comisario Carlos Castañeda a Venezuela para entrevistar a “un supuesto testigo clave”.  En 1997 el departamento de Protección al Orden Constitucional fue disuelto y se creó la “Unidad Antiterrorista”, momento en que se comprobó la desaparición de los sesenta y seis casetes.)  [2]

La trascendencia de las declaraciones del gobierno nacional y de dirigentes de las mencionadas instituciones, generó otro expediente judicial y miembros de la DAIA y de la AMIA fueron convocados para declarar.

Se profundizó la grieta en el Ministerio de Justicia…

Mientras tanto, el doctor Quantín con su equipo están elaborando un informe acerca de decisiones adoptadas y cuestiones en trámite para ser entregado a su sucesor.

Razonables reacciones…

Cuando el presidente Kirchner, su esposa Cristina Fernández y los ministros vuelvan a aterrizar en la capital federal durante la tarde del sábado 24 de julio de 2004, tendrán que leer lo expresado por destacados políticos argentinos acerca del criterio del presidente argentino, expuesto con el propósito de contener los actos delictivos que semana tras semana son vistos por la televisión de distintos continentes.

El doctor Ricardo López Murphy -del partido político “Recrear”-, dijo:  [3]

“No conozco algo similar en ningún país del mundo. Imagínese que el presidente chileno Ricardo Lagos les ordenara a carabineros que vayan desarmados.”

El diputado Federico Pinedo (de la Capital Federal, de “Compromiso para el cambio”- consideró que “no está mal la idea de que la policía vaya sin armas de fuego, como en Londres”.  Coincidió con ese criterio el diputado Eduardo Macalusse -presidente del bloque del ARI que lidera la doctora Elisa –Lilita- Carrió- expresando:

“Es correcto establecer un sistema preventivo y que los policías vayan sin armas.”

También el diputado socialista Jorge Rivas apoyó la decisión del presidente Kirchner y destacó que “el problema es que la orden no estuvo centrada en una política de seguridad integral, sino que forma parte de los volantazos que da el Gobierno permanentemente.”

El presidente del Comité Nacional de la Unión Cívica Radical, el chaqueño Ángel Rozas, expresó:

“…ir armado o no es una cuestión estratégica que debe definir el ministro de Seguridad junto con las fuerzas policiales”.

“…cuando el Presidente descalifica a la policía, al sindicarla como de ‘gatillo fácil’, desacredita a una importante institución.”

(Mientras tanto, en el Congreso Nacional se presentaron proyectos de interpelación al ministro de Justicia doctor Gustavo Béliz.)

Declaraciones del ministro Béliz…

Desde “Radio del Plata” se difundieron algunas manifestaciones del ministro de Justicia y Seguridad, relacionadas con las investigaciones realizadas tras el ataque contra la legislatura de la ciudad de Buenos Aires  realizado el viernes 16 de julio –día de Nuestra Señora del Carmen–  y que fue el detonante de la actual crisis política.

El ministro Béliz dijo que “fueron apenas unas 20, 25 personas. Tenemos la obligación de identificarlas. Hay una gran duda sobre si fueron servicios de inteligencia en actividad o en retiro, si fueron personales desplazados de la Policía que querían generar algún tipo de desborde, o si fueron elementos marginales”.

(Declaraciones que apuntaron a distintos frentes y que lógicamente exigían inmediatamente investigaciones en esos ámbitos.  Resulta sorprendente que algunos rostros de co-protagonistas de la rotura de señales de tránsito que usaron esos gruesos caños para romper una de las artísticas puertas de madera arrojándolo luego hacia el espacio interno de estacionamiento donde estaba el automóvil del presidente de la Legislatura, fueran vistos por televisión en ese escenario y momentos después en un programa del canal “América” sin que aparentemente fueran identificados.  Días después, en el mismo programa dijo que no recordaba cómo llegó a ese momento, que había sido «impulsada» por una emoción incontrolable…  Mientras tanto, hay manifestaciones de protesta porque horas después se detuvieron a personas que fueron identificadas y el argumento compartido es que si las autoridades judiciales actúan así prácticamente están promoviendo que haya más encapuchados.

Lógica ilógica que sigue resonando en la ciudad de los buenos aires, evidentemente cada día más contaminados.

Los contribuyentes serán quienes aporten aproximadamente cien mil pesos que son imprescindibles para reparar los daños materiales en el edificio y en algunas oficinas.  La lesión en la córnea producida por una bomba de estruendo arrojada contra personal de custodia de la legislatura; distintas heridas y las consecuencias de golpes cuando se retiraban a media tarde, no pueden ser evaluadas con cifras porque son íntimas señales, inconmensurables…

Frente a los micrófonos, el ministro Béliz reiteró lo expresado en otra oportunidad:

“En el mismo momento en el cual la TV estaba pasando las imágenes de los disturbios, había llegado a la Secretaría de Seguridad Interior un parte de inteligencia de la SIDE diciendo que no había ningún tipo de problema en el lugar. No estoy haciendo ninguna imputación personal. Acá hay algo que está fallando en términos de comunicación que tenemos que corregir, porque son organismos en los cuales se están invirtiendo una cantidad millonaria de recursos y tienen que dar también una respuesta adecuada desde el punto de vista de la seguridad”.

Otras declaraciones del ministro Béliz ante los periodistas, que es necesario tener en cuenta para completar este esbozo sobre el espacio de la Justicia y de la Seguridad, mientras los argentinos siguen alertas intentando “pasar el invierno”:

-“Los organismos de inteligencia tienen que proporcionarnos información en debido tiempo, en debida forma… porque contando con esa información, imagínese que ninguno de nosotros va a ser tan irresponsable como para dejar de poner un vallado y una presencia policial notable”.

-“Hay sectores mafiosos de los servicios de inteligencia, que tienen ramificaciones en el Poder Judicial que pueden buscar mi desplazamiento… Le puedo asegurar que nosotros no vamos a renunciar a ninguna de nuestras convicciones. Yo estoy poniendo en juego mi familia, una trayectoria, mi seguridad personal y lo que no puedo poner en juego es dejar de decir la verdad”.

-“Cuando llegó el momento de analizar el legajo del comisario mayor Valleca, el Presidente estaba al tanto de esta situación; es más, pidió que algunos medios de comunicación más afines a los derechos humanos enfatizaran en este tema porque no había, según lo que había podido averiguar en los legajos, una prueba de la causa judicial, más allá de la imputación, una fehaciente comprobación de su responsabilidad directa en ese tipo de episodios”.

El sábado 24 de julio, el periodista Martín Rodríguez Yerra desde el diario La Nación relató otros hechos vinculados a ese conflicto; aludió a las inmediatas decisiones que deberá adoptar el presidente Kirchner y dijo que “la presión de los organismos de derechos humanos para que remueva a Valleca seguro crecerá. Hasta ahora, Kirchner fue permeable a los pedidos de esos sectores”…

Sabido es que prácticamente el doctor Valleca no asumió las nuevas funciones…

(Lecturas y síntesis: Nidia Orbea Álvarez de Fontanini.)

[1] En los últimos cambios, el presidente Kirchner al promover a funcionarios de menor jerarquía, directamente provoca el relevo de otros jefes policiales. Con estos ascensos, deberán cesar “los superintendentes Eugenio Morales y Juan Carlos Botallo, a cargo de las áreas de Administración e Interior, respectivamente”. Otra ardua tarea para salir de esta crisis: señalar correctamente a los reemplazantes.

[2] El jueves 22 de julio de 2004, diversos medios informaron que el ex  comisario de la PFA Carlos Castañeda -jefe del disuelto Departamento de Protección al Orden Constitucional de la Federal” será sometido al juicio del Tribunal Oral Federal 6 con la AMIA como querellante, que se establecerá a partir  6 de octubre próximo. Castañeda está procesado por “supuesta destrucción de pruebas” por la pérdida de los 66 casetes, ya que es uno de los firmantes de los remitos de entrega que se encontraron “hace un par de meses”, asunto que provocó esta nueva divergencia.  Fue procesado por el juez federal Norberto Oyarbide porque había investigado aquel ataque desde el 18 de julio de 1994 hasta 1987, cuando se creó la “Unidad Antiterrorista” de la Policía Federal y habría cometido el delito mencionado en el art  255 del Código Penal.

[3] Diario La Nación.  Buenos Aires, sábado 24 de julio de 2004.  Datos incluidos en un comentario de la periodista Laura Capriata.

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